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OBRAS DEL MISMO AUTOR

Medicina popular
La bio-energía
Cuentos verídicos extrasensoriales
Argentinia y otros poemas metafísicos
El valle de los espíritus
Combate de la Tablada
El caballo criollo en la tradición argentina
La antigua provincia de Ansenusa
Cuentos de la Tierra
La epopeya Hernandiana
El hombre y la sociedad
La crisis social norteamericana
Sociología de la educación
La sociedad organizada
La Gran Mentira sobre los Mapuches
Etnografía colonial rioplatense
Manual de sociología
Sociología criminal
Sociología del derecho
Tratado de sociología
Antropología social y cultural
Política social
Comentario político social
El futuro del planeta Tierra
Geopolítica argentina
El proceso mental en las armas primitivas
Rosas y su Obra
Folklore de los actos religiosos
Cancionero popular de Córdoba
3

ANTROPOLOGÍA
METAFÍSICA
4

Prof. Dr. GUILLERMO ALFREDO


TERRERA

ANTROPOLOGÍA

17 GRAFICOS
7 MAPAS
5

METAFÍSICA

EL BASTÓN DE MANDO
Y
LOS TRIÁNGULOS DE FUERZA
6
7

ÍNDICE

Nota preliminar 10
Cap. I Pueblos y culturas 14
“ II La ciencia hermética Proto-aria 18
“ III Los Avataras 22
Cap. IV Los movimientos herméticos 26
“ V El monismo de símbolos y culturas 34
“ VI Las aperturas polares 37
Notas – Referencias
Cap. VII Las escuelas primordiales de las Antí
podas 43
Conocimiento tradicional, hermético,
científico, filosófico, metafísico.
“ VIII Distintas orientaciones del pensamien
to humano 71
“ IX Los dioses del tiempo 75
Las piedras sagradas, la rosa
metafísica, el símbolo de los dos
maderos, el símbolo de la cruz y los
reinos naturales.
“ X El amor astral o metafísico 87
“ XI Las madres vírgenes 89
“ XII Las piedras sagradas de la antigua
mitología 92
“ XIII Menhires y Dólmenes 98
“ XIV Los hijos del Sol 102
8

“ XV Las montañas mágicas 109


“ XVI El caballero Parsifal 114
“ XVII El San Grial y la Cruz Templaria 119
“ XVIII Wolfram Eschenbach y el Bastón de
Mando 123
“ XIX El Bastón de Mando y la ciencia her
mética 125
Cap. XX Los grandes caciques lo buscan afano
samente 128
“ XXI Otros estudiosos también lo conocen
131
“ XXII El hallazgo extraordinario 137
El triángulo de fuerza de Terrera en la
Argentina, ubicación de los triángulos
de fuerza en el territorio argentino.
“ XXIII El valle de los espíritus. Introducción
142
La ciencia y la creencia popular – La
ciudad mitológica de Erks – Las luces
del espacio – Los Mantras de fuerza –
El idioma de los Proto-Arios – Ubicación
aproximada del cerro de las luces
cósmicas.
“ XXIV Los nombres indígenas en el Triángulo
de Terrera 165
“ XXV El inconsciente colectivo 169
“ XXVI La Atlántida y el Triangulo de las
Bermudas 173
Ubicación geográfica de la Atlántida o
el Gond-Wana – El Gond-Wana antes y
después de su desaparición en la fosa
atlántica – Ubicación de los continentes
en los últimos 4 millones de años –
Ubicación metafísica del Triángulo de
9

las Bermudas – Los campos magnéticos


y las espirales levógiras de succión.
Cap. XXVII La fuerza intrínseca del Toqui lítico
182
“ XXVIII El vaticinio del Bastón de Mando.
186
“ XXIX Poemas metafísicos 190
La luz y la vida – Dentro de ti mismo-
Lo único valedero – El cósmico secreto
de la vida – Oración del hombre libre.

Comentario a la Bibliografía 195

Obras Consultadas 198


10

NOTA PRELIMINAR
La Antropología es la Ciencia que estudia e investiga
los orígenes y el desarrollo natural y cultural de la
especie humana. De allí su denominación tomada
literalmente del griego, con las palabras “antropos”
que significa hombre y “logos” en su equivalente
de tratado o estudio.

Este vastísimo y complejo conocimiento humano


abarca una serie de parcelas o disciplinas que
se especializan en sistematizar las divisiones
científicas que presenta el todo antropológico y así
lograr un estudio más completo, ínter disciplinando
su variada estructura de ciencias del hombre.

Con ese fin, las grandes divisiones de la Antropología


se pueden expresar a través de:

Antropología Física
Antropología Biológica
Antropología Cultural
Antropología Social
Antropología Criminal
Antropología Psicológica
Antropología Metafísica

Dentro de este cuadro general de las Ciencias del


Hombre, existen relaciones de participación forzosa
11

con otras áreas del conocimiento como son la


Geología, Paleontología, Geomorfología, Ecología,
Biosistemas, Historia, Geografía y Sociología.
Damos esta ubicación integradora de la
Antropología, a los fines de ubicar dentro de su
contexto científico a una importante rama de su
competencia como lo es la llamada Antropología
Cultural.

Esta parcela que abarca todo lo que se refiere


al hombre y la cultura, podría sintetizarse
como la agrupación de los conocimientos de la
problemática etno-cultural en todo lo que se
refiere a las creaciones históricos-culturales que
ha realizado la mente y la mano del hombre desde
los comienzos de la era cuaternaria o antropozoica
hasta nuestros días, en su equivalente aproximado
del millón de años de historia natural y cultural,
del ya delineado y maravilloso amanecer del Homo
Sapiens trascendente.

Las grandes áreas en que se divide la Antropología


Cultural se pueden explicitar de la siguiente
manera:

Folklore
Etnografía
Etnología
Lingüística
Arqueología
Religión
Moral

Todas estas ramas de la creación cultural del


12

hombre a través de los milenios, se encuentran


consustanciadas y ligadas íntimamente a la
belleza espiritual de la Antropología Metafísica con
sus temas que varían desde las más ingenuas y
hermosas mitologías, al ordenamiento musical de
los herméticos y su extraordinario conocimiento,
a las enseñanzas metafísicas de lo corpóreo o lo
incorpóreo y a las proyecciones dinámicas de la
ciencia contemporánea.

Todo este acontecer metafísico del hombre, lo eleva


de su propio pensamiento y le otorga trascendencia
espiritual a su vida, para que tome conciencia
de que es un ser cósmico, un microcosmos que
habita en el planeta Tierra y que posee los mismos
elementos de vida que la planta, la roca, el animal,
los cuerpos celestes y los gases interestelares.

Con la Antropología Metafísica y tomados de su


mano, atravesamos por la meseta de Pamir y el río
Indo, por el legendario Gond-Wana y el Continente
de los Dioses Blancos, por las ciudades mágicas
que crecieron en la poesía de los elegidos, miramos
a los hiperbóreos, a los cíclopes y a los atlantes,
cruzamos por los cerros sagrados y por infinidad
de quebradas y de valles, poblados por espíritus y
luces cósmicas. Descansamos en los Templos y en
las Pirámides que elevan sus piedras rutilantes al
espacio infinito, buscando las parábolas destrógiras
y levógiras de una extraña simbología de leños,
cruces y rosas metafísicas.

Penetramos en los triángulos de fuerza, para unirnos


a los hijos del Sol, con las palmas de las manos
13

extendidas para abrazar a nuestros hermanos y


escuchar el canto cósmico de las cítaras de piedra.
Podemos verlo a Parsifal caminar con el Santo
Grial elevado sobre nuestras cabezas, mientras
las Diosas del Amor Astral reparten flores sobre
el áspero camino. Vemos Nibelungos y gnomos,
capiangos, runa-uturuncos y duendes nocturnos
de lejanas leyendas.

Madres vírgenes que ofrecen el fruto divino de su


amor con Dioses incorpóreos que han desintegrado
las moléculas de vida, introducidas en el claustro
materno, sin dañar la pureza de las elegidas.

Al final de nuestro viaje, sin tiempo y sin espacio,


permanecemos atónitos ante la negra piedra de
basalto que en forma de misil llegara a la Tierra en
una bola de fuego y que pulida por Votán en las
alturas del Uritorco, fuera emblema de los pueblos
como Bastón de Mando y Piedra de la Sabiduría,
para regenerar y conducir a la especie humana,
cuando el odio, la violencia y el materialismo, sean
excluídos del planeta Tierra.

Toda esta obra de Antropología Metafísica, está


dedicada a preservar y difundir la belleza poética
de sus conocimientos, muchos de los cuales llevan
el trasfondo de la realidad y la ciencia. Repitiendo
con los antiguos maestros herméticos y para
concluir esta Nota Preliminar, podemos manifestar
metafísicamente que todo lo que está adentro está
afuera y que todo lo que está arriba, está también
abajo.
Guillermo Alfredo Terrera
14

CAPÍTULO I

PUEBLOS Y CULTURAS

Las creencias, los mitos, las leyendas, las


costumbres y todo aquello que se refiere a los
procesos socioculturales, de los más antiguos
pueblos de la Tierra, se transvasan, se aculturan y
se mantienen a través de los diferentes territorios
y del transcurso de siglos y milenios.

Egipcios, Súmeros, Asirios, Caldeos, Acadios,


Fenicios, Medos, Persas, Indios, Chinos, Creto-
micénicos, Griegos y Romanos, participan, unos
antes y otros después de similares mitologías,
creencias, supersticiones, ritos, ceremonias,
dioses, religiones, ideas cosmogónicas, cantos y
danzas.

Oriente y Occidente constituyen una misma


expansión cultural y racial que parte hace más de
19 mil años de la meseta de Pamir, del Indu-Kuch,
Solimán, Zagros, riberas del río Indo y el Himalaya,
formidable gigante del Planeta Tierra.

Todo ese conocimiento mitológico y simbólico es


llevado, en la mente de incontables oleadas de indo-
arios y de protoarios que se dirigen en migraciones
horizontales, tanto hacia el oeste, bifurcados en
15

dos grandes líneas humanas, denominados como


indo-árabes e indo-germanos y por el otro, hacia
el este, bajando a la India, al centro del Asia y al
sudeste de ese mismo y extenso continente.
Toda la actual Rusia, Medio Oriente, el norte de
África y Europa hasta el Atlántico, es poblada por
los dos primeros desplazamientos humanos que
hemos mencionado.
Allí quedan, en la dinámica de la etnología y la
historia, para milenios después, atravesar el
Atlántico y llegar a las tierras de Albania o de los
Dioses Blancos, en los frágiles bajeles de fenicios,
griegos, cartagineses, romanos, druidas, celtas ,
vikingos y españoles.

Cuando estos navegantes mediterráneos y


europeos nórdicos llegan al Continente Blanco,
a la famosa Albania que quedaba después de la
mitológica Atlántida, encuentran en esos territorios
pobladores de origen protoario asiático que han
entrado por el estrecho de Bering, desde el milenio
XV y provienen de las mesetas centrales de la
actual China y del sudeste asiático.

Las viejas culturas euro-mediterráneas y asiáticas


han pasado al Continente Blanco por dos vías
diferentes, pero llevadas por pueblos similares.
Toda esa sabiduría de idéntico origen, significa
que la inconsistente división entre occidentales y
orientales, no tiene razón de ser. En Albania antigua
o en América actual, el conocimiento simbólico
y mitológico de las Escuelas Primordiales y del
Hermetismo, produjeron un idéntico fenómeno
socio-cultural.
16

Toda esa sabiduría fue atesorada por mayas,


aztecas, toltecas, navas, chibchas, incas,
diaguitas, quilmes, calchaquíes, comechingones y
sanavirones.
Para ciertos estudiosos, este conocimiento se
denominaba hiperbóreo, de las voces griegas, hiper
o arriba, muy alto y bóreo o boreal, que equivale
a norte. Quienes habitaban esas regiones ártico-
polares, eran casualmente los hiperbóreos.

Esta leyenda polar, tiene su trasfondo explicativo


en los pueblos nórdicos que habitaban las regiones
ubicadas al norte y al sur del círculo ártico desde
épocas remotas y que, por razones de clima y de
distancia, tenían poca comunicación y conocimiento
con los pueblos euroasiáticos ubicados más al sur.

Asimismo, los grupos humanos de América Central


conocían que sus lejanos ancestros, con más de 5mil
años de antigüedad, habían entrado a Albania por
esa región norte del continente, donde el estrecho
de Bering separa las dos masas continentales y, en
sus largos inviernos, quedan unidos por el hielo y
multitud de islas e islotes que facilitan el paso de
migraciones humanas.

Los hiperbóreos entonces, no serían otros que


esos pueblos protoarios asiáticos, pasando por las
tierras heladas del norte, rumbo a los climas más
benignos del sur norteamericano o de América
Central.

Cuando florecen las viejas civilizaciones indígenas


del Continente de los Dioses Blancos, sus sabios
17

tienen referencias tradicionales, e incluso escritas,


que al norte habían existido hombres, antepasados
suyos, provenientes de otros territorios, que se
dispersaron por el sur en dos grandes y definidas
corrientes inmigratorias: la de los Andidos que
siguió el curso de la cordillera homónima y la de
los Caribes o Amazónicos, que siguieron la costa o
las adyacencias del Océano Atlántico.

Estos grupos humanos asiáticos traían su cultura del


Paleolítico superior y sus creencias ancestrales van
quedando en los nuevos pueblos y en incontables
generaciones.

Las sociedades que surgen en Albania o América,


son herederas de toda esa mitología protoaria que
eclosiona en los grandes movimientos indígenas
del norte, del centro y del sur americano,
extendiéndose con mayor o menor intensidad,
pero con las mismas bases culturales, desde Alaska
hasta la Tierra del Fuego.
18

CAPÍTULO II

LA CIENCIA HERMÉTICA PROTOARIA

La ciencia hermética, conocida por los pueblos


de la antigüedad y mantenida en las Escuelas
Primordiales de los grandes centros de la sabiduría
universal, se inició quizás, hace veinte o veinticinco
mil años, con el objeto de atesorar, difundir y
preservar celosamente, todo el conocimiento que
los sabios y maestros iban desarrollando a través
de la meditación, el estudio, las revelaciones
extrahumanas, las controversias, el trance místico,
la memoria ancestral codificada, el endo y el
exo, la materia y la antimateria, lo corpóreo y lo
incorpóreo.

En estas Escuelas Herméticas, el conocimiento


recibido por aspirantes, iniciados o discípulos podía
ser breve y ascender, en ocho o diez años, las
escalas vibratorias de sofistas, aristos o epígonos,
como demorar toda la vida del iniciado y no escalar
ninguna posición determinada en la pirámide del
conocimiento hermético.

Toda esta ciencia hermética, desarrollada desde


milenios, pertenece a los pueblos conocidos
primitivamente como indo-arios, que se vuelcan
hacia el este y el oeste, al descender de Pamir, del
19

Himalaya occidental y del río Indo.


Esta sabiduría simbólica y mitológica, se
desarrolla en Eurasia, en el continente asiático
propiamente dicho y en Albania o la Tierra Blanca,
denominaciones que en la antigüedad se le daba
a la después llamada América, nombre que recibe
recién a partir de las primeras décadas del siglo
XVI.

Muchos milenios después, en los centros herméticos


del Tibet transhimaláyico, de ciertas regiones
europeas y de algunos parajes de América, esta
sabiduría se mantiene en vigencia, sea por medio
de antigüos códices, escritos por dibujos, signos o
representaciones y también mediante la tradición
oral que emplean los Maestros para transmitirla,
única y exclusivamente, a quienes son llamados
por Ellos para continuarla.

Este complejo caudal de cultura y conocimientos,


atesorado en incontables milenios, fue transmitido
por las Escuelas Primordiales a iniciados y discípulos
de Asia y América y de esa manera, la hermética
y la metafísica de épocas pretéritas y también
de proposiciones de nuestro tiempo, ingresó al
conocimiento contemporáneo.

De allí que todo lo vaticinado o pronosticado para


Sudamérica y en especial, para la región del llamado
cono sur americano, fuera conocido por los sabios
amautas del mundo indígena ya desaparecido y
por los Maestros que fueron portadores de esa
sabiduría en nuestro tiempo y en distintas partes
del planeta Tierra.
20

Por todos estos antecedentes derivados del


hermetismo indo-ario, se han podido rescatar
y conocer todas las verdades esenciales de la
humanidad y símbolos, leyendas, mitologías y
metafísica que se daban por perdidas, en el largo
transcurso del tiempo, pueden ser conocidas por
los estudiosos e investigadores del siglo XX.

Recordemos cómo el hermetismo empleaba


medidas especiales y sagradas para la construcción
de sus naves, dedicadas a los grandes periplos
marítimos y cómo esas medidas, debían ser de
23 metros de eslora por 6,66 de manga, tomadas
entre los puntales, sobre la línea de flotación.

Estas naves sagradas se empleaban para


transportar las estatuas de los dioses y siempre
algún sabio debía acompañar las mismas en el
viaje, para infundirles el conocimiento hermético
necesario.

Las carabelas del almirante Cristóbal Colón fueron


construidas con las medidas sagradas, pues el
descubridor oficial de la Tierra Blanca tenía un
profundo conocimiento de la Gran Ciencia y era un
Maestro aventajado de las Escuelas Primordiales;
de allí su éxito en la empresa náutica y en el
descubrimiento oficial que realiza de un continente,
del cual Colón ya tenía conocimientos directos y
anteriores, a través de la ciencia hermética y de
sus Maestros.

El caso de los triángulos, mayor y menor de


fuerzas, del cono sur americano, de su vaticinio
21

para el regeneramiento de la humanidad y de la


presencia del Bastón de Mando, depositado por
milenios en su territorio comechingón y buscado
por estudiosos e investigadores de todo el mundo,
conjuntamente con el Santo Grial, nos dan la
medida de la enorme fuerza del conocimiento indo-
ario, a través del hermetismo y de la metafísica,
tanto en la remota antigüedad como en nuestro
tiempo contemporáneo.
22

CAPÍTULO III

LOS AVATARAS

El conocimiento humano mantiene desde la más


lejana antigüedad, apreciada en unos doce a
quince mil años, la idea metafísica de los campos
de fuerza cósmicos, cuya presencia magnética
puede adicionarse a las moléculas de vida humana,
en el preciso instante de la fertilización del huevo
o cigota uterina, mediante la introducción del
espermatozoide e integrar, desde ese momento, el
ritmo de frecuencia vibratoria o bioeléctrica en que
emitirá durante toda su vida, esa unidad psicobio-
física hombre.

Ese ritmo de frecuencia bioeléctrica es desde


luego, independiente de la fuerza cósmica que
puede adicionarse a ese huevo fecundado en ese
mismo momento, pues el problema bioeléctrico es
de origen psicofísico y la introducción del avatar o
energía cósmica en el instante de la fecundación
humana, es de orden metafísico.

A tales personas que desarrollan con el transcurso


de los años esa energía superior, distinta de la que
poseen el resto de los hombres, la metafísica los
designa con la palabra sánscrita “avátara”, por
ser poseedores de una fuerza espiritual fuera de
23

lo común. Estos hombres y mujeres, por cuanto


tienen participación los dos sexos, son conocidos
desde los más remotos tiempos debido a sus
cualidades especiales, de allí la designación en
lengua aria o sánscrita para tipificar un hecho ya
conocido y explicitado en la antigüedad y mantenido
hasta nuestros días, por cuanto estos avátaras o
personas de intelecto superior, conviven con la
especie humana en la actualidad.

El avátar para los antiguos era una transformación


brusca, un cambio que se producía en el intelecto
de una persona. De tal manera, el avátar, para la
cultura indo-aria, consistía en una encarnación o
metamorfosis que se producía en un determinado
individuo, sobre su inteligencia y su capacidad
energética que realmente lo transmutaba, le
cambiaba su pensamiento, su memoria ancestral
o cromosomática en un intelecto superior.

Avátaras, hombres superiores o elegidos, fueron


en sus respectivos tiempos, todos aquéllos que
se destacaron o descollaron en sus diversas y
múltiples actividades, como lo fueron Leonardo
da Vinci, Apeles, Platón, Aristóteles, Pitágoras,
Sócrates, Murillo, Velásquez, Van Gogh, Alejandro
el Grande, Cervantes, Shakespeare, Hernández,
Demócrito, para mencionar sólo a unos pocos de la
pléyade de hombres superiores e iluminados que
ha producido esta conjunción cósmica y humana
en el planeta Tierra.

No debemos confundir la idea mesiánica del hombre


esperado, de un ser de condiciones divinas, como
24

en el caso de los mesías, con el pensamiento de los


avátaras, por cuanto en el mesianismo existe una
idea religiosa determinada que participa de una
teoría bíblica, con sólo seis mil años de antigüedad.

El avátara no tiene nada que ver con los mesías, ni


con los profetas. Son ideas totalmente distintas.
Una es religiosa y lunar, la otra es cósmica y solar,
participa del conocimiento metafísico difundido por
las Escuelas Herméticas Primordiales. La lengua
sánscrita y la cultura indo-aria son anteriores
en muchos miles de años a otros pensamientos
culturales que participan de distintas concepciones
cosmogónicas, filosóficas y religiosas.

De la palabra sánscrita avatar, surge la voz avatares


que designa los cambios, las transformaciones,
los acontecimientos existenciales que sufre a lo
largo de su vida una persona. Si los avatares
son los cambios previstos o imprevistos que
sufren los hombres en su existencia, los avátaras
son aquellos individuos que les sobreviene un
cambio, una transmutación en su intelecto y
los hace poseedores de una facultad superior
para expresarse y comprender, dentro de otras
dimensiones y en una cosmovisión que los libera
del inconsciente colectivo y tridimensional de la
especie humana.

Esa fuerza cósmica o avatar, también es susceptible


de introducirse en la mente de una persona que
tanto puede ser joven o adulta, despertando
sus energías y transmutándolo en un intelecto
superior. Esa fuerza magnética proveniente del
25

espacio exterior, convierte de manera metafísica


a un hombre común en un avátara o en un ser
definitivamente superior.
26

CAPÍTULO IV

LOS MOVIMIENTOS HERMÉTICOS

Se cree con fundamentos históricos y científicos,


que entre los viajes realizados por los vikingos
a territorio americano, de los que no dejaron
constancias escritas, difundieron en la Europa de
años posteriores las rutas seguidas y las costas
donde desembarcaron.

Los caballeros de la orden de los Templarios,


muy próximos a esos pueblos nórdicos y muy
conectados con ellos por la religión cristiana y
la difusión de la ciencia hermética, partieron en
muchas oportunidades desde el puerto de La
Rochelle, hacia el Continente Blanco o la Albania,
como se le llamaba a la después América, en esos
años del 1000 al 1200.

Para ese tiempo, la fabulosa Atlántida o Gond-


Wana, ya no existía como una masa territorial
ubicada entre la Tierra Blanca y Europa, pues un
movimiento geogenético la había sepultado en el
fondo del mar, nada menos que cuatro millones de
años antes.
Quetzalcoatl, el famoso Dios Blanco de los Toltecas,
no llegó a ser un extraterrestre llegado al planeta
27

Tierra en un carro de fuego, como lo expresa la


tradición de aquellos remotos tiempos, pudo muy
bien haber sido un caballero Templario o un vikingo,
de ojos celestes, barbado y cabellos rubios, quien
enseñó a los aborígenes de esa región americana
una doctrina que era ajena a la religión y la cultura
de sus ancestros.

Tengamos presente que en estatuas y


monumentos, donde se encuentra representado
el Dios Quetzalcoatl, se encuentra vestido como
un caballero europeo de los años 1000, con casco
metálico, cimera con crines, pectorales, rodilleras
y todos los demás implementos que usaban celtas,
druidas, vikingos o templarios. La idea de un
Dios extraterrestre no tiene mucho fundamento
dentro de la investigación etnológica o histórica
contemporánea.

Grandes grupos de iniciados europeos y asiáticos,


conocían desde hacia muchísimos años, las
tierras denominadas como Albania o de los Dioses
Blancos y también sabían que la Atlántida fue una
masa continental que se interponía entre Europa y
América.

Los iniciados herméticos a partir del año 900,


conocieron esas lejanas tierras que llamaron
Continente Secreto o Estrella de la mañana.

El papa Silvestre también estaba en conocimiento


de la existencia de Albania o la Tierra Blanca.
Todos los movimientos herméticos, europeos
y asiáticos fueron constructores de templos,
28

catedrales, monumentos, edificios, menhires o


piedras sagradas que se referían a sus conocimientos
esenciales sobre medidas físicas, astronómicas,
matemáticas, geológicas, a tiempos históricos, a
desplazamientos terrestres y a todo conocimiento
metafísico que se refiriese a símbolos y mitologías.

Los minesingers germanos y los trovadores de


ese mismo tiempo, sean cátaros, templarios,
celtas o druidas, también eran poseedores, en
mayor o menor grado, de la sabiduría hermética
y desde luego, conocedores de todos los mitos
de la antigüedad, de la Atlántida y de Albania o
Hvétramannaland, como le llamaban los nórdicos.

El poeta laureado Wolfram Eschenbach, gana en el


torneo literario de Wartburg, a fines del siglo XI,
a otros poetas de su tiempo, en un largo combate
espiritual, donde participan minesingers como
Heinrich von Ofterdingen, Walter von der Vogel
Weide y el mago y poeta húngaro Klingohr.

Estos poetas populares, fueron con los trovadores


y los juglares, muy semejantes a los famosos
payadores argentinos, como el cuyano Godoy o el
famoso Santos Vega, de la zona del Tuyú, Buenos
Aires, que incluso llega a payar o cantar contra el
mismo Lucifer.

Tengamos presente, para no olvidarlo que Wolfram


Eschenbach, es el minesinger que canta toda la
epopeya del caballero Templario Pasifal y del Vaso
Sagrado o Santo Grial de Jerusalem.
29

Toda esta poesía hermética, proviene culturalmente


de la India, de Persia, de Pakistán, de Grecia y
de la civilización creto-micénica. Es de origen
hiperbóreo, de iniciación solar y desde luego, muy
anterior a los ritos lunares y precristianos.

El lirismo hermético es un movimiento metafísico


que proviene de Platón, del gran poeta ciego
Homero, de las epopeyas arias de la India, del
propio Mahabbarata, de las Sagas, de los Nibelungos
y de todos los textos históricos y religiosos que
crea el hombre en estos últimos 15 mil años.

Tiempo después, el movimiento Templario es


destruido por las comunidades cisterciences y
benedictinas, ambas de iniciación lunar y basadas
en la profusa mitología de la Iglesia de Roma.

El mito del pecado original y del pecado en su


sentido general, que sólo contribuye a crear en la
humanidad un sentido de culpa y de castigo, queda
como dogma de la Iglesia de aquellos tiempos y
dentro del llamado Antiguo Testamento; por ello
esa Iglesia lunar, se mueve entre el poder temporal
y el espiritual. Los movimientos herméticos son,
por lo contrario, únicamente espirituales y no
intermedios entre lo físico y lo inmaterial.

Los Templarios del siglo XIV, de acuerdo a sus


sagrados preceptos, no se defendieron con la
fuerza o el poder material; por ello, se dejaron
matar y exterminar por el rey de Francia, llamado
Felipe el Hermoso, por los caballeros feudales de
ese tiempo y por el Vaticano, quienes se quedaron
30

con las cuantiosas fortunas de la orden Templaria.

También el movimiento hermético de la orden


de los Cátaros fue exterminado de raíz, por ser
considerados como herejes que sólo vivian para
el espíritu, la ciencia y la metafísica, en contra del
ya delineado materialismo que se apoyaba en la
noche, en la iniciación lunar, en las riquezas y la
violencia.

Para los herméticos, existe un hombre materialista


y violento que se denomina “Pasu” en lengua
sánscrita y es clasificado como un Neandertal
para nuestro tiempo, donde existen dos hombres
bien definidos: los superiores o hijos de la luz del
mediodía brillante y del espíritu, y los “hombres
animales” o neanderthalensis, que son hijos de la
noche, la violencia y el materialismo.

El movimiento hermético griego nos habla de


los argonautas, que son viajeros metafísicos de
la antigüedad y se integran con Orfeo, Heracles,
Castor y Pólux. Ejerce la jefatura de los argonautas,
Jasón y los protege una maga llamada Medea,
para que estos viajeros encuentren la Quimera o
el Vellocino de oro.

Tengamos presente que Orfelio Ulises, es un


Maestro hermético que viaja a Shamballa y Agarthi
y vuelve en busca del Bastón de Mando o Piedra
Sagrada del cono sur americano, algo parecido al
Vellocino de Oro y su Quimera. Sin embargo, Orfelio
Ulises rescata el Bastón de Mando y lo entrega a su
país, la Argentina, para que se cumpla el vaticinio
31

de los triángulos de fuerza. El maestro lleva la


armonía del cosmos, la música del universo que es
el regeneramiento de la humanidad, para después
de los años de 1980.

La nave que transporta a los viajeros metafísicos


se llama “Argos” y por medio de la hermética,
conocen también como Orfelio Ulises, la ciudad de
Agarthi que en griego antiguo equivale a Blanco,
ciudad del Tibet que conoce personalmente el
Maestro en la década de 1920.

