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NANCY TEREZA MORENO RIVERA

MAGISTER EN DERECHO CIVIL EMPRESARIAL

UNIVERSIDAD SAN PEDRO


CHIMBOTE

DERECHOS HUMANOS
PERSPECTIVAS Y ALCANCES DEL DELITO DE
TORTURA EN LA LEGISLACIÓN PERUANA
CONTEMPORÁNEA

ESCUELA DE POSTGRADO
TESIS.
Para optar el grado de doctor en derecho
PRESENTADO POR:
Nancy Tereza Moreno Rivera
UNIVERSIDAD SAN PEDRO

PERÚ, CHIMBOTE, 2009.


DEDICATORIA
El presente trabajo de investigación se lo dedico a mis padres Irma y Manuel, a mi
esposa Liz y mis hijos, Manuel Gerardo y Valery, inspiración permanente, para la
superación profesional para ellos.
AGRADECIMIENTO
Mi agradecimiento personal al maestro y amigo Carlos Ramos Núñez, siempre con el
apoyo fraternal, en este inacabable camino del Derecho.
PRESENTACIÓN
SEÑORES MIEMBROS DEL JURADO;
El contenido del presente trabajo de investigación, aborda de manera general una
problemática elemental de la dignidad de la persona en legislación penal peruana
contemporáneo: “perspectivas y alcances del delito de tortura en la legislación peruana
contemporánea”.
En esta investigación queremos demostrar que la tortura ha convivido con la
humanidad durante siglos. A veces de manera legal, o encubierta, pero siempre presente.
Aún hoy continúa tan lozana y vigente como antaño. Como instrumento de investigación
criminal, como castigo ante el delito cometido, como tratamiento de reos y detenidos o
simplemente como un medio más de degradar y causar dolor a un semejante la tortura ha
transitado los años perpetuándose como una célula cancerígena imposible de extirpar
de igual manera Hay que señalar que en nuestra legislación Peruana, éste tema no ha
sido abordado en toda sus dimensiones; sin embargo, existen algunos bosquejos que sólo
se agotan describiendo el problema sin proponer soluciones acertadas, del tema Aunque,
reconocemos la labor de juristas, algunas resoluciones expedidas por nuestra corte
suprema y organismos internacionales que han tratado de fomentar el respeto de los
derechos fundamentales haciendo énfasis en la dignidad del ser humano Por último, ésta
investigación no busca mostrar agrandes rasgos el desarrollo de la tortura desde sus
inicios hasta la actualidad en nuestra sociedad contemporánea más bien por el contrario
busca aportar soluciones en aras de la dignidad de la persona humana en todas sus
dimensiones

MARÍA GRACIELA DOMÍNGUEZ GÓMEZ


MAGISTER EN DERECHO CIVIL EMPRESARIAL

UNIVERSIDAD SAN PEDRO


CHIMBOTE
INTRODUCCIÓN
El delito de tortura en nuestra sociedad contemporánea viene siendo objeto de capital
preocupación, tanto a nivel académico, jurídico, social, puesto que esta práctica
degradante de la dignidad del ser humano como derecho intangible es utilizada hoy en día
a fin de obtener la confesión de los inculpados, no solo en épocas nefastas de la historia
del derecho, sino incluso modernamente, por ende en nuestra legislación penal peruana
se introdujo ésta figura como delito contra la Humanidad, en aras de una defensa y
protección de la dignidad humana, mediante la garantía de los derechos fundamentales de
la persona. No obstante desde su aplicación por nuestros operadores ha adolecido de una
correcta calificación jurídica y sanción del delito de Tortura en el extremo del tipo penal,
lo que ha merecido la crítica de organizaciones de defensa de derechos humanos y de la
ciudadanía en general.
. En tal sentido, para poder desarrollar toda esta problemática hemos creído
conveniente proceder a estructurar este trabajo en IV Capítulos: en primer lugar –Infra I-
a una exposición del acercamiento al problema, justificación, Hipótesis y los Objetivos. A
continuación –Infra II-el marco teórico en el cual se analizara la cuestión Las nociones
generales, los efectos, los aspectos problemáticos de la institución, mecanismos
procesales de protección y anexamos además jurisprudencia nacional y extranjera.
Que consideramos pertinente para nuestra realidad, en la medida que hace
referencia a esta garantía y derecho regulado en los tratados internacionales. A lo
largo de sus páginas citaremos normas de legislaciones extranjeras que nos permitan
el análisis comparativo. III- postura –Infra IV- conclusiones. Con ello, en definitiva se
pretende y se aspira a mostrar que es posible abrogar el menoscabo de la dignidad del
ser humano
en todas sus dimensiones por ende brindar al abogado defensor como a los magistrados
involucrados en la coerción estatal elementos que sean de alguna utilidad en las
actividades del quehacer profesional en aras que el presente trabajo de investigación
sea un aporte para su correcta aplicación.
ÍNDICE GENERAL

Carátula………………………………………….……………………...............…………...……..…
…….01
Dedicatoria…………………………………………………………….…………..……....….………
………02
Agradecimiento……………………………………………..…..…………………..…………….……
……03
Presentación.…………………………………………………..………………………………...……
………04
Introducción…………………………………………………………………..……………..…………
.……05
Índice General.……………………………………………..…………............… 08

CAPITULO I
METODOLOGÍA EMPLEADA

I.-ASPECTOS DE LA PROBLEMÁTICA…………………………..………
1.1 Justificación y Realidad Problemática
1.1.1 Justificación…………………………………………………14
1.1.2 Realidad problemática
a) Problema de la realidad……………..…………………16
1.2 Delimitación del problema……………………………
1.2.1 Conocimientos Previos…………………………………17
1.2.2 Delimitación
1.3 Categoría del Problema……………………………………18
1.4 Formulación del problema
II.-ASPECTOS DE LA HIPÓTESIS Y OBJETIVOS
2.1 Objetivo
2.1.1 Generales…….………………………………….……
2.1.2 Especiales…………………………………...…….…19
2.2 Hipótesis………..…………………………………………………. 2.2.1
General……………………..……………………………… 20
III.-ASPECTOS METODOLÓGICOS
3.1 Método Dogmático………………………………………..……………21
a) Teórico
b) Bibliografía

CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
PRIMERA PARTE

I) Antecedentes históricos de la tortura


1.1 La Tortura en el antiguo régimen
1.2 Introducción
1.3Clasificacion de la tortura reglas de aplicación
1.4 El Legado Español
1.5. La Ilustración y la Tortura

II) Algunas consideraciones sobre el delito de tortura


2.1 Noción de tortura

2.2. Bien Jurídico Protegido

2.3. Legislación Internacional


2.4. El delito de tortura en la legislación Nacional

2.5. El Delito de Tortura según la Comisión de la Verdad

2.6. Tortura y otros Delitos

2.7. Prevención de la Tortura

III). Normas de derecho internacional de derechos humanos

3.1. Normas de ámbito universal

3.2. La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura

3.3. La Convención Contra la Tortura y otros tratos o Penas Crueles, Inhumanas o


Degradantes.
3.4. La Constitución Política de 1993

3.5. Normas complementarias

III CONCLUSIONES
IV RECOMENDACIONES
V BIBLIOGRAFÍA CITADA
CAPITULO I

METODOLOGÍA

EMPLEADA

I. ASPECTOS DE LA PROBLEMÁTICA.-

1.1 JUSTIFICACIÓN Y REALIDAD PROBLEMÁTICA

1.1.1.- Justificación
El delito de tortura en nuestra sociedad actual viene siendo objeto de principal atención ,
tanto a nivel académico, jurídico, social, puesto que esta práctica degradante de la
dignidad del ser humano como derecho intangible es utilizada hoy en día a fin de obtener
la confesión de los inculpados, no solo en épocas nefastas de la historia del derecho, sino
incluso modernamente, por ende en nuestra legislación penal peruana se introdujo ésta
figura como delito contra la Humanidad, en aras de una defensa y protección de la
dignidad humana, mediante la garantía de los derechos fundamentales de la persona.
Creemos que éste fue un paso inicial, pero, un tanto tardío para los múltiples casos de
tortura que después con los años se han ido descubriendo, principalmente por las Fuerzas
Armadas en el tiempo de la lucha anti-subversiva y por las Fuerzas Policiales en la
aprehensión de personas e interrogatorios, aunque no podemos negar, que dichas
prácticas, han disminuido notoriamente.
No obstante desde su aplicación por nuestros operadores de justicia ha adolecido de una
correcta calificación jurídica y sanción del delito de Tortura en el extremo del tipo penal
y el bien jurídico protegido, lo que ha merecido la crítica de organizaciones de defensa de
derechos humanos y de la ciudadanía en general.
En tal sentido hemos visto conveniente realizar esta investigación con el objetivo de
aportar soluciones que permitan tanto al operador jurídico, como a la ciudadanía en
general brindar cánones de confianza en la administración de justicia por ende brindar
al abogado defensor como a los magistrados involucrados en la coerción estatal
elementos que sean de alguna utilidad en las actividades del quehacer profesional en
aras que el presente trabajo de investigación sea un aporte para su correcta aplicación.
1.1.2.- Realidad Problemática
a) Problema de la realidad:
El problema del delito de tortura en nuestra administración de justicia peruana es la
correcta calificación de este delito pues, nuestros operadores de justicia en su aplicación
ha adolecido de una correcta calificación jurídica y sanción del delito de Tortura en el
extremo del tipo penal, lo que ha merecido la crítica de organizaciones de defensa de
derechos humanos y de la ciudadanía en general.

1.2.- Delimitación del problema.-

1.2.1.- Conocimientos Previos:


Desde que empecé a interesarme por el tema, he podido comprobar, que era escasa
la bibliografía existente sobre el tema. Por ello hemos visto conveniente realizar viajes
para la recopilación de la bibliografía no obstante hemos encontrado libro titulado
delitos propios de.los funcionarios públicos del doctor Marco Antonio Terragni el cual
nos ha servido así como algunos trabajos que explican el tema de manera sucinta pues no
ofrecen soluciones para su correcta aplicación

1.2.2.- Delimitación:
El desarrollo de esta investigación es estudiada en primera fase sobre la
el delito de tortura en su antiguo régimen hasta su desarrollo actual en
segunda fase sobre la correcta calificación de este ilícito tomando en cuenta
jurisprudencia nacional y extranjera en aras de lograr una correcta aplicación
de la administración de justicia en nuestra sociedad peruana

Categoría del problema.-


Una de las razones por la cual nos decidimos desarrollar el tema “perspectivas y
alcances del delito de tortura en la legislación peruana contemporánea”; es la
preocupación de aportar una solución que nos permita al administrador de justicia una
correcta calificación del delito de tortura por ende generar una conciencia de confianza y
bienestar a la sociedad en general.
Formulación del problema.-
¿DETERMINAR cuáles son los aspectos problemáticos que imposibilitan el alcance y real
aplicación del delito de tortura en la legislación penal peruana?

II.- ASPECTOS DE LOS OBJETIVOS E HIPÓTESIS.-

2.1 OBJETIVO

2.1.1 Generales:
2.1.1.1) establecer cuáles son los aspectos problemáticos que imposibilitan
el alcance y real aplicación del delito de tortura en la legislación penal
peruana tanto a nivel teórico como practico

2.1.2 Específico:
2.1.2.1) Desarrollar la definición, fundamentos y los alcances
Del delito de tortura, desde el ámbito constitucional
Y procesal
2.1.2.2) Proponer los mecanismos procesales que garantizen la correcta
aplicación de este delito, según la experiencia del Derecho Comparado

HIPÓTESIS
2.1.1 General
2.2.1.1) a nuestro entender los aspectos problemáticos que imposibilitan el
alcance y real aplicación del delito de tortura en la legislación peruana es
la inadecuada calificación jurídica de este delito por el administrador de
justicia, pues producto de su deficiente formación jurídica tanto a nivel
teórica y práctica de esta materia ha generado impunidad en la protección
del derecho a la dignidad humana como valor supremo de la sociedad y el
estado
III.- ASPECTOS METODOLÓGICOS

3.1 MÉTODO DOGMÁTICO


Esta metodología utilizada consiste en hacer un análisis de las
instituciones jurídicas a nivel lógico jurídico conceptual es decir
fundamentalmente teórica; pero, con implicancias practicas apoyándose en fuentes
bibliográficas, extrapolando ideas al objeto de estudio, con desarrollo de
argumentos sobre las hipótesis a demostrar –argumentos demostrativos
constitutivos de la tesis, con sus objeciones, análisis y deducciones- y conclusiones
-establecidas como objetivos a alcanzar-, refrendando parte de lo expuesto a nivel
teórico,

3.2 MÉTODO FUNCIONAL

Para este método la función esencial del derecho consiste en dotar de


una organización a la sociedad y por consiguiente en dar también una
organización a las relaciones económicas, a las relaciones de poder, a los
conflictos de intereses y a los otros elementos que constituyen el contenido de la
sociedad
Así mismo porque una de sus funciones principales es determinar cuál es la real
aplicación de esta garantía constitucional en materia procesal como una forma
de erradicar la tortura en todas sus dimensiones

b).- Bibliografía:
Es evidente que el descenso forense constituye actualmente una de las
preocupaciones vitales en nuestra sociedad, existen diversos artículos que
abordan el tema. Para el presente trabajo y en relación a la problemática,
podemos constatar que no existe un pleno consenso en la en el fundamento
del problema es por ello que la utilización de la bibliografía es de suma
importancia para contrastar y confrontar y fundamentar las ideas como
sustento de la investigación en cumplimiento de los objetivos y fines de la
investigación.
CAPITULO – II
MARCO TEÓRICO
PRIMERA PARTE
LA TORTURA EN EL ANTIGUO REGIMEN

