Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
Economía
Temario
Volumen IV
Marzo 2008
66 Análisis contable e
información económica.
Estados contables.
Legislación mercantil
y Plan General de
Contabilidad. Las cuentas
anuales en el Plan General
de Contabilidad
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Las características actuales del entorno económico, unido al complejo entramado de rela-
ciones entre los agentes económicos, hace necesaria la máxima información sobre las entidades
que actúan en él. En este contexto, la contabilidad se configura como el lenguaje idóneo para
transmitir información sobre los negocios y permitir el conocimiento de la evolución de los
mismos.
Como veremos en los siguientes apartados, la contabilidad es un sistema de información cuya
finalidad es disminuir la incertidumbre relacionada con el proceso de toma de decisiones.
– Economicidad.
– Imparcialidad en la elaboración de la información.
– Objetividad: no han de introducirse criterios subjetivos por parte de los responsables de
la contabilidad.
– Verificabilidad.
– Imagen fiel.
Los libros obligatorios deben legalizarse antes de su uso en el Registro Mercantil correspon-
diente al domicilio de la empresa. Estos libros deben conservarse, junto a la documentación
y justificantes correspondientes, durante seis años a partir del último asiento realizado.
Hoy en día la mayoría de las empresas utilizan programas informáticos para llevar su
contabilidad, por lo que el proceso de registro se simplifica mucho.
3.1. Los estados contables como resultado final del proceso contable
La información que resulta del proceso contable, esto es, de la elaboración de los datos pre-
viamente recopilados sobre los acontecimientos y transacciones que afectan a las empresas, es
presentada a los usuarios de forma periódica por medio de unos documentos denominados Esta-
dos Contables o Estados Financieros.
Los Estados Financieros son documentos a través de los cuales se presenta información
económico-financiera de acuerdo con las normas de contabilidad generalmente aceptadas.
Podemos clasificar los diferentes Estados Contables según varios criterios:
1. Según el tipo de magnitudes incorporadas:
1.1. Estados Financieros dinámicos. Recogen información acerca de la corriente econó-
mica (Pérdidas y Ganancias, Estado de Valor Añadido, Estado de Inversión).
1.2. Estados Financieros estáticos: balance.
2. Según la proyección temporal de sus cifras:
2.1. Estados provisionales o preventivos (el Balance y la Cuenta de Pérdidas y Ganancias
provisional).
2.2. Estados financieros de realización.
3. Según la periodicidad con que se presentan: anuales, estados intermedios.
2. Pasivos: obligaciones actuales surgidas como consecuencia de sucesos pasados, para cuya
extinción la empresa espera desprenderse de recursos que puedan producir beneficios o
rendimientos económicos en el futuro. A estos efectos, se incluyen las provisiones.
3. Patrimonio neto: constituye la parte residual de los activos de la empresa, una vez dedu-
cidos todos sus pasivos. Incluye las aportaciones realizadas y los resultados acumulados.
Las principales características del balance de situación son las siguientes:
a) Está referido a una fecha determinada.
b) Se expresa en unidades monetarias.
c) El total del activo siempre es igual al total del neto patrimonial y pasivo.
Podemos distinguir los siguientes tipos de balances:
– Balance inicial: este se realiza cuando se constituye la empresa.
– Balance del ejercicio o de gestión: aquel que se formula periódicamente al cierre del
ejercicio contable. Permite conocer la situación patrimonial de la empresa, su solvencia
y los resultados obtenidos.
– Balance provisional: cuando está pendiente de ajustes.
– Balance terminal o de liquidación definitiva: se realiza al final de la vida de la empresa.
– Balance de intervención: se efectúa en situaciones de suspensión de pagos o quiebras.
– Balance de fusión o transformación: se elabora cuando hay un cambio de propietarios
o una fusión.
– Balance provisional: prospección, con fines presupuestarios y de planificación, de la
situación económico-financiera futura de la empresa.
El balance de situación deriva directamente de los saldos de cierre de las cuentas. Estos sal-
dos pueden agruparse y presentarse de forma muy diversa dando lugar a diferentes modelos de
balance. La agrupación de las cuentas del balance más común es aquella que las presenta confor-
me a su naturaleza económica o destino funcional.
En base a este criterio se distinguen en el activo dos grandes rúbricas: el activo no corriente
y el activo corriente. El activo corriente comprende aquellos elementos que la empresa espera
vender, consumir o realizar en el transcurso del ciclo normal de explotación, aquellos otros cuyo
vencimiento, enajenación o realización se espera que se produzca en el plazo de un año, los
clasificados como mantenidos para negociar, excepto los derivados a largo plazo, y el efectivo y
equivalentes. Los demás activos se clasificarán como no corrientes.
Esto es, el activo no corriente comprende, entre otros, los siguientes elementos patrimoniales:
el inmovilizado intangible, inmovilizado material, las inversiones inmobiliarias y el financiero,
y activos por impuesto diferido; y el activo corriente recoge partidas como activos no corrientes
mantenidos para la venta, las existencias, deudores, las inversiones financieras temporales, y el
efectivo y otros activos líquidos equivalentes.
Esta definición de los pasivos incluida en el marco conceptual del nuevo PGC, unida a la prevalencia del fondo sobre la forma, con-
dicionará el registro de algunos instrumentos financieros, que deberán contabilizarse como pasivos cuando, a priori, desde un punto
de vista estrictamente jurídico, pudieran tener la apariencia de instrumentos de patrimonio.
Una de las novedades más significativas del nuevo PGC en lo relativo al Balance es la modificación operada en los instrumentos
de patrimonio neto (acciones y participaciones propias) cuya presentación en el nuevo Plan se realiza minorando la cifra de fondos
propios. Igual criterio se aplica a los desembolsos pendientes de exigir sobre dichos instrumentos a la fecha de cierre, que pasan a
minorar la cifra de capital.
Por su parte, en el neto patrimonial y pasivo, se distinguen el patrimonio neto que incluye
partidas como el capital, las reservas, los resultados de ejercicios anteriores, el resultado del
ejercicio y ajustes por cambios de valor, y subvenciones y donaciones; pasivo no corriente, que
incluiría las provisiones a largo plazo, las deudas a largo plazo y pasivos por impuesto diferido y
periodificación a largo plazo; y, el pasivo corriente, en el que se incluyen deudas y obligaciones
contraídas por la empresa cuyo plazo de devolución es inferior al año, tales como: pasivos vincu-
lados con activos no corrientes mantenidos, los acreedores comerciales y otras cuentas a pagar y
la periodificación a corto plazo.
En el activo suelen ordenarse los elementos de menor a mayor liquidez. En cambio, los ele-
mentos del pasivo se ordenan de menor a mayor exigibilidad.
Los ingresos y gastos del ejercicio se imputarán a la cuenta de pérdidas y ganancias y formarán parte del resultado, excepto cuando
proceda su imputación directa al patrimonio neto, en cuyo caso se presentarán en el estado de cambios en el patrimonio neto.
3.2.3. La Memoria
La complejidad que hoy ofrecen las operaciones empresariales, los cambios que se producen
en la estructura económica y financiera de la empresa y las demandas crecientes de información
detallada han determinado la insuficiencia del Balance y de la Cuenta de Pérdidas y Ganancias
como documentos expresivos de la imagen fiel de la unidad económica, de ahí la importancia
creciente que toma la Memoria y la razón de su integración en las Cuentas Anuales.
En el nuevo PGC desaparecen los resultados extraordinarios debido a la prohibición contenida en las normas internacionales de
calificar como extraordinarias partidas de ingresos o gastos.
La memoria adquiere mayor relevancia en el nuevo PGC e incorpora la obligación de facilitar información comparativa, incluso
de carácter descriptivo, en sintonía con la NIC 1. En particular, este documento refuerza las exigencias informativas en materia de
instrumentos financieros, combinaciones de negocio y partes vinculadas, aspectos de gran relevancia para poder conocer la verdadera
imagen fiel de las relaciones económicas y financieras de la empresa.
También merece mención especial la supresión del cuadro de financiación de la memoria sin perjuicio de la información que sobre
los movimientos de fondos se exige en las normas de elaboración de las cuentas anuales.
El Título II del Libro Primero del Código de Comercio, que comprende los artículos del 16
al 24, contiene disposiciones que afectan a la contabilidad.
El Título III del libro Primero del Código de Comercio comprende los artículos 25 a 49,
agrupados en las siguientes Secciones:
– Sección 1.ª: De los libros de los empresarios, que comprende los artículos del 25 al 33:
libros obligatorios y responsabilidad del empresario; Libro de actas; Legalización de los
libros; Libro de Inventarios y Cuentas Anuales y Libro Diario; disposiciones comunes a
todos los libros y documentos contables; conservación de los libros y documentos conta-
bles; valor probatorio de los libros; el secreto de la contabilidad; reconocimiento de los
libros y documentos.
– Sección 2.ª: De las cuentas anuales, que comprende los artículos del 34 al 41: cuentas
anuales; el balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambio en el patrimo-
nio neto, el estado de flujos de efectivo y la memoria; elementos del balance, de la cuenta
de pérdidas y ganancias y del estado de cambios en el patrimonio neto; firmantes de las
cuentas anuales y responsabilidad de los mismos; reglas de registro y valoración de los ele-
mentos de las cuentas anuales; aplicación del valor razonable; amortizaciones y deterioros;
auditoría de las cuentas anuales; formulación y publicación de las cuentas anuales.
– Sección 3.ª: Presentación de las cuentas de los grupos de sociedades, que comprende
los artículos 42 al 49: concepto de grupo y obligación de consolidar; formulación de las
cuentas anuales consolidadas; homogeneización valorativa entre las sociedades consoli-
dadas; métodos de integración global, proporcional y puesta en equivalencia; la memoria
consolidada; el informe de gestión consolidado.
Vamos a resumir a continuación, la evolución de la normativa contable en España tras
nuestra incorporación en 1986 a la UE.
El marco legal de la contabilidad en España se inscribe en otro marco más amplio de la nor-
mativa económica da la Unión Europea. Esta normativa de la UE se establece en las llamadas
Directrices o Directivas. Las Directivas que regulan en materia contable son las siguientes:
– IV Directiva: Cuentas anuales.
– III Directiva: Fusiones.
– VI Directiva: Escisiones.
Ninguno ha sido modificado por la Ley 16/2007.
Según el apartado 1 de la disposición transitoria quinta, hasta que se aprueben las nuevas normas de adaptaciones sectoriales, siguen
en vigor las adaptaciones sectoriales aprobadas hasta la fecha, en todo aquello que no se oponga a lo dispuesto en el nuevo PGC,
salvo en el caso de las entidades que no tengan forma mercantil, las cuales deberán aplicar los contenidos del nuevo PGC o, en su
caso, del PGC de Pymes.
Las NIC son normas de valoración y presentación contable emitidas por el IASB, que representan un cambio importante de filosofía.
Surgen por la necesidad de comparabilidad de información financiera y para paliar los problemas de credibilidad en la contabilidad.
Las NIC presentan un amplio desarrollo, cobertura geográfica y consenso técnico.
A partir de 2002, las nuevas normas internacionales que se emiten pasan a denominarse Normas Internacionales de Información
Financiera (NIIF). Sería deseable que todas estas normas internacionales se hubieran unificado bajo un mismo nombre, pero no es
así y, por lo tanto, coexisten dos nombres diferentes de normas internacionales, las NIC y las NIIF, siendo estas últimas las de nueva
creación a partir de 2002.
La actividad normalizadora realizada en España hubiera quedado incompleta sin los desarro-
llos normativos que han sido impulsados por el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas
(ICAC). Estos desarrollos normativos han venido tomando como referencia los pronunciamien-
tos de las organizaciones emisoras de criterios contables a nivel nacional e internacional. De igual
modo, no cabe duda de que el empresariado español ha contribuido a cimentar la aceptación de la
normalización contable mediante su aplicación.
Podemos representar el proceso de normalización contable a través de estos dos esquemas:
Se ha considerado que mantener una normativa contable para las empresas cuya actividad no trasciende a los mercados internacio-
nales y otras para las cotizadas en mercados internacionales supondría mantener una dualidad en la información contable dentro del
país, y ello podría conducir a que la información sobre las mismas operaciones no se reflejase con iguales criterios contables.
3. Cuentas anuales
La tercera parte del PGC incluye las normas de elaboración de la cuentas anuales (documen-
tos que integran las cuentas anuales, formulación de las cuentas anuales y estructura de las cuen-
tas anuales), así como los modelos normales y abreviados de presentación de las cuentas anuales,
incluido el contenido de la memoria normal y abreviada.
4. Cuadro de cuentas
Este apartado recoge las cuentas más comunes para reflejar los hechos económicos que acon-
tecen en la realidad empresarial. Se trata de un cuadro flexible, pues la empresa puede modificar
su contenido para adaptarlo a su especificidad.
Se establecen nueve grupos de cuentas con rasgos económicos comunes:
– Grupo 1: Financiación básica.
– Grupo 2: Activo no corriente.
– Grupo 3: Existencias.
– Grupo 4: Acreedores y deudores por operaciones comerciales.
– Grupo 5: Cuentas financieras.
– Grupo 6: Compras y gastos.
– Grupo 7: Ventas e ingresos.
– Grupo 8: Gastos imputados al patrimonio neto.
– Grupo 9: Ingresos imputados al patrimonio neto.
El Plan General Contable establece una clasificación sistemática de cuentas. Utiliza una cla-
sificación decimal para ordenar el conjunto de cuentas. Así, el primer dígito indica el grupo al que
pertenece la cuenta; el segundo dígito indica el subgrupo; el tercer grupo, la cuenta; y, el cuarto
dígito, la subcuenta.
La empresa deberá desagregar las cuentas al nivel adecuado de dígitos que posibilite el con-
trol y seguimiento de sus operaciones, así como el cumplimiento de la información exigida en las
cuentas anuales.
10
¿Por qué una PGC para Pymes? El razonamiento para la conveniencia de un PGC específico para Pymes se basa, por una parte, en
la utilidad de una simplificación que evite unos costes desproporcionados en la elaboración de la información financiera, así como
facilitar su comprensión, tratando de centrar la normativa en las operaciones e informaciones más habituales de este tipo de empresas;
por otra parte, hay que tener en cuenta las clases de usuarios a los que va destinada la información de estas empresas. A los acreedores
de las Pymes les preocupan los flujos de efectivo a corto plazo, la solvencia a corto plazo, la solidez patrimonial…, mientras que a
los inversores de la gran empresa que cotiza en el mercado bursátil les preocupan los flujos de efectivo a largo plazo y las variables
determinantes en la predicción de los resultados y de la evolución de valores de la empresa.
– La tercera parte del PGC de PYMES recoge los modelos de cuentas anales, que son
iguales a los modelos abreviados contenidos en la tercera parte del PGC.
– Se elimina el estado de ingresos y gastos reconocidos por la ausencia de operaciones
de este tipo. Es por ello que se simplifica el estado de cambios en el patrimonio neto de
PYMES, que estará formado únicamente por un documento, que contempla todos los
cambios en el patrimonio neto.
– Se eliminan los grupos 8 y 9 de los grupos de cuentas.
Para aplica los criterios específicos para microempresas, cuando la empresa ha optado por
el Plan de PYMES en lo relativo al impuesto sobre el beneficio y el arrendamiento financiero,
es necesario cumplir, durante dos años consecutivos, y a fecha de cierre del ejercicio, dos de las
siguientes condiciones: 1 M de euros de activos, 2 M de euros de cifra de negocios y 10 trabaja-
dores, lo que implica no contabilizar el leasing ni los efectos impositivos, revelando información
en notas.
Esta opción debe mantenerse al menos tres ejercicios.
túen como tales; de las restantes variaciones que se producen en el patrimonio neto;
y de los ajustes en el patrimonio debidos a cambios en criterios contables y correc-
ciones de errores.
– El estado de Flujos de Efectivo. El estado de flujos de efectivo informa sobre el origen
y la utilización de los activos monetarios representativos de efectivo y otros activos líqui-
dos equivalentes, clasificando los movimientos por actividades e indicando la variación
neta de dicha magnitud en el ejercicio.
Este estado no es obligatorio para las empresas que puedan formular balance, estado de
cambios en el patrimonio neto y memoria abreviados.
– La Memoria completará, ampliará y comentará la información contenida en los otros
documentos que integran las cuentas anuales.
