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PROCRASTINACIÓN EN HUMANOS: UN ESTILO INTERACTIVO

OBSERVADO BAJO DIFERENTES COSTO DE RESPUESTA

Carlos Gerardo Torres Ceballos, María Antonia Padilla Vargas y Cristiano Valerio dos
Santos

Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento


Universidad de Guadalajara

Resumen

Se evaluó el efecto del costo de respuesta alto sobre la procrastinación (postergar

voluntariamente una tarea obligatoria). Participaron 12 estudiantes universitarios entre 18

y 20 años de edad que fueron expuestos a tres tareas independientes formadas por una

cantidad variante de ejercicios en los cuales se debía comparar la proporción de puntos

verdes y azules desplegados en la pantalla de una computadora, indicando si la cantidad de

puntos verdes era mayor o menor que la cantidad de puntos azules. En el escenario

experimental se dispusieron distractores. Cada tarea debía ser resuelta en 40 minutos y los

participantes fueron expuestos el mismo día a las tres tareas: dos formadas por 100

ejercicios (costo de respuesta bajo) y una formada por 200 ejercicios (costo de respuesta

alto). Para el grupo control las tres tareas consistieron en 100 ejercicios. Se registró como

procrastinación el tiempo invertido en distractores hasta la conclusión de la tarea. Aunque

no se encontraron efectos sistemáticos del costo de respuesta alto, se observó la mayor

procrastinación en tres participantes y que hubo otros que jamás procrastinaron. Además

se detectaron consistencias intrasujeto, perfiles diferenciados de ejecución y que no hubo

diferencias contundentes en la cantidad de aciertos en la tarea en función del tiempo

procrastinado. En conjunto, los resultados sugieren que la procrastinación humana puede

ser explicada por la Teoría Interconductual bajo su propuesta de Estilos Interactivos: el


perfil idiosincrásico de interacción entre el participante y las contingencias experimentales

establecidas.

Palabras Clave: Procrastinación, Costo de Respuesta, Teoría Interconductual,


Estilos Interactivos.

En el lenguaje ordinario, procrastinar es dejar una tarea obligatoria para último momento

cuando pudo realizarse antes. El estudio de esta conducta es importante pues se estima

que afecta eventualmente al 70% de la población y que para el 30% restante significa un

problema crónico que conlleva altos niveles de estrés y ansiedad y déficits en la

productividad en diferentes ámbitos (Tice & Baumeister, 1997). Además no hay consenso

en la definición operacional del fenómeno ni suficientes datos empíricos de laboratorio que

permitan determinar las variables críticas que lo controlan.

Hasta el momento, la literatura no experimental señala que el predictor más

consistente de procrastinación es la característica de la tarea (Steel, 2007). Y los escasos

estudios de laboratorio disponibles sobre el fenómeno parecen coincidir en este punto,

señalando sobre todo a la exigencia de la tarea como una variable crítica.

Por ejemplo, Froese, Sheryl, Nisly, y May (1984) dieron a resolver a estudiantes

universitarios una tarea experimental en una sola sesión de 30 minutos de duración. El

escenario experimental consistió en un escritorio para la resolución de la tarea y mesas en

las que se dispusieron distractores (historietas y rompecabezas).

Se midió la procrastinación como el tiempo invertido en distractores antes de

empezar a trabajar en la tarea. Se observó la mayor cantidad de procrastinación ante una

tarea difícil y aburrida (un problema de lógica) y la menor cantidad ante una tarea fácil e

interesante (tres rompecabezas infantiles) (Froese, Sheryl, Nisly & May, 1984).

Se encontraron resultados similares cuando se le aplicó a los participantes un

examen de matemáticas y se les dijo que era (o no) predictor de su intelecto (Ferrari &
Tice, 2000) o cuando la tarea consistía en agrupar los naipes de una baraja según su color

(tarea fácil) o su figura (tarea difícil), (Ferrari & Dovidio, 1997).

Con organismos no humanos (pichones) y bajo el paradigma de elección, Mazur

(1996) encontró un efecto similar: la preferencia por un requerimiento de trabajo grande y

demorado en lugar de un requerimiento de trabajo pequeño e inmediato.

