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CAMPAÑA DE EXPLORACIÓN

PRE-EXPLORACIÓN: Tiene por objeto determinar si una zona concreta, normalmente


de gran extensión, presenta posibilidades de que exista un tipo determinado de
yacimiento mineral. Esto se establece en función de la información de que disponemos
sobre ese tipo de yacimiento y sobre la geología de la región de estudio. Suele ser un
trabajo fundamentalmente de gabinete, en el que contaremos con el apoyo de
información bibliográfica, mapas, fotos aéreas, imágenes de satélite, etc., aunque puede
incluir alguna salida al campo para reconocer las zonas de mayor interés.

EXPLORACIÓN: Una vez establecidas las posibilidades de la región estudiada, se pasa al


estudio sobre el terreno. En esta fase se da la campaña de exploración, aplicaremos las
diversas técnicas disponibles para llevar a cabo de forma lo más completo posible el
trabajo, dentro de las posibilidades presupuestarias del mismo. Su objeto final debe ser
corroborar o descartar la hipótesis inicial de existencia de mineralizaciones del tipo
prospectado.

La norma elemental en todo proceso de exploración minera, consiste en aplicar métodos


capaces de abarcar grandes zonas, descartando áreas no favorables con métodos rápidos y
lo más económicos posibles, para llegar gradualmente a sitios concretos con métodos más
caros y precisos. “Un programa de exploración puede ser muy exitoso cuando logra un
claro aumento de las perspectivas de un sitio estudiado, anticipando la decisión final en
una o dos etapas, con el consiguiente ahorro de tiempo y dinero.” (P. A. Bally).

TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN MINERA

TELEDETECCIÓN

La utilización de la información de los satélites artificiales que orbitan nuestro planeta


puede ser de gran interés en investigación minera. Sigue siendo una técnica de
relativamente bajo coste (condicionado por el precio de la información a recabar de los
organismos que controlan este tipo de información) y que se aplica desde gabinete, aunque
también a menudo complementada con salidas al campo.

La información que ofrecen los satélites que resulta de utilidad geológico-minera se refiere
a la reflectividad del terreno frente a la radiación solar: ésta incide sobre el terreno, en parte
se absorbe, y en parte se refleja, en función de las características del terreno. Determinadas
radiaciones producen las sensaciones apreciables por el ojo humano, pero hay otras zonas
del espectro electromagnético, inapreciables para el ojo, que pueden ser recogidas y
analizadas mediante sensores específicos. La Teledetección aprovecha precisamente estas
bandas del espectro para identificar características del terreno que pueden reflejar datos de
interés minero, como alteraciones, presencia de determinados minerales, variaciones de
temperatura, humedad.

Fig N° 1: Esbozo de la aplicación de la teledetección.

Fig N° 2: Combinación Landsat 8 Natural con remoción atmosférica. RGB: 753.

GEOLOGÍA

Dentro del término genérico de geología se engloban muchos apartados distintos del trabajo
de reconocimiento geológico de un área. La cartografía geológica (o elaboración de un
mapa geológico de la misma) incluye el levantamiento estratigráfico (conocer la sucesión
de materiales estratigráficos presentes en la zona), el estudio tectónico (identificación de las
estructuras tectónicas, como fallas, pliegues, que afectan a los materiales de la zona), el
estudio petrológico (correcta identificación de los distintos tipos de rocas), hidrogeológico
(identificación de acuíferos y de sus caracteres más relevantes), etcétera. En cada caso
tendrán mayor o menos importancia unos u otros, en función del control concreto que
presente la mineralización investigada.

Fig N° 3 Corte estructural esquemático (SO-NE), a través de los depocentros mesozoicos.

GEOFÍSICA

La geofísica es la ciencia que estudia a la Tierra por de medio de la física, es decir, estudia
los fenómenos físicos que ocurren en ella. Para estudiar estos fenómenos usa métodos
basados en la medida de la gravedad, de ondas sísmicas, de campos electromagnéticos,
magnéticos o eléctricos y de fenómenos radiactivos.

Método aéreo

Las medidas magnéticas, electromagnéticas, de rayos gamma, y más recientemente, la


medida de la gravedad, no requieren contacto físico con el suelo y, por lo tanto, pueden
realizarse desde un avión. Inevitablemente, hay cierta pérdida de sensibilidad, ya que el
detector se aleja aún más de las fuentes, pero esto incluso puede ser útil para filtrar los
efectos locales de los objetos creados por el hombre. La principal virtud del trabajo
aerotransportado es, sin embargo, la velocidad con la que se pueden cubrir grandes áreas.
Las prospecciones pueden volarse a una altitud constante o (más comúnmente en la
exploración mineral) a una altura (nominalmente) constante sobre el suelo. Las aeronaves a
menudo están equipadas con sensores múltiples y la mayoría de las instalaciones incluyen
un magnetómetro.