La información incluida en las cuentas anuales debe ser relevante y fiable.
Una cualidad derivada de la fiabilidad es la integridad, que se alcanza cuando la información
financiera contiene, de forma completa, todos los datos que puedan influir en la toma de decisio-
nes, sin ninguna omisión de información significativa.
Adicionalmente, la información financiera debe cumplir con las cualidades de comparabi-
lidad y claridad.
Por otra parte, en el caso del balance, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios
en el patrimonio neto y el estado de flujos de efectivo, se formularán teniendo en cuenta, entre
otros, las siguientes reglas:
– En cada partida deberán figurar, además de las cifras del ejercicio que se cierra, las co-
rrespondientes al ejercicio inmediatamente anterior.
– No figurarán las partidas a las que no corresponda importe.
– No podrá modificarse la estructura de un ejercicio a otro, salvo casos excepcionales que
se indicarán en la memoria.
– Podrán añadirse nuevas partidas a las previstas en los modelos.
– Podrá hacerse una subdivisón más detallada de las partidas.
La estructura de las cuentas anuales según el PGC se exponen en las siguientes figuras:
.../...
.../...
.../...
.../...
.../...
GUIÓN-RESUMEN
3.2.2. Estructura
– El Plan General de Contabilidad se estructura en cinco partes: marco conceptual, normas
de registro y valoración, cuentas anuales, cuadro de cuentas, definiciones y relaciones
contables.
5. El plan general de contabilidad para pyme
– Carácter voluntario, aunque una vez la PYME ha optado por él debe mantenerlo 3 ejer-
cicios consecutivos.
– Su aplicación es completa y no parcial.
– El Estado de flujos de efectivo es voluntario.
– Para optar por él, las PYME han de cumplir unos requisitos.
– Se estructura en las mismas partes que el PGC.
– Supone la eliminación de algunas normas de registro y valoración, y ciertas simplifica-
ciones en el registro.
– Se eliminan los grupos 8 y 9.
– Criterios específicos para microempresas.
6. Las cuentas anuales
6.1. Cuentas anuales y la imagen fiel. Requisitos de la información a incluir en las cuentas
anuales
– Las Cuentas Anuales son documentos de síntesis de la información económica y finan-
ciera de la empresa.
– Las Cuentas Anuales están integradas por el Balance, la Cuenta de Pérdidas y Ganancias
y la Memoria, el estado de cambios en el patrimonio neto y el estado de flujos de efec-
tivo, documentos que forman una unidad y deben servir para mostrar la imagen fiel del
patrimonio, de la situación financiera y de los resultados de la empresa.
– Definición de las Cuentas Anuales.
6.2. Normas de elaboración: formulación de las cuentas anuales
– Normas prácticas que proporciona el PGC para la formulación de las Cuentas Anuales.
6.3. Estructura de las cuentas anuales. Las cuentas anuales abreviadas
– Modelo normal y modelo abreviado de elaboración de las Cuentas Anuales. Requisitos.
6.4. Aprobación, presentación y depósito de las Cuentas Anuales
7. Utilización de aplicaciones informáticas
BIBLIOGRAFÍA
REFERENCIAS LEGISLATIVAS
67
El patrimonio:
componentes y valoración
contable. Valoración
económica de activos
y empresas
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
La empresa emprende su actividad buscando la colaboración de otras personas -equipo hu-
mano-, estableciendo unas normas de comportamiento y reglas de actuación -organización de la
empresa-, dotándose de unos medios económicos -patrimonio empresarial- adecuados al tipo de
producción que le es propio.
De estos tres componentes: equipo humano, sistema organizativo y funcional, y patrimonio
empresarial, en este tema vamos a estudiar este último.
El patrimonio, al que definiremos como el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que per-
tenecen a una persona física o jurídica, es imprescindible para que la empresa pueda llevar a cabo su
actividad. La estructura y destino de aquel vienen siempre determinados por el género de actividades
que desarrolle la empresa.
Una vez precisado el concepto de patrimonio surge el problema de su valoración monetaria,
puesto que hay que fijar determinados criterios que nos puedan aproximar a su valor real.
– Derechos. Están constituidos por aquellas situaciones jurídicas en las que la empresa se
encuentra en una posición de recibir, es decir, es sujeto acreedor frente a terceros, como
pueda ser: créditos frente a clientes; participaciones en otras empresas; depósitos a su
favor en bancos, etc.
– Obligaciones o situaciones jurídicas inversas a las anteriores, en la que la empresa es deu-
dora de otros entes económicos por compromisos derivados de contratos, o de su condición
de contribuyente: débitos a proveedores; préstamos obtenidos, tributos a pagar, etc.
Puede decirse, por tanto, que el patrimonio de la empresa se compone de unos elementos de
carácter positivo para la misma, los bienes y los derechos, y de otros de signo negativo, que son
sus obligaciones frente a terceros. Apoyándonos en dicho planteamiento se puede establecer la
siguiente identidad:
En principio, el fondo de maniobra debe ser positivo, de lo contrario se puede incurrir en una situa-
ción de inestabilidad financiera. Ahora bien, un fondo de maniobra negativo no siempre supone que la
empresa tenga dificultades financieras, ello dependerá en gran medida de su política de cobros y pagos.
2. Valor razonable
El valor razonable se puede definir como el importe por el que puede ser adquirido un acti-
vo, o liquidado un pasivo, entre partes interesadas y debidamente informadas, que realicen una
transacción en condiciones de independencia mutua. El VR se determina sin deducir los gastos
de transacción en los que pudiera incurrirse en su enajenación.
Es muy importante observar cómo se establece y se insiste en que el valor razonable debe
reunir el requisito de fiabilidad, es decir, este requisito es indispensable para aplicar el valor
razonable. Habrá supuestos en los que la fiabilidad sea fácilmente alcanzable, habrá supuestos en
que no lo sea. De ahí que la norma establezca, para poder aplicar el valor razonable, el siguiente
encadenamiento de condiciones:
a) Con carácter general, el valor razonable se calculará por referencia a un “valor fiable de
mercado”.
b) La mejor referencia de un valor fiable de mercado es el “precio cotizado en un mercado
activo”.
4. Valor actual
Es el importe de los flujos de efectivo a recibir o pagar en el curso normal del negocio,
según se trate de un activo o de un pasivo, respectivamente, actualizado a un tipo de descuento
adecuado.
5. Valor en uso
Es el valor actual de los flujos de efectivo futuros esperados, a través de su utilización en
el curso normal del negocio, teniendo en cuenta su estado actual y actualizados a un tipo de
descuento adecuado, ajustado por los riesgos específicos del activo que no hayan ajustado las
estimaciones de flujos de efectivo futuros.
6. Gastos de venta
Son los gastos incrementales directamente atribuibles a la venta de un activo en los que la
empresa no habría incurrido de no haber tomado la decisión de vender. Se excluyen de los mis-
mos los gastos financieros, los impuestos sobre beneficios y los incurridos por estudios y análisis
previos. En cambio, se incluyen en los gastos de venta, los gastos legales necesarios para transfe-
rir la propiedad del activo y las comisiones de venta.
7. Coste amortizado
Este criterio se aplica para la valoración posterior de determinados instrumentos financieros.
En concreto: a los créditos y cuentas a cobrar; a los activos financieros mantenidos hasta su ven-
cimiento; y, a los pasivos financieros distintos a los mantenidos para su negociación.
El coste amortizado resulta de las operaciones siguientes:
+ Valoración inicial del activo o pasivo financiero.
– Reembolsos de principal que se hayan producido.
+/– La parte imputada en la cuenta de pérdidas y ganancias, mediante el método del tipo de interés
efectivo, de la diferencia entre el importe inicial y el valor de reembolso a su vencimiento.
– (en el caso de activos financieros) cualquier reducción de valor reconocida directa o indirectamente.
El tipo de interés efectivo se define como el tipo de actualización que iguala el valor de los
libros de un instrumento financiero con los flujos de efectivo estimados a lo largo de la vida
estimada del instrumento, a partir de sus condiciones contractuales y sin considerar las pérdidas
por riesgo de crédito futuras. En su cálculo se incluirán todos los intereses, primas, comisiones y
descuentos a recibir o a pagar por las partes.
– Valoración posterior: los elementos del inmovilizado material se valorarán por su pre-
cio de adquisición o coste de producción menos las amortizaciones acumuladas y el
importe acumulado de las correcciones valorativas por deterioro reconocidas.
El método LIFO no está contemplado ya en el Nuevo PGC.
Cuando el valor neto realizable de las existencias sea inferior a su precio de adquisición o a su
coste de producción, se efectuarán las oportunas correcciones valorativas reconociéndose como
un gasto en la cuenta de pérdidas y ganancias.
En el caso de las materias primas y otras materias consumibles, no se realizará corrección
valorativa siempre que se espere que los productos terminados a los que se incorporen sean ven-
didos por encima del coste.
3.1. Introducción
La gestión económica y financiera de la firma requiere, con frecuencia, la determinación del
valor de la empresa o de partes de ella. En este aspecto es conveniente distinguir entre valoraciones
ordinarias, que se realizan frecuentemente y, extraordinarias, que se efectúan en casos poco comu-
nes, como en el caso de venta, fusión, modificación de la forma jurídica, expropiación, privatización
de empresas públicas, ante una oferta pública de compra de acciones (OPA). En este apartado, nos
vamos a centrar en estas últimas.
Es cierto que el Balance constituye una relación en términos de valor de todos lo elementos
patrimoniales de la empresa, pero dichos valores suelen ser a precios históricos y no responden
a la situación económica actual. Por ello, el valor contable constituye un punto de partida de
cierta utilidad, pero con el cual no podemos conformarnos.
Por otra parte, el valor de la empresa dependerá del fin último para el que se quiera utilizar
dicha valoración. Si se trata de una empresa que va a liquidarse, lo que hay que determinar es el
valor de liquidación de la misma, y el valor de liquidación de cada elemento vendrá dado por el
valor de realización o venta en el mercado. El valor de liquidación de la empresa será igual a la suma
de los valores de realización de los distintos elementos del activo menos el valor de las deudas.
Por el contrario, cuando se trata de determinar el valor de la empresa en funcionamiento, el crite-
rio de valoración ha de ser diferente al valor de liquidación. La valoración, en este caso, es más comple-
ja, ya que la empresa en funcionamiento es algo más que una simple yuxtaposición de elementos patri-
moniales. Existe una organización y una serie de elementos intangibles que hay que tener en cuenta.
– Valor de Reposición
El Valor de Reposición de una empresa viene definido por lo que costaría adquirir una
empresa que tenga la misma capacidad de producción y de generación de beneficios que
la empresa que se está valorando.
También cabe hablar de valor de reposición de un elemento patrimonial en particular.
Este vendría definido por lo que cuesta en la actualidad reponer dicho elemento, sustitu-
yéndolo por otro que desempeñe la misma función en el seno de la empresa.
– Valor Sustancial de la empresa
El Valor Sustancial de la empresa es el Valor de Reposición actualizado de todos los
bienes y derechos de la empresa menos el valor de las deudas o pasivo.
Algunos autores hablan de Valor Sustancial bruto y neto, según que se refieran, respecti-
vamente, al valor sustancial del activo o al valor sustancial del activo menos el pasivo.
– Valor Bursátil
Viene determinado por el producto de la cotización de las acciones de la empresa en
Bolsa por el número de títulos en circulación.
Con el objeto de que el Valor Bursátil tenga mayor representatividad, como cotización de
las acciones se debe tomar la media de las cotizaciones de un determinado periodo. Esta
forma de valoración de empresas tiene el inconveniente de que no todas las empresas
cotizan en Bolsa.
Si el mercado bursátil funciona eficientemente, el Valor Bursátil de la empresa es de
inestimable utilidad, ya que en este mercado, la cotización debería reflejar no sólo el
valor intrínseco de la empresa, sino también, las expectativas de beneficios futuros. Sin
embargo, no puede descartarse la posibilidad de que manejos especulativos creen un
Valor Bursátil artificial. Por otra parte, si se quiere vender la empresa determinando su
precio en base a este valor, éste debe ser rectificado multiplicándolo por un coeficiente
corrector comprendido entre cero y uno.
– Valor de Rendimiento de la Empresa
El Valor de Rendimiento (VR) de una empresa es igual al valor actualizado de todos los
beneficios esperados.
Se trata de un valor potencial o valor de la empresa en funcionamiento. El Valor de
Rendimiento es más que la suma de los valores de cada uno de los componentes que
integran el patrimonio de la empresa. La empresa no es sólo un conjunto de elementos
patrimoniales, sino una estructura organizada en donde se enmarcan dichos elementos.
La empresa, una vez creada, pone en práctica su eficacia organizativa y directiva. La em-
presa va adquiriendo una serie de vínculos con los mercados de productos, de factores y
financieros. La buena reputación frente a la sociedad, el prestigio frente a sus clientes y
proveedores, la clientela selecta que va conformando, el acierto en la localización, etc.,
son aspectos que no surgen por generación espontánea, ni provienen del azar, sino que son
debidas al acierto de las acciones del equipo directivo y el buen hacer de todo el personal.
Todo ello determina que el valor de la empresa, considerada como una organización que
es capaz de generar beneficios, sea superior o inferior a su valor sustancial, porque los
aspectos intangibles a que antes nos hemos referido condicionan la cuantía de los bene-
ficios y llevan a que unas empresas obtengan beneficios muy superiores o inferiores a
otras del mismo sector.
Por tanto, según este método el Valor Global de la empresa vendría dado por la siguiente
expresión:
VG = VS + ½ (VR + VS)
Se le critica a este método porque a la hora de determinar el Valor Global de la empresa
le asigna el mismo peso (igual a ½) al Valor Sustancial que al Valor de Rendimiento.
– Método Anglosajón o Directo
Según este método, se determina el Valor Sustancial de la empresa de la forma ya co-
nocida. Luego se calcula el rendimiento que podría producir un capital equivalente al
Valor Sustancial en condiciones normales (k VS). Este valor se compara con el beneficio
proporcionado por la empresa (B). La diferencia entre B y kVS nos proporciona la renta
goodwill, cuyo valor actualizado constituye el valor del Fondo de Comercio. El Valor
Global de la empresa vendrá dado por la suma del Valor Sustancial y el Fondo de Co-
mercio.
En el caso de que el factor de actualización sea una renta constante y de duración finita,
el Valor Global de la empresa vendría dado por la siguiente expresión:
VG = VS + FC = VS + (1 + k’)n – 1 (B-k VS)
ºK’ (1 + k’)n
El valor de k’, generalmente, es el doble del interés normal del marcado, con el objeto de
paliar con ello la transitoriedad o aleatoriedad del Fondo de Comercio creado.
En los casos de superbeneficios con duración ilimitada o de cuantía variable, bastaría
con aplicar la correspondiente fórmula de actualización, utilizando para ello el tipo de
actualización k’.
Existen otros métodos para la determinación del Valor Global de la empresa, como son: mé-
todo de “discounted cash flow” o del valor actualizado de los flujos de tesorería, el método de la
amortización del Fondo de Comercio, y el método de Grez.
GUIÓN-RESUMEN
– Criterios de valoración: Coste histórico, valor razonable, valor neto realizable, valor ac-
tual, valor en uso, gastos de venta, coste amortizado, gastos de transacción atribuibles
a un activo o pasivo financiero, valor contable en libros (amortizaciones y pérdidas por
deterioro), valor residual.
– Valoración del inmovilizado material y las inversiones inmobiliarias.
– Valoración del inmovilizado intangible.
– Activos no corrientes y grupos enajenables de elementos mantenidos para su venta.
– Valoración de arrendamientos financieros.
– Valoración de los instrumentos financieros: valoración de activos y pasivos financieros.
– Valoración de las existencias.
2. Valoración económica de activos y empresas
2.1. Introducción
– Valoración ordinaria y valoración extraordinaria.
– La valoración contable constituye un punto de partida.
– El valor de la empresa dependerá del fin último para el que se quiera utilizar dicha valo-
ración: valor de liquidación, valor de la empresa en funcionamiento.
2.2. Principios básicos de la valoración de empresas
– Señalización de los principios básicos que se deben tener en cuenta en el proceso de valo-
ración de empresas: Objetividad, temporalidad, prudencia valorativa, especialización del
ejercicio, permanencia del criterio de valoración, unidad de valoración y, anticipación al
futuro.
