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OTORRINOLARINGOLOGÍA
OÍDO
Otalgia: Dolor de oído, que puede ser causado por algún tipo de afección en la
articulación temporomandibular, en los dientes, la faringe o en el propio oído.
También se denomina otidinia.
Vértigo: Es un trastorno del sentido del equilibrio que se caracteriza por una
sensación de falta de estabilidad.
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Autofonia: Resonancia de la propia voz del enfermo en las enfermedades del
oído medio.
NARIZ
Parosmia: Alteración del sentido del olfato que provoca una falsa percepción de
sensaciones de olores.
Rinoraquia: Salida de LCR por la nariz ocacionada por fractura que involucra a la
lamin cribosa del etmoides
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FARINGE
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MÉTODOS BÁSICOS DE EXPLORACIÓN CLINICA EN ORL.
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LABORATORIO:
EOSINOFIlOS EN CULTIVO NASAL: El conteo de eosinófilos en el fluido nasal
es útil para descartar o afirmar la presencia de alergias (rinitis) o bacterias, así
como su agrupación.
CULTIVO DE SECRECIONES NASALES: Es un examen con el que se analiza
una muestra de las secreciones de la parte superior de la garganta, por detrás de
la nariz, para detectar organismos que puedan causar enfermedad.
BIOPSIA: Examen microscópico de un trozo de tejido o una parte de líquido
orgánico que se extrae de un ser vivo.
ESTUDIOS RADIOLOGICOS:
PERFILOGRAMA NASAL: El perfilograma esta compuesta por tres proyecciones
que son lateral derecho e izquierdo y watters:
P.P. El paciente se encontrará en bipedestación lateral al bucky de pared,
partiendo de una lateral el cráneo.
La colimación será de acantion (punto situado en la base de la espina nasal
anterior) a bregma (es un punto anatómico del cráneo situado en donde la sutura
coronal se intercepta perpendicularmente con la sutura sagital) ya sea de lado
derecho o el izquierdo y en la Watters será acantion a bregma y por la línea
interpupilar.
R.C.: Perpendicular al centro del chasis a la altura de la dacrion (punto situado al
lado de la nariz).
Chasis: 8x10 y 10x12 D.F.P 1 metro E.V.: tabique nasal, huesos propios de la
nariz.
C.R.: Fractura del tabique nasal, pre, trans y posquirúrgico, infeccioso, quístico.
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MÉTODOS BÁSICOS DE EXPLORACIÓN CLINICA EN ORL.
FARINGE Y BOCA:
EXPLORACION DIRECTA DE BOCA Y OROFARINGE:
Objetivo
Mucosa labial. Se debe retraer la mucosa con los dedos, hacer palpación bidigital
y ver el fondo de saco tanto superior como inferior, así como observar los frenillos.
Una de las variaciones más comunes es la persistencia de la arteria labial;
también hay que buscar masas a través de la palpación interna y externa. El
mucocele en el labio inferior y los adenomas en el labio superior son las lesiones
más frecuentes que se presentan como masas elevadas del mismo color de la
mucosa adyacente; son asintomáticas y de crecimiento lento.
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Mucosa yugal o bucal. Se d ebe efectuar la retracción con el abatelenguas para
observar el trígono retromolar; debe hacerse de atrás hacia delante para no
obstruir la visibilidad y la salida del conducto parotídeo o de Stenon. A la altura del
primer molar superior se puede ver una zona nodular y un orificio de salida en el
que se tiene que determinar si está permeable con el fin de establecer si existe
xerostomía por Sjögren u obstrucción. Se sugiere realizar la sialometría. Las
variaciones identificadas son la línea blanca o de oclusión, gránulos de Fordyce y
leucoedema. Otras lesiones comunes diagnosticadas en esta área son liquen
plano, morsicatum bucarum (morderse la mucosa), tatuaje por amalgama, úlcera
traumática u aftosa y várices.
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Lengua. Se le solicita al paciente que la extienda hacia afuera lo más que pueda
para poder observar la zona dorsal y ver todas las papilas, filiformes, fungiformes y
calciformes y la función para descartar una neoplasia de la base de la lengua.
Después, con la gasa, se retrae a la izquierda y la derecha para observar el borde
lateral y las papilas foleadas, que pueden ser confundidas con neoplasias. Esta
área es de suma importancia porque 90% del carcinoma epidermoide se presenta
en la lengua, principalmente en esta zona. También se pueden ver agregados
linfoides que se consideran una variación de lo normal, aunque siempre se debe
descartar carcinoma epidermoide. La lengua fisurada y geográfica se presenta en
30% de la población; la lengua saburral se debe a falta de higiene, en tanto que la
lengua crenada (indentaciones en los bordes de la lengua) es otra variación que
se observa con frecuencia.
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Dientes. La caries es la enfermedad infecciosa más importante que se debe
identificar en todas sus fases, ya sea manualmente o con ayuda de tinciones. Es
fundamental asociarla a padecimientos como síndrome de Sjögren, xerostomía o
tratamientos de radio y quimioterapia. La erosión del esmalte por la parte palatina
y lingual debe ser un aviso de que el paciente puede ser bulímico. La falta de
higiene y prevención se puede complicar con caries y provocar una diseminación
de la infección por los espacios virtuales musculares y desarrollar abscesos y
celulitis, lo que podría poner en riesgo la vida del paciente.
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LARINGOSCOPIA DIRECTA: En la laringoscopia directa, se usa un tubo llamado
laringoscopio, un instrumento que se coloca en la parte posterior de la garganta. El
tubo puede ser flexible o rígido. Este procedimiento le permite al médico ver más
profundamente en la garganta y extraer un objeto extraño o una muestra de tejido
para una biopsia. Se realiza en un hospital o centro médico bajo anestesia
general, lo cual quiere decir que usted estará dormido y sin dolor.
NASOFARINGOSCOPIA ENDOSCOPICA:
LARINGE:
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ESTROBOSCOPIA: La estroboscopía es útil para el diagnóstico de lesiones, pero
también se recomienda su utilización para el estudio funcional de la voz, porque
permite observar los cambios en el largo y tensión de las cuerdas vocales en
distintas afecciones, que incluyen cambios del tono y de la intensidad.
