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uoduccióll tk CRITICA DE

AUIUlUO GARZÓN DEL CAM INO LA ECONOMlA POUTlCA


DEL SIGNO
p"
JEAN BAUDRILLARD
LA EOONOMfA l'OLiTIC,," DEL SlCNO 167
HACIA UNA CRITICA DE LA EOONOMIA
POUTICA DEL SIGNO el campo de la significación tiene por efecto desplazar
y plantea r en términos radicalment~ difen:ntcs todo el
proceso de la idcologla. tlte no se funda ya en una
reIación infra/supelcstructu ralentre una producción rna·
rerial (sistema y relaciones de producción) y una pro-
ducción de signos (cuhur.l, etc.) que vendr!a a expresar
LI CrÍl>ca ele IQ economía polír>c¡¡ del $;g"o So! propone y a enmascarar sus conuadiccioncs. Todo esto fonna
hacer el aná li~is de la forma /signo. del mismo modo en adelante parte, con el mismo graJo de objetivUúul,
que la crhica dc la economía política se propuso hacer de la ..-.:onomlo polllica (de su crític~ ) gt'nera l, atrave-
el de la forma/mercancla. Así como la mercanch, es a lu sada de parte 3 parte por la misma fonna y regida por
\'cz \"alor tle cambio y vn lOI dc u'iO _ímp<.>" iénd~ en- la mi sma lógica.
IOnCC$cl análisis !Out! tleesta forma w brela5 Jos"crtien- H ay que rerordar que la visión tradicional de la ideo-
tes del sistema- , el signoesa la\"c:l significantcy signi- logía, con su distinción artificial de 10 "econ6micoH y
ficado. y el análisis de la forma/signo ba de institu irse ~ de 1" "idcológicon, adem~s de la gimnasia desesperada
los Jos niveks. Simuháneanlente se impone, CQIllO ..-.; (-SlJpe1"C"'ltructu l'3l", -di3Iklica~. "estructural con dom¡-
namnl, el an.ilisisl6giroY cstratégiro(le la relación e n' nante~, ctc.) que lleva consigo, supone también la im-
IrrtO$dosté.minos.osea: posibilidad de captu la fu nci6n "ideoJógica n de Ja cul·
1. Entre $Ístema del ve y sistema del VU (o cntM IIna y de los signos así separados, romo no sea al nil."el
fonna /rnercanda y forma/objeto): n lo que hemos in- de los signific.1dos. La ideología (dc tal O cua l gru_
tentadoenelartlculoanterior. po, de la clase dominante), ron si"mpre grandes te-
2. Entre sistema de:! Se V sistema <kl So (o cntre su mas, grand..."S contcnid05, grandes wlores ( nación, moral,
códjgo rcspectil'll, qu~ define la articulación del vdlor/ famili a, human ismo, feliddud. consumo) cuya potenda
5ignoy de la forma/signo). aleg6rica viene ~ actuar, no se sabe cómo, sobre la s
Esta relación se establece en ambos casos como unjl. ronciencias para inlegrarlas. Sonrontenidosckpe n$ll_
(unción jerárquica entre una forma dominante y tina miento que vitnen a actuar sobre situaciones reales, y,
forma"COllrtada, o forma-sa télite. 'lue es al mismo tiempo en el conjunto, la ideología se define como la resaca de
el corona mic:nto lógico y la realización ideológica de la cuh u ra sobre la ecollOmla.
la ptimcra. Cuando es cosa clara que la ideología es esa fomtQ
misma que Atra"iesa tanto la producción de los sigllO$
como b produl"Ci6n "materiaIH , o más bien el desdobla·
mien to lógico de esta fOlma en dos términos:
l . BL i'E.""r&'\MtEI'n1) MÁGICO DE 1..\ 1000Loci ...

Esta cstructuración hornol ógica de los valores en lo <I ue


~/~
se ha con ~nido lIamu el campo tle lo ..-.:onómÍt"o y desdoblamiento fundona l. CSlriltigico, PO' el que la for-
[1661 ma se reproduce. Esto significa que UJ ideología eSIQ
168 I.A ECONOi\-d" POLÍTICA DEL SIGNO LA EOONOMÍA POLÍTICA DEL SI GNO 169
ya ",Ina en la reÚ/cum dd ve ,,/ VU, es decir ,odi! conocimiento de su lorm;> y de la absu".tecióo del traoojo
cntera Fa en la 16gica de la nlcrClmcía, como lo está en ~ial que opera, La cultura se defi ne as( en d pensa-
la ,dación del Se al So, es decir ~'n la lógic~ interna mIento burgu és. (o marxista, ¡ay!) como trascendencia
<klsigno. oh 1m contenidos, en cotrelación oon conciencias por
MaIXha OclTlO'\trado<jut.' la objelil'idad de la proouc- la "representación'·, circulando entre ellos romo "alorrs
d6n mal~ria ' =i día n() en Su !lmlerí.lid"d. ~ill0 en positivos, de igual manera que la mercancía fctichizada
$u (o."'''. (;secscl punto de partida dc toJa lcoría apan..:c l'OJIlO va lor real innll.,diaIO. en Uluclación con
critica. La misma reducción analítica debe ser hecha dt- sujetos por medio de la "necesidad'· y el \'alo. de uso,
la iJcologla: su objeTividad no reside en Su "ideal id~d", y circulando según las reglas del valor de C'dmbio,
es dec ir en una rncrJflsica realista de los cOUlen¡dOlS La astucia de la forma consiste en ocultarse continua-
de penlOlmienlos, sino en su forma. mcntc en la e"idencia de los contenidos. La astucia del
La"cririca- ( ma,x;sta igualmente ) de Ja idcologíavl\'C código es ocultarse y manifrstarse en la evidencia del
de un pensamiento mágico de 13 ideología. No la ,k'S- valor. En la ~m3teri3Iidad·' del contenido es donde la
cifr~ ennm forma, sino !;"mlO contenido, valor da,1o tms- forma wnsuma 5U abstracciÓn y se reproduce como f or-
cemien te; un a especie de malla que ;Tia unido a algunas ma, En l'5tO Ulnsisw su m,1gia, jugando a 1;> vc~ sobre
grandes ~pr~"$Cnracjoncs ,¡ue impregnan m:lgicalTtcntc la producción de los contenidos y de las conciencias
unas suhjo:1ivj.lndcs flotantes y engal\0S3S lIamada~ ~wn­ para rttibirlos (del mismo modo que la producción pro-
cicncia~". Dd mismo modo <¡ u ~ b "nece~idad" prt'temle duce a In va loo;produclos y las MnL"CCSidado..'S" que
IiCr la rcl~ci 6n entre lu "utilidad de un ohjelO" y In "de- a éstos corresponckn), in5tal~ndu a~í la culturd cn uoa
manda de un sujeto', as! la id.,.,Jogia apnre<.... como la t rascc:m],.,neia dual de los vMloo..'S (de los contenidos) y
relación en tre la proyecrilln de una concicncia 'Y Ja idea· de las cunciencias, 'Y en una metafísica del intercambio
lidad de una ... idea, ode un "aJor, 1...1 misma p~$;Irela en tre loo; dos t~rminos.. Y si la vulgata burgu~ Jo
múgica entre unos conc"ptos artifki~k'5, inclu so meta- instala en esta trascen dencia para ~al'r~lilarlo en e lla
físicos, trJfuferid;> de los hi~nes materiales a I:IIi repre- como cuUuTa, la vulgata maTl<i.t3 lu inst~la en la mi~
Sl!ntacionesCQJL"CIi"asvalos,'alo~.' roa tr.lsccndcncia par.l den unciarlo en ella como ideolo-
L:o idc<.>/ogía l"S dl' ',,,'d,o todo d pru.:cso de r('<juc· gía. Pero las do" "ulg-AtaS \'3n 3 enrontra= '-'TI el
ci6n y .le abstracción dd malcriul si ruhólico e n una mismo pcnsnmicnto mági c","
forma; pero (SU. ubstrJl~i<.Ín "..." I"ct<)(:1 se .la inlTlt'dia- Casi todo d pensamiento contemponl nl'O se en rcd~ en
tamente l'\ll1lO "310r (aut.;nol1lO). como wntcniclo ( tras fal_ problemas, en intl'rmi nablcs wntr<>vcrsias nacidas
ccnc.... nte).C()n1orepll.-~ntución<kwncienci" (signi Fica- dcdisyulH....... c:sa rlifici,,¡...'S:
do), Es.-l mi~",o procc>o que da a le"'! m b mc rC'~ ncb 1. La di~yundón sujt~to/objcto, tapo nada por el ('On .
un ,-a lo. autónomo, una 1'I:31iJ3d t r:u;c.'nJ~n h.', por de.· O.'pIO mágico dc "nL'Ce,idad", Todo m~rc haria bi~n, ~i no
surgí"r• ..J insoluble I'",hlem;, (le "la "rerta y de la de·

