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DEONTOLOGÍA, PSICOLOGÍA CLÍNICA Y EDUCACIÓN:

TRES CAMPOS DE LA CIENCIA EN CONEXIÓN

Por Raul Soriano Cruz Julio 2016

En el ámbito de la Psicología de la Educación,


son muchos los investigadores a los que se
les ha enseñado la simplista división del trabajo
enunciada por Herbart entre la pedagogía y la psicología:
la primera debe proporcionar los objetivos de la educación,
la segunda las técnicas para alcanzarlos. (Fragmento)

Michael Cole y Kunio Wakai

Resumen

A principios del siglo XX la ciencia se ha encargado de ofrecer a las personas una


manera de abordar la supuesta realidad, con base a métodos y técnicas de
investigación, ya que el propósito es profundizar en la simplicidad de su objeto de
estudio que deja ver así una manera reduccionista de evidenciar los saberes
validados sin importar cuántas disciplinas entran en juego. El presente ensayo
tiene como propósito vincular tres ramas de las ciencias sociales, como son: la
deontología, la psicología clínica y la educación. La finalidad de articular estas
ciencias es para reafirmar que, tanto la práctica psicológica como en la educación,
desde un punto de vista deontológico y dependiendo del contexto, no existen
parcelas de conocimiento y de aplicación, por lo que son ramas que bien podrían
ser la totalidad del todo (Morin, 2008 p. 14), en el campo de intervención clínica,
educativa, social, o psico-educativa, por mencionar algunos campos de
realización. Esto conlleva a decir que estas ciencias mencionadas son un eje
sobre la rueda del trabajo en la práctica del responsable de la salud mental.

Palabras clave: Deontología, Psicología Clínica, Educación.


Introducción

En la actualidad el sistema moderno de enseñanza con respecto a los contenidos


disciplinares de las diversas ramas de la ciencia, se ha encargado de fragmentar
los saberes validados, por lo que existe un sinfín de carreras académicas
encargadas de estudiar unidades del sistema, que va de lo complejo a lo simple,
cayendo en una reducción, desde diversos enfoques, principios, normas y técnicas
de investigación. Esta situación mencionada ha generado que cada rama de la
ciencia se vea no sólo afectada sino aislada de otros campos del saber
especializado, como ha sucedido con la deontología, psicología y la educación.

Morin (2008, p.15) menciona que: “si bien es cierto que los desarrollos
disciplinarios de las ciencias no sólo aportaron las ventajas de la división del
trabajo, también aportaron los inconvenientes de la superespecialización, del
enclaustramiento y de la fragmentación del saber. No produjeron solamente
conocimiento y elucidación, también produjeron ignorancia y ceguera”.

Retomando a este autor se puede decir que existen entre las disciplinas una
ruptura que no permite interactuar en sobremanera en cada campo. Como ya se
mencionó en párrafos previos, se ha hecho saber que tanto en el campo de la
psicología como el de la educación existen distanciamientos marcados, que cada
cual es distinta de otra por su objeto de estudio, y si se mira con ojos
reduccionistas una de otra, con la deontología serían tres ladrillos distintos.

Para ir cesando en la ignorancia y la ceguera que produjeron las miradas


reduccionistas en la ciencia mencionadas por el autor en turno, se puede decir que
hoy día el sesgo o parcelas de conocimiento, ha ido generando conjuntos de
conocimientos para la aplicación de procedimientos y obtención de resultados
óptimos en la sociedad. A manera que va creciendo la humanidad son grandes las
necesidades por atender diversas situaciones: en la salud, educación, tecnología,
comunicación, etcétera. Por lo que desvirtuar como ajenas a cada una de estas
ciencias que se encargan de áreas específicas sería como mutilar una parte del
funcionamiento del sistema científico.

En los párrafos consecutivos se describe someramente el campo y aplicación de


tres ciencias que bajo la lupa del conocimiento validado se encuentra implícita la
conexión de las mismas: la deontología, la psicología clínica y la educación.