2.3. Fases de la valoración de empresas
– Fases que permiten trazar un procedimiento sistemático de trabajo que permite una
aproximación sistemática al valor de la empresa: diagnóstico, analítica, de estudio del
beneficio “sintética”.
2.4. Criterios de valoración de empresas
– Valor Matemático o Contable: viene dado por la diferencia entre el activo y el pasivo del
Balance.
– Valor de Liquidación: se obtiene sumando el valor obtenido por la realización o venta de
los elementos de activo y restando el valor de las deudas y los gastos de liquidación.
– El Valor de Reposición de una empresa viene definido por lo que costaría adquirir una
empresa que tenga la misma capacidad de producción y de generación de beneficios que
la empresa que se está valorando.
– Valor Sustancial de la empresa: valor de reposición actualizado de todos los bienes y
derechos menos el valor de las deudas.
– Valor Bursátil: viene determinado por el producto de la cotización de las acciones de la
empresa en Bolsa por el número de títulos en circulación.
– El Valor de Rendimiento (VR) de una empresa es igual al valor actualizado de todos los
beneficios esperados. Se trata de un valor potencial o valor de la empresa en funciona-
miento. El Valor de Rendimiento es más que la suma de los valores de cada uno de los
componentes que integran el patrimonio de la empresa. La empresa no es sólo un con-
junto de elementos patrimoniales, sino una estructura organizada en donde se enmarcan
dichos elementos.
– Valor de Fondo de Comercio o “Goodwill”. El Valor de Rendimiento (VR) de una em-
presa es igual al valor actualizado de todos los beneficios esperados. Se trata de un valor
potencial o valor de la empresa en funcionamiento. El Valor de Rendimiento es más
que la suma de los valores de cada uno de los componentes que integran el patrimonio
de la empresa. La empresa no es sólo un conjunto de elementos patrimoniales, sino una
estructura organizada en donde se enmarcan dichos elementos.
Factores de los que depende el valor inmaterial.
La determinación del Fondo de Comercio está sometida a mayor incertidumbre y subje-
tividad.
Métodos para determinar el Fondo de Comercio: Método Indirecto y Método Directo.
2.5. Métodos para determinar el valor global de la empresa
– Método Alemán o Indirecto. Parte de la consideración de que el valor teóricamente correcto
de la empresa es el Valor de Rendimiento. Una vez conocido también el Valor Sustancial,
por el que se estima el valor de la parte tangible de la empresa, su Fondo de Comercio se
calcula por la diferencia entre el valor de Rendimiento y el Sustancial: FC = VR – VS.
Valor Global de la empresa, VG, sería la suma de los valores de su parte tangible y de su
parte intangible o, lo que es lo mismo, de su Valor Sustancial y de su Fondo de Comer-
cio. Es decir, el Valor Global de la empresa sería su Valor de Rendimiento. Sin embargo,
en el método alemán, al Valor Sustancial solamente se le añade la mitad del Fondo de
Comercio. Razones en las que se justifica.
– Método Anglosajón o Directo. Según este método, se determina el Valor Sustancial de
la empresa de la forma ya conocida. Luego se calcula el rendimiento que podría producir
un capital equivalente al Valor Sustancial en condiciones normales (k VS). Este valor
se compara con el beneficio proporcionado por la empresa (B). La diferencia entre B y
kVS nos proporciona la renta goodwill, cuyo valor actualizado constituye el valor del
Fondo de Comercio. El Valor Global de la empresa vendrá dado por la suma del Valor
Sustancial y el Fondo de Comercio.
BIBLIOGRAFIA
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
4. ANÁLISIS ECONÓMICO
4.1. Ratios de productividad y eficiencia
4.2. Estudio de la rentabilidad
4.2.1. Rentabilidad Económica
4.2.2. Rentabilidad Financiera
4.2.3. Coste financiero de la empresa, rentabilidad del pasivo o coste de la
financiación ajena
4.2.4. Apalancamiento Financiero
4.2.5. Ratios Bursátiles
4.2.6. Punto Muerto o Umbral de Rentabilidad. El Apalancamiento Operativo
5. ANÁLISIS FINANCIERO
5.1. Análisis de la liquidez
5.2. Análisis de la solvencia a largo plazo
6. RATIOS DE COBERTURA
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
El análisis económico y financiero es un conjunto de técnicas utilizadas para diagnosti-
car la situación y perspectivas de la empresa con el fin de tomar decisiones adecuadas.
De esta forma, desde una perspectiva interna, la dirección de la empresa puede ir tomando
decisiones que corrijan los puntos débiles que puedan amenazar su futuro, al mismo tiempo que
se saca provecho de los puntos fuertes para que la empresa alcance los objetivos.
Desde una perspectiva externa, estas técnicas son también de gran utilidad para todas aque-
llas personas interesadas en conocer la situación y evolución posible de la empresa (entidades de
crédito, accionistas, proveedores, clientes, auditores de cuentas, empleados, comités de empresa
y sindicatos, Administración Pública, competidores, inversores, etc.).
El proceso de análisis de los estados contables consiste en la aplicación de herramientas y
técnicas analíticas a los estados y datos contables, con el fin de obtener de ellos medidas y rela-
ciones que sean significativas y útiles para la toma de decisiones.
La finalidad general y última del análisis de los Estados Contables es la de disminuir
la incertidumbre en la toma de decisiones por los diferentes interesados y usuarios de la
información y de los Estados Contables. Además, el análisis de los Estados Contables ofrece
grandes posibilidades para la gestión, como herramienta de diagnóstico, planificación y
control.
INFORMACIÓN
INTERNA Técnicas e
instrumentos
Elaboración de la
información
Análisis de los Resultados del
económico-financiera
Estados Contables análisis
de los
Estados contables
Comparación
INFORMACIÓN
EXTERNA
Interpretación
Conclusión
figura 68.1
El balance se estructura en tres grandes masa patrimoniales: el Activo, que recoge los bienes
y derechos; o, desde otra perspectiva, la estructura económica de la empresa; el Pasivo, que reco-
ge las obligaciones, y el Patrimonio neto, o bien, la estructura financiera de la empresa, esto es,
las diferentes recursos financieros que se han utilizado para financiar las diferentes inversiones
o empleos de activo.
Inmaterial
Fondos
propios Patrimonio
Material suvenciones neto
Activo no Recursos
corriente permanentes
Financiero
Pasivo no
corriente
Existencias Pasivo
Activo no Realizable Pasivo
corriente corriente Exigible a
corto
Disponible
4. ANÁLISIS ECONÓMICO
El análisis económico informa de cómo la empresa genera sus resultados y cómo me-
jorarlos, y de la rentabilidad de los capitales utilizados en la empresa (considerados en su
origen y aplicación). Para ello, los datos de base están en la Cuenta de Pérdidas y Ganancias.
El análisis económico comporta el análisis de los porcentajes verticales y horizontales de
las partidas de la cuenta de resultados; análisis de los diferentes márgenes y de las causas de sus
variaciones (por modificaciones en los costes, en los precios de venta, en el volumen de actividad);
análisis de los costes y sus desviaciones; el análisis del punto muerto (supone el estudio de la
obtención del beneficio, momento y cuantía) y, el apalancamiento operativo (mide el riesgo
económico que soporta la empresa en su actividad); el análisis de las rentabilidades y el apalan-
camiento financiero; estudio de los ratios bursátiles, ratios de eficiencia y productividad.
En este apartado nos centramos en el estudio de los ratios de eficiencia y productividad, y en
el análisis de las rentabilidades y del apalancamiento financiero.
La rentabilidad económica puede ser dividida en dos ratios que explicarán mejor las causas
de su evolución:
Baii Ventas Baii V
r.e. neta
a Ventas Ventas a
Este ratio es uno de los más utilizados cuando se analizan alternativas de inversión bursátil.
Expresa las veces o el múltiplo que la cotización contiene al beneficio por acción. En el numera-
dor suele utilizarse el valor de mercado en el momento en que se realiza el cálculo y en el deno-
minador el beneficio del ejercicio anterior, referidos a un título o a la sociedad en su conjunto.
Si un título cotiza con un PER bajo puede indicar que está infravalorado y si el PER es alto,
que está sobrevalorado. La preferencia del accionista por invertir en un título con PER bajo o alto
dependerá de su percepción sobre las expectativas de la sociedad y del riesgo que esté dispuesto
a asumir.
Dentro del mundo bursátil es uno de los índices de mayor recurrencia.
dividendos
paY ouT 100
resultado neto
El pay-out es un indicador complejo. Un pay-out bajo puede interpretarse positivamente si se
entiende que la sociedad cuenta con planes de inversión atractivos que le permitirán rentabilizar
adecuadamente los beneficios retenidos. Un pay-out alto puede asimismo considerarse un signo
positivo, pues normalmente las sociedades tienden a mantener la cifra de dividendos repartidas
en ejercicios anteriores; pero también puede interpretarse como un síntoma negativo puesto que
la distribución de dividendos, además de restar liquidez, se puede entender como una señal in-
dicativa de malas expectativas en relación con la posibilidad de acometer nuevas inversiones
rentables.
Mide el porcentaje de los beneficios distribuidos a los accionistas.
cash flow
casH fLoW por acciÓn
número acciones
Boi
Bpa
número acciones
Trata de obtener la ganancia unitaria, es decir, qué se ha ganado con una acción.
El análisis de cobertura nos permite medir el efecto de las variaciones en el nivel de ocupa-
ción sobre los beneficios, mediante la fijación de punto muerto.
El punto muerto es un punto de equilibrio que determina aquel volumen de operaciones
(volumen de producción y ventas) con el que la empresa cubre todos sus costes fijos, así como
los costes variables de producción y comercialización correspondientes a ese volumen de pro-
ducción.
Se le llama también umbral de rentabilidad porque, a partir de ese punto, es cuando la empre-
sa comienza a obtener beneficios, ya que, por debajo de dicho volumen de negocio, la empresa
incurre en pérdidas.
cf cf
Q0
p cVMe m
La relación anterior entre nivel de actividad (grado de ocupación) y los beneficios nos permi-
te deducir que tal relación se verá condicionada por la estructura de costes de la empresa, esto es,
por la proporción en que los costes fijos y costes variables participan en la configuración del coste
total. Es decir, los efectos de cambios en el nivel de actividad sobre los beneficios serán distintos
según la estructura de costes de la empresa.
Este fenómeno es conocido como apalancamiento operativo, según el cual, cuanto mayor sea
el porcentaje de participación de los costes fijos, respecto al coste variable, esto es, cuanto mayor
sean las inversiones en elementos fijos, mayores serán las consecuencias que se derivan sobre el
beneficio de una variación en el nivel de actividad.
Q p cVMe
G.a.o.
p cVMe cf
De la expresión anterior se deduce que cuanto mayores sean los costes fijos, menor es el
denominador y, por tanto, mayor el Grado de Apalancamiento Operativo, esto es, mayor es la
sensibilidad que presenta el beneficio ante variaciones en el nivel de actividad.
El apalancamiento operativo suele ser utilizado como un indicador del nivel de riesgo econó-
mico que soporta la empresa en su actividad. El riesgo económico mide las posibilidades de que
los beneficios de la empresa fluctúen ante variaciones de las ventas, por tanto, mide el riesgo que
se deriva para la empresa de sus mercados.
5. ANÁLISIS FINANCIERO
Su objetivo es analizar si la empresa dispone de fondos suficientes para su normal
desenvolvimiento y si están adecuadamente distribuidos. Se centra principalmente en dos
aspectos:
a) En las condiciones de equilibrio de las estructuras activas y pasivas.
b) En los flujos financieros de la empresa.
El análisis financiero se realiza principalmente a través del estudio del balance. Se hace
necesario analizar la composición del activo, del patrimonio neto y del pasivo. La comparación
entre estas masas informa de la posibilidad de satisfacer las necesidades de pago, tanto a corto
plazo (liquidez), como en el largo plazo (solvencia), al observar los recursos generados por las
masas activas.
recursos permanentes
coeficiente Básico de financiación
anc fM necesario
Cuando el Coeficiente Básico de Financiación es igual a la unidad, existe una correcta pro-
porcionalidad financiera entre los recursos financieros a largo plazo y los elementos inmoviliza-
dos del activo no corriente y del activo corriente. Si, por el contrario, el coeficiente es menor que
uno, hay elementos permanentes del activo financiados con recursos a corto plazo.
El análisis financiero se completa con el estudio de diversos ratios. Además de los ratios
de estructura ya señalados y del endeudamiento, se indican a continuación los ratios más rele-
vantes.
1. Ratios de liquidez
Para diagnosticar la situación de liquidez de la empresa, es decir, determinar si con su situa-
ción patrimonial y su evolución es capaz de generar dinero suficiente en cantidad y momento
oportuno para hacer frente a sus pagos a corto plazo, además de confeccionar el Estado de Flujos
de Efectivo, se pueden utilizar los ratios siguientes:
activo corriente
– ratio liquidez o solvencia corriente
pasivo corriente
El valor de este ratio varía notablemente de una empresa a otra. Su análisis e interpretación
dependerán, entre otros factores, de las rotaciones y plazos de las fases del ciclo de explotación.
No obstante, en términos generales y de acuerdo con lo señalado, el valor del ratio debe situarse
entre 1,5 y 2. Al menos, el valor ha de ser mayor a uno, pues de lo contrario la empresa no dispon-
drá de la capacidad de generar dinero suficiente para atender los pagos a corto plazo.
realizable disponible
– ratio Tesorería
pasivo corriente
Este ratio mide la capacidad que tiene la empresa para hacer frente a sus deudas a corto
plazo, con el activo líquido o cuasilíquido (disponible, inversiones financieras a corto plazo y
deudores).
Para no tener problemas de liquidez, el valor del ratio debe ser mayor que uno. No obstante,
como en el caso anterior, dependerá de la velocidad a la que se cobra y se paga.
disponible
– ratio disponible
pasivo corriente
Mide la capacidad inmediata para hacer frente a las deudas a corto plazo. Nos informa sobre
la rotación del efectivo. Suele utilizarse el saldo medio del efectivo y otros activos líquidos equi-
valentes.
Como valor medio óptimo para este ratio suele indicarse el de 0,3. No debe presentar un valor
muy elevado, pues ello podría erosionar la rentabilidad general de la empresa.
2. Rotaciones
El análisis de la liquidez efectuado mediante los ratios presentados debe completarse con
el examen de la calidad o liquidez relativa de los distintos componentes del capital circulante,
puesto que, como ya se ha señalado, su representatividad como indicadores de la liquidez depen-
de en gran medida de la capacidad de las existencias y de las cuentas a cobrar para convertirse
en efectivo.
Efectivo y otros activos líquidos equivalentes.
Y este atributo se cuantifica mediante el cálculo de las rotaciones, ratios de giro o ratios
de actividad. Con carácter general, la rotación es la frecuencia o número de veces que el saldo
de una partida se renueva a lo largo de un determinado período de tiempo. Cuanto mayor sea el
valor de este índice, mayor será la calidad financiera de la partida correspondiente.
Ventas netas a crédito
rotación de clientes
cuentas a cobrar, promedio
coste de ventas
rotación de mercaderías (empresa comercial)
existencias medias
consumo del período
rotación de materiales (empresa industrial)
existencias medias de materiales
El estudio de la rotación de inventarios que muestran los dos ratios anteriores, es un aspecto impor-
tante, tanto para las empresas comerciales como para las industriales, porque esta partida suele ser la me-
nos líquida del activo corriente y porque a menudo representa el componente con mayor peso relativo.
Con carácter general, una alta rotación de inventarios indica que su liquidez es elevada, lo
cual, si la empresa opera con beneficio, repercutirá favorablemente sobre los resultados debido
a que las necesidades de financiación serán inferiores. Por el contrario, una rotación lenta de los
inventarios afectará negativamente tanto a la liquidez como a la rentabilidad.
compras netas a crédito
rotación de proveedores
cuentas a pagar, promedio
Si el índice de rotación de los inventarios es alto y la rotación de los clientes es superior a la de los
proveedores, ello significa que éstos están financiando tanto la inversión en inventarios como en cuen-
tas a cobrar, lo que en principio es favorable. No obstante, hay que tener presente que la financiación de
los proveedores no es gratuita, aunque normalmente su coste no se manifieste de manera explícita.
