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ENTREVISTA
UNA APROXIMACIÓN COGNITIVA
EN LA REHABILITACIÓN DE LA AFASIA.
ENTREVISTA CON RUTH LESSER
Por O. Juncos Rabadán
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Facultad de Psicología. Universidad de Santiago de Compostela.
INTRODUCCIÓN
R
uth Lesser, profesora y directora del Depart-
ment of Speech de la Universidad de New-
castle upon Tyne en el Reino Unido, es una
de las personalidades europeas que más han destaca-
do por sus trabajos teóricos y por su dedicación aca-
démica en el campo de la afasiología.
En su investigación sobre la afasia se ha distinguido
por impulsar una corriente que podríamos llamar psi-
colingüística, incorporando los avances de la psicolo-
gía cognitiva al estudio y a la rehabilitación de los su-
jetos con lesiones cerebrales. Entre sus numerosos tra-
bajos tenemos que señalar su libro traducido al español
Investigaciones lingüísticas sobre la afasia, y sus re-
cientes contribuciones en las obras Cognitive Approa-
ches in Neuropsychological Rehabilitation. Neuropsy-
chology and Neurolinguistics (Lesser, 1989). An Ency-
clopedia of Language (Lesser, 1990) y PALPA.
Psycholinguistic Assessments of Language Processing
in Aphasia (Kay, Lesser y Coltheart, 1992).
Ha impulsado desde hace años los estudios de Lo-
gopedia en el Reino Unido y es miembro del equipo
consultor del Consejo de Europa para el estudio de la
educación en patología del lenguaje en Europa. Ac-
tualmente dirige, conjuntamente con Yvan Lebrun, el
Master Europeo en Neuropsicolingüística que es un
medio de formar a profesionales psicólogos, logope-
das y médicos en este campo y que se celebra en las
Universidades de Newcastle upon Tyne (Reino Uni-
do) y la Vrije Universiteit de Bruselas (Bélgica).
Esta entrevista fue realizada durante su participa-
ción en la Reunión del Comité de la Afasia de la Aso-
ciación Internacional de Logopedia y Foniatría cele-
brada en Montreal (junio de 1991). Con su amabilidad
característica se brindó a dirigirse a todos los logope-
das españoles que trabajan en el campo de la afasia.
Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. XII, n.º 4 (243-248), 1992
ENTREVISTA
Creo que sería una buena idea empezar la entre-
vista hablando un poco sobre el tipo de formación
de los logopedas ingleses para que podamos compa-
rar con la que se ofrece en España y otros países.
En el Reino Unido la formación de los logopedas
(speech language therapists) puede darse a dos niveles:
graduado y postgraduado. La mayoría de los cursos
son de cuatro años y terminan con un diploma de gra-
do que es un buen nivel estándar. Todos los cursos se
imparten en las Universidades o Politécnicos, o son
convalidados de alguna manera por la Universidad.
Hay cuatro cursos de graduado que se pueden hacer en
tres años académicos (dos en Escocia y dos en Ingla-
terra). Uno de estos cursos, de cuatro años, es una li-
cenciatura que también conduce a una licenciatura en
Psicología. Este curso, actualmente es único y se im-
parte en la Universidad de Newcastle upon Tyne. Los
cursos de Postgrado, que están abiertos a personas que
tienen ya el Grado en otras especialidades, se puede
realizar en dos años. En la actualidad hay cinco: dos en
Londres que terminan un título de Diploma y tres en
las Universidades de Newcastle upon Tyne, Reading y
Sheffield que terminan con un título de Master.
Los cursos están acreditados por el Colegio Britá-
nico de Terapeutas del habla y del lenguaje, que tie-
ne competencias, concedidas por el Gobierno, para
aprobar la educación y formación en este campo. Los
terapeutas sólo pueden trabajar en el Servicio de Sa-
lud Nacional (National Health Service) si han apro-
bado los cursos que conducen a las titulaciones apro-
badas por el Colegio. El colegio existe documenta-
ción completa de todos los cursos cada cinco años y
realiza inspecciones periódicas de los mismos.