• Así la .knu .... ia "c.¡,ic~" <Ir la. "na:"-"d:ode< ."iflcla!n'"


y <k l. "manipul""Hin de l., n.,.:".id:od,,,:' ~,,;n<id~ ~'YI el ",l,,.,.,
englr... <:Un l. e~.h"";ó,, ¡"""",licio""l dd <"n,u""".
170 LA ECONOMtA POLmeA DBL SleNO L A ECOi\"O MiA POLin CA DEL SlCNO 17 1
manda" en el si$tI.'ma gcncrnl de la producción/consumo. la economía políUca.se halk. en el coraWIl ...ismo del
¿t\ utImOlnla de 111 opción u manipulación? ~Seudodialte­ sig.w, en la ecuación abstracta del sign Ificante y elel siS--
rica entre Indos? Elerna letanía y falso problema. n¡[icado, en la com himlloria diferenciJll de los signos,
2 La disyunción inrra/$U perC!ilrUCIU ra, la cua l hemos por lo que éstos pueden funciona r como valoc de cam'
visto que recubria subrqlliciameDlC la infatigable di~ bio (el discuno de la romunicación) y como valor de
yunción emre materialidad de los c:onrenidos e ¡cleali· USO (el descifradoTocionalycl uso social distintivo).
daddclascOfIcicncias,csta ndolosdospolosseparados 2. Es n c~usa de que ID estructura del signo se hlZUa
ari, reun idos por el concepto mágico de ideología. Aquí en el corazón ",ismo de la fornwj ..,erwnda por lo que
igualmen te marcharía bien todo si no quedara por ello ésta pucde tornar inmedinta mente efecto de significa.
eternamente en su~pcn50 - para la mayor sat isfacción ció" - nn "además" como "mensaje" y connotación,
degencraciOll CS de inlclccluales-eI problerna de la "in$- sino porque !;e iMlitu ye, por su forma mis ma, como
tancia detcnniname" y toda la acrobacia de "interae- m edium lotal, como siste ma de comuHlcació.. que rige
ción", ue ~d¡alé<:ljca", de "a utooom ra relativa" y de "1\0" lodo el in tercambio ~iaL Como la fonna /sib>TIo, la
brcdclcrminaci6n", resultante. mercancía es un código que ordena el imernmbio de
3. u distinción clI'l,lot3ci6n jalienación,o:¡ue hace re- valores. Contenidos matcriales de producción o conteni-
~rcU{ir este f~ lso problema al n¡l-eI del a n~ liS¡$ pol íti- dos inmnlcrialC$ de significación , poco importa, el códi-
co. El debate interminable de saber 5i la una funda go t:s lo ck'wrmi name: la regla del juego de los ~igni­
la O(ra, si la segunda sucede a la p ri mera corno Mestadio f>ca ntes, la r<'gla de! j uc:go dd val ..... de cambio. ti es
más avanzado del capitali~mo~, todo esto es absurdo y el q ue, aquí y allá, gcnerali>:ado en el sistema de In
.C)-u1ta una \~. má~ de la división artifieial en tre signo economia política, n xlul"C toda /mIbiva/enda simbólica
'! mercanda no analizados en su fonna y ctmsiderados paro fundar sobre la e'lui,,,,len~ia R-gulada de 1010 valores
C<l n1ocontcnid05(c1 uno de significaeión , la otra de su c irculación "racional" y el juego de los interc"mbi05
prooucdÓn). De do nde la distinción ti" una "explota- Es aquí donde d conccpto de alienaci6n $e revela
ción" tic la fuerza de trahajn y de una "alienación por COm\! inutili z¡¡hlc, a cau sa de su implicación en la me·
los signos". ¡Como si la merunda, el sistema tic la tafísica del sujeto de la conciencia. Asíl...,mo los mitos
producción materiul no "significara"! ¡Como si los sig- dc las ~iedndes primitivas no son "{abas" hi storias que
nOS y lacu h ura no fueran inmoo¡atamenle producción las conciencia~ se cuentan, sino realmente un código de
"",¡al abstracta al nivel dcl código Y de la;; moo:kl05, signos que "OC intcrc-... mbia n . integrando el grupo por
sistema de inteocambio ele "uloresgeneraliudo! esta misma circu ladón y no por la imposición de los
La ideologia noest1Í, pues, ni de un lado n i del otro. "conlenidus" mitil"OS sobre las oonciencias ( la "creen-
Es eua misnu y única fonna que atravitsil todos Jos cia"), tampol."<.> el l..xl¡go fu ndamental de nuestras lO'
l'iimposdcla prodUL'Ción socia l. Es la inclu sión de toda ('icdadt:s, que es el de la COOIlom¡a politica (ronna /
producción (ma ter¡al {} ~imbólica ) en Un mismo procéso ml'rc:lncía y forma/signo), opera PO' alienat'ión de las
de abstracción, dc n.:ducciún, de cquivalencia gl.'I1cral concit!nc¡~s u contenidos: racionaliza y regula el inter·
)' de e;\"('lomción. cambio, h:l ~c l..., mll nk~r, p!ro bajo la ley de l rod igo
l. Es a ca usa de quc la Ió¡;iw de la mIlrem.efa y dI! y b.jud lvntrol dc! ,;t.·mid,,!
172 LA ECONOMÍA POLÍTICA DEL SleNO LA ECONOMiA POLÍTICA DEL SI GNO 173
La Jivisióndcl rrabajo,la Jivisi6n funcional deJos algo cuya trascendencia fuese locali7.ahle, y simplemente
términos del discurso nO ~engañan" a los hombres; los so- comprometida, especie de valor de u>o sublime. de la
cializan e ¡nfurman su intercambio según un n",del" cuhura alterada en el valor de cambio). El objeto tic
geneml abstracto. El concepto mismo de inclil'iduo es esta economía polític~, eS decir su elemento más sim-
el producto &, este sistema genera! de in tercambio. Y ple, su ekmento nuclear ~lo que fue p recisamente la
la idea cle "totalidad"hajola cual cI sujeto (cl de la mercancía para Marx~ y q ue nO es ya hoy ni propia-
conciencia o el de la Historia) se piensa en su refe . mente mercancía, ni signo, sino indisociablemcnte los
rencia ideal no es más que el efccto, el síntom3, la dos, y donde los dos se han abolido en wnto que de""r-
)'Ombra de ""te sistema. La alienaci6n, concepto mágico mi:naciones espedfiCils, pero no en tanto 'P'e fONfUJ, este
por el que la conciencia se picnsa como su propio con- objeto es quizá simplemente el objeto. la formalobj~'
tenido ideal (su "to\.3!¡dad" Te<:obrada) es un «meeplo to, sobre la cual vienen a converger, en un moclo con'-
ideológico,ciclwJogía,cnsuversiónsuperestru<:turalcle pIejo que describe la forma más genera l de la econom ía
los conteniclos clc concienda, es un concepto alienado. política, el valor de uso, el valor de cambio y el va·
Hoy el consumo -- si es que este término ticne un lor /signo.
sent ido, distinto clcl que ¡e da lacconomiavulgar~de­
fine pweisamcnte ese eswd¡o en- el que 1" mcrcancÚl es
inmedial4mente prod..cida COmo signo, COmo "al~/sig.
110,r los _ig"os (la ",,/tum) como mcrClmcia. Si, en JI. LA METAFÍSlCA DE!- SlCNO
lugar de dividirse en eSpccia¡¡sla_~, los unOS de la "pro-
ducción" (e('()IJomfa. infraestructura), los otros de la El signo Se ofrece ron la misma evidencia de valor de
ido:.>logla (los signos, la eultura),oen dialécticos sin sen tido que la mercancía en la evidencia "natural" de su
orillas de la totalidad, los "in\'C'Stigddores", del lado de valor. Son ~la~ cosas más simpl es y las más misteriosas".
Marx en paniculM, tuvieran a hien darse cuenta de En cuanto a la semiología, semejante a la (.'(:onomía
las realidad~~ más simpk~, sabrían nada de Jo que política, no hace sino deSCtibir su circulación y su fun·
hoy se produ~'e e intercambia servidos, eUer cionamien tocs tru etural?
pos, ""xo, cu!rurJ, saber, es ya ni eStrlctameme Hemos \-;5to, en el eswdio preo:dcntc, que la abs-
descifrable como signo ni estrictamente mensumblc COmo tracción del sistema dd valor de cambio no se sostiene
mercancía, que locIo pertcn ~e a la jurisdicción de una sino por el cf(."Cto de realidad couerct~ y de fi nali dad
~>cOnom¡a política general euya instancia determ inante objcti\'3 del valor de liSO Y de las ne<:esidadcs. Tal es
no e< ya la mercanl"Ía (incluso rc,üada y co,¡egida en la lógica estratégica de la mercancía, que hace del se-
'u función signifil'ante, con su mensaje, sus (UnnOf'd ' gundo término el satélite y la coa.r tada del primer?, Lo
dones, pero siempre como si subo;isliera una ohjetividad mismo ocurre en cuanto a la lógIca y la eSlrategla del
posible d~ll'roclucto). ni naturalmente la ct.lht.lra (inclu

