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Presento en este texto dos categorías

:epresentaba al partido de las simpa­ o maneras de proceder en el discurso: La


primera consiste en "vectorizar" el discur­
::le Keynes, del cual era uno de sus
IJlOS ideólogos y conferencista. López,
edgar garavito
so, estableciendo conceptos como los de
~ rta ocasión dio una conferencia titu­ aparato de captura y máquina de guerra,
¡'Colombia " en ese mismo club . Igual­ visitando filosofías como las de Deleuze,
:3, el hecho de que El Desarme . . . Serres y Nietzsche, un Nietzsche siempre
ra sido traducido al inglés por Fabio implícito , intentando definir las caracterís­
:, hijo de Alejandro, nos habla de la ticas de los fenómenos estudiados, etc . La
~ionalidad en buscar el reconocimien­ segunda consiste, en cambio, en "nomadi­
d aprecio de los círculos académicos zar" el discurso asociándolo con el mito y
~egocios de la City. la leyenda , recreándolo con alguna libertad ,
paseando por una amplia geografía y, sobre
examen de El Desarme... sobre todo, haciendo del discurso una manera de
mdiciones de la crisis del 30 , y espe­ reir . Con estas dos categorías o maneras
ente sobre la problemática de la deu­ de proceder en el discurso se da el trabajo
terna, resulta sorprendente para el filosófico y concretamente el trabaja filo­
moderno , testigo de la pasada cri­ sófico de Deleuze. Dicho en otras palabras,
! deuda, y q~e todavía sigue hiriendo el pensamiento de Deleuze no funciona
¡h as economlas, y no menos a los po­ aquí solamente como contenido; funciona
ti es sorprendente la lectura del tex­ sobre todo como instrumento. Es, en fin,
López, no sólo por las coincidencias una manera de hacer un homenaje a quien
roblemática de la deuda del 30 con ha sido llamado "el más filósofo de los fi­
180, sino que también lo es por la na­ lósofos" y que ha fallecido recientemente.
a del análisis de López, que sin te­
a educación formal como economis­ 1. LA MAQUINA DE GUERRA:
e captar el examen, a lo K-eynes, de INMANENCIA V TRANSGRESION
is, sus causas más profundas y los
ios a males tan dolorosos. Primer episodio : los hebreos. Haga­
mos con Deleuze y Guattari un comienzo
jandro López no sólo fue un excelen­
mítico . En unas páginas de "Mil Mesetas"
tífico, técnico, y administrador de
aparece de pronto el desierto y los hebreos
os, sino también un hombre de una
colocados en el desierto antes de la exis­
\ rmación cultural, social y económi­
tencia de todo sacerdote. Se trata de un
revista Estrategia Económica y Fi­ pueblo nómade y de un desierto invariable

a en una encuesta elaborada en


pero intenso; un desierto que en términos
ara escoger a los economistas más
de Deleuze sería "el campo de inmanencia
ntes del país, lo seleccionó entre
del deseo". No hay allí ningún Dios, ningún
meros. Pero, sobre todo Alejandro
fin exterior del deseo, ningún ser trascen­
fue un pensador: alguien a quien le dente al desierto como campo que es de
I país en la cabeza. inmanencia. Se trata de un desierto que
funciona como "cuerpo sin órganos" en tér­
minos de Artaud, el cual corresponde exac­
tamente al "campo de inmanencia del de­
seo" en sentido deleuziano . Una cita de
"Teorema" de Pasolini puede resultar aquí
B, Roy, 1985. " Joan Ro bin son's Crit iq ue of Equ i
: A n Ap rraisal". Am erica n Econo m ic Review, Vo l.
pertinente : " Durante todo el día, desde el
. 2, p p. 146· 149. momento en que el horizonte se delineó

'"
DELEUZE: MAQUINAS contra el rojo de la aurora con sus dunas
de roca, oscuras, chatas, o con sus dunas
de arena, también oscuras, combadas, has­
ill erm o, 1989. " De ' El desa rm e de la usura' de A le­
López a " La eutan asi a del rentista de J.M. Keynes" .
DE GUERRA Y ta la hora en que volvió a delinearse idén­
tico contra el rojo del crepúsculo, el de­
Dyn a. Fa cultad de Minas, UN sede de Med ell ín.
3-114. pp . 9-23. APAR,ATOS sierto fue siempre igual. El paisaje se rei­
i, Conferencia pe rteneciente al ciclo " Deleuz e, es tética de

DE CAPTURA *
Iberto , 1984 . E/ica, Traba jo, y Productividad en An­ la guerra" , rea lizad o en la Biblioteca Públi ca Pilo to de
. Terce r M undo, Bogo tá. Med ell ín en abr il y mayo de 1996 en programa co njunto co n
Jo rge, 1976. Prólogo, Ed ito r de López, A leja ndro_ la U nive rsidad Nacional , Sede Medellín, Facultad de Cien­
Escogidos, Bibli o teca Básica. Co lcultura. Bogo t;í. cias Humanas.
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teraba sin nada que lo ofuscara o lo inte­ pués de cruzar las Columnas de Hércules. unas categorías por lo que las máqui
rrumpiera, nacía de sí, continuaba a través En todas las direcciones, sin embargo, el guerra se vuelven irreductibles a lo
de sí, expiraba en sí, pero no rechazaba al deseo ha perdido su primera condición de ratos estatales de captura. Cuando
hombre; al contrario, lo acogía, inhóspito ser experimentación prudente sobre el pIa­ rato estatal cree haber capturado fin
pero no enemigo, adverso a su naturaleza no del desierto. te a una máquina de guerra, ésta f,
mas profundamente afín a su realidad". en otro lugar como creatividad, como
Los hombres de guerra, las máquinas samiento, como guerra, como amo
Pues bien. Ese desierto invariable, re­ de guerra, lucharán entonces contra la tras­ Una máquina de guerra aparece siem
petitivo, intenso e inmanente va a ser geo­ cendencia sacerdotal; lucharán por no de­
otro lugar o en otra circunstancia
metrizado, referido a polos trascendentes jarse arrancar de la inmanencia. Un princi­
utiliza un factor diferencial que la ha
como efecto de la intervención del sacer­ pio clave en la fi losofía de Deleuze es la
ductible. Es inútil tratar de deter '
dote hebreo. Se produce entonces una tri­ inmanencia , principio que se expresa par­
priori las actitudes y categorías qu
ple maldición sobre el deseo emanada del ticularmente en relación con la máquina de
nen al guerrero y lo vuelven inasibl
propio sacerdote: Una primera maldición guerra. El guerrero en sentido deleuziano
ellas tienen una aplicación local y e~
desde la ley negativa que sería el lugar de está animado por una fuerza inmanente que
lo impulsa a ser transgresor de todas las le­ continua variación. Basta afirmar el
Dios. La castración, la carencia, la falta, es
decir, la primera maldición, resultan del yes sociales trascendentes . Transgresor, les actitudes y categorías tienen un¡
en consecuencia, de las leyes de la identi­ ter experimental, coyuntural y diná
hecho de que Dios posee todas las virtudes
y nosotros los hombres carecemos de ellas. dad, del trabajo, de la sexualidad y de la Segundo episodio : Indra . Am
La segunda maldición desde la carga vo­ propia guerra, cuando se trata de guerra so­ la geografía vamos entonces a la l

