1) Es constitucional: El plebiscito está reconocido constitucionalmente como un derecho
político y como un mecanismo de Referendo Consultivo Nacional para materias de especial transcendencia nacional (Art 77 CRBV, se activa con mayoría de los integrantes AN) 2) Activación de la mayoría: El objetivo fundamental es la expresión y participación de la totalidad de los sectores que rechazan la constituyente. Es un hecho que no todos pueden o quieren participar en las protestas de calle por su alto riesgo de represión. Estos sectores que incluye el chavismo disidente van a tener un mecanismo para expresar su rechazo. Se busca el contraste de un número en millones de personas, que sea mediático y destruya cualquier vestigio de legitimidad del fraude constituyente. 3) Es un mecanismo de Rebelión civil: como alternativa está dispuesta a mostrar el rechazo y el desconocimiento de los comicios que organiza el CNE. Con métodos distintos de organización paralela, no existe para la mayoría del pueblo venezolano las instituciones usurpadas. 4) No es solución absoluta: Con determinación y claridad debemos saber que no se trata de una fórmula mágica, ni que implica per se la suspensión de la constituyente. Es la activación de OTRO mecanismo de lucha y de rebelión civil alternativo, que DEBE acompañarse con las formas de rebelión ya conocidas, la desobediencia en la calle debe continuar. 5) No se avala el fraude, no se traiciona a los caídos: Este mecanismo es eminentemente político, no es un planteamiento jurídico de convalidar o no la constituyente, es irrefutable que somos mayoría los que la rechazamos, mas es imperioso agotar todas las formas de expresarlo. Estamos en rebelión hace más de 90 días, y eso no cambiará mientras no hayamos conseguido nuestros objetivos. 6) Pico de participación: para convocar a la calle de forma indefinida que comenzaría ese mismo 16 d julio debe activarse la mayor cantidad de sectores del país, es un buen comienzo que sea a partir de un plebiscito. 7) Lucha simbólica y mediática: millones de personas, colas interminables, un número simbólico de almas humanas que claman la suspensión de la constituyente y el rescate de la Republica. Estemos convencidos que ese símbolo será necesario convertirlo en más acciones que provengan del mismo pueblo venezolano. Parte del mismo juego simbólico es arrastrar mayor cantidad de oficialistas que se desliguen de las pretensiones de la cúpula podrida. La batalla que enfrentamos es política, social, militar y espiritual, en cada sector debemos ganar, y en cada sector al que pertenezcas deberás dar parte de tu propia lucha.