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LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA

HISTORIA BREVE

Tanto los nestorianos como los partidarios de Cirilo fueron llamados al concilio de
Éfeso en el año 431, convocados por Teodosio II. La disputa se centró
fundamentalmente en torno al título con el cual debía tratarse a María, si sólo
Christotokos (madre de Cristo, es decir, de Jesús humano y mortal) como
defendían los nestorianos, o además el de Theotokos (madre de Dios, o sea,
también del Logos divino), como defendían los partidarios de Cirilo. Finalmente se
adoptó como verdad de doctrina la propuesta por Cirilo, y se le concedió a María
el título de Madre de Dios, y los nestorianos o difisitas, fueron condenados como
herejes.

Cabe destacar que esta discusión en cuanto al término Christotokos o Theotokos


no tenía a María como centro de atención, sino que se enfocaba en la Cristología
que suponía, es decir, si Cristo es un ser de dos naturalezas (divina por una parte
y humana por otra parte) en una persona (doxa difisita o nestoriana) o, por lo
contrario, la monofisita: doxa que proclama a Cristo un ser de naturaleza única:
Dios encarnado con aspecto humano. El nestorianismo refutaba el concepto de
encarnación, que estaba en juego al discutir los términos griegos anteriores y
abrazaba el concepto de cohabitación o yuxtaposición.

La doctrina nestoriana, que sigue las enseñanzas del exégeta Teodoro de


Mopsuestia, insiste en el carácter distintivo de la divinidad y humanidad de Jesús,
lo que movió a los críticos de esta confesión a acusar a los nestorianos de creer
que Cristo era dos personas distintas: el Hijo de Dios y el hijo de María.
Concretamente, Nestorio se oponía a que María fuera llamada Theotokos (Madre
de Dios) porque le resultaba una incongruencia lógica y una blasfemia.

FUENTE: WIKIPEDIA

Instalado el Concilio de Éfeso el primer día de reuniones (22 de junio 431) se leyó
la carta doctrinal escrita por San Cirilo de Alejandría, dirigida a Nestorio, que
aprobada unánimemente definió a la Theotókos. La parte principal de la
declaración fue dada en estos términos:

“No decimos que la naturaleza del Verbo, transformada se hizo carne; ni tampoco
que se transmutó en el hombre entero, compuesto de alma y cuerpo; afirmamos,
más bien, que el Verbo, habiendo unido consigo, según hipóstasis o persona, la
carne animada del alma racional, se hizo hombre de modo inefable e
incomprensible y fue llamado Hijo del hombre, no por sola voluntad o por la sola
asunción de persona. Y aunque las naturalezas sean diversas, juntándose en
verdadera unión, hicieron un sólo Cristo e hijo, no porque la diferencia de
naturalezas fuese suprimida por la unión, sino porque la divinidad y humanidad,
por misteriosa e inefable unión en una sola persona, constituyeron un solo
Jesucristo e Hijo. Porque no nació primeramente un hombre cualquiera de la
Virgen María, sobre el cual descendiera después el Verbo, sino que, unido a la
carne en el mismo seno materno, se dice engendrado según la carne, en cuanto
que vindicó para sí como propia la generación de su carne... Por eso (los santos
Padres) no dudaron en llamar Madre de Dios a la Santísima Virgen”(Theotókos D
III a).

http://www.idyanunciad.net/reina/tema14.htm

El Concilio de Efeso, del año 431, siendo Papa San Clementino I (422-432)
definió:

"Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y


que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la
carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema."

El Concilio Vaticano II hace referencia del dogma así:

"Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con


el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas
en todos sus peligros y necesidades" (Constitución Dogmática Lumen
Gentium, 66).

"¿Cómo puede ser María la madre de Dios, si Dios ya existía antes de que ella
naciera?".

En el diccionario encontramos que "madre" es la mujer que engendra. Se dice que es madre
del que ella engendró. Si aceptamos que María es madre de Jesús y que El es Dios,
entonces María es Madre de Dios.

