Antropología De La Inhumanidad

La sociedad actual colombiana es una muestra de lo que la época de la violencia

nos ha dejado, un conflicto interno, un deterioro del tejido social, donde las
principales víctimas son personas ajenas al conflicto, este tejido social no puede
ser fácilmente enmendado puesto que estas problemáticas han sido heredadas
durante varias generaciones.

Vivimos en una cultura la cual ha sido fundamentada en miedo y terror, esto

debido a la época de la violencia que afectó al país durante varias décadas, un
conflicto que cobró miles de vidas.

La Violencia fue una guerra civil no declarada, donde se materializaba la presencia

de un antagonismo social, donde la riña entre el partido liberal y el partido
conservador llegó a tal punto donde se cometieron grandes masacres en las
cuales se deshumanizaba a la víctima.

Para ser una víctima de esto, solo bastaba con ser identificado como el “otro”, en
esa época la gran mayoría de la población del país se encontraba en la zona rural,
que fue donde se dio todo este conflicto armado, con numerosas masacres,
muchas veces los campesinos no tenían relación alguna con un bando u otro, pero
podrían haber sido señalados como auxiliadores de alguno de los bandos, y este
era motivo suficiente para acabar con la vida de las personas.
Muchas veces cada bando solo se sentía perteneciente al mismo por el simple
hecho de luchar contra el bando contrario, la identidad misma dependía de ser el
contrario del otro, donde ya no era una simple disputa entre partidos políticos sino
entre subculturas.

Durante esta guerra, la cual todavía nos afecta hoy en día, generalmente todo se
basada en venganza, en un odio heredado y una aplicación de la ley del Talión,
muchas veces podían pasar semanas, meses, hasta incluso años, pero la
venganza generalmente era realizada.

En este conflicto hubo diversos factores que generaban confusión entre los
campesinos quieres eran los principales afectados, quienes iban a generar la
masacre usaban camuflados, los cuales no se distinguían con los del ejército, lo
cual hacía que los campesinos no supieran cómo reaccionar; otra de las razones
por las cuales se generó una gran confusión era que el ejército y los
policías”chulavitas” también fueron protagonistas de distintas masacres.

Estas masacres eran efectuadas en mataderos o lugares de crianza de animales,

con el fin de animalizar a las víctimas y así sentir que estaban asesinando a un
animal y no a un humano, muchas veces usaban términos despectivos para
descontaminarse al realizar estos actos.

Al animalizar a la víctima no habría sentimiento alguno de culpa por que sería

como matar un animal, al cual se le sacaría cierto provecho, se hacía la analogía
de matar una gallina para después comérsela.
En estas masacres se buscaba deshumanizar a la víctima, modificaban el cuerpo
humano a su antojo demostrando poderío, y generando terror ante cualquier
persona que viese esto, usaban sus conocimientos de caza y carnicería para
llevar a cabo estos “espectáculos” en los cuales se veían desmembramientos,
muchas veces las víctimas eran destripadas, buscaban reacomodar la anatomía
humana, dejando las partes que debieran ir dentro afuera y viceversa.

Ante estas imágenes grotescas y aterrorizadoras los sobrevivientes solo podían

quedar paralizados ante esta violencia simbólica, generalmente las víctimas de
estas masacres eran solo hombres, pero las mujeres tenían que ver todos estos
escenarios y muchas veces eran violadas cuando no alcanzaban a escapar de
estos victimarios.

Después de quedar varias generaciones marcadas por el horror producido por

estos actos, solo se pudo generar una cultura basada en terror y miedo, una
sociedad donde nadie da a conocer sus puntos de vista y todas las personas se
encuentran en estado de sumisión por miedo a perder su vida por dar a conocer
sus ideas.

Actualmente vivimos en carne propia los desechos de esta guerra entre liberales y
conservadores, de allí surgieron parte de los grupos armados, que actualmente
son los protagonistas del conflicto armado que asecha al país, donde como
siempre las víctimas son civiles ajenos al conflicto, afectando directamente la zona
rural del país.
En conclusión, desde que siga existiendo una red de venganzas nunca acabará el
conflicto armado en Colombia, puesto que cada bando querrá cobrar su venganza
con más vidas de las que ha perdido, la violencia solo trae más violencia, el odio
solo trae más odio, mientras la ley del talión siga rigiendo la guerra jamás
terminará.

Camilo Eduardo García Henao

030100142012