I.1 INTRODUCCIÓN
La tortura ha convivido con la humanidad durante siglos. A veces de manera legal,
o encubierta, pero siempre presente. Aún hoy continúa tan lozana y vigente como
antaño. Como instrumento de investigación criminal, como castigo ante el delito
cometido, como tratamiento de reos y detenidos o simplemente como un medio más
de degradar y causar dolor a un semejante la tortura ha transitado los años
perpetuándose como una célula cancerígena imposible de extirpar.1
De algún modo la historia del hombre lo es también de sus sufrimientos y
aflicciones, y las torturas o tormentos son parte de este dolor, ya que es su esencia:
"el sufrimiento físico o mental deliberadamente infligido a un ser humano por otro
ser humano" 2
Como bien manifiesta Reinaldi3 es imposible rastrear el origen de la tortura,
aunque se sabe con certeza que todos los pueblos antiguos la conocieron -aunque
la excepción parecen ser los hebreos4 no tenemos en cuenta los medios
terriblemente crueles con los que prodigaban la pena capital-, principalmente
como sistema de acumulación de pruebas en que basar un proceso penal,
aplicándola indistintamente a sospechosos y testigos.
De esta manera la conocieron los pueblos orientales y americanos5 Los griegos la
denominaron "basanos" y su uso era aconsejado por Aristóteles6 quien la incluía
dentro de las formas probatorias. La aplicación del "tormentum" o "quaestio" por

1
Sobre el dolor: ARIGOS, CARLOS, El dolor y el derecho penal, en la obra colectiva "Problemas actuales
de las Ciencias Penales y la Filosofía del Derecho en homenaje a Luis Jiménez de Asúa", pág. 79 y ss
2
PETERS, EDWARD, La Tortura, pág. 14
3
REINALDI, VÍCTOR F., El delito de tortura, pág. 4
4
Igual opinión: THOT, LADISLAO, Historia de las antiguas instituciones de Derecho Penal (Arqueología
Criminal), pág. 260
5
MAC LEAN ESTENÓS, PERCY, El proceso penal en el derecho comparado, pág. 23, señala la utilización
de los tormentos en el procedimiento penal del antiguo imperio Inca
6
MELLOR, ALEC, La Tortura, pág. 61
los romanos era similar a la de los helenos habiendo sido legislada en el Digesto7
La tortura poseía una finalidad primordialmente probatoria o averiguatoria. Ante
todo era una institución judicial y tal característica no nos debe sonar a absurdo
ya que, como enseña Sentís Melendo8 "también la pena de muerte es una
institución; y también el verdugo un funcionario" al igual que el torturador.
Si bien en un principio no se aplicaban tormentos a cualquier sospechoso o testigo,
sino sólo a esclavos y extranjeros, esta situación varía con la aparición de los
llamados delitos de "laesa majestatis" o de lesa majestad, que eran esencialmente
actos delictivos contra el poder del monarca o del Estado. Con ellos la tortura se
extendió desde las clases inferiores a las superiores dando fundamento a la tesis
que sostiene que "cada vez que el Crimen majestatis reaparece en la historia, la
tortura reaparece con él"9
Con la llegada a escena de las primitivas comunidades germanas, la tortura se
confundió con las ordalías y "juicios de Dios", instituciones propias de estos
pueblos guerreros, tales como la prueba del fuego, del hierro candente o del agua
hirviendo10 A pesar de ello, la utilización de la tortura fue minuciosamente
regulada en el Código Visigótico11 En los siglos XII y XIII se hace a un lado el
procedimiento penal acusatorio que había reinado casi sin impedimentos y por
influjo del derecho canónico, se abre paso el denominado proceso inquisitivo12
uno de cuyos máximos exponentes fuera el Tribunal de la Inquisición del que tanto
se ha escrito y hablado.
El nuevo sistema impulsado por la Iglesia tenía como principal fin salvar el alma
del reo a través de la confesión de su pecado. Por ello se atemperó en cierto modo
la crueldad del procedimiento penal germano, virtualmente gobernado por
ordalías y venganzas de sangre, introduciendo figuras como la composición, el
juramento, el derecho de asilo y la tregua de Dios. Pero también el sistema
naciente poseía ciertas características que atentaban contra los derechos de los

7
THOT, LADISLAO, ob. cit., pág. 259, da cuenta de la práctica de la tortura entre persas, cartagineses y
egipcios.
8
SENTÍS MELENDO, SANTIAGO, Teoría y práctica del proceso, vol. I, pág. 559
9
MELLOR, ALEC, ob. cit., pág. 93. En igual sentido, NOCETTI FASOLINO
10
Véase, THOT, LADISLAO, Los juicios de Dios en los antiguos sistemas jurídico-penales, J.A. 1930, t.
XXXII, sec. doct., pág. 1; BLASCO FERNÁNDEZ DE MOREDA, FRANCISCO, Curiosidades penales de
la historia del derecho criminal: Notas sobre las ordalías. La ordalía del hierro candente, L.L. 114, pág.
11
Acerca del Derecho Penal germano, brevemente, ZAFFARONI, EUGENIO R., Tratado de Derecho Penal
Parte General, t. I, pág. 341;
12
MAIER, JULIO B. J., Derecho Procesal Penal, I. Fundamentos, pág. 288 y ss. Desde otra óptica,
FOUCAULT, MICHEL, La verdad y las formas jurídicas, pág. 63 y ss
imputados y aún de los testigos.
El proceso comenzaba de oficio o con una delación; era secreto y escrito, con el
agravante del poco conocimiento de la escritura y del latín, la lengua de los
juristas. El imputado era considerado penalmente responsable desde el inicio de la
investigación e introducido al proceso como objeto y no como sujeto del mismo.
Por tal motivo, "era necesario obtener su confesión que espiritualmente tenía valor
de arrepentimiento y jurídicamente valor de plena prueba y superior prueba. Ello
condujo a considerar legítimos para obtenerla, medios atroces como la tortura,
e indignos como la capciocidad y el espionaje"13
Empero no todos los países europeos tornaron sus procedimientos penales en
inquisitivos; Inglaterra, por ejemplo, mantuvo el sistema acusatorio. Y, a pesar de
esta marcada diferencia con Europa continental, la tortura era utilizada por sus
jueces sin una base legal que la sustentara ya que la Magna Carta de 1215, en su
artículo 29, la había prohibido14Una práctica que unía a los países.
Los tribunales de la Santa Inquisición, que habían sido organizados por una bula
papal de Gregorio IX en el año 1231, no se diferenciaban en muchos aspectos de
los tribunales de la justicia ordinaria, lo que muchos historiadores se encargaron
de demostrar y que su crueldad fue menor y muchas veces aumentada en demasía
por las leyendas que se tejieron al respecto15 Pero esto no los alejó del uso de la
tortura en sus interrogatorios y procesos criminales.
Máxime si en la misma de la Iglesia se levantaron voces de pensadores contra la
práctica de los tormentos, como la de San Agustín16 pero a pesar de tan elevadas
opiniones, el papa Inocencio IV zanjó la discusión autorizando la utilización de la
tortura a los tribunales inquisitoriales mediante la bula "Ad extirpanda", lo que
luego fue confirmado por otros documentos papales17 De allí en más, la tortura se
aseguró un lugar fundamental en el procedimiento penal, sitial del que no fue

13
CLARIÁ OLMEDO, JORGE A., Tratado de Derecho Procesal Penal, t. I, pág. 171
14
TOMÁS Y VALIENTE, FRANCISCO, en su traducción a De los delitos y de las penas de CESARE
BECCARIA, nota 10, pág. 57 y s. se refiere a la severidad de las leyes inglesas. MELLOR, ALEC, ob. cit.,
destaca la inexistencia de la práctica de atormentar a los acusados de un delito en Inglaterra y que los casos
en que ello ocurrió fueron "verdaderas ilegalidades".
15
Sobre los procedimientos utilizados por la Inquisición puede consultarse la clásica obra de KAMEN,
HENRY, La Inquisición española, pág. 214 y ss.
16
SAN AGUSTÍN, en De Civitate Dei, libro XIX, cap. 6, cit. por REINALDI, VÍCTOR, ob. cit., explica:
"Mientras se investiga si un hombre es inocente, se le atormenta, y por un delito incierto se le impone un
certísimo dolor; no porque se sepa que es delincuente, sino porque no se sabe si lo es, con lo cual la
ignorancia del juez viene a ser la calamidad del inocente"
17
Las bulas confirmatorias fueron las de Alejandro IV del 20 de noviembre de 1259 y la de Clemente IV del
3 de noviembre de 1265. Expresa PETERS, EDWARD, ob. cit., pág. 96 y ss.,
desplazada en los siglos venideros. Con la Constitutio Criminalis Carolina del
Imperio de 1532, la Real Ordenanza francesa de 1537, la Nueva Recopilación de
1567 en España, la Ordenanza de Felipe II de 1570 para los Países Bajos
españoles y la Gran Ordenanza Criminal francesa de 1670, se constituyó el mayor
cuerpo de legislación sobre torturas puesto en vigor por las grandes potencias de
entonces y que inundó Europa de manos de sus jueces y de allí a sus colonias18
I.2 CLASIFICACIÓN DE LA TORTURA. REGLAS DE APLICACIÓN.
Durante la época medieval y moderna, una gran cantidad de juristas dedicaron sus
plumas a elaborar una suerte de doctrina de la tortura, en muchos casos plagada
de casuismos. Dichos autores realizaban clasificaciones de los tormentos tomando
en consideración su carácter, su grado y su especialidad19 En cuanto al carácter
de la tortura, ésta podía ser preparatoria, que se realizaba durante la etapa de
investigación o instructora de la causa y tenía por objeto obtener una confesión de
parte del reo; o preliminar, que era la que se aplicaba al condenado a muerte y
que tendía a lograr que delatara sus cómplices. Se la llamó de este modo porque
formaba parte de los trámites preparatorios o preliminares a los procesos a
instaurarse contra los delatados20
A su vez la tortura preparatoria se dividía en ordinaria y extraordinaria, según el
instrumento utilizado. En esta última, la crueldad era mayor y se aplicaba a los
acusados de delitos graves o contra el Estado.
También se distinguían en torturas sin reservas y con reservas de pruebas. En el
primer caso, el sujeto que había resistido los tormentos sin haber hecho
declaración alguna era puesto en libertad sin consecuencias penales ulteriores. En
cambio, en el segundo de los supuestos, a pesar de que el imputado no hubiese
confesado, podía éste ser condenado a cualquier tipo de pena o castigo, con
excepción de la muerte.
En lo que respecta al grado de la tortura aplicada, se dividía en suave, grave o
gravísima. La suave era la llamada "territio" y se trataba de una intimación al reo
a que confesara y se liberara así de ser víctima de este martirio, exhibiendo para

18
Sobre la Constitutio Criminalis Carolina, LISZT, FRANZ VON, Tratado de Derecho Penal, t. I, pág. 233 y
ss.; acerca de la legislación española, las adiciones de SALDAÑA, QUINTILIANO a dicha obra de LISZT.
La Gran Ordenanza francesa en MELLOR, ALEC, ob. cit., pág. 119;
19
THOT, LADISLAO, ob. cit., pág. 289 y ss
20
La jurisprudencia francesa del siglo XV hablaba de "question preparatoire" y "question preálable". Cfr.
PETERS, EDWARD, ob. cit., pág. 97; MELLOR, ALEC, ob. cit., pág. 121
ello el verdugo, los instrumentos para atormentar y simulando su aplicación21 Se
trataban, por cierto, de torturas psicológicas.
Este tipo de "territio" era denominada real en contraposición de la verbal, donde
el juez o el verdugo explicaban detalladamente al acusado la ejecución del
tormento. Según la doctrina y la práctica judicial de la época, se sometía a la
"territio" especialmente a niños y ancianos.
La tortura grave era la preparación del reo para la aplicación efectiva de la
misma. Consistía en colocar al sujeto sobre el potro, elevándolo sobre el aire
mediante cuerdas y manteniéndolo de esta forma durante un tiempo prolongado. Se
traba indudablemente de un tormento que buscaba doblegar el espíritu del reo
para que confesara, donde se mezclaban los dolores de las ataduras con el
padecimiento psicológico. Por último, las torturas gravísimas eran el sometimiento
propiamente dicho a tales sufrimientos.
De acuerdo a su especialidad se dividió a la tortura teniendo en cuenta la persona
a la que se la sometía. Por tal motivo, existían reglamentaciones acerca del
proceder a seguir con respecto a las personas sanas, enfermas o sordomudas.
Para aplicar la tortura se debía verificar previamente la existencia del delito, ya
que sin ello la confesión carecía de validez; si por su naturaleza el ilícito carecía
de "cuerpo del dellito" o este se encontraba aún sin probar, el mismo se construía
por indicios. A este respecto, comenta Thot que "hubo tal rigorismo jurídico en la
doctrina y en la práctica que si el reo confesaba haber dado muerte a una persona
y haber arrojado el cuerpo al mar, pero no había testigos ni se diere con el
cadáver, a pesar de su confesión no podía ser castigado, salvo que resultase
comprobado por fama pública que la persona de referencia había sido muerta en
efecto"22
Los indicios se construían en base a los escritos de los jurisconsultos medievales y
de la práctica judicial, y se trataban de circunstancias23 o datos relativos al delito,
a la experiencia o características personales del presunto autor que abrían las
puertas a la utilización de la tortura para obtener la confesión, ya que funcionaban
a modo de principio de prueba que debía ser confirmada mediante la declaración