Todos los cursos incorporan prácticas clínicas. In-
corporan también una buena formación teórica en
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ENTREVISTA
Lingüística, Psicología y temas básicos de Medicina.
Pero su núcleo central es la especialización en tras-
tornos de la comunicación.
Por lo tanto, yo creo que la educación de los tera-
peutas del lenguaje en el Reino Unido, y utilizo el
término educación en sentido amplio para incluir tan-
to los elementos de aprendizaje como los de desarro-
llo del individuo como científico, está razonablemen-
te avanzada en R.U., con unas promociones de tera-
peutas que son capaces de reflexionar sobre lo que
están haciendo y de aplicar la teoría a la práctica.
¿Hay en el Reino Unido algún tipo de formación
especializada para los logopedas que se van a dedi-
car a la recuperación de los afásicos?
Bien, lo que hay son elementos de formación rela-
cionados con la afasia en toda la educación. Todos los
cursos ofrecen a los estudiantes algún tipo de expe-
riencia en el trabajo con pacientes con trastornos neu-
rológicos, incluyendo, naturalmente, los afásicos. Hay
algunos cursos de especialización, de postgrado, uno
de ellos en afasia, y hay algunas oportunidades para te-
rapeuts del lenguaje que han estado trabajando en otros
campos y que quieren especializarse como terapeutas
de afasia, de realizar cursos adicionales especializados
en afasia, o incluso unirse a grupos que trabajan en
afasia, de los cuales hay una red por todo el país.
Por lo tanto, hay varias formas por las que todo
aquel que trabaje como terapeuta del lenguaje, y sea
un terapeuta cualificado, pueda adquirir una forma-
ción particular y en muchos campos, ciertamente la
afasia es uno de ellos. Y en Newcastle, tenemos,
para darte un ejemplo, lo que llamamos un Certifi-
cado de Formación Profesional Superior en Lengua-
je (Certificate in Further Professional Studies in Spe-
ech) que está abierto a terapeutas del lenguaje cuali-
ficados que quieren actualizarse en cualquier campo
que les guste. Entonces, vienen y hacen un curso a
tiempo parcial con nosotros mientras siguen traba-
jando como terapeutas del lenguaje, y pueden asistir
a clases concertadas y al final salen con un certifica-
do que les da la oportunidad de desarrollar sus habi-
lidades en ese campo particular.
También tenemos el Master Europeo en Neuropsi-
colingüística, estrechamente relacionado con el traba-
jo en Afasia, que es realizado conjuntamente con la
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Universidad Urije de Bruselas en cooperación con
Yvan Lebrun. Esto es un aspecto nuevo, muy intere-
sante. Su especial interés para los terapeutas del len-
guaje es que muchas de las clases son impartids por
neuropsicólogos clínicos, permitiendo a los terapeutas
del lenguaje no sólo desarrollar un interés particular
en la afasia, sino contemplarla desde una perspectiva
más amplia. Una perspectiva de psicología clínica,
que permit una visión no restrictiva del cerebro y que
contemple funciones como la memoria, praxis, per-
cepción, planificación, etc. Esto es sólo un ejemplo de
las oportunidades que existen de postespecialización.
Has hablado en la Reunión de dos orientaciones
o líneas en Terapia de la Afasia: una más clínica y
otras más psicológica o psicolingüística. ¿Cuáles
son las implicaciones más importantes de la orien-
tación psicológica?
Bien, la situación en Gran Bretaña es que hay
muy pocos neurólogos que tengan una especializa-
ción particular en Afasia, o que hagan de ella su
principal foco de interés. Yo creo que se puede decir
sin faltar a la verdad que no hay ninguno que tenga
la Afasia como eje central de su trabajo.