Ventas netas
rotación global del capital circulante
activo corriente pasivo corriente
El anterior ratio es una relación difícil de interpretar. Un análisis más útil puede hacerse exami-
nando el rendimiento del activo circulante, magnitud que engloba todos los componentes que inter-
vienen en la realización del objeto social de la entidad. Para este examen se determinan dos ratios:
a) Las rotaciones o número de veces que durante el ejercicio se utilizó el activo corriente
para satisfacer la totalidad de los costes incurridos por las operaciones corrientes, que es
un indicador de actividad. Cálculo:
coste de ventas otros gastos de explotación
activo corriente medio
b) La tasa de rendimiento del activo corriente medio, que es un indicador de la eficiencia o
productividad. Cálculo:
resultado neto
activo corriente medio
El examen de la liquidez se completaría con la descomposición del activo corriente y el
análisis de lo flujos de efectivo.
Que mide la capacidad para atender la carga financiera por intereses. Y para evaluar la capa-
cidad de pago de los intereses y el reembolso de los capitales:
efectivo generado por las actividades de explotación
Gastos financieros + amortizaciones de capital
Cuanto mayor sea el valor que alcancen los anteriores ratios de cobertura menor será el riesgo
al que se exponen los acreedores.
6. RATIOS DE COBERTURA
dotación amortización
amortización anual 100
inmovilizado Bruto amortizado
Indica el grado (porcentaje) de carga económica, vía amortizaciones, del periodo analizado.
Cuanto más alto es el valor mayor recuperación (rapidez) de la inversión, con la consiguiente
repercusión en el flujo de fondos de la empresa (Cash Flow Económico).
amortización acumulada
envejecimiento inmovilizado 100
anc Bruto amortizable
Indica el grado de envejecimiento del inmovilizado empresarial. Cuanto más alto es el por-
centaje, más viejo es el inmovilizado, lo que demuestra la falta de inversión y una posible falta de
competitividad presente o futura,
anc
ratio de firmeza o consistencia
pnc
Este ratio tiene especial valor cuando el inmovilizado de la empresa está siendo financiado
con deuda externa.
La cobertura de la inversión en activos fijos, se mide a través del ratio reinversión de los
recursos obtenidos en el período. Este ratio se calcula dividiendo los recursos procedentes de
las operaciones del ejercicio entre las inversiones en inmovilizado (material e inmaterial) durante
el período.
Este ratio expresa la cobertura de las inversiones efectuadas en el período con recursos inter-
nos de la empresa. Puede calcularse también con la tesorería procedente de las operaciones.
La cobertura de los pasivos ajenos remunerables se obtiene a partir del ratio denominado
poder de cancelación de deudas, que es igual al cociente entre los recursos procedentes de las
operaciones del ejercicio, y el endeudamiento total (excluido el de carácter comercial).
Este ratio mide las posibilidades para cancelar deudas que tiene la empresa con los recursos
que genera. Puede calcularse también con la tesorería procedente de las operaciones.
El inverso de este ratio indicará el número de años que la empresa puede tardar en reembolsar
las deudas de carácter financiero.
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
69 Balance social de la
empresa. Los fines de la
empresa: el balance como
auditoría social. El balance
social como instrumento
de gestión: dificultades
y aportaciones estratégicas
y metodológicas
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
En este tema vamos a ver cómo el balance social es un concepto que ha surgido recientemen-
te y que trata de evaluar las relaciones de la empresa con distintos grupos sociales relacionados
con la misma. Y, dentro de estos grupos, en primer lugar, los trabajadores de la empresa.
El balance social implica la adopción de un punto de vista diferente sobre lo que es la
empresa como institución social. Ya no se trata sólo de transformar y vender con el mayor be-
neficio posible, sino también de distribuir mejor el beneficio y de potenciar el desarrollo personal
del mayor número posible de individuos dentro del ámbito institucional de la empresa.
Así, la empresa puede considerarse integrada por un sistema de relaciones sociales y econó-
micas. La existencia de estas relaciones constituye la base en el análisis de posibles incidencias
empresariales, en forma de costes y beneficios sociales, sobre los grupos humanos.
Además de la función integradora del balance social, éste posee un papel importante como
instrumento de gestión de la empresa con la finalidad de adaptarlo a las exigencias de crecimiento
cualitativo que demanda la sociedad.
Desde el punto de vista de la responsabilidad empresarial el balance social se entiende
como un registro o informe, un sistema de información acerca de las consecuencias de la ac-
tividad empresarial, de las prestaciones sociales que ofrece y de los gastos sociales en los que
incurre. Con ello se pretende integrar los intereses económico-financieros de la empresa con
los intereses de los trabajadores y de la sociedad en general, esto es, integrar lo económico y
lo social. En definitiva, dar razón de cómo la empresa está utilizando las “energías sociales”
de las que es depositaria.
Existen otros elementos diferentes al entorno económico, que afectan y en muchos casos
determinan el funcionamiento de las organizaciones, estos son la calidad y características del
personal que en ellas laboran, y quienes constituyen la fuerza creadora e innovadora de una
organización y el entorno social o sea la dinámica de la sociedad, que presenta una serie de
características que no podemos desconocer y que inciden directamente en el funcionamiento de
las empresas, este fenómeno se explica más claramente desde la teoría de sistemas la cual nos
recuerda que todo organismo vivo (las organizaciones) es afectado y afecta el ambiente donde
se desenvuelve; con razón se ha dicho que no es posible una organización sana en una comu-
nidad enferma. Todo lo anterior nos invita a pensar que la competitividad de una organización
no es posible alcanzarla sólo desde el manejo de variables económicas sino desde una visión
integral tanto dentro de la organización, su gente, como fuera, la sociedad y la comunidad
donde ésta funciona.
La auditoría social surge como la estrategia que permite a las organizaciones evaluar, medir
y controlar, con fines de mejoramiento progresivo, la gestión de lo social entendiendo ésta como
la aplicación de políticas y prácticas relacionadas con las personas tanto al interior como al exte-
rior de ésta. No puede olvidarse que las decisiones erradas en este sentido acarrean altos costos,
impactos negativos, pérdida de credibilidad, falta de compromiso en el desempeño del trabajo,
deterioro del medio ambiente, problemas de calidad en los productos y servicios, pérdida de mer-
cados y finalmente fracaso del negocio, entre otros.
Tradicionalmente se han manejado indicadores económicos para medir su desempeño, sin
embargo, dentro de esta perspectiva que hemos anotado es necesario establecer variables e indi-
cadores sociales que le permitan a una organización poder medir y evaluar su desempeño.
En el presente tema se propone una metodología denominada Balance Social, la cual se
constituye en un medio eficaz para auditar, es decir, evaluar, controlar y por tanto mejorar pro-
gresivamente el desempeño de las organizaciones desde el punto de vista de la función social que
estas desempeñan.
El balance social es una herramienta de auditoría social en cuanto que permite, me-
diante la aplicación de una metodología específica, medir cuantitativa y cualitativamente la
gestión social de cualquier organización dentro del marco de su responsabilidad social res-
pectiva. Su aplicación permitirá un mejor desempeño, lo cual redundará sin lugar a dudas
en una mayor rentabilidad del negocio.
Hoy más que nunca, cuando la gestión humana de las organizaciones ha trascendido de una
concepción funcional a una dimensión estratégica, es decir, que su desempeño está articulado al
plan estratégico del negocio con un marco de contribución definido y significativamente impor-
tante para el logro de los objetivos organizacionales, se requiere de una gestión planeada, con
metas de contribución definidas y procesos de control que garanticen su desempeño eficiente.
Bien se ha dicho que para administrar es necesario controlar, para controlar se requiere medir,
para medir es necesario definir y para definir es necesario cuantificar.
Este es el propósito de la auditoría social la cual podemos definir como “…técnica que tiene
por objeto revisar, supervisar y controlar el cumplimiento de las metas sociales establecidas por la
empresa, tanto a nivel interno como externo en concordancia con su política social garantizando
la rectitud en sus procedimientos y fidelidad de las cifras presentadas al cierre del ejercicio.”
El balance social es instrumento de auditoría en cuanto que permite medir, cuantificar y con-
trolar la gestión social de una organización en un periodo determinado y frente a un presupuesto
(social) definido previamente. Permite por ejemplo auditar procesos como capacitación y desa-
rrollo, relaciones de trabajo, administración de la compensación, selección de personal, imagen
corporativa, relaciones con la comunidad, con el sector público, entre otros muchos aspectos.
Se puede definir como la recapitulación de una serie de datos que permiten apreciar la situa-
ción de la empresa en el dominio social.
El balance social, por tanto, cuantifica los datos sociales de la empresa, tal como el balance
financiero cuantifica el estado de gestión de la tesorería de la misma.
El balance social pretende ser un instrumento para que las empresas puedan acometer
una política integradora del personal y transformadora de la estructura social. En conse-
cuencia, los indicadores deberán registrar los niveles alcanzados. La nueva cultura del entorno
exige una nueva cultura empresarial.
Su finalidad básica en ser un instrumento de información, la cual se recoge basándose
en los costes y beneficios a que da lugar la actividad empresarial.
Obtenida la información, la empresa la utilizará de dos formas. Por una parte, como instru-
mento para la gestión socio-económica de la empresa, entendiendo en ésta el examen de la contri-
bución de la empresa al cumplimiento de los objetivos delimitados en su responsabilidad social.
Por otra parte, se utilizará como vía de ilustración hacia los agentes sociales.
– Información para los agentes sociales. Aquí el balance social se materializa en infor-
mes sociales periódicos en los que se recogen las actividades desarrolladas y los logros
alcanzados por la empresa en áreas de interés para esos agentes sociales.
– Información para la gestión de la empresa. Aquí el balance social se materializa
en una serie de cuadros de mandos en los que se establecen comparaciones entre las
actividades empresariales con incidencia social programada, y los cumplimientos
de los objetivos establecidos. Estos cuadros tienen como destino las distintas direc-
ciones de las empresas, y se caracterizan por ser instrumentos periódicos de gestión
integrados.
– Aún cuando el acento, o la importancia relativa que se concede a cada uno de los
valores (sistema de valores) podría cambiar con el tiempo, y en el espacio, eso no
equivaldría a su desaparición como objetivo universal (patrón de valores).
La formulación de un patrón de valores es necesaria si quiere servir de referencia a todas
las organizaciones sociales, a fin de que puedan registrar el grado de realización alcanza-
do en cada uno de los valores de referencia.
Puede establecerse el siguiente Patrón Universal de Valores que todo grupo organizado
hacia fines se suele esforzar por conseguir:
– Salud.
– Riqueza material.
– Seguridad.
– Conocimiento.
– Libertad.
– Justicia.
– Prestigio.
– Conservación de la Naturaleza.
– Autorrealización.
– Poder, sin que este orden refleje importancia relativa alguna.
3. Costes sociales: el balance social debería aportar información que permitiera:
– Velar porque los recursos humanos sean gestionados con la misma atención y el
mismo rigor que los recursos financieros.
– Prevenir la infrautilización del potencial de experiencia, conocimiento, competencia
y de innovación de la empresa.
– Detectar los costes sociales excesivos y, sobre todo, los costes ocultos de la empresa.
– Prevenir los riesgos sociales.
4. Garantizar la calidad de la información: una empresa no puede estar gestionada y diri-
gida si no posee un sistema de información social satisfactorio. La eficacia de un sistema
de información tiende al hecho de que los datos estén reagrupados de forma racional y
que el acceso a la información se efectúe con facilidad. Características que debería reunir
un balance social.
clave, tanto por su propia entidad, que permite un tratamiento individual de los mismos, como
por su carácter globalizador del citado contexto social, pueden ser clasificados de la siguiente
forma:
– Empleo.
– Remuneraciones.
– Salud laboral.
– Organización del trabajo.
– Desarrollo de los recursos humanos.
– Medio ambiente.
– Programa de acción social.
En el cuadro I se desarrolla cada uno de estos temas a través de una serie de elementos
considerados de necesario seguimiento y control a través de sus correspondientes indicadores
debidamente estandarizados.
Hemos de tener en cuenta que esta relación es completamente abierta, debiendo am-
pliarse, para cada situación concreta, con aquellos otros elementos que se consideren opor-
tunos. Otro tanto hemos de decir de los indicadores relacionados en el mismo cuadro, ya
que se han considerado exclusivamente los ya existentes en el sistema socio-económico,
o bien aquellos más fácil y directamente obtenibles y que cumplen la definición dada an-
teriormente.
Evidentemente, la relación no es exhaustiva, ya que algunos de los elementos descritos
tienen difícil reflejo en un indicador objetivo. En estos casos se debiera intentar crear indi-
cadores propios que ofrezcan un resultado cuantitativo, o bien una valoración subjetiva del
elemento en cuestión mediante, por ejemplo, el establecimiento de niveles de resultados del
tipo “alto, medio, bajo”, “óptimo, bueno, regular, malo, pésimo”, etc. Para facilitar la tarea
se ha ampliado la descripción de cada elemento en la columna titulada “factores determinan-
tes”, cuando se ha estimado necesario.
En cualquier caso, el sistema de indicadores debería cumplir unos requisitos mínimos, entre
los que señalamos los siguientes:
1. Debe tratarse de un conjunto de indicadores interrelacionados de eficacia cuyo trata-
miento global nos permita disponer de información suficiente para medir la eficacia del
sistema y, en especial, evaluar la bondad de las correcciones que se irán introduciendo en
el programa a través de su desarrollo.
2. Deben responder a la totalidad de medios utilizados y fines conseguidos.
3. Deben registrar, no solo hechos objetivos, sino también las opiniones de los individuos,
cuando se considere oportuno.
4. Deben estar estandarizados, de forma que, pese a su heterogeneidad natural, resulten
directamente integrables.
5. Su manejo debe implicar un sistema de ponderación relativa de los mismos, que evite
la igualación indebida de los indicadores.
.../...
.../...
.../...
.../...
.../...
.../...
Cuadro I.
– Como instrumento de control del grado de cumplimiento de los objetivos sociales establecidos.
– Como instrumento de participación de la empresa con sus distintos agentes sociales.
No se trata tan sólo de recibir las demandas sociales y hacer un informe, sino que también, re-
quiere armonizar las demandas con la gestión de la empresa. Este proceso exige de la empresa una
cierta capacidad de reforma flexible con vistas a armonizar su gestión considerando las demandas
sociales. Pero, si no se consigue la integración del balance social como instrumento de dirección, no
tendrá consecuencias importantes para una optimización de las decisiones empresariales.
El balance social aparece como un instrumento de gestión que en principio puede calificarse
de neutro. Con él se pueden hacer o no cosas, y desde este punto de vista, hay tres modelos que
pueden resumir las posiciones empresariales ante la práctica del balance social:
– Un modelo supone que la dirección se limita a recibir la información, y no hace nada
para mejorar la situación.
– La dirección, a la vista de los resultados del balance social, toma acciones encaminadas
a corregir o mejorar sólo aquellos aspectos sociales que por aparecer como peligrosos,
podrían suponer un perjuicio a los intereses empresariales.
– La dirección reforzaría los aspectos sociales negativos de la empresa, para poner en prác-
tica una política que satisfaga las necesidades sentidas en el personal de la empresa.
La segunda postura es una reacción (feed-back) negativa destinada a seguir considerando
los beneficios económicos como el único objetivo de la empresa y al elemento humano como el
clásico factor de producción.
En el primer caso, no habría retroacción sino información unilateral; en el segundo caso se
produciría la llamada retroacción homeostática, en el sentido de que lo que se busca es conservar
tanto como se pueda el statu quo; y, sólo en el tercero, se trata de una reacción heterostática des-
tinada a adaptar convenientemente la empresa a su entorno.
Ahora bien, ninguna de estas posturas agotaría las potencialidades totales que encierra el
balance social.
La reacción llamada heterostático mejora efectivamente las condiciones de los trabajadores
e incluso la calidad de las reacciones de los ámbitos sociales que tienen relación en la empresa,
pero todo ello, según se concibe en este modelo, lo haría de una manera paternalista.
Es muy posible que, de los múltiples indicadores que compongan el balance social, la di-
rección se consagre a mejorar sólo aquellos que considere socialmente más rentables, pero que
supongan la mínima participación de dichos ámbitos sociales en la gestión de la empresa.
