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Comprensión del sujeto virtual a través de un análisis hermenéutico en una comunidad virtual

Esteban Cerón Garrido. Universidad de Monterrey.

Resumen:
La comprensión e interpretación, el lenguaje, el Otro y la virtualidad son los temas que enlazo a raíz de la
pregunta: ¿es posible comprender al Otro en un contexto virtual como la blogósfera? Estudio a
Gadamer(2000) quien otorga una metodología del lenguaje para comprender cuando autor y lector
pertenecen a diferentes tradiciones, es decir, los separa la distancia histórica y temporal. Esa metodología
del lenguaje la aplico a un blog que hice para este estudio: http://posmopolis.blogspot.com El presente texto
da cuenta de los resultados y observaciones que responden la pregunta inicial que planteo.

Palabras clave:
Lenguaje, comprensión, otredad y virtualidad.

La idea y noción que tenemos de realidad está en un momento de ajuste, es decir, de transición en la
relación con el Otro. ¿Qué y dónde se realiza ese cambio? Es el lenguaje, es decir, la manera en la que nos
relacionamos con los demás en el mundo. Todo giro tiene su origen en el lenguaje. Cuando nos olvidamos
de la palabra debemos voltear hacia ella y (re)valorarla para ser conscientes, o menos inconscientes, de tal
viraje.

Para ubicarse el ser tiende a colocar en categorías, desde la palabra, al mundo. Con ellas podemos
acceder a éste para que no sea abstracto y sí tangible, concreto, comprensible. Si hablamos de giros,
virajes, cambios lo hacemos para indicar que, en este momento, nos planteamos ¿qué es la realidad
cuando tenemos virtualidad, Internet, redes sociales y, más que ordenadores por operar, hay Otro que nos
habla y desea dialogar con nosotros? Esta pregunta puede resultar inquietante. Al menos para mí lo es,
además de ser apasionante. Pero falta ser, como lo dijimos, concretos. La pregunta que he planteado para
esta investigación, de la cual doy cuenta en esta ponencia, es: ¿es posible comprender al Otro en un
contexto virtual como la blogósfera? Las respuestas las busco desde la hermenéutica. En este ejercicio
partode lo ajeno, desconocido o abstracto: el Otro virtual, un blog; y hago un trazo para ir a lo claro y poder
comprender a un sujeto que ya es familiar.

El ser es lenguaje, se relaciona en el mundo y con el Otro en el lenguaje. Gadamer (1998) propone una
metodología en el lenguaje: ser conscientes de que autor y lector pertenecen a tradiciones históricas donde
la distancia no es un abismo insuperable. Es un desplazamiento de horizontes: el lector asiste al horizonte
del autor para entenderlo y mejorar sus argumentos. Al desplazarse tiene prejuicios con los que asiste a la
lectura del Otro, quien también tiene prejuicios. Ellos son sometidos a una evaluación para, al superarlos,
entenderse en la cosa, en el asunto y acudir a una fusión de horizontes de significatividad.

El referente empírico del estudio es un blog, una comunidad virtual. Rheingold (1996) define comunidad
virtual como aquellos agregados sociales que, surgidos de la red, sostienen discusiones públicas durante un
tiempo determinado. En este sentido vemos al blog, pero maticemos un par de características que observan
Nacht (2006), Bruguera (2007) y Cervera (2008) respecto a dicho espacio en particular: sistema de gestión
de contenido personal o colectivo con un grado simple para su uso y la publicación de dicho contenido.
Respecto a una definición conceptual veo en el blog, o bitácoras personales, un espacio para la
comunicación que, según Estalella (2008), son espacios para la comunicación donde se desarrollan nuevas
formas de sociabilidad gracias a la interconectividad entre usuarios. Si el blog puede ser espacio para la
comunicación entonces puede ser lugar para desarrollar la palabra. Por lo tanto hago una relación más: la
palabra con el cuerpo y éste con el sujeto y el Otro. Gracias a este medio, la palabra (representante, huella
o marca del cuerpo) se presenta al mismo tiempo en diferentes lugares antes diversos lectores, o como
afirma Calefato (2005) se disloca y fluctúa.

