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Tratamiento de golpes deportivas

Las lesiones se producen al practicar un deporte de forma accidental o por una mala práctica
de ejercicio.También pueden ocurrir por una mala condición física.
Tenemos 2 tipos de lesiones:
- Traumáticas agudas. Ocurren repentinamente al hacer el ejercicio, normalmente se producen por un
golpe o una fuerza aislada. Pueden ser: fracturas, desgarros, contusiones…

- Traumáticas crónicas. No aparecen justo después de hacer el ejercicio sino a lo largo del tiempo. Se
suelen producir por malas técnicas repetitivas… Las más comunes son:

- Tendinitis
- Apifositis
- Codo de tenista
- Fracturas por sobrecargas

RHCE
El procedimiento estándar para prácticamente cualquier lesión deportiva. Cuyas siglas significan:

- R = Reposo, parar de realizar el ejercicio con el fin de no empeorar la lesión.


- H= Hielo, normalmente baja la inflamación.
- C= Compresión, corta hemorragias.
- E= Elevación, esto reduce la hinchazón.

TIPOS DE LESIONES DEPORTIVAS


Encontramos varias lesiones deportivas entre las que encontramos contracturas, desgarros, roturas,
luxaciones, contusiones…

CONTRACTURAS
Es una contracción involuntaria del musculo. Se producen instantáneamente, es permanente y
dolorosa.

CAUSAS
Sobresfuerzo, agotamiento, malas técnicas…
SINTOMAS
Dolor músculo tenso y endurecido.
TRATAMIENTO
Aplicar calor, estirar y masajear la zona afectada.
PREVENCIÓN
Calentar antes del ejercicio, no sobreesforzar, no dar incrementos bruscos de intensidad
TIRÓN, DESGARRO Y ROTURA FIBRILAR
Es siempre un exceso en la tensión de las fibras musculares. Se diferencian:
- TIRÓN: Excesiva tensión dolorosa pero sin demasiada importancia.
- DESGARRO: La tensión de las fibras ha llegado a romper parcialmente alguna de ellas.
- ROTURA FIBRILAR: La tensión ha roto parcial o completamente las fibras musculares.

CAUSAS
Contracciones violentas, estirones súbitos o una carga excesiva…
SINTOMAS
Dolor repentino, agudo e intenso, localizado, aparece un hematoma.
TRATAMIENTO
Dar frío, vendar, no masajear ni aplicar calor…
PREVENCIÓN
Calentar los músculos antes de entrenar, hidratarse mientras se realiza la actividad…

CALAMBRES
Contracción brusca del músculo de forma inconsciente y ocasional.

CAUSAS
Sobreesfuerzo, enfriamiento del músculo, gran intensidad, perdida de sales…
SINTOMAS
Dolor intenso y localizado
TRATAMIENTO
Interrumpir la actividad, masajear, estirar y dar movilidad a la zona.
PREVENCIÓN
Es ocasional y repentino, no hay prevención segura posible.

ESGUINCES
Rotura de las fibras de un ligamento. Tiene varios grados:
- GRADO I: Los ligamentos se destensan, su cura lleva de 2 a 3 semanas.
- GRADO II: Algunos ligamentos se han llegado a romper, su cura lleva de 3 a 6 semanas.
- GRADO III: Todos o la gran mayoría de los ligamentos se han roto, su cura conlleva mas de 8 semanas

CAUSAS
Torceduras, movimientos bruscos o malas caídas.
SINTOMAS
Dolor intenso, inflamación, hematoma…
TRATAMIENTO
Dar hielo, inmovilizar e ir al médico.
PREVENCIÓN
Llevar bien puesto el equipo deportivo, prestar atención…

LUXACIONES
Es la salida de un hueso de su lugar de asiento predefinido. Se denomina subluxación si es una salida
parcial.

CAUSAS
Mala caída, movimientos bruscos…
SINTOMAS
Fuertes dolores, hinchazón, posición antinatural…
TRATAMIENTO
Inmovilizar, aplicar hielo, no comprimir la zona ni moverla, acudir al médico y completar la
rehabilitación.
PREVENCIÓN
Utilizar bien el equipo deportivo.

FRACTURAS
Rotura o astillamiento de un hueso.

CAUSAS
Choques, golpes dirigidos, acciones violentas.
SINTOMAS
Inmovilidad, dolor intenso…
TRATAMIENTO
Acudir inmediatamente al médico, no mover, no atosigar al lesionado ni darle pomadas
PREVENCIÓN
No tiene prevención.

AGUJETAS
Dolor muscular después de una actividad física, o al rato de.