r~i:2~~;~Q!si~~ri~~~~:'~~É.~
so en :;u versión "critiea": 5igno, ,-alores, ideas, por
doqu ier comcrciali,aclas o "r~"Cupcrada," por el sistema
dominante pero siempre ahí tambi,-,n como si suhsistiem
174 LA ECONOMÍA POLÍTICA DIlL SIGNO
signo. Esta hip6t~-si$ hace fragmentarse los ~poswlados
cicncíficos' de la semio-lingü ísúca, ~ p.1rlicul" el de
la a,bitn.ticdad del signo, la l como fue definida ¡xx-
$.aussure y corregida por Ben\'CtliSfe.
í L A ECONOMfA POLÍTI CA DIl L S rGNO

loda ambivalendasimbólica, en beneficio de unaestruc-


IUra fija y ocuaciooal. El signo es un discrimin.mtc: se
eslnK:tura por exclusión. C rislalizado en adelante sobre
estaestruclUl'3 exclusiVll, quedesig>Ulsu campo fijo, re-
175

LA arbitl'3 rÍCflad del signo DO se halla en su inmoti· sig>la tudo el reno y asigna el Se Y el Su l"1l un sist(:r~
"ación, en el hecho de <¡ue el Se-mesa no lenga nin- de control respectiv<>. el signo se da romo ,'alar pleno,
guna\'OCacilln "natural" a significar c1 conceploo la positivo, radooal, intercambia ble. Todas las virtualida-
rC<llitla<l ~m~'Sa~ ( puesto que T¡:¡ch, en alemán. cte.), des de sen tido han pasado al hilo de la estructura.
sino en el hcc ho mismo o:k plantear la equivalencia E-.ta a1>ignaci6n del Se y del So término a término
entre lal Se y tal So. En este sent idn, la arbitrariedad puede muy bien haecl"$Ccomp!eja en u na relad6n equí·

;:~u:¿~Jt!::~¡r S~!l v:~::n~, ~ i~~~~~~~;i:gl:~. p~:


es lan 100al corno en el caso del "símbolo",' donde
la ana logia entre Se y So no all era en natla el princi-
p io tic equivalencia. La arbitrariedad CSI' e n la josli· cipio de <.,<¡uivalencia, y por lo tan to ,le !."xdu$ión y de
tució" fuoda~ntalde u narorrelaci6oexactaentre lal reducci6n ¡¡obre que se funda lu arbi trario, sigue siendo
Se ·di=eto~ y tal $0 igualmente discreto. Dicho de el mismo. La eqllh'Q/en!.";" se ha convertido simplemen-
Olro modo, b 3rbilr:lried~d se halla en la "di:¡creción~, te en poliO>a1cncia, a la H:Z que se opone de manera
que es lo único que funda la posibilidad de la relación igua lmente radica l a la a",bi,'llle"eia. la misma ambi-
ecuacional del signo, ta l que: Es!O =eslo, y no sign i. giledad nocs todavía sino la voci lación de un principio
ficara nada más. E-.ta discredón ~, pues, el principio que, en cua nto a lu esencial, qu~a in"itu ido. El de-
mismo de rocionalidad del signo, quc funciona como at.s. biliramienlo de 13 significación no afecta en nada al
Iractor y reduclur uniwrs.al de todas las \' irtua l id~(k:s,je principio de la racionalidad del signo, ni por lo tanto
sentidQque na llepcndie.,.n ,lel encuadre respect i,·o.•k· a su prindpin de r!."alidad . Pucsto que la conexiún
la equivnlenci~ y .10' la cspccuJarid ad de un Se y de un múlt iple se eSlabl~~e en tre va ri os Se y So que conser-
So. Racionalización directiva y reductora del signo, no va n su "discreción"', dd ~VJigo de la significaci6n sigue
~n relación CWl una "realidad roncn:ta", exterior, jnma- jugando siempre como sistema de <...:mu",1 del sentido.
nenl e, 'lile los signos captaran de "ue,'u ~bslruclament" Únicamente la ambivalencia (a la que damos la acep-
para expresa rla, sino en reloción ron todo Jo 'Iu<: r<.~ ción muy fuerte de ruptum de valor, del lado de ad
basacl~ u(''IIIadcl~equi''alenciaydelasigniricaci6n o del lado de alti del valur/signo y de emergen!."ia <le
y que el signo, en la operación rnÍl;¡na que lo consti· lo simbóliro) vu""'c a hacer inlCf\'en ir la legibilidad,
tu)'c,!."n esa crislalil.aci<'in repentina de un Se y de un la falsa transpa reocia del signo, ~u valor de liSO (el
Su, reduce. rerrim.e, aniquih La raciona lidad del signo descifrado racional) y su va lor de cambio (~ l discurso
se funda sobr~' b c~lusi()n, sobre el an iquilamiento de de la comunicaci6n). Pcme fil! a la ewnomía pulí/j.
ea del $i.~"O, y por lo lanto a la definición r<.'Sp<..'eliva

