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Introducción: El sistema de estrellas en el que vivimos, en torno al Sol es el Sistema Solar.

El Sol proporciona la
fuente de energía que alimenta la vida en la Tierra y sin ella no podríamos existir. Sin embargo, en cuanto a estrella el
Sol es una estrella del montón. Hay estrellas de masas entre 0,08 y 80 veces la del Sol.

Nuestro Sol tiene un radio de 697 000 km (compara este al radio de la Tierra de 6 378 km) y comprende alrededor del
99,8% de la masa de todo el Sistema Solar. En el centro del Sol las temperaturas alcanzan los 15 600 000 °C (más
de 15 millones de grados), y hasta la superficie, más fría, está a unos 5 800 °C. Estas temperaturas tan altas se
generan por procesos nucleares. Cada segundo unos 6 mil millones de toneladas de núcleos de hidrógeno se
consumen en la región central del Sol y se fusionan en este vasto reactor nuclear estelar para hacer helio. Esto
genera una enorme cantidad de potencia: 386 trillones de trillones de megavatios (3,86x10 26 W). Trataremos los
procesos nucleares en detalle más adelante.

Los puntos oscuros visibles en su superficie son las manchas solares, regiones más frías con temperaturas de unos
3800 °C. Una mancha solar puede tener unas 2 o 3 veces el diámetro de la Tierra (Fuente: Real Academia Sueca de
Ciencias). Las manchas solares se producen cuando el campo magnético intenso del sol agita la superficie. Cómo
ocurre esto exactamente todavía no se entiende en detalle, y es un gran campo de investigación para los astrónomos.

Los planetas: El sistema solar consiste en el sol y en su centro 8 planetas que se mueven en órbitas elípticas a su
alrededor. El sol es mucho mayor que los planetas. A su vez los planetas dan cuenta de menos del 0,15% de la masa
del Sistema Solar. Los planetas sólo son visibles por la luz del sol reflejada en su superficie, no emiten luz por sí
mismos.
Hay también muchos cuerpos de menor tamaño, como lunas que orbitan en torno a los planetas, asteroides y
cometas. La Tierra es el tercer planeta del sol. El nombre del resto de planetas se origina en dioses y diosas griegos
y romanos. Los planetas, alejándonos del sol, son los siguientes:

1. Mercurio, así llamado por el dios romano del comercio, de los viajeros, ladrones y de los oradores, y mensajero
de los dioses (sus sandalias aladas le permitían llevar mensajes con rapidez, como da la vuelta al Sol).
2. Venus, bautizado en honor de la diosa romana del amor y la belleza, debido a su brillo en el cielo.
3. Tierra viene del latín Terra, diosa griega de la tierra, literalmente por la tierra o barro que contiene.
4. Marte, llamado así por el dios romano de la guerra, debido a su rabioso color rojo.
5. Júpiter, así llamado por el dios supremo del panteón romano, es el planeta mayor del sistema solar.
6. Saturno, denominado así por el dios romano del tiempo y la agricultura, al tener el tiempo de observación en el
firmamento más largo. Muy conocido por sus bellos anillos
7. Urano, así llamado por el dios griego del cielo. Fue el primer planeta que se descubrió usando un telescopio, y
8. Neptuno, derivado del dios romano del mar, también conocido como el gigante azul. Tiene 6 anillos.

Plutón fue considerado un planeta hasta 2006, momento en el que fue reclasificado como planeta enano. Hay tres
criterios que hay que cumplir para ser definido como planeta. El objeto ha de orbitar alrededor de su estrella, poseer
suficiente tirón gravitatorio para ser esférico, y tener suficiente masa para limpiar el área en torno a su órbita. Plutón
no cumplía este tercer criterio.

¿Existen otros planetas similares a la tierra? : Mercurio, Venus, la Tierra, y Marte son todos planetas rocosos. Sin
embargo, a pesar de tener esta característica común, son muy diferentes en otros aspectos. Mercurio no tiene
atmósfera, y por esta razón tiene un aspecto muy similar a la luna, cubierto de cráteres por los continuos impactos de
meteoritos. Venus, el segundo planeta contando desde el Sol, es el mas caliente. La temperatura promedio de su
superficie es 464 °C, tanto de día como de noche. La montaña mas elevada del sistema solar es Monte Olimpo en
Marte. Es aproximadamente tres veces mas alto que el Monte Everest, la montaña mas alta de la Tierra.
Por otra parte Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno son gigantes gaseosos. Júpiter es con diferencia el planeta mas
grande del sistema solar, con mayor masa que todo el resto de los planetas juntos. Su masa es unas 300 veces la
masa de la tierra, y tiene mas de 60 satélites. Saturno tiene 9 anillos planetarios.

El planeta mas parecido a la tierra es Marte. Existe evidencia de que existió agua en Marte en el pasado. Sitios
similares a orillas, cauces de ríos, e islas sugieren que grandes ríos marcaron en el pasado el planeta. A donde fue a
parar el agua es un problema aun no resuelto. Por la posible existencia de agua en el pasado, Marte es considerado
un candidato a planeta que pudo hospedar vida fuera de la tierra. ExoMars es una misión Europea, desarrollada
actualmente por la ESA (Agencia Espacial Europea) y la NASA. Hay lanzamientos programados para 2016 y 2018, y
se instalarán distintos dispositivos de medición. El Trace Gas Orbiter (TGO) orbitará Marte buscando metano, gas que
podría indicar la existencia de vida en el pasado. También se utilizará un vehículo (trotamundos) altamente autónomo
de 6 ruedas, que hará fotos de la superficie y que hará perforaciones de hasta dos metros de profundidad para tomar
muestras del suelo.
Las Lunas, compañeras de los planetas: No todos los planetas tienen lunas. Mercurio y Venus, hacen en solitario el
viaje alrededor del sol, mientras que otros planetas tienen muchas. Jupiter, por ejemplo tiene alrededor de 60 lunas.
Nuestro planeta tiene una luna que es a la vez el único lugar fuera de la Tierra visitado por los humanos. Los
astrónomos creen que un objeto con un tamaño parecido a Marte colisionó con la Tierra, dando los remanentes de
esta colisión origen a la Luna.

Esta composición artística muestra Jupiter con su gran Mancha Roja, una tormenta gigantesca cuyo tamaño es tres
veces el de la Tierra y vientos que superan los 450 km/h. A la derecha se observan las lunas de Galileo (Ío, Europa,
Ganímedes y Calisto - de arriba a abajo). Evidentemente Júpiter y sus lunas están a mayor distancia que la que se
muestra en la imagen.

El 21 de julio de 1969, Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna, una hazaña importantísima
ya que nos separa una distancia aproximada de 384.400km. La Luna, al igual que muchos planetas, está sometida al
bombardeo de una constante lluvia de meteoritos, asteroides y cometas. Al no tener atmósfera, la Luna está cubierta
de cráteres. En el caso de la Tierra, los objetos que tratan de impactar sobre ella se desintegran al interaccionar con
nuestra atmósfera.

La maltratada Luna ejerce una influencia importante en la Tierra. No solo controla las mareas, si no que estabiliza la
Tierra minimizando su bamboleo alrededor del eje. La Luna, actúa como un ancla. Sin ella nuestro clima sería muy
inestable lo que reduciría su capacidad de albergar vida.

¿Por qué llamamos a Ío, Europa, Ganímedes y Calisto "lunas de Galileo"?

Galileo Galilei (1594 – 1642) fue un físico, matemático, astrónomo y filósofo italiano, considerado como una figura muy
importante de la Revolución Científica. A menudo, se le llama "El padre de la Ciencia Moderna", ya que introdujo el
"método científico experimental". Entre sus múltiples logros está la construcción del primer telescopio. Con él, observó
la 'estrella' mas brillante del cielo y descubrió 4 pequeñas 'estrellas', imposibles de ver a simple vista que estaban
orbitando a su alrededor. Rápidamente se percató que estos objetos no era estrellas. En realidad estaba observando
Júpiter y había descubierto sus cuatro mayores lunas. Las llamó Ganímedes, Ío, Calisto y Europa, conocidas como
"Lunas de Galileo" de Júpiter.

Pese a su importante contribución a la ciencia, La Iglesia Católica Romana nunca aceptó el trabajo de Galileo. En
1633 la Inquisición le condenó por herejía. Le obligaron a retirar publicamente su apoyo a Copérnico y la teoría del
heliocentrismo y lo condenaron a cadena perpetua. Su avanzada edad y delicada salud permitieron que no ingresara
en prisión y la condena se permutó con un arresto domiciliario.

Meteoroides, asteroides y cometas: Existe a menudo una cierta confusión para designar los objetos de menor
dimensión que cruzan nuestro cielo de vez en cuando. Aquí tenéis algunas definiciones que pueden ayudar:

Los meteoroides son pequeñas rocas con diámetros menores a los 10 m, que están en nuestro sistema solar. La
gravedad terrestre arrastra gran cantidad de meteoroides. Normalmente, al alcanzar nuestra atmósfera se desintegran
debido al calor provocado por la propia fricción. Esto produce una estela de luz en el cielo. Esta trayectoria es un
meteoro, vulgarmente llamado 'estrella fugaz'. Si el meteroide no desaparece completamente, la parte que sobrevive
se llama meteorito y termina impactando en la Tierra. Se han encontrado meteoritos a lo largo de todo el planeta,
pero sobretodo en la Antártica, ya que sobre el hielo resultan más fácilmente localizables al tiempo que el frío los
protege de eventuales transformaciones geológicas.

Los Asteroides son más grandes. Su tamaño puede alcanzar varios kilómetros. La mayoría de ellos se encuentran
en el cinturón de asteroides que orbita alrededor del Sol, entre Marte y Júpiter.

Los Cometas tienen entre 1 km y 20 km y están hechos de hielo y polvo. Por esto, a veces se les llama "bolas de
nieve sucias". Poseen órbitas muy elípticas, lo que hace que pasen la mayor parte del tiempo en zonas remotas del
sistema solar, más allá de Plutón. Cuando se acercan al sol, el hielo se derrite y evapora por efecto del calor, dejando
a su paso una cola gaseosa. A menudo, observamos dos colas en un cometa. Una hecha de polvo y que indica la
dirección en la que se desplaza el cometa y otra que se mueve de espaldas al Sol formada por el gas que el viento
solar arranca de la superficie del cometa.