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MÉTODOS BÁSICOS DE EXPLORACIÓN CLINICA EN ORL.
ESTUDIOS RADIOLOGICOS:
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METODOS BASICOS DE EXPLORACION CLINICA EN “ORL”
OIDO
OTOSCOPIA MANUAL
OTOMICROSCOPIA
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La exploración del oído a través del conducto auditivo. Existen diversos
accesorios que nos permiten dicha exploración como el otoscopio clásico, el
microscopio y, más recientemente, el otoendoscopio.
Puede detectar todas as patologías del conducto auditivo, tímpano y oído medio
que alteren de alguna manera la forma, color o aspecto de dichas estructuras.
OTOENDOSCOPIA
OTOSCOPIA NEUMATICA
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Observando los movimientos relativos de la MT en respuesta a cambios inducidos
en la presión aérea del CAE pueden obtenerse datos sobre la presión que existe
en el oído medio. Para realizar esta prueba se requiere un espéculo con un
extremo distal dilatado flexible y de punta blanda que encaja en el CAE con la
finalidad de conseguir un hermetismo completo. La prueba se efectúa presionando
suavemente una perilla conectada al otoscopio. Para que no se asuste el individuo
a explorar es necesario advertir que experimentará una sensación de presión en el
oído. Cuando la MT y la presión en el interior del oído medio son normales se
observará en la MT un movimiento preciso hacia dentro a medida que la presión
existente en la cabeza del otoscopio aumenta al apretar la perilla de goma.
Cuando se deja de presionar ésta y la presión existente en el CAE vuelve
rápidamente a sus valores normales, la MT se mueve de forma precisa hacia
fuera. Si la presión aérea del oído medio es negativa debido a que la trompa de
Eustaquio está obstruida, la MT se moverá lentamente. La existencia de líquido en
el oído medio suele causar una disminución importante o incluso total de la
movilidad. Cuando la MT está inmóvil, el único movimiento observable puede ser
un ligero desplazamiento del CAE. Este procedimiento simple proporciona un
método sencillo para determinar la movilidad de la MT y resulta de una ayuda para
el diagnóstico visual de una otitis media aguda (OMA) y de una OMS.
ESTUDIO AUDIOLOGICO
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Audiometria tonal
Debido a que los ruidos del ambiente inciden sobre la audición, es preciso
estudiarla en un medio con silencio apropiado, por lo que se recomienda una
“cámara silente sonoamorgiguada”. El estudio audiometrico se registra en un
audiograma: la frecuencia se representa en forma horizontal y medida en hercios
de 125 a 8 000 Hz. El grado de audición se grafica en forma vertical, desde 0 dB
hasta 100 dB (figura 3-2).
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trata; el paciente responde levantando la mano del mismo lado del oído que lo
escucha, o bien presionando una perilla luminosa para tal fin. Es más
recomendable pedirle que levante y baje la mano cada vez que escuche el
estímulo sonoro, debido a que ambos oídos pueden percibir en ocasiones el
sonido; en tal caso, se le indica que levante y baje las dos manos; el examinador
puede percatarse así de esto y utilizar sonido enmascarado. A continuación se
aplica la intensidad mínima del audiómetro y se incrementa de forma gradual de
cinco en cinco decibeles hasta que el sujeto perciba el sonido, de tal modo que se
localiza el umbral mínimo.
3. Se realiza lo mismo con las demás frecuencias.
Se aconseja seguir una frecuencia ascendente hasta los 8 kHz y luego continuar
en forma descendente a partir de la frecuencia de 500 Hz.
4. Tomar primero la audición del oído que se refiere como el mejor en términos
clínicos. Por vía aérea existe audición cruzada a partir de los 50 dB; si se aplican
más de 50 dB por un oído y se comienza a percibir por el contralateral, es
necesario ensordecer a este último. Dicho fenómeno se presenta casi siempre con
diferencia en sensibilidad auditiva de 30 a 50 dB entre ambos oídos.
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Interpretación del audiograma
Un audiograma ayuda sobre todo a distinguir entre una lesion auditiva conductiva
y una sensorineural. Las afecciones del oido externo y medio interfieren con la
curva para tonos aereos y no con la conduccion de tonos oseos. La distancia que
se crea entre estas curvas se denomina GAP (intervalo) y es de gran importancia
en la valoracion clinica de los pacientes. Las lesiones sensorineurales producen
perdidas o caidas tanto de los tonos aereos como de los oseos. En consecuencia,
las hipoacusias pueden clasificarse como conductivas, sensorineurales y mixtas
(cuando existen ambos componentes).
Respecto de su intensidad, se dividen en:
1. Superficiales (tonos de 20 a 40 dB).
2. Moderadas (tonos entre 40 y 60 dB).
3. Graves (tonos de 60 a 80 dB).
4. Profundas (tonos mayores de 80 dB) (figura 3–3). Por otro lado, no solo
contribuyen a la audicion del habla las frecuencias de 500, 1 000 y 2 000, sino
tambien los tonos mas agudos. Frecuencias mayores de 10 kHz pueden
suministrar información temprana acerca del estado de los organos auditivos.
La capacidad para captar sonidos de muy altas frecuencias decrece en forma
gradual con la edad; este proceso inicia a partir del tercer decenio de la vida.
Logoaudiometría
Los tonos más importantes que entran en la formación de la palabra son de 500, 1
000 y 2 000 Hz. Se puede considerar este nivel tonal con el objeto de comprender
las dificultades de un sordo para captar la palabra hablada. No es lo mismo oír que
entender; por ello, la audiometría tonal, sin soslayar su importancia, no establece
la capacidad de comprensión del odio ante los fonemas. En forma genérica,
existen dos tipos de medida logoaudiometría:
1. Medida de sensibilidad (umbral de inteligibilidad): consiste en medir el nivel más
bajo en que el paciente puede entender el habla (umbral de recepción al habla).
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En esta prueba se presentan al individuo palabras bisílabas a diferentes grados de
intensidad, hasta localizar el umbral en el cual es capaz de responder en forma
acertada el 50% de las palabras.