g~~?;~~ts.~~!~s~;~~f.;?'~
del Se Y 50, conccpl<lli que. lle\"d n el sello de la ~jg'
n¡ficación, 'lue. no loma n su sentido sino en la accp-
ción clásica dd proceso de significación , y 'lue por lo
176 LA EOONOM M POLÍTlCA DEL Sl e NO LA ECONOM f A POLÍTICA DE L SI GNO I77
tanto no podrían sobrevivir, ~ ..¡"g....a fmma cual- no en tre el Se y el So, ambos de rndole pdIJu ica y aS\>
,ui.!rd 'lu" ista f""SI',
l. rragmentación de esta Jó.
11 ciados necesariamente en el esplrilu de los su}ctos por
gica. En la lógica de la ~mbjva1encia )' de lo simbó- Una verdadera consustancialidad. \' wmbién ( ProbulIUIJ
lico, nos.mcontrmnos con un proceso JfI r".soI ución ckl de lillgU fslicn general, p. 52) : "Lo que es arbi trario t$
signo,resol ución de la ccuación sobre la cual se articula que lal signo, y nOlal Olro, sea aplicado a talelemcnlO
y q ue, en ,,] discurso comu nicativo, "0 está ¡"más re- de la realidad, y no a tal orro. En este sentido, y sólo
me/M: integrada. opaca, jamás elu cidada , funda en él en és te, es permi sible h ablar de contingencia, y será
el mismG tipo <le mi5terio social que ese otro m&iium menOli para dar una solución al p roblema que pa ra se-
que es la mercancía, la cual reposa también sobre ñabrlo y deja rlo por el mome.'nto ... El dominio de lo
unaecuaciOO absl:ractadc todos los va1ores.." arbilrario es r<,legado asi ruera de b oom prehemión del
lacrítka delaecunvmíapolílica,llcvadaporMarx signolingilfstico."
al nivel del ,-alo! de cambio, pero cuya envergadu ra Expulsa. lo arbi trar io rue ra del signo no es nunca
lota l implica ta mbi én el valor de u so, es muy er-lcta- =
ot ro que desplazar el problema, y cre<:r posible Han.
men te esta resolución de la merca nd a y de $U ecuación pedi rse de ~l " es darle.' u na solución q ue, lej ~ de $ef
implícita, una resolución de la mercand a en Unto que "provisional" y metodológica, puede mu y hien volver a
forma y c6digo de equi valencia gen eral. Ena misma ronducir a III ete rna solución nlecarísica del problema.
resolución crítica es la que hay q ue ,,¡(tender al campo Con esta 0p"r~e.'ión, Benvenilite trota de salvar la or-
de la !oignificación, en u na Critica de la ecorromla poll- ganiución inlcma del signo, iU nc.'Ceidad lógiCll ( y
1ic4.ú1 ligow. la de la scmio-lingüisli-ca ), mientras que en Saussure la
hipoll'co de 10 arbi trario pesa aún sobre la coherencia
redproca del Se y del So. Pero <'SIC ajuste sólo es
posible sobre la base de una separación entre el signo
W . BL I!SPEJI S MO DEL lUiFJ;R.lNT II y la rc~lidad (el .referente), cuya solución se limita
Ben ve niste a remilirla a la filo$.:,r¡a. De hecho, respon-
Allí donde el signo se presenta como un idad de $Cntido de a ella, y muy metafísicamente, como tod~ 105 lin-
"discreta" y funcional, el Se <emi,c a u n So, y el con- gíii.ns y 105 semiólogos, e.'on 105 conceptos de "motiva_
junio a IIn referente_ El signo como cslructura abs- ción" y de "a rbitra ric<lad".
Iract>l remi'e a un fragmento de realidad objetiva. Es, Porq ue las cosas no 'le dl"Sgl()$¡ln en absolu to según
por lo dmiás, cntre eYOJ dos térmioos donJe Iknvc- el C5(juema idealista de Be n\'enistc (y de los demás),
nis'c,corrigirndo a Saus5urc, sitúa lo a rbit ra rio del El rorte no pasa entre ,u n signo y un referente ~rcal".
~igno, (lue está en tIe el signo y l ~ cosa quc designa, y Para en tre el Se como forma y, de otra parte, el So Y
el rul ,· que se insc ri be n junto-; como COI1 tcnido, el
Se' y~~ ~~ ~:!..:;g;., !l,~a lacu~~~ol~, a::~ónal~~ uno de pe~sam icnlo, d otIO de ~al i d ad (o más bien de
ananodami<nm mht""'. dd mat",,¡al de "",tido Y d~ l. ~WII pcrfecdón ) . bajo el signo del Se. El Tcferente de que
del sentido. lA opwo<ión si ... bólica del ~ ... ~jm:c umbKn
=J;~=J:!'eic3~~al~e:~: ~:w~ SC¡ÚII
SIC~O
178 LA "ECONOMÍA POLÍTICA DEL SICNO
aqU¡ tr.!\lIIIlOS no es~ rOOs fuer.! de signo que el So·
está gobernado por el signo, se desglosa de golpe en
función del signo, no tiene otr.! realicbd que la que
T LA ECONOMí A POÜTICA DEL
Lo esencial es ver que la separ2ci6n del signo Y del
mundo es una fi«:i6rr. y conduce a la ciencia ficción.
La lógica de la equivalencia, la abslracción, la discre-
179

:le inscribe en filigrcma .kl signo. En sentido amplio, ción, el desglose del signo engloba tanlo el Rft como
reflc;a d $igno, y CSt:l co1u$ión profunda, que procede el So -estc "mundo" que el signo "evoc;a" para distan·
de la forma, el ·sujeto p:!rl:m te" la traduce "instintiva· ciarse mejor de él no C5 m.is q ue el efttlO dc:l signo,
mente" al nivd de 105 contenidos. "Pa", el sujeto par· su esbat imento, su proyección "pantogrlJica". O más
Iante, hay entre 1.. lengua y la realidad adecuación com- bien, es el So( Rh u na misma cosa, como hemos visla,
pkta: el signo cubre y rige la realidad; n1<:lo" es esta un mismo contenido, que actúa como la 50mbn pro)"ec-
realidad...", dice Bcnveni~t",. Ese pobre sujeto parlan. tada del Se, d efecto de realidad por el que el juego
te no sabe evidentemente nada de la arbitrariedad del de los Se1;C realiza y engatla .
signo (¡no es el sujeto ~ miológico!); pero, en su me- Aquí es donde apartte la h omologia entre la lógica de
t:lfbica ingenua, tiene de algún modo lUón, porque lo la sign ificaó6n Y la de la econornl.a política. Esta
urbilTlftio tU Be..""niJU (em ,,,, signo r realidad) no exú- última juega con la referencia a las necesidades y con
te e .. maytff medida que el de Saumo'e e .. tre Se r So. la aclualiu.:i6D del valor de uso como con un horizonre
Si se admite, conlra Sau$Sure, que el So es con$ustan· 3mropológiro,sinque intcrvcngan en el fondo en su
ciaJ con cJ Se, entonces cl rcIerente (la realidad) lo funcionamiento y su estr uctura propia. De la misma
es en la misma medida, ya que d So Y el REt tienen mancra, el referente ~ mantiene en el exterior cle la
el mismo perfil, que les asigna el Se, Y el proccso de comprensión del signo: ~Ie hace alusión a él, pero su
desglose, de fmmaliz.aciÓn absmtcta es contin uo de uno organización interna lo excl u)"c. De hecho, hemos visto
a otro exlrcmo de la aclena, del Se al RE! (incluidos). que el sistema de las necesidades y del valor de uso
Puede decirse indiferentement e : está por entero implicado cn la lógica del sign.o. En
l. O bien que la motivaciÓD es general de un extremo los dos campos resptttivos, las dos formas oommames
al otro de la cadena -pero entnnces ya no es la mo- (e! sistema del v~lor de cambio y la combi natoria de
riv;lCÍón sustancial de tipo psicologlstia,la del conte- losSe)~dan una rBWn referencial,un contcnido, una
nido, b que sube en cien o modo del Rft hacia el Se; coortada, y significativamente, aquí y alU, la articulación
es una motivación formal "desde arriba~, es la ley del ~ rea liza bajo el ",iSIIW sigt'o metafísico ~ 111 ..e.usidad
código Y del. Se que informa y <ktermina hasta la "rea· o de la motivación.
Jid~d". El código sc convierte en el verdadero principio T oda la vicja psicología alimenta el edificio scmio-
de realidad; . lógico:
2. O bien que es la arbitrariedad,la ,onvenci6n del 1. El referente, el objeto "real" , es el objeto fcnomé-
signo lo que reina sobre toda la cadena. Loc:oncreto niro, es el contenido de la pefCCpctón y de la experien.
no exiSte, depende, en su misma pel'ttpci6n, de la cia vivKla del sujeto, a mitad de camino entre la (eno-
~bstracción y de la ~di5Cre.::ión~ del Se. El especlro del menologla y la sU5t31>cia bcrg'iOOiana opuesta a la forma.
Se $e: extiende sobre el mundo (en ~mbos :;entid:l'S: lu 2. Este contcni<lo de percepción anota, si C$ posible
"analiza" espectralmente, y lo invade). hablar osí, y es relevado al ni"el del $¡gno por el sig-
ISO 1.. ... ECONO M l¡\ POLÍTICA D E L S leNO