Sin embargo, la importancia del balance no radica sólo en la reacción positiva pero unilateral
que pueda originar en la dirección de la empresa. Su fuerza estriba en el hecho de que el ba-
lance social sea sistemáticamente intercomunicado e incluso co-formulado por los distintos
ámbitos sociales de la empresa.
Sin embargo, un genuino balance social no debe limitarse a cumplir este papel, sino que
debe satisfacer determinados requisitos, sin los cuales la denominación de balance social resulta
impropia. Estos requisitos son:
– El registro de la totalidad axiológica, en el sentido de que es necesario la recopilación de datos
no únicamente que atañen a la obtención de un beneficio económico, sino también a la satisfac-
ción de una serie de valores que reflejan en su contenido la verdadera gestión de la empresa.
– Indicadores subjetivos. Muchos balances sociales publicados no incluyen la dimensión
“subjetiva”, que consiste en reflejar metódicamente y de forma sistemática la opinión de
todos los ámbitos sociales relacionados con la empresa. Si un balance social no presenta
un sistema estructurado de opiniones, no puede calificarse enteramente de social.
– La homogeneización de las expresiones contables, los indicadores utilizados en el
balance social deben tener una expresión estandarizada dentro de un intervalo común,
como por ejemplo, 0-1 o 0-100, con el fin de que sean directamente comparables.
– Instrumento de gestión. El balance social ha de reflejar el estado de una labor realizada
y servir de instrumento crítico de la gestión empresarial. Para cumplir este fin, el balance
social deberá registrar los siguientes hechos:
* Lo previsto a realizar en cada uno de los indicadores utilizados, y además de una
manera cuantificada.
* Lo realizado, utilizando la misma escala cuantitativa.
* La desviación habida entre lo previsto y lo realizado.
* Las desviaciones totales por área de responsabilidad, y la desviación global de la empresa.
* Las desviaciones producidas en cada valor perseguido, y la desviación axiológica
global de la empresa.
– La ponderación de los indicadores. Es necesaria la ponderación relativa de las partes e
indicadores que componen el balance social, sin la cual este pierde mucho de su utilidad
potencial. Así, la ponderación individual de los indicadores utilizados en el balance social
es imprescindible para que el mismo refleje las distintas prioridades que se establecen.
Supuesto el cumplimiento de los requisitos mencionados, el balance social puede tener una
estructura como la que se muestra en el cuadro II; un ejemplo de balance social global e integrado
compuesto sólo de dos áreas de responsabilidad, la primera de las cuales se ocupa de cinco indi-
cadores y la segunda de seis.
TOTALES
Promedios
.../...
.../...
Área 2
Indicador F
Indicador G
Indicador H
Indicador I
Indicador J
Indicador K
TOTALES
Promedios
Resumen
general
TOTALES
Promedios
Cuadro II: ejemplo de balance social por áreas de responsabilidad.
A través de este nuevo modelo se trata de presentar una nueva y más ambiciosa metodología
del balance social en tanto que instrumento integrado de gestión, metodología que cada empresa
puede adoptar como mejor le convenga, e incluir y desarrollar los valores y sus respectivos indi-
cadores como mejor cuadre a sus necesidades específicas. Convendría, eso sí, que ninguno de los
valores del patrón referencial mencionado (justicia, libertad, etc.) queden sin estar debidamente
representados e individualizados. Es decir, una de las exigencias del balance social consiste en
que debe comparar también los esfuerzos realizados en términos axiológicos.
Por otra parte, el presente modelo de balance social está diseñado para alcanzar los dos fines
básicos propuestos inicialmente: 1) el de integrar al personal de la empresa, y 2) servir como
instrumento de control de gestión.
Para conseguir el primero deberán utilizarse sistemáticamente datos subjetivos que regis-
tren el estado de opinión de los trabajadores y de otros posibles colectivos relacionados con la
empresa. Para conseguir el segundo, los indicadores deberán reflejar su desviación respecto a
los niveles previstos, los cuales serán ponderados individual y colectivamente por los directores
responsables. Al tiempo que se expresan en forma de lenguaje estandarizado en el intervalo 0-1
(o 0-100) para que sean directamente comparables y sumables. Dichos indicadores se presentan
agrupados por Áreas de Responsabilidad y por grandes valores (opciones axiológicas) para, fi-
nalmente, ser integrados en un índice general que traducirá en porcentaje el grado de bondad de
la gestión global de la empresa.
En resumen, las aportaciones netas de esta metodología sobre las tradicionalmente emplea-
das, serían las siguientes:
a) Aportaciones Estratégicas.
– Supone el inicio de un proceso de adaptación de la empresa a su entorno. La empresa
española se enfrenta en estos momentos a la presión de cuatro factores de su entorno,
a saber: a) crecientes niveles de formación y educación de la población; b) ingreso
de España en la Unión Europea; c) creciente competitividad de la empresa social-
mente integrada (Japón); d) creciente control y rigurosidad de la fiscalidad.
6.3. Dificultades
El balance social no acaba de gustar en la práctica empresarial por una serie de razones que
iremos viendo. Ello es debido, en principio, a que el balance social –al igual que muchas formas
de participación en la empresa- es juzgado, según quién lo mire, como algo funcional o disfun-
cional para el trabajador.
Positivo, porque promueve la desalienación en el trabajo, la democratización y transforma-
ción de la empresa capitalista, etc. Negativo, porque, bajo, apariencias democratizadoras, se redu-
ce a un instrumento de relaciones públicas del capital, a una astuta medida de legitimación, etc.
Los sindicatos lo han observado más bien con indiferencia y, cuando se han expresado explí-
citamente, no han ahorrado críticas muy duras.
106 cuerpo de profesores de enseñanza secundaria
Balance social de la empresa
La verdad es que en la práctica del balance social no ha podido ocultar el carácter unilateral
o, cuando menos, inocuo del mismo:
– Inocuo, porque los datos son poco desagregados o no precisamente los más relevantes.
– Unilateral, porque se da una manipulación conceptual en beneficio de la gerencia.
La denuncia de estas prácticas no es, sin embargo, lo suficientemente grave como para dar
por sentada su inevitable unilateralidad. Se puede suponer que los trabajadores a través de sus
órganos de participación pueden participar en la confección y diseño del mismo, de modo que se
evite ese carácter instrumental pro-empresario del balance social tradicional.
En consecuencia, los sindicatos o el comité de empresa pueden elaborar su propio balance
social y contraponerlo al elaborado por los empresarios. O pueden negociar con éste su concep-
ción, definición y articulación de indicadores e índices, inclusión o exclusión, así como su parti-
cipación en la gestión del mismo.
Frente al pesimismo sistemático de los detractores del balance social y a favor de su potencia-
lidad de reforma se debe admitir, por otra parte, que la combinación de los datos obtenidos genera
automáticamente información nueva y reduce la incertidumbre institucionalizada.
La potencialidad de denuncia del balance social, al ser un instrumento de análisis de la ges-
tión se acrecienta al comparar pérdidas: las de otros ejercicios pasados con el actual, las de una
empresa con otras del ramo, etc. Y, sobre todo, puede denunciar la gestión ineficiente, pero, para
ello, se deberían introducir algunas reformas en el balance social, al menos del modo que se lleva
a cabo hasta la actualidad.
Convendría tener presente que para la implantación del balance social en una empresa, es
necesario que exista una serie de condiciones que hagan factible su realización como un proceso
continuo de gestión:
1. Estructuración de una política social.
El reconocimiento de la responsabilidad social como una filosofía de la empresa, con-
lleva a la estructuración de una política social que fije parámetros dentro de los que se
desarrollen las acciones tendentes al cumplimiento de su responsabilidad social interna y
externa. Si esta política no existe, la empresa deberá comenzar por definirla, aceptarla y
respaldarla, pues de lo contrario el balance social será simplemente un informe y no una
herramienta de gestión empresarial que le permita planificar y ejecutar acciones coheren-
tes con su propia realidad y la de su entorno.
2. Apoyo de la alta gerencia.
Sólo con la aceptación de la política social y con el apoyo y compromiso de la alta ge-
rencia es factible realizar un balance social. Si no existe este apoyo, el balance social
será sólo un programa aislado y sin continuidad en el tiempo y, por lo tanto, tampoco
cumplirá con los objetivos de información, concertación y planificación.
3. Existencia de una estrategia corporativa integral.
El balance social como programa corporativo debe estar integrado a la estrategia em-
presarial y debe contemplar objetivos, planes y presupuesto, de tal manera que no se
convierta en un proyecto aislado sino que forma parte de las actividades de la empresa.
Para que el balance social cumpla verdaderamente con sus objetivos es necesario el com-
promiso de toda la organización, puesto que al ser un programa corporativo requiere la
participación y la colaboración de todos los trabajadores de la empresa.
GUIÓN-RESUMEN
1. Introducción
– Balance social es un concepto que ha surgido recientemente y que trata de evaluar las
relaciones de la empresa con distintos grupos sociales relacionados con la misma. Y,
dentro de estos grupos, los trabajadores de la empresa en primer lugar.
– El balance social implica la adopción de un punto de vista diferente sobre lo que es la
empresa como institución social.
– La empresa puede ser considerada integrada por un sistema de relaciones sociales y
económicas.
– Función integradora del balance social.
2. Aspectos previos: la responsabilidad social de la empresa
– La empresa tiene una responsabilidad determinada ante los diferentes ámbitos sociales
con los que se relaciona.
– Explicación del término de responsabilidad social de la empresa.
– Niveles de compromiso en el grado de responsabilidad empresarial.
3. Los fines de la empresa: el balance como auditoría social
– La auditoría social surge como la estrategia que permite a las organizaciones evaluar,
medir y controlar, con fines de mejoramiento progresivo, la gestión de lo social enten-
diendo ésta como la aplicación de políticas y prácticas relacionadas con las personas
tanto al interior como al exterior de ésta.
– Técnica que tiene por objeto revisar supervisar y controlar el cumplimiento de las metas
sociales establecidas por la empresa, tanto a nivel interno como externo en concordancia
con su política social garantizando la rectitud en sus procedimientos y fidelidad de las
cifras presentadas al cierre del ejercicio.
– El balance social es una herramienta de auditoría social en cuanto permite, mediante
la aplicación de una metodología específica, medir cuantitativa y cualitativamente la
gestión social de cualquier organización dentro del marco de su responsabilidad social
respectiva. Su aplicación permitirá un mejor desempeño, lo cual redundará sin lugar a
dudas en una mayor rentabilidad del negocio.
4. ¿Qué es el balance social?
4.1. Orígenes del balance social
– El balance social surge prácticamente en la segunda mitad de los años sesenta y comien-
zos de los setenta.
– Surge como la necesidad de un nuevo tipo de contabilidad, que informe al empresario de
las condiciones de trabajo, enfermedades, absentismo laboral, deseos de participación, etc.,
y, sobre todo, de las actitudes de los trabajadores hacia la empresa, y hacia los métodos em-
pleados por la dirección.
4.2. Definición, finalidades y utilidad del balance social
– El balance social pretende ser un instrumento para que las empresas puedan acometer
una política integradora del personal y transformadora de la estructura social.
BIBLIOGRAFÍA
70 Posibles concepciones
de un curso básico e
introductorio de Economía
en Bachillerato. La
aproximación razonada a
las cuestiones económicas
como metodología
didáctica en Economía.
Métodos expositivos y de
indagación en la enseñanza
de Economía
M.ª Victoria Martínez Delgado
Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria
Volumen IV. Economía
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
En este tema vamos a ver distintos planteamientos de un curso básico e introductorio de la
materia de Economía en el Bachillerato.
Para ello, en primer lugar sería conveniente realizar una fundamentación de esta materia en
el Bachillerato, observando su importancia para alcanzar los objetivos generales de esta etapa
concreta, y su importancia en la sociedad actual.
En este sentido, disponer de una formación básica en economía puede considerarse como
absolutamente conveniente, ya que a cualquier ciudadano le resulta útil conocer las motivaciones
que subyacen a los hechos sociales que le rodean y que inciden en su vida diaria.
Posteriormente, vamos a ver algunos aspectos generales del Bachillerato que nos van a
ayudar en la comprensión del tema, y al planteamiento curricular prescriptivo de la materia de
Economía.
En el tercer epígrafe del tema se analizarán posibles concepciones de un curso básico e intro-
ductorio de Economía en esta etapa de enseñanza, analizando sus ventajas e inconvenientes, así
como algunas críticas señaladas.
Se analizará la importancia del método de la aproximación razonada a las cuestiones econó-
micas como metodología didáctica en esta materia, ya que supone una comprensión más signifi-
cativa de los contenidos que se intentan abarcar.
El mismo análisis se realizará para los métodos expositivos y de indagación en la enseñanza
de Economía.
entendido como el proceso que permite aumentar en el tiempo la cantidad y la calidad de los bie-
nes; la distribución o asignación de lo producido entre los que han contribuido en el proceso.
La formación específica que ofrece esta materia pretende proporcionar a los alumnos algunos
instrumentos que ayuden a la comprensión del mundo contemporáneo y posibiliten una toma
responsable de decisiones en su desempeño social.
Si bien en la ESO la formación económica está incluida en el área de Ciencias Sociales, la
profundización en la misma y la adquisición de nuevos contenidos exigen una aproximación
especializada que, sin perder la perspectiva general y multidisciplinar, proporcione unos conoci-
mientos más precisos que se explican desde el contexto social en que se originan y que a su vez
contribuyen a interpretarlo.
Por ello, la inclusión de esta disciplina en el currículo de Bachillerato como materia propia
del área de Ciencias Sociales, permite a los alumnos y alumnas adquirir una visión más amplia
y detallada de la sociedad actual y les ayuda a ejercer su ciudadanía con una actitud reflexiva y
consciente, al facilitarles la comprensión de problemas tales como la inflación, el desempleo, el
agotamiento de los recursos naturales, el subdesarrollo, la pobreza, el consumismo, la distribu-
ción de la renta, las consecuencias de la globalización, etc. Con ello serán más conscientes de
su papel actual en la economía como consumidores, ahorradores, contribuyentes y usuarios de
bienes y servicios públicos y de la función que desarrollarán en un futuro como generadores de
renta y electores.
Considerando la Economía como una de las múltiples facetas para el análisis e interpretación
de la realidad, se han seleccionado contenidos de alto poder explicativo que dan respuesta a difi-
cultades tales como la comprensión de informaciones de carácter económico y datos estadísticos,
así como la conexión entre las distintas teorías micro y macroeconómicas con la realidad socioeco-
nómica diaria de los individuos y las familias.
Ante el riesgo de ofrecer la materia con un grado de formalización excesivo y sobrecargado de
contenidos conceptuales muy alejados de los intereses y experiencias cercanas del alumnado, se sugie-
ren procedimientos de investigación y observación que hagan aplicable lo aprendido a la vida real.
Admitiendo que la Economía juega un papel central en la configuración de valores y actitu-
des, adquieren especial importancia los contenidos actitudinales relacionados con la solidaridad
entre personas, grupos y pueblos; la valoración de relaciones no competitivas; la actitud crítica
ante las desigualdades económicas; la importancia de la conservación del medio natural para la
calidad de vida; el rechazo ante el consumo innecesario, etc.
En el Real Decreto se establece que el desarrollo de esta materia debe contribuir a que los
alumnos adquieran las siguientes capacidades:
1. Identificar el ciclo de la actividad económica. Distinguir sistemas económicos y formar
un juicio personal acerca de las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
2. Manifestar interés por conocer e interpretar con sentido crítico y solidario los grandes pro-
blemas económicos actuales, en especial las desigualdades económicas y la sobreexplota-
ción de recursos naturales y los derivados de la globalización de la actividad económica.
3. Relacionar hechos económicos significativos con el contexto social, político, cultural y
natural en que tienen lugar. Trasladar esta reflexión a las situaciones cotidianas.
4. Describir el funcionamiento del mercado, así como sus límites, formulando un juicio
crítico del sistema y del papel regulador del sector público.
5. Conocer y comprender los rasgos característicos de la situación y perspectivas de la
economía española y europea en el contexto económico internacional.
6. Formular juicios personales acerca de problemas económicos de actualidad. Comunicar
sus opiniones argumentando con precisión y rigor, aceptar la discrepancia y los puntos
de vista distintos como vía de enriquecimiento personal.