Por lo general, este umbral concuerda con el promedio de los tonos puros en las
frecuencias de
500, 1 000 y 2000.
2. Medida de entendimiento: consiste en estudiar la forma en que discrimina el
sujeto las palabras que se encuentran por encima de su umbral de recepción.
Para conocer el porcentaje máximo de captación, para el idioma español, se
elaboró una lista de trisílabos graves y otra de monosílabos sin sentido.
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TIMPANOMETRÍA
Esta técnica estudia las variaciones de la impedancia al modificar las presiones en
el conducto auditivo externo.
El valor diagnóstico de la timpanometria reside en el hecho de que diferentes tipos
de lesiones en el oído medio modifican la forma del timpanograma. Para obtener
una curva de timpanometria se determinan de forma consecutiva las
adaptabilidades (desplazamiento de la membrana timpánica al aplicar
determinadas presiones) a +200, +50, 0, –50, –100 y –200 mm. Las respuestas
obtenidas se unen en la gráfica de Brooks para obtener así el trazo (figura 3–6).
No hay peligro de que el tímpano se perfore con presiones de –400 mm, ya que
timpanos muy delgados o con lesiones cicatrízales toleran presiones de 3 000 a 5
000 mm. Existen cuatro tipos fundamentales de curvas en la timpanometria:
Grupo I o tipo A. El punto culminante de la curva esta centrado en el punto 0 de
la presion aerea. Significa que la presion aerea del oido medio es igual a la
presion atmosferica. Tiene dos variantes: el tipo As tiene una adaptabilidad
reducida debido a la rigidez de la cadena osicular (p. ej., anquilosis
estapediovestibular); el tipo Ad posee una adaptabilidad aumentada y refleja
discontinuidad de la cadena osicular o timpanos con lesiones cicatrizales. Para un
oido normal, el valor del gradiente (distancia de la curva comprendida entre –50 y
+50 mm) es de
40 a 60% de la adaptabilidad maxima.
Grupo II o tipo C. Incluye curvas que mantienen su perfil normal o casi normal,
pero el punto maximo de la curva se halla desplazado hacia la zona de las
presiones negativas.
Grupo III o tipo B. El punto maximo de la curva desaparece y se transforma en
una meseta desplazada hacia la zona de las presiones negativas. Se identifica en
casos de secrecion en la caja timpanica.
Grupo IV. La curva timpanometrica es una linea recta.
Su trazado es casi horizontal; se observa en casos de otitis adhesivas y
perforaciones timpanicas. Kobayashi (1986) publico estudios de timpanogramas
con curvas nistagmoides en perforaciones pequeñas o puntiformes de la
membrana timpanica.
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REFLEJO ESTAPEDIAL
El reflejo estapedial (RE) aparece a intensidades de 70 a 80 dB por encima del
umbral de audicion del oído estimulado. La via del reflejo acustico ipsolateral es la
porcion ventral del nucleo coclear y la porcion media del nucleo motor facial. La via
del reflejo acústico contralateral se proyecta por el complejo olivar superior,
fasciculo longitudinal medio y pedunculo cerebral con conexiones contralaterales
con los nucleos de los pares craneales V, VI y VII. Los umbrales del RE aumentan
con la ingestion de barbituricos y alcohol.
Aplicaciones clínicas del reflejo estapedial
a) Permite realizar una audiometria objetiva. La aparicion de una respuesta refleja
normal (70 a 80 dB) permite afirmar que el sonido se ha percibido de modo
subjetivo a dicha intensidad.
En hipoacusias sensoriales con reclutamiento, el reflejo aparece a intensidades
menores.
b) Ayuda a identificar a individuos simuladores que pretenden pasar por sordos.
c) Estudio del nervio facial. La desaparicion o conservación del reflejo estapedial
contribuye en la valoracion topografica de la lesion que causa la paralisis facial. El
reflejo estapedial puede detectar lesiones en etapa temprana o, por el contrario, el
comienzo de la recuperacion funcional del nervio.
d) Presencia de reclutamiento. Existe reclutamiento si la diferencia entre el umbral
del reflejo y el umbral de audicion es menor de 60 dB en el oído estimulado; esto
sugiere lesion coclear.
e) Prueba de adaptacion del reflejo estapedial. Se considera anormal cuando la
amplitud de la respuesta del reflejo disminuye a la mitad o mas en cinco segundos,
al aplicar un tono continuo de
500 o 1 000 Hz, 10 dB por arriba del umbral del reflejo acustico. Su presencia
sugiere lesion retrococlear.
Porcentaje de sensibilidad: 90 a 95%.
f) Prueba de latencia del reflejo estapedial. Segun
Clemis (1980), el promedio de la latencia absoluta del reflejo es de 95 mseg, con
desviación promedio de 24.5 mseg. La diferencia de latencia interaural es de 14.7
mseg, con una desviación promedio de 11.4 mseg. Por lo tanto, valores de 144
mseg (latencia absoluta) o 36 mseg (diferencia de latencia interaural) se
consideran anormales y provocan lesiones retrococleares.
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La prueba del RE y las respuestas auditivas del tallo cere bral constituyen dos
metodos diagnosticos valiosos para la deteccion temprana de alteraciones del VIII
par craneal.
ACUMETRIA
DIAPASONES
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PRUEVA PARA VALORAR EL EQUILIBRIO
Prueba de Romberg
Esta prueba se realiza con el paciente de pie; se le pide que se mantenga lo más
erecto posible, que junte los pies, que estire las manos y que cierre los ojos para
suprimir la información visual.
La prueba se considera positiva cuando el paciente mantiene el equilibrio con los
ojos abiertos y lo pierde cuando los cierra.
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El signo de Romberg es positivo en dos tipos de lesio- nes: cuando están
afectadas las vías de sensibilidad pro funda de la médula espinal y las que afectan
las vías ves- tibulares.
Cuando el paciente no es capaz de mantener el equili- brio con los ojos abiertos y
cerrados, la alteración se loca- lizará a nivel cerebeloso.
