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La limpieza es fundamental en los enlaces de fibra óptica. Aunque la limpieza de los conectores de fibra no
supone ninguna novedad, sí cobra importancia a medida que aumenta el ancho de banda y la distancia de los
enlaces, es muy importante reducir la perdida de inserción de los conectores. Esto se lleva a cabo realizando
inspecciones y limpiezas regulares, cuando sea necesario. Que es una tarea sencilla y fácil de realizar.
Cuál es el problema
El cableado de fibra óptica transmite pulsos de luz entre transmisores y receptores. Estos pulsos son datos
que se envían a través del cable. Para que los datos se transmitan correctamente, las señales luminosas
deben llegar hasta el extremo del cable con la energía suficiente para poder ser interpretada. La pérdida de
luz entre los dos extremos de un enlace de fibra, se puede producir por diferentes causas: la atenuación de la
propia fibra, empalmes por fusión, micro curvaturas y pérdidas de inserción en los conectores.
En las redes con baja transmisión de datos y longitud reducida, los márgenes de pérdida óptica son lo
suficientemente amplios como para permitir una atenuación considerable, sin que esto afecte el
funcionamiento del enlace, 10 y 100 MHz. Sin embargo, el cableado estructurado es objeto de una tendencia
persistente, la constante demanda de mayor ancho de banda, hoy 1 GHz y 10 GHZ, a medida que se
aumenta la capacidad de transmisión de los enlaces de fibra, los márgenes admisibles de pérdida óptica se
reducen, lo que obliga a minimizar todos los eventos que puedan generar pérdidas.
Contaminación
La contaminación de los extremos del cableado puede producirse por la presencia de polvo, grasas o geles
hidrófugos. Con sólo tocar la punta de un conector, se deposita una cantidad inadmisible de grasa corporal en
el extremo del mismo. En el aire flotan partículas diminutas de polvo que pueden posarse en las terminaciones
no protegidas. Esto puede producirse especialmente en lugares en construcción o en proceso de renovación.
Paradójicamente, las tapas protectoras (también llamadas “tapas contra polvo”) son uno de los elementos que
más contaminación acumulan. Durante la fabricación de estas tapas a través de procesos de alta velocidad,
se utiliza una sustancia que permite su separación del molde y que contamina los extremos de la fibra.
Además, a medida que la tapa de plástico se va desgastando con el tiempo, los plastificantes se deterioran y
generan residuos. Por último, el polvo del aire también penetra dentro de la tapa protectora y se posa en el
extremo de la fibra cuando la tapa se introduce en la punta. Con frecuencia se comete el error de dar por
sentado que los extremos del cable están limpios cuando se extraen los latiguillos o los conectores de las
bolsas selladas.
Daños
Llevar a cabo las conexiones primero y luego inspeccionar aquellas que no funcionen correctamente es un
procedimiento arriesgado ya que el contacto físico entre contaminantes acoplados puede producir daños
permanentes. Estos daños obligan a volver a terminar los enlaces o a cambiar aquellos que estén terminados
de serie, lo que consume tiempo y dinero.
Los daños se manifiestan como arañazos, agujeros, grietas o muescas. Estos defectos de la superficie del
extremo de la fibra pueden estar causados por una terminación incorrecta o contaminación durante el
acoplamiento. Independientemente de la causa, los daños deben evaluarse para saber si es necesario tomar
alguna medida. En el 5% de los casos, la parte exterior del revestimiento de la fibra presenta muescas que se
producen durante el proceso de pulido. Sin embargo, las muescas en el centro de la fibra son inaceptables. Si
el extremo está agrietado o roto, es imperativo volver a terminar la fibra o cambiar el pigtail.
En cualquier caso, todos los extremos deben inspeccionarse antes de la inserción. Cuando se acopla un
conector a un puerto, éste debe también inspeccionarse. La inspección de un solo lado de la conexión no es
efectiva, ya que la suciedad dentro del puerto puede dañar el conector insertado o depositarse en él. A
menudo se pasa por alto que los puertos están sucios y que pueden constituir una fuente de contaminación
para los conectores.
Inspección
Desde la aparición del cableado de fibra óptica se han utilizado microscopios para inspeccionar los extremos
de la fibra. Los microscopios pueden dividirse en dos grupos distintos: ópticos y de vídeo. Los microscopios
ópticos llevan incorporado una lente objetivo y una lente ocular que permiten ver el extremo de la fibra
directamente a través del dispositivo. La ventaja más importante de estos microscopios es su precio, ya que
constituyen la manera más barata de inspeccionar los extremos de la fibra.
Limpieza
Puesto que la limpieza forma parte del mantenimiento de la fibra desde hace años, cada uno tiene sus propios
métodos a la hora de limpiar los extremos de la fibra. Sin embargo, hay que evitar las malas costumbres que
muchos han adquirido con el paso del tiempo. Un método de limpieza común consiste en someter los
extremos del cable a una ráfaga de aire comprimido solo o la limpieza con paños secos. Estos métodos no
limpian la punta y resultan ineficaces no sólo frente a grasas y residuos, sino también frente a pequeñas
partículas de polvo, cargadas estáticamente. El alcohol isopropilico aporta varias ventajas, entre las que
destaca la posibilidad de disolver contaminantes que se han secado o adherido al extremo de la fibra.
Asimismo, los disolventes recubren las partículas y los residuos para separarlos de la superficie y eliminarlos
sin dañar los extremos de la fibra. Por último, los disolventes evitan la formación de cargas estáticas durante
la limpieza con paño seco. Con frecuencia, los extremos de fibra que se cargan estáticamente durante la
limpieza sin disolventes –en seco- que atraen el polvo que flota en el aire.
Selección de disolventes
El alcohol isopropílico, lleva utilizándose muchos años en el sector del cableado de fibra para la limpieza de
los extremos y sigue teniendo una amplia aceptación. Existen disolventes formulados especialmente para la
limpieza de los extremos de fibra que son más eficaces que este alcohol, pero de difícil adquisición en el país.
Herramientas de limpieza
Existe una gran variedad de herramientas para limpiar los extremos de fibra. Las herramientas más básicas
son los paños, alcohol y aire comprimido. Otras técnicas más especializadas consisten en la utilización de
dispositivos mecánicos y portátiles diseñados para facilitar la limpieza. Si bien los sistemas complejos
permiten obtener los mejores resultados, también tienen unos precios muy elevados. Por eso, es importante
determinar la mejor opción en función de las aplicaciones y el presupuesto.
Prácticas recomendadas
Independientemente de la técnica elegida para limpiar los extremos de la fibra, es fundamental seguir algunas
recomendaciones básicas. En primer lugar, la inspección debe llevarse a cabo tanto antes como después de
la limpieza para comprobar los resultados. Si al inspeccionar la fibra después de la limpieza aparecen restos
de contaminación, es necesario proceder a una segunda limpieza. En segundo lugar, siempre se deben
inspeccionar ambos lados de una conexión ya que siempre tenemos dos superficies que entran en contacto.
Y, por último, casi siempre es más fácil y barato inspeccionar y limpiar de manera preventiva que como
medida correctiva. Las inspecciones y limpieza regulares permiten evitar los tiempos de inactividad
inesperados.