En conjunto, la investigación sugiere que el requerimiento relativamente grande de

trabajo es una variable crítica de la procrastinación, tanto en humanos como en no

humanos. En este sentido, Catania (1992) ha señalado que los requerimientos de trabajo

son el costo de respuesta inherente a la resolución de una tarea. En conformidad con los

antecedentes, con el presente estudio se pretendió evaluar el efecto del costo de respuesta

relativamente alto de una tarea sobre la procrastinación humana.

Método

Participaron 12 estudiantes (7 mujeres y 5 hombres) de la carrera de Ingeniería de la

Universidad de Guadalajara (UdG) con edades entre 18 y 20 años. Fue realizado en el

Laboratorio de Conducta Social del Centro de Estudios e Investigaciones en

Comportamiento de la Universidad de Guadalajara y el escenario experimental se dividió

en dos zonas: (1) de trabajo, delimitada por una mesa en la que únicamente había una

computadora para desarrollar la tarea experimental (sin acceso a internet) y, (2) de

entretenimiento, delimitada por otra mesa en donde se dispusieron distractores: una

computadora con conexión a internet, cinco revistas de cultura popular, cacahuates y agua

para consumo humano.

La tarea experimental consistió en resolver una cantidad variable de ejercicios que

implicaba que los sujetos calcularan mediante simple inspección visual la proporción de

puntos verdes y azules desplegados en la pantalla de una PC, indicando si la cantidad de

puntos verdes era mayor o menor que la cantidad de puntos azules (la cantidad de puntos

verdes era variante y la de los azules fija).


La tarea debía ser resuelta en una fase con 40 minutos de duración y los

participantes fueron expuestos a tres tareas independientes (tres fases) en un solo día de

aplicación: dos de 100 ejercicios (costo de respuesta bajo) y una de 200 ejercicios (costo de

respuesta alto). La tarea con 100 ejercicios podía concluirse en 7 minutos y la tarea con

200 ejercicios en 14 minutos (ambas si se hacían sin interrupciones).

Para fines de control experimental, se presentó la tarea con el costo de respuesta

alto en todas las combinaciones posibles de secuencia, a grupos experimentales distintos

(cada uno compuesto por tres sujetos). Para el grupo control las tres tareas consistieron en

100 ejercicios (costo de respuesta bajo).

No se les aplicaron consecuencias (castigos o recompensas) por la conclusión o no

de la tarea y no se les dio retroalimentación de su desempeño. Además, se procuró dejar en

claro a los participantes que tenían la libertad para administrar el tiempo de cada fase

como ellos creyeran conveniente e involucrarse con distractores cuando quisieran.

También se hizo énfasis en que la tarea no medía sus capacidades intelectuales ni otras

características personales.

Resultados y Discusión

Se registró como procrastinación el tiempo invertido en distractores hasta la

conclusión de la tarea. Se observaron 64.35 minutos de procrastinación en todo el

experimento: 26.30 minutos ante el costo de respuesta alto, 6.40 minutos ante la primera

exposición al costo de respuesta bajo y 31.65 minutos ante la segunda exposición.

Únicamente dos participantes de los grupos experimentales exhibieron mayor

procrastinación durante la tarea con costo de respuesta alto. A su vez, en el grupo control

prácticamente no se observó procrastinación. Los datos anteriores muestran que el costo

de respuesta alto no tuvo efectos sistemáticos en la procrastinación.

Pese a lo anterior, se observó la mayor procrastinación en tres participantes (uno

por cada grupo experimental): el Participante 10 mostró 21.12 minutos, la Participante 11


mostró 14.73 minutos y la Participante 5 mostró 21.48 minutos lo que en conjunto

representa un 89% (57.33 minutos) de toda la procrastinación observada en el

experimento. Por el contrario, hubo participantes que jamás procrastinaron.

También se encontraron consistencias intrasujeto y perfiles diferenciados de

ejecución. Los tres que procrastinaron más exhibieron pausas largas (denominadas

ventanas temporales) así como pausas breves pero constantes (denominadas conductas

de sondeo) en la mayoría de las fases. Además mostraron demoras con respecto al tiempo

ideal de conclusión de la tarea. Estos efectos fueron máximos ante la tarea con costo de

respuesta alto.

En contraparte, los que no procrastinaron no mostraron ningún tipo de pausas y

tuvieron la tendencia a concluir la tarea alrededor del tiempo criterio ideal para concluirla.