No se debe confundir entre el tiempo y la eternidad. María, obviamente, no fue madre del
Hijo eternamente. Ella comienza a ser Madre de Dios cuando el Hijo Eterno quiso entrar en
el tiempo y hacerse hombre como nosotros. Para hacerse hombre quiso tener madre.
Gálatas 4:4: "al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de
mujer". Dios se hizo hombre sin dejar de ser Dios, por ende María es madre de Jesús, Dios
y hombre verdadero.

Entonces, María es Madre de Dios, no porque lo haya engendrado en la eternidad sino


porque lo engendró hace 2000 años en la Encarnación. Dios no necesitaba una madre pero
la quiso tener para acercarse a nosotros con infinito amor. Dios es el único que pudo
escoger a su madre y, para consternación de algunos y gozo de otros, escogió a la Santísima
Virgen María quién es y será siempre la Madre de Dios.
Cuando la Virgen María visitó a su prima Isabel, esta, movida por el Espíritu Santo le
llamó "Madre de mi Señor". El Señor a quien se refiere no puede ser otro sino Dios. (Cf.
Lucas 1, 39-45).

La verdad de que María es Madre de Dios es parte de la fe de todos los cristianos ortodoxos
(de doctrina recta). Fue proclamada dogmáticamente en el Concilio de Efeso, en el año 431
y es el primer dogma Mariano.

Los errores de Nestorio

En el siglo V, Nestorio, Patriarca de Constantinopla afirmaba los siguientes errores:

Que hay dos personas distintas en Jesús, una divina y otra humana.

Sus dos naturalezas no estaban unidas.

Por lo tanto, María no es la Madre de Dios pues es solamente la Madre de Jesús hombre.

Jesús nació de María solo como hombre y más tarde "asumió" la divinidad, y por eso
decimos que Jesús es Dios.

Vemos que estos errores de Nestorio, al negar que María es Madre de Dios, niegan también
que Jesús fuera una persona divina.

La doctrina referente a María está totalmente ligada a la doctrina referente a Cristo.


Confundir una es confundir la otra. Cuando la Iglesia defiende la maternidad divina de
María esta defendiendo la verdad de que, su hijo, Jesucristo es una persona divina.

En esta batalla doctrinal, San Cirilo, Obispo de Alejandría, jugó un papel muy importante
en clarificar la posición de nuestra fe en contra de la herejía de Nestorio. En el año 430, el
Papa Celestino I en un concilio en Roma, condenó la doctrina de Nestorio y comisionó a S.
Cirilo para que iniciara una serie de correspondencias donde se presentara la verdad.

Concilio de Efeso

En el año 431, se llevó a cabo el Concilio de Efeso donde se proclamó oficialmente que
María es Madre de Dios. (Ver: Theotokos).

"Desde un comienzo la Iglesia enseña que en Cristo hay una sola persona, la segunda
persona de la Santísima Trinidad. María no es solo madre de la naturaleza, del cuerpo
pero también de la persona quien es Dios desde toda la eternidad. Cuando María dio a luz
a Jesús, dio a luz en el tiempo a quien desde toda la eternidad era Dios. Así como toda
madre humana, no es solamente madre del cuerpo humano sino de la persona, así María
dio a luz a una persona, Jesucristo, quien es ambos Dios y hombre, entonces Ella es la
Madre de Dios" -Concilio de Efeso
La ortodoxia (doctrina recta) enseña:

-Jesús es una persona divina (no dos personas)

-Jesús tiene dos naturalezas: es Dios y Hombre verdaderamente.

-María es madre de una persona divina y por lo tanto es Madre de Dios.

María es Madre de Dios. Este es el principal de todos los dogmas Marianos, y la raíz y
fundamento de la dignidad singularísima de la Virgen María.

María es la Madre de Dios, no desde toda la eternidad sino en el tiempo.

