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Hace más de una década que en Argentina y Brasil se comenzó a reconceptualizar la noción de tecnología social
(TS), la cual algunas veces también es llamada tecnología para la inclusión social. Si bien es un proceso que
aún está en construcción, ya existen reflexiones que proponen caminos de desarrollo e implementación de la TS.
En este sentido, el presente artículo explora las articulaciones que tiene la educación con esta tecnología, así como
los apoyos que esta puede otorgar para comprenderla. El documento inicia con la presentación de un panorama
general de las conceptualizaciones sobre TS que han venido implementándose en los últimos 50 años; después,
aborda algunos de los elementos teóricos que están siendo usados para repensar la TS, para luego ocuparse de la
dimensión educativa que se identifica en el proceso de desarrollo e implementación de este concepto. Por último,
el texto aprovecha un caso de estudio para proponer tres ejes constitutivos de la dimensión educativa de la TS, y a
modo de conclusión son formuladas algunas preguntas para futuras investigaciones en el campo.
Palabas clave: tecnologías sociales, tecnologías para la inclusión social, educación científica y tecnológica,
dimensiones educativas de la tecnología social
For more than a decade, the notion of social technology (ST) —also known as technology for social inclusion—
is being re-considered in Argentina and Brazil. Although it is a process still in construction, there are already
some reflections that offer ways of developing and implementing ST. Thus, this article explores the articulations
between education and this technology, as well as the support it may offer to understand it. This article starts by
presenting a general overview of the conceptualizations about ST that have been developed in the last fifty years.
It also considers some of the theoretical approaches being used to re-think TS, to later analyze the educational
dimension observed in the process of development and implementation of this concept. It finally presents a study
case that serves to propose three constitutive axes of the educational dimension of ST, and as a conclusion it poses
some questions for future research in the field.
Key words: social technologies, technologies for social inclusion, scientific and technological education, educatio-
nal dimensions of social technology.
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* Este artículo profundiza los resultados parciales de la investigación “Centro de innovación y recursos para la apropiación social
de la ciencia y la tecnología”, financiada por Colciencias entre el 2009 y el 2010, desde la investigación doctoral en curso de
Franco-Avellaneda, financiada por la CAPES-Brasil.
** Estudiante de Doctorado en Educación científica y tecnológica, Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC), Brasil.
Correo electrónico: mfrancoavellaneda@gmail.com
*** Magíster en Física de la Universidad Nacional de Colombia. Consultora para el componente virtual, Programa Ondas -
Colciencias.
Correo electrónico: mapisaro@gmail.com
Il y a plus d´une décennie qu’en l´Argentine et en Brésil on a commencé à reconceptualiser la notion de technologie
sociale (TS), appelée parfois technologie pour l´inclusion sociale. Bien qu’il s´agisse d´un processus en plein
construction, il existe déjà des réflexions qui proposent des voies pour développer et implémenter la TC. En ce sens,
l´article explore les articulations qu´il y a entre l´éducation et cette technologie, ainsi que les soutiens que celle-là
peut apporter pour la comprendre. L´article commence en montrant une vue d´ensemble des conceptualisations
de TS que l´on a implémenté depuis les dernières 50 ans ; ensuit, il aborde quelques des éléments théoriques qui se
sont employés pour repenser la TS, pour s´occuper après de la dimension éducative que s´aperçoit au processus
de développement et implémentation de ce concept. Pour finir, le texte profite une étude de cas pour proposer
trois axes constitutifs de la dimension éducative de la TS, et, en guise de conclusion, ils sont formulées quelques
questions pour des futures recherches dans ce domaine.
Mots clés: technologies sociales, technologies pour l´inclusion sociale, éducation scientifique et technologique,
dimensions éducatives de la technologie sociale.
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1 Aunque la mayoría de iniciativas se dieron en países “desarrollados”, en otros contextos también fueron promovidas. En Colom-
bia, el Centro las Gaviotas es un ejemplo. Véase más información en: Fundación Centro Experimental las Gaviotas (s. f.).
