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LIBROS PUBLICADOS POR EL AUTOR La ley mayor (Hachette, 1982, en et Diseurso Juridica, varios autores) Pensadores bajos (Catalogos. 1987) Foucault y ta éttea (Seminario de Tos jueves/Biblos, 1988) Foucault y la ética (Edicion aumentada/Letra buena, 1990) Los senderos te Foucault (Nueva visién, 1990) La guerra det amor (Planeta, 1992) Historias de ta Argentina deseada (Sudamericana, 1995) Batallas éticas (comp. y co-autor Nueva vision. 1995) Bl iltime ofteio de Nietzsche (Sudamericana, 1996) La aldea tocal (Fucleba, 1998) Vidas losofieas (Seminario de los jueves/Eudeba, 1999) En preparactén: Tensiones laséficas (Seminario de los jueves/Suda- mericana} INDICE Agradecmientos .. Presentacin ETICA-TRAGEDIA (Empresa, Estado, Trabajo} 1a verdad markética. Berlin y la Tablada .. Eticas empresarias, El punto de vista cortesano Eticas empresarias, El punto de vista escéptico Etica de empresas. El punto de vista critico ..... Etica de las empresas. El punto de vista materialista ....... 54 La iransvaloracién Egoismo de Uno EI pastor de hombres y la buena policia ... La Importancia de un pequeito accidente .. La risa de los rie08 .... Egoismo del Otro .. Los beneficios del capitalismo y la mezquindad de los intelectuales.... Mas sobre los intelectuaies... Supervivencia .. 102 El enorme nombre de Marx .., ssessarssnsvanservessareesscarereerees LOZ El fin de la pereza... 115 Los hombres de acero 118 La fatiga obrera... 199, Los tigres asiaticos no son de papel 129 Los ositos de Occidente son de peluche. 142, Sin pan y sin trabajo... fennnenmanennenses 1B La Nueva Reptiblica Global secrnnnnses 162, Fin de la primera parte cee 168 ESTETICA-COMEDIA, (La vida de los hombres ricos} E] humanismo romantico LIBROS PUBLICADOS POR EL AUTOR La ley mayor (Hachette, 1982, en ef Discurso Juridico, varios autores} Pensadores bajos (Catalogos, 1987) Foucanlt y la étlea (Seminario de los jueves/Biblos, 1988) Foucault y la ética (Edicion aumentada/Letra buena, 1990) Los senderos de Foucault (Nueva vision. 1990) La guerra det amor (Planeta, 1992) Historias de ta Argentina deseada (Sudamericana. 1995) Batallas éticas (comp. y co-autor Nueva viston, 1995) El iiltimo ofteio de Nietesche (Sudamericana, 1996) La aldea tocal (Eudeba, 1998) Vidas floséficas (Seminario de los Jueves/Budeba, 1999) En preparacion: Tenstones flosifeas (Seminario de fos jueves/Suéa- inDICE, Agradecimientos Presentacién ETICA-TRAGEDIA (Empresa, Estado, Trabajo) 1a verdad markética, Berlin y ta Tablada .. Bticas empresarias. #1 punto de vista cortesano, Eticas empresarias. El punto de vista escéptico, Btica de empresas. E] punto de Vista CTILICO srs Btica de las empresas. El punto de vista materialista ... La transvaloracién .. Exgoismo de UNO secre El pastor de hombres y la buena policia . La importancia de un pequeito accidente .... La risa de los ricos .. Egoismo del Otro . Lus Leneficios del capitate y y la micas Ios intelectuales. . Mas sobre los intelectuales sa.ssssnn eens 9 ‘Supervivencia 102 El enorme nombre de Marx... 102 El fin de la pereza.. . 115 Los hombres de aeero 118 La fatiga obrera.. poten 122 severe, 129 cee 142, 151 + 162 168 Los tigres asiaticos no son de papel... Los ositos de Occidente son de peluche Sin pan y sin trabajo : La Nueva Republica Global Bin de la primera parte .. ESTETICA-COMEDIA, (La vida de los hombres ricos) El humanismo romantica .... 173, Una utopia de hombre sin manos..... La importancia dei potencial creative iQué rica Ja papat . Akio y Yoshiko La venganza de Mr. Pizza . 178 182 185 190 196 Un verdadero artista - 204 Un inventor polimorfo... 210 Ei hombre que tuvo a su familia oe BIT El rey de los buifalos oe 2 223 La bacteria asesina...... 225 El orgullo de ser un especulador. 231 EI niho de las chapitas ae. 236 George Soros. Un fitésofo fracasado 240 ECONOMIA-DRAMA (Miracles in an emergent market} De Ia tragedia al drama... Empezamos con Enrique Siiberstein La felicidad de Don Corleone La beatitud pragmatica....... - 2Qué habia pasado con tantos milagros? iVendamos el oro! ... 255 265 zQuién le devolvid la fuerza al Estado? 269 De un Domingo al otro ... 270 La inflacion 276 Nuestro primer actor 279 Los ostructuralistas .. 286 Slgirido pterde por un pelo .. 290 Un coro de angeles ... 298 El corifeo orejudo oe povsenee 302 Si todos los hombres del mundo oo se 305 Elementos teérico-practicos para la comprension de una realidad compleja - 310 Economistas en tres especies: el que quiera comer que trabaye vse El sueno de un reaiista El sueno del cangurito El nacional-liberalismo y el realismo del débil El escepticismo sensato Los amores de Wainfeld Con los datos mal puestos « 10 358 stesetene, B63 Un dedo en el agujero. Dos dedos en un pezén. PSICOLOGIA-MISTERIOS (Entre la paz y la guerra) La zamba vip. Foucault ssc Psicologia de paz y Psoologa de e guerra EI plan La autoestima tutelada Una revoluciin interior... La potencia de una tradicion ‘Autoestimarse Los grupos de autoayuda... Dolor sin Poder Superior e ideotogia erupal pence 11 Mas sobre grupos de autoayudla.. Los dos estoicismos La humillacion nn Depresién I: la farmacologia divina Depresion II: fragmentaciones .. William Styron: un mediador Si esto es un hombre o los sobrevivientes.. La zona gris de la existencia humana. Consecuencias éticas EI mal. La funcién del artista .. La voz sin nombre. Voces argentinas .. Obras consultadas..... a PRESENTACION Este libro es él resultado de wna investigacién sobre la década del noventa, Su objeto tedrico es la economia como ins- tancia cultural: lo econémico. Lo econdmico no es una discipli- na. Se constituye por la dispersién de la economia en el espacio cultural, Lo que me ha interesado es la pretensién filosdfica de la economia. Entiendo por esto su deseo de ocupar un lugar fundante, En la primera parte se analiza la pretensi6n de la economia de arrogarse el espacio ético. Por eso hemos recorrido las prin- cipales Jineas de fuerza de la literatura del management. Su objeto es la empresa como nueva institucion madre. Y su hijo preferido es ef empresario. como nuevo lider padre, ‘A partir de este tipo de literatura lo econémico ya no trata de la produccion de riquezas, sino de la creacién de valores morales a partir de ia creaciéon de cosas. Por los esquemas de ta teoria de las organtzactones, por las consultorias de recursos huranos, por los circulos de calidad, pasa un entramado en el que emerge una sociabilidad ideal, En ella ya no hay jerarquias disciplinarias sino fraternidades movi- les ¥ flexibles que producen un nuevo po de ser hurmano: di choso y rico. Me ha interesado cuestionar este rol flexible y dulce que a Mteratura de tipo gerencial Ie adjudica a la empresa. en momen- tos en que ya no hay limites a la (otal integracion del individue @ la vida del mercado. En este mismo capitulo se estudia el fondo negative de esta felicidad empresaria. Me refiero al Estado en su rol tradicional de mediador de conflictos sociales y protector de sectores débi- ics. 1 pensamiento neoliberal ha sepultado al Estado, a veces lo hace sin tapujos, otras le permite un plazo para su desapari- cion. He creido conventente refrescar las Tazones que se argu- mentan para decretar este epitafio. Hay que tomar en cuenta que Jos argumentos de los clasicos de ta economia liberal de nuestro siglo —ck XX— (es complicado terminar un libro con el 13, fin de siglo y del milenio) se desarrollaron en momentos en que el Estado regia la vida econémica y social ya sea en regimenes dietatoriales —Hlitler, Mussolini, Stalin— como en demacracias, parlamentarias ~-New Deal, laborismo inglés, frentes popula- res. Me ha interesado interrogar a esta prédica actual sobre Ja desaparicion de los Estados nacionales en momentos en que se constituye un Superestade que se arroga el monopollo de la violencia a nivel planetario, Luego he analizado ia idea de trabajo con un solo propési- to, El trabajo es un valor, mas hoy, que han enunciado una segunda sentencia: las sociedades ya no daran pleno empleo, En el futuro habra gente ocupada en labores retribuibles y otras euyo destino esté en discusién. El ejemplo del pleno empleo en los EE.UU. es un nudo problematico que sélo los apologistas anuncian como una posibilidad universal. La co. yuntura norteamertcana es analizada con suma prudencia por los analistas de! pais del Norte; claro, en el nuestro, los intere- ses y el tradicional sometimtento admirativo de la corporacion econdmica nacional esconden la mitad de la baraja y dibujan un modelo a imitar, He recorrido las modalidades que adopté cl trabajo y la pedagogia politica que se aplicé al trabajo desde los tempos de Ja eficiencia productiva de Taylor hasta ios himnos a la excelencia de Drucker. En esta parte, ademas, hay un tema recurrente en el libro: el lugar de tos intelectuaies tradicionales frente a tos que ocu- pan cn la actualidad ese ansiado lugar, el del pensamiento, Tradiclonal no quiere decir necesariamente envejecido, pero Puede ser antiguo. Hay suficientes reminiscencias a la antigiie- dad en este libro. Pero si aqui se analizan aspectos de la década del noventa es porque este perfodo ha planteado al intelectual tradicional —el formado en la filosofia critica— una serie de interrogantes para los que no estaba preparado. Esto sucede porque el intelectual critico desprecia la econa- mia y ia considera una disciplina al servicio del dinero y de sus Propietarios. Este desprecio hoy es mutuo. Lo que llamo econo- mistas culturales —que no son necesariamente economistas en el sentido estricto—, desde von Mises y Schumpeter a Drucker y Robert Reich, ubjean al intelectual que denuncia, esta figura heredada de las grandes gestas del siglo pasado (esta vez es el XDO, en la categoria de pardsitos resentidos al abrigo de la competencia. He querido problematizar esta cuestion La segunda parte —Estetica— es un relato de las vidas 4 's de los grandes hombres de hoy. El gran homb-~ de Surat eurora epocal es rico, famoso y camped. Un tetany, dor. No tiene fisuras, Por eso Jos hipermillonarios se han encar- gado en los Ultimos tiempos de hacer conocer esta buena nueva. Estamos llenos de sanpablos anunciando esta maravillosa nove- dad, Estas vidas plasmadas en autobiografias y apologias pue- den confrontarse con las vidas ejemplares de los tiempos de sablos, santos y artistas. Mas alld de esta comparacion, tambien hie querido cuestionar el otro lado de la moneda: la vana presun- cién de que el artista es noble y el comerciante un ser ordinario, Estas vidas comfenzan con ia historia del sandwichero mas importante de la historia, Ray Kroc, ef inventor del McDonald's. La tercera parte es la historia del fondo milagrero de una gesta nacional. Los economistas han sido los protagonistas de la escena publica de la década que termina. Los diagndsticos eran de ellos, las terapias también, La vida modema tiene esta doble faz: por un lado un fondo tragico que resulta de la economia globalizada, por la cual todo lo que sucede siempre se debe a una decisién