Para la ciencia hermética, la ciudad de la Luz Eterna


se encontraba en el monte sagrado de Elbruz, en
Persia, la de los símbolos y la mitología protoaria;
el viaje a esa ciudad subterránea se debía hacer
mentalmente. Tal periplo, era designado como el
“Viaje a la Inmortalidad” y allí vivía una fuerza
energética llamada Sakti-Kundalini, enrollada
como una serpiente, en la espina dorsal de los
hombres, quienes tienen la obligación de conocer
el secreto de despertarla y darle vida.

La ciudad de la Luz Eterna, vive en la mente de


cada hombre y se ubica en la columna vertebral,
especialmente en las vértebras biológicas en los
seres humanos. Las vértebras soldadas entre sí,
son un punto de fuerza, una chacra metafísica.

En el movimiento hermético existen dos tipos de


cábala: una se refiere a los números y la otra, es de
vibraciones o sonidos. Este sentido cabalístico lo
comprendieron los pelasgos, los creto-micénicos,
los egipcios, los griegos, los celtas, los druidas
32

y los pueblos de la vieja Albania o de los Dioses


Blancos.

La cábala, que se basa en las vibraciones, es de


origen indo-ario; la conocieron los pueblos más
antiguos del planeta Tierra y es de iniciación solar.
La conoció Orfeo y el descubridor de la piedra
Sagrada del cono sur, era también Orfelio Ulises, el
de la armonía cósmica. Recordemos cómo Josué,
recurriendo a las vibraciones de sus trompetas,
voltea los muros de la ciudad de Jericó.

La pirámide de la ciencia hermética, se basa en


las ocho escalas musicales o vibratorias; cada
una de ellas vibra de manera diferente, por los
conocimientos que en cada plano se obtienen.
Estas vibraciones están adentro y afuera, en el
endo y en el exo. Porque lo que está arriba, está
abajo.

En los antiguos movimientos herméticos, la


palabra godo viene de god, que en sánscrito y en
indo-germánico, equivale a Dios, hijos de Dios.
Los ostrogodos, son los Dioses Brillantes y los
visigodos, derivan de las voces sánscritas que
significan, Dioses Sabios.

La runa, es asimismo una escritura de origen mágico


con signos de interpretación para descifrarla y cuyo
vocabulario tiene poder sobre la piedra, los árboles
y el cielo. Es una verdadera escritura metafísica.
Esta palabra “runa”, en América del Sur, designa al
hombre y pertenece al idioma quichua. De donde,
las voces “runa-uturunco”, equivalen al hombre
33

que mediante poderes mágicos, se convierte en


tigre.

La orden Templaria que pertenecía al mundo


hermético, fue la encargada de custodiar el Santo
Sepulcro de Jerusalén y desde luego, mantuvo
bajo su protección al Vaso Sagrado o Santo Grial
que de manera directa, queda vinculado al Bastón
de Mando del cono sur, pues el pensamiento
hermético, lo relaciona a Parsifal, en su viaje al
sur de Albania en la búsqueda de la Piedra de la
Sabiduría, encontrada casi ocho siglos después en
las cercanías del cerro Uritorco, en la Argentina.

Los herméticos, dividieron socialmente al grupo


humano en cuatro castas u oficios bien definidos:
los agricultores que daban alimento al mundo; los
comerciantes que lo distribuían o lo reelaboraban
como alimento o vestido; los constructores que
levantaban los templos, los edificios, las casas,
los puentes y los caminos y los guerreros, mal
necesario, para custodiar y proteger con sus armas
y sus vidas a los otros estamentos de la sociedad.
34

CAPÍTULO V

EL MONISMO DE SÍMBOLOS
Y CULTURAS

Las grandes culturas de la humanidad tuvieron


un monismo originario que les dio expresiones
similares y luego se desarrollaron y consolidaron
de acuerdo a múltiples factores y a particularidades
regionales y étnicas, pero su esencia fundamental
estaba enlazada en las raìces de la cultura protoaria
asiática.

Las mitologías, los símbolos, las leyendas, los


trabajos líticos, la propia cosmogonía de los
diferentes pueblos, sus ritos y ceremonias, de hace
12 a 10 mil años, eran prácticamente idénticas,
pero con el transcurso de los años varían, se
difunden y se adaptan a nuevas circunstancias,
por la inevitable mutabilidad del pensamiento
humano.
El trasfondo mítico y simbólico de los pueblos indo-
arios, queda indeleble e inextingible. Al bifurcarse
en dos grandes ramas el àrbol de la naciente
cultura, una hacia el este y la otra al oeste, llevan
la esencia de un monismo genésico cultural que
se extiende por el continente asiático y pasa
a las Tierras Blancas, hoy América y por el otro
35

lado, se extiende por Eurasia y el norte del Africa,


sellándose nuevamente cuando la corriente árabe
entra por el sur de España, cruzando el estrecho
de Gibraltar.

Si millones de asiáticos cruzan por el estrecho de


Bering, desde el milenio XV ò XVII, en enormes
desplazamientos humanos horizontales y se
distribuyen por Albania o la Tierra de los Dioses
Blancos, de norte a sur, desde Alaska a la Tierra
del Fuego, en una emigración que tarda más de 3
mil años en completar sus oleadas inmigratorias,
también otros pueblos, en distintos períodos de
tiempo y de diferentes latitudes, llegan a las tierras
del Continente Blanco.

De éste modo, los símbolos y las culturas provienen


de un idéntico origen, pero llegan a Eurasia, al norte
Africano o el continente de la antigua Albania, en
diferentes circunstancias históricas y etnológicas.

La llamada cultura precolombina hiperbórea, es


más antigua que lo pensado por algunos estudiosos,
pues éste fenómeno socio-cultural, no se refiere a
los pueblos nórdicos de Eurasia en su ubicación
polar, que son bastante posteriores sino a los
grupos humanos proto-arios asiáticos que cruzan
por el estrecho de Bering al continente americano.

Los griegos, a través de sus filósofos y metafísicos


hablaban de una cultura nórdico-polar, proveniente
de individuos míticos, incluso habitantes de los
oasis y las aperturas polares que habitaban en
esas desoladas regiones.
36

Pero los griegos y su sabiduría, tienen 3 mil años


de conocimiento y esa sabiduría herméticas, sobre
los hiperbóreos, se remonta al cruce de los pueblos
asiáticos, hacia el continente americano.

Por ello la cultura precolombina americana y la


asiática y la europea son de idénticas raíces, por
remontarse a los indoarios que en un principio
se concentran en el oeste del Asia, pero luego
se dispersan y el hermetismo las difunde por la
meseta tibetana, el transhimalaya, la América
Central, la cordillera de los Andes, hasta el Perú
y luego en el centro y noroeste del cono y desde
luego, difundida hace milenios, en la Europa de
creto-micénicos, griegos, romanos, druidas y
antiguos nórdico-polares.
37

CAPÍTULO VI

LAS APERTURAS POLARES

Toda esta parte del conocimiento hermético, se


relaciona con la llamada Teoría de la Tierra Hueca
que tiene más de 15 mil años de proyección en el
pensamiento de los estudiosos e investigadores,
no sólo de la más remota antigüedad, sino también
de los contemporáneos.

Sobre la tierra subterránea ya habían escrito


griegos, druidas, celtas, indios y sabios de Albania
o América actual. Todos ellos en sus enseñanzas,
explicaron los pormenores de la Tierra Hueca o
Interior.

El estudioso Pitias de Marsella, hace ya más de


3 mil años, realizó un largo y extraño viaje a los
efectos de descubrir la entrada polar nórdica y la
famosa ciudad metafísica de la Thule Hiperbórea.
Los místicos caballeros de la Orden de los
Templarios, llegaron a conocer el secreto de la
Tierra Hueca e incluso, según parece, las entradas
a la profundidad del Polo Norte. Todas estas
experiencias quedaron consignadas y reveladas en
el conocimiento metafísico que ellos poseían.

La conexión entre los Templarios y el Bastón de


Mando, es por demás sugestiva, ya que Parsifal,
38

el blanco guardián del Santo Sepulcro, de acuerdo


con la poesía del minesinger germano, Wolfram
von Eschenbach, equipó una nave y partió en la
búsqueda de la Piedra de la Sabiduría, depositada
en un lejano continente llamado Albania y en una
cordillera meridional de esas tierras hechizadas.
Albania fue conocida por los nórdicos, como
Hvétramannaland y esa cordillera meridional a que
que hace mención Eschenbach en el hemisferio
sur, eran las montañas de Viarava y Charava, en
lengua quichua y tierra de los comechingones de
Córdoba, (Argentina).

En el libro de San Patricio, escrito en Irlanda y


denominado «El Purgatorio», se prueban todos los
antecedentes de la Tierra Hueca y de la Entrada
Polar.
A comienzos del siglo XIX, Erasmo Darwin,
padre del famoso naturalista Inglés, Charles
Darwin, publica un interesante libro que lleva el
sugestivo título de «El Secreto Dorado», donde dá
explicaciones herméticas acerca de la Tierra Hueca
y de la entrada metafísica de los polos.

La Tierra, tiene la forma de un geoide, es una


esfera deformada, achatada en sus dos extremos,
denominados polares. Uno es conocideo como
el Polo Norte o Artico y el otro como Polo Sur o
Antártico.
La circunferencia del planeta Tierra, tiene una
longitud de 48 mil kilómetros y su estructura física
se divide en dos importantes masas. La exterior,
llamada corteza terrestre, la cual tiene de promedio
alrededor de 800 millas de espesor y la interior
39

es una masa ígnea de roca derretida a altísimas


temperaturas y abarca de promedio, unas 6400
millas de espesor.
En los extremos norte y sur de sus líneas polares, el
planeta Tierra sufre un aplastamiento y la apertura
de los polos o sea, su parte achatada tiene de
promedio unas 1400 millas de diámetro.

Para el conocimiento hermético, en los polos de


la Tierra, se encontrarían las famosas aperturas o
entradas al interior de la llamada Tierrra Hueca.
Según estudios realizados entre los siglos XIX y
XX, en el Polo Sur o Antártida se encontraría la
Thuele invertida, exactamente igual a la Thule
Hiperbórea, siempre de acuerdo con la antigua
teoría, de que lo que está arriba, también está
abajo.

En la mitología de druidas, celtas y templariops, la


famosa entrada polar o el oasis del Antártico, se
encontraría en el casquete polar sur, donde existe
vida humana, temperatura agradable y una fuente
para rejuvenecer eternamente.

En la Thule invertida que algunos la sitúan en la


Patagonia y otros, en la Antártida, podría estar
depositado el Santo Grial, desde que Parsifal lo
trajera a la antigua Albania o Tierra Blanca, en su
misterioso periplo.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, los


norteamericanos enviaron al Polo Sur, la más
grande flota de guerra y de observación científica
que se tenga memoria.
40

La comandaba el almirante Byrd y durante largo


tiempo, realizaron todo tipo de trabajos, en el
mayor de los secretos.
Se cree y con verídicos fundamentos, que esta
expedición buscaba oficiales y soldados alemanes
que se hubieran refugiado en los oasis del Plo Sur,
llegados en submarinos y naves de superficie,
después de terminar el conflicto bélico.

La expedición del almirante Bird, encontró muchas


respuestas a sus investigaciones y decidió
callarlas, de común acuerdo con su gobierno.
Debemos recordar que años antes, en 1943-1944,
el almirante Karl Doenitz, de la Armada Alemana,
envió al Polo Sur una expedición a los fines de
ubicar los oasis polares y desde luego, la entrada
Subterránea.
Esta expedición tenía por finalidad buscar auxilio
en esas zonas, ante la inevitable persecución que
sufrirían los vencidos y ante la capitulación del
Tercer Reich, se sabe que muchas naves y sus
tripulantes desaperecieron en las heladas regiones
de la Antártida.

En la mitología indígena americana, el cacique


Ona, llamado Ocón, de la Tierra del Fuego, usaba
ese nombre, debido casualmente a que significaba
«Señor de las Puertas del Cielo».
Quizá ese sugestivo nombre puede haberse referido
a la entrada polar, al oasis de la Antártida, por ser
una entrada mitológica a un mundo paralelo que
bien puede haber sido considerado como la puerta
de un cielo metafísico.
41

Notas: Por sus achatamientos polares, el planeta Tierra


es considerado un Geoide.
La corteza exterior de la Tierra es roca consolidada
o solidificada a través de miles de millones de años.
Por el contrario, su corteza o espacio interior, es roca
en estado líquido, a altas temperaturas que recibe el
nombre de magma. Dicha temperatura es similar a la
del Sol.
42

Referencias:
1 - Thule nórdica.
2 - Thule invertida (Súrica)
3 - Entrada Oasis Polar Antártico.
4 - Thule Patagónica o Ciudad de los Césares.
A - Casquete Polar Ártico.
B - Casquete Polar Antártico.
43

CAPÍTULO VII

LAS ESCUELAS PRIMORDIALES


DE LAS ANTÍPODAS

Las llamadas Escuelas Primordiales, por lo


general, se encontraban ubicadas en las antípodas
geográficas del planeta Tierra, con el deliberado
objeto de desarrollar y adoctrinar a los estudiosos
de los más alejados puntos terrestres, en el
pensamiento de los Maestros de cada una de estas
Escuelas de la sabiduría humana.

En el transcurso del tiempo, existieron infinidad de


estos centros de conocimiento que, de acuerdo a
las épocas, pudo ser tradicional y no-escrito, como
también institucionalizado en escrituras y códices,
donde se atesoraba la sabiduría de los milenios.
Fueron el antecedente remoto de academias
y luego universidades que se difundieron por el
mundo, sobre todo, con la aparición de la escritura.
Aunque debemos aclarar que, el conocimiento de
las Escuelas Primordiales, fue y sigue siendo, la
avanzada del saber humano. A estos centros de la
cultura, sólo se puede acceder mediante el llamado
de los Maestros y nunca por decisión o voluntad
44

de quienes se creen capacitados para ingresar o


conocer su funcionamiento y sabiduría.

Las Escuelas Primordiales son herméticas y


metafísicas, iniciaron sus actividades hace más
de 12 mil años y todavía continúan con su obra
de esclarecimiento y resguardo de todo aquello
creado, revelado, entregado o no creado por la
mente humana en el largo e inacabable viaje del
conocimiento.
Ellas estuvieron en ciudades conocidas y
desconocidas, en lugares accesibles o directamente
inaccesibles para el común de los hombres. Se
denominaron Primordiales, porque eran las más
avanzadas, las primeras en el desarrollo del
conocimiento y realizaron también la meditación
por meses o por años y la concentración de las
fuerzas vitales, para el logro de la espiritualidad
y el desprendimiento de lo incorpóreo sobre lo
corpóreo, con el fin de obtener el triunfo de lo
metafísico sobre el materialismo, la envidia, el
egoísmo y la violencia.

Así, la Ciudad de los Césares, en el cono sur


americano, fue buscada afanosamente por
estudiosos de distintos países. Pero como muchos
de ellos eran sólo movidos por una ambición
irrefrenable, los Dioses Blancos ocultaban sus
entradas y cerraban cautelosos sus caminos.

El Oasis del Polo Sur o la Entrada al Hueco de la


Tierra, no pudo ser hallada por los hombres y sólo
Bird, Doenitz u Ocón, el cacique ona, podrían decir
que encontraron en sus periplos antárticos.
45

La Thule hiperbórea del casquete nórdico, madre


de toda la ciencia hermética, tuvo el peregrinaje
milenario de metafísicos, antiguos y modernos que
afanosamente la buscaron. La Thule invertida, de
la antípoda polar antártica o también ubicada en
los cerros abruptos y desolados de la Cordillera
Austral, en los confines mágicos de la Patagonia.
La Paitete del Tibet o de la Mongolia, perdida y
misteriosa, en los impenetrables y gigantescos
Himalayas.
La Montsegur de los Pririneos, donde Cátaros y
Templarios se daban cita y en donde, según parece,
el caballero Pasifal escondió el Santo Grial y la
Cruz Templaria, antes de salir en su viaje eterno,
en busca de la Piedra de la Sabiduría que el Cerro
Uritorco guardaba como un tesoro sagrado para la
humanidad de los años 80.
La Tula nórdica cerca de la Dinamarca actual y tan
visitada por los herméticos antiguos y modernos.
La poderosa Asgard, fuente de energía del Caúcaso,
de donde dice la leyenda que partió el Dios
Hiperbóreo Odín, también conocido como Wotan.
Tengamos presente a este personaje mitológico
del lejano Caúcaso que lleva nombre similar del
Vultán de nuestros Comechingones o Sanaviroes,
quien hacía construir en negro basalto, el toqui
lítico del Continente Blanco.

La célebre y antiquísima Agharti o Agharta, ciudad


doble, pues una se encontraba en las profundidades
de la tierra y la otra, la terrestre, se dedicaba al
estudio de las ciencias herméticas.

También en ese impenetrable Himalaya, existía


46

la doble ciudad de Shamballa, la de adentro, la


escondida a la temible ambición humana y la de
afuera, donde estudiaron tantos maestros del más
antiguo hermetismo, entre ellos Orfelio Ulises
que pasó 8 años recibiendo sus enseñanzas, para
volver después a los centros metafísicos de la
cordillera andina y recibir el mandato explícito de
buscar el Bastón de Mando, en las antiguas sierras
de Viarava.

Agharti y Shamballa se repartieron el trabajo. Una


de adentro y la otra de afuera. En Shamballa se
enseña el uso del poder y las fuerzas convergentes
y divergentes que luego el maestro Orfelio Ulises,
hará conocer a unos pocos estudiosos metafísicos
de la Argentina.
En Shamballa se enseña la materia y la anti materia,
el endo y el exo, Thule y Aztlán. Las diferencias
entre el hombre superior y el hombre animal y
toda la autenticidad de los mundos paralelos.

La tercera fuerza es la tercera posición, lo que


originaría luego el llamado tercer mundo no-
alineado que armoniza y equilibra a las fuerzas
antagónicas, para lograr el equilibrio terrestre
que es lo mismo que la armonía gravitacional del
cosmos. La tercera armoniza las fuerzas en pugna.
Existe una acción y una reacción, sin embargo una
tercera energía, las incluye y al mismo tiempo, las
usa.
El Cosmos, la Tierra y los Hombres, poseen un
cuerpo material y otro que los acompaña, el
cual es indisoluble e incorpóreo. La materia y la
antimateria.
47

La Escuela Primordial de Delfos, eminentemente


hermética, también representó en el mundo griego
y en todos los pueblos de la antigüedad, un centro
profundo de gravitación extrahumana.
En Shamballa se enseña también el cambio
originado en el hombre, con lo cual se logrará
imponer una transformación en el planeta Tierra.
El espíritu debe reinar sobre la materia, ésta debe
necesariamente estar subordinada a la fuerza
espiritual.
La Escuela de Agharti se encuentra sobre la meseta
de Pamir y en ella también se enseña la visión
del llamado amor metafísico, con sacerdotisas de
procedencia hiperbórea.

La ciudad terrestre de Shamballa, situada en


territorio tibetano, fue residencia del maestro
Orfelio Ulises y en esa Escuela Primordial, estudió
por 8 años consecutivos y realizó meditaciones
y ejercicios de aislamiento que lo mantenían por
largos meses dentro de una habitación de paredes
de piedra y sin techo, donde el alimento le era
alcanzado por medio de una larga caña.
En ese aislamiento en medio de la naturaleza y
en el silencio de la alta montaña, forjó su espíritu
y se fortaleció en la austeridad y la entrega,
desprendiéndose de su cuerpo físico, para vivir
en libertad, obtener la revelación trascendental y
lograr la total sabiduría.

Las Escuelas Herméticas Primordiales de orientación


metafísica, organizan sus estructuras en 8 canales
o escalas vibratorias musicales, donde la primera
es la última y ésta es, en realidad, la primera.
48

Siempre concordante con aquello, donde lo que


está arriba está abajo y lo de abajo, arriba.
Para lograr movimientos o ascensiones en la escala
de las vibraciones musicales, los aspirantes, de
acuerdo a múltiples conocimientos, pueden pasar
por distintas graduaciones y en la mayoría de los
casos, muchos de ellos, pueden pasar la vida tan
sólo en las dos o tres primera escalas vibratorias.

Para el logro total de la sabiduría humana, el


pensamiento hermético se integra en la Escuela
Primordial de las Vibraciones cósmicas, donde
los hermanos que iniciaron su camino en otro
tiempo y los recién llegados, ocuparán las notas de
armonía respectivas por su grado de iluminación
y en las escalas vibratorias respectivas, dentro
desde luego, del triángulo de Fuerzas Mentales y
Metafísicas que se producen delante de nuestros
sentidos y cuyo vértice superior se une a su igual
invertido de la figura triangular metafísica que se
encuentra arriba o afuera del triángulo real.
Ese triángulo metafísico tiene iguales vibraciones
y escalas que su idéntico terrestre, configurando
entre ambos la base real e ideal, corpórea o
incorpórea, física o metafísica que produce el
pensamiento hermético, cuando enseña desde
hace milenios que todo lo que está abajo, también
se encuentra arriba o sea que todo aquello que
está adentro, pertenece del mismo modo a lo de
afuera, constituyendo su Doxa o copia metafísica
o de antimateria.

La Verdad es una sola, por lo tanto, es inexacto


buscar distintas interpretaciones que sólo
49

consiguen perturbar la mente del hombre en


filosofías contradictorias, donde cada uno cree
poseer su verdad y de ese modo, se vive en la
irrealidad y la mentira. El hombre tiene una sola
cara, pero su pensamiento contradictorio puede
tener muchas.
La Verdad no necesita de la fuerza ni del error o
la mentira para mantenerse, ella se impone por sí
sola porque habla y piensa en una sola dirección y
puesta frente a sí misma, en el vértice cósmico, se
refleja como la propia verdad metafísica, porque
es la misma, ya que aquello que está de un lado,
tiene su propio paralelo del otro. Los valores
espirituales y eternos de la especie humana,
como la Realidad, la Verdad y la Libertad, son
únicos, no pueden existir de ninguna manera dos
realidades, dos verdades y dos libertades, porque
esos valores del espíritu humano no pueden tener
interpretaciones capciosas o intencionadas. La
libertad y la armonía son una sola en la Tierra en
el Cosmos.

En la escritura de la infinita resonancia Cósmica,


existe el orden y la jerarquía inmutables por
cuanto un cuerpo se apoya en el otro y viceversa,
navegando en las distancias siderales y de
acuerdo a la atracción y compensación que los
cuerpos hacen por su tamaño. Tal es la ubicación
que deben ocupar los hermanos de acuerdo a su
grado de participación vibratoria universal que
se otorga por su capacidad mayor o menor, por
las Entidades Cósmicas, teniendo en cuenta la
iluminación espectral que irradian, consecuente
con el desarrollo de su mente y de su capacidad
50

energética.
La Metafísica equivale a todo aquello que está por
encima de lo físico, de lo material. Es en realidad,
la proa de la Nave de la Sabiduría que abre el
camino del conocimiento humano, tanto referido
a la materia como al espíritu. La Metafísica,
adelanta, sea por intuición, como por transmisión
o revelación, todo aquello sobre lo cual el hombre
discurre y en el presente puede parecer aventurado
o producto de la ficción del pensamiento, pero en la
repetición y la constancia de idénticos fenómenos,
lo que pudo considerarse mitológico, se convierte
en axiomático, al ser comprobado científicamente.

Los maestros hablaban de la transmisión del


pensamiento entre lejanas antípodas terrestres o
cósmicas y tanto la Hermética como la Metafísica,
explicaron la emisión y la recepción de las antiguas
Escuelas y en estos últimos años, la ciencia se ocupó
de demostrar esta realidad, en la formación de
bioenergéticos que emiten y reciben pensamientos
a miles de kilómetros de distancia. La psicotrónica
es ahora una realidad que, hace doce mil años,
la Metafísica explicaba en las Escuelas Herméticas
Primordiales.
La tarea principal de los Maestros y Estudiosos,
consiste en reunir la sabiduría expuesta durante
milenios y preservar sus conocimientos en la
difusión escrita de esta Metafísica que por su
carácter hermético, sólo era conocida y manejada
por los reducidos grupos humanos de cada Escuela.
Esta antigua ciencia Hermética de la Humanidad,
se transmitía por medios orales y tradicionales, lo
cual significa que sólo se mantenía en la memoria
51

privilegiada de sabios y sacerdotes quienes, a su


vez, la transmitían en sus respectivos cenáculos a
los escogidos que lograban entrar a las ciudades
sagradas, terrestres o subterráneas, a los templos
y a los oráculos, donde se difundía el hermetismo
primordial de la Metafísica.

En determinados Centros de Estudio y Meditación


ubicados en el Asia, América o el Continente
Blanco y Europa, se crearon por la influencia de
Maestros Herméticos las denominadas Escuelas
Primordiales de las Antípodas, por constituir los
primeros agrupamientos donde se atesoraba
lentamente la sabiduría humana. La designación
de Antípodas, significaba “debajo de mis pies”, en
el extremo opuesto del planeta Tierra. La Tradición
existente hace doce mil años, ordenaba la creación
de Escuelas Metafísicas, en el lugar opuesto adonde
funcionara toda Escuela de Sabiduría. De allí que
a Shamballa, en su antípoda, le correspondía
una idéntica Escuela Primordial o Primera, para
atesorar y difundir el conocimiento y crear centros
energéticos de integración cósmica, telúrica y
mental. En este caso, siguiendo el concepto de
que lo que está arriba, está también abajo, la
Escuela Invertida, correspondía al Hemisferio sur,
en el Continente de los Dioses Blancos.

Los Hijos del Sol, se manejaban por el orden y


la jerarquía cósmica, a través de las distintas
posiciones en la escala vibratoria y las Escuelas
Herméticas, constituían ese orden jerárquico
cósmico, donde todos debían obedecer a las leyes
inmutables y eternas de la Armonía.
52

Estos Centros o Templos reunían el material


expuesto por los maestros, atesorados tan sólo
en la tradición oral y recogidos por los aspirantes,
iniciados y discípulos a los fines de mantener por
milenios, el conocimiento hermético y metafísico
difundido no sólo por los maestros, sino también
por aquellos otros que representaban las altas
jerarquías intelectuales de la Escuela y que se
reconocían como Epígonos, Aristos, Sofistas o
Ejecutores.

Los aspirantes, iniciados y discípulos, reunían


el material expuesto por los maestros ubicados
en las distintas escalas vibratorias de la Escuela
Hermética, para lograr la unificación de los
conceptos vertidos y evitar la pérdida de esos
valiosos conocimientos milenarios.
Por tales medios, la mitología, la metafísica y la
ciencia, pudieron llegar hasta nosotros y difundirse
en reducidos grupos de estudiosos y pensadores.
También los maestros enseñaban la resonancia
mental con las fuerzas cósmicas y la integración con
la actividad terrestre y toda la Escuela, obedecía
al Único, también denominado el Estadista y lo
secundaban en todas sus decisiones para difundir
los conocimientos herméticos y adoctrinar a
los nuevos aspirantes en la profundidad de esta
milenaria sabiduría, con el fin de no cortar o
interrumpir el traslado de los conocimientos
herméticos y metafísicos a todos los elegidos o
iluminados y perpetuar en la especie humana, la
belleza del espiritualismo y de los valores éticos-
morales para triunfar sobre la ignorancia, la
maldad, la violencia y el materialismo.
53

El Triángulo de Fuerzas es el ordenamiento


jerárquico y Cósmico de las Escuelas Herméticas
Primordiales. Dentro de esa figura geométrica,
sea en su realidad visible o en su inversión
metafísica, a través del arriba o del abajo, el
afuera o el adentro, el exo o el endo, la materia
o la antimateria, existen ocho escalas musicales,
donde cada partícipe de la Escuela, debe vibrar
de acuerdo al grado de conocimiento e iluminación
que le concierne y de la confrontación que de ellos
realicen los Maestros y los Aristos, dentro de la
voluntad del Único o Estadista.

En la primera escala se encuentran los Aspirantes


que son aquellos estudiosos con ansias de iniciarse
en el conocimiento Hermético y son elegidos por
quienes están capacitados para establecerlo. Aquél
que de alguna manera es un iluminado, pues posee
las virtudes de la videncia, la espiritualidad y el
desprendimiento, ante el llamado de los Maestros,
en cualquiera de sus escalas, puede iniciar el largo
sendero de la Sabiduría Cósmica que cada uno
de los partícipes sabe cuándo comienza, pero de
ninguna manera podrá descifrar a que vibraciones
energéticas triangulares logrará acceder, en la
interminable sabiduría del Hermetismo Metafísico.

El Aspirante se debe a todas las Escalas de la


Vibración, mediante la humildad, la paciencia y la
dedicación. Para ello es un iluminado natural que
debe ser guiado en la abstracción, la meditación
y la concentración de su proceso mental. Tendrá
miles de veces que comenzar de nuevo y miles de
54

días, para lograr los conocimientos esenciales.