1. El papel de la deontología

Aunque en el siglo XX se dieron grandes cambios en distintas áreas de la ciencia


como la medicina y la ingeniería informática, durante la segunda guerra mundial
se cometieron actos deshumanos con la misma población en situación bélica,
puesto que los que eran capturados y arrestados por la SS eran expuestos a
disposición de los científicos médicos para que con las víctimas se hicieran
experimentos que jamás se había pensado. Desde estudiar cuestiones de
neuroanatomía para el aprendizaje hasta privarlos del sueño, que con ello los
científicos lograrían personas condicionadas y aptas para resistir en campo de
guerra, inhibiendo cuestiones fisiológicas: al dolor, comer, beber, defecar,
etcétera. Como dijera Akasaka (2010), un siglo de Brutalidad.

Como si se tratara de una cuestión natural, quienes ejecutaban instrucciones de


los altos mandos militares, se regían por una visión de sometimiento ya que los
científicos limitados a su objeto de estudio, se encaminaban por obtener
resultados óptimos a base de engaños y sin expeditar alguna explicación a las
víctimas (Bauer, 2010).
Ante tal situación ocurrida, se puede ver que las normas que rigen la convivencia y
preservación de la especie, estaban cesadas, prisioneras en los libros sobre los
derechos de las personas a la vida, de la justicia, hasta de la misma religión. Una
cuestión desaparecida que en esos momentos fue olvidado era la constitución de
lo que no se “tenía” o “debería hacer”, con respecto a las personas que vivieron
esa calamidad por parte de los avances científicos.

Por ello que la deontología como campo de estudio y aplicación corriera a partir de
la segunda guerra mundial, en boga para construir códigos que frenen situaciones
acaecidas como las del siglo XX.

Fue el filósofo Bentham quién abriría la caja partiendo de la axiología para


proponer una teoría deontológica. Por deontología se puede entender de acuerdo
al autor, que es un saber que enseña al hombre la manera de dirigir sus
emociones de modo que queden subordinadas, en cuanto a lo posible, a su propio
bienestar. La deontología es el estudio de los deberes y derechos de los
profesionistas, entraña una serie de virtudes y actitudes que una parte de la
sociedad, los profesionistas, debe efectuar para hacer posible la moralización de
la comunidad (Escobar, 2004).

En consecuencia la deontología es una unificación de los deberes que los


profesionistas deben efectuar con principios, reglas y normas con las cuales se
corresponde a vivir en sociedad por el trabajo a realizar. Este cúmulo de reglas es
el conjunto de facultades y obligaciones que tiene el individuo de la profesión que
ejerce.
El instrumento básico que tiene la deontología, por así decirlo, es una moral
profesional que sobrevive de los trabajos colectivos. Estos trabajos están
íntimamente ligados con la existencia tanto individual como social y colectiva.

Por poner un ejemplo sobre el funcionamiento de la deontología, si se aplica a la


medicina sería como el siguiente, el juramento Hipocrático, alguno de los deberes
de los médicos:

 Obligación de prepararse científicamente.


 Respeto de la persona humana.
 No tomar su profesión como mero afán de lucro.

Otro ejemplo sería en la aplicación del campo dentro de la práctica psicológica:

 Privacidad e higiene
 Realizar y verbalizar Encuadre
 Tiempo
 El costo del servicio
 Presencia del terapeuta
 Supervisión continua
 Neutralidad con el paciente

Finalmente se puede mencionar otra rama de la ciencia que entra en juego sobre
la aplicación de la deontología en la educación. Escobar (2004, p.181), menciona
el juramento del maestro que versa de la siguiente manera:

¿Protesta usted ejercer su profesión de maestro o maestra, con entusiasmo y


honradez velando siempre por el prestigio del magisterio que le otorga el título y
continuar esforzándose por mejorar su preparación en todos los órdenes, para
garantizar los intereses de la niñez, la juventud y la patria? Si así lo hiciere usted,
que la nación se lo premie, y si no, que la sociedad se lo demande.

