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¿Por qué Hobbes no es el padre del Liberalismo?

Se tiene la premisa de que Hobbes es fundador del liberalismo, es decir de:


…cierta configuración en el orden jurídico-político de un Estado, caracterizado por
aspectos tales como la separación de los poderes públicos, la democracia, un
sistema económico de libre mercado, el sometimiento irrestricto a la ley y a la
constitución, la existencia de un Estado de derecho, y el respeto a las libertades
individuales de los ciudadanos y a la propiedad privada, entre otras cosas.1

O dicho de otra manera, del Estado liberal, pero, ¿en verdad Hobbes es
padre/fundador de dicha cuestión? Pues el liberalismo

Fue el marco y el común denominador de todo el mundo moderno, fue el substrato


de todo pensamiento, de toda conducta, de todo interés. Fue, en suma, el espíritu
social y político, en el que los valores se vieron supeditados, como nunca, a
condiciones bien concretas y contingentes.2

Y en este trabajo se pretende mostrar postura contraria respecto a la premisa de


que Thomas Hobbes es padre del liberalismo y para dicho fin se usarán datos y
hechos que son de conocimiento popular, ya sea datos históricos o conocimiento
bruto producto de la época actual, así como algunas citas que sean necesarias para
complementar las posturas que se mencionen aquí.

Comenzando con la premisa que Berns hace en su texto de que

Hobbes invita a su lector a poner a prueba la verdad de lo que escribe mirando en


sí mismo y considerando si lo que dice Hobbes acerca de las pasiones, los
pensamientos y las inclinaciones naturales de la humanidad se aplica a él; luego,
aprendiendo a “leerse” y conocerse a sí mismo mediante la similitud de pasiones y
situaciones, podrá leer las pasiones y los pensamientos de todos los demás.3

1 "Estado liberal". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/estado-liberal/


Consultado: 15 de febrero de 2018, 11:58 am.
2 López Cámara, Francisco (1971). Origen y Evolución del Liberalismo Europeo. p. 13. Textos

Universitarios, UNAM, México.


3 Berns, Laurence. Thomas Hobbes (1588-1679). En Leo Strauss y Joseph Cropsey

(compiladores), Historia de la Filosofía Política. (p. 378). Fondo de Cultura Económica, México (2ª
ed., 1996).
Es pues que realizando dicho ejercicio propuesto se llegó a la cuestión de si en
verdad Hobbes es lo que propone o si no lo es.

Es cierto que Hobbes elaboró una especie de código de leyes naturales y que a
dichas leyes las catalogó con el enunciado de obediencia moral para con la
sociedad civil. Y es de esto que parte para decir que el hombre no es social ni
político por naturaleza, es decir que es malo por naturaleza, y que por lo tanto debe
existir una organización superior que sea garante, mediador, juez y verdugo de la
vida del hombre en sociedad, del hombre que renunció a su condición natural para
conseguir una seguridad, pues el propio Berns señala que “la propia conservación
es importantísima porque el temor, el miedo a la muerte violenta, es la más poderosa
de las pasiones”4, pero, ¿a qué costo? Lo que propone Hobbes es “inventar medios
de redirigir y de intensificar el temor a la muerte y el deseo de comodidad” 5, y,
¿cómo? Pues básicamente haciendo depositario de algún poder superior esa
capacidad de aumentar el miedo a la muerte, sea por el medio que sea, ya sea por
recompensas o mediante castigos y privaciones. Siendo así que lo que Hobbes
propone no es un Estado liberal sino un Estado manipulador de la naturaleza
humana aplicando la lógica kantiana y maquiavélica de llegar a un fin bueno aunque
sea mediante actos malos, siendo en este caso el cortar la libertad del individuo
para integrarlo a una colectividad. Hobbes no puede ser considerado el padre del
liberalismo pues es quien propone el cercenar gran parte de la libertad del individuo,
uno de los pilares del propio liberalismo.