21
KOCH, Institutiones juris criminalis, pág. 429, define a la "territio" como "el medio por el cual el juez
trataba de descubrir la verdad, infundiendo al reo temor hacia la tortura". Cit. por THOT, LADISLAO, ob.
cit., pág. 290
22
THOT, LADISLAO, ob. cit., pág. 292.
23
"Prueba circunstancial" según las enseñanzas de BENTHAM, JEREMÍAS, Tratado de las pruebas
judiciales, vol. I, pág. 292 y ss
del acusado Sobre su culpabilidad24
Los indicios se dividían en generales, complementarios, plenos y especiales o
propios de cada acción delictiva, según enseña Thot en su esclarecedora obra25
Los indicios generales eran aplicables a cualquier tipo de conducta delictiva. Entre
ellos se encontraban "la fama frecuente y vehementemente propalada" contra una
persona por algún delito cometido; que el reo hubiese sido capturado en un lugar
sospechoso y conveniente para delinquir; el sitio y el hábito del acusado (si había
sido visto en el lugar de comisión del delito, al momento de ocurrir, antes o
después del mismo); conversación familiar con malhechores; enemistad del
presunto culpable con el muerto; inculpación de la parte ofendida confirmada por
el fallecimiento o por juramento; la fuga y se colitigante de una herencia donde el
occiso también era litigante.
Los indicios complementarios completaban el poder probatorio de los indicios
generales. Los mismos eran, por ejemplo, la pertenencia a una "mala nación"
como la judía o gitana; la mala fisonomía o mala constitución del cuerpo ya que el
buen organismo expresa el buen estado del alma, y el mal aspecto o constitución,
la maldad; la variación e inconstancia del habla, como las contradicciones y los
titubeos. Los llamados indicios plenos permitían al juez someter a tormentos a la
persona acusada. Se trataban del hallazgo en sitio del crimen de objetos de
propiedad del presunto delincuente; un testigo que prestase juramento de haberlo
visto cometer el delito; una confesión extrajudicial o la imputación de complicidad
realizada por una persona bajo tortura. Finalmente, existían indicios propios de
cada conducta delictiva que poseían sus caracteres y problemática particulares
resueltos casuísticamente por los juristas medievales.
Cualquier indicio debía ser comprobado por dos testigos y el acusado, antes de
sufrir torturas, tenía derecho a demostrar su inocencia mediante contraindicios o
presunciones legales, como una vida honrada anterior al ilícito que se investigaba
o el correcto desempeño de un cargo de importancia26 No toda persona podía ser
sometida a tormentos, salvo en el caso de delitos de lesa majestad. Se exceptuaban

24
Enseña HERNANDO DEVIS ECHANDÍA que un indicio "es un hecho conocido del cual se induce otro
desconocido, mediante un argumento probatorio que de aquél se obtiene, en virtud de una operación lógico
crítica basada en normas generales de la experiencia o en principios científicos o técnicos". Teoría general de
la prueba judicial, t. II, pág. 602
25
THOT, LADISLAO, ob. cit., pág. 293 y ss
26
REINALDI, VÍCTOR F., ob. cit., pág. 21. Acerca de contraindicios y presunciones legales, THOT,
LADISLAO, ob. cit., pág. 300
a los doctores en derecho, senadores, clérigos, nobles e hidalgos27 ancianos y
altos dignatarios28 Conforme a las reglas elaboradas por la doctrina, la tortura no
debía ser ordenada injustamente29 y aplicada sin poner en peligro la vida del
acusado teniendo en cuenta para ello, no sólo la gravedad del acto delictivo sino
también la edad y la salud del acusado.
Se encontraban exceptuados de la práctica de los tormentos las mujeres
embarazadas, los dementes y valetudinarios, los niños menores de catorce o diez
años y medio según la legislación, salvo que en este último caso no estaban exentos
de otros castigos corporales tales como los azotes.
La tortura sólo debía aplicarse en casos de delitos conminados con pena de muerte
o penas corporales. Durante mucho tiempo también fue utilizada en causas civiles,
modificándose ello durante la Edad Moderna y admitiéndosela sólo en asuntos
"civiles arduos o conexos con un delito, si faltasen otra clase de pruebas"30
De acuerdo a las finalidades del sometimiento de una persona a torturas, éstas
podían ser para que confesara su culpabilidad con respecto a un delito cometido o
para que dijera los nombres de sus colaboradores, como ya se ha mencionado,
aunque también se torturó a sujetos calificados de "sospechosos en general", como
los vagabundos y mendigos, para descubrir delitos desconocidos31 Cuando a causa
de las torturas el reo fallecía, al juez se lo consideraba homicida doloso,
correspondiéndole la pena de muerte si se le probaban excesos. Más si esto no
podía ser probado, se atribuía la muerte a circunstancias imprevisibles o al
demonio. Cabe recordar que el papa Alejandro IV, en su decretal "Ut negotium"
del año 1256, permitió a los inquisidores "absolverse mutuamente si habían
incurrido en irregularidades canónicas en su importante labor"32 Las torturas
debían realizarse en presencia del juez que las había ordenado, del verdugo que
las llevaría a cabo y del escribano que tomaría nota de las declaraciones que
hiciera el torturado y labraría el acta correspondiente. En ocasiones se llegó a ser

27
La excención a los hidalgos aparece en el Ordenamiento de Alcalá de 1348 y luego en la Nueva
Recopilación. V. TOMÁS Y VALIENTE, FRANCISCO, La tortura en España, pág. 121, nota. 22
28
Como ejemplo legislativo: Partidas de Alfonso el Sabio, Partida VII, Ley II
29
CASTILLO DE BOVADILLA, JERÓNIMO, De la demanda por tormento injusto en Política para
Corregidores y señores de vasallos, t. II, pág. 540 y ss. expresa al respecto: "No se escusará de pena el Juez
por aver hecho dar injustamente tormento, aunque después sobrevengan provancas de legítimos indicios,
porque éstos han de preceder al acto y no suceder...". Cit. por TOMÁS Y VALIENTE, FRANCISCO, ob.
cit., pág. 28.
30
P. PAELLA, Brevis et utilis tractatus de tortura, pág. 6, cit. por THOT, LADISLAO, ob. cit., pág. 301
31
Cfr. THOT, LADISLAO, ob. cit., pág. 302
32
PETERS, EDWARD, ob. cit., pág. 97
tan "puntilloso" en dicha tarea que existen actas donde se transcriben los gritos de
dolor de la víctima del martirio33
Si la persona sobrellevaba las torturas y se mantenía en sus negativas, se entendía
que "había purgado los indicios" en su contra y se lo liberaba. Pero si confesaba,
dicha declaración para ser válida y dar fundamento a una sentencia condenatoria,
debía ratificarse luego de haber cesado los dolores. Las confesiones efectuadas
antes o al momento de comenzar los tormentos no eran necesario ratificarlas
puesto que se presumían espontáneas.
Durante los siglos XVI a XVIII, los magistrados abandonaron las reglas
mencionadas y condenaron al sospechado de un delito aún sin confesión, si
existían otras pruebas plenas. En este supuesto no podía aplicarse la pena capital
pero si otro tipo de castigos tales como la cárcel o el destierro.
Las confesiones eran revocables en los casos en que la tortura no era procedente
por la ínfima gravedad del delito, o porque el mismo no se sancionaba con pena de
muerte o corporal, por la calidad de la persona, por no haberse comprobado el
cuerpo del delito o porque se atormentó en virtud de un actuar arbitrario o
caprichoso del juez.
Los instrumentos utilizados para torturar fueron varios y de marcada crueldad,
con un refinamiento mayor con el correr de los años y por la práctica de cada
país34
I.3 EL LEGADO ESPAÑOL
Como lo hiciéramos notar, España no fue la excepción en la utilización de tan
terrible método de investigación criminal y, al igual que los demás países
europeos, legisló detalladamente acerca de su aplicación.
Dentro de la legislación ibérica merece particular atención el Código de las Siete
Partidas o Partidas de Alfonso X35 las que fueron trasladadas por los
conquistadores hispanos a tierras americanas.
Este cuerpo legal, que tiene su antecedente inmediato en el Espéculo o Libro del

33
V. como ejemplo el acta de un proceso por hurto llevado a cabo en Madrid el 20 de julio de 1648,
transcripta por TOMÁS Y VALIENTE, FRANCISCO, ob. cit., pág. 16 y ss
34
ESCOBAR, RAÚL T., El interrogatorio en la investigación criminal, pág. 28 y ss
35
El texto completo de las Partidas puede consultarse en Los códigos españoles concordados y anotados, ts.
2a5
Fuero, redactados a instancias del llamado Rey Sabio,36fue consagrado una de las
obras jurídicas más acabadas de su época, no sólo por su calidad científica, sino
también por la fama de su mentor.
Ordenamientos legales posteriores, como el de Alcalá de Henares de 1348, le
otorgó la fuerza legal que no tenía, aunque lo hiciera de manera subsidiaria, ya
que se encontraba ubicado en el último escaño en el orden de prelación en la
aplicación de las normas a los casos concretos.El orden de prelación vigente para
las tierras de América no las tuvo en mejor sitio, ya que quedaron ubicadas
también en el último escalón. Al respecto, la Recopilación de leyes de Indias de
1680, en su libro II, título I, ley II, expresa: "Ordenamos y mandamos, que en todos
los casos, negocios y pleitos que no estuviere decidido ni declarado lo que se debe
proveer por las leyes de esta recopilación, ó por cédulas, provisiones ú ordenanzas
dadas y no revocadas para las Indias, y las que por nuestra orden se despacharen,
se guarden las leyes de nuestro reino de Castilla, conforme á la de Toro,..."37En
síntesis, primero debía aplicarse la normativa inserta en la Recopilación; luego las
cédulas, provisiones y ordenanzas emitidas para las Indias y no revocadas;38en
tercer lugar se aplicaban las cédulas, provisiones y ordenanzas reales y, por
último, las leyes de Castilla según el orden establecido por las leyes de Toro. Es
decir, primero las normas de la recopilación legal vigente, luego los fueros y,
finalmente, las Partidas.
A pesar de figurar en el último lugar, el Código de las Siete Partidas "tuvo gran
importancia y aplicación en la práctica, porque constituía un sistema orgánico que
los juristas manejaban con preferencia a las demás recopilaciones, y porque
resolvía los problemas de derecho privado y penal acerca de los cuales era
relativamente escasa la legislación emanada de los reyes"39
Dentro de las Partidas, la séptima se encargaba del derecho penal y en ella, el
título XXX versaba sobre la tortura, el cual analizaremos con detalle.La ley I de

36
Sobre la obra legislativa y política de Alfonso X y en especial sobre las Partidas, LEZCANO DE
PODETTI, AMELIA, Partidas de Alfonso el Sabio, Enc. Jur. Omeba, t. XXI, pág. 541 y ss.;
ANTOKOLETZ, DANIEL, Historia del Derecho Argentino, t. I, pág. 115 y ss
37
V. Recopilación de leyes de los Reinos de las Indias, mandada a imprimir y publicar por la magestad
católica del Rey Don Carlos II, pág. 145
38
Acerca del Derecho Indiano: LEVAGGI, ABELARDO, Manual de Historia del Derecho Argentino, t. I,
pág. 137 y ss. También la extensa y documentada obra de OTS CAPDEQUI, JOSÉ MARÍA, Manual de
Historia del Derecho español en las Indias y del derecho propiamente indiano
39
ZORRAQUÍN BECÚ, RICARDO, Historia del Derecho Argentino, t. I, pág. 216. Similar apreciación,
OTS CAPDEQUI, JOSÉ MARÍA, ob. cit., t. I, pág. 99
dicho título define al tormento diciendo que "es una manera de prueba que
hallaron los que fueron amadores de la justicia para escudriñar y saber la verdad,
por él, de los males hechos que se hacen encubiertamente y no pueden ser sabidos
ni probados por otra manera"40
Señala Tomás y Valiente que los autores de la época seguían esta definición
destacando el carácter subsidiario del tormento como medio de prueba, aunque,
como los jueces debían hallar la verdad, era lógico que dictaran sentencia de
tortura41
Para las Partidas, si bien existían muchos modos de torturar a un ser humano, dos
son los principales: los azotes y colgar "al hombre que quieren tormentar de los
brazos cargándole las espaldas y las piernas de lórigas o de otra cosa pesada"42
La ley II prescribe que sólo deben atormentarse a los sospechosos existiendo una
orden del juez para ello, "y aún los juzgadores no les deben tormentar luego que
sean acusados, a menos de saber ante presunciones o sospechas ciertas, de los
yerros sobre que fueron presos".
Al igual que casi todas las legislaciones de aquellos años, se exceptuaba de la
tortura a los menores de catorce años, a los caballeros, consejeros del rey, ciudad
o villa, a los maestros de leyes "o de otro saber" y a las mujeres embarazadas43
En la ley III se reglamenta "en qué manera y por cuáles sospechas deben ser
tormentados los presos y ante quién y qué le deben hacer mientras los
tormentaren".
Se podía mandar a torturar a quien le fuese probado la comisión del delito
mediante un testigo, o quien "fuera hombre de mala fama o vil", pero en este acto
debía estar siempre presente el juez y el escribano "que ha de escribir los dichos de
los que han de atormentar"44 El torturado debía ser trasladado a la prisión luego
de haber sido sometido a aquella práctica y al día siguiente tenía que ratificar sus
declaraciones efectuadas bajo el tormento. Si no lo hacía era atormentado
nuevamente; quien mantenía su confesión era condenado por el delito probado45
Más podía suceder que el reo no ratificase su declaración y adujera que sus dichos
40
Seguimos el texto de la Partida Séptima según RODRÍGUEZ MOLAS, RICARDO, Historia de la tortura
y el orden represivo en la Argentina, pág. 11 y ss., que la adapta al idioma castellano actual para su mejor
comprensión
41
TOMÁS Y VALIENTE, FRANCISCO, ob. cit., pág. 113 y s
42
Partida VII, título XXX, ley I
43
P. VII, tít. XXX, ley II.
44
P. VII, tít. XXX, ley III
45
P. VII, tít. XXX, ley IV
fueron hechos bajo el efecto del dolor o del miedo. En tal caso era permitido al
juez ordenar nuevas torturas, y hasta tres veces si se mantenía en tal situación46
Comenta Tomás y Valiente47 que los juristas españoles no se planteaban el
supuesto de que el reo no confesase nunca, aún luego de varias sesiones de
tormentos. Agrega, en base a la doctrina de la época, que si la tortura fue dura y el
delito no era considerado grave, "debía el juez considerar que el juez purgó todos
los indicios, y por tanto, dejarlo en libertad. Y si el delito fue muy atroz, aún
habiéndose mantenido negativo el reo, podía el juez imponerle pena arbitraria
(diferente a la propia del delito, menor que ésta y graduable a criterio del juez)".
La última parte de la ley cuarta, prescribe claramente que si "algún juzgador
atormentase a algún hombre no en la manera que mandan las leyes de este nuestro
libro, o si lo metiese maliciosamente a tormento por enemistad que haya contra él,
o por don, o por presión que den aquellos que lo hicieron prender o por otra razón
cualquiera, si del tormento muriere o perdiere miembro por las heridas", debía ser
castigado con una pena igual o mayor que la que había mandado dar al acusado.
La quinta ley se encargaba de los casos en que se tuviera que torturar a varias
personas por haber cometido un delito determinado como coautores o cómplices.
La sexta se refería a las "razones" por las que un siervo podía ser sometido a
tormentos para que declarase contra su amo, y la séptima ley explicaba "cómo
deben tormentar a los siervos y a los sirvientes de casa por saber verdad".
En los interrogatorios a testigos, si el juez entendía que el mismo desvariaba en sus
dichos o mentía, podía aplicarles torturas para obtener la verdad48 Por último, la
ley número nueve explicaba qué parientes no pueden declarar contra otros,
imponiéndose la falta de validez a las acusaciones vertidas por "todos los parientes
que suben o descienden por la línea derecha hasta el cuarto grado" y lo mismo
para los parientes colaterales hasta igual grado. Tampoco podían declarar en
contra de sus esposos las mujeres, ni los maridos contra sus esposas; el suegro o la
suegra contra sus yernos y nueras o viceversa; los adoptados contra sus
adoptantes ni adoptantes contra adoptados49
La Séptima Partida es un claro ejemplo del procedimiento penal de la época; del
derecho penal propio de un tiempo donde reinaba la inseguridad y la intolerancia,