luptuosa del referente, es decir, confundir metida a leyes formales. Georges Dumezil Hay en la mitología hindú más a l
el deseo que es fuerza inmanente múltiple en sus estudios de mitología comparada aquella del siglo XIV a. C., un gue rl
con un objeto, un fetiche, un vellocino de ha señalado que existen tres funciones so­ bre y transgresor. Se trata de Ind~
oro. El deseo se confunde con el placer de­ ciales básicas: I·a función de soberanía, la podemos proponer como ejemplo d~
rivado de la adquisición de un objeto, el función de fecundidad y la función guerre­ bre de guerra. Indra presenta dos c
cual, sin embargo, puede escapar o perder­ ra. Pero las tres funciones están someti­ rísticas básicas del guerrero: es u
se. y una tercera maldición desde la rela­ das a leyes formales, a formas trascen­ solitario y es un gran transgresor. I
ción con un ideal inalcanzable. Sentir, en dentes, que limitan y rechazan la libre ex­ lación a las funciones sociales bási
consecuencia, que vivimos en un mundo de perimentación inmanente. Por esta razón ñaladas por Georges Dumezil, la
apariencias y que la esencia está en el más el auténtico guerrero es un transgresor, nía, la fecundidad y la guerra, Indra
allá, quizá en el oriente. De manera que el animado por una indisciplina contra las le­ ce como un solitario, un guerrero
papel del sacerdote judío es el de conver­ yes de la soberanía, de la fecundidad y de reja. En efecto, tanto en la soberanía
tir el desierto en una geometría: mirar al la guerra . Claro está que la idea de trans­ en la fecundidad se presentan pare
norte y exclamar "hay carencia de aquello gresión es una idea de centro , emanada dioses. Varuna y Mitra son los dos
que se desea, el deseo es falta y castra­ de los aparatos institucionales. En real i­ soberanos. Varuna es el dios distat
ción" para que los hebreos colocados tras dad la idea que anima al guerrero es más hombre, el terrible, el despótico. Mi
el sacerdote griten igualmente "castración, bien la experimentación y su fuerza no es el dios cercano al hombre, el que hal
castración, carencia, falta, esa es nuestra reactiva sino activa, experimental. El gue­ tos con los hombres, aquél que se
ley común". Mirar luego al sur para excla­ rrero está animado por una fuerza, por una ma para conducir a los hombres a;
mar "el deseo es placer, fiesta y orgía. Re­ actitud o. manera de estar en el mundo y de Varuna. Reconocemos esto tamb
chazar la orgía es rechazar el pel igro del por unas categorías de procedimiento que el cristianismo y en otras rel igione
deseo". Para que los hebreos, sumidos en el aparato de Estado no entiende, que no dos cabezas complementarias que,
ia confusión del deseo y el placer, se vuel­ logra asir, que se le escapan y que sólo ran íntimamente en lo que llama O
van orgiásticos, adoren el vellocino de oro, llega a capturar de una manera muy difí­ el aparato de captura. Por otro lado
asuman la culpa por la transgresión y bus­ ci l. No hay nada que escape más de los fecundidad y en la India también la
quen el perdón del sacerdote sometiéndo­ aparatos de captura que un devenir expe­
se a sus designios. Y mirar finalmente ha­ rimental permanente. Las máquinas de
cia el oriente para convertir el deseo en guerra tratarán por todos los medios de
fantasma: "En este mundo -exclama el sa­ escapar de la captura y los aparatos de
cerdote- el deseo es imposible, el goce es captura, a su vez, tratarán de someter por
fantasma y vivimos en la apariencia. Supri­ todos los medios a las máquinas de gue­
mamos el goce". Para que los hebreos al rra . Si nos preguntamos desde ahora cuál
sacrificar el goce se vuelvan "orientales". es la diferencia entre máquina de guerra
Tres miradas, tres sacrificios, tres maldi­ y aparato de captura creo que hay que tra­
ciones del sacerdote hebreo. Deleuze y bajar esa diferencia en el sentido de la
Guattari añaden que el sacerdote no mira irreductibilidad de la actitud y de las ca­
hacia el occidente porque por all i sólo está tegorías del guerrero con relación a los
la "sin salida", la muerte amenazante des­ aparatos de captura. Es por una actitud y
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- -- -- - - - -- - - -- - -
le cruzar las Columnas de Hércules.
las las direcciones, sin embargo, el unas categorías por lo que las máquinas de didad está expresada en dos dioses: Ná­
ha perdido su primera condición de guerra se vuelven irreductibles a los apa­ kula, que se ocupa de las reses y Sahade­
perimentación prudente sobre el pla­ ratos estatales de captura. Cuando un apa­ va, que se ocupa de los caballos. Son los
desierto. rato estatal cree haber capturado finalmen­ dioses complementarios de la fecundidad
te a una máquina de guerra, ésta florece y no solamente complementarios sino
)s hombres de guerra, las máquinas en otro lugar como creatividad, como pen­ idénticos en la acción, actuando de común
rra, lucharán entonces contra la tras­ samiento, como guerra, como amor, etc. acuerdo y haciendo lo mismo. También en­
lcia sacerdotal ; lucharán por no de­ Una máquina de guerra aparece siempre en tre los persas hay dioses que se ocupan
jrrancar de la inmanencia. Un princi­ otro lugar o en otra circunstancia porque de las plantas y dioses que se ocupan de
lve en la filosofía de Deleuze es la utiliza un factor diferencial que la hace irre­ las aguas y en su relación se da la fecun­
~ncia, principio que se expresa par­ ductible. Es inútil tratar de determinar a didad. Indra, en cambio, es guerrero en tan­
mente en relación con la máquina de priori las. actitudes y categorías que defi­ to que no hace pareja con otro dios. No es
. El guerrero en sentido deleuziano nen al guerrero y lo vuelven inasible pues que sea permanentemente solitario. Es
imada por una fuerza inmanente que ellas tienen una aplicación local y están en más bien una fuerza en devenir que hace
~ Isa a ser transgresor de todas las le­ continua variación. Basta afirmar que ta­ toda clase de conexiones en el espacio
bciales trascendentes. Transgresor, les actitudes y categorías tienen un carác­ mítico: con otros dioses, con mujeres, con
secuencia, de las leyes de la identi­ ter experimental, coyuntural y dinámico. hombres, con animales, etc. El Rig-Veda,
e l trabajo, de la sexualidad y de la uno de los libros sagrados de la India, mues­
¡guerra, cuando se trata de guerra so- Segundo episodio: Indra. Ampliando tra por ejemplo de qué manera Indra se
a leyes formales. Georges Dumezil la geografía vamos entonces a la India. asocia con el espacio, de qué manera se
estudios de mitología comparada Hay en la mitología hindú más antigua, asocia con el tiempo; y se habla de Indra­
¡alado que existen tres funciones so­ aquella del siglo XIV a. C., un guerrero li­ Visnu, el Indra espacio, y de Indra-Vayú, el
¡básicas: la función de soberanía la bre y transgresor. Se trata de Indra y lo Indra tiempo. Y también se habla del Indra
h de fecundidad y la función gue;re­ podemos proponer como ejemplo de hom­ Varuna y del Indra-Nasatya que es el nom­
o las tres funciones están someti­ bre de guerra. Indra presenta dos caracte­ bre común de los dos gemelos de la fecun­
leyes formales, a formas trascen­ rísticas básicas del guerrero: es un gran didad. Con todos se puede conectar pero
, que limitan y rechazan la libre ex­ solitario y es un gran transgresor. Con re­ no se puede reducir a ninguno de los po­
ntación inmanente. Por esta razón lación a las funciones sociales básicas se­ los con los que se conecta. Indra es la
ntico guerrero es un transgresor, ñaladas por Georges Dumezil, la sobera­ fuerza experimentat que actúa sola. Es
o por una indisciplina contra las le­ nía, la fecundidad y la guerra, Indra apare­ además el "eventum", la fuerza del acon­
la soberanía, de la fecundidad y de ce. como un solitario, un guerrero sin pa­ tecimiento. Vive sin pareja pero con múl­