nico de las comunidades de base para demos- Adicional a las anteriores estrategias, en Brasil
trar cómo los individuos y las comunidades se desarrolló el Banco de Tecnologías Sociales
locales buscan resolver sus problemas sin nin- en 2001 y, después, el programa Rede de Tecno-
guna ayuda externa (Gupta et ál., 2003). Por logia Social, con apoyo del Ministerio de Cien-
tanto, a diferencia de las TA, esta propuesta cia e Tecnologia, la Fundação Banco do Brasil
se centra en el otro extremo y propone dar y la empresa Petrobras (Fundacão Banco do
soluciones a los problemas locales, usando Brasil, 2004). Esta circunstancia animó el inte-
principalmente el conocimiento tácito de las rés de reconceptualizar la noción de tecnología
comunidades pobres, caracterizándose por el social (TS), que condujo al concepto de adecua-
bajo contenido de conocimientos científicos y ción sociotécnica, basada en la idea de “reapli-
tecnológicos. Sumado a lo anterior, la mayo- cación” de tecnología ya existente, a través
ría de estas experiencias se orientan a resolver de un proceso de resignificación, buscando
problemas puntuales. superar la noción de tecnología como produc-
to o insumo, lo cual dio un paso importan-
Otro grupo de iniciativas son conocidas como te para situar la tecnología en una dinámica
Social Innovations. Este concepto se refiere a nue- sociohistórica (Dagnino, Brandão y Novaes,
vas estrategias, ideas y organizaciones que bus- 2004). Sin embargo, según Thomas (2009), el
can satisfacer las necesidades sociales de todo concepto de TS adoptado sigue siendo ambi-
tipo: educación, salud, condiciones de trabajo, guo, al producir incertidumbre respecto a si
etc., bajo el supuesto de que ello fortalecerá a su propósito es mantener el abordaje de pro-
las comunidades de base. En esta dirección, blemas puntuales o si se propone como una
existe una cierta ambigüedad en el término, oferta de soluciones a través de un banco de
razón por la cual es posible encontrar dife- tecnologías (ofertismo). Así se genera la duda
rentes orientaciones sobre el mismo, como: de si esta iniciativa es una propuesta de in-
propuestas de microcrédito (Yunus, 2008), edu- clusión sociotécnica o tiende a establecer una
cación usando tecnologías de información y economía paralela, pues no se articula con las
comunicación (TIC) (Bender, 2010), social entre- dinámicas locales.
preneurship (emprendimiento social) (Martin
Este panorama muestra una diversidad de
y Osberg, 2007), y propuestas relacionadas
definiciones y estrategias acumuladas por
con política pública y gobernanza (Goldsmith,
más de 50 años. Estas envuelven ideas y nor-
Georges y Burke, 2010). Aunque estas estrate-
mativas para el diseño, el desarrollo, la im-
gias aprovechan conocimientos tácitos presen- plementación, la gestión, la formación y la
tes en las diferentes comunidades en que ac- apropiación de TS. En este camino, las difi-
túan, su carácter sigue siendo asistencialista, cultades presentadas hasta ahora, relaciona-
pues la mayoría de iniciativas se implemen- das con el asistencialismo (paternalismo), el
tan verticalmente. determinismo tecnológico o el determinismo
social —según el caso—, la resolución de pro-
Otra reciente propuesta, conocida como Bottom blemas puntales (soluciones no sistémicas),
of the Pyramide (Prahalad, 2005), plantea una la ignorancia de las relaciones sociales de la
idea aparentemente simple: si el 80% de la po- tecnología (mercado, ideología, política, etc.),
blación del mundo es pobre, por qué no de- entre otras, proponen la necesidad de desa-
sarrollar un mercado para este grupo de per- rrollar nuevo conocimiento para enfrentar
sonas, brindando productos para sus reales las restricciones y las limitaciones señaladas.
necesidades. Por tanto, en esta propuesta, la Un aspecto central en este caso consiste en
inclusión estaría relacionada con la inserción ahondar sobre la dimensión educativa de las
de los pobres al sistema capitalista como con- TS, reconociendo que existen negociaciones
sumidores activos. entre una diversidad de actores, conocimien-
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2 Cuando nos referimos al conocimiento tácito lo entendemos como aquel que no se puede hacer explícito, siguiendo aquí las re-
flexiones de Collins (2010), que profundiza la noción inicial propuesta por Polanyi (1967), para el cual el conocimiento tácito abarca
una amplia gama de información conceptual, sensorial e imágenes que pueden ser usadas en un intento de dar sentido a algo.