Este signo será únicamente positivo cuando se produz- ca una real pérdida del
equilibrio; cuando esto sucede, los pacientes por lo general tienden a separar los
pies. Se tiene que tener cuidado, ya que las oscilaciones que produzca un
paciente no se considerarán como Romberg positivo.
Una variante de esta prueba es la denominada “prueba sensibilizada de
Romberg”, en donde se pide al paciente que coloque un pie delante del otro. El
significado de la prueba es el mismo.
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Al realizar la prueba con los ojos abiertos se explora la función cerebelosa. Las
lesiones cerebelosas producen una marcha atáxica o incoordinada. En las
lesiones unilaterales hay caída hacia un lado. En las lesiones de los cordones
medulares, la marcha es muy inestable, lanzando los pies mientras fija la mirada al
suelo, ya que empeora con los ojos cerrados. La diferenciación entre las lesiones
de la marcha de origen cerebeloso y propioceptivo se basa, además de en las
características mencionadas, en los signos asociados con alteraciones
sensoriales, de la coordinación y en su relación con la visión.
Con los ojos cerrados la prueba investiga el sistema vestibular (SV). En las
lesiones del SV puede aparecer marcha en estrella, ballesta o abanico con
lateralización o caída siempre hacia el lado lesionado en la fase aguda de la
lesión, pero en cuento comienzan a funcionar los mecanismos de compensación la
prueba se va normalizando.
Mniobra de Dix-Hallpike
RADIOLOGIA
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Proyección de Schüller
Permite una proyeccion sin distorsion, tanto de la mastoides como de la posicion
del seno lateral.
Consiste en una vista lateral de la mastoides, que se obtiene mediante la
angulacion cefalocaudal entre 25 y 30° de los rayos X. La cabeza del paciente se
voltea de tal manera que el plano sagital del cráneo se encuentre paralelo a la
placa. Se logra una valoración adecuada del grado de neumatizacion de la
mastoides y la porcion vertical del seno sigmoideo.
Con respecto a la cavidad del oido medio, solo se observa la porcion superior del
atico. El angulo entre la cara superior de la porcion lateral de la pirámide petrosa y
el trayecto vertical del seno sigmoideo se conoce como angulo de Citelli. En la
parte anterior de esta proyeccion tambien se reconoce la articulacion
temporomandibular (figuras 30–1 y 30–2).
Proyección de Stenvers
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NARIZ Y SENOS PARANASALES
Rinoscopia anterior
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Rinoscopia posterior
Introducción de un espejo por la boca en el velo del paladar para observar las
coanas, cornetes, meatos medios, tabique, atresia de coanas
Olfatometria
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alteraciones objetivas de la percepción olfativa (mediante el empleo del
electroolfatograma o del potencial evocado olfativo)
El estudio del olfato es realizado en las Unidades de Otorrinolaringología.
Debe realizarse una limpieza nasal antes del inicio del estudio.
En los estudios subjetivos el paciente permanece sentado, aislado de ruidos y en
unas condiciones óptimas de temperatura y humedad. Al paciente se la da a oler
muestras de sustancias que desprenden diferentes tipos de olor a diferentes
concentraciones y que se sitúan aproximadamente un centímetro de su fosa nasal;
se le pide que inspire con normalidad y que reconozca determinadas
características del olor como son: si identifica o no el olor, su intensidad, si lo
percibe como agradable, irritante, etcétera.
En los estudios objetivos se utilizan diferentes aparatos técnicos que conectados
a unos electrodos colocados sobre la mucosa nasal emiten estímulos eléctricos
que provocaran diferentes percepciones olfativas en forma de impulsos
neuroeléctricos que serán detectados y recogidos por los propios electrodos para
su interpretación posterior. El paciente permanece tumbado durante el estudio.
El estudio del olfato puede durar entre 15-30 minutos.
El estudio del olfato no requiere de preparación salvo una correcta higiene nasal
previa.
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olfato o por el contrario tiene otro origen (orofaríngeo, sistema nervioso central,
etcétera) que deban ser estudiados con posterioridad mediante el empleo de
pruebas diagnósticas más específicas.
El estudio del olfato es una prueba de screaning que deberá ser ampliado con
estudios complementarios posteriores (en el caso de detectarse alteraciones en el
mismo) hasta identificar la causa que provoca dichas alteraciones.
Rinomanometria
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rinomanómetro, se le colocará una mascarilla facial (si se desea medir el flujo
aéreo) o una oliva nasal (si se desea medir las resistencias al flujo aéreo) y se le
pedirá que respire con normalidad y de forma pausada. Durante el estudio suele
ocluirse una fosa nasal y posteriormente la contralateral para obtener la medida de
flujos y resistencias de cada fosa de forma independiente y de ambas fosas de
forma conjunta.
El estudio suele durar 15-20 minutos.
El estudio no requiere de preparación salvo una correcta higiene nasal previa a su
realización.
Se aconseja evitar fumar y el uso de medicación o sustancias tóxicas aplicadas en
el interior de ambas fosas nasales al menos 48 horas previas al estudio.
La rinomanometría anterior activa es indolora para el paciente.
La rinomanometría anterior activa no implica riesgos para el paciente.
Contraindicaciones del estudio
La rinomanometría anterior activa no tiene contraindicaciones para su realización.
La rinomanometría permite valorar si existen alteraciones del paso del aire a
través de las fosas nasales tanto en su entrada durante la inspiración como en su
salida durante la espiración.
Permite detectar la presencia de obstrucciones o de resistencias al paso del aire
producidas por ejemplo por la presencia de pólipos, inflamación de la mucosa
nasal, hipertrofia de cornetes o de adenoides, desviación del tabique nasal,
etcétera; y cuantificar si dichas alteraciones son tan importantes como para
requerir de tratamiento quirúrgico o no quirúrgico.
Útil también como prueba de control después de determinados tratamientos
(como la septoplastia o corrección de la desviación del tabique nasal) para
comprobar si han sido o no eficaces para lo cual se compara si los valores
obtenidos tras el tratamiento han mejorado o no con respecto a los valores
iniciales.