Cabe señalar que este perfil también fue consistente a través de las fases.

Respecto a la eficiencia en la tarea, se obtuvo el porcentaje de aciertos para cada

participante en cada fase. Resultó que para todo el experimento hubo un promedio de 87%

de aciertos. Los tres participantes que más procrastinaron consiguieron un promedio de

82% de aciertos y los que nunca procrastinaron un promedio de 90% de aciertos. Se

considera que esta diferencia no es contundente pues ambos tipos de participante

obtuvieron, en promedio, calificaciones aceptables. Este dato pondría en tela de juicio lo

indicado por la literatura sobre que los procrastinadores tienen invariablemente un pobre

desempeño y que es un problema de competencia en la tarea.

En conjunto, los datos encontrados en este experimento se ajustan a la propuesta

desarrollada dentro la Teoría Interconductual denominada Estilos Interactivos. Para Ribes

(2009), el estilo interactivo es el perfil de interacción entre el participante y determinadas

contingencias preestablecidas, en las que el comportamiento covaría con las circunstancias

características de dichas contingencias. Es el patrón de comportamiento de un individuo y

su consistencia a través de la manipulación de los parámetros de una misma variable

independiente bajo preparaciones experimentales similares.


Los criterios de Ribes (2009) para identificar estilos interactivos son: 1)

consistencia temporal, que los perfiles sean semejantes en mediciones repetidas en

distintos momentos en una misma situación-tipo; 2) consistencia situacional, obtener

perfiles semejantes en distintas circunstancias particulares que corresponden a una misma

situación-tipo; 3) respuestas diferenciadas, cada participante responde diferente ante la

situación-tipo a la vez que se pueden obtener perfiles consistentes y; 4) contingencias

abiertas, observar dichas consistencias cuando las interacciones no son explícitamente

requeridas y ocurren bajo condiciones libres de demandas específicas, sociales o morales.

Los resultados y el diseño del presente experimento cumplen con los criterios establecidos

por Ribes (2009) para identificar estilos interactivos.

Las consistencias individuales y los perfiles diferenciados de desempeño han sido el

común denominador en otros experimentos de esta misma serie en los cuales se ha

manipulado: proximidad de distractores, segmentación de la tarea en cinco sub-tareas

(con costo de respuesta equivalente y no equivalente), claridad de instrucciones y

presencia o no de una cámara videofilmando. En conclusión, se considera que procrastinar

podría ser un estilo interactivo cuyo análisis debe continuar para esclarecer las

contingencias que lo fomentan.

Referencias

Catania, C. (1992). Learning. (3ªed.) Estados Unidos: Prentice Hall.


Ferrari, J. & Tice, D. (2000). Procrastination as a self-handicap for men and women: A
task avoidance strategy in a laboratory seeting. Journal of Research in Personality,
34, 73-83.
Ferrari, J., & Dovidio, F. (1997). Some experimental assessments of indecisives: support
for a non-cognitive failures hypothesis. Journal of Social Behavior and Personality,
12(2), 527-538.
Froese, A., Nisly, S., & May, R. (1984). The Effects of Task Interest and Difficulty on
Procrastination. Transactions of the Kansas Academy of Science, 87(3), 119-128.
Mazur, J. E. (1996). Procrastination by pigeons: preference for larger, more delayed work
requirements. Journal of the Experimental Analysis of Behavior, 65(1), 159-171.
Ribes, -Iñesta, E. (2009). La personalidad como organización de los estilos interactivos.
Revista Mexicana de Psicología, 26(2), 145-161.
Steel, P. (2007). The nature of procrastination: A meta-analytic and theoretical review of
quintessential self-regulatory failure. Psychological Bulletin, 133(1), 65-94.
Tice, D. M., & Baumeister, R. F. (1997). Longitudinal study of procrastination,
performance, stress, and health: The costs and benefits of dawdling. Psychological
Science, 8, 454-458.

Datos de contacto:

Universidad de Guadalajara. Centro de Estudios e Investigaciones en Comportamiento.


Calle Francisco de Quevedo # 180, Col. Arcos Vallarta, C. P. 44130. Guadalajara, Jalisco,
México.Contacto: catorce17@gmail.com, tony@cencar.udg.mx, behaca@gmail.com
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