El dogma de María Madre de Dios contiene dos verdades:

1) María es verdaderamente madre: Esto significa que ella contribuyó en todo en la


formación de la naturaleza humana de Cristo, como toda madre contribuye a la formación
del hijo de sus entrañas.

2) María es verdaderamente madre de Dios: Ella concibió y dio a luz a la segunda persona
de la Trinidad, según la naturaleza humana que El asumió.

El origen Divino de Cristo no le proviene de María. Pero al ser Cristo una persona de
naturalezas divina y humana. María es tanto madre del hombre como Madre del Dios.
María es Madre de Dios, porque es Madre de Cristo quien es Dios\hombre.

La misión maternal de María es mencionada desde los primeros credos de la Iglesia. En el


Credo de los Apóstoles: "Creo en Dios Padre todopoderoso y en Jesucristo su único hijo,
nuestro Señor que nació de la Virgen María".

El título Madre de Dios era utilizado desde las primeras oraciones cristianas. En el Concilio
de Efeso, se canonizo el título Theotokos, que significa Madre de Dios. A partir de ese
momento la divina maternidad constituyó un título único de señorío y gloria para la Madre
de Dios encarnado. La Theotokos es considerada, representada e invocada como la reina y
señora por ser Madre del Rey y del Señor.

Mas tarde también fue proclamada y profundizada por otros concilios universales, como el
de Calcedonia(451) y el segundo de Constantinopla (553).

En el siglo XIV se introduce en el Ave María la segunda parte donde dice: "Santa María
Madre de Dios" Siglo XVIII, se extiende su rezo oficial a toda la Iglesia.

El Papa Pío XI reafirmó el dogma en la Encíclica Lux Veritatis (1931).


La Madre de Dios en el VAT II: este concilio replantea en todo el alcance de su riqueza
teológica en el más importante de sus documentos, Constitución dogmática sobre la Iglesia,
(Lumen Gentium). En este documento se ve la maternidad divina de María en dos aspectos:

1) La maternidad divina en el misterio de Cristo.

2) La maternidad divina en el misterio de la Iglesia.

"Y, ciertamente, desde los tiempos mas antiguos, la Sta. Virgen es venerada con el título de
Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles suplicantes se acogen en todos sus peligros y
necesidades.... Y las diversas formas de piedad hacia la Madre de Dios que la Iglesia ha
venido aprobando dentro de los limites de la sana doctrina, hacen que, al ser honrada la
Madre, el Hijo por razón del cual son todas las cosas, sea mejor conocido, amado,
glorificado, y que, a la vez, sean mejor cumplidos sus mandamientos" (LG #66)

En el Credo del Pueblo de Dios de Pablo VI (1968): "Creemos que la Bienaventurada


María, que permaneció siempre Virgen, fue la Madre del Verbo encarnado, Dios y
salvador nuestro"

En 1984 consagra J.P.II el mundo entero al I.C. de María, a través de toda la oración de
consagración repite: "Recurrimos a tu protección, Santa Madre de Dios"

María por ser Madre de Dios transciende en dignidad a todas las criaturas, hombres y
ángeles, ya que la dignidad de la criatura está en su cercanía con Dios. Y María es la mas
cercana a la Trinidad. Madre del Hijo, Hija del Padre y Esposa del Espíritu.

"El Conocimiento de la verdadera doctrina católica sobre María, será siempre la llave
exacta de la comprensión del misterio de Cristo y de la Iglesia"

Y la Madre de Dios es mía, porque Cristo es mío (S. Juan de la Cruz)

a) María es madre

"Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús" (Lc 1, 31).
La Virgen de Nazaret desposada con José, cuyo nombre era María, aparece por primera vez
en la historia de la salvación en el momento en que comienza a ser madre. De su historia
anterior nada nos dice la Biblia, aunque algunas noticias nos han llegado la tradición y por
los evangelios apócrifos. Todo lo anterior desaparece ante el hecho extraordinario de que
María, la bendita entre las mujeres, ha sido elegida para llevar en su seno al Hijo del
Altísimo (Lc 1, 32).

