Вы находитесь на странице: 1из 8

ENSAYO SOBRE LA LIBERTAD LABORAL DEL MÉDICO GENERAL EN LA

ACTUACIÓN HOSPITALARIA PRIVADA.

Guadalupe Sarahí Vázquez Castelán. Médico Cirujano y Partero, egresada de la


Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Facultad de Ciencias Médicas y
Biológicas “Dr. Ignacio Chávez”.

Actual Perito Médico de la Defensoría Pública del Estado de Guanajuato único en la Región
IV León, Gto.
ASIGNATURA 01MCF206 GRUPO 201 ÉTICA Y DEONTOLOGÍA FORENSE
MAESTRÍA EN CIENCIAS FORENSES
PROFA. NORMA ANGÉLICA GÓMEZ MÉNDEZ

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN
2. CONTENIDO
I. Los obstáculos del médico en su formación
II. La actuación en el medio privado
III. Obligaciones y derechos del médico y del paciente
3. CONCLUSIONES
4. FUENTES CITADAS

1
INTRODUCCIÓN

Anteriormente, se tenían al médico, al maestro y al sacerdote, como imágenes de autoridad, respeto


y modelo a seguir. Sin embargo, a lo largo del tiempo, la mala actuación de muchas personas de
estas 3 profesiones, faltas que son conocidas públicamente: la ausencia de ética y humanismo en
el médico, el conformismo y mediocridad de los profesores y la pederastia del sacerdote; han
promovido en la sociedad el generalizar esta mala actuación como perfil de estas profesiones,
resultando en la ausencia total o disminución de la confianza, veracidad y respeto hacia estos
facultativos.

La evolución del pensamiento crítico que ha ido desarrollando gran parte de la sociedad moderna
por su mayor nivel de preparación y el mayor alcance a la comunicación en las redes sociales, han
sido prioritarios para este efecto.

Esto ha afectado paulatinamente la libertad laboral del médico. En la experiencia personal y lo que
veo en mis colegas a lo largo de nuestra formación médica y en el inicio de nuestro actuar como
médicos titulados, es difícil ganarse el respeto de colegas, personal de enfermería, pacientes y
familiares, y en el caso concreto de este ensayo, es difícil cambiar la mentalidad de los directivos
que no confían en el médico joven, general, pero que contratan por necesidad, por cumplir con las
reglas de un establecimiento hospitalario y porque básicamente somos “mano de obra barata”.

I. LOS OBSTÁCULOS DEL MÉDICO EN SU FORMACIÓN.

Los médicos anteriormente, aún en su formación como internos o residentes tenían la libertad de
indicar, según su criterio y conocimiento, el manejo del paciente a su cargo, de escoger hacia qué
especialidad inclinarse sin que el gobierno (Gobierno de la República, Secretaría de Salud,
Secretaría de Educación Pública, SEP, y la Comisión Interinstitucional para la Formación de
Recursos Humanos para la Salud, CIFRHS) lo impusiera, como ahora es.

Realizar el examen nacional para poder alcanzar una beca en algún hospital del país para hacer una
especialidad, significa competir entre alrededor de 40 mil aspirantes para 8 mil plazas en total para
todas las especialidades. Dejando como opciones, si no alcanzas una beca, pagar maestrías con
altos costos o realizarla de manera privada en otros países que también involucra altos costos.

2
Sin embargo, hoy los médicos somos cuestionados frecuentemente, sobre en dónde nos formamos,
qué especialidad tenemos y si no tenemos entonces no somos buenos médicos. Ser médico general
es básicamente no ser médico para la sociedad, cuando en México, siendo un país tercermundista,
la base de la atención médica es el médico general que de manera correcta atiende sobre sus
conocimientos generales de todas las enfermedades y deriva a un especialista cuando sea necesario.
Esta es la manera correcta de actuar y en caso de actuación pública, de ahorro de recursos.

Pero el médico ahora trabaja más como asesor-cliente, que como médico-paciente, esta
responsabilidad involucra la actuación de los hospitales particulares, que manejan una imagen de
hotel de 5 estrellas en donde el paciente y sus familiares ingresan para estar con todas las
comodidades, puesto que lo pagan, y sí que pagan, el paciente paga más por comodidad y buen
servicio que por salud como tal. Esto ha repercutido en los médicos en formación, mayormente en
el internado, residencia o al inicio de la práctica médica como médicos titulados, sean generales o
con especialidad, porque “se ve muy joven”, “yo pagué por especialista, no por un estudiante de
medicina”.

La formación universitaria nos enseña que ahora la medicina es defensiva, lo que significa
protegernos como médicos de cualquier “práctica médica” que se pudiera ver como “mala praxis”
ante los pacientes, familiares de pacientes, e incluso entre colegas, esto siendo más frecuente en la
práctica privada.

II. LLAMAR AL MÉDICO TRATANTE

Se restringe la libertad, y hablaré de esto enfocado al ámbito privado que es en donde me he


desarrollado en estos 3 primeros años de mi ejercicio como profesional en la salud.