A grandes rasgos la metodología que realizo para el estudio es la siguiente: es una investigación cualitativa
documental, descriptiva y de diagnóstico. Las fuentes de información provienen del referente empírico que
he creado: el blog y de las bitácoras personales de quienes son analizados. La información que he
documentado son textos que demuestran la interacción, a lo largo de un cierto periodo de tiempo, entre yo
mismo y los bloggers con los que logré establecer una relación. El procedimiento de recopilación de
información fue: escribí en el blog para este estudio a partir del 30 de julio del 2009 hasta el 24 de febrero
del 2010. Decidí determinar tal rango de tiempo por las características del medio y crear de cero una
comunidad virtual y no analizar una ajena por una cuestión hermenéutica: seguir la premisa de hacer propio
lo que inicialmente es extraño. Al tener la información suficiente para el estudio dividí el análisis en tres que
hacen referencia a la teoría de Gadamer: distancia histórica, prejuicios y entendimiento en la cosa. Cada
momento lo aplico en tres bloggers: Espérame en Siberia (http://esperameensiberia.blogspot.com); Enfant
(http://flash-back-tour.blogspot.com) y Gesto Dorado(http://rocesyexilios.blogspot.com). El blog desde donde
me conecto es Señor Posmópolis (http://posmopolis.blogspot.com). Por cuestiones de espacio presento
solo los resultados de la relación.

Distancia temporal e instantaneidad: relación entre Señor Posmópolis y Espérame en Siberia.


El primer momento de análisis es sobre la distancia temporal bajo el signo de la instantaneidad de
respuesta o retroalimentación (rasgo característico de los blogs). Una cuestión nos guía: ¿es posible tener
una conciencia hermenéutica bajo el sentido de la prontitud?

La conciencia hermenéutica es conciencia histórica: el texto a interpretar es suceso histórico donde el


hermeneuta lo interpreta sin los prejuicios de aquella época aunque, definitivamente, sí tiene sus prejuicios
y su subjetividad. En el sentido tradicional hay una distancia temporal entre la tradición del autor y del lector.
Un libro es un proyecto más finalizado que un blog: este último se construye día a día. El primero ha
permanecido en el tiempo. El libro es estable, la cultura, la tradición lo han sostenido. El blog puede
desaparecer, los lazos que ahí se forman son frágiles. Este medio permite acumular seguidores y
comentarios visibles a toda una comunidad en cuestión de segundos.

Gestionar un blog y comprender son desarrollos ubicados en la temporalidad, pero obedecen a ritmos
diferentes: el primero requiere de la publicación y participación diaria, continua. La comprensión es un
proyecto que requiere amplitud en el tiempo. El fin de la gestión puede no ir hacia la comprensión, sino en
sumar participaciones (posts) o participantes (bloggers). La inmediatez permite que, en un día, los blogs
tengan 30 participaciones y por ello, en apariencia, sea un espacio con vida. Sin embargo la inmediatez no
conduce a la comprensión: la primera guarda relación con la intermitencia, es decir, con posts, diálogos que
no se enlazan con los siguientes, no forman diálogos ligados entre sí al ser, en ocasiones, huellas breves,
saludos donde el objetivo es notificar que se está presente. La distancia temporal, en lo inmediato, otorga la
ventaja de que pasa poco tiempo para saber del Otro, es decir, está al alcance y hay una suma de diálogos
que, de enlazarse correctamente, conducen a un diálogo vivo encadenado, articulado. La rapidez del medio
no es un abismo que nos consuma siempre y cuando tenga el sostén de la continuidad y no de la
intermitencia.

