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JURISPRUDENCIA
1. PRESENTACIÓN
El estudio de la prisión preventiva constituye sin duda alguna uno de los tópicos
más problemáticos del Derecho Procesal Penal. FERRAJOLI cuestiona su
propia regulación normativa al calificarla, desde un punto de vista material,
como la imposición de una pena adelantada, por lo que reclama su
inconstitucionalidad (1995, pág. 555 y ss.). Por otro lado, sectores más
moderados reconocen que, si bien su propia concepción constituye la limitación
de un importante derecho fundamental, como es el de la libertad personal, su
aplicación se legitima, en tanto que, desde un punto de vista normativo, se
cumplen una serie de presupuestos previamente establecidos que garantizan los
fines del proceso (Guerra Pérez, 2010, pág. 48 y ss.; Barona Vilar, 2017, pág.
292 y ss.; entre otros).
Así, acorde con esta última posición, el art. 268 del Código Procesal Penal del
2004 (CPP de 2004) establece los presupuestos materiales que, una vez
acreditados en la audiencia, determinarán la imposición de la prisión preventiva.
Estos son:
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Abogado. Magíster en Derecho por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Profesor de Derecho procesal penal en la Universidad San Ignacio de Loyola. Socio fundador
del Estudio Oré Guardia y del Instituto de Ciencia Procesal Penal.
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Abogado. Doctor en Derecho y Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Madrid.
Miembro del Instituto de Ciencia Procesal Penal.
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a. Fundados y graves elementos de convicción sobre la comisión de un hecho
delictivo
b. Prognosis de pena superior a los 4 años de pena privativa de libertad
c. Peligro procesal (peligro de fuga o peligro de obstaculización de la
investigación)
Conforme a ello, no será prioridad del presente trabajo desarrollar los aspectos
generales y dogmáticos sobre la prisión preventiva (concepto, características,
fines y presupuestos) que ya han sido ampliamente desarrollados por la doctrina
y jurisprudencia; sino la exposición de los diversos problemas que aparecen en
su práctica, con especial atención en el tenor interpretativo que los operadores
jurídicos vienen dando a los criterios que demostrarían la existencia de los
presupuestos materiales y la consecuente imposición de la prisión preventiva en
un caso concreto.
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2. PRESUNCIÓN DE INOCENCIA E INVERSIÓN DE LA CARGA DE
LA PRUEBA
Bajo este esquema se han reafirmado una serie de instituciones que han definido
el funcionamiento del proceso penal, así como la participación de los sujetos en
el mismo. Una de ellas es el principio de la presunción de inocencia, que se ha
mantenido como uno de los pilares estructurales del proceso penal, tan es así
que en la doctrina se ha considerado que su vulneración constituye la
desautorización del proceso mismo (Sánchez-Vera Gómez-Trelles, 2012, pág.
17).
Como es de comprender, este principio rige desde las primeras etapas del
proceso hasta la emisión de una sentencia firme que declare su
responsabilidad (Lozano Guerrero, Reséndez Estrada, & Fernández
Contreras, 2012, pág. 327). De ahí que sus efectos también se proyecten
sobre la fase cautelar, derivándose así una serie de reglas especiales de
evidente naturaleza cautelar:
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La presunción de inocencia le confiere al procesado la
posibilidad de ejercer su defensa de dos formas:
- Asumir una defensa activa (rebatir la pretensión cautelar del
fiscal o diseñar una tesis de defensa alternativa a la de este), con
lo que asumirá la carga de acreditar sus afirmaciones (carga de
alegar), lo que no constituye propiamente la inversión de la
carga acreditativa de los presupuestos de la prisión preventiva.
- Asumir una defensa pasiva (guardar silencio respecto de los
hechos y las pruebas aportadas) no puede ser interpretada en
perjuicio del imputado.
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que acrediten que sus familiares dependan de la procesada como
comprobantes de pago de alimentos, gastos en servicios, salud,
vestimenta, entre otros.
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Dictamen jurídico procesal relativo al acuerdo de prisión provisional, 2017,
pág. 16).
Por último, conviene destacar dos aspectos que también deben ser tenidos
en cuenta al momento de valorar la imposición de una medida cautelar en
un caso concreto:
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3. DERECHO DE DEFENSA EN MATERIA CAUTELAR
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semana, fecha en las cuales, es evidente, resultará poco probable poder
conseguir información.
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derecho a que se le conceda un tiempo razonable para que prepare su
defensa”; en ese mismo sentido, el art. 8.2.c de la CADH reconoce como
garantía procesal la “concesión al inculpado del tiempo y de los medios
adecuados para la preparación de su defensa”.
Por otro lado, en los demás supuestos, consideramos que el juez, ante el
requerimiento fiscal de prisión preventiva, debe fijar la audiencia otorgando
un plazo razonable para la preparación de la defensa. Ello de conformidad
con los arts. IX TP CPP de 2004 y 8.2.c de la CADH antes mencionados.
En primer lugar, los criterios establecidos por el art. 269 deben ser
entendidos como “tipologías referenciales”, destinadas a guiar el análisis
del riesgo de fuga (Asencio Mellado, 2005, pág. 514). Dicho de otro
modo, no nos encontramos frente a causales de tipo taxativo, ni frente
a verdaderos presupuestos materiales de la prisión preventiva.
B. El arraigo de calidad
b. Casos prácticos
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En el caso del “las empresas consorciadas”, pese a reconocer
la existencia de arraigo domiciliario, familiar y económico, estimó
la existencia del peligro de fuga al considerar que dicho arraigo
no era de calidad. El Juzgado explica, aunque no de forma clara,
que toma con reservas dicho arraigo porque: a) los delitos
imputados se habrían se realizado con la actividad económica que
desempeñaban los empresarios y b) la facilidad que tendrían de
salir del país por la capacidad económica que poseen y su
movimiento migratorio, lo que –respecto de esto último- se ve
acentuado para uno de los procesados que posee pasaporte
italiano.
c. Nuestra posición
El art. 269.5 CPP de 2004 refiere como quinto criterio para acreditar
la existencia del peligro de fuga la pertenencia del imputado a una
organización criminal. Aun así, se ha advertido que la jurisprudencia ha
construido un nuevo criterio, el mismo que ha sido nominado como
la vinculación del imputado a una organización criminal.
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La interrogante que surge a continuación es la siguiente: ¿este nuevo
criterio (vinculación del imputado a una organización criminal)
realmente responde a las necesidades aplicativas de la prisión
preventiva o es que ha sido dispuesto como un criterio artificioso
para acreditar maliciosamente la existencia de peligro de fuga en un
caso concreto?
b. Casos prácticos
c. Nuestra posición
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Desde un punto de vista práctico, la creación de nuevos supuestos que carecen de sentido
y lógica respecto al cumplimiento de la finalidad cautelar no ocasionan otra cosa que
evidentes y fuertes dificultades al momento de motivar su aplicación en un caso concreto, de
ahí que se observe que en los ejemplos citados la motivación en este extremo es
prácticamente nula.
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homine, de manera que no puedan crearse criterios irrazonables con
el único propósito de privar de la libertad a un ser humano.
B. Casos prácticos
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En la segunda instancia, la Sala consideró que el Juez de Garantías no
debió introducir ni pronunciarse sobre un supuesto que no ha sido
invocado por el Ministerio Público, pues así estaría sustituyéndolo en
su rol de parte
C. Nuestra posición
5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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