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Benedicto XVI renuncia el 28 de febrero de 2013

Ayer (11 de febrero) el Papa anunció que va a renunciar el


próximo 28 de este mes por edad avanzada y siente que no tiene ya
fuerza física para cumplir con el ministerio de Papa. Tiene 85 años de
edad y 7 de pontificado.
Es un gesto de grandeza, generosidad y humildad.
Quince días después de la renuncia y antes de los veinte días
se reunirán en cónclave en el Vaticano los 120 cardenales electores de
la Iglesia Católica, que están en los cinco continentes. Se hospedarán
en la casa de Santa Marta (en el mismo Vaticano), que tiene 120
habitaciones y 20 salones. Y en dos o tres días, si Dios quiere, elegirán
al nuevo Papa.
Así fue la última elección, del Papa Benedicto XVI. Cuando
murió el papa Juan Pablo II el 2 de abril de 2005, dieciséis días
después, el 18 de abril, se reunieron los cardenales, y el 19 por la tarde
había ya un nuevo Papa, Benedicto XVI.
Y lo mismo fueron las últimas elecciones de Juan Pablo II,
Juan Pablo I, Pablo VI y Juan XXIII.
No hay campaña electoral, y ninguno quiere ser elegido
Papa. El elegido por los hermanos cardenales, lo acepta por
obediencia y humildad.
La elección es transparente. Antes de entrar en el cónclave,
todos los cardenales celebran juntos la Santa Misa y piden por la
elección del Papa en la basílica de San Pedro. Luego van en procesión
a la capilla Sixtina, donde quedan ellos solos, no pueden hablar por
teléfono ni tener correspondencia o cualquier otro contacto con el
exterior (radio, televisión…). Y los cardenales tienen que guardar
secreto antes, durante y después de la elección.
Comienzan las votaciones por voto secreto. Cada cardenal
está sentado en la gran mesa que en forma rectangular y a la vista de
todos está en la capilla. Cada uno tiene ante sí una tarjeta de votación,
en la que escribe el nombre de quien él elige. Dobla la tarjeta, sale al
pasillo y camina hasta el altar, en donde hay una urna para depositar la
tarjeta. A la vista de todos. Tres cardenales hacen el recuento de votos,
a la vista de todos. Van leyendo las tarjetas, una a una, y escribiendo el
nombre del elegido en una pizarra. Si ninguno ha obtenido el número
de votos requerido (dos tercios de los votantes), se queman las tarjetas
con una substancia que sale humo negro por una chimenea al exterior.
Y se hace otra votación. Cuando uno obtiene los dos tercios de votos,
es el elegido. Le preguntan si acepta. Y escoge el nombre. Es el nuevo
Papa.
Se queman las tarjetas con otra substancia y sale humo
blanco por la chimenea al exterior. Y ya sabe todo el mundo que hay
un nuevo Papa.
Después sale un cardenal al balcón y anuncia: Gaudium
magnum nuntio vobis: Papam habemus (os anuncio una gran alegría:
tenemos Papa), y el nombre es…
Y al momento sale el nuevo Papa, que dirige sus primeras
palabras y da la bendición a la ciudad y al mundo.
Y esto lo tendremos, si Dios quiere, hacia el 20 de marzo.

Qué diferente es la elección del Papa a la elección de cualquier


Presidente

Cuando muere o renuncia el Papa, a los quince días, sin


campaña electoral, se reúnen los electores, máximo 120 cardenales
menores de 80 años, de todo el mundo, de todas las culturas y lenguas,
y en dos o tres días de votaciones transparentes, con voto secreto,
eligen al nuevo Papa. Y ninguno quiere ser elegido. Y el que es
elegido, acepta por obediencia y humildad.
¿En qué país del mundo hay unas elecciones así: sin campaña
electoral, transparentes, y que ninguno quiera ser elegido?
Sólo en la Iglesia Católica en la elección del Papa.
Y qué bien elegidos. Por ejemplo, en los últimos cien años.
Hace cien años, en 1913, estaba de Papa San Pío X. Luego Benedicto
XV en 1914, Pío XI en 1923, Pío XII en 1939, Beato Juan XXIII en
1958, Pablo VI en 1963, Juan Pablo I en 1978 sólo 33 días, Juan
Pablo II también en 1978, Benedicto XVI en 2005, y ahora en 2013 el
que los 120 cardenales elijan. Todos ellos muy sabios y muy santos.