También tenemos en Gran Bretaña, en la actualidad,
limitaciones económicas en el tiempo que se puede de-
dicar a los pacientes afásicos. Entonces, los profesio-
nales de la Logopedia desarrollan un cierto tipo de au-
tonomía en el trabajo con pacientes que ni es ayudada
ni entorpecida trabajando en un contexto neurológico.
No hay centros de investigación neurológica. Se está
trabajando mucho, pero se está haciendo predominan-
temente por parte de psicólogos cognitivos, terapeutas
del lenguaje y lingüistas que forman equipo, en el que
casi nunca hay implicados médicos. Yo creo que esto
no es una seria desventaja de cara a la rehabilitación de
la afasia. Pienso que debemos plantearnos la cuestión
más importante acerca de la naturaleza del lenguaje,
de cómo se altera en el paciente, en los aspectos psi-
cológicos de la rehabilitación.
Hay otras preguntas, naturalmente, que no se pue-
den contestar dentro de ese paradigma, si no se tiene
información de tipo médico, si no se tiene un TAC,
etc. Lo que no se puede hacer es establecer una co-
nexión entre las alteraciones en la conducta de un pa-
ciente y su base neurológica. Y en la actualidad, en el
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estado actual del conocimiento sobre el tema, no es-
toy segura de que eso sea un serio inconveniente,
desde el punto de vista de la rehabilitación de pa-
cientes afásicos. Sería deseable e interesante tener in-
formación neurológica adicional, pero sin ella se pue-
de hacer un programa de intervención, y esto es lo
que está sucediendo en la práctica en el Reino Unido.
¿Crees que puede ser útil una integración entre
las dos orientaciones, entre la orientación clínica y
la orientación cognitiva, especialmente si considera-
mos que el trabajo en rehabilitación de la afasia ha
de ser realizado por un equipo, en el que participen
neurólogos, psicólogos y logopedas?
Naturalmente, pienso que sería extraordinariamente
útil. Creo que poder trabajar juntos es muy importante
para los lingüistas, psicólogos, neurólogos y, especial-
mente para los terapeutas del lenguaje. Lo que suele
suceder, si se consigue ese tipo de acuerdo, es que en-
seguida emerge una especie de dominio en la jerarquía,
que suele ser el médico, supongamos que es un hom-
bre y la terapeuta una mujer, el que tiende a sentirse lí-
der del equipo y a imponer una línea neurológica en él.
Ahora bien, la realidad es que muchos médicos no
tienen tiempo para estudiar el lenguaje, para estudiar
lingüística, para estudiar Psicología, y los que son ex-
pertos en este campo y combinan elementos proce-
dentes de todas aquellas áreas y los aplican a la tera-
pia, son los terapeutas del lenguaje o logopedas. Por
lo tanto, yo creo que sería extremadamente útil una
orientación de equipo, siempre que no esté constreñi-
da por la dominación médica que suele darse en algu-
nos países. Sospecho que eso podría suceder en Gran
Bretaña con los médicos que están interesados en la
Afasia. Suele ocurrir en otros campos, con gente que
trabaja con niños, pediatras y así, y suelen creer que
el personal médico son los directores apropiados de
un cuadro de personal que, naturalmente puede ser
muy apropiado en algún contexto, pero no creo que lo
sea en los trastornos del lenguaje, porque los médicos
no tienen el tiempo suficiente en su formación para
adquirir los conocimientos necesarios, a no ser que
tengan una especialización médica y adquieran una
cualificación en terapia del lenguaje, lo cual es muy
raro aunque puede suceder. Tenemos una médica que
está haciendo actualmente un curso de terapia del len-
guaje, por lo tanto será una médica cualificada y ade-
más una terapeuta del lenguaje cualificada.
En relación con esto, tú has roto, con tu orienta-
ción y con tu práctica, la separación entre investi-
gación y aplicación, porque piensas que la rehabili-
tación de cada pacientes es un mini ejercicio de in-
vestigación. ¿Podrías explicar este tema? ¿No crees
que es muy importante para la práctica en la reha-
bilitación de la afasia?