que tomé otro, otro de otro y asi en mas, El sujeto del poder son los capitales moviles, Su localizacién sigue el modelo de la contigitidad. Es el mundo metonimico de Kafka, de un pasillo de fos tribunales se lega a otro pasillo, Este mundo debe sus crisis a lo que pasa lejos, y los poderes ya no tienen sitio. Meteorologia y economia se parecen mucho, tanto por su poder predictivo como por la Identidad de su sujeto. A este fondo tragico le corresponde, paradojicamente, un batallon de prometeas que todo Jo pueden y saben: los ccono- mistas. Cuando el producto bruto crece se felicitan entre si, cuando cae, la culpa es de los politicos y, fundamentalmente, de la caida de una bolsa en el pais de los pigineos. El mérito es de aca, la culpa es ajena. He querido presentar los maravillosos inventos de los eco- nomistas argentinos. Los santos remedios de estos nuevos al- quimistas excitaron durante décadas a todo el mundo, y difun- dicron el talento de nuestros profesionales. A nadie que no fuera un argentino se le ocurrié la Tablita, ni el Plan Austral, ni la Convertibilidad nacional, ni ningim otro Invento que haya pro- ducido la algarabia de la corporacion. Creo que siempre es alec- clonader recorrer los modes de lo que podemos Hamar la Gran Manija Nacional (GMN), por la que la mayoria de los argentinos Son los convidados de piedra de una fiesta a la que por algén snotive, no sdio inesperado sino Involuntario, llegan tarde, Los 15 economistas de esta altima décaca nuevamente nos han invita: do a lo que han Namado la revolucién modernizadora mas im- portante desde la época de la generacion del 80. La altima parte —Psicologia— se refiere a la sociedad tera- péutica de nuestros dias. He dividido al objeto de la psteologia en una zona de paz y otra de guerra. Ambas responden a la demanda de alivio, consueto o cura, de los dolores que los indi. viduos dicen padecer. De las patologias actuales, la depresion es cl fantasma mérbido de nuestro tiempo: con él se relacionan los cambios de ja vida cotidiana en el poscapitalismo. Pero el mer. cado de la salud no sdlo ofrece curar, también propaga la idea de que la felfeidad es programabte por los expertos en calidad de vida. Esta nueva universalidad llamada calidad de vida nos ins- eribe en un nuevo régimen de purificacion infintta que tiene un efecto inmediato: la hipocondria globalizada, Propongo una discusién sobre los grupos de autoayuda de hoy confrontados con Ia antigdedad en la que los terapeutas Mosofos estoicos y consejeras de conciencia, pensaban el cuida. do de si. para contrastarlo con las nuevas recetas de calidad de vida. EI capitulo y el libro terminan con el testimonio de las Victimas de los campos de exterminio. La zona de guerra de la Psicologia, Es imposible situarse en el horizonte de un cambio Ge siglo y milenio sin la principal herencia de lo que termina, Esto no ¢s melancolia.crepuscular, es esperanza en una aurora mejor. La obra de Primo Levi me ha servido de guia para interro- gar las dimensiones del hombre en situaciones limites, momen- tos en el que el dolor no acepta ni puede recibir el santo remedio de los doctrinarios de Ja felicidad, y en cl que Ia condicion hu- mana muestra su gloria y sti debilidad. Su radical imperfeecion. El nombre de Michel Foucault se repite varias veces en e] libro, He recorrido algunas de sus propuestas, pero no he apli- cado sus ideas nt he demostrado supuestos anticipos; las he tenido en cuenta para ordenar las mias, Estas cuatro partes forman un recorrido conjunto por to cconémico. Pero no son iguales, mas atin, todas son distintas, Sus tonos también lo son, Sus aspectos pueden permitir que el lector mas interesado en algunas de las cuestiones aqui trata- das pueda dirigirse a ellas directamente. £1 libro no tiene una arquilectura Vertical. Bs horizontal; el lector puede sitarse en cualquiera de las cuatro zonas y comenzar por donde quiera, 16 ETICA-TRAGEDIA (Empresa-Estado-Trabajo) LA VERDAD MARKETICA Berlin y La Tablada. eCuantas veces se ha dicho que el mundo cambi6? Segura- mente infinidad de veces. La divisién de la historia cn eras tam. bién pretende reflejar los cambios fundamentales de la evolucion humana. La Revoluciéa Francesa, por ejemplo, dio inicio a la era contemporanea, apelativo absurdo porque es el del eterno presen- fe. Olzos insisten con la palabra modernidad para designar un ciclo cultural que aun petvive, Apelativos hay muchos, sirven Para no servir, no dan cuenta de nada, tan sélo marcan una Posicion para no marearse, acotan una reflexion para simplificar un problema porque lo complejo es dificil de entender y cuesta Un esfuerzo que pocos quieren realizar, y dan de comer a los promotores de mesas tedondas y gratuitas. Asi que si queremos bautizar esto que est pasando cn el mundo, la etiqueta sera Pobre y reductora, artificial y tendenciosa. ;Poscapitalisma? ePoslitcralismo? gNeotiberalismo? gla era de la globalizacion? ela era det Homo informaticus? gLa del Pitecantropus flextbilis? Pero, gquién duda de que ei mando cambié y que nadie lo entien dea fuerza de anafizarlo? ,Cudndo cambid? Respuesta: en 1989 Doscientos afios después de la Revolucién Francesa y con el ala aue a La Tabiaca, cambié el mundo. De qué estamos hablando? 2046 delirio estamos profesando? ;La Tablada cambi6 ¢l mundo? X claro, cambié el Mundo Argentino, nombre que no recuerda s6lc ¢1 de woa vieja revista, y ¢l mundo mundial también cambté, con Ja aida del Muro de Berlin. Berlin y La Tablada, dos puntos cardinales de esta mutacin histérica. Después de 1989 nada ¢s igual. ni en la Argentina mi en el 7 mundb. Por lo que debemos deducir que como argentinos tene- mos el privilegio de una doble mutacién, la caida del comunismo y la caida del alfonsinismo. Valen entonces dos preguntas. Una sobre la esencia del comunismo que cay6, y otra sobre et alfonsinismo que cayé. Daremos dos respuestas rapidas y si- multéneas: el comunismo fue el suefio de la igualdad: et alfonsinismo el de la libertad. Los dos lo fueron de la justicia, la social para uno, la morat para otro. No estuvimos presentes la noche en que cayé el Muro, tan solo vimos las imagenes televisadas de gente subida sobre ét mirando para et otro lado, de piqueteros y hacheros derribando et hormigén, de caravanas de! lado orlental queriendo pasar la ya Inexistente frontera. Estuvimos mas cercanos a to que sucedio en La Tabladia. los tanques. el fuego, los muertos, la vietoria y la derrota, y la democracia que una vez més salié fortalecida con el optimismo que transmiten los que han tomade la secreta decision de suicidarse. Otros dicen que el mundo cambié en 1973. afio de Ja crisis petrolera. Afirman que desde ese momento Occidente cambio su estrategia global, desarrollé tecnologias alternativas, plasmé también politicas financieras que inundaron el mundo con Mlujos que se consolidaron en ta nueva forma de dependencia: la deuda externa: a lo que podemos agregar alguno que otro argumento que considero débil frente a lo que sucedié 16 afos después, Pero mas alla de la fecha del inicio del cambio. de esta mutacion planetaria con la que entramos en el tercer milenio. no es posible afirmar que haya un origen datado —La Tablada, para tranquilidad de los espiritus inquietos y puntillosos, no es una causa, sino el emblema fisico, como la Bastilla, la chispa militar que condecoré con un bautismo de fuego a la hiperinflacién—; el cambio no sélo no es puntual, sino que dibuja la traycctoria de un proyectil que no deja de estallar en miriadas de luces. Con Ja caida del Muro de Berlin se inicia el futuro, ef tempo de los verbos empuja hacia adelante. La flecha de Ja temporalidad histérica despegé hacia un universo desconocido. Muertas las sdeologias del progreso acompasado y de una civilizacién evolutiva, ¥ muertas también tas ideologias del sentido de la historia hacia una redencién final, el tiempo que emerge es diaspérico, disperso, incontrolable, inconmensurable. Los analistas del mundo, los keopoliticdloges, los megacomunicélogos. los hiperantroposofisto- logos, los marketin6logos, los estrategdlogos, todos los sabios de la poscontemporaneidad estan de acuerdo en que se ha producide un Big Bang terrestre, milenario, Es el triunfo del futuro, y el fin de 1a historia; pero no un fin a lo Fukuyama, no es el triunfo del cepi- 18 tallsmo liberal, porque este capitalism y este liberalismo han metamorfoseado y trastocado mil veces su rostro, es el fin de la historia porque riada de lo que sucedié atras sive para pensar. prever, calcular o sospechar fo que vendra. La cfencia se ha hecho ficeién no por sus suenos futuristas sino porque el futuro tlene la intriga de las novelas de misterio gesto quiere decir que nada se puede pensar si nada se puede Anticipar? Todo lo contrario, toda se puede pensar, mejor di- cho, todo se piensa, y ademas, quién lo sabe, quizas todo se pueda hacer en este nuevo universo mas alla del bien y del mal, Pero que el lector no huya, no lo dormiré con fa letania de la crisis de los valores y del nihilismo preanunciado por Nietzsche, Heidegger y otras viejas reliquias; hay crisis de los valores en el sentido en que la recién citada reliquia lo decia hace un siglo —Nietzsche—, rorque estamos en presencia de la ereacion de valores, del calor y del sonido de una fragua planetaria cn donde todo se diseute, y cuando todo se discute €s porque Cronos esta pariendo nuevos Titanes. Todo lo humano se discute en una lengua nueva y movil. Bl sistema lexical con que lo humano se debatia hace algunas decadas también mudé su cascara. No es con la literatura. ni cn la forma de novela, ni en la forma de poesia: ni es con las clencias sociales, en la forma de la sociologia o en la de la psicologia, no €s con ese lenguaje que los hombres de las acade- mias y las editoriales juzgan sus propias conductas y las ajenas. Por supuesto que hay buenos novelistas, excelentes sociélogos y psicOlogos Inteligentes, excepelon que hace regla. porque, para decir una brutalidad: que haya fosiles bien conservados no quic- Te decir que nos topemos con una civilizacion. Tambien conozco institutes en donde se dan clases de declamacién y oratoria. y ho por eso estamos en el imperio romano. La lengua de hoy se bifurca en dos lengietas. Una es la economia, la otra es la filosofia. Decir economia es algo obvio, aunque ho tan obvio para los habitantes de La Tablada. Con esto vuelvo a recalear la existencia de dos mundos, Berlin y La Tablada, y en estos dos mundos las cosas suceden iguales y diferentes, al mismo tlempo y an tiempos distintos. Es una tem- poralidad fisurada pero no desmembrada, es un tiempo que leva su rostro como una costra apenas pero inevitablemente Gespegada. Todo esto es muy abstracto. trataré de ser mas pre- ciso. En La Tablada las cosas pasan al mismo tiempo que en Berlin, pero en un sitio diferente, en un contexto diferente, en una tradicion distinta, con gentes y lenguas diferentes. 