Fig N° 4: Instalación geofísica en el aire. El avión ha sido modificado para estudios


combinados magnéticos y TEM. Se proyectan desde arriba de la cabina de montaje hacia
adelante del lazo del transmisor electromagnético, que se extiende desde las puntas de las
alas y luego al ensamblaje de la cola. Posee un sensor del magnetómetro de fibra de vidrio
en la parte posterior, lo que lo ubica lo más lejos posible de las fuentes magnéticas del
avión.

Método magnético

Los estudios magnéticos son la forma de geofísica más rápida, y con frecuencia la más
barata, que puede proporcionar información de exploración útil. Algunos minerales, de los
cuales la magnetita es con mucho el más común, producen anomalías fácilmente
detectables en el campo magnético de la Tierra porque las rocas que los contienen se
magnetizan.

La magnetización es temporal (inducida) y en la misma dirección que el campo de la


Tierra, o permanente (remanente) y fija en la dirección con respecto a la roca (en su
momento de formación), independientemente de plegado o rotación.

Dado que la magnetita es un constituyente muy pequeño de los sedimentos, un mapa


magnético generalmente registra la distribución del material magnético en el subsuelo
cristalino subyacente. Debido a que las partículas de hierro están en todas partes en áreas
pobladas afectan fuertemente a los magnetómetros de tierra, y también porque la cobertura
del suelo es lenta, la mayoría del trabajo magnético para la exploración mineral se realiza
desde el aire.
Fig N° 5: El campo magnético de la Tierra. Las líneas continuas son contornos de
gravedad constante, las líneas punteadas son contornos de intensidad de campo total
constante. Por ello, los cuerpos magnetizados producen anomalías muy diferentes en
diferentes latitudes magnéticas.

Fig N° 6:

Método gravimétrico

El campo de gravedad en la superficie de la Tierra está influenciado, en menor medida, por


las variaciones de densidad en las rocas subyacentes. Las densidades de las rocas varían
desde menos de 2.0 Mg m-3 para sedimentos blandos y carbones hasta más de 3.0 Mg m-3
para rocas máficas y ultramáficas. Muchos minerales minerales, particularmente sulfuros y
óxidos metálicos, son mucho más densos que los minerales que componen la mayoría de
las rocas, y los cuerpos de mineral son a menudo más densos que sus alrededores.
Sin embargo, los efectos reales son pequeños, generalmente incluso en el caso de grandes
depósitos de sulfuro masivo a menos de 1 parte por millón del campo total de la Tierra (es
decir, 1 mgal o 10 de las unidades de gravedad SI o gu que son 10-6 ms-2). Por lo tanto, los
medidores de gravedad deben ser extremadamente sensibles, un requisito que en cierta
medida entra en conflicto con la necesidad de que también sean resistentes y dignos de
campo. Miden solo las diferencias de gravedad y están sujetos a la deriva, por lo que las
encuestas implican referencias repetidas a las estaciones base.

Fig N° 7: Anomalías de gravedad sobre el grupo de mineral de Neves Corvo en el cinturón


de pirita portugués. Los cuerpos principales, indicados por cruces, coinciden con las
terminaciones locales en un alto de gravedad regional asociado con estratos de alta
densidad. En estas circunstancias, es difícil separar las anomalías para determinar la
masa total u otro análisis. (Datos de Leca 1990).

Método radiométrico

La descomposición radioactiva natural produce partículas alfa (que consisten en dos


neutrones y dos protones unidos), partículas beta (electrones de alta energía) y rayos
gamma (ondas electromagnéticas de muy alta frecuencia que la teoría cuántica nos permite
tratar como partículas).

Las radiaciones alfa y beta son filtradas por uno o dos centímetros de roca sólida, e incluso
un poco de suelo transportado puede ocultar los efectos alfa y beta de la mineralización.
Los rayos gamma son más útiles en la exploración, pero incluso tienen rangos de solo uno o
dos metros en materia sólida.
Fig N° 8: Espectro de rayos gamma natural típico registrado a nivel del suelo. Los picos
debidos a eventos de desintegración específicos se superponen a un fondo de radiación
dispersa de rayos cósmicos y desintegración de energía más alta. Tenga en cuenta la
escala vertical logarítmica.