Los senos frontales se exploran ejerciendo ligera presión con los dedos pulgares
sobre las prominencias oseas de las cejas en busca de dolor
Para los senos etmoidales se ejerce presión con dedos índice por arriba del
angulo interno del ojo
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Los senos maxilares se exploran ejerciendo presión con dedos pulgares sobre la
apófisis cigomaticas
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Estudios radiológicos:
Perfilograma nasal
Radiopgrafia de caldwell
Radiografia de waters
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Radiografia lateral
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FARINGE Y BOCA
Labios La exploración de la cavidad oral se inicia con la boca del paciente cerrada.
Se debe inspeccionar y palpar los labios de nuestro paciente, ver si hay asimetría,
su color, existencia de edema y anomalías de su superficie. Asegúrese de que las
pacientes eliminan por completo la pintura de labios antes de la inspección. Los
labios deben ser rosados y simétricos ya sea en el eje vertical como en el
horizontal y tanto en reposo como en movimiento. El borde neto entre los labios y
la piel de la cara no debe estar interrumpido ni desdibujado por lesiones; la piel de
los labios debe ser lisa, suave y sin lesiones. Mucosa bucal, diente y encías. Se le
debe pedir al paciente que cierre los dientes y separe los labios, de modo que
pueda observar la oclusión de los dientes. Esta maniobra le permite explorar
también el nervio facial (VII nervio craneal). La oclusión es correcta cuando los
molares superiores se apoyan directamente sobre los inferiores y los incisivos
superiores sobresalen ligeramente por delante de los inferiores. La protusión de
los incisivos superiores o inferiores, la ausencia de solapamiento de los incisivos
superiores sobre los inferiores y la existencia de piezas dentarias posteriores que
no coinciden con sus homólogos del otro arco dentario son signos de maloclusión.
Haga que el paciente retire cualquier tipo de prótesis dentaria móvil y abra la boca
parcialmente. Empleando un depresor de lengua y una fuente de iluminación
potente, inspeccione la mucosa bucal, las encías y los dientes. La mucosa bucal
debe ser de color rojo rosado, suave y húmeda; la desembocadura del conducto
de Stenon debe aparecer en forma de una pequeña protusión blanco-amarillenta o
blanco-rosada, alineada aproximadamente con el segundo molar superior.
Empleando guantes, palpe las encías en busca de lesiones de cualquier tipo,
induraciones engrosamientos o masas. No debe haber dolor a la palpación.
Inspeccione y cuente los dientes, observando eventuales signos de desgaste,
escotaduras, caries y aftas. Asegúrese de que los dientes están firmemente
anclados, comprobando cada uno con un depresor de lengua. Al examinar la
mucosa yugal podemos encontrar aftas que son lesiones ulcerosas de
aproximadamente 1 cm. de diámetro, excavadas y con un borde rosado y
ligeramente levantado sobre la superficie de la mucosa. En casos de hongos se ve
la mucosa roja con puntitos blancos que sangran con el roce. El enantema es
similar al exantema, pero recibe este nombre cuando aparecen en mucosas, entre
los principales tenemos las manchas de Koplik que son manchas blancoazuladas
o blancopizarra rodeadas de una areola rojiza; aparecen de 5 a 20 en los niños
cuando tienen sarampión; son de carácter transitorio y en raras ocasiones
aparecen en la mucosa del labio. La escarlatina es el enrojecimiento difuso rojo
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escarlata de la mucosa yugal. En la viruela hay enantema y enrojecimiento de la
mucosa; además, pápulas que se ulceran. En la parotiditis se enrojece y se
ensancha el conducto de Stenon ( a nivel del 2° molar superior). La estomatitis es
la inflamación de la mucosa oral que puede ser local o generalizada afectando
toda la mucosa, incluso el paladar superior y la cara interna de los carrillos o el
labio. (Fig. 4)
Haga que el paciente incline la cabeza hacia atrás para inspeccionar el paladar y
la úvula. Para estudiar la movilidad del paladar blando se pide al paciente que diga
“aah” al tiempo que, en caso necesario, se deprima la lengua. Cuando el paciente
vocalice, observe la elevación simétrica del paladar blando, mientras la úvula
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permanece en la línea media. Esta maniobra también permite explorar los nervios
glosofaríngeo y vago. La ausencia de elevación bilateral del paladar blando al
vocalizar puede deberse a parálisis del vago, en cuyo caso la úvula se desviará
hacia el lado del nervio no afectado.
EXPLORACIÓN DE LA OROFARINGE
Comienza con una simple inspección, invitando al paciente a abrir la boca, sin
introducir el depresor lingual y pidiéndole que pronuncie la letra “a”. Esta maniobra
ofrece una visión parcial de la orofaringe, principalmente del velo del paladar y de
la cúpula de la base de la lengua, permitiendo apreciar su movilidad. En el niño, la
exploración sin depresor ofrece a veces una visión sorprendente de las vías
aerodigestivas superiores, desde la parte baja del cavum, hasta la epiglotis
suprahioidea, mientras que la introducción prematura del depresor puede
comprometer el éxito del examen. A continuación, el examen exige el uso del
depresor. Hay que aplicarlo con cuidado sobre la pared lateral, sobre una
hemilengua y luego sobre la otra, y a veces, utilizar un segundo depresor para
separar la mejilla. Por lo general los niños toleran mejor el depresor de madera por
ser más pequeño y menos frío. (Fig. 7)
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base de la lengua o tumores infiltrantes del surco amigdalogloso. Con estas
circunstancias el tumor se palpa más que se ve. La palpación es importante si se
sospecha de una apófisis estiloides larga y para provocar la salida de pus a la
presión del pilar amigdalino anterior en caso de amigdalitis crónica. (Fig. 8) Por
último, el examen de la orofaringe comprenderá un estudio neurológico cuando se
sospecha una parálisis de los últimos pares. La parálisis del velo del paladar se
traduce por el signo del telón: el velo se desplaza hacia el lado sano durante la
pronunciación de la letra “a”. Este déficit motor se debe a una lesión del IX par, del
X y/o de la ramificación interna del XI. El diagnóstico será más preciso al
analizarse la sensibilidad y la sensorialidad gustativa de la base de la lengua, que
depende del IX par, con estudio de la movilidad glótica que depende del IX par y
con el examen de la movilidad escapular que depende del XI. El estudio del XII par
mediante el análisis de la movilidad lingual deberá asociarse simultáneamente a
los anteriores.