Galaxias: Generalmente, las estrellas no se encuentran solas. Una galaxia es un conjunto de una enorme cantidad de
estrellas que están todos gravitacionalmente unidas entre sí. Hay un sin número de galaxias. Algunas se denominan
galaxias enanas, contienen unos diez millones de estrellas, siendo 500 veces más pequeñas que nuestra propia
galaxia. Algunas son inimaginablemente grandes, 20 veces más grandes que nuestra galaxia, y contienen literalmente
billones de estrellas.

A pesar de esta enorme gama, la mayoría de las galaxias se forman según patrones similares, de manera que se
pueden categorizar con bastante facilidad. El esquema de clasificación más utilizado fue inventado por el astrónomo
estadounidense Edwin Hubble en 1936. Hubble identificó tres tipos principales de galaxias basándose en su
apariencia visible.

Las elípticas son galaxias con forma aproximadamente elíptica y que suelen constar de estrellas viejas y de baja
masa, con un número muy pequeño de nuevas estrellas en formación.

Las galaxias espirales son mucho más comunes que las elípticas. Se componen de un disco plano giratorio de
estrellas, con estructuras brillantes en espiral, y un abultamiento central que también contiene estrellas. Los brazos
tienden a ser estrellas más jóvenes y más calientes, con altas tasas de formación de nuevas estrellas, mientras que el
núcleo central tiene estrellas algo más viejas. Muchas de estas galaxias tienen una barra central de estrellas en el
centro.

Las galaxias lenticulares ocupan un lugar intermedio entre las dos anteriores. Por lo general contienen discos como
las galaxias espirales, pero mucho menos bien definidos, y se crea un menor número de nuevas estrellas. Es como si
el material del disco simplemente se hubiera agotado y solamente quedara el polvo. Además tienden a tener
abultamientos mucho más grandes y, al igual que en las galaxias elípticas, estrellas más viejas.

Hubble también identificó una cuarta categoría: Las galaxias irregulares. Éstas son galaxias que no encajan en las
demás categorías, por no tener una forma bien definida. Se piensa que se trata de galaxias que tuvieron una forma
definida pero fueron distorsionadas por la gravedad de otro gran objeto.

La Vía Láctea: La galaxia en la que nos encontramos se denomina Vía Láctea. Es una galaxia espiral que contiene
unos 200 y 400 mil millones de estrellas y que se extiende a través de 100 mil años luz. Nuestro Sol es sólo una de
esas estrellas, situada en uno de sus brazos espirales, aproximadamente a dos tercios de camino desde el centro.

Cuando los astrónomos descubrieron este hecho, el sistema heliocéntrico hubo de ser adaptado. Resultó evidente
que el Sol no era el centro del universo. Por otra parte, se creía que la Vía Láctea era todo nuestro universo... hasta
que Edwin Hubble descubrió miles de galaxias.

La expresión ‘Vía Láctea‘ tiene dos significados. Por un lado, es el nombre de nuestra galaxia como se ha descrito
antes. Por otro lado, es la tenue banda que puede verse en el cielo nocturno. Según la mitología griega, la Vía Láctea
fue causada por leche derramada por Hera cuando amamantaba a Heracles.

Casi todas las estrellas que se pueden ver en el cielo nocturno a simple vista pertenecen a nuestra galaxia. La banda
tenue llamada Vía Láctea se debe a que estamos mirando hacia el centro de nuestra galaxia, hacia el abultamiento.
La alta concentración de estrellas es lo que hace que esta región resulte mucho más brillante.

El medio interestelar: El espacio entre las estrellas no está vacío, sino ocupado por extensas nubes de polvo y gas.
Esto es lo que se denomina medio interestelar.

El medio interestelar es, para los estándares terrestres, extremadamente enrarecido; incluso en sus partes más
densas, la densidad es menor que en el mejor de los vacíos que podemos producir en la Tierra. Sin embargo, la masa
total del medio interestelar resulta ser unas 10 veces la masa de todas las estrellas de nuestra Vía Láctea, porque el
espacio entre las estrellas es muy grande.

El 25 de agosto de 2012, la Voyager 1 había alcanzado el medio interestelar, convirtiéndose en el primer objeto hecho
por el hombre en hacerlo. La Voyager 1 estudiará el plasma y el polvo interestelar hasta el final de la misión en 2025.

Grupos y cúmulos de galaxias: Al igual que las estrellas, las galaxias pueden estar gravitacionalmente unidas. Si en
dicha unión hay menos de 50 galaxias, se dice que las galaxias forman parte de un grupo de galaxias. Nuestra
galaxia, la Vía Láctea, forma parte del Grupo Local, que contiene más de 30 galaxias. La mayor galaxia en el grupo (la
nuestra es la segunda) es la de Andrómeda, suficientemente grande como para poderse apreciar a simple vista como
una mancha borrosa en el cielo del Norte.
Andrómeda es bastante similar a nuestra galaxia - con la misma forma en espiral - pero con muchas más estrellas; se
estima que tiene, aproximadamente, un billón de estrellas. Estudios recientes han sugerido que Andrómeda fue
creada por la colisión de dos galaxias más pequeñas hace miles de millones de años; y es probable que esto vuelva a
suceder entre la Vía Láctea y Andrómeda, que se están moviendo una hacia la otra a una velocidad de 500 000 km/h.
Se piensa que van a chocar entre sí dentro de unos 4,5 miles de millones de años.

No todas las galaxias en el Grupo Local son como la nuestra. Dos de las más pequeñas son galaxias satélites que
orbitan alrededor de la Vía Láctea; las conocemos como Gran Nube de Magallanes y Pequeña Nube de Magallanes.

Si hay más de 50 galaxias agrupadas, están en lo que se llama un cúmulo de galaxias. Los cúmulos pueden tener
miles de galaxias viajando juntas. A veces los cúmulos pueden combinarse para formar supercúmulos. Los
supercúmulos son tan grandes que ya no están unidos gravitacionalmente. Pueden formar enormes paredes de
galaxias que abarcan cientos de millones de años luz. Una de estas paredes extraordinarias se llama la Gran Muralla
o la Muralla de Coma. Su tamaño es de unos 500 millones de años luz de largo, 300 millones de años luz de ancho y
15 millones de años luz de espesor.

HISTORIA DE LA TIERRA

Los científicos han podido reconstruir información detallada sobre el pasado de la Tierra. Según estos estudios el
material más antiguo del sistema solar se formó hace 4567,2 ± 0,6 millones de años,27 y en torno a unos 4550
millones de años atrás (con una incertidumbre del 1 %)18 se habían formado ya la Tierra y los otros planetas del
sistema solar a partir de la nebulosa solar, una masa en forma de disco compuesta del polvo y gas remanente de la
formación del Sol. Este proceso de formación de la Tierra a través de la acreción tuvo lugar mayoritariamente en un
plazo de 10-20 millones de años.28 La capa exterior del planeta, inicialmente fundida, se enfrió hasta formar una
corteza sólida cuando el agua comenzó a acumularse en la atmósfera. La Luna se formó poco antes, hace unos
4530 millones de años.29

El actual modelo consensuado30 sobre la formación de la Luna es la teoría del gran impacto, que postula que la Luna
se creó cuando un objeto del tamaño de Marte, con cerca del 10 % de la masa de la Tierra,31 impactó tangencialmente
contra ésta.32 En este modelo, parte de la masa de este cuerpo podría haberse fusionado con la Tierra, mientras otra
parte habría sido expulsada al espacio, proporcionando suficiente material en órbita como para desencadenar
nuevamente un proceso de aglutinamiento por fuerzas gravitatorias, y formando así la Luna.

La desgasificación de la corteza y la actividad volcánica produjeron la atmósfera primordial de la Tierra. La


condensación de vapor de agua, junto con el hielo y el agua líquida aportada por los asteroides y por protoplanetas,
cometas y objetos transneptunianos, produjeron los océanos.33 El recién formado Sol solo tenía el 70 % de su
luminosidad actual: sin embargo, existen evidencias que muestran que los primitivos océanos se mantuvieron en
estado líquido; una contradicción denominada la «paradoja del joven Sol débil», ya que aparentemente el agua no
debería ser capaz de permanecer en ese estado líquido, sino en el sólido, debido a la poca energía solar recibida.34
Sin embargo, una combinación de gases de efecto invernadero y mayores niveles de actividad solar contribuyeron a
elevar la temperatura de la superficie terrestre, impidiendo así que los océanos se congelaran.35 Hace 3500 millones
de años se formó el campo magnético de la Tierra, lo que ayudó a evitar que la atmósfera fuese arrastrada por el
viento solar.36

Se han propuesto dos modelos para el crecimiento de los continentes: 37 el modelo de crecimiento constante,38 y el
modelo de crecimiento rápido en una fase temprana de la historia de la Tierra. 39 Las investigaciones actuales sugieren
que la segunda opción es más probable, con un rápido crecimiento inicial de la corteza continental, 40 seguido de un
largo período de estabilidad.21nota 823 En escalas de tiempo de cientos de millones de años de duración, la superficie
terrestre ha estado en constante remodelación, formando y fragmentando continentes. Estos continentes se han
desplazado por la superficie, combinándose en ocasiones para formar un supercontinente. Hace aproximadamente
750 millones de años (Ma), uno de los primeros supercontinentes conocidos, Rodinia, comenzó a resquebrajarse. Los
continentes más tarde se recombinaron nuevamente para formar Pannotia, entre 600 a 540 Ma, y finalmente Pangea,
que se fragmentó hace 180 Ma hasta llegar a la configuración continental actual.42

Evolución de la vida: La Tierra proporciona el único ejemplo conocido de un entorno que ha dado lugar a la
evolución de la vida.43 Se presume que procesos químicos altamente energéticos produjeron una molécula auto-
replicante hace alrededor de 4000 millones de años, y hace entre 3500 y 3800 millones de años existió el último
antepasado común universal.44 El desarrollo de la fotosíntesis permitió que los seres vivos recogiesen de forma
directa la energía del Sol; el oxígeno resultante acumulado en la atmósfera formó una capa de ozono (una forma de
oxígeno molecular [O3]) en la atmósfera superior. La incorporación de células más pequeñas dentro de las más
grandes dio como resultado el desarrollo de las células complejas llamadas eucariotas.45 Los verdaderos organismos
multicelulares se formaron cuando las células dentro de colonias se hicieron cada vez más especializadas. La vida
colonizó la superficie de la Tierra en parte gracias a la absorción de la radiación ultravioleta por parte de la capa de
ozono.46

En la década de 1960 surgió una hipótesis que afirmaba que durante el período Neoproterozoico, desde 750 hasta los
580 Ma, se produjo una intensa glaciación en la que gran parte del planeta fue cubierto por una capa de hielo. Esta
hipótesis ha sido denominada la "Glaciación global", y es de particular interés, ya que este suceso precedió a la
llamada explosión del Cámbrico, en la que las formas de vida multicelulares comenzaron a proliferar. 47

Tras la explosión del Cámbrico, hace unos 535 Ma se han producido cinco extinciones en masa.48 De ellas, el evento
más reciente ocurrió hace 65 Ma, cuando el impacto de un asteroide provocó la extinción de los dinosaurios no
aviarios, así como de otros grandes reptiles, salvándose algunos pequeños animales como los mamíferos, que por
aquel entonces eran similares a las actuales musarañas. Durante los últimos 65 millones de años los mamíferos se
diversificaron, hasta que hace varios millones de años, un animal africano con aspecto de simio conocido como el
orrorin tugenensis adquirió la capacidad de mantenerse en pie.49 Esto le permitió utilizar herramientas y favoreció su
capacidad de comunicación, proporcionando la nutrición y la estimulación necesarias para desarrollar un cerebro más
grande, y permitiendo así la evolución de la raza humana. El desarrollo de la agricultura y de la civilización permitió a
los humanos alterar la Tierra en un corto espacio de tiempo como no lo había hecho ninguna otra especie, 50 afectando
tanto a la naturaleza como a la diversidad y cantidad de formas de vida.