19 En el mundo de los berlineses la obviedad economica tiene sus afios, en La Tablada los tiene menos. Nosotros los tablade- fos hemos descublerto el diluvio econdmico en 1989, los berlineses también lo hicleron a su modo: pero si modo no fue cl de la hiperinflacién, el asalto a los supermercados, el vacia- miento bancario, la paralizacion sindical, la conspiracién de la casta militar, la reprobaciOn espiritual de la Iglesia oflctal. y el derretimiento del asfalto legal. La economia nos llegd asi a noso- tros los tabladeiios, pero de todos modos fo hizo al estado puro, Si bien teniamos una tradicién asentada en una moneda devaluada y una inflacion permanente que hacia que los ciuda- danos comunes se fijaran todos los dias en la paridad cambiaria, si ya habian pasado anos en que la literatura econé- mica giraba frente a ta atencién general alrededor de une tablita, ios argentinos entraron en la dimensién economica des de 1989. Hoy se impone que no hay propuesta politica posible sin una politica ccondmnica que la haga viable. ¥ Ias politicas econ6- micas son desafios que se contraen a mediano y largo plazo en poblaciones de paciencias de corto plazo, y con desconfianza hacia las clases dirigentes y personales gubernamentales, que se basa en un olfato entrenado, un historial denso y un latroci- nio grueso. Sin embargo. nadie escapa de la racionalidad dom- nante de la _actualidad, la racionalidad econémica, el nuevo nombre del Bien, el Bienestar que nace del Capital El Capital Benefactor es ef nombre de este nuevo fantasma que nos sobrevuela clento cincuenta anos después de aquel otro que unié a los proletarios. Primero virreinato, luego patria, Iue- 0 pais, luego pais subdesarrollado, lucgo pais dependiente, Jo- ven democracia, y ahora mercado emergente. Esta es la sigla economica que hey nos corresponde. Primero esbocemos la racionalidad econémica. ¥ digo racio- nalidad porque se trata de reglas de comprensién, de una inteli- gibilidad que se pretende coherente, de una grilla lexical que se abate sobre el mundo, de una produccién de un saber autorizado y sostentdo por un orden discursive que Io legitima a traves de instituciones de variado tipo, de una practica social que se Inter- preta a si misma en nombre de una verdad que invoca un orden. Esto es lo que denomino racionalidad, es una intorpretacién ela- borada de la percepcidn social, de la cireulacton de simbolos culturales, de nuestras vivencias, de nuestro lugar en el mundo, de nuestros deseos encontrados y fugitivos. interpretacton que cambia de modelos, pueden ser biolégicos, cibernéticos. 20 comunteacionales, y que aqui invoco como econdmicos porque nan sido lanzados a nuestro mundo con una hegemonia sin par. Habia dicho economia y ahora agrego filosofia. La filosofia no penetra como racionalidad. Filosofia, vieja ramera del saber, an tigualla ridicula de desvan hediondo, sopa de penitenciaria, pe- danteria dieciochesca, militancia de la terceta edad, qué otre apelativo puedo inventar para mi mas querida momia? La filoso fia no entra como racionalidad sino como espiritualidad. No es lz iinica espiritualidad, existen las sectas religiosas, todos los cris tianismos corporativos, los budismos corporativos, shintoismos corporativos, vuduismos, sufismos, candombleismos, zoroastris mos, ovnismos, astrologismos y mentalismos, los neojasidismos, no niego que la espiritualidad es poliglota y politeista: pero cuan do se trata de participacion, de consenso en las decisiones, de cogestion, de organizacién diagonal, de transversalidad de los niveles de decisién, de achatamiento de las jerarquias, de socia bilidad esponténea, de grupalidad fresca. de experiencias trans: personales, de circulos de ealidad, de cuidado del medio ambien le, de ta salud de nuestros hijos, de nuestro reencuentro con tos valores de Ja anciantdad, del amor por el cliente, de la pasion cdificante por la empresa, de la vocacién de servicio, de la comu nicacion fluida, de] sacar afuera nuestro nifio caprichoso, de exorcizar al padre autoritario que todas tenemos, de mejorar las ondas, de la fraternidad internética, de la globalizacion del amor: ©. por el contrario, si vamos en sentido inverso y exhalamos amargor de ruda macho en las narices de este mundo que nos disgusta, para hablar entonces de la robética maquiavélica, del consumismo ponzofioso, del mercantitismo disecador, de la bolsa contra Ja vida, del shoppingcenterismo y drugstorismo del alma, del yuppismo hiperkinético, del arrasamienta det planeta, de las estrategias expoliadoras de la irresponsabilidad no sustentable. de Ja sponsorizaciéa de la moral, del merchandising de los funda: dores de la patria, del downsizing de los ideates, del target de nuestros afectos, del abandono definitivo del débil por inservible, Ge Ia bacterizacion de los pobres, de la incineracién de los exclu dos, de las vietimas infantiles de la caja boba: cuando hablamos come lo hacemos de todas estas cosas, estemos maravillados cor. Js aurora futurista o espantados ante las penumbras del tercer mallenio. ya no nos sirven los vuduismos, estamos tremendamente necesitados de eticismos, muchos cticismos. quintales de los mismos. Y cuando se dice eticismo, se dice ética, y ética es filo sofia, y filosofia ¢s la viela momia de la que hablaba antes. Filosofia es entonces la onda del tercer milenio con cl agre- 21 gado que para ella es el cuarto, la vieja sabia nos leva nada menos que quinientos afos de ventaja. Algo debe estar pasando para que la filosofia haya vuelto a subir al escenario cultural en un mundo que los positivistas creian suyo hace décadas. Y cuando digo fllosofia me estoy refiriendo a la filosofia mas ru- miante, mas imprecisa, mas tautologica, aporistica, laberintica, falsable a mas no poder. arbitraria y difusa, como to es a filo- sofia ética. Esto que debe estar sucediendo en el mundo no séle tiene que ver con la economia, Es cierto que los paises se han lanzado @ ocupar porciones del mercado mundial en una irrefrenable competencia por atracr capitales, producir, erecer y vender. Ni siquiera podemos decir con precision que son los paises los actores reales, porque la transnacionalizacion de 1a economia ha configurado estos nuevos Estados econémico-tecnolégico-finan- cleros que son las megaempresas de hoy. Tailandia, que en julio de 1997 tenia problemas financieros, fuga de capitales, balanza de pagos negativa y mermas en la cre- dibilidad, acusa a George Sores por atacar premeditadamente a su pais y desbancario de Ja escena internacional. y aduce, ademas, ‘que el motivo det financista twingaro reside en que esta muy dis- gustado con Tailandia porque acepté la entrada de un pais dicta- torial, Birmania, al mercado econémico del Lejano Oriente. Asi es que por su particular conviccién democratica, resuelve castigar financieramente al mercado tailandés. Financista hingaro ya va- rias veces acusado de desestabilizador de mercados, desde Tokio hasta Londres, y que nos muestra un modo diferente de dirimir los conflictos meganacionales en la actualidad, Este modo de funcionar de los poderes econdmicos ha cam- biado la eoncepeisn elasica ¢ institucional de la politica. Nunca Ja politica se decidio en forma concluyente en los estrados lega- Jes en los que dispusieron la ley y el estado de derecho, pero ante las formas gubernamentales o representativas de un poder politica tildado como estructuralmente hipécrita, fa vision poli- ca incluia el corrector de la resistencia civil, de la lucha arma- da, las guerrillas, tas huelgas insurrecionales, los golpes de Estado, las presiones corporativas, las invasiones y los movi- mientos de liberacién, las propuestas asambleistas. la organiza- cin de movilizaciones, las propuestas de crear consciencias, la de formar sujetos de Ia historia; toda forma de accion ya sea directa 0 no representativa pretendia desnudar la endeblez del aspecto meramente formal y no real de la organizacién politica. Hoy se ha dado una nueva vuelta de tuerca. Las formas clasicas 22 de ta politica, las que convergian en distintos rituales de la palabra y de la accion y que prometian y auguraban la transfor. macién de la opresién existente o del peligro amenazante, estas formas se diluyen y quedan desarmadas ante una red de pode res econémicos que no son sélo econémicos. La politica y los politicos han quedado desarmados ante la magnitud del poder conversor y moldeador de los capitales que prenuncian paraisos como instalan infiernes. Y esto también lo hemos descubierto, nosotros, los tabladefos, desde 1989. El politico que en nuestros paises aprendié que las formas dela violencia nacidas de la indignacién por la injusticia y el hambre provocaban una represién impostble de detener por la enorme disimetria de fuerzas y por et desencadenamiento de las fuerzas estatales y paraestatales del terror, también aprendi que el retorno a la democracia representativa tradicional no le permite el uso pacifico de la palabra, porque su palabra sc hizo flatus vocits, achatamiento nominalista que de su tradicionai oratoria con la que engalanaba los congresos destila vana y hartante chéchara. “La gente esta cansada del verso” dicen los mandamases y mayordomos de los resortes de la nueva economia ante las de- nunclas y reclamos de los insistentes politicos. No es de extra- fiar entonces que sean actores, deportistas, personajes del es- pectaculo cualquier parvenui al iaundo de la politica los que puedan ser funcionales en un sistema de palabras desvaloriza- das y resistencias vencidas. Pero esto no se debe a que la ciase politica haya dejado de ser creible por venderse al mejor postor 1X por cualquier dispostcién corrupta. Se trata de un fenomeno estructural, es por la metamorfosis del espacio politico, por el mecanismo nuevo de las decisiones, por la nueva configuracion del mundo, que la palabra politica tal como la estuvimos escu- chando hasta la fecha gira como trompo en el vacio. Veamios cémo podemos conjugar esta bisagra entre econo- mia y filosofia, Racionatidad econémica y espiritualidad filosaft- Ca. La racionalidad economica tiene una estructura tragica. Ya Sea por su herencia liberai que siempre propuso el disefio de un espacio mereantil regido por un dispositivo de leyes, leyes de Composicion de precios como medida objetiva de interseccién de curvas entre oferta y demanda, ya sea porque el saber econdmi- Co tiene un perfil epistemologico que le permite describir situa- clones, estamparnos ciclos y predecir su sistema de transforma- Clones, en cualquiera de sus formas la racionalidad econémica presenta su figura de ley en un escenario tragico. Se trata del 23, peso de las cosas, de su fatalidad, de su Motra, como decian tos antiguos gricgos. El destino en la cultura griega se debia al lotco divino que hace corresponder la decision de los dinses la singular aven- tura de cada tno de los humanos. La Motra es el lote que nos corresponde, es nuestro lugar sobrenatural y natural, Sobre- natural porque el loteo no depende de nosotros, y natural por- que es 10 que nos corresponde por naturaleza, por adecuaciin, medida y justeza. es decir justicia. Rebelarse contra cl destino trae dos