Hobbes retoma de Rousseau el contrato social, revalidando el postulado de que los


hombres pactan el ceder parte de sus derechos para depositarlos en uno solo, en
un soberano, y se dice que por dicho contrato “el soberano debe velar porque el
terror al castigo sea una fuerza más grande que el atractivo de cualquier beneficio
que pudiese esperarse de una violación del contrato”6. ¿Unidad y seguridad a través
de la imposición y el miedo al castigo? No parece algo liberal ni garante del respeto

4 Berns, Laurence. Thomas Hobbes (1588-1679). En Leo Strauss y Joseph Cropsey


(compiladores), Historia de la Filosofía Política. (p. 380). Fondo de Cultura Económica, México (2ª
ed., 1996).
5 Ibídem.
6 Ídem, p. 384.
al individuo ni a la colectividad, pues ya lo decía Benjamín Franklin que “aquel que
es capaz de renunciar a la libertad, por una pequeña seguridad transitoria no es
merecedor de la libertad ni de la seguridad.”

Sobre esto, Lorenzo Meyer nos dice del caso mexicano, que

Los líderes de la clase política mexicana pretendieron tener como inspiración de su


proyecto nacional una serie de ideas a las que, sin pretender originalidad,
denominaron liberalismo social. Sin embargo, sin una efectiva libertad política, sin
la vigencia del Estado de derecho y la protección de los derechos del ciudadano,
ningún liberalismo, ni social ni de cualquier otro tipo, es efectivamente tal.7

El texto de Berns hace mención de que el contrato social sólo es efectivo si se


alcanza su fin último: la seguridad. Pero entonces… ¿el contrato social en México
no es válido? Durante los últimos años a decir de muchos ciudadanos la seguridad
en México es algo que no se percibe, y no es que no se haya alcanzado
simplemente es que se perdió en algún momento y, según lo que dice el autor, el
contrato social debería quedar invalido permitiéndonos regirnos por nuestra propia
cuenta, ¿no? Pues según se lee que ningún individuo puede librarse del
cumplimiento de dicho contrato al decir que el soberano ha incumplido con el pacto,
porque la realización del pacto fue entre los hombres y no de los hombres con el
soberano. Pero también entra en consideración la premisa de que “ningún contrato
social debe interpretarse en tal sentido que prive a un hombre de la condición de
todo bien para él, su vida y de los medios de procurársela”8, además de que “todo
hombre puede con justicia desobedecer una orden de matarse o de herirse a sí
mismo o de abstenerse de algo que necesite para vivir”,9 queda preguntarse si no
es acaso la seguridad algo necesario para vivir y procurar el bien y la vida de un
ciudadano, y a saber de eso dice Hobbes que el castigo natural es la rebelión contra
el soberano, porque como dice Residente de Calle 13 en una de sus canciones:

7 Meyer, Lorenzo (2005). Liberalismo Autoritario: las contradicciones del sistema político mexicano.
(p. 15). Oceano, México.
8 Berns, Laurence. Thomas Hobbes (1588-1679). En Leo Strauss y Joseph Cropsey

(compiladores), Historia de la Filosofía Política. (p. 388). Fondo de Cultura Económica, México (2ª
ed., 1996).
9 Ibídem.
cuando la tiranía es ley, la revolución es orden. Como podemos ver de ejemplo en
casi la totalidad de revoluciones que han sucedido a lo largo y ancho de la historia
de la humanidad, la Revolución Francesa, la Rusa, la Mexicana, a decir de algunos
ejemplos.