El presente patrón de edades de hielo comenzó hace alrededor de 40 Ma y luego se intensificó durante el Pleistoceno,
hace alrededor de 3 Ma. Desde entonces las regiones en latitudes altas han sido objeto de repetidos ciclos de
glaciación y deshielo, en ciclos de 40-100 mil años. La última glaciación continental terminó hace 10 000 años.51

Un sistema planetario (también llamado en ocasiones sistema solar1) está formado por una estrella central o varias
(sistema estelar), y distintos objetos orbitando a su alrededor. Nuestro sistema planetario, el sistema solar, está
formado por el Sol, los diferentes planetas y una multitud de cuerpos menores. Se conocen más de 2500 estrellas a
cuyo alrededor orbita por lo menos un planeta.2

El sistema solar es el sistema planetario en el que se encuentran la Tierra y otros objetos astronómicos que giran
directa o indirectamente en una órbita alrededor de una única estrella conocida como el Sol.1

La estrella concentra el 99,75 % de la masa del sistema solar,234 y la mayor parte de la masa restante se concentra en
ocho planetas cuyas órbitas son prácticamente circulares y transitan dentro de un disco casi llano llamado plano
eclíptico.5 Los cuatro planetas más cercanos, considerablemente más pequeños Mercurio, Venus, Tierra y Marte,
también conocidos como los planetas terrestres, están compuestos principalmente por roca y metal.67 Mientras que
los cuatro más alejados, denominados gigantes gaseosos o "planetas jovianos", más masivos que los terrestres, están
compuesto de hielo y gases. Los dos más grandes, Júpiter y Saturno, están compuestos principalmente de helio e
hidrógeno. Urano y Neptuno, denominados los gigantes helados, están formados mayoritariamente por agua
congelada, amoniaco y metano.8

El Sol es el único cuerpo celeste del sistema solar que emite luz propia, 9 debido a la fusión termonuclear del
hidrógeno y su transformación en helio en su núcleo.10 El sistema solar se formó hace unos 4600 millones de años1112
13 a partir del colapso de una nube molecular. El material residual originó un disco circunestelar protoplanetario en el

que ocurrieron los procesos físicos que llevaron a la formación de los planetas.9 El sistema solar se ubica en la
actualidad en la nube Interestelar Local que se halla en la Burbuja Local del brazo de Orión, de la galaxia espiral Vía
Láctea, a unos 28 000 años luz del centro de esta.14

Galaxia: Agrupación de estrellas, cuerpos celestes y materia cósmica que está concentrada en una determinada
región del espacio con una estructura más o menos definida, por efecto de la atracción gravitatoria, constituyendo una
unidad en el universo.

La galaxia de la Vía Láctea, o simplemente la Vía Láctea, es una galaxia espiral donde se encuentra el sistema solar
y a su vez se encuentra la Tierra. Según las observaciones, posee una masa de 1012 masas solares y es una espiral
barrada. Su diámetro medio se estima en unos 100 000 años luz, equivalentes a casi un trillón y medio (1,42×1018) de
kilómetros o 9480 millones de unidades astronómicas. Se calcula que contiene entre 200 000 y 400 000 millones de
estrellas. La distancia desde el Sol hasta el centro de la galaxia es de alrededor de 25 766 años luz (7900 pc), es
decir, el 52 % del radio total galáctico. La Vía Láctea forma parte de un conjunto de unas cuarenta galaxias llamado
Grupo Local, y es la segunda más grande y brillante tras la galaxia de Andrómeda (aunque puede ser la más masiva,
como lo muestra un estudio reciente).1

El nombre Vía Láctea proviene de la mitología griega y en latín significa camino de leche. Esa es, en efecto, la
apariencia de la tenue banda de luz que atraviesa el firmamento terrestre, y así lo afirma la mitología griega,
explicando que se trata de leche derramada del pecho de la diosa Hera (Juno para los romanos). Rubens representa
la leyenda en su obra El nacimiento de la Vía Láctea. Sin embargo, ya en la Antigua Grecia, el astrónomo Demócrito
(460 a. C.-370 a. C.) sugirió que aquel haz blanco en el cielo era en realidad un conglomerado de muchísimas
estrellas demasiado tenues individualmente como para ser reconocidas a simple vista. Su idea, no obstante, no halla
respaldo hasta 1609 cuando el astrónomo italiano Galileo Galilei hace uso del telescopio y constata que Demócrito
estaba en lo cierto, ya que a donde quiera que mirase, aquel se encontraba lleno de estrellas.

Vista desde la Tierra: De noche se ve como una borrosa banda de luz blanca alrededor de toda la esfera celeste. El
fenómeno visual de la Vía Láctea se debe a estrellas y otros materiales que se hallan sobre el plano de la galaxia,
como el gas interestelar. La Vía Láctea aparece más brillante en la dirección de la constelación de Sagitario, ya que
hacia allí se ubica su núcleo.

Formación: La Vía Láctea comenzó como una o varias pequeñas regiones de sobredensidad en la distribución
másica del universo poco después del Big Bang. Algunas de estas regiones eran las semillas de los cúmulos
globulares, en los que perduran las más antiguas estrellas que formaron la galaxia. Estas estrellas y cúmulos
constituyen en la actualidad el halo estelar de la Vía Láctea. Tras unos pocos miles de millones de años después de
las primeras estrellas, la masa de la galaxia era lo suficientemente grande como para que diera vueltas con relativa
rapidez, lo que, debido a la conservación del momento angular, condujo a que el medio gaseoso interestelar
colapsase de una forma más o menos esférica a un disco plano. Por lo tanto, las siguientes generaciones de estrellas
se formaron en este disco espiral. La mayoría de las estrellas jóvenes, incluido el Sol, se encuentran en este disco. 2122

Desde el momento en que comenzaron a formarse las primeras estrellas, la Vía Láctea ha crecido mediante fusiones
de galaxias (sobre todo al principio) y la acreción de gas del halo galáctico.22 La Vía Láctea está en la actualidad
aumentando su masa con sus dos más cercanas galaxias satélite, la Gran Nube de Magallanes y la Pequeña Nube de
Magallanes, mediante la corriente de Magallanes. La acreción directa de gas se constata en nubes de alta velocidad
como la nube de Smith.2324 Sin embargo, propiedad de la Vía Láctea como la masa estelar, el momento angular y la
metalicidad de sus regiones más externas sugieren que no ha sufrido fusiones con grandes galaxias en los últimos mil
millones de años. Esta ausencia de grandes fusiones recientes es inusual entre galaxias espirales similares; su
vecina, la galaxia de Andrómeda, parece tener una historia más típica con fusiones más recientes con galaxias
relativamente grandes.2526

Según recientes estudios, la Vía Láctea así como Andrómeda se encuentran en lo que se conoce como valle verde
dentro del diagrama color-magnitud, una región poblada por galaxias en transición de la nube azul (galaxias con
formación activa de nuevas estrellas) a la secuencia roja (galaxias que carecen de formación estelar). La formación de
estrellas en las galaxias del valle verde va desacelerando a medida que se quedan sin gas en el medio interestelar.
En simulaciones galácticas con propiedades semejantes, esta formación habrá desaparecido en unos cinco mil
millones de años, incluso teniendo en cuenta el incremento a corto plazo en la tasa de formación por la colisión entre
la Vía Láctea y Andrómeda.27 De hecho, las medidas en otras galaxias similares a la Vía Láctea sugieren que esta
está entre las galaxias espirales más rojas y brillantes que todavía forman nuevas estrellas y que es solo ligeramente
más azul que las galaxias más azules de la secuencia roja.28

El Universo es todo, sin excepciones. Materia, energía, espacio y tiempo, todo lo que existe forma parte del Universo.

Es muy grande, pero no infinito. Si lo fuera, habría infinita materia en infinitas estrellas, y no es así. Al contrario: en
cuanto a la materia el universo es, sobre todo, espacio vacío.

El Universo contiene galaxias, cúmulos de galaxias y estructuras de mayor tamaño llamadas supercúmulos, además
de materia intergaláctica. Todavía no sabemos con exactitud la magnitud del Universo, a pesar de la avanzada
tecnología disponible en la actualidad.
La materia no se distribuye de manera uniforme, sino que se concentra en lugares concretos: galaxias, estrellas,
planetas... Sin embargo, el 90% del Universo es una masa oscura, que no podemos observar.

El universo es la totalidad del espacio y del tiempo, de todas las formas de la materia, la energía, el impulso, las leyes
y constantes físicas que las gobiernan. Sin embargo, el término también se utiliza en sentidos contextuales
ligeramente diferentes y alude a conceptos como cosmos, mundo o naturaleza.1 Su estudio, en las mayores escalas,
es el objeto de la cosmología, disciplina basada en la astronomía y la física, en la cual se describen todos los
aspectos de este universo con sus fenómenos.