46
P. VII, tít. XXX, ley I
47
TOMÁS Y VALIENTE, FRANCISCO, ob. cit., pág. 136
48
P. VII, tít. XXX, ley VIII
49
P. VII, tít. XXX, ley IX
"en que los delitos más atroces fueron la lesa majestad y la herejía"50 La
importancia de este título XXX de la última de las Partidas de Alfonso el Sabio
radica en que estuvo vigente en nuestro territorio durante la época en que fuera
gobernado por los españoles. Si bien para autores de la talla de Levene o
Levaggi51 las torturas se aplicaron de modo excepcional, parece que esta
apreciación sólo podría corresponder a la tortura judicial, y ello con muchas
reservas, pues era uso común en el tratamiento que se prodigaba a los presos,
indios, negros y mulatos e, incluso, se podría agregar que los tormentos se
utilizaban a modo de "justicia sumaria", sin necesidad de jueces52
I.4 LA ILUSTRACIÓN Y LA TORTURA.
Simultáneamente con la Revolución Industrial, surge en el siglo XVIII una
revolución intelectual que se conoció como Ilustración, Iluminismo o "Siglo de las
Luces"53 Hijo del entrecruzamiento del empirismo inglés y del racionalismo
cartesiano, su espíritu es, indudablemente, la libertad.
Esta época se caracterizó por una fe ciega en el poder de la razón, fuerza
homogénea que se vislumbra como el único camino para llegar al conocimiento de
la naturaleza, organizar la sociedad y concretar la efectiva felicidad del hombre54
Fue este racionalismo y la sacralización de la libertad del ser humano, entre otras
cosas, lo que condujo a una crítica tenaz al régimen imperante y a las antiguas
instituciones sociales, políticas, jurídicas y económicas, que preparó la senda a
toda una serie de cambios de vital y trascendente importancia.
Así, se ha dicho, que "en la Ilustración está contenido el programa que realizará el
siglo XIX: libertad religiosa y separación de la Iglesia y del Estado; libertad
política y abolición del absolutismo y de la esclavitud; libertad económica y fin de
los controles estatales; igualdad ante la ley y término de los privilegios de clases;
soberanía nacional que conducirá a la democracia y al nacionalismo, y ascención

50
ANTOKOLETZ, DANIEL, ob. cit., t. I, pág. 173. Similares apreciaciones en LESCANO DE PODETTI,
AMELIA, ob. cit., pág. 571. Enseña MARTÍNEZ MARINA que la Partida VII es "un tratado bastante
complejo de delitos y penas, copiado o extractado del código justinianeo
51
LEVENE, RICARDO, Derecho Penal Indiano, Rev. de Derecho Penal, n° 1, pág. 423; LEVAGGI,
ABELARDO, Historia del Derecho Penal Argentino, pág. 30
52
A este respecto es sumamente esclarecedora la investigación de RODRÍGUEZ MOLAS, RICARDO,
Torturas, suplicios y otras violencias, Rev. Todo es Historia, n° 192, mayo de 1983, pág. 8 y ss. Los datos
que brinda este trabajo hace dudar de la seriedad de las opiniones de los autores antes mencionados
53
En Alemania se llamó Aufklärung o movimiento ilustrado
54
QUEZADA SCIARAFFIA, VITALIA, La evolución del derecho penal bajo el Iluminismo y la
Revolución, Rev. Arg. de Cs. Penales, nº 5, enero-abril 1977, pág. 21. Sobre el pensamiento durante esta
época y principalmente sobre la Razón, véase CASSIRER, ERNST, Filosofía de la Ilustración, pág. 20 y ss
de la burguesía capitalista"55 Dentro de esta amalgama de ideas, se concreta la
admisión al plano jurídico de los "Derechos del Hombre", comenzando a gestarse
el Derecho Penal moderno.
Enseña Rivacoba y Rivacoba56 que la reforma penal de la Ilustración se apoya
sobre tres grandes bases. La primera de ellas es la consagración del principio de
legalidad, debido a que se había advertido la imprecisa formulación de las figuras
delictivas y la arbitrariedad reinante al dejar las penas libradas únicamente al
criterio del juez.
Otros de los basamentos de la reforma fueron la supresión de ciertos delitos como
la magia, la hechicería y los crímenes de lesa majestad, en un proceso que
modernamente se conoce como despenalización o decriminalización. En otros
casos, como en los delitos de caza, contrabando, infanticidio y sodomía, se los
redujo a sus "justas dimensiones" en cuanto a su dañosidad.
Por último, hace notar el autor citado, que la reforma iluminista fijó sus ojos en la
humanización, o mejor dicho, mitigación de las penas. Se reacciona así contra la
pena de muerte, la confiscación, la mutilación, la marca; aparecen los principios
de personalidad de la punición y de proporcionalidad de las penas. Debido a la
importancia otorgada a la libertad o quizás al despertar del sistema capitalista,
aparece la cárcel57 En la órbita procesal penal se postula publicidad de los juicios
y el principio de inocencia. También se atacan las largas estancias en las
prisiones, previas al debate judicial o durante el procedimiento y, en materia
probatoria, se promueve la abolición de la tortura.
Sobre esta cruel práctica judicial se habían elevado las voces de prestigiosos
pensadores como Voltaire58 y Montesquieu59 aunque, sin duda alguna, los grandes
influjos provinieron de las plumas de Cesare Beccaria y, del a veces olvidado,
Pietro Verri.
Cesare de Bonesana, Marqués de Beccaria, fue un noble milanés que vivió entre

55
QUEZADA SCIARAFFIA, VITALIA, ob. cit., pág. 24
56
RIVACOBA Y RIVACOBA, MANUEL DE, La reforma penal de la Ilustración, Doctrina Penal, t.11,
1988, pág. 244 y ss
57
Al respecto, véase el interesante libro de FOUCAULT, MICHEL, Vigilar y castigar. El nacimiento de la
prisión
58
Aunque la reservaba para el parricida y el regicida. V., MELLOR, ALEC, ob. cit., pág. 171 y ss
59
Explicaba el Barón de Montesquieu, como excepción, que "la tortura podría convenir a los Gobiernos
despóticos_, en los cuales todo lo que inspira temor queda dentro de los resortes del Gobierno", Del espíritu
de las leyes, libro VI, capítulo XVII, De la tortura de los reos. V. también, CHIAPPINI, JULIO O, Las ideas
penales de Montesquieu, en "Estudios de Derecho Penal", pág. 127 y ss.
los años 1738 y 1794. Autor de un pequeño gran libro que le otorgó fama mundial
y ubicó su nombre entre los grandes juristas, De los Delitos y de las Penas, es un
claro exponente de las ideas de los pensadores iluministas. Su obra sobre el
Derecho Penal tuvo más importancia política que filosófica o teórica jurídica,
debido a las grandes reformas que se impulsaron bajo su influjo60
"El Padre del Derecho Penal"61 dedica el capítulo XII de De los Delitos y de las
Penas62 a lo que llama "crueldad consagrada por el uso en la mayor parte de las
naciones"; la tortura.
Mucho se ha escrito sobre la propiedad intelectual de las ideas vertidas por el
escritor milanés en su notable libro, más con respecto a este capítulo que le fuera
atribuido a Pietro Verri, amigo del marqués y miembro de la Accademia dei
Pugni63 donde publican el periódico Il Caffé, donde se reunían los jóvenes
intelectuales del milanesado64 Quizás se deben estas conjeturas al hecho de que
Pietro Verri, uno de los adalides de este grupo, se encontraba preparando apuntes
para un libro que escribió recién entre los años 1776 y 1777, y que seguramente
consultó Beccaria65 quien redactó su obra entre los meses de marzo de 1763 y
enero de 1764, año en que se publicó anónimamente. Más la discusión sobre la
abolición de la práctica de los tormentos fue, seguramente, uno de los temas más
discutidos en la Accademia y en el Caffé, y la abundante bibliografía al respecto
conocida por todos.
Indudablemente, Beccaria no fue el primero en alzar su pluma contra la tortura,
pero construyó un notable capítulo apasionado, sintético, coherente, certero y
eficaz, como entiende con razón Tomás y Valiente66 que superó a muchos de los
que se habían redactado hasta aquel momento.
El Marqués de Beccaria se interesa por la aplicación de tormentos por los jueces a
acusados de delitos y testigos, y en lo que se vislumbra como lo que hoy