En esta dirección, Polanyi sostiene que “we can know more than we can tell” (1967: 4). Por su parte, el conocimiento explícito es
aquel que puede, hasta cierto punto, ser transmitido por el uso de sistemas articulados de codificación y almacenamiento, en
situaciones adecuadas. Aquí reconocemos que existen estrategias de codificación tradicionalmente usadas que también cumplen este
objetivo de circulación de conocimientos, como los refranes, la música, las historias, los proverbios, etc.
mediación está atravesada por dinámicas so- permanezca dinámicamente estable reside
ciales, culturales e históricas (Vigotsky, 2007). en el correconocimiento de las alteridades
Otro nivel ideológico, que propone ideas sobre de los sujetos involucrados y sus subje-
qué es bueno en términos técnicos, lo que es tividades, lo cual implica una conciencia
tecnología y lo que sería posible alcanzar con del individuo, de su “realidad”, a través de
esos conocimientos en un imaginario de so- situaciones problema en contextos especí-
ciedad (Therborn, 1987). Y finalmente, el nivel ficos, circunstancia que sería el “caldo de
de concienciación / reflexividad, el cual da cuen-
cultivo” para configurar prácticas situadas
ta de la capacidad que tienen los sujetos de
que envuelven dinámicas de resistencia,
comprender y posicionarse respecto al objeto
producción-circulación, transformación y
/ proceso tecnológico, configurando dinámicas
de apropiación (Freire, 2005; Giddens, 1991; uso de diferentes tipos de conocimiento
Franco y Pérez, 2010). Es decir, la dimensión (Franco y Pérez, 2010; Delizoicov, 2008).
educativa se encuentra imbricada por las ideas
Este componente propone, entonces, al
y los supuestos que están embarcados en los
menos dos preguntas para pensar las TS
objetos, las relaciones producto de las media-
ciones entre sujeto-artefacto / proceso atrave- educativamente: ¿cómo evidenciar y favo-
sadas por lo social, cultural e histórico, y final- recer las dinámicas educativas que están
mente, por la capacidad transformadora de los en juego en el acercamiento a las comuni-
individuos que interactúan con este. dades en un proceso de TS? Y, ¿cómo pro-
piciar la reflexividad de los sujetos enrola-
Reconociendo lo anterior, existen tres ejes dos en dichos procesos, tanto frente a los
que están en juego cuando discutimos la TS problemas sociales y ambientales como en
desde la dimensión educativa. relación con los recursos existentes (cono-
cimientos, económicos, tecnológicos, etc.)?
1. El enrolamiento de los actores. En este com-
ponente se reconoce que debe existir un 2. El uso y la apropiación. Este componente está
interés inicial de los individuos por par- relacionado con las negociaciones que sur-
ticipar, por hacer parte, por enrolarse. gen a partir de la flexibilidad interpretati-
Es decir, se reconoce que las partes que
va que existe sobre el funcionamiento y los
hacen posible el proceso o proyecto de TS
significados culturales de la tecnología (es-
están movilizadas por intereses de dife-
tatus, género, coloniales, etc.). Este es uno de
rente índole (Callon, 2008). Desde esta
perspectiva, no se trataría solo de priori- los puntos donde la dimensión educativa
zar las comunidades en el sentido en que se hace presente de manera más evidente,
Robert Chambers (1983) lo propone, sino pues existen imaginarios y subjetividades
que es necesario conseguir una simetría, que se construyen sobre el funcionamien-
reconociendo que tanto el conocimiento to y los significados de la tecnología —a
tecnológico codificado como el tácito (al- través de escenarios como la escuela y los
gunas veces étnico, popular) están im- mass media, entre otros—, así como los des-
pregnados de valores. Estas circunstancias plazamientos de sentidos y resistencias de
presuponen que no existe una división las comunidades, que están anclados en
entre beneficiarios y filántropos, por lo su cultura y en los conocimientos tácitos
que el componente educativo se explici- y explícitos del grupo de actores que usan y
ta cuando se reconoce que existe un coa- apropian una TS.
prendizaje y una coenseñanza en el pro-
ceso mismo de desarrollo de las TS. Por Una pregunta orientadora de este eje po-
tanto, la garantía de un enrolamiento que dría ser: ¿qué herramientas se deberían
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3 Usamos la palabra “prousarios” (produser) en el sentido propuesto por Katz y Sugiyama (2005). Es decir, estos actúan como co-
creadores y no simplemente como consumidores pasivos.
4 Centro interactivo de ciencia y tecnología, ubicado en Bogotá. Véase más información en Maloka (s. f.).
verso de la ASCyT, así como a reconocer y y compilación de fuentes orales locales), que
proponer elementos de análisis, apoyados en aún hoy toman quienes se acercan a la Biblio-
algunos casos representativos, esto con la in- teca y quieren ingresar a ConVerGentes.
tención de dar herramientas empíricas y de
discusión a la formulación de la Estrategia Na- Este joven director-historiador recuerda el
cional de ASCyT, lanzada en octubre de 2010 miedo constante que se vivía en Medellín en
por Colciencias (Colciencias, 2010). Una de las esa época y cómo este sentimiento mante-
nía en silencio a quienes se acercaban al es-
experiencias sistematizadas es ConVerGentes,
cenario.5 También, cómo las personas que no
la cual usamos para abordar, desde la práctica,
habitaban este territorio tenían estereotipos
los tres ejes propuestos en el anterior acápite.
