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UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE

CHIMBOTE
FACULTAD DE DERECHO

TÍTULO:
INFORME SOBRE LA RELACIÓN ENTRE CLIMA
SOCIAL FAMILIAR Y AGRESIVIDAD DE LOS
ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN SECUNDARIA
DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ELEAZAR
GUZMÁN BARRÓN, CHIMBOTE, 2013

INTEGRANTES:
Lilliana Soto Mogollón

DOCENTE:

Trujillo – Perú

2017
I. INTRODUCCIÓN

Desde el momento en que una persona nace, está inmersa en procesos de


socialización, y son los padres quienes tratan de cubrir las necesidades básicas de
alimentación, comunicación, afectividad, entre otros. Estas interacciones iniciales
con los miembros de la familia, se van desarrollando y perfeccionando con el
tiempo, e incrementando en complejidad, y permiten descubrir progresivamente el
medio que los rodea. La socialización es un proceso necesario para el desarrollo de
las personas, a través de él se adquiere una serie de normas, conocimientos,
valores, etc., y permiten que el individuo forme parte de la comunidad en la que
vive, de manera que siga progresando y mejorando (García, 2010).

El tipo de interacción entre el niño y sus padres, así como las expectativas y
sentimientos de los padres hacia los niños, determinan en gran parte no sólo la
personalidad, sino también el posible éxito escolar (Jiménez, Ferro, Gómez, &
Parra, 1999), de ahí que la calidad de la relación familiar existente influya de forma
significativa en el rendimiento como en la posible aparición de déficits y trastornos
psicoafectivos en los hijos como la agresividad. En el proceso de formación y
desarrollo, es necesario mencionar a institución educativa, y a los diferentes
elementos que están involucrados en el proceso enseñanza-aprendizaje como los
estudiantes, la familia y el ambiente. La importancia de la familia en el proceso de
socialización del niño es una realidad y no solo una pregunta teórica. La familia ha
estado, está y estará muy presente en el desarrollo social del niño (Bermejo, 2010).

Las conductas agresivas son una problemática que va en crecimiento a la par de


los actos violentos acontecidos en el país, por ello es importante describir los
comportamientos agresivos de los adolescentes en la Institución educativas con el
propósito de proporcionar información al director y al personal docente para
implementar estrategias que permitan reducir las conductas agresivas. Deben de
conocer los diferentes tipos de comportamientos agresivos que los alumnos
manifiestan dentro del contexto escolar y sus principales repercusiones en su vida
emocional, afectiva y académica, que permitirá al docente estar preparado para
afrontar retos e intervenir oportunamente para tratar de disminuir y fortalecer la
práctica de valores en la Institución y su hogar.

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II. ANALISIS

Según ha quedado dicho en el presente trabajo, los problemas de convivencia en los


centros escolares obedecen a numerosas causas. La solución, entonces, no puede
ser sencilla. Para empezar, se precisa el compromiso de todos los miembros de la
comunidad educativa encaminado hacia una cultura de paz. La participación
responsable en las instituciones lleva a las personas a experimentar cercanía y
solidaridad, sentimientos contrapuestos a la rivalidad y a la intolerancia que se hallan
presentes en los conflictos. El fortalecimiento de la comunidad previene, y, en su
caso, mitiga la violencia. Una parte considerable de los males que aquejan a la
escuela proceden del individualismo, de la exclusión y de la irracionalidad que reinan
en la sociedad. Cuando estos gérmenes penetran en los centros escolares, no hay
mejores antídotos que la comunicación y el escrupuloso respeto a la verdad. Las
soluciones para las conductas antisociales no deben aplicarse con precipitación. Más
allá de un marco general de prosecución de la concordia, los remedios han de
responder a cada situación particular. Así mismo, deben quedar atrás de manera
definitiva, cual si de piezas museísticas se tratase, las intervenciones basadas en la
sanción. La ciencia pedagógica muestra que las actuaciones humanitarias basadas
en la reflexión, en la participación, en el diálogo y en la responsabilidad, brindan las
mejores medidas profilácticas y terapéuticas para contrarrestar la violencia. Las
actuaciones represivas, aunque se acompañen de resultados visibles de tipo
quirúrgico, suelen generar rebrotes agravados.
En esta tesis se reflexiona sobre los problemas de convivencia en los centros
escolares, y se describen sumariamente algunas de las vías de solución que más se
siguen en la actualidad; por ejemplo, la disciplina, la negociación, y el fomento de la
competencia social. Los comportamientos antisociales y la violencia son realidades
cada vez más presentes en las instituciones educativas, y, como ha quedado
recogido en el texto, obedecen a múltiples causas. Esta etiología plural hace que no
resulte fácil hallar respuestas definitivas ni del todo satisfactorias a los muchos
interrogantes.