Como se puede leer en estos ejemplos previos, lo evidente de la obligación del


profesionista en los diversos campos de la ciencia, medicina, psicología y
educación, resalta la conminación hacia el responsable de prestar sus servicios de
manera actualizada y apegada a los valores que se rigen en sociedad.

En el siguiente apartado se hablará del segundo campo científico que entra en


conexión a saber, la psicología clínica.

II. El papel de la Psicología Clínica

“La psicología tiene un largo pasado pero una breve historia” (citado de Marx y
Hillix, 1990, p. 15), así versaba el célebre psicólogo Ebbinnghaus, para denotar
que esta rama de la ciencia separada de la filosofía, tenía como objeto de estudio
los procesos evolutivos de los seres humanos.

Si bien es cierto que el salto que dio la psicología clásica a la moderna, se


encuentran postulados en discordancia por motivos de la forma de abordar las
problemáticas sociales, sería un error mencionar como singular a la rama de la
psicología como una sola postura, ya que dentro de la psicología existen
diferentes enfoques sobre un mismo objeto de estudio. Por lo que denominar
escuelas y sistemas teóricos psicológicos son ad hoc para representar el estudio
de la psicología en diferentes campos como en: la educación, lo individual, lo
social, etcétera (Marx y Hillix, 1990, p. 25)
Algunos problemas en discordancia con respecto a la psicología, mencionado en
el párrafo previo, se encuentran, la educación. Diferentes escuelas de sistemas y
teorías psicológicos dieron grandes aportes sobre la manera de aplicar
instrumentos cuantitativos dirigidos a la educación. Algunas escuelas en juego
entraron a partir del siglo XIX, a la cabeza del célebre psicólogo experimental
Wundt, y partiera de métodos y técnicas estructuralistas para deducir sobre qué
era la conciencia y cómo funciona. De ahí se sumaron otras escuelas como el
asociacionismo, funcionalismo, conductismo, la Gestalt, y los aportes del
psicoanálisis. Para cada escuela el psicólogo debería estudiar el principio
perceptivo sistemático de índole filosófica y los descubrimientos empíricos, que se
logran con los métodos y técnicas de cada escuela y sistema psicológico (Marx y
Hillix, 1990, p. 27).

Del asociacionismo el psicólogo debería estudiar los principios de la asociación de


ideas (palabras o conexiones E-R).

Para el estructuralismo, el psicólogo debería estudiar los contenidos de la


consciencia mediante el método de introspección experimental.

El psicólogo funcionalista debería ocuparse de las funciones mentales, la conducta


y la adaptación del organismo al medio.

El conductismo se centraría en estudiar la conducta del organismo, mediante


métodos estrictos, donde la consciencia no era medible por tanto rechazada.

En Gestalt, el psicólogo puede llegar a formulaciones útiles y plenas de significado


por los “todos significativos”.

Del psicoanálisis el especialista debía centrarse en las motivaciones de los


sujetos, gran parte de las mismas conscientes y sexuales, sólo se podría estudiar
con métodos dinámicos: análisis del sueño, asociación libre, los errores y los
síntomas.
En el plano educativo, la psicología dio un paso preciso sobre su objeto de estudio
separándose de los métodos y técnicas de las escuelas mencionadas, el
conductismo fue un agente de cambio al mencionar que los sujetos operaban
mediante un estímulo en automático se daría la respuesta.

A principios del siglo XX en la década de los años treinta, diferentes psicólogos


rompen con esta postura conductista, y se generan otras escuelas que viran hacia
el campo de la educación con métodos y técnicas partiendo de enfoques como el
cognitivo, constructivismo (en sus diferentes abordajes) bajo la lupa de teorías de
la información, teorías de esquemas. El resultado de las nuevas tendencias de
enseñanza, se vieron reflejadas en la manera de introducir los nuevos modelos
educativos en los planes y programas de estudio globales, como: conflicto
cognitivo, la investigación dirigida y por modelamiento (Pozo, 2009).