consecuenctas posibles. Una es la que le ocurria a Prometeo, la otra a Edipo. En el primero de ios casos, pertene- ciente a lo griego puro, clasico, esquileo, Prometeo engafa, roba, desafia a los dioses. Su frontalidad recibe un castigo frontal. Edipo, por su lado, no desafia con un robo, sino que se apropia de lo que cree suyo, a partir de un saber absoluto, tiranico, augusto. Y las musas lo castigan mostrandole en el centro de su visién preclara la oscuridad més clega. £1 destino se disfraza de buenaventuranza y seduce al protagonista que cuando se siente en la cumbre de su gloria, cae en el mas profundo de los abismos. El destino es inexorable, y la racionalidad econémica se presenta a la pereepeién social con ta misma inexorabilidad. La globalizacion cs un término que se refiere a la existencia de un. mereado mundial, de un nuevo conjunto que nada deja afuera, que se interconecta mediante flujos nomades y cada vez mas veloces, y lo que deja afuera se marchita como tigre de papel. La escolastica medieval permitia los azares de la disputatio, las repetidas y mninuciosas discusiones acerca del sistema divino y de sus transfiguraciones, pero la necesidad y Ia autoridad det ser diving sc reforzaba con la acumulacion de las variantes argumentativas. En la actualidad las repetidas controversias entre economistas accrca de la convertibilidad o sobre las metas fiscales, 0, si lo vemos desde otro gremio, las palabras de los politicos en lus foros mediaticos de diseusion y queja. son el acto vivo de la misma y eterna pelicula que exhibe reactivamente la ‘omnipotencia del capital. La racionalidad econémica es el despertador de las uto- pias, de todos los sucitos de la voluntad immana que aspira a confeccionar mundos a la medida de sus valores: esta raciona- lidad anestesia a fa tnisma curiosidad y reconvierte la ansiedad de cambio en un templado letargo. Cuando escuchamos tas exclamaciones de quienes se asombran porque en la actualidad Ja angustia se reduce a no entrar en el sistema, a quedar 24. atuera, del otro lado, a tener el temor de que una vex traspasa- do el umbral se puede no volver si no es cn la forma de la marginacién, social o nacional, que ya no es un asunto de color racial o fraccién social: cuando nos sorprendemos de que los politicos prediquen en el desierto y que su voz se pierda ante la sordera del ciudadano, de que haya un cierto “da lo mismo": cuando se Insiste en la pérdida de prestigto de La clase politica, no hacemos mas que recibir los efectos de este nuevo destino, ce este peso de las cosas, de este mas alla de lo humano que se presenta como ur. fos sin nombre, con la fuerza de un ateismo contable. Despertador de utopias y nuevo realismo, La racionalidad econémica paraliz6 la palabra politica, le clavé el aguijon que congela cualquier voluntad politica, nos anestesié con la jeringa tragica. ,Qué sucedié entonces? La politica sufil6 un proceso de sublimacién, se vaelve un ser sublime. Aqui es donde interviene la espiritualidad filosdfica, Ha habido una cierta muerte de la politica. Podemos recordar vavias, muertes anuncia¢as; Gcorges Steiner hablaba de la muerte de 1a tragedia, Iuego de la muerte de Ia novela: desde cl siglo pasa- do se anuncia la mucrte de la filosofia, luego ta muerte del teatro y de la pintura de caballete, asi que hablar de Ia muerte de la politica no tiene por qué provocar particular congoja en este Zalpn de los velorios. Pero la muerte de la politica aparece compo el fin de un tipo de pensamiento que asignaba a la comu- nidad la posibilidad de una autonomia grupal. La politica y su quehacer se vinculan al diagrama de tas Gecisiones colectivas, ya sea directamente a través de deseos autogestionarios, 0 indirectamente a través de lideres 0 repre- Sentantes, Pero hoy, cuando un padre de familia tailandés, un honesto y laborioso albaitil tailandés, puede quedar despedido, Y Por un régimen de trabajo modernamente desregulado, sez fa ale 42 calle sin indemnizacton alguna con la que aguantar 13 falta de trabajo y de pan para sus tres hijos, si este albanil faandés es despedtdo por una decisién del senor Soros que ataca Ja boisa de Tailandia con certeras maniobras financieras, ¥ Jo hace como ya dijimos. en nombre de sus principios demo. [aatteos. despido que no es directo sino la eonsecuencia de una Cat Ge délares, del aumento de la tasa de interés det Banco coal de Tallandia, del encarecimiento del crédito y de los Rubles financiers, de una pérdida de confianza de los inverso- iS: de la suspension de clertos proyectos de inversion en una Mupresa constructora, de la remocion de cierto personal, y por 25 Jo tanto de nuestro albanil, 1a pregunta que cualquiera puede hacerse es: ga quién va a ira quejarse el obrero tailandés? A qué sindicato le va a plantear su situacion en un regimen labo- ral de convenios por empresa? 2Qué estrategia politica pueden tener los partidos politicos nacionales 0 provinciales frente a estos sacudones cosmo-econémicos que atentan contra la su- pervivencia del ser humano? Qué puede decirse cuando la eu!- pa la tiene el seftor Soros y el sefior Soros nunca viajo a Bangkok? La estructura tragica de la racionalidad econémica tiene un funcionamiente metonimico. Es decir que la causa de lo que sucede siempre acontece al lado; cada vez. que queremos locali- zar el lugar que desencadena el proceso, se abre un espacio de contigiidad que desplaza el casillero de las causas. En esto, como en otras cosas. Kafka es un preciso analista de estos diagramas espaciales. La arquitectura tribunalicia de sus aparatos de justicia permite ver una permanente apertura de espacios a ios que se Hega al abrir una puerta y se sale por otra puerta que da a un nuevo pasilto. De ahi que esta composictén tragica no es simple fatalismo, ni la erosién de la voluntad colectiva por una decepcién sin nombre. Es ¢l resultado de wn cruce témporo-espacial, en el que la velocidad hace minima Ja distancia entre emisores y recepto- res; un contacto directo permitido por la tecnologia informatica que interfiere con un infinito espacial que al buscar una causa primera 0 un sujeto del poder se pierde en un agregado de espacios que diluye la linea. La racionalidad tragica expone su functonamiento al nun ciar el siguiente interrogante: ,cnal es el sujeto del poder en el poscapitatismo global? gLa clase social? gEl Estado? gla na- cin? gLa empresa’? Cada uno de estos supuestos sujetos sc diluye en el analisis de su estructura: se dispersa en la medida que intentamos asit- lo. gSe diré que el sujeto del poder son los capitales? gEstos entes votatiles que salen tanto como entran, que cambian de identidad tan rapide como la tienen, que tienen miles de propie- tarlos andnimos, que poseen la consistencia de los fantasmas. ¥ cuyo advenimtento depende de una tecia frente a un visor? gSon las empresas? 28stos monstruos hibridos cuyo origen cambia de rostro en Ja témbola bursatil? ZRecuerdan tos lectores 2 los epistemélogos que se divierten con el famoso efecto mariposa? Es el dominio de la inconmensu- rabilidad. Cuando hay efecto mariposa, no hay politica posible. 26 Pero. y gracias a la filosofta, hay ética, mucha étiea, mucho pedido de ética. La muerte de la politica coincide con el renaci- intento de la ética Es sabido que hay muchos que se dedican a hablar de ética como también hay quienes denuncian que hay muchos que ha- ‘plan de ética, Nuestro pais vive alegre ¢ ingenuamente una in- flacion ética que en otros lares ya ha cansado a algunos, aunque no tantos. La ética opera desde 1989 un nuevo dibujo moral. Su antecedente mas cercano fue el impulso que la crisis del sovietismo polaco y la emergencia del movimiento Solidaridad dieror a la politica de los derechos humanos, politica ya tenida de un trasfondo ético y de un més alld de la politica. Las denun- cias de los campos del Gulag reforzaron esta tendencia. Era como si el derrumbe de las convicciones tdeologicas, aquellas que nacidas de los movimientos marxistas se apoyaban en una postcién de clase y en cierto optimismo histérico, abriera una brecha para la reflexion mora, Pero desde 1989 no es la politica de los derechos humanos la que guia las reflexiones éticas, aquellas que se basaban en la prédica del respeto al diferente, en las loas al pluralismo contra el autoritarismo y en la demo- cracla como concepoién integrada de la vida social. Hoy la ética atraviesa el espacio econémico, es él mercado el que la solicit es la empresa la que lo hace, el management la pide. el marke- ting la compra. El nuevo orden econdmico solicita la ética y mata la politi- ca. La ética es el conversor de la politica ausente, se coloca ahi como presencia espiritual en donde falla el control material. Ya sea en las eritieas a la corrupetén de los gobicrnos, 0 en los enunciados de las nuevas formas de sociabilidad gerencial. ya sca, por supuesto, en cualesquiera de las cuestiones que con- clernen a la biologia. a ta farmacologia, a la industria bélica 0 al Rareotrafteo, estos problemas reciben inmediata traduccion en Tengua ética. De todas las variantes que recorce el lenguaje moral, sefec- Slonamos para esta primera parte tres caminos. Ticne que ver con la empresa, el Estado y el trabajo. En estas tres instancias, Se juega una batalla de valores. En las tres se decide, ademas, una identidad, Son produetoras de subjetividad, tengittentavemos recorrer uno de los modos posibles para en- ender esta preocupacton. El objetivo no es otro que de canfec- clonar una forma de la snterrogacion. Crear un espacio desde cl (Me se puedan hacer las preguntas a un mundo que se nos pone, Preguntar es detener. Hs un semaforo en rojo. La circu- 27 lacién irrefrenable de los acontecimientos no nos pide permiso para pasar, 0 para aplastarnos con sui peso de ley, es decir, con su autoridad y verdad; el trabajo filoséfico arma las preguntas. La filosofia es una voz en alto que aleja la fascinacién y frena el Impulso fantasmal de la verdad. ‘Una de las formas en que el poder impone su fuerza es la de hacernos aceptar el curso de las cosas como el de un destino, y el de su ideologia como el de una universalidad, ¥ en nuestros tiempos de globalizacién y de racionalidad econémica ha encon- trado nuevas vestiduras para reiterar este mecanismo en el que se fraguan las verdades culturales, o sea, los valores. Esta construccién hecha Itbro se plantea el interrogante de si la politica es posible en un mundo que, entre espiritualidades morales y racionalidades tragicas, nos sume en la contemplacion de la historia. Contemplacion que para muchos resume una actitud absurca por lo pasiva en tiempos de revoluciones informaticas, comunicactonales ¥ genéticas. Por eso nos solicitan agitacién, de la frenética, mientras de todos modos sentimos la irresolucion de los espacios infinitos y la temporalidad ciclica. Agitarse quieto es lo mismo que cha- potear en las ciénagas. Es posible que el andlisis de ciertos dispositivos en los que | se manifiesta el poder, que la exposicion de formas hegemonicas que no parecen dejar resquicios, dejen