CAUSAS
Ejercitar el músculo por encima del nivel apropiado hará que el musculo genere ácido láctico que al
solidificarse se queda en forma de agujas pinchando el musculo.
SINTOMAS
Dolor o molestia en el músculo.
TRATAMIENTO
Hacer deporte de nuevo para fundirlas y que deje de doler o al cabo de un par de días se pasan solas, si
el dolor no es soportable se recomienda tomar alguna analgésico.
PREVENCIÓN
Evitar aumentos bruscos de intensidad.

TENDINITIS
Inflamación de un tendón. Está considerado como lesión grave.

CAUSAS
Calzado inapropiado, esfuerzos muy intensos y continuados, forzar tendones en exceso…
SINTOMAS
Dolor muy fuerte al mover la zona inflamada.
TRATAMIENTO
Evitar movimientos, aplicar frío, acudir al médico y seguir su tratamiento.

CONTUSIONES
Aplastamiento o rotura de vasos o capilares sanguíneos.

CAUSAS
Golpes violentos o puntuados.
SINTOMAS
Tensión en el musculo, dolor intenso.
TRATAMIENTO
Aplicar frío, vendar y dar pomadas específicas. Nunca masajear.

POR QUÉ SE LESIONAN LOS ATLETAS Las lesiones deportivas se pueden dividir en
tres grandes categorías, atendiendo a cómo se han producido: por contacto, cuando colabora
activamente otro deportista, antagonista o no del lesionado; por autoagresión, cuando es el
propio lesionado el que se lesiona, y por sobrecarga, cuando la lesión es debida a la
repetición cíclica de un gesto deportivo por encima de la capacidad resistiva de los tejidos
solicitados. Las dos primeras clases obedecen a un episodio en el que se dispensa alta
energía y dan pie a lesiones agudas, en tanto que las últimas ocurren después de un cierto
tiempo de práctica deportiva y suelen tener un fondo de cronicidad.1 Hay deportes que
favorecen la producción de lesiones de quienes los practican por la energía dispensada en el
mismo, por su violencia, o por la frecuencia e inevitabilidad del contacto.2,3 Hay que citar,
como ejemplos, el motociclismo, la equitación o el esquí, el boxeo y las diferentes
modalidades de lucha; también el baloncesto, en los que grandes masas entran en contacto
violento permanentemente. Además, puede haber también una cierta especificidad según
sexo en la causalidad de accidentes en un determinado deporte.3,4 En la figura 1 se
aprecian claramente esas diferencias, quedando clara la pasión con la que la mujer se ha
incorporado al mundo del fútbol, como ejemplo de deporte de contacto, donde incluso hay
mayor porcentaje de lesiones que entre los hombres.

CÓMO SE EVITAN LAS LESIONES Evidentemente, actuando antes de que puedan


producirse y no transgrediendo los límites del atleta en cuestión. Para ello, lo primero es
evaluar las facultades del deportista con objeto de adecuar convenientemente el nivel de
demandas al que va a ser sometido. Debe ser obligatorio un examen médico completo en
pretemporada, repitiéndolo, recomendablemente, a fin de pretemporada y a final de
temporada, como valoración del entrenamiento, y aún más si se efectúan cambios o
modificaciones en el mismo y tras una lesión, para asegurar la reintegración al deporte en
perfectas condiciones.6-10 En segundo lugar, hay que atender a los imperativos que marcan
las propiedades biomecánicas de los tejidos solicitados. El comportamiento de los mismos
es viscoelástico y exige un calentamiento adecuado previo a la práctica deportiva,
repitiendo una serie de ciclos del o los gestos que van a realizarse, con lo que se mejora el
rendimiento de dichos tejidos.11-14 Tras el calentamiento se ha recomendado siempre
estirar los tejidos que van a ser puestos en juego, con lo que se optimiza la respuesta de
éstos, se incrementa en 20% el rango de movilidad articular del segmento estirado y se
disminuye el riesgo de lesión.15-16

