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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

MONOGRAFÍA

SEXUALIDAD EN PERSONAS CON HABILIDADES DIFERENTES

Autores:

ARENAS BOLAÑOS, Frank

CORDERO ACUÑA, Shania

HOYOS DE LA CRUZ, Yassuri

SALINAS RONCAL, Ruth

VALVERDE SALINAS, Cielo

Asesora:

ROJAS CORDERO, Eva María

Nvo. Chimbote - Perú

2017
ÍNDICE

PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
I. CAPÍTULO I: CONCEPTOS BÁSICOS
1.1. Sexualidad
1.2. Sexo
1.3. Relaciones sexuales
1.4. Derecho
1.5. Derecho sexual
1.6. Personas con habilidades diferentes
II. CAPÍTULO II: SEXUALIDAD EN PERSONAS CON HABILIDADES DIFERENTES
2.1. Problemática sexual
2.2. Mitos
2.3. Casos
2.4. El rol de la familia
2.5. El rol del psicólogo
III. CONCLUSIONES
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍAS
ANEXOS
PRESENTACIÓN

El trabajo monográfico titulado “Sexualidad en personas con habilidades diferentes” para el


curso de Sexualidad humana de la Carrera de Psicología, en la Universidad César Vallejo, es de
vital importancia para la sociedad actual, ya que en ella planteamos de manera clara los puntos
precisos sobre las relaciones sexuales entre las personas con algún tipo de discapacidad,
desmintiendo rumores de forma clara, y eliminando algunos tabúes que puedan existir en este
tipo de relaciones sexuales.

De lo cual es bueno tener conocimiento ya sea una persona sin discapacidad o que tenga alguna
discapacidad. Es por ello que esté presente trabajo, producto del esfuerzo realizado de forma
grupal, nos hemos centrado en documentos con una fuente de información confiable, de los
cuales desarrollaremos desde como inician la sexualidad en su niñez, hasta poder expresar
algunos casos que se han encontrado libros clínicos.

El propósito de este trabajo es de poder ampliar nuestra manera de ver la sexualidad entre las
personas con diferentes discapacidades, las cuales la gran mayoría de gente desconoce o ignora
que estas personas también desarrollan su sexualidad, incluso puede existir personas que
tengan unos pensamientos que son errados sobre el desarrollo de esta sexualidad. Es por ello
que en esta monografía tenemos la finalidad poder ayudar a aclarar estas dudas, a su vez ampliar
nuestra manera de ver estos temas, y de esta manera tener unos conocimientos claros y
acertados de la sexualidad de las personas con habilidades diferentes.
INTRODUCCIÓN