La ciencia modeliza el universo como un sistema cerrado que contiene energía y materia adscritas al espacio-tiempo y
que se rige fundamentalmente por principios causales. Basándose en observaciones del universo observable, los
físicos intentan describir el continuo espacio-tiempo en que nos encontramos, junto con toda la materia y energía
existentes en él.

Los experimentos sugieren que el universo se ha regido por las mismas leyes físicas, constantes a lo largo de su
extensión e historia. Es homogéneo e isotrópico. La fuerza dominante en distancias cósmicas es la gravedad, y la
relatividad general es actualmente la teoría más exacta para describirla. Las otras tres fuerzas fundamentales, y las
partículas en las que actúan, son descritas por el modelo estándar.

El universo tiene por lo menos tres dimensiones de espacio y una de tiempo, aunque experimentalmente no se
pueden descartar dimensiones adicionales. El espacio-tiempo parece estar conectado de forma sencilla, y el espacio
tiene una curvatura media muy pequeña o incluso nula, de manera que la geometría euclidiana es, como norma
general, exacta en todo el universo.

La teoría actualmente más aceptada sobre la formación del universo, fue teorizada por el canónigo belga Lemaître, a
partir de las ecuaciones de Albert Einstein. Lemaitre concluyó (en oposición a lo que pensaba Einstein), que el
universo no era estacionario, que el universo tenía un origen. Es el modelo del Big Bang, que describe la expansión
del espacio-tiempo a partir de una singularidad espaciotemporal. El universo experimentó un rápido periodo de
inflación cósmica que arrasó todas las irregularidades iniciales. A partir de entonces el universo se expandió y se
convirtió en estable, más frío y menos denso. Las variaciones menores en la distribución de la masa dieron como
resultado la segregación fractal en porciones, que se encuentran en el universo actual como cúmulos de galaxias.

Las observaciones astronómicas indican que el universo tiene una edad de 13 730±120 millones de años (entre
13 610 y 13 850 millones de años) y por lo menos 93 000 millones de años luz de extensión.2

En cuanto a su destino final, las pruebas actuales parecen apoyar las teorías de la expansión permanente del
universo (Big Freeze o Big Rip, Gran Desgarro), que nos indica que la expansión misma del espacio, provocará que
llegará un punto en que los átomos mismos se separarán en partículas subatómicas. Otros futuros posibles que se
barajaron, especulaban que la materia oscura podría ejercer la fuerza de gravedad suficiente para detener la
expansión y hacer que toda la materia se comprima nuevamente; algo a lo que los científicos denominan el Big
Crunch o la Gran Implosión, pero las últimas observaciones van en la dirección del gran desgarro.
GEODINÁMICA: La geodinámica es la rama de la geología que estudia los agentes o fuerzas que intervienen en los
procesos dinámicos de la Tierra, determinando su constante evolución. También se define como el conjunto de
causas y efectos que provocan los cambios estructurales, químicos y/o morfológicos que afectan al planeta.

Se divide en geodinámica interna (o procesos endógenos) y geodinámica externa (procesos exógenos de la superficie
terrestre).1

Geodinámica interna: La geodinámica interna estudia las transformaciones estructurales que sufre la corteza
terrestre en relación con las fuerzas que actúan en su interior, usando técnicas de prospección (técnicas geofísicas).
Las técnicas geofísicas más frecuentes son:

1. análisis de ondas sísmicas (sismología)


2. medidas de GPS de alta precisión
3. estudios geológicos estructurales de campo
4. datación de muestras rocosas
5. cuantificación de las tasas de erosión con base en el contenido isotópico en muestras de roca
6. simulación computacional de procesos

El avance más importante en el campo de la geodinámica interna ha sido la aceptación, en los años 1960-1980, del
concepto tectónica de placas (geotectónica), basado en la teoría de la deriva continental, postulada por Alfred
Wegener en 1912.

Agentes geodinámicos internos

1. Actúan desde el interior de la Tierra.


2. Pueden producir desplazamientos en contra de la gravedad.
3. Suelen aumentar el relieve de la superficie terrestre (está relacionada con la formación de montañas,
mesetas, cordilleras, entre otras), considerándose constructores del mismo.
4. Se originan en el manto superior o en la astenosfera.
5. Se agrupan en fenómenos tectónicos, fenómenos sísmicos y fenómenos magmáticos.

Fenómenos tectónicos: Los materiales que componen la superficie terrestre están sometidos a una serie de
incesantes movimientos en el transcurso de los tiempos geológicos, debido a la acción de los denominados agentes
geológicos internos o endógenos. Fuerzas verticales y horizontales, expresión de la energía interna del Globo,
provocan levantamientos y hundimientos, fracturas, desplazamientos y compresiones que dan lugar a una serie de
estructuras geológicas, cuyo estudio corresponde a la Téctónica. Pueden producirse dos tipos fundamentales de
movimientos:

 Los epirogénicos son lentos movimientos de hundimiento o levantamiento, producidos por el juego de fuerzas
verticales, que afectan a masas continentales. Estos movimientos son más apreciables en las regiones costeras,
donde se traducen por un lento avance o retirada del mar, según se hunda o se levante el continente (dan lugar a
la formación de grandes depresiones, como la del Mar Negro y el del Mar Mediterráneo y la Cuenca de
Maracaibo).

Diferencia entre movimientos epirogénicos y orogénicos: Los orogénicos son los movimientos tectónicos relativamente
rápidos y pueden ser horizontales o verticales, su significado etimológico es génesis de las montañas. Por lo tanto, se
entiende que estos movimientos fueron los que originaron las montañas y su relieve. Estos movimientos pueden ser
horizontales o por plegamiento, y verticales o por fractura.

Los epirogénicos, por otro lado, son los movimientos de ascenso y descenso, mucho más lentos y menos potentes
que los orogénicos pero capaces de modelar un relieve sin fracturarlo. Estos movimientos se producen en las placas
tectónicas produciendo irregularidades en el terreno de forma lenta pero progresiva.

Causas de los movimientos epirogénicos: Si bien es cierto que no producen grandes desastres, sí pueden ser
percibidos por los seres humanos. Estos son los responsables del balanceo general de una plataforma. No llegan a
superar una pendiente de 15°.

La epirogénesis de forma ascendente es producida principalmente por la desaparición de un peso que ejercía presión
sobre la masa continental, mientras que el movimiento descendente se origina cuando dicho peso aparece y actúa
sobre la masa (Jacome, 2012).
Un ejemplo conocido de este fenómeno es el de las grandes masas glaciares, donde los hielos del continente ejercen
presión sobre las rocas provocando un descenso de esa plataforma. A medida que el hielo desaparece, se da el
ascenso progresivo del continente, lo que permite mantener el equilibrio isostático. Este tipo de movimientos inducen
la inmersión de una costa y el surgimiento de otra, como se evidencia en los acantilados de la Patagonia, lo que a su
vez produce una regresión del mar o retroceso marino en la costa levantada.

Consecuencias de la epirogénesis: El basculamiento o movimiento sostenido de la epirogénesis produce estructuras


monoclinales que no superan los 15° de desnivel y en una sola dirección.

Asimismo puede generar abombamientos mayores, causando estructuras no plegadas, también conocidas como
aclinales. Si se trata de un abombamiento ascendente se le llama anteclise, pero si es descendente se denomina
sineclise.

En el primer caso prevalecen las rocas de origen plutónico porque funciona como una superficie erosionada; por su
parte la sineclise equivale a cuencas de acumulación en la que abundan las rocas sedimentarias. Es de dichas
estructuras que se desprenden el relieve tabular y el relieve de cuesta (Bonilla, 2014).

Cuando los movimientos epirogénicos son descendentes o negativos, parte de los escudos continentales quedan
sumergidos, formando mares poco profundos y las plataformas continentales, quedando las capas sedimentarias
depositadas sobre las rocas ígneas o metamórficas más antiguas. Cuando se produce en movimiento positivo o
ascendente, las capas sedimentarias se ubican por encima del nivel del mar quedando expuestas a la erosión.

El efecto de la epirogénesis se observa en el cambio de las líneas costeras y la transformación progresiva del aspecto
de los continentes.

 Los orogénicos se originan en los bordes de las placas tectónicas por la acción de fuertes movimientos
horizontales que provocan la deformación y plegamiento de los sedimentos y su lenta elevación, hasta formar las
grandes orogenias o cordilleras de plegamiento. Las montañas se pueden formar por plegamientos o por fallas
geológicas.

Teorías orogénicas: La orogénesis es un fenómeno complicado y lentísimo que se traduce en una serie de hechos
geológicos estrechamente relacionados: sedimentación, plegamiento, metamorfismo y volcanismo. El fenómeno
afecta a amplias zonas de la corteza terrestre, y una misma región puede verse afectada por sucesivas orogénesis en
el transcurso de los tiempos geológicos. El problema fundamental a resolver es el origen de las fuerzas colosales que
provocan la compresión y el plegamiento de los estratos. La noción de geosinclinal, una de las más fecundas en
Geología, constituye el punto de partida de todas las interpretaciones del fenómeno orogénico. Dana utilizó este
término en 1975 para designar zonas de sedimentación muy potentes, posteriormente plegadas y transformadas en
cadenas de montañas. La existencia de formaciones sedimentarias del mismo tipo, de varios miles de metros de
espesor, no es posible explicarla más que admitiendo un lento hundimiento del fondo de la cubeta de sedimentación,
mientras ésta se efectuaba. A estas zonas de sedimentación, alargada y de lento hundimiento, con profundidad
máxima en una línea central que es el eje de la depresión, se las denomina geosinclinales. Los geosinclinales se
forman siempre en regiones de inestabilidad de la corteza, situadas entre dos macizos resistentes y estables que
tienden a aproximarse. Por ejemplo, Los Pirineos a un geosinclinal de la era secundaria formado entre la meseta
central española y la francesa. Hay diversas teorías orogénicas: la de las traslaciones continentales, desarrollada por
Alfredo Wegener en 1910, tuvo gran aceptación; supone que en su origen, los continentes estuvieron unidos,
formando un inmenso continente o Pangea, que más tarde se fue fragmentando en bloques, los cuales flotando sobre
el sima, fueron separándose en un movimiento de deriva hacia el Oeste y hacia el Ecuador.

Tectónica de plegamiento: Aquí las montañas u orógenos se forman como consecuencia de la convergencia de
placas litosféricas en una zona de subducción o al colisionar dos masas continentales, produciendo el flexionamiento
de la corteza. En todo plegamiento se observan dos partes: el anticlinal y el sinclinal.

