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Exposición física III

Intensidad del campo magnético y magnetización

Intensidad magnética es un fenómeno que normalmente se expresa en términos de


magnetización y el campo magnético.

Antes de adentrarnos en el tema es conveniente dar una revisión a algunos conceptos y


ecuaciones fundamentales del magnetismo, necesarias para entender el comportamiento
magnético de los materiales.

Los campos magnéticos generados por las corrientes y que se calculan por la ley de
Ampere o la ley de Biot-Savart, se caracterizan por el campo magnético B medido en
Teslas. Pero cuando los campos generados pasan a través de materiales magnéticos que por
sí mismo contribuyen con sus campos magnéticos internos, surgen confusiones sobre que
parte del campo proviene de las corrientes externas, y que parte la proporciona el material
en sí. Como práctica común se ha definido otra cantidad de campo magnético, llamada
usualmente "intensidad de campo magnético", designada por la letra H. Se define por la
relación:

H = B0/μ0 = B/μ0 – M

Como sabemos, cualquier carga eléctrica en movimiento genera un campo magnético.


Industrialmente, un forma simple de generar campos magnéticos de intensidad controlada
es haciendo pasar una corriente I a lo largo de un solenoide de N espiras, como el mostrado
en la figura 10.1. De acuerdo con la ley de Ampere, el paso de la corriente da lugar a
una intensidad magnética H en el interior del solenoide y en la dirección de su eje dada por
la expresión:
H = N·I/ L (10.1)

Siendo L la longitud del solenoide. Dicha Intensidad da lugar a la aparición de un campo


magnético inducido B, también conocido como inducción magnética o densidad de flujo,
cuya intensidad, en el caso de que el solenoide se encuentre en el vacío, y equivale:
Bv = μ0 H (10.2)

Si en vez del vacío colocamos ahora una barra de un material ferromagnético en el


interior, tal como indica la figura 10.1, se observa que, para la misma Intensidad H, el valor
del campo magnético B cambia, siendo su valor:
B=μH (10.3)
Figura 10.1. Campos magnéticos en el interior de un solenoide.

siendo μ la permeabilidad magnética del material de la barra. A efectos comparativos


resulta conveniente el empleo de una permeabilidad relativa μr, adimensional,
cumpliéndose la ecuación:
μ = μ0 · μr (10.4)
Hemos observado que la presencia de un material hace cambiar la intensidad del campo. El
campo B de la expresión 10.3, puede considerarse como la suma del campo que existía en
el vacío Bv y del campo generado por la presencia del material Bm. De este modo:

B = μ0(H + M) (10.5)

H y M tendrán las mismas unidades, amperios/metro. Para distinguir aún mas B de H, a


veces se le llama a B densidad de flujo magnético o inducción magnética. A la cantidad M
en estas fórmulas, se le llama magnetización del material.

la imantación o magnetización de la sustancia, que se define como el momento


magnético que posee por unidad de volumen. Esta magnetización que aparece en el
material es también causada por la intensidad magnética H. la magnetización M que
aparece en los materiales es también consecuencia del movimiento de cargas
eléctricas, en este caso, de los electrones, que giran alrededor del núcleo y a la vez rotan
sobre sí mismos. Dependiendo de cómo reacciona el material ante una excitación externa
H, los materiales se clasifican en diamagnéticos, paramagnéticos y ferromagnéticos.

Luego el total del campo magnético B en el material, está dado por

B = B0 + μ0M
donde μ0 es la permeabilidad magnética del espacio y B0 es el campo magnético aplicado
externamente.
Los materiales pueden ser clasificados por su respuesta a los campos magnéticos aplicados
externamente, como diamagnéticos, paramagnéticos, o ferromagnéticos. Estas respuestas
magnéticas difieren en gran medida en intensidad.

Materiales diamagnéticos

El diamagnetismo, es la propiedad de todos los materiales de oponerse al campo magnético


aplicado, son débilmente repelidos por las zonas de campo magnético elevados.

Los materiales diamagnéticos presentan la particularidad de que los electrones al realizar su


movimiento orbital producen un momento magnético neto que tiene el valor cero en
ausencia de campo magnético externo alguno. Un proceso de magnetización inducida, que
según la ley de Faraday-Lenz crea un momento magnético inducido que está en oposición
al campo que se le está aplicando, con lo cual se reduce el valor de la inducción del campo
magnético suministrado. En definitiva y desde un punto de vista macroscópico corresponde
a una imanación negativa que se puede definir a través de una susceptibilidad magnética
negativa χm que como se indicó anteriormente tiene un valor de –10-5.
Los materiales que tienen comportamiento diamagnético son el bismuto, cobre, plomo,
plata y oro. El bismuto metálico, el hidrógeno, el helio y los demás gases nobles, el cloruro
de sodio, el cobre, el oro, el silicio, el germanio, el grafito, el bronce y el azufre. Nótese
que no todos los citados tienen número par de electrones.

El fenómeno del diamagnetismo se debe principalmente al movimiento orbital de los


electrones alrededor del núcleo, y como es de suponer se presenta en todos los materiales,
ahora bien este efecto es muy pequeño en la mayoría de los materiales y queda eclipsado
por otros efectos más fuertes que se producen en los materiales, estos efectos serán los
paramagnéticos y ferromagnéticos. Estos materiales con predominio del efecto
diamagnético no tienen magnetismo remanente lo que nos dice que el momento magnético
inducido desaparece al anular el campo magnético exterior que actúa sobre el material. El
valor la susceptibilidad magnética para los materiales diamagnéticos es independiente de la
temperatura.

