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FISCALIA DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

La Fiscalía de la Niñez y la adolescencia es la Fiscalía que atiende con


exclusividad la intervención que se le confiere al Ministerio Público dentro del
ámbito del joven en conflicto con la ley penal, con competencia a nivel nacional.

El proceso únicamente es aplicable a menores de edad (menores transgresores


de la ley, mayores de 12 años y menores de 18 años) de conformidad con lo
establecido en el Artículo 20 de la Constitución Política de la República, Ley de
Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, otras leyes y tratados
relacionados con menores.

La Ley de Protección Integral para la Niñez y la Adolescencia contempla un


procedimiento específico con medidas cautelares y definitivas para la niñez que
sufre una amenaza o violación a sus derechos, en el cual la participación del Juez
de Paz es vital, pues de su rápida y adecuada actuación depende que un niño o
niña quede protegido o desprotegido.

La actividad desarrollada por esta Fiscalía se materializa en la ejecución de


primeras diligencias, investigaciones, formas de terminación anticipada del
proceso, audiencias, debates, recursos, medidas de coerción y estudios
socioeconómicos

El Congreso de la República mediante Decreto Número 27-2003, promulgó la ley


de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia, la cual beneficia a la niñez y
adolescencia víctima y siendo, que este grupo de la población es uno de los más
vulnerables a las expresiones de violencia intrafamiliar, el abuso y la
discriminación, el Ministerio Público requiere para obtener una efectiva
investigación en la persecución penal de los delitos cometidos contra lo niños y
adolescentes, conocimientos especializados en la materia, por lo que resulta
imprescindible centralizar esos casos en una Fiscalía que promueva los
mecanismos y estrategias adecuadas para brindar protección social y protección
jurídica a todos los niños y adolescentes guatemaltecos, mediante una efectiva
persecución penal que se realice dentro de un marco democrático y de irrestricto
respeto a los derechos humanos.

A la hora de establecer un hecho sindicado a un menor de edad constitutivo de


falta se remitirá directamente al Juzgado de Paz por ser el órgano competente
para tramitar dicho proceso según lo establece el artículo 112 de la Ley de
Protección Integral de la Niñez y Adolescencia en la cual se menciona las
funciones de este órgano:

Los juzgados de la Niñez y la Adolescencia podrán determinar, entre otras, las


siguientes medidas a) Amonestación verbal o escrita al responsable de la violación
o amenaza del derecho humano del niño, niña o adolescente. b) Declaración de
responsabilidad a los padres, tutores o responsables. c) Remisión de la familia a
programas oficiales o comunitarios de auxilio, orientación apoyo y seguimiento
temporal. d) Ordenar la matrícula de niños, niñas y adolescentes, en
establecimientos oficiales de enseñanza y observar su asistencia y
aprovechamiento escolar. e) Ordenar tratamiento médico, psicológico o
psiquiátrico, en régimen de internamiento en hospital o tratamiento ambulatorio. f)
Ordenar a los padres, tutores o responsables, su inclusión en programas oficiales
o comunitarios de auxilio, que impliquen orientación, tratamiento y rehabilitación a
cualquier desviación de conducta, problemas de alcoholismo o drogadicción. g)
Colocación provisional del niño, niña o adolescente en familia sustituta. h) Abrigo
temporal del niño, niña o adolescente en entidad pública o privada, conforme las
circunstancias particulares del caso. i) En caso de delito o falta cometido por
adulto o adolescente, certificar lo conducente a un juzgado correspondiente.

El artículo 39 de la Convención sobre los Derechos del Niño específicamente


recoge esta obligación estatal al señalar: “Los Estados partes adoptarán todas las
medidas apropiadas para promover la recuperación física y psicológica y la
reintegración social de todo niño víctima de: cualquier forma de abandono,
explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes o conflictos armados. Esa recuperación y reintegración se llevará a
cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad
del niño” Garantizar al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio,
el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que le afecten,
teniendo en cuenta sus opiniones en función de su edad y madurez.

Los fiscales y otros operadores del sistema deben tomar en cuenta las opiniones
del niño o niña víctima y consultarle en todos aquellos asuntos de importancia del
proceso, ya que su minoría de edad no ha de impedir reconocerle los derechos
como a cualquier persona, permitiéndole externar libremente su opinión. Deben
discutir con ellos y con sus representantes, las diferentes posibilidades que se
presentan dentro del juicio, informándoles de las acciones legales que se van a
tomar y las consecuencias que implicarán para el menor

El problema del maltrato, abuso sexual y la victimización en contra de la niñez no


es nada nuevo, imposible detenernos en ejemplos históricos que demuestran
como los niños y las niñas han sufrido en el tiempo y en el espacio, y han sido
agredidos en todas las formas posibles. Desde la propiedad absoluta del hijo, con
derecho a venderlo o sacrificarlo, hasta la patria potestad y el derecho de corregir,
la humanidad se ha ensayado con sus vástagos, en muchos repitiendo una
conducta aprendida, que se convierte en un siniestro atavismo
.
El reconocimiento del niño y de la niña como seres humanos es una conquista
reciente, basta mencionar que una de las primeras instituciones que luchó a favor
de los Derechos de la Niñez en los tribunales de justicia fue la Sociedad
Protectora de los animales, en un conocido caso de los Estados Unidos de
América. En Guatemala, el niño y la niña tienen reconocidos sus derechos según
lo establece la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia:

a) Derechos Individuales
 Derecho a la vida
 Derecho a la igualdad
 Derecho a la integridad personal
 Derecho a la libertad, identidad, respeto, dignidad y petición
 Derecho a la familia y a la adopción
b) Derechos Sociales
 Derecho a un nivel de vida adecuado y a la salud
 Derecho a la educación, cultura, deporte y recreación
 Derecho a la protección de la niñez y adolescencia con discapacidad
 Derecho a la protección contra el tráfico ilegal, sustracción, secuestro, venta
y trata de niños, niñas y adolescentes
 Derecho a la protección contra la explotación económica
 Derecho a la protección por el uso ilícito de sustancias que produzcan
dependencia
 Derecho a la protección por el maltrato
 Derecho a la protección por la explotación y abusos sexuales
 Derecho a la protección por conflicto armado
 Derecho a la protección de los niños, niñas y adolescentes refugiados
 Derecho a la protección contra toda información y material perjudicial para
el bienestar.

La La Fiscalía de la Niñez y la adolescencia cumple con el principio que establece


el artículo 5 de la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia en la
cual se lee: Interés de la niñez y la familia. El interés superior del niño, es una
garantía que se aplicará en toda decisión que se adopte con relación a la niñez y
la adolescencia, que deberá asegurar el ejercicio y disfrute de sus derechos,
respetando sus vínculos familiares, origen étnico, religioso, cultural y lingüístico,
teniendo siempre en cuenta su opinión en función de su edad y madurez. En
ningún caso su aplicación podrá disminuir, tergiversar o restringir los derechos y
garantías reconocidos en la Constitución Política de la República, tratados y
convenios en materia de derechos humanos aceptados y ratificados por
Guatemala y en esta Ley.
Se entiende por interés de la familia, a todas aquellas acciones encaminadas a
favorecer la unidad e integridad de la misma y el respeto de las relaciones entre
padres e hijos, cumplidos dentro del ordenamiento legal.

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