Un pliegue se compone de dos partes: la cóncava o sinclinal y la convexa o anticlinal: las líneas de mayor y menor
altura en el pliegue se denominan charnelas anticlinal y sinclinal; los planos inclinados que los unen son los flancos;
plano axial es el que une las charnelas de todas las capas de que consta el pliegue; eje del pliegue es la intersección
del plano axial con la superficie horizontal; dirección del pliegue, la de su eje o la de su plano axial. Los pliegues se
representan por secciones perpendiculares al plano axial, denominados cortes transversales. Estos permiten
reconocer los diferentes tipos de pliegues, los cuales están en relación con la intensidad del plegamiento. Según la
posición del plano axial sea recta o inclinada podemos distinguir pliegues rectos o simétricos y pliegues inclinados o
asimétricos. Cuando el plano axial es casi horizontal tenemos el pliegue tumbado. Una serie de pliegues con sus
flancos paralelos e igualmente inclinados constituyen los pliegues isoclinales. La asociación de pliegues da lugar a las
grandes cordilleras de plegamiento, como los Alpes, los Pirineos, Sierra Nevada, el Himalaya, etc. Que no son sino los
sedimentos de antiguos mares, fuertemente comprimidos y plegados por el fenómeno orogénico hasta emerger del
fondo y formar los más altos macizos montañosos.

Tectónica de fractura: Las fallas, son fracturas de la corteza que presentan desplazamientos bastante notorios que
se producen cuando concentraciones de fuerzas tectónicas exceden la resistencia de las rocas. Las fallas más
comunes son las escalonadas, en las que se aprecian dos partes: el horst (macizos tectónicos que dan origen a
mesetas y montañas) y los graben o rift valles (zonas hundidas que dan origen a grandes depresiones, valles o lagos
tectónicos).

Cuando las fuerzas que actúan sobre la corteza son predominantemente de tipo vertical, al sobrepasarse el límite de
resistencia de las rocas sobreviene la ruptura en forma de dislocaciones y desplazamientos, en sentido vertical
preferentemente, lo que determina hundimientos por fractura. A este tipo de dislocación se le denomina falla. Una falla
es una fractura producida en la corteza terrestre, con deslizamiento paralelo a la superficie de la fractura. Esta se
inicia generalmente por un estiramiento de las capas sometidas a tensión, hasta que, sobrepasado el límite de
elasticidad, se produce la rotura. A esta fase de deformación se le da el nombre de flexión. La fallas se presentan en
todos los tipos de rocas, pero se reconocen, más fácilmente en las rocas sedimentarias, ya que el desplazamiento de
una de las partes con relación a la otra provoca el que las capas no se correspondan a uno y otro lado de la superficie
de fractura. Se reconocen muchas veces sobre el terreno por la aparición de bruscos desniveles y grandes cantiles,
pero otras veces la erosión arrasa completamente el desnivel, y entonces la falla sólo puede reconocerse por la
discontinuidad de las capas sedimentarias, con la consiguiente y brusca variación litológica a un lado y otro de la
fractura, o bien por la existencia de brechas o espejos de falla. El estudio y reconocimiento de las fallas es de gran
interés ya que la mayor parte de los filones metalíferos se han originado en relación con este tipo de dislocaciones; en
minería el reconocimiento de las fallas es indispensable, ya que frecuentemente las vetas o filones se ven afectados
por sistemas de fallas que los dislocan y perturban; así como, en las grandes obras de ingeniería, como puentes,
túneles, el estudio minucioso de la tectónica geológica es indispensable para evitar graves accidentes y serios
fracasos.

o Fracturas.- Cualquier grieta en una roca sólida es una fractura.


o Fisuras.- Una fractura extensa se llama fisura que puede llegar a ser un conducto que sirva para el paso de la
lava, que formará un basalto de meseta o de soluciones que originarán vetas mineralizadas.
o Fallas.- Cuando en las fracturas o fisuras ha efectuado un desplazamiento apreciable.
o Diaclasas.- las diaclasas se pueden definir como planos divisorios o superficies que dividen las rocas y a lo largo
de las cuales no hubo movimiento.

Fenómenos sísmicos: Los agentes sísmicos constituyen uno de los agentes que producen cambios más repentinos
y violentos en el relieve terrestre.

Los movimientos sísmicos o terremotos son sacudidas de la corteza terrestre caracterizadas por su corta duración y
gran intensidad, ruido subterráneo parecido a truenos profundos (debido a movimientos vibratorios de frecuencia
audible de más de vibraciones por segundo) y, muchas veces por sus efectos destructores, que alcanzan en
ocasiones caracteres catastróficos. El estudio de los terremotos, su repartición geográfica, frecuencia y condiciones
en que se producen, corresponde a una parte de la Geología que se denomina Sismología. La causa inmediata de los
sismos es el brusco movimiento de zonas de la corteza terrestre, producido principalmente a lo largo de fallas, y, en
general, en zonas de inestabilidad tectónica. Los movimientos internos originados a consecuencia de la inestabilidad
tectónica provocan unas vibraciones que se propagan por el interior de la Tierra, dando lugar a las ondas sísmicas. El
punto donde se produce el movimiento se denomina foco sísmico o hipocentro. A partir de él las ondas se propagan,
según superficies esferoidales, hasta aflorar en la superficie. El punto de la superficie más cercano al foco sísmico se
denomina epicentro. La vibración producida en el hipocentro origina dos clases de ondas, las primarias o
longitudinales (ondas P) y las secundarias o transversales (ondas S), cuyo movimiento vibratorio es normal a la
dirección de propagación. Cuando estas ondas llegan a la superficie terrestre producen otra clase de ondas, las
superficiales (ondas L) que muchas veces quedan grabadas sobre el terreno en forma de ondulaciones o pliegues del
suelo. El sismógrafo es el aparato que registra las vibraciones sísmicas. Su fundamento es el péndulo. Este oscila
tanto más lentamente cuando mayor es su longitud y su masa. En razón a su gran inercia a ponerse en movimiento,
cuando sobreviene un sismo el péndulo no tiene tiempo de oscilar y se comporta como un punto fijo al que podemos
referir el movimiento de la corteza terrestre. El péndulo horizontal es el que mejores características de inercia reúne y
el más usado modernamente. El movimiento sísmico es registrado en una cinta giratoria por medio de un estilete o por
un haz luminoso, situados en el péndulo, que impresionan un rollo de papel o una cinta fotográfica, respectivamente.
Mientras el suelo no tiembla el sismógrafo marca una línea recta, pero, en cuanto sobreviene una sacudida, la línea se
hace ondulada, dándonos el sismograma, en el que puede medirse la amplitud y el período de las vibraciones. Un
sismograma completo consta de cuatro fases, correspondientes al registro de cuatro clases de ondas sucesivas:
1. Las ondas primarias P, que se transmiten en línea recta por el interior de la Tierra a una velocidad media de 6
km/s
2. Las ondas secundarias S, que siguen el mismo camino, pero a una velocidad menor
3. Las ondas superficiales L, que se propagan por la superficie terrestre a una velocidad de 4 a 5 km/s.
4. Las ondas póstumas o réplicas, de débil amplitud.

Conociendo el tiempo de llegada de las distintas ondas, que viene marcado en el sismograma, y sus velocidades de
propagación, se puede calcular por medio de fórmulas sencillas la distancia hipocentral y localizar la situación del foco
sísmico. La profundidad de los focos sísmicos alcanza hasta los 700 km. Los terremotos van con frecuencia
acompañados, en las regiones costeras, de olas gigantescas, a las que se le denomina maremotos, de efectos
terriblemente destructores, cuyo origen se debe a grandes hundimientos oceánicos que provocan la retirada de las
agua que precede al posterior avance de la llamada ola de marea.

Fenómenos volcánicos: Los volcanes son los aparatos naturales por los cuales salen al exterior materiales fundidos
del interior de la corteza, que al derramarse en la superficie, constituyen las lavas. Los canales o chimeneas de salida
de las lavas son profundas fracturas de la corteza terrestre que ponen en comunicación los focos magmáticos con el
exterior. El volcán, en general, está constituido por un relieve de forma cónica, cono volcánico, terminado por una
excavación a modo de embudo, cráter, que comunica directamente con la chimenea, por donde ascienden las lavas y
los materiales de explosión, bombas y cenizas volcánicas. Cuando el cráter se presenta en forma de una gran cavidad
circular, debida a una explosión o a un hundimiento, recibe el nombre de caldera. La erupción se anuncia por una
serie de signos precursores consistentes en ruidos subterráneos, temblores de tierra y escape de gases o fumarolas
que se hacen abundantes, hasta que sobreviene la erupción propiamente dicha, iniciada frecuentemente por grandes
explosiones originadas por la enorme presión de los gases y vapores y la salida de la lava. En las erupciones
volcánicas salen al exterior tres clases de productos:

 Gaseosos: provoca la formación de una enorme columna de humo, en forma de copa de pino, que puede alcanzar
varios kilómetros de altura. Otras veces forman nubes opacas y densas que descienden por los flancos del volcán
a una gran velocidad y a temperaturas de unos 1.000º, arrasando cuanto encuentran a su paso.
 Sólidos: son de naturaleza y tamaño variables, y proceden de las paredes de la chimenea y del basamento del
volcán, o bien son porciones de lava solidificada en el aire, que las explosiones lanzan a gran altura.
 Líquidos: son las lavas que fluyen de los cráteres o de las fisuras a temperaturas superiores a los 1.000º y se
desbordan por los flancos del cono, formando verdaderos ríos de de fuego. Estas masas o mantos de lava
solidificada se llaman coladas o corrientes volcánicas, cubren extensiones considerables de terreno.

Las rocas originadas por enfriamiento y solidificación del magma se denominan rocas ígneas. Si la solidificación se
verifica debajo de la superficie de la corteza se habla de plutonismo y las rocas resultantes forman rocas intrusivas,
mientras que cuando ocurre por sobre esta se habla de vulcanismo (magmas que han logrado escapar a la superficie,
el material fundido arrojado a la superficie se llama lava, magma empobrecido en gases y sustancias volátiles) y las
rocas resultantes forman rocas extrusivas; tambien se da origen a las rocas metamórficas por proceso de
metamorfismo regional.

