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J o r n a d a I n t e r n a c i o n a l - B u e n o s A i re s , A rg e n t i n a 2 3 y 24 d e O c t u b re d e 2 0 0 8

Edición
Gerencia de Comunicación Audiovisual
TELAM S.E.

Compilación y Producción
Adriana Ghitia

Jornada Internacional - Buenos Aires, Argentina 23 y 24 de Octubre de 2008. “Los nuevos


escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”. Comite
de Federal de Radiodifusion (COMFER) Buenos Aires Octubre de 2008, ARGENTINA.

ISBN 9787-950-33-0679-6

1. Coleccion Comunicación TELAM S.E.


Gerencia de Comunicacion Audiovisual

Se permite la reproducion total o parcial de este libro citando la


fuente.

Las opiniones y comentarios expresados que se recogen en este libro son


responsabilidad de los participantes y no representan necesariamentes
la opinion de los editores.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

COMFER
Comite Federal de Radiodifusión

TELAM S.E.
Agencia de Noticias de la República Argentina

Agradecimientos

Lic. Mercedes Marcó del Pont


y Cdor. Roberto Feletti del Banco de la Nación Argentina

Emilio Cartoy Díaz de TEA Imagen

Gloria Beretervide

A todo el equipo del COMFER


que hizo posible la concreción de esta jornada:
Coordinación General, Dirección Nacional de Supervisión y
Evaluación, Prensa, Sistemas, Infraestructura, Instituto Superior
de Enseñanza Radiofónica y Automotores (ISER)

Colegio Público de Abogados

Ustincil in ercing erat lam quis dignim veros nonse dolobore faciduis

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

INDICE

Prólogo

Sergio Fernández Novoa .................................................. 11

Apertura

Luis Lazzaro (Argentina)..................................................... 15
Gabriel Mariotto (Argentina)..............................................19
Daniel Rosso (Argentina)......................................................23

Concentración mediática y pluralismo democrático



Damián Loreti (Argentina)................................................. 29
Manuel Chaparro Escudero (España).................................33
Rick Rockwell (Estados Unidos).......................................... 45
Miguel Rodríguez Villafañe (Argentina)............................ 55

Participación social y diversidad cultural

Néstor Busso (Argentina)....................................................73


Rosa María Alfaro (Perú)....................................................77
Gerardo Lombardi (Venezuela)........................................... 87
Lonna Thompson (Estados Unidos...................................... 97

Legislación internacional en comunicación audiovisual



Laura Calógero (Argentina).............................................. 107
João Brant (Brasil)............................................................ 109
José María Carbonell (España).......................................... 121
Gustavo Gómez (Uruguay)................................................ 131

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

PRÓLOGO

por Sergio Fernández Novoa


Vicepresidente de la Agencia de Noticias TELAM

“Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación.


Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de
libertad”, escribió Rodolfo Walsh en su Carta Abierta a la Junta Militar
en marzo de 1977. Horas después de conocerse el texto fue secuestrado
y continúa desaparecido. Tres años más tarde, la dictadura puso en
vigencia el decreto ley 22.285 que regula el desenvolvimiento de los
medios de comunicación en Argentina. Desde el retorno de gobernantes
electos por el voto popular, la norma se modificó –la mayoría de las
veces- a favor de la concentración y en contra de la pluralidad. La pugna
por democratizar el sistema de medios en la Argentina está abierta.

En ese contexto, esta publicación adquiere un valor significativo. Contiene


un calificado material referido a una problemática de enorme incidencia
en la vida de la sociedad actual, como son los medios de comunicación
y el rol que les compete, dado su inmenso poder a la hora de producir
sentidos y construir la realidad. Así las cosas y con la organización
del Comité Federal de Radiodifusión (Comfer), expertos de Argentina,
Uruguay, Estados Unidos, Brasil, Perú, España y Venezuela, expusieron
conceptos que enriquecen análisis y debates alrededor de una cuestión
cada vez más trascendente a la hora de lograr igualdad de oportunidades
en el acceso a la información y la libre expresión de ideas.

El encuentro tuvo lugar en octubre de 2008, año en el que se


profundizó en Argentina la discusión pública sobre la necesidad
de elaborar y promulgar una ley de servicios de comunicación
audiovisual que cambie por fin la norma que se pergeñó bajo la
concepción de la Dictadura Militar. La presidenta Cristina Fernández
de Kirchner convocó a todos los sectores que tienen que ver con la
comunicación y puso sobre el tapete el desafío de construir una
nueva etapa en la regulación de los medios.

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Asimismo, la mandataria orientó el rumbo político de la discusión, ya que


la primera de las reuniones fue con la Coalición por una Radiodifusión
Democrática*, que impulsa 21 puntos que definen el tenor que debe
contener la nueva legislación: el combate a los monopolios, la inclusión
de todos los sectores de la sociedad a través de un reparto equitativo
del espectro radioeléctrico, la multiplicidad de voces, el límite a las
cadenas permanentes, el fortalecimiento de los medios públicos, el
aprovechamiento de la digitalización de los medios electrónicos para
reconfigurar el mapa de medios, la exigencia de cuotas de producción
regional, nacional y latinoamericana, entre otros.

Los lectores encontrarán en estas páginas un nutrido caudal de ideas


e información alrededor de “los nuevos escenarios de la comunicación
audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”. Un debate
trascendente en tiempos en que el desarrollo de las tecnologías brindan
la posibilidad de una comunicación universal pero que, a su vez, la
concentración en pocas manos de los principales medios sitúa en tela
de juicio a la democracia.

Tal aseveración no es exagerada. Según un estudio de los académicos


Guillermo Mastrini y Martín Becerra, en Argentina sólo cuatro grupos
vinculados al negocio de la comunicación deciden acerca de la
producción y distribución del 83% de los mensajes que circulan por el
territorio nacional. Esta ausencia de pluralidad en la propiedad lleva a
la falta de pluralidad en los sentidos que ofrecen los medios. Por ello,
resulta imprescindible la obtención de cambios profundos en el sistema
de medios a favor de la mayoría de la población.

* La Coalición por una Radiodifusión Democrática se reunió por


primera vez en mayo de 2004 y está integrada por más de un centenar
de organizaciones. La componen trabajadores de la comunicación,
medios pequeños y medianos, públicos, universitarios, cooperativos y
comunitarios, organismos de derechos humanos, estudiantes, entidades
académicas y organizaciones sociales y sindicales.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

En esa línea, es importante que un organismo otrora oscuro como el


Comfer, ofrezca realizaciones que permitan echar luz sobre un tema
que ocultan los propios medios. Y que cuando emerge conlleva trampas
tales como decir que el intento de modificar el statu quo imperante
atenta contra la libertad de prensa. actual, Muy por el contrario, en el
contexto la verdadera libertad de expresión corre serio riesgo, al igual
que la posibilidad de acceso a la información por parte de la inmensa
mayoría de los ciudadanos.

De allí la importancia de que la agencia de noticias nacional


colabore en la difusión de estos temas y que el conjunto de las
instituciones del Estado coloquen al alcance de todos los argentinos
los elementos que les permitan involucrarse en el debate sobre qué
medios desean y necesitan.

Nos queda por señalar que es este el primero de una serie de trabajos
que pretenden aportar a la democratización de la comunicación y, a
través de ella, a construir una sociedad mejor.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Luis Lazzaro
Coordinador General del COMFER
Secretaría de Medios de Comunicación

A las autoridades y amigos del Poder Ejecutivo que nos acompañan.

A las legisladoras y legisladores nacionales y provinciales presentes.

A los funcionarios de la Secretaría de Medios de Comunicación, del


Sistema Nacional de Medios Públicos, de la Agencia Telam.

A los representantes de la Coalición por una Radiodifusión Democrática.

A los representantes de empresas y organizaciones ligadas a la


comunicación y muy especialmente a los distinguidos visitantes y
expositores internacionales que nos honran con su participación en
este evento.

A todos: muchas gracias por estar aquí y por acompañarnos.

En junio pasado visitamos con Gabriel Mariotto los Estados Unidos,


en el marco de una ronda de entrevistas y visitas que organizó la
Embajada Argentina en Washington. Nos llamó la atención la amplitud
y la fuerza del debate que se había producido en la sociedad civil, en
los círculos académicos y en el Congreso norteamericano a partir de las
propuestas de la FCC para reformar el sistema de gestión de medios en
las principales ciudades de los Estados Unidos.

Coincidimos con Gabriel y con Martín Granovsky, presidente de Telam


–quien también participó de la visita- en la importancia de darle
visibilidad en la Argentina a esos debates, que también atravesaban
América Latina y Europa.

Mucho más cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner nos


había convocado a trabajar y a debatir para proponer los lineamientos de
un nuevo escenario jurídico que democratizara y generase mecanismos
de inclusión social y posibilidades de acceso a los bienes y servicios de
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la comunicación en los nuevos escenarios tecnológicos.

Allí surgió la idea de esta Jornada, en la que nos parecía fundamental


incorporar las miradas latinoamericanas y europeas, signadas por
denominadores comunes de preservación de la diversidad cultural,
protección de las voces locales, competencia y prevención frente a
las prácticas de la concentración, fortaleza de los actores públicos y
presencia decidida de las voces sociales.

Para que las oportunidades que ofrece la nueva era digital sean
aprovechadas para la inclusión y el pluralismo. Para que este escenario
no quede limitado a la única voz del control remoto del mercado.

Estos son los ejes que queremos poner en debate a lo largo de estos
3 paneles que comienzan hoy: la diversidad, la participación social
y el pluralismo

Agradecemos a Lonna Thompson, de la Asociación de la Televisión


Pública de los Estados Unidos y al profesor Rick Rockwell, de la Escuela
de Comunicaciones de la American University, quienes nos recibieron
muy cordialmente durante la visita a Washington.

Al doctor en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense


de Madrid y periodista, Manuel Chaparro, un verdadero experto en
medios públicos y locales.
Al Licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona y
Presidente del Consejo Audiovisual de Cataluña, Josep María Carbonell.
Ambos de ese país tan entrañable para los argentinos como España.

A Rosa María Alfaro, una pionera en el análisis del impacto social de los
medios y directora de la Veeduría Ciudadana de la Comunicación de Perú.

Al Director de Radio “Fe y Alegría” de Venezuela y presidente de


la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, Gerardo
Lombardi. Uno de los hombres que piensan la comunicación en clave
popular y latinoamericana.
Al amigo Joao Brant, con quien compartimos en 2007 el Primer
Encuentro de los Medios Públicos del Mercosur en Canal 7, Buenos
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Aires, con varios títulos académicos y miembro de la Coordinación de


la entidad civil Intervozes, de Brasil.

A nuestro vecino y amigo, Gustavo Gómez, docente universitario en


Uruguay y Director del Programa de Legislaciones y Derecho a la
Comunicación de AMARC.

Y finalmente a casi un hombre de la casa y compañero de innumerables


mesas de debate y jornadas. El Dr. Miguel Rodríguez Villafañe,
presidente de AIDIC, Asociación Iberoamericana de Derecho a la
Información y la Comunicación. Profesor de Derecho constitucional y
derecho a la información.

Estamos seguros que los aportes de estos amigos, con altísima


calificación profesional, con un fuerte compromiso democrático y una
gran sensibilidad social nos ayudarán a recorrer mejor pertrechados los
desafíos de la política pública para que la comunicación y los medios
puedan ponerse al servicio de la construcción de ciudadanía con
participación democrática y federal.

Agradecemos también a los coordinadores que nos acompañan en esta


jornada, todos ellos representantes de tradiciones académicas y de militancia
en los campos de la comunicación y el derecho como el Dr. Damián Loreti,
Vicedecano de la Facultad Ciencias Sociales de la UBA, Néstor Busso, titular
del Foro Argentino de Radios Comunitarias (FARCO) y promotor de la
Coalición por una Radiodifusión Democrática, y a la Dra. Laura Calógero del
Colegio Público de Abogados de la Capital Federal.

Muy especialmente a las autoridades del Banco de la Nación Argentina,


Lic. Mercedes Marcó del Pont y su vicepresidente, Roberto Feletti, por
la gentileza en habernos facilitado este magnífico Auditorio para la
realización de la Jornada.

Finalmente a los funcionarios del Comité Federal de Radiodifusión


y en especial a los colaboradores de la Coordinación General, cuyo
compromiso hizo posible el éxito de este encuentro.

A todos muchas gracias.


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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Gabriel Mariotto
Interventor del COMFER
Secretaría de Medios de Comunicación

Buenas tardes, es una honra para el Comité Federal de Radiodifusión


recibir a tantos compañeros, intelectuales, luchadores de distintas
latitudes del mundo que vienen a aportar sus visiones en pos de
una comunicación más democrática que la sociedad argentina está
planteando en distintos escenarios, una deuda de 25 años que la
democracia tenía con los medios de comunicación. Bienvenidos
entonces, muchísimas gracias por haber aceptado la invitación, va a
ser muy enriquecedor para todos nosotros escuchar las experiencias
que traen ustedes a partir de sus miradas, de sus investigaciones y del
contexto en el cual han podido realizar sus aportes.

Parece extemporáneo, a veces, cuando se plantean escenarios


democráticos de comunicación en los cuales queremos opinar desde
una actitud plural y democrática sobre cómo debería ser ese escenario;
parece extemporáneo, como fuera de foco, plantear la necesidad de
contar con una nueva ley, mientras dicen por ahí que “la mejor ley es
la que no está escrita”.

Veamos entonces qué nos muestra la legislación comparada. Países que


tienen distintas miradas filosóficas reconocen la necesidad de contar
con un Estado muy fuerte en materia de libertad de expresión. Y cuando
nosotros opinamos parece que tuviéramos posiciones intervencionistas
y retrógradas. Nosotros decimos que no, que el objetivo es la libertad
de expresión; que en la búsqueda de ese objetivo se reconocen actores,
actores privados, actores sociales y que hay un actor que no puede dejar
el rol que le compete, que es el Estado. Lo planteamos desde un lugar
de integración, un lugar donde se definan las funciones sociales y las
normas que nos involucran a todos.

Entonces, como desde posiciones muy conservadoras, extremadamente


conservadores, se dice que “la mejor ley es la que no está escrita”,
nosotros venimos a encontrarnos como intelectuales y como
compañeros de distintos lugares del mundo, desde distintas posiciones
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ideológicas, desde distintas, incluso, apreciaciones comunicacionales,


para poner en el centro de la escena ese debate. Sabemos que de un
debate honesto van a surgir ideas fuerza que aportarán al camino que
nos trazamos, el de lograr una comunicación democrática.

Frente a la diatriba, a la tergiversación, frente a opiniones generadas


en la defensa de intereses económicos tan fuertes, pero disfrazadas de
independencia y objetividad, nos encontramos, muchas veces, peleando
con una espada de tergopol. Entonces la legislación comparada nos va
a ayudar a dar este debate. Queremos dar el debate. Tenemos posiciones
que no son coincidentes muchos de nosotros, pero todos aspiramos
a que al cabo de 25 años de democracia, la Argentina encuentre
un sistema comunicacional que haya sido producto del debate y el
consenso. No quisiéramos llegar a un escenario donde los ciudadanos
no sepan cuándo se proyectó, ni quién lo hizo y por qué está así. Se
presenta prácticamente como un hecho natural que la Argentina tenga
este sistema comunicacional. Entonces hay muchas cosas por debatir.

La Argentina tuvo una ley de correos y telégrafos en la segunda década


del siglo XX; tuvo un Manual de Instrucciones para la Radiodifusión
en 1946, tan delirante, que no podía dar el servicio meteorológico
porque era poner en ridículo a las Fuerzas Armadas, entre otras cosas.
Tuvo una Ley de la Democracia en el segundo gobierno del General
Perón, que fue la única sancionada en democracia; tuvo la ley de la
dictadura de Rojas y Aramburu que fue la antesala de la televisión
abierta; y finalmente el Decreto Ley 22.285 de 1980 dictado en un
tiempo donde “lo más moderno que se conocía en ese entonces era
el fax”, como dice la Sra. Presidenta de la Nación. Y el sistema de
televisión por cable era embrionario y era heredero de aquel sistema
tan defectuoso conocido como la propaladora. Desde entonces hasta
hoy: la nada. Más que la nada. Hubo algunas reformas, que se hicieron
a través de Decretos de Necesidad y Urgencia en la década del ‘90, que
favorecieron la concentración, que impidieron la posibilidad de acceder
a la comunicación a grandes sectores de la comunidad.

Es así como llegamos a la realidad actual. ¿Cuánto tendrán para


aportarnos los luchadores de otras latitudes? Porque en las reuniones
a las que se refería Luis Lazzaro durante nuestro viaje a los Estados
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Unidos, aquellos que allí querían concentrar más aún la comunicación


se horrorizaban al ver la fotografía de la Argentina de hoy en materia
de concentración de medios.

Hoy es un momento de celebración para nosotros, después de 25


años de democracia, estos debates se reproducen en todo el país:
gremios, organizaciones de derechos humanos, sociedades de fomento,
cooperativas, universidades, centros culturales, el Café Cultura Nación,
la Secretaría de Cultura, bibliotecas populares, radios comunitarias;
todas llevan adelante debates sobre el nuevo diseño comunicacional.