Prejuicios. Relación entre Señor Posmópolis y Enfant. El caso de Enfant (http://flash-back-


tour.blogspot.com) es adecuado para ver la manifestación del prejuicio debido a que marca la diferencia
entre dos estilos narrativos diferentes. ¿Los estilos, es decir la intención o el sentido del texto, se tocan en
algún momento? Si se manifiestan prejuicios ¿existe una superación de éstos? Cuando Enfant inició a
escribir en el blog lo hizo para participar desde su posición de lenguaje, con sus palabras, su sentido propio.
En sus textos escribía la palabra “Posmópolis” uniéndolas a palabras propias de él: revolución, guerrilla.
Ejemplo de ello es que en gran parte de sus posts firma como “Ministro del Sector Químico de Posmópolis”
(personaje ideado por él mismo para participar en nuestro blog) y en una ocasión escribió: “Posmópolis o
Muerte”. Al tratar de acercarse a nuestro sentido su intención no encajaba del todo con la nuestra. Sin
embargo hay momentos en los que sí: llamar a Posmópolis “La Posmo”, ello implica apropiarse de una
palabra y darle un matiz personal.

Para Gadamer (1995) el prejuicio es un juicio o conocimiento adelantado que, antes de su evaluación
definitiva, tiene que convalidarse en las cosas, en la lectura o diálogo. En el contexto del blog observamos
que hay una depuración de prejuicios, las palabras, ideas o nociones se acercaron cada vez más, el uno y
el Otro resultan menos ajenos conforme pasa el tiempo. Esto significa que no hay una superación definitiva
de prejuicios: el lenguaje tiene carácter aproximativo, es decir no busca verdades, sino producir sentidos. Al
realizar ello nos ubicamos en un proceso de avances significativos y de retrocesos. Sin embargo que no se
superen absolutamente no es una pérdida en el sentido hermenéutico: de eliminarlos no habría más por
interpretar, motivos para visitar un blog, comentar, anotar, dialogar. La ganancia es que puede existir esta
dirección: ser menos ajenos y entonces más propios en el sentido de familiaridad para lograr entendernos
en el asunto más allá de estilos narrativos. En ese momento iluminamos, abrimos, un punto de la
comprensión, un espacio del lenguaje. Sin embargo, el resto queda oscuro, (semi)cerrado, por cuestionar,
descubrir y de ahí nuevos prejuicios.

Entenderse en la cosa. Relación entre Señor Posmópolis y Complicidad del Roce. El último punto de la
aplicación hermenéutica es entenderse en la cosa, es decir ganar un horizonte de significatividad y aplicarlo
a nuestra existencia. Al interpretar y comprender sucede un desplazamiento cuando leemos un texto: el
hermenéuta se dirige a un horizonte de significatividad que no es, aún, suyo. Recordemos el papel de los
prejuicios y de la distancia histórica. En ese recorrido el intérprete lleva consigo opiniones previas y
expectativas de sentido. Carga con sus prejuicios al leer un texto o al dialogar con el Otro. En ese recorrido,
quien desea comprender lo hace hacia la perspectiva bajo la cual el autor ha ganado su opinión para
reforzar esos argumentos. Cuando vamos a dicho horizonte guiamos la mirada hacia la cosa misma, es
decir, hacia el sentido del texto. Ir a la cosa, en la hermenéutica, es la tarea primera, constante y última.
Para entenderse en el asunto del texto, el intérprete tiene que estar dispuesto a dejarse decir algo por el
escrito o por el horizonte de significatividad del Otro.

En este momento analizamos al blogger Complicidad del Roce (http://rocesyexilios.blogspot.com). En el


origen de la relación hay una asistencia mutua hacia un horizonte en particular: la escritura como sutura de
una fisura. Los primeros posts trataron sobre ese punto. Sin embargo no significa que a lo largo del
intercambio ése fuera a ser el tema. Así como el lenguaje gira, la mirada hacia asuntos particulares puede
cambiar. Coincidir de inicio en la cosa no basta. Por ello indicamos que en origen el intercambio de palabras
fue hacia un punto en especial. Sin embargo lo que evaluamos es una relación que sucedió durante un
tramo de tiempo. En el resto de dicho espacio, la relación empezó por ser intermitente, evanescente, con
una periodicidad inestable que provoca que los lazos que se establecen sean endebles. Entenderse en el
asunto no es algo que sucede en un parpadeo, instante o lapso. Es la primera, constante y última tarea de
la hermenéutica. Por lo tanto la evaluación de este caso debe partir de lo siguiente: ¿logramos sostenernos
en el entendimiento de la cosa en el lapso de tiempo que duró la interacción entre ambos bloggers? La
respuesta es negativa.