ra. Claro está que la idea de trans­ reJa. En efecto, tanto en la soberanía como tiples devenires experimentales. Así mis­
es una idea de centro, emanada e~ la fecundidad se presentan parejas de mo es un gran transgresor: Indra atenta
aparatos instituc.i onales. En reali­ dioses. Varuna y Mitra son los dos dioses contra la función de soberanía, contra la
idea que anima al guerrero es más soberanos. Varuna es el dios distante del función de fecundidad e incluso contra la
experimentación y su fuerza no es hombre, el terrible, el despótico. Mitra es función guerrera cuando ésta pasa por li­
'a sino activa, experimental. El gue­ el dios cercano al hombre, el que hace pac­ mitaciones formales. En la transgresión
stá animado por una fuerza, por una tos con los hombres, aquél que se aproxi­ contra la soberanía Indra mata al hijo de
I o. manera, de estar en el mundo y ma para conducir a los hombres a la ley un gran brahmán tricéfalo llamado Vastra,
as categorras de procedimiento que de Varuna. Reconocemos esto también en y por esa muerte Indra es privado de una
ato de Estado no entiende, que no el cristianismo y en otras religiones. Son de sus dotes, la majestad, castigo que es
sir, que se le escapan y que sólo dos cabezas complementarias que colabo­ impuesto por Va runa y Mitra. Con relación
ran íntimamente en lo que llama Deleuze a la fecundidad, se dice en la India y tam­
f capturar de una manera muy difí­ el aparato de captura . Por otro lado está la
hay nada que escape más de los bién entre los persas que los guerreros
~ s de captura que un devenir expe­
fecundidad y en la India también la fecun­ son muy peligrosos porque se roban las
al permanente. Las máquinas de
tratarán por todos los medios de
r de la captura y los aparatos de
l, a su vez, tratarán de someter por
los medios a las máquinas de gue­
nos preguntamos desde ahora cuál
Jiferencia entre máquina de guerra
l tO de captura creo que hay que tra­
~s a diferencia en el sentido de la
~ ti bi I idad de la actitud y de las ca­
s del guerrero con relación a los
s de captura. Es por una actitud y
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mujeres y hacen toda clase de conexiones. presente la presa, la cual debe salir espon­ Maquiavelo. Porque Maquiavelo es le
Los brahmanes consideran que hay que de­ táneamente o ser atraída de pronto por un ría política del Dios trascendente, de l
fender a sus mujeres de los guerreros. En­ señuelo. En la "caza por batida" se asusta cipe planteado por fuera del pueblo :
tre los mitos de Indra se cuenta que sedu­ a los animales, los patos, por ejemplo, que yuntivo con el pueblo . El príncipe es
ce a una bella mujer llamada Ajalia, esposa están escondidos en la hierba. Es necesa­ deriva su poder directamente de Dio~
del brahmán Gautama. Indra se presenta a rio producir una desbandada para que cuan­ pueblo guarda con él una relación n
Ajalia transformado en Gautama y tiene do levanten el vuelo se dispare sobre ellos. lo de sumisión sino también de car~
relaciones sexuales con ella. Es lo mismo En la "caza a mano" el cazador se despla­ el pueblo carece del poder de Dios
que sucede en Grecia con Zeus y Alcme­ za siguiendo las huellas que deja el ani­ poder que se le ha otorgado al Príl
na , de donde nace Hércules: Zeus se pre­ mal. En esa tarea es acompañado por lo Para Maquiavelo no hay interiorida
senta a Alcmena transformado en Anfi­ general por un auxiliar, el perro. En la "ca­ príncipe a su principado sino más bie
trión, marido de Alcmena . De manera que za de fuerza" se va acorralando al animal distancia disyuntiva . Por otra parte
es una segunda transgresión, esta vez con­ hasta dejarlo en un espacio muy cerrado Rousseau, y Rousseau sería el sace
tra la fecundidad e Indra es nuevamente para matarlo allí o dejar que los perros lo aquél que pacta con el pueblo. ROUSSE
castigado por los dioses al ser despojado maten. Pero lo que parece interesante en presenta incluso con una careta ml
de su belleza. Despojamiento pues de la estos tipos de caza es que se pueden com­ riosa: dice que toda su teoría es pa
majestad y de la belleza. Y la tercera trans­ binar . Parece que en un aparato de captu­ chazar la concepción de Maquiavelo
gresión es contra las leyes de la guerra, ra se combinan dos tipos de caza muy pre­ ra ello propone una teoría polític é
contra el honor en la guerra. Cuando Vas­ cisos que son la caza a la espera y la caza poder ascendente; desde la base
tra, el brahmán tricéfalo, se entera de la por batida; es decir, se hace huir a los ani­ empiezan a gestarse los poderes y
muerte de su hijo, hace salir un demonio males pero en la dirección de otro cazador en ascenso: el poder del padre en la
monstruoso con unos dientes enormes pa­ que los espera. Para que funcione un apa­ lia, el poder del juez, el poder del mí
ra que ataque a Indra. Indra se asusta an­ rato de captura es necesario entonces que hasta que se llega a establecer el
te un gigante tan grande y monstruoso y haya dos polos: un polo a la espera, el em­ del príncipe en relación con su pue b
teme ser devorado . Entonces decide en­ perador, el dios imperial , el dios trascen­ no un príncipe disyuntivo sino má~
viar siete sabios al gigante para que ha­ dente, como Varuna, la deidad tenebrosa . un príncipe emanado del propio puet
gan un pacto de paz. Esto es ya una trans­ El otro polo hace la batida y lo constituye cuestión sería, sin embargo , no crE
gresión porque un guerrero, según las le­ el legislador, el sacerdote, aquél que pro­ un Rousseau que nos diga "yo soy
yes hindúes de la guerra, debe atacar al cede por tratados y acuerdos con los hom­ pulsión de Maquiavelo". Porque ¿có
demonio y no hacer pactos con él. Pero la bres para conducirlos hacia la ley del dios funcionado políticamente la moderni
transgresión a las leyes de la guerra no trascendente. no es por la relación de estas dos ca
se detiene allí. Una vez que el demonio la de Maquiavelo y la de Rosseau, la
ha sido convencido por los siete sabios Hemos ya dado un ejemplo de estos Príncipe" y la de "El Contrato Socia
para que no ataque a Indra, entonces Indra aparatos de captura: Varuna y Mitra, en la dice muchas veces" iAh sí! la demo(
se le acerca simulando el deseo de con­ India, funcionan así. Pero parece que el hay que hacer democracia y pacto Si
versar con él y mata al demonio. Doble dispositivo es muy difundido. Entre los Pero cuando en la democracia hay u
transgresión contra las leyes de la guerra nórdicos de Escandinavia, por ejemplo, es­ gro, unos poderes no conveniente
y como castigo Indra es despojado de su tán los dos grandes dioses Odin y Tyr, lla­ una u otra circunstancia, entonces
fuerza física. En ese estado Indra muere. mados Wotan y Tiwaz en Alemania . Y Odin ce uso de la otra cabeza, la del pI
Pero muere para retornar. El mito señala es el creador de la vida, el inspirador uni­ maquiavélico que rompe todo pacte
que muerto Indra la tierra se pobló de de­ versal, mientras que Tyr es el dios bélico, pone un poder despótico. El apari
monios monstruosos y los hombres no sa­ aquel que está en relación con los hom­ captura tiene pues múltiples aplicao
bían ya cómo enfrentar tantos demonios; bres decidiendo las guerras , presidiendo lo encontramos en múltiples circl
entonces los dioses deciden liberar a la los combates, dirigiéndole la palabra a los cias . En la familia, por ejemplo, hay
tierra de esa carga demoníaca, para lo cual hombres, protegiéndolos o desprotegién­ dre en el lugar del emperador y h
se reencarnan y de esas reencarnaciones dolos. Es equivalente a lo que sucede con madre en el lugar del legislador, del !
vuelve a aparecer Indra con t09a su majes­ los dioses cristianos y judíos: Dios Padre, dote. El pacto de la madre con 105
tad, su belleza y su fuerza. creador de la ley y Dios Hijo, Cristo, que conduce a los hijos a asumir la ley I

