¿See enseña lengua?

En algún momento de la formación como licenciados de lengua castellana, de una u otra

manera, se ha llegado a la pregunta del millón ¿Cómo enseñar lengua?, frente a lo cual se
puede echar mano de las teorías, las experiencias, los métodos, etc, no obstante, vale la pena
hacerse una pregunta un tanto más profunda y tal vez más significativa frente a lo que se debe
hacer en tanto que docentes en formación: ¿se enseña lengua?

Para responder a dicha pregunta basta con recurrir a la experiencia común para darse cuenta
de que los niños aprenden sus primeras palabras en el entorno familiar, de hecho cuando
comienzan su etapa de escolarización ya son capaces de hablar de manera medianamente
fluida, poseen un bagaje lingüístico bastante significativo, esto sin la intervención de la
escuela. Por lo tanto, se puede afirmar que la lengua no se enseña, se aprende en el contexto
social dada la necesidad de comunicación con el entorno y la escuela está en la obligación de
reconocer esto si es que su objetivo es formar personas competentes frente a la producción y
comprensión de textos, pues al parecer hasta ahora ha creído, parafraseando el célebre dicho,
que se aprende a montar bicicleta leyendo tratados de mecánica.

Por tanto nuestro rol como docentes es el de mediadores entre el estudiante y la cultura.
Debemos superar el modelo caduco de la educación bancaria, aquel del profesor emisor y del
alumno receptor pasivo, nadie es tábula rasa y menos aún en lo que a lengua se refiere.
También es sumamente relevante el dialogo (entendido como una retroalimentación en
cuanto a un tema, en este caso, la lengua) en múltiples dimensiones: el dialogo entre los
alumnos, el dialogo del profesor con el contexto, con las teorías, con sus estudiantes, con sus
colegas, etc, todo esto para entender la lengua como el fenómeno social que es y de esta
manera ir más allá de la fría gramática que desconoce lo cambiante de las palabras, los matices
que adquieren en el uso.