CASO DE FAMILIA

Se presentó a terapia una familia constituida por el padre, Pedro, de 32 años,

desempleado quien casi no ponía límites a su hijo y que tenía problemas con su
esposa por problemas de dinero; la madre, María, de 28 años, ama de casa, de
padres finados. El hijo de esta pareja, Juan, tenía 3 años de edad presentaba
pérdida auditiva era manipulador y tenía un vínculo más estrecho con María que
con el padre. Con este era algo distante ya que según maría, Pedro lo regañaba con
frecuencia aunque también lo consentía mucho. Los hermanos de María y de
Pedro vivían fuera de Bogotá.
María llamó y solicitó la entrevista porque últimamente había tenido muchos
problemas con su esposo ya que él era desempleado y tenía muchas deudas. Esta
situación afectaba la continuidad de las terapias del niño y en general de su
proceso educativo que era bastante costoso. María tampoco poseía un trabajo
estable y temía dejar al niño bajo el cuidado de su suegra con quien tenía una
relación algo conflictiva. La madre se sentía algo culpable por la condición de su
hijo ya que durante el embarazo ella trabajaba en un laboratorio clínico y piensa
que el contacto con bacterias y microbios pudo haber afectado la audición del
niño. La madre refiere que el niño es muy apegado a su madre, hasta hace poco
(tres semanas aproximadamente) había dejado los pañales y no sabía vestirse solo.