enseña el uso de la ley y que aparece co­ dre. Así funcionaría un aparato de e
11. EL APARATO DE CAPTURA: mo mediador entre el Dios Padre y los familiar. Y nuestro propio psiquislT
POLARIDAD y MUTII.ACION hombres. Ampliando el espectro pudiéra­ ciona a veces como un aparato de
mos también dar como ejemplo los apara­ ra, o se lo hace ver como tal, cuandc
¿Oué es un aparato de captura? ¿Có­ tos políticos de la Era Moderna. ~uizá las legislador conduce a "ello" para ql.;
mo funciona? Captura supone caza, apre­ dos grandes teorías políticas de la moder­ ma las condiciones impuestas por
sar un animal perseguido o matarlo. Pare­ nidad son la teoría de Maquiavelo y la teo­ per-yo".
ce que hay diferentes tipos de cacería: En ría de Rousseau . Y Rousseau:dice que toda
la "caza a la espera" el cazador permane­ su teoría poi ítica del pacto, del contrato ¿Cómo definir entonces un apa l
ce quieto en un sitio esperando que se social, está hecha para evitar el peligro de captura? Tal vez como el . procedi.
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lte la presa, la cual debe salir es pon­ Maquiavelo. Porque Maquiavelo es la teo­
nente o ser atrafda de pronto por un ría política del Dios trascendente, del prín­
lo. En la "caza por batida" se asusta cipe planteado por fuera del pueblo y dis­
Inimales, los patos, por ejemplo, que yuntivo con el pueblo. El príncipe es quien
escondidos en la hierba. Es necesa­ deriva su poder directamente de Dios y el
,ducir una desbandada para que cuan­ pueblo guarda con él una relación no só­
Jnten el vuelo se dispare sobre ellos. lo de sumisión sino también de carencia :
' caza a mano" el cazador se despla­ el pueblo carece del poder de Dios y del
uiendo las huellas que deja el ani­ poder que se le ha otorgado al Príncipe.
:n esa tarea es acompañado por lo Para Maquiavelo no hay interioridad del
11 por un auxiliar, el perro. En la "ca­ príncipe a su principado sino más bien una
fuerza" se va acorralando al animal distancia disyuntiva. Por otra parte está
dejarlo en un espacio muy cerrado Rousseau, y RousseaLi sería el sacerdote,
~ atarlo allí o dejar que los perros lo aquél que p~cta con el pueblo. Rousseau se
Pero lo que parece interesante en presenta incluso con una careta muy cu­
¡ipos de caza es que se pueden com­ riosa: dice que toda su teoría es para re­
parece que en un aparato de captu­ chazar la concepción de Maquiavelo y pa­
¡ombinan dos tipos de caza muy pre­ ra ello propone una teoría política con
. ue son la caza a la espera y la caza poder ascendente; desde la base social
ida ; es decir, se hace huir a los ani­ empiezan a gestarse los poderes y se va
pero en la dirección de otro cazador en ascenso : el poder del padre en la fami­
~ espera. Para que funcione un apa­ lia, el poder del juez, el poder del maestro
r captura es necesario entonces que hasta que se llega a establecer el lugar
s polos: un polo a la espera, el em­ del príncipe en relación con su pueblo. Ya
r , el dios imperial, el dios trascen­ no un príncipe disyuntivo sino más bien
como Varuna, la deidad tenebrosa. un príncipe emanado del propio pueblo. La
polo hace la batida y lo constituye cuestión sería, sin embargo, no creer en
lador, el sacerdote, aquél que pro­ un Rousseau que nos diga "yo soy la re­
r tratados y acuerdos con los hom­ pulsión de Maquiavelo". Porque ¿cómo ha
ra conducirlos hacia la ley del dios funcionado políticamente la modernidad si
dente. no es por la relación de estas dos cabezas,
la de Maquiavelo y la de Rosseau, la de "El
mas ya dado un ejemplo de estos Príncipe" y la de "El Contrato Social"? Se
s de captura: Varuna y Mitra, en la dice muchas veces" iAh sí! la democracia,
funcionan así. Pero parece que el hay que hacer democracia y pacto social".
Itivo es muy difundido. Entre los Pero cuando en la democracia hay un peli­
s de Escandinavia, por ejemplo, es- gro, unos poderes no convenientes por
dos grandes dioses Odin y Tyr, IIa­ una u otra circunstancia, entonces se ha­
Wotan y Tiwaz en Alemania. Y Odin ce uso de la otra cabeza, la del príncipe
r eador de la vida, el inspirador uni­ maquiavélico que rompe todo pacto e im­
mientras que Tyr es el dios bélico, pone un poder despótico. El aparato de
~ ue está en relación con los hom­ captura tiene pues mültiples aplicaciones,
r cidiendo las guerras, presidiendo lo encontramos en múltiples circunstan­
nbates, dirigiéndole la palabra a los cias. En la familia, por ejemplo, hay un pa­
Is, protegiéndolos o desprotegién­ dre en el lugar del emperador y hay una
ES equivalente a lo que sucede con madre en el lugar del legislador, del sacer­
es cristianos y judíos: Dios Padre, dote. El pacto de la madre con los hijos
de la ley y Dios Hijo, Cristo, que conduce a los hijos a asumir la ley del pa­
el uso de la ley y que aparece co­ dre. Así funcionaría un aparato de captura
Idiador entre el Dios Padre y los familiar. Y nuestro propio psiquismo fun­
,s. Ampliando el espectro pudiéra­ ciona a veces como un aparato de captu­
mbién dar como ejemplo los apara­ ra, o se lo hace ver como tal, cuando un yo
icos de la Era Moderna . Ouizá las legislador conduce a "el/o" para que asu­
ndes teorías políticas de la moder­ ma las condiciones impuestas por el "su­
n la teoría de Maquiavelo y la teo­ per-yo" .
ousseau . y Rousseau 'dice que toda
ía política del pacto, del contrato ¿Cómo definir entonces un aparato de
stá hecha para evitar el peligro de captura? Tal vez como el . procedimiento
130
bién depende del pastor porque es
tor quien lo realiza, le da vigencia
por el cual la función de soberanía intenta Pero entonces aparece Tyr estableciendo pueblo. Ninguno de los polos del
controlar la máquina de guerra dividiéndo­ un pacto: "No, no escapes de Odín, Odín de captura es entonces avtónomo
se en dos polos que funcionan armónica­ es un gran Padre. ¡Mira! te doy una prue­ por ello su imagen mítica es la de