n¡Cicado, contenido tlc pensamiento. Entre los dos, se


LA ECONOM í A POLÍTICA [l ElI.. SIeNO
signo y el refcTt:me fenoménico no lo es sino para la
ISI l
.uponc quese¡lasa de la pe:rcepci6nvivida a loooncep- visión metafísica que idealiza y aho;lrae a l~ '·C~ el signo
tual, de acuclllocon el viejo ideali,mo filosófico y el aS(>- y el mundo vivido, el uno oomo forma, el otro como con·
tenido, en su oposición formal. Al pretenckr falsas dis-
ciacionismo abSU'llclo ya lan JXllvoriento en el siglo XIX.
tinciones, no puede resol'·crlas sino por fal_ conceptos.
~y cómo se realiu la articulación e nlre signo y ~re­
PI'r\)es.tasdistinciones$Onest raté¡.:ic3syer;ca~,yresol.­
rente (o emre Se y So), así dasifiClldos suti ll'lM'nte, sin
,<erlas (romper la irrea lidad mágica de <."StOS concepIOS),
dejar de seguir siendo d uno 3 la imagen dd otro? Por
que :;ería b única manera de r<.'SOlver el fal!óO problema
la "'OI;''I'IC06II. Ya sea para negarla según la teor(a saus-
de lo arbitrario y de Ja motivación dd signo, sería tam-
,ulIana del signo, p<lra ,clatiürorla (1 dosiri carla en la
bi én romper la posibilidad de toda semiología
definición del usfmbolo", rara afirmarla, l'Ol!lO Ilenve-
El .. aelo d~ los conceptos oculta evid~nt e rnen ,e una
niSle "n su critica de la teoría saussurian~ ( fundada, .,stratcgia. analiz.;¡bl ~ ~imult&n.,am.,ntc en .,1 campo de
pero únicamen te de$deel pumo de vista interno <lc la la ~ignificación y de la economía. La motivación ( la ne-
SC'mio- lingüfS!ica), la ím i", , elación p:nsable, el único c~i dad ) no hace sino describir, dcu-'\s de la oposición
oonccplobGjoelcualpuwcscrpcnsadalaarticulación Formal entre dos térm inos, una especie decireuito, <k pro-
de 'o fenoménico ( psicológico) y del sigl)(), lOS la moli· cesn especu lar y llIutol6gkoenlredosl1looalidadescle una
,-ación. Concepto vacío y mágico. p=l no podrfa scr mIsma forma, por el rodoo de Un supuesto contenido,
de otro modu desde el momCllIO en que nos hclTlO$ dado lareprod ucci6ndcu llaabstracciónsislcm;d liea(ya5ea
~ta representkión metafísica del reFcrcn te:, <."SW. s..-para- la dd valor dc cambio o del código .Id sign¡fican-
ción abstracta entrc d signo y e! mundo; es preciSo.> una te) por el .Otleo de lo rtal . Hen>os visto cómo las ne-
pasarela mágica para reuni rlO(; y, romo por casualidad, cesidades (el VU ) no consf itu)·en una rcali(lad con·
~ aqueUa mi~1l1a por la cual la economía política trara creta. incomparable, ex terna a la cconomi~ pol ítica,
de unir d sujeto y el objelO dados tambié n como ~pa­ sino un sistema inducido él mismo P<'r el sistema del
' adoso IH Jlcccsid'H!. ;-'"¡¡CE SIDAD, MOTIVACi ÓN , no sali- ve y funcionando segón la misma lógica. Si l(llj dos
mos de al,i. El mbmo término oculta la misma a~t u · sistcrnas están de cien o modo emparejados en una
cia mdarr~ica. En un C"3W d término ti ene una resonan- misma forma, es ev iden te en tonca '1u", d C<)I1«:plO
ciam:isbi~n l~,endotro,,,,ásbienpsicotógica; l>erO de n C«$idad no analice nada y no haga más t¡ue des-
DO nOS ~ng3 ñemO$, lógica y psicología se hallan aquí in- cribir, bajo una articu lación il ll\oOria, la circulación ge-
disociabk-rnentc mezdadas: la moti,·ación ~miológiCllti<.," neral de un mismo modelo y su operación inlcrna. lo
DI: tod.11a I'sirulogía tras de sí; en cuanto a lanc«$idad cual lraduce la definición tautológica de la necesidad
econ6mica, es mn,ho más que la demanda ..Id sujeto· (no hay otra): la gen te se apropia la l o cua l CCI!.a como
toda la atli<:ulación l6gic-d de la "'cicnda~ <."Conórnica lo ,·alnrdeuso,"porquelancccsita •
w

exlgecomo postulado Funciona l. La mi sma cin:nlaridad, la misma tautOlogía psicoló-