Qué importante es que en la agenda política del Poder Ejecutivo,


por primera vez y con la valentía de la Sra. Presidenta de la Nación,
aparezcan estos temas. Hay compañeros como Martín Granwosky y
Sergio Fernández Novoa, de la agencia TELAM, que llevan adelante
estas banderas en todo el país, que llevan adelante más allá de su
función, la militancia por una comunicación democrática. Compañeros
como Tristán Bauer, desde el Sistema Nacional de Medios Públicos,
no sólo desde la pantalla, sino también llevando adelante este debate
a múltiples lugares. Hace muy poquito asistimos a la presentación
que hizo, precisamente en Canal 7, la Secretaría de Medios con un
compromiso como nunca se ha visto, generando condiciones para el
debate de la nueva Ley.

Por su parte, la fuerza de la sociedad participando activamente en


el diseño de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, entre
cuyas propuestas figura la reserva del 33% de las frecuencias para
el sector social.

Esta causa ha generado una gran participación en todas partes. Es


realmente un escenario soñado en un contexto latinoamericano
también auspicioso, donde ya no hay sólo compañeros en grupos de
comunicación alternativa, hay Estados que asumieron el compromiso
de democratizar la comunicación. Las universidades públicas están
dando permanentemente este debate; se encuentra aquí Damián Loretti
de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, en la cual sus cátedras
y sus agrupaciones participan activamente. Veo también a Martín
Becerra, de la Universidad de Quilmes, al compañero Turconi de la
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Universidad de La Plata, todas las universidades del conurbano están


también trabajando intensamente. Digamos que esta fuerza, esta fuerza
militante que tiene por lo menos 25 años de lucha por una radiodifusión
democrática, como FARCO, como las distintas asociaciones de radios
libres, es una masa crítica importante.

Ya no hay un discurso único, hasta los medios del establishment


aceptan que las nuevas tecnologías hacen necesario este debate. No se
puede dar cuenta de lo nuevo con un marco jurídico que data de 1980,
no sólo por su espíritu restrictivo, sino por su espíritu más cercano a la
Edad de Piedra que a los tiempos que corren. Por eso la Argentina hoy
mira al futuro, asimilando tantos años de lucha, y con esa experiencia,
y no con la ingenuidad que quizás tuvo el boxeador Gatica cuando
se plantó en el ring frente a Ike Williams y le presentó la mandíbula
y lo durmieron de una piña; sino con mucha inteligencia, con mucha
capacidad, con una red de construcción política. Este debate va a servir
de sustento para nuestros legisladores en el parlamento, para que den
cuenta de esta deuda que tiene la democracia con la radiodifusión.
Muchas gracias.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Daniel Rosso
Subsecretario de Comunicación
Secretaría de Medios de Comunicación

Buenas tardes. En nombre de la Secretaria de Medios de la Nación les


doy la bienvenida y agradezco su presencia en este encuentro, esta
masiva presencia. Veo mucha gente amiga presente aquí.

Este encuentro se da en una particular coyuntura política en la


Argentina, en América Latina y en el mundo. Un escenario que estamos
viendo este último tiempo, en estas últimas semanas en los medios, que
nos muestran que el sistema de acumulación privado a nivel mundial
y sus instituciones no logran autoregularse. Ha estallado una crisis
que ni siquiera tiene explicaciones públicas, quizás tampoco tenga
explicaciones privadas. Es un proceso que se desarrolla en un estado
de crisis permanente y donde ese Estado, tan cuestionado durante la
década del ´90, tan cuestionado, tan degradado, ingresa -en última
instancia- como por arte de magia, como salvador.

Ante esa situación nosotros estamos, por lo menos en Argentina, ante un


conjunto de encrucijadas. Primero, como todos sabemos, y producto del
neoliberalismo de los ´90, contamos con un sistema de medios privados
sumamente concentrado que produce el 80 por ciento de los contenidos
que se distribuyen a nivel nacional. Es decir, un sistema de cuatro
cadenas que producen el 80 por ciento de los contenidos nacionales.

Esto muestra que la esfera pública, absolutamente necesaria para


cualquier democracia que quiera funcionar, está sostenida, en la
Argentina, en cuatro cadenas que controlan el 80 por ciento de los
contenidos. Y esto ocurre a tal punto, que se produce en nuestro país
una paradoja: la esfera pública, el lugar donde se debate lo público,
está sostenida sobre un sistema privado concentrado. De tal manera,
la esfera pública es prácticamente una esfera privada, contrariamente
a lo que se supone que es una esfera pública, tal como fue pensada en
la antigua Grecia y en todos sus desarrollos posteriores, como el lugar
en donde todos los ciudadanos en su condición de ciudadanos, podían
acceder a ella, discutir, polemizar y fijar agenda, entre otros.
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Hoy, esa esfera pública que está sostenida en un esquema de propiedad


privada concentrada, fija las reglas sobre qué agenda se discute, quién
ingresa en la discusión y cuáles son los argumentos. Entonces, la
primera paradoja, la primera encrucijada que encontramos como Estado
en la Argentina, es que se pide la intervención del Estado, hay una
demanda de intervención del Estado, pero en un contexto en donde la
esfera pública tiene base privada.

Esto no es un tema menor en términos políticos debido a las


consecuencias que genera esta situación. Hoy tenemos un Estado
que interviene, y cada vez interviene más, pero como la lectura
de su intervención, la interpretación sobre su intervención y la
ubicación de esas intervenciones en el relato global la hace esa
esfera pública de base privada, es un Estado que en la medida que
interviene tiende a ser deslegitimado.

Es la gran encrucijada con la que nos encontramos como Estado


democrático en la Argentina, que podría resumir así: un Estado
al cual se le pide intervenir y que decide intervenir, pero que en
el mismo hecho de intervenir lo hace en el marco de una esfera
pública de base privada donde estos actores privados tienden a
deslegitimarlo todo el tiempo.

Entonces, aquí lo que se abre es una discusión que podría sintetizar


de esta manera: si el centro de la verdad de una democracia es la
esfera pública, el Estado podrá regular en esta esfera e intervenir en
el diseño del modelo de democracia; es decir, lo que nosotros vamos
a discutir hoy, y que venimos discutiendo, no es simplemente sobre
comunicación en términos técnicos: estamos discutiendo sobre un
modelo de democracia, porque esta esfera pública de base privada
construida durante los ´90 era absolutamente apropiada para el modelo
de democracia de los ´90.
El modelo de democracia de los `90, según lo definió muy bien
Guillermo O’Donnel era un modelo que se denominaba la democracia
delegativa. Esto es: era un modelo en donde las grandes discusiones de
los temas políticos y económicos eran delegadas a una esfera reducida
que era la esfera de la clase política, que se suponía era una especie
de instancia técnica que discutía estos temas. Por lo cual, la esfera de
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

lo público, la esfera de los medios, naturalmente se transformó en un


lugar de entretenimiento, en el lugar de las agendas blandas, esto es,
de las biografías sentimentales, sólo las discusiones deportivas, los
crímenes de distinto tipo, entre otros. Eso era natural, porque si los
temas políticos y económicos estaban delegados a la clase política, era
natural que la esfera pública quedara en el lugar del entretenimiento.

Ahora, nosotros tenemos un Estado que interviene y esa intervención


no se puede hacer en el marco de una democracia delegativa. Porque si
tenemos los medios con dichas agendas blandas y al mismo tiempo nos
planteamos discutir los temas de gran densidad política y económica,
nos encontramos frente a un problema estructural. Esto se puede ver
estos días con el tema de las AFJP. En pocos días la discusión sobre las
AFJP pasó de la preocupación sobre “mil jubilados que cobrarían por
debajo del mínimo imponible para la supervivencia”, a ser un problema
“de estabilidad financiera, de crisis bursátil, de una clase política
irresponsable que alista al país con la crisis internacional”. Y esa es la
interpretación que prevalece.

Entonces, necesitamos una esfera pública que, lejos del modelo delegativo
de la década de los ’90, sea una esfera pública que pueda albergar estas
grandes discusiones. Por lo cual, el espacio que requiere un modelo de
democracia signado por el retorno a la intervención del Estado no es,
por supuesto, el espacio público que controlan hoy los medios. Este es,
como decía, un subproducto de la democracia delegativa, un modelo de
democracia que reinó durante años de neoliberalismo, y por lo tanto,
cuando nosotros hablamos hoy de regulación lo que estamos diciendo
simultáneamente es: cómo contribuimos con la regulación a instituir un
espacio público, una esfera pública, que sea apta para aludir al espacio
de un modelo de democracia que no sea el modelo de los ’90, sino
un modelo que pueda discutir temas estructurales, que pueda generar
multiplicidad de voces, que pueda generar movilización masiva y que,
por lo tanto, pueda poner a la política en el centro de la escena.

Lo que estamos diciendo es que hoy la función de la regulación de


la esfera pública y, por lo tanto, la regulación de la comunicación
es la gran apuesta política por delante. No es, por supuesto un tema
técnico, es el gran tema político de la próxima etapa porque sin nueva
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regulación lo que nosotros hoy tenemos, y claramente vemos la tensión,


es un Estado que interviene en una esfera pública que es propio de un
modelo de democracia anterior, el modelo de democracia delegativa.

Nosotros tenemos que lograr, mediante un nuevo modelo de regulación


estatal, poner en línea la intervención del Estado, sus políticas públicas,
con un modelo de democracia y una esfera pública que sean aptos para
albergar los temas densos y de gran voltaje político que se derivan de
esta intervención estatal.

Así que, por supuesto, la presencia de todos ustedes para nosotros


es fundamental porque necesitamos del procesamiento de estas
discusiones, necesitamos más crítica argumental, necesitamos contar
con múltiples argumentaciones para llevar adelante un batalla que no
es sencilla en absoluto, porque se da la paradoja que tenemos que dar
esas discusiones dentro de un sistema de medios que controla la esfera
pública, pero que los controla desde una base privada. Muchas gracias.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Concentración mediática
y pluralismo democrático

Moderador

Damián Loreti
Vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales
Universidad de Buenos Aires (UBA)
ARGENTINA

Panelistas

Manuel Chaparro Escudero


Vicedecano de CC Comunicación
Universidad de Málaga
Doctor en Ciencias de la Información
Universidad Complutense de Madrid
ESPAÑA

Rick Rockwell
Profesor de periodismo y comunicación
Experto en los sistemas de medios en América Latina
American University, Washington DC
ESTADOS UNIDOS

Miguel Rodríguez Villafañe
Presidente de la Asociación Iberoamericana
de Derecho a la Información y Comunicación (AIDIC)
Profesor de Derecho Constitucional y Derecho a la Información
ARGENTINA


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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Damián Loreti
ARGENTINA
Moderador

Un breve contexto, y perdón por algunas apreciaciones locales a los


invitados extranjeros, pero es casi elemental hacerlas.

En términos de contexto regulatorio, la Argentina tiene una


norma dictada por la dictadura militar, de 1980. Tiene algunas
modificaciones hechas por la ley llamada de Reforma del Estado de
1989, fundamentalmente, para los criterios de algunos, para facilitar,
encarrilar, los procesos de privatización de los medios de comunicación
que estaban en manos del Estado en esa época, y le agregaron una
cláusula que permitió al poder Ejecutivo, en su momento, permitir
una cierta regularización de medios que hasta ese momento estaban
funcionando fuera de la legislación vigente.

Esta ley fue modificada en varias oportunidades. También, a criterio


de muchos, no de todos pero si de muchos, fue seriamente empeorada,
permitiendo procesos de concentración sin discusión previa, aumentando
un 600 por ciento, en una sola noche el número de licencias que un
licenciatario podía tener. Y además se hizo durante un proceso, cuando
digo durante es en el medio del tránsito, del trámite de un proceso de
regularización de espectro de frecuencia modulada.

Luego tuvo algunas alternativas de modificación, poquitas. Y en


este contexto regulatorio tenemos, además, instancias de medios de
comunicación regulados con un andamiaje jurídico apoyado sobre
la ley, pero casi ajeno. Por ejemplo: todo el andamiaje jurídico de
frecuencias moduladas, todo el andamiaje jurídico de la televisión por
cable; sacando una mención que justifica esa regulación.

En términos fácticos, sólo por dar algún dato ilustrativo, sólo ocho
ciudades de la Argentina tienen más de una oferta de televisión abierta.
En ese contexto, el derecho al pluralismo es casi un eufemismo.

En términos más actuales, aunque Argentina tuviera una excelente


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Ley de Radiodifusión (que aclaro no la tiene, ni tampoco tiene 207


reformas, sino que hay 208 normas, que algunas ponen en práctica la
ley de Radiodifusión, como por ejemplo quien sustituye la firma del
Interventor) me permito decir que aunque tuviéramos una excelente
ley, es necesario cambiarla. Por una enorme cantidad de cuestiones
que han llevado a que la mayoría de los países estén reflexionando
cambiar su ley de radiodifusión. La Unión Europea acaba de dictar una
directiva en su parlamento europeo, la 65 de 2007, donde dice una
de las cosas que yo quiero introducir en el debate: cambia el sentido
de discutir “televisión” por “comunicación audiovisual en línea” y
“comunicación audiovisual sobre catálogo”. Es un modo distinto de
entender la comunicación social electrónica, que además tiene que ver
con las regulaciones de concentración.

Estamos en el marco del sistema interamericano de Derechos


Humanos, cuyo relator de Libertad de Expresión Eduardo Bertoni,
en 2004 hizo un informe sobre la situación de la concentración;
y estamos en ese mismo marco de declaración de principios de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que señala en su
punto 12 que la concentración que genera monopolios u oligopolios
a la comunicación social afecta la democracia y atenta contra la
libertad de expresión –eso es casi un dogma-.

En nuestro continente, en el mismo contexto, hay un artículo -13.3


de la Convención Americana de Derechos Humanos- que garantiza,
junto con el 13.1, el derecho humano de todos de recibir y difundir
informaciones y opiniones por cualquier tarea.

Para cambiar el contexto invitaría –esto no está armado y si algo se


nos escapa les pido disculpas-, a reflexionar a los panelistas sobre,
en materia de concentración, algunos tópicos. Estados Unidos lo
ha hecho hace poco, Canadá no hace tanto; México, con algunos
problemas en el Superior Tribunal de Justicia tratando la Ley
Televisa también tuvo retrocesos; pero digo: las circunstancias de
los cambios de tecnologías y algunos movimientos de mercado y
de contenidos, llevan a discutir nuevas cosas.

Yo los invitaría a discutir cosas vinculadas a, por ejemplo: si las


30
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

empresas de comunicación solamente deben dedicarse a ello o a otros


negocios. Si los mecanismos de control de concentración tienen que
ver con la cantidad de medios o de licencias que cada concesionario
debe tener, de modo lineal o con más ingredientes: ¿es lo mismo
tener doce licencias de FM de baja potencia que doce AM en ciudades
capitales de provincias?.

Hay que trabajar sobre desconcentración de derechos de contenidos


y mecanismos de fomento de pluralismo informativo. ¿Es pensable,
todo esto, sin discutir cuál es el destino del dividendo digital sin los
mecanismos de participación para su mejor aprovechamiento?

Hay que discutir sobre la propiedad cruzada. De nuevo. Hay que hacer,
como dicen los relatores de libertad de expresión, una previsión de tres
franjas de actividad radiodifusora: público (estatal no gubernamental),
privado-comercial y privado-comunitario.

¿Tienen algún rol que cumplir los medio públicos en materia de


concentración en fomento del pluralismo? Y no está mal tener algún
tipo de previsión respecto a si la concentración económica de los
medios de comunicación o la concentración funcional de los medios
de comunicación –que no es lo mismo-, deben mantener también,
previsión destinada al pluralismo y la defensa de los intereses de los
trabajadores de los medios. Señores panelistas, éste es su debate.

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32
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Manuel Chaparro Escudero


ESPAÑA

Periodista. Universidad de Málaga, Director Asociación de


Emisoras Municipales de Andalucía de Radio y Televisión
(EMA-RTV). Doctor en Ciencias de la Información de la
Universidad Complutense de Madrid y profesor titular de la
Universidad de Málaga. Ha trabajado en el Departamento de
Medios Audiovisuales de la UNED y tiene amplia experiencia
como director de emisoras, entre ellas Radio América y Radio
Aljarafe. Presidente de la Asociación para la Investigación
de Medios, Desarrollo de Estrategias y Análisis (IMDEA)
y miembro del Consejo Asesor de la revista Comunicar.
Fundador en 1984 de la Asociación de Emisoras Municipales
de Andalucía de Radio y Televisión (EMA-RTV). Es autor
de varios libros, entre ellos: “Radio pública local”, “Radio
Televisión Alternativa”, “La democratización de los medios”
y “Sorprendiendo al futuro: comunicación para el desarrollo e
información audiovisual”.

Cuatro quintas partes de la humanidad viven en condiciones de


extrema pobreza, pero cada vez menos la foto de la pobreza tiene que
ver con una geografía exclusiva de lo que se ha venido llamando, con
poco acierto, el Sur. La pobreza, la miseria está cada vez más presente
en los países definidos como ricos y es producto de la incapacidad de
crear condiciones justas y la negligencia a la hora de poner en marcha
políticas de redistribución de la riqueza.