mente, un polo trascendente y un polo in­ ba de que Odín no te captura: aquí está mutilados. Hay culturas con presu
manente a los capturados. mi mano derecha, s¡ quieres córtala, o cór­ de mutilación Y culturas sin pYes
tala en el momento en que te llegues a de mutilación . En la cultura gri
Dice Deleuze que cada una de las ca­
sentir capturado". De manera que de los ejemplo, la escasa mutilación va
bezas del aparato de captura tiene su ma­
jud íos a los nórdicos están el emperador ñada de la muerte y no hay en gen
nera de ejercer el poder y, concretamente,
tuerto y el legislador manco . tilados que sigan vivos. En el jude
de ejercer la violencia. -En un aparato de
nismo, por el contrario, la tende
captura se trata de someter, reducir, re­ Tercer episodio: Roma. Hacia el siglo mantener vivo al mutilado porq
primir, se trata de violencia. Y la violencia VI a. de C. los etruscos, pueblo que vivía presa para los demás un fundam
del Dios Padre, del polo imperial y tras­ en Florencia , tenían un rey llamado Porse­ tural de castración. Podemos Ila
cendente, es la violencia-signo: violencia na. Hay un ataque de Porsena y su ejérci­ ra de la mutilación aquella que
de la ley que debe ser leída y que debe ser to contra Roma, porque Porsena quería que la práctica de cercenar partes d
interpretada. Dios habla y dicta la ley; emi ­ en Roma fuera restituído en el mando Tar­ preservando la vida del mutilado
te una red de signos, ordena, prescribe, quina el Soberbio que gobernaba contra derlo valorar como modelo cultur,
castra. Pero cuando Dios habla, habla de la aristocracia romana . Porsena y su ejér­ sible , claro está, que una mutil
una vez por todas. Su mandato es la ley. cito se enfrentan a dos héroes romanos: ceda de un accidente pero suce
El sacerdote en cambio es el gran intér­ Horacio Coclés, el tuerto, y Cayo Muncio las culturas de la mutilación el
prete de una ley que trasmite al pueblo. Su Escávola, el manco. Horacio Coclés sale se halla presupuesto desde las
violencia es de pacto: el transgresor ha solo a defender la entrada a Roma y en el nes sufridas por los propios po
quebrantado la ley pero puede restituírse enfrentamiento pierde un ojo, queda tuer­ der constituyentes de la cultura
y restablecer la alianza con la ley, en un to. Horacio Codés es atacado pero a la
acto de sumisión a la ley trascendente. Ha­ vez es protegido por una potencia mágica
bría allí una violenciasobreprotectora, que impide que los etruscos asalten a Ro­ m. AUTONOM1A DE LA GUERR
amistosa, muy peligrosa, que exige sumi­ ma. Pero Porsena y los etruscos deciden EL TERCERO EXCLUIDO
sión . Y dentro de esa doble violencia se sitiar la ciudad. Cayo Muncio Escávola apa­
ejerce la lucha guerrera, lucha desde la di­ rece entonces como el otro polo del poder. Podemos señalar tres po
ferencia que rompe el aparato de captura . Se cuenta que Cayo Muncio se acerca a ciones entre los aparatos de e
En este sentido, la máquina de guerra no Porsena y le ofrece su mano derecha para máquinas de guerra. Una prim~
intenta la guerra por la guerra sino la gue­ que se la corte; se cuenta, en otra versión, sería aquélla en la que el apar,
rra por la diferencia que se deslinda de que se la mutila él mismo para persuadir tura incorpora la máquina de G
la bipolaridad. a Porsena de que no ataque la ciudad y disuelve dentro del propio apa
Es curioso que Dumezil y Deleuze más bien establezca un pacto. nera que pareciera que desde
cuando se refieren a los polos de la sobe­ ciera parte del aparato de ca p'
ranía denominen "el Tuerto" al polo impe­ El aparato de captura tiene polos, el si hubiese entre ellos una col
rial y "el Manco" al polo pastoral. Tuerto tuerto y el manco, pero son polos muti la­ dad. Esa es la peor posibilidad )
y Manco como las dos cabezas del apara­ dos . Con relación a la mutilación hay que quina de guerra. Por ejempl q
to de captura. Es curioso pero es el simple decir que si las guerras mutilan o llegan etrusCO que se incorpora fina ll
resultado de la investigación en mitología. a mutilar no es simplemente por la acción ma termina por funcionar den
Múltiples religiones tienden a simbolizar de la máquina de guerra ; sucede más bien rato de captura romano. Una
al polo imperial, el Dios Padre, por un que antes de la guerra es el propio apara­ lación sería ya no la de la ca p
triángulo y en el triángulo un ojo. ¿ Dónde to de captura el que ya está mutilado en­ de la oscilación, la indiscerni i
está el otro ojo? El polo imperial sería en tre el tuerto y el manco. Hay culturas que méquina de guerra dentro de
ese sentido el tuerto . Pero además al pas­ desde el comienzo están muti ladas y por captura. En este caso no se Sq
tor que hace el pacto lo simbolizan con eso no es extraño que en sus prácticas vi­ rrero está o no está, si funcio
una sola mano y en gesto de bendecir . van consecuencias de mutilación. Las cul ­ .el aparato de captura. Lo llal
¿ Dónde está la otra mano? El polo sacer­ turas de la mutilación no solamente le im­ tercero incluido", un tercero
dotal sería el manco. Pero hay algo más. primen la mutilación al pueblo, como la los capturantes. La máquina t
El libro de Dumezil en sus investigaciones castración en el caso de los hebreos, sino tá en este caso entre los d
sobre la mitología escandinava dice que que son culturas donde los propios polos aparato de captura, pasa pOl
Odín no tiene efectivamente sino un solo capturantes también están mutilados. Se pero nunca se sabe lo que P.
ojo , aunque es un ojo terrible, que somete trata de dos polos que dependen el uno del llegar a hacer. Está ahí, cierl
los "lobos de guerra" germánicos . Y los otro , que tienen carencia el uno del otro : como el indiscernible, alguie
guerreros desconfían de ese ojo. "Apo­ el pastor jurista depende del emperador puede ser capturado o bien
yándome en mi propia fuerza voy a esca­ porque es la ley imperial la que lo justifica
par del ojo del Tuerto" dice el guerrero. como sacerdote; pero el dios imperial tam­
131

