El periodo de República restaurada o triunfante abarca de los gobiernos de
Benito Juárez (1867/1872) y de Sebastián Lerdo de Tejada (1872/1876) hasta la llegada de Porfírio Díaz a la silla presidencial. La pacificación del país conseguida a cualquier costo, aunque eso significara irónicamente mas violencia por los métodos represivos que utilizó. Ese desarrrollo se consiguió a cambio de elevados costos sociales y políticos, la mano de obra fué explotada en beneficio de las ganancias de los dueños de las fábricas y minas, eran maltratados y descriminados constantemente, mala paga y carencia de toda protección. La vida de los obreros tampoco era fácil, se les explotaba al extremo, había patrones que les quitaban su único día de descanso y llegaban a hacer 15 horas diarias. Al activarse la economía surgío la nueva clase media, conformada por profesionistas, quienes no podían ocupar un cargo político, con ello, la clase pobre siguió siendo aún más pobre. Diversas rebeliones indígenas como la de los yaquis y mayos en el norte del país fueron disueltas de esa forma, incluso los líderes eran arrestados, unos fueron vendidos como esclavos, y otros torturados y asesinados. Díaz aplasó la mayor resistencia de mayos y yaquis en Sonora. Lo que reclamaban los yaquis era el reconocimiento de éstos como comunidad, ya que el gobierno imponía sus propias reglas y controlaba su territorio. Díaz ordenó la deportación de los yaquis al Estado de Yucatán con el propósito de acabar así con sus constantes levantamientos. Poco a poco los gobiernos locales y estatales fueron fieles a él, al grado de corromper las elecciones electorales con acciones fraudulentas. Los científicos serían los principales promotores de las reelecciones de Díaz. Porfirio continuó con las leyes impuestas por Juárez, las cuales establecían que los terrenos baldíos no le pertenecian a nadie, sin embargo, estos terrenos que aparentemente no tenían dueño, eran arrebatados por ricos asendados contra los campesinos, estas leyes eran sancionadas por la Constitución de 1857. Permitió que los hombres de negocios hicieran grandes fortunas. Con el impulso del peonaje, trajo consigo las largas jornadas de trabajo laborales, salarios bajos, condiciones infrahumanas. Entre las dificultades para el comercio y las comunicaciones, estaban la falta de caminos y transportes, con la llegada del ferrocarril, se abrieron caminos a través de consesiones para comunicar al territorio mexicano, que hasta entonces estaba desvinculado. Sin embargo, el ferrocarril no llego a todas partes, solo a aquellas que les interesabn a los empresarios, especialmente a los extranjeros. Se mejoraron los puertos y se extendieron las líneas telegráficas y telefónicas, lo que desembocó un desarrollo desigual de comercio, solo se beneficiaba a los más poderosos. Mi consclusión, Díaz fué un villano, consolido la paz, dió prestigio internacional y lo encaminó hacia el progreso material y cultural aunque no pudo resolver los grandes problemas de pobreza, desigualdad social e injusticia, ya que, la gran mayoría de la población se benefició poco del bienestar material, incluso sufría de las injusticias provocadas por la concentración del poder y la riqueza en unas cuantas manos.