Desde mi punto de vista, cualquier planificación educativa dirigida a solucionar la


conflictividad escolar debe establecerse al calor del desarrollo personal y social. Las
intervenciones que sean sólo punitivas deben sustituirse por procederes nacidos de
la racionalidad y de la comprensión, que tengan en cuenta la imbricación de
escenarios, el papel y las características de los actores, el establecimiento
compartido de normas y de objetivos, al igual que las alternativas al conflicto.
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Las instituciones educativas del país y de nuestra colectividad vienen siendo
testigos de la violencia y agresividad de los educandos, por lo que se ha llevado a
cabo esta investigación del Clima Social Familiar, en relación con la Agresividad de
los estudiantes de secundaria. Los hallazgos de este estudio indican una
agresividad de nivel medio en las diferentes áreas y dimensiones del clima social
familiar en relación con los diferentes tipos de la agresividad. Lo que ha causado
extrañeza en el investigador, por lo que se interroga sobre los generadores de la
agresividad en niños y adolescentes, en nivel escolar.

Para esto se necesita un sistema de reeducación humana desde los hábitos y


conductas más elementales, como: la alimentación, las relaciones interpersonales,
las acciones y reacciones, el autocontrol en las percepciones de los estímulos
externos e internos, en sí estudiar un método de cambio de conducta en la
formación de la niñez y adolescencia de los estudiantes de las instituciones
educativas, de nuestro medio.

Los niños que son agresivos, generalmente muestran sus actitudes hacia el entorno
en el cual actúan mediante empujones, insultos, rabia; conllevando todo ello a un
aumento progresivo de violencia en otros casos buscan integrar grupos sociales que
tengan tendencias y características similares constituyendo así un problema social.
La actitud agresiva de los alumnos es una conducta aprendida de lo que ven en sus
hogares con sus padres y/o demás familiares, y en el entorno en el cual se socializa.
Alzate (1998) afirma:
Que los conflictos sociales implican una percepción divergente de
intereses. Con independencia de si se trata de un conflicto
intrapersonal (dentro del individuo), interpersonal (entre individuos),
intragrupal (dentro de un pequeño grupo) o intergrupal (entre grupos),
todo conflicto comporta cierto grado de incompatibilidad percibida
entre las partes con respecto a los objetivos o con relación a los
medios utilizados para alcanzarlos. Este autor indica que hay varias
formas de responder al conflicto, a saber: dominación, capitulación,
retirada, inactividad, negociación, e intervención de terceras personas.
Por último, conviene tener en cuenta que existen conflictos
destructivos (hay un debilitamiento de las partes), y conflictos
constructivos (las relaciones mejoran tras confrontar las diferencias
que haya habido). (p. 28-33).

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En este mundo globalizado se necesita una sociedad más humana, libre de
individualismo, de conflictos, egoísmo, de violencia y toda forma de agresividad. Sin
embargo, los hechos que ocurren cotidianamente van en otra dirección; por su
parte Melero (1993) sostiene que:
Las características de la propia institución escolar que pueden influir
en el surgimiento de conflictos son: la jerarquía estricta; la
obligatoriedad de la asistencia, y la necesidad de superar exámenes
sobre ciertos contenidos. Para este autor, las dos raíces de la
violencia y de la conflictividad escolar son: el autoritarismo de la
institución, que origina tensión y rebeldía; y la pérdida de poder del
maestro o profesor. ( pp. 54-55).

Asimismo, Torrego y Moreno (2003) afirman que la violencia escolar se ha


convertido en una epidemia trasnacional que produce perplejidad a padres y
profesores.
En nuestro país nos habla de la ley Nº 29719 de fecha 25/06/2011, cuyo título es
“ley que promueve la convivencia sin violencia en las instituciones educativas”, con
lo cual se estaría promoviendo una campaña nacional, para prevenir las acciones
producidas por la agresividad en las instituciones educativas, ésta surgió por el
caso más emblemático que fue difundido en todos los medios de comunicación, el
de un niño de 7 años que murió víctima de una golpiza dada por dos de sus
compañeros de colegio.