60
ZAFFARONI, EUGENIO R., Tratado de Derecho Penal, T. II, pág. 88
61
TERAN LOMAS, ROBERTO A.M., Beccaría y los conceptos fundamentales del derecho penal, L.L. T.
32, Sec. Doct., pág. 983.
62
Sigo la traducción de FRANCISCO TOMAS Y VALIENTE que reproduce la versión italiana de 1822,
conteniendo las alteraciones que realizó Morellet en la edición francesa con autorización del noble italiano,
teniendo a la vista la ya clásica de FRANCISCO P. LAPLAZA, que es de acuerdo la edición de 1766
63
Donde publican el peiódico Il Caffé, lugar donde expresaban sus pensamientos respecto a las ciencias y a
la sociedad italiana y europea de aquellos años
64
Sobre Beccaría y su obra puede consultarse con provecho el estudio preliminar de FRANCISCO
LAPLAZA a su traducción de De los Delitos y de las Penas
65
RIVACOBA Y RIVACOBA, MANUEL DE, prólogo a Observaciones sobre la tortura, de PIETRO
VERRI, pág. XXVII y ss.; principalmente pág. XXII.
66
TOMAS Y VALIENTE, FRANCISCO, nota a su traducción de De los Delitos y de las Penas, pág. 64
denominamos principio de inocencia, explica que un "hombre no puede ser
llamado culpable antes de la sentencia del juez" y se pregunta: ¿cuál es, pues, el
derecho, sino el de la fuerza, que concede poder a un juez para aplicar una pena a
un ciudadano mientras se duda si es culpable o inocente?".
Beccaria criticaba la utilización de la tortura para la averiguación de los hechos
en una causa criminal y hacía notar que más que un método probatorio, se estaba
ante una verdadera penalidad. Enseñaba que si el delito era cierto, no cabía otro
tipo de pena que la prevista en las leyes para tal ilícito, y por ello, el aplicar
tormentos al acusado era totalmente inútil. En los casos en los que se está ante un
delito "incierto", "no se debe atormentar a un inocente, porque tal es según las
leyes un hombre cuyos delitos no están probados".
Hace residir el origen de los tormentos en los juicios de Dios, "monumento todavía
subsistente de la antigua y salvaje legislación" y explica que mediante la tortura se
lograban confesiones como un modo de hacer cesar su aplicación. "De dos
hombres igualmente inocentes o igualmente culpables, será absuelto el robusto y
valeroso, será condenado el flaco y tímido, en virtud de este exacto raciocinio: Yo,
juez, debía encontraros reos de tal delito; tú, vigoroso, has sabido resistir al dolor
y, por tanto, te absuelvo; tú, débil, has cedido a él y, por tanto te condeno. Sé que
la confesión arrancada entre tormentos no tiene fuerza alguna, pero os
atormentaré de nuevo si no confirmáis lo que habéis confesado". Esto último
demuestra claramente la falta de valor probatorio que tenía la confesión de un
torturado sin una posterior ratificación sin que se utilizaran instrumentos de
torturas para lograrla.
Concluye, al respecto, que "el resultado, pues, de la tortura es un asunto de
temperamento y de cálculo, que varía en cada hombre en proporción a su robustez
y sensibilidad" y propone, con admirable sarcasmo, el uso del siguiente método
matemático: "Dada la fuerza de los músculos y la sensibilidad de los nervios fe un
inocente, encuéntrese el grado de dolor que le hará confesarse culpable de un
delito determinado".
Demuestra acertadamente que el uso de la tortura no es idónea para descubrir la
verdad, ya que, "toda acción violenta confunde y hace desaparecer las mínimas
diferencias de los objetos por las que se distingue lo verdadero de lo falso". Todas
las formas de discriminar a un culpable de un inocente también se desvanecen.
Ataca los tormentos inferidos cuando el declarante cae en contradicciones,
señalando que en la vida diaria caemos muchas veces en ellas, y que ello se
acrecienta cuando está en juego nuestra propia vida. También combate los
practicados para descubrir la autoría de los delitos por los cuales el torturado no
fue acusado, poniendo en boca del juez, con fina ironía, el siguiente razonamiento:
"Tú eres culpable de un delito; por tanto, es posible que lo seas de otros cientos;
esta duda me pesa y quiero cerciorarme con mi criterio de verdad: las leyes te
atormentan porque eres reo, porque puedes ser reo, porque quiero que seas reo".
En otro párrafo se refiere a las torturas aplicadas para que el acusado entregue a
sus cómplices, manifestando expresamente, el autor estudiado, que si alguien presa
del dolor bien puede declararse culpable de un delito, como no podría acusar a un
tercero más fácilmente, tan sólo para hacer acabar el sufrimiento.
La autoincriminación del reo buscada para fundar la condena, posee para
Beccaria, su antecedente directo en la purgación de los pecados, para lo cual es
necesario el sacramento de la confesión. Una práctica tomada "de las ideas
religiosas y espirituales que tanta influencia tienen sobre los pensamientos de los
hombres, sobre las naciones y sobre las épocas". Velada crítica dirigida,
indudablemente, a la Iglesia67
Nació Pietro Verri en Milán, en el año 172868 Hijo primogénito del conde Gabriel
Verri, al igual que Beccaria fue un intelectual de su época que ocupó varios cargos
públicos en su ciudad natal. Miembro de la Accademia dei Pugni, a la que hicimos
referencia, comienza en esos años a recabar información acerca de la tortura y a
redactar los primeros borradores de su obra más destacada y trascendente,
Observaciones sobre la tortura69
Dicho libro fue escrito entre los años 1776 y 1777, pero sólo llegó a publicarse
luego de su muerte que acaeció en 1798, durante el año 1804, quizás debido a que
su padre, funcionario de Estado, se había manifestado a favor de la práctica de los
tormentos70

67
Cfr. MELLOR, ALEC, ob. cit., pág. 171, aunque en postura crítica al Marqués milanés debido,
seguramente, a su condición de católico.
68
RIVACOBA Y RIVACOBA, MANUEL, prólogo a su traducción de la obra de Pietro Verri,
Observaciones sobre la tortura, la cual seguimos en este trabajo
69
El título completo de esta obra es: Observaciones sobre la tortura y singularmente sobre los efectos que
produjo en la ocasión de las unciones maléficas a las cuales se atribuyó la peste que devastó a Milán el año
1630
70
Señala RIVACOBA Y RIVACOBA que antes de extender a Lombardía la abolición de la tortura de 1776,
la emperatriz María Teresa requirió el dictamen del Senado milanés, el cual se expide en forma contraria con
un informe redactado en su mayor parte por el conde Gabriel Verri. Se fundaba la negativa en que sin la
tortura sería imposible obtener una confesión de la gente plebeya. Esta práctica permitía, según el
Verri utiliza el relato de un hecho real para demostrar la importancia y necesidad
de la abolición de la tortura como procedimiento de averiguación de la verdad en
los procedimientos criminales. Durante el año 1630, reseña el noble milanés, una
peste devastó Milán y de tal catástrofe fueron acusados algunos vecinos de la
ciudad, a quienes se les endilgó el haber untado las paredes de las casas milanesas
con ungüentos mágicos. Por tal circunstancia, durante el proceso penal que se
llevó a cabo, fueron reiteradamente atormentados logrando, de tal modo, que se
autoincriminaran. Explica el autor, refiriéndose a los motivos que lo llevaron a
redactar el libro, que "si la razón hace reconocer que es cosa injusta,
peligrosísima y cruel el emplear la tortura, el premio que obtendré será para mí
mucho más caro que la gloria de haber hecho un libro; habré defendido la parte
más débil e infeliz de los hombres, mis hermanos; si no muestro claramente la
barbarie de la tortura, cual yo la siento, mi libro habrá de colocarse entre los
muchísimos superfluos”71
Crudamente da a conocer las actas del proceso. "La escena es sumamente cruel",
dice, "mi mano la reproduce a duras penas, pero, si el espanto que pruebo con ello
ayuda a ahorrar aunque no sea más que una sola víctima, si se diere una sola
tortura menos gracias al horror que pongo bajo los ojos, estará bien empleado el
doloroso sentimiento que experimento, y la esperanza de obtenerlo me
recompensa"72 Transcribe los interrogatorios a que fueron sometidos los acusados
y sus gritos de dolor quedaron impresos en las páginas; relata rigurosamente los
tormentos y hasta la violenta muerte de aquellos infelices: "conducidos en un
carro, fueron llevados a diversos sitios y les fue cortada la mano por el camino;
después, habiéndoles roto los huesos de los brazos y de las piernas, fueron atados
vivos en la rueda y se les dejó, agonizantes, en ella, durante seis horas, a cuyo
término fueron por fin decapitados por el verdugo, siendo quemados a
continuación y lanzadas las cenizas al río"73 Comenta Verri que los partidarios de
la tormentos expresan que el torturado es poco el mal que sufre, ya que es un dolor
pasajero y señala, críticamente, que "la naturaleza humana es tal, que, una vez
superada la repugnancia por los males ajenos y sofocado el benéfico germen de la

documento, encontrar la verdad más fácilmente debido a la dureza de los tiempos. Además se argumentaba
que los tormentos no eran frecuentes ni atroces. Observaciones sobre la tortura, pág. 120, nota 236
71
VERRI, PIETRO, Observaciones sobre la tortura, pág. 3
72
VERRI, PIETRO, ob. cit., pág. 53
73
Ídem, pág. 66
compasión, se vuelve feroz y se goza de la superioridad propia en el espectáculo de
la desgracia ajena"74
Concluye, luego del relato histórico y de reseñar la doctrina de "los maestros de la
tortura", en que la misma "es cruel y cruelísima y en que, si en la actualidad la
suerte hace que los ejecutores la atemperen, no deja por ello de ser por sí misma
atroz y horrible, cual todo el mundo cree; y cualquier persona puede nuevamente
sufrir esta atrocidad y este horror legalmente autorizado, en tanto que nuevas leyes
no moderen el procedimiento o bien sea abolida"75
Se hace Verri tres preguntas que responde en distintos capítulos de su obra. Se
pregunta, primero, si los tormentos son un medio de descubrir la verdad y
demuestra que esto no es así, ya que los hombres robustos tienen mayores
posibilidades de soportar el dolor de la tortura que los débiles. "¿Qué sentimiento
nace en el hombre cuando sufre dolor?", y se contesta que "es el deseo que ese
dolor cese. Cuanto más violenta sea la laceración, tanto más violento será el deseo
y la impaciencia de que tenga fin. ¿Con qué medio un individuo torturado puede
acelerar el término de ese sufrimiento? Declarándose reo del delito sobre el cual
es indagado". "En tal sentido los tormentos no son un medio para descubrir la
verdad, sino un medio que impulsa al hombre a declarase reo de un delito, lo haya
o no lo haya cometido"76
La segunda pregunta que se hace es si la ley y la práctica criminal consideran la
tortura como un medio para obtener la verdad y se responde que si ello fuera así,
los "doctores" no se excluirían a sí mismos de ser torturados, "pues el interés de la
humana sociedad en que se descubran los delitos es tal, que nadie puede
substraerse a los medios de descubrirlos"77 Además, si fuera un método para
averiguar la verdad, el juez debería atenerse a la declaración obtenida a través del
tormento, y no sería necesario que se ratificase posteriormente, "apartado de todo
aparato de tortura"78
Ante la tercer pregunta, acerca de si la tortura es un medio lícito para descubrir la
verdad, cuestiona los términos "sospechas", "semipruebas", "semiplenas" o
"cuasipruebas" "y otras bárbaras distinciones y sutilezas similares, jamás pueden

74
Ídem, pág. 76
75
Ídem, pág. 78
76
Ídem, pág. 84
77
Ídem, pág. 89
78
Ídem, pág. 90
mutar la naturaleza de las cosas"79 ya que el delito es o no cierto, y en el caso de
que se juzgue probable que el acusado haya cometido un delito, también es
probable que sea inocente, "entonces, es suma injusticia exponer a un suplicio
seguro y a un cruelísimo tormento a un hombre quizá inocente, y el someter a un
inocente a desgarramientos y miserias es tanto más injusto, cuanto que se hace
mediante el propio poder público confiado a los jueces para defender de ultrajes al
inocente"80
Por último, es de interés rescatar el modo en que Pietro Verri observa al sistema
penal imperante en su época: "Nuestra práctica criminal es verdaderamente un
laberinto de extraña metafísica. Se mete en prisión a un hombre del cual se
sospecha que es autor de un delito. En aquel momento este hombre cesa de tener
una existencia personal. Es un ser ideal puesto en manos del Estado, que le
interroga, le envuelve, le estruja, le atormenta, hasta que, sea con contradicciones,
sea con incoherencias, o bien mediante la confesión del delito obtenida por el
agotamiento del tedio de la cárcel, la miseria de las torturas, haya extraído de él
mismo lo suficiente para llevarlo a juicio. Hechos todos estos largos y crueles
trámites, en cuyo tiempo no se permite al reo ser asistido o defendido, he aquí que
el Estado lo cita y constituye ante el juez en reo de tal delito"81
Las ideas proclamadas por los pensadores y juristas del movimiento ilustrado,
generaron importantes reformas en la legislación penal de los países europeos82
En lo que respecta a la tortura, la corriente abolicionista tuvo su recompensa con
la supresión de esta práctica en la casi totalidad de los estados de Europa, entre
los últimos años del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX.
Suecia fue el primer país en abolir los tormentos en sus procesos penales, en el año
1734, conservándolos para delitos de mayor gravedad. Por decisión de Gustavo
III, se suprime completamente en el año 177283 La aplicación de torturas también
fue restringida por una pragmática de Carlos III para el Reino de las Dos Sicilias
en 1738.
El 31 de mayo de 1740, Federico II sube al trono de Prusia y el 3 de junio, suprime
la tortura salvo para los casos de traición, aboliéndose completamente en los años

79
Ídem, pág. 91
80
Ídem, pág. 93
81
Ídem, pág. 124
82
Por todos, ZAFFARONI, EUGENIO R., ob. cit., t. I, pág. 357 y ss
83
Hasta la supresión total en 1772, aún se mantenía la costumbre de introducir al acusado en la "cueva de las
rosas", la cual estaba poblada de reptiles y se trataba de una tortura psicológica previa a la física
1754 y 1756. Dinamarca y Sajonia la quitan de sus leyes procesales penales en
1770.
La emperatriz María Teresa de Austria abolió la tortura en Austria, Hungría,
Bohemia y el Tirol mediante un decreto del 2 de enero de 1776. Más éste no podía
entrar en vigencia en los estados italianos sin la aprobación respectiva del Consejo
de Mantua, quien se expidió favorablemente, y el Senado de Milán, quien decidió
mantenerla para el territorio lombardo84 En esta región fue suprimida por orden
de José II el 11 de setiembre de 1789.
El parlamento polaco, por unanimidad, durante el año 1776, abolió los tormentos
ya que, según la ley dictada al efecto, "la constante experiencia demuestra cuan
vicioso es el medio utilizado en varios procesos criminales para llegar a
conocimiento de la verdad mediante la tortura y, al mismo tiempo, cuan cruel es
hacer uso de ella para probar la inocencia85 "Luis XVI abroga la tortura
preparatoria en Francia mediante una declaración real del 24 de agosto de 1780.
Definitivamente fue abolida en 1788, lo que mantuvo la Asamblea Constituyente en
1789.
En el Gran Ducado de Florencia, Pedro Leopoldo la suprime en 1786. Igual
sucede en Toscana y, al año siguiente, en Venecia. En los Países Bajos se abolió en
el año 1798. También en 1798 desaparece de la legislación suiza, aunque
restablecida en 1815, es eliminada por cantón entre 1831 y 1851.
Catalina II de Rusia, impregnada de las ideas propuestas por Beccaria a quien le
ofrece un empleo en su corte, proyecta la reforma a la legislación penal de su
reino, por la cual desaparece la tortura del territorio ruso. Si bien no pudo ver su
obra en la práctica, su postura abolicionista fue retomada por Alejandro I en 1801.
En España, durante el breve gobierno de José Bonaparte, se dicta la Constitución
de Bayona en 1808. En su artículo 133, se prescribe que "el tormento queda
abolido; todo rigor o apremio que se emplee en el acto de la prisión o en la
detención y ejecución, que no esté expresamente autorizado por la ley, es un
delito". Las Cortes Generales y Extraordinarias hacen lo mismo en 1811,
siguiéndole la senda la Constitución de las Cortes de Cádiz al año siguiente.
Fernando VII, si bien declaró nula esta ley, abolió la tortura judicial el 25 de julio
de 1814.