bién depende del pastor porque es el pas­


Ito~,ces aparece Tyr estableciendo tor quien lo realiza, le da vigencia entre el
; : No, no es.capes de Odín, Odín pueblo. Ninguno de los pol~s del apar~t~
. an Pa9re . ¡Mira! te doy una prue­ de captura es entonces autonomo y qUlza
!Ue Odm no. te. captura: aquí está por ello su imagen mítica 'eS la de los dos
derecha, SI qUieres córtala, o cór­ mutilados. Hay culturas con presupuestos
¡el momento en que te llegues a de mutilación y culturas sin pTesupuestos
:lptura~o": De manera que de los de mutilación. En la cultura griega, por
los n~rdlCos están el emperador ejemplo, la escasa mutilación va acompa­
el legislador manco. ñada de la muerte y no hay en general mu­
tilados que sigan vivos. En el judeo-cristia­
er episodio: Roma. Hacia el siglo nismo, por el contrario, la tendencia, es a
C: los e,truscos, pueblo que vivía mantener vivo al muti lado porque el ex­
ICla, tenlan un rey l/amado Porse­ presa para los demás un fundamento cul­
In ataque de Porsena y su ejérci­ tural de castración. Podemos llamar cultu­
¡Roma, porque Porsena quería que ra de la mutilación aquella que promueve
rc uera r~stituído en el mando Tar­ la práctica de cercenar partes del cuerpo
.so?erblO que gobernaba contra preservando la vida del mutilado para po­
aCla romana. Porsena Y suejér­ derlo valorar como modelo cultural. Es po­
fre~tan a dos héroes romanos ' sible, claro está, que una mutilación pro­
ocles, el tuerto, y Cayo Munci~ ceda de un accidente pero sucede que en
lel manco. Horacio Coclés sale las culturas de la mutilación el accidente
~nder I~ entrada a Roma y en el se halla presupuesto desde las mutilacio­
lento p!erde un ojo, queda tuer­ nes sufridas por los propios polos de po­
C?cles es atacado pero a la der constituyentes de la cultura.
egldo por una potencia mágica
que los etruscos asalten a Ro­
orsena y los etruscos deciden 111. AUTONOMIA DE LA GUERRA:
dad. Cayo Muncio Escávola apa­ EL TERCERO EXCLU1DO
es como el otro polo del poder.
ue Cayo Muncio se acerca a Podemos señalar tres posibles rela­
ofrece su mano derecha para ciones entre los aparatos de captura y las
rt~; s~ cuenta, en otra versión, máquinas de guerra. Una primera relación
utlla el mismo para persuadir sería aquélla en la que el aparato de cap­
e que no ataque la ciudad y tura incorpora la máqUina de guerra y la
tablezca un pacto. disuelve dentro del propio aparato de ma­
nera que pareciera que desde .s iempre hi­
to de captura tiene polos, el
ciera parte del aparato de captura, como
a.n,co, pero Son polos mutila­
si hubiese entre ellos una común identi­
aClOn a la mutilación hay que
dad . Esa es la peor posibilidad para la má­
las .guerras mutilan o llegan
quina de guerra. Por ejemplo, el pueblo
es simplemente por la acción
etrusco que se incorpora finalmente a Ro­
a de guerra; sucede más bien
ma termina por funcionar dentro del apa­
la guerra es el Propio apara­
rato de captura romano . Una segunda re­
el que ya está mutilado en­
lación sería ya no la de la captura sino la
. el manc~ . Hay culturas que
de la osc i lac ión, la indiscernibilidad de la
le~zo estan mutiladas y por

máquina de guerra dentro del aparato de


ra~o que en sus prácticas vi­ captura. En este caso no se sabe si el gue­
n~las. ~e mutilación. Las cul­ rrero está o no está, si funciona o no para
t"aclon no solamente le im­ 'el aparato de captura. Lo llamaremos "el
t i/ación al pueblo, como la tercero incluido ", un tercero entre los po­
el caso de los hebreos, sino los capturantes . La máquina de guerra es­
r as .~onde los Propios polos tá en este caso entre los dos polos del
mblen están mutilados. Se aparato de captura, pasa por entre ellos,
los que dependen el uno del pero nunca se sabe lo que puede hacer o
n c~rencia el uno del otro: llegar a hacer. Está ahí, ciertamente, pero
tao aep~nde del emperador como el indiscernible, alguien que o bien
y Impenal la que lo justifica puede ser capturado o bien puede dirigir­
; pero el dios imperial tam­
132

se contra la captura y el Estado. Y una ter­ primera, la ley de la hospitalidad. Los hom­ "Aquiles y sus dos pasiones re
cera relación sería la de la máquina de bres sabinos declaran la guerra a Roma este sentido apartes de "La llíada "
guerra actuando como "el tercero exclui­ bajo el grito "romanos, hospitis pérfidos" tragedia "Pentesi lea" de Heinric
do" en relación con el aparato de captura. -hospitalarios pérfidos- "hospitis hos­ Kleist. Pentesilea es la reina de la
Veamos dos episodios, uno correspondien­ tis" -hospitalarios hostiles-. Roma se zonas. Aquiles es el más grande g
te a la máquina de guerra como tercero in­ presenta efectivamente como una ciudad griego. Pero Aquiles es el transgr l