Dice Berns acerca de los postulados de Hobbes que “la paz de la sociedad civil
depende de que el soberano tenga poder de vida y muerte sobre sus súbditos”10,
pero, ¿acaso no es eso el principal antagónico del Estado liberal, un Estado garante
de la vida del individuo y que delimita y debilita el poder de los gobernantes? Pues
bien respecto a eso Santos Pérez dice que

Un gobierno que pretenda ser liberal debe ser neutral frente a las diversas
concepciones que tengan los ciudadanos sobre lo que hace a una vida valiosa y
satisfactoria, … El Estado, según esta postura, debe renunciar a emitir juicio alguno
sobre el modo como los individuos han de orientar sus vidas, tratando únicamente
de ofrecer el marco neutral en el que llevar a cabo esas elecciones.11

Se deja a criterio del lector el título que se le otorga a Hobbes, si de fundador del
liberalismo o no, puesto que si bien sus enunciados significaron un avance, ello no
conlleva que fueran de la magnitud liberal que se le atribuye, más que atribuciones
liberales lo que Hobbes pareció hacer fue atribuciones netamente jurídicas, de
índole positivistas. Aunado a que Hobbes apareció como “un defensor del poder
absoluto”12 puesto que su ideal era el de un gobierno absolutista y monárquico, pues
“está lejos de ser un individualista duro y sí, en cambio, un apologista de la
centralización y la unidad del Estado”13 porque Hobbes plantea más bien la creación
de un Estado de voluntades individuales ligadas por la necesidad de sobrevivencia
y que se mantienen unidas por un poder que les es extraño a dichas voluntades y

10 Berns, Laurence. Thomas Hobbes (1588-1679). En Leo Strauss y Joseph Cropsey


(compiladores), Historia de la Filosofía Política. (p. 396). Fondo de Cultura Económica, México (2ª
ed., 1996).
11 Santos Pérez, Lourdes (2005). Liberalismo e Igualdad. Una aproximación a la filosofía política de

Ronadl Dworkin. p. 239-240. Universidad Externado de Colombia, Colombia.


12
González Madrid, Miguel. Liberalismo y Comunitarismo ¿Un falso debate? En Víctor Alarcón
(Ed.), Liberalismo y Neoliberalismo: temas para el debate: ensayos en homenaje a Juan Mora
Rubio. (p. 46). Editorial Torres Asociados, México, (2007).
13 Ibídem.
que incluso se decanta como superior. Ya que “el liberalismo, como movimiento de
ideas y prácticas sociales, es el resultado de la Ilustración”14, siendo resultado de
constantes pugnas entre quienes defendían un estado absolutista frente a los que
consideraban mejor un estado que previera condiciones de libre e igual desarrollo,
es así que se puede decir que “el liberalismo es un proceso de ideas y prácticas que
se ha desarrollado durante los pasados tres siglos”15, pues el liberalismo

…no es una expresión vacía. Dentro de su variedad de escuelas y épocas, el


liberalismo sustenta, si bien en diferentes proporciones, cuatro libertades
fundamentales: 1) la libertad (negativa) de la opresión como interferencia arbitraria;
2) la libertad (positiva) de participar en el manejo de los asuntos públicos; 3) la
libertad (interior) de conciencia y creencia; y 4) la libertad (personal) de
autodesarrollo de cada individuo.16

El liberalismo actual prima la libertad del individuo pero también vela por el beneficio
de la colectividad, lo que propone Hobbes es más bien la primacía del YO frente a
los demás, pero dicha primacía dentro de un grupo que siempre esté supeditada a
lo que alguien más fuerte diga, contrario a lo que Meyer señala de que

…la meta de todo liberalismo, es una sociedad que no se concibe compuesta por
estamentos, corporaciones o grupos, sino esencialmente por individuos racionales
conscientes de su interés, seguros de su capacidad y celosos de su libertad frente
a la autoridad.17

14 Maestre, Agapito (1998). Liberalismo, Fin de Siglo. (p. 43) Ernest Gellner & César Cansino
(Eds.). Universidad de Almería, Almería, España.
15 Ibídem, p. 54.
16 Ídem, p. 42.
17 Meyer, Lorenzo (2005). Liberalismo Autoritario: las contradicciones del sistema político

mexicano. (p. 17). Oceano, México.

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