Aquel que lleva apuro en su vida, no puede poseer
la sabiduría del Universo. Aquel que está poseído
por la Soberbia, ignora la luz de las Estrellas y
aquel que ama los bienes materiales, no puede
escuchar la Música del Cosmos.

Los Iniciados representan la vibración de quienes


55

ya poseen los conocimientos fundamentales de la


Escuela y por ello, se los designa como iniciáticos,
por haber iniciado la participación iluminada de
la sabiduría hermética, en su escala más humilde
pero importante.

El Discípulo ya no es un alumno de la Ciencia


Integradora, abarca siempre la capacidad del
estudio, pero se transforma en un continuador de
las enseñanzas y el ejemplo que han otorgado los
Sofistas, los Aristos, los Epígonos y el Único. El
Discípulo, expone el conocimiento de los Maestros
y lo continúa como propio. Ya no sólo es oyente,
sino orador y expositor del Hermetismo, dentro de
la más absoluta lealtad y comprensión de la Ciencia
Totalizadora. Quien tenga alguna duda o no se
encuentre unido al pensamiento milenario de las
Entidades o los Maestros, ignorando alguna de las
verdades metafísicas, inmutables en las primera
Causas y los Primeros Principios y transformadas
luego, en la Sincronía de la realidad evidente del
cuerpo y el espíritu, de materia y antimateria, del
endo y del exo, en la confrontación absoluta de los
mundos paralelos, no puede ser considerado como
un Discípulo.
Quien dude de todo ello o de sus partes constitutivas,
no podrá ser un Discípulo Iluminado y menos aún,
un expositor verídico del Conocimiento Cósmico.

Los Maestros o Sofistas son los que manejan la


enseñanza y las reglas de la sabiduría primordial.
Las Entidades de Energía y el Estudio que no
conoce prisa, ni pausa, han iluminado la Mente de
los Sofistas, para que la siembra del conocimiento,
56

tenga la perfección de la Verdad.


La Oratoria del Hermetismo engendra la Paz y
promueve el logro de lo Verdadero. La Belleza de
la pregunta y el diálogo subsiguiente, se confirma
por el amor y la humildad que van implícitos en la
armonía de la inteligencia. La discusión, en cambio,
perturba el pensamiento y lo satura de soberbia,
por aquél que cree tener la verdad. Esto agravia
el orden y la jerarquía natural, confundiendo las
mentes, sin que ninguno de los interlocutores
modifique sus creencias o sus errores. Los
Maestros sólo enseñan, conversan y dialogan. Los
que no puedan adherirse a ello, tienen la libertad
de formar sus propias escuelas, pues nadie los
obliga a creer en aquello que no entienden.

En la quinta escala de las vibraciones, se ubican


los Aristos o Excelentes. La palabra Aristos,
deriva en Aristocracia que significa el Gobierno de
los Mejores o los Excelentes. El término Aristos,
para los Herméticos, no es sinónimo de mejores,
en cuanto a su nacimiento o proyección social,
sino tan sólo se refiere a los aristócratas del
pensamiento, a los más sabios, a los excelentes, a
quienes podemos considerar como Superiores, en
referencia a su intelecto y capacidad. Recordemos
que en toda sociedad, existen hombres de
Neandertal o inferiores por su primitivismo, el pasu
del antiguo sánscrito y de los indios que coexisten
con seres superiores e iluminados.
Los Aristos son así, son Excelentes por su
manifiesta capacidad y preparación, para difundir
las enseñanzas de la Integración Cósmica y
Humana a través del hermetismo.
57

Los Epígonos o Virtuosos, corresponden a la


sexta vibración y su designación equivale a los
que trabajan sobre o por encima del lugar, de
las voces epi, sobre y gonos o lugar. Dentro de
esta sexta frecuencia, la tarea de los Virtuosos
o Incontaminados, consiste en relacionarse
energéticamente con las entidades cósmicas y
emitir o transmitir a los herméticos, todo el caudal
de mensajes y conocimientos que ellos por su
capacidad bioenergética logran conseguir.
Los Epígonos son los encargados de pautar,
metafísicamente, el enlace continuo entre sus
campos o procesos mentales con las fuerzas o
entidades superiores. Establecen dentro de la
Escuela Hermética Primordial, el Gobierno de los
Bioenergéticos o seres con videncia e iluminación
que captan y pautan, los mensajes sobre la
superficie del planeta Tierra.
Los Maestros Epígonos de hace miles de años, eran
los encargados no sólo de la recepción de mensajes
astrales, sino de la transmisión del pensamiento a
través de los lugares más alejados de la Tierra.
Este trabajo lo realizan en nuestro tiempo, los
psicómetras o parasensibles, preparados para
tales efectos.
Los Maestros Herméticos de la actualidad, efectúan
la recepción y transmisión a la distancia, del mismo
modo que los Epígonos de Shamballa o de Agharti,
transmitían a los Maestros Aztecas o a las Escuelas
Primordiales del Incario, todo aquello que les era
necesario.

En la séptima nota se encuentra El Mediano,


58

situado entre El Único y los Epígonos. Se lo designa


como Ejecutor, por cuanto es el Maestro que ejecuta
las órdenes de El Único, las hace cumplir dentro y
fuera de la Escuela Hermética. El Mediano realiza
de acuerdo a las instrucciones del Estadista, él
recibe las órdenes del Maestro Único y las aplica.
La función del Mediano es Política, ejecutiva, pero
se mueve bajo la voluntad y el mando del Maestro
Estadista. Los Epígonos pautan con las entidades
cósmicas y ponen los mensajes en conocimiento
de El Único. Sólo éste, transmite las órdenes al
Mediano.

En la octava escala de los sonidos y junto al


vértice superior del Triángulo de Fuerzas, en el
punto de transferencia del endo al exo o de la
materia a la antimateria, se encuentra El Único o
El Estadista. En ese punto de contacto entre las
fuerzas destrógiras y levógiras del hemisferio norte
y del hemisferio sur, respectivamente, se produce
de manera continua, la perdida de la noción de
espacio tridimensional, adherida a la memoria
ancestral de los hombres, para ser reemplazada,
por el infinito adimensional del Cosmos.
El Único participa del arriba y del abajo, de la
materia y de la energía, posee también la totalidad,
la cosmovisión del conocimiento, percibe la música
del cosmos y recibe los mensajes astrales. Ha sido
puesto en la Escuela Primordial, para cumplir con
un mandato en el planeta Tierra. Esta ubicación
debe recordar a los herméticos que el primero es
el último y los últimos, los primeros.

A todo elemento físico le sigue su igual metafísico.


59

Toda materia se proyecta en su propia antimateria


y viceversa. Cada Hombre lleva detrás suyo su
propia proyección energética y no solamente por
un principio de la física milenaria según el cual todo
cuerpo que se desplaza, produce detrás suyo un
volumen equivalente al elemento físico que se ha
desplazado, sino porque este fenómeno de cuerpo
y anticuerpo, lleva en sí un proceso de ionización
molecular.
Esto ha dado lugar a la confirmación de los
mundos paralelos, que consiste científicamente
en un campo paralelo y permanente de iones
moleculares, a través de todo elemento en estado
pasivo o activo, sea líquido, sólido o gaseoso, que
confirman la presencia de cuerpo y anticuerpo o
simplemente, de materia y energía.
Si tomamos la Tierra como un ejemplo de los
mundos paralelos, podemos graficarla en su
desplazamiento por la órbita terrestre, del
siguiente modo:

AA = Eje Polar y Casquete Polar Ártico y


Antártico.
60

BB = Eje Ecuatorial.
CC = Eje Magnético Terrestre.
DD = Ionización molecular para integrar el
mundo paralelo.

La Sabiduría Hermética abarca toda la estructura del


conocimiento humano, dividiéndolo en Tradicional
y Hermético.
El denominado Tradicional, es aquél en que el
hombre, por su condición ancestral, por su memoria
colectiva, ha mantenido durante milenios, teniendo
en cuenta sólo su actuación como sapiens, dentro
de su habitat, el planeta Tierra, y sin ningún tipo
de connotación metafísica que lo vinculara a la
vida inteligente del Cosmos.
A este conocimiento humano tradicional, también
lo podemos denominar como contemporáneo
u oficial, porque es el aceptado, por tradición
estudiosa, en los cenáculos de nuestro tiempo.

El conocimiento en la Sabiduría Hermética, tiene las


mismas bases de participación que el Tradicional,
pero difiere de éste, por cuanto agrega tres vías
de conocimiento que son de contenido metafísico
y provienen de la sabiduría humana, con quince
mil años de comprobación, lo que otorga al
hermetismo, una enorme supremacía intelectual
que lo ponen en la vanguardia del pensamiento
humano de la actualidad.
Nosotros entendemos por conocer, a la facultad
mental o intelectual de los hombres mediante la
cual pueden dar razón de la naturaleza, caracteres
y objeto que presenta toda clase de fenómeno
o acontecimiento, sea físico o espiritual que se
61

encuentra sometido para su conocimiento, a la


capacidad superior de la inteligencia humana.
Dentro del llamado conocimiento tradicional,
podemos establecer tres tipos diferentes. Uno,
designado como conocimiento popular, promueve
la ancha base del conocer humano y cuyos
caracteres, le otorgan la condición de anónimo,
no-escrito, colectivo, no-institucionalizado y desde
luego, exclusivamente oral, pues se transmite de
generación en generación, por vías tradicionales,
por boca de los abuelos, los padres y los hijos.
Otra forma de este conocer oficial, es aquel que se
clasifica como científico y que goza de los caracteres
de escrito e institucionalizado, lo cual se logra a
través del tiempo, mediante diferentes etapas del
proceso mental, como la deducción, la inducción,
la comparación, la comprobación, la analogía, la
postración, la demostración y las alternativas de
la clasificación, evaluación y generalización de los
fenómenos formales o naturales.
El conocimiento logrado de esta manera se
convierte en científico y es así, considerado como
irreversible y definitivo, hasta tanto la misma
ciencia no se encargue en sucesivas postraciones,
demostraciones, investigaciones y repeticiones,
en manifestar y probar que los conocimientos
anteriores, están perimidos y superados por otros
nuevos.
Creer lo contrario, no aceptar el campo de las
nuevas verdades repetidas y comprobadas, sería
como decretar la paralización del pensamiento
humano y la muerte de la ciencia al no ser renovada
y transformada.
La tercera clasificación dentro del conocimiento
62

tradicional, es aquella que se refiere a la memoria


ancestral de la especie humana que se ha transmitido
durante cientos de miles de años, mediante la
codificación cromosomática y genotípica heredada
por nuestra condición intrínseca de homo sapiens
y debida al apareamiento de los veintitrés pares
de cromosomas y el sexual líbero que posee cada
unidad psicobiofísica hombre.
Este conocimiento Tradicional, oficial o
contemporáneo que poseen las escuelas clásicas
y que se remonta también a miles de años en el
pensamiento humano, se puede sintetizar de la
siguiente forma:
Conocimiento
Tradicional

1) – Conocimiento Popular: Es la base de


todo conocimiento humano y se integra por
vías anónimas, no escritas, colectivas, no
institucionalizadas y de contenido y difusión
oral y tradicional.
2) - Conocimiento Científico: Es escrito, ins-
titucionalizado, se muestra, se demuestra,
se repite, se aprueba y se comprueba a
través del tiempo y de las diferentes etapas
del proceso mental.
3) - Conocimiento Ancestral: Proviene de la
memoria humana en la codificación y pro-
gramación cromosomática y genotípica. Es
hereditario y funciona como un verdadero
condicionamiento de la especie humana.
Dentro de la Ciencia Hermética, existen seis
formas definidas de conocimiento que se integran
por distintos grados de Sabiduría.
63

La base ancha del conocimiento hermético es


similar a las escuelas tradicionales, por cuanto se
produce a través de la sabiduría popular y con los
mismos caracteres que se encuentran en la otra
escuela.
El segundo conocimiento se proyecta por medio
del tiempo, mediante una serie de etapas, como
la comprobación, la comparación, la repetición,
la demostración, etc. Este conocimiento
científico, como no puede ser de otra manera, es
exactamente igual al proporcionado por la escuela
contemporánea o tradicional.
Luego tenemos un tercer conocimiento que proviene
de la memoria ancestral de la especie humana y se
ubica en la programación cromosomática, tal como
lo hemos explicitado a través del conocimiento
tradicional, pues la Ciencia Hermética considera a
esta forma de sabiduría, como de gran importancia
para establecer las relaciones de espacio y de
tiempo, estereotipadas en la memoria ancestral
del hombre, lo cual le niega la capacidad para
comprender y recibir la inteligencia del Cosmos.
El cuarto conocimiento hermético se produce
mediante un fenómeno de contenido psicofísico,
por el cual, el ser humano, en estado de exaltación
mística, llega a la contemplación y al conocimiento
directo, sea de la divinidad o de un acontecer
premonitorio determinado.

El conocimiento por Revelación que por lo general,


es un acontecer psicofísico que la persona percibe
o recibe, de manera extramental, le hace acceder
a un conocimiento determinado, por medios
extrasensoriales que siempre son captados por la
64

capacidad cerebral del parasensible.


El sexto modo de conocimiento que posee la ciencia
hermética, se realiza por el mensaje de entidades
energéticas cósmicas a un determinado Estudioso o
Maestro que son de manera indubitable, auténticos
iluminados. Por lo general, quienes captan los
mensajes de planos superiores, manifiestan que
el Maestro se los ha dicho. Esa es una verdad,
pues son energías liberadas y luego acumuladas o
adicionadas, sea en una montaña, en un árbol, en
una piedra, en un plano del Cosmos, las cuales, al
vibrar en la misma frecuencia del iluminado, emiten
sus mensajes que son captados en el planeta Tierra
por las personas indicadas o señaladas.

Estas seis formas de expresión del conocimiento


hermético, tienen la particularidad de que tres
de ellas, son parecidas o similares a las formas
del conocimiento de la escuela tradicional y las
tres restantes, pertenecen exclusivamente, al
pensamiento de la Escuela Hermética Primordial.
Siendo así, podemos concretarlas de la siguiente
manera:

Conocimiento Hermético

1)- Conocimiento Popular: Es similar a todo lo


expresado para la escuela tradicional.
2)- Conocimiento Científico: Se produce por las
vías científicas ya mencionadas, en diferentes
etapas y actitudes del proceso mental.
3)- Memoria Ancestral: Es válida toda la
proyección que encontramos en el pensamiento
tradicional u oficial.
65

4)- Conocimiento por Éxtasis Místico: Pertenece al


conocimiento propio del hermetismo. Mediante el
trance místico de la exaltación, se llega a contemplar
la imagen de algo o a recibir un conocimiento.
5)- Conocimiento por Revelación: Se accede
a un conocimiento determinado, por medios
extrasensoriales de Revelación. Este hecho puede
ser premonitorio.
6)- Conocimiento por Mensajes de Entidades
Cósmicas: Capta mensajes de planos energéticos
superiores. Puede crear vórtices de energía.

Los grados del conocimiento

Dentro de la Escuela Primordial, se establecen una


serie de escalones de pensamiento humano que
parten de una ancha base de la sabiduría popular
que constituye en definitiva, la infraestructura del
conocimiento que posee la especie humana.
Cuando ésta sabiduría se incrementa y se
especializa, disminuye la participación de quienes
son poseedores de esos conocimientos, pues se
hace menos accesible y limitativa. El conocimiento
aumenta en sus generalizaciones y se hace mas
dificultosa su interpretación, disminuyendo en
consecuencia la cantidad de personas que conocen
la complejidad de esta sabiduría.
El conocimiento hermético, en su última dimensión,
queda circunscripto a determinados estudiosos que
no encuentran valedero ni necesario, el transmitir o
enseñar estos conocimientos a nivel generalizado,
por cuanto no serían interpretados correctamente,
por aquellos que no poseen profundidad ni sabiduría
para lograrlo. De aquí surge el significado de la
66

palabra hermético, como no transmisible, como


velado o cerrado al conocimiento general o popular.
La ciencia hermética, como último conocimiento
del hombre, entrega a la Metafísica todos los
conocimientos primordiales de tipo cósmico o
de pautas no reveladas, tanto materiales como
espirituales que luego promoverán el verdadero
acrecimiento de las normas filosóficas y de la ciencia
contemporánea, ensanchando sus márgenes de
investigación y estudio.

Del mismo modo, pero partiendo desde otra


ubicación valorativa, el conocimiento popular se
transforma en la base imprescindible del conocer
científico e incluso del filosófico, pues esta sabiduría
popular, anónima, tradicional y no-escrita, es un
conocimiento empírico que ha marchado a la par
de la especie humana a través de cientos de miles
de años, con su realidad y su magia mitológica,
mediante creencias, supersticiones, hechicerías,
leyendas, ceremonias y ritos que hacen a la
memoria social de los pueblos que luego se
transformaron por la demostración, la postración,
la comparación y la repetición, en las bases del
conocimiento científico, filosófico y metafísico de
la humanidad.
En consecuencia, se estableció un intercambio
circulatorio, desde la Hermética, hacia los otros
planos del conocimiento de los grupos humanos y
al propio tiempo, desde las bases de la sabiduría
popular, hacia las concepciones cósmicas y
profundas del pensamiento hermético.

Es un flujo y reflujo vivificante que se mantiene


67

desde los primeros tiempos de la sabiduría


humana, a través de lo conocido y lo desconocido,
de la materia y la antimateria, de lo corpóreo a lo
incorpóreo, del endo y del exo, de lo humano a lo
extrahumano, fenómeno que se ha dado en todas
las culturas y las civilizaciones.
Los grados del conocimiento ocupan la siguiente
escala de la sabiduría humana, donde lo primero
puede ser lo último y esto último, manifestarse
como primero, dadas las características de la vida y
la vuelta, en las Escuelas Herméticas Primordiales.

El conocimiento parte de lo popular a lo hermético,


pero al mismo tiempo, retorna de lo hermético
hacia lo popular, es el flujo y reflujo que da vida
permanente al pensamiento humano.

Conocimiento Popular

Se asienta en todo conocimiento que es de


tipo anónimo, no-escrito, tradicional, no-
institucionalizado y colectivo. El conocimiento
popular es la base de todas las estructuras de
pensamiento que ha realizado la especie humana,
desde la aparición del homo-sapiens, en todas las
creaciones de la cultura.

Conocimiento Científico

Es la sabiduría elaborada a través del tiempo.


Se basa en la investigación y el estudio. Es
irreversible, mientras no se pruebe o se compruebe
lo contrario. Se logra mediante la comparación,
la comprobación, la postración, la demostración,
68

el análisis, la hipótesis, la tesis, la antitesis, la


repetición, la generalización, la evaluación y la ley.
La Ciencia se divide en natural y en cultural.

Conocimiento Filosófico

Estudia e investiga las causas y los efectos, la


introspección, la prospección, la retrospección, la
deducción, inducción, lo general, lo particular. Lo
abstracto y lo concreto. El espíritu y la materia.
La Vida y la Muerte. El amor, la justicia, la belleza,
la equidad, etc. Existen diferentes escuelas de
interpretación, cada una de acuerdo a las ideas de
su autor o progenitor.

Conocimiento Metafísico

Es la verdadera sabiduría dedicada a lo extrafísico,


a lo que se encuentra por encima de la materia.
Es la proa de la nave del pensamiento que abre
las aguas del conocimiento humano, para preparar
la ciencia del ahora y la del porvenir que a veces
puede ser inmediato o mediato. Desarrolla lo físico
y lo metafísico. Lo creado y lo increado, la materia
y la antimateria, los mundos paralelos, lo mágico,
lo mitológico, lo energético, la sangre metafísica,
la memoria ancestral o los vórtices de energía
cósmicos y mentales.

Conocimiento Hermético

Es el conocer de las primeras causas y los primeros


principios, tanto en el orden terrestre, como en el
cósmico. En lo conocido como en lo desconocido,
69

en lo material como en lo inmaterial, en lo de


adentro y lo de afuera, en el endo o en el exo, en
Thule o en Aztlán.
Este conocimiento se encuentra en poder de los
maestros y de los elegidos, no se puede transmitir
a todas las personas. Por ello se denomina
Hermético o Cerrado.

Sólo se transmite en las Escuelas Primordiales de


Sabiduría desde hace 25 mil años y la transferencia
de su conocimiento se realiza sólo por medios
orales.
Puede obtenerse por distintos grados o armonías,
dentro de la escala del conocimiento y en ocasiones,
se insume toda una vida humana, en recorrer una
sola de sus escalas de armonía. Es una fuerza
espiritual y cósmica, no es temporal ni material, ni
desea poder terrestre de ninguna clase.
No es por ello universalista, sino cósmica, lo cual
configura una hermandad extraterrestre que une
a los hombres y al propio planeta Tierra en una
idéntica manifestación de vida espiritual y material
con todas las entidades de origen solar y cósmico.

El conocimiento hermético estudia e investiga las


fuerzas destrógiras y levógiras, los ejes y planos
de sustentación polar, ecuatorial y magnéticos.
La fuerza gravitacional, la noción de tiempo y
de espacio. Los viajes interiores y sus salidas al
espacio exterior, las regresiones a otras vidas, las
entradas polares; los oasis del Ártico y del Antártico.
Las ciudades dobles y las mágicas. Los Montes
y las Piedras Sagradas. Los túneles secretos. La
Mitología, la Metafísica y la Ciencia como bases
70

permanentes para mantener la belleza y el espíritu


eterno, tanto de la sabiduría humana como de la
cósmica.
71

CAPÍTULO VIII

DISTINTAS ORIENTACIONES DEL


PENSAMIENTO HUMANO

El pensamiento del hombre, dadas las


características de su propia inteligencia, se ubica
de distintas maneras en cuanto a la estructura
de su conocimiento y, de allí, se explican lo que
nosotros conocemos como sabiduría mitológica,
metafísica y científica. Del mismo modo, tenemos
la participación de un conocimiento denominado
como de ciencia-ficción y de una pseudo ciencia,
las cuales son necesarias para explicitar la
problemática general que puede clasificarse
como integrando las distintas orientaciones del
pensamiento humano.

Lo que nosotros conocemos como ciencia-ficción,


consiste en una literatura de contenido fantástico
que puede referirse entre multitud de otros temas,
a viajes interplanetarios, efectuados con naves de
avanzada tecnología y desconocida propulsión que
los hombres actuales imaginan, pero que aún no
son conocidos por la ciencia.
Este conocimiento de anticipación puede referirse
también al empleo de armas sofisticadas, de rayos
destructores, de ondas y transportaciones, de
72

campos magnéticos, de seres de otras galaxias, de


cuerpos que gozan de estados invisibles y visibles
alternativamente, de curaciones maravillosas
y de frecuencias o dimensiones, desconocidas
totalmente por la memoria ancestral de los
hombres de nuestro tiempo.

Si bien la ciencia-ficción se mueve en el plano de lo


futuro y lo extraordinario, es un antecedente de lo
que piensa el hombre y que en algún momento de la
historia del porvenir, podría suceder y convertirse
en una realidad del conocimiento y el progreso
humanos, tal como ya ha sucedido con narraciones
y cuentos fantásticos de siglos anteriores y que para
nuestro tiempo, son hechos reales, convertidos
en elementos de uso o aplicación cotidiana por la
humanidad contemporánea.

La ciencia-ficción no es de ninguna manera


perniciosa para el hombre, por lo contrario,
acicatea su inteligencia y su interés por el avance
científico y tecnológico, como un anticipo de
futurología, desprovista de erradas o capciosas
interpretaciones.
La seudociencia, por lo contrario, es una derivación
equivocada del pensamiento humano. Sus
mentores, carentes de conocimientos reales y
sistematizados, la proyectan y la explican para
mantener falsos conceptos seudocientíficos, con
apariencia de reales y verdaderos, lucubrados por
ellos mismos y mantenidos por deseos de promoción
que sólo producen falsas expectativas y erradas
creencias en el hombre, mediante la exposición
de teorías, hipótesis y descripciones que no han
73

pasado por los controles rigurosos de la ciencia


que exige un conjunto de datos y comprobaciones
inflexibles para establecer la realidad y la verdad
de lo investigado.

El propio Carl Sagan, en su obra “El cerebro de


Brocca”, se manifiesta contrario a la seudociencia,
por sus características desechables para el
verdadero conocimiento, pues según su criterio
parten de antojadizas y personales creencias de
sus mentores que con un lenguaje de palabras
confusas y difíciles, tratan de darle sentido de
objetividad científica a sus teorías individuales.

La seudociencia con su aparente sabiduría, ha


producido una errónea información y formación
en determinados sectores de la sociedad
contemporánea. En cambio, el conocimiento de
avanzada, de anticipación ha dado lugar a bellos
logros en la sabiduría humana. Leonardo de Vinci
en su proyección de futuro, echaba las bases de la
moderna aviación y trabajaba como un iluminado
que se anticipa a su tiempo, en los planos de una
nave sumergible. Sirva esto como un ejemplo,
para graduar la importancia de la ciencia-ficción.

La mitología por lo contrario y ya lo hemos


explicitado en otras partes de esta misma obra,
ha promovido en la especie humana las bases de
una sabiduría que ha engrandecido con su belleza
espiritual a los pueblos del orbe.
La metafísica, coordinando las mitologías, con
las leyendas y las supersticiones, ha logrado
ensamblarlas con la aparente realidad de la
74

existencia y el conocimiento, mientras la ciencia,


lentamente ha elaborado la estructura de lo real y
lo verdadero, dentro de un acontecer dinámico que
aumenta o modifica sus conocimientos, de acuerdo
a las leyes espirituales y naturales que gobiernan
al Hombre, al planeta Tierra y al Cosmos eterno e
insondable.
75

CAPÍTULO IX

LOS DIOSES DEL TIEMPO

La cruz que emplean en nuestro tiempo los


cristianos, fue conocida y empleada por casi todos
los pueblos de la Tierra, desde miles de años antes
que apareciera el cristianismo. Se la consideró
como un símbolo estelar, de tipo cósmico y de
ninguna manera terrestre.

Platón y Pitágoras, en la Grecia antigua, decían


que el espíritu del Hombre está crucificado en los
cuatro reinos.
Cristo, sería así, una entidad solar y, si contemplamos
la cruz empleada por los gnósticos, veremos que
en ella no hay ninguna persona crucificada. La
Orden de los Templarios, tampoco tiene cruces con
crucificados terrestres.
El llamado reino del Hombre, se expresa mediante
el eje polar vertical que une los dos espacios
terrestres achatados. Este simbolismo, se debe
a que los hombres son verticales, caminan sobre
dos piernas y para poder desplazarse, antes tienen
que coordinar el cerebro con su medio natural de
locomoción, por cuanto el hombre, debe aprender
a caminar.
76

El reino vegetal y mineral, son también verticales


y están representados por el eje polar terrestre,
pues ambos van hacia arriba, se levantan. El reino
animal o zoológico, pertenece a la línea ecuatorial,
por cuanto son horizontales, debido a que se
desplazan sobre cuatro miembros. El animal, es
paralelo a la línea terrestre ecuatorial, es horizontal
a ella.

De esa manera, están representados todos los


reinos de la Tierra, tanto el Hombre, como los
vegetales, minerales y animales. El Hombre
que también pertenece a la escala zoológica, por
cuanto su estructura física, biológica y fisiológica,
es idéntica a la de todos los animales, se diferencia
de ellos por un abismo infranqueable, por cuanto
es poseedor de una inteligencia y de un espíritu que
lo convierte en la última maravilla de la creación y
la transformación de las especies.

El antiguo cristianismo, era exclusivamente


espiritualista, de concepción griego-hermética,
pues tenía como base metafísica la cultura egipcia,
creto-micénica y griega, de contenido e iniciación
solar. Luego, el cristianismo de Roma se materializa
y se convierte en temporal. Pese a que Cristo,
años antes, había dicho: a Dios lo que es de Dios
y al César lo que es del César, significando que el
poder temporal, era una cosa y el poder espiritual,
otra muy distinta.

Roma se convierte en un estado, con ministros,


economía, soldados, poder diseminado por el
77

mundo entero, hace política e interviene en


problemas ajenos a la misión del espíritu y de la
fe.
También el Antiguo Testamento, hace de esto
unos 6 mil años, manifiesta que un dios llamado
Jehová se convierte en defensor de su pueblo, un
pueblo determinado y de esa manera, se sectoriza,
se convierte en un dios regional, apto para
determinado grupo humano. Es un dios exclusivo,
creado para una sociedad determinada que, hace
algunos miles de años, no excedía de los 10 mil
habitantes. Para el concepto metafísico de la
palabra dios, en su sentido universal y ecuménico,
no puede existir un pueblo elegido, ni un dios, sólo
para ese pueblo. Si fuera así, sería sólo un dios
particular y discriminatorio.

En la cruz figura, en su parte superior, una sugestiva


sigla que dice: INRI, palabras que podrían significar:
Igne, Natura, Renovatur, Integra, cuya traducción
literal equivale a Fuego, Naturaleza, Renovación,
Integra. La frase equivale a que la naturaleza se
renueva totalmente por el fuego.
Estas voces latinas se refieren a la vieja alquimia,
donde la base principal del planeta Tierra y de
la vida, se simplificaban por medio de cuatro
elementos, como lo son el fuego, la Tierra, el Aire
y el Agua.