Los "gnósticos" de los primeros siglos consideraban el cuerpo de Cristo como caído del
cielo, plasmado directamente por las manos de Dios. Los "docetas" hablaban de la
humanidad de Cristo como mera apariencia. Pero no es ésa la enseñanza de los Evangelios.
San Pablo habla de Jesús como "nacido de mujer" (Gal 4, 4), nacido de la estirpe de David
(Rom 1, 3). El ángel ha dicho a María concebirá en su propio vientre, que dará a luz un hijo
(Lc 1, 31). La maternidad de María, en lo que a ella se refiere, en nada se diferencia de la
maternidad de cualquier otra mujer. Se diferencia -como veremos después- en la ausencia
de principio masculino.

b) María es Madre de Dios

Nadie puede pensar que Dios (el eterno, el increado, el creador de todo lo que existe) tenga
una madre de quien haya recibido la vida y la existencia. No podemos imaginar que Dios
esté en dependencia de otro ser.

Pero Jesús, el hijo de María, que de ella ha recibido la vida humana, es al mismo tiempo el
Hijo de Dios, igual en todo al Padre. El Hijo de Dios es realmente hijo de María. El hijo de
María es realmente Hijo de Dios. Ése es el misterio de la Encarnación de un Dios que ha
querido hacerse hombre.

Jesús, el hijo de María, es una Persona única e indivisible que ha tomado consigo la
naturaleza humana. Sus acciones, las humanas y las divinas, responden a un mismo "Yo".
Con la misma verdad puede decir: "Yo soy el Hijo eterno de Dios, que existo antes de que
Abraham existiera" o "Yo soy el hijo de María, nacido en Belén".

Se llenó Isabel de Espíritu Santo, y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En
cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. ¡Dichosa tú que
has creído! porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. María dijo: Proclama mi alma la
grandeza del Señor". (Lc 1, 41-46).

Podríamos notar en este texto:

-Isabel proclama esta bendición "llena de Espíritu Santo". Podríamos interpretarlo diciendo
que las palabras de Isabel son un verdadero acto de fe.

-Isabel, llena de Espíritu Santo, une en una sola bendición a María y al hijo que lleva en el
vientre.

-El saludo de María es portador de alegría y de salvación para Isabel y para el hijo que ella
está gestando.

-María ha creído la palabra del Señor, es decir, la palabra que le dirigió Gabriel, enviado
por Dios (Lc 1, 26)

-Se repite tres veces la palabra "Señor".

El Señor que ha hablado a María es Dios. El Señor cuya grandeza proclama María es
Dios. Por esta misma razón, "la madre de mi Señor" puede traducirse:"la madre de mi
Dios".
La Traducción del Nuevo Mundo [o "Biblia de los Testigos"]dice:

"Elisabet se llenó de espíritu santo, y clamó con fuerte voz y dijo: ¡Bendita tú eres entre las
mujeres, y bendito es el fruto de tu matriz. ¿Pues a qué se debe que tenga yo este
(privilegio) de que venga a mí la madre de mi señor? Porque, ¡mira! al entraren mis oídos el
sonido de tu saludo, saltó con gran alegría la criatura en mi matriz. Feliz también es la que
creyó, porque tendrán ejecución completa las cosas que se le hablaron de parte de Jehová.
Y María dijo: Mi alma engrandece a Jehová..."

En el texto griego, la palabra "Señor" las tres veces es Kyrios. No es correcto que una
misma palabra, en un mismo contexto, se traduzca de manera distinta.

En noviembre de 1996 San Juan Pablo II explicó que “la expresión ‘Madre de Dios’ nos
dirige al Verbo de Dios, que en la Encarnación asumió la humildad de la condición humana
para elevar al hombre a la filiación divina”.