La rica Europa esconde más de sesenta millones de pobres. En EE.UU la cifra


alcanza los cuarenta millones. Pero a diferencia de otros territorios los medios
masivos han encontrado la forma de invisibilizar los problemas, de crear
imágenes de abundancia y dedicarse a trabajar la información y los contenidos
en la búsqueda del negocio y el beneficio fácil. Este mapa de pobreza tiene
mucho que ver con la ausencia de una auténtica democratización del espectro
radioeléctrico. De manera mayoritaria el uso de espectro está en manos de
grandes corporaciones privadas comerciales y sistemas públicos que con
escaso éxito representan los auténticos intereses ciudadanos.
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No puede haber cambios reales en el mapa de la desigualdad y


la pobreza sin una toma de conciencia, sin un empoderamiento
ciudadano en el ámbito de los medios y, por tanto, sin tribunas
libres que representen sus verdaderos intereses. Construir sistemas
democráticos implica garantizar el Derecho de Comunicación a
sus ciudadanos, fomentar la participación social en la toma de
decisiones a través de ellos y romper con los viejos paradigmas
instaurados bajo la doctrina neocolonial de perseguir como único
objetivo garante de la felicidad el crecimiento económico.

Cada vez que se convoca un foro para debatir la democratización


del espectro radioeléctrico, sólo cabe proponerse con urgencia:
“Hagámoslo”. Los postulados defendidos por el Informe de expertos
dirigidos por Sean McBride para la Unesco y presentado a comienzos de
los 80 siguen hoy siendo plenamente vigentes y de aplicación urgente.

Tenemos la conciencia acerca de la necesidad de democratizar los medios


y esa es la razón de que este debate no se pueda eternizar. No vale la
discusión permanente de las ideas, la confrontación dialéctica, para
luego concluir que no se pueden poner en marcha por utópicas o por
evitar enfrentarse a la poderosa estructura de poder generada por nuestro
modelo económico. En más de una ocasión he compartido la ilusión de
trabajar en favor de un cambio real en la estructura de medios, en medio
de debates enriquecedores y con prospectivas reales: Guatemala, Chile,
Brasil, El Salvador, Méjico, Bolivia y en la misma Europa. Sin embargo,
en muy pocos casos se ha conseguido que los proyectos lleguen a buen
puerto. Hay un sentimiento de frustración cada vez que se plantea el
problema, como si supiéramos que tras el debate y las resoluciones, el
poder de las grupos de comunicación consigue imponer sus intereses
frente a las voluntades políticas de llevarlo a cabo.

La situación de Argentina no es muy diferente a la de la mayoría de


países con la diferencia, en estos momentos, de que ahora confluyen los
intereses de los movimientos ciudadanos con la agenda gobierno. Esta
es una oportunidad única para dar un paso significativo.

Los 21 puntos que se recogen en el Manifiesto Ciudadano por una


Ley de Radiodifusión para la Democracia suponen para Argentina un
34
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

punto de inflexión relevante para iniciar los cambios necesarios. Tal


vez, convendría reforzar en ellos postulados que definan como básico
el reconocimiento del Derecho de Comunicación antes que el derecho
de información, que se ha desdibujado en una libertad de información
que funciona bajo el amparo de la libertad de empresa. La libertad de
empresa no homologa la libertad de expresión ya que sólo promueve
la comunicación como un valor mercantil más. El hecho de que el
espectro radioeléctrico sea patrimonio del conjunto social debe incidir
en promover políticas que reconozcan el derecho de acceso de la
ciudadanía a la creación y gestión de medios audiovisuales. Como bien
público, el principal objetivo debe ser facilitar el servicio público por
encima de los legítimos intereses mercantiles.

En segundo lugar, sería necesario reconocer que el problema


a la hora de negociar y poner en marcha Políticas Públicas de
Comunicación (PPC) es la permanente permeabilidad existente entre
el poder político y el poder económico que maneja los medios. Esta
permeabilidad de intereses es la que contamina y genera el principal
déficit democrático. Corregir esta situación exige la creación de
entidades independientes de mediación y consejos audiovisuales
que traten de poner un muro entre ambas instancias de poder, el
poder ejecutivo y el poder económico-mediático.

Las autoridades audiovisuales, como entes reguladores


independientes y autónomos han demostrado ser eficaces en
muchos países y constituyen una salvaguarda en el cumplimiento
legislativo. Modelos como los de Canadá, Francia o el Reino Unido
son referentes en este tipo de organismos, dependientes en lo
económico del Estado pero autónomas en sus decisiones.

Evidentemente, el déficit democrático ha venido marcado


fundamentalmente por el abandono de las PPC. Europa, que
impulsó un modelo de medios públicos ejemplar al final de la II
Guerra entre las potencias coloniales, precisamente para socializar
comportamientos democráticos, para socializar nuevos hábitos,
para acabar con los conflictos entre naciones que provocaron dos
grandes guerras que destrozaron al mundo, y que fueron motivadas,
en parte, por sus intereses comerciales de apropiación de recursos
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de terceros. La creación de los grandes medios públicos estabilizó a


las democracias.

A partir de los ochenta con el comienzo de las políticas neoliberales, con


la thatcherización de la sociedad, el nuevo modelo que surge en Europa
interviene en favor de la liberalización de las telecomunicaciones
abriéndolas a la gestión privada. Los modelos liberales rompieron con la
tradición de unas políticas públicas que habían demostrado su eficacia,
más que una liberalización se asistió a una desregulación. Los medios
privados que no existían hasta la fecha, invadieron estos espacios con
cierta legitimidad pero de una manera abusiva, sin la reglamentación
adecuada y una ausencia de mecanismos eficaces de control.

El gran problema que tenemos hoy en Europa en materia de regulación


de medios es el divorcio existente entre las viejas estructuras de poder
y la lucha ciudadana por recuperar las políticas públicas que permitan
abrir el espectro a los medios de la sociedad civil, al Tercer Sector.
Frente a la opinión interesada del mercado, las PPC nada tienen que
ver con un control o con una fiscalización censora, sino simplemente
con establecer reglas el juego común para todos que obliguen a un
equilibrio real en el ejercicio de un derecho básico.

En la realidad Latinoamericana, el marco legislativo de la mayoría


de los países define los estatus de legalidad desde la consideración
de que las empresas privadas responsables de los contenidos
audiovisuales realizan una actividad mercantil más, sin obligación
de garantizar, ni tener que ofrecer un servicio público por el uso de
un bien, el éter, que es patrimonio de todos. Esto implica asimilar la
explotación de los medios audiovisuales con el resto de los sectores
industriales, contribuyendo al empobrecimiento de los fines sociales
y a la ausencia de una auténtica pluralidad.

Desde esta perspectiva cuando hablamos de libertad de expresión


parece que hablamos únicamente de libertad de mercado y ni
siquiera de Derecho de Comunicación, de garantía de derechos. Un
gran condicionante para la acción política de un país y los derechos
ciudadanos. Si no hay libertad de mercado parece que no puede haber
libertad de expresión, un gran error evidentemente. Una cosa es el
36
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

mercado y otra cosa es la libertad de expresión y el ejercicio de un


derecho universal cuando se ocupa un espacio que es patrimonio de
todos. Es necesario garantizar el acceso universal y el buen uso para
hacer posible la pluralidad de opiniones. No tiene nada que ver con el
concepto de libertad de mercado.

Cuando la legislación se flexibiliza, cuando es débil, el objetivo


único del medio audiovisual, es ocupar un espacio exclusivamente
de mercado. Las mercantilización de los contenidos que nace de
esta debilidad es el resultado de lo que hoy analizamos como un
grave problema democrático.

En Europa, como en gran parte del mundo, está creciendo la preocupación


sobre la cada vez mayor concentración que se está produciendo en el
ámbito mediático. La percepción que llegamos a tener es que todos los
medios manejan una misma agenda movida por los mismos intereses
empresariales y corporativos. El negocio comienza fijando target de
audiencias y continua con la defensa de intereses políticos corporativos
orientados a mantener e incrementar su poder incidiendo en la agenda
política. Cuando hablamos de pluralidad sobre la base de tres, cuatro o
cinco grupos mediáticos, algo habitual en muchos países, es una falacia
que exista una auténtica pluralidad. Los intereses representados son
los propios, los de los grupos que los amparan. La redundancia de las
agendas y la orientación política que reflejan así lo demuestran. No son
más que estructuras de poder que trabajan con el objetivo de ensanchar
su campo de influencia en la persecución de un objetivo económico y
de dominación empresarial.

Nuestros medios, reflejan en sus contenidos imaginarios de mercado


que no responden a las necesidades de la sociedad. Todos dirigen
su discurso a los mismos imaginarios y esta forma de actuar no
facilita la capacidad de cambio necesaria para mejorar la gestión
de los problemas reales de nuestro mundo desde otras lógicas y no
contribuyen, tampoco, a la construcción de ciudadanía. El discurso
de los medios parte de la aceptación de un modelo económico-social
que no funciona. Algo que hoy se hace evidente cuando afrontamos
una grave crisis económica mundial, una crisis de un modo de
vida no sostenible, la crisis de un modelo que ha demostrado su
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incapacidad para solucionar los problemas y que sólo encuentra su


supervivencia en la aportación incongruente de enormes sumas de
fondos públicos, de fondos que son de los ciudadanos y que ahora
sirven para tapar los desmanes de la especulación.

Por ello la reglamentación, el marco legal que se construya, tiene


que ir más allá de lo que hemos ido hasta ahora. El marco legal no
debe representar una pluralidad aparente sino una pluralidad real
que exige medios públicos fuertes y bien administrados desde la
observancia de la diversidad de un país. Una pluralidad real exige
medios privados comerciales democráticos y medios ciudadanos
o comunitarios que compitan en igualdad de condiciones. Todos
deben tener las mismas competencias y ser igualmente competentes,
en, cobertura, financiación y contenidos. Si el poder ciudadano no
está representado en sus tribunas públicas, al igual que el poder
económico y el poder político, no podemos hablar de pluralidad
y de democracia real. Es necesario construir marcos legales que
defiendan el legítimo Derecho de Comunicación.

Con los ejemplos que hemos tenido hasta ahora en la legislación de algunos
países, en los que se ha dado entrada a los medios del Tercer Sector, lo
que observamos es que no se ha dado en igualdad de condiciones. En la
mayoría de los países los medios del Tercer Sector están condenados al
fracaso. En un modelo verdaderamente democrático, los medios ciudadanos
deberían ser los primeros en tener asegurada su financiación con dinero
público, porque tenemos derecho a estas tribunas. Si el poder político está
legitimado para tener medios que socialicen agendas o acciones de gobierno
en positivo, por qué la sociedad no puede tener tribunas que les digan a
nuestros gestores públicos y políticos qué tipo de sociedad queremos, cómo
vemos los problemas y cómo queremos que se interpreten. Algo que sólo es
posible desde una igualdad de condiciones en el acceso.

Nuestros impuestos deben de servir para garantizar medios estatales y


contribuir también a financiar medios ciudadanos que se constituyen en
los medios de los públicos. Es una hipocresía pedirles a estos medios que se
financien con publicidad cuando el mercado de la publicidad está en manos
de quienes tienen los medios comerciales y lógicamente, éstos, no van a
contribuir a financiar a quienes consideran una competencia.
38
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

A quienes se posicionan en contra de la financiación pública de


los medios ciudadanos argumentando el peligro de la pérdida de
independencia, hay que decirles que sólo de esta manera y mediante
organismos de control independientes se puede garantizar un blindaje
contra la tentación de manipulación o presión política, algo que no
garantiza el mercado publicitario.

Hace falta tomar conciencia de hasta qué punto un sistema de


financiación pública puede ser un garante de independencia, un
garante de competencia y un garante de competitividad dentro de un
sistema más completo. Lo que tenemos hasta ahora es evidentemente
un secuestro de la opinión pública, los medios dominantes nos dicen
cómo es la “realidad”, pero su realidad se aleja de los enfoques más
cotidianos y cercanos a las necesidades de la ciudadanía. Los medios
expresan y orientan el comportamiento ciudadano, pero los ciudadanos
no opinan. Para la mayoría de los medios participación es sinónimo de
abrir el teléfono o sacar el micrófono a la calle. Participación es trabajar
con los ciudadanos, producir con ellos y estar con ellos. Los medios
privados comerciales tienen una lógica que les aleja de esta orientación
social, lúdica y democrática.

En la información audiovisual existe otro problema importante que


tiene que ver con la comunicación. Los medios que hoy tenemos,
no son medios de comunicación. Son medios de información y de
difusión. En la comunicación debe existir un diálogo entre iguales
y una capacidad de gestión de la agenda informativa de manera
abierta. Este es el trabajo de los medios ciudadanos: la comunicación
real participativa. La mayoría de los medios masivos transmiten
información, no catalogaremos de qué tipo, ni de qué intenciones,
pero transmiten una información a veces útil, muchas veces banal,
y siempre orientada ideológicamente a intereses especulativos.
Divulgan noticias pero no comunican, porque la comunicación
es horizontal y es democrática. Y significativamente, los medios
ciudadanos que cumplen la misión de comunicar son los que carecen
de un marco legal. Es básico para una democracia que existan medios
que comuniquen desde la horizontalidad y que sean medios dialógicos
de propiedad abierta y representativa de los colectivos sociales.

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La comunicación que hemos tenido hasta ahora en los medios de


información masiva ha incidido en una perspectiva de la realidad que
es y ha sido etnocéntrica, que es exclusivamente economicista y que
además viene de modelos exógenos. Son tres “E” malditas: etnocéntrica,
economicista y exógena. Y esta información es la que ha construido un
modelo social, que a nadie se le escapa, que no funciona, que no es
igualitario ni es equitativo.

Los medios creados después de la Segunda Guerra Mundial, se empeñaron


en construir un nuevo imaginario para el mundo que se llamó desarrollo
y cuyas consecuencias son hoy el reflejo de las calamidades del mundo.
Estados Unidos marcó la política a seguir para la divulgación e imposición
de un nuevo concepto para crear el imaginario del desarrollo como
objetivo universal, pero también como nueva práctica de dominación
colonial para satisfacer su propio mercado.

El modelo de sociedad desarrollada basa su única esperanza en la


necesidad de alcanzar un crecimiento económico permanente sin otro
fin, algo que no está en la naturaleza humana y algo que no nos hemos
puesto a pensar en que no es ni siquiera necesario para alcanzar la
felicidad. El desarrollo siendo un modelo social reproducible a otras
áreas geográficas u otros países, es imposible que sea universalizable,
de ahí el fracaso por extender el modelo de sociedad desarrollada al
conjunto de países. Estamos universalizando la pobreza. El uso de los
recursos que hacen los países enriquecidos deja sin oportunidad al resto
del mundo. Desde la aparición de las políticas de desarrollo la pobreza
en el mundo ha aumentado.

Lo que estamos viviendo es una mentira consecuencia de un imaginario


que han contribuido a crear los medios de información. Desde el inicio
de las prácticas de desarrollo, marcadas por el FMI, el Banco Mundial y
la OMC, el diferencial entre ricos y pobres lejos de ir decreciendo no ha
dejado de aumentar hasta alcanzar cifras dramáticas.

Si pensamos en la comunicación como una herramienta de transformación


social, como una herramienta de auténtico cambio de comportamiento
deberíamos empezar a construir medios que orientasen nuevos imaginarios
que pusieran fin al despropósito del desarrollo.
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Y como hay que ser propositivo yo recojo algunas opiniones como la de


Michael Braungart y William Mc Donough. Ninguno de los dos procede
del campo científico de la comunicación, vienen de la química, de la
ingeniería, de la arquitectura. Ambos se han dedicado a estudiar nuestro
modelo de sociedad y los errores cometidos para producir los dramas
humanos que hoy vivimos y las consecuencias sobre el ecosistema que
habitamos y que representa una amenaza de terribles consecuencias
para la humanidad.

Latinoamérica ya cuestionó el modelo de desarrollo, los críticos de la


dependencia económica se encontraron entre los pioneros en los años
setenta. Ellos criticaron un modelo de desarrollo exógeno y contrario
a los intereses de sus países. Pero en su respuesta quisieron fabricar
un modelo endógeno con las mismas claves del modelo exógeno.
Es decir, se trataba de perseguir un modelo local de crecimiento
sostenido propio y a salvo de la dominación de los mercados
internacionales y fundamentalmente de los Estados Unidos. Algo
que no es posible porque falla el concepto base: desarrollo igual a
crecimiento especulativo permanente.

Para Braungart y Mc Donough, las tres “E” tienen una diferencia notable
y se deben basar en la construcción de un modelo: Ecológico, Económico
y Equitativo. Para ellos, como para otros críticos de la economía, el
modelo desarrollista implica destrucción y no garantiza la mejora de las
condiciones de vida. Nuestro modelo se basa en el beneficio de pocos
y el perjuicio de la mayoría. Es simplemente especulativo. Este modelo
especulativo se ha trasladado a la forma de explotar la naturaleza. La
utilizamos con un mero afán de enriquecimiento que no provee de
perspectivas a generaciones futuras y sólo beneficia a un empresariado
cada vez más reducido. Fabricamos más basura que bienes y este coste
no se repercute en el valor real de los productos.

Los modos de producción son también otra causa de preocupación


importante. Fabricar mucho y barato significa una necesidad de contar
con mano de obra mal retribuida y no perder tiempo en reparar los
daños, muchas veces innecesarios que se provocan en los ecosistemas.