Asimismo la ONG Acción por los Niños y la UNICEF, presentados en un Fórum


Nacional por la Niñez, en el año 2006 señalan con respecto a la realidad de la niñez
peruana que en un 41.2 % de niños y niñas son maltratados físicamente con
frecuencia por sus padres y en un 85% son maltratados psicológicamente; 79,764
niños y adolescentes de 0 a 19 años tienen alguna discapacidad física y mental. Y
en el 2010 amplía sus investigaciones y llega a concluir que la violencia familiar
afecta a un 43.2% de niños y adolescentes y que el 81% de los agresores tuvieron
padres maltratadores, este problema genera en el estudiante que tenga dificultad
en el aprendizaje, causa de daños físicos y psicológicos, asimismo el
involucramiento en actos violentos, que es un factor de riesgo que incrementa las
probabilidades de emprender trayectorias de vida problemáticas, así lo sustenta en
sus investigaciones, Mertz (2006), por lo tanto es necesario el de prevenir todo
síntoma y todo tipo de violencia y agresividad en las aulas. Para explicar y
comprender el fenómeno de los niveles de la agresividad en la sociedad,
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argumentamos que la agresión se manifiesta como una forma de comportamiento
que puede desarrollar un sujeto, la cual, puede estar muy ligada al ambiente en que
vive y que puede expresarse de diversas maneras; es así que una de las políticas
educativas regionales enmarcadas en el Proyecto Educativo Regional (PER)
emitido por el comité impulsor (2007), considera que es necesario implementar
propuestas pedagógicas para asegurar aprendizajes efectivos en ambientes de
participación democrática, cooperación, respeto y afecto.

El trabajo nos situa en la Provincia del Santa, específicamente en el Distrito de


Chimbote, las instituciones educativas no son ajenas a esta realidad, tal como
hemos podido indagar y observar en nuestra diaria vivencia. Los casos más
saltantes en los estudiantes son los empujones, las peleas, las pateaduras, las
jaladas de cabello, jaladas de cuaderno, rayado de hojas, insultos, enseñar los
puños y/o los dientes, aislarle del compañero o aplicarle la ley del hielo, golpear,
lanzar miradas atemorizantes, quitar o plagiar las tareas sin consentimiento, poner
motes, esconder las cosas, robar; asimismo a la hora de recreo vemos
constantemente que los juegos son agresivos; tales como, el soldadito, las
chapaditas; juegos, en donde se manifiestan actos de hostilidad, violencia y
agresividad. Es necesario resaltar que en mucho de los casos, estos estudiantes
agresores proceden de hogares disfuncionales, hogares con un solo padre o
madre, (abuelos o familiares que les cuidan remplazando a los padres), o, padres
que no le dan un tiempo adecuado a sus hijos, familiares directos que han estado
involucrados en actos delictivos y violentos; que muchas de las veces han
terminado en penales, asimismo hogares conflictivos, al parecer también se
agudiza con el problema de la influencia de los contenidos de los medios de
comunicación, la publicidad excesiva de sus contenidos con un corte violento y la
misma sociedad que ayuda siendo hostil, violenta y agresiva, entre otros patrones
conductuales como (economicista, competitiva, sexista, violenta, agresiva,
discriminatoria, insolidaria, acelerada, consumista), todas estas causas van
generando en los estudiantes un proceso de asimilación e imitación, elevando en
ellos los niveles de agresividad, los cuales se hacen de manifiesto en la actualidad,
manifestándose así en los estudiantes actitudes de individualismo, insolidaridad,
competitividad, violencia, conductas hostiles, consumismo, a criticidad, simplismo,
intolerancia, racismo, agresividad, hostilidad y/o amoralidad, es por ello que fue
conveniente realizar esta investigación, porque se tratara de medir el nivel de
agresividad de estudiantes que provienen de hogares monoparentales y comparar
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con su clima social familiar, para luego capacitar y bajar estos niveles de
agresividad al mismo tiempo elevar el nivel del clima social familiar, dentro de la
armonía y una dinámica funcional, que coadyuven a fortalecer el clima familiar y la
calidad de vida, para una mejor sociedad.

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III. CONCLUSIONES

 Según la investigación llevada a cabo se puede apreciar que la agresividad

no sólo se aprende dentro del seno familiar sino también en el plano social y

cultural en el que se desenvuelve el estudiante.

 Existe una correlación significativa de agresividad. Tampoco se encuentra en

la dimensión desarrollo, pero sí se encuentra en la dimensión estabilidad,

existiendo un grado medio de agresión.

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IV. RECOMENDACIONES

 A la Dirección de la DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ELEAZAR


GUZMÁN BARRÓN, de la ciudad de Chimbote, realizar talleres para
mejorar las habilidades sociales en los estudiantes y para disminuir los
niveles de agresividad en ellos, en especial con los que presentan un
nivel alto de agresividad.

 A la Dirección de la DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ELEAZAR


GUZMÁN BARRÓN, de la ciudad de Chimbote, realizar seminarios taller
con los padres de familia sobre la importancia del desarrollo de un buen
clima familiar en el desarrollo integral de sus hijos.

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V. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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