No se hizo esperar más y otras escuelas, como la Rusa encabezado por Lev
Vigotsky, reformulara que en el plano educativo el E-R era una mirada
reduccionista, por lo que la educación y construcción de la mente se da en un
plano sociocultural, como menciona Mendoza (2012, p. 64), “estos son mediados
por herramientas, instrumentos que son de creación social y como productos de la
actividad humana a lo largo de la historia”.

Hasta aquí se ha revisado la parte de cómo la psicología ha venido abordando con


algunos métodos y técnicas las problemáticas sobre el sistema educativo, en la
enseñanza. Pero ¿cómo la psicología hace frente a situaciones con respecto a los
procesos educativos por parte de los sujetos que asisten a los espacios simbólicos
en los distintos contextos?
Categorizar los problemas del proceso educativo para determinada población, se
volvería otro reto y de nuevo una línea de estudio para clasificar las conductas de
los sujetos en el plano educativo. Para la educación especial, los psicólogos de
distintas escuelas se dieron a la tarea de intervenir bajo el enfoque con el cual
interactuaban, desde médicos, neurólogos, psiquiatras y psicólogos tratarían las
conductas inadaptadas al medio y al contexto tildándolas de anormales,
discapacidad, dificultades de aprendizaje, necesidades educativas especiales o
simplemente del por qué un sujeto en la normalidad no aprehendía desde su
contexto (Mateos, G., Torrejón, M., Parra, M., y Pérez, Y., 2008. p. 63).

He aquí una rama de la psicología que basándose en diversas áreas de la


psicología, como la clínica, la medicina, etcétera, entraría con métodos
recuperados de otros enfoques como el psicoanálisis, el constructivismo, el
conductismo, tratarían diversos problemas, categorizados como trastornos de
aprendizaje, de la personalidad, sociales, etcétera. Todo cambiaría en materia de
educación política (Edler, 2008).

Basados en modelos clínicos de tratamiento los terapeutas de lenguaje, de


personalidad, incluso profesores dedicados a la educación, etcétera se darían a la
tarea de seguir nuevos modelos de planeación para adaptar a los sujetos
anormales. Esto conllevaría a que los tratamientos como ejes funcionales dieran
resultados óptimos en el contexto de labor terapéutica. Métodos y técnicas para
extracción del diagnóstico del malestar acaecido de los sujetos se verían por
medio de técnicas de corte cuantitativo como los diferentes test para cada
situación anómala: Machover, CAT-H, CAT-A, CAT-SEX, HTP, WISC, WAIS,
MOSS, STROOP, etcétera (Galindo, 2010).
Siguiendo con la labor terapéutica, haciendo el uso de test y de técnicas de
entrevista, de comunicación se valdría el terapeuta para corregir y adaptar al
sujeto al medio en cuestión.

Como se ha descrito, la psicología clínica partiendo de diversos enfoques se ha


valido del campo de la educación ,para desentrañar y dar resultados concisos de
que tanto en los planos individuales como sociales, los métodos y técnicas
revolucionarios de distintos enfoques y escuelas son confiables para hacer frente
ante las vicisitudes en el plano educativo siguiendo un riguroso código de salud
mental, ante todo dar solución a un problema que se encuentra en la sociedad.

En el siguiente apartado se expondrá el papel de la educación con respecto a


estas dos ramas de la ciencia que se abordaron, la deontología y la psicología
clínica.

III. El papel de la educación

Difícilmente se podría concebir el mundo moderno sin entender el papel que


cumple la educación. De manera que es un hecho que las personas en general
requieren de una formación científica básica que les permita comprender mejor su
entorno y relacionarse con el medio natural de manera responsable. Esta tarea por
comprender el entorno natural lo ofrece la educación en sus distintos niveles de
preparación como ejercicio para la vida (Soriano, 2016).

Si se habla de educación, se habla de sacar a un sujeto de lo más oscuro que es


la ignorancia, en cada niño, joven, adulto está en potencia todas las posibilidades
de la cultura. La enseñanza tiene la misión de despertar esas potencias latentes.
La finalidad de la educación es importante en la sociedad, como menciona
Escobar (2004), pues se dirige a la formación íntegra de los hombres y las
mujeres en su sentido humanístico.