Claro que lo es. Por eso creo que es importante al-
gún tipo de preparación en investigación en la for-
mación básica de los terapeutas del lenguaje. Cuan-
do te encuentras delante de un paciente afásico no
hay soluciones claras, lo que haces a partir de tu eva-
luación inicial es establecer una hipótesis acerca de
lo que crees que son las alteraciones del paciente. Y
no hay soluciones simples para esto; no es como una
receta médica. Todavía no conocemos suficiente
acerca de la afasia para poder dar una respuesta cla-
ra a la mayoría de las preguntas que tenemos que
contestar. A partir de lo que conoces por tu especia-
lización, a aprtir de tu formación básica, a partir de
la experiencia que has acumulado con otros pacien-
tes, estableces una hipótesis sobre cuáles pueden ser
los elementos críticos de las alteraciones de esa per-
sona. Necesitas comprobarlo, necesitas una investi-
gación encaminada a poder comprobarlo. Necesitar
saber cómo crear un diseño mini-experimental que te
permita decir: «¡Ah, estaba en lo cierto!», cuando se
confiram tu hipótesis; o «¡No, estaba equivocado!,
necesito revisar mi hipótesis e intentar un camino di-
ferente». Es decir, necesitas esta especie de habilidad
básica (saber hacer básico). Es hacer un sencillo di-
seño experimental que tiene una aplicación clínica.
Todos los cursos de Diplomatura o Licenciatura
de especialización en terapia del lenguaje en el Rei-
no Unido incluyen un componente de investigación
como parte de la formación básica de un terapeuta.
Por lo tanto, y en este sentido un terapeuta es un
elemento importante para la evaluación de la afasia,
no sólo un técnico para hacer la rehabilitación. Es
un elemento clave para el estudio del caso.
Absolutamente, el sistema no es que un individuo
pueda diagnosticar el problema, prescribir el remedio,
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ENTREVISTA
recetar las pastillas y dejar que alguien las suministre.
No es éste el sistema. Es a través de la interacción, es
formulando hipótesis, revisándolas y ajustándolas. Uno
debe estar siempre constantemente evaluando y revi-
sando. Esto forma parte de la intervención que uno
hace. Hay una parte limitada del tratamiento que pue-
de ser realizada con eficacia por otra gente, familiares,
voluntarios, por gente que no tiene la formación tera-
peuta de la afasia. Pero el terapeuta de afasia necesita
estar constantemente implicado en comprobar, en revi-
sar aunque otros también colaboren en los ejercicios.
Es importante para los propios terapeutas estar impli-
cados constante y activamente en lo que está sucedien-
do. El modelo médico, en mi opinión, no es apropiado.
Porque en el modelo médico hay un informe diag-
nóstico y nada más.
Sí, sí. Tú haces el diagnóstico e inmediatamente bus-
cas los medicamentos que son apropiados a ese diag-
nóstico. El trabajo ha sido hecho para mostrar que en la
mayoría de los casos, pero no en todos los casos, éste
es eficaz. Y probablemente la medicina podría hacer
muchas hipótesis con un trabajo más interactivo de lo
que hace, y esto es una cuestión de premura de tiempo.
Para la mayoría de la gente el medicamento apropiado
puede irle bien a su enfermedad. Pero no para todo el
mundo. Pero tú no puedes hacer eso con la afasia.
En la Reunión hemos hablado de la eficacia dd
diferentes técnicas y métodos en el tratamiento de la
afasia. ¿Qué relación hay entre el estudio de casos y
el uso de técnicas? A veces mucha gente cree que la
parte más importante del tratamiento es el uso de
unas u otras técnicas.