El modelo en el que trabajan en el campo práctico con la industria y


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el urbanismo no se basa en un modelo desarrollista, sino en proveer


de herramientas y conocimiento para construir y recuperar habilidades
y técnicas más naturales, en favorecer un ecosistema auténticamente
humano en consonancia con una esencia natural. Para ellos, como
para Georgescu Roegen, Rist, Latouche, Pallante, Esteva... , el concepto
de sostenibilidad aplicado a la economía no existe. La sostenibilidad
defendida como alternativa a la esquilmación de los recursos no es más
que una excusa de seguir aplazando lo inevitable, el colapso del planeta
por la explotación desmedida e injustificada.

El nuevo imaginario que tenemos que construir cuando nos


comunicamos debe permitir el intercambio real de ideas, debe ser
Ecológico, de respeto al medio ambiente. Económico, porque debe
producir beneficios que repercutan socialmente, y por ello debe ser
Equitativo. Estos tres valores forman, constituyen un fractual en el que
su combinación desde diferentes perspectivas es esencial y en el que los
tres deben jugar un papel igualmente relevante.

No puede haber un modelo económico que no sea equitativo en su


forma de plantear el trabajo, en su forma de generar los procesos de
fabricación, en sus formas de construcción. Tiene que ser ecológico y
al mismo tiempo debe generar beneficios económicos que permitan
mantener salarios justos y mejorar las condiciones de producción de
manera permanente.

El nuevo modelo social a comunicar se tiene que construir localmente


para ver cómo pueden incidir en lo global. Carecen de sentido, salvo
por lo especulativo, la mayoría de los intercambios comerciales en que
se producen bienes para poblaciones distantes a miles de kilómetros,
teniendo luego que importar las materias no producidas. Este desgaste
ecológico es absurdo y decimonónico, propio de etapas coloniales.

Lo que esta en discusión es algo que tiene que ver con la economía
evidentemente, pero lo que estamos discutiendo aquí es economía de
la comunicación, es economía de la información, son estructuras de
poder, y hay que combatirlo con leyes para que incidan en la creación,
en la generación de nuevos modelos de comunicación que favorezcan
estos nuevos imaginarios.
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

En este nuevo imaginario la apuesta contra el fracasado discurso


del desarrollo debe también fundamentarse en la necesidad de un
decrecimiento económico sin traumas de una parte minoritaria de la
sociedad que acumula recursos hasta la obesidad. Las economías del
mal llamado mundo subdesarrollado no pueden crecer porque los
recursos que necesitan para ello no están a su disposición. Los recursos
humanos y materiales se concentran en un número escaso de países y
de poblaciones opulentas incapaces de repartir la riqueza de la que se
han apropiado. En la medida en que hay enriquecimiento por encima
de cotas razonables existe el empobrecimiento de una gran parte de la
humanidad. Para Latouche, la construcción de un nuevo modelo social
exige tres cambios de comportamientos básicos que están relacionados
con la Reestructuración del aparato productivo en función del cambio
de valores hacia las prioridades sociales. La Redistribución de las
riquezas y el acceso al patrimonio natural entre el norte y el sur, y en
el interior de cada sociedad. La Relocalización, empezando por producir
localmente en la lógica de satisfacer a la población y empresas locales.
Por último, Reducir: disminuir el impacto sobre la biosfera de nuestra
manera de producir y consumir.

Si los medios de las sociedades latinoamericanas, no empiezan a hacer


este discurso crítico, por más que se quieran emular modelos exógenos,
no se va a conseguir construir una sociedad realmente democrática. Los
países del norte no tienen la solución. Los países que se desafían a sí
mismos, queriendo construir un modelo al alcance de una cosmovisión
natural tienen la llave de un modelo compatible con el respeto a la
naturaleza y la dignidad humana.

Es básico que lo que está pasando hoy en América Latina, con


discusiones como esta, sobre una construcción democrática en la
estructura de medios, triunfe. Solamente de esa manera los que estamos
obligados a cambiar, los que vivimos en Europa, Estados Unidos,
Canadá, Japón… los que hacemos apropiación de la mayoría de las
riquezas sin distribuirla, debemos empezar a ver también que estamos
obligados a cambiar nuestro modo de vida para permitir que otras
sociedades vivan y se construyan en igualdad de condiciones.

El desafío auténtico de los medios está en fabricar los nuevos


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imaginarios de una sociedad que debe encontrar un nuevo camino


para afrontar los retos futuros y el de los gobiernos en democratizar
verdaderamente el acceso a los medios desde la consideración que
se garanticen el servicio público.

Lejos de ser una utopía este ideal representa hoy la única oportunidad
de promover nuevos modelos sociales acorde a nuestros valores
humanos. Muchas Gracias.

44
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Rick Rockwell
ESTADOS UNIDOS

Profesor Asociado de la American University. Coautor del


libro Media Power in Central America (2003) que ganó el
premio de la revista American Library Association “Choice”.
Ha colaborado con varias publicaciones: Latin Politics,
Global Media (2002); Negotiating Democracy (2007). Autor
y coautor de 19 capítulos de libros, reportes gubernamentales
y artículos periodísticos sobre libertad de expresión,
derechos humanos y comunicación –particularmente en
Latinoamerica-. Entre 2003 y 2004 asesoró a la senadora
Maria Cantwell en política de telecomunicaciones. Cuenta
con 25 años de experiencia en periodismo, tarea que comenzó
en América Latina en los ’80, en particular en Guatemala y
Nicaragua. Fue consultor del proyecto Drugs & Democracy
para la Washington Office on Latin America. Colabora con
el blog para estudiantes de honor de la American University
(www.ivorytowerz.com).

Debo saludar a Argentina por haber iniciado un proceso de reforma en


las telecomunicaciones. Argentina seguramente tiene sus razones para
iniciar este proceso. La presidenta Fernández y los líderes del COMFER
son los que tienen el compromiso de llevar a cabo esta importante y
difícil tarea. La reforma argentina no sólo es importante para Argentina,
sino para toda Latinoamérica.

Por cierto, Argentina es uno de los líderes en América Latina por su


ingreso a la comunicación del Siglo XX. Los avances en tecnología
de celulares y de internet están más presentes en este país que en
cualquier otro lugar de Latinoamérica. El grupo Clarín, la corporación
mediática líder en la Argentina, es una de las corporaciones mediáticas
más poderosas de América Latina. El diario Clarín es el diario de mayor
circulación en Latinoamérica. El sitio web del diario en español es el
sitio de noticias más visitado en el mundo. Por lo tanto los medios
en Argentina son muy influyentes. Argentina es un modelo no sólo
para América Latina, sino para el mundo. Pero aquí en Buenos Aires
45
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todos deben ya saber sobre ello si hay alguna noticia que les tenga que
comentar hoy, es que aquellos que siguen la comunicación global están
mirando, estamos mirando a vuestro país. Porque Argentina es líder en
América Latina y un brillante ejemplo para el mundo, y Argentina y su
reforma puede construir un modelo diferente al de Estados Unidos, y
al de cualquier otro lugar, tal cual escuchamos a mi colega exponer de
manera tan apropiada.

Ciertamente en los Estados Unidos podemos discutir sobre un sistema


de comunicación y un mercado sin regulaciones por parte del Estado.
Y por cierto el mundo ha visto en estos últimos tiempos como nosotros
pagamos un precio muy alto por creer que sólo el mercado sabía que era
lo mejor. Y Argentina ciertamente sabe bastante sobre ello también.

Ya que algunos de nosotros trabajamos como periodistas, como


consultores del Congreso de los Estados Unidos en telecomunicaciones
y como investigadores de los sistemas de comunicación de América
Latina, mi recomendación es que, si bien sus telecomunicaciones
tienen ciertamente que tomar en cuenta a las empresas privadas y a
las corporaciones, hay más actores que deberían ser considerados tal
cual escuchamos recién cuando se discutió sobre la reforma de las
telecomunicaciones. Yo estoy aquí para decir que el Estado también
debe tener qué decir en la estructura del sistema de comunicaciones.
Pero como ya sabemos, algunas veces los Estados, ya sean de derecha
o de izquierda, pueden abusar del poder y sofocar el discurso crítico.
Argentina, desafortunadamente sabe más que el resto acerca de esta
cuestión. Y a pesar de que los periodistas y los medios se opusieron
durante el período oscuro en el cual Argentina cayó en la represión,
todavía el brillante ejemplo de la lucha de la sociedad civil está
plasmado en las fotos del tiempo presente, un ejemplo de ello está
afuera de este lugar en el cual debatimos ubicado en la Plaza de Mayo,
con las Madres de Plaza de Mayo.

Por lo tanto, en mi opinión los grupos de la sociedad civil, amplificados


por sistemas de medios justos y diversos, son centrales en la construcción
de la democracia. Y la democracia por su esencia en los tiempos
modernos, debe representar y empoderar a los ciudadanos comunes -sin
ningún poder- de manera tal que ellos hagan uso de ese poder.
46
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Demasiado a menudo en este hemisferio y en Europa también, la libertad


de expresión se da por sentada. Demasiado a menudo, los gobiernos no
entienden la naturaleza fundamental que tienen las condiciones y los
efectos comunicacionales para la democracia. Esta comunicación está
haciendo más que conectar a los gobernantes con los gobernados, más
importante es que está creando canales en los que el gobierno tiene que
escuchar, sí tiene que escuchar a los gobernados, y más importante es
que las democracias fuertes tienen que tener mecanismos por los cuales
el pueblo busque reparación y ayuda de los gobernantes Algunas
veces eso significa intervenir a favor del pueblo para lidiar con otras
instituciones fuertes, en especial corporaciones y multinacionales. Las
corporaciones multinacionales por su peso en el sistema económico a
menudo tienen acceso inmediato a los poderosos y llegan al oído del
gobierno, mientras que el pueblo no. Este es el cambio principal en el
panorama económico y político ocurrido durante la generación pasada.

En los comienzos del S.XX los medios fueron a menudo dirigidos a los
ciudadanos, aunque los medios a veces pudieran ser grandes diarios
o parte de grandes corporaciones. No estaban tan concentrados en su
estructura como hoy en día, tampoco las corporaciones mediáticas eran
tan grandes y poderosas. Tal como vimos, desde los ’80 y tal vez antes,
viene ocurriendo esta lenta consolidación de los medios en muchas
partes del mundo. Esta consolidación ganó con Menem durante la ola
de privatizaciones de 1990. Ahora no es poco común en muchos de los
países de este hemisferio ver estos sistemas concentrados de medios.
Los sistemas de medios o un puñado de corporaciones mediáticas
poderosas controlan el mercado. A veces estos sistemas de medios
se encuentran también afectados por enormes intereses económicos
foráneos, por ejemplo, Goldman Sachs, una firma de inversión de los
Estados Unidos tiene un considerable interés minoritario en el grupo
Clarín, y empresas de comunicación españolas también invirtieron en
el sistema de medios argentino. La parte positiva de estas conexiones en
un mundo globalizado es la infusión de capital hacia la Argentina, de
esta manera está construyendo a la Argentina como un líder global.

Sin embargo, hay preocupaciones legítimas sobre nuestro sistema


de medios tan fuertemente concentrado -a veces con cuestiones que
provienen de más allá de sus fronteras-, sobre como esos medios
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corporativos se resisten a representar al pueblo en esos sistemas


democráticos y sociedades. Hay preguntas legítimas sobre si esas
corporaciones anteponen sus intereses. Tal como escuchamos, la noticia
es un producto, entonces ¿ponen las ganancias primero, o el servicio
público primero? ¿Consideran lo que es mejor para la sociedad, para
la democracia, o para la ¿dominación subliminal del pueblo? ¿O, se
ve a todos como clientes y no como ciudadanos? Y aún más, esas
corporaciones están estrictamente interesadas en entretener a las masas
y cosechar considerables ganancias a través de ello, o quieren instruir
al público? ¿Van a ayudar a educar al público? ¿Van a ayudar a la
gente a convertirse en mejores ciudadanos? ¿Van a ayudar al público
en temas de salud u otros asuntos cotidianos? ¿Van a tratar de servir
al público de una manera interesante, de modo que ese progreso sea
inevitablemente visto como una preocupación? Y así van, ignorados
por el público, mientras compran entretenimiento en el mercado de
ideas de las telecomunicaciones.

Mi sugerencia es que cualquier reforma de las telecomunicaciones debe


resaltar que ante todo el objetivo de los medios en una democracia
es servir al interés público. A veces el interés público no ofrece a las
corporaciones las mejores condiciones para obtener ganancias, a veces
el interés público no tiene que ver con mantener el poder de un político
en particular o a un partido político. A veces el interés público está más
allá de las preocupaciones del grupo gobernante en el poder, está en el
interés del Estado.

La idea del interés público es vista a menudo como una idea que
proviene de los Estados Unidos, desde los estadounidenses, directamente
desde las leyes de los Estados Unidos, entonces naturalmente yo puedo
ver como ustedes están cansados de este concepto en particular. Pero
debo decirles que, a pesar que este concepto esté pegado a las leyes
de los Estados Unidos, y puede cargar entonces las verdaderas semillas
culturales de nuestro imperialismo, no deben preocuparse porque el
concepto es un parásito abyecto en los Estados Unidos.

Entonces, nuevamente, pueden preguntarse por qué estoy yo hablando


esto frente a ustedes, no sólo de una idea importante, sino de una idea
fallada, tal vez más difundida en los Estados Unidos. En Argentina
48
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

ustedes pueden entender que una cuestión es lograr la aprobación de


nuestra reforma de telecomunicaciones y otra muy diferente hacerla
cumplir. En los Estados Unidos la agencia regulatoria, como el COMFER,
que se encarga de la radio, la TV y el sistema de telecomunicaciones,
esta agencia nunca, y déjenme reforzar el término nunca, nunca le
cuestionó la licencia a una estación o red por no servir el interés
público. En más de 75 años de experiencia, nunca una licencia fue
negada. Entonces, las leyes son importantes seguramente, la reforma
es importante seguramente, pero también es importante que las leyes
empoderen al Estado para intervenir e interactuar con las poderosas
corporaciones de medios. Y esas leyes deben alentar tales acciones,
porque si van a discutir la reforma, quiero advertirles nuevamente,
basado en la experiencia de los Estados Unidos.

Hace 12 años, los Estados Unidos convirtieron en ley una nueva


reforma de telecomunicaciones. Recuerden, esto ocurrió durante la era
de las privatizaciones, y nuevamente fue un fracaso. La ley de hecho
provocó cambios, que es lo que supongo se espera de cualquier reforma:
cambio, un cambio mas lento de lo que escucho en mi país en estos
días, pero el cambio que impulsó la reforma de telecomunicaciones le
dio más poder a las corporaciones mediáticas y aceleró las fuerzas de la
consolidación de los medios. Fue tanto así, que hablamos abiertamente
de la oligarquía de los medios en los Estados Unidos.

Ahora, esto no es una idea nueva, seguramente Noam Chomsky


y otros investigadores de la política y medios han escrito sobre el
crecimiento de la oligarquía de los medios en los Estados Unidos, por
lo menos durante veinte años y, tal como el presidente Hugo Chávez
en Venezuela, me gusta leer a Chomsky de vez en cuando. Lo que no
se discute en los medios de los Estados Unidos es cuán correcto estaba
Chomsky y no va a discutirse tampoco ahora en mi país, porque los
que cuidan la entrada, los poderosos, la vieja guardia que controla los
medios no lo ven como un tema constructivo.

Les doy, entonces, el mejor ejemplo del -alguna vez vibrante- sistema
democrático, el sistema de los Estados Unidos, como un ejemplo de
lo que pasa cuando el pluralismo en los medios se tritura, como un
ejemplo de lo que pasa cuando el Estado se vuelve cómplice de la
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económicamente poderosa vieja guardia y olvida el interés público,


como un ejemplo de cómo nuestro altamente concentrado sistema de
medios produce un entretenimiento maravilloso, pero dejémosle el
triunfo a la democracia.

Cuando nuestro presidente actual quiso ir a la guerra en Irak, los


medios más importantes de los Estados Unidos fallaron en hacerlo
responsable del costo de la guerra, fallaron en buscar respuestas
acerca de la duración de la guerra, guerra que se planeó para la
reconstrucción de Irak, fallaron en encontrar evidencia clara de las
mentiras presentadas como hechos por la Administración, fallaron en
abogar fuertemente contra el presidente y su administración por haber
torcido la Constitución; y ahora, aunque al 80%, al 80% del país no le
guste ni el presidente ni sus políticas, aunque a un alto porcentaje le
gustaría ver al presidente impugnado o hecho legalmente responsable,
los medios escasamente mencionan el tema. Esta es una falla de los
medios, una falla de mi país y una falla de la democracia. Por ello,
ahora que siento que mi propio país ha fallado, estas fallas están allí
para que todos las veamos.

Ahora que estamos criticando a los Estados Unidos, tenemos también


que discutir la estructura de la comunicación en América Latina y
el tema de reformar el sistema aquí. Durante mucho tiempo estudié
los sistemas de medios de América Central y México y durante los
últimos dos años comencé a mirar a Venezuela más de cerca; escribí
un libro sobre el sistema de medios en América Central, publiqué varios
capítulos y estudios en otros libros sobre México y Venezuela.