sobre la zona y sus pobladores. Igualmen-
Construir un colectivo: el proceso de enro- te, encontró que mucho antes los habitantes
de La Loma solían desarrollar tareas de for-
lar actores
ma colectiva. Por ejemplo, la biblioteca nació
ConVerGentes es una experiencia desarrolla- como una construcción autogestionada por
da en La Loma, una vereda del corregimien- la comunidad a finales de la década del cin-
to San Cristóbal, en Medellín, Colombia, una cuenta, volviéndose una institución de refe-
rencia. Al pasar los años, dejó de serlo y acabó
zona azotada por problemas de violencia de
subutilizada. Estas dinámicas sociales se fue-
diferentes actores armados: guerrilla, para-
ron perdiendo con los años y el ingreso de la
militares y narcotráfico (Cubides, 2004). Fue
violencia a la zona terminó convirtiéndolos
promovida por un grupo de jóvenes y el di-
en “extraños entre ellos mismos”.
rector de la Biblioteca Pública Piloto, Filial San
Javier La Loma, quienes desde 2003 comenza- A mediados de 2007, un profesor colombiano
ron una dinámica de transformación de este del Departamento de Estudios de Medios y
escenario, pues además del servicio habitual Sistemas de Información de la Universidad
de consulta de información, lo convirtieron de Bergen, en Noruega, visitó La Loma para
en espacio de reuniones, talleres, diálogos, realizar unos talleres de videoblogs con otro
disertaciones y trabajos. grupo del sector. El espacio de la biblioteca
fue escogido, porque había seis computado-
Este punto de encuentro dio la oportunidad res y una conexión a internet. Este profesor
para aprovechar la formación de historiador desconocía la existencia del grupo que tra-
del director, quien percibió cómo muchos bajaba en la biblioteca, el cual también tomó
visitantes de la biblioteca iban a este espacio los talleres, y se sorprendió con su dinámica
para encontrarse con otros, contar sus vidas y de trabajo y herramientas conceptuales, pues
ser escuchados. Esta situación le hizo pensar empezaron a escribir sistemáticamente sobre
que eso debería ser recuperado y conocido sus hallazgos historiográficos y de memoria
por muchos; por eso les propuso a los jóvenes local, usando las herramientas que estaban
visitantes hacer talleres para tener herramien- aprendiendo y apropiando (principalmente
tas que les permitieran recuperar sus historias blogs). En ese momento, las prácticas de fo-
familiares. Estos fueron los talleres de técni- tografía y video se hacían con equipos pres-
cas historiográficas (elaboración de genea- tados; sin embargo, al articularse al colectivo
logías, recuperación del archivo fotográfico HiperBarrio,6 con la autodenominación Con-
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5 Este trabajo inicial estuvo marcado por varias dudas personales y conflictos familiares, incluyendo la oposición de su madre, que
llegó a decir que “le pagaba la carrera con tal de que no se fuera a trabajar por allá”.
6 Si bien HiperBarrio se vinculó a distintos grupos de trabajo, incluido ConVerGentes, para concursar por la beca de Rising Voices,
tal vinculación fue un asunto fundamentalmente político y obedeció a una racionalidad estratégica de los actores involucrados,
ya que, en la práctica, estos grupos mostraron tener diferencias ideológicas importantes, lo que hizo difícil su capacidad organi-
zativa como colectivo. Véase HiperBarrio (s. f.).