una sensacién de parali- sis. Pero pardlisis es inquietud y no anestesia; no es el mismo malestar que produce el poder ¥ que concluye en el dormir. en Ia fuga, en ta histeria recreativa, o en la melancolia histérica de Jos que no dejan de reflexionar las décadas lejanas. La exposicin de los dispositivos del poder tiene una fun- clon critica al desmantelar los discursos de legitimacion, la ver- dad que emite el poder para justificar su dominio. Es el caso de la meritocracia actual. De todos modos pesimismo y optimismo son estados animicos que no les interesan a los analistas filoséfices. Los estados monocolores det alma son accesorlos. No se trata de pesimismo, el pesado tono muscular gue traducen clertas radio- grafias del alma; y menos de optimismo, esa especie de alegria circense que tenia Nerén mientras ineendiaba Roma. ‘Comencemos entonces por la empresa. Se trata de las for- mas en que la ética expresa su vinculo al mundo de la empresa Sin la macroeconomia y desde el punto de vista planetario los efectos de una causalidad metonimica constituyen una tragedia del poder, esto se ve compensado por una bucélica de la empre~ 28 sa. Es un ideal pastoril que decora a la institucién fundamental del poscapitalismo. Es cistto que nosotros los tabladeftos no tenemos una rela- eidn frecuente con comisiones y expertos de ética que pueblan nuestros lugares de trabajo. Pero su presencia sc incrementa y Io hace en la medida en que la simbologia de la modernidad empresarial que modela nuestro porvenir asi lo requlere. Dirij monos entonccs a fos portones del umbral de alguna magnifica corporacton, dejémonos observar por la mirilla computarizada, presentémonos como lo que somos, filésofos de profesién, y ve~ remos que en lugar de echarnos los perros. nos hacen pasar porque somos [os consultores que la gerencia espera. Eticus empresarias. El punto de vista cortesano Me veo obligado a decir una obviedad: la empresa y los em- presarios estan de moda. Voy a decir otra banalidad: desde Adam Smith a Alan Greenspan, todos los hombres del neolideralismo estan de onda, Y me voy a permitir una advertenela: la de no caer en el facilismo que cree que estos dos acontecimientos son una muestra de frivolidad, porque no son ni una frivolidad, nt el fantasma de una falsa consciencia, ni una manipulacién [deold- ica que al fin de los tiempos de la critica seré desnudada cn su mentira, Se acabaron los tiempos del buen sefor que tiene un almacén y también terminaron los del dentista de barrio, Se vie- nen las corporaciones, aqui también, en La Tablada. Que sin duda van a estar acompafiadas por un cuentapropismo de boll- vlano, es casi seguro, Se vienen los megavideos, los megadiscos, Jas megaalmacenes, las megatiendas. las megapizzerias, las megaagencias de turismo, los megabancos, los megaestudios ju- idicos, los megaestudios de arquitectura, las megaasegurado- ras... ¥, no sé, quizits, espero que no, las megamafias. Asi es, los megaservicios. Vivimos una época de megaservicios, y ya no de pequefias empresas. Claro, hay excepeiones, siempre singulares, que no dan cabida a un conjunto. El desparramo de una red empre- Sarlal de altisima tecnologia —como en Alemania— pucde fanttatar y subcontratar pequetios emprendimientos, sobar- blee, ttirlos, coparios. y prendérselos como aros descarta- wie: Pere no es et caso de nuestro pais. Nuestras pymes ni Tyfulsta sobreviven, y menos nacen. En esta nueva Argentina ‘08aS ya No son como antes, aunque tampoco son como en 29 otro lado. La abundancia de literatura de ética de los nego- cios, de expertos y consultores y. lo que es mas importante, la innovacion de estrategias de gestién de organizactones econé- micas. ¢s decir empresas, esta abundancia editorial, social y cconémica, se da en nuestro pais como una inquictud de los circulos atentos a la moda, 0 de otros que de esta novedad s6lo toman lo que reluce, que es lo mas pobre y cémico, pero que pese a cholulajes inevitables se instala como modelo de conducta y percepelén social. Para ser didactico agrego: basta fijarse en los contingentes de estudiantes en las carreras de todas las universidades, ya sean pablicas o privadas, especificas o integradas en otra uni- dad, en todos tos que estudian asuntos de marketing y manage- ment, Estas no son disciplinas sino matrices en las que se con- figuran otras disciplinas. Todas tienen que ver con la gestién, el manejo de tos hombres y de tas cosas. Una nueva ciencia de la administracion. Por eso, pese @ los desfasajes temporales entre los aconte- cimientos culturales entre los paises centrales y ¢] nuestro, que haya una media de cinco a siete aflos entre el apogeo de las modas en el Primer Mundo y su aterrizaje en el nuestro, de todos. modos la tendencia a pasar los valores culturales por el ‘tamiz de la economia es un fenémeno duradero. En lo concerniente a la vigencia de los economistas libera. les desde Adam Smith hasta F, Hayek y Von Mises, uno de sus efectos ¢s que junto a la incétume sospecha que tienen los inte- lectuales tradicionales de estos adalides det liberalismo, hoy se agrega la percepcién despreciativa de los representantes de la economia cultural hacia el intelectual critico. Los economistas culturales aparecen para el intelectual de izquierda como idedlogos y fetichistas que toman la apariencia como esencia. Respecto al simétrico desprecio de tos economis- tas culturales, sera tema de un préximo punto. Volvamos a la ética de los negocios. Es uno de los canales mas transitados por la espiritualtdad filoséfica, Los filosofos profesionales se acercan al mundo de los negocios de varias maneras. Para no repetir las dos vias tradicionales en que se dividen las virtudes de la mira filoséfica, es decir el Angulo critico por el Jado de los inteligentes y abiertos, y €] degmatico por cl de los obcecados y cerrados, division edutcorada y tautologica ya que el sujeto de la enunciacién siempre se sittia del lade critico, aportaré una nueva divisién algo mas eruda: por un Jado nos encontramos con los fldsofos de la adulacion, por 380 otro con los escépticos, que, aunque parezca paradéjico, son creyentes, y por ultimo con Jos de] materialismo critico. Los filésofos de la adulacion cortesana hacia el mundo de los negocios son muy activos en los EE.UU., region en la que el desarrollo de la meditacién empresarial tuvo su particular ur- gencia. La caida de la competitividad norteamericana hasta fi- nes de los ochenta, la pérdida de mercados, especialmente en el sector que era cl logotipo de la revolucién industrial norteame- ricana, el automévil, esta decadencia que se deslizé a favor de los japoneses, obligS a pensar sobre les defectos ya no de la tecnologia industrial sino de la cultura del trabajo en los EE.UU. Sin duda, los japoneses eran seres mas esforzados, sacrifica- dos, leales y austeros; desde los tiempos de la gestién de Taiichi Ohno en Toyota habian ideado un cambio en la gestidn empresa- ria que no se terminaba de entender pero que daba resultados impresionantes, Esta casi revolucién japonesa era dificilmente trasladable a los EE.UU., mas atin cuando se partia de una jus- tificacién cultural, en la que predominaba la coneepcién de que el rabajador japonés era hijo de la tradicién confuciana, y budista- samurai de su tierra. Mientras los EE.UU. eran los naturales de as leyes de la emancipacién de las sectas minoritarias y de la prédica de] desarrollo épico del individuo, tal como se sellé en ios tiempos de las actas de Virginia. La palabra cortesano sin duda tiene algo de servil, pero al mismo ticmpo designa una funcionalidad. La ética de los nego- cios en los EE.UU. se propone como necesaria para el mejor uncionamiento de Ja productividad empresaria, de su eficacia, de su eficiencia y, al fin, para usar un vocabulario mas preciso, de su excetencia. Pero hay dos modos de ejercer esta cortesia. na es la de ofrecer directamente un servicio de mejoras tal come puede hacerlo un plomero. Otra es la de mostrar que. se quiera o no, en toda empresa la ética esta presente; existe, consciente o inconscientemente, porque las acciones humanas por ser humanas ya son éticas. El filésofo consultor se ofrece Para mostrar la inevitabilidad de la reflexién ética, que al ser Salvaje y estar cn manos de la espontaneidad empresarial, pue- de deambular por los laberintos del error, y que gracias a su &xperta intervencion puede llevar al management virtueso. ___ Este tipo de reflexion parte de Aristateles, pegamento griego util para todos los quehaceres. Los filésofos cortesanos portavo- ces de Aristételes definen a la ética como un tipo de saber que orienta la accién, un tipo de saber practice, un saber que nos Sula para actuar de modo racional en la vida. Podran decir 31 racional 0, pata mostrar que no se trata de recetas, razonable: tn marco de orientaciones minimas y generales que son dtiles para todo oficio, toda vida, toda persona, cualquier circunstan- cia, ¥ que nos hace mejores de lo que somos. La ética ya no se presenta con la especificidad de los negocios, sino que ubica a los negocios en la generatidad de la acctén humana. Se parte de un axioma desarrollado por tos tedricos del management: vivimos en una sociedad de organizaciones. La palabra organizaci6n es el util institucional que designa el modo de operar de los conjuntos humanos, El paradigma de fa socte- dad de las organizaciones es la empresa, organizacion tipo. Hubo un cambio de paradigmas en la civilizacion occidental distante de la referencla bipolar. No es la diferencia entre capi- talismo y soctalismo la que marca el hiato, sino una localizacion y wna periodizacion renovada. Por cjemplo, siguiendo a Peter Drucker, tedrico det management en el que se basan los filésofos analitico-cortesanos, la sociedad de otganizaciones que vivimos es una ruptura respecto de realidades e ideales del pasado. EI pasado con cl que se rompe ni siquiera lleva ¢l apellido de Marx, sino el del que lo hizo posible, Rousseau, porque con el filésofo francés la idea igualitaria, la de una sobcrania compar- tida en forma equitativa mediante un contrato social entre igua- les, la distribucion de la libertad entre iguales como fundasento del orden social, esta idea igualitaria que mato el liberalismo clasico, introdujo en la politica y en la concepelén social una moral y una utopia: la de que es posible una sociedad Justa que redime a los hombres de la injusticia. Que los hombres median- te un acto de su voluntad pueden crear una Justicia terrena. Esto es lo que lama Drucker “salvacion por la sociedad”. Se ha derrumbado entonces el siniestro mito de Ja salvacion por la sociedad, nombre con el que Drucker define lo que los marxistas humanistas Namaron creacién del hombre nuevo. Este intento que para Drucker, y para los filésolos que inspiré. condené a los occidentales a extraviarse por los senderos de la esclavitud, el atraso y el sometimiento a] Estado, tampoco se compensa con la prédica irreal de la salvacion por el corazon, con la que los librepensadores de la tradicion kantiana