Las comunidades herméticas y metafísicas, con


sus Escuelas Primordiales de Sabiduría, mantenían
un justo equilibrio social, económico y espiritual
entre los miembros de las antiguas sociedades.
Constituían verdaderas Sociedades Organizadas,
78

donde se había excluido el odio, la ambición,


la violencia, el egoísmo y desde luego, todo
pronunciamiento materialista.
Estas sociedades eran hijas del Sol, de la luz del
mediodía, pertenecían al Rito Milenario del Solsticio
y vivían en plena libertad y bajo las normas de un
verdadero compañerismo fraternal.

La organización sociopolítica de las antiguas


órdenes de la sabiduría hermética, se integraban
con campesinos que trabajaban la tierra para
que existiera abundancia de alimentos, otros
se dedicaban a repartir y vender los productos
agropecuarios en los mercados que se encontraban
atesorados de mercaderías.
Otros eran artesanos de la vestimenta para que la
sociedad dispusiera de ropas y abrigos, calzados y
todo aquello que hiciera posible la dignidad de los
pueblos. Otros grupos de artesanos se dedicaban
a la industria de la madera para los muebles y
las construcciones, otros al cuero para arneses y
atalajes de trabajo en la producción y el transporte.
Los mas pacientes pulían la piedra y construían
edificios, canales, templos, caminos, puertos y
viviendas. La riqueza se distribuía equitativamente
y sólo el poder espiritual, regía todos los actos de
la vida humana.
En las sociedades gobernadas por cátaros,
templarios y herméticos, se distribuían los bienes
de la producción para que a nadie le faltara nada,
pero que tampoco nadie atesorara lo que excedía
sus necesidades naturales y espirituales.

Los trabajos, sean intelectuales o materiales,


79

tenían su propia iniciación ritual, sus leyes justas


y severas que nadie transgredía, sus reglamentos
y sus comunicaciones que eran propias de cada
quehacer laboral, pero incomunicables, para los
demás integrantes de la Sociedad Organizada.
Ellos constituían un grupo humano donde todos
debían regirse por las leyes de la gravitación
universal y ser conscientes al mismo tiempo
que eran partícipes de la armonía cósmica en su
absoluta hermandad y dependencia que, bajo
ningún concepto podía ser alterada, pues producía
el caos materialista en la humanidad.

En nuestro tiempo, la difusión de los conocimientos


para el logro de un intelecto superior en los
pobladores del planeta Tierra o por lo menos, en
sus grupos humanos más adelantados, tendría
que efectuarse a nivel de las Escuelas Primordiales
y realizarse sobre educadores, profesionales,
investigadores, estudiosos y hombres con amplia
perspectiva espiritual, alejados del materialismo
decadente y dispuestos a terminar con la violencia,
el odio, la droga, el alcoholismo, la pornografía y el
imperialismo que aherroja al ser humano a viejas
fórmulas de esclavitud y lo convierte en un objeto
de la ambición y el derroche.
La difusión de la hermética y la metafísica, por
medio de las Escuelas Primordiales, lograría la
hermandad de los hombres sobre la Tierra y les
haría transmutar su conocimiento ancestral y
genotípico, en un intelecto superior, de contenido
adimensional, para unirlo a la integración cósmica.
Concretada la hermandad humana, ésta sería
la base para lograr en un tercer momento,
80

la ansiada Sociedad Organizada, donde los


hombres se gobernarían por sí mismos, sin
necesidad de personeros o Estados compulsivos y
confiscatorios. Al establecerse la armonía entre
todos los miembros de la especie humana, ya
nos encontraríamos funcionando en resonancia
e igualdad con la armonía cósmica y sus leyes
naturales y gravitacionales, con las cuales se ha
mantenido el orden y la armonía en todo el cosmos,
desde hace miles de millones de años.

Esta sería la nueva especie humana totalmente


regenerada que, de acuerdo a las enseñanzas
metafísicas, tendría su participación en el cono sur
americano, más específicamente, en el triángulo
menor de fuerzas de Terrera, luego de la derrota
del odio materialista y sus perversiones en contra
del hombre, su libertad, su dignidad, su trabajo y
su belleza espiritual.

Los pueblos actuales adoran dioses terrestres y


universalistas, viven en el drama caótico de la
masificación y la atomización. Son hormigas, de
un gran hormiguero materialista, ciegas y sordas,
donde se carece de personalidad, inteligencia y
espiritualismo.
La consigna de las sociedades contemporáneas, es
tan sólo la de producir en grandes cantidades, sin
ningún beneficio y de consumir masivamente todo
eso que se produce. Trabajar y gastar. Esa es la
ley de la explotación materialista. Esta sociedad
masificada y anárquica, es sólo el exponente de
una moderna esclavitud, donde gobernantes
y gobernados, clases sociales, burgueses,
81

proletarios, militares, asalariados o desocupados,


son piezas, meros engranajes de una gran
maquinaria racionalista y tecnológica.

Han llegado a perfeccionar una organización


social, donde todos están contra todos. Yo no
me esfuerzo trabajando, porque me pagan poco
y me explotan y del otro lado de la medalla, otros
hombres manifiestan: Yo debo robar en lo que
vendo, porque tengo muchos gastos, pagarle al
estado y pagarle a mis empleados y así, no gano
lo suficiente.
La igualdad es solo irreal, pues en las sociedades
actuales, sólo campea la desigualdad y el odio, por
cuanto es colectivista, masificante, explotadora,
insensible y nos lleva irremediablemente a la
violencia y al caos. Existen multimillonarios
y paupérrimos. Superalimentados y famélicos.
Turistas de placer a lejanos países y desamparados
que viajan en microómnibus atestados de
asalariados que escasamente se pagan su viaje.

Esa es una pequeña visión de la sociedad decadente


y materialista de nuestro tiempo, donde imperan
los dioses de la noche y el odio. Dioses en definitiva,
terrestres y universalistas, donde los pecados son
personados todos los días del año y en donde los
pecadores, vuelven a cometer sus malas acciones,
luego de ser perdonados.
Los hombres, en lugar de vivir en un mundo feliz,
luminoso, lleno de esperanzas, un mundo de
iniciación solar, de luz del mediodía, viven sólo en
un valle de lágrimas, de sufrimientos, pagando por
sus culpas o expandiendo faltas y pecados, donde
82

todo es doliente, imperfecto y esperamos vivir en


el cielo, solo después de muertos, porque todo
lo malo está en la Tierra que es transitorio, para
luego llegar al cielo, donde seremos eternamente
felices.
Esa es la filosofía del dolor, del poder terrestre,
de los hijos de la noche y del falso universalismo.
Poder que se ejerce, por el poder mismo. Es
ejercido de atrás, por los hilos que mueven las
grandes sociedades, los grupos económicos y
financieros, los traficantes de armas y de guerras.

Ese enorme poder universal, maneja gobiernos,


burgueses y trabajadores, sin que ninguno de ellos
sepa en definitiva a quienes obedecen o quienes
son los que mandan y explotan a los pueblos.
Esa es la sociedad moderna, construida por el
universalismo terrestre y con dioses creados por
la mente de los mismos hombres.

La Sociedad Organizada que proviene de las viejas


concepciones del dios solar, cambia la masificación,
la miseria y la violencia, mediante el sentido de
la iniciación cósmica del Hombre, para otorgarle
alegría, vida espiritual y un amor verdadero por
todo lo creado y lo increado, por la humanidad
y por todo aquello que puede vivir en el cosmos
insondable y eterno.

Las Piedras Sagradas

La Piedra Central o Fundamental, llamada también


Sagrada, era denominada ONFALOS. Su centro era
el número 5, donde debían sustentarse los cuatro
83

extremos restantes.

Sobre el eje polar y el eje ecuatorial se integran


las fuerzas destrógiras (como el movimiento de
las agujas del reloj) y las levógiras ( de izquierda
a derecha), originadas en el centro polar,
llamado también Centro del Polo Cósmico, en el
conocimiento hermético.

La Rosa Metafísica

La rosa metafísica es la continuación del Onfalos


y del Centro del Polo Cósmico, sobre la Rosa se
origina el trébol, la cruz templaria, la cruz gamada
84

y la svástica sánscrita del movimiento continuo,


con una antiguedad cultural de aproximadamente
12 mil años.

El Trébol de Cuatro Hojas

El trébol de cuatro hojas y la cruz templaria, en el


movimiento destrógiro.
85

El Símbolo de los Dos Maderos

En la integración cultural de la cruz, intervienen


el eje polar y el eje ecuatorial, con la formación
de un campo de fuerzas, llamado Centro del Polo
Cósmico, lo cual configura un neto símbolo de
contenido solar.
El eje ecuatorial está desplazado hacia la parte
superior del eje polar que es casualmente donde
ambas líneas se cruzan y donde se produce el eje
de sustentación tierra-cosmos, creando el llamado
Centro Polar.
En el conocimiento hermético, el Reino del Hombre
está ubicado en el Eje Polar que es de tipo vertical,
por cuanto el hombre se eleva verticalmente a la
línea del suelo o Ecuatorial.
En cambio, el reino Animal o Zoológico, es
horizontal por cuanto pertenece al Eje Ecuatorial,
es decir, son paralelos a la línea horizontal. Tanto
en el Reino Vegetal con en el Mineral, su posición
es vertical, pues coinciden con el Eje Polar.

El símbolo de los dos maderos, uno vertical y


otro horizontal, señala desde hace quince mil
años, la ubicación vertical de Hombres, Vegetales
y Minerales y la horizontalidad o paralela al Eje
Ecuatorial de todos los miembros del Reino Animal,
sean éstos vertebrados o invertebrados.

El Hombre, pese a ser un animal racional, es de


posición erecta o vertical, no paralelo a la línea
ecuatorial.
86
87

CAPITULO X

EL AMOR ASTRAL O METAFÍSICO

Este amor sin presencia física, sin objetivarse en


una mujer de carne y hueso, fue conocido por la
humanidad, desde sus más remotos orígenes. La
Diosa que manejaba esta tarea, de enseñar las
prácticas del amor astral, se llamaba Hallouine y
ella misma era incorpórea y proporcionaba con sus
mujeres metafísicas el amor sin contactos físicos.

La mujer de los sueños, es sólo etérea, mágica,


para gozar con ella no hace falta del orgasmo
copular, pues sólo se realiza con la mente, la mujer
enviada por Hallouine sólo vive dentro del cerebro
y es un culto extracorpóreo, donde el hombre no
se desgasta físicamente, pues goza de besos, de
caricias y del acto sexual, sin realizarlo físicamente,
sino tan sólo mediante la capacidad mental.

Estas leyendas mitológicas, se remontan a Eva


o a Leucipe, como también a la diosa Lilith e
incluso, a la misma princesa Ayesha, casada con
un guerrero iluminado de la antigua Thule. Son
mujeres ideales, de concepción platónica. Estas
mujeres, fueron conocidas por todos los pueblos
de la antigüedad, dada la fantasía mágica en que
88

vivieron durante milenios los hombres de todos los


tiempos.
En viejas mitologías, hubo una mujer llamada
Cidrupini, de origen mágico que vivía en la mente
de los hombres y los amaba y protegía, haciéndolos
gozar por las noches, pero sin necesidad de que
su amado eyaculara, porque el placer era sólo
psíquico-mental.
Cidrupini en sánscrito, significaba la mujer
incorpórea que habita dentro del cerebro humano
y que, puede estar dormida eternamente, sin que
su dueño llegue a conocerla.

Todas éstas leyendas de la antigüedad, tienen un


trasfondo psicobiológico que nosotros los hombres
actuales, interpretamos y comprendemos en su
verdadera magnitud.
La creencia de épocas pretéritas, se apoya en una
verdad científica de nuestro tiempo. La poesía no
debe abandonar jamás el espíritu de los hombres.
Lilith, la diosa astral, quizá se sonría en el lejano
firmamento.
89

CAPÍTULO XI

LAS MADRES VÍRGENES

En la historia y en los estudios antropológicos,


efectuados sobre todos los pueblos de la Tierra,
han existido leyendas mitológicas de vírgenes,
convertidas en madres sin haber sido poseídas
físicamente, por el sexo opuesto.
Estas vírgenes madres, fueron fertilizadas tan sólo
por un anuncio divino o por un rayo de energía
cósmica que depositaba las moléculas de la vida,
en el claustro materno, fecundando al óvulo y
dándole la posibilidad de la gestación biológica,
durante los 9 meses del embarazo.
El parto se realizaba por las mismas vías de la
fertilización, pues el niño era desmolecularizado, en
el claustro de la madre, mediante un haz de fuerza
o una energía, tanto cósmica como mental y de esa
manera, el niño desmolecularizado por la energía
desintegradora, atravesaba los tejidos celulares de
la madre, convertido sólo en un campo de fuerza
y una vez parteado al mundo exterior, esa energía
cósmica o mental, lo recomponía molecularmente,
dándole la forma humana que había tenido, en el
saco amniótico o placenta.

Esta es la explicación hermética que en realidad,


puede no estar muy alejada de lo verdadero, ya
90

que con el avance de los rayos láser, se pueden


pasar los tejidos biológicos en una operación de
próstata, por ejemplo, sin causar daños en el
campo operatorio y sin alterar el sistema de la
circulación sanguínea.

La ciencia y la técnica, en su avance diario,


confirmarán posiblemente, las adelantadas
explicaciones de la metafísica.
Estas vírgenes madres, de las viejas leyendas,
siempre dieron a luz, niños que con el tiempo se
convertirían en héroes, en reyes, en personajes
mitológicos, en príncipes o en dioses. Por una ley
antropológica especial, éstas vírgenes madres o
simplemente mujeres que tenían un hijo rey o de
origen divino, no podían partear otro, en igualdad
de condiciones, pues ya el primero perdería el
liderazgo de dios o de rey divino que obtenía por
medio de un mandato extra-humano, de tal manera
que podía competir con su hermano, al ser nacido
de una misma madre y en iguales condiciones
divinas.

Para la sabiduría hermética, estas mujeres eran


poseídas, indistintamente, por seres o fuerzas,
tanto materiales como inmateriales, pero en caso
de ser materiales debían de ser extraños, es decir
dioses o seres mitológicos que copulaban sólo
astralmente, con dichas vírgenes. Tales fuerzas,
podían tener la presencia de un toro, de una
paloma, de un cisne blanco, de un nibelungo que
eran míticos habitantes de la niebla o también, esa
posesión astral podía realizarse con una luz, una
energía, un espíritu o un amor astral.
91

Para ser más exactos y poéticos, todas esas


vírgenes madres tuvieron amores extrahumanos
y quedaron de hecho embarazadas, sin haber
perdido su estado virginal.
El caso de María, en la religión apostólica romana,
es el de una elegida por la divinidad para engendrar
a Jesús y hacerlo nacer a los nueve meses, sin
perder su estado de pureza.
De éste modo, la anunciación de María por el Espíritu
Santo, es un acto extrafísico, de impregnación
bioenergética, sin intervención de lo sexual.

En la ciencia antropológica, existen varias teorías


para investigar los problemas surgidos con la
gestación y el nacimiento de Jesús, entre ellos por
ejemplo, la teoría social de la rehabilitación de la
mujer, en una época en que solo era considerada
como un objeto de trabajo y de placer.

Entre los indígenas de América, existen infinidad


de leyendas similares que atribuyen a dioses
ancestrales, amores incorpóreos con vírgenes
madres que cuidaban rebaños de llamas o vicuñas,
en la inmensidad de los cerros y en donde los
dioses, cohabitaban astralmente con ellas.
También en la India existe, la mitológica leyenda
de la pastora Radha que queda embarazada, por
su unión metafísica con el Dios Krishna. De éstas
leyendas poéticas y espirituales existen infinidad,
en las viejas creencias y supersticiones de todos
los hombres del planeta Tierra.
92

CAPÍTULO XII

LAS PIEDRAS SAGRADAS DE LA


ANTIGUA MITOLOGÍA

Entre los pueblos de la antigüedad, existieron gran


número de Piedras trabajadas o sin trabajar que
por diversos motivos, fueron consideradas como
mágicas o poseedoras de virtudes y principios
que las convertirían en Sagradas. Estas piedras,
la mayoría de las veces eran pulidas, labradas o
grabadas con escrituras, signos o jeroglíficos que
acrecían más aún la admiración del pueblo o de los
sacerdotes que las reverenciaban.

Las piedras llamadas de construcción, se empleaban


en el basamento o en los cierres de arcos,
bóvedas, mediopunto, altares o cierre de pisos y
se las consideraba como Mágicas o Sagradas, por
el ensamble o la fuerza de terminación que las
mismas tenían. Los onfalos o piedras centrales,
como las denominaban los griegos, servían como
base de sustentación para terminar un edificio o
como piedra fundamental del mismo.
Todo menhir, dolmen, monumento, templo, puente
o promontorio, debía necesariamente tener
un onfalo o piedra central que fuera la base de
sustentación de todo aquello que se empezaba
o se terminaba. En la parte central de la Piedra
93

Mágica, estaba inscripto el número 5 y en cada


extremo tenían los números 1, 2, 3 y 4.

Existe asimismo, otra Piedra Sagrada, conocida


como Lapis Coeli que en lengua latina equivale a
piedra caída del cielo y lleva escrito en su centro el
número 5. Esta piedra forma parte de la mitología
romana.

En la vieja Irlanda, fue conocida y adorada la


piedra denominada Tara y según la leyenda, esa
roca había caído del cielo, era de procedencia
cósmica y por ello los pobladores de la pretérita
Irlanda, a la estrella Matutina o de la Mañana que
aparece antes del amanecer, le llaman Tara, por
ser un cuerpo celeste.

La famosa Piedra del Antiguo Egipto, estaba


construida en basalto y dentro de las técnicas del
Neolítico inferior. Esta Piedra conocida hace mas
de 8 mil años por los egipcios, era muy parecida
al Bastón de Mando del cono sur americano, pero
difería en algo con respecto a la base. Esta Piedra
Mágica del Egipto, tenía poderes sobrenaturales y
esotéricos.

Los Mayas de Centroamérica, poseían una Piedra


Sagrada, de forma cuadrangular, construida en
granito pulido, del Neolítico inferior que le llamaban
Girongagal.

Los griegos primitivos, mantuvieron la leyenda


de una Piedra Sagrada, llamada Xoanon que tuvo
durante siglos, la particularidad de mantener
94

unidas a las diferentes tribus de Grecia. Algo similar


acontecía con los aborígenes de la Argentina que
buscaban afanosamente una piedra perdida de color
azul-negro que realizaría la unión indestructible de
todas las naciones indígenas.
Esa Piedra Sagrada, al igual que la Xoanon de los
griegos, no fue otra que la famosa Piedra de la
Sabiduría o Bastón de Mando que casualmente,
poseía esas virtudes regenerativas y de unidad
étnica y cultural. La Piedra de los helenos, tenía
virtudes mágicas y esotéricas.

La Piedra Sagrada de los Persas, llevaba el nombre


sánscrito de Sangideh y se encontraba dentro de
una montaña mágica, desde donde preservaba al
pueblo, de todo intento de maldad. La Sangideh,
estaba construida en negro basalto y con el pulido
clásico del Neolítico Inferior.

La Piedra filosofal en cambio, representaba el


centro del Polo Cósmico y se la presentaba con
la forma de una Rosa o de un Trébol de Cuatro
Hojas. El eje Polar la atraviesa de norte a sur y el
llamado eje ecuatorial, de este a oeste. La ciencia
hermética de esta rosa o del trébol de cuatro
hojas, plasmaba el moviendo dextrógiro, o sea de
izquierda a derecha, siguiendo las manecillas del
reloj.

Para otros pueblos de la antigüedad, la Piedra


Filosofal era aquella que del cobre hacía oro y del
plomo plata. Los alquimistas buscaron durante
milenios, esta famosa e inhallable Piedra Filosofal.
95

En el mito bíblico, Noé, el constructor del Arca que


salva a las especies en el diluvio universal, era
poseedor de una Piedra Sagrada, denominada de
la lluvia y según las leyendas mitológicas, consigue
con la ayuda de esas Piedra Mágica, detener las
aguas provenientes del apocalíptico diluvio. Esta
extraordinaria Piedra de la Lluvia, luego la posee
un hijo de Noé, llamado Jafer que es el creador
bíblico de la raza blanca o jafética.

El mongol Babar que logra conquistar el territorio


indio, asegura en sus Memorias que el pueblo
mongol, desde sus ancestros, tenía una Piedra
Mágica que se llamaba Hiedes Tash y que poseía
poderes sobrenaturales.
Los indo-árabes, tuvieron en su larga historia,
varias piedras que ellos consideraban como
Sagradas. La llamada Hajar-Almatter, los protegía
de los enemigos y como la Xoanon de los griegos y
el Bastón de Mando de los argentinos, daba unión
eterna al pueblo árabe.
La Piedra Negra o Kaba, ya no sólo de los árabes,
sino de todos los pueblos de Fe Islámica, es una
roca de basalto magmático que se encuentra en la
localidad de la Meca, donde es custodiada como
una reliquia de unión, entre los grupos islámicos
de muy diferentes países asiáticos y africanos.

Una vez al año los religiosos islámicos, realizaban


una peregrinación santa a la Meca, para visitar
la Piedra Sagrada o Kaba de Mahoma que hace
milenios cayó del cosmos y que posee, un campo
electromagnético sumamente importante. Tal es a
grandes rasgos, la leyenda de la Kaba Islámica,
96

adorada por mas de mil quinientos millones de


seres humanos.

Por su parte el emperador griego, Alejandro el


Grande, era poseedor de una Piedra Sagrada que se
llamaba Claugestión y otorgaba realeza de origen
divino, a su poseedor que era Alejandro Magno.
Al mismo tiempo, esa Piedra Mágica, otorgaba
vida eterna a quien la tuviera. Con la Claugestión,
Alejandro activaba el tercer ojo, conocido como el
ojo de la sabiduría, ya que el mismo no era físico,
sino espiritual, inteligente.
Entre la Claugestión y el Bastón de Mando o Piedra
de la Sabiduría, existe una notable similitud,
por cuanto el Toqui Lítico otorga a su poseedor,
realeza, es decir, poder de mando y gobierno y al
mismo tiempo lo hace merecedor de una sabiduría
extraordinaria.

En el oráculo de Delfos, se realizaban ceremonias


mágicas, en rededor de una Piedra Sagrada que
los asistentes le llamaban respetuosamente, la
Piedra Mágica Central que era en definitiva un
ónfalo sagrado.

También en la mitología hebrea, se habla de que


Moisés recibe las llamadas Tablas de la Ley, en dos
grandes Piedras, que su Dios le entregaba en un
monte sagrado.

Para las leyendas de muchos pueblos ecuestres de


la antigüedad, la Piedra Sagrada era extraída de
la Cabeza de un Caballo y su forma era chata y
alargada. En cambio, para otros pueblos asiáticos,
97

la piedra era esferoidal.


Los primitivos habitantes de América, luego de
la introducción de los caballos, tuvieron también
las misma creencias que los pueblos ecuestres
asiáticos; ellos creían que en la cabeza de los
yegüarizos se encontraba una piedra mágica, llena
de extraños poderes esotéricos.
Esta piedra se denominaba Cabala, derivada
de caballo y desde luego de caballero, palabras
que tenían un sentido unificador y mitológico.
Cabala, parece ser voz sánscrita, introducida en la
expresión indo-germánica.

Otra piedra, considerada como Mágica, por sus


constructores druidas y celtas, fueron las famosas
Cítaras de Piedra que se emplazaron en distintos
lugares del territorio europeo, similares a los
menhires y dólmenes, las cuales vibraban en
determinados momentos del día y de la noche,
especialmente al ser mojadas por el rocío nocturno
o “agua de la luna”, como le llamaban los antiguos
pueblos.
Con éstas vibraciones de la Piedra Mágica o Cítaras,
los hombres podían transformarse, de humanos en
divinos o de divinos en humanos, para realizar de
esta manera distintos trabajos, sin ser reconocidos
o molestados. Muchos minesingers y trovadores,
como aedos y rapsodas griegos o músicos indios,
interpretaron melodías cósmicas, ejecutadas en
Cítaras de Piedra.
98

CAPÍTULO XIII

MENHIRES Y DOLMENES

La edad de piedra, involucró 75 mil años en la


historia de la cultura humana. Tuvo dos grandes
períodos que se agruparon en el llamado Paleolítico
y en el Neolítico y dentro de estos largos períodos
culturales, se subdividieron en inferior y superior,
de acuerdo a las técnicas que se empleaban tanto
sea en el percutido como en el pulido de la piedra.

Podemos decir que el trabajo lítico domina la vida del


Hombre, desde que abandona la escala zoológica
y se convierte en homo faber y en homo sapiens.
En la piedra el hombre graba sus conocimientos,
copia las referencias de la naturaleza y construye
sus primeros dioses. Levanta templos, construye
edificios, caminos, puentes, armas, utensilios
de diferente empleo y realiza sus grandes
constataciones que con el tiempo, dan origen a la
metafísica y a la ciencia.

En sus creencias y supersticiones, la piedra


representa todos sus estadios de conciencia
y su espiritualidad. Tan es así que en el tiempo
denominado Megalítico, la roca toma caracteres
y el Hombre la emplea como elemento necesario
para grabar sus conocimientos de astronomía,
99

geometría, física, matemática, energía y


radiaciones, esoterismo y religión.
El Megalítico consistió en el empleo de grandes
piedras, de allí su nombre: de mega, grande y
lítico, piedra. Lo que equivale al tiempo cultural de
las grandes piedras. Estas rocas eran empleadas
por los hombres en forma directa, tal como las
encontraba en la naturaleza, siempre desde luego
que su tamaño y figura geométrica le resultase
conveniente. Este empleo de la roca, sin agregarle
ningún trabajo o quehacer físico, es lo que
diferenció al Megalítico de otras edades, como lo
fueron el Paleolítico y el Neolítico, donde el hombre
trabajó con empeño la piedra aplicando diferentes
habilidades y distintas técnicas.

Los pueblos asiáticos, americanos y europeos,


emplearon la piedra hasta los 7 mil años de nuestro
tiempo, aunque muchos grupos humanos de esos
continentes, siguieron utilizando la piedra hasta
hace relativamente pocos años.
Luego aparecen los llamados hornos de fundición,
en las incipientes aldeas y el hombre se dedica al
laboreo del cobre, bronce, plata, el oro y el hierro.
De la edad de piedra, hemos pasado al tiempo de
los metales.

La sabiduría hermética, engendrada por la piedra


y su manejo de 75 mil años, colocan a egipcios,
chinos, indios, griegos, mayas, chibchas, toltecas,
aztecas, incas, polinesios, diaguitas, calchaquíes,
druidas, celtas o nórdicos, ante la posibilidad
religiosa y esotérica de construir el tiempo
megalítico de la Piedra Sagrada.
100

Los menhires y los dólmenes de druidas y celtas,


son verdaderas piedras sagradas, ubicadas en
lugares estratégicos, para evitar inundaciones,
lluvias, campos magnéticos o radiactivos.

Estas corrientes interiores de la corteza terrestre


que se convierten en áreas tanto de vertientes
híbridas, como de cursos de agua subterránea o de
líneas de entrecruzamiento de actividad magnética,
eran localizadas clavando en sus sitios exactos, los
menhires o dólmenes, para que luego actuaran
como detectores de fuerzas telúricas y cósmicas,
en los lugares donde esas gigantescas agujas de
acupuntura terrestre, entraban en consonancia
con los campos energéticos del cosmos.

Con estos menhires y dólmenes, los druidas


localizaban las capas de agua subterránea,
fenómeno natural que debe sorprendernos, pues
los actuales rabdomantes provistos de una flexible
varilla de madera o de un alambre doble, localizan
las corrientes hídricas interiores, actuando desde
la superficie de la Tierra.
101
102

CAPÍTULO XIV

LOS HIJOS DEL SOL

Entre las antiguas culturas, existió siempre


la leyenda de los Hijos del Sol, es decir, de los
hombres de la luz, la vida y la belleza. Por lo
general, los pueblos que se consideraban o que
eran considerados como Hijos del Padre Sol, fueron
hombres rubios, barbados, de ojos celestes y de
piel blanca.

Todos los grupos humanos que bajan de Pamir o


del río Indo, en el continente asiático, presentan
esas características definitorias, aunque también
entre esas migraciones conocidas como indo-
arias, muchísimos de sus integrantes no tienen las
características de rubios y barbados, sino que por
el contrario, son de tez trigueña, ojos negros y
cabellos oscuros y sin embargo pertenecen a la
misma etnia general que los anteriores.
Al producirse los desplazamientos de pueblos
protoarios, por el continente asiático, enorme
cantidad de ellos trasponen el estrecho de
Bering y penetran en el continente americano,
aproximadamente entre el decimoquinto y el
undécimo milenios de nuestro tiempo. Ellos
forman la base del primer poblamiento americano.
103

Como entran por las latitudes árticas, de la


actual América queda en la tradición oral, de
las generaciones sociales posteriores, la idea de
aquellos hombres barbados que han entrado por
Alaska y que por esa razón, se les conoce por
los hiperbóreos, denominación que recibían esos
antiguos pueblos que descendieron del extremo
norte hacia el sur, de la Albania o Tierra Blanca,
como se la designaba en épocas remotas.