Todos estos sistemas nos dan una causa, porque con unas pocas
excepciones proveen ejemplos de sistemas de medios corporativos
altamente consolidados. Mis estudios han demostrado que en muchos
países hay una considerable concentración mediática, muchas veces se
trata de países conservadores gobernados por oligarquías económicas,
sin importar los mecanismos democráticos que estén presentes; y
sí, con unas pocas excepciones como Costa Rica y otros en América
Central donde realicé la mayoría de mis estudios, y está la excepción
de Nicaragua, con sus propios problemas de comunicación. Pero, la
historia de la región en América Latina muestra que los Estados y
50
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

gobiernos frecuentemente se alinean con medios corporativos altamente


concentrados como una forma de mantener el poder, y frecuentemente
como una forma de mantener el poder conservador, del lado derecho
del espectro político.

Para testimoniar sobre los problemas de la concentración de medios y


los medios corporativos en América Latina, la American University, en
la que trabajamos, nos encomendó un análisis de contenido. Estudiamos
mas de 400 horas de programas de noticias de cadenas de televisión
latinoamericanas. Estudiamos diez cadenas de televisión incluida la
argentina TELEFE y la original TELESUR.

TELESUR como no es comercial fue una de las excepciones entre


nuestros descubrimientos, está focalizada en noticias, política,
cultura y sociedad. Sin embargo, las otras nueve cadenas contenían
mayormente historias sensacionalistas y chismes; esto es lo que
muchos en América latina llaman “la nota roja”; en esas cadenas y
programas de noticias la idea no es informar, ni sostener el punto
de vista de un rico ciudadano, sino entretener.

Seguro que tenemos problemas similares de sensacionalismo en


los Estados Unidos y nuestros propios investigadores creen que
América Latina adquirió estos problemas importando los modelos
sensacionalistas de la televisión de los Estados Unidos.

Mantengamos ahora el foco en América Latina y en Argentina. Nuestro


estudió demostró que el 30% del contenido de las noticias de TELEFE
estaba dedicado al entretenimiento y al chisme; además un 20 %
de las noticias de TELEFE eran sobre la violencia, frecuentemente
sobre crímenes locales en Buenos Aires o accidentes de tránsito.
Entretenimiento, chisme y violencia, esos tres temas dominaban las
noticias dejando muy poco tiempo para la cobertura política o de
importantes asuntos públicos tales como la salud u otros tópicos,
dedicando, menos del 10% del tiempo a las noticias como se observó
en TELEFE. Encontramos una devoción similar por el sensacionalismo
en otros países. ¿Qué tiene el gobierno que hacer en términos de la
educación de los ciudadanos?

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Pienso que esta reforma comunicacional es un salida lógica. Hoy, hablé


aquí del fracaso en muchas formas, no necesito presionar tanto porque
el período de la reforma es un tiempo auspicioso pero, ¿qué ejemplos
hay para la reforma y qué rol debe jugar el Estado? Primero, pienso que
debe estar legalmente reconocida ya que estamos tratando con recursos
limitados como las ondas de aire para la radio, televisión, teléfonos
celulares y tal vez para WI-FI y WI-MAX. No hemos hablado mucho
de internet y de la conexión vía internet, y cualquier reforma debería
considerarlas de ahora en más. La emisión de señales de internet
obviamente debería ser considerada y el Estado tiene un rol que jugar
en representación del pueblo porque esos recursos son financiados.

Sin embargo, el marco legal debe crear un sistema equilibrado entre el


Estado, las Corporaciones y la Sociedad Civil para decidir las condiciones
del sistema de comunicación; el balance no puede inclinarse a favor del
Estado u otros intereses, así como lo muestra la historia de abuso de poder
en varios países. El sistema también necesita de financiación adecuada
y de la habilidad para hacer cumplir sus decisiones. Deben figurar
salvaguardas en la ley para asegurarse que los intereses corporativos
no la alteren. Pero también, requiere del período apropiado, del debido
proceso en el sistema legal, antes que otros recursos, tales como las
ondas, sean removidas de su administración. Nuevamente, la necesidad
de equilibrio entre estas fuerzas de poder es importante.

Un modelo para proveerlo, tal como lo escuchamos, es el del Reino


Unido y la BBC, que es generalmente considerado el mejor sistema
de medios promedio del mundo y que es altamente respetado por
su exactitud y por balancear el poder. Aunque la BBC es un medio
sponsoreado por el Estado, es frecuentemente muy crítico del gobierno
inglés. ¿Acaso la BBC pudo impedir que el Reino Unido apoyara la
guerra en Irak? No, pero la fuertemente crítica cobertura hizo que la
guerra fuera impopular en Gran Bretaña desde el principio. Los medios
fueron incapaces de frenar la participación en una guerra cuestionable,
pero cumplieron la función de balancear al gobierno, mientras que los
medios corporativos fueron menos críticos.

La BBC se solventa por el impuesto directo, que provee fondos


suficientes para sus operaciones y, en ese sentido el gobierno está
52
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

menos preocupado acerca de sus fondos ya que está unido a una serie
de receptores de radiodifusión y vendido en las e-news del Reino
Unido. De esta manera, le resulta más difícil al gobierno central
hurgar en el presupuesto, la cuerda de salvataje real de cualquier
operación mediática.

Seguramente, las diferencias culturales y económicas en Argentina


significan mucho a la hora de lograr un mecanismo de fondos similar,
pero tal como escuchamos de mi colega Manuel Chaparro la ley debe
existir para financiar de alguna manera a los medios públicos y para
financiar a los medios de los ciudadanos, esto es necesario.

En los Estados Unidos estamos trabajando para alcanzar un sistema de


medios más plural y queremos escuchar más a otros colegas de noticias
reportando sobre el mayor pluralismo del sistema de Venezuela, tal vez
del mundo, que fue considerado como una difusión del poder mediático.
Seguramente, el presidente Chávez en sus esfuerzos contra el poder
conservador que siempre esta tratando de bloquear sus reformas,
seguramente algunas de las intervenciones del presidente Chávez en
el sistema de medios no hubieran recibido condena internacional mas
allá de los Estados Unidos. Déjenme señalar que el presidente Chávez
puede haber intervenido en el sistema de medios de Venezuela de una
forma tal que algunos sienten que podría ser abuso de poder, pero que
finalmente se mostró como necesaria Lo que estuvo mal en el caso
venezolano es el colapso de la norma legal, estaciones que tenían sus
licencias sin la audiencia justa, pero al final el resultado es que puede
haber sido necesaria para el Estado venezolano.

Permítanme cortar a mi parte final. Nuevamente quiero agradecer por


haberme permitido desarrollar una conversación franca sobre estos
asuntos y pienso que, dada la oportunidad, puede haber brindado
elementos cuando necesiten explorar no sólo cómo sus agencias
federales puedan lanzar un sistema corporativo de medios, sino
también considerar cómo empoderar a grupos de la sociedad civil,
cómo pueden generar mejores conexiones para ellos en internet, cómo
pueden brindarles financiamiento, no sólo para las estaciones de bajo y
medio poder, sino para que esas personas minoritarias en el sistema de
medios puedan realmente producir programas que todos puedan ver.
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Esta es una muy importante conferencia internacional para discutir la


dura reforma de la comunicación y, si la comunicación es la enfermera
del cuerpo de la democracia, muchas veces damos estas conexiones por
sentadas y no discutimos sus importantes mecanismos hasta que ya es
muy tarde y los fracasos están allí para que todos los veamos Incluso las
democracias vitales tienen crisis nerviosas, Estados Unidos es un buen
ejemplo. Tengo esperanzas de que esta discusión guíe a toda América
Latina, y más allá de ella, hacia un modelo nuevo a tener en cuenta
y, mientras discutimos la democratización de la comunicación, sé que
Argentina va a hacer la diferencia. Muchas gracias.

54
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Miguel Rodríguez Villafañe


ARGENTINA

Abogado. Presidente de la “Asociación Iberoamericana de


Derecho de la Información y de la Comunicación” (AIDIC).
Ex-Juez Federal. En tres oportunidades recibió el Premio
“Abogacía Argentina” conferido por la Asociación Argentina
de Entidades Periodísticas (ADEPA) y la Federación Argentina
de Colegios de Abogados (FACA) en reconocimiento a sus
trabajos sobre libertad, justicia, democracia, federalismo,
derechos humanos y libre expresión de ideas. Profesor de
Derecho Constitucional y Derecho de la Información y de la
Comunicación en universidades argentinas y de otros países.
Miembro fundador e integrante de la Mesa Ejecutiva de la
“Comisión de Control y Defensa de la Libertad de Expresión
y del Derecho Social a la Información” (COMIPREN) de
Córdoba. Miembro del Foro de Periodismo Argentino
(FOPEA). Fundador y Director -2002/2008- de la Sala de
Derecho de la Información y de la Comunicación del Colegio
de Abogados de Córdoba.

En estas Jornadas Internacionales me toca el privilegio de hablar como


argentino, ya que los otros participantes que nos acompañan como
disertantes son extranjeros. En esto no puedo dejar de significar que
aprecio la apertura de Gabriel Mariotto, actual interventor del Comité
Federal de Radiodifusión (COMFER), al invitarme, sabedor que soy muy
crítico al hablar de éstos temas. Vengo luchando desde hace tiempo por
los cambios imprescindibles que se tienen que realizar en materia de
radiodifusión. En ello también valoro lo que se está haciendo al poner
a la consideración general la temática, por parte de la Presidenta de la
Nación y por la Secretaría de Medios.

Estamos discutiendo un tema central, que va más allá de una norma. En


realidad lo que se debe terminar discutiendo es un modelo de democracia.
Porque si sacamos ese eje nos confundimos, en una sociedad donde los
hombres y las mujeres piensan, creen y sienten que la realidad es la que
los medios masivos de comunicación dicen que es.
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La tecnología de la comunicación ha permitido una vivencia de


globalidad, pero se pretende generar una ciudadanía de consumo,
sin tiempo, sin historia, ni espacio. Y, desde dicho impulso, se busca
hacernos creer que somos ciudadanos del mundo, en una realidad
virtual, en la que manda una lógica comercial por sobre el abrazo leal
y fraterno, de una humanidad que se tiene que asumir integralmente.
En dicho contexto, en el que la sociedad de control tiene en el aspecto
tecnológico-comunicacional el centro del llamado biopoder, es
importante reflexionar sobre la concentración mediática, la convergen-
cia tecnológica y la gestación del pluralismo democrático.

En primer lugar hay que señalar como nuevo que las tecnologías de
la información y la comunicación permiten el aumento cuantitativo y
cualitativo del procesamiento de la información, en alta velocidad. En
esta conjunción, en la que técnicamente no existe distinción entre voz,
texto, datos y vídeo, nace otro medio de comunicación, más potente
que la mera suma de cada uno de sus componentes.

La proyección es masiva y las actividades humanas se incorporan


a la lógica de la convergencia desconociendo aspectos sociológicos
preexistentes.
Todo ello en una carrera desenfrenada por tener lo nuevo, porque la
tecnología nunca se muestra como lo último.

Nos encontramos con el problema de tener que plantearnos la


mejor manera de hacer respetar el derecho de cada comunidad
a la autodeterminación conceptual, ante la globalización de la
comunicación. Estas tecnologías han modificado y modifican en su
esencia las maneras de comunicarse y transforman los derechos de
la ciudadanía.

Asimismo, la libertad de expresión y las nuevas tecnologías pueden


usarse para colonizaciones mentales. Todo lo que no tiene nada que ver
con el bien común y que, indudablemente, permite la manipulación por
los poderes de turno. En la sociedad del biopoder se pretende decirnos
lo que debemos hacer y pensar.

Resulta paradójico que haya leyes que se cumplen inmutablemente,


56
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

como si hubieran sido dictadas legítimamente, tal es el caso de las


leyes del mercado, mientras que las leyes reales y democráticas, parece
su vigencia dependiente de algo a construir y no se cumplen como
corresponde.
La realidad ha desplazado los consensos del ámbito de la “plaza”,
en donde la libertad de expresión tiene un valor especial y los ha
llevado al “mercado”, en donde rige la lógica comercial y por ende
la capacidad adquisitiva.

Por lo que, al analizar la legislación en materia de radiodifusión tenemos


que tener en cuenta que estamos buscando es la reconstrucción de la
ciudadanía. Los medios de difusión nos deben permitir ser humanos,
porque sólo siendo humanos, que significa poseer tiempos y lugares
desde donde nos podamos referenciar, vamos a lograr entender el
pasado común, explicar el presente y existirá un sentido para el futuro.
Así seremos tratados como persona y no sólo como clientes, usuarios o
consumidores ya que en ello, indudablemente, hay que tener capacidad
económica para ser tenidos en cuenta.

La dinámica de las leyes de mercado tienen en su ADN el desarrollo


de oligopolios y monopolios. De ninguna manera el mercado quiere
que haya pluralismo, sólo la democracia quiere que haya pluralismo
de ideas y de pensamiento. El pluralismo es una necesidad de la
información, no una exigencia del mercado. El mercado querría que
todos nos vistiéramos igual para poder vendernos el mismo sándwich,
la misma gaseosa y el mismo estilo de vida.
A su vez, la competencia no es el único modo de relacionase entre las
personas porque apocopa injustamente el encuentro humano. Además,
en ello, siempre pierden los más débiles.

No podemos dejar de tener presente que la comunicación y


la información son, por sobre todas las cosas, un bien social.
Por lo tanto, el Estado no puede ser indiferente, como máximo
representante del bien común.
Las constituciones de la Provincia de Córdoba, del año 1987, y de la
Provincia de Tierra de Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, del
año 1991, han establecido, expresamente, que “la información y la
comunicación constituyen un bien social”.
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Estos bienes sociales, son centrales en el análisis que vamos a hacer, ya


que el tema es propio del derecho público. Hay que superar que se quiera
ubicar la regulación de los medios de difusión en el ámbito exclusivo del
derecho privado. Siempre que se quiere hablar de estaciones de radio y
televisión hay sectores que pretenden sólo utilizar el código civil.

El acceso a la información es de una particular importancia personal


y social. Hombres y mujeres tienen el derecho a informarse y
también la obligación de hacerlo, bajo pena de automarginarse por
omisión de la vida en sociedad. Además, ello es necesario para poder,
responsablemente, opinar, disentir, aportar, controlar, lograr consenso,
participar y comprometerse en democracia.

Lo antes referido es tan vital que, a veces, desde los centros urbanos no
se llega a percibir su importancia, en toda su dimensión, porque se tiene
cierta facilidad para acceder a distintos medios de información. Sin
embargo, a medida que se llega a la Argentina profunda, se evidencia
la necesidad de contar con información, medios de comunicación que
la brinden y posibilidades reales de acceder a los mismos, en especial, a
la radio y a la televisión.

Se necesitan pilas para las radios en el país profundo. Baste para ilustrar
esta última afirmación una anécdota que viví cuando era juez federal
electoral de la Provincia de Córdoba, en el año 1987. Con motivo de
la constitución de un circuito electoral en las Altas Cumbres, cerca
de la cumbre del cerro Champaquí (2.800 mtros. de altura), se realizó
un acto en la escuela existente allí, de nombre Ceferino Namuncurá.
En la ocasión se reunieron diversos pobladores de esa zona agreste
de las sierras cordobesas, junto a las autoridades provinciales que me
acompañaban. En un momento dado, un serrano aprovechó la situación
y dirigiéndose a un responsable del programa de asistencia social
denominado Plan Alimentario Nacional (P.A.N.), que se encontraba
presente, le dijo: “que las cajas que le entregaban para ayudarlo en su
pobreza, estaban incompletas y tenían una importante carencia”.
Y ante la pregunta natural respecto a que entendía él que era necesario
agregar, para sorpresa de todos, que pensamos que se trataba de alguna
queja respecto a la ausencia de algún tipo de comestible, manifestó que “en
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

las cajas no venían pilas”. A lo que agregó, “No tengo electricidad en mi


rancho y las pilas son caras y difícil de conseguir en la zona. Sin pilas me
es imposible escuchar la radio y por tanto, no sé lo que está pasando”. En
su sentido común profundo, este cordobés de nuestras sierras tenía en claro
que junto al alimento que recibía, necesitaba contar con otros alimentos
que eran también fundamentales, para su información, formación, cultura y
recreación. Su radio funcionando constituía el vehículo que lo hacía sentir
integrado a la comunidad con la que construye la historia común.

La situación referida obliga a pensar, que en los bolsones solidarios


o en la ayuda que se brinda a sectores alejados de la electricidad, se
tiene que contemplar la posibilidad de entregarles aparatos de radio,
para garantizar que todos cuenten con él y para fijar el tipo de pila a
proveer. También, una cantidad razonable de pilas, para ayudarlos a
acceder, desde una radio funcionando, a derechos humanos básicos que
corresponde que se les tutele.

Asimismo, en Argentina, los más débiles económicamente están,


también, gravemente discriminados para acceder a la TV. Vengo
denunciando desde el interior del interior de nuestro largo y ancho
país, que el cincuenta por ciento del pueblo argentino, no tiene acceso
a televisión gratuita. Repárese que existen solo diez ciudades con
más de un canal de TV por aire gratuito. Muchas que tienen un solo
canal de dicho tipo y muchísimas localidades o lugares, en los que
no se puede captar ninguna señal de televisión, sin una inversión de
envergadura para poder recibir la imagen y el sonido. Lo que obliga
a los usuarios a costear altas antenas, decodificadores de señales
satelitales o contratar servicios de TV por cable. Gastos, estos últimos,
prácticamente imposibles de pagar para un gran sector empobrecido de
nuestra sociedad. A estos sectores se los pone en el absurdo de no poder
ver ningún canal de TV, cuando el vecino que puede abonar accede,
fácilmente, desde 60 a 150 canales por TV paga.
Ese derecho humano inaccesible para un gran número de personas los
obliga, en muchos casos, a situaciones que los pueden empujar, incluso,
al delito de robar el cable, por no tener alternativas accesibles.