Procesos geodinamicos internos:

DIASTROFISMO: El diastrofismo es vital, pues sin él nuestro planeta estaría cubierto por el mar. Esta fuerza, que
puede ser vertical o lateral, origina movimientos casi imperceptibles, llamados epirogénicos, que pueden formar
continentes, y orogénicos, que pueden formar montañas y mesetas. La causa principal por la que se produce el
diastrofismo es la existencia de corrientes convectivas de magma en la astenosfera, las que determinan el
desplazamiento de las placas tectónicas.

MAGMATISMO: Es el proceso por el cual el magma se introduce al interior de la corteza terrestre (magmatismo
intrusivo) o llega a la superficie de la corteza terrestre (magmatismo extrusivo).

A través del magmatismo intrusivo, se forman los batolitos, lacolitos, los sills, los diques, etc.

A través del magmatismo extrusivo, se forman los volcanes, los géiseres, las fumarolas, las solfataras, etc.

TEORÍAS SOBRE LA FORMACIÓN DE LOS CONTINENTES


1. La Teoría de la Deriva Continental: La deriva continental, es un proceso geofísico por el cual las placas que
sustentan los continentes se desplazan a lo largo de millones de años de la historia geológica de la Tierra.

Este movimiento se debe a que contínuamente sale material del manto por debajo de la corteza oceánica y se crea
una fuerza que empuja las zonas ocupadas por los continentes (las placas continentales) y, en consecuencia, les
hace cambiar de posición.

En 1620, el filósofo inglés Francis Bacon se fijó en la similitud que presentan las formas de la costa occidental de
África y oriental de Sudamérica. La propuesta de que los continentes podrían moverse la hizo por primera vez en 1858
Antonio Zinder. En 1915 el meteorólogo alemán Alfred Wegener publicó el libro "El origen de los continentes y
océanos", la Teoría de la Deriva Continental. Según esta teoría, los continentes habían estado unidos en algún
momento en un único ‘supercontinente’ al que llamó Pangea.

Las pruebas más importantes que aporto Wegener para demostrar la deriva de los continentes fueron:

 Los contornos de los continentes embonan.


 Coincidencia de fósiles y estratos geológicos a uno y otro lado del Atlántico.
 Estratos geológicos depositados en climas tropicales, pero que hoy se encuentran en climas fríos, y viceversa.
 Indicios de una misma glaciación en lugares muy separados como África, América del Sur, Australia, India y la
Antártida.
 El hábitat de ciertas especies como el caracol de jardín abarca varios continentes.

2. La Teoría de la Tectónica de Placas

La tectónica de placas, es la teoría científica que establece que la litósfera (la porción superior más fría y rígida de la
Tierra) está fragmentada en una serie de placas o baldosas que se desplazan sobre el manto terrestre fluido
(astenosfera). Estas placas se desplazan con velocidades del orden de 5 cm/año por lo que pueden ser
convergentes, divergentes o paralelos entre si en su desplazamiento. Las placas mas importantes son (ver la Fig. 9):

Cada una de estas placas se mueve por efecto de las corrientes convectivas del magma.

Cómo se forman las montañas?

Las montañas se forman por dos grandes factores tanto de orden endógeno como exógeno. Es decir que el génesis
de las montañas ocurre por razones internas (por las alteraciones de la capa terrestre y los movimientos en las placas
tectónicas) y también externas (en las que tiene que ver el medio, el clima y muchas otras cosas más.) Todo esto
opera de la siguiente manera.

A la formación de montañas como resultado de factores endógenos se le conoce como orogénesis. Es el proceso a
través del cual por medio de movimientos en las placas tectónicas en las que estas se repliegan o se enrollan, ocurren
alteraciones en la corteza terrestre y se da lugar a las elevaciones que llamamos montañas.

En cuanto a los factores exógenos nos referimos por ejemplo a la erosión, que es fundamental para formar la
montaña. ¿Alguna vez te has preguntado: por qué las montañas tienen esa forma cónica?

La respuesta es muy sencilla. En la cima de una montaña suele formarse hielo. Este a determinadas alturas deshiela
y produce un derretimiento que se escurre por las laderas de la montaña. El agua corre desde tales alturas para luego
llegar a las distintas redes fluviales y finalmente llegar a los océanos. Mientras toda esa agua va corriendo y
dependiendo de diversos factores climáticos como el viento, la montaña se va desgastando y tomando esa forma de
cono.

Esas corrientes arrastran toda clase de elementos, desde minerales hasta suciedades del terreno, que luego van a
parar al mar, ¿recuerdan que hace poco hablamos de esto cuando vimos por qué el mar es salado?

Si no hay hielo en la montaña, la responsable de la erosión será el agua de las lluvias, que de igual forma va a
escurrirse arrastrando todo el sedimento existente. Yendo de la cima hacia la base y provocando del mismo modo esa
típica forma cónica que tanto caracteriza las montañas.
En resumen, las montañas se forman primero por la orogénesis que crea la estructura y en segundo lugar por la
erosión que moldea la misma. El resultado es una montaña hecha y derecha, independientemente de su altura, ya
que todas tienen formas similares.

En la historia de la Tierra ha habido al menos tres períodos de formación de montañas:

1. Caledoniano, cuyos relieves montañosos se formaron hace 400 millones de años, como sucede en Escocia
(cuyo nombre latino era el de Caledonia), cuyo pico más elevado es el Ben Nevis.
2. Herciniano, con relieves que se formaron hace 270 millones de años, como por ejemplo, los Urales (con el
pico Narodnaya, de 1 873 msnm), entre Europa y Asia, y los Apalaches (con el Monte Mitchell, de
2 025 msnm), en Norteamérica.
3. Alpino, con relieves montañosos elevados formando largas cordilleras, volcánicas o no, que se formaron hace
unos 35 millones de años, como sucede en los Alpes, en Europa, y el Himalaya, en Asia. Son los relieves más
jóvenes y muchos de ellos todavía se están levantando, resultando además que la erosión ha actuado sobre
ellos durante menos tiempo, por lo que las montañas alpinas presentan las mayores alturas del relieve
terrestre. Ejemplos representativos de este tipo de montañas son el Mont Blanc, de 4 810 msnm, y el Everest,
de 8 848 msnm.
Las 15 placas mayores 8. Placa Filipina
9. Placa India
10. Placa Juan de Fuca
1. Placa Africana 11. Placa de Nazca
2. Placa Antártica
12. Placa Norteamericana
3. Placa Arábiga
13. Placa del Pacífico
4. Placa Australiana
14. Placa de Scotia
5. Placa del Caribe 15. Placa Sudamericana
6. Placa de Cocos
7. Placa Euroasiática

La subducción de placas es el proceso de hundimiento de una zona oceánica de una placa litosférica bajo el borde
de otra placa en un límite convergente, según la teoría de tectónica de placas.1 La subducción ocurre a lo largo de
amplias zonas de subducción que en el presente se concentran especialmente en el entorno del océano Pacífico, en
el llamado cinturón de fuego del Pacífico,2 pero también hay zonas de subducción en partes del mar Mediterráneo, las
Antillas, las Antillas del Sur y la costa índica de Indonesia.

La subducción es causada por dos fuerzas tectónicas, una que proviene del empuje de las dorsales meso-oceánicas y
otra que deriva del jale de bloques.3

La subducción provoca muchos terremotos 1 de gran magnitud los cuales se originan en la zona de Benioff. La
subducción también causa la fusión parcial de parte del manto terrestre generando magma que asciende dando lugar
a volcanes.4

El ángulo de subducción, el ángulo que forma el plano de la zona de Benioff con la superficie terrestre, puede variar
de cerca de 90° en las Marianas a tan sólo 10° en Perú.5

La corteza oceánica que está en camino de ser subducida en la fosa de las Marianas es la corteza oceánica más
antigua de la Tierra sin contar ofiolitas. La subducción empinada está asociada a extensión de retroarco,6 provocando
la migración de corteza de los arcos volcánicos y fragmentos de corteza continetal dejando atrás un mar marginal.

Fuerzas que promueven la subducción: Hay que tener en cuenta varios factores a la hora de estudiar la dinámica
de la subducción.

Fuerza de Empuje: La fuerza de empuje es la principal causante de la subducción; se genera por la acción de los
límites constructivos interplaca (las dorsales oceánicas). La fuerza generada por el empuje de las rocas jóvenes en las
dorsales lleva a las rocas más antiguas (más alejadas de la dorsal) a chocar contra la corteza continental y así mismo
la placa continental genera una fuerza opuesta a la placa oceánica.

Fuerzas gravitacionales: Son en realidad las diferencias en las fuerzas gravitacionales uno de los principales
factores a la hora que se promueva la subducción, y son el mismo peso de las placas. La flotabilidad, que depende
directamente de la densidad de las placas, es opuesta a la dirección de la fuerza gravitacional, por lo tanto a mayor
fuerza gravitacional menor será la flotabilidad (MAS GRAVEDAD=MENOS FLOTABILIDAD=MAYOR DENSIDAD). En
general la corteza oceánica es más densa que la corteza continental; esto es debido a su composición química. La
corteza oceánica constituida por rocas básicas y ultrabásicas, como gabros, dunitas y basaltos (rocas ricas en hierro,
magnesio, cromo y diferentes elementos pesados), es mucho más pesada comparada con la corteza continental
conformada por rocas intermedias y ácidas como andesitas, granitos y riolitas (rocas ricas en sodio, potasio y
aluminio).

No todos los márgenes convergentes son zonas de subducción: si la densidad entre las dos placas es muy parecida,
en vez de subducción habrá "obducción".

Obducción: Esta colisión continental es consecuencia de la igualdad de las densidades que forman las rocas
continentales, de manera que ninguna puede subducir introduciéndose bajo la otra. No es el caso del choque de dos
placas de corteza oceánica, donde una, la más antigua y fría, y por consiguiente más densa, se introduce bajo la mas
joven, caliente y menos densa.
La colisión de placas, formadas exclusivamente por corteza continental, hace que las dos placas se fusionen,
mediante una gran cordillera intercontinental, haciendo crecer a los continentes en extensión

LÍMITES DE PLACAS: Son los bordes de una placa y es aquí donde se presenta la mayor actividad tectónica
(sismos, formación de montañas, actividad volcánica), ya que es donde se produce la interacción entre placas. Hay
tres clases de límite:

 Divergentes: son límites en los que las placas se separan unas de otras y, por lo tanto, emerge magma
desde regiones más profundas (por ejemplo, la dorsal mesoatlántica formada por la separación de las placas
de Eurasia y Norteamérica y las de África y Sudamérica).
 Convergentes: son límites en los que una placa choca contra otra, formando una zona de subducción (la
placa oceánica se hunde bajo de la placa continental) o un cinturón orogénico (si las placas chocan y se
comprimen). Son también conocidos como "bordes activos".
 Transformantes: son límites donde los bordes de las placas se deslizan una con respecto a la otra a lo largo
de una falla de transformación.