sofaron los fundamentos de la rectitud moral. Pero la disolucton de estos ideales puede provocar la anomia moral, un sélvese quien pueda en las junglas de cemen- to. El triunfo del capitalismo no debe ser el del individualismo, concepcion parasitaria derivada del arquetipo del egoismo moral con cl que se fabricé e] Homo azconomicus. La necesidad de une 32 nueva cultura, de una nueva moral, se articula con las organt- dactones, porque ya no son las personas las unidades sociales de conversion, sino ese mas allé de las personas, los ambitos en os que éstas pasan la mayor parte de sus vidas, los dispositivos institucionales en los que ganan su pan. Porque de las organizaciones cs la cmpresa la que tiene el rol rector, ya no es la familia, y menos la iglesia, el cuartel, las instituctones Hamadas totales como el psiquidtrico o las carce- ies, las que modelan la reflexién sobre el funcionamlento so- celal, ni fo es la fabrica, este dinosaurio econémico, antepasade secular de la empresa; cuando se habla de organizaciones la destinada para los bienes transables y no transables es la privilegiada. Y es desde ahf que se prolongara el arquetipo hacia otras formas de organtzacién que se modelarén sobre esta fuente primaria. El management se constituye como un saber transversal, transinstitucional, una forja en la que se plasmaradn los agen- tes de la organizacton, La universidad, la familia, los estableci- mientos culturales, todo podra ser concebido como una empre- sa, porgue todas estas instituctones son organizaciones en las que —para hablar el lenguaje invocado— los agentes ofrecen servicios ¥ en todas se disponen recursos humanos. De estos agentes los hay diversos, pero sin duda el que resalta es el llamado lider, palabra que desde el Tercer Reich no pudo retornar a la estética cognitiva. El lider, ya sea bajo el nombre de directivo, empresario, gerente, es el paladin de los valores que sustituye al caballero andante de las gestas medie- vales, al prudente burgués de la revolucién industrial, al obre- ro revolucionario de la tradicién socialista, a los héroes bibli- cos de nuestros relatos infantiles, al milltante comprometido de nuestra lejana juventud; nuestro lider no sélo ya no comba- {Ea capital. sino que Jo hace bueno. {Como Se logra esta Pandad? 4Cémo legar a establecer el bien del capital, el Capi- }enetactor? nen eflexiones sobre el nuevo paradigma empresarial tie ne peiuersas formas de materializacién. Por un lado, claro esta, bed lican bros, que pueden. con frecuencia, convertirse en Y ngeitllers. Por el otto, se organizan seminarios internacionales temaclonales, que pueden hacer conflulr Ia visita de un gurt det Sabey Tedeado Per alguna notoriedad nacional, Estos seminarios Tatag Management. calidad total, reingenteria y marketing, pur neengamanalmente y tenen por clientela repetida la gevencia empresas con ambiciones de liderazgo e Imagen actua- 33 lzada, a la que se suman los graduados universitarios. Cuanto mas notoria es la luminaria Invitada, mas social, ceremonial y Jerarquizado es el acontecimiento conyocante. Y. ademas, otra fuente de Informacion son las publicaciones periédicas en los Suplementos de Jos diartos y en las revistas especlalizadas. Fn estos diarios, como en Clarin del 26 de enero de 1997, bay un suplemento dedicado a los nuevos jefes. asi se titula el tema: Los nuevos jefes, y subtitula: “son flexibles, saben delegar y motivar a su gente”. Aclara: “los cambios en la economia y los mereades estan transformando los modelos de liderazgo en las empresas argentinas”. ‘Quienes son y como trabajan los ejecutivos tiltime modelo? En las fotos que ilustran las notas sc ven repetidas mesas de forma circular u ovalada, rodeadas por sefiores, algunos mas jovenes que otros, con alguna seflorita delgada y de pelo lacio, ‘en mangas de camisa todos, mirando el centro de fa mesa en la que estan depositados algunos papeles con sus Slamativos gra ficos. En estas notas se confirma que Ja vision del jefe como la de un policia que otorga premios y castigos esta dejando lugar a la del lider entrenador, a quien le importan mas los objetives que Ja autoridad, El jefe ya no es el malo de la pelicula, inaccesible, andnimo y temible. Le antiguo es el jefe autocratico, autoritario, aisla- cionista, no motivador. Lo nuevo es el coacher, el incentivador, fel que se baja al nivel de ser un par mas del equipo. Bl trabajo ‘en equipo es la sana costumbre; la participacton esta cada vez mas presente; se han revisado las estructuras jerarquicas y se ha legado a una piramide achatada que favorece cl didlogo. un arte —se aclara—- que todo gerente que se precie de moderne debe cultivar con esmero. Las caracteristicas dei lider de hoy se basan fundamentalmente en la comunicacion; a través de ella no solo sabré motivar sino también delegar. con lo que contribuird al desarrollo de los recurses humanos de la empre- sa. Este agente de cambio que es el lider ermpresario; mas que ejecutivo, deberia lamarselo directivo, porque el ejecutivo est mas cerca de hacer que de hacer hacer 0 de ensefar a hacer, y el directivo, en cambio, es alguien que ensena, acompafia, motiva y lidera. En este nuevo catdlogo de virtudes las metaforas se acumu- Jan, Los lideres deben tener el ojo del cazador. y saber elegir & los miembros de su grupo que en lo posible deben tener entre 25 y 35 afos, ya que superada esta edad tienen ciertos problemas de adaptacién a las dindmieas actuales y Ienta aptitud para el 34 cambio. Este personal ya sabe que no debe presentar su curri- cajum, es demasiado limitado presentar una lista de lo hecho a fo largo de una carrera, lo que si sabe presentar es un piotaventario, en el que s¢ detalla no aélo lo realizado sino et modo en que fue efectuado. “El management es un arte” dice el sehor David Fagiano, presidente de la American Management Association, quien ade- mas nanifiesta su cansancto de los que quieren inventar nove- dates por las tiovedades mismas, y asi para seducir a los can- didos hablan de enabling cuando no es més que otso nombre para empowerment: 0 insisten en el downsizing cuando se sabe que no dio resuttados y aumente los costos al requerir coutratar como consulltores externos a quienes habian sido invitados & fellrarse con una buena suma de dinero; por eso en lugar del downsizing es mejor el outsourcing eon el que el trabajo espec fico ditectamente sc hace afuera. Aunque un adecuado outsour- owrg debe ajustarse con un preciso broadbrandlng que categoria al personal por los beneficios que obtiene, personal que puede ser parte del area del outsourcing para realizar la importante tarea del benchmarking que permite enterarse de ciertos secre. tos de los compettdores. “ ‘Ah, no se olvide el lector de iimplementar el costumer value BI requeride consultor Pérez Santamarina sehala que los aspectos que an ejecutivo fin de siglo no puede desculdar son el movi ¢} compromise hata e] proceso: saber asigoa eile ‘ego: conducit con consenso: compartir la vision del negocio: sabe: unsmitir el iderazgo, Por esta misma raizén el especial: {a Catlos Cosia die que las capacidades més demandadas por ies companias no solo incluyen las relaciones interpersonaies, Uscapacldad snalitiea para entender las tendencies que gen, sino, y especialmente, el autoconoeimiento para conocer las proptastinitaeiones yfortatezas,¥asiNegar ala certeaa aihero foe eda uno es responsable de su propio destino anger, emotive aricalo en EI Grontsa. el Ingenio eta Sifandro A, Tagliavini se dedica a desarollar sis pensamiento Seite la empresa del futuro, a Ta que imegina como empresa Eygigl Bora esto parte de una verdad indiscutibe: 1a ce que el pase una insttucién que pretende ongamizar a ln soctedadl pretanSoeretiva. ea por eI monpoo de ia valencia, 9 por PueMbn Impositiva sim la eua no podria subsistir. Por el contra riejeene. el mereado ire es la negacion de Ia coerchén y la 2 1eeigt el nico modo que existe para ganar dinero es servir (es para asi conquistar su prelerencia. Si tenemos en 35, cuenta —sigue el ingentero— que la violencia ¢s contraria ab hembre y al orden natural, la desaparicion del estatismo, de ta coercion como medio de organizacién social, significa una con- 4 furmacién de] orden natural. Pero, ademas, como en el mercado libre el trabajo empre- | sario es el servir a la gente, la palabra servicio significa ayu- Gar a la vida de las personas, que también es el objeto del orden natural. De donde la eficiencta no sera sino la medida Ge la adecuacién del trabajo al orden natural en toda su di- mension. ‘Cuenta el ingentero una historia narrada por James Robin- son en su Empire of Freecom, en la que dice que dos exitosos empresarios empezaron su labor no porque querian estar en los negocios sino por... ayudar a la gente.... y encontraron que ningun trabajo social, ningtin csquema de bienestar social 0 caridad podria mejorar efectivamente a la sociedad como podria hacerlo una empresa trabajando en el mercado libre. ‘Una vez asegurada la finalidad de servicio de ja empresa, se Ja construye cuidando su bien mas preciado, su capital huma- no, ya que la primera prioridad es la inversion en sus miembros: Se forma entonces un equipo humano de alta calidad, y bien remunerado, en altas condiciones para servir. Y es a partir de ‘aqui que los clientes los recompensaran con creces, Realizindo- se asi, para alegria de Tagliavini, lo que denomina el circulé. virtuoso propio y excluyente del orden natural. Virtudes como la lealtad, la seriedad, ei liderazgo, entendl- do como capacidad de sacrificio en pos del servicio a los demas; y la amistad, son realidades cotidianas de un ambiente sano: gracias al cual la empresa se convierte en un circulo virtuoso que se autogenera. ‘ No hay duda de que aquellos que vieron emerger la efigie det Homo aeconomicus jamas hubieran sospechado que debajo de stt aparente fachada tildada con los atributos del egoismo y de le: busqueda del beneficio propio y el interés, yacia en silencio un Beato Angélico gracias al cuai la viston aristotélica del orden’ natural se componia con las virtudes de amor al projimo tal como nos las ensenaron inmemoriales sumas teoldgicas. La empresa no sélo es un espacio virtual como indica el titulo del trabajo del sefior Tagliavint, sino virtuoso porque no hace mas que desarvollar valores tomistas. Pero no hay dudas de que en la literatura gerencial también hay un ideal virtual. La idea de los analistas cortesanos es fa de una empresa sit sitio, Sin espacio fisico. Se concibe la empresa, dirian los estot- 36 gos. como un incorporeo, el resultado de Ia accién de los cuer- fos, pero sin cuerpo propio. Hay empresa cuando un agente pote un negocio. La empresa ha perdido todos sus sustantivos fabriles. es puro verbo: emprender. El diagrama capitalista de los lugares de produceién —det taller a la manufactura y de ésta a la fabrica de la produccion vaerie-— ya no le sirve nt le es funcional a la modernidad poseapitalista, No es la disciplina ni la arquitectura panéptica Feaue hoy rige el poder. Es muy