Actualmente observamos que en nuestra sociedad pueden ejercer su sexualidad como


deseen en plenitud, sin embargo, que pasa con determinadas personas que presentan
alguna discapacidad, por ello para saber sobre el tema, Deulofeu, G y Clos, C. (2014).
Nos dice que «La expresión sexual es un derecho personal de cualquier individuo, tenga
o no una discapacidad, y sea o no ésta física, sensorial o cognitiva», también tenemos a
López, F. (2013) que manifiesta lo siguiente: “Se considera un camino hacia la
normalización e integración que, en la medida de lo posible, aquellas personas con
discapacidad que lo deseen y puedan usar de forma adecuada este tipo de espacios
dispongan de ellos. Lo más adecuado es que las personas con discapacidad que lo
deseen tengan su habitación o espacio personal” sin embargo Torices, I. y Águila, G.
(2007). Nos dice que: ‘’Cualquier tipo de discapacidad, física o psíquica, limita o impide
el desempeño normal de la vida familiar, escolar o social de quien la padece, situación
que se agrava según el género, la edad, el nivel económico y cultural de las personas. En
este contexto, el factor sexual resulta casi inexistente, de ahí la motivación de las
autoras para abordar un tema poco explorado -y muchas veces soslayado- el de la
sexualidad en las personas con alguna limitación’’. No obstante Gavia, B y Miquel, J.
(2009). Nos manifiesta que la sexualidad de la persona con discapacidad no es una
sexualidad especial por lo mencionado, no se debe de realizar la sobreprotección
invalida porque impide afrontar las situaciones necesarias para llegar a ser adulto, de
igual manera, nos dice que la persona con síndrome de Down crece con tremendas
carencias en cuanto a su proyección de futuro, sus relaciones afectivas y su sexualidad,
pero tienen, sienten y pueden practicar su sexualidad. Son personas con dignidad que
requieren apoyos y acompañamiento para realizarse como seres humanos y vivir de la
manera más plena posible.
I. CAPÍTULO 1: CONCEPTOS BÁSICOS
1.1. Sexualidad
Según Gorguet (2008) define a la sexualidad como la forma en que cada persona
expresa sus deseos, pensamientos, fantasías, actitudes, actividades prácticas y
relaciones interpersonales y es el resultado de factores biológicos, psicológicos,
socioeconómicos, culturales, éticos, religiosos, espirituales y comunicativos.
1.2. Sexo
Pellejero y Torres (2011), el concepto sexo, desde la sexología, va más allá de
los genitales; hace referencia a toda la estructura corporal. Resulta preciso
remarcar que, si bien los genitales son muy importantes, cuando no
determinantes en la vida de las personas, son sólo una parte del cuerpo.
1.3. Relaciones sexuales
Según Boyce et al (2007) las relaciones sexuales son un conjunto de condiciones
anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que caracterizan cada sexo.
También es el conjunto de fenómenos emocionales y de conducta relacionados
con el sexo, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas las fases de
su desarrollo. La sexualidad es una manera de comportarnos, de sentir, de
hacer y tiene que ver con factores biológicos, psicológicos y sociales. En la
sexualidad tenemos que analizar la sociedad, la familia o el grupo humano que
rodea a la persona.
1.4. Derecho
De acuerdo con Machicado (2013). Nos dice que para Ulpiano el Derecho es el
"arte de lo bueno y lo equitativo". Para Kant, el Derecho es el "complejo de las
condiciones por las cuales el arbitrio de cada uno puede coexistir con el criterio
de todos los demás, según una ley universal de libertad." Para Marx el Derecho
"es la voluntad de la clase dominante, elevada a la categoría de ley."
Según Cano (2016). “El Derecho es el conjunto de normas que imponen deberes
y normas que confieren facultades, que establecen las bases de convivencia
social y cuyo fin es dotar a todos los miembros de la sociedad de los mínimos de
seguridad, certeza, igualdad, libertad y justicia”, también se refiere a un
conjunto de normas jurídicas, creadas por el estado para regular la conducta
externa de los hombres y en caso de incumplimiento está prevista de una
sanción judicial.
Nos dice Machicado (2013). Existe la división del derecho en el encontramos :
Derecho Objetivo que es un conjunto de leyes aplicables a las personas y que
forman el ordenamiento jurídico vigente, derecho subjetivo que es la facultad o
poder reconocido a una persona por la ley vigente y que le permite realizar o no
ciertos actos, derecho natural que es el Conjunto de reglas ideales, eternas e
inmutables que se anhela ver transformadas en leyes positivas, derecho positivo