VerGentes, consiguen ganarse una microbeca para Suso, además del reconocimiento de la
por dos años, otorgada por Rising Voices.7 En comunidad. Debido a la difusión de este pro-
esta dirección, estas relaciones entre actores ceso a través de Rising Voices, obtienen reco-
configuran una red; eso implica la acción de nocimiento internacional, al ganarse el pre-
actores que entrelazan elementos heterogéneos, mio Nica de Oro (The Golden Nica) de ese año,
en la medida en que existan intereses com- en la categoría de comunidades digitales de
plementarios. La red, a su vez, es capaz de re- los Prix Ars Electronica.8
definir y transformar aquello de lo que está
hecha (Callon, 1998). Es decir, existe una suer- En este caso, los ConVerGentes identificaron
te de características que, por un lado, unen una situación problema que era compartida
elementos diversos y, por otro, facilitan las por el colectivo y la solución de esta implicó
condiciones para que la red funcione de ma- un proceso de negociación (presentaciones,
nera estable. divulgación de la situación, reconstrucción
de la historia de Suso, etc.), que consiguió
Aunque para ese momento ya tenían una orga- una clausura y estabilización, en cuanto fue
nización tanto del grupo como de sus activida- aceptada por todos los actores interesados
des, seguían parcialmente aislados de la comu- (Pinch y Bijker, 1984). Este movimiento man-
nidad, e incluso eran vistos con el estereotipo tiene articulado al grupo y permite que otros
de “los vagos y preguntones de la biblioteca”. actores se sumen, en la medida en que son
Esta situación cambia en 2008, cuando “des- interpelados tanto por el grupo (desde sus
cubren” a Suso, un reciclador de basura del conocimientos e intereses) como por su reali-
barrio, por un comentario aislado de la mamá dad. En este sentido, hoy en día han comen-
de una de las integrantes, quien lo identifi- zado un nuevo proyecto, que intenta cons-
có como “el hijo de Don Francisco”, la perso- truir una red inalámbrica comunitaria en el
na que donó los terrenos de la biblioteca del sector de La Loma, y para ello han iniciado
sector (Sáenz y Vélez, 2010). Los jóvenes de una formación sobre esta tecnología con otro
ConVerGentes decidieron hacer una campa- colectivo de Medellín, Un/loquer.9 Desde aquí
ña para construirle una vivienda digna, y con se han planteado no solo las preguntas del
las herramientas digitales que recién estaban lado de las tecnologías “duras” sobre los equi-
usando, tomaron fotos, armaron el video y pos (servidores, repetidores, antenas, entre
empezaron a escribir, con el objetivo de lo- otros), habituales en este tipo de proyectos,
grar los fondos necesarios. Esta circunstancia sino también, y de forma más interesante, las
los llevó a hablar con líderes locales, recoger preguntas sobre tecnologías “blandas”:10 ¿qué
dinero en las misas, organizar “bailotecas” y aplicaciones tienen sentido para esta comu-
hasta vender empanadas y salpicón. Final- nidad?, ¿cuáles servicios se pueden ofrecer
mente, en 2009 consiguen construir una casa y tienen sentido localmente? Así mismo, es-
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7 Risign Voices es parte de Global Voices Online, y apoyan iniciativas de periodismo ciudadano, en varios países, con microbecas.
El director de Rising Voices y el profesor de la Universidad de Bergen tienen una estrecha relación.
8 Los Prix Ars Electronica es uno de los premios anuales más importantes en los campos de las artes electrónicas e interactivas, la
animación por computador y la cultura y la música digital. La categoría en la que ganó HiperBarrio, gracias al trabajo de Con-
VerGentes, fue “Comunidades digitales”.Véase la página web de Ars Electronica (s. f.).
9 Un/loquer es un hackerspace en Medellín (para más información véase Un/loquer, s. f.). En la ciudad ya ha habido intentos de
construir una interconexión de internet libre entre barrios, como el proyecto Medellín Wireless (Acevedo y Castro, 2005). Sin
embargo, en este caso específico, aunque la parte técnica se logró realizar, es decir, se tenían nodos funcionales, conectados, el
proyecto no tenía contenidos para ser transmitidos ni una comunidad que los produjera. Esa falta de sentido hizo que con el tiempo
el proyecto de Medellín Wireless desapareciera.
10 Se considera que las tecnologías “duras” son las que tienen como propósito la transformación de elementos materiales en bienes
y servicios, mientras que las “blandas” hacen referencia a los conocimientos tecnológicos y sociales, los cuales corresponden con
información, experiencias prácticas, know-how, etc., no necesariamente tangibles.
tán las preguntas sobre los aprendizajes que […] que la historia también es
tienen en mente los ConVerGentes, que van el hoy […] no sólo es el pasado,
desde la fabricación de antenas, la realización del sino el presente también, porque
montaje de la red y la instalación de sistemas nosotros también hacemos historia
operativos libres, hasta el montaje de siste- y el espacio también es algo que
mas de gestión de aprendizaje. Este amplio cambia según como uno lo describa
rango corresponde a las inquietudes y las ne- y construya (Sáenz y Vélez, 2010: 87).
cesidades que han identificado en su propia
experiencia de uso de tecnologías. Son estos El segundo aspecto está relacionado con el reto
procesos de negociación en diferentes niveles de replicar la experiencia, como consecuencia de
los que reconocemos como el “caldo de culti- la visibilidad alcanzada después de ganar el
vo” de una TS. Nica de Oro. Los ConVerGentes están yendo
a tres comunidades, con el objetivo de expan-
Usar y apropiar: ¿para qué? dir el ejercicio, en el marco de un convenio fir-
Este proceso de articulación con otros actores mado a mediados de 2010 entre HiperBarrio y
le ha permitido al grupo incorporar perma- la Fundación Empresas Públicas de Medellín,
nentemente nuevos conocimientos y recur- para fortalecer su programa Red de Bibliotecas.