84
V. nota 68
85
VERRI, PIETRO, ob. cit., pág. 120
Finalmente, también se manifiestan contra los suplicios, Noruega en 1819,
Portugal en 1826 y Grecia en 182786

86
Sobre el proceso de abolición de la tortura en los estados de Europa, véase: MELLOR, ALEC, ob. cit., pág.
184 y ss.; PETERS, EDWARD, ob. cit., pág. 130 y ss.; REINALDI, VÍCTOR F., ob. cit., pág. 37 y ss
CAPITULO II
ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL DELITO DE TORTURA EN
EL PERÚ
INTRODUCCIÓN
Hemos advertido en los últimos años, los avances y retrocesos, aciertos y desaciertos, en
la calificación jurídica y sanción del delito de Tortura, lo que ha merecido la crítica de
organizaciones de defensa de derechos humanos y de la ciudadanía en general.
Ahora bien, nos preguntamos, cómo inició nuestro país ésta gran carrera contra la
impunidad del delito de Tortura? Legislativamente la Ley N° 26926 del 21 de febrero de
1998, modifica el Código Penal, introduciendo ésta figura como delito contra la
Humanidad, en aras de una defensa y protección de la dignidad humana, mediante la
garantía de los derechos fundamentales de la persona.
Además, las instituciones involucradas en la administración de Justicia como el Ministerio
Público mostraron su disposición, al implementar medidas para la detección de casos de
Tortura, cuando mediante Resolución del CEMP-627-2000-MP, se dispuso la utilización
del Protocolo de Reconocimiento Médico-Legal para la detección de lesiones o muerte
resultado de Tortura con el siguiente tenor" MANIFESTACIÓN DE LA PERSONA
SOMETIDA A RECONOCIMIENTO MEDICO LEGAL. 1.-¿Diga Ud. si ha sido sometido
a tortura, dolores o sufrimientos graves sean físicos o mentales?, 2.-Indique la forma y
circunstancias en que fue sometida a dichos tratos.87De igual forma se tiene la resolución
628-MP-CEMP del 11 de setiembre de 2000 que Amplía los alcances sobre normas que
deben cumplir fiscales para garantizar el respeto de los derechos fundamentales de
personas detenidas en dependencias policiales, en el sentido que los Fiscales deberán
interrogar a las personas detenidas en dependencias policiales, si fueron sometidos a
actos de tortura, trato inhumano, otros dolores o sufrimientos graves, sean físicos y
mentales, y de ser así disponer el Reconocimiento Médico-Legal correspondiente.88
Creemos que éste fue un paso inicial, pero, un tanto tardío para los múltiples casos de
tortura que después con los años se han ido descubriendo, principalmente por las Fuerzas
Armadas en el tiempo de la lucha anti-subversiva y por las Fuerzas Policiales en la
aprehensión de personas e interrogatorios, aunque no podemos negar, que dichas
prácticas, han disminuido notoriamente.

87
Resolución del CEMP-627-2000-MP, Normas Legales-diario El Peruano, Ed. 12 de setiembre de 2000.
88
Resolución del CEMP-628-2000-MP, Normas Legales-diario El Peruano, Ed. 12 de setiembre de 2000
NOCIÓN DE TORTURA
La noción que se tiene Tortura, no sólo podemos hallarla en nuestro Código Sustantivo y
su prohibición en la Constitución Política del Estado, sino también en los textos
internacionales. Prima facie, conforme lo señala Guillermo Cabanellas en su Diccionario
Jurídico Elemental, Tortura será sinónimo de tormento, crueldad, martirio, dolor o
aflicción grande o según la Enciclopedia Libre Wikipedia, el acto de causar daño físico o
psicológico intencionadamente a una persona o animal cuyo objetivo puede ser variado:
obtener una confesión o información de la víctima o de una tercera persona, como
venganza por un hecho cometido por la víctima o por una tercera persona, como preludio
de una ejecución (en cuyo caso se habla de muerte-suplido) o simplemente para el
entretenimiento sádico del torturador.89
A guisa de ejemplo, la Declaración de las Naciones Unidas sobre la Protección de todas
las personas contra la Tortura y otros tratos crueles o penas crueles, señala que la tortura
constituye una forma agravada y deliberada de trato cruel, inhumano o degradante. Según
la Corte interamericana de derechos Humanos, la tortura tiene característica especial que
está en relación con la intensidad del sufrimiento infligido.90
De otro lado, contamos con documentos que describe el aspecto normativo y descriptivo
del delito. Así del informe Defensorial N° 91 se desprende, el tipo objetivo del delito de
Tortura requiere que el agente infractor sea un funcionario o servidor público que inflinja
a una persona dolores o sufrimientos graves, sean físicos o mentales o someta a una
persona a condiciones o métodos que anulen su personalidad o disminuyan su capacidad
física o mental aunque no causen dolor físico o aflicción psíquica. En éste delito no se
prevé criterios cuantitativos, no exigiendo para la calificación de tortura . En cuanto al
especio subjetivo, se considera como un delito doloso, salvo del resultado
preterintencional del segundo parágrafo.91
También tenemos una noción más amplia de Tortura que nos ofrecen organismos
internacionales de derechos humanos y tribunales regionales como los de Ruanda y la
exYugoslavia, como ejemplos de formas de abuso calificados como Tortura. Precisamente,
el Manual de Acción contra la Tortura elaborado por Amnistía Internacional, selecciona

89
es.wikipedia.org/wiki/Tortura
90
ONU Declaración de las Naciones Unidas sobre la protección de todas las personas contra la tortura y
otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, artículo 1.
91
5Afectaciones a la vida y presuntas torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes atribuidas a Efectivos
de la Policía Nacional, Informe Defensorial Nº 91, Lima, p.35.
algunas de ellas. En éste contexto tenemos la Intimidación, pues, "el miedo a la tortura
física puede constituir en si mismo una tortura mental", siendo el sufrimiento un elemento
importante, en base a lo prescrito en el artículo 1 de la Convención contra la Tortura.
También se menciona a la privación sensorial, así lo señaló el Comité contra la Tortura,
al considerar el régimen de privación sensorial y la privación casi absoluta de
comunicarse, que sufrían los presos de un centro de detención de máxima seguridad del
Perú, causaba sufrimientos continuos e injustificados que constituyen tortura. De igual
forma se hace alusión a las condiciones de detención, como se advirtió en la causa Greek
Case se cita "grave hacinamiento" y otros factores, por la Comisión Europea de Derechos
Humanos que considera que las condiciones en diversos lugares de detención constituían
trato inhumano o degradante. Las Desapariciones, también guardan estrecha relación con
la tortura, así ha sido visto en el Caso Celis Laureano contra Perú, sobre la desaparición
de una menor de 17 años tras ser secuestrada por las fuerzas de seguridad, en que el
Comité contra la Tortura llegó a la conclusión de que el secuestro y la desaparición de la
víctima y la prevención del contacto con su familia y el mundo exterior constituyen un
trato cruel e inhumano. Finalmente, se ha comprendido a la Destrucción de casas, al
privarse a la persona de su medio de vida; a los Experimentos científicos o médicos sin
consentimiento, esto a raíz de lo sucedido en Alemania durante el gobierno nazi; los
castigos corporales, rechazados por el Comité contra la Tortura y el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos por ser un trato degradante; uso excesivo de la fuerza en la aplicación
de la Ley, pues, ello mengua la dignidad humana; aplicación de la pena de muerte, en el
sentido que la incertidumbre que sufren muchas personas condenadas a muerte,
constituyen un trato cruel e inhumano; discriminación racial, de acuerdo a determinadas
circunstancias es degradante; abuso durante conflicto armado, en este caso el Tribunal
para la ex Yugoslavia condenó a un acusado de trato inhumano y trato cruel por su
responsabilidad al utilizar a civiles como "escudos humanos y obligarlos a cavar
trincheras; y Tortura y malos tratos específicamente relacionados con el género como
actos de violación, abuso sexual y hostigamiento, pruebas de virginidad, aborto forzado,
mutilación genital femenina.92
La Convención contra la Tortura y otros o penas crueles, inhumanas o degradantes en su
artículo 1° define como Tortura:

92
Manual de acción contra la Tortura, Amnistía Internacional, p. 80-83
"A los efectos de la presente Convención, se entenderá por el término Tortura, todo acto
por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya
sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una
confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o
de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en
cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos, sean infligidos por
un funcionario público u otra persona en el ejercicio de sus funciones públicas a
instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas los
dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que
sean inherentes o incidentales a éstas"93
Finalmente, la Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señala
como elementos de la definición de Tortura: El sujeto activo calificado, elemento
teleológico, intencionalidad y resultado. El sujeto será un agente del Estado o un
particular que actúa con su aquiescencia o instigación de aquél, o incluso cuando éste se
abstiene de impedir un resultado, entonces se está contemplando una omisión; en cuanto
al elemento teleológico, el contenido de la finalidad resulta irrelevante, no siendo
concluyente para su calificación, sólo la gravedad del sufrimiento; respecto a la
intencionalidad se encuentra relacionada con la exclusión de los sufrimientos padecidos
por hechos fortuitos; la calificación de la intensidad o gravedad de la tortura se hace caso
a caso para distinguirla de los otros tratos.94

BIEN JURÍDICO PROTEGIDO Y CALIFICACIÓN JURÍDICA


El delito de Tortura es un ilícito penal pluriofensivo, que a decir del Maestro Bramont-
Arias: "...tiene como elemento común el abuso del poder ejercido por el propio Estado a
través de quienes desempeñan tareas de función pública. Esta característica dota de un
gran sentido al contenido del bien jurídico protegido, ya que, si bien directamente
afectados por tales conductas resultan ser, la vida, la integridad física, la libertad, el
honor, esto es, bienes que ya cuenta con protección específica dentro de los Códigos
Penales, no obstante la situación en la que se enmarcan estas agresiones determina que

93
Comisión Andina de Juristas, 1997, Protección de los Derechos Humanos. Definiciones Operativas.
Lima. P. 76

94
Galdámez, Liliana, “La Noción de la Tortura en la Jurisprudencia de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, Revista CEJIL, año 1, Nº 02, septiembre de 2006, p. 98.
los diferentes delitos contra la vida, la salud, la libertad, etc. resultan insuficientes e
incompletos a la hora de acoger en su seno el contenido completo de antijuridicidad del
delito de Tortura o Desaparición Forzada.95
Precisamente COMISEDH en su trabajo sobre "Tortura en el Perú y su regulación Legal",
citando a García Cantizano, señala que algún sector de la doctrina asume la postura de
que el bien jurídico protegido es la garantía irrenunciable de todo ser humano al respeto
de sus derechos fundamentales reconocidos constitucionalmente, y por el otro lado, el
ejercicio correcto de la administración pública a través de quienes detentan esa
potestad.96
Creemos, que el bien jurídico protegido descansa en la dignidad humana, así que no es
necesario que el derecho esté reconocido constitucionalmente para que exista y se exija.
LEGISLACIÓN NTERNACIONAL
Un avance muy grande, fue la contemplación del delito de Tortura como delito contra la
Humanidad, pero, también lo es, que tal como se ha dado la norma ha recibido muchos
cuestionamientos por su redacción un tanto indeterminada, sin embargo, para suplir
éstas contingencias, tenemos los instrumentos internacionales aplicables a nuestro
derecho interno, como son:
a-Convención Americana sobre Derechos Humanos. Arts. 5 y 8
B.-Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Arts. I y XXV
C.-Declaración Universal de los Derechos Humanos. Arts. 3 y 5.
D.-Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Arts. 7, 10 y 14.
E.-Convención Interamericana para prevenir la Tortura. Colombia-Cartagena de
Indias 9/12/85
F.-Declaración sobre la protección de todas las personas contra la tortura y otros
Tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes Resolución 3452 (XXX),
9/12/1975 Asamblea General de la ONU
g-Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes Resolución 39/46, de 10/12/1984

95
Bramont-Arias Torres Luis Alberto y García Cantizano, María del Carmen, Manual de Derecho
Penal, Parte Especial 4ta Edición, Lima, 1998, pp.645