que se refiere al conjunto de norma jurídicas, escritas o no, vigentes en un
Estado, derecho moral se refiere a los actos de fuero interno. El Derecho se
aplica a la manifestación del fuero externo y por último tenemos al derecho y
Religión que antiguamente estaban unidos, hoy están vinculados en el Derecho
las normas nos atan a la ley y en la Religión a Dios.
1.5. Derecho sexual
Según Tristán (s. f.). Nos manifiesta que hace referencia a nuestros cuerpos,
respecto a la sexualidad y reproducción. Y tomando en cuenta que nuestro
cuerpo es un territorio individual, es muy importante que nuestras decisiones
sean autónomas e informadas y estas sean respetadas por el Estado y las demás
personas.
Según Szasz y Salas (2008). Los derechos sexuales positivos se organizan
alrededor del concepto de afirmación. Por un lado, hacen avanzar la
información de la diversidad sexual y, por el otro, designan una afirmación de la
sexualidad como placer. Ambas partes constitutivas hablan de la necesidad de
procesos culturales y sociales de empoderamiento. Estos derechos se
fundamentan en el diagnostico muy básico de que la cual organización social del
sexo y el género se estructura a partir de dos exclusiones fundamentales: priva
a individuos de la posibilidad de construir identidades sexuales que sean
aceptadas y celebradas socialmente, a la vez que margina a muchos de la
posibilidad de vivir una vida sexual definida por el deseo y el placer. (p,325)
Según Tristán (s. f.). Algunos de los derechos sexuales son:
Derecho a la Libertad Sexual: Es la expresión de la sexualidad de la forma como
lo desees, como te haga sentir mejor, sin que nadie se aproveche, o trate de
explotarte o abusar de ti.
El Derecho a la Autonomía Sexual, Integridad Sexual y Seguridad del Cuerpo
Sexual: Es la posibilidad de tomar decisiones autónomas sobre tu vida sexual,
en un contexto de tu propia ética personal y social, incluye el control y el placer
de nuestros cuerpos libres de tortura, mutilación o de violencia de cualquier
tipo.
El Derecho a la Privacidad Sexual: Es el derecho a tomar decisiones individuales
sobre tus comportamientos sexuales, disfrutando de todo aquello que te haga
sentir bien, es importante tener en cuenta que estos comportamientos no
deben interferir con los derechos sexuales de otros u otras.
El Derecho a la Equidad Sexual: Se refiere a la oposición a todas las formas de
discriminación, independientemente del sexo, orientación sexual e identidad de
género.
El Derecho al Placer Sexual: Es el derecho a disfrutar del ejercicio de tu
sexualidad, incluyendo el autoerotismo.
El Derecho a la Expresión Sexual Emocional: Es el derecho a expresar nuestra
sexualidad a través de la comunicación, el contacto y el amor. La expresión
sexual es más que el placer erótico de los actos sexuales.
El Derecho a la Libre Asociación Sexual: Significa la posibilidad de casarse, de
divorciarse o de convivir y de establecer otros tipos de asociaciones sexuales.
El Derecho a planificar en forma libre y responsable: Es el Derecho que toda
persona tiene a decidir sobre tener hijos, hijas o no, el número y el
espaciamiento entre ellos. En este derecho está incluido el acceso y a la
información veraz de todos los métodos de regulación de la fertilidad.
El Derecho a Información Basada en el Conocimiento Científico: Es el derecho a
saber todo sobre tu sexualidad y la forma como vivirla a plenitud, disfrutarla con
amor y cuidado para tu salud, con información que debe ser generada a través
de un proceso científico y ético y difundido en formas apropiadas en todos los
niveles sociales.
El Derecho a la Educación Sexual Integral-Comprensiva: Es el derecho que todos
y todas tenemos a conocer y comprender mejor nuestro cuerpo y sexualidad, a
estar informado sobre el funcionamiento y las respuestas que este tiene a
estímulos, este proceso dura toda la vida, desde el nacimiento, e involucra la
responsabilidad de todos y todas.
El Derecho al Cuidado de la Salud Sexual: El cuidado de la salud sexual debe
estar disponible para la prevención y el tratamiento de todos los problemas,
preocupaciones y desórdenes sexuales.
1.6. Personas con habilidades diferentes
Nos dicen Cabré y Estopa (2010). La terminología ha sufrido las siguientes
transformaciones que van de dominaciones tales como personas especiales,
hasta personas con habilidades o capacidades diferentes, pasando por personas
especiales y personas con necesidades educativas especiales. Según su juicio
dice que la reciente terminología es personas con habilidades diferentes que
resulta ser la más apropiada por cuanto elimina junto con el termino especial
toda la carga negativa que esta trae consigo para reemplazarlo por una