Esto.; conceptos no SOn accidentalmen te vacíos . U n gica en cuanlo a la ,"olil'aC¡Ón de BenveniS IC:
concepto no quiere decIr nada ~·ua ndo Hat a (le colmur 1. El signo de riva ~u necesid ad de! ~onsenso psicoló<
una st l'aradón qu~ no niSle. la disl inción l'n tre el gico que li ga indi solublemente determinado Se a deter-
182 LA ECONOMÍA POLÍTICA DEL SIGNO LA ECOl\'OMiA POLÍTI CA DEL SIGNO 183
minado So (determinada fracción de lo "real" de pen- mal donde el valor de uso, regido por el Sistema del
samiento). valor de cambio, le aporta sin embargo su caución ~na·
2. Pero: la objetividad de esta fracción "denotada" de IUralista". La doble faz del signo (Se/So, que se puede
lo real es evidememente el conscnso perCt:ptivo de los generalizar en Se/So-Rft) oculta de hecho una homo-
sujetos. geneidad forma l en la que So y Rft, regidos por una
3. y éste se alimenta no menos evidentemente del misma forma lógica que no es otra que la del Se, le
consenso psicológico que liga determinadu Se a determi- sirven de referencia/coartada, de caución "SUStancial".
nadoSo. La tcaria de la hoja de papel de Saussure (la doble
El círculo que legitima c1 signo por lo real y que cara del signo que se recorta) es, pues, perfectamente
funda lo real por el signo es rigurosamente ,-idoso; pero
esta circularidad, cama sabemos, es el secreto mismo de ..alid.d •.. es la i"'~g"" que no, hacem". de la.:calidad, El
toda eficacia mctafisica (ideológica). un significado d ctennin..do por una Íntención dmgida ~ 1..
CO>aS [!I, Y no considerad.) ""'u .implc relo<:i6n con el &,
De la misma manera que las necesidades no son la
expresión motora y original de Un sujeto, sinosicmpre :: ~~:rn~:o~!n~~~ ~lm::"~¡')<>' n~"'h~ :!;"';~:
ya su ,educción funcional pm el .¡stema del valor de reflejar el fetichi.mo rQaHui""" fetichismo '¡e la .u... ncia, úl·
timo c.ta<lio dcl idealismo quc fanla>ioa la materia . Sin <Ornbargo,
uso, solidario del sistema del valor de cambio, tampoco sobre estos vestigios moteriali.t.. cid. olistas m=lados, proce.
clrcfcrcntccollstituyccnabsolutounarcalidadconcre dentes de todo. los <"OIlfines d. l. mL1afísica ocdd""tal, se

t7~~ i¿;;:!::~i 'r~~~~·:~q;~~~Eiad~~i


taautónoma. No es más que la extrapolación en el mun-
do de las cosas (en el universo fenomenológico de la
percep<:ión) del desglose instaurado por la lógica de!
signo. E~ el mundo tal como se ve e inll>J"prcta a través
del signo, es decir virlttalmente desglosado y desglosable
a merced. La mesa "real" no existe. Si es localizable
~~:1~lf~~;i~tTJ~f~I@~~f~~~7Fm€
referente noesl •• ealidad (e.d""ir un obje", cuytl cx¡"cncia
en su identidad ( = si "existe"), es porque está ya de· podría yo oomprobat, <ontmbr): apuntam(>$ a él <0= real,