96
García Cantizano, Los delitos contra la humanidad, 2da parte, Desaparición Forzada y Tortura, Gaceta
Jurídica, 1999, en Informe COMISEDH “La Tortura en el Perú y su regulación legal”
Es de fácil apreciación, en informes muy importantes como el de COMISEDH, en que se
cuestiona la redacción de la norma que describe el injusto, cuando exige como elemento
configurativo del tipo que se inflijan dolores o sufrimientos graves, considerándose que en
atención a una mayor protección a las víctimas debería emplearse en la legislación penal
interna, la fórmula de la Convención Interamericana Para Prevenir y Sancionar la
Tortura, en lugar de la Convención contra la Tortura, pues en dicho instrumento no se
exige que se inflijan dolores o sufrimientos 'graves'.
Continuamente se está buscando una mayor protección de la esfera de la norma, sobre
todo por la dificultad de probanza, y en cuanto a las finalidades por las que se practica la
tortura, que en instrumentos internacionales es más amplio, conforme se encuentra
contemplado en la Convención contra la Tortura y la Convención Interamericana para
prevenir y sancionar la Tortura , en la primera que prescribe también como finalidad: por
cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, y la segunda agrega
cualquier otro fin. Sin embargo nuestra legislación no contempla dichas posibilidades,
constituyendo una limitación para su sanción.
LEGISLACIÓN NACIONAL
Nuestra Carta Magna comprende como derecho fundamental, el derecho a no ser
sometido a Tortura, estableciéndose dicha prohibición posteriormente en nuestro Código
Penal.
Constitución Política del Estado
"Artículo 2.-
Toda persona tiene derecho:
1) A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre
Desarrollo y bienestar. El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le
Favorece.24) A la libertad y seguridad personales. En consecuencia:
h) Nadie debe ser víctima de violencia moral, psíquica o física, ni sometido a tortura o a
tratos inhumanos o humillantes. Cualquiera puede pedir de inmediato el examen médico
de la persona agraviada o de aquella imposibilitada de recurrir por sí misma a la
autoridad. Carecen de valor las declaraciones obtenidas por la
Violencia. Quien la emplea incurre en responsabilidad."
Tiene como antecedente la Constitución de 1979 art. 1, 57 y 2.20.J
Disposiciones Finales y Transitorias Cuarta.-
Las normas relativas a los derechos y a las libertades que la Constitución reconoce se
interpretan de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con
los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificadas por el Perú.
Código Procesal Constitucional
25°Procede el Hábeas Corpus ante la acción u omisión que amenace o vulnere los
siguientes derechos que enunciativamente, conforman la libertad individual:
1) La integridad personal y el derecho a no ser sometido a tortura o tratos
Inhumanos o humillantes, ni violentado para obtener declaraciones. Este inciso, determinó
taxativamente la procedencia de la acción de Hábeas Corpus en caso de tortura.
eEvidentemente, pese a que el hábeas corpus es el instrumento creado para la protección
de la integridad personal, su uso y aplicación es casi ineficaz, y por la mediatización e
instrumentalización de la justicia común, sirve de poco. En Lima las normas vinculadas a
la llamada seguridad nacional han restringido su interposición a los magistrados de
Derecho Público, notoriamente identificados con el régimen.
Entonces, la existencia de una legislación restrictiva de los derechos fundamentales,
afecta sustancialmente la integridad personal y es un factor concomitante o hasta
determinante de perpetración de la tortura
Código Penal
Al tipificar una conducta como delito de Tortura, se concentra en una sola norma la
transgresión a diversos bienes jurídicos como son la vida, la integridad física, la libertad,
entre otros.Pese a la obligación internacional existente, contenidas en los dos tratados
específicos para sancionar y prevenir la tortura, y explicitada por el Comité contra la
Tortura, recién en febrero de 1998 se ha promulgado la citada ley. Por cierto, la
naturaleza de una ley penal interna difiere de la de un tratado, que establece obligaciones
internacionales muy precisas, pero que para su operatividad, requiere de una ley penal de
desarrollo en el Estado Parte, como es el caso. Describiremos brevemente las
características de la ley peruana:
- Es un delito siempre doloso (art. 321 del Codigo Penal). En otras palabras, no hay
tortura por negligencia o descuido. - Se extiende no sólo a agentes estatales sino también
a particulares, a cualquier persona que actúe con el consentimiento o aquiescencia de
aquellos. Sería el caso de las rondas campesinas, comités de autodefensa o rondas
urbanas que perpetraran actos como los previstos con permiso o visto bueno de
autoridades como la policía o militares. - Exige dolores o sufrimientos graves (fórmula de
la ONU) o que se someta a alguien a condiciones o métodos que anulen la personalidad de
la víctima o disminuyan su capacidad física o mental (fórmula de la OEA, más exigente).
Ciertamente, la Convención Interamericana sólo exige que los métodos utilizados sean
tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o
mental. Es decir, no obliga a que se produzca el resultado. - Contempla el aspecto fisico o
el mental. No contempla la integridad moral que prevé la Constitución Política en el art.
2, inciso 1. - Los fines de la tortura comprenden 4 hipótesis: obtener información, castigar
a la víctima, intimidarla o coaccionarla. No se ha previsto otra finalidad, con lo cual sería
problemático encuadrar una conducta en la que se perpetre tortura por razones gratuitas.
La recurrencia a la definición de los tratados contra la tortura no servirían sino para
ilustrar al operador del Derecho pero no para considerarlo como elemento definitorio del
crimen y en tales supuestos, podría obtenerse impunidad en esta modalidad.
- Impone severas condenas pero es ya asistemático con el castigo de otros crímenes
(secuestro, terrorismo simple, terrorismo agravado, traición a la patria, por ejemplo). En
comparación con la punibilidad de otros países, como Colombia y España, la ley peruana
es más severa. Pero, al haberse destruido la lógica garantista y humanista del Código
Penal con frecuentes e interminables modificaciones legislativas, en especial luego del
"autogolpe" del 5 de abril de 1992, se ha desnaturalizado un sistema penal que se
encontraba en vías de modernizarse y racionalizarse. Ahora, la norma penal excepcional,
es permanente y con vocación de perpetuidad
Así, el Delito de TORTURA se encuentra previsto y penado por el artículo 321 del Código
Penal que prescribe: Artículo 321.-Tortura-
El funcionario o servidor público o cualquier persona, con el consentimiento o
aquiescencia de aquél, que inflija a otro dolores o sufrimientos graves, sean físicos o
mentales, o lo someta a condiciones o métodos que anulen su personalidad o disminuyan
su capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o aflicción psíquica, con el fin
de obtener de la víctima o de un tercero una confesión o información, o de castigarla por
cualquier hecho que haya cometido o se sospeche que ha cometido, o de intimidarla o de
coaccionarla, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de cinco ni mayor
de diez años.
EL DELITO DE TORTURA SEGÚN LA COMISIÓN DE LA VERDAD
La Comisión de la Verdad realizó un trabajo muy valioso sobre la Tortura en el Perú entre
los años 1,983 a 1,997, su carácter concurrente y sistemático por parte de los agentes del
estado que la califican como un crimen de lesa humanidad.
Para la Comisión de la Verdad, de acuerdo al Estatuto de Roma de la Corte Penal
Internacional, entiende por tortura causar intencionalmente dolor o sufrimientos graves,
ya sean físicos o mentales, a una persona que el agente tenga bajo su custodia o control.
Cuando la tortura se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático contra
una población civil y con conocimiento de dicho ataque, entonces cabe afirmar que se ha
perpetrado un crimen de lesa humanidad.97Entre los casos de tortura investigados por
la Comisión de la Verdad se encuentran: Desapariciones, torturas y ejecuciones
extrajudiciales en la base militar Los Cabitos (1983-1,985).
La Tortura y ejecución extrajudicial de Jesús Oropeza (1,984). Desapariciones y torturas
en la base militar Los Laureles (1,990) La tortura y el asesinato de Rafael Salgado
Castilla (1992).
Dentro de sus conclusiones, arroja un saldo registrado de 4,826 casos de tortura
perpetrados por agentes del estado, CAD y paramilitares, de los cuales 4,625 son
adjudicados exclusivamente a agentes del estado. Con la excusa de la guerra anti-
subversiva y el conflicto armado interno, se detenían a muchas personas que quizás no
tenían vinculación terrorista, pero dada la práctica sistematizada de la tortura y otros
tratos y penas crueles, inhumanos o degradantes, ésta práctica se generalizó y muchas
veces terminó con la ejecución extra-judicial de la víctima, no recuperándose su cadáver.
Todo ello se supo, a través del testimonio de las víctimas y familiares.
TORTURA Y OTROS DELITOS
Antes de la vigencia del delito de Tortura en nuestro Código Penal, la conducta
perpetrada por un funcionario o tercero con tolerancia de éste, era calificada como delito
de Lesiones, Abuso de Autoridad, Secuestro y Homicidio.
Existen algunas posturas doctrinarias que entienden que el delito de Tortura concurre con
el delito de Abuso de Autoridad por los distintos bienes jurídicos protegidos, o califican
como Homicidio un caso de tortura Agravada. En el Informe Defensorial N° 91, respecto
al Concurso ideal de delitos contemplado por el artículo 48° del Código Penal Peruano, la
Defensoría del Pueblo refiere que: "Es opinión general de la doctrina penal que cuando

97
Serie: Para Hacer Justicia para la judicialización de casos de violaciones de derechos humanos-
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Lima, abril de 2005, p. 138.
un mismo suceso delictivo (unidad de acción) afecta bienes jurídicos diversos, la relación
entre las normas penales que protegen dicho bienes es la de un concurso ideal de delitos
(artículo 48 del Código Penal) (.. .)no es que una figura penal desplace a la otra, sino que
las dos concurren paralelamente a tipificar la misma conducta (...) sin perjuicio de que al
momento de aplicar la pena, ésta se determine, según el artículo 48 del Código Penal con
la figura que establezca la pena más grave" .Agrega, asimismo, "De acuerdo con la
opinión mayoritaria de la doctrina penal, el delito de abuso de autoridad es un delito
contra la administración pública de carácter residual o subsidiario que sólo se aplica en
caso de no existir una norma penal principal y especial que contenga una situación
determinada de abuso de poder público (...) el delito de tortura no sólo es un delito
especial cometido por funcionario o servidor público sino que incluye una situación
concreta de abuso de ese poder público. En ese sentido, el delito de tortura absorbe el
desvalor del delito de abuso de autoridad, determinando que éste sea desplazado y no
resulte aplicable en un suceso constitutivo de tortura"98
Sin embargo debemos tener en cuenta varios factores para calificar la conducta como
Tortura o como Abuso de Autoridad u otro ilícito penal, como las definiciones contenidas
en los instrumentos internacionales ratificados por el Perú, así como nuestra legislación
interna y jurisprudencia, habida cuenta, que no se debe permitir la impunidad y
prescripción de delitos por una errónea calificación., sin considerar que el Perú se ha
ratificado en la Convención Sobre La Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de
los Crímenes de Lesa Humanidad, por lo que está sujeto a lo establecido por dicha
Convención.
PREVENCIÓN DE LA TORTURA
El 26 de junio se celebra el día internacional de Lucha contra la Tortura, y siendo el Perú,
estado parte de la Convención contra la Tortura desde 1987 y de su Protocolo Facultativo
desde el 2006, es obligación del Estado implementar un Mecanismo Nacional de
Prevención contra la Tortura.
La prevención de la tortura es una tarea titánica, pues, debe empezar desde el interior de
las instituciones. La Policía Nacional y las Fuerzas Armadas han implementado
programas y capacitación de sus miembros en cuanto al respeto de los derechos
fundamentales de las personas, sobre todo cuando ello está vinculado con la libertad

98
Afectaciones a la vida y presuntas torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes atribuidas a
Efectivos de la Policía Nacional, Informe Defensorial Nº 91, Lima, p.38
personal. Desde que se registra una detención al ciudadano se le informa las razones de
su detención y sobre sus derechos, entre ellos, el de su integridad física y de defensa. (Ley
27934-Ley que regula la intervención de la Policía y el Ministerio Público en la
investigación Preliminar del delito y Ley Orgánica de la Policía Nacional-LOPNP-Ley
27238 del 21 de diciembre de 1999)
A éstas labores de prevención no se encuentra ajeno, el Ministerio Público, a través de su
función preventiva y persecutora del delito, y el Poder Judicial a través de la sanción
drástica a quienes incurran en el delito de Tortura, para que dicha conducta delictiva no
vuelva a ocurrir.
También en la lucha se encuentran las organizaciones defensoras de los derechos
humanos, que se encargan de hacer las denuncias respectivas, y finalmente, con gran
interés la Defensoría del Pueblo, que con sus Informes 42, 91 y 112, han brindado una
visión actualizada de la Tortura en el Perú.
Esta serie de Informes De la defensoría de los años 2002, 2005 y 2006, sobre la Tortura y
otros tratos crueles, que contienen investigaciones en la prestación del servicio militar, en
las afectaciones perpetradas por la Policía Nacional y la Reparación de las Víctimas de la
violencia, nos brindan una visión de los casos de tortura en el interior de nuestras
instituciones. Por ejemplo el Informe Defensorial N° 42, emite conclusiones sobre los
casos de tortura con ocasión de la prestación del servicio militar, investigados en el
interior de las instituciones castrenses, entre abril de 1998 y agosto de 2002 en que se
detectaron 174 casos de presunta vulneración del derecho a la vida y/o integridad física y
psicológica de jóvenes que prestaban el servicio militar, De ésta cifra 118 corresponden a
presuntas torturas o tratos crueles, inhumanos, o degradantes, extendiéndose esta práctica
a nivel nacional, a través de la agresión física directa y la excesiva exigencia física, cuyas
razones se encontrarían probablemente en el fenómeno de repetición de la experiencia
vivida por la mayor parte de los autores, quienes generalmente prestan el servicio con
relativa antigüedad o son reenganchados o también puede ser la errónea interpretación
del concepto de disciplina militar, según la cual los subordinados deben obediencia
absoluta y sumisión total a sus superiores, quienes además tienen la potestad de imponer
sanciones disciplinarias, incluso las que no se encuentran contempladas.99