denominación proactiva como habilidades sin eliminar un rasgo privativo como
es la diferencia que no es, ni debe ser, sinónimo de desigualdad.
Según ASDRA (2015). Los orígenes de estos términos sobre las personas con
habilidades diferentes forman parte de una supuesta falta en la persona, lo cual
queda por fuera del modelo social vigente. Tenemos a la Deficiencia que es toda
pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o
anatómica y a la minusvalía que es una situación de desventaja para un
individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad,
que limita o impide el desempeño de un rol que es normal en su caso, en función
de su edad, sexo y factores sociales y culturales.
Según Puceiro (s.f.). Las personas con habilidades diferentes son aquellas que
requieren de un proceso de aprendizaje diferente para desarrollar sus
habilidades y capacidades. Dichas personas resultan vulnerables, pues
necesitan de apoyo constante, y confianza en su posibilidad de encontrar
caminos para crecer y realizarse plenamente. El aprendizaje de la convivencia y
de la solidaridad, son experiencias imborrables que preparan a las personas
para generar una sociedad que se preocupa por el bienestar y la felicidad de
todos. El inventario diario que debemos realizar sobre cuáles son las
habilidades, talentos o capacidades especiales de los otros, comienza desde uno
mismo. Es menester una apertura hacia el cambio y la mejora personal. Esto
rige en todas las etapas de la vida. Desde la tercera y cuarta edad, los abuelos
somos testigos de esa importante urgencia. Desde cierta etapa de la vida, al
observar lo pasado, y comparar con los eventos presentes y con el futuro que
se desea alcanzar, se descubre que desde todas las generaciones que conviven,
surgen respuestas afectuosas, de apoyo y acompañamiento de los miembros
más vulnerables. Ese acompañamiento requiere que sea realizado con
conocimiento y sentimientos positivos. El trabajo a nivel comunitario, al
facilitarse los talleres y estimular formación de nuevos grupos, genera
naturalmente, una mejor percepción de las necesidades especiales de esta
población, y abre oportunidades auténticas para la inclusión de todas las
personas en un proyecto común.
II. CAPÍTULO 2: SEXUALIDAD EN PERSONAS CON HABILIDADES DIFERENTES
2.1. Problemática sexual
Silverberg (2013) Nos damos cuenta como hoy en día es incuestionable la
necesidad de la atención y consideración hacia estas personas que sufren y
padecen estas diferentes discapacidades.
2.2. Mitos
Silverberg (2013) refiere muchos mitos sobre la sexualidad y la discapacidad y
estos son algunos de ellos:
1° Mito:
“Las personas con discapacidades y enfermedades crónicas no son
sexuales.”
Realidad:
Todos los seres humanos son sexuales, independientemente de la forma en que
expresamos nuestra sexualidad. Las personas con discapacidad se les niegan los
derechos sexuales, en parte, para mantenerlos fuera de la sociedad en general,
y probablemente en parte porque las personas con discapacidad son tratadas
como si fueran niños, y los niños también están excluidos de tener derechos
sexuales. Las personas que viven con discapacidad son sexuales y expresan su
sexualidad de unas maneras tan diversas como todos los demás, aunque no se
llega a ver esto porque la cultura dominante sólo nos muestra una imagen de la
expresión sexual.
2° Mito:
“Las personas con discapacidades y enfermedades crónicas no son
deseables.”
Realidad:
Lo que nos convierte en "sexualmente deseables" es único para cada individuo.
Estamos llevado a pensar que el sexo es para la joven y bella, que, si no se
pareces a una supermodelo, nadie te quiere; o si no puede producir el Punto-G
orgasmos múltiples en el momento justo o llevar ser un semental, no eres digno
de ir a la cama con otra persona. Ninguno de nosotros suele cumplir con estos
estándares, y el deseo se sustenta con una mezcla imprevisible de cosas
(mirada, personalidad, valores, etc.).
3° Mito:
“Las personas con discapacidad y enfermedades crónicas no pueden tener
sexo "real".”
Realidad:
De ello se deduce que, si hay una manera correcta de tener relaciones sexuales,
y usted no puede tenerla, entonces no se puede tener sexo real.
Es cierto que no todos pueden correr por la playa, rodar en la arena con música
de fondo y tener un jugueteo sexual sin despeinar nuestro cabello. También es
cierto que no todos queremos hacer eso. La mayoría de nosotros tenemos
relaciones sexuales incómodas, torpes, la mayoría de nosotros se masturba
mucho más de lo que tienen relaciones sexuales con otras personas, y la