Bien, una técnica es sólo un medio para conseguir
un fin, cualquiera que se use, ordenadores, material
impreso, cualquiera que se use. Es importante, es fun-
damental, yo creo, relacionar cualquier método o téc-
nica que se use con alguna base teórica. Así uno pue-
de saber por qué hace lo que está haciendo con un de-
terminado paciente, y uno tiene justificaciones para
pensar que una determinada técnica es apropiada en un
momento determinado para un paciente determinado.
Como tú sabes estoy intentando construir un mode-
lo detallado sobre las alteraciones de la denomina-
ción, que propone como punto de partida que se pue-
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den distinguir un gran número de subtipos de proble-
mas que pueden manifestarse en los típicos tests de
denominación como alteraciones similares. Puedes te-
ner pacientes que pueden puntuar, digamos, un 20%,
30% en el Test de Denominación de Boston, o en
cualquier otro test que tú quieras. Y tú puedes obser-
var a estos pacientes, y a partir de diferentes observa-
ciones que hagas, usando un modelo psicolingüístico,
puedes inferir de que una alteración básica subyace a
diferentes niveles. Y parece fundamental, si vas a lle-
var a cabo una terapia de las alteraciones, que sepas a
qué nivel un paciente determinado está teniendo el
problema. Así no perderás el tiempo con una terapia a
un nivel inapropiado en el que no existe alteración.
Es decir, que si tienes un modelo teórico puedes
usar fructíferamente una técnica o un método tera-
péutico. Es necesario tener una explicación teórica
de los síntomas.
Eso es. Y no estoy diciendo que el modelo teórico
sea perfecto o que esté totalmente justificado. Una de
las ventajas de este enfoque sobre la terapia de la afa-
sia es que los resultados de la terapia, que ha sido or-
ganizada en base a este modelo, pueden actuar sobre el
mismo modelo reajustándolo. Si descubres que tu
diagnóstico de las alteraciones del paciente ha sido he-
cho a un nivel determinado y has inferido que la tera-
pia programada para recuperar ese nivel ha de ser efec-
tiva, si no lo es, una de las preguntas que debes hacer-
te es si tu modelo sería incorrecto, o lo sería la terapia,
o ha habido otras razones por las que el paciente no
respondió; por ejemplo puede haber tenido otras lesio-
nes no detectadas, u otras múltiples posibilidades. Pero
se pueden utilizar los resultados de la intervención
para corregir el modelo y prácticamente no se ha he-
cho nada en esta línea. Una cuestión muy interesante
sobre esto es la generalización que se produce. Si es-
tás aplicando una terapia que tú consideras que está
sólo enfocada a tu objetivo concreto en la terapia y te
encuentras con que se ha generalizado a alguna otra
cosa, tienes entonces una información muy preciosa
sobre cómo puede estar organizado el sistema del len-
guaje. Entonces tienes que explicar la generalización o
la falta de generalización y predecir cuándo ocurrirá.
Como ves, estamos sólo en el comienzo de temas tan
excitantes a través de la terapia de la afasia.
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Ahora tú estas trabajando en un modelo sobre la
denominación. En este caso particular, ¿se ha con-
trastado ya el modelo?
Bien, en el estadio de desarrollo de esta línea de
investigación hay pocos estudios de casos, que pue-
den demostrar estadísticamente que en esos casos
particulares la intervención que fue usada fue efecti-
va, y que no era imputable a la recuperación espon-
tánea, a efectos placebo o al mero hecho del interés
del terapeuta. Hay evidencias de que había determi-
nadas conductas que se trabajaron que mejoraron y
otras que no se trabajaron y no mejoraron. Por lo
tanto hay una serie de diseños de estudio de casos
que pueden ser aplicados y que mostraron que en de-
terminados casos la terapia era efectiva. Y lo que yo
espero poder ver es que con una buena formación en
investigación esta línea pase a formar parte de la
práctica clínica es un amplio número de estudio de
casos que sean descritos en términos psicolingüísti-
cos demostrando que fue útil para tal paciente, pero
no para tal otro.