Materiales paramagnéticos

El paramagnetismo cuando está presente, es más fuerte que el diamagnetismo y produce


magnetización en la dirección del campo aplicado, y proporcional al campo aplicado. Los
efectos ferromagnéticos son muy grandes, produciendo magnetizaciones a veces, de
órdenes de magnitud mayor que el campo aplicado, y como tales son mucho más grandes
que los efectos diamagnéticos o paramagnéticos.
Son débilmente atraídos por las zonas de campo magnético intenso.
Sufren el mismo tipo de atracción y repulsión que los imanes normales, cuando están
sujetos a un campo magnético. Sin embargo, al retirar el campo magnético, la entropía
destruye el alineamiento magnético, que ya no está favorecido energéticamente. Es decir,
los materiales paramagnéticos son materiales atraídos por imanes, pero no se convierten
en materiales permanentemente magnetizados. Algunos materiales paramagnéticos son:
aire, aluminio, magnesio, titanio y wolframio

Figura 10.2. Permeabilidad magnética de los diferentes materiales en relación a la de vacío.

Los materiales paramagnéticos, en cambio, presentan susceptibilidades positivas, pero


también de muy pequeño valor, entre 10-6 y 10-2. En ambos casos, el cambio respecto al
observado en el vacío es despreciable. Es decir, la permeabilidad magnética de los
materiales día y paramagnéticos es prácticamente igual a la del vacío por lo que carecen de
interés industrial.

Los materiales ferromagnéticos

El ferromagnetismo es un fenómeno físico en el que se produce ordenamiento magnético


de todos los momentos magnéticos de una muestra, en la misma dirección y sentido. Un
material ferro magnético es aquel que puede presentar ferromagnetismo. presentan
fenómenos de histéresis.
El ferromagnetismo no es una propiedad que depende sólo de la composición química de
un material, sino que también depende de su estructura cristalina y la organización
microscópica. El acero eléctrico, por ejemplo, es un material producido a escala industrial
cuyas propiedades ferromagnéticas han sido optimizadas para hacer uso de ellas en
aplicaciones donde se requiere el establecimiento de campos magnéticos de manera
eficiente. Sin embargo hay aleaciones ferromagnéticas de metal, cuyos componentes no
son ferromagnéticos, llamadas aleaciones Heusler. Por el contrario existen aleaciones no
magnéticas, como los tipos de acero inoxidable, compuesta casi exclusivamente de metales
ferromagnéticos.
Se caracterizan por presentar susceptibilidades muy altas y, por lo tanto, son capaces de
adquirir una fuerte magnetización, lo que se aprovecha industrialmente para generar
campos magnéticos de alta intensidad.
Son siempre metálicos y su intenso magnetismo no es debido a los dipolos.
Es uno de los más importantes.
Los más conocidos son el hierro el cobalto y el niquel.

Materiales ferrimagneticos

 Es la base de mayoría de los imanes metálicos de utilidad Es la base de mayoría de


los imanes metálicos de utilidad, los materiales magnéticos cerámicos se basan en un
fenómeno ligeramente diferente.

 Los materiales ferromagnéticos proceden normalmente de la ferrita. Las ferritas,


siendo materiales cerámicos, son buenos aisladores eléctricos. En algunas
aplicaciones magnéticas, tales como transformadores de alta frecuencia, se
requiere una baja conductividad eléctrica.

 El ferromagnetismo también presenta, como el ferromagnetismo, magnetizaciones de


saturación o histéresis (punto en el que ya no aumenta la magnetización aunque
aumentemos la fuerza del campo), aunque no en valores tan altos. Otra similitud es que
por encima de la temperatura de Curie se pierde el ferrimagnetismo y el material pasa a
ser paramagnético.

 Implican un emparejamiento antiparalelo de los electrones, reduciendo por lo tanto el


movimiento magnético neto que es posible alcanzar en los metales

 El material mas conocido es el ferrita

Fenómeno de histéresis

Ocurre cuando magnetizamos un material ferromagnético o ferrimagnetico.

Permeabilidad

La permeabilidad magnética nos indica con qué facilidad atraviesa el campo magnético la
materia, o sea si esta es buena conductora o no del campo magnético.

La permeabilidad es una caracteristica magnética de la materia (por ejemplo del aire,


cartón, aluminio, hierro). La pemeabilidad como se verá es baja en el vacío y es elevada en
materiales como el hierro.
Ciclo de histéresis

Cuando a un material ferromagnético se le aplica un campo magnético


creciente Bap su imantación crece desde O hasta la saturación Ms, ya que
todos los dominios magnéticos están alineados. Así se obtiene la curva
de primera imantación. Posteriormente si Bap se hace decrecer
gradualmente hasta anularlo, la imantación no decrece del mismo modo,
ya que la reorientación de los dominios no es completamente reversible,
quedando una imantación remanente MR: el material se ha convertido en
un imán permanente. Si invertimos Bap, conseguiremos anular la
imantación con un campo magnético coercitivo Bc. El resto del ciclo se
consigue aumentando de nuevo el campo magnético aplicado. Este
efecto de no reversibilidad se denomina ciclo de histéresis.

El área incluida en la curva de histéresis es proporcional a la energía


disipada en forma de calor en el proceso irreversible de imantación y
desimantación. Si este área es pequeña, las pérdidas de energía en cada
ciclo será pequeña, y el material se denomina magnéticamente blando.
Material "duro" Material "blando"

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