Pensemos que los griegos hace 3 mil años, ya


hablaban de los habitantes del norte helado y
los conocían como hiperbóreos, palabra helena
que significaba textualmente “los de arriba,
los boreales”. También en la antigua Europa,
a los pobladores nórdicos o indo-germánicos
de su territorio europeo, los designaban como
hiperbóreos y eran rubios, de barbas rojizas y ojos
celestes.
Esta designación, contribuyó a formar una leyenda
mitológica, acerca de los habitantes de las frías
regiones europea y americana, trasfondo espiritual
y de contenido hermético que luego en Albania o
la Tierra Blanca, recreó nuevamente este término
de hiperbóreos e hijos del sol, con los viajes
marítimos venidos de Europa o Cercano Oriente,
en el lapso comprendido entre los cinco mil y los
mil doscientos años de nuestro tiempo.

Los hombres blancos, rubios y barbados que


conocen los aztecas, mayas, chibchas o toltecas
y que ellos consideraban como hijos del sol, son
individuos del noroeste europeo, conocidos como
druidas, celtas y vikingos.
104

Estos navegantes llegan a territorio americano,


quizás entre los años dos a ochocientos y son desde
luego, posteriores a otros hombres blancos como
los fenicios, griegos, cartagineses o romanos.
Los nórdicos viajaban a Hvétramannaland, como
ellos le llamaban en su idioma al continente
americano. Por la línea del Círculo Polar Ártico,
pues tocaban una serie de grandes islas, incluso
Groenlandia o Gree-Land, para de allí bajar por
las costas de Norteamérica. También se cree y con
fundamento que en otras ocasiones, traídos por
tempestades, cruzaron el océano hasta dar con
América Central o con el propio territorio actual de
Brasil.

Los mayas en una recopilación de símbolos,


mitos y leyendas que ellos llamaban “Popol Vuh”,
mencionan a esos habitantes del Polo Norte que
provenían de Tula o Thuele que era la gran ciudad
de las llamadas tierras hiperbóreas.
Thule era del extremo norte europeo, un centro
hiperbóreo del conocimiento hermético, mientras
que Tula quedaba en territorio de la actual Rusia
Blanca. Eran dos ciudades sagradas que conocían
los antiguos, como asiento de respectivas Escuelas
Primordiales.

Estos personajes rubios y barbados eran tenidos


por hijos del sol, dadas sus características físicas,
pero en realidad eran sólo hombres de carne y
hueso que llegan a estas tierras americanas luego
de largos y penosos periplos. Sin embargo, poco
ha quedado escrito de esos viajes marítimos, pues
muchas de estas aventuras oceánicas solo eran
105

referidas de manera oral o tradicional.


Tampoco estos indo-germanos europeos, vinieron
para realizar poblamientos en Hvétramannaland,
pues sus viajes eran esporádicos y de escasa
participación humana, ya que cada velero o nave
combinada, entre remeros y propulsión eólica, traía
consigo tan solo entre veinte o treinta tripulantes,
con lo cual no se puede pensar seriamente en
poblamientos y conquista, porque en realidad
llegaron al continente americano, pero no dejaron
rastros de su presencia masiva.

Para las antiguas leyendas de Albania o la Tierra


Blanca, sus dioses principales eran blancos, de
cabellos rubios y ojos celestes. Esta descripción
coincide con el dios Quetzalcoatl, con Kukulkán, el
dios de Chichón Itzá, de Yucatán y con Viracocha,
Kontiki, Mamacocha y otros.
El libro sagrado de Popol Vuh, nos habla de los
dioses blancos, tanto de los toltecas como de
mayas aztecas o chibchas y es bien sabido por
otra parte que los reyes y príncipes de esas
naciones americanas eran de estirpe blanca. Lo
mismo sucedió con los incas, en el actual territorio
peruano, quienes tuvieron sus dioses blancos y
sus reyes, príncipes y nobles de raza blanca, pero
todo esto, no es más que confirmar la entrada de
los protoarios asiáticos, por el estrecho de Bering.

La famosa princesa Papán, hermana del emperador


Moctezuma, esperaba ansiosamente la llegada
de estos dioses blancos y barbados a su tierra
americana, como si fueran realmente los hijos del
sol, de la llamada Luz del Mediodía.
106

De allí surgió en Albania o América, la vieja


mitología de los indo-arios, sobre los sonnen-
menschen u hombres del sol que en la mitología
europea de los milenios cuatro o cinco, había
tenido sus comienzos.

Entradas a la Tierra Blanca,


Hvétramannaland o América, desde el Asia y
Europa a través de
aproximadamente 20.000 años

Referencias:
A: China Central - Andidos
B: Sudeste asiático - Caribes o amazónicos
C: Chinos
D: Canoeros polinésicos
E: Canoeros polinésicos
1: Vikingos
107

2: Druidas
3: Celtas y templarios
4: Españoles
5: Fenicios, griegos y romanos

Siglos más tarde, Cristóbal Colón, otro navegante


hermético que conoce todos los pormenores de la
mitología, las tradiciones y los viajes de fenicios,
griegos, cartagineses, romanos, celtas, druidas y
vikingos, se decide a viajar al continente blanco,
preparando para ello, tres carabelas con las
medidas sagradas de la antigüedad.

De tal manera, Cristóbal Colón trae consigo, a


otros hombres barbados, rubios y de ojos celestes
o verdes que hacen revivir nuevamente en los
primitivos pobladores de América, las tradiciones
de siglos anteriores, acerca de los hijos del sol y de
los dioses blancos.
Debemos tener presente que los españoles,
venidos con el almirante y los posteriores, como
Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Diego de Valdivia
y tantos otros célebres capitanes de la conquista,
fueron considerados en un principio como si fueran
hijos del sol, mitología que pronto fue olvidada por
los pobladores americanos.

De acuerdo a las leyendas de la Tierra Blanca,


sus hijos esperaban la llegada de dioses blancos,
rubios y barbados que arribarían en grandes naves
o en carros de fuego, pero esta milenaria y poética
creencia americana, quedó para siempre sepultada
en la presencia de sus templos, de sus edificios,
de sus piedras sagradas, como un elocuente
108

testimonio de su grandeza espiritual y cultural.


Los primeros en entrar al Continente Blanco, luego
conocido como América, fueron los protoarios
asiáticos. Les siguieron los Fenicios, más tarde
los Druidas, luego los Griegos y Romanos, para
continuar los Celtas, los Templarios, los Vikingos y
los Españoles que la descubrieron oficialmente en
el año de 1492, bajo la conducción del navegante
hermético Cristóbal Colón.
109

CAPÍTULO XV

LAS MONTAÑAS MÁGICAS

En el proceso mental de todos los hombres y a


través de incontables generaciones sociales,
las grandes montañas o los cerros aislados
que emergen solitarios en las llanuras, fueron
fenómenos naturales que incitaron a la mente
humana a la creación de mitos y leyendas que
perduraron en el tiempo y dieron caracteres
mágicos o sobrenaturales, a esas imponentes
moles de granito, morada inevitable de dioses,
de espíritus, de hadas o de senderos inhallables,
donde la nieve, el viento y las neblinas, llenaban
de temor a los viajeros, quienes desistían de su
intento, por llegar a las cumbres nevadas, ante el
enojo de los dioses de la montaña mágica.

En las antiguas creencias de pampas, puelches y


boroganos, el monte llamado Casuati, en la Sierra
de la Ventana de la provincia de Buenos Aires,
protegió a las naciones indígenas de las grandes
inundaciones que hace milenios, sufrió esa enorme
región de la Argentina.
El cacique Tamanduaré y su esposa Neua,
gobernaban esos pueblos con especial sabiduría
y ante la amenaza de las aguas que cubrieron
toda la llanura, subieron al cerro Casuati y en
110

sus alturas, salvaron a los representantes de las


etnías aborígenes que luego de la inundación,
repoblaron las pampas y se multiplicaron en sus
descendientes.
El cerro de Casuati, entró en la mitología de los
pueblos y fue considerado como una montaña
mágica, del cono sur americano. Esta leyenda de
los pampas, tiene su constatación científica en el
hecho geológico, de que, la llanura bonaerense
fue en épocas pretéritas, el lecho de un profundo
océano.

El enorme cerro Milimoyu, de la cordillera de los


Andes, fue también considerado por la mitología
de araucanos, tehuelches y patagones, como una
montaña sagrada, donde los hombre se salvaron
de las aguas, al ser llevados por el cacique Suepán
a morar en sus alturas.

Las grandes cordilleras del planeta Tierra son


consideradas como sagradas o mágicas, por todos
los pueblos que viven cerca de ellas. De esta
manera, en los Andes, en los Pirineos, en los Alpes
o en el Himalaya, se atesoraron viejas culturas
que traen el conocimiento humano de milenios y
transvasado a través del tiempo, a pueblos de muy
diferentes latitudes.
Los proto-arios, se volcaron en largas oleadas
emigratorias, desde Pamir o el Indo, hacia Irán,
el Medio Oriente, el norte del África o las llanuras
interminables de la actual Rusia, Polonia, Alemania
y toda Europa, de allí pasaron primero a Albania o
la Tierra Blanca que más tarde se bautizaría como
América, para completar su periplo de grupos
111

étnicos y de antiguas culturas.


Esos mismos pobladores de la meseta de Pamir,
también se volcaron sobre los territorios de
Afganistán, Pakistán, India y el resto del continente
asiático, para completar su larga y milenaria
emigración de grupos humanos y culturas, pasando
por el estrecho de Bering a la solitaria y silenciosa
Albania, la Hvétramannaland de druidas, celtas y
vikingos.

Por ello, las culturas emanadas de todas aquellas


montañas mágica de los Alpes, Pirineos, Himalaya
o los Andes, presentan en definitiva las mismas o
similares características y sus grandes secretos son
conocidos, tanto en uno, como en otro continente.

El monte sagrado del Elbruz, en la milenaria Persia;


el monte Olimpo en Grecia, donde moraba el Dios
principal de la mitología Helena, llamado Zeus en
dicho país y Júpiter tonante para los romanos. El
Ararat de la mitología, ubicado en Cercano Oriente,
el Everest del Himalaya, el Aconcagua, el Tupungato
y el Milimoyu de los Andes, el Aconquija de la pre-
cordillera, el Champanquí, el Cerro Colorado o el
Uritorco, en las sierras de Córdoba, el Casuati, el
Vulcán o las Animas en las sierras bonaerenses, el
Montsegur y el Montsalvage en los Pirineos, son
todos ellos cerros sagrados, donde los hombres
elaboraron sus mitologías y sus hermosas y eternas
leyendas espirituales.

Debemos tener presente y no olvidarlo que jamás


existió un oriente ni un occidente. Desde la
aparición del homo faber y del homo sapiens, todos
112

los hombres fueron semejantes y ellos trasladaron


en sus cerebros, sus creaciones culturales a todos
los espacios del planeta Tierra.
La máxima verdad metafísica, está contenida en
aquella definición hermética que dice: “Todo es
uno y el Uno es Todo”.

En el siguiente gráfico, podremos apreciar


cómo el flujo y el reflujo de las culturas, con
sus conocimientos, sus mitos, sus símbolos, sus
leyendas, sus creencias, sus supersticiones, se
transpolaban a través de todas las montañas
mágicas o sagradas.

Las Montañas Mágicas


113

Interrelación metafísica entre las distintas


montañas Mágicas del Planeta Tierra, donde todos
sus Cerros Sagrados estaban interconectados
cósmica y telúricamente. De allí que hemos
realizado las flechas de ida y vuelta para
demostrar la comunicación existente. Del mismo
modo tenemos un paralelismo mitológico entre las
Montañas Sagradas y los Túneles Secretos, como
aquél que partiendo de Agharti, unía las masas
continentales de Asia, Europa, América y África. El
Hombre contemporáneo debe volver a las fuentes
de toda esa belleza espiritual que emana de las
antiguas concepciones herméticas y metafísicas.
114

CAPÍTULO XVI

EL CABALLERO PARSIFAL

El caballero Parsifal que en lengua persa, significa


literalmente “el hombre de Persia”, fue un personaje
esotérico, idealista, inmaculado, austero hasta el
sacrificio, de extraordinaria pureza mental y de
alucinada concepción religiosa.
En virtud de estas dotes espirituales que rodeaban
su personalidad, es nombrado por los Caballeros
de la Orden de los Templarios, a la cual pertenecía
Parsifal, como encargado de velar por la seguridad
del Santo Sepulcro de Jerusalén, cuya custodia se
le entrega y también debe proteger las reliquias
sagradas de ese lugar y hacerse cargo del llamado
Santo Grial o Graal y la bandera con la Cruz
Templaria, a los cuales debe proteger con su propia
vida.

La orden religiosa, encargada de la defensa de


esos lugares y objetos sagrados, se denominaba
por el año 1000, como los “Caballeros del Santo
Sepulcro” y ésta congregación hermética, mantenía
iglesias y misiones espirituales en distintos puntos
de Europa, de Palestina y de Persia.
Los Templarios, mantuvieron vigencia durante
varios siglos, pero luego tuvieron que abandonar
el Santo Sepulcro y en los países europeos donde
115

actuaban fueron aniquilados, mediante la prisión,


las torturas y la muerte. Quizá para el 1350, los
Caballeros Templarios no existían más y el Santo
Sepulcro fue arrasado por otros pueblos religiosos.

En la Inglaterra del Rey Arturo o Arctor, al caballero


Parsifal se lo conoce por el nombre inglés de Sir
Percival que en los primeros años de su vida se
desempeñaba como fiel escudero de un gran amigo
del Rey, llamado Sir Lancelot, quien era al mismo
tiempo caballero de la famosa Tabla Redonda,
cuyos integrantes, fueron Templarios y custodios
de la mágica espada Scalibur que pertenecía al Rey
Arctor y era el nexo sagrado de la unidad británica.
La leyenda de Parsifal o Percival, ya estaba
extendida entre las órdenes de caballería de ciertas
regiones europeas, con sus caballeros iniciados y
la búsqueda del Vaso Sagrado en los más lejanos
confines de la Tierra.

El poeta popular germano, Wolfram Eschenbach,


era analfabeto, como la mayoría de las gentes
de su tiempo y en Alemania, se les denominaba
como “Minesingers” que en la vieja lengua indo-
germánica, significaba a los poetas “del recuerdo”,
pues estaban dotados de un gran conocimiento
histórico y de una extraordinaria capacidad filosófica
y hermética, pues todos ellos eran iniciados o
maestros en las diferentes órdenes interpretativas
de su tiempo.
Por ello Eschenbach, manifiesta en su antiguo
poema llamado “Parsifal” que este caballero
inmaculado y visionario, era un héroe místico
que tenía revelaciones fundamentales, escuchaba
116

armonías cósmicas y poseía un conocimiento


superior para los hombres de su tiempo, dado
casualmente por la pureza de su espíritu y de sus
pensamientos.
Para nuestro tiempo, Parsifal sería un iluminado,
un parasensible, dotado de cualidades superiores,
un paranormal, un hipersensible, aplicando
definiciones de la psicología o la parapsicología
contemporáneas.
Se sabe a través de la leyenda histórica que Parsifal
o Persival, era hijo de una viuda y que su madre,
durante la niñez lo tuvo oculto en el bosque de
Woevre-Saelde, debido a las características de
incontaminado que poseía. Luego, a los dieciséis
años, según otras narraciones, entró al servicio de
Sir Lancelot y de Inglaterra y parte en una Cruzada
a liberar al Santo Sepulcro de Jerusalem.

Todas estas leyendas alemanas e inglesas e incluso


nórdicas que pertenecen a los siglos XI y XII nos
ubican en cierta medida, al caballero Templario
Parsifal y a su posterior y enigmático destino.
Richard Wagner, en siglo XX, también escribe
una ópera en Alemania que se llama “Parsifal”,
estructurada sobre el poema del minesinger
Wolfram Eschenbach y con todos los pormenores
de la antigua mitología que desde luego, tiene
muchísima más difusión que la vieja poesía de los
XI o XII.
Por su condición de iluminado, Parsifal, queda
como custodio del Santo Sepulcro y luego se le
entrega el Vaso Sagrado, para que lo defienda con
su propia vida, y lo lleve al sitio definitivo, donde el
Santo Grial debe quedar, para el regeneramiento
117

de la humanidad.
Del mismo modo, Parsifal queda a cargo de la
última bandera, con la famosa Cruz de la Orden de
los Caballeros Templarios, para ser transportada a
las Tierras de la Regeneración, conjuntamente con
el Vaso Sagrado.
Según Wolfram Eschenbach, el inmaculado Parsifal
prepara una nave sobre las costas europeas del
Atlántico y viaja en ella a un lejano continente,
ubicado en el Hemisferio Sur que no puede ser
otro que las meridionales tierras del llamado cono
sur americano.

En ese extraño periplo, Parsifal lleva consigo


el Vaso Sagrado y la bandera con la Cruz de los
Templarios. Según los testimonios de la leyenda,
Parsifal no regresa jamás de su viaje y se ignora,
hasta el presente, donde quedó depositado el
Santo Grial y la Cruz Templaria.

Wolfram Eschenbach, en su poema narra que


Parsifal no sólo llevaba el Vaso Sagrado y la
Cruz, sino que llevaba como misión, la búsqueda
de una Piedra Sagrada que mantenía la antigua
sabiduría de los pueblos asiáticos y americanos,
pues en Europa para esos años del siglo XI y XII,
aproximadamente en el 1150, ya se conocían
pormenores del Bastón de Mando o Piedra de
la sabiduría que tan afanosamente buscaron
alemanes, ingleses, chinos e indios, muchísimos
siglos después.
El gran misterio que encierra la vida de Parsifal,
es su desaparición en el viaje que este iluminado
caballero, realiza al continente de las Altas
118

Montañas Sagradas en el Hemisferio Sur.


Para la mitología indo-germana, Parsifal buscaba al
Santo Grial montado en un caballo alado, semejante
al Pegaso de la leyenda que podía volar por los
aires. Recordemos que Cábala equivale a Caballo
y que dicho animal era empleado por los magos de
su tiempo, para transportarse volando. El caballo
es para la antigua mitología, un ser de integración
solar, pues incluso forma una constelación, lo
mismo que el león.

Toda esta belleza espiritual de las fábulas que


acompañan al hombre desde milenios, se traduce
en el escudo de los Templarios, donde estaban
representados dos caballeros montados sobre el
mismo caballo. Uno de ellos miraba hacia delante
y el otro miraba para atrás.
Para la ciencia Hermética y las Escuelas
Primordiales, esa posición de los jinetes, significaba
el conocimiento de los mundos paralelos. El Endo
y el Exo, el adentro y el afuera, la materia y la
antimateria, lo de adelante y lo de atrás, lo de
arriba y lo de abajo. El caballo que empleaban los
templarios, en sus viajes incorpóreos se llamaba
Turcoman.
119

CAPÍTULO XVII

EL SANTO GRIAL Y LA CRUZ TEMPLARIA

Los herméticos y los esotéricos de Europa,


se dedicaron durante siglos al estudio y la
investigación, para conocer todas las posibilidades
y los problemas surgidos con motivo de la presencia
física y metafísica del Vaso Sagrado o Santo Grial
y de su posterior desaparición en algún lugar de
Europa o de Sudamérica.

La búsqueda fue intensa y desde Tierra Santa


hasta los Pirineos, el Santo Grial fue rastreado por
miles de investigadores y estudiosos, dedicados a
diferentes disciplinas, como en el caso de filósofos,
herméticos, arqueólogos, religiosos, metafísicos,
iluminados, historiadores o esotéricos.
Hasta la década del cuarenta, fue buscado en
monasterios de los Pirineos y en diferentes lugares
de Sudamérica, especialmente en los países
meridionales de ese continente, donde la mitología
y las leyendas, daban desde hace más de mil años,
su sagrada presencia.

Para la antigua ciencia hermética, el Vaso o Cáliz


Sagrado de los cristianos había salido de Tierra
Santa rumbo a Europa y de allí, trasladado a la
región sur de Albania o Tierra Blanca, para ser
120

depositado eternamente, junto a otro símbolo


de características extraordinarias que pertenecía
a la mitología proto-aria americana y estaba
representado por un Toqui Lítico, denominado el
Bastón de Mando o la Piedra de la Sabiduría.

El Santo Grial o Graal, para quienes estudian


mitos, leyendas, simbologías o metafísica, era el
Vaso, luego transformado en Sagrado, donde José
de Arimatea, logra recoger la sangre energetizada
que vierte Jesús, al ser traspasado por la lanza el
día de su crucifixión y muerte.
Para algunos autores el Graal, sería una piedra
sagrada, distinta del Grial que es, en efecto, el
Vaso o Cáliz donde se recoge la sangre de Jesús, al
ser lanceado. Esta sutil diferenciación entre Graal
y Grial, no agrega ni quita nada, a la idea del Vaso
o Cáliz, pues en definitiva, el cristal es siempre
un mineral y en caso de ser un Vaso metálico, es
asimismo de procedencia mineral. Según parece
el Cáliz Sagrado, era de un color verdoso claro.

En la mitología del poema Parsifal, su autor,


Eschenbach nos cuenta que el Grial, en sus
orígenes fue una piedra preciosa, de forma
alargada, caída de la corona fulgurante del Luzbel
o Lucifer, mientras mantenía un combate estelar.
Las palabras antedichas, equivalen a Luz Bella,
Hermosa, tal la denominación que recibía ese
ángel que encarnaba al mal, en la antigüedad.
El minesinger germano, cree en algún momento
de su poema que el Santo Cáliz, se encontraba
depositado en la fortaleza religiosa de Montsalvage,
ubicada en los montes Pirineos y otros estudiosos,
121

en cambio, sostienen que El Grial fue dejado por


Parsifal en el templo de Montsegur, también de la
cadena de montañas de los Pirineos.

La comunidad hermética de los Cátaros, se encargó


de levantar el templo religioso en el monte de
Montsegur que era de características sagradas y
que incluso, fue edificado sobre las ruinas de otro
templo antiguo que estaba dedicado a la iniciación
solar.
Los Cátaros realizaban en ese templo religioso,
estudios e investigaciones astronómicas y
esotéricas. Los iniciados de la comunidad
Cátara, desaparecieron de Europa en el siglo XV
aproximadamente y fueron exterminados por el
odio y la ignorancia, de aquellos oscuros tiempos.

Hasta las postrimerías de la década del treinta,


estudiosos, investigadores, metafísicos y
esotéricos, especialmente de Europa, buscaron en
Montsegur y en Montsalvage, la presencia real del
Cáliz Sagrado, sin lograr su afanoso cometido.
Otras legiones de investigadores, buscaron el Santo
Grial y la Cruz Templaria en el cono sur americano
y de modo intenso, en el territorio argentino,
donde el antiguo conocimiento hermético, lo tenía
explicitado.

Así entre 1930-1936, alemanes, ingleses e indios,


buscaron el Cáliz Sagrado y el Bastón de Mando,
en el cerro Sagrado de Casuati, en la Sierra de la
Ventana, provincia de Buenos Aires, como también
en el Calaguala, en el Cerro Colorado, en el Uritorco
y en Cabana, parajes estos de la Sierra Chica o de
122

Viarava, en la provincia de Córdoba.

De la misma manera, tanto el Grial como el Bastón


de Mando, fueron buscados en el cerro Milimoyu
de la cordillera de los Andes, sin ningún resultado.
Los estudiosos y metafísicos, se basaban en
los conocimientos impartidos por las Escuelas
Primordiales y por la sabiduría atesorada en los
pueblos de la más remota antigüedad, heredada en
milenios posteriores, por los iniciados herméticos
indo-germanos.

En determinadas épocas, se creyó que el Santo


Grial, estaba guardado en el monte sagrado
de Kailas, en el HImalaya. Otros estudiosos lo
ubicaban en el monte Thabor de los Pirineos o en
el cerro sagrado de Elbruz, en la Persia o el Irán
contemporáneo.

Cuando los buscadores alemanes, en la década del


treinta, trataban de ubicar el Cáliz Sagrado y la
Piedra de la Sabiduría, elementos mágicos para el
regeneramiento humano, previsto para los años
ochenta, no pudieron darse cuenta que, en esos
cerros y montañas de la provincia de Córdoba,
había descansado por milenios el Bastón de Mando
y que para ese tiempo, ya el maestro Orfelio
Ulises, iniciado en Shamballa, tenía en su poder
la maravillosa Piedra de Basalto, hallada a los pies
del inmutable Uritorco.
123

CAPÍTULO XVIII

WOLFRAM ESCHENBACH Y
EL BASTÓN DE MANDO

El minesinger Eschenbach conocía en detalle,


la existencia en las lejanas tierras de Albania
o Hvétramannaland, luego rebautizada como
América, del Bastón de Mando o Piedra de la
Sabiduría.
No es difícil deducir cómo los europeos, hace miles
de años, podían conocer de la presencia de una
Piedra Sagrada en el sur de América, si tenemos
en cuenta que en las Escuelas Primordiales de Asia
y de Europa, se atesoraban tales conocimientos y
se transmitían entre los estudiosos y herméticos
que visitaban tales centros de sabiduría primordial.
Al no existir oriente ni occidente, como
contradicciones de conocimiento o cultura, pues
todos los pueblos poseían bases similares de
sabiduría, las más antiguas referencias estaban en
poder de los hombres superiores de los diferentes
continentes.
De allí que Wolfram Eschembach, como hermético
y minesinger, no le estaba vedado el conocimiento
físico o metafísico de otros pueblos, lo mismo
que a Parsifal, por su condición de iluminado, de
hermético y de iniciado, en la antigua orden de los
caballeros templarios.
124

El Bastón de Mando del cono sur americano, no


sólo fue conocido históricamente por Eschenbach y
por Parsifal que sale en su búsqueda para cumplir
con una idea de milenios, sino por infinidad de
esotéricos, herméticos, iniciados e investigadores
de distintos continentes que en diferentes tiempos
históricos, buscaron en Chile, Brasil, Paraguay y la
Argentina, la famosa Piedra Sagrada de Basalto
que para la década del treinta, fuera hallada por
un maestro hermético, en las Sierras de Córdoba
de la República Argentina.
Sin bien, el Bastón de Mando que mencionaba
Eschenbach, en su poema Parsifal, fue encontrado
en los años treinta en el cono sur de América, el
Vaso Sagrado y la Cruz Templaria, no pudieron
encontrarse pese a los denodados esfuerzos
realizados en Medio Oriente, Europa y América del
Sur. El gran misterio de su existencia queda aún
por descifrarse.
125

CAPÍTULO XIX

EL BASTÓN DE MANDO Y
LA CIENCIA HERMÉTICA

El posterior y definitivo hallazgo del Bastón de


Mando, no fue casual ni imprevisto, por el contrario,
quién lo descubrió ya conocía de su existencia y
de su ubicación aproximada, pues fue realizado
por un maestro de la ciencia hermética, llamado
Orfelio Ulises, de vieja cepa aborigen-española ya
que algunos de sus antepasados eran de estirpe
pampa y nació en el partido de Bolívar, provincia
de Buenos Aires, Argentina.
A los veintidós años de edad viajó al Himalaya
y durante 8 años, se preparó en una Escuela
de Sabiduría Hermética y Espiritual Tibetana,
denominada Shamballa, de cuya existencia se
conocen dos iguales, una subterránea y otra en
la superficie, donde sólo se puede entrar, si el
aspirante recibe un llamado de los maestros.

Luego de su largo estudio regresó a México y


durante 7 años, recorrió la cordillera de los Andes
de a pie, mandato irrevocable que recibió, para
interiorizarse en profundidad, de la antigua ciencia
que se imparte en las Escuelas Primordiales
sudamericanas.
Ya en Chile, cruzó la cordillera andina y se instaló
126

en Córdoba, donde fundó un Centro de Estudio


dedicado a las Ciencias del Hombre. Según sus
propias manifestaciones ya en el Tibet, le habían
dado la ubicación de su Escuela y la misión de
encontrar el famoso Toqui Lítico de la Sabiduría.
La cultura del Hombre tiene sus raíces entrelazadas,
pues Oriente y Occidente no existen, dado que
todo es una misma vida, desarrollada en diferentes
tiempos y en distintos territorios, pero la sabiduría
del Hombre es exactamente la misma.

El Bastón de Mando fue hallado en las cercanías


del Cerro Uritorco, dentro del pequeño triángulo de
fuerzas que se ubica entre Calaguala, Serrezuela y
Cerro Colorado.
Para el antiguo mensaje, la explicación debía ser
buscada en la antípoda del lugar del hallazgo, pues
allí está la inversión del día y de la noche en el
tránsito solar.
En esa antípoda que en griego equivale a “debajo
de mis pies”, puede haberse encontrado la Escuela
Primordial o bien el Templo Sagrado, cuya sabiduría
creó el Toqui Lítico que permaneció milenios
enterrado, en el vórtice de fuerzas del cono sur
americano.