LARINGE
Laringoscopia indirecta
Método de visualización de las cuerdas vocales mediante el empleo de espejos
introducidos en la cavidad bucal a los que se les aplicaba una fuente de luz.
Técnica
a) Colocar al paciente sentado y sin encorvarse, con la cabeza ligeramente
hacia adelante a un nivel más alto que la cabeza del examinador. Explicar
el procedimiento para obtener una mayor cooperación del paciente.
b) En seguida, se le pide que abra la boca y que respire a través de ella.
c) Calentar el espejo laríngeo (número 5 o 6 en adultos y 4 en niños) con un
mechero de alcohol, se le pide que saque la lengua para envolver la punta
con una gasa.
d) Con otra mano el explorador procede a introducir con cuidado el espejo
laríngeo hacía la parte posterior de la cavidad bucal.
e) El espejo laríngeo debe descansar entre el paladar blando y la úvula, que
se desplazan después hacía adelante y atrás.
f) El examinador identifica la base de la lengua, la valécula y la epiglotis,
seguida de la porción posterior de la laringe con sus cartílagos aritenoides y
la pared posterior de la hipo faringe y los piriformes.
g) A medida que el paciente se relaja, se puede observar más la porción
anterior de la faringe. Incluyendo las bandas ventriculares (cuerdas vocales
falsas) y las cuerdas vocales verdaderas. Se le pide vocalizar la letra I y A.
h) Se recomienda sugerir al paciente que haga una inspiración profunda para
evaluar el grafo de abducción de las curdas vocales.
i) Si se presenta reflejo nauseoso se aplica anestésico local (xilocaína en
aerosol al 10%) en le dorso de la lengua y la pared faríngea posterior.
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j) Cuando existe una epiglotis colgante, se pide al paciente que sostenga la
lengua alrededor de la gasa y el operador trata de llevar la punta de la
epiglotis hacía adelante con un retractor de epiglotis.
Laringoscopia directa
Con este método se obtiene una imagen adecuada y no deformada de la laringe;
proporciona acceso directo para pruebas diagnósticas en parálisis de la cuerda
vocal. Fijación de la articulación cricoaritenoidea, biopsias de tumoraciones y
cirugía endolaringea. Las enfermedades de la medula espinal cervical son una
contraindicación relativa para este procedimiento.
Técnica
1. Anestesia: puede ser local o general; la primera se emplea en adultos y
consiste en aplicar un anestésico tópico (xilocaína al 10% en aerosol) en labios,
surco gingivobucal, piso de la boca, lengua y bucofaringe; luego puede usarse
solución acuosa de pantocaína (hidrocloruro de tetracaína) al 1%, que se aplica
mediante un dispositivo laríngeo (cánula curva) en las estructuras supraglóticas
e hipofaríngeas, para lo cual se le pide primero al paciente que saque la lengua
39
y la sostenga afuera con una gasa envuelta sobre la punta. Después se repite la
maniobra con el fin de depositar un poco de anestésico en la región glótica. La
premedicación para la anestesia local incluye sedantes, narcóticos y agentes
colinolíticos.
Este procedimiento debe practicarse en una sala de cirugía con el equipo
adecuado y suficiente para intubación y reanimación cardiaca. La anestesia
local también se puede administrar por vía externa, mediante inyección de 1 mL
de xilocaína al 1 o 2% inmediatamente debajo y adelante de la punta del asta
mayor del hueso hioides, en ambos lados; en seguida se inyectan otros 2 ml en
la luz laringotraqueal, tras insertar la jeringa a través de la membrana
cricotiroidea.
La anestesia general inhalatoria con halotano, etrano o isofluorano puede
administrarse con seguridad en niños y adultos. La anestesia general con sonda
endotraqueal se recomienda en laringoscopias directas en las que se usan
microscopios o láser de CO2. Son aconsejables las cánulas endotraqueales
pequeñas pero de tamaños adecuados, que descansan en el espacio
interaritenoideo. En periodos de apnea bajo tiopental y succinilcolina, con
oxígeno a través de una sonda endotraqueal cerca de la carina, se requieren
flujos de aire de 5 a 20 L/min; los pacientes los toleran, pero aumentan la PCO2
de 0.9 a 4 mm Hg por minuto, lo que hace posible trabajar en forma adecuada
por espacio de 4 a 5 min, después de los cuales es necesario volver a oxigenar
al paciente. El sistema de inyección tipo Venturi (ventilación a chorro) consiste
en la introducción intermitente de una presión predeterminada de oxígeno, a
menudo 50 psi o menos. Esta aguja se adapta al endoscopio (laringoscopio o
broncoscopio) y permite emplear concentraciones variables de oxígeno y gases
inhalatorios; además, se puede combinar con agentes intravenosos, como
tiopental y succinilcolina, con óxido nitroso al 70% y oxígeno al 30%. Se ha
empleado a través de la hoja del laringoscopio (por uno de sus orificios
laterales) una cánula de metal larga No. 16 para procedimientos de aspiración,
a la que se conecta un tubo de hule para aspiración que se ensambla mediante
un conector al aparato de anestesia a través del cual el anestesiólogo
suministra O2 con o sin óxido nitroso, a una presión aproximada de 20 psi en
adultos y 10 a 16 psi en niños, hasta obtener una adecuada expansión del
tórax.
2. El paciente debe yacer en decúbito supino, con flexión moderada del cuello
sobre el tórax y extensión de la cabeza sobre el cuello, lo que hace que el
occipucio se encuentre 10 a 15 cm arriba del nivel de la mesa en que está el
paciente.
3. Se protege la región gingivobucal con gasas o protectores dentales.
4. Se introduce el laringoscopio por un lado de la boca y, una vez que llega al
tercio posterior de la lengua, se dirige hacia la línea media, y se retrae hacia
arriba el dorso de la lengua.
5. Se continúa la introducción hacia abajo del endoscopio sobre la pared
posterior de la hipofaringe y luego de identificar los senos piriformes y la
abertura de la porción superior del esófago se saca ligeramente la punta del
endoscopio para rechazar hacia delante la laringe, lo cual posibilita observar la
luz glótica a través de la cual se avanza la punta del instrumento.