7. Interpretar los mensajes, datos e informaciones que aparecen en los medios de comu-
nicación y/o Internet sobre problemas económicos actuales, y contrastar las medidas
correctoras de política económica que se proponen.
8. Analizar y valorar críticamente las repercusiones del crecimiento económico sobre el
medio ambiente y la calidad de vida de las personas.
9. Abordar de forma autónoma y razonada problemas económicos del entorno utilizando
los procedimientos de indagación de las ciencias sociales y diversas fuentes y medios de
información, entre ellas las tecnologías de la información y la comunicación.
10. Conocer y comprender el uso y significado de las principales magnitudes macroeconó-
micas como indicadores de la situación económica de un país.
Los bloques de contenido establecidos en el Real Decreto son los siguientes:
1. Actividad económica y sistemas económicos.
2. Producción, interdependencia económica.
3. Intercambio y mercado.
4. Magnitudes nacionales e indicadores de una economía.
5. La toma de decisiones y la intervención del Estado en economía.
6. Aspectos financieros de la economía.
7. El contexto internacional de la economía.
8. Desequilibrios económicos actuales.
Los libros de texto en los que suelen apoyarse esos enfoques y la enseñanza que acompaña su
uso presentan un discurso organizado en términos muy académicos. A ello contribuye, sin duda,
la relativa juventud y la escasa tradición didáctica de esta materia en secundaria, que hace que en
muchas ocasiones se trasladen mecánicamente los esquemas de un primer curso universitario, sin
más modificación que la de rebajar el grado de exigencia.
Una de las críticas que suele hacerse a esta forma de proceder, en la que la economía se
muestra a los alumnos como un “ciencia positiva” que supuestamente todos los economistas
comparten, es la frustración que genera en los alumnos que pasan por un curso de estas caracte-
rísticas y se encuentran después, a través de los medios de comunicación, con que lo económico
se caracteriza fundamentalmente por la controversia.
Otra crítica importante a esta forma de entender la enseñanza de economía, sobre todo, en un
Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales, es la que se deriva de su concepción neoclásica
y de su método propio de economía positiva. La consideración de los temas económicos como
cuestión de mera lógica deductiva, o de la economía como un instrumento al servicio de unos
fines preestablecidos, así como la pretensión de conocer los fenómenos económicos en términos
exclusivamente técnicos, supone renunciar al objetivo más amplio de arrojar luz sobre el papel
que juega el factor económico en el complejo connjunto de relaciones sociales.
Las alternativas a estos enfoques han sido varias. Están, en primer lugar, aquellas que entien-
den que el problema es sólo de exceso de teoría y de pretenciosidad en los objetivos y contenidos
para un curso básico; reducir el exceso de teoría, sobre todo en microeconomía, optando por los
aspectos más generales de la macroeconomía, es una de las soluciones que se proponen.
Aunque estas propuestas suponen un avance, el problema no es sólo de recorte de contenidos:
si bien es cierto que las cuestiones macroeconómicas pueden resultar más cercanas a los intereses
y motivaciones de los alumnos, difícilmente pueden contribuir al desarrollo de las capacidades
que esta materia debe garantizar dentro del Bachillerato si se conciben como un cuerpo teórico
que se ha de transmitir, y en el que no se incorporan procedimientos y estrategias para analizar y
reflexionar sobre los problemas económicos.
En segundo lugar, desde una concepción pedagógica distinta, están aquellas opciones que
plantean, no sólo reducir drásticamente la teoría, sino su sustitución por materiales de tipo insti-
tucional y descriptivo sobre problemas económicos contemporáneos y de economía aplicada. El
descubrimiento autónomo a través del estudio de casos y la indagación del entorno económico
como estrategias de enseñanza, partiendo de datos empíricos y del razonamiento inductivo, es la
vía que se propone para la enseñanza de un curso básico de Economía.
En este planteamiento los contenidos no son importantes; se ignora, por tanto, que no hay
indagación sin un marco que la oriente, que no se construyen nuevos conocimientos si no se re-
lacionan significativamente con lo que ya saben los alumnos. En definitiva, estas experiencias se
reducen en muchas ocasiones a trabajos prácticos de recogida de datos, sin la suficiente reflexión
por parte del alumno y sin marco conceptual sobre el que seguir aprendiendo.
Desde mi punto de vista, habría que evitar la disociación entre la teoría económica y la eco-
nomía real, tanto la de aquellos planteamientos abstractos y teóricos de los enfoques tradiciona-
les, como la de aquellos excesivamente prácticos que olvidan que la investigación empírica y las
reglas del inductivismo no conducen a la construcción de nuevos conocimientos si no se relacio-
nan con las teorías pertinentes, es decir, con los contenidos conceptuales de la disciplina.
Algo en lo que se coincide y que advierten las escasas investigaciones centradas en la ense-
ñanza de Economía, es en las dificultades y frustraciones que provoca en los alumnos de estas
edades la enseñanza de una economía de corte académico, con un excesivo grado de formaliza-
ción, con una gran carga de contenidos y, sobre todo, con predominio de un enfoque teórico y
alejado de las experiencias e intereses más inmediatos del alumno.
El objetivo fundamental de esta propuesta es ofrecer una formación básica, sin renunciar,
por ello, a una cierta capacidad de análisis crítico. Para ello, se debe introducir a los alumnos en
la lógica del análisis económico de forma sencilla, pero sistemática. Acudiendo a ejemplos de la
vida real y a informaciones aparecidas en prensa y otros medios de comunicación, para acercar
los contenidos a los problemas que preocupan a la sociedad actual.
4) Identificar los conceptos económicos necesarios para entender el problema o asunto y para
analizar los efectos de las diversas alternativas (qué conceptos son más útiles para comprender
lo esencial del problema, cuáles son más útiles para explorar los efectos de cada alternativa).
5) Analizar con la ayuda de esos conceptos las consecuencias de cada una de las alternati-
vas en el logro de las diversas metas.
6) Evaluar qué alternativa es la mejor a la luz de sus consecuencias para el logro de las
diversas metas y de sus prioridades (cuáles son los conflictos entre las diferentes metas
y valores, a cuáles y en qué medida habrá que renunciar).
La importancia de este enfoque descansa en el procedimiento sistemático que se esta-
blece para ayudar a los alumnos a organizar su pensamiento a la hora de abordar las cues-
tiones y problemas económicos, favoreciendo la sustitución de preconcepciones y juicios
emocionales por una actitud más científica.
La intervención del profesor de economía en un curso introductorio debe estar orientada a
facilitar al alumnado este proceso por el cual desarrollan una mayor capacidad de comprensión y
participación en los asuntos económicos.
Conviene, no obstante, señalar que no todas las cuestiones sobre economía requieren ser
tratadas con el mismo procedimiento; no es lo mismo abordar cuestiones descriptivas sobre el
funcionamiento de un mercado concreto o las funciones de una institución, que formarse un jui-
cio y decidir sobre alguna cuestión controvertida o plantear soluciones alternativas a problemas
concretos. Cuando se trata sólo de entender lo que está pasando en la economía o en un sector de
ella, se puede orientar a los alumnos a que vayan directamente al cuarto paso (identificar y utilizar
los conceptos económicos apropiados) de la secuencia descrita.
Una de las capacidades más complejas que se pretenden desarrollar con esta materia es la de
tomar decisiones sobre asuntos económicos. Su complejidad tiene que ver con que tal capacidad
implica el desarrollo de otras relativas al procesamiento de la información, análisis y evaluación
de cuestiones, elaboración de juicios propios, autonomía y trabajo en equipo, etc.
La condición necesaria para favorecer el desarrollo de estas capacidades radica en propor-
cionar suficientes situaciones que permitan ejercitarlas a través de su aplicación a problemas y
situaciones diversas. Pero, además, deben ejercitarse con la ayuda pertinente en cada caso; una
ayuda que es doble. Por una parte, las cuestiones sobre las que se dirige la atención del alumnado
y las informaciones que se le proporcionan deben referirse a asuntos bien acotados y no excesiva-
mente complejos. Por otra, el profesor debe prever las diferentes formas de afrontar el problema,
las dificultades que puedan plantearse, las diversas decisiones posibles, así como los conflictos
de fines y valores que están en juego en cada una de las alternativas.
Es preciso hacer también otras advertencias:
– No todo análisis de cuestiones económicas implica llegar a tomar decisiones.
– Aunque los alumnos dispongan de suficiente información, e incluso aunque tengan si-
milares prioridades sobre las alternativas para cada uno de los objetivos, pueden llegar a
conclusiones y decisiones distintas. Los objetivos personales pueden hacer cambiar un
juicio alcanzado tras un análisis razonado sobre una determinada cuestión.
Los intereses personales deben ser tenidos en cuenta en la evaluación del proceso en
que los alumnos tomen decisiones, pero no para consolidarlos, sino para que se tome
conciencia de ellos en un proceso de clarificación de valores.
– Si los alumnos, usando un enfoque de aproximación racional en la toma de decisiones
llegan a conclusiones distintas, estas decisiones no deben ser consideradas como erró-
neas o acertadas.
Este proceso tiene la finalidad educativa de estimular a los alumnos a pensar de una
forma sistemática y a desarrollar en ellos su capacidad de razonamiento. Por supuesto, ello
no significa que no se les estimule a debatir sus posiciones y a cambiar sus puntos de vista, ni tam-
poco que no se les corrija si usan conceptos económicos de forma inapropiada. Pero, sí requiere
que no se fuercen las conclusiones únicas para todos.
Conviene señalar, por último, que la intervención educativa en la materia de Economía
en esta etapa que estamos analizando, teniendo presente la concepción constructivista que sub-
yace a los planteamientos curriculares de la Reforma del Sistema Educativo, debe tener como
principio básico el dar prioridad a la comprensión de los contenidos que se trabajan sobre
su aprendizaje mecánico, asegurando que se atribuye significado a lo que se aprende y fa-
voreciendo su aplicación funcional.
Favorecer una comprensión más significativa de la economía exige tres requisitos básicos:
– Que los contenidos objeto de la enseñanza-aprendizaje tengan una estructura coherente,
clara y organizada.
– Que se tengan en cuenta los conocimientos previos y las competencias que el alumno
posee para abordar los nuevos aprendizajes.
– Dado que para lograr un aprendizaje significativo se exige una intensa actividad mental
por parte del alumno, es necesario lograr una motivación positiva y una actividad favo-
rable de los alumnos hacia los contenidos que se les propone aprender.
Si es importante asegurar que los alumnos alcancen una comprensión significativa de la eco-
nomía, lo es aún más posibilitar que lleguen a realizar aprendizajes significativos por sí solos; es
decir, que sean capaces de aprender a aprender economía.
El dominio del procedimiento de aproximación razonada a las cuestiones económicas y la
aplicación de los conceptos pertinentes, requiere una estrategia progresiva de enseñanza y apren-
dizaje que combine actividades más estructuradas y dirigidas junto con otras en las que los alum-
nos puedan abordar y tomar decisiones autónomamente acerca de problemas y asuntos económi-
cos, con la finalidad de que lleguen a utilizar los conocimientos adquiridos por sí mismos en una
variedad de contextos.
En este proceso gradual por el que los alumnos van alcanzando mayor autonomía es funda-
mental la ayuda del profesor para aclarar un concepto, destacar ideas fundamentales, elaborar
esquemas y mapas de relaciones entre conceptos, aportar materiales de consulta, reforzar un
procedimiento, seleccionar los problemas y cuestiones que deben analizarse.
Desde la perspectiva de la psicología del aprendizaje, para que este sea significativo, no repetitivo o mecánico, ha de haber una estre-
cha relación entre los conocimientos que posee el alumno/a (los esquemas mentales en sentido amplio) y los nuevos conocimientos
que ha de asimilar. De ahí la importancia que se concede a la evaluación inicial.
Aunque sea la primera vez que el alumno de bachillerato se inicia en el estudio de la Economía como disciplina específica, ya posee
un pensamiento económico bastante estructurado, tal y como han demostrado diversos estudios. Este pensamiento económico previo
ha estado construido, en gran parte, fuera del ámbito escolar, y eso se traducirá, probablemente, en una gran diversidad dentro del
aula. Diversidad referida tanto al alcance de los conocimientos como a su grado de abstracción, o a la adecuación de éstos a los
postulados de la ciencia económica.
Todo esto hace necesaria una atenta y constante vigilancia del profesor en relación con este tema. Para poner de manifiesto estos
contenidos previos será conveniente la utilización de estrategias ágiles, no necesariamente instrumentadas mediante pruebas escritas,
que posibiliten una rápida retroacción alumno/a-profesor antes de iniciar cada unidad didáctica. La planificación de una actividad que
introduce el tema y explica sus objetivos, y la realización de un debate de corta duración o una actividad de lluvias de ideas, ayudará
a verbalizar estos conocimientos previos y, por tanto, facilitará su identificación por parte de alumnos y profesores.
En la realización de esta actividad habrá que prestar especial atención a que los alumnos no
se limiten a la mera reproducción de textos o datos, sino que deberán aportar un enfoque personal
en el que aparezca la propia visión sobre el objeto del trabajo.
Para potenciar la participación activa y creadora de los alumnos, tanto en la vertiente práctica
y técnica de la asignatura como en la reflexión y discusión teórica, los debates y los análisis
colectivos de documentos (artículos de revistas, noticias de TV, multimedia educativo, vídeos
documentales sobre el desarrollo de sesiones de clase con soporte tecnológico...) constituyen un
buen método de trabajo.
Estas actividades, que pueden estar programadas o surgir de manera espontánea en el transcurso
de una clase, suponen una actividad de alto interés formativo para los estudiantes, ya que las dis-
cusiones en grupo que promueven, además de facilitar el desarrollo de habilidades de expresión y
comunicación social (hábitos de escucha, actitud dialogante...), favorecen el pensamiento crítico y
la comprensión de los conceptos al exigir una justificación pública de las propias formulaciones que
requiere un importante esfuerzo de organización del pensamiento, concreción y matización. Por otra
parte, la posibilidad de un feed-back inmediato permite corregir oportunamente posibles interpreta-
ciones erróneas, y las conclusiones finales en grupo suelen ser muy enriquecedoras para todos.
Tanto el análisis colectivo de un documento en clase como la realización de un debate exi-
ge que los estudiantes hayan actualizado determinados conocimientos, se hayan documentado
(lectura crítica de unos textos, visualización de materiales audiovisuales...). Para estimularles en
este sentido, la preparación por parte del profesor de algunas preguntas (cuya respuesta exija esta
documentación previa) que intercalará durante la sesión puede ser un buen sistema. En el caso
de los debates, la presentación inicial de un vídeo motivador y el uso de guiones orientadores
proporcionarán buenas pautas para la discusión.
Lecturas. El alumno no puede conformarse con la información verbal que pueda darle el
profesor sino que debe nutrirse de otras fuentes escritas (libros, prensa, Internet...) y audiovisua-
les (vídeos, TV, multimedia, Internet...), para adquirir un sentido crítico y profundo de la materia.
Por otra parte, ya se ha señalado que una de las capacidades que ha de favorecer en los alumnos
el Bachillerato es el hábito a la lectura. En el programa de la asignatura, se han de indicar las
lecturas, básicas y complementarias, convencionales y electrónicas, relacionadas con las distintas
unidades temáticas.
La lluvia de ideas se caracteriza por la exposición libre e informal de ideas sobre un deter-
minado tema o problemática plateada a los miembros del grupo. Es una estrategia y una actividad
muy indicada para crear un clima de informal, para desarrollar la imaginación y ayudar a adquirir
un comportamiento autónomo. Conviene utilizar este tipo de actividades al comenzar a tratar
aspectos nuevos con finalidades diversas: conocer el punto de partida de los alumnos y potenciar
el aspecto que motiva de la materia.
Propuestas de mejoras de trabajo. Consiste en proporcionar a los estudiantes documentos
anónimos (que son trabajos realizados por otros alumnos) con el fin de que hagan a sus autores
propuestas para mejorarlos. Estas propuestas de mejora se pueden enviar a un foro de Internet y
pueden ser debatidas por los demás.
El Phillips 66 es muy indicado para potenciar la participación de los miembros de un grupo
en el proceso de toma de decisiones colectivo, situación muy habitual en el ámbito económico y
empresarial. Se forman grupos de seis personas que durante seis minutos discuten un tema y han
de llegar a una propuesta de solución/conclusión. Uno de los miembros del grupo actúa de por-
tavoz y, a partir de los informes de distintos grupos, se extraen las conclusiones del grupo-clase.