Renuncia del Papa (28 febrero de 2013)


Renuncia
El Papa Benedicto XVI renunciará oficialmente dentro de unos días,
el 28. Nosotros acogemos con respeto y amor esta decisión que ha
tomado por motivo de su edad avanzada y disminución de su fuerza
física en los últimos meses.
Sede Vacante
A partir de ese día estaremos en Sede Vacante. El gobierno de la
Iglesia queda en manos del Cardenal Camarlengo Tarsicio Bertone,
Secretario de Estado del Papa, y del Colegio Cardenalicio, que
actualmente son 211, y cuyo Decano es el Cardenal Angelo Sodano,
que fue Secretario de Estado del Papa Juan Pablo II. La Sede Vacante
suele durar menos de 20 días.
Cardenales electores
A partir del 28 de febrero todos los cardenales menores de 80 años,
que ahora son 117, y son los electores del nuevo Papa, tienen que
acudir a Roma, al Vaticano, para reunirse en el Cóncla, que debe
empezar entre el 15 y el 20 de marzo Se hospedan en la Casa Santa
Marta.
Cónclave
Todos los cardenales comienzan celebrando la Santa Misa en la
basílica de San Pedro y piden por la elección del Papa. Después se
dirigen en procesión cantando las letanías de los Santos a la Capilla
Sixtina. Y allí quedan solos los 117 cardenales electores. Sin ninguna
comunicación con el exterior, sin teléfonos, sin radios, sin televisión,
sin periódicos.
Votación
Y comienza la primera votación. Todos los cardenales se sientan
alrededor de una larga mesa cuadrangular, unos frente a otros, Cada
uno tiene ante sí, una carpeta con boletas de votación y un bolígrafo.
Escribe en secreto el nombre del que él quiere elegir, Dobla la tarjeta
por la mitad, y la lleva en sus manos por el pasillo central hasta el
altar, en donde hay una urna para depositarla. Allí hay tres cardenales,
que cuando han depositado todas las tarjetas, las mueven y van
sacando de una en una. Uno de los tres cardenales ve lo que está
escrito, el otro también, y el tercero lo lee en alta voz y escribe el
nombre en una pizarra…
Fumata negra
Si ninguno ha obtenido los dos tercios de los votos (78) se queman
con una substancia especial y sale humo negro por una chimenea al
exterior, y todo el mundo puede ver que todavía no ha sido elegido el
nuevo Papa.
Fumata blanca
Cuando uno obtiene el número requerido de votos (dos tercios de los
votantes), es el elegido, el nuevo Papa. El cardenal decano se acerca a
preguntarle si acepta, Y al aceptar, le pregunta qué nombre quiere
elegir. Se queman las papeletas con otra substancia y sale humo
blanco por la chimenea al exterior. Y todo el mundo sabe que ya ha
sido elegido el nuevo Papa. Esto puede suceder a los dos o tres días de
cónclave. Así ha sido en los últimos cónclaves de Benedicto XVI,
Juan Pablo II, Juan Pablo I, Pablo VI…
Enfermos
Voto de los cardenales enfermos en la Casa de Santa Marta. Salen tres
cardenales del cónclave con una pequeña urna cerrada con candado y
con una ranura para depositar la tarjeta del enfermo. Y regresan con el
voto secreto del enfermo, y lo depositan en la urna con todos los
demás.
¡Que diferente es la elección de un Papa a la elección de un
Presidente
Sin campaña electoral
La Sede Vacante suele durar menos de veinte días desde que muere o
renuncia un Papa hasta que es elegido el nuevo Papa. En esos días se
prepara el cónclave, llegan todos los cardenales electores a Roma y se
realizan las votaciones.
Las votaciones son plenamente transparentes
Todo se realiza estando sólo los 117 cardenales electores. Y a la vista
de todos. Se recuentan todos los votos, que tienen que coincidir con el
número de votantes. Y si hay un error, se tiene que repetir la votación.
Ninguno quiere ser elegido
Al Papa Pablo VI cuando se dirigía como cardenal al cónclave en el
que fue elegido, un periodista le preguntó: Eminencia, ¿desearía ser
elegido? Y contestó inmediatamente: “Tendría que estar loco para
desearlo”

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