§~;E~i~t~~ilE;~f;~l~~~~;~;fs~~ª
signada, hecha abstructa y rncionali2nda por d desglose
que la instituye en esta equivalencia CQn dla misma
Por ello, no hay, repilámoslo, diferencia fundamentll
entr~ el refeTente y el significado, y la C<lnrusión es· detrás de! cual r .. urge. ,in embargo, inme<liatamentc e! objeto
tangible. Ari, la arücul.dón del signo pu<de desmultiplicane
pománea que entre c11():S suele haber es sintomática: el hasto el inHoito, "abi.malmrntc", ,cinventando continuamente
rd erente no ti ene otro valor que el del significado,
del cual quiere ser la referencia sustancial in vivo,
y dd cual no es sino la prolongación in abstracto. 4 Así,
~~~r~~;:~:!72~~, l~<:~~rf:?~:::::P;oO~
la """ivación total , Asi, apunta a lo TOal como a .u mi, allá
la estrategia es la misma: el doble aspecto de la mercan- y.uobolición. P= n<>pucdc"$OIt3,porenci rnadesuoomb<~":
cía (VU /ve) oculta de hecho una homogeneidad for- ",ta .ealid"}, es él mi,mo el que la produce y la reprtxl~ce,
yno .,.jamá•• umbollá, no~ .inosu hGri:wn..,. La,,,,.¡'<lad
• E<le f"",ímil <Id <:or=pto '"rigido" (d. J. M. Ld"ebl"re, .,. el ranta"". por el cual el "8no <oe p,esava inder,nidomente
N. R. F.• fe~ro. 70, núm. l: "El referente no '" r""lm""t" l. de l. d"",ol15trucrión simbólica 'lite lo pcr,igu~.
LA ECONO~tÍ¡\ pOLÍl.'rcA DEL SI(;NO LA ECOz.;O MIA POLÍTICA DEL SleNO 185
184
Mieali$ta. Al dar el Se y el So "en igualdad". como
inSlanciasconslilutivasdeI5igno,ocultatodoel di~
sitiV<J cstralégiro de la significaciOO, que descansa p recisa- La misma mela física actúa al ni~cI del men""je, en los
mente sobre la disparidad de los dos términos y sobre la conceptos de denotaci6n y de CQnnOlllción (toda la bao
circularidad fundamental del término dominante: tería concept ual de la scmio.lingüistica debe est ar some'
1. Metafísica dd So/rut, hom6loga de la de las ne- ti da al mismo an;\'Hsis radical ,¡ue hizo Marx de lo~
cesidades y del valor de u so. El So/Rft está dado po r conccptosdc laeconomla política clásica).
realidadoriginal,sustanciadelvaloryfin31idadrecu. La denotaci6n se sostiene por en tero del mito <k la
ITcnu,l a ¡rayé del juego de los significantes comu so- "objetividad~ (ya sea d signo lingü í~tico, el analogon
porte (eL el analisis de o..:rrida, dcTeI Que/). Igual- fOlogcifico,icón ico,elc.),dc la a~uaciún diR'Cta de
mente,el \... lor de uso5Cdaporori~yrina l idad, las un Se a u na rcalltbd precisa. La dj[¡cultad que OCUrfl:
necesidades por m6~il fundamental de lo cconórnko, en el caso de la im~g<-'Il. ( no discreción, con linuum de!
apar«iendo el ciclo del valor de cambio como. un rodeo signIficante y del signIficado) no invalida, ahí lamputO,
necesario,a unque ajeno a las verdaderas finahdadcs. la regla de equivalencia del ji~no, C$~ ,,~ign aCI6n de Jos
2. En realidad, eSIC privilegio mo ral y metafíSico de términOS que [mce posi[,le la uignaCl(ín de Un real fie-
los contenidos (VU y SofRrt) no hace sino ocultar el ticioa la imagen dl.-'Sg!Ol>3da del $igno, y por 10 tantO
privilegio decis.ivo de la forma ( Ve y Se). Btos dos la racionalización y cl control general ,Id .... ntido.
términosson~tivamentela''Ra:tón~ú1tima,elprin. El So de connotaci6n' es n3tu r~lmc:me suscefHi ble dd
c1pio estruClU raI de toJo el si$tcma , del cual los otros mismo an~ lisis, ya q ue se convicne o!-l IlImbil!n en -erec'
dos no son más que el rodeo. Es la abstratti6n raciooal \O de denotación" dd nuc"O prIJCC$() de significación
del sistema del valor de ca mbi o y del juego de los Si&, ~desengallch::t<lo". Hay otrJ ~'osa más interesante. T U'
njfi~nte$loque gob¡em a cloonjunlO. Pero esta estra· memoscl anlilisi$ co[\ Barthl.-'S de la cstampa publicitaria
tegia fundame nt al ( de la cual es inútil' demostf'llr la de las JXI$tas Panza" i, ~'un su connotaci6n de ~it.alia·
repercusión operacional a toclos 1O!i niveles de la~ socie- nidau". l.;,¡ "ilalianidad" nO es más ,¡UC en apariencia
dades contemporáneas, desde la programaci6n ciberné- sign ificado, con tcnido conccptu~l, CIC.; .Je hecho, cons,
tica a los sistemas burocrátiCOS y al del uconsu mrt) est~ lilu)'C por sí sola un código, un mito si:;e quiere, peru
cuidado!.a men'" !IClllt2 por el despl iegue de la $ignific.. sabemos que 105 milOS no son conlcn iJos, si no d proce'
ciót'l sobre las 2 ( o 3) instancias ( Se, So, Rft), y el SO de inten:ambi .. y de circulación de u n código, un
juego de su distinci6n y de su e<:¡ui~ alenCia. proceso ¡le asignación }' de dasirkuci6n cuya forma l'S
';elenni[\ante. ,\ sí ocurre con la l·tmnotación,)' si bien

• Conocido"" el c<qucmo de l'U"nul~dón "por d=ng.nchr":


elo.ignocn .. rovuclvc ...rclSe<lo:uttoS<.>:

, No es inútn dd todo. pno ~ ',*'a aq" ; del pruc .... .k


d... noIlodt"~"po>I¡'ica dd o.igno.al q .... ,,,I..,,,,,,,,,,
1'""'10""""'.
186 LA IlCQ:-'OMiA pod:nCA DEL SIGNO LA EOOI'IO\\líA pod-nCA DEL SIGNO 187
es el lugar de la ideología, no quiere decir en .. bsoIUIO go al valor de uso como fu nción "del\()l.2,tiva~ de los
que vinicra a injerlat significaciones a nexas, panlsilas, objetoS. ¿No ofrece el objeto. al -servir"', el aspecto de
sobre la den«aciÓll "objet:iva"~ no quiere decir que hi- decir algo objetivo? Este discurso manifie$lo es la
ciera pasar contcnidos paraldos, ajenos a la infraestnw· más suti l de sus mitologíll$. Falsa ing<:nuidad, ~'er­
turadel signoqucser!aeJproce:;odedenotaci6n: ' t'S sión de la objetividad. La utiILJ ad, como la literalIdad
que la connotación C$ precisamente un juego de enea· de quc habla Batth..-s, no es una naturaleza, es un CD-
dmamicnlo y ck intercambio de los Se, un proceso de digo de la evidencia natural, que tiene sobre m~~05
reproducción inderinida dd código ( d. "Fetichismo e otros códigos posibles (estéric:o, mor.tl, etc.) el pnvl1e-
idco[ogIa~: la ideología esú ligada a la rorma, y no al gio de apa recer, él y sólo él, como rllC¡O>UI~¡ en. ta~to
COI11cnido, es lapasióndelcódigo). que los demás nO aparecen si no Corno raCIOnalIzaCión
Dichoesto, :se pucde volver sobrc el proceso de dc· de finalidades más o menos "ideológicas". Denotación
nOlaciÓD para demostrar quc no difierc en nada de Jo o valor cJ., u so, objetividad o utilidad, es sicmpre la
connotación: d So denotado, c:;ta "realidad" ohjetiva, compHcidad de lo real con el código ~jo. el si~~o d~
no es m~s que una forma cifrada (código de la per- la ",·idene¡a. y como el valor de uso, fm:thdad l,teral
cepción, código ~psico[6gico", códIgo de 105 valores ~rca­ '" ideal del objcl:o, resurge continu amente del sistema
!I~tiCtl$", etc.). Esto equivale a decir q.¡e la "ideologia" del valor de cambio, asl el erecto de conCT~to, de real
es lan tOlal en el proceso de denotAción romo cn el )' de denotación resulta continuamente del jllc~ com-
de connot:!ción y que, pata decIrlo todo, /ti d~nowción plejo de interferencia de las redes )' d~ I~ ] gos, del
110 es nUnca otro cosa i"" la m6s belJa y la más $11111 miSlTMl modo que la luz blanca resulta de la mterCeren·
de !lis con.wlDdoneJ. Baflhes en S/Z: "La denotación cia de los colores del espectro. La lu7. blaoca cJ., la
no es el primero de los sentidos, pem finge sedo. Rajo denOOlci6n no es otra cosa que el juego del espectro
CSla il usión,nocs final ltlCntesino la ú!tima de las con- cJ.,lasconncxacioncs.
nOta<:ioncsCla qu e paw::c a la vl'l.funda r y cerrar la As! la di.tinciÓn denotación /connotac::ión se muestra
lec tu ra),c1 mito superior gracias al cua l e! t,"xto finge
mlv,"r a la naturak-za cJ.,llengu aje, allcnguaje como :;Ur~ti~:¡~í :is:~ i!~:~~ca~!~j:;~, S:xa~~:~;
naturaleza: una frase, cualqu iera qu e sea d sentido que opuestO a la acepción corriente. Porque la denotación
libere, pa«'Ce, posteriormente a su enunci~do, ¿no licne se dist ingue de las demás significaciones (connotadas)
el aspecto de decimos algo simple, primitivo, litern l por su función singular de borrar los rastros del ~rO'
-verdadero, con rCSpecto B lo cual todo lo dcm~s es ceso ideológico restit uyéndolo 3 lo unive~1 y ~ l.a ¡nO'