Los estiramientos habrán de repetirse al finalizar la sesión deportiva realizada. Sin


embargo, en una revisión del tema en 2002 por Shrier, encontró que a la pregunta sobre si
el estiramiento preejercicio prevenía las lesiones, la respuesta, con un nivel I de evidencia
científica, era que no, en tanto que a la pregunta sobre si estirar fuera de periodos de
ejercicio previene la lesión, la respuesta, con ese mismo nivel de evidencia, era afirmativa
en lo referente a disminuir la incidencia y la gravedad lesional.17 El tercer pie
indispensable para una correcta y segura práctica deportiva es la preparación física y el
entrenamiento.6,18 Sesenta por ciento de las lesiones 0.18 0.16 0.14 0.12 0.1 0.08 0.06
0.04 0.02 0 Lesiones por mil Contacto /choque con otro jugador No contacto Contacto con
el suelo Contacto balón * Diferencias sexos p < 0.05 Hombres Mujeres Figura 1. Riesgo de
sufrir un accidente en el fútbol, según tipo de incidente y sexo de los deportistas. Fernández
Fairen M y col. Prevención de lesiones deportivas 95 www.medigraphic.com son
consecuencia de errores en el entrenamiento.1 Al contrario, la buena condición física se
consigue con un entrenamiento lento y progresivo.19-20 Cuanto mayor es la relación
entrenamiento/competición menor es el índice de lesiones.21 Gestos específicos exigen un
entrenamiento específico.6,22 Tomando como ejemplo el golpe con la cabeza al balón en el
fútbol, hay que advertir que supone un traumatismo repetido que puede ocasionar
microlesiones cerebrales evidentes a largo plazo. Esto es evitable aprendiendo a compensar
el impacto del balón, imprimiendo una aceleración a la cabeza en el instante previo al
contacto, con lo que se disminuye ese pico de impacto (Figura 2). 23,24 La fatiga
predispone a las lesiones y es un límite a no transgredir.25 Aquí cabe parafrasear que
«nunca terceros tiempos fueron buenos». Por tanto, habrá que evitar periodos exhaustivos
de juego, teniendo sumo cuidado.

USO ADECUADO DE IMPLEMENTOS En este campo hay que observar que cada
deporte y cada deportista, tienen ciertas especificidades que hacen obligatoria su
observancia en lo que a los implementos necesarios para esa práctica se refiere. Esto reza
fundamentalmente para todas las variaciones personales de talla, peso, sexo, etcétera. Así,
la raqueta de tenis deberá ajustar su grip a la mano del jugador, siguiendo criterios de
selección que son bien conocidos, tales como el de su equivalencia a la longitud del dedo
medio de la mano, medida desde el pliegue palmar proximal (Figura 3). 35,36 Lo mismo
cabe decir en lo referente a los balones de fútbol. Su peso y presión de aire no pueden ser
los mismos según las categorías que vayan a jugar con ellos.37,38 A este respecto, hay
normas indicativas de los parámetros a utilizar en cada caso concreto (Figura 4). En cuanto
a protecciones, hay que usarlas fundamentalmente en lo referente a la cabeza,39-42 y a los
órganos que hay en ella, como los ojos.43. En hombres, las protecciones para los genitales,
y en las mujeres los sujetadores, han de proporcionar ese efecto, pero no sólo en lo
referente a choques e impactos, sino también en su función sustentante, evitando la acción
de la gravedad, la oscilación y el golpeteo en actividades como la carrera.44 Hay que
almohadillar todos los relieves óseos cuando haya posibilidades de choques y
contusiones,45 por ejemplo: rodilleras para los porteros de fútbol, coderas y muñequeras

EL CASO ESPECÍFICO DEL CALZADO DEPORTIVO Al hablar de esto hay que


tener in mente, volviendo a insistir en lo dicho antes, las importantes variaciones
individuales que supone una gran variedad de pies y la necesidad de personalizar la
elección del calzado.59 El pie se ha catalogado clásicamente según su longitud y es
obligatorio pensar no sólo en eso, sino tener en cuenta que además presenta un ancho y un
alto.60 Las tres dimensiones deben ser igualmente consideradas cuando se enfrenta uno a la
selección de un calzado deportivo. El calzado normalmente se compra por su apariencia,
marca, moda o mimetismo de la publicidad que rodea toda manifestación actual, influyendo
capitalmente en la toma de decisiones de los sujetos, o de los amigos y entorno general del
deportista en cuestión.61 Hay que tener presente que el pie del deportista en concreto no
tiene por qué ser ni parecido al de los deportistas de élite, que son utilizados como señuelo
en la publicidad, y de que no hay ningún calzado universalmente bueno e ideal para todos
los pies.59,62 Hay que escuchar el consejo de los especialistas cuando se tenga que elegir
el buen calzado,63 aunque si dependiera exclusivamente del deportista resultaría el de
mejor apariencia o el más bonito,61 y, en caso de tratarse de un niño, si fuera por la madre,
se inclinaría por el más barato.61,64 El calzado deportivo debe reunir una serie de
condiciones que vienen representadas en la figura 5. Ha de ser ventilado, transpirable, sin
puntos de presión tales como costuras, ojales, cordones, etc., con una suficiente cámara
para los dedos y una rigidez suficiente de puntera y suela que preserve de los impactos y de
la hiperextensión excesiva de los dedos.63,65 Si no se cumplen Ortho-tips Vol. 5 No. 1
2009 98 www.medigraphic.com estas condiciones, los microtraumatismos repetidos
desencadenan patología a nivel ungueal y en las articulaciones metatarso-falángicas e
interfalángicas, siendo característico el hallux rigidus secundario a ello (Figura 6). Un buen
calzado es también capaz de disminuir los impactos y controlar los desplazamientos del pie,
sobre todo si por el uso el pie tiende al cavo o al plano respectivamente.66-69 De hecho,
jugando con la dureza y la tenacidad de la suela y con la capacidad estabili