mayoría de nosotros no habla de ello. Por lo tanto, pretender que hay un
"verdadero" tipo de relaciones sexuales, y de lo contrario, no se puede jugar el
juego: Esto es simplemente falso.
4° Mito:
“Las personas con discapacidad son una mala opción para parejas
románticas.”
Realidad:
Las relaciones son difíciles y llenas de compromisos, y una buena relación
implica compromiso de igualdad. A las personas que forman pareja con otras
personas con discapacidad se les dice suele llamar "nobles"...como si no
presentar una discapacidad lo convirtiese en un gran partido. El hecho es que
vivir con una discapacidad no significa que se contribuya menos a una relación.
5° Mito:
“Las personas con discapacidad no son sexualmente aventureras.”
Realidad: Vivir con una discapacidad no necesariamente tienen un impacto en
sus gustos sexuales o las elecciones (a pesar de que puede tener un impacto en
los otros). Se supone que las personas con discapacidad son sexualmente
pasivas y no iniciadoras. La gente no cree que alguien que usa una silla de ruedas
desee ser atado y recibir una palmada, o que un hombre sin piernas guste
vestirse como una bailarina. Estos supuestos son falsos, pero encajan con el
mito general que dice que lo único que se quiere es ser como todo el mundo,
así que, si eres diferente, seguro que debes querer tener una vida sexual
conservadora, ¿no?¡Incorrecto!
6° Mito:
“Las personas en las instituciones no deben tener relaciones sexuales.”
Realidad:
Una de las mayores barreras para el desarrollo de una sexualidad positiva es la
falta de privacidad. Esto es más evidente en instituciones como hospitales de
rehabilitación, hospicios, hogares de grupo, y hogares de ancianos. La mayoría
de las instituciones niegan sistemáticamente a los residentes el derecho a ser
sexual. No hay cerraduras en las puertas, no hay privacidad, y se sustenta el
supuesto derecho a tratar a las personas como objetos para ser acarreados,
hablados y controlados. Éstas son sólo algunas de las formas en que las
instituciones dejan claro que la sexualidad no es aceptable. Los derechos
sexuales son derechos humanos, y las personas que viven en instituciones
tienen derecho a ser sexuales en sus propios términos.
7° Mito:
“Las personas con discapacidad no necesitan educación sexual”
Realidad:
Todos somos sexuales, y todos necesitamos educación. La ignorancia sexual es
un obstáculo enorme para todos. Algunas personas creen que la razón para
negar a las personas con discapacidad el acceso a la educación sexual; es porque
creen que les animará a querer sexo, y esto tendría "riesgos incontrolables".
Según el manual publicado por la Comunidad Valenciana (FEAPS) en el 2014 nos
relata otros mitos que también son distorsionados por la sociedad:
1° Mito:
“Se tiende a pensar que la sexualidad de las personas con discapacidad es
cuanto menos “especial”.”
Realidad:
Las PCDID (Personas con discapacidad intelectual y/o desarrollo) no tienen
particularidades sexuales, no más que cualquier persona. Su sexualidad se
manifiesta de múltiples maneras, varía según la edad, grado de discapacidad, la
educación, la cultura…
2° Mito:
“Las personas con discapacidad no tienen sexualidad o necesidad de expresión
sexual, son asexuadas y/o no les interesa.”
Realidad:
Las PCDID han sido y son a menudo privadas de sus derechos sexuales y
reproductivos porque han sido tratadas como eternos niños o niñas. Las PCDID
tienen intereses, ilusiones y deseos, que se expresan en manifestaciones
sexuales, también de contacto corporal e intimidad sexual.
Tienen necesidad de vínculos afectivos incondicionales, de poseer una red de
contactos sociales, la capacidad de enamorarse, de sentirse atraídas y de ser
atractivas para otras personas. Su cuerpo tiene capacidad de sentir y de
excitarse.
3° Mito:
“Sus dificultades les impiden tener relaciones sexuales “normales”.”
Realidad:
El nivel intelectual no determina la capacidad de amar, expresar afecto y cariño,
desear, compartir sensaciones corporales, enamorar, seducir o respetar a la
pareja. Lo que les impide tener unas relaciones saludables es la
sobreprotección.
Al estar siempre pendientes y querer protegerlas tanto, es imposible que se
desarrolle su intimidad. En este caso muchas de sus conductas se producen en
el único ámbito existente: el público. A veces ocurre que, bajo la idea de
proteger a las PCDID de cualquier daño damos lugar a la aparición de conductas
desajustadas.
4° Mito:
“Las Personas Discapacitadas no tienen atractivo y no pueden producir placer.”
Realidad:
Los impositivos de belleza de la sociedad actual venden la idea de que la belleza
y la perfección de hombres y mujeres es lo más importante, que hay que ser