En determinadas circunstancias, se forman zonas de límite o borde, donde se unen tres o más placas formando una
combinación de los tres tipos de límites.

Límite divergente o constructivo- las dorsales: Son las zonas de la litosfera en que se forma nueva corteza
oceánica y en las cuales se separan las placas. En los límites divergentes, las placas se alejan y el vacío que resulta
de esta separación es rellenado por material de la corteza, que surge del magma de las capas inferiores. Se cree que
el surgimiento de bordes divergentes en las uniones de tres placas está relacionado con la formación de puntos
calientes. En estos casos, se junta material de la astenosfera cerca de la superficie y la energía cinética es suficiente
para hacer pedazos la litosfera. El punto caliente que originó la dorsal mesoatlántica se encuentra actualmente debajo
de Islandia, y el material nuevo ensancha la isla algunos centímetros cada siglo.

Un ejemplo típico de este tipo de límite son las dorsales oceánicas, como la dorsal mesoatlántica entre otras, y en el
continente las grietas, como el Gran Valle del Rift.

Límite convergente o destructivo: Las características de los bordes convergentes dependen del tipo de litosfera de
las placas que chocan. Con frecuencia las placas no se deslizan en forma continua; sino que se acumula tensión en
ambas placas hasta llegar a un nivel de energía acumulada que sobrepasa el necesario para producir el deslizamiento
brusco de la placa marina. La energía potencial acumulada es liberada como presión o movimiento; debido a la
titánica cantidad de energía almacenada, estos movimientos ocasionan terremotos, de mayor o menor intensidad. Los
puntos de mayor actividad sísmica suelen asociarse con este tipo de límites de placas.

 Cuando una placa oceánica (más densa) choca contra una continental (menos densa) la placa oceánica es
empujada debajo, formando una zona de subducción. En la superficie, la modificación topográfica consiste en
una fosa oceánica en el agua y un grupo de montañas en tierra.
 Cuando dos placas continentales colisionan (colisión continental), se forman extensas cordilleras formando un
borde de obducción. La cadena del Himalaya es el resultado de la colisión entre la placa Indoaustraliana y la
placa Euroasiática.
 Cuando dos placas oceánicas chocan, el resultado es un arco de islas (por ejemplo, Japón).

Convergencia continental -oceánica Este tipo de borde convergente es el que se da en la costa pacífica de América
del Sur, donde la Placa de Nazca, totalmente oceánica, deriva hacia el este y colisiona con la Placa Sudamericana
que deriva hacia el oeste; el magma ascendente ha formado la Cordillera de los Andes, con cientos de volcanes
activos y una intensa actividad sísmica.

Convergencia oceánica-oceánica: Cuando dos placas con corteza oceánica colisionan. Una placa subduce bajo la
otra iniciándose la fusión y la actividad volcánica como en la convergencia oceánica-continental. Estos arcos están
situados a 100-300 km de la fosa submarina que se forma en el punto de subducción. Son ejemplos de archipiélagos
originados así las Aleutianas, las islas Marianas, Tonga, Japón y las islas de la Sonda, y las fosas asociadas a ellos.

Convergencia continental-continental: Este tipo de fenómeno se produjo cuando la India "embistió" Asia y produjo la
elevación de la cordillera del Himalaya. Otros sistemas montañosos importantes, como los Pirineos, los Alpes y los
Urales también se originaron durante colisiones continentales.
Límite transformante, conservativo o neutro: El movimiento de las placas a lo largo de las fallas de transformación
puede causar considerables cambios en la superficie, lo que es particularmente significativo cuando esto sucede en
las proximidades de un asentamiento humano. Debido a la fricción, las placas no se deslizan en forma continua; sino
que se acumula tensión en ambas placas hasta llegar a un nivel de energía acumulada que sobrepasa el necesario
para producir el movimiento. La energía potencial acumulada es liberada como presión o movimiento en la falla.
Debido a la titánica cantidad de energía almacenada, estos movimientos ocasionan terremotos, de mayor o menor
intensidad.

Un ejemplo de este tipo de límite es la falla de San Andrés, ubicada en el Oeste de Norteamérica, que es parte del
sistema de fallas producto del roce entre la placa Norteamericana y la del Pacífico.

Los puntos calientes (del inglés hotspot) son áreas de actividad volcánica alta en relación a sus entornos. 1 A
diferencia de otras áreas de vulcanismo como las zonas de subducción o las dorsales oceánicas el vulcanismo de los
puntos calientes no está necesariamente asociado a las partes limítrofes de las placas tectónicas.1

Origen

 Teoría de plumas: Esta teoría sugiere que hay plumas del manto que ascienden por convección desde el límite
entre el núcleo y el manto en forma de diapiro.2 El ascenso de las plumas se debería al calentamiento del manto
inferior por conducción de calor desde el núcleo terrestre, formando así una capa del manto gravitacionalmente
inestable que saldría a flote en forma de diapiro y al topar con la corteza generaría grandes trapps (inundaciones
basálticas), seguido de vulcanismo facilitado por el conducto que constituiría la cola del diapiro. 1

Esta teoría fue presentada por primera vez en 1963, poco después del descubrimiento de la tectónica de placas, por
el geofísico canadiense J. Tuzo Wilson y desde entonces ha sido modificada, considerándose ahora que los puntos
calientes no son "fijos" como se contemplaba inicialmente y el origen de las plumas del manto no siempre se supone
en el manto inferior.13

 Teoría de extensión: La otra hipótesis postula que no es la alta temperatura del manto la causa del vulcanismo
sino que zonas de movimiento divergente de la litosfera facilitan el ascenso pasivo de magma desde niveles poco
profundos.45

Consecuencias: Los puntos calientes pueden formar largas cadenas de volcanes extintos al moverse una placa
litósferica sobre el punto caliente fijo en el manto. 6 En placas oceánicas esto puede producir la formación de
archipiélagos volcánicos en los que la edad de sus rocas aumenta a medida que se incrementa la distancia al punto
caliente.6 Un ejemplo clásico de este fenómeno sería las islas de Hawái.1

La estructura de la tierra podría establecerse según dos criterios diferentes. Según su composición química, el planeta
puede dividirse en corteza, manto y núcleo (externo e interno); según sus propiedades geológicas se definen la
litosfera, la astenosfera, la mesosfera y el núcleo (externo e interno).2

Las capas se encuentran a las siguientes profundidades:3


Capa Profundidad (km)
... Corteza (varía localmente entre 5 y 70 km) 0-35
Litosfera (varía localmente entre 5 y 200 km) 0-100
Astenosfera 100-400
Manto 35-2890
Manto superior 35-660
Manto inferior 660-2890
Núcleo 2890-6371
Núcleo externo 2890-5150
Núcleo interno 5150-6371

La división de la tierra en capas ha sido determinada indirectamente utilizando el tiempo que tardan en viajar las
ondas sísmicas reflejadas y refractadas, creadas por terremotos. Las ondas transversales (S, o secundarias) no
pueden atravesar el núcleo, ya que necesitan un material viscoso o elástico para propagarse, mientras que la
velocidad de propagación es diferente en las demás capas. Los cambios en dicha velocidad producen una refracción
debido a la ley de Snell. Las reflexiones están causadas por un gran incremento en la velocidad sísmica (velocidad de
propagación) y son parecidos a la luz reflejada en un espejo.

Capas definidas por su composición[editar]

Corteza: Es la capa mas superficial es donde habitamos, está formada por roca, la corteza terrestre es una capa
comparativamente fina; su grosor oscila entre 11 km en las dorsales oceánicas y 70 km en las grandes cordilleras
terrestres como los Andes y el Himalaya.2

Los fondos de las grandes cuencas oceánicas están formados por la corteza oceánica, con un espesor medio de
7 km; está compuesta por rocas máficas (silicatos de hierro y magnesio) con una densidad media de 3,0 g/cm3.+`´-

Los continentes están formados por la corteza continental, que está compuesta por rocas félsicas (silicatos de sodio,
potasio y aluminio), más ligeras, con una densidad media de 2,7 g/cm3.

La frontera entre corteza y manto se manifiesta en dos fenómenos físicos. En primer lugar, hay una discontinuidad en
la velocidad sísmica, que se conoce como la Discontinuidad de Mohorovicic, o "Moho". Se cree que este fenómeno es
debido a un cambio en la composición de las rocas, de unas que contienen feldespatos plagioclásicos (situadas en la
parte superior) a otras que no poseen feldespatos (en la parte inferior). En segundo lugar, existe una discontinuidad
química entre cúmulos ultramáficos y harzburgitas tectonizadas, que se ha observado en partes profundas de la
corteza oceánica que han sido obducidas dentro de la corteza continental y conservadas como secuencias ofiolíticas.

Manto: El manto terrestre se extiende hasta una profundidad de 2.890 km, lo que le convierte en la capa más grande
del planeta. La presión, en la parte inferior del manto, es de unos 140 GPa (1,4 M atm). El manto está compuesto por
rocas silíceas, más ricas en hierro y magnesio que la corteza. Las grandes temperaturas hacen que los materiales
silíceos sean lo suficientemente dúctiles como para fluir, aunque en escalas temporales muy grandes. La convección
del manto es responsable, en la superficie, del movimiento de las placas tectónicas. Como el punto de fusión y la
viscosidad de una sustancia dependen de la presión a la que esté sometida, la parte inferior del manto se mueve con
mayor dificultad que el manto superior, aunque también los cambios químicos pueden tener importancia en este
fenómeno. La viscosidad del manto varía entre 1021 y 1024 Pa·s.4 Como comparación, la viscosidad del agua es
aproximadamente 10-3 Pa.s, lo que ilustra la lentitud con la que se mueve el manto.