“Pero ese título, a la luz de la sublime dignidad concedida a la Virgen de Nazaret, proclama
también la nobleza de la mujer y su altísima vocación. En efecto, Dios trata a María como
persona libre y responsable y no realiza la encarnación de su Hijo sino después de haber
obtenido su consentimiento”, afirmó.

Como la doctrina de la Trinidad considera a Jesús una de las personas divinas (Padre, Hijo
y Espíritu Santo), se le da a María el título de theotokos, 'Madre de Dios'. Isabel había
dicho: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte
del Señor!» (Lc 1,45). Aquí "el Señor" es indudablemente Dios. Por lo tanto cuando a
continuación la llama: "la madre de mi Señor", la referencia es muy clara: la consideraba
'Madre de Dios'.

Según la teología ortodoxa y también católica, es correcto denominarla de esta forma pues
Jesús unía en una misma persona dos naturalezas (la humana y la divina), y cuando se habla
de María como Madre de Dios se refiere a María como madre de Jesús en toda su persona.
La ortodoxia encuentra correcto[cita requerida] el referirse a María como Hija de Dios Padre,
Madre de Dios Hijo, y Esposa del Espíritu Santo. Su razonamiento lógico es el siguiente;
"Si Jesús es Dios y María es madre de Jesús, entonces María es Madre de Dios". La
encarnación significa que en un instante la segunda Persona de la Trinidad, el Verbo, de
naturaleza divina, asumió plenamente la naturaleza humana -sin menoscabo de su
condición divina- al ser concebido milagrosamente en María. Como fue instantánea y
esencial, María en ese momento empezó a ser madre de Jesús: hombre-Dios.

Para los cristianos, sobre todo en la teología católica, ortodoxa y anglicana, se ponen de
manifiesto un conjunto de "paradojas marianas" (recopiladas por Castán Lacoma) y solo
contempladas en el marco de la fe, pues forman parte del "misterio mismo de Dios, que
quiso hacerse niño", y depositó en María gracias extraordinarias en orden a su maternidad.
Por ser la madre de Cristo –considerado el Verbo encarnado, Dios mismo–, María es:

 la que dio el ser al creador de todo,


 la que engendró al mismo que la había creado a ella,
 la que existía antes que Dios... se encarnara,
 la que encerró en su seno al Inmenso e Infinito,
 aquella que encerró en sus entrañas a quien no cabe en todo el mundo,
 la que sostuvo en sus brazos al que todo lo sustenta,
 la que tuvo obligación de ejercer vigilancia materna sobre el que todo lo ve,
 la que tuvo a su cuidado al Dios que cuida de todos,
 la que tocó los confines de quien no tiene fin.63

En las iglesias ortodoxa y católica también existe la creencia de la "Santísima dormición de


la Virgen María", ya que al considerar que estaba libre del pecado original, no podía morir
pues la muerte es consecuencia de este pecado. Por ello fue algo comúnmente creído por
los fieles: “En el principio, la comunidad cristiana no tenía ningún recuerdo de la muerte de
María”. (Periódico L‘Osservatore Romano por el teólogo católico Jean Galot). En Jerusalén
se encuentra la benedictina Abadía de Hagia María o de la Dormición, en cuya cripta se
dice descendió María y fue dormida antes de su asunción al cielo, lo cual fue proclamado
solemnemente por Pio XII en 1950. Por otro lado también se cree lo dicho por los padres de
la Iglesia desde San Melitón de Sardes en el siglo II después de Cristo de que María fue
coronada en el cielo después de su asunción, basándose esto en el relato del libro del
Apocalipsis en el capítulo 12. En la iglesia católica, la Coronación de María es el 5.º.
Misterio glorioso del Rosario.

La palabra Theotokos también nos ayuda a comprender esta enseñanza un poco mejor.

La palabra literalmente significa “portadora de Dios”, no


“generadora de Dios”.

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