Las lesiones agudas: Esguinces de tobillo

Los esguinces de tobillo son claramente la lesión de voleibol más común, lo que
representa poco más de la mitad de las lesiones agudas registradas
prospectivamente por Bahr et al y Verhagen et al. Los esguinces de tobillo ocurren
con mayor frecuencia en la red cuando un jugador cae en el pie de otro jugador,
se produce una inversión del tobillo y se estiran (o rompen) los ligamentos en la
parte lateral (externa) del tobillo. Los atletas que han sufrido un esguince de tobillo
en el pasado son más propensos a sufrir una lesión posterior. Si el jugador
lesionado tiene dificultades para recepcionar el peso sobre el tobillo afectado, o si
soportando el peso da como resultado dolor, el jugador/ra no debe seguir jugando
y se debe aplicar atención médica inmediata.

El objetivo del tratamiento inicial para los esguinces de tobillo (y para las lesiones
agudas en general) es limitar la hemorragia y la inflamación interna, para crear un
entorno propicio para la curación de los tejidos. El acrónimo PRICE es fácil de
recordar y resume muy bien los primeros pasos en el cuidado de un esguince
agudo de tobillo. PRICE, de las siglas en ingles, significa:
Protección: Protege el tobillo de una lesión inmediata. Dependiendo de la
severidad del esguince, puede ser necesario un período de inmovilización y la
restricción de la carga del peso. Cuando la condición del atleta mejora, puede
volver a los patrones de actividad cada vez más avanzados. Sin embargo, el uso
de un soporte externo (dispositivo ortopédico o vendaje) se recomienda
generalmente para los primeros seis meses después de la lesión.
Rest: Como se ha mencionado, un período de actividad restringida promueve la
cicatrización de los tejidos antes de tiempo. El soporte del peso se puede volver a
producir en la medida que desaparezcan los síntomas, pudiendo la actividad
evolucionar en consecuencia.

Hielo: La aplicación de hielo (u otra modalidad de


crioterapia) proporciona analgesia y ayuda a minimizar la
inflamación. Aunque no hay consenso sobre los
parámetros de tratamiento, el tratamiento en frío se
aplica a menudo durante 20 minutos (seguido de 20
minutos sin hielo) por tres ciclos. Pudiéndose administrar
esta serie de crioterapia varias veces al día durante las
primeras 24 - 48 horas después de la lesión.
Compresión: Compresión temporal inmediatamente
después de la lesión disminuye la hinchazón en el tobillo
lesionado y facilita la restauración del rango normal de
movimiento.
Elevación: Elevar el tobillo lesionado también ayuda a minimizar la hinchazón
inmediatamente después de la lesión.

El tratamiento PRICE debe iniciarse tan pronto como sea posible después de la
lesión. Las lesiones agudas también deben ser evaluadas de inmediato por un
profesional médico capacitado con el fin de evaluar cuidadosamente el alcance y
la gravedad de la lesión, los arreglos para las pruebas de diagnóstico, según sea
necesario con el fin de llegar a una comprensión exacta de la naturaleza y el
alcance de la lesión, y formular una plan de tratamiento definitivo. El atleta debe
ser monitoreado cuidadosamente, y periódicamente para confirmar que la curación
esté avanzando según lo previsto. Además de la amplitud de movimiento y
ejercicios de fortalecimiento, el tratamiento integral de los esguinces de tobillo
debe incluir la instrucción de en un programa neuromuscular (propiocepción) de
re-educación. Esto involucra el balance y equilibrio de la extremidad afectada del
atleta, limitando el movimiento correctivo a la articulación afectada en la medida de
lo posible. A medida que el atleta mejora, estos ejercicios de equilibrio se deben
hacer cada vez más difíciles (tanto en términos de duración, y en términos de la
adición de superficies inestables u otros problemas que dificultan el mantenimiento
del equilibrio).

