ENSAYO SOBRE “ELEMENTOS PARA LA CONSIDERACIÓN DE LA DIMENSIÓN
ÉTICO-POLÍTICA EN LA VALORACIÓN Y SUO DE LA BIODIVERSIDAD”
En su libro, ELEMENTOS PARA LA CONSIDERACIÓN DE LA DIMENSIÓN ÉTCIO-
POLÍTICA EN LA VALORACIÓN Y USO DE LA BIODIVERSIDAD, el antropólogo de la Universidad Nacional Francisco Gonzáles expone los aspectos más importantes al momento de evaluar la biodiversidad en un marco ético-político. Destaca, entre otros, los temas más relevantes entorno a la biodiversidad como son su valor –y las distintas aproximaciones a este-, la importancia del mismo para el ser humano y, los métodos de aproximación investigativa. De la misma manera, expone la base de conocimiento desde la cual el ser humano, a lo largo de la historia, ha manifestado su interés por explotar los recursos biológicos y, en las últimas décadas cuidar del mismo desde diferentes marcos de referencia como son la bio-eficiencia, el culto por lo salvaje y movimientos ecologistas entre otros. A continuación, se relaciona la determinación de valor de la biodiversidad con la capacidad política del hombre para satisfacer sus necesidades a partir de ella para así, sustentar un marco conceptual que permita evaluar la dimensión ético-política en la valoración y uso de la biodiversidad.
La biodiversidad comprende un tema de importante relevancia para el ser humano en la
medida que corresponde a su medio de vida y punto de partida de existencia. Así mismo, corresponde a la base de recursos para la satisfacción de necesidades y espacio de comprensión de virtudes y valores culturales. Los puntos de desarrollo más relevantes que el autor propone se dividen en tres grupos principales: La biodiversidad como objeto de la biología, la biodiversidad y su relación con la economía y, la biodiversidad y su relación con el hombre (así como con sus creaciones culturales). A partir de estos tres desarrollos de conocimiento, el autor expone las bases ético-políticas para la toma de decisiones políticas entorno al tema de la biodiversidad. En el apartado de la biodiversidad como objeto de la biología, se expone que la biodiversidad es un macro-sistema fundamentado en la riqueza biológica de un espacio analizado. Por consecuencia, esta biodiversidad se comprende en niveles y tiene la singularidad de aumentar o disminuir según las alteraciones provocadas por entes externos al sistema. Este sistema de diversidad biológica comprende una estabilidad en el tiempo que se desarrolla según las características intrínsecas del mismo y al cual se le pueden denominar diferentes principios de caracterización como son la complejidad de los hábitats, los desórdenes intermedios, la productividad, su origen de diversidad, el tamaño de las áreas de ambiente, entre otros. Comprendidos estos principios de caracterización, se reconoce en el sistema un valor intrínseco o reconocido, asociado al valor de su existencia y un valor biológico asociado a su expresión de generación de vida. Luego de caracterizar la biodiversidad en su carácter más evidente -la biología- se aproxima a su entendimiento desde los campos relativos al hombre político, es decir, la economía. Así pues, la biodiversidad y su relación con la economía comprende una temática de estudio de alta importancia para el hombre pues corresponde a la concepción de la expresión política del hombre sobre la expresión natural de la vida, la naturaleza, que a su vez es medio de vida para el hombre. Es consecuente, por tanto, esclarecer los conceptos de necesidad y requerimiento relativos, no solo al hombre, sino a cada especie sobre la tierra. Las necesidades son insuficiencias que deben ser satisfechas para el activo desarrollo de las actividades de los seres. De no ser satisfechas, se pueden presentar dos casos: que la no satisfacción de las necesidades comprometa la existencia de los individuos o de la especie, en cuyo caso corresponde a una necesidad de carácter objetivo y; que la no satisfacción de las necesidades comprometa la existencia de las colectividades, en cuyo caso corresponde a una necesidad cultural. Los requerimientos humanos que no encajen en estas dos categorías se declaran entonces amenidades, es decir, necesidades que no comprometen la existencia de especies, individuos o culturas. Como ya se ha declarado, la biodiversidad comprende un valor relacionado al cumplimiento o satisfacción de necesidades humanas y animales. Es por esto que, según el grado de cumplimiento de dichos requerimientos se le puede asignar valor a un sistema de diversidad biológica. El autor nos expone varias asignaciones de valor como son: el valor-trabajo asociado principalmente a su capacidad de satisfacer los requerimientos y al cual se le asigna un precio muchas veces subjetivo; el valor de cambio asociado a la correlación con los demás elementos de la economía y la capacidad de trueque relacionado a este y; el valor-utilidad asociado a la necesidad específica que cumple el elemento en cuestión. A estos valores se les disgrega un precio que no siempre refleja el valor real. Por otra parte, se destaca el valor de uso y valor de opción relacionado al valor potencial que tiene el sistema de diversidad biológica que es el paradigma más enraizado en el ámbito científico y, el valor de no uso asociado a la capacidad potencial del sistema de re-sustentarse y auto-sostenerse sin la intervención humana para la estabilidad a largo plazo. Adicionalmente, se destaca la importancia que tiene la biodiversidad en el carácter cultural del ser humano en tanto el individuo y las culturas nacen, crecen y se desarrollan en un entorno biodiverso (en mayor o menor medida según su localización). De este entorno se destaca que modifica las conductas y tradiciones culturales de los asentamientos humanos y evoluciona con estos. Esta relación de los aspectos humanos con el entorno en que se desarrollan da lugar a lazos interculturales y segmentaciones a medida que pasan los siglos. Así pues, la biodiversidad adquiere una importancia emocional evocada en el cuidado del valor de no uso del sistema biodiverso que se ha habitado.