POBREZA: SOLIDARIDAD Y PROTESTA

Gustavo Gutiérrez

La pobreza se ha constituido así en uno de los temas centrales de la espiritualidad cristiana

contemporánea.1

Para los países subdesarrollados la iglesia se presenta como es y cómo quiere ser, como la
iglesia de todos, en particular como la iglesia de los pobres.2

El Vaticano II alude varias veces a la pobreza pero no hace de ella una de sus líneas de
fuerza;3 (Buscar Lumen Gentium)

Pero corresponderá a una iglesia que vive en un continente de miseria e injusticia dar al
tema de la pobreza la importancia debida: un testimonio del cual depende la autenticidad de
la predicación del mensaje evangélico.4

En el mundo de hoy, fascinado por la riqueza y el poder, la pobreza aparecía como una
ineludible y necesaria condición para el camino a la santidad. De ahí que el más grande
esfuerzo se concetrara en la meditación de los textos bíblicos que recordaban la pobreza de
Cristo; y, consecuentemente, en la identificación con él en este testimonio. 5

1. Ambigüedades en el término de la pobreza

El término pobreza designa, en primer lugar, la pobreza material, es decir, la carencia

de bienes económicos necesarios para una vida humana digna de ese nombre. En este
sentido, la pobreza es considerada como algo degradante y es rechazada por la
conciencia del hombre contemporáneo.6

Pero en los ambientes cristiano se tiene tendencia, a menudo, a dar a la pobreza

material una significación positiva, a verla casi como un ideal humano y religioso, un
ideal de austeridad y de indiferencia frente a los bienes de este mundo, condición de una
vida conforme al evangelio.7

1
TLP 363
2
Juan XXIII Radiomensaje de 11 de septiembre de 1962.
3
LG 8
4
Cfr. Medellín (Buscar)
5
364-365
6
365-366
7
366