Este tipo de actividades resulta de mucha utilidad en situaciones donde el objetivo principal sea
el conocimiento del propio grupo para permitir la toma de decisiones colectiva.
Los juegos de rol constituyen otro recurso de gran valor didáctico para la enseñanza y apren-
dizaje de la Economía, ya que permiten la reproducción de situaciones en las que se tiene la posi-
bilidad de modificar condiciones y observar las consecuencias. Al representar la situación de for-
ma simplificada, resulta más fácil manejar la información relevante y crear un clima de empatía
de los alumnos con el papel de los agentes económicos reales. Esto permite entender más de cerca
los efectos de una medida o las consecuencias de una decisión económica, con el consiguiente
efecto motivador. La simulación de una mesa negociadora sobre medidas contra el desempleo es
un ejemplo de esta estrategia didáctica. Se trata de propiciar aproximaciones a situaciones reales
para debatir problemas actuales de importancia y que intenten llegar a alguna conclusión.
Los juegos de rol pretenden, al igual que el estudio de casos y la simulaciones, proporcionar
un contexto educativo que facilite la ligazón entre la teoría, los conceptos y procedimientos, y su
aplicación al estudio de la realidad. En este caso, la verosimilitud de los datos pierde importancia
ante la búsqueda de un contexto que facilite una mayor implicación personal del alumno. Se trata
de propiciar aproximaciones del tipo, “¿qué harías tú?” para que los participantes se imaginen en
la posición de otro.
En una ciencia con un componente normativo tan importante como la Economía, la utiliza-
ción de este tipo de ejercicios se muestra particularmente necesaria. La toma de conciencia del rol
de diferentes agentes que actúan en el sistema económico ayudará al alumno a situarse, con un co-
nocimiento más amplio, en su propio rol, bien como un consumidor, bien como un oferente, en el
mercado de factores, etc. Pero, sobre todo, contribuirá a proporcionar una visión más profunda y
realista de los conflictos de intereses que se producen en el funcionamiento de la economía real.
Las simulaciones son modelos próximos a la realidad que permiten al alumno actuar en
determinadas situaciones y siguiendo determinadas reglas de juego. Habitualmente, estas simula-
ciones se hacen mediante programas informáticos diseñados especialmente para esta finalidad.
Análisis de mensajes audiovisuales. Esta actividad consiste en analizar críticamente anun-
cios de todo tipo y espacios televisivos a partir de determinadas pautas presentadas y comentadas
en clase.
También se realizarán recopilaciones de anuncios clasificados según diversos criterios: pla-
nos, temática, valores que presentan, etc.
La técnica didáctica de la realización de mapas conceptuales puede ser aplicada por el pro-
fesor, pero resulta muy útil cuando la realizan los propios alumnos, pues constituye un interesante
recurso que los ayuda a establecer relaciones significativas entre los conceptos ya aprendidos.
La presentación pública de algunos de los trabajos realizados cooperativamente por los
estudiantes permiten compartir determinados conocimientos y comentar entre todos las tareas
realizadas y los problemas encontrados.
En algunos casos el profesor puede realizar una valoración in situ, que puede ser contestada
de manera argumentada por los alumnos que han realizado la ponencia y por toda la clase.
Con ello se ofrece a los estudiantes otra oportunidad de practicar sus dotes expresivas y co-
municativas. Además, la exposición pública de sus formulaciones exige un esfuerzo de concreti-
zación y matización que favorece la integración de las nuevas experiencias con los conocimientos
previos.
Visita a empresas e instituciones de interés económico y social. La realización de esta
actividad ofrece a los alumnos un acercamiento a la realidad empresarial, a su organización, a los
avances tecnológicos que se producen en la misma, así como a una serie de instituciones relacio-
nadas con la actividad socioeconómica.
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
71
Diseño y desarrollo de un
proyecto empresarial.
El proyecto empresarial
como metodología
didáctica en la
enseñanza de economía y
organización de empresas
ÍNDICE SISTEMÁTICO
1. INTRODUCCIÓN
4. EXPERIENCIA DE LA AUTORA
GUIÓN-RESUMEN
BIBLIOGRAFÍA
1. INTRODUCCIÓN
Dos elementos componen la creación de una empresa: la idea y el emprendedor. La combina-
ción de estos elementos va a determinar el surgimiento, el desarrollo y el futuro éxito del proyecto
empresarial.
La idea central de este tema es el análisis del diseño y desarrollo de un proyecto como método
para explicar de una manera práctica diversos ámbitos de la economía y de la empresa.
En la primera parte del tema explicaremos cómo se diseña y se desarrolla un proyecto. Expli-
caremos las diversas fases de que consta un proyecto empresarial.
En la enseñanza de Economía y Organización de Empresas, además de las cuestiones puramente
económicas y empresariales, tiene una gran importancia la necesidad de atender a demandas relacio-
nadas con las nuevas formas de transición a la vida activa como el autoempleo. Al sistema educativo
se le exige formación para la iniciativa y el desarrollo de capacidades creativas y emprendedoras.
Esto tiene un papel transversal presente en las diferentes propuestas curriculares y en su de-
sarrollo. Todos los temas transversales hacen referencia a distintas situaciones y problemas de la
realidad que podemos conocer y analizar críticamente. El alumno/a debe potenciar la capacidad
para identificar problemas a partir de su experiencia diaria, para plantearse interrogantes sobre
ellos y buscarles soluciones razonadas, creativas y positivas.
A lo largo de la Educación Secundaria, además de éxito en sus estudios, los alumnos tienen
que desarrollar aspectos que les permitan enfrentarse con el mundo real, y con la inserción en el
mundo laboral. Tener conocimientos sobre cómo realizar un proyecto empresarial significa
formarles sobre una alternativa más dentro del mercado de trabajo, y como método para
fijar sus conocimientos sobre Economía y Organización de empresas.
En una segunda parte explicaremos las diversas ventajas que supone el uso del proyecto
empresarial como método para la enseñanza de la materia de Economía y Organización de Em-
presas. Veremos que esta es una manera para que el estudiante sea consciente de las múltiples
implicaciones que cualquier proyecto tiene.
El proyecto como método de enseñanza ayuda a una mayor interacción profesor/alum-
no, implica una enseñanza más creativa y un aprendizaje más creativo y abierto ante una
futura y posible realidad.
Muchos de los conceptos contenidos en este tema, especialmente en los primeros epígrafes, han sido desarrollados y explicados en
el 3.er y 4.º volumen de este temario. Este tema viene a ser un compendio de ambos volúmenes.
El lector no debe olvidar, aunque en este tema no se resalte con la debida relevancia, la importancia de todos los conceptos que se
han de tener en cuenta en el diseño y desarrollo de un proyecto empresarial, tales como la localización, la elección de la dimensión,
los elementos del marketing-mix, las fuentes de financiación, la realización de criterios de análisis y selección de inversiones, la
planificación empresarial. En definitiva, toda una serie de elementos que han de tenerse presente cuando nos planteamos la creación
y la viabilidad de una nueva empresa y proyecto empresarial.
Por ello, no se recomienda el estudio y profundización de este tema sin la debida comprensión de los anteriores, así como se asume
que la distribución del diseño y proyecto del plan empresarial propuesto por el autor podría, sin ningún problema, tener una distri-
bución diferente, haciendo el estudiante hincapié en aquellos elementos que considere que más se han de tener en cuenta. Todo ello,
además, teniendo en cuenta que la bibliografía al respecto es muy amplia y que el diseño y desarrollo de un proyecto empresarial
dependerá mucho de la actividad que en cada caso se quiera desarrollar.
Como se puede apreciar, la extensión del tema es amplia comparándola con el resto de los temas que componen el temario de la oposición,
pero considero que reducir y seleccionar los contenidos más relevantes debe ser una tarea del estudiante una vez comprendido todo el tema.
Ello sucede especialmente en el punto tres del esquema: considero que no es posible explicar correctamente el proyecto empresarial
como metodología para la enseñanza de la materia sin una comprensión de los objetivos y el planteamiento que con esta materia se
persigue en el Bachillerato. Sólo de esta forma podremos comprender las ventajas y lo que se persigue con la metodología señalada.
Se recomienda la lectura y estudio de los temas 45, 46, 47, y 48 del 3.er volumen de este temario.
5. Segmentación del mercado y definición de hábitos de compra. Cuáles son los seg-
mentos actuales y futuros de nuestro mercado: edades, sexo, estatus social y cultural de
los posibles clientes.
6. Análisis general del mercado por sectores. Nos podemos dirigir a diversas fuentes de
información, privadas o públicas: Ayuntamientos, Diputaciones, Gobiernos autónomos,
Ministerios, Asociaciones de Empresarios, Cámaras de Comercio, informes sectoriales,
base de datos en Internet, etc.
7. Estudio de la operativa del sector. Referido a las maneras más usuales de pagar o cobrar,
tipos de contratación y, en general, las costumbres más extendidas y las normas legales de
la actividad comercial y laboral de nuestro mercado. Inicialmente las condiciones que se
nos apliquen serán más duras y se irán suavizando con el paso del tiempo.
8. Viabilidad técnica del producto. Necesitamos comprobar si hacen falta homologacio-
nes o permisos especiales, normas legales específicas acerca del uso de determinados
productos, reglamentaciones de seguridad, etc. Requiere la consulta de las normas co-
munitarias, nacionales y autonómicas.
La normalización y certificación de nuestros productos o servicios puede ser una baza de
éxito y de apertura de mercados.
9. Tipo de producto o servicio. Hay que expresar claramente las novedades y ventajas
competitivas de nuestro producto frente a los existentes. Asimismo, hemos de encontrar
la manera de que esa indiferencia sea percibida por los clientes y les estimule a comprar
nuestro producto o a utilizar nuestro servicio antes que el disponible y ofrecido por la
competencia.
Combinados con el resto de planes para hacer llegar al cliente potencial las bondades de
nuestro producto, tener en cuenta: rentabilidad, seguridad y satisfacción del cliente.
En los casos de mercados sin precios fijados, en los que exista escasa competencia, o
bien en los casos de lanzamiento de un nuevo producto, la fijación de precios se deberá
efectuar sobre la base del precio interno calculado.
3. Objetivos del mercado.
– En volumen y valor económico.
– Cálculo de ingreso por zona y tipología de la clientela.
4. Canales de venta. La empresa debe decidir si va a distribuir su producto directamente o
si va a emplear intermediarios especializados en la distribución del producto.
Se denomina canal de distribución al camino que recorre un producto desde su fabrica-
ción hasta el punto de venta donde lo adquiere el consumidor final.
El empleo de intermediarios (mayoristas, minoristas) lleva asociadas importantes venta-
jas, pero también son señaladas por algunos autores importantes inconvenientes asocia-
dos al encarecimiento del producto.
Una vez que se ha tomado la decisión anterior la empresa debe decidir si la estrategia de
distribución de su producto ha de ser extensiva, exclusiva, intensiva o selectiva.
5. Reacciones previsibles de la competencia y técnicas de mantenimiento.
6. Acciones de marketing-mix (se verá posteriormente).
Se recomienda la lectura y estudio de los temas 40, 41, 42, 43, 44 del 3.er volumen de este temario.
un producto), de los costes indirectos, generales o independientes del producto, estudiando tam-
bién los márgenes de beneficios de cada uno de los productos y las posibles incidencias de una
serie de variables endógenas y exógenas. Desarrollando así una serie de relaciones de causalidad
que indicarían el capital necesario para obtener la máxima rentabilidad.
1. Coste del producto y equilibrio económico.
Lo primero que tenemos que analizar es lo que cuesta poner en el mercado el producto.
Debemos analizar cada uno de los pasos que tienen que efectuarse, desde la compra del
material, gastos de compra, almacenamiento, seguros, gastos laborales por unidad de pro-
ducto, los costes de amortización del producto, los costes de promoción, los de adminis-
tración, etc.
Tenemos que diferenciar entre los costes fijos y los costes variables. El cálculo de los
costes variables conlleva mayor dificultad que el correspondiente a los costes fijos.
Dado un nivel de producción, el total de costes vendrá dado por la suma de los costes
fijos más los costes variables.
Nuestra empresa alcanzará el equilibrio económico o umbral de rentabilidad (in-
gresos igual a gastos) cuando el número de unidades vendidas sea aquel que haga
que el precio sea igual a los costes totales por unidad vendida.
El objetivo de las empresas no es quedarse en el punto de equilibrio económico, sino
sobrepasarlo y obtener beneficios. El objetivo del cálculo del punto de equilibrio es
comprobar si el objetivo de ventas es factible o es totalmente descabellado.
Tenemos que llegar a conocer cuánto nos cuesta fabricar una unidad de nuestro producto,
y si el precio al que podemos vender hace rentable la producción.
Si conseguimos distinguir entre costes variables y costes fijos podremos saber el volumen
de facturación que necesitamos para hacer que nuestra empresa sea viable. En cualquier
caso debemos ser precavidos y considerar que existen algunos gastos que se nos escapan.
2. Retribución del empresario.
El principal objetivo del empresario, que invierte su trabajo y capital en la creación de un
negocio es el de obtener beneficio. En muchos casos, al comienzo de la actividad, y en
la fase de consolidación del negocio, los beneficios son pocos, y cuando estos llegan se
necesita aportarlos a la actividad para reforzarla.
Muchos negocios con prometedores comienzos se han hundido porque sus promotores
en cuanto tuvieron dinero en la caja se lo repartieron descapitalizado la empresa.
3. Cuenta de resultados previsional.
Es un documento que describe la previsión de ingresos y gastos de la empresa en el pe-
ríodo de un año.
Si al restar de los ingresos los gastos el resultado es positivo, significa que la empresa
tiene ganancias. En caso contrario, la empresa tiene pérdidas.
En esta previsión habrá que hacer un ejercicio de suposición lo más ajustado posible con
la ayuda de los estudios que tengamos a mano (competencia, mercado, etc.). Hay que
calcular las ventas y los gastos de acuerdo con los datos que poseemos.
Para la mayor comprensión de este apartado se recomienda la lectura del tema 41 del 3.er volumen de este temario.
Para una mayor comprensión de este punto se recomienda la lectura de los temas 49, 50, 66, 67 y 68.
Las distintas fuentes de financiación disponibles para la empresa están desarrolladas en los temas 51, 52 del 3.er volumen de este tema-
rio.
Es importante que la empresa realice un análisis de las distintas fuentes de financiación con
las que va a financiar su estructura económica, teniendo en cuenta los siguientes factores:
– Cantidad a financiar.
– Tipo de activo a financiar.
– Plazos de amortización.
– Períodos de carencia.
– Tipo de interés.
– Período de tramitación.
– Garantías exigidas.
El plan de financiación es un instrumento que se utiliza para la realización de previsiones de
tesorería a largo plazo. Al comienzo de una actividad se debe desarrollar un plan de finan-
ciación correspondiente a los primeros años, tres años sería la cifra ideal. Aquí no se trata de
ver si la empresa podrá hacer frente a los pagos durante el día a día, sino si la empresa podrá
evolucionar, crecer, invertir en nueva tecnología, devolver el dinero prestado, etc.
La utilidad del plan financiero es ver si nuestro negocio es capaz de generar liquidez
suficiente para afrontar su crecimiento y devolver las deudas contraídas.
4. Balance de Situación previsional.
Este documento describe la totalidad del patrimonio de la empresa en un momento deter-
minado. Proporciona las bases para analizar la situación financiera de la misma y facilita
la toma de decisiones acerca del futuro.
En este análisis se diferencia entre activo y pasivo. El activo empresarial recoge las
inversiones de la empresa, su estructura económica; el pasivo recoge la estructura fi-
nanciera, es decir, de dónde obtiene la empresa los recursos financieros necesarios para
financiarse. El activo siempre es igual al activo.
El Balance de Situación siempre está referido a una fecha determinada y se expresa en
unidades monetarias.
5. El Fondo de Maniobra.
Sabemos que el Fondo de Maniobra se define como aquella parte del activo circulante
que ha de ser financiado con recursos financieros fermentes para que la empresa no tenga
problemas de liquidez.
