Вы находитесь на странице: 1из 2

Rol del Estado

El rol del Estado es irremplazable en la conducción de la integración económica que tenga


como objetivo la promoción de la justicia social, la búsqueda de equidad entre regiones y
grupos sociales y la sustentabilidad. El Estado democrático debe ser un instrumento de la
sociedad para enfrentar los problemas económicos y sociales que el mercado no puede
resolver. Por tanto, la discusión no debe plantearse como disyuntiva entre estado o
mercado.

La experiencia histórica pasada y presente muestra que la fluidez de los mercados necesita
del Estado. Por otra parte, la economía no sólo es mercado, también es producción (sin
limitarse a lo comercializado). Ello también exige la incidencia del Estado para crear
condiciones adecuadas y propiciar una dinámica de crecimiento estable, sustentable y sobre
todo con bienestar social. El abrir las economías a la dinámica de la economía mundial no
significa necesariamente dejarlas al capricho del mercado internacional. Además, el libre
mercado no existe debido a la presencia de grandes corporaciones que dominan y manejan
el mercado. Cuando se habla de abrir mercados en realidad se deja en libertad a esas
corporaciones para manejar y dominar los mercados según sus intereses. No existe ninguna
experiencia histórica que demuestre que el mercado por sí mismo logre los equilibrios
generales de la economía, mucho menos la sustentabilidad y justicia social.

El meollo está en abrirse al mundo a partir de proyectos nacionales de desarrollo justos y


sustentables conducidos por Estados democráticos y no dejar el futuro del desarrollo
únicamente a las fuerzas del mercado. Las economías abiertas necesitan, con mayor razón,
regulaciones tanto nacionales como internacionales y un Estado fuerte con capacidad para
promoverlas y hacerlas cumplir.

En el modelo económico dominante se reduce la intervención del Estado en la economía,


pero sigue existiendo, privilegia el papel de promoción del sector exportador y del capital
financiero. Al privilegiar la exportación, los trabajadores y, en general, la mayoría de la
población dejan de ser considerados como consumidores estratégicos y con ello su
empobrecimiento ya no afecta a los sectores de punta del capital.

El discurso dominante sataniza al Estado y asume que el mercado puede hacer todo mejor.
Los programas de ajuste impuestos por el Banco Mundial y el FMI aumentan esta presión
en el mismo sentido, dando como resultado una creciente tendencia hacia la privatización.
Los gobiernos, por su parte, ven en las privatizaciones una vía para resolver en el corto
plazo sus crisis fiscales y para equilibrar sus presupuestos. También se convierte en un
mecanismo de enriquecimiento ilícito y favoritismos a determinados grupos económicos.

Existen cuatro problemas con esta tendencia privatizadora. 1) Disminuye la capacidad del
Estado de conducir proyectos de desarrollo sustentable y justos; 2) A largo plazo reduce sus
ingresos lo cual generalmente se traduce en disminución de su gasto social; 3) Se crean
serias injusticias en la distribución de los servicios públicos, afectando especialmente a las
mujeres y gente empobrecida; 4) Las privatizaciones son usadas como un mecanismo para
reducir los salarios y beneficios a los trabajadores organizados, ya que al venderse los
servicios generalmente se sustituyen los antiguos contratos colectivos de trabajo por nuevas
condiciones más "flexibles" en las que se pierden derechos, poder de negociación e incluso
prestaciones económicas.

Proponemos la gestación de un nuevo Estado democrático, responsable económica y


socialmente ante sus ciudadanas y ciudadanos y que enfrente radicalmente la corrupción en
todos sus niveles. Debe ser un Estado con un nuevo papel cualitativo en la dinámica
económica. No proponemos un Estado "obeso" cargado de grandes e ineficientes empresas.
Lo importante no es el número o el tamaño de las empresas, sino el papel que cumplen. Las
decisiones sobre las empresas que deben ser públicas corresponden a la sociedad y no sólo
al gobierno.

No se trata de un Estado proteccionista tradicional, sino de un Estado socialmente


responsable ante la sociedad que pueda impulsar un proyecto de desarrollo definido
democráticamente. Ello puede llevar a proteger ciertos sectores que se consideren
estratégicos según cada proyecto nacional, pero se trata más bien de la promoción de un
desarrollo orientado al porvenir. Un Estado regulador tampoco implica inhibir la iniciativa
privada. Al contrario, significa establecer reglas claras para compatibilizar derechos con
obligaciones y asegurar que tanto el capital nacional como el internacional promuevan el
desarrollo nacional justo y sustentable.

Este renovado papel del Estado implica regulaciones internacionales que sean pactadas
democráticamente y en consulta con las y los ciudadanos. La soberanía reside en el pueblo
y éste puede decidir someterse a regulaciones internacionales de beneficio colectivo. Más
aun, son cada vez más necesarias las regulaciones internacionales dado el poder
supranacional de algunas empresas que operan en nuestras economías y el peso y la
movilidad de los capitales golondrinos. Este renovado papel del Estado implica
regulaciones internacionales que sean pactadas democráticamente y en consulta con las y
los ciudadanos. La soberanía reside en el pueblo y éste puede decidir someterse a
regulaciones internacionales de beneficio colectivo. Más aun, son cada vez más necesarias
las regulaciones internacionales dado el poder supranacional de algunas empresas que
operan en nuestras economías y el peso y la movilidad de los capitales golondrinos.

Este nuevo y estratégico papel del Estado en la dinámica económica y social implica una
reforma fiscal integral con una lógica productora y redistributiva, a la vez capaz de
recaudar los recursos suficientes para evitar déficit fiscales que, por su magnitud, se
conviertan en un problema para el desarrollo.

Nada de lo pactado internacionalmente debe implicar la renuncia o menoscabo de la


capacidad de los Estados para cumplir con estas exigencias económicas y sociales de sus
ciudadanos. En caso de que lo pactado en otros ámbitos o capítulos menoscabe esta
capacidad prevalecerá este principio general.

http://www.web.net/~comfront/alts4americas/esp/06-role-esp.html

Вам также может понравиться