Así, a partir de la compilación de datos pueden
emerger reglas que ayudarán a los terapeutas a mejo-
rar su conocimiento para poder programar la terapia de
una forma más certera en el futuro. Esto seguirá avan-
zando y mejorando. Toda esta información está en la
clínica, los terapeutas del lenguaje lo han estado ha-
ciendo durante años; las técnicas que han estado usan-
do, las técnicas de computador y la tecnología de dis-
co compacto, y todas las demás que se han usado du-
rante muchos, muchos años. Es decir, está ahí y ha
sido desaprovechado porque no se ha hecho de mane-
ra que pueda ser aplicado a otros casos. Es muy poco
lo que se necesita, solamente un cambio en la actitud
mental de los terapeutas, mejor formación, mayor con-
fianza en el uso de técnicas sencillas de investigación.
Podemos empezar extrayendo y usando esos datos que
tienen ya un potencial para confirmar, revisar nuestras
hipótesis acerca de lo que es efectivo para determina-
dos problemas de afasia.
¿Te gustaría decir algo más a los logopedas es-
pañoles?
Me gustaría decir sólo una cosa, ya que hemos es-
tado hablando sólo de los modelos psicolingüísticos
o modelos cognitivos del lenguaje, que estoy em-
pleando como sinónimos en este contexto, y que es
sólo una pequeña parte de la intervención. La comu-
nicación funcional, los aspectos pragmáticos son
muy importantes. Debemos poner en relación lo que
hacemos con el contexto funcional, tenemos que ha-
cer mucho trabajo sobre análisis de conversación en-
tre pacientes y sus compañeros o familiares, prestan-
do más atención a las consecuencias. Por ejemplo,
ya que hemos hablado de la denominación, de un
problema con el recuerdo de los nombres en un con-
texto de la vida diaria. La clase de errores que pue-
den producirse, tales como la dificultad para encon-
trar los nombres, se traduce obviamente en pausas.
Por definición las pausas tienen una interpretación
sociolingüística diferente: si tú me planteas una pre-
gunta y yo tardo en contestar, se puede interpretar
como que tiene una especial implicación. De hecho
la implicación sería que yo no estoy interesada o que
no entiendo la pregunta. Puede ser interpretado
como un rechazo. Ahora bien, si el paciente afásico
hace una pausa, un oyente no enterado del problema
puede malinterpretar el significado de esa pausa, y
esto se manifiesta en el análisis de la conversación,
no sólo con los familiares, sino incluso con algunos
estudiantes de Logopedia. Malinterpretan al pacien-
te afásico, porque aplican las reglas normales de los
intercambios en la conversación. Y realmente no ha
sido suficientemente estudiado el conjunto de pro-
blemas que produce la afasia a un nivel de inter-
acción conversacional.
Por lo tanto es necesario enlazar la interpretación
psicolingüística de las alteraciones del paciente con
sus consecuencias en la vida real y ampliar la terapia
que se está haciendo desde la terapia del lenguaje di-
recta a lo que se puede llamar dominio de principios
para aconsejar a los familiares sobre las incompren-
siones que pueden ocurrir y sobre las estrategias que
pueden utilizar para evitarlas, y ayudar al paciente,
corregirle, enseñarle a autocorregirse y así. Así, aho-
ra estamos teniendo en cuenta muchos detalles de
esto como un aspecto complementario de la terapia
que es naturalmente muy importante.
Uno de estos aspectos es la situación personal y
familiar del paciente.
Absolutamente.
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ENTREVISTA
En este sentido, ¿hay algunas experiencias en Gran
Bretaña para implicar a las familias en la terapia?
