Su primera virtud, su gran hermosura, Su gran amor es la libertad.” Juan Ramón Jiménez
En la actualidad tenemos la fortuna de ejercer nuestra libertad en diversos ámbitos de la vida,
que van desde las cosas más simples como qué cereal desayunar, qué carrera universitaria elegir o qué vestir, hasta las libertades más complejas, que se han logrado gracias al esfuerzo y la lucha de miles de personas a través de la historia. A esas luchas le debemos poder ejercer el voto electoral si somos mujeres, o expresarnos sin temor, la protección a grupos vulnerables y minorías, en resumen: Podemos existir libremente de acuerdo a nuestras elecciones personales. Hoy, entre las infinitas posibilidades de ejercer nuestra libertad tenemos la de decidir cómo y de qué manera nos relacionamos con otros. Cada día es más común que los horizontes del amor se expandan, que seamos libres de amar y ser amados, basta con echar un vistazo a los momentos cotidianos y encontrar a una pareja del mismo sexo tomados de la mano sin que nos incomode, pero aún quedan muchas fronteras que cruzar para romper los típicos prejuicios sobre el amor, ya es tiempo de reflexionar que no sólo existe una forma de conectar corazones. Tal vez no conozcan lo que es el poliamor, pero contrario a lo que podría suponerse es una forma de amar que cobra fuerza cada día y a la que más y más personas deciden pertenecer, pues es aquí en donde encuentran el lugar justo para sentirse realizados y plenos al hallar en distintos corazones un complemento. Es una forma para conectarnos con otros corazones es el poliamor, imaginémoslo como una figura geométrica en donde nosotros somos las líneas y nuestras relaciones son las aristas, cada arista tiene una unión diferente dependiendo de las necesidades de cada miembro. Entonces concibamos el poliamor como una orquesta en donde cada instrumento apoya a otro dependiendo de sus características y posibilidades y cuando un sonido no es suficiente siempre hay otros instrumentos para complementar y así dar vida a una sinfonía que con cada instrumento se hace más grande y hermosa. Es por eso que hemos elegido crear conexiones emocionales con más de una persona, de forma consensual, ética y responsable, hemos elegido el poliamor como una forma de vida y expresión. que tal vez, en el pasado, ha pasado desapercibida, ha sido subestimada o se ha visto empañada con tabúes y prejuicios, pero es en este nuevo contexto de libertad en donde el poliamor debe reivindicarse y establecerse como una opción más para cualquiera que busque ampliar su perspectiva del mundo, compartir su vida y sus emociones con una red que le dará la certeza de estar protegido, sentirse amado y tener apoyo en su vida. ¿Entonces, por qué no abrir paso a esta nueva forma de amar? Como lo dijo Virgilio, el amor conquista todas las cosas, démosle paso al amor.