centros ceremoniales mayas

Quetzaltenango es la primera ciudad del país en documentar georreferencialmente los lugares

ceremoniales sagrados del pueblo maya k’iche’ Xelajuno’j. El grupo Común de Ajq’ijab’ hizo el
registro, en cumplimiento del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Xelajú, temporalmente
suspendido.

Los guías espirituales Carlos Escalante y José García encienden un fuego sagrado en el altar Kaq
K’axol, en Llanos del Pinal, Quetzaltenango. (Foto Prensa Libre: Fred Rivera)
El reporte indica que Xela cuenta con 59 centros ceremoniales, visitados por quetzaltecos,
personas de otros departamentos y extranjeros, quienes llegan para aprender sobre la cultura
maya o para hacer tesis sobre la conservación de creencias ancestrales.
José Inocente García, guía espiritual, dijo que aprovecharon la entrada en vigor del POT para
registrar y medir los lugares, pues en Xela hay muchas personas que creen en la espiritualidad
basada en el calendario maya.
Para el grupo, la importancia del registro se centra en garantizar el derecho histórico, cultural y
espiritual de los pueblos indígenas, por medio del reconocimiento, respeto, dignificación, uso,
conservación, administración y acceso a los lugares sagrados, construidos y naturales, en
propiedades municipales y privadas.
Pablo González, jefe del Departamento de Sistemas de Información Geográfica Municipal de
Quetzaltenango, explicó que trabajaron la variable geográfica para tener la visualización exacta de
los sitios, la cercanía de la ciudad y rutas para acudir a ellos. “Es importante, porque parte del
desarrollo integral de las ciudades es mantener la identidad. Por eso, un registro es de mucha
importancia”, resaltó.
Puntos en los que se encuentran los 59 sitios ceremoniales
El antropólogo René Xicará refirió que las ceremonias ancestrales han sido aceptadas en
Quetzaltenango y se practican incluso en actos públicos. “Hace años estaba prohibido, sobre todo,
por la Iglesia Católica, porque se pensaba que era para hacer mal. En los tiempos de la Colonia se
quiso destruir la cultura indígena; sin embargo, pese a los intentos, se siguió practicando y aún
prevalece”, manifestó.
Para Augusto Ajcá, historiador, la práctica de ceremonias mayas es un pensamiento vivo en
Quetzaltenango. “El Convenio 169 —de la Organización Internacional del Trabajo— y los acuerdos
de paz fueron fundamentales para que ya no se hiciera a escondidas. Ahora muchos altares están
en propiedad privada, pero prevalecen en cerros, montañas, volcanes y orillas de nacimientos de
ríos”, dijo.
La Dirección del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Deportes informó que en el país
hay unos tres mil 200 lugares sagrados, pero se desconocen las ubicaciones. Hasta ahora tienen en
proyecto la verificación georreferencial de estos.
Guías espirituales limpian el lugar donde se realizan los rituales en el altar Kaq K’axol, en Llanos del
Pinal, Quetzaltenango. (Foto Prensa Libre: Fred Rivera)