Al comienzo de la actividad la empresa debe proceder al cálculo de su Fondo de Manio-
bra y compararlo con los datos del sector. Si el Fondo de Maniobra es negativo, aunque
dependerá de la política de la empresa de pagos y cobros, la empresa está en una situa-
ción teórica de suspensión de pagos, y no está claro que tenga la suficiente liquidez para
devolver las deudas contraídas a corto plazo.
Para una mayor comprensión de este apartado se recomienda la lectura del tema 38 del 3.er volumen de este temario, en el que se
describen las características de las distintas formas de empresa según su forma jurídica.
Tras la publicación del RD 1.467/2007 por el que se establece la estructura de bachillerato y sus enseñanzas mínimas correspondiente
a la LOE, la materia de Economía y Organización de Empresas pasa a denominarse Economía de la Empresa
Entender la lógica de las decisiones empresariales con una visión próxima y fundamentada, valo-
rando sus consecuencias desde un punto de vista social, ético y medioambiental, fomentando el uso de
las tecnologías de la información y comunicación, constituye el cometido general de esta materia.
Esta materia introduce al alumno en el entorno con el que va a relacionarse a lo largo de su
vida. Sus contenidos enlazarán con los de diversas materias de la Educación secundaria como
las Ciencias sociales, Educación para la ciudadanía, Matemáticas, Tecnología y con su realidad
diaria como consumidor y contribuyente, y también como futuro trabajador o emprendedor.
Economía de la empresa es un compendio de contenidos relacionados con la gestión empresa-
rial que incluye múltiples aspectos procedentes de diversas áreas de conocimiento que parten de la
economía, pero que necesitan igualmente nociones de derecho, matemáticas, sociología, psicología,
tecnología, teoría de la información y comunicación. Por tanto posee numerosas implicaciones con el
resto de materias que configuran las opciones de bachillerato, especialmente el de Ciencias Sociales
y constituye una referencia para el alumno en su formación humana. Al mismo tiempo cumple una
función propedéutica de estudios superiores, tanto universitarios como de formación profesional.
Los contenidos de la materia se estructuran en ocho bloques. Los dos primeros bloques consi-
deran la empresa desde un punto de vista global y relacionado con su función social. Así se analiza
su intervención en la sociedad como generadora de riqueza, pero también se atiende a la responsabi-
lidad social de sus actos, sin olvidar el crecimiento de las empresas multinacionales y la competen-
cia global, y el papel de las pequeñas y medianas empresas como generadoras de empleo.
Los seis bloques restantes giran en torno a las diferentes áreas funcionales de la empresa. Así,
el tercer y cuarto bloque afectan primordialmente a la empresa entendida como organización. De
ahí que muchos de sus contenidos son aplicables a cualquier estructura organizativa más allá de
su finalidad, ya sea empresarial o no. Se abordan aspectos relativos a la dirección, planificación y
toma de decisiones, incluyendo la gestión del factor humano. También se considera la organiza-
ción de la producción y su rentabilidad valorando los efectos de la misma sobre el entorno.
Los contenidos de los bloques quinto y sexto se refieren a la gestión de la información que la
empresa genera tanto en el sentido comercial como en el estrictamente empresarial, derivado de sus
obligaciones contables y fiscales. Así, se abarca el modo en el que una empresa crea una determina-
da imagen tanto propia como de sus productos y los efectos sociales de algunas prácticas empresa-
riales en este ámbito. Posteriormente, el análisis se centra en la manera en que la empresa gestiona la
información de sus propias actividades destinada a servir de base de decisiones o informar a terceros
interesados, como accionistas, trabajadores, acreedores o el propio estado, entre otros.
Los dos últimos bloques introducen la gestión de los proyectos en la empresa. La valora-
ción de proyectos de inversión y su financiación incorpora aspectos no solo aplicables al mundo
empresarial sino también al ámbito personal. El proyecto empresarial pretende, finalmente, glo-
balizar los contenidos de la materia y estimular la iniciativa emprendedora como una alternativa
viable de desarrollo personal y profesional.
Aparte de lo señalado, podemos analizar la fundamentación de esta materia en el Bachillerato
a través de los objetivos generales.
La enseñanza de la Economía de la empresa en el bachillerato tendrá como finalidad el desa-
rrollo de las siguientes capacidades:
1. Identificar la naturaleza, funciones y principales características de los tipos de empresas
más representativos.
2. Apreciar el papel de las empresas en la satisfacción de las necesidades de los consumi-
dores y en el aumento de la calidad de vida y bienestar de la sociedad, así como elaborar
juicios o criterios personales sobre sus disfunciones.
3. Analizar la actividad económica de las empresas, en especial las del entorno inmediato,
a partir de la función específica de cada una de sus áreas organizativas, sus relaciones
internas y su dependencia externa.
4. Reconocer la importancia que para las empresas y la sociedad tienen la investigación, las
innovaciones tecnológicas y la globalización económica en relación con la competitivi-
dad, el crecimiento y la localización empresarial.
5. Valorar críticamente las posibles consecuencias sociales y medioambientales de la acti-
vidad empresarial, así como su implicación en el agotamiento de los recursos naturales,
señalando su repercusión en la calidad de vida de las personas.
6. Analizar el funcionamiento de organizaciones y grupos en relación con la aparición y
resolución de conflictos.
7. Identificar las políticas de marketing de diferentes empresas en función de los mercados
a los que dirigen sus productos.
8. Interpretar, de modo general, estados de cuentas anuales de empresas, identificando sus
posibles desequilibrios económicos y financieros, y proponer medidas correctoras.
9. Obtener, seleccionar e interpretar información, tratarla de forma autónoma, utilizando,
en su caso, medios informáticos, y aplicarla a la toma de decisiones empresariales.
10. Diseñar y elaborar proyectos sencillos de empresa con creatividad e iniciativa, proponien-
do los diversos recursos y elementos necesarios para organizar y gestionar su desarrollo.
Cabe reflexionar sobre algunas cuestiones a la hora de diseñar las actividades de enseñanza–
aprendizaje y de evaluación, como por ejemplo cuáles son las grandes finalidades de esta materia
en el Bachillerato y qué perfil se pretende conseguir del alumno al finalizarlo.
Anteriormente, ya se han señalado las grandes finalidades: conocer globalmente la empresa
y ayudar al alumno en su proceso de desarrollo personal.
Por tanto, se está pensando en un alumno que al finalizar la etapa sea una persona autónoma y
con iniciativa, que pueda afrontar las nuevas situaciones en que habrá de intervenir, analizar, decidir,
modificar, etc., y sobre todo, consciente del papel que la empresa desarrolla en la sociedad.
Para conseguir este perfil del alumno, las actividades han de potenciar todos estos aspectos y
han de ser: intencionadas, flexibles, variadas, globales (en general, una actividad ha de trabajar si-
multáneamente varios objetivos), imaginativas y que reflejen los procesos de trabajo que realmente
se aplican en las empresas, de forma que a partir de situaciones próximas al alumno y mediante
diferentes metodologías, entre las que cabe destacar las simulaciones, análisis y resolución de casos,
se ejercite el análisis de casos, la elección del conjunto de alternativas y la toma de decisiones.
Cabe no olvidar que las estrategias metodológicas utilizadas en las diferentes actividades
son, en sí mismas, elementos de aprendizaje. El alumno aprende todo lo que el profesor le enseña,
el contenido, pero también el método empleado. En consecuencia, la opción metodológica ha de
ser la más variada posible, ya que de esta manera se está proporcionando al alumno más herra-
mientas para enfrentarse a una realidad compleja y variada.
– Fomentar la autodirección.
– Amplia aplicación.
– Implicar autoevaluación.
– Criterio integrador.
– Cooperación entre los alumnos y trabajo en equipo.
– Conllevar riesgos que aportan recompensas.
La utilización del proyecto empresarial como un caso en la enseñanza, junto con el análisis de
los razonamientos que llevan a tomar decisiones determinadas, tenderá a desarrollar las habilida-
des necesarias para la formulación de los juicios que permiten aplicar conocimientos científicos.
Un proyecto empresarial contiene un enfoque interdisciplinar lo que obliga a contem-
plar y relacionar múltiples tareas y ámbitos a la hora de diseñar y desarrollar un proyecto.
Eso obliga al estudiante a realizar un esfuerzo suplementario, relacionando aspectos perte-
necientes a disciplinas diversas.
El estudio de un proyecto empresarial debe desarrollar un contenido práctico que permita a
los estudiantes hacerse una idea del funcionamiento de los proyectos empresariales en la práctica.
Al desarrollar un proyecto es necesario centrarse en los aspectos básicos de modo que se
evite poner énfasis en aspectos accesorios que puedan distraer la atención de los aspectos que
realmente interesan.
El objeto concreto en el que se debe desarrollar un proyecto empresarial puede concretarse en
cualquiera de los múltiples ámbitos de la economía real. Así puede centrarse en aspectos innova-
dores, productos de gran consumo, etc. De modo que en el desarrollo de múltiples proyectos por
parte de los alumnos dé una visión más acorde con la realidad.
Un proyecto empresarial consta de diversos elementos y, en cualquier caso, necesita estar en
contacto con la realidad circundante. Así, gracias al desarrollo, evaluación y planificación
de un proyecto, un alumno puede ver en la vertiente práctica los ámbitos del mundo de la
economía y del mundo empresarial.
En el ámbito del mundo de la empresa a través del desarrollo, diseño y evaluación de un pro-
yecto se pueden introducir a los alumnos en diversas problemáticas de la empresa:
– Análisis y evaluación de inversiones.
– Entornos posibles en los que realizar el proyecto: riesgo, incertidumbre, certeza.
– Problemas relativos a la organización empresarial respecto a los recursos humanos y
materiales de la empresa.
– Cuestiones relativas a las fuentes de financiación, a través de la financiación del proyecto.
– Comercialización del proyecto.
Por supuesto, estos puntos no tienen carácter exhaustivo. El tratamiento de muchos de esos
aspectos dependerá del tipo de proyecto elegido por cada grupo de alumnos.
Por otro lado, los alumnos pueden entrar en contacto con la complejidad real del mundo
de la economía y de la empresa, más allá de muchos planteamientos teóricos que en ocasio-
nes pueden ocultar la realidad económico-social subyacente a las mismas.
A la hora de diseñar y desarrollar un proyecto empresarial, los estudiantes pueden obtener
múltiples ventajas, algunas de ellas ya han sido señaladas anteriormente.
El proyecto empresarial como metodología didáctica resulta efectivo porque obliga a los alum-
nos a buscar y tratar datos diversos: geográficos, demográficos, culturales, sociológicos, económicos,
culturales y políticos; para resolver, ver la viabilidad y poner en marcha una determinada idea.
Tendrá que localizar y organizar los datos, asimilarlos, evaluarlos, analizarlos, reorganizarlos
y sacar conclusiones. Se estimula al alumno a generalizar y encontrar relaciones.
Este proyecto deberá realizarse preferentemente en pequeños grupos de dos, tres o cuatro estudian-
tes. Así se puede hacer el trabajo en grupo y la división de tareas dentro de los miembros del mismo.
Los estudiantes deberán decidir múltiples aspectos en relación con el diseño y desarrollo del
proyecto, al menos desde un punto de vista didáctico:
– Definición del proyecto.
– Búsqueda de material.
– Desarrollo del mismo.
– Control del proyecto.
– Presentación del mismo.
En todas estas fases, los estudiantes deberán contar con el asesoramiento del profesor
que será el encargado de supervisar y apoyar la evolución del mismo.
Asimismo, se deberán hacer presentaciones periódicas conjuntas con el resto de los estudian-
tes de la clase para discutir y compartir los diversos problemas que se puedes ir planteando en el
desarrollo de los mismos.
Esta propuesta en común debe tener una cierta regularidad periódica de modo que sirva como
acicate para la evolución del proyecto.
Entre los diversos aspectos esenciales que hay que contemplar en el diseño y desarrollo del proyec-
to está el referido a la búsqueda y obtención de información. Aquí la labor del docente resulta básica.
Asimismo, en el caso de plantearse un proyecto similar a cuestiones ya existentes en la reali-
dad empresarial se podrá suscitar la necesidad de tener alguna reunión o entrevista con personas
relacionadas con ese ámbito, personas que puedan ayudar en el proceso de búsqueda de informa-
ción y, además, puedan aportar orientaciones sobre la realidad de esa materia.
La realización de un proyecto que se pueda implantar, al menos teóricamente, en el entorno
socioeconómico de donde se realiza el proyecto presenta numerosas ventajas. Entre ellas, destacar
que los estudiantes pueden comprobar más o menos en la realidad las aseveraciones de su estudio.
La obtención de datos puede ser más fácil que en el caso de proyectos en entornos exóticos.
Asimismo, es más probable que al estar más familiarizados con ese entorno las posibilidades de
que el proyecto tenga una base consistente son más altas que en el caso de desarrollo de proyectos
en ambientes extraños a quienes realizan los proyectos.
160 cuerpo de profesores de enseñanza secundaria
Diseño y desarrollo de un proyecto empresarial
Un ejemplo de proyectos realizados en otro tipo de ambiente pueden ser los referidos a pro-
yectos en países en desarrollo. La posibilidad de obtención de información para la realización de
esos proyectos es bastante amplia en la actualidad.
Asimismo, este tipo de proyectos presenta la ventaja de que los estudiantes pueden obtener tanto las
ventajas propias del diseño y desarrollo de cualquier tipo de proyecto, como las ventajas relacionadas
con el conocimiento o el entrar en contacto con realidades diferentes a las del lugar en el que habitan.
También puede constituir un modo de que entren en contacto con una problemática básica del
mundo de nuestros días, como es el subdesarrollo económico.
La presentación en público del proyecto puede ayudar a los alumnos a esforzarse por mejorar
su dicción y su manera de expresarse, así como vencer timideces ante los demás.
4. EXPERIENCIA DE LA AUTORA
En las ocasiones en que he podido desarrollar la materia optativa de Economía y Organiza-
ción de Empresas II, el éxito y la satisfacción de los alumnos ha sido realmente importante.
No ha sido posible poder desarrollar la metodología del proyecto empresarial en grupos que
por primera vez cursaban la materia de Economía y Organización de Empresas, dada la extensión
del grupo, y el hecho de que los alumnos por primera vez entraban en contacto con contenidos
empresariales con los que presentaban gran dificultad de comprensión. Por lo que, en este caso
mi experiencia al respecto no resulta de utilidad.
Se trataba de alumnos que en 1.º de Bachillerato ya habían cursado los conocimientos nece-
sarios en la materia de Economía y Organización de Empresas, por lo que la aplicación de estos
conocimientos en un proyecto empresarial, elegido por ellos y guiado por el docente, fue impor-
tante. Los alumnos demostraron un gran interés por la materia y por su proyecto empresarial,
llegando a una fuerte implicación con su empresa y su trabajo.
En todo ello fue muy útil la ayuda de los recursos informáticos y, especialmente de Internet,
para el conocimiento de muchos aspectos particulares de su proyecto y para la obtención de in-
formación difícilmente obtenible por otras fuentes.
Este apartado no constituye un aspecto del tema propiamente dicho, sino más bien, una ayuda de cara a la aplicabilidad de la meto-
dología del proyecto en la enseñanza de Economía y Organización de Empresas propia de la autora y de cara a la prueba final de la
oposición.
GUIÓN-RESUMEN
– Canales de venta.
– Reacciones previsibles de la competencia y técnicas de mantenimiento.
– Acciones de marketing-mix.
1.3.4. Plan de Marketing
– Mercado.
– Clientes.
– Ventas.
– Comunicación.
– Plan de Marketing.
1.3.5. Plan de Producción
– Equipos necesarios.
– Espacio físico.
– Normativa de calidad y seguridad.
– Productividad.
– Diseño del producto.
– Localización geográfica de la empresa.
– Elementos subcontratados.
1.3.6. Plan de Compras
– Proveedores.
– Suministros alternativos.
– Fijación de fechas de pedido y entrega,
– Características de las materias primas o productos que vamos a encargar.
– Análisis de los costes.
– Controles de calidad.
– Gestión de existencias y organización de almacenes.
1.3.7. Recursos Humanos
– Importancia del elemento humano en la empresa.
– Selección del personal necesario: proceso que ha de seguirse.
– Información necesaria previa a la selección del personal.
– Definición del organigrama.
BIBLIOGRAFÍA