sos, y construir una metodología de trabajo, Esta situación les ha planteado múltiples desa-
donde “expertos” que ellos identifican como fa- fíos, ante las diferentes realidades y sujetos con
cilitadores, ponen a circular un conocimiento los que interactúan, grupos con niños, niñas,
específico, a través de talleres. Algunos de los jóvenes y adultos, muchos sin experiencia ni
participantes siguen profundizando sobre el antecedentes de trabajo colectivo; incluso al-
tema, lo usan según sus necesidades, reela- gunos han vivido en la calle, con problemas de
boran, en algunos casos, ese conocimiento, y violencia intrafamiliar y drogadicción. Este pa-
luego, convertidos ellos, a su vez, en nuevos fa- norama los ha llevado a preguntarse: ¿para qué
cilitadores, lo ponen a circular después de apro- compartir la experiencia y sus conocimientos? y
piarlo, dentro del grupo o con otros grupos ¿qué “enseñar”?, así como reflexionar sobre las
en la ciudad de Medellín y otros municipios. metodologías y las estrategias desarrolladas en
su proceso y la viabilidad que tienen en otros
La apropiación y el uso se evidencian a través
contextos.
de dos aspectos que están insertos en las di-
námicas de los ConVerGentes. El primero es
Esta reflexividad la han puesto en juego en
el diálogo con expertos / facilitadores, lo que
el desarrollo del actual proyecto de red ina-
condujo a la interacción con nuevos conocimien-
lámbrica, al adoptar una metodología basada
tos y el establecimiento de relaciones colabo-
en talleres, con un fuerte componente de re-
rativas para la autoformación, en función de
flexión sobre las implicaciones del uso de la
las cuales los conocimientos fueron comparti-
dos y actualizados dentro de la iniciativa. Esta tecnología, un marcado interés por la opción
posibilidad de diálogo es viable en la medida de las tecnologías libres y abiertas, la necesi-
en que ConVerGentes ha sido capaz de com- dad de centrarse en la solución de proble-
prender problemas de su entorno y desde allí máticas locales y el involucramiento de otros
interpelar a los expertos / facilitadores en la actores de la comunidad. Este proyecto les
búsqueda de herramientas que permitan su- ha planteado una serie de desafíos, más allá de la
perar las situaciones con las que se enfrentan. generación de contenidos, característica de sus
Esta decodificación del territorio y de sus his- prácticas iniciales, llevándolos al plano de la
torias los ha llevado a entender construcción de una infraestructura física y
a plantearse preguntas por el sentido que codificación académica. Así mismo, se buscan
esta adquiere para ellos y la comunidad.11 otros conocimientos que no están disponibles
al interior del colectivo y esto lleva al enrola-
En este sentido, la apropiación se reconoce como miento de nuevos actores.
un proceso social intencionado, donde de
manera reflexiva, actores diversos se articulan De esta manera, tanto el tipo de proyecto (el
para intercambiar, combinar, negociar o po- qué y el para qué), como las metodologías
ner en diálogo conocimientos, motivados por usadas por ConVerGentes, marcan las rela-
ciones que ellos establecen con otros actores
sus necesidades e intereses de usar, aplicar
“expertos” (personas del mundo del software
y enriquecer dichos saberes en sus contextos y
libre y, en general, de la libre cultura), pues
realidades concretas (Franco y Pérez, 2010).
su quehacer no se agota en lo tecnológico.
Las reflexiones que ConVerGentes como co-
Saber que se sabe
lectivo se plantean en relación con cómo in-
Durante el proceso, ConVerGentes ha ido ca- volucrar a la comunidad, mantener procesos
pitalizando una serie de conocimientos de di- autónomos e intentar procesos democráticos, en
el sentido propuesto por Feenberg (2002), los
ferente índole (conocimientos de las ciencias
ha llevado a interactuar en espacios de decisión
humanas, TIC, herramientas de gestión, etc.).