literatura?" <:c ncia "objetiva". Lejos de ser el té rmlDo ob,eh"O al
Todo esto, romo hemos VIsto, equivale rasgo por ra$' cu al se opone la connotación como término idco16gico,
la denotación ..s, pues, pueslo que natUra!i7.a ese pn>-
<xso mismo de la ideologí.a, el thmino nIÁ!: iaeol6gia1,
ideológiro cn el segulloo grado, el mitO superior .le que
habla Ba rthes_ Es exactamente la misma f unción t:k-
tica que hemos rc<:onocido al valor de uso en su re-
188 l.A ECONOMi .... POLn' lC/¡ OEL SI GNO I. A ECONOM ÍA PO¡.ÍTICA DEL SIGNO 189
lación con el \'IIlor de cambio. As! los dos campos Iraried3d~) 5e realizan = nombfe de uno de los dos
~ iluminan recíprocamente en el proceso de conju n to térmirlO6 que lo componen: ya sea en nombre del So
d.,la ideo]ogfa. " (del ruto la mi$ma rosa), al que h ay q ue libcr~[ del
dominio del código ( dcl Se);p sea e n nombrcdc1 St"
al que hay que liberar.kl domín ;!> del So.
L:r. primera penpccth·a -el pani<io <kl Su- hay que
v. MÁS ALLÍ OEL SIC!'lO: LO s IMn61.1OO analiz::¡,la den tro dd marco de la crítica hecha pm De·
rrida '! Te! Quel de la primada del So '''' el p roceso
~ n3 críti<:a de. la economía polílka del signo implica IJCcid~ n!a] dd !Oenl id..,. Status mOla] y mctaflsiru del
cu,rl~S pen;pttU"a~ de rcoos.amicn lo, u n m:\$ allá de ese sentiJo. donde el siSno está mora lizado en su c:anlenido
Pl'lX'CSOde l<'lsigni "~6n sobre cl cualseOfga niUl (de pensa miento o de Tcalidad) a costa de su forma
el ""Ior de ca mbio/5Jgno, y por 10 t~n!o también Un Esta "filosofía natural~ de la significación impJka un
más allá de b semiología, que no hace, con toda "ino- "ideali$IIl<J del rderen te". Es la cr[ti ca de la ab:s trac-
~~::;nt:b}cli\'a", aIra cosa que describir su fu ndo:)- ción y de la arbitrariedad del signo en r<Q",bre de la
realidJd ~ClJncn:ta". Su f"n l<1SIH/Z es el de una resu-
En ~neraJ, las pcrspecti\-a$ críticas de reb..samiento rrttCi6n tola l de lo "rear, t.'lI una inluició.. inmooialH
del $igno (de su racionalidad abm3cla, dc Su "arbi. y tr:msparcnte. hlXiendo la economía del ~igno ( del
Se) Y dcl código I'ara haccT surgir los So ( Iossu je-
(~~.:"J:!;~~v~t prolonguw ;01 ni ",1 del metalenguaje
lOS, tn historia, la naturaleza, las con tradicd"nes) e n
"',So su verdad mo\'ooi703, dialéctica, auténlÍ<;"a ... Esta vi,,¡6n
se dcsanolla hoy ampliamente en la critin de la abs-
s;;- I Se
tracci6n de 1<Ji sistemas y de 1<.>5 códisos en nombre de

~~I ~~~c~;';:~I~:;~~~dce\f~:i~1i;~;~l~~l~ 1<Ji vatores ~~ulétllicos" (abundantemeote ~c"d,,!< de!


sis tema de valores individualist.1 burgués). Es la gran

: )~, ~~n~j:1.'I~~ 7:~~ s::~;;: lelanía moral ista sobrc la alienación 1"'[ el si~tema, que
devieue. con la C'xtt'l1sión <k ese mismo sistema, una

:~riª:~E;:~~~~:~~;~~~~~~:~~j~, ~;~
l'S!lCCie de di scu rso untvC'rsal.
ESlu tcntacióu de hacer b crÍtica .Id Se cu numb-rc
del So (Rrt), de h~cN de lo "real" la ,tltetnativa
ideal del juego forma l de los signos , cuint:i~ c:xal'la-

~it}~~~~
mente con 10 que 1~lnos analizado romo el "ic\c:¡lismo
det ,,~Iur de USO". s..¡"a. el VU cunlr;t el sistema del
ve, si n ve. quc el VU es u n siStema so;,lidM¡o y sa té-
lite dd sistema del ve: tal es el idealismo fundamen-
lal, el humanismu tru so;'C n dentat de Jos cun tenidus 'lue
cnClJJiITllmos en la lenlativa ck ¡;alvar el So ( Rfl) eoo-
190 LA ECONO:\tÍA POLiTlCA DEL SIeNO
(ra el terrorismo del Se. Toda la idcologia de la $ig-
nificación pasa ya en estlt ~<ele.idad de emancipación y
de liberación dc lo "real", lo mismo que la ideología de
la economía política entra ya por entero I:n la alltono-
miz:..ciÓn idcal del valor de liSO.
Toda tentativa de rooosamien to de la economia polí-
tica de! signo apoyincbc sobre lino de sus u-nstituyen-
tes, porque coo("¡rma así la St.panlCiÓn que funda )a
lógica clt.l signo, est~ conducida a t<:producir su arbi-
trariedad (por lo tanto la ideologfa) $Obre el modo
alternado del So o del Se" y lo qlle puooc hace r que
pese una interrogación crucial $Obre el signo, es lo
que éste expulsa y an iquila en su misma insritueión,
en la emergencia respectiva y la asignación estructural
del Se Y del So. y lo que anula este procrsodcsig-
niflCaCión, que nO es en el fondo otra cosa que un
giga ntesco modelo de .simulación del ~entjJo, no es lo
"nal", lo ,eferente, alguna sustancia de valor am.ljada ~
111 tinieblas cmriores del signo, es lo 5 I:\o1l1ÓUOO. Y
es lo simb61ico Jo q ue conlÍn úa invadiendo el signo,
desmantelando la correlación Forma l del Se '! del So.
Pero lo simbólico, en su virtualidad de sentido subver-
sivo del signo, no puooe ser nombrado más que por
alusión, P(>r fractura, ya que la sign¡fic3Ción, q ue lo
nombra lodo a partir de sí misma, no puede decir si no
el ' ·alor, y lo simbólico no es valor. Es p&dida, Teso-
lucióodelvalorydelaposirividaddclsigno.
Porque, en dcfioliva, de lo que se trara es de la po-
~itivid~d del signo. De $U "adquisición de \'alor··. De
loquc cs fuera del signo, otra C0S3 quetl signo no
podemos decir nada, excepto que es ",."biwlenci"" es
decir imposibilidad de distinguir términos respectivos, se-
pandas y positivi7.arlos como tales, y que sobre e>ta
Jmbivalcnda se f unda un tipo de intercambio rad ical-
" El ¡>un", ''''''''10 es Inucho más . util en el ca.., de l.
'1ibereción del significlnte". VolvctmJIJS 5Obr<: este prohlm. •.
192 L" ~:CONOMIA POLÍT IC", De L Sl eNO L A liCONO:\1!,.. I'O LiT TCA DE L ~ I<':NO 193
más ubjetivada y positivizada lodavia en la R de la el signo. Por este ~"$p,,¡¡ .... o del refc r~'Iltc, que no
fórmu la de ll jemsle,'; E R C. Es ~Ia re lación poIi;- CO$óI que el fantasma de lo que el signo
L"$ nunca otra
I¡'.. la que hace del signo un '"aJO{. ArbiUlIriedad, roo- mismo reprime en Su operación ," el signo mlla de
linción, poco impona: estos lénninos desvían el pro- engañar: se permite aparerer como l<Mal idad, borrar los
blema in!iCribiéndaJo en una 16giea ya instituida del rastros de su trascendencia abstracta y prelftlder ser el
signo. La \'crdadcra arbitrariedad. o la verd.adeTa moli- principio de real idad dd sentido."
vación del signo. lo que coostituyesu racilmal;dad,es ÜJgani1.l1ciÓn funcional, y terrorista, de control del
e5lapositi,'jzaciónq uenol."5o!ra cosa,a travl!$dcsuabs. scntido bajo c:l signo dc la positi\'idad y del valor, la
tracción dual, que la reducciQ,. radical de 1003 am- sign i fic~ción tiene as! algo de la rei ficación. Es el Jugar
bivak nc ia. La motivación del signo ~, pUC$, pu ra y de una ohjctivación elementa l ,! ue se repercu te a tra·
simplcmcllIc su ~S( ralcgja: cri ~ta Jjzacj6 n estruc tural, lí- \'és de los sistcmas ampliad", de sign os hasta el te rrod s-
'luidación de la aml>iv~lenc i a por "solid ificación" del mo sudal y politico del encuadramiento del St!ntido.
va lor. Y esta motivación pasa eviden temente por lo Toda la "-"$(I'lltegia repfcsil'a)' reductora de Jos ,istemas
~rbitr.ll io de ~u forma: exclu sión y reducción. Atbi- J.e podercst:i yo en la lógica interna del signo,comoJo
IrarK:dad y motivación no son, pm lu lan lO, en modo ~"$t" <'lila lógica interna del valor de cambio y de ja eco-
alguJ>I),conlradic!orioscn una pcr.;pecliva curatq;icll nam ia polilica. Es tO<6, una rc.·oIudón, t..6rica y práct i.
(polhi.ca). ca. que debe restitui r lo simbólico a C'O$ta del signo y
Si n embargo, la arbitrariedad del ~igno es en el fondo del ,'alor. Los signos deben ronsumirsc dl~ lambi~n.
in!iU'ótcniblc. <.::omo el valO"< de cambio, el valor/signo
tampuro put.-de confl--sarse en Su abstra<.-.:ión red uctOra.
Lo que niega y reprime, inten tará exoreizar]o e in te-
grarlo en su operación: tal es el " atus de 10 "real", de
1" referente, que no es nunca mra cosa qu e el si mula·
cro Jc Jo si mbólico, Su forma reducida y capla da por
<~pW>i6n de la posiriyi<hd Mtru<tUT~l dd sigA<> Y d.1 y.lor.
lo simb61Ó<'<> no oc in",,""" . n f"'rIe .Ig.. "". No M ¡., '1""
.;.,,,,,.in!o<ribó~""jv.l tn-,,,,dcr.rq>t<:Oiún,.ISoIaCln;.,,,,

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