Al término de mi carrera, conseguí trabajo como médico particular en un consultorio anexado en


una farmacia, esto repercutió en mi salud mental puesto que siempre me juré no ejercer en una
farmacia, sin embargo, lo necesitaba.

Se me exigía recetar vitaminas a todo paciente, indicar medicamentos de mayor costo y de


preferencia los que estaban más cercanos a la fecha de caducidad.

3
Como ya había vivido la restricción de mi libertad de ejercer como médico durante el año de
internado (ya que era un proceso de enseñanza por lo que es comprensible que no se nos deje meter
mano como si fuera una receta de cocina) y ya había vivido la libertad de ejercer en el año de
servicio social en donde era el único médico en esta comunidad, decidí que mi respuesta debía ser
positiva para mi empleador, y mi actuación como médico acorde a mi juramento hipocrático…solo
recetaba medicamento necesario y acorde a mi criterio médico basado en mi conocimiento y
experiencia adquiridos en 5 años de facultad de los cuales los 3 últimos años comprendían, de
práctica hospitalaria medio día y enseñanza en facultad la otra mitad del día; el año de internado y
el año del servicio social.

Como se me siguió exigiendo lo solicitado, renuncié.

La declaración de Lisboa de la Asociación Médica Mundial sobre los derechos del paciente en su
Artículo 1° apartados “b” y “d” menciona:

b. Todo paciente tiene derecho a ser atendido por un médico que él sepa que tiene
libertad para dar una opinión clínica y ética, sin ninguna interferencia exterior.

d. La seguridad de la calidad siempre deber ser parte de la atención médica y los


médicos, en especial, deben aceptar la responsabilidad de ser los guardianes de la
calidad de los servicios médicos.

En mi siguiente trabajo, que consistía en ser médico de primer contacto en atención de urgencias,
pude ejercer libremente con la confianza brindada por mi empleador. Esto genera y forma
experiencia en distintos aspectos de lo que es ser médico, así como confianza personal.

Cambié de hospital a uno más reconocido, y aquí, después de dos años de ser médico titulado y ser
responsable de dos servicios de urgencias, conocí lo que es, en verdad, estar limitado para ejercer
mi profesión.

Mi trabajo consistía en recibir pacientes en el área de hospitalización, completar su expediente,


asegurar que las indicaciones del médico tratante se siguieran al pie de la letra y en caso de que el
paciente se sintiera mal, llamar al médico tratante.

Si bien es cierto que “zapatero a sus zapatos”, o sea, el traumatólogo a padecimientos de huesos,
músculos y tendones; el cardiólogo a padecimientos del corazón, etc., el médico general en este

4
hospital queda de lado y su función es básicamente hacer trámites y reportar, sin poder indicar un
medicamento para un simple dolor de cabeza.

Esto provoca una respuesta negativa del especialista frente al médico general de guardia, los
llamamos a cualquier hora por cualquier cosa, sea de importancia para el padecimiento actual o no.
Sin poder filtrar, como profesionales médicos, qué sí avisar y qué no tiene en realidad ninguna
prioridad. El médico general ya no es prioritario.

Fui cansándome de esta imposición, puesto que para los directivos no había otra solución, recibía
insultos de algunos especialistas porque pues “su paciente tiene tos” a las 4 de la mañana no es una
llamada de contenido importante.

Decidí hacer un acuerdo personal con algunos especialistas que conocieron mi profesionalismo y
además estaban interesados en no ser despertados por cosas sin importancia.

Carbonell menciona “Si alguien puede ejercer cualquier tipo de poder sobre nuestra persona,
entonces podemos decir que no somos completamente libres” (Carbonell. La libertad
Mar 21, 2012, disponible en www.miguelcarbonell.com/docencia/libertad_printer.shtml).

En mi caso, trataba de accionar positivamente ante una necesidad, ejercer mi voluntad de ayudar
a sanar o mejorar de un paciente en menos tiempo, ser útil y ejercer mi profesión libremente.

Voluntad es una especie de causalidad de los seres vivos, en cuanto que son racionales,
y libertad sería la propiedad de esta causalidad, por la cual puede ser eficiente, independientemente
de extrañas causas que la determinen; así como necesidad natural es la propiedad de la causalidad
de todos los seres irracionales de ser determinados a la actividad por el influjo de causas extrañas.
(Kant. Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Capítulo Tercero, 2007. Pp60-61).

Por tanto, mi voluntad estaba detenida por una imposición. Lo que conlleva a la limitación y
obstrucción de ejercer mi libertad. Se nos tenía en este hospital como médicos no capaces, tanto
por la ignorancia de los administrativos que no son médicos, como por el ego de los especialistas,
que muchos reaccionan con negatividad ante una corrección de sus tratamientos por médicos
generales jóvenes.

Sin embargo, los administrativos libremente ejercen su voluntad a expensas de la represión de


otros.

5
Norberto Bobbio, filósofo, ensayista y profesor, señaló que el mundo ha avanzado en el contexto
de separar los derechos de los deberes, siendo esto que los derechos son aplicados a toda persona
sin condición. Con referencia al tema, el derecho a ejercer libremente la profesión médica, es
limitada, pero asimismo los deberes del médico no son cumplidos en su totalidad, esto a mi parecer
ha provocado la limitación de la libertad y la necesidad de crear un elemento gubernamental de
arbitrariedad médica.