local, como la Mesa de Trabajo de La Loma,
Esta circunstancia los ha puesto en una rela-
la Asamblea Corregimental de Mujeres y el
ción permanente de proceso-producto, pues Programa de Planeación Local y Presupues-
es tan importante conseguir una dinámica to Participativo, donde asumen su tarea de
interna que permita la articulación y la com- mediadores y adquieren el compromiso de ar-
prensión del problema al interior del colectivo, ticular conocimientos, permitiendo la circula-
como los resultados específicos del mismo. ción de los mismos. Eso ha significado con-
figurar estrategias metodológicas alternativas
En este sentido, en este desarrollo de TS se evi- que orienten la práctica analítico-política que
dencia, por un lado, un saber hacer, que per- ellos desarrollan sobre su contexto, proble-
mite la cohesión del colectivo, lo cual es posi- matizando los órdenes naturalizados y con-
ble si se logra identificar problemas comunes, tribuyendo a la interpretación-producción de
en los que se ponen en diálogo las diferentes realidades que acojan la multiplicidad y la no
percepciones del mismo, pues reconocemos la coherencia (Law, 2004).
existencia de una flexibilidad interpretativa, en el
sentido propuesto por Pinch y Bijker (1984).
Consideraciones finales
Por otro lado, una vez exista un acuerdo fren-
Para terminar, proponemos dos elementos
te al problema, se requiere aprovechar el co- que recogen lo dicho hasta aquí: el primero
nocimiento disponible en el colectivo y fuera reconoce que existe una dimensión educati-
de él. Esta situación implica saber que se sabe, va que está inserta en el proceso de diseño,
en cuanto codificar el saber hacer, a través de implementación y gestión de la tecnología.
diferentes maneras (orales, historias, refra- Esta ha sido identificada y analizada en los
nes, etc.), las cuales no necesariamente están procesos de aprendizaje, desde la econo-
articuladas con las lógicas hegemónicas de mía del cambio tecnológico (Thomas, 2008).
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11 Una de las formas como están recabando información es a través del blog de la biblioteca, donde, además, están recopilando las
respuestas dadas por la comunidad al interpelarla sobre los servicios posibles que podrían ofrecer con esta red inalámbrica. Al
respecto, véase Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina, Filial San Javier La Loma (s. f.).
Esta dimensión puede verse reflejada en el do propuesto por Anzaldúa (1987), pues des-
aprendizaje producto de la práctica (learning de el reconocimiento de estos conflictos de
by doing), o el aprendizaje por el uso de un identidad y situaciones límite se configuran
artefacto o herramienta (learning by using), e nuevos puntos de vista que permitirían pro-
incluso el reconocimiento de que existe un cesos de transformación y de reconocimiento
aprendizaje permanente a lo largo de la vida (Freire, 2005).
(lifelong learning). Sin embargo, en el caso
presentado, identificamos que, al interior del Por otro lado, articulado a lo antes dicho, la
desarrollo de una tecnología, existen dinámi- complejidad que caracteriza estas dinámicas
cas de formación-apropiación que direccio- implica la necesidad de definir algunas pre-
nan y movilizan procesos de reflexividad guntas orientadoras, siguiendo la propuesta
sobre una situación o problema específico. de Philip, Irani y Dourish (2010), así:
Debido a la comprensión de esa situación, se
!¿Qué está invisible en las condiciones de
apropian herramientas cognitivas y técnicas
(conocimientos científicos y de otra índole), posibilidad que permiten el uso de una
y como consecuencia existe una producción tecnología? En nuestro caso de estudio,
de conocimiento que incluso se codifica para nos enfrentamos a comprender qué hace
ser usado en procesos de formación de otros posible que la biblioteca, los equipos que
sujetos que comienzan a participar de la ex- se usan, las personas que participan del
periencia, o por la necesidad de replicarla en proyecto, cada uno y todos permanezcan
otras comunidades. trabajando en la experiencia. Es decir, qué
está por detrás de estos elementos, permi-
El segundo elemento que consideramos im- tiendo que se mantengan ahí y qué redes
portante se articula con las preguntas y los invisibles se tejen para soportar esta expe-
caminos de investigación a futuro. Existe, por riencia.
un lado, la necesidad de situar los EST en rela-
ción con las dinámicas locales, pues el trabajo !¿Cuáles son las nuevas nociones de auto-
de comprender y desarrollar TS nos propone ría e innovación que se configuran en estas
problematizar metodologías y herramientas dinámicas de hibridación y frontera? Esta
que implícitamente embarcan imaginarios y pregunta pone de manifiesto que este tipo
nociones científicas y tecnológicas del con- de experiencias generan nociones de autoría
texto en el cual fueron desarrolladas, y su e innovación diferentes a las hegemónicas,
uso ingenuo para comprender las dinámicas pues es el colectivo y el intercambio (circu-
de TS podría dejar variables por fuera que lación de conocimientos) y la producción-
no sería posible ver con esas herramientas transformación permanente lo que garanti-
(Philip, Irani y Dourish, 2010). Por ejemplo, za el éxito de la experiencia. Esta situación
en ConVerGentes, la violencia presente en es visible en las dinámicas que permiten ir
el contexto genera una serie de dinámicas aumentando el acervo de herramientas que
que modelan la apropiación y la producción se van acumulando y complejizando. En la
de nuevo conocimiento, ya que orientan el experiencia de ConVerGentes, se inicia con
para qué y el cómo de la TS, y permiten una elementos de las ciencias humanas, des-
hibridación-frontera en diferentes niveles: es- pués se suman las TIC y ahora se está en
paciales (rural-urbano), sujetos (campesinos, el proceso de incorporación de tecnologías
desplazados de diferentes regiones del país, wireless (inalámbricas).