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6. En consecuencia, con la epiglotis y el hueso hioides suspendidos, se realiza
una primera inspección de la laringe; con frecuencia se reconoce una glotis
cerrada (reflejo espasmódico). A continuación se identifican las eminencias
aritenoideas y las bandas ventriculares que se encuentran adelante de ellas,
por encima de las cuerdas vocales verdaderas.
7. Después de explorar las regiones supraglótica, glótica y subglótica, se
avanza el laringoscopio hacia la hipofaringe o la región poscricoidea y el
esófago cervical superior. Algunas veces es difícil
explorar esta área por la contracción tónica del
músculo cricofaríngeo. Estas estructuras carecen
de una luz permeable, por lo que se requiere una
presión distal anterior y permanente con la punta
del endoscopio para facilitar la inspección de esta
zona. Dicha maniobra se facilita al elevar más la
cabeza y extender menos la articulación
atlantooccipital.
8. Una vez realizado lo anterior, se trata la anomalía
hallada, sea tomando biopsia o fijando el
laringoscopio a través de un adaptador sobre la
mesa de Mayo que se encuentra arriba del tórax del
sujeto; esto hace posible utilizar el microscopio quirúrgico con objetivo de 400
mm o lentes endoscópicas que facilitan la eliminación cuidadosa de la
enfermedad, con o sin ayuda de los diferentes tipos de rayo láser.
Micro laringoscopia
Laringoscopia directa que se realiza con la ayuda de un microscopio. Es la
técnica endoscópica actual comúnmente practicada en los servicios de la
garganta. Es particularmente útil en el diagnóstico de afecciones anatómicas
funcionales de la laringe y permite la microcirugía laríngea en condiciones
ideales.
Se lleva a cabo en la sala de operaciones.
Con el uso de herramientas especiales, el cirujano puede extirpar lesiones de
las cuerdas vocales, realizar biopsias, y aun inyectar sustancias en las cuerdas
vocales.
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Estroboscopia laríngea
Es el estudio de las vibraciones de las cuerdas vocales. Se trata de un estudio
dinámico que permite observar la laringe en funcionamiento, utilizando el efecto de
la luz en forma de flashes intermitentes.
Técnica
1. Se coloca una fibra óptica rígida de 70 grados en la garganta sin
profundidad hacia abajo y se le pide al paciente que vocalice o emita algún
sonido de su voz.
2. En ese momento se aprecia el movimiento de las cuerdas vocales. En el
90% se puede realizar el estudio satisfactoriamente y grabar el resultado en
DVD.
3. Se puede usar anestesia local tópica con spray de lidocaína para aminorar
molestias.
TAC
Técnica radiográfica también conocida como tomografía computada, tomografía
computarizada o tomografía axial computarizada. Consiste en la toma de una serie
de imágenes detalladas del interior del cuerpo, desde ángulos diferentes. Las
imágenes son creadas por una computadora conectada a una máquina de rayos X
rotatoria. Las imágenes obtenidas reflejan la atenuación relativa del haz de rayos
X por los tejidos de diferentes densidades. En la laringe su gran ventaja es que
aporta una información, oculta en las exploraciones endoscópicas, sobre la
extensión en profundidad de las lesiones más allá de la imagen luminar. Los
tejidos de composición muy dispar, aire, grasa, cartílago y hueso se identifican con
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facilidad, sin embargo, los tejidos blandos como músculo, ganglios linfáticos,
vasos sanguíneos y tumores, todos se ven relativamente parecidos en atenuación
en el TAC. Por esta razón admite la posibilidad de utilizar contraste IV a fin de que
los tejidos se destaquen más claramente.
En la mayor parte de las situaciones y especialmente en oncología laríngea es el
examen elegido para valoración del paciente en el que se precisen imágenes de la
laringe. Permite estudiar perfectamente la laringe desde la orofaringe hasta la
traquea superior en cortes de 4 a 1 mm, normalmente se realizan cortes de 3 mm..
Técnica
Durante la realización es importante la falta de movimiento, es decir que se ha de
instruir al paciente para que respire silenciosamente con la boca abierta, poca
protrusión de la lengua y cuello ligeramente hiperextendido. Las imágenes hechas
en inspiración sostenida no son a veces diagnósticas debido a que el paciente
tiende a aducir las CV y bandas cuando retiene la respiración. El movimiento que
resulta de una inspiración suave no degrada significativamente la imagen. No
obstante se ha de advertir al paciente para que no degluta ni se mueva o hable
mientras se lleva a acabo la realización del TAC: los movimientos respiratorios y la
deglución salival pueden llegar a artefactar la imagen de tal forma que impidan la
identificación de las estructuras laríngeas.
En la laringe el TAC permite visualizar tanto las partes blandas endolaríngeas
como el esqueleto cartilaginoso.
Biopsias
La biopsia es un procedimiento quirúrgico consistente en la obtención de tejido de
un organismo vivo con la finalidad de realizar su examen microscópico para
determinar el diagnóstico. Las condiciones de buena visibilidad y acceso de la
cavidad oral, junto con la simplicidad de la técnica, hacen de la biopsia intraoral un
procedimiento sencillo.
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El propósito de la biopsia es determinar la naturaleza de la lesión, establecer un
pronóstico y poder formular tratamientos específicos.
Entre las indicaciones de la biopsia intraoral figuran la confirmación diagnóstica
de lesiones sospechosas de malignidad, diagnóstico de lesiones no malignas de la
cavidad oral y la confirmación histológica de determinadas enfermedades
sistémicas, como el síndrome de Sjögren, amiloidosis o sarcoidosis.
En general se biopsiarán las lesiones que presenten un crecimiento súbito o lento
de tejidos blandos o duros, las que interfieran con la función, las que no tengan
una etiología evidente y las de etiología desconocida asociadas a dolor, parestesia
o anestesia.