Método sísmico

Los métodos sísmicos dominan la geofísica de la industria petrolera, pero son


comparativamente poco utilizados en la exploración minera, en parte debido a su alto costo
pero más especialmente porque la mayoría de los cuerpos minerales en rocas ígneas y
metamórficas carecen de capas coherentes. Una aplicación general es en la búsqueda de
placeres. El perfilado hacia el fondo utilizan una fuente de ondas o disparador y un detector
de hidrófonos individuales puede permitir la identificación de depresiones de lecho de roca
y, por lo tanto, áreas de posible acumulación de minerales pesados.

Cuando se encuentran minerales en rocas sedimentarias que se han doblado o fallado con
suavidad, los levantamientos sísmicos pueden ser útiles. Sin embargo, el trabajo de
reflexión en tierra es lento y costoso porque los detectores (geófonos) deben colocarse
individualmente a mano y las fuentes pueden necesitar ser enterradas.
Fig N° 9: Principios de refracción sísmica para un caso de tres capas. Si Vl <V2 <V3, la
refracción crítica puede ocurrir en ambas interfaces, produciendo frentes de onda planar
conocidos como "frentes de onda". Cerca del punto de disparo (S) la onda directa llegará
primero, pero pronto será superada por la onda que viaja a través de la primera interfase
y, eventualmente, por la onda que viaja a través de la segunda.

Fig N° 10: Perfil de reflexión sísmica a través de un canal submarino enterrado. La escala
vertical es el tiempo de reflexión bidireccional (TWT), en milisegundos. Diez milisegundos
TWT es aproximadamente equivalente a 7.5 m de agua o 10 m de sedimentos blandos. El
reflector indicado por "S" es el fondo del mar y "B" es una superficie de "sótano"
altamente reflectante. "M" es un múltiplo del fondo marino, creado por frentes de onda que
han hecho dos viajes entre el reflector y la superficie del mar. "D" es creado por la onda
que ha viajado directamente a través del agua desde la fuente hasta el receptor.
(Reproducido con el permiso del Dr. D. E. Searle y el Servicio Geológico de Queensland).

CALICATAS

A menudo, tras la aplicación de las técnicas anteriores prosigue la corroboración ya sea de


datos geofísicos o geoquímicos. Por lo cual, para verificar a bajo coste nuestras
interpretaciones sobre alineaciones de posible interés minero se pueden hacer zanjas en el
terreno mediante pala retroexcavadora, que permitan visualizar las rocas situadas justo
debajo del suelo analizado o reconocido. Además, estas calicatas permitirán obtener
muestras más representativas de lo que exista en el subsuelo, aunque no hay que olvidar
que por su pequeña profundidad de trabajo (1-3 metros, a lo sumo) siguen sin ser
comparables a lo que pueda existir por debajo del nivel de alteración meteórica, dado que,
como vimos en el apartado correspondiente, precisamente las mineralizaciones suelen
favorecer la alteración supergénica

Fig N° 11: Extracción de muestras en calicatas.

SONDEO MECÁNICO

Los sondeos mecánicos son complejos, ya que existen una gama de posibilidades, tanto en
cuanto al método de perforación (percusión, rotación, rotopercusión), como en lo que se
refiere al diámetro de trabajo (desde diámetros métricos a milimétricos), en cuanto al rango
de profundidades alcanzables (que puede llegar a ser de miles de metros en los sondeos
petrolíferos), en cuanto al sistema de extracción del material cortado (recuperación de
testigo continuo, arrastre por el agua de perforación, o por aire comprimido). Todo ello
hace que la realización de sondeos mecánicos sea una etapa especialmente importante
dentro del proceso de investigación minera
Los sondeos constan de perforaciones de pequeño diámetro, (entre 65 y 140 mm) que,
aunque no permiten la visión "in situ" del terreno, de ellos se pueden obtener testigos del
terreno perforado, así como muestras, y realizar determinados ensayos en su interior.

Los sondeos mecánicos se plantean para los siguientes requerimientos:

 Alcanzar profundidades superiores a las que se consiguen con calicatas.


 Reconocer el terreno bajo el nivel freático.
 Atravesar capas rocosas o de suelo muy resistente.

Fig N° 12: Instalación para la realización de un sondeo.


Fig N° 13: Testigos obtenidos.

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