La decisión de volver a jugar después de un esguince de tobillo (o de hecho


cualquier lesión) debe estar guiada por la recuperación funcional más que la mera
ausencia de dolor. En su estudio de 2004, Verhagen y cols documentaron que las
lesiones de tobillo resultaron en una perdida de tiempo de entrenamiento o
competición en una media de 4,5 semanas.

Dado que las lesiones de tobillo son tan comunes entre los jugadores de voleibol y el
resultado en una considerable pérdida de tiempo, tiene sentido el tratar de prevenirlas.
La prevención primaria implica la práctica de trabajo y/o entrenamiento del
posicionamiento adecuado de los pies en la red, la integración de los ejercicios de
propiocepción en el programa de acondicionamiento regular del jugador, y el uso
constante de tobilleras externas. Sólo recientemente se encuentra evidencia de un
efecto profiláctico significativo del uso de ortosas de tobillo externos semi-rígidos entre
los jugadores de voleibol. A pesar de cierta preocupación expresada por los
entrenadores y atletas por igual, no hay evidencia en la literatura que sugieren que el
uso de ortesis de tobillo aumenta el riesgo de lesiones en la rodilla.

Las lesiones por sobreuso: tendinopatía rotuliana


El dolor anterior de rodilla representa la segundo
diagnóstico mas común en el voleibol. Las causas más
comunes de dolor anterior de rodilla entre los jugadores
de voleibol son el síndrome patelofemoral y la tendinitis
patelar (también conocida como "rodilla del saltador).
Ambos diagnósticos representan condiciones de sobre
uso. Afortunadamente, los jugadores de voleibol parecen
tener un riesgo relativamente bajo de problemas de rodilla
agudas, como una lesión en el ligamento cruzado
anterior. Sin embargo, las condiciones de uso excesivo,
como la tendinitis patelar puede traer un costo muy alto en términos de pérdida de
tiempo, y puede conducir a síntomas debilitantes crónicas que afectan negativamente
a la calidad de vida de los atletas.
A diferencia de las lesiones agudas, que tienen un mecanismo y tiempo de inicio
diferente, las lesiones por uso excesivo son de naturaleza insidiosas. Los atletas con
lesiones por sobre uso generalmente no pueden recordar un momento específico en
el que ocurrió la lesión pero pueden informar de un historial de la actividad
relacionada con el malestar que se ha vuelto cada vez más severo con el tiempo.
Muchos atletas intentan "jugar a través" o compensar los síntomas iniciales de la
patología del sobreuso, solo después que el dolor se convierte en una limitación o el
déficit de rendimiento en intolerable, los jugadores se toman un tiempo de reposo del
entrenamiento o la competición. En consecuencia, el tratamiento de las lesiones por
sobreuso es, a menudo, difícil. La primera prioridad es alterar o reducir al mínimo la
carga sobre el área lesionada. Esto se logra generalmente a través de modificación de
la actividad. La reducción de la carga en el área lesionada le permiten a los tejidos
afectados la oportunidad de recuperarse y comenzar la curación. Sin embargo, con el
fin de tratar adecuadamente una lesión por sobreuso, es importante examinar los
factores de riesgo que predisponen al jugador para la lesión.

El entrenamiento excéntrico de los cuádriceps en plano inclinado, puede ser


beneficioso como un ejercicio de acondicionamiento antes de la temporada, pero este
tipo de ejercicio no se ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de tendinopatía
rotuliana sintomática durante la temporada competitiva. Los avances en nuestra
comprensión de la fisiopatología celular y de los tejidos subyacentes han dado lugar a
nuevos métodos para tratar esta enfermedad, que en su peor momento puede ser
potencialmente peligrosa para la carrera del deportista. Entre estos tratamientos es la
esclerosis de los neovasos bajo guía de ultrasonido, que se ha demostrado ser de
algún beneficio clínico. Otros métodos menos probados de tratamiento incluyen
inyecciones de plasma rico en plaquetas. Aunque pensado para entregar factores de
crecimiento concentrados y mediadores celulares implicados en la cicatrización de los
tejidos directo en el sitio de lesión de los tejidos, hay pocas pruebas científicas de la
eficacia de esta técnica. Los casos graves de tendinitis rotuliana pueden requerir
intervención quirúrgica.