Todos estos símbolos y tradiciones mitológicas de


la cultura humana, fueron analizadas y estudiadas
en diversas oportunidades por investigadores de
distintos países, entre ellos, el psicólogo, suizo,
Carl G. Jung, quien conoció la existencia del Bastón
de Mando y sus cualidades históricas y metafísicas.
La Piedra Sagrada, representa el poder espiritual
del cono sur americano, desde donde ha de partir
127

el próximo regeneramiento de la especie humana,


tal como lo determinan las viejas enseñanzas
atesoradas en las Escuelas Primordiales de la
ciencia Hermética.

El Santo Grial, por su parte representaría la fuerza


mística y moral del primitivo cristianismo de
iniciación solar, símbolo mitológico de las religiones
monoteístas.

Entre el Bastón de Mando que era buscado por


el caballero Parsifal y el Santo Grial que dicho
iluminado portaba, se establecería la conjunción
definitiva del resurgimiento de un nuevo mundo,
luego de la caída estrepitosa de esta civilización
decadente y materialista que se encuentra próxima
a su fin.
128

CAPÍTULO XX

LOS GRANDES CACIQUES LO


BUSCAN AFANOSAMENTE

Los grupos indígenas de la Argentina, conocieron


también la vieja leyenda del Bastón de Mando y su
posible ubicación, dentro del triángulo de fuerzas
que existía en los territorios ocupados desde
milenios por comechingones y sanavirones, en la
actual provincia de Córdoba.
Infinidad de caciques o grandes úlmenes de las
diferentes naciones aborígenes, buscaron el Bastón
de Mando, para obtener su sabiduría infinita y el
poder de unificar los pueblos americanos. Cada
uno de estos caciques, la buscó dentro de sus
propias tierras y a veces, sobre territorios vecinos
o alejados.

El araucano chileno, llamado Calfucurá, cuyo


nombre casualmente significa “Piedra Azul”,
conoció en Chile, en su juventud la existencia de
esa Piedra Sagrada que según sus mentores, se
encontraba en el área de las Sierras de Azul y
la Ventana, en la provincia de Buenos Aires, en
virtud de tales datos, Calfucurá se afincó cerca
de Salinas, en el sudoeste bonaerense y desde
allí realizó varios viajes a la zona serrana, antes
mencionada, con el firme propósito de encontrar
129

el Bastón de Mando que le otorgaría su anhelado


poder de consolidar la unidad indígena americana
y ser al mismo tiempo poseedor de su sabiduría
muchas veces milenaria.

Este símbolo proto-ario americano, no pudo


ser hallado por el cacique araucano, pues fue
rastreado en cerros, donde no se encontraba y en
las márgenes del propio Arroyo del Azul o Caful-
leuvú, pero sin ningún éxito. Calfucurá conocía
incluso, la forma de la Piedra Sagrada y su color
negro azulado, ya que es de roca basáltica.
Al serle esquiva la suerte, con respecto al Bastón
de Mando, difundió entre su pueblo, la noticia del
hallazgo de la Piedra Azul, con la cual, él obtendría
el poder unificador sobre las tribus indígenas, ya
que tal era su propósito manifiesto.

Si nos atenemos a la leyenda, posiblemente los


dioses de la Pampa, no estaban conformes con
esa ambición de poder del cacique extranjero y no
pudo localizar el Toqui Lítico que se encontraba en
el corazón de las Sierras Chicas de Córdoba.
Por lo que vemos, el araucano Calfucurá, estaba
al tanto de toda la verdad sobre la Piedra de la
Sabiduría y la búsqueda de la misma se produjo a
partir de los años de 1833-1834.-

El cacique araucano Feliciano Purrán que vivía sobre


la cordillera de los Andes, cerca del río Neuquén,
según las leyendas de su tiempo, también conocía
los pormenores del Bastón de Mando, pero no se
sabe con exactitud en que lugares de la Argentina,
lo pudo haber buscado.
130

También el cacique general Valentín Sayhuequé,


el rey de las manzanas, ulmen de los tehuelches
conocía de la existencia de esa Piedra Mágica y
Sagrada y sus machis y brujos, le habían anticipado
su participación como Jefe de la Confederación
Indígena Sudamericana, proyecto que estuvo en
su mente, pero jamás pudo cristalizarse.

El Bastón de Mando era la sabiduría y el poder del


cono sur americano, pero en la ciencia hermética
estaba determinado que recién a partir de los
años de 1930, iba a resurgir nuevamente en la
Argentina y desde los años ochenta, comenzaría su
obra de regeneración de una humanidad destruida
por el materialismo, la violencia, la ambición y el
egoísmo.
131

CAPÍTULO XXI

OTROS ESTUDIOSOS TAMBIEN LO CONOCEN

Roger Bacón, el celebre filósofo e iniciado inglés,


en una de sus obras publicada en el año 1230,
menciona textualmente de la existencia de un Libro
Sagrado y de una Piedra de la Sabiduría que se
encuentran en una elevada cordillera, de un lejano
y silencioso territorio, ubicado geográficamente en
el extremo meridional del Hemisferio Sur.

Esta ubicación exacta de Roger Bacon, coincide de


modo absoluto, con el lugar donde se encontraba
el famoso Bastón de Mando, pues al no existir
la Argentina y no conocerse la denominación
actual de cono sur americano, el filósofo inglés,
sólo consigna los datos geográficos de su tiempo,
aun cuando América no había sido descubierta
oficialmente, pero ya a ese continente se lo ubicaba
como Albania o Tierra Blanca, en el Hemisferio Sur
y con su elevada Cordillera Meridional.
El estudioso inglés, era un hermético profundo y
ya conocía las implicancias de la Piedra de Basalto,
en el futuro de ese territorio silencioso y en la
energía cósmica y telúrica de los triángulos mayor
y menor de fuerzas que se encuentran destinados
para el regeneramiento moral y espiritual de la
132

humanidad, a partir de los años 80, en el siglo XX.

El caballero Parsifal, según el poema de Wolfram


Eschenbach, buscaba también en el cono sur de
Albania, al Bastón de Mando y donde según parece
quería depositar el Santo Grial de la mitología
europea.

Al minesinger Eschenbach, lo apasionaba la idea


de esa misteriosa piedra negra de basalto que se
encontraba depositada en tierras ignotas y lejanas,
la cual representaba, la unión y la sabiduría de
los pueblos que habitaban en esos desconocidos
territorios

Richards Wagner, el compositor alemán de grandes


ópera, crea en el siglo XX, una obra basada en la
vida del caballero Parsifal y tomada, en gran parte
de la leyenda recogida y ambientada por el poeta
popular Wolfram Eschenbach, entre los años de
1170-1220.
La ópera Parsifal de Wagner, adquiere extraordinaria
notoriedad en el mundo entero y su autor, menciona
en sus pasajes a la famosa Piedra de la Sabiduría.

El poeta argentino, Arturo Capdevila, nacido en


Córdoba, área geográfica donde se encontraba
depositada por milenios la Piedra Sagrada de
Basalto, menciona en uno de sus poemas al Bastón
de Mando del cono sur americano y en una obra
teatral, representada en la ciudad de Buenos Aires,
la Piedra de la Sabiduría es mencionada en uno de
sus actos, donde figura en el centro del escenario,
pero al tenerse sólo noticias de su forma, el objeto
133

que se expone tiene la conformación de un cilindro


alargado de color negro y de base hexagonal.
En ese tiempo, el poeta Capdevila y los productores
de la obra sólo conocían al Toqui Lítico, por sus
referencias históricas, arqueológicas o mitológicas,
pero no de manera directa, pues recién años más
tarde, sería hallada en las cercanías del cerro
Uritorco.

En un matutino de Buenos Aires, en julio de


1980, Mario Requeni escribe un artículo, sobre los
trabajos intelectuales del psicólogo y estudioso
chileno Miguel Serrano, quien se refiere a la Piedra
de la Sabiduría y aclara cómo los alemanes, en los
años 1100, ya se referían a la Piedra de Basalto,
aun cuando América no había sido descubierta
oficialmente por el almirante Colón.

Los maestros de la ciencia argentina, entre ellos


el profesor de la Universidad de Córdoba, doctor
Luis Juárez Echegaray, el profesor de Sociología
y Metafísica, doctor Francisco Walter Torres, el
arqueólogo e ingeniero civil Anibal Montes, el
profesor de Filosofía de la Historia de la Universidad
de Buenos Aires, doctor Mario García Acevedo, el
profesor de la misma Universidad, doctor Ramón
Alsina y el escritor e historiador, doctor Rodolfo
de Ferrari Rueda, conocieron los pormenores del
Bastón de Mando y eran partícipes de sus orígenes
y de su vaticinio, para el cono sur americano,
además de integrar la Escuela que junto al maestro
Orfelio Ulises, mantuvieron al Toqui Lítico, hasta
septiembre de 1948.
134

El filósofo alemán, Dr. Mario Schneider, tiene


conocimientos del Bastón de Mando en el territorio
argentino y un arqueólogo llamado Manuel Almeida
de la provincia de Entre Rios, se sintió tocado por
la presencia de la Piedra de Basalto y manifiesta
que en una ciudad del Tibet, tienen una pieza lítica
con grabaciones, en la cual se señalan tres puntos
coordinados de América del Sur y esos tres puntos
integran el triángulo de fuerzas de la Argentina,
conocidos desde hace milenios por las Escuelas
Primordiales, instaladas en diversos países del
planeta Tierra.

Es casualmente, en ese especialísimo triángulo


de fuerzas que se apoya entre Serrezuela, Cerro
Colorado y Calaguala, en la provincia de Córdoba,
donde el físico italiano Guido Buffo, instalara su
centro de estudios del péndulo que lo hiciera
famoso en el mundo entero, incluso por las leyes
físicas pendulares que llegó a concretar.
El gabinete de investigaciones científicas que
instaló el profesor Buffo, se encuentra cercano a la
localidad de Cabana y al cerro del mismo nombre
que en lengua quichua, equivale a Mirador. Este
paraje, pertenece a las Sierras Chicas de Córdoba
y se encuentra enclavado en el área triangular
menor de la argentina, casualmente por la actividad
energética, tanto cósmica como telúrica que en
ella se registra.

Otros estudiosos e investigadores que conocieron


y estudiaron el Bastón de Mando, fue el ingeniero
alemán y notable arqueólogo, barón Jorge von
Hauenschild, quien para 1948 realizó un estudio
135

completo y exhaustivo sobre el Toqui Lítico, en el


Instituto de Arqueología, Lingüística y Folklore de
la Universidad de Córdoba, Argentina y constató
una edad de ocho mil años, en esa piedra basáltica,
pulida con la técnica del Neolítico inferior de 1,10
metros de largo, con 4 centímetros en su base
redondeada y afinado en su extremo superior,
con lo cual toma la forma de un cono alargado,
semejante a los misiles contemporáneos y cuyo
peso alcanza a los cuatro kilogramos, siendo su
color negro brillante, por ser de roca basáltica,
de origen magmático y tiene la apariencia de un
metal, produciendo asimismo un sonido de tipo
metálico.
En las pruebas de espectrografía a que fue
sometido, hace más de treinta y seis años, se
detectó un campo electromagnético de singular
intensidad, con irradiación intensa por sus dos
extremos y también en su zona central.

Esta Piedra Sagrada de la antigüedad americana,


otorgaba sabiduría cósmica y protección a quien
la poseyera, dentro de las normas herméticas
establecidas y confiere poder espiritual para
producir el regeneramiento humano, después
de los años ochenta, en que la humanidad iba a
ser destruida por el materialismo, la violencia, el
egoísmo y la ambición.

En la década del treinta, fue buscada por una gran


cantidad de alemanes, inglese, indios, japoneses,
tibetanos y norteamericanos. El Bastón de Mando
era para ellos una Piedra Sagrada, un Rumipal
de los viejos quichuas. De allí que filósofos,
136

metafísicos, arqueólogos, políticos, historiadores,


investigadores, esotéricos y herméticos, la
buscan afanosamente en el cono sur de América,
especialmente en Chile y Argentina.
El libro Sagrado que menciona Roger Bacon, bien
pudo haber sido uno de los tantos Códices, escritos
por Mayas, Aztecas, Toltecas, Navas, Chibchas,
Pueblos o Incas y que más tarde, sacerdotes
romanos llevan a la Biblioteca privada del Vaticano,
donde quedaron fuera del conocimiento de los
investigadores.
También pudo haber sido el llamado Popol Vuh,
que es de una cultura hiperbórea, preparado por
los mayas de Centro América.

Lo fundamental consiste en que el milenario Bastón


de Mando encontrado en las cercanías del Uritorco,
tiene presencia física y energética y fue hallado
en las Sierras Chicas de Córdoba, la Viarava de
los comechingones en la década del treinta, donde
la Escuela Primordial de Shamballa, lo había
determinado con miles de años de anticipación.
137

CAPÍTULO XXII

EL HALLAZGO EXTRAORDINARIO

A principios de la década del treinta, el maestro


Orfelio Ulises, cuyo nombre griego equivale “al
viajero que lleva la música”, “al que es portador de
la armonía”, de acuerdo a las instrucciones recibidas
en Shamballa, la terrestre, inicia una serie de viajes
de investigación, en la zona delimitada por las
cadenas montañosas, denominadas como Sierras
grandes y Sierras Chicas, especialmente en los
alrededores de Calabalumba y Capilla del Monte,
ambas localidades cercanas al cerro Uritorco, que
en lengua quechua significa de los loros, de las
voces: urit o loro y orco que es cerro.
Cierto día se siente como atraído a trabajar, en
las cercanías del cerro antes nombrado. A poco
de remover tierra y cascotes, pone al descubierto
un mortero o canana de granito, con su mano de
piedra al lado. Entusiasmado por ese hallazgo de
tanto valor, continúa excavando, cuando la pala
tropieza con un objeto que el Maestro cree es de
metal, por el sonido que produce.
Afanoso, limpia de materiales la zanja que está
abriendo, se arrodilla para estar más cómodo y
al introducir las manos, toca algo terso y pulido
que le produce una conmoción extraña, como si
hubiera recibido una incomprensible descarga de
138

fuerzas en su cuerpo.
Nota que una sensación de angustia lo posee,
pasa sus dedos bajo esa superficie alargada que
se encuentra semioculta entre arena y guijarros
y al levantarla, siente que sus sienes le golpean
y un sudor frío corre por su cuerpo. Es tanta la
emoción que lo embarga que al correr la Piedra
Sagrada hacia arriba, pierde el conocimiento y cae
al suelo, ignorando el tiempo que así estuvo.

Orfelio Ulises no tiene dudas, tal como le indicaron


sus Maestros, él, en la inmensidad de las sierras
de Viarava, donde habitaron los indios barbados
de América, los comechingones, ha encontrado
el tesoro codiciado desde Parsifal a Roger Bacon,
pasando por Calfucurá o los buscadores de
Alemania, China, Japón, Norteamérica, Inglaterra
o el propio Tibet.
De rodillas, delante del Bastón de Mando, sólo
atinaba a apoyar su frente en la tersura del basalto
y a recibir la fuerza penetrante del Toquí Lítico
que durante miles de años, había dormido en el
corazón de la madre Tierra, esperando el momento
de su reactivación mitológica, en manos de quien
debía poseerlo como antaño ya lo habían hecho los
sabios caciques del cono sur americano.

Allí, enclavado en el triángulo menor de fuerzas


de la eterna Albania de los dioses blancos, Orfelio
Ulises rescataba el mensaje de los milenios, en esa
Piedra Sagrada, cónica, alargada y negra, como si
del espacio cósmico hubiera llegado un vaticinio
astral al Uritorco.
139

Es el valle de Punilla, las sierras mágicas de Viarava,


el Cosquín de los Comechingones, Guañusacate,
Paravachasca, la Pampa de Olaen, el solitario
Calaguala o el Cerro Colorado, con sus pinturas
rupestres y la danza ritual de los Sanavirones.

Porque ese clima benigno y positivo, con los


inviernos y veranos de frescas noches y soleados
días; con la intensa radiación de su corteza interior
que unida a la actividad cósmica, hacen de esa
región, un lugar apto para la vida humana, donde
los males del pulmón encuentran una mejoría
notable.

La ciencia tiene una contestación adecuada,


cuando se instalan dentro de esa zona geográfica
sanatorios de montaña, para la recuperación de
los enfermos y cuando los indios pre-colombianos
y aun, los posteriores al descubrimiento, pasaban
en los valles de Punilla, de Calamuchita y en las
sierras adyacentes, las temporadas de verano,
atraídos por su clima, la bondad de las aguas, sus
bosques, sus frutos silvestres y las sierras que
emanaban una energía tan singular que parecía
advertirse, de solo transitar por ellas.

Todo ese delimitado paraíso o walhalla terrenal, era


debido a la conjunción energética de radiaciones
telúricas y cósmicas que se producían en ese
campo triangular de fuerzas que el conocimiento
hermético, ha tenido reservado durante milenios,
para el futuro regeneramiento humano.

En el mapa que insertamos a continuación, pueden


140

observarse las cadenas de montañas, tanto de las


Sierras Chicas como de las Grandes que componían
la antigua orografía comechingona de Viarava y
Charava respectivamente y las localidades actuales
que componen la totalidad del área geográfica, del
llamado Triángulo de Fuerzas de Terrera o Triángulo
Menor, dentro del Cono Sur americano.

El Triángulo de Fuerzas de Terrera


en la Argentina
Ubicación:
Provincia de Córdoba
Departamentos: Parte de Calamuchita, Colón,
Capital, Punilla, Cruz del Eje, Totoral, Tulumba, Río
Seco, Ischilín y Pocho.
Lugar del hallazgo del Bastón de Mando:
Departamento Punilla.
Lugar: Sierras Chicas o de Viarava.
Paraje: Cerro Uritorco.
141

Ubicación de los Triángulos de Fuerza en


el Territorio Argentino: Triángulo Mayor,
Triángulo de Terrera y Triángulo de Bahía
Blanca. Existen otros pero de menor
importancia.
142

CAPÍTULO XXIII

EL VALLE DE LOS ESPÍRITUS

Introducción

La antigua mitología de los pueblos ándidos de


Sudamérica, ubicados desde el Río Grande de
México, hasta la Tierra del Fuego en la Argentina,
fueron creyentes y transmisores de hermosas
leyendas espirituales, donde mencionaban ciudades
secretas, cerros sagrados y valles o quebradas que
ello denominaban alternativamente y en distinto
parajes, como Valle de los Espíritus o Valle del
Silencio.

No era de extrañar que los ándidos, cuya dispersión


por el antiguo Continente Blanco, tuviera como
base mitológica, todo aquello que se refiera a
una geografía de elevadas montañas, dadas las
características de la enorme región que habitaban,
por cuanto su milenio desplazamiento de norte
a sur, se realizó por ambos lados de la Cordillera
de los Andes a través de hermosos y paradisíacos
cerros, valles o quebradas.

Los viejos pueblos indígenas americanos, de origen


proto-ario asiático, tuvieron una base étnica en
común y procedían del Asia Central o del sudeste de
143

dicho continente, entrados desde el decimosexto


al undécimo milenios aproximadamente, por el
estrecho de Bering. De allí que sus costumbres
, ceremonias, creencias, idioma y cultura en
general, procedían de un mismo origen cultural,
desplazado por todo el territorio americano y en
especial por la región andina, con sus lógicas y
posteriores transformaciones culturales pero que
en esencia, respondían a idénticos patrones de
creaciones formales y materiales.

Las mismas lenguas de estos protoarios asiáticos y


luego americanizados, tuvieron su origen sánscrito
y con el correr de los milenios, particularizados en
las expresiones idiomáticas de mayor antigüedad,
como el tibetano, el parsi o el urdu en las regiones
asiáticas de la India, Pamir, Nepal o el Tibet.

Luego en el Continente Blanco o Americano, quizás


una lengua única fue el basamento común de los
pueblos, desde México hasta la Argentina, para
luego irse diferenciando en distintas expresiones
idiomáticas, como lo fueron entre otras, el llamado
Cacán o más antiguo, el Aimará que le siguió y el
Quichua que fue la base lingüística de un enorme
territorio meridional.
El grupo etno-cultural ándido, abarcó desde los
aztecas, a los mayas, chibchas, incas, diaguitas,
calchaquíes, comechingones, huarpes, sanavirones,
juríes, tonocotés, pampas, araucanos, tehuelches,
onas, yaganas y alacaluf, ya en el lejano marco
austral de la Tierra del Fuego. Todas estas etnías,
fueron pobladoras de sierras, mesetas, valles
y quebradas, salvo los pampas de las llanuras
144

meridionales de Sudamérica, pero que también


habitaron en las sierras de Tandil, Pillahuincó y la
Ventana y tuvieron como otros ándidos, sus cerros
sagrados, como el Casuati o las Animas y sus
blancas luces en el Valle de los Espíritus.

Este conocimiento introductorio sobre los orígenes


de los pueblos protoarios americanos y sus
posteriores desplazamientos por el continente, era
imprescindible para ubicar sus culturas y dentro
de éstas, valorar sus costumbres, ceremonias,
creencias, supersticiones, leyendas y mitologías
que en estos grupos humanos, fueron de tanta
belleza y espiritualidad.

Recuerdo cuando niño, cómo entre los


descendientes de los antiguos aborígenes y de
sus sucesivos entrecruzamientos con españoles
y aún, en los mismos hijos o nietos de europeos
que habitaban en el interior del país, era dable
escuchar cuentos y leyendas, provenientes de
lejanos tiempos, donde se hablaba, entre tantas
cosas de las grandes luces que brotaban de la
tierra, en profundas quebradas o en las laderas
de escarpados cerros, para iluminar los campos
o viajar silenciosas y etéreas, por encima de las
sierras, desparramando la claridad de sus luces
misteriosas e intocables.
Para esos tiempos de la década del treinta, en que
guardo mis primeros recuerdos y memorias, todas
esas leyendas y conversaciones me apasionaban
en grado sumo. Años más tarde, al iniciar mis
estudios universitarios, esas creencias mitológicas,
las estudiaba en textos de etnografía, etnología o
145

folklore y constataba como esos extraños parajes,


esas luces, esos espíritus de la creencia popular,
esas ciudades secretas o subterráneas, eran
fruto de ancestrales mitologías, cuyas entradas
el hombre buscaba afanosamente sin poderlas
encontrar, lo mismo que el vellocino de oro, el
ukamar, las salamancas escondidas o el temible
basilisco.

Para el conocimiento popular, las luces de diferente


tamaño e intensidad que surcaban por el espacio,
cruzando los cerros o las hondonadas, eran los
espíritus de los antiguos aborígenes que con
distintas energías, estaban allí enterrados por
centenares y por las noches, se elevaban de los
enterratorios, para vagar luminosos por los altos
cerros y aposentarse en sus laderas, iluminando
sus antiguos y silenciosos lares.

La Ciencia y la Creencia Popular

Para comprender estos hechos que se producen de


manera física, en determinados lugares del país,
debemos analizar sus posibles causas y establecer
una relación aceptable entre la leyenda mitológica
y la explicación científica de los hechos.
Tengo la obligación de explicar la parte de creencia
popular con aquello que se refiere al conocimiento
de la ciencia, para otorgar más belleza aún, a
esta fantasía del pensamiento humano que los
estudiosos, no podemos ni negar su existencia, ni
tampoco aseverarlo como un hecho comprobado,
demostrado, mostrado y repetido, aun cuando el
acontecimiento físico, pueda verse y repetirse en
146

el sitio geográfico donde se manifiesta.

Para dar algunas connotaciones de carácter


científico, sin que esto signifique una similitud entre
las luces de los llamados Valle de los Espíritus y
ciertas determinaciones lumínicas que se producen
físicamente sobre objetos o lugares, podemos
mencionar el fenómeno denominado como Fuego
Fatuo que se produce por la inflamación de ciertas
materias que se elevan de sustancias animales
o vegetales en putrefacción y forman pequeñas
llamas y efectos luminosos que se ven andar por
aire a poca distancia de la tierra, especialmente en
parajes pantanosos y en los cementerios.
Esta característica de los Fuegos Fatuos, daría
lugar a la presencia de la llamada Luz Mala,
conocida en todos los grupos humanos del planeta
Tierra, como una superstición muy antigua que
ha dado lugar a la creencia popular de las luces
malas, superstición de los hombres que temen a
la aparición o presencia de espíritus malignos en
ese lugar.
Esta luz de tipo errático, es producida también
por sustancias orgánicas de huesos y vegetales
que entran en descomposición y se inflaman por
combustión con elementos meteorológicos del
propio espacio.
El metano es un gas muy inflamable y volátil,
llamado también “gas de los pantanos” que se
produce a nivel del suelo y por descomposición
de elementos animales o vegetales que le dan
origen. Este gas sale en forma de corrientes
gaseosas a nivel del suelo y es conocido en todos
los parajes de la tierra. La inflamación del gas
147

metano con el aire, integra el llamado Grisú, con el


cual provoca grandes explosiones. Este elemento
gaseoso conocido como metano por lo general es
combinado y se encuentra mezclado con nitrógeno,
gas carbónico y a veces, con vapores de petróleo.
Su luminosidad es tan importante que se lo emplea
como gas de alumbrado y como energía para
calentar planchas, para encendido de cocinas,
etc. Su producción se debe a la descomposición
o putrefacción de elementos biológicos ya sean
animales como vegetales. También se le denomina
como “gas agrario”, por ser muy empleado para
usos domésticos en fincas rurales de muchos
países.

Otro tipo de fuego que se conoce desde la


antigüedad, es el denominado de San Telmo que
se produce por campos ionizados de energía
eléctrica, por lo común en el extremo elevado y
oscilante de los mástiles de embarcaciones y en
noches de gran tormenta.

Los antiguos también conocieron un fuego de


capacidad lumínica, al que bautizaron como
Fuego Sagrado, pero no lo explicitaron de manera
definida y exactamente ocurrió con el denominado
Fuego de San Antón. Todos estos fuegos y luces,
formaron parte y aún en nuestros días, varios de
ellos lo siguen haciendo, a través de las leyendas
o las realidades que alternativamente acompañan
al hombre en sus procesos culturales. La especie
humana capta la luz por una impresión de su retina,
mediante un movimiento vibratorio que se propaga
por el espacio a una velocidad de trescientos mil
148

kilómetros por segundo.


Las luces que durante milenios observaron los
indígenas americanos, luego los españoles y ya más
cercanos a nuestro tiempo, los criollos argentinos
en distintos parajes del país, como podrían ser las
sierras de La Rioja, Catamarca, Salta y al noroeste
del Cerro Uritorco en la mediterránea Córdoba,
pueden ser producidas por un mismo fenómeno
estático o dinámico, proveniente de elementos
gaseosos o de campos electromagnéticos y en caso
contrario emanar de causas eficientes diversas.

El enigma está planteado desde hace mucho tiempo


y tanto la ciencia hermética como la metafísica, se
refieren a luces cósmicas o fuerzas manejadas por
inteligencias superiores que desde hace miles de
años transitan por los cielos del Planeta Tierra o
bien se aposentan en refugios subterráneos, por
cuanto se manejan en dimensiones totalmente
desconocidas por la mente ancestral de la especie
humana.

La ciencia no ha dicho tampoco todavía su palabra


definitoria. Mucho se ha avanzado en diferentes
disciplinas de estudio y el hombre ha logrado
navegar en el espacio cósmico o envía satélites
exploradores a lejanos planetas del sistema solar.
La física cósmica, la mecánica celeste, las ondas y
rayos que la mente del hombre ya maneja, el átomo
y sus aplicaciones, la tecnotrónica y la psicotrónica,
son elementos inter-disciplinarios que van
ensanchando y posibilitando nuevas dimensiones
en la mente humana. Si bien no podemos aceptar
de plano todo aquello que vemos, es también una
149

verdad que debemos investigarlo y estudiarlo.


Nada debe ser rechazado, pero tampoco aceptado
sin comprobar su verdad. Recordemos que la
metafísica, ha sido siempre la proa de la nave que
abre el camino de la ciencia.

La Ciudad Mitológica de Erks

Dentro del conocimiento extra humano, existió


siempre la creencia de que en diversas latitudes
del planeta Tierra, existieron y existen ciudades
secretas y subterráneas, cuyas entradas no
pueden ser franqueadas por cualquier mortal y
algunas de ellas se comunican entre sí, mediante
largos e interminables pasadizos o galerías que en
ocasiones, cruzan de un continente a otro, incluso
por debajo de los océanos.

Tal es el caso de ciudades subterráneas como


Agharti, Shamballa, llamada también la doble,
por cuanto dicen las tradiciones que existe una
terrestre y otra subterránea. La famosa Papete de
Pamir, la Thule Nórdica y la Thule invertida de las
antípodas que la ubican en el Polo Sur. La ciudad de
Los Césares, buscada por diferentes expediciones,
durante cientos de años, cuya presencia física
se situaba en la Cordillera de los Andes o en la
Patagonia, como así también se ubican varias de
estas ciudades subterráneas en regiones de Perú,
México y Bolivia.