Estas últimas situaciones no escapan también a la soledad en el tumulto


de los propios habitantes de grandes ciudades, como Buenos Aires.
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Un porteño, a veces, en muchos aspectos es más ignorado que un


ciudadano que vive en un pueblo pequeño. Al menos en el pueblo
el sistema tiene escala para la persona común y puede ver con más
facilidad a su intendente o a sus dirigentes y directamente dirigirse a
ellos en lo que entienda necesario. Sin embargo un porteño tiene que
limitarse a ver las cosas por televisión. En realidad, no tiene probabilidad
de participación directa y menos de tener posibilidades de ser oído en
sus requerimientos específicos de información y comunicación.

La comunicación se ha desplazado de ser un medio esencialmente de


transmisión de información, propio de la era analógica, a la producción
de contenidos, propio de la era digital. Este avance dado, a veces no es
advertido, y trae como consecuencia que muchas veces nos quedemos
discutiendo la tecnología de comunicación más moderna y el acceso a
la misma, a los efectos de transmitir información o entretenimiento, sin
reparar en la necesidad paralela de trabajar sobre los contenidos que se
transmiten. Ello dado que, si se pretende una ventaja en la convergencia
digital para cada país, la misma no radica en la infraestructura, sino
especialmente en los contenidos que se difundan.

De lo contrario la tecnología de la comunicación, a la que no


se le agregue contenidos propios, puede conducir a verdaderas
invisibilidades mediáticas de aspectos centrales a tener presente para
el bien del país. Cabe referir en este aspecto que gracias al proyecto
del canal “Encuentro” y la impronta impresa por Tristán Bauer, se
puede tener perspec-tivas propias de temas que nos atañen. Así, se sabe
que hay tribus de aborígenes autóctonas en nuestra zona del Chaco y
Formosa, que están perdiendo las posibilidades de tener su alimento
cotidiano porque son cazadores y recolectores y ahora todas las tierras
se están desmontando para destinarlas a la soja. Nadie muestra dichas
situaciones, si no fuera el canal “Encuentro”.

Es tan importante esta situación, que yo les digo a mis amigos


cooperativistas que no estoy peleando por una radiodifusión cooperativa,
para dar películas como “Rambo” a menor costo. Tampoco programas
que degraden o hagan involucionar. Ojala pudiéramos discutir el
contenido de algunas propuestas televisivas que directamente atacan el
sistema neuronal de las personas. Tal es el caso de programas como “El
60
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Muro”, que se da en un horario central, en el que el contenido esencial


implica caerse al agua o romper un muro de telgopor.

Por eso es fundamental que haya presencia plural y estatal en materia


de comunicación e información, para evitar invisibilidades que
tapen aspectos fundamentales de la realidad o que se obligue a tener
propuestas que no ayuden a respetarnos, sin opciones alternativas.

Como peregrino incansable en la búsqueda de igualdad y equidad en


el acceso a las licencias de radiodifusión, para lograr un pluralismo
democrático real en el espectro radioeléctrico, desde hace muchos años
que comencé a trabajar en dicho objetivo.

Cabe recordar que la ley de radiodifusión 22285 de 1980, de la


dictadura militar, impidió, en su artículo 45, que las entidades no
comerciales accedieran a licencias de radiodifusión. La modalidad
autoritaria no soportaba que hubiera instituciones con dinámica
democrática y filosofía solidaria que llegaran a manejar medios de
difusión. Más esa inaceptable discriminación continuó, para dolor de
la Argentina, durante el periodo democrático, inaugurado a fines de
1983. Se daba la razón en los despachos oficiales a los reclamos de
cooperativas, mutuales, fundaciones y otras ONGs., pero, en derecho
y en los hechos, la única solución que se proponía o toleraba por el
COMFER era que, por ejemplo, las cooperativas se trasvestieran y se
transformaran o constituyeran en empresas comerciales para poder
brindar radiodifusión.

Fue una verdadera afrenta a las asociaciones sin de fines de lucro. Se


obligó a correr el riesgo de desnaturalizar la esencia que las justificaba,
porque, desde la formalidad legal y operativa, se debía funcionar con
razonamientos distintos a los que motivó la creación de la institución
de la economía solidaria. Todo ello, con el grave peligro que, a través de
dichas formas legales, se colonicen, entre otros aspectos, los fines y la
filosofía. Resultaba y resulta difícil ser una sociedad sin fines de lucro y
manejar el medio de difusión que la trasciende, estructurado solo para
la rentabilidad económica.

Hubo que luchar mucho en contra de las discriminaciones. Así, en


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el año 2003 logré que la Corte Suprema de Justicia de la Nación


declarara la inconstitucionalidad del artículo 45 viejo de la ley de
radiodifusión, porque marginaba a las entidades sin fines de lucro
para acceder a las licencias. El máximo tribunal del país dio la razón
a las mutuales y las cooperativas. Se dijo, en dicha jurisprudencia,
que las cooperativas y mutuales de todo tipo, podían ser titulares
de licencias de radiodifusión, sin ningún tipo de condicionamientos
que desvirtúen su naturaleza y objetivos.

Sin embargo el COMFER siguió impidiendo el acceso a las licencias


suspendiendo la entrega de los pliegos para brindar servicios
complementarios, especialmente para dar TV por cable.

Luego, en el año 2005, logré que también la Corte Suprema de Justicia


de la Nación declarara la inconstitucionalidad de las resoluciones del
COMFER, por las cuales se suspendía la venta de los pliegos.
No obstante ello, el COMFER continuó impidiendo que las entidades
no comerciales como cooperativas y mutuales pudieran ser titulares de
licencias de radiodifusión.

En el tema, desde el comienzo de la democracia a la fecha, durante 25
años no se reformó la ley y el llamado Comité Federal, que no es ni comité
ni federal, lleva intervenido todo ese tiempo ininterrumpidamente. Allí
se ha hecho un culto de la excepcionalidad y del incumplimiento de
las normas, ya que por la sola voluntad del Interventor de turno, no
se aplicaba la ley vigente, ni se cumplían los mandatos judiciales, si
favorecían a la entidades sin fines de lucro.

Por ley 26053, de fecha 15 de septiembre de 2005, se dictó un nuevo


artículo 45. En la norma, se continúo afectando, gravemente, la libertad
de expresión y la posibilidad de concretar medios alternativos de
radiodifusión de envergadura, en manos de entidades no comerciales.
La norma sancionada, desde un barniz que busca disfrazar el fondo
jurídico, establece que se permite en general, que cualquier persona
física o jurídica, regularmente constituida en el país, puede acceder a
licencias de radiodifusión. Pero luego, se excluye a las cooperativas de
servicios públicos de la posibilidad de acceder a licencias de radiodifu-
sión, en lugares en donde hay otro prestador con licencia.
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

En la historia de nuestro país, el movimiento cooperativo, en su búsqueda


de dignidad para los hombres y sobre la base del esfuerzo propio y la
ayuda mutua, se constituyó en un polo valioso de empuje para encarar
y superar, con obras, las tremendas discriminaciones de infraestructura
de servicios que padecían distintos lugares de nuestro extenso nacional.
Fueron las cooperativas representativas de la economía solidaria, en gran
medida, las que acortaron la brecha del atraso y permitieron concretar
mejoras tecnológicas y de calidad de vida a diversas zonas. Ellas, como
cooperativas de servicios públicos, lograron que, en muchas localidades,
haya energía eléctrica, teléfono, agua corriente, alumbrado público,
redes de gas y cloacas, entre otros valiosos emprendimientos. Y, en lo
que aquí importa resaltar, fueron estas cooperativas las que aseguraron,
por ejemplo, un acceso solidario y en calidad a las señales de televisión,
al instalar antenas comunitarias. Desde ellas, primero por aire y luego
a través de cable, se logró unificar en igualdad y accesibilidad, un
servicio a disposición de todos los que quisieran sumarse a él. Fue tal el
avance que, en determinado momento, a fines de los años 70´, la oferta
de opciones de canales de televisión que brindó el cooperativismo,
en algunas poblaciones pequeñas, eran muy superior a la que tenían
los habitantes de grandes ciudades. La voluntad del cooperativismo
en acercar opciones de fuentes de información, entretenimiento y
formación fue vital en el interior del país y colaboró vigorosamente en
el crecimiento de opciones de oferta de televisión y radio.

En realidad, el fenómeno de la televisión por cable en Argentina,


empezó desde el interior y en pequeñas poblaciones y se extendió luego
hacia los grandes centros urbanos y en ello, el movimiento cooperativo
tuvo un protagonismo central.
Estos emprendimientos, sumados a otros servicios cooperativos y
mutuales, en materia de radiodifusión, como las radios comunitarias que
se instalaron en frecuencia modulada, ayudaron a ir dando igualdad de
acceso a la información y participación ciudadana. Además, integraron
positivamente el territorio patrio.

Con el nuevo artículo 45 se impidió, una vez más, que los


emprendimientos llevados a cabo por el esfuerzo de toda una comunidad,
puedan garantizar el pleno ejercicio de derechos humanos, como el de
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información, expresión, educación, recreación, entre otros, en todos los


lugares en los que la economía solidaria haya fructificado.

A su vez, el verdadero miedo de otorgar licencias está en el hecho que


dichas cooperativas son entidades que tienen escala económica para
enfrentar eficazmente a los monopolios.
A esta norma también logré que la justicia federal de Jujuy la declarara
inconstitucional.

Por su parte el Estado se ha dejado condicionar por los intereses de


monopolios y oligopolios en materia de medios de difusión.
El monopolio tiende a sustituir el diálogo con el soliloquio, y, lo peor
de todo, es que no nos vamos dando cuenta. Porque el monopolio opera
como la fábula de la rana que se salva si la tiran a una olla de agua
caliente, ya que la rana al tocar el agua a gran temperatura salta en el
acto fuera del recipiente. Mientras que si tiran la rana en una olla de
agua fría y empiezan a calentar de a poco el agua, la rana se muere
porque no se da cuenta que la están cocinando.

Es fundamental discutir este tema de los monopolios y tener en


cuenta que cuando se habla de ellos hay que saber distinguir
también que hay diversos tipos de monopolios u oligopolios que
afectan la libertad de expresión. En esto existen los monopolios de
la propiedad, de los contenidos, de la publicidad, de los insumos,
de la tecnología, de la financiación, etc. Para esta última variedad
hubo que salir de apuro en la crisis del año 2001 a dictar una ley de
defensa de los bienes culturales.

La lógica del mercado en la globalización tiende a concentrar y excluir.


Nosotros sabemos de su capacidad destructora y que ahora ya se ha
sentido en los Estados Unidos. En dicho país, por primera vez se están
dando cuenta que el muro de Berlín se cayó para los dos lados. Y esto,
indudablemente, tiene un efecto importantísimo en el análisis que
tenemos que analizar.

A su vez, se debe cuidar de no confundir convergencia tecnológica,


con concentración y su paso siguiente de posiciones dominantes y
monopolio.
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Estados Unidos fue contrario a los monopolios. Así, en la década del ’40 le
exigió a muchas empresas cinematográficas de Hollywood que vendieran
sus cines, porque entendió que ello se podía prestar a un monopolio, dado
que se podía obligar a los ciudadanos norteamericanos a ver películas
malas, a sólo efecto de lograr rescatar los costos de producción.

Sin embargo, ahora no ha podido con Bill Gates que a través de su


empresa Microsoft, eliminó al sistema “Navigator” para navegar por
Internet, con políticas monopólicas llevadas a cabo a favor de su
sistema “Explorer”.

Repárese también lo que costó que determinados sectores no


obstaculizaran que el canal 7 llegara a otros lugares del país de manera
gratuita. Tal es el caso de los planteos judiciales que se hicieron para no
permitir que dicho canal se emitiera por aire, sin costo para el receptor,
en las ciudades de San Rafael y Mendoza.

En una lógica en la que se ha instalado el concepto del desarrollo


constante, en función de lo cual cada día hay que producir más y
abrir nuevos mercados, en el aspecto tecnológico hay que cuidarse de
consumir lo necesario y no que nos obliguen a cambiar constantemente
de instrumentos tecnológicos. Cada vez más la nueva tecnología obliga
a cambiar de instrumentos e incluso hay programas informáticos que
no se pueden correr en determinadas computadoras porque no son de
última generación.

Si bien a la nueva tecnología se la muestra como democrática y sin


dueño como el Internet, en los hechos tiene proveedores, de software
y hardware y sobre todo tiene los llamados “accesos”, que son llaves
intangibles pero decisivas.
Tal es el caso del llamado Punto de Acceso Nacional (National Access
Point - NAP), punto este que debe ser garantizado por el Estado, ya que
dicho acceso no es interconexión, constituye una aptitud tecnológica
que puede ser condicionada por terceros con bloqueos o trabas para
llegar a las redes mundiales. El NAP puede operar como un grave
escollo, si además de ser manejado por empresas que no son el Estado,
operan con lógicas de monopolios u oligopolios.

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Así se dio en Argentina, un conflicto entre proveedores de Internet


que afectó a los usuarios. Sucede que cuatro empresas redujeron el
ancho de banda de conexión con el NAP en la Argentina lo que generó
problemas para navegar en la Red; las negociaciones para llegar a un
acuerdo podrían perjudicar a algunas compañías y a sus clientes.
Miles de usuarios argentinos de Internet se vieron afectados en su
acceso a la Red como consecuencia de un conflicto entre empresas
proveedoras de este servicio. El problema se generó cuando
compañías como Telecom, Telefónica, Prima e Impsat comenzaron
a reducir el ancho de banda de su conexión con el NAP de CABASE
(Cámara Argentina de Bases de Datos y Servicios en Línea). Este punto
de acceso fue creado hace seis años para interconectar a todos los
proveedores de Internet en la Argentina y de esa manera lograr una
mayor velocidad de navegación para los usuarios a nivel nacional.
Como consecuencia de esta decisión, los usuarios que no son clientes
de estas empresas presentan serios inconvenientes en la agilidad de
acceso a las páginas web que se encuentran albergadas en ellas y lo
mismo ocurre de manera inversa. La nueva ausencia del Estado para
regular los servicios de Internet o la falta de atención gubernamental
sobre las decisiones comerciales de los grandes grupos empresariales,
son también los elementos que se conjugan y encierran la puja de
poder entre las empresas

Tampoco las tecnologías son inocentes a una propuesta política.


Por ello dando una charla a directores de radios de la Universidad
Tecnológica Nacional, les pedí que estudien las lógicas de la radio y
televisión digitales, para tener software con valor agregado, al tiempo
de optar por un sistema. De esa manera evitar que sólo los dueños del
conocimiento vengan a tomar nuestros técnicos y profesionales para
aprestarlos sólo para adaptar enchufes de algo que siguen manejando
otros. Tenemos que poder conocer y discutir cuáles son las mejores
opciones para el país en la materia.

Para legislar sobre las nuevas tecnologías se tiene que conocer sobre las
mismas y tener opciones tecnológicas soberanas en la temática.

Asimismo, hay que tener presente que las nuevas tecnologías de la


información y la comunicación (TICs) no son neutras a objetivos
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

políticos y económicos, por lo que se debe conocer sobre las mismas


para saber adoptarlas y legislar su uso. No podemos ignorar que éstas
también, pueden tener su lado oscuro. Baste recordar lo que señala
el periodista norteamericano Edwin Black, en su libro “I.B.M. y el
Holocausto”. En dicho libro se sostiene que, atento la ignorancia sobre
la existencia y capacidad de una nueva tecnología de clasificación de
datos, la gente participó y colaboró en los censos realizados por los
nazis. La información obtenida, utilizando las tarjetas perforadas de
I.B.M., con una velocidad desconocida en ese momento, permitió a
Adolfo Hitler ordenar y cruzar una enorme cantidad de información
para identificar a judíos y organizar, rápidamente, la inadmisible y
cruel persecución de los mismos.

No se trata de pensar que todo tiene fantasmas, pero hay decisiones en


materia de TICs que deben ser transparentes y abiertas al debate público.

En ese aspecto, en Argentina, con urgencia, se debe socializar la


discusión para decidir, con el aporte de todos los sectores, sobre
el sistema de televisión digital a adoptar. Existen tres opciones: la
europea, la estadounidense o la japonesa. No es una determinación
meramente técnica, ya que hay que analizar los efectos que dicha
opción traerán para el país. Repárese que la nueva tecnología
televisiva implicará el cambio de millones de aparatos de TV, de
equipos y accesorios para la transmisión por televisión, etc. Habrá
que negociar la decisión, en defensa nuestros intereses. Hay que
lograr que la nueva tecnología signifique inversión en Argentina,
nuevas fuentes de trabajo y no el cierre de empresas que no tuvieran
autorización de fabricar aparatos bajo otro sistema. Se debe optimizar
el valor agregado nacional y evitar aumentar, innecesariamente, la
deuda externa. Y tantos otros aspectos, que se tendrán que evaluar
para optar por un sistema de televisión digital.