Las lesiones por sobreuso: Problemas de hombro


El hombro es la tercera parte del cuerpo más
comúnmente lesionada en general. Las lesiones en el
hombro ocurren con mayor frecuencia como resultado de
sobrecarga crónica. El trauma agudo en el hombro (por
ejemplo, una luxación anterior del hombro) se puede
producir, pero a menudo se produce en el contexto de la
patología relacionada con el uso excesivo subyacente.
Rematar es quizás la habilidad más dramática en el voleibol.
Se ha estimado que una élite jugador de voleibol que
practica y compite entre 16 y 20 horas a la semana, puede
realizar un máximo de 40.000 remates en una temporada. El
volumen de carga del b razo por sobre la cabeza inherentes
a esa actividad genera enormes exigencias a la articulación glenohumeral en concreto
y la cintura escapular, en general.

El hombro es una articulación muy móvil que permite a los atletas de voleibol del
swing para tener una gran alcance para el ataque y el bloqueo. La función del
hombro Atlético depende de la acción precisa del manguito de los rotadores y los
músculos que estabilizan la escápula (omóplato). Estos músculos deben estar
bien acondicionados y trabajar de manera coordinada para garantizar la función
del hombro sin dolor. Por desgracia, a través de la repetición y el volumen de
entrenamiento, los músculos y los tendones de la cintura escapular pueden llegar
a ser sobrecargados y fatigados. Esto a su vez puede resultar en daños
"desgaste" en el hombro, que con el tiempo puede terminar con lesión y en la
perdida de tiempo de entrenamiento y competición.

Lamentablemente, el tratamiento de las condiciones de uso excesivo de la cintura


escapular (tales como tendinopatía del manguito rotador) es, a menudo, carente de
éxito. Principios aceptados de tratamiento no quirúrgico incluyen la reducción de la
carga (limitación del número de ataques y saques) y la corrección de los
desequilibrios subyacentes de la fuerza o la flexibilidad a través de programas de
entrenamiento adecuados. Algunas enfermedades, como la inestabilidad del hombro
debido a una lesión en el labrum glenoideo, pueden requerir cirugía si el tratamiento
conservador no restaura al atleta a un nivel aceptable de función.

Al igual que con la rodilla del saltador, el tratamiento integral de los problemas del
hombro relacionadas al voleibol requiere identificar y tratar los factores de riesgo
específicos para la lesión. Nuestra comprensión de los factores de riesgo de los
problemas en el hombro del jugador de voleibol, es por desgracia bastante limitado.
Kugler y cols (1996) describió los cambios adaptativos en la posición escapular que se
observan en los jugadores de voleibol de elite, pero ha habido poco seguimiento
específico de voleibol de este interesante trabajo. En su reciente estudio, Reeser y
cols encontraron que el volumen de ataques (extrínseca, modificable) y la diskinesia
escapular (intrínseca, modificable) se asociaron con una mayor incidencia de
problemas en el hombro. El dolor de hombro también se asocia con la inestabilidad
del CORE (intrínseca, modificable), lo que refleja la importancia de la cadena cinética
en la generación de potencia para el movimiento de ataque. Wang y Cochrane, junto
con otros investigadores, han documentado la relación entre la fuerza excéntrica en la
rotación externa del hombro y la fuerza concéntrica de rotación interna entre los
jugadores de voleibol. Su trabajo, en conjunto, sugiere que una tasa reducida en la
relación de estas dos fuerzas representa un factor de riesgo de lesión. Wang y
Cochrane (2001) también documentaron que las personas con un historial de
entrenamiento ya tenían una mayor incidencia de problemas en el hombro. Por último,
ha habido numerosos informes en la literatura que describen la mononeuropatía
supraescapular que es común en jugadores de voleibol, pero los factores de riesgo
para la aparición de esta enfermedad aún permanece como materia de debate. Del
mismo modo, el tratamiento para esta condición es algo controvertido, puesto que con
frecuencia es esencialmente indolora y causa poco o ningún déficit de rendimiento.
Dolor de Espalda Baja
Los jugadores de voleibol, junto con el resto de la
población general, se quejan con frecuencia de dolor
de espalda baja. La mayoría de las veces, el dolor se
resuelve espontáneamente en cuestión de semanas, y
por lo tanto probablemente no indica patología grave.
Sin embargo, el dolor de espalda mecánico es mucho
menos común entre los atletas jóvenes y las personas
de 20 años de edad o más jóvenes que tienen dolor
de espalda persistente que les limita la participación
en actividades (como el voleibol) debe ser evaluado
por un médico especialista en medicina deportiva.