Para el territorio argentino, la más extraordinaria


de estas ciudades ocultas, se denominaría Erks y
su presencia puede detectarse para los entendidos,
150

dentro del llamado Triángulo Menor de Fuerzas o


Triángulo de Terrera.
Los vértices de este Triángulo de Fuerzas, se
apoyan en su extremo sur, en el cerro Calaguala,
en las cercanías de San Agustín, en la provincia de
Córdoba. El otro vértice se asienta en la localidad
de Serrezuela, al noroeste de dicha provincia y su
vértice noreste se localiza en el Cerro Colorado,
dentro del territorio cordobés.

Dentro de este Triángulo Menor de Fuerzas que


ya hemos descrito, la ciudad subterránea de Erks,
se ubicaría al noroeste del cerro sagrado conocido
como Uritorco y en las proximidades de otra sierra,
denominada Pajarito.
Esta oculta ciudad de Erks, cuyas entradas nadie
ha podido develar, es poseedora de los tres espejos
sagrados, mediante los cuales, sus habitantes,
pueden contactarse directamente con otras
ciudades subterráneas, con las luces cósmicas que
se desplazan por el espacio y con el llamado Reino
Solar que se ubica en el Cosmos.

Enseñaban los antiguos que la ciudad sagrada de


Erks, estaba poblada por entidades cósmicas y
que, cada uno de los tres espejos, está construido
de diferentes materiales. El primero de ellos que
sólo posee un alcance reducido, fue preparado con
lapislázuli. El segundo espejo de alcance mediano,
fue construido con placas de oro puro y el tercer
espejo, poseedor de un alcance extraordinario,
sus elementos constitutivos no pueden darse a
conocer, todavía.
Por las noches, la mitológica ciudad de Erks,
151

ilumina los cerros y las quebradas con su tenue


luz blanquecina, pero cuando las luces cósmicas
abandonan el recinto subterráneo, desplazándose
por encima de los cerros, con sus luces blancas
y brillantes, la superficie de los campos se torna
iridiscente por el mensaje espiritual que lanzan a
la especie humana.

Los comechingones que desde miles de años,


habitaban esa serranía señalaban en su mitología
ancestral, la presencia de luces que cruzaban los
cerros o se escondían en sus profundidades, tal
como si fueran espíritus que poblaban el Valle del
Silencio.
Narra la leyenda que las entidades cósmicas,
están dotadas de inteligencia superior y viven de
modo permanente en esa urbe de los espejos,
cuyo regente es el propio Guatuma, entidad solar
conocida desde milenios por los pueblos protoarios,
quienes le llamaban como Gautama o Gaudama.

Dicen que Guatuma, autoriza la entrada de seres


humanos a la ciudad de Erks, sólo cuando éstos han
alcanzado el desarrollo de un intelecto superior.
Esto es lo que se conoce como transmutación
mental o capacidad de interpretar la infinidad de
dimensiones que posee el Cosmos.

Todo estudio o investigación referido a la historia


natural del hombre y a sus creaciones culturales,
forma parte de una ciencia denominada Antropología,
que se divide en diferentes especializaciones de
acuerdo a las actividades físicas o espirituales
del hombre. De allí que la antropología cultural,
152

estudia las creaciones formales y materiales del


Homo Sapiens, a través de su inteligencia y de
la capacidad prensil de sus manos, integrando el
mundo real y tangible de los objetos histórico-
culturales que se traducen en ceremonias, ritos,
creencias, supersticiones, religiones, magia,
hechicería, cantos, músicas, códigos , leyes y
también en mesas, sillas, armas, quirófanos,
pirámides, templos, edificios, herramientas y toda
la infinita multitud de creaciones inteligentes de la
especie humana.

Pero junto a esta antropología cultural, encontramos


aquella otra rama especializada que se dedica a
lo extrasensible, a lo que está fuera de lo físico
y de lo corpóreo, a todo aquello que integra lo
mitológico y lo metafísico que representa la eterna
sabiduría humana, de profundo contenido poético
y espiritual.
Esa es casualmente la antropología metafísica
que lo hace vivir al hombre en la búsqueda de un
conocimiento superior que lo transmute y lo haga
participar de dimensiones que por su memoria
ancestral le son totalmente desconocidas.

Esa es la razón por la cual, el investigador o el


estudioso, se dedican a explicitar temas como el
de las luces cósmicas, de los mantras o tomas de
fuerza espiritual, de las ciudades secretas, de los
triángulos de energía, de los cerros sagrados o de
entidades extrahumanas que pueden de alguna
manera, convivir con la especie humana en el
planeta Tierra.
Algún día, quizá próximo o lejano, la presencia
153

de las ciudades secretas como Agharti en el


continente asiático o la de Erks, en las sierras de
Córdoba, podrá ser develado o permanecerá en el
Misterio de los siglos, pero siempre es ponderable
que el espíritu de los hombres busque en las
antiguas mitologías, la belleza y la verdad que
debe iluminarnos de modo permanente.

Las Luces del Espacio

Así como la leyenda explica que dentro de la


mitológica ciudad de Erks, existen entidades
encargadas de la regencia solar, otras fuerzas
cósmicas tienen la facultad de entrar y salir de
los recintos secretos de la urbe de los espejos,
mediante el empleo de energías luminosas que se
desplazan entre los cerros y las quebradas en las
adyacencias de Erks y que en ocasiones, muchas
de ellas, emprenden largos viajes por el espacio.

Estas luces, denotan su presencia en las serranías


cordobesas y son numerosas las personas,
tanto lugareñas como viajeros que las han visto
desplazarse entre las lomas y los valles, iluminando
el cielo con la blancura de su luz. De acuerdo
con la leyenda, esas luces cósmicas de diferente
intensidad y tamaño que vuelan en las proximidades
del Uritorco, llevan entidades inteligentes, una de
las cuales es conocida como Witaicón y viaja en la
luz de mayor intensidad que aparece por esa zona.

Todas estas creencias milenarias coinciden con


las leyendas de aztecas, incas, calchaquíes o
comechingones y llegaron a mi conocimiento a
154

partir de la segunda mitad de la década del treinta


y en los años cuarenta, primero transmitidas en
las historias orales y luego confrontadas con las
enseñanzas de los maestros, de los profesores y
de los textos de la ciencia y la metafísica.
Las luces seguirán cruzando por los cerros, ante
el estupor, el silencio o la indiferencia de quienes
se han habituado a contemplarlas. La causa que
las origina, todavía no ha sido descifrada. A la
inteligencia de los hombres, les queda este reto
de la mitología para resolverlo.

Los Mantras de Fuerza

Las palabras que se emplean para tomar fuerza o


energetizarse, a los fines de realizar una actividad
superior determinada, se denominan comúnmente
como mantras y pueden consistir en palabras
sueltas que se repiten con insistencia, en frases o
en la emisión de sonidos bajos, medianos o altos,
según la fuerza o energía que se desee poseer o
transmitir.

También estos cantos y oraciones pueden ser


pronunciadas como un susurro, con mediana
intensidad o con toda la fuerza que se posea. En
determinadas ocasiones se emplea un mantra de
intensidad mediana pero sostenida y de pronto a
determinadas palabras, se les da una poderosa
intensidad.
Toda esta energía emanada de la expresión
humana, se ha empleado desde hace lo menos
doce mil años, para levantar el espíritu, infundirle
fuerza y trabajar con esta energetización en
155

el logro de fines nobles y también de maldad o


destrucción. El mantra es entonces, una fuerza
que toma un hombre o un grupo de hombres para
el logro de determinaos fines.

Los indios pampas de la Argentina, poseían un


mantra para predisponerse espiritualmente al
malón o asaltos a la tierra del cristiano que consistía
en dos palabras repetidas y en una aclamación
de fuerza donde decían: “Huinca, Huinca, Há” y
estas palabras eran repetidas incesantemente por
los guerreros, formados en gran redondel con sus
lanzas en las manos y con el resto de la tribu,
integrada por mujeres, niños y ancianos que
también repetían el mantra o grito de guerra.

Casi siempre el grito de “Huinca, Huinca,Há” era


acompañado por ruido que se producía con los
pies, en el mismo ritmo del grito y a veces con
el sonido acompasado de membranófonos que
se denominaban kultrunes y de características
similares a un tambor. También solían emplear
aerófonos o silbatos, llamados pifulcá y sonajeros
de pezuña de guanaco.
Con este mantra y en ocasiones con el
acompañamiento unísono e incesante de una
cadencia o ritmo determinado, los guerreros
pampas cargaban su mente y su energía con un
poder extraordinario y luego de varias horas de
recibir esa bioenergía en común, montaban a
caballo y eran como un huracán desatado sobre
las pampas silenciosas de Buenos Aires, Córdoba,
San Luis o Santa Fé.
156

Este mantra me fue proporcionado en los años


cuarenta por el maestro hermético Orfelio Ulises,
nieto por vía paterna de pampas bonaerenses y
por Valentín Romero, nieto también de un pampa
llamado Mari-Panghi, (cuatro leones). Con éste
canto de fuerza, apoyado por golpes rítmicos en
madera o cuero, los maestros herméticos lograban
energetizar a grupos numerosos de personas
e incluso, provocaban en el lugar y sobre los
presentes, el desplazamiento de un viento cósmico
que soplaba por algún minuto, indicando su
presencia exterior y metafísica entre los asistentes.

La oración en todas las religiones, son tomas de


fuerza que produce el hombre, sea rezando en
soledad como en compañía de otros fieles. Los
africanos admiten que si mil millones de hombres,
unieran su fuerza mental en una oración, lograrían
una fuerza tan enorme que arrasaría un territorio
determinado, con mayor magnitud que una
explosión atómica.

En la ciudad santa de Qohm, (Persia), he sentido


cantos mántricos en lengua parsi y en Afganistán
en urdu y en sánscrito y puedo manifestar que
son realmente impresionantes por la energía y el
fervor místico que transmiten.
Los católicos contemporáneos perdieron toda
la fuerza de sus mantras y cantos religiosos, al
suprimir el latín de sus rituales y de ese modo
cayeron en la banalidad de las lenguas actuales.
Según constancias obtenidas en Irán, los mantras
de fuerza, produjeron un hecho físico notable,
al desatar en el desierto un viento huracanado
157

sobre la fuerza aérea norteamericana que iba en


procura de liberar al personal de su embajada,
detenidos por los estudiantes islámicos. Según
manifestaciones iraníes, esa fuerza fue desatada
metafísicamente.

Según la leyenda, para entrar en contacto


con las luces cósmicas de la ciudad de Erks, se
deben conocer mantras de identificación, de
acercamiento y de contactación. Sin embargo,
muchos pobladores de la zona del Uritorco y
ocasionales viajeros o testigos han contemplado
las luces, sin necesidad de conocer las tomas de
fuerza.

Debo señalar que en los años cuarenta, cuando


inicié mis estudios con el maestro Orfelio Ulises
y luego con mis profesores de la Universidad
de Córdoba, entre ellos el metafísico Francisco
W.Torres, Luis Juárez Echegaray o el Ingeniero
Jorge von Hauenschild, nunca me hablaron
de la ciudad secreta de Erks o sólo lo hicieron
con referencias a la cultura indígena del área
geográfica señalada o a la presencia de las luces
que brotaban de las quebradas y valles, referidas,
como ya lo expresamos antes al mitológico Valle
de los Espíritus o del Silencio, como también le
llamaban. Debo manifestar que los mantras eran
desconocidos y que nadie explicitó que fueran
necesarios para la visualización de las luces en el
espacio.

Algunos de los mantras para la ciudad secreta de


Erks y de los hechos lumínicos sobre la serranía,
158

los transcribo en su idioma originario:


Santi mana ata Iguanata
Santi mana ata muc Ina guatikó
Santi mana santi mana U Ina guana pa
A ni maio tua Idi boni guanda
Idi mani guam Imi guik
Idi mani Kina guat
Adi banna iuna cuak Ika naguam
Idi bonno ioto I biban toko
Idi bonno ioto bon I biban toko, oc, oc,
oc
Adi banna guata gua Tipa na una tipa
Ata na guana Aia kuku iana
Imi chuinki Ichansta
Imi chuinki guam Imi chukigam
Imi nagua ba Pinakuna
Aya pana tuana tua Ichiponi
Aya pana pana tua I Ichoponi ku

Este idioma mántrico es similar a los cantos


indios, tibetanos, nepaleses, aztecas, incas,
mayas, calchaquíes o comechingones y en su
casi totalidad están dedicados al padre Sol y al
Cosmos. Para muchos de esos pueblos antiguos o
bien contemporáneos, Maiuma representa al dios
solar, lo mismo que Inti para los quichuas o Antú
para los araucanos. La totalidad de los pueblos
protoarios, sean asiáticos o americanos, fueron
adoradores del Sol e iniciados en el rito ancestral
del solsticio.

Los hijos de la luz del mediodía luchaban contra los


hijos de la noche y las tinieblas. Los primeros sirven
a la verdad, al espiritualismo y a la belleza, en
159

cambio los segundos pertenecen al materialismo,


a la violencia y el odio.

El Idioma de los Proto-Arios

Hace miles de años, los hombres del continente


asiático tuvieron una lengua en común de origen
protoario que denominaron como sánscrito.
Esta lengua era solamente hablada y trasmitida
oralmente de generación en generación social y se la
puede ubicar en unos doce mil años de antigüedad,
siendo también conocida como ariana, ya que su
uso pertenecía a los grupos humanos protoarios
que fueron anteriores a la integración definitiva de
las tribus arias, palabra ésta que casualmente en
sánscrito equivale a noble o hermoso.

Estos protoarios asiáticos, quedaron convertidos


con el transcurso del tiempo en dos grandes
ramas étnicas, por un lado los japoneses, chinos,
camboyanos, vietnamitas o coreanos y por la otra
parte, esa rama se constituyó en indios, nepaleses,
pakistanos, afganos, persas y todo el llamado
Cercano Oriente, dada su proximidad a Eurasia.
Toda la simbología protoaria quedó grabada y
conocida en los más distantes parajes geográficos
del Asia. El rito del Solsticio dejó huellas en Japón,
China, Corea, India y en otros pueblos continentales,
con la cruz svástica destrógira y levógira, símbolo
del movimiento continuo en el planeta Tierra, en el
movimiento de todos los cuerpos del sistema solar
y en el Cosmos. La cruz gamada y otra cantidad de
símbolos, ritos y ceremonias, también integraron
la antigua cultura asiática y de allí se difundieron
160

por lejanos territorios.


Todos estos pueblos practicaron los ritos del
Solsticio, por cuanto el padre Sol les transmitía
vida, fecundidad, luz, amor y energía. Estas
creencias y esos símbolos, pasaron al llamado
Continente Blanco o Tierra de los Dioses Blancos,
por el estrecho de Bering y se difundieron a través
de miles de años, tanto por la costa del océano
Atlántico como por ambos lados de la Cordillera de
los Andes, hasta llegar a los confines australes de
la Tierra del Fuego.

No debe extrañarnos que aztecas, mayas, chibchas,


incas, diaguitas, calchaquíes, comechingones,
pampas, araucanos, tehuelches y onas, fueran
creyentes del Sol e hijos de la Luz del Mediodía.
Así aparece entre los ándidos de un extremo al
otro del Continente Blanco, toda la simbología de
sus ancestros asiáticos, con la cruz gamada, las
cruces svásticas de giros cósmicos de derecha a
izquierda o de izquierda a derecha y los templos
del Sol, dedicados a su culto.

El hombre habla con sus viejas lenguas, muchas


de ellas originadas en el sánscrito y tienen una
base en común. Al entrar en el Continente Blanco
y con el transcurso de los milenios y la dispersión
geográfica de los grupos humanos, éstos crean
nuevas voces y giros idiomáticos, adaptados a
nuevas concepciones de vida y a otras necesidades
de la realidad y se producen variaciones sobre la
lengua madre originaria, pero quedan siempre
con un substractum cultural-lingüístico del idioma
anterior o de los más remotos que sus antepasados
161

habían conocido.
Si las entidades del espacio, a las cuales también
se refieren muchos etnólogos, antropólogos,
arqueólogos y herméticos, habitaban desde hace
miles de años en ciudades secretas y subterráneas
y se desplazaban por el espacio en luces cósmicas
y establecían contactos directos y mentales,
con los pobladores humanos de determinadas
áreas geográficas del Planeta Tierra, como en el
caso analizado de la ciudad de Erks necesitaban
sin ninguna duda, de algún medio normal o
extrasensible, para relacionarse con la especie
humana.

Con mi limitada capacidad de hombre de ciencia,


no estoy en condiciones de asegurar qué tipo
de comunicación podía establecerse entre las
entidades cósmicas y los seres humanos. Sólo
he reseñado las características esenciales de la
lengua protoaria o sánscrita, para establecer una
relación entre este antiguo idioma de los hombres,
con aquella lengua que pueden haber procesado
las entidades cósmicas.
Si las energías del espacio se relacionaban con
los hombres, desde hace miles de años, mediante
transmisión telepática o sea de mente a mente,
sin ninguna clase de sonidos, no puedo precisarlo
con veracidad y en caso contrario, si esas fuerzas
inteligentes del cosmos poseían un idioma especial
para contactarse con los hombres, puedo sí hacer
suposiciones científicas y establecer paralelismos
y conclusiones, sobre ese tipo de contactación,
ya no telepática, sino mediante el empleo de un
idioma organizado y coherente.
162

Si las entidades cósmicas se relacionaban con


los seres humanos, desde hace largo tiempo y lo
hacían por medio de sonidos articulados que es la
base de una expresión codificada o sea un idioma
o una lengua, ese idioma debía tener palabras de
las habladas por los hombres de esos primeros
contactos y que eran voces básicas o comunes de
las lenguas habladas en esos lugares, donde se
producían los primeros contactos.

Los idiomas originarios partieron del sánscrito y


se difundieron por Asia, Eurasia y América, dando
lugar al nacimiento de expresiones idiomáticas
parecidas.
Tanto la lengua tibetana, como la parsi, la azteca,
la quichua o la araucana, se desprendieron de un
idioma originario que le dio raíces en común y
palabras similares. Tenemos el caso, entre muchas
de voces semejantes, como “guasca” en quichua,
“guanahac” en azteca, “guama” en tibetano y
“guanghelen” en araucano. La raíz “gua” o “guam”
está presente en todas ellas. Las voces “guatuma”
o “huatuma” son similares en esos idiomas, como
la palabra “tuma” o “simi” que pertenecen al
quichua, al tibetano o al azteca.

Los mantras también fueron preparados, para


contactarse en determinadas ocasiones con las
entidades del espacio y en ellos, podemos apreciar
la similitud de voces que existe con las de nuestros
antiguos idiomas.
La comunicación, si se hizo por medio de una
lengua hablada y codificada, puede deducirse,
163

compararse, comprobarse, repetirse y demostrarse


dentro desde luego, de los pequeños márgenes
científicos con que contamos.

También el esperanto es un idioma universal y se


encuentra integrado por palabras que provienen
de las lenguas que se hablan actualmente en el
Planeta Tierra. El idioma mántrico, sería, para
relacionarse con las entidades cósmicas y el
esperanto, para integrarnos con todos los hombres
de la Tierra.

Los maestros herméticos y mis profesores de la


vieja universitas cordubensis, me enseñaron hace
años que nada debe desecharse y todo tiene que
ser comprendido, por el intelecto superior de los
hombres.
Allá en la oscuridad de la noche, la mitológica
ciudad de Erks y las luces del espacio, brillarán
solitarias en la quietud majestuosa de la serranía
comechingona de Viarava, al pie de Los Terrones
y en el área noroeste del imponente cerro sagrado
del Uritorco.

Ubicación aproximada del Cerro de


las Luces Cósmicas, Antiguo Valle de los
Espíritus, de la Quebrada de Luna y del
Valle de la Escoba, en las proximidades de la
mitológica ciudad subterránea de Erks.
164
165

CAPÍTULO XXIV

LOS NOMBRES INDÍGENAS EN EL


TRIÁNGULO DE TERRERA

La toponimia indígena en esta región de la provincia


de Córdoba, (Argentina), es de origen quichua,
comechingón o sanavirón. Esta realidad cultural
se debe a la presencia de un idioma básico que
es el quichua, para todo el centro y noroeste de
la Argentina y a dos lenguas regionales, habladas
por las etnías comechingona y sanavirona de esa
área.

Anisacate: comechingón, Pueblo del Alto – (Santa


María)
Alpatauca: quichua, Cerro Pequeño, Montón de
Tierra – (Colón)
Ambos: quichua, Vertiente del Agua de Oro –
(Calamuchita)
Ascochinga: quichua, Inca Hermosa – (Colón)
Ausenusa: sanavirón, Agua salitrosa – (Mar
Chiquita, Río Primero)
Antipara: comechingón, Agua del Árbol –
(Sobremonte)
Ancasmayo: quichua, Río Azul – (Sobremonte)
Cabana: quichuaq, Mirador –(Colón)
Copacabana: quichua, Mirador Azul –
(Calamuchita)
166

Cantacarasacate: comechingón, Pueblo de las


Alturas – (Colón)
Cóndor – Huasi: quichua, Casa del Cóndor –
(Cruz del Eje)
Corimayo: quichua, Río donde hay Oro – (Ischilín)
Carachi-Orco: comechingón, Cerro de los Pechos
de Piedra –(Punilla)
Cosquín: quichua, pueblos Juntos de la Nueva
Cuzco, Vivir Juntos (Punilla)
Calabalumba: quichua, Río de Piedra o Agua de
Piedra –(Punilla)
Conlara: comechingón, Agua del Poniente –
(Tercero Arriba)
Chaguascate: quichua, Río o Pueblo que se ha
Ido, Pueblo que fue –( Colón)
Chucarapampa: quichua, Llanura Brava, Campo
Tendido e Indócil – (Calamuchita)
Chilisnasacate: comechingón, Río o Pueblo de
los Pájaros – (Córdoba capital)
Chancaní: quichua, Cerros con Cañadas Profundas
– (Pocho)
Chipitín: Sanavirón, Duermen en lo alto –
(Tulumba)
Charava: comechingón, Sierras Grandes –
(Provincia de Córdoba)
Guañusacate: comechingón, Pueblo o Río Muerto
– (Colón)
Guayasacate: comechingón, Pueblo Grande-
(Tulumba)
Masayaco: quichua, Agua llena de sol – (Tulumba)
Intiguasi: quichua, Casa del Sol – (Tulumba)
Nabosacate: comechingón, Pueblo o Río antiguo
– (Río Segundo)
Luyaba: sanavirón, Peñascos Blancos –(San
167

Javier)
Monosacate: comechingón, Pueblo o Río de los
Pechos de Mujer – (Ischilín)
Mono: comechingón, Pechos de Mujer – (San
Alberto)
Orcoyano: quichua, Cerro Negro –(Cruz del Eje)
Paravachasca: quichua, Lluvia Crespa, Llovizna
Tupida – Santa María)
Panaholma: comechingón, Agua de la Alta Sierra
– San Alberto)
Pampayasta: quichua, Pueblo de la Llanura –
(Tercero arriba)
Pucará: quichua, Fortaleza – (Córdoba, Capital)
Piscoguasi: quichua, Casa de los Pájaros –
(Tulumba)
Pumaguasi: quichua, Casa del León – (Tulumba)
Pungo: comechingón, Puerta, Portezuelo –
(Punilla)
Pampa de Olaen: comechingón, Pueblo de la
Llanura –Punilla)
Pirca: quichua, Pared de Piedra –(ischilín)
Quisquisacate: comechingón, Junta de Pueblos o
de Ríos – (Córdoba, Capital)
Quillovil: Sanavirón, Río Seco – (Río Seco)
Rumipuca: quichua, Piedra Colorada –
(Sobremonte)
Rumiyaco: quichua, Agua de la Piedra – (Cruz del
Eje)
Rumipal: quichua, Piedra de Dios – (Calamuchita)
Rumiguasi: quichua, Casa de Piedra – (Minas)
Rumiarco: quichua, Arco de Piedra –(Minas)
Siquigasta: quichua, Unión de Pueblos – (Ischilín)
Sancala: comechingón, Agua que Corre –(Minas)
Salsacate: comechingón, Pueblo de Arena –
168

(Pocho)
Supay: quichua, Diablo – (Río Primero)
Tincunacu: quichua, Encuentro de Ríos – (Río
Cuarto)
Tanti: comechingón, Rincón de la Piedra – (Punilla)
Sitónsacate: Pueblo del Cacique Sitón – (Colón)
Viarava: comechingón, Las Sierras Chicas –
(Córdoba)
Uritorco: quichua: Cerro de los Loros – (Punilla)
Yacoyurac: quichua, Agua Dulce – (Cruz del Eje)
Yacanto: comechingón, Sierras del Cacique Yam
– (San Alberto)
Yocsina: comechingón, Salida a la Salida – (Santa
María)
Yanallpa: quichua, Tierra Negra – (Tulumba)
Yanayaco: quichua, Agua Negra – (Tulumba)
Yucat: comechingón, Pueblo sin Fuerza, apócope
de Yucasacate – (Tercero Abajo)
169

CAPÍTULO XXV

EL INCONSCIENTE COLECTIVO

Los seres humanos, en su totalidad, poseen


una memoria heredada de sus ancestros que se
denomina como genotípica o cromosomática.
Es una programación de sus conocimientos
hereditarios que se transmitieron a través de
incontables generaciones sociales y se codifica en
la especie humana, en razón casualmente, de su
proceso mental y de su inteligencia.

El hombre como especie, hereda mediante la


codificación genotípica, todos los caracteres
psicosomáticos que, con el correr de los años le
otorgarán un físico determinado, el color de su tez,
de sus ojos y cabellos, el tamaño de sus orejas, la
conformación de su dentadura y todo aquello que
se refiere a su estructura biofísica.
Del mismo modo, la herencia cromosomática, le
hará participar de una actividad cerebral o psíquica,
similar a los demás seres humanos. Esto es, la
conciencia de su propia especie y funcionando
como tal, será poseedor de una memoria ancestral
que lo obligará a componerse, como un auténtico
ser humano.
Esa memoria heredada o humana, nos inhibe,
casi siempre, a interpretar o a comprender cierta
170

clase de fenómenos que nos pueden ubicar, fuera


de las nociones de espacio y de tiempo o de
nuestra organización científica tridimensional que
se encuentra reglada por nuestro conocimiento
humano, del cual resulta imposible desprenderse.

Para lograr este desprendimiento de la memoria


o del conocimiento humano, los estudiosos de
la psicología de avanzada, han logrado obtener
un método, mediante el cual, el individuo
acostumbrado a su propio control mental, se
autoinduce y se interna en una regresión psíquica
hacia sus ancestros, hasta que logra desprenderse
de sus conocimientos y de su memoria humana
que lo lleva interiormente fuera del tiempo y del
espacio.
A partir de esta actividad mental auto inducida,
el hombre puede regresar a sus bases, a sus
ancestros, a infinitas vidas anteriores, a épocas
pretéritas, a fenómenos o acontecimientos que
tuvieron ejecución en tiempos remotos, con
millones de años en el tiempo y en el espacio.

El hombre logra así, romper la memoria cristalizada


que es exactamente lo mismo que la memoria de
todos los fenómenos cristalográficos, pues así
como el hombre tiene un conocimiento heredado,
cristalizado, cada mineral tiene su propia memoria,
también cristalizada de diferente forma que las
demás rocas.
El hombre en su viaje introspectivo, auto inducido,
puede abandonar la cápsula física que lo contiene
y navega con su inconsciente colectivo, por
tiempos históricos, geológicos o cósmicos que
171

incluso pueden ubicarse en el origen y evolución


del universo.

Esta traspolación del inconsciente colectivo, se


realiza de manera personal, pero también puede
ser conducido desde el exterior de su persona o
de su proceso mental, por un guía psíquico que
no induce a la persona en trance, sino que solo se
limita a hacerle preguntas y ubicar las respuestas,
con absoluta precisión.

En las investigaciones del inconsciente colectivo,


llevadas a cabo por estudiosos, para establecer
fehacientemente las cualidades intrínsecas del
Bastón de Mando y las condiciones especiales de
su actual poseedor y depositario, dieron resultados
sorprendentes.
Ninguno de los estudiosos que realizaban la auto
inducción, conocía absolutamente nada del Toqui
Lítico y sin embargo, todos coincidieron en relatar los
mismos pormenores de su construcción, del lugar
geográfico donde tuvo vigencia proto histórica,
de las condiciones electromagnéticas que posee,
de las cualidades metafísicas y herméticas de que
fue impuesto en el tiempo de su construcción, del
nombre y características del personaje que mandó
a prepararlo, de su mensaje cósmico energético y
de su vaticinio, por ello su construcción en basalto
magmático que fue la primera base y la concreción
originaria del planeta Tierra, en el momento de
su creación, sobre la cual se asentaron luego las
posteriores líneas geológicas estratigráficas de la
corteza terrestre.
Estas prácticas de viaje introspectivo hacia los
172

ancestros del hombre, de lo referente a las


constataciones sobre el Bastón de Mando, dieron
excelentes resultados y corroboraron ampliamente,
todos los conocimientos que se tenían sobre el
Toqui Lítico, su creador Voltán y su mensaje sobre
el regeneramiento de la humanidad, a producirse
en el cono sur americano.
173

CAPÍTULO XXVI

LA ATLÁNTIDA Y
EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS

Platón manifestaba 2500 años atrás que la


Atlántida estaba ubicada antes del continente que
se encuentra al otro lado del mar. Explicaba con
toda claridad, la ubicación de la llamada Atlántida,
entre Europa, el norte de África y la Albania o la
Tierra Blanca que varios milenios después, fue
bautizada como América.