cluido y el otro correspondiente a la má­ indiscernible en relación con los sabinos. las leyes de la guerra, de la sobe
quina de guerra como tercero excluido. Pero ese problema lo arreglan muy bien de la fecundidad. Es todo un g
las mujeres sabinas porque detienen las en el sentido de las máquinas d
Cuarto episodio: Nuevamente Roma. hostilidades acordando que ellas pueden rra. Cuando empieza la guerra c
El gran historiador latino Tito Livio (64 a. ser igualmente hospitalarias con los sabi­ ya, Aquiles no quiere ir a la gue r
C. 17 d. C.) quien escribió la historia roma­ nos y con los romanos. Desde entonces que su madre, la diosa Tetis, le h
na en ciento cuarenta y dos libros, pone es­ los sabinos son un pueblo que hace parte que en la guerra va a morir. Aquil
tas palabras en boca de los romanos en re­ de Roma. Es un ejemplo de la segunda po­ fiere la vida al heroísmo en una gu
lación con los extranjeros: "Tú, extranjero, sibilidad en la relación de máquinas de la que el asunto de Helena lo tie
a quien recibo, a quien acojo, tú no vienes guerra y aparatos de captura, un ejemplo cuidado . Pero a Aquiles le hace f
solo, contigo viene 'el tercero', el 'tercer de la indiscernibilidad, de la oscilación. En argumento para justificar su no pa !
hombre' y es ese 'tercer hombre' a quien estos casos se vive entre la posibilidad de ción y entonces se agarra del prime
quiero recibir". Y ese tercer hombre es el ser incorporado o de ser expulsado. mento que encuentra, un argumen
indiscernible, el que no se sabe si está se lo da la conducta de Agamenón .
con Roma o está contra Roma. Como lo se­ Ouinto episodio: Grecia . La tercera po­ Agarnenón había exigido que se le
ñala Michel Serres en "Roma, el libro de sibilidad en la relación entre máquinas de gara a Briseida , concubina de Aq!
las fundaciones", Roma corre el riesgo de guerra y aparatos de captura sería ya no cambio de una sacerdotisa de Apa
relacionarse con el tercero, de acoger al la del tercero incluido sino la del tercero le estaba prohibida. Entonces Aquile
tercero, al indiscernible, a diferencia de lo excluido. En la guerra de Troya hubo un la una cólera terrible, anuncia qu
que sucedía en las ciudades antiguas co­ tercero excluido entre los griegos y los irá a la guerra y se dedica a tocar
mo Esparta, que eran ciudades que busca­ troyanos. Es decir, fue una guerra en que con su amado Patroclo. "En esta
ban la pureza de su raza y que intentaban no todos se dividieron entre griegos y tro­ tancia entra en un devenir femen i
que no se mezclara la población con los ex­ yanos; había un tercero y ese tercero lo vuelve muy sensual, entregado a I ~
tranjeros. Roma fue la primera ciudad que fueron las amazonas, las mujeres guerre­ ca y a la erótica con Patroclo. To d
se atrevió a la mezcla, aquella que corrió ras. Y fueron el tercero excluido porque sucede en La IIíada hasta el can
el riesgo de integrar al extranjero y por ocuparon el "otro" espacio, la "otra" posi­ cuando adviene un acontecimiento
eso fue la ciudad que se perpetuó en la ción. Como se sabe, las amazonas captura­ para Aquiles: Patroclo, viendo que
historia. De ahí el lema romano "urbi et or­ ban hombres guerreros, los sometían, te­ taba perdiendo la guerra, decide i
bi". Ese extranjero puede ser amigo, puede nían con ellos relaciones sexuales y luego lear. Y Héctor, el jefe troyano, mat
ser enemigo, puede ser una máquina de los mataban. Si el niño que de allí nacía era trocla. Aquiles entonces sale del ~
guerra que viene a destruir o puede ser hombre, lo mataban; si era mujer sería con­ femenino, entra en un terrible
que Roma la incorpore. Roma no busca la vertida con el tiempo en una guerrera ama­ animal que nadie detiene y entra en'
"pureza" de sangre. Toda "pureza" racial zona. las amazonas eran el tercero exclui­ rra di rectamente a matar a Héctor,
debilita. Roma se mezcla con el tercero, do porque atacaban por igual a los griegos trea, lo busca, lo encuentr:;¡, lo enfr
con el extranjero, pero a la vez crea un y a los troyanos y eran perseguidas igual­ mata y además, delirante, se apod
principio con relación a los extranjeros: mente por unos y otros. Eran el tercero ex­ cadáver para ver cómo se desco ll
"Yo, Roma, soy indiscernible"; es decir cluido, además, porque a ellas poco les La máquina de guerra ha funcion a
que podrá acoger a los extranjeros en de­ importaba el triunfo de los griegos o el Aquiles al traicionar las leyes de I
terminada circunstancia y en otra circuns­ triunfo de los troyanos; sólo les importaba rra : no se somete a las leyes de t
tancia los podrá rechazar. Sea como ejem­ ganar para ellas guerreros de uno u otro nón, ni de Ulises, sino que funcio i
plo el caso de las sabinas que nos remite bando. Es una posición en la que siempre un doble devenir, el devenir femeni
a Rómulo y a la fundación de Roma. Des­ ganan: "si Troya gana, ellas ganan, si Tro­ Patroclo y el devenir animal contra I
pués de la fundación faltaban mujeres en ya pierde, ellas ganan, si Grecia gana, ellas siempre en una actitud marginal re
Roma y la supervivencia peligraba, Roma ganan, si Grecia pierde, ellas ganan; ellas al orden guerrero instituido. Con e
iba a morir. Entonces Rómulo organiza las siempre ganan". El tercero excluido es nir femenino Aquiles traiciona la le'
fiestas a Neptuno y estando en ello llega aquel que siempre gana; está en la guerra guerra que ordena pelear y con el e
el pueblo sabino. Los romanos acogen a pero en el afuera del conflicto, beneficián­ animal traiciona la ley de la guer
los sabinos según las leyes de la hospitali­ dose del triunfo de no importa quién. El ordena pelear contra todo el ejérci1
dad, confiriéndoles una serie de derechos tercero excluido no es una síntesis sino migo y no sólo contra un guerrero f
y de deberes. Sin embargo, ante la falta una posición desde el "afuera". ticular. Llega así la muerte de Aquil,
de mujeres en Roma, las mujeres sabinas nacemos la muerte a manos de Pa
son raptadas, con lo cual se viola la ley Un texto de Consuelo Pabón titulado ro es bri liante la muerte que proponE
133