Hay muchas causas diferentes para el dolor de espalda, y como resultado a


menudo no se pueden identificar con precisión las causa exactas del dolor de
espalda de una persona. Dicho esto, si bajo el dolor de espalda de un joven atleta
se ve agravada por la extensión lumbar (curvatura hacia atrás), a continuación,
una fractura de la columna lumbar ("espondilolisis") debe ser descartada. Si el
atleta ha sufrido una tensión aguda de los músculos de la espalda baja, el dolor suele
ser auto-limitante y debe mejorar rápidamente en pocos días.

El dolor relacionado con la lesión del disco intervertebral o pinzamiento del nervio
espinal puede ser incapacitante, y deben ser tratados agresivamente. Los
medicamentos antiinflamatorios, como el ibuprofeno pueden ayudar a controlar los
síntomas en el corto plazo. El entrenamiento de Voleibol (especialmente el salto y el
entrenamiento de la fuerza) debe restringirse hasta que el atleta se sienta mejor.
Debido a los diferentes tipos de lesiones que pueden dar lugar a dolor de espalda
baja, es difícil dar recomendaciones generales para los ejercicios que serían
terapéutica en todas las situaciones. Por esta razón, una prescripción de ejercicio
adecuado debe ser desarrollada en consulta con un entrenador, fisioterapeuta o
médico especialista en medicina deportiva. La prevención de problemas de espalda
incluye minimizar el esfuerzo de torsión en la columna vertebral, en particular con
cargas, así como reducir al mínimo los extremos de la flexión y/o la
extensión repetitiva, particularmente en el joven atleta. La técnica apropiada de
levantamiento de pesas es un aspecto importante de un programa integral de
prevención de lesiones, como un programa integrado de estabilización del CORE.

Principios de la Prevención de Lesiones

Aunque ciertamente no es exhaustiva, los principios descritos brevemente forman


la base de un programa de prevención de lesiones en el voleibol.

1. Evite el exceso de entrenamiento.


El descanso adecuado es casi tan importante para el desarrollo de un atleta y el
rendimiento como el entrenamiento adecuado. Los atletas que entrenan muy duro
no pueden darle a su cuerpo el tiempo suficiente para recuperarse, lo que resulta
en un mayor riesgo de lesiones por sobreuso.
Cada atleta tiene una tolerancia única de
entrenamiento y necesidades individuales para el
descanso y la recuperación, por lo que es difícil
para un entrenador adoptar un enfoque de "libro
de cocina" para el entrenamiento de todos los
miembros del equipo. Los atletas que entrenan
constantemente y sin descanso suficiente están
en riesgo de desarrollar un síndrome de fatiga
mental y física comúnmente conocido como "
burnout ". Los atletas de elite entrenan durante todo
el año, pero deberían varía la intensidad y la composición de sus entrenamientos para
que puedan lograr y mantener el pico de condición física durante la temporada de
competición. Hay pruebas de que esta práctica, conocida como periodización, reduce
aún más el riesgo de un atleta de lesiones .

2 Preste atención a la práctica y la técnica adecuada.

Como hemos visto, la mayoría de los esguinces de tobillo


ocurren cuando un atleta se cae en un compañero de
equipo o en el pie del oponente mientras que hace su
tarea en la red. Practicar buen juego de piernas en el
bloqueo y una carrera de aproximación al salto de ataque
y aterrizajes controlados pueden reducir al mínimo la
probabilidad de lesiones relacionadas con el contacto
sobre la línea central. También es importante prestar
atención a la técnica, ya que las alteraciones sutiles en el
rendimiento y la técnica a menudo proporcionan los
primeros indicios de que un atleta está desarrollando (y tratando de compensar) la
disfunción relacionada con el sobreuso.

3. Entrenar (y mantener) la estabilidad del CORE.


Para que funcionen correctamente, las articulaciones (y de
hecho el cuerpo como un todo) deben ser mecánicamente
estables. La estabilidad se confiere a través de mecanismos
tanto pasivos como activos: la anatomía musculo
esquelética proporciona a la articulación con una estabilidad
estructural pasivo subyacente que se ve aumentada por el
control dinámico (activo) neuromuscular. Este control se
puede aprender, y de hecho es un componente esencial de
la capacidad del atleta para adaptarse a las demandas y sobresalir en su deporte.
Cuando se participa activamente en el deporte, los atletas, raramente mantienen
posiciones estáticas - su posición en el espacio está en constante cambio , ya que
reaccionan a la situación competitiva.