El insigne heleno, con su conocimiento superior,


daba respuesta al interrogante de la Atlántida,
denominada por los científicos modernos, mucho
tiempo después como el Gond-Wana o continente
desaparecido.

Esa masa continental, existió en la geología del


planeta Tierra, aproximadamente desde los 75
millones de años, a comienzos de la Era Terciaria
hasta los 4 millones de años, en pleno período del
Plioceno y se encontraba ubicada entre el noreste
del actual Brasil, la costa noroeste africana, el sur
de España y luego abriéndose hacia el noroeste,
en el hemisferio norte, tomaba lo que en nuestros
días es Islandia y bajaba hacia el sudoeste, hasta
174

dar con las actuales Bermudas y bordeaba el mar


Caribe y el norte de Sudamérica.

Con los grandes movimientos orogenéticos que


sufre el planeta Tierra, durante la Era Terciaria,
tiempo en donde emergen de la profundidad de
la corteza terrestre, las enormes cordilleras del
Himalaya, de los Andes y de los Alpes, se produce
una fractura por compresión, de la superficie de la
Tierra y el continente del Gond-Wana desaparece
en las fosas abisales de lo que actualmente se
conoce como Océano Atlántico, nombre que recibe,
casualmente por el continente que subyace en su
fondo y que era llamado por los antiguos como
Atlántida, pero que ellos, por razón de tiempo,
tampoco lo conocen, pues la desaparición geológica
del Gond-Wana, se produce millones de años antes
que el hombre apareciera en la superficie de la
Tierra.

Los pueblos de la antigüedad, sólo conocen


a la Atlántida por tradiciones orales y quizás
por participaciones herméticas, como sucede
con Demócrito, cuando describe el átomo y sus
divisiones, sin tener elementos tecnológicos o
científicos para poder hacerlo.

Como testimonio de esa masa continental, hundida


en el fondo del Océano Atlántico, queda la Isla de
Ascención, las Islas Canarias, posiblemente Islandia
y un conjunto de islas e islotes, diseminados en el
Atlántico norte, sobre Norteamérica y la región del
Caribe.
La Atlántida, en realidad, quedaba hacia el oeste
175

de las llamadas Columnas de Hércules que milenios


después, son denominadas como el Estrecho de
Gibraltar, posiblemente por los navegantes de
origen indo-árabe.
El continente sumergido, se encuentra ubicado
en profundidades que oscilan entre los 300 y
los 5.000 metros del Océano Atlántico, e incluso
existen fosas abisales en ciertos puntos del Caribe
que llegan a los 7.000 metros.
Este lecho marítimo, estudiado e investigado en
estos últimos años, confirma la certeza geológica
de que fue una masa terrestre, en contacto directo
con la atmósfera y los climaterios de superficie. La
constitución geológica, de la isla de Ascensión, de
las Canarias, de Islandia y otras islas del Atlántico
norte y del Caribe, son similares a las detectadas
en el fondo marítimo de toda esa extensa área
sumergida.

En ciertos lugares de esa corteza terrestre que


forma el lecho del mar, existen campos radiactivos
o electromagnéticos de extraordinaria capacidad
que periódicamente, entran en fase crítica y
su actividad ha sido objeto de innumerables
investigaciones que vienen realizando equipos de
científicos rusos, franceses y norteamericanos.

En 1982, un grupo de investigadores soviéticos,


trabajó en el área denominada como el “Triángulo
de las Bermudas” con equipos tecnológicos de alta
sofisticación y se especializó, en el estudio de las
turbulencias periódicas que se promueven en las
aguas de esa zona marítima que en determinados
momentos, promueven espirales levógiras de
176

succión, nombre técnico que indica un movimiento


en espiral, en sentido contrario a las destrógiras que
son aquellas que concuerdan con el movimiento de
las manecillas o agujas del reloj.
Estas columnas o espirales de succión, tienen la
particularidad de absorber hacia las profundidades
del Atlántico, todo objeto viviente o inanimado,
como serían hombres, embarcaciones o aviones
que se encuentren en la superficie del mar o
desplazándose en vuelo, por el espacio atmosférico.

Estas columnas de succión, son similares a las


que se producen en la superficie de la Tierra, con
motivo de las llamadas trombas, o tornados o
conocidos popularmente como “colas del Diablo”,
debidas a descompensaciones de temperatura,
viento, humedad y activaciones magnéticas. La
diferencia, consiste en que estas espirales, son
destrógiras y succionan de abajo hacia arriba.
Las columnas de succión, producidas desde el lecho
marítimo, por activaciones electromagnéticas,
absorben de arriba hacia abajo, succionando
o literalmente “tragando” todo aquello que se
desplaza en superficie, hacia el interior del océano.
Este movimiento de succión, ha producido más de
mil muertes o desapariciones en los últimos años
y una cantidad ponderable de embarcaciones de
todo tamaño, desde botes hasta portaaviones y en
cuanto a aeronaves que se desplazaban en vuelo,
las estadísticas arrojan pérdidas desde avionetas
hasta máquinas de guerra e incluso aviones de
gran tonelaje, como aquéllos que abastecen de
combustible a naves en vuelo.
Estas columnas electromagnéticas de succión,
177

no dejan en superficie absolutamente nada,


todo desaparece en los abismos del océano.
La intensidad o absorción de altura, de estos
fenómenos magnéticos de succión levógira, en
el momento de su producción y expansión, no
ha podido medirse o detectarse, pero desde el
lecho marítimo hasta la superficie del mar, pueden
existir como promedio varios centenares de metros
y en el espacio atmosférico, su altura de fuerza
puede estimarse, por el vuelo de las máquinas
entre los 800 y los 9000 metros, desde luego
desconociéndose la verdadera altura a que pueden
llegar estas columnas o espirales de succión, en la
atmósfera o en el espacio exterior.

Esta capacidad energética, fue medida y evaluada


por equipos de computación que controlaron la
producción de radiaciones activas, en campos
electromagnéticos, provenientes de depósitos
geológicos de la corteza terrestre, en el subsuelo
marítimo.
Las turbulencias de succión, tanto en la superficie del
mar, como en el espacio atmosférico y posiblemente
en el espacio exterior, son una resultante de esa
extraordinaria actividad energética que por otra
parte, no es única del llamado “Triángulo de
las Bermudas”, por cuanto existen otras áreas
geográficas en el planeta Tierra, algunas de las
cuales, ya la vieja sabiduría hermética las había
detectado, como serían, el denominado “Triángulo
Mayor de Fuerzas del Cono Sur”, ubicado entre
las actuales ciudades de Buenos Aires, Córdoba
y Mendoza, extensión que desde luego puede
ampliarse y el otro vórtice de energía radiactiva,
178

designado como el “Triángulo Menor de Fuerzas


de Terrera”, cuya ubicación coincide más o menos
con los parajes de Serrezuela, Cerro Colorado
y el Calaguala, ubicados en el territorio de la
mencionada provincia de la Argentina.

Ubicación geográfica de la Atlántida o


el Gond-Wana, en la Era Terciaria hace
unos 75 millones de años.
Las masas continentales se encontraban
en pleno período de acomodamiento
geomorfológico, de allí que dichas formas
con las actuales, tuvieran sólo
Una aproximación.
179

Referencias:
La parte rayada que une Europa, África y América
constituía el territorio Atlántido o del Gond-Wana
que se hundió hace aproximadamente 4.500.000
años, dando lugar a la aparición de las grandes
cordilleras del planeta Tierra, como los Andes y el
Himalaya.

El Gond-Wana antes y después de su


desaparición en la Fosa Atlántica

La masa continental del Gond-Wana, en los 75


millones de años con su ubicación geomorfológica
aproximada y sus incrustaciones estratégicas en
América, Europa y África. Esas incrustaciones en
los actuales continentes, proporcionan con otros
datos científicos, la existencia de la Atlántida en el
período Terciario o Neozoico.

Reubicación de los continentes en


los últimos 4 millones de años
180

La reubicación geogenética de las masas


continentales, luego de la desaparición del Gond.
Wana, al finalizar el Plioceno en la Era Terciaria,
alrededor de los 4 millones de años. Al hundirse
la Atlántida, surgieron las cordilleras más jóvenes
del planeta Tierra que son las de mayor altura en
la actualidad.

Explicación metafísica del Triángulo


de las Bermudas
181

Posición que presenta la atmósfera terrestre, la


superficie del mar, la corteza terrestre exterior y la
interior o magmática para dar una explicación detallada
sobre las espirales de succión en el llamado Triángulo
de las Bermudas, en el Océano Atlántico.

Los Campos Magnéticos y


las Espirales Levógiras de Succión

Estratificaciones radiactivas (Campos


Magnéticos)
Corteza terrestre exterior

Las columnas de turbulencia marítima y atmosférica


producidas por campos magnéticos, son de tipo
levógiro, o sea de izquierda a derecha, de allí el
poder de succión de arriba hacia abajo que poseen.
182

CAPÍTULO XXVII

La Fuerza Intrínseca del Toqui Lítico

El Bastón de Mando, dicen los Escritos herméticos


y la palabra de los Grandes Maestros, fue
llegado del espacio cósmico, en forma de piedra
incandescente, rodeado de gases en expansión
y rotando en sentido de fuerza centrífuga, hace
alrededor de 4.800 millones de años, la mitad de
tiempo de la iniciación originaria del Universo.

El Cosmos increado, comienza a generarse a


partir de las enormes explosiones de materia
atómica y subatómica que se producen, hace
aproximadamente 10.000 millones de años.
Allí inicia su proceso de expansión infinita, como
si fuese una gigantesca célula en permanente
comprensión y descompresión, bajo aquella
sentencia inamovible de que, Todo es Uno y el Uno
es Todo.
Estos tiempos de conversión de la materia
inanimada, desde las primeras explosiones
subatómicas, en los orígenes del cosmos, se han
podido graduar y datar científicamente, aplicando
los tiempos de conversión del uranio en plomo,
establecidos a través de la vida del planeta Tierra,
en sus 4.800 millones de años de consolidación
y tomando como base la vida media de las rocas
183

más antiguas de nuestro planeta, como serían las


de Manitoba, en el actual Canadá.

La piedra que integró la estructura física del Bastón


de Mando, es basáltica, de origen magmático, por
constituir estas rocas eruptivas, la primera forma-
ción rocosa de alta temperatura que al irse enfriando
lentamente, constituyó la base del planeta y encima
de ella se consolidaron otras estratificaciones
líticas, quedando en consecuencia, las basálticas
en el interior de la corteza terrestre, aunque en
ocasiones por movimientos geogenéticos, pueden
aflorar en la superficie de la Tierra.
Muchos trabajos líticos, efectuados por el hombre
durante el largo período de la piedra, se realizaron
con roca basáltica, por su facilidad a la fracturación,
su terso pulido, su aspecto metálico y su color
negro azulado.

De estas consideraciones científicas, surge la


sabiduría hermética, cuando afirma que el Bastón
de Mando fue llegado del espacio cósmico, en
forma de piedra incandescente. Ello es exacto,
pero en cuanto a la procedencia del material con
que se construye la famosa y extraordinaria Piedra
de la Sabiduría, por ser una roca magmática que
consolida la corteza básica del planeta Tierra.

La forma cónica y alargada que presenta el Toqui


Lítico, es debida a la mayor capacidad de energía
exterior que con esa estructura puede captar la
milenaria Piedra Sagrada. De la misma manera, no
sólo recepta, sino que también trasmite su propia
fuerza electromagnética que por otra parte, fue
184

cuantificada y cualificada, mediante espectrografías


realizadas entre los años 1948 y 1949.
Su estructura de matriz aerodinámica y termo-
dinámica, de cono alargado, estrecho y agudo en
su extremo positivo cósmico y engrosado a unos
cuatro centímetros, en su base de sustentación
terrestre, lo capacita para recibir y entregar toda
la información y formación programada que posee
desde hace milenios, para ser entregada tan sólo a
aquél que resultara elegido por los Maestros, luego
de haber pasado las 8 escalas de las vibraciones
preparatorias, para acceder a la Cúspide del
Conocimiento, en el vértice superior de la Pirámide
como el Único o el Estadista.

El Bastón de Mando o Piedra de la Sabiduría, fue


mandado construir de acuerdo a las medidas
sagradas de la milenaria sabiduría hermética,
por el aborigen protoario asiático Vultán o
Voltán, poderoso sabio y moral Cacique del Cono
Sur de Albania o la Tierra Blanca, poseedor del
conocimiento hermético y metafísico de la Escuela
Primordial de Shamballa.

Voltán conocía todos los Códices que atesoraban


las culturas y las civilizaciones más pretéritas de
Albania o la Tierra de los Dioses Blancos; vivió en
el extremo norte de las sierras de Viarava, ahora
conocidas como las Sierras Chicas de Córdoba,
(Argentina) y su nombre, concuerda extrañamente
con Wotan, un Dios lejano de la mitología
hiperbórea, conocido asimismo como Odín, en las
antiguas leyendas europeas.
Las culturas se transmiten, se transvasan, se
185

conmixtionan y se aculturan a través de pueblos


que viven en alejados puntos geográficos.
Es el hombre que al desplazarse en sus largas
emigraciones, lleva consigo en su mente, todas las
formas culturales que alimentan su espíritu.
El Bastón de Mando o el Toqui Lítico del cono sur
de la insondable Tierra de los Dioses Blancos, está
presente en la América de nuestros días, para
lograr el regeneramiento humano, luego del caos
materialista, con la fuerza intrínseca de su cósmico
y milenario mensaje.
186

CAPÍTULO XXVIII

EL VATICINIO DEL BASTÓN DE MANDO

El símbolo de la Piedra de la Sabiduría es de tipo


cósmico, abarca el sentido de lo absoluto, del
orden, de la jerarquía, de la inteligencia y de la
libertad, dentro de lo que se denomina como
armonía universal y gravitación compensatoria.

Cada microcosmos o cuerpo celeste, realiza su


propia participación, tiene su identidad distinta de
todos los demás integrantes del universo, pero al
mismo tiempo, coparticipa con todos ellos, en la
llamada ley del orden gravitacional.
Cada microcosmos, es una parte del todo que
se integra en el macrocosmos o sea, la totalidad
del universo y este sentido de integración, es
en definitiva, lo que se conoce como la armonía
cósmica, donde el Todo es Uno y al mismo tiempo,
el Uno es el Todo.

El universalismo, concebido como la mente


ancestral de los hombres lo conoce y practica, es
sólo un poder temporal, equivocado y malicioso,
pues considera universo al planeta Tierra, y sus
fines, dentro de este singularísmo, es político y
económico.
Es sólo dominación temporal, de predominio de
187

tendencias, de normas que privan a la humanidad


de todas sus fuerzas espirituales y morales. Lo
aherrojan en el planeta Tierra, con un materialismo
de trabajo, producción y consumo, donde impera
la violencia, la ambición, el egoísmo y la injusticia.

La concepción cósmica, escapa a lo temporal, a


la dominación y a la violencia; el hombre cósmico
trata de cambiar y modificar su memoria ancestral
y dominadora, codificada a través de la herencia
genotípica, donde el hombre sólo actúa como un
sujeto terrestre, atado solamente a su universo
Tierra.
El cósmico es un hombre solar, escapa a la materia
y a lo temporal, se refiere al espíritu, a la moral
y al espacio infinito, al cosmos insondable, donde
pueden existir miríadas de seres vivientes como
los hombres cósmicos, aun cuando difieran en sus
formas o en sus tamaños.

Lo cósmico y solar, se contrapone a lo simplemente


terráqueo y universalista. Aquéllos son la luz
del mediodía, la claridad, la vida, estos otros,
los universalistas son en cambio, los hijos de
la oscuridad, de las tinieblas, de la noche. La
espiritualidad y el germen de la vida, contra el
materialismo y la violencia.

La Piedra de la Sabiduría es un campo energético,


de cuya presencia en el territorio argentino,
hablaron herméticos y metafísicos de todos los
tiempos y de diferentes latitudes. Esa piedra
Sagrada, otorga protección y Sabiduría, tanto al
territorio, como al pueblo que lo habita y traerá en
188

su momento el regeneramiento de la humanidad,


el cual tendrá como epicentro, al vórtice triangular
de fuerzas, de donde saldrá la esperanza renovada
de un nuevo mundo.

El Bastón de Mando, es testigo y portador milenario,


de la vieja sabiduría hermética que conocieron en
su tiempo los proto-arios asiáticos, los hiperbóreos,
los atlantes, mayas, aztecas, toltecas, navas,
chibchas, druidas, celtas, ostrogodos, incas,
quilmas, calchaquíes, sanavirones, comechingones,
cátaros o templarios.

Todos esos grupos humanos, están presentes y


potencializados en el milenario Toqui Lítico que tanto
buscaron afanosamente muchos de todos esos
viejos pueblos y órdenes iniciáticas. Recordemos
que en la década del treinta, los geopolíticos y
metafísicos de ciertos países europeos, vaticinaban
que en los años 80, surgiría en las tierras australes
del planeta, una nación líder y humanista para el
mundo de ese tiempo.

En años posteriores, los Maestros argentinos y


extranjeros, manifestaban que ese vaticinio se
cumpliría cuando el tiempo y las circunstancias,
así lo determinaran.

Para el años 1978, todos los tiempos estaban


cumplidos pues los 30 años de silencio, meditación
y estudio ya estaban superados y el momento de
producirse ese gran cambio, se acercaba.
La antigua sabiduría, lo había dicho claramente
“Todo está cumplido, sólo falta el chispazo, para
189

iniciar la gran acción”

El Vaso Sagrado que tanto buscaron iniciados


y estudiosos, puede no estar en el cono sur
americano, pero la fuerza incontrastable de su
propia Fe, se encuentra presente en el espíritu de
los que así lo creen. La Cruz Templaria, puede
también ser solo un símbolo de bella concepción
humana, pero aquello que se encuentra presente,
irradiando su fuerza y su mensaje cósmico, es la
Piedra Sagrada de Basalto que traerá la Grandeza
Argentina y la Unión Hermanada de los Pueblos,
tal como lo sabían los viejos Maestros e incluso,
los iniciados Caciques de esta Tierra Americana
o de los Dioses Blancos que también buscaron y
creyeron en la Piedra de la Sabiduría.

Aquel humilde y sabio que por derecho de estar en


la octava y última escala de la vibración cósmica,
sea poseedor del Bastón de Mando, es un elegido
de la leyenda y de los milenios, como lo fue Jesús,
José de Arimatea o Parsifal, el iluminado caballero
de la eternidad.
190

CAPÍTULO XXIX

POEMAS METAFÍSICOS

La Luz y la Vida

El Sol sobre la frente


alumbra tu Camino.
Extendiendo el brazo
y la palma de la mano
hacia el claro naciente,
recibirás la fuerza
del Padre Sol Eterno.
Hijo de la luz y la vida
iniciado hermético del Cosmos,
en el antiguo Rito del Solsticio.

Dentro de Ti Mismo

Meditaba un día
en el desierto vano,
del mas allá lo eterno,
buscando descifrar. . .
y del espacio ignoto
sentí una voz que me decía,
dentro de ti mismo
lo puedes revelar.
191

Lo Único Valedero

La edad no juega
en la causa de la vida.
Podrías tener veinte años
como haber cumplido setenta.
Lo único valedero,
para dar con el amor
o el amigo sincero,
es el haberse encontrado,
en algún lugar, dos almas
que realmente son gemelas

El Cósmico Secreto de la Vida

Cuando desees conocer


hermano hombre,
el Cósmico Secreto de la Vida,
acostúmbrate, no sólo a escuchar,
sino también a comprender,
el canto eterno de la estrella
en el lejano espacio.
Tendrás que entender,
la fuerza de los vientos,
el susurro de los pastos,
el perfume y la belleza de las flores
cuajadas de nocturno rocío.
El trino de las aves,
en las ramas donde tejieron su nido.
Como también hermano hombre,
acostúmbrate a gozar
con la risa y el habla de los niños.
Y cuando todos los caminos
192

de la áspera vida, se te cierren,


vuelve tus ojos tristes
a contemplar la pampa esmeraldina
que se pierde en los límites del cielo,
a los cerros azules que se cubren
de nieve blanquecina
y a contemplar el galope de los potros
que son belleza, libertad y alegría.
Vuelve tus ojos al amor, hermano hombre
y si consigues aprender
de este silencioso mensaje,
la gran verdad de la existencia toda,
entonces habrás conocido, en lo profundo,
El Cósmico Secreto de la Vida.

Oración del Hombre Libre

A Vos, Mi Señor que de lo alto del cielo contemplas


apenado la destrucción del hombre por el hombre,
elevo este humilde poema campesino, lleno de
amor y de esperanza, como deberían de ser los
hombres, sin la pequeñez insolente de la vanidad
y la mentira.

Deja que un poco de paz duerma en las ciudades


hambrientas; haz que tus hijos contemplen el
espacio ignoto y que se miren allí como en un
gigantesco espejo, para que vean reflejarse en
ellos mismos la chatura y la imbecilidad que los
domina.

Concédeles la gracia de ablandar su orgullo y


fortalecer sus costumbres que se encuentran en el
plano inclinado de la corrupción y la decadencia.
193

Enséñales, Dios Mío, a amar los seres y las cosas;


que aprendan a quererse entre sí de una manera
humana y comprensiva; que amen las bestias y las
plantas, comprendiendo que al amar honestamente
la vida, llegarán a saborear la verdadera libertad
que ellos jamás han sentido ni comprendido.

Déjales admirar la extensión ilimitada de mares y


llanuras, porque siempre han vivido ciegos como
los topos, pese a que Tú les has dado la vista y
el pensamiento para elevarse de sus propias
conciencias.

Déjales que puedan mirar asimismo las montañas


azules y los bosques silenciosos, como también
sentirse sacudidos por el viento cálido del mediodía
que enerva la sangre y crispa los músculos, en el
lejano desierto de arena y pedregullo.

Permíteles, Dios Mío, que sientan el regocijo de


bañarse en arroyos cristalinos y sacudirse sobre los
pastos tiernos, para que llenen de bienaventuranza
los poros de sus cuerpos ahogados.

Deja que alguna vez duerman tirados en el suelo y


cubiertos por la lejanía de las estrellas nocturnas;
pídote, Díos Mío, que les permitas comer tan sólo
una vez a la sombra de talas o algarrobos y saborear
tu sangre en el botellón de vino refrescado que
sale de odres campesinos como las aguas puras de
una vertiente serrana.

Sólo así, Díos Mío, aprenderá el hermano-hombre


a buscar la belleza emocionada de la vida.
194

Cuando todos comprendan que para nada vale


amontonar dinero, reunir poderes o poseer
enormes heredades, pues una gota de agua o
un soplo de viento nos convertirán en piltrafas y
gusanos, recién entonces el hombre será dueño de
sí mismo y Tú le habrás enseñado el camino de la
Paz y la Verdad.
195

COMENTARIO
A LA BIBLIOGRAFÍA

Todo el conocimiento que informa


a las llamadas Ciencias del Hom-
bre, se encuentra íntimamen-
te vinculado y las parcelas que
lo integran, forman parte de un
todo que es imprescindible cono-
cer. Cuando hacemos un índice
bibliográfico sobre Antropología
Metafísica, se intercalan mate-
rias como el folklore, la etnogra-
fía, la etnología, la historia sobre
aquello que nos puede resultar
de interés, la lingüística, la her-
mética y el propio ocultismo ya
que todo este campo de sabidu-
ría humana, se interdisciplina por
razones de pertenecer a una mis-
ma fuente generadora de conoci-
mientos científicos y metafísicos.

El folklore como expresión de


sabiduría popular y con vigen-
cia social contemporánea, inves-
tiga todo aquello que se refie-
re a creencias, supersticiones,
magia, brujería, costumbres,
curanderismo, medicina popu-
lar, etc., entre otras variadas
expresiones del saber popular.

La Etnografía participa con sus


196

estudiosos y sus libros acercan-


do materiales que provienen de la
vida y la inteligencia de grupos hu-
manos primitivos, como podrían
ser los aborígenes americanos, los
grupos tribales africanos o los anti-
guos bárbaros asiáticos o europeos.
Todo este simbolismo, ritos, ceremo-
nias, conocimientos secretos, ideas
cosmogónicas, mitologías, leyendas,
cuentos, sagas, poesías de inicia-
ción, mantras, cantos sagrados, ciu-
dades subterráneas, cerros protec-
tores, hiperbóreos, nibelungos, oasis
polares y toda otra creencia humana
con respecto a la vida y la muerte,
pertenece a las distintas expresio-
nes de la sabiduría humana, dividi-
das por razones de sistematización
científica, en variadas y profundas
parcelas que integran las Ciencias
del Hombre y que la Antropolo-
gía Metafísica, reúne y analiza para
un completo conocimiento formal y
material del pensamiento humano.

Los estudiosos y los simples lectores,


encontrarán en esta reducida biblio-
grafía, un material completo para la
formación de quienes desean aden-
trarse en la belleza y la complejidad del
material e inmaterial, del corpóreo o
incorpóreo conocimiento que propor-
ciona la metafísica a quienes se alle-
gan a su causa generadora y a la cos-
movisión de su sabiduría milenaria.
197

Títulos como “La Flecha del Inca”, “Mi-


tos Perdidos”, “Prehistoria de Améri-
ca”, “La formación de las leyendas”,
“Las supersticiones del Río de la Pla-
ta”, “La cosmogonía según los Puel-
ches de la Patagonia”, “Historia de
las creencias, ritos, supersticiones y
costumbres”, “Shamballa”, “El alma
de la montaña”, “The ancient engi-
neers”, “Folklore de los actos religio-
sos en la Argentina”, “La Bioenergía”,
“El Bastón de Mando” o “Screts ci-
ties of old South América”, pertene-
cen a obras científicas y también de
contenido metafísico que homologan
la seriedad de sus autores, todos
ellos investigadores y docentes de
la más elevada jerarquía intelectual.

Todo aquel conocimiento considera-


do como de seudociencia, no ha in-
tervenido en la ilustración de nuestro
índice bibliográfico, para evitar des-
víos o confusiones dentro de una te-
mática, considerada exclusivamen-
te como de Antropología Metafísica.
Creemos haber concretado nuestro
trabajo expositivo, con una bibliogra-
fía donde mencionamos la cantidad
de ochenta y cinco autores y cien-
to dieciséis obras, todas las cuales
contribuyen al esclarecimiento y la
comprensión de tan bello y espiritual
pensamiento humano, como lo es la
Antropología Metafísica, muy pocas
veces abordada y escasamente pu-
blicada, tanto por los estudiosos del
pasado como por los de la actualidad.
198

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rica – Rider, EE.UU., 1946.


Secrets cities of old South America
– Rider, EE.UU., 1950.
Zeballos, Estanislao: Relmú, la
Diosa de los Pinares – Buenos Aires,
1896.
208
209

LOS TIEMPOS
ESTAN CUMPLIDOS
Y LAS CONDICIONES
DADAS, SOLO FALTA EL
CHISPAZO PARA LA GRAN
LLAMARADA

Prof. Dr. Guillermo Alfredo


TERRERA

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Escuela Hermética Primordial


de las Antípodas
210

La meseta de Pamir y el rio Indo, el legendario


Gond-Wana y el Continente de los Dioses
Blancos, las ciudades mágicas que surgieron
en la poesía de los escogidos....Después los
Hiperbóreos, los Cíclopes y los Atlantes....Más
allá, los cerros sagrados, quebradas y valles
poblados por espíritus y luces cósmicas. Y
ahí delante, templos y pirámides, triángulos
de fuerza, y los hijos del Sol....Muy juntos
marchan Parsifal con el Santo Grial, nibelungos
y gnomos, capiangos, runa uturuncos y
duendes de lejanas leyendas, madres vírgenes
ofrendando el fruto divino de su amor con
Dioses incorpóreos. El final de éste viaje, sin
tiempo ni espacio, es ante la negra piedra de
basalto que, en forma de misil, llegara a la
tierra en una bola de fuego, y que pulida por
Votán, en las alturas del Uritorco, fué emblema
de los pueblos... Bastón de Mando y Piedra
de Sabiduría para regenerar y conducir a la
especie humana cuando el odio, la violencia
y el materialismo sean excluídos del Planeta
Tierra. El Prof. Dr. Guillermo Alfredo Terrera,
cultísimo autor de obras de significativa
originalidad y hondura, dedica Antropología
Metafísica a preservar y difundir la belleza
poética de sus conocimientos, muchos de los
cuales llevan el trasfondo de la realidad y la
ciencia. Sus 29 capítulos, 17 gráficos y 7 mapas
completan magistralmente este trabajo de
excepcional valor esotérico.

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