Al ser lo logramos captar en esos momentos breves, continuos o discontinuos, donde se manifiesta.
Aunque, en definitiva, entre más momentos de manifestación tengamos mayor será la oportunidad para
interpretarlo y comprenderlo. El lenguaje da señales incluso ahí donde el sujeto apareció fugazmente o en
intervalos de tiempo esporádicos. Para ejemplificar ello traigamos de vuelta un par de frases de Complicidad
del Roce: “escribir para suturar la herida” (escrita el 30 de septiembre) y, meses después, “el mar me
muerde el labio interior” (redactada el 19 de noviembre).Observamos que es un lenguaje relativo al tacto: la
herida real y el labio interior. Con estas señales del lenguaje podemos detectar qué nos dice el Otro y bajo
que sentido, sin embargo ¿comprenderlo? En parte sí: queda de manifiesto que, en cierto momento, un par
de sujetos virtuales miraron hacia una cosa en particular. Por otro lado, dicho momento debe enlazarse a
otros más de tal modo que el lazo entre los dos no sea frágil. Recordemos que la tarea inicial, constante y
última de la hermenéutica es ver hacia el mismo asunto. El ejemplo que hemos presentado trata de una
comprensión intermitente, inconclusa y fragmentada. La comprensión aspira a más: a su sostenimiento en
el tiempo y como factor que envuelve el intercambio de palabras entre sujetos virtuales, donde las señales,
más que ser manifestaciones esporádicas, se encadenen hacia un lenguaje formulado por los participantes.

Hasta aquí he presentado los resultados particulares de cada caso. Sin embargo falta responder a la
pregunta original: ¿es posible aprehender, es decir, comprender e interpretar al Otro desde una comunidad
virtual como la blogósfera? En inició pensé que responder sí o no podría ser una forma tajante de resolver
una duda ante el fenómeno que hasta aquí me ha ocupado. Mi deseo es, y ha sido, responder más allá de
la afirmación o negación, es decir, desarrollar las particularidades de la afirmación o las singularidades de la
negación.

¿Es posible aprehender, es decir, comprender e interpretar al Otro desde una comunidad virtual como la
blogósfera? Sí es posible. ¿Por qué es posible? Hagamos un último ejercicio hermenéutico para desarrollar
la afirmación. Hemos visto en los ejemplos que presentamos de las relaciones que logramos establecer con
motivo de este estudio, que en principio el intercambio de mensajes era breve, vago y dejaba poco sabor.
Ello es lógico y tiene sentido: ¿qué más podemos decir cuando algo nos es extraño? Sin embargo la
palabra existe, queda el registro de ella en el blog, y hay un esfuerzo o deseo por conocer al Otro día a día.
El blog permite que los bloggers compartan, pregunten, cuestionen, intercambien ideas, comentarios,
palabras. Son textos que circulan virtualmente y que con el tiempo hay una suma lo que produce un
desarrollo, es decir, una relación. En ese proceso observo que ser o texto, después del poco sabor inicial,
alcanzaron agarrarse de una palabra, es decir, de una razón que los ubica a ambos en un punto en
especial, compartido. El desarrollo, en este estudio, pese a haber quedado inconcluso en todos los casos
de análisis, muestra que hay una dirección cuyo origen fue lo ajeno y donde el destino fue lo familiar o lo
propio. Desconocido, aunque sea evidente, resulta ser aquello de lo que no sabemos nada, es decir, aquél
texto que me encuentro en un blog al que visito por primera vez y que me dice poco o nada. Familiar es
aquel ser o texto que puedo identificar después de una convivencia o intimación más o menos diaria o
frecuente. ¿Es en dicha familiaridad que se encuentra la aprehensión o la comprensión? No es una
comprensión definitiva: el lenguaje, al ser centro del ser y no ser una herramienta que resuelva problemas
técnicos, nos aproxima, nos acerca al conocimiento de un fenómeno en particular. Desde el lenguaje
siempre habrá razones para las cuales no se tengan palabras. Entonces el fenómeno, texto o ser quedan
abiertos, es decir, habrá siempre algo que se escape, una abertura donde haya siempre algo más por
comprender.