¿Por qué es sólido el núcleo interno, líquido el externo, y semisólido el manto? La respuesta depende tanto de los
puntos de fusión de las diferentes capas (núcleo de hierro-níquel, manto, y corteza de silicatos) como del incremento
de la temperatura y presión conforme nos movemos hacia el centro de la Tierra. En la superficie, tanto las aleaciones
de hierro-níquel como los silicatos están suficientemente fríos como para ser sólidos. En el manto superior, los
silicatos son normalmente sólidos (aunque hay puntos locales donde están derretidos), pero como están bajo
condiciones de alta temperatura y relativamente poca presión, las rocas en el manto superior tienen una viscosidad
relativamente baja. En contraste, el manto inferior está sometido a una presión mucho mayor, lo que hace que tenga
una mayor viscosidad en comparación con el manto superior. El núcleo externo, formado por hierro y níquel, es líquido
a pesar de la presión porque tiene un punto de fusión menor que los silicatos del manto. El núcleo interno, por su
parte, es sólido debido a la enorme presión que hay en el centro del planeta.

Núcleo: La densidad media de la Tierra es 5515 kg/m3. Esta cifra lo convierte en el planeta más denso del sistema
solar. Si consideramos que la densidad media de la corteza es aproximadamente 3000 kg/m3, debemos asumir que el
núcleo terrestre debe estar compuesto de materiales más densos. Los estudios sismológicos han aportado más
evidencias sobre la densidad del núcleo. En sus primeras fases, hace unos 4 500 millones de años, los materiales
más densos, derretidos, se habrían hundido hacia el núcleo en un proceso llamado diferenciación planetaria, mientras
que otros menos densos habrían migrado hacia la corteza. Como resultado de este proceso, el núcleo está
compuesto ampliamente de hierro (Fe) (80 %), junto con níquel (Ni) y varios elementos más ligeros. Otros elementos
más densos, como el plomo (Pb) o el uranio (U) son muy raros, o permanecieron en la superficie unidos a otros
elementos más ligeros.

Diversas mediciones sísmicas muestran que el núcleo está compuesto de dos partes, una interna sólida de 1220 km
de radio y una capa externa, semisólida que llega hasta los 3400 km. El núcleo interno sólido fue descubierto en 1936
por Inge Lehmann y se cree de forma más o menos unánime que está compuesto principalmente de hierro con algo
de níquel. Para explicar el comportamiento de las ondas sísmicas cuando atraviesan el núcleo interno, algunos
científicos han inferido un ordenamiento y empaquetado atómico que sería coherente con la estructura continua de un
único cristal de hierro que formara todo el núcleo interno.56

El núcleo externo rodea al interno y se cree que está compuesto por una mezcla de hierro, níquel y otros elementos
más ligeros. Recientes propuestas sugieren que la parte más interna del núcleo podría estar enriquecida con
elementos muy pesados, con mayor número atómico que el cesio (Cs)(trans-Cesio, elementos con número atómico
mayor de 55). Esto incluiría oro (Au), mercurio (Hg) y uranio (U).7

Se aceptaba, de manera general, que los movimientos de convección en el núcleo externo, combinados con el
movimiento provocado por la rotación terrestre (efecto Coriolis), son responsables del campo magnético terrestre,
mediante un proceso descrito por la hipótesis de la dínamo. El núcleo interno está demasiado caliente para mantener
un campo magnético permanente (ver temperatura de Curie) pero probablemente estabilice el creado por el núcleo
externo. Pruebas recientes sugieren que el núcleo interno podría rotar ligeramente más rápido que el resto del
planeta.8 En agosto de 2005 un grupo de geofísicos publicaron, en la revista Science que, de acuerdo con sus
cálculos, el núcleo interno rota aproximadamente entre 0,3 y 0,5 grados más al año que la corteza. 910 Las últimas
teorías científicas explican el gradiente de temperatura de la Tierra como una combinación del calor remanente de la
formación del planeta, calor producido por la desintegración de elementos radiactivos y el enfriamiento del núcleo
interno.

La hipótesis de la dinamo es una teoría científica que intenta explicar el mecanismo por el que un cuerpo celeste,
como por ejemplo la Tierra, genera un campo magnético a su alrededor.

En el caso de la Tierra, se cree que su campo magnético está causado por el movimiento de convección del hierro y
níquel fundidos en el interior del núcleo terrestre exterior, así como el efecto Coriolis que aparece por la rotación del
planeta. Cuando un fluido conductor se desplaza por un campo magnético ya existente, aparecen corrientes eléctricas
inducidas, creando otro campo magnético. Cuando este campo inducido se añade al campo preexistente, el efecto es
idéntico al que se presenta en una dinamo: el campo total se sostiene a sí mismo.

Campos similares aparecen en muchos cuerpos celestes, incluyendo la mayor parte de las estrellas, como el Sol (que
contiene plasma conductor y el núcleo activo de la Galaxia).

El paradigma de la membrana es un modo de observar los agujeros negros que permite que el material cercano a sus
superficies se exprese en el lenguaje de la hipótesis de la dinamo.

Ilustración del mecanismo de dinamo que crea el campo magnético terrestre: las corrientes de convección del magma
en el núcleo exterior terrestre, impulsadas por el flujo de calor desde el núcleo interno, organizadas en rollos por la
fuerza de Coriolis, crean las corrientes circulantes eléctricas que generan el campo magnético. 1

El movimiento del fluido se mantiene por convección —movimiento basado en la flotabilidad—. La temperatura se
incrementa hacia el centro de la Tierra, y cuanto más grande sea la temperatura del fluido en profundidades mayores
más ligero se convierte. Esta flotabilidad está acentuada por la separación química. Al enfriarse el núcleo, parte del
hierro fundido se solidifica y se adhiere al núcleo interno. En el proceso elementos más ligeros se quedan en el fluido,
haciéndolo menos denso. Eso se llama «convección posicional». La fuerza de Coriolis, consecuencia de la rotación
del planeta, tiende a organizar al fluido en rollos alineados en la dirección del eje polar norte-sur.3435
El simple movimiento convectivo de un fluido conductor no es suficiente como para garantizar la generación de un
campo magnético. El modelo explicado arriba asume el movimiento de cargas (como electrones con respecto al
núcleo atómico), el cual es un requerimiento para generar un campo magnético. Sin embargo, no está claro cómo este
movimiento de cargas surge en el fluido que circula en el núcleo externo. Los posibles mecanismos que lo explicarían
incluyen reacciones electroquímicas que crean el equivalente de una pila generando corriente eléctrica en el fluido o
un efecto termoeléctrico (estos dos mecanismos están de alguna forma superados). Campos magnéticos remanentes
en materiales magnéticos del manto, que están más fríos que su temperatura de Curie, también proveerían campos
magnéticos a modo de «estátor» de inicio, que inducirían las corrientes requeridas en el flujo convectivo del fluido
comportándose como una dinamo. Estos mecanismos fueron analizados por el Philip William Livermore

El campo magnético global de la Tierra es generado en su núcleo metálico, situado a casi 3.000 kilómetros por
debajo de la superficie del planeta. Ese campo ha existido en la Tierra por lo menos desde hace 3.500 millones de
años y ofrece pistas sobre cómo se han formado otros planetas, las estrellas y los cuerpos celestes.

Mientras los científicos afinan su comprensión de cómo funciona este campo, en su investigación en curso de
la historia planetaria, una idea que utilizan para explicar este proceso es la teoría de la dinamo, la idea de que existe
una gran dinamo, o generador de campo magnético, en el núcleo externo de la Tierra, donde el hierro líquido se
mueve constantemente a medida que el planeta se enfría. Este movimiento contínuo genera corrientes eléctricas
debidas a los electrones que se mueven a través del líquido. En ese proceso, la energía del fluido en movimiento se
convierte en un campo magnético que puede ser sostenido por miles de millones de años.

El conocimiento de que los cuerpos planetarios como la Tierra, la Luna, Marte, e incluso los asteroides tienen,
o una vez tuvieron, un campo magnético, es crucial para entender su historia y su estructura interna. Esto se debe a
que la presencia de un campo magnético dentro de un cuerpo también revela como probablemente se formó el núcleo
metálico que genera ese campo, de acuerdo con Benjamin Weiss, profesor asociado en el Departamento de Ciencias
de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias. Este campo es una de las pocas maneras de percibir en forma remota un
núcleo metálico tan profundamente enterrado debajo de la superficie de un cuerpo.

Si se magnetiza un fragmento de roca o de un cuerpo planetario, esto sugiere que el cuerpo experimentó la
fusión a gran escala, en la que el material más pesado se hundió en el interior para formar un núcleo metálico y
material más ligero flotando hacia la superficie, para crear una corteza rocosa. Este proceso le da a un planeta su
historia como tal. "De lo contrario, sería un montón de polvo espacial", dijo Weiss.

La determinación de si un planeta generó un campo magnético en el pasado no sólo es importante para inferir
la presencia de un núcleo, sino que también puede ser importante para aprender sobre el origen del cuerpo planetario
e incluso la historia del cambio climático en ese cuerpo.

Por ejemplo, a pesar de que Marte no tiene un campo magnético generado por una dínamo central hoy, Weiss
y sus colegas han identificado magnetización en las rocas marcianas, lo que indica que Marte tuvo un fuerte campo
global miles de millones de años atrás. Parece que la desaparición de esta dínamo inicial coincidió con la pérdida de
la densa atmósfera temprana de Marte y la transición del promitivo clima cálido y húmedo a las condiciones frías e
inhóspitas actuales del planeta.

Pero la comprensión de los científicos de la teoría de la dínamo se ha complicado por los recientes
descubrimientos de rocas magnetizadas de la Luna y de antiguos meteoritos, así como el hallazgo de un campo de
dínamo activa sobre Mercurio, todos ellos lugares que se pensaba que tal vez se han enfriado demasiado rápido o
eran demasiado pequeños para generar un campo magnético auto-sostenible. Se creía que los cuerpos más
pequeños no podían tener dínamos porque se enfrían más rápidamente y por lo tanto tendrían más probabilidades de
tener núcleos metálicos que no se quedan en estado líquido durante mucho tiempo.

En 2008, un grupo conducido por el MIT, que incluía a Weiss, descubrió huellas magnéticas en trozos de
pequeños objetos llamados planetesimales rocosos, que se cree que se estrellaron entre sí para formar los planetas
rocosos hace 4.500 millones años atrás. Planetesimales que se había pensado que eran demasiado pequeños para
haber formado dínamos en los núcleos. De acuerdo con Weiss, el hallazgo sugiere que el mantenimiento de un
campo magnético como el de la Tierra no requiere un gran núcleo de refrigeración líquida que se mueva
constantemente y genere corrientes, sino que también podría ser de alguna manera generado por el núcleo de un
cuerpo más pequeño, como los planetesimales, algunos de los cuales sólo tienen 160 kilómetros de ancho.

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