Tipos de biopsia
Atendiendo a las características de la lesión, la biopsia puede ser directa (cuando
existe acceso directo a la lesión) o indirecta cuando es preciso abrirse camino
hasta el tejido del que deseamos obtener una muestra (p. ej., glándulas salivares
menores). Según la cantidad de tejido lesional obtenido, la biopsia será incisional
(cuando se obtiene únicamente una sección de lesión) o escisional cuando es la
totalidad de la misma la que se extrae.
CUELLO
Inspección
Empiécese por examinar el cuello en busca de simetría, hinchazón, pulsaciones,
fistulas o limitaciones de movimiento. Si se extiende el cuello, sometido así a
tensión el musculo esternocleidomastoideo, son fáciles de reconocer los límites de
los triángulos anterior y posterior.
Es importante identificar las siguientes estructuras: el musculo
esternocleidomastoideo, el hueso hioides con sus astas mayores, el cartílago
tiroides, la tráquea, la clavícula y las pulsaciones del bulbo carotideo y tercera
porción de la arteria subclavia.
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Palpación
Debe efectuarse con la superficie palmar de las puntas de los dedos; utilícese un
movimiento delicado de rotación para descubrir la superficie lisa y dura de un
nódulo hipertrófico. La palpación firme y profunda comprimirá los ganglios contra
los músculos, de, manera que no podrán percibirse. Pálpese el triángulo anterior
manteniendo una mano detrás del occipital para flexionar el cuello y producir el
grado de relajación necesaria. La región submentoniana se palpa con la cabeza
menos flexionada. La cabeza del paciente vuelve a posición normal y se identifica
la taquea, luego la cabeza se inclina y gira hacia un lado para poder palpar el
triángulo posterior. Ahora se palpa la región supraclavicular.
Puede percibirse la tercera porción de la arteria subclavia en el ángulo formado
por el borde posterior del esternocleidomastoideo y la clavícula. Se palpa la parte
posterior de cuello cuando el paciente mantiene le cabeza ligeramente extendida.
El examinador se coloca detrás del paciente y vuelve a palpar la parte anterior y
los lados del cuello, en esta región puede palparse bien la región supraclavicular y
las pulsaciones de la arteria subclavia.
Auscultación
Puede llevarse a cabo la auscultación cuidadosa sobre la arteria subclavia,
carótida primitiva, carótida externa e interna. El soplo escuchado tanto sobre la
arteria subclavia como sobre la carótida primitiva suele ser transmitido desde una
válvula aortica estenotica. El soplo aislado sobre una sola arteria indica estenosis
localizada.
Ganglios linfáticos
Los ganglios cervicales profundos superiores son los situados por encima del
borde superior del musculo esternocleidomastoideo. Drenan la mayor parte de la
lengua, laringe, tráquea, nasofaringe, cavidades nasales, paladar, esófago y otros
ganglios linfáticos.
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Los ganglios cervicales profundos inferiores son los situados por debajo del verde
inferior del musculo esternocleidomastoideo. Drenan la parte posterior del cuero
cabelludo y cuello, la región superficial y los ganglios cervicales profundos
superiores.
Glándula tiroides
Colocar los dedos justo debajo del cartílago cricoides e intentar localizar los
lóbulos, primero el de un lado empujando hacia ese lado la mano opuesta y
después el otro lóbulo, finalmente se puede intentar localizar el istmo. Si el
paciente traga saliva o agua, al movilizarse la tráquea es más fácil localizar la
glándula. El tiroides puede ser palpable, en personas delgadas, como masa firme
y lisa que se eleva con los movimientos de deglución; en personas obesas o de
cuello corto quizás no se perciba.
Cuando se observa aumento del volumen, hay que determinar su forma,
extensión, consistencia y vascularización. El examinador se coloca detrás del
paciente y hace lo posible para identificar la tráquea en busca de un posible
desplazamiento de la misma. Luego delinea el toroide con los dedos para
comparar los dos lados. La zona nodular resulta fácil de describir. Para una
valoración más completa de cada lado, se desplaza el musculo
esternocleidomastoideo con una mano y se lleva a cabo la palpación con la otra.
El examinador se coloca en frente del paciente. Puede palpar los vasos del polo
superior y estimar el grado de vascularización colocando el pulgar debajo del
borde anterior y otro dedo detrás del borde posterior del musculo
esternocleidomastoideo.
Músculos y vasos
Localizar y examinar el músculo esternocleidomastoideo, desde las inserciones
clavicular y esternal hasta la mastoides se va palpando todo el músculo,
cogiéndolo entre el pulgar y los dedos índice y medio. Si el paciente inclina la
cabeza hacia delante se facilita la exploración.
Para valorar la zona clavicular, palpar la zona infraclavicular y luego la
supraclavicular (desde la clavícula hasta los límites de los músculos ECM y
trapecio). La palpación hay que hacerla primero superficial y luego profunda.
Valoración de la zona posterior: palpar el músculo trapecio de abajo hacia arriba,
incluyendo el reborde anterior y la cara posterior. Se termina palpando la región
occipital. Palpar los músculos propios de la nuca paravertebrales y el elevador de
la escápula, buscando bultos, contracturas o zonas dolorosas. Localizar y
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comprimir (con el cuello en ligera flexión) las apófisis espinosas de abajo hacia
arriba, buscando zonas sensibles o dolorosas a la presión.
Para valorar la movilidad del cuello hacer que el paciente gire la cabeza hacia los
lados y eleve los hombros. Valorar los movimientos de flexión, extensión, rotación
y flexión lateral. Comprimir la cabeza hacia abajo, y levantarla (tirando del mentón
y occipital) buscando la aparición de dolor. Toda la exploración muscular hay que
hacerla libre y contra resistencia.
Localizar y examinar la vena yugular externa: buscar la vena en la zona
supraclavicular y en el tercio medio del músculo ECM. La maniobra de Valsalva
puede facilitar su localización en algunos enfermos.
Localizar y palpar la arteria carótida por dentro del músculo ECM, a la altura del
cartílago tiroides podemos localizarla. Comparar el latido de ambos lados.
También puede estar indicado localizar las arterias temporales superficiales (entre
la oreja y la articulación temporomandibular o un poco más hacia arriba a dos
dedos de distancia del borde auricular anterior).
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