citadinos), conocimientos (ciencias humanas,
tecnologías, tradicionales, etc.). El decodificar !¿Cómo se configuran realidades con mira-
(comprender reflexivamente) esa situación das múltiples y diversas?, ¿cómo se gene-
produciría una conciencia mestiza, en el senti- ran dinámicas locales de circulación de co-
nocimiento alternativas al flujo experto " e implementación de software libre”, Ventana in-
lego? Desde aquí, la “historia de Suso” nos formática, Universidad de Manizales, Colombia,
hace pensar en el sello que lo sitúa (loca- núm. 12, enero-junio, pp. 27-32.
liza), y, a su vez, constituye a Suso en una
Anzaldúa, G., 1987, Borderland / La Frontera. The
historia global. En el caso tecnológico, los new mestiza, San Francisco, CA, Aunt Lute.
objetos múltiples que cambian su forma,
pero mantienen su fin último, pueden ser Ars Electronica, s. f., [en línea], disponible en: http://
un camino para comprender cómo es posi- www.aec.at/prix/en/gewinner/2009/#digital-com-
ble configurar realidades con métodos que munities
también sean múltiples (Laet y Mol, 2000). Benakouche, T., 1999, “Tecnologia é sociedade:
En el caso de ConVerGentes, la biblioteca contra a noção de impacto tecnológico”, Cadernos
fue resignificada y apropiada de maneras de Pesquisa do Programa de PósGraduação em Sociolo-
distintas. Esta adaptación, dependiente gia Política, núm. 17, pp. 3-21.
del contexto sin afectar su funcionalidad,
propone la noción de una tecnología fluida, Bender, W., 2010, “Cultura de comunidad. La
cuya forma no permanece de lugar a lu- experiencia de Sugar Labs”, en: G. Cyranek y P.
gar, sino que se personaliza, se transforma, Flores, eds., Movilización social para CEIBAL. Mi-
radas al contexto nacional e internacional de proyectos
pues sus espacios son adaptables. Sin em-
de un computador por niño, Montevideo, Unesco,
bargo, su función básica no se altera sig- pp. 183-193.
nificativamente por estas modificaciones.
Esta circunstancia también es aplicable para Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América La-
la replicación de experiencias, herramientas tina, Filial San Javier La Loma, s. f., [en línea], dis-
y métodos con los cuales se está enfrentando ponible en: http://bppfiliallaloma.wordpress.com
ConVerGentes.
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Por último, este ejercicio de querer comprender
the fisherman of St Brieuc Bay”, in: J. Law, ed.,
la dimensión educativa de la TS nos ha llevado
Power, Action and Belief. A New Sociology of Knowled-
a seguir una experiencia que usa, apropia y ge? London, UK., Routledge & Kegan Paul,
transforma tecnología, al ponerla en diálogo con pp. 196-233.
actores diversos que comparten problemas si-
tuados en un contexto específico. Ese proceso _, 1998, “El proceso de construcción de la sociedad.
es el que describe una trayectoria que tiene El estudio de la tecnología como herramienta
marcas educativas y el que nos hace pensar para el análisis sociológico”, en: M. Domènech y
que, a futuro, estas dinámicas pueden produ- F. Tirado, comps., Sociología simétrica, ensayos sobre
cir TS. Así mismo, el uso de los EST como he- ciencia, tecnología y sociedad, Barcelona, Gedisa,
pp. 143-170.
rramienta comprensiva de la dimensión edu-
cativa que reconocemos embarcada en la TS, _, 2008, “La dinámica de las redes tecno-económi-
nos ha implicado, como lo hemos mostrado, cas”, en: H. Thomas y A. Buch, Actos, actores y arte-
tensionar la noción de educación, reconocién- factos: sociología de la tecnología, Buenos Aires, Uni-
dola como parte constitutiva de la sociedad. versidad Nacional de Quilmes, pp. 147-184.
Es por eso que, al abrir “la caja negra” de la
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