ra, la ley de la hospitalidad. Los hom­ "Aquiles y sus dos pasiones" reúne en en su tragedia "Pentesilea" porque es el
sabinos declaran la guerra a Roma este sentido apartes de "La Ilíada" y de la encuentro de dos guerreros, Aquiles y Pen­
~I grito "romanos, hospitis pérfidos" tragedia "Pentesi lea" de Heinrich Van tesi lea, para crear entre ellos una máquina
pitalarios pérfidos- "hospitis hos­ Kleist. Pentesi lea es la reina de las ama­ de guerra. He aquí la propuesta de Kleist:
-hospitalarios hostiles-. Roma se zonas. Aqui les es el más grande guerrero Pentesilea, reina de las amazonas, está
1ta efectivamente como una ciudad griego. Pero Aquiles es el transgresor de con su ejército entre los griegos y los tro­
,ernible en relación con los sabinos. las leyes de la guerra, de la soberanía y yanos, sacando partido del enfrentamiento.
ase problema lo arreglan muy bien de la fecundidad. Es todo un guerrero Después de dar muerte a Héctor y de de­
ujeres sabinas porque detienen las en el sentido de las máquinas de gue­ volver lo que queda del cadáver, Aquiles
dades acordando que ellas pueden rra. Cuando empieza la guerra con Tro­ le propone a Agamenón que en vez de pe­
ualmente hospitalarias con los sabi­ ya, Aqui les no quiere ir a la guerra por­ lear contra Troya él le hará la guerra a las
con los romanos. Desde entonces que su madre, la diosa Tetis, le ha dicho amazonas. Aquiles con su ejército enfren­
binas son un pueblo que hace parte que en la guerra va a morir. Aquiles pre­ ta a las amazonas y termina colocado
'l1a. Es un ejemplo de la segunda po­ fiere la vida al heroísmo en una guerra en frente a Pentesi lea. Comienza entonces el
ad en la relacli ón de máquinas de la que el asunto de Helena lo tiene sin combate entre Aquiles y Pentesilea: una
! y aparatos de captura, un ejemplo cuidado. Pero a Aquiles le hace falta un lucha cuerpo a cuerpo en donde entre más
,ndiscernibi,lidad, de la oscilación. En argumento para justificar su no participa­ luchan más se aman, y hacen el amor y
pasos se vive entre la posibilidad de ción y entonces se agarra del primer argu­ guerrean entre sí para volver a hacer el
;;orporado o de ser expulsado. mento que encuentra, un argumento que amor. Nueva traición de Aquiles a la ley
se lo da la conducta de Agamenón. Porque de Agamenón porque está prohibido que
,u into episodio: Grecia. La tercera po­ Agamenón había exigido que se le entre­ un guerrero ame a aquel a quien está com­
ad en la relación entre máquinas de gara a Briseida, concubina de Aquiles, a batiendo. Y transgresión también de Pe n­
y aparatos de captura sería ya no cambio de una sacerdotisa de Apolo que tesilea a la ley de las amazonas porque
tercero incluido sino la del tercero le estaba prohibida. Entonces Aquiles simu­ está prohibido amar a los hombres y hacer
. o. En la guerra de Troya hubo un la una cólera terrible, anuncia que él no el amor con ellos mientras se está en com­
p excluido entre los griegos y los irá a la guerra y se dedica a tocar el arpa bate. Hay una ocasión en el texto de Kleist
ps. Es decir, fue una guerra en que con su amado Patroclo. En esta circuns­ en la que un troyano, viendo que se trata
\ s se dividieron entre griegos y tro­ tancia entra en un devenir femenino, se de un combate de guerra y amor, captura
había un tercero y ese tercero lo vuelve muy sensual, entregado a la músi­ a Aquiles y se lo entrega a Pentesilea. Pe­
las amazonas, las mujeres guerre­ ca y a la erótica con Patroclo. Todo esto ro Pentesi lea le corta la cabeza al troyano
fueron ell tercero excluido porque sucede en La II íada hasta el canto XVI, y devuelve la lanza a Aqui les para poder
on el "otro" espacio, la "otra" posi­ cuando adviene un acontecimiento terrible seguir con él el combate de guerra y amor.
amo se sabe, las amazonas captura­ para Aquiles: Patroclo, viendo que se es­ En ese combate no se trata del triunfo de
Dmbres guerreros, los sometían te­ taba perdiendo la guerra, decide ir a pe­ uno sobre otro sino de hacer la guerra por
pn ellos relaciones sexuales y I~ego lear. Y Héctor, el jefe troyano, mata a Pa­ la guerra y de hacer el amor por el amor.
¡taban. Si el niño que de allí nacía era trocla. Aquiles entonces sale del devenir y esa guerra y ese amor no lo entienden
e, lo mataban; si era mujer sería con- femenino, entra en un terrible devenir ni las amazonas, ni los griegos, ni los tro­
con el tiempo en una guerrera ama­ animal que nadie detiene y entra en la gue­ yanos. Nadie entiende qué es lo que está
as amazonas eran el tercero exclui­ rra directamente a matar a Héctor, lo ras­ pasando, pero es el funcionamiento dinámi­
ue atacaban por igual a los griegos trea, lo busca, lo encuentr8, lo enfrenta, lo co de una máquina de guerra. Finalmente
troyanos y eran perseguidas igual­ mata y además, delirante, se apodera del Aquiles domina a Pentesilea pero en vez
por unos y otros. Eran el tercero ex­ cadáver para ver cómo se descompone. de actuar según las leyes de la guerra, se
además, porque a ellas poco les La máquina de guerra ha funcionado en declara prisionero de Pentesi lea y entra
ba el, triunfo de los griegos o el Aqui les al traicionar las leyes de la gue­ nuevamente en el devenir femenino en el
de los troyanos; sólo les importaba rra: no se somete a las leyes de Agame­ momento mismo en que Pentesilea persiste
ara ellas guerreros de uno u otro nón, ni de Ulises, sino que funciona con en el devenir animal y ataca a Aquiles. Ese
Es una posición en la que siempre un doble devenir, el devenir femenino con es el último encuentro. Aqui les, atacado
"si Troya gana, ellas ganan, si Tra­ Patroclo y el devenir animal contra Héctor, por Pentesilea, se ofrece desarmado, ab­
e, ellas ganan, si Grecia gana, ellas siempre en una actitud marginal respecto solutamente quieto y sin hacer ningún ges­
si Grecia pierde, ellas ganan; ellas al orden guerrero instituido. Con el deve­ to. Entonces Pentesilea desgarra a mor­
ganan". El tercero excluido es nir femenino Aqui les traiciona la ley de la discos el cuerpo de Aquiles y entra en un
ue siempre gana; está en la guerra guerra que ordena pelear y con el devenir éxtasis delirante. Después de un tiempo,
el afuera del conflicto, beneficián­ animal traiciona la ley de la guerra que al salir del éxtasis, se da cuenta que ha
el triunfo de no importa quién. El ordena pelear contra todo el ejército ene­ matado a Aquiles. Entonces Pentesilea se
excluido no es una síntesis sino migo y no sólo contra un guerrero en par­ suicida. He ahí una intensificación de dos
ición desde el "afuera". ticular. Llega así la muerte de Aquiles. Co­ devenires que constituyen una máquina de
nocemos la muerte a manos de Paris. Pe­ guerra. Es quizá el mejor ejemplo de má­
texto de Consuelo Pabón titulado ro es bri liante la muerte que propone Kleist quina de guerra que podemos proponer.

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