costoso y nada productive para las tecnologias actuales la construccion de un espacio de Pmansparencia con un lugar central, o el discio de un espacio tayloriano con una meticulosa subdivision descendente de 1a supervision. Deleuze hablaba en sus ultimos escritos de} control conti- nuo como la modalidad actual del dtagrama del poder en las fociedades posdisciplinarias. Creo que la palabra control nos sigue remitiendo, a pesar de su nuevo contenido, a las antiguas formas disciplinarias. Bs mejor usar la misma palabra que usan los analistas de mercado: gestion. ‘La idea de la empresa virtual, sin sitio, sin paredes, sin una puerta de entrada o de salida, es el de una empresa del alma, La empresa es el alma de los individuos, la llevan siempre, a veces despierta, otras dormida, a veces redimida, otras perdida. Los negocios se hacen en cualquier lugar, en los ascensores, en los pasillos, en los corredores, en los countries, entre padres que saben a qué colegio mandar a sus hijos, en los almucrzos, en las salitas de espera, en los aeropuertos. [1 negocio empresario pertenece al mundo de la velocidad, de la polifuncionalidad, de la comunteactin y el azar. Las virtudes fabriles derivadas de la burocracta capitalista —la puntualidad, la meticulosidad, la correccién, hasta la hones- ‘tidad— no interesan en este mundo de la transgresion y aventura, En los lugares de trabajo debe haber menos escritorios que personal, eada vez menos, no hay sitios asignables para cada ‘no. Nos sentamos donde hay lugar y si no lo hay nos movemos. La empresa esta en la mini PC, en la notebook, en el celular. tray cmPresa asi no es un sitio sino una parébola, una Urrvectorla dibulada por los puntos de un recorrdo, No es un {ahtelo Compartimentado sino un continuo en el que Tos lim {es se hacen puntos de torsién de una misma tinea. No hay Presa como un espacio ocupado frente a otros espacios, sino modalidades y modulaciones de un mismo mundo: el mundo empresarial. 37 La empresa es como la naturaleza en Spinoza, un sistema de transformaciones, : El analisis de la empresa puede ser serial. Este tipo de: metodologia que aplicaban los historiadores de la Escuela de los | Analesy que inspiré el punto de vista de Foucault es antifuncio- nalista, El funcionalismo busca correspondencias dentro de un esquema de adaptaciones. Pero Foucault propone un andlisis de tipo estratégico. En su estudio de las carceles muestra como dos series dis- tintas confluyen en un mismo nudo institucional: la prision. Hay una discontinutdad serial. Una serie es Ia del sistema de transformaciones de los espacios de encierro, desde lo: leprosarios, la casa de los mendigos, el hospital general, las casas de trabajo. los astlos, hasta la prisién. Otra serie es la de la literatura religiosa, moral, médica y jurfdica, en lo que res pecta a los excluidos, los mendigos, los insensatos, los delin- cuentes, los anormales. Estas dos series no se corresponden entre si como dos mecanismos ajustables. La prisién no espera- ba una justificacién Juridica por razones de naturaleza. origen 0 functonalidad implicita. Nada auguraba que el encterro tras las rejas fuera una evideneia de castigo, y menos de reforma moral. EI panéptico es el esquema ut6pico general de una sociedad que ante el desafio de la indusirializacion y de los movimientos poblacionales propone un sistema de encierro y de transparen- cia absoluta, que hara de la pristén una institueién modelo para la sociedad global. Se pasara de los esquemas de castigo a otro de vigllancia. es decir de prevencién y control. ‘También es posible imaginar el mismo esquema para la sociedad posdisciplinaria y para su instancia modular: la em- presa. Por un lado una serie de transformactones teenolégicas tanto en la produccién como en la administracion que vuelve inadecuado el sistema de racionalidad tayloriana. Ya no sirven por lo costosas y lentas, y caras, las estructuras verticales. Se requieren nuevas tecnologias de gestién. Por el otro lado, hay un, desarrollo de las psicologias laborales y grupales, de los estu- dios de la personalidad, los psico y sociodramas, de la psicologia social. que problematizan los roles de conduccion de colectivida- des grandes y chicas, los modos de intervencién y participacion, que desde la psicoterapia centrada en el cliente se proponen como técnicas de conduccién de grupos y formacién de nuevas formas de liderazgo. La crisis del capitalismo occidental creé el espacio para que se hictera un nudo estratégico entre estas series que no sé 38 vinculan por ninguna finalidad previa, sino que confluyen para crear nuevos espacios de poder. ‘este andlisis de tipo serial que se despliega segiin las ins- jraciones metodolégicas de una genealogia del poder se mani- Festa en la literatura gerencial en términos morales. Volvamos, entonces, a.una de sus expresiones privilegiadas. Hay un doble aspecto de la empresa para la literatura cor tesana, uno virtual y otro virtuoso. Por el virtual la empresa cs invisible, como el alma. Por el virtuoso, las duras jerarquias se diluyen en un espiritu grupal, una nueva fraternidad en la que todos son para uno y uno pata el negocio. Consenso, dialogo, camaraderia, una cierta informalidad, hacen que Ia empresa también tenga un alma, que ya no sea un sistema de control y vigilancia, con secciones, encargados, supervisores, horarios, fichas, anaqueles, la pesada visibilidad de la fabrica. Es el fin de a dureza Jerarquica del puritanisme luterano. Hoy el alma de la ‘empresa debe tener la alegria de las sectas. Y, por otro lado, a esta gran alma le corresponde aquella pequeia alma que lleva a todas partes el individuo, como microchip biblico, que hace que el antiguo formato del cuerpo productivo, esa construecién de un frankenstein rendidor, sca hoy una invisibilidad dinamica, un espiritu, nervio, neuronas, fibras épticas, cuyo portador tiene el yolumen del viento. El ideal agustiniano. Virtuosa o virtual, esta costovisién empresarial es una bi- sagra, una juntura, el exacto pliegue en el que se anudan ciclo y Uerra. La empresa tiene la simetria compensada de una Tayuela sofiada por Cortazar. Eticas empresarias. Bl punto de vista escépttco imagino que no aportaré ninguna novedad al decir que el Punto de vista escéptico es un plato preferido por los franceses. Estos sefores no se tragan con facilidad la hamburguesa de la gloria empresarial, haciendo caso a una tradicion que desde Montaigne y La Rochefoucauld siempre hizo gala de una cierta. distancia racional respecto de la vida, y mucho mas de la vida y los gustos de los prosperos norteamericanos, Pero tampoco pue~ Gon Permittirse el regresar a épocas ya disueltas, las de la ilusion un fuerte Estado nacional y participativo a la Malraux y De Gaulle, o a Ja idea de un comunismo francés cuando éste existia, Y menos hoy que no existe, ni extraniar el suefo de un anarquis- 39 mo artistico de boulevard y buhardilla, En el presente sélo al- canzan a rumbear alrededor de un socialismo que habla com antes y hace como ahora. Francia ha entrado en la modernidad poscapitalista. Sus | hombres de cultura filoséfiea han tomado nota de la irreversibt lidad de este fendmeno. Pero en tanto hombres de pensamiento, no han perdido del todo su espiritu critico, lo que siempre exige una minima sensacién de malestar. La dificultad de este malestar, el malestar de este malestar, es que no puede ser anacronico. Debe mirar hacia adelante. Esto les exige no cede a rebeliones imitiles y. por otro lado, no ser los apdlogos de un mundo que no es del todo feliz. Es cierto, hay bienestar, pero hay injusticia. Entonces, como franceses respetuosos de su tradicién re- publicana, no remuncian a los valores de la tustracién, a lo valores de la raz6n y de la libertad. Por el contrario, consideran que una sociedad de bienestar sélo obtiene legitimacion median- te la invocacién de los mismos. gPor qué, entonces, escépticos? Por su ambivalencia, por- que aceptan la realidad poscapitalista, aceptan que la empres: es una entidad cultural con pretensiones totales, y al mismo: tiempo proponen correcciones que ni a ellos mismos los conven- cen. Por una sencilla razon: son reformadores morales. Critieat el uso que el mundo de tos negocios hace de la moral desde la misma instancta moral. Y tienen conciencia de que dificiimente las cuestiones contemporaneas, y mas atin st se relacionan con el poderio de las corporaciones, se modifican con la prédica! moral. Gilles Lipovetsky es uno de estos escépticos, Constata el paso de una cultura del deber que imponia un ideal exigente de saerificio de si, una cultura de la autoridad, a otra en a que! impera el ser uno mismo y su potenctalizacion. Se trata de hacer el récord optimo de nuestro potencial. En esta cultura, el para- digma empresario es clave: Lipovetsky nos habla de la miseria de la filosofia soft de la empresa. Esta miseria la condena como} fruto de una manipulacion ideolégica que usa todas las estrata~ gemas posibles de la sugestion y del control de las almas. Este control de almas ya no opera con los antiguos medtos: pastorales sostenidos por la majestuosidad de la catedrat, 1 altura espiritual del plilpito, 1a ensofacién de la tuberia det érgano, el sistema de penitenctas u otros rituales religiosos. Hoy ¢s comunicacion ¢ imagen, es la venta de un gesto y de un rostro muttiplicado por millones de repetidoras que trasiadan la felicl- 40 dad en una sonrisa de viajante de comercto a el rostra quebrado Gana madre despojada de su bien mas preciado. La empresa oe ho hogar de produccin de identidad es una manipulacton comunicacional porque no modifica las estructuras de poder, coms microestructhras que en toda empresa sostienen la ges- fin, Nos referimos a la distribucién de los beneficios y a la fatervencidn en la tecnica de la gestidn. Lipovetsky. al revés de ios que anuncian la mutacién paradigmética de este fin de tmilenio, con la gestiOn polifuncional y consensuada, ¥ la parti: cipacidn en las rentas con las acciones y las fondos de pension. entre otros mecanismos de participacin financiera, zonsidera que la ética de los negocios no pretende, en realidad, mas que dar una satisfaccion moral sin cambio material. Por eso la ética no es mas que una markética, un modo de utilizar el lenguaje moral para mejorar la imagen empresaria y conquistar nuevos lugares en el mercado. Para él, ia ilusion ética no es m&s que una nueva forma de la conciencia democra- tica, que en Ia empresa busca su alma, su suplements de espi- ritualidad Pero Lipovetsky insiste en la necesidad, al fin de cuentas, de una étiea razonable, que concilie valores ¢ intereses, y que no se refugie en principios imposibles de cumplir porque mas que Impulsar a una uiejor del yénero humano, lo cobija y justifica en la inacetén y en la denuncia inatll. También considera que todos Jos peligros ya no de una empresa espiritualizada, sino de tuna tecnologia irrefrenable, en todos los campos, no se encau- zara hacia el blen por medio de imprecaciones y cotrecciones asceticas y virtuosas, sino por