súper modelos o al menos contar con ciertas características físicas para poder
atraer a las demás personas.
Con ello se olvidan del gran valor que tiene la persona en lo más profundo de su
ser, sus sentimientos, valores, personalidad. Las Personas con habilidades
diferentes al igual que otras personas no encajan en esos modelos de belleza,
lo que no significa que no resulten atractivas.
5° Mito:
“No pueden tener pareja.”
Realidad:
La sobreprotección hacia las PCDID lleva incluso a no querer que se enamoren
porque se ilusionan y luego vienen las frustraciones... Se les quiere proteger
tanto que les privamos de la propia vida volviendo a dirigir la mirada a sus
limitaciones, porque no les consideramos capaces de superar estas situaciones.
Lo que necesitan es que se favorezcan espacios, tiempos y formas para
expresarse, encontrarse, en definitiva, para que puedan vivir su sexualidad.
6° Mito:
“Pueden transmitir genéticamente la discapacidad.”
Realidad:
Esta idea presupone afirmar que el origen de la discapacidad intelectual es
siempre genético, cuando el origen se ha comprobado científicamente que
responde a múltiples causas.
A demás esta concepción supone ligar sexualidad y reproducción. La sexualidad
es un valor en sí misma y no se la puede entender solo en función de la
reproducción.
7° Mito:
“Determinadas personas con discapacidad tienen una sexualidad incontrolable,
“perversa”, impulsiva, promiscua y por ello, llena de peligros.”
Realidad:
Lo que ocurre es que no suelen recibir Educación Afectivo-Sexual para distinguir
a lo largo de las diferentes etapas del desarrollo entre muestras de atención
apropiada e inapropiada o entre qué prácticas sexuales o expresiones afectivas
se pueden hacer en público y cuáles corresponden al ámbito privado e íntimo.
Una intimidad que necesitan y que desde el entorno se ha de favorecer.
8° Mito:
“Las personas discapacitadas no necesitan Educación Afectivo-Sexual.”
Realidad:
Todos y todas somos iguales, por lo tanto, necesitamos educación, la ignorancia
en este tema crea un gran obstáculo para poder comprender su propia
sexualidad. La Educación Afectivo-Sexual no comienza “algún día”, sino que está
presente durante todo el ciclo vital.
Hacer Educación Afectivo-Sexual es educar a la persona desde la perspectiva de
ser una persona sexuada con sus derechos, apoyándonos en sus capacidades y
potencialidades, creer en ellos y en ellas y ayudarles a desarrollar su autonomía
todo cuanto podamos.
2.3. Casos
Caso Norberto Butler (2014)
Norberto Butler ha pasado la mayor parte de su vida en un hospital en Buenos
Aires, desde que la poliomielitis lo dejó inmóvil en una cama.
Con 57 años, defiende el derecho de las personas con discapacidad a recibir
ayuda para ejercer un derecho en muchos casos no plasmado, el derecho a la
sexualidad.
En países como Suiza la asistencia sexual es considerada una terapia más. Se
trata de un servicio pago con profesionales y la figura de la asistente sexual está
regulada por el Estado.
Especialistas, trabajadoras sexuales y activistas buscan ahora que Argentina sea
el primer país de la región en regular la asistencia y servicios sexuales a personas
con discapacidad.
"Conozco cientos de personas con discapacidad que no resuelven este tema (del
sexo), que no tienen relaciones de ningún tipo", le cuenta a BBC Mundo.
"Yo conozco la mortificación que sufren muchos".
Testimonio de Sole Arnau (2017)
Jamás he caminado sobre mis piernas y por eso me desplazo en una silla de
ruedas. Tampoco he podido llevarme una cucharilla a la boca ni levantar un vaso
de agua. Por eso cuento con la ayuda de una persona -mi asistente personal-
que me permite llegar a donde no alcanzo.
Muchos contemplan mi situación como algo lastimoso y, por tanto, a las
personas como yo se nos condena a una existencia de servicios mínimos: ser
alimentados, ser entretenidos y ser acostados. Pero también tengo deseo sexual
y las sillas de ruedas no son necesariamente una atadura: también pueden
convertirse en un divertido juguete erótico.
Es cierto que había mantenido relaciones sexuales con parejas que no eran
diversas –preferimos ese término a "discapacitados" o "minusválidos"–. Sin
embargo, ¿qué ocurre si quiero mantener relaciones con otra persona diversa?
¿Y si quiero mantener cibersexo? ¿Y si quiero usar juguetes eróticos? ¿Y si
sencillamente quiero explorar mi cuerpo?
Todas las respuestas a estas preguntas pasan por la figura del asistente sexual.
Yo me he valido de uno y mi experiencia no podría haber sido más favorable.
Sobre todo, si tenemos en cuenta que los horizontes para una persona diversa
son especialmente estrechos.
