Carta del Soberano Gran Maestro de Argentina al Guerrillero

Insisten que Sandino sí era Masón

* La masonería y la libertad
* Lo comparan con David...
* Es llamado íntegro y patriota

—EDWIN SÁNCHEZ—
Managua
Los masones insisten en que el General Augusto C. Sandino era un legítimo
hermano de su sociedad, según informa un miembro anónimo de esa
organización.

Este informante además entregó copia de una carta en la cual el Gran Maestro de
la Orden en Córdoba, Argentina, a inicios de los años 30, le manda un patriótico
mensaje al guerrillero, utilizando términos muy comunes a esa logia.

Con el membrete de la organización, identificada con las siglas

A.L.G.D.S.A.D.L.M, de la Orden Memphis, Mitzraim, la carta del archivo
personal de un reconocido profesional, el masón anónimo trató de dar más luz a
esta área de la vida mística de Sandino, a quien el doctor Danilo Aguirre le
atribuyó, basándose en datos históricos, membresía en la Escuela Magnético
Espiritualista de la Comuna Universal.

Sandino era un hombre espiritualista y estaba convencido de que aún muriendo

por su causa volvería, tal como lo hizo, en «olor de multitud» con la entrada de
los guerrilleros el 20 de julio de 1979, según lo describe el doctor Aguirre.

LA CARTA

La misiva es enviada por la Gran Orden de Rosario, Argentina, y fechada el 5 de

febrero de 1933, y dirigida a Su Excelencia, el Señor General don Augusto C.
Sandino, Managua.

Excelentísimo General y Muy Querido Hermano:

Le adjunto copia de una nota remitida con fecha 20 de mayo de 1929, y aunque
no hemos tenido el honor de haber recibido contestación a la misma, en estos
momentos de suprema satisfacción para vuestro patriotismo y del triunfo de la
Santa Causa de vuestros esfuerzos, de la libertad y de nuestros Sublimes
Principios, queremos hacer llegar nuestras entusiastas y sinceras felicitaciones a
quien después de seis años de lucha infatigable; después de haber asombrado al
Continente todo con una resistencia cuya tenacidad sólo es comparable al
heroísmo que recuerda la victoria bíblica de David sobre su gigantesco enemigo
y el ejemplo típico de las legendarias razas de América, que como herencia
seculares ha transportado a todas las generaciones esa fuerte voluntad, que como
en este caso, glorifica a un hombre patriota, íntegro y valiente, ha conseguido
afirmar la independencia, la grandeza y la tranquilidad de su patria y,
rubricándola, como los guerreros antiguos le ha tendido a descansar a la sombra
del glorioso pabellón común.

Deseamos que, disipada la nube de polvo de la última refrega, queden todos los
nicaragüenses unidos para siempre en estrecho abrazo y en nombre de la
fraternidad alcanzada y de la paz reconquistada, trabajen de consuno por la
grandeza y la soberanía nacional.

El Gran Hierofante Guerino Troilo

Soberano Gran Maestro General del Rito.