Entonces, ¿de qué hablo si no hay una aprehensión absoluta y definitiva? Debido a las características
técnicas del medio; a la instantaneidad e intermitencia de las participaciones; a que el ser puede conectarse
o desconectarse repentinamente porque no hay una noción de obligatoriedad para publicar o escribir, y
gracias a que la palabra no nos alcanza para dar un juicio total y definitivo respecto a un fenómeno en
especial, concluyo que hay momentos de comprensión. La comprensión no es un mapa uniforme, liso,
continuo. Ello no significa que sea un mapa que no se articule o que no sirva. Es un mapa de un fenómeno
donde iluminamos en un lugar en particular mientras que hay otros que permanecen obscuros. La
obscuridad es ese espacio donde el ser no se manifiesta o donde empezamos a escucharlo, a conocerlo. La
luminosidad es el lugar donde el ser se manifiesta. Dicho lugar que arroja luz es un momento de
comprensión y es ahí donde hermeneutas, bloggers, lectores, escritores, observadores y estudiosos
debemos poner atención porque implica que, en ese instante, la palabra nos habla y, por lo tanto, nos
aplicamos esa voz, eso que habla, a nosotros, a nuestra existencia. Cuando uno mismo y el otro se aplican
una palabra a su vida, nos encontramos ante un momento significativo.

Cuando hay un momento de comprensión significativo vencemos la idea posmoderna de un ser perdido,
fragmentado, que es difícil de ubicarlo porque no hay una materialidad física fija. Cuando dos seres
hablantes hablan, la palabra se sostiene porque ambos ven a la misma cosa y ahí logran un acuerdo en
común. Pese a que el sujeto virtual llega a ser, en ocasiones, intermitente, fragmentario y que los lazos que
establece con el Otro pueden llegar a ser frágiles, tiene momentos de comprensión que resultan
significativos. En una comprensión fragmentaria, pero no fragmentada, que logra articularse para establecer
diálogos y relaciones en la palabra en un contexto virtual. Si el deseo e intención es la comprensión hay un
soporte que anima y perdura una relación virtual en la blogósfera. De lo contrario la comunidad virtual tiene
el riesgo de caer en el vacío de acumular seguidores, del pasar y dejar comentarios breves cuya intención
es solamente dejar un testimonio de que ahí alguien estuvo, pasó y dejó un texto el cual no se enlaza a una
relación superior. Seguir implica no comprenderse debido a la fragilidad y de lo insípido que resulta el lazo.
Involucrarse nos dirige a una comprensión que día a día puede resignificarse, es decir, producir nuevos
sentidos. Si seguimos acumulamos seguidores, somos usuarios de un medio y no sujetos inmersos en una
comunicación. En este sentido la cuestión no es si somos sujetos reales o virtuales, presentes o ausentes,
presenciales o no presenciales. Podemos estar clasificados en cualquiera de dichas categorías, pero la
pregunta central reside en lo siguiente: ¿operamos el medio, el blog, o además de ello lo hacemos para un
fin aún mayor: entablar relaciones donde el Otro realmente importe, es decir, nos diga algo, le dejemos decir
algo y uno mismo le diga algo? El sujeto, al ubicarse en la comunidad virtual, es decir, en un lugar de la
palabra, tiene estas dos opciones: vivir en el lenguaje para escenificarse y ser presenciado, o proyectarse a
sí mismo pero buscando con otros proyectos y espacios comunes.

Bibliografía.

Bruguera, E. y Campás, J. (2007) El Hipertexto y los blogs. Barcelona: Editorial UOC.

Cervera, J. y Estalella, A. en Cerezo, J.M. (Comp.) (2008). La blogósfera hispana. España: Pioneros de la
Cultura Digital. Fundación France Telecom España.

Gadamer, H.G., (1995), Verdad y método., Salamanca: Sígueme.

Gadamer, H.G., (2000), Verdad y método II. Salamanca: Sígueme.

Nacht, R. (2006). Realty Blogging. Estados Unidos: McGraw Hill.

Rheingold, H. (1996), La comunidad virtual: una sociedad sin fronteras. Barcelona: Gedisa.

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