El asistente sexual deberá estar bajo el paradigma de la filosofía de la vida
independiente: ser un bastón que nos permita llegar hasta donde
habitualmente no alcanzamos. No tendrá que desvestirse o procurarnos placer
directamente, sino facilitarnos todo aquello que físicamente nos está vedado.
Obviamente, será un trabajo sexual, pero de naturaleza distinta a la
prostitución.
Es cierto que algunas asociaciones sin ánimo de lucro facilitan todo tipo de
encuentros sexuales para los diversos -algo más cercano a la prostitución-, pero
no es el caso al que me estoy refiriendo. Yo hablo de un asistente personal que
se ocupe de cuestiones estrictamente sexuales y que tenga la preparación
adecuada.
Así ocurrió en mi experiencia personal y el resultado no pudo ser mejor.
Aunque, obviamente, lo hicimos al margen de toda regulación, porque su figura
no está recogida en ningún lado, mi asistente sexual me tomó de la mano y la
llevó a lugares de mi cuerpo que jamás había explorado.
Las personas que han trabajado conmigo acostumbran a decirme que mis
manos son especialmente suaves. Y, con la ayuda de mi asistente, sentí por
primera vez la suavidad de mis manos contra mi cuerpo: fue una sensación
comparable a unos fuegos artificiales.
Las personas diversas generamos maneras diferentes de relacionarnos
sexualmente y podemos aportar cosas en el terreno de la sexualidad, como una
concepción no centrada en la genitalidad, sino más sensual y variada.
Por supuesto, la asistencia sexual que yo reciba estará limitada. Por ejemplo, al
verme obligada a pactar estos encuentros por anticipado, mis impulsos sexuales
serán siempre programados. Pero lo asumo y mis experiencias me dictan que,
aun así, merece la pena. Tomar las riendas de mi sexualidad me ha reconciliado
con mi cuerpo.
2.4. El rol de la familia
De acuerdo al Ministerio de Educación de Chile (2007)
Es en la familia donde se dan los primeros y principales aprendizajes respecto a
la sexualidad y a la afectividad. Al tratarse ésta de una institución social de
ámbito reducido permite que en su interior se puedan dar tanto la vertiente
social como la individual al mismo tiempo. En ella se reflejan los procesos que
se viven en la sociedad, a la vez que la educación sexual puede entregarse de
manera más individual y personalizada a la situación, edad y circunstancias
particulares de cada niño, niña o joven. La madre, el padre u otras personas
significativas en la familia, educan en sexualidad y afectividad, a través de
actitudes, conversaciones y experiencias compartidas en la convivencia familiar
diaria y son los primeros adultos con los que los infantes establecen vínculos
más estrechos que serán determinantes en su futuro desarrollo emocional. En
la medida en que sean capaces de crear vínculos afectivos sólidos y sanos
permitirán a sus hijos e hijas crecer con seguridad y confianza. La madre y el
padre son espejos donde se miran y a través de los cuales aprenden sus hijos e
hijas.
Ella y él les reflejan no sólo una determinada forma de relación interpersonal,
una relación dual de pareja, sino también un modelo femenino y masculino que
el niño y la niña incorporan y que influye en la manera en que aprenden a ser
mujeres u hombres y a relacionarse en pareja.
La convivencia de personas con diferentes edades y situaciones vitales al
interior de la familia, permite que determinados aspectos relacionados con la
sexualidad se vivan de manera más directa e intensa, tales como un embarazo
de la madre, los cambios de la pubertad de un hijo o hija, el pololeo de otro u
otra, etc., que facilitan poder abordar estos temas con sus hijos e hijas que
presentan discapacidad intelectual. La posibilidad de crear un elevado clima de
afecto y de confianza favorece que los integrantes de la familia puedan hablar
en forma más profunda y sincera de determinados temas de carácter sexual.
Los vínculos afectivos fuertes, a la vez, facilitan afrontar y superar problemas de
carácter sexual que pueda tener alguno de los hijos o hijas.
De acuerdo a FEAPS CV (Federación de Asociaciones en favor de las personas
con discapacidad intelectual y/o del desarrollo de la Comunidad Valenciana):
La familia no debe:
 Negarles su sexualidad.
 Reprimir, prejuzgar, censurar sus manifestaciones sexuales.
 Restringir la construcción de su propia identidad sexual.
 Privarles de su capacidad para tomar decisiones.
 Sobreproteger, ejercer control.
 Tomar decisiones sobre sus cuerpos sin consentimiento de la persona.
 Impedirles hablar o preguntar sobre el tema.
 Facilitar información engañosa, excesivamente técnica o no adecuada a
su nivel de comprensión.