Sí hay muchas. Se hace mucho trabajo por medio de
la familia. Si consideras la afasia como un problema
de comunicación, tratar al paciente afásico es tratar
sólo un aspecto del problema de comunicación. Para
poder comunicar se necesitan por lo menos dos perso-
nas. Así, se puede argumentar, como bastante gente ha
hecho, que se puede ser eficaz en mejorar la comuni-
cación de un paciente afásico trabajando sólo con su
interlocutor habitual. No pretendo ser tan extremista
pero considero incuestionable que la persona que cui-
da habitualmente a un afásico es muy importante en el
programa de rehabilitación. No sólo como alguien que
puede ayudar a realizar un determinado ejercicio, que
se propone al paciente como «deberes», sino, como un
estimulador de la comunicación. Alguien que puede
ayudar en proporcionar estrategias, alguien que puede
observar en detalle, si está adecuadamente preparado,
justo lo que el paciente hace en casa en un contexto
que no es accesible al terapeuta del lenguaje.
Ahora como parte de los ejercicios de formación
para los estudiantes, nos gustaría que todos ellos hicie-
sen como mínimo una visita domiciliaria al paciente.
Así tendrían una visión más realista del paciente como
persona, no tanto como un paciente, sino como miem-
bro de la sociedad, alguien que tiene sus propios inte-
reses y demás. Y ver también a la persona interactuan-
do en casa con su cuidado es principal. Yo creo que
esto es una parte muy importante de la terapia de la
afasia que se olvida a menudo en la clínica por razo-
nes prácticas, porque se necesita tiempo para hacerlo.
Al final de la rehabilitación, cuando el terapeuta
ha acabado la terapia, ¿qué sucede con los pacien-
tes afásicos que son crónicos, que no se pueden in-
tegrar en la sociedad, en sus trabajos?
Te refieres a la población de más edad donde no hay
esperanzas de reintegrarse al trabajo, por lo menos a un
puesto de trabajo de gran exigencia. En Newcastle y
también en otros lugares del país, hemos creado un sis-
tema de grupos de apoyo y de Clubs del lenguaje para
lesionados («Speech after stroke clubs») como les lla-
mamos en Newcastle. Tenemos un amplio número de
ellos que fueron creados inicialmente por terapeutas del
lenguaje junto con voluntarios, y ahora están llevados
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totalmente por voluntarios, pero con alguna formación
en terapia del lenguaje. Por ejemplo no acepta a nadie
para participar en un Club a menos que haya pasado a
través del terapeuta del lenguaje. Así alguien puede en-
trar como miembro de un Club con la adecuada orien-
tación acerca de lo que se puede esperar de los pacien-
tes, cuáles son sus problemas, qué tipo de actividades
sociales, juegos o excursiones les gustan, etc. Obvia-
mente no todos los pacientes pueden hacer esto ni a to-
dos les gusta lo mismo. Pero el que entra en un Club se
beneficia de todo esto. Sus familiares también se bene-
fician. Les permite un día libre a la semana. El pacien-
te tiene otro desahogo. Les proporciona otro tema de
conversación cuando vuelven a casa, porque normal-
mente son personas que no salen mucho. Y van al club
y participan en actividades, quizá tengan una excursión
a la playa o algo así, y es todo un acontecimiento. Les
proporciona un contexto para la comunicación.
Hay excelentes y diversas maneras de incidir so-
bre este problema, pero yo no excluiría de ningún
modo los intentos de ofrecer terapia durante algun-
so años a partir del momento de instaurarse la le-
sión. Varios estudios sobre la afasia han cogido su-
jetos con dos años, cuatro o incluso ocho años de
postlesión, aunque se ha asumido que realmente van
a progresar muy poco en la recuperación. Con los
nuevos métodos analíticos que tenemos a nuestra
disposición se puede demostrar que incluso en ese
estadio se puede conseguir un grado significativo de
recuperación que sea funcionalmente útil para el pa-
ciente.
BIBLIOGRAFÍA
Kay, J., Lesser, R., y Colthear, M.: PALPA Psycholinguistic
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N. J.: LEA. 1992.
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