A su vez, es de vital importancia trabajar en la producción de


contenidos propios para difundir y también, se tiene que invertir en
investigación y desarrollo tecnológico, en materia de TICs. En esto
último, hay que rescatar, como muy positivo, como ya se ha dicho,
la producción de contenidos educativos y culturales realizados,
especialmente, en la Argentina, por el canal de televisión
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“Encuentro”, del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología


de la Nación y la tarea que viene desarrollando la empresa estatal
Inversiones Aplicadas (INVAP), perteneciente a la Provincia de Río
Negro, que ahora, lleva adelante el diseño y desarrollo del primer
satélite de comunicaciones de Argentina.

Los desafíos en materia de TICs son estratégicos para el país y deben


ser asumidos con eficacia, en todas sus derivaciones y la legislación
debe ser adecuada.

En base a lo dicho es imprescindible que Argentina invierta en


investigación tecnológica y desarrollo en materia de comunicaciones.
La confusión que siempre se da, cuando se analiza la situación de
las comunicaciones, es la de concentrar el análisis al campo de la
prestación de los servicios, sin integrar la preocupación al campo de la
investigación y desarrollo. Incluso, los estudios sobre el derecho de las
comunicaciones no se han ocupado de esos aspectos y han profundizado
sólo en el cuadro regulatorio de los servicios, en una perspectiva parcial
de la realidad antes referida, lo que afecta la posibilidad de adoptar
decisiones eficaces en la temática.

Es imprescindible, atento a lo desarrollado en el logro de una nueva ley


de radiodifusión, hay que hacer un gran pacto de políticas de Estado
entre todas las fuerzas políticas, sin miedo a los monopolios y en un
enfoque integral en la problemática.
La convicción es central, baste pensar que el viejo artículo 45
de la ley 22.285 y el nuevo según la ley 26053 se han logrado
demoler judicialmente, en lo que tenían de inconstitucional,
por organizaciones democráticas y pequeñas, una mutual y una
cooperativa de Córdoba y de Jujuy.

Asimismo, de manera reciente, atento a la impronta dada a la gestión


por el actual Interventor del COMFER Gabriel Mariotto, el 21 de octubre
de 2008, se hizo lugar a la transferencia de licencia de TV por cable
que tenían testaferros, a favor de las coopera-tivas de “Electricidad y
Servicios Públicos de Mattaldi” y “Eléctrica Jovita” de las localidades
homónimas de la Provincia de Córdoba.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Todo lo logrado era el corolario de largos trámites de transferencia de


la licencias, con lo que se pudo blanquear titularidades. Mas es solo
otro hito en el inclaudicable camino por lograr la participación integral
y frontal del cooperativismo y todas las organizaciones sin fines de
lucro, al frente de licencias de radiodifusión, sin ningún tipo de condi-
cionamientos que desvirtúen su naturaleza y objetivos.

Tenemos que aprender a ponernos felices, y esto a veces yo lo reitero,


porque a veces tenemos la lógica de sufrimiento y terminamos en el
fondo haciendo monumentos de los monopolios. Somos muchos los
que pensamos que es factible hacer una ley de radiodifusión para la
democracia, en la que estemos incluidos todos, más allá de monopolios
y oligopolios que quieran dominarnos.

Aprendamos a disfrutar que hay cosas que tienen valor pero que no
tienen precio, queda ser coherentes y constantes y no permitir que nos
pongan precio a nuestros valores. Muchas Gracias.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Participación social
y diversidad cultural

Moderador

Néstor Busso
Coalición por una Radiodifusión Democrática
ARGENTINA

Panelistas

Rosa María Alfaro


Educadora, comunicadora y docente universitaria
Presidenta de la ONG Calandria
Directora Ejecutiva de la Veeduría Ciudadana de la Comunicación
PERÚ
Gerardo Lombardi
Licenciado en Educación
Presidente de la Asociación Latinoamericana
de Educación Radiofónica (ALER)
Subdirector Nacional de la Red de Radio “Fé y Alegría”
VENEZUELA
Lonna Thompson
Vicepresidente Senior y Consejera General
Association of the Public Televisión Station (APTS)
ESTADOS UNIDOS

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Néstor Busso
ARGENTINA

Estoy aquí en nombre de la Coalición por una Radiodifusión


Democrática que, como la mayoría de ustedes saben, se formó hace algo
más de cuatro años, en el 2004 y presentó las bases para una nueva Ley
en los “21 puntos por el Derecho a la Comunicación”.

En FARCO, Foro Argentino de Radios Comunitarias, nos planteábamos


cómo hacer para promover el cambio de la ley de radiodifusión de la
dictadura. Nos dábamos cuenta de que solos no podíamos, no teníamos
la fuerza suficiente, pero había otros sectores que querían lo mismo,
quizás con diferencias.

Se nos ocurrió la idea - hoy podemos decir “feliz idea” - de convocar


a distintos sectores sociales, distintos sectores del campo popular, para
plantear no sólo el rechazo a la ley vigente, sino las bases para la nueva
ley, y así surgieron 21 puntos. Y coincidió, en realidad fue coincidencia,
que se cumplían 21 años de recuperación de la democracia. El 27 de
agosto de 2004, Día de la Radio, hicimos la presentación pública de esos
21 puntos en un programa radial que se hizo en red para un conjunto
muy grande de radios populares, comunitarias y del sistema de medios
públicos desde el auditorio de Radio Nacional.

Remarco esto y la fecha, porque alguien ha escrito por ahí, que la


Coalición fue una construcción oficialista del último año para dar el
debate sobre la nueva Ley de Radiodifusión. La Coalición se construyó
hace 4 años y hoy mantiene esos 21 puntos que ya están en la agenda
pública. Reclamamos de este Gobierno el envío al Congreso de un
proyecto de Ley.

La idea central: construir fuerza social y política para cambiar la ley.


Nos preguntan a los integrantes de la Coalición, ¿ustedes creen que el
gobierno va realmente a cambiar la Ley?, y nosotros a respondemos
“eso pregúntenle al gobierno y a funcionarios del gobierno”. Lo que
nosotros queremos y por lo que estamos trabajando, es para construir
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fuerza social y política para hacer posible una nueva ley. Quiera o
no quiera el Gobierno, nosotros trabajamos para que una nueva Ley
sea posible. Esta es la idea y esta es la idea que mantenemos, frente a
algunos que dicen que la ley no va salir. No sé si va a salir o no va a
salir, no es que salga o que no salga, es qué fuerza tenemos nosotros
para hacer que salga; porque la ley es siempre el producto de una
correlación de fuerzas.

Durante este año, a partir de la audiencia con la Presidenta Cristina


Fernández, las organizaciones sociales y cooperativas, sindicatos,
universidades, organismos de Derechos Humanos, asociaciones de
radiodifusores y radios comunitarias integrantes de la Coalición por
una Radiodifusión Democrática, que acordamos y presentamos los
21 puntos básicos para la nueva Ley, hemos multiplicado los debates,
seminarios, foros, mesas redondas, en los barrios, los sindicatos, las
universidades, Concejos Deliberantes y Legislaturas provinciales. Ya
se han expedido en apoyo a los “21 puntos” Legislaturas Provinciales,
como Río Negro, Chaco, Santa Fe y Buenos Aires y numerosos Concejos
Deliberantes. Inclusive la Cámara de Diputados de la Nación votó por
amplia mayoría la adhesión a los 21 puntos. Recorrimos todas las
provincias y llegamos a cientos de miles de personas ampliando el
debate sobre la nueva Ley.

Bueno, vamos al tema panel. Participación social y diversidad,


ese es el tema. Y me parecen cuestiones centrales porque son
objetivos fundamentales de la ley que queremos. Creemos que es
función esencial del Estado garantizar la participación social en un
sistema de medios, en la diversidad y en la pluralidad. Me parece
que ésta debería ser la preocupación central del Estado, frente a
la concentración que tenemos hoy en Argentina, pero también en
otros países de Latinoamérica y del mundo.

Concentración no es sólo concentración en la propiedad de los medios.


A mi entender hay cuatro formas en que se manifiesta la concentración.
Primero la propiedad: unas pocas empresas que manejan muchos
medios; en segundo lugar la pauta publicitaria, porque en una economía
tan concentrada como las nuestras unas pocas empresas son las que
manejan la gran pauta publicitaria, que es direccionada a unos pocos
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

medios que actúan como sus voceros. En tercer lugar la concentración


geográfica. Los medios de Buenos Aires con múltiples repetidoras y con
alcances nacionales, en detrimento de emisoras de radio, de televisión e
incluso de periódicos de carácter local. Y en cuarto lugar, y ayer ya se
decía algo respecto a esto, la producida por la convergencia tecnológica.
Cada vez más las pocas empresas que controlan las nuevas tecnologías
son productoras de contenidos, y entonces no sólo controlan tecnología
sino también contenidos.

Me parece que esto es el desafío: cómo superar estas formas de


concentración para garantizar y promover la participación ciudadana,
la diversidad y el pluralismo.

Le damos la palabra a los miembros del Panel.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Rosa María Alfaro


PERÚ

Educadora, comunicadora y docente universitara. Es


presidenta y fundadora de Calandria, una organización
no gubernamental peruana, donde viene trabajando desde
hace 23 años. Es directora ejecutiva de la Veeduría
Ciudadana de la Comunicación (un observatorio de medios)
y consultora internacional. Ha enseñado por muchos años
en la Universidad de Lima en el Perú. Es integrante de la
red de profesionales y la red universitaria del Consorcio de
Comunicación para el Cambio Social.

Compartiré con ustedes algunos aprendizajes, que espero sean útiles


al proceso que Argentina vive hoy con respecto a los medios. En Perú
venimos operando desde la sociedad civil organizada en relación con
la ciudadanía dispuesta a participar, con apoyo de diversos sectores,
incluso empresariales. Logramos presentar una propuesta de ley de
radio y televisión, como iniciativa legislativa ciudadana, refrendada por
85.000 personas y más de mil instituciones incluyendo comunidades
populares e indígenas. Después de una revisión de la propuesta por el
organismo estatal pertinente, se presentó al Congreso de la República
para su discusión. Antes, se expuso a la Asociación de Radio y
Televisión, a varios partidos políticos y a periodistas, recogiendo
sugerencias. Tuvimos como aliados a congresistas de diversos
partidos, expertos, la Asociación Nacional de Anunciantes, estudiantes
voluntarios de facultades de comunicación y periodismo, ONGs y
otros actores. Algunos abogados constitucionalistas nos ayudaron
a elaborarla, además de múltiples recomendaciones recibidas de los
ciudadanos. Para ello usamos las calles como espacios de debate sobre
los medios y la ley a presentar, procediendo luego a recolectar esas
firmas que exige toda Iniciativa Legislativa Ciudadana. La ley aprobada
tomó en cuenta 36 artículos nuestros y otros más, con algunos de ellos
no concordábamos.

El impacto público fue significativo, los propios ciudadanos llamaban


a los medios a dar su apoyo a la propuesta presentada. Ganamos al
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sector que sostenía que no había mejor ley que la que no existía.
Fue resultado de un gran debate público que potenció un proceso
de democratización del campo mediático. Ahora, además de la ley
reguladora conseguida, contamos con un Consejo Nacional de Radio y
Televisión plural, una autorregulación obligatoria en cuanto a códigos
de ética y sistemas de autocontrol, apertura a la propiedad más amplia
y ordenada que antes. Hoy estamos en plena discusión sobre otra ley
específica referida a medios del Estado. Pero, no podemos olvidar que
la corrupción visibilizada de algunos empresarios mediáticos recibiendo
dinero del gobierno del ex presidente Fujimori fue la mejor oportunidad
para intervenir y hacer justicia. Lo interesante y novedosos fue
que la propuesta no fue hecha por gobiernos ni políticos sino por la
colectividad. Vimos nacer otro modo de reconstruirnos a nosotros
mismos como sociedad.

Fuimos ambiciosos al preparar una propuesta de ley íntegra, al


inicio nos parecía imposible. La discutimos también con expertos y
políticos de otros países, especialmente de aquellos que habían pasado
por experiencias similares, como por ejemplo la BBC. Sin embargo,
el mejor fruto fue el haber gestado un movimiento que llamamos
Veeduría Ciudadana de la Comunicación y que hoy continúa en
su rol de vigilancia del cumplimiento de la ley, debatiendo sobre
la programación ofrecida con ayuda de cientos de estudiantes de
comunicación de varias regiones del país. Las investigaciones que luego
realizamos, como las conclusiones que construimos en los Parlamentos
Mediáticos celebrados en el propio Congreso de la República con la
participación de los ciudadanos, los compartimos con medios, apelando
a la frase: “Los medios sí pueden mejorar” que denotaba una visión más
positiva. Esa experiencia nos llevó a otra ambiciosa en su sentido de
articulación, pues fundamos la Red Latinoamericana de Observatorios
de Medios, con un año y medio de vida y la participación de nueve
instituciones de ocho países, habiendo analizando como primer
trabajo compartido el tratamiento del desarrollo en 41 periódicos
latinoamericanos, contrastándolo con la opinión ciudadana. El
desarrollo aparece así como una comprensión ambigua e incompleta de
lo que estamos buscando ser. Y estamos explorando otros caminos que
nos permitan promover el tratamiento de los objetivos del milenio en
el campo mediático.
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Una primera lección de este proceso nos llevó a contravenir el famoso


lema de Santo Tomás de Aquino del “ver para creer”. Desde ella es
imposible una ruta de cambio pues todo nos habla de imposibles. Pero
cuando se valora la propia capacidad de la gente y de uno mismo, se
puede visionar facultades y rutas posibles de transformación antes
no vistas. La creatividad audaz nos hace correr aquellas cortinas
pesadas y oscuras del pesimismo para imaginar creativamente lo
que somos capaces de hacer y ser. En esa línea podemos encontrar
personas recuperables, áreas nuevas de intervención, experiencias
innovadoras, actitudes ciudadanas a favor; leyes previas que te pueden
servir, instituciones con cualidades para apoyar, debilidades en los
supuestamente fuertes, etc. Te valoras a ti mismo y a los demás como
sujetos y objetos del desarrollo. Pero cuando la posición es dudosa del
“voy a ver, yo no creo en nada porque nada es posible”, te encierras y
no puedes conseguir innovación alguna.

La segunda, es que los comunicadores en Latinoamérica hemos venido


enfatizando en exceso el discurso crítico, tanto en ONGs, radios
comunitarias o alternativas y mundo universitario o académico. Decir
que los medios están mal aparece como una verdad autosuficiente y
categórica. Si la finalidad es sólo el análisis de lo que está mal, ésta no
ayuda a gestar otras profesionalidades capaces de imaginar, diseñar e
implementar cambios. Se origina inclusive oposiciones entre teoría y
práctica, pues la primera no lleva a la segunda. Muchos estudiantes
con una buena formación crítica de los medios, cuando ingresan
al campo profesional son subsumidos por la lógica cotidiana del
periodismo o del entretenimiento mediático. Lo aprendido no les sirvió
para innovación alguna, ni gestó capacidades para diseñar estrategias
a implementar. Así ambos niveles se divorcian y desconocen, son
aparentemente incompatibles. Hemos apostado a esa crítica como
discurso autosuficiente. Sin embargo, ésta sí tiene sentido cuando
forma parte o sustento parcial de una propuesta transformadora, que
no es fácil de elaborar, tampoco implementarla. Cuando sólo criticamos
no producimos innovaciones, necesitamos más bien comprometernos
con atrevimientos creativos y de incidencia significativa. Esa vieja
oposición entre teoría y práctica debe repensarse encontrando sus
articulaciones. Toda reflexión debiera crear un nuevo hacer estratégico.
Esas dicotomías antagónicas -según Chantal Moufee- entre lo malo real
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y lo bueno imposible, que hemos venido trabajando en Latinoamérica,


comienzan a superarse. El punto de partida como análisis debe estar
unido a lo que se quiere transformar, teniendo claro el cómo hacerlo
desde una perspectiva inclusiva y eficiente que se corrige y renueva
continuamente.

Tercero. No hemos incorporado ni renovado la nueva importancia de


la participación ciudadana en procesos de cambios mediáticos. El tema
no puede restringirse a expertos y líderes comunicativos alternativos.
Debe ser asunto de la gente común y corriente para que asuma
responsabilidades al respecto. Por ello es clave superar el concepto
implícito que muchos manejamos sobre el público, identificándolo sólo
como víctima engañada que sabe poco de medios, sin voz, debiendo
entonces protegerlo. La presencia ciudadana en la comunicación se
ha dado en Latinoamérica desde medios alternativos, educativos o
comunitarios, a partir de unos cuarenta años de vida. Se trabajó el
derecho de acceder a medios y se consiguió. Pero hoy no se trata solo
de darle voz a los que no tienen voz, sino de exigirles que piensen, que
vuelvan a escuchar al otro, que lo que se hace no necesariamente está
bien, se trata de ayudarlos a construirse como ciudadanos, capaces de
protestar, de proponer, de poseer una cultura democrática. Para mí esa
es la relación más importante entre lo comunicativo y lo cultural, una
ciudadanía que se apropia de una cultura democrática resolviendo sus
propios conflictos, distanciándose del populismo. Hay que redefinir
la democracia con ellos, sobre sus derechos y responsabilidades.
Chantal Mouffé en ese sentido cuestiona la visión simplista del
sujeto, anunciando que tanto problemas como fraccionamientos nos
habitan a todos. “Un individuo aislado puede ser el portador de esta
multiplicidad: ser dominante en una relación y estar subordinado en
otra. Podremos entonces concebir al agente social como una entidad
constituida por un conjunto de posiciones de sujeto que no pueden
estar nunca totalmente fijadas en un sistema cerrado de diferencias;
una entidad constituida por una diversidad de discursos entre los
cuales no tiene que haber necesariamente relación, sino un movimiento
constante de sobredeterminación y desplazamiento”. Ello supone un
proceso educativo e interactivo permanente.