La familia debe:

 Mostrarse abiertos-as a sus preguntas, curiosidades, dudas y con


disposición a hablar del tema.
 Proporcionarles información clara y adaptada a las posibilidades
cognitivas de cada persona. Aprovechemos cualquier ocasión que se dé
y busquemos oportunidades para darles informaciones básicas.
 Enseñar prácticas higiénicas, saludables y seguras. Acudir a las visitas
ginecoló- gicas y ur3ológicas para una buena salud sexual y
reproductiva.
 Consultar con profesionales especialistas en caso de dudas.

Es importante que los acuerdos entre los distintos miembros de una familia
(madre, padre, hermanos-as, abuelos-as) son muy importantes para que haya
coherencia en el mensaje, las reglas y la información que se da.

2.5. El rol del psicólogo


Giné et al. (2009) en cuanto a la relevancia que se otorga a las relaciones que
tienen lugar entre los diferentes contextos en los que participa el niño a lo largo
de su desarrollo, como son el contexto familiar, escolar, comunitario. La labor
del psicólogo puede ubicarse en los tres contextos, los cual es fundamental en
la aceptación e inclusión del niño con discapacidad y su familia.
Es necesario que el psicólogo, tenga muy claro que ser una familia con un
miembro con discapacidad no debe ser sinónimo de familia patológica o infeliz.
Los conflictos no surgen a nivel familiar como consecuencia directa de la
discapacidad, sino en función de las posibilidades de la familia de utilizar
estrategias, recursos y capacidades para adaptarse a esta situación.
FEAPS (2009) Por lo tanto, el trabajo con familias a de partir de las necesidades
que estas plantean para mejorar su calidad de vida, no de las que los
profesionales presupones. Las necesidades son las que orientan el proceso de
prestación del servicio y pueden cambiar y evolucionar del mismo modo que lo
hacen las familias. El servicio habrá de adaptarse a la realidad cambiante que
presenta la familia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ASDRA (2015). Cómo se dice: Discapacitado, persona con discapacidad o con capacidades
diferentes. Extraído de:

http://www.asdra.org.ar/destacados/como-se-dice-discapacitado-persona-con-
discapacidad-o-con-capacidades-diferentes/

Arnau, S. (2017). Tener asistente sexual me ha servido para reconciliarme con mi cuerpo. Verne
El País. Extraído de:

https://verne.elpais.com/verne/2017/07/21/articulo/1500628710_843923.html

Boyce P., Lee M., Jenkins C., Mohamed S., Overs S. y Paiva, V. Putting sexuality (back) into HIV/
AIDS: Issues, theory and practice Glob Pub Health 2007; 2:1-34.

Cabré, T. y Estopa, R. (2010). Objetividad científica y lenguaje: la terminología de las ciencias de


la salud. Barcelona: Apeteció.

Cano, R. (2016). Conceptos jurídicos fundamentales. Extraído de:

http://www.poderjudicial-gto.gob.mx/pdfs/ifsp_conceptosjuridicosfundamentales-1.pdf

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