La educación como ciencia, está dotada de un sinfín de materiales para sacar de


esa ignorancia a los sujetos que quieran ejercer una vida colectiva en su
determinada cultura. Es por ello que en la actualidad los diferentes modelos
educativos están centrados en los propósitos y aprendizajes esperados para crear
en el contexto simbólico de aprendizaje la garantía, como se ha mencionado, los
sujetos se eduquen para la vida.

Para que la educación suceda se necesitan especialistas que atiendan el campo,


no sólo profesores egresados de instituciones educativas, sino de psicólogos
clínicos, educativos, pedagogos, trabajadores sociales, médicos, administradores
educativos, etcétera. Que de una forma sistémica logren que la educación se de
en plenitud, que desarrollen nuevos programas educativos con adecuaciones
curriculares para la inclusión. Para esto como menciona Morín (2010) en su libro,
la cabeza bien puesta, sería necesario repensar la reforma del pensamiento
global, tener la cabeza bien puesta para analizar el contexto al cuál se dirigen los
contenidos disciplinares.

Para esto se tendría que repensar en una escuela de vida y comprensión humana,
ya que cuando se considera el contexto-cultura esta proporciona los
conocimientos, valores, símbolos que orientan y guían las vidas humanas (Morin,
2010, p.50). por tal motivo se debería considerar en el currículum escuelas de
complejidad humana.
Como se sabe la educación debe contribuir a que los objetivos para insertar a los
sujetos en campos especializados con una perspectiva humana, deben ser los
responsables de hacer que la sociedad esté en las actividades educativas, que
son actividades como menciona Coll (2010, p. 30), son actividades que responden
a una finalidad y que se ejecutan con un determinado plan de acción, son
actividades que están al servicio de un proyecto educativo.

Para llegar este fin este autor menciona que el educador debe tener en cuenta la
realidad de la población a donde se llevará el proyecto. He aquí la importancia del
contexto. El currículum marcaría la pauta dentro de sus elementos constitutivos,
como por ejemplo: qué enseñar, cuándo enseñar, cómo enseñar, sobre qué, cómo
y cuándo evaluar.

Dentro del currículum se tiene que anteponer también el trabajo del psicólogo, ya
que éste puede proponer modelos educativos que se empleen para determinada
población, modelos funcionales que le permitan al docente realizar su práctica
educativa. Le sea de utilidad para orientarle con respecto a modelos educativos de
enseñanza si carece de los mismos para una práctica eficaz, para canalizar, hacer
el diagnóstico de sujetos en problemas de aprendizaje, evaluar, realizar y ejecutar
trabajos cooperativos y colectivos.

A manera de conclusión

Como se ha visto en este breve ensayo, las tres corrientes científicas guardan
relación en el quehacer de cada especialista en función. De esta manera la
educación junto con otras ciencias y sus actores, tiene tres funciones básicas:
aculturar, enculturar y transculturar (Martínez, 2012, p. 20), pero guardando tanto
los valores como la responsabilidad de realizar su trabajo de manera que
garanticen la estabilidad y equilibrio colectivo.

Es impensable que sólo un docente realice todas las tareas para lograr los
propósitos y objetivos de insertar a los sujetos en la vida social. También sería
imposible que un psicólogo clínico logre reducir una matrícula con necesidades
educativas especiales sin la ayuda de los maestros de apoyo.

El trabajo de cada ciencia dota a los especialistas de trabajar en conjunto bajo la


mirada deontológica, puesto que el psicólogo también puede educar con bases en
el deber hacer, como especialista puede generar un ambiente óptimo de trabajo,
de sanación y terapéutico. Por tanto, como se lee al principio en el epígrafe de
Michael Cole y Kunio Wakai, la psicología es el cúmulo de técnicas para alcanzar
la enseñanza, al que a título personal le agregaría bajo un enfoque ligado a la
deontología…
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