nuevos avances tecnolbgicos. Se requieren, entonces, nuevas formas de transformar y crear mas mundos, de otro modo, con otras metas. desde otros intereses, pero con las mismas armas; una politica que parta de una conducta sensata, una inteligencia razonable y de un hu- manismo aplicado, ya que el viejo humanismo de la universall- éad, cualquiera que ésta sea, el humanismo del corazén, el de 1a razon, 0 el de la funcién comunicacional dialogica, tienen como tnica aplicactén su difusién profesoral, becaria, espirituo- Sa, purftana y. finalmente, hipécrita, Para Lipovetsky muestra época ya no es disciplinaria y Panéptica: no se trata de dominar mediante un contcol rigido, Gitecto, siempre observable, homogeneizador de los comporta- imientos, Hoy se trata de comunicar giobalmente, de funcionar con Ja imagen, personalizar. lograr comunicaciones polimorfas € intersticiales con sus principios de innovacién permanente. Hoy 41 la gestién. nombre que —como ya lo dijimos— no: clausura un’ orden como la palabra control, ya no tiene como soporte tai disciplina sino la ética. La empresa piramidal correspondia a lat cultura diseiplinaria de las primeras estrategias de la individuas cion, la empresa en redes coincide —usando palabras de Ltpovetsky— con la cultura posmoderna, abierta y psi, persona- lizada y comunicacional. aPero qué sucede cuando el fildsofo escéptico, ademas de sostener los valores de la tradicién del Iibrepensamiento. ofrece sus servicios a las corporaciones economicas? No lo hace para culparlas, porque en ese caso ni siquiera intentaria ingresar; tampoco lo hace para adularlas, el espiritu critico jamas lo au~ torizaria, lo hace porque quiere poner la casa en orden. Considera un escandalo la actitud de los cortesanos. Han} vendido el alma. Ofrecen la tradiciOn ético-filoséfica al mejor postor. Se hacen los modernos para rematar valores antiguos; Por eso el filosofo escéptico ofrece moral para la empresa, pera. de la buena, con certificado de autenticidad. E Alain Etchegoyen, filésofo y consultor de empresas, llama’ vals de la ética —reitcrando un modo de hablar de Kant— aly baile moralizador que pretende responder a una demanda de: denuncias y de espectros negativos que ofician de purgante y autocomplacencia, Pide nuevas enunciaciones y no tantas de= nuncias. : Etchegoyen busca una definitiva nocién del Bien desde Ja cual construlr afirmaciones, enunciados positivos y nuevos de ber ser. Pero lo que perturba a Etchegoyen es ia ilegitima mezcla de la ética con la moral, porque, para él. no es lo mismo. Etchegoyen, junto a Le Goff y Le Mouel. entre otros, son egresados de las mejores escuclas de fllosofia, y se han dedicado a instalar consultorias de empresas, lo que los coloca en un particular lugar de compromiso. Ninguno de ellos quiere perder la virtud filosofica de brisqueda de la verdad y el ejercicio det espiritu critico: pero simultaneamente responden al ritmo de los tiempos. los tiempos de las organizaciones capitalistas. Etchegoyen recapitula la cronica de los héroes de la década del setenta: el ladr6n, entre Genet y Bonnie and Clyde, el crimi- nal, para recordar un ejemplo, retratado a Ia manera de A san- gre fria de Truman Capote 0 el Pierre Riviére de Foucault, y los miliones de locos del movimiento antipsiquiatrico, desde Cooper hasta Atrapado sin salida de Milos Forman, Para Etchegoyen. ladrones, locos y asesinos, éstos eran los héroes de una rebelion | que se consideraba interesante, a los que podriamos agregar a 42 todos tos revolucionarios de la lucha armada, guerrilleros de Jee Jos continentes, para terminar con una heroleidad todos vtada ante nuestro actual y exclusive llanero solitario: el comPasario. 4Qué paso? 2Qué es lo que cambié en el mundo cmpremejante transformacién? zNos contentaremos con un Pijetive despreciativo como el de pensamiento débil, ideologias Soft y cultura light? Que el arma de la critica y la critica por las armas sean hoy gestién mercantil de serviclos y recursos humanos. esta recon: Strslon que algunos celebran como un deseado fin de heroismos ue no son ms que la voz de la muerte, puede ser la oportunt- Jaa de algo nuevo, la de una moral no heroica pero posible, necesaria, el enunelado de un nuevo Bien, Para esto hay que Gesbrozar la maleza, separar la paja del trigo, la ética de la moral. Pero que esta transformacion sea deseable no significa que la moral debe estar en la subasta del mereado. Etchegoyen dice que el vals ético, ef que danza entre las bioéticas, la ética de los negocios y las diferentes expresiones de la markética, es el co- mlenzo de una claudicacién de la moral. Para él la moral es un asunto serio, inclaudicable, se define como imperativo categori- co; In moral es imperativa y categorlal; mientras la ética es un imperative que lama hipotético, toma en cuenta la posicion singular que transitamos y a partir de ahi lo que cuenta es la prudeneia como tnieo imperative. 1a ética no puede ser tna moral aplicada, la moral no ¢s un compromiso entre sus principios y el interés. La moral es sagra- da ¢ inviolable, el tlempo no interviene en su enuineiado, ni en su practica. BI largo © corto plazo. la temporalidad de la conve- Alencia no pertenece a su dmbito. Por eso el management segun valores es arbitrarlo. deportivo, preocupado por la rentabilidad y las performances, termina por ser una adulacton a la patronal. La empresa es un lugar de privilegio para el vals de la étea la étiea de los negocios es una mogalomania cultivada con la que se pretende seducir albafles para que stentan que colocan- do un andamio son parte del Imperio Trump, como los aprendi- Ces medievales debian sentirse participes del orden catedralicio cuando pulfan las piedras. La ética comienza para Etchegoyen como un engaiio sobre los fines. domi tea de los negocios constituye un vivero de valores, wna rdimbola dela que sale una larga serie de ntimeros morales come Galidatidad, la responsabitidad. el derecho al error, Ia toleran + la confianza, la lealtad, la integridad, el rigor. el respeto, el 43 coraje, la constancia, la equidad, la autonomia, la dignidad. Las éticas banalizan el espacio de poder. cuando. por el contrario, deberia ser un cuestionamiento, una interrogacion, una posi- clon critica, y no una adulacién. La ética de los negocios tal como se expresa en la actualidad es ante todo una serie de reglas de conducta, un dispositive de reglamentos para ¢l mejor control en los hipermercados, para la manipulacion de materiales, para la seguridad de los lugares de trabajo, para la mejor atencién al cliente, para el control de calidad, para impedir la divulgacion de los secretos, para casti- gar el acoso sexual; no son mas que reglas para una sana ges- tién, No son cuestiones morales. no son planteos, son respucs- tas confeccionadas. Etchegoyen es preciso y coherente con su plantco de un orden moral afirmativo, no se complace sélo con denunciar a la étiea al servicio del sistema. Nos enuncia su orden moral. que sin huir del mundo de los negocios, por el contrario, nos invita a él. Aqui nace el pliegue por el cual el fitésofo que denuncia el uso espurfo de la ética en el mundo de los negocios halla la solucion desde la misma filosofia, Nos recuerda a los idedlogos alemanes que criticaba Marx. La cualidad escéptica que le atribuimos no deriva de una fisura en la creeneia. Es el movimiento que se verifica entre el descreimiento y la flusién, una oscilacion irresuelta que va de Ja critica al espejismo. Si un discurso critieo debe desplazar los términos de un problema para mostrar fa mistificacion sobre la que se sostiene, un discurso falsamente critico s6lo pugna por un espacio de legitimacion. Etchegoyen, como otros filésofos consultores de empresas, busca en Ia filosofia una legitimacion imperativa en la érbita del interés. De ahi que la propuesta sdlo cambia los términos pero no la funcién de la filosofia cmpleada. Dice que en la ética sanamente concebida, el cliente es el Otro, con maydscula. EI gran Otro es un emblema filosofica conocido que nos remite a lo que hace el devenir posible. a lo que kantianos y fenomendlogos. ademas de Etchegoyen, llaman horizonte. El horizonte es lo que marca nuestro lugar. Ante su inaccesibilidad nos sftuamos. El cliente. dice Etchegoyen, es el Otro a quien hay que seguir, es lo que esta afuera pero condicio- na nuestro adentro. Y da un paso mas: el cliente es la manifes- tacion del Hombre en la empresa. Por Jo que el humanismo es un concepto econémico. La 44 empresa es un espacio pedagdgico en el que se leva a cabo ta practica del préjimo. Por si no hemos entendido, agrega: el cliente es una idea reguladora, condicion de toda accién y de toda organizacién. E1 Gente es la exigencia de un servicio en el corazén de la activi- gad econémica, E} enunciade moral ha sido dado. y sus apéstoles serao anunciados por su portavoz Etchegoyen: Kant y Cristo. Kant para la idea de buena voluntad como paradigma de la conscien- tia racional; y Cristo para la paz en la Uerra a los hombres de buena voluntad. £1 Bien y la Paz, deduzcamos que es la paz de ios bienes. ‘Una vez que el Otro purifica un mundo empresarial tentdo de hipocresias éticas, una vez mas en que el cliente se dio la razon, de un modo algo nostalgico, porque no hace mas que repetir la ética mercantil, que ni siquiera es industrial, y menos auin la ética de la realidad empresaria actual signada como una economia posindustrial de servicios; las recomendaciones de Etchegoyen nos dan la sensacion de presenciar una actitud frente al cliente que cualquier hijo de comerciantes aprendié de su padre en la mesa del comedor. Una vez establecido este es- cepticismo, critico por un lado y conciliador por el otro, una vez justificado el escepticismo frente a los pequefios principios an- glosajones, pero reconvertido en solemne y devoto respeto por los guias espirituales del verdadero Occtdente. el judio Jestis y ei aleman Kant, una vez que ha establecido su metafisica comer- cial, este consultor distante y cereano, se asocia a un colega, flldsofo y consultor también, Jean Pierre Le Goff, que renueva la forma de este juego analitico de legitimaciones exponiendo cier- tas diferencias. Para Le Goff, por el contrario, la légica liberal del eliente rey, refuerza el egoismo del consumidor en detrimento del ciu- dadano, Esta falencia mercantil se compensa con el mito de la empresa-ciudadana, la empresa comprometida con la vida civil de la comunidad a la que pertenece, un angelismo que se expre- sa con la retorica de la responsabilidad social. ‘Cuando la empresa se da una imagen institucional y publi- ca, la condicion de los que trabajan importa menos que el pre- clo, la calidad y el servicio que se ofrecen. Y cuando esta condi- cidn laboral cs objeto de problematizacion, se aplica la opera- cin det analisis de la psicologia transaccional al servicio del management. Se trata de que cl individuo exprese su personali- dad sin por eso separarse de los otros y sin el temor de suscitar 45,

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