La pelvis y la columna vertebral dorsolumbar son la base de lo que se conoce


como el "CORE " o "núcleo". La investigación ha demostrado que un núcleo
estable, bien acondicionado, desempeña un papel fundamental en la coordinación
de los movimientos del cuerpo y en la reducción de riesgo de los atletas de ambas
lesiones en los miembros superiores e inferiores, así como el dolor de espalda
baja. Por lo tanto, el núcleo puede ser pensado como una integración funcional de
las estructuras anatómicas asociadas de la pelvis y la columna vertebral
dorsolumbar, incluidos los flexores de la cadera, los extensores de la cadera,
abductores y aductores de la cadera , abdominales, musculatura paravertebral, y
el diafragma. Desarrollar y mantener la fuerza dinámica central del atleta y la
estabilidad reducirá su riesgo global de lesión, facilitando una adecuada coordinación
y transferencia de energía a lo largo de la cadena cinética.

5. Rehabilitar lesiones correctamente.

La investigación ha demostrado que una parte del


cuerpo, una vez herido, es más probable que se lesione
de nuevo al volver a jugar. Para evitar que las lesiones
agudas se conviertan en lesiones crónicas recurrentes,
es imperativo que el atleta lesionado reciba una
cuidadosa evaluación de un especialista en medicina
deportiva, de modo que se pueda realizar un
diagnóstico preciso y comenzar un programa de
tratamiento integral. Normalment e, al atleta se le
permitirá volver a la competición una vez que se realice
habilidades específicas del deporte, sin dolor. Sin
embargo, un programa verdaderamente exhaustivo rehabilitará a el atleta "más
allá de la ausencia de síntomas ". Esta filosofía requiere que el entrenador del
atleta, el terapeuta o médico del equipo, puedan identificar y abordar los factores
estructurales y / o funcionales que contribuyeron a la lesión. Por ejemplo , un
atleta con una fractura por estrés en la espalda baja puede desarrollar rigidez de
los músculos isquiotibiales y modificar inconscientemente su forma de atacar con
el fin de minimizar el estrés en la espalda baja . A menos que estos factores sean
identificados y corregidos durante el proceso de rehabilitación, el atleta puede
posteriormente desarrollar dolor en el hombro, como consecuencia de los
mecanismos alterados.

6. Mantener una nutrición y la hidratación adecuada.


El consumo de una dieta equilibrada con la ingesta calórica
adecuada garantiza que el deportista tendrá suficientes
reservas de energía para permitir la plena participación en toda
la temporada. La ingesta de proteínas en la dieta proporciona
los elementos básicos para reparar tejidos dañados, mientras
que las grasas e hidratos de carbono sirven como combustible
para el fuego del atleta. La ingesta de líquidos (preferiblemente
agua o bebidas deportivas - durante l a competición - ) previene
la deshidratación y reduce al mínimo el riesgo de desarrollar una
enfermedad por calor. Los entrenadores deben estar
especialmente atentos a lesiones recurrentes entre los atletas, ya
que puede indicar la presencia de la " tríada de la atleta " - una condición
caracterizada por trastornos de la alimentación (anorexia normalmente), que a su vez
conduce a ciclos menstruales irregulares o ausentes
(amenorrea), y, finalmente, a la pérdida de masa ósea
(osteoporosis).
7. Evite el deporte temprano y la especialización de
la posición.
Por lo tanto, los atletas, entrenadores, y los padres deben estar
especialmente atentos a los signos de alerta temprana de
lesiones por uso excesivo, incluyendo el dolor relacionado con
la actividad y el deterioro del rendimiento.

Un pensamiento final
Se ha dicho que un gran éxito viene de una gran colaboración. Parece razonable
extrapolar ese lema y sugerir que el jugador de
voleibol internacional moderno puede beneficiarse
potencialmente de la entrada de un gran número de
profesionales que abarcan todo el espectro de la medicina del
deporte, incluyendo biomecánicos, nutricionistas, psicólogos,
fisioterapeutas y médicos. Por supuesto, hay que incluir el
coach (entrenador ) en esa lista, ya que es el entrenador quien
debe decidir cómo entrenar mejor al deportista y que en última
instancia implementa el asesoramiento de los profesionales de
la medicina con respecto a volver a jugar después de una
lesión. A este respecto, hay que reconocer que en ocasiones el entrenador y el equipo
médico pueden estar en desacuerdo en cuanto a su motivación.

A la larga, sin embargo, es la salud del deportista y el bienestar que debería servir
como motivación principal detrás de todas las recomendaciones ofrecidas por el
equipo de medicina deportiva, además de servir como el factor decisivo en todo lo
relacionado con la toma de decisiones.

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