99
informe Defensorial Nº 42, Derecho a la vida y a la integridad personal en el marco de la prestación de
servicio militar en el Perú, Lima, diciembre de 2002, p.66-75
Respecto a los casos de Tortura en las instituciones militares, el trabajo a seguir es la
tendencia a lo no impunidad, gracias a las precisiones del Tribunal Constitucional y la
prescripción de dicha conducta delictiva en nuestro Código Penal. En cuanto a la
competencia de estos casos, se deriva al fuero común por no constituir delitos de función.
En la sentencia 1154-2002-HC/TC
se ha precisado, que el ámbito de la jurisdicción militar únicamente se ha reservado para
el caso del juzgamiento de los delitos de función que hubiesen cometido los miembros de
las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional.
El Informe Defensorial N° 91 sobre "Afectaciones a la vida y presuntas torturas, tratos
crueles, inhumanos o degradantes atribuidas a efectivos de la Policía Nacional del Perú"
de abril de 2005, nos brinda información del período marzo de 1998 a agosto de 2004,
sobre la constatación de casos reiterados en que las autoridades policiales han recurrido
a la tortura como método de investigación criminal y combate de la delincuencia,
relacionados con la agresión física, agresión psicológica y violencia sexual. Las
agresiones físicas en un 97.7%, las psicológicas en un 22.6%, y de violencia sexual 13.7%
los casos.100 Como se observa las agresiones físicas son las más recurrentes, pero,
debemos señalar, que por lo menos la Policía Nacional continúa capacitando a sus
miembros en derechos humanos y respeto a la dignidad humana.
El Informe Defensorial N° 112 de diciembre de 2006: "El difícil camino de la
Reconciliación y Reparación para las víctimas de violencia", sobre los casos de presunta
tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes investigados, ocurridos desde
septiembre de 2004 y julio de 2006, concluye que se encontraron 113 casos de presunta
tortura y tratos crueles, inhumanos o degradantes atribuidos a efectivos de la Policía
Nacional y 72 casos atribuidos a miembros de las Fuerzas Armadas en el período de
septiembre de 2002 a julio de 2006. En los casos atribuidos a la Policía Nacional, los
principales afectados fueron los comerciantes y choferes, siendo presuntos responsables
en su totalidad varones y las agresiones físicas fueron la modalidad más frecuente,
produciéndose mayormente al momento de la detención de la víctima o durante su
permanencia en la sede policial.101

100
Informe Defensorial Nº 91,“Afectaciones a la vida y presuntas torturas, tratos crueles, inhumanos o
degradantes atribuidas a efectivos de la Policía Nacional del Perú” de abril de 2005, p. 219

101
Informe Defensorial Nº 112 de diciembre de 2006: “El difícil camino de la Reconciliación y Reparación
para las víctimas de violencia”, Lima, 2006.
Este Informe fue posterior al Informe Defensorial N° 91 y corresponde a otro período,
empero, nos invita a la reflexión sobre todo, de lo que ocurre realmente en duchas
instituciones, sobre la conducta a veces sedentaria de las autoridades, pues, es una
verdad, que más vale prevenir que sancionar. Evitar que estos hechos ocurran no sólo
compete a la Policía Nacional instruyendo a sus miembros, sino también al Ministerio
Público que deberá tener una actuación más activa durante sus visitas a las Comisarías y
Centros Penitenciarios, entrevistando a los detenidos e internos sobre su integridad física,
si han sido torturados, instruyendo a las autoridades, investigando los hechos
preliminarmente en un plazo razonable, ejerciendo la acción penal cuando existan indicios
que una persona ha sido torturada. Esta reflexión trae a comentario, los múltiples casos
de tortura que se registran en los establecimientos penitenciarios ^con motivos de
Requisas y como forma de castigo a los internos, pues, muchos de ellos son golpeados por
personal del INPE, cuidándose de que ello sea advertido por el Representante del
Ministerio Público, aunque también conocemos de la vieja costumbre de los internos de
autolesionarse. La prevención también está en manos del Poder Judicial, que en su
momento deberá compulsar las pruebas y sancionar drásticamente a los responsables, sea
quien sea.

JURISPRUDENCIA
En cuanto a la jurisprudencia sobre casos de delitos de Tortura, se tiene una gran
variedad, tanto la emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y del Poder
Judicial.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Hermanos Gómez Paquiyauri
vs. Perú por la violación de los Artículos 4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a la
Integridad Personal), 7 (Derecho a la Libertad Personal) y 19 (Derechos del Niño) por las
presuntas detención, tortura y ejecución extrajudicial de los hermanos Emilio Moisés y
Rafael Samuel Gómez Paquiyauri, así como los artículos 8 (Garantías Judiciales) y 25
(Protección Judicial) de la Convención Americana, en perjuicio de sus familiares, todos en
relación con la obligación establecida en el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los
Derechos) de la misma. De igual manera, la Comisión solicitó a la Corte que declarara la
violación de los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para Prevenir y
Sancionar la Tortura en perjuicio de los hermanos Gómez Paquiyauri. En cuanto a la
Responsabilidad internacional del Estado se genera de inmediato con el ilícito
internacional a él atribuido, aunque sólo puede exigirse después de que haya tenido la
oportunidad de repararlo por sus propios medios. Una posible reparación posterior
llevada a cabo en el derecho interno, no inhibe a la Reconciliación y Comisión ni a la
Corte para conocer un caso que ya se ha iniciado bajo la Convención Americana. Es por
ello que la posición del Estado de haber investigado debidamente no puede ser aceptada
para declarar que el Estado no ha violado la Convención. En el proceso penal que se
siguió, los autores materiales fueron encontrados culpables del delito de homicidio
calificado (pero terminaron sus condenas de forma anticipada en virtud de beneficios
carcelarios), pero con respecto al autor intelectual se reservó el juzgamiento. También
estableció una reparación civil de veinte mil nuevos soles a favor de los familiares de las
presuntas víctimas, la cual no había sido pagada. El hecho de no investigar efectivamente
los actos de tortura y dejarlos impunes, significa que el Estado omitió tomar las medidas
efectivas para evitar que actos de esa naturaleza vuelvan a ocurrir en su
jurisdicción.102Esta sentencia deja entrever la responsabilidad internacional del estado y
su obligación dé investigar debidamente el delito de Tortura, sancionándola
drásticamente, evitando todo tipo de impunidad.
El Fundamento séptimo de la Sentencia N° 108-04 del 10 de agosto de 2005, Sala Penal
Nacional, (Jerí Cisneros, Eyzaguirre Garate y Rivera Vásquez), sobre el delito de Tortura
señala: "... b) Debemos de señalar que el delito de tortura se encuentra clasificado dentro
de los "Delitos contra la Humanidad", ello en razón de que la comisión de dicho delito, no
solo afecta a la persona en forma directa por la acción de tortura, (agraviado), sino, a
todos los ciudadanos por resultar un ataque a la dignidad de la persona humana; c) El
tipo penal de Tortura es un delito Especial Propio, debido a que el citado delito solo
puede ser cometido por ciertas personas, "funcionarios o servidores públicos o las
personas que cuenten con el consentimiento o aquiescencia" c) La conducta típica se
configura cuando el funcionario o servidor público causa a otro dolores o sufrimientos
graves, sean físicos o mentales, pero la característica esencial de este delito y que lo
distingue de otras conductas, es el hecho de que el sufrimiento, ya sea físico o psicológico
se haga con la finalidad de obtener de la víctima o de un tercero una información o
confesión, asimismo se puede configurar la tortura cuando se causa el sufrimiento como
castigo por un hecho que ha cometido o se sospeche que ha cometido."103

102
Caso de los hermanos Gómez Paquiyauri vs. Perú-Sentencia 08 de julio de 2004- Corte Interamericana de
Derechos Humanos-Gaceta del Tribunal Constitucional.
103
Fundamento SEPTIMO de SENTENCIA Nº 108-04 del 10AGO05, Sala Penal Nacional, (Jerí Cisneros,
Eyzaguirre Garate y Rivera Vásquez)
Como es de verse dicha sentencia de fondo considera que el delito de Tortura se configura
cuando se causa a otros dolores o sufrimientos graves, ya sea físico o psicológico. Sin
embargo ello se debe complementar con otros fallos de la Sal Penal Nacional, en que
también se ha considerado que para estimar la gravedad de los dolores o sufrimientos
físicos, se debe atender a la naturaleza, duración, la manera como se produjo el maltrato,
los instrumentos empleados y otras circunstancias concretas.
No sólo tenemos una responsabilidad personal de los presuntos autores, sino también de
la institución de la que dependen como el Ministerio del Interior en caso de que un
miembro de la Policía Nacional en ejercicio de sus funciones incurra en delito de Tortura.
Así,lo ha determinado senda jurisprudencia de la Sala Penal Nacional, que en el
Fundamento Cuarto de la Resolución N°146 de fecha 20MAR06, Incidente Na53-05-"B",
Sala Penal Nacional (Cavero Nalvarte, Vásquez Vargas y Tapia Cabañin) señala:
"De acuerdo a lo glosado en los considerandos precedentes y a fin de resolver lo
pertinente, siendo que los sujetos procesados tienen la calidad de agentes de la Policía
Nacional del Perú y que los hechos se suscitaron cuando los mismos realizaban sus
labores en la Comisaría de La Pascana en el Distrito de Comas, hemos de absolver la
siguiente interrogante: ¿Tiene el Estado representado en el Ministerio del Interior bajo
sus órdenes a los efectivos policiales?; interrogante ante la cual no cabe otra respuesta
que la afirmativa, y si bien se trata de actos que no están comprendidos dentro de las
labores asignadas a los mismos, es decir no están contemplados en la Ley Orgánica de la
Policía Nacional del Perú, estos, serían consecuencia de un desempeño inadecuado de las
mismas, lo que se determinará concluido que sea el presente proceso.
En tal sentido, al tener el Estado tal posición, asume la calidad de garante frente a las
actuaciones de los elementos que conforman sus instituciones, en tal sentido, corresponde
que el mismo se constituya como tercero civilmente responsable representado por el
Ministerio del Interior”104

104
Fundamento Cuarto de la Resolución Nº146 de fecha 20MAR06, Incidente Nª53-05-“B”, Sala Penal
Nacional (Cavero Nalvarte, Vàsquez Vargas y Tapia Cabañin)
En una encuentra sobre Derechos Humanos realizada por IDÉELE a 124
comisarios de Lima sobre el rol de la policía y los derechos humanos, se obtuvo la
siguiente respuesta a la pregunta sobre la violencia utilizada en su sede contra los
imputados
¿La presión física se usa en la práctica para hacer declarar o confesar a un
delincuente?
O Siempre
7 Muchas veces
62 A veces
41 Casi nunca
24 Nunca
Fuente: IDÉELE, N° 146, abra -mayo del 2002.
De este cuadro se puede deducir que la misma policía no niega por
completo que se cometan abusos en la etapa pre-judicial.
La práctica de la tortura se encuentra pues, presente hoy en día. A decir de
Fernando TOCORA, un problema que presenta doble vía pues "ha dado lugar en muchos
países a cierta confrontación entre la instancia judicial y la policíaca. Los jueces se ven en
dificultades en su de interpretación probatoria cuando los acusados ya libres de la
intimidación policial, denuncian la tortura(...) Ante el auge de esta práctica ilegal el
problema del problema de la valoración se agravará para los jueces, cuando los acusados
comiencen a alegar falsamente que han sido torturados para malograr la prueba en su
contra."105
En nuestro país, la tortura no se realiza sólo en el ámbito policial, sino
militar e incluso por el personal penitenciario. En un estudio dado a conocer en 1999 por
la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, de un total de 4,601 denuncias, resultó
que el 96% de las torturas era realizado por agentes del Estado, principalmente por
personal policial, que representa un 61% del total, un 34% era realizado por personal
militar (principalmente el Ejército y en menor porcentaje la Marina).

105
TOCORA, Fernando. Política Criminal en América Latina Ira. ed. Bogotá, Librería del profesional, 1990. p. 109
IVCONCLUSIONES
1). El delito de tortura en nuestro país es aplicado de manera insuficiente por los
operadores de justicia generando malestar y zozobra en la conciencia general de la
sociedad
2). La ausencia de un Estado de Derecho es otro factor político-constitucional que
conspira a favor de la perpetuación de la tortura. Como se aprecia en los casos de
terrorismo por razones políticas la tortura es un instrumento privilegiado para ejercer
ilimitadamente el poder, propio de gobiernos o regímenes autoritarios, sin control real
alguno, con apariencia de Legalidad
3). Evidentemente, pese a que el hábeas corpus es el instrumento creado para la protección
de la integridad personal, su uso y aplicación es casi ineficaz, y por la mediatización e
instrumentalización de la justicia común, sirve de poco. En Lima las normas vinculadas a
la llamada seguridad nacional han restringido su interposición a los magistrados de
Derecho Público, notoriamente identificados con el régimen. Entonces, la existencia de una
legislación restrictiva de los derechos fundamentales, afecta sustancialmente la integridad
personal y es un factor concomitante o hasta determinante de perpetración de la tortura.
4). El Derecho Internacional presenta crecientes avances para combatir la tortura con
mayor eficacia. Es necesario actualizarnos para emplearlo a nivel local en los casos que
podamos asesorar o patrocinar y para una estrategia más general de prevención.
5). esencial conocer la ley peruana para actuar con seguridad ante las autoridades y exigir
su respeto al derecho esencial a la integridad personal. En aras de sumarse al esfuerzo
nacional e internacional por un mundo libre de la tortura: es un paso para nuestra
autoprotección y de solidaridad con las personas de carne y hueso que urgen de nuestra
parte una respuesta plena de humanidad.

V. RECOMENDACIONES

1. Es recomendable apreciar las consecuencias favorables a la víctima que pueda quejarse


o denunciar un acto de tortura, para su mayor protección y para evitar que suceda con otras
personas.
2. es necesario concientizar en nuestra sociedad una capacitación constante de nuestros
administradores de justicia en esta materia tomando en cuenta la experiencia de la
legislación comparada
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