La Declaración De la Asociación Médica Mundial sobre la independencia y libertad profesional


del médico (1986), menciona que “Los médicos deben gozar de una libertad profesional que les
permita atender a sus pacientes sin interferencias”.

Así mismo se menciona el deber de independencia profesional para representar las necesidades del
paciente en cuestión de salud ante los que las nieguen o limiten.

Kant describe a la libertad como la capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar
según leyes de otra índole que las naturales, esto es, según leyes que son dadas por su propia razón;
libertad equivale a autonomía de la voluntad, “La libertad como propiedad de la voluntad debe
presuponerse en todos los seres racionales” (Kant. Fundamentación de la metafísica de las
costumbres, Capítulo Tercero, p. 60).

III. OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL MÉDICO Y EL PACEINTE

Haciendo de lado la actuación y política de las instituciones privadas y su diferencia con la


institución pública, existen normas, leyes, declaraciones, códigos de conducta bioética y demás
documentos legales en donde se establece cómo debe ser enfocada la actuación del médico, siempre
guiado por la ética y buscando el bienestar del paciente.

Desde mi punto de vista estos documentos son parcialmente conocidos por la mayoría de los
facultativos y podría decir que totalmente desconocidos o ignorados por los directivos de las
instituciones, o han buscado la manera de medio cumplirlos hasta el punto en que no les impida
tener más ganancias.

Como, por ejemplo, los hospitales privados manejan sus propias farmacias en donde tienen
medicamentos genéricos y de patente, pudiendo utilizar medicamentos genéricos que tienen

6
antecedentes de tener la misma eficacia que el de patente, se solicita que se indiquen en mayoría
los medicamentos de patente. Nosotros como médicos generales, se nos prohíbe administrar
medicamentos de nuestro criterio, se nos prohíbe indicar un medicamento de otra patente o
genérico en caso de que el que pidiera el especialista este de faltante en la farmacia, sea que el
paciente este por seguro de gastos médicos o particular. En este punto, se violenta la independencia
y la libertad profesional del médico, así como los derechos de los pacientes en donde el médico
tiene que salvaguardar los intereses del paciente y el médico debe indicar según su criterio el tipo
del medicamento.

CONCLUSIONES

Las faltas éticas de muchos facultativos y administrativos de hospitales, la falta de conocimiento


de las normas y de la importancia de llevarlas a cabo, entre oras falas, han sido los culpables de la
reputación actual de todos los médicos, de la falta de confianza en el profesionalismo del médico
y con mayor razón del médico joven, recién egresado, porque si no pueden confiar en un médico
de tal especialidad, egresado de la mejor escuela, con tantos años de experiencia médica, pues
menos en uno recién egresado.

Pero nuestro papel como médicos jóvenes, no es otro que cambiar para bien la imagen del médico,
y no por la apariencia, si no por respeto a nuestro código ético y moral.

Citando al Dr. Alfonso Quiroz Cuarón, médico, primer criminólogo de México y profesor de la
UNAM, quien en una entrevista con el periodista José Ramón Garmabella en 1978 y plasmado en
el libro que éste escribió en honor al Doctor “Dr. Alfonso Quiroz Cuarón: sus mejores casos de
criminología”

En donde hay una necesidad o donde aparece una diferencia, se produce un interés. Luego,
si uno hace que nazcan auténticas necesidades de importancia social, estará verdaderamente
interesado en esas necesidades sociales. Y si lo que abunda en el mundo es lo mercenario y
corrupto, si uno no puede o no nació genial, sí puede, cuando menos, ser “interesante” al
ser diferente y no ser mercenario ni corrupto y tener la difícil profesión de “Hombre honrado
(Garmabella, 1978, p54).

7
FUENTES CITADAS

1. Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre la independencia y libertad


profesional del médico. Adoptada por la 38ª Asamblea Médica Mundial, Rancho
Mirage, California, EE.AA., octubre de 1986.
2. Comisión nacional de bioética. Código- Guía Bioética de conducta profesional.
México, D.F. abril 2001. pp 1-9. Disponible en www.salud.gob.mx
3. Declaración de Lisboa de la AMM sobre los derechos del paciente. Adoptada por la
Asamblea Médica Mundial Lisboa, Portugal. Semptiembre- octubre 1981,
enmendada por la 47ª Asamblea General Bali, Indonesia, septiembre 1995 y
reafirmada por la 200ª Sesión del Consejo de la AMM, Oslo, Noruega, abril 2015.
Disponible en www.wma.net/es/polices-post/declaracion-de-lisboa-de-la-amm-sobre-
los-derechos-del-pacoente/
4. . J. R. Garmabella. 1978. Dr. Alfonso Quiroz Cuarón: sus mejores casos de
criminología. México. Edit. Diana. p54.d
5. M. Kant. 2007. Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Puerto Rico.
Edición de Pedro M. Rosario Barbosa. Pp 60-61.

Вам также может понравиться