Las políticas públicas de comunicación deberían incluir este esfuerzo


80
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

histórico Latinoamericano, y no tratarlos como diferentes sino como


incluidos por el derecho a comunicar y hacerse ciudadanos reales.
Pero la participación ciudadana no puede circunscribirse sólo a medios
conseguidos y administrados por el pueblo. Requerimos verlos también
como público de los medios del Estado y de los privados. Deben ser
jueces, demandantes, polémicos y capaces de producir propuestas.
Mutar de sus medios a lo mediático general. Se trata de incluir al
ciudadano en estos 21 puntos que ustedes elaboraron. No se trata de
presentarlos o difundirlos sino de ponerlos en discusión, para que se
apropien de los mismos. Así la creatividad se desarrolla en una línea
de participación ciudadana más de fondo como base de una nueva
inclusión público política. Al mismo tiempo hemos comprobado que
cuando los ciudadanos son protagonistas hay mayor sensibilidad de los
medios para escuchar sus cuestionamientos y propuestas.

Cuarto. Las buenas rutas de transformación son siempre procesos largos


y difíciles de construir. Pero, a la vez tienen su lado apasionante. Es
clave identificar lo que se quiere conseguir y los pasos estratégicos a dar
para llegar al objetivo, poco a poco y aprovechando toda oportunidad
posible. Contar con muchos aliados y voluntarios genera movimientos
participativos que sostienen propuestas y le otorgan viabilidad. Es ir
más allá de protestar. Más aún si se sustenta en leyes apropiadas por
la gente, ya conocidas y debatidas durante varios meses o años. De esa
manera, se genera no sólo apoyo sino mejoras en la cultura democrática
del país, ganando eficiencia en conseguir logros. Recordemos que una
ley no es un objetivo en sí mismo, tampoco una solución. Es parte
formal y básica de un camino largo y complejo. Se trata de ayudar a
los públicos a mirarse y reconocerse a sí mismos desde el ver, oír y leer,
construyendo demandas que los ayuden a presionar o exigir mejores
medios. Por ello, construir leyes participativas es una tarea doblemente
estratégica que hay que saberla conducir. Todas las otras leyes a su vez
debieran generar políticas de comunicación construyendo demandas
específicas. Hay que aprovechar de ellas para crear debate y opinión,
haciendo más eficiente su cumplimiento. Por ello, la demora no importa
si es fructífera en debate y acción, sería un error sacarla muy rápido
sin que se haya asentado en la sociedad. Ella debe ser el espíritu
colectivo. Esta visión estratégica es muy importante en el cambio de la
transformación mediática.
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Quinto. Para ello, los medios deben ser siempre un tema de agenda
pública, con ley o sin ella. El día que los hayamos colocado como
materia de discusión en los propios medios y desde sus públicos,
podemos afirmar que estamos avanzando. Nosotros comenzamos
recurriendo a periódicos y radios cuando se cuestionaba la televisión
y planteabas cambios, entonces nos apoyaban, igual sucedía cuando
el objeto era otro medio, los otros y la comunicación alternativa te
ayudaban. Los aliados momentáneos son imprescindibles y pueden
convertirse luego en estratégicos. Cuando no era posible conseguirlos
utilizábamos más las plazas públicas o las calles para debatir con
la gente, con metodologías sencillas pero altamente motivadoras.
Entonces, sí era viable que el medio se convirtiera en tema de la gente.
Conocían de medios, dada su experticia cotidiana. Cuando hacemos
consultas ciudadanas, diferentes a una encuesta, pues se apela a su
sinceridad y confianza en clima de coloquio, la gente nos dice “no se
vayan, queremos seguir hablando de la televisión, queremos seguir
diciendo más cosas, vuelvan por favor, que es fundamental hablar de
estas cosas”. Si logramos que los ciudadanos sientan que éste es un
tema público que requiere de su participación, estamos adelantando
y generando otros espacios de democratización. Nadie puede hacer
transformaciones solo, ni el mejor de los gobiernos. Se construye con
alianzas y diálogos, entre unos y otros grupos, estudiantes, jóvenes,
niños. Todos podrían formar parte de un proceso de presión para
conseguir otra calidad mediática. La audacia es siempre indispensable.
Nosotros, por ejemplo, trabajamos con asociaciones de anunciantes,
porque en el Perú es una institución abierta en la búsqueda de acuerdos.
Cuando presentamos la propuesta de ley en el Congreso, fuimos con dos
empresarios que compartían nuestra perspectiva. Ello obligó a que la
propuesta ciudadana sea entendida como necesidad pública, no como
ardides ideológicos o partidarios.

Sin embargo, no es suficiente conseguir ser un tema público. Deben


existir políticas públicas de comunicación que sostengan cualquier
intervención como los 21 retos que Ustedes se están planteando. No es
un añadido sino parte de la política misma. La comunicación no puede
ser postiza o agregada forzadamente, como publicidad o propaganda
en línea de “marketing” o de populismos excitadores. La comunicación
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

debe ser parte esencial del propio concepto y acción de gobernar. Es


importante gestar sentidos de pertenencia del ciudadano al Estado,
es suyo y tiene derecho a exigir y proponer. Aunque no es lo mismo
gobierno que Estado, aunque suelan estar cerca. Y como son parte
del Estado pueden y deben participar cotidianamente alentado por
gobernantes y gobernados. Ello significa reorganizar al Estado en sus
sentidos comunicativos.

Sexto. Es importante recordar que el destino de los medios no se decide


exclusivamente en cada país, sino desde instancias e innovaciones
globales. Guillermo Mastrini, estudioso argentino, ha presentado
ponencias y ha escrito mucho al respecto, mientras que nosotros
solemos actuar y presionar a los medios desde una perspectiva local
restringida. Debiéramos diseñar transformaciones de mayor interacción
entre países. Es importante relacionarnos con diversos actores incluida
la propia OMC, (Organización Mundial de Comercio) fundamentando
otras posiciones, desde un movimiento también global, sea cívico o
constituido por diversos actores. La OMC sigue subrayando que lo
mediático hay que tratarlo solo como consumo ciudadano y no como
bien público, menos aún como derecho humano. Tampoco se reconoce
su importancia en el desarrollo del ámbito cultural, social y político.
Es clave una discusión latinoamericana al respecto, con el apoyo de
instituciones globales poniendo la identidad de un medio como bien
público, sea privado o público. El mundo digitalizado está siendo
mirado desde el aspecto económico, incluso lo tecnológico es tratado
desde la perspectiva exclusiva del consumo como negocio, hoy en
crisis. Comprobamos que las transformaciones son complejas. Por ello
decidimos formar una Red Latinoamericana de Observatorios de medios
que viene funcionado desde hace año y medio. En esta perspectiva
debemos avanzar más.

Séptimo. Debemos trabajar por una regulación basada en principios


éticos, comunicativos y legales, que comprometan a medios y
ciudadanos, cuya formulación no sea tan normativa y específica,
pues podrían generar autoritarismos políticos o servir a intereses
específicos. Es más importante la autorregulación, que todos los
medios asuman, y logren producir sus códigos y tribunales de ética,
que haya personas que participen como defensores de lectores, oyentes
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y televidentes, es decir, se trata de pensar el sistema comunicativo de


manera más integral e incluyente. Ustedes están viviendo un momento
en que podrían hacerlo, asegurando que no sea simplemente un
problema de abajo o de arriba, sino que sea un proceso de producción
de lo que los argentinos quieren como propuesta mediática. El derecho
a la comunicación es fundamental, vale para todos. Pero, para el
periodismo, aún ésta sólo referida a su propia libertad de expresión,
que también debiera ser de los ciudadanos. Si bien para el periodismo
es un derecho profesionalizado, también hace falta redefinir ese
principio en equilibrio con la responsabilidad ética y social del
periodismo. Desde hace tres años venimos trabajando proyectos de
construcción participativa de códigos de ética en cada medio como
un compromiso social compartido y luego auto vigilado. Propuesta
que incluye no sólo a los periodistas y empresarios sino al personal en
general y especialmente al ciudadano lector, oyente y televidente.

Entonces, cual es la ruta? Se trata de establecer mejores relaciones entre


sociedad civil, ciudadanía, empresariado y Estado, definiendo otro tipo
de gobernabilidad que trate no sólo el sentido del marco regulatorio
de los medios, sino también el tipo de sociedad a que se apuesta. Es
importante definir qué tipo de diálogo queremos establecer y cómo se
va tejiendo poco a poco. La cuestión estratégica y las políticas públicas
de comunicación son importantes de crear y aclarar. La mayoría de los
Estados de Latinoamérica no cuentan con elementales políticas públicas
de comunicación, pero sí administran propuestas que los hagan quedar
bien ante sus electores, sin preocuparse si la ciudadanía está informada
o no de lo que sucede en cada país y sobre los futuros posibles.
Entonces, necesitamos reconstruir las relaciones entre los de arriba y
los de abajo, como una interacción permanente y no en contraposición.
Los gobernantes suelen lanzar propuestas intempestivas y a los tres
días se arma tal laberinto que deben retroceder. Entonces, cómo
establecer ese movimiento de ida y vuelta, del Estado a la ciudadanía
y de la ciudadanía al Estado. Porque tampoco todavía hay Estados
democráticos suficientemente desarrollados. Por ahí camina la cuestión
estratégica desde ese punto de vista. Se trata, siguiendo a Fraser, de
una posición post-socialista en el sentido de renovación profunda de
su definición

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

La pluralidad necesaria a toda democracia no es enfrentamiento entre


enemigos que se eliminan, más bien es diálogo y debate. El antagonismo
no respeta pluralidad alguna, ni legitima conflictos y diferencias, los
oculta o desaparece. En ese sentido, y siguiendo a Chantal Mouffé,
más bien hay que recurrir al agonismo, el debate, la confrontación, los
diálogos plurales y entremezclados, los caminos para llegar a acuerdos
comunes e identificar con claridad las diferencias. Los conflictos deben
ser un beneficio y nunca un estorbo. Muchas Gracias.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Gerardo Lombardi
VENEZUELA

Licenciado en Educación, Magister en Gerencia de Empresas


y locutor comercial. Es Presidente de la Asociación
Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER). En la
actualidad es Director de la Región Occidente del Instituto
Radiofónico Fe y Alegría; Director de la Región Guayana
(Encargado) del Instituto Radiofónico Fe y Alegría; Sub-
Director Nacional del Instituto Radiofónico Fe y Alegría;
Asesor del Departamento de Comunicación de la Conferencia
Episcopal Latinoamericana (CELAM); Miembro de OJO
ELECTORAL, organización no gubernamental de observación
y veeduría electoral; Miembro Honorario del Centro de
Educación Popular “Jesús Rosario Ortega” Chevoche de Santa
Rosa de Agua, Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela

Buenas tardes, en el marco de esta nueva visita que hago a Argentina,


siento que hay como dos grandes debates que me llaman la atención,
por un lado este gran debate sobre la nueva ley de radiodifusión y el
otro gran debate, es quién va a ser el técnico de la selección argentina.
Y me llama poderosamente la atención como se debaten entre Bianchi,
Bilardo, Maradona, y eso está muy bien cubierto por los medios y eso
es primera plana y unos cuantos minutos de televisión y unos cuantos
minutos de radio y me llama más poderosamente la atención que este
gran debate de la ley no está cubierto por esos mismos medios. Me llama
más la atención como los medios que cubren ese otro gran debate, que
no le resto importancia, son los mismos medios de siempre, los mismos
medios que hemos estado acostumbrados a consumir y los que nos han
reducido a consumidores, pero por otro lado veo que hay otros medios
que sí están cubriendo este otro gran debate. Veo que la información
de este gran debate ha salido en TELAM, ha salido en FARCO y no es
menor esto, no es menor que los medios de siempre nos mareen en la
media cancha, con nombres y agendas, y no cubran nombres y otras
agendas, que otros medios de comunicación sí estamos interesados, no
sólo en cubrir, sino en participar en el debate.

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Y esta observación casual, de la mera casuística del momento, porque si


estuviera Argentina primera en la clasificatoria no estaría el debate, pues
es probable que la agenda de esos medios hubiera sido muy parecida,
con otra historia y con otros nombres, pero también es muy casual que
muchas radios y muchos medios en la Argentina estuvieran dando los
debates de fondo en una sociedad como la argentina. Y los debates de
fondo en definitiva son el modelo de sociedad que estamos construyendo
y estamos buscando y esos modelos de sociedad son coherentes con sus
modelos comunicacionales, un modelo comunicacional vertical, de la
dictadura, en pleno siglo 21, con redacción de años oscuros del siglo
20 y con vocación del siglo 19, no puede ser coherente con un país
que mira hacia delante queriendo construir un futuro mejor, incluyente
donde participe la población cada vez más, una participación política,
democrática e incluyente.

Por lo tanto no es menor que hoy se esté dando un debate para sacudirse
uno de los tantos sucios que nos siguen quedando de años atrás, de la
dictadura, no es menor el debate que se está dando puesto que lo que
está en juego es el modelo de sociedad que se quiere construir. Pienso
en este sentido y en este marco importante en el que se da este debate,
también rescato varias cosas que observo y quiero devolverlas como
quien quiere poner un espejo a un grupo de gente, a un país, a una
sociedad que está buscando caminos mas democráticos.

En primer lugar me llama muchísimo la atención que el órgano rector,


el COMFER, sea uno de los grandes patrocinantes del debate. Esto
no suele pasar en América Latina, tengo que decir que en el caso
de mi país Venezuela, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones
(CONATEL, órgano homólogo a la COMFER) sí ofrece espacios de estos,
de discusión, no es casual, pero en la mayoría de los países por no decir
en todos los demás, estos debates son casi subversivos o secretos, como
subversivo es mantenernos días y días con la agenda del debate sobre
el técnico de la selección argentina de fútbol.

Por otra parte constato que los que están impulsando esta ley, tienen
claro que lo que está en juego es el modelo de sociedad y para eso no
son cuatro juristas iluminados, que los hay dentro de ese grupo, los
que están presentando una letra que pudiera ser muerta más adelante;
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

sino que me llama poderosamente la atención que para abofetear más


duro a la dictadura y proponer el más lindo camino democrático, se
ha conformado una coalición de movimientos sociales y de gente muy
diversa, gente que en la calle se consigna opositora, pero frente a un
modelo de comunicación, se une, firma y acompaña.

Y para mí que no veo los toros desde la barrera, que estoy altamente
implicado en lo que pase en la Argentina, ya después les explicaré la
relación que tenemos con FARCO, no soy objetivo evidentemente ni
pretendo, soy muy subjetivo en decir que me llama poderosamente
la atención porque me parece una estrategia muy acertada, de no
sólo hacer esos lobbies a los que se refería Rosa María Alfaro, sino
que, esto está agarrando cuerpo de movimiento social por una ley de
radiodifusión más democrática y pertinente al siglo 21 argentino. Son
sectores que en la calle se oponen, pero aquí firman, son gremios, la
Iglesia Católica pronunciándose a favor, los diputados de la provincia
de Buenos Aires pronunciándose a favor, gente del gobierno, gente de
oposición, gente de la izquierda, y alguna gente de otras expresiones
ideológicas, entonces eso me llama poderosamente la atención.

También me llama la atención no ver a los medios de comunicación


comerciales que en si mismos no son malos, no son el diablo, lo
cuestionable de esos medios son los intereses que están detrás
y los intereses de muchos de esos dueños que están detrás. Pero
también estaría casi seguro que habría algunos dueños un poco
mas conscientes, que sería interesante, que también tuvieran una
participación un poco más activa, aunque en mi país se dice que el
que le pega a su familia se arruina, pero es momento de que esos
medios comerciales, sus dueños y sus intereses definan cuál es su
familia ¿la del 80, o la del 2008, o 2009?

Por otra parte me llama poderosamente la atención también el cierto


retardo, y lo digo con cariño y con aprecio, el cierto retardo del
Ejecutivo Nacional en la presentación de esta ley al Congreso, en mi
país se dice matar el tigre y tenerle miedo al cuero, creo que después del
decidido apoyo que ha dado el Ejecutivo, valdría la pena dar un decidido
envión al Congreso, para que haya un decidido debate y una decidida
aprobación. Me llaman poderosamente la atención estos aspectos, que
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no me puedo ir sin señalarlos con cariño, con respeto y con admiración,


cariño, porque me siento altamente involucrado de corazón, respeto,
porque creo que es un planteamiento de fondo y admiración, porque
no es un planteamiento de cuatro locos, ni locas sino de un grupo de
la sociedad que está planteándole al país un modelo comunicacional
que repito, estoy seguro que es coherente con un modelo de país que
quieren construir.

En esta segunda parte quisiera presentar dos experiencias, quizás la


gente que no apoya la ley entre otras razones, es porque tiene miedo,
tiene miedo a salirse del esquemita de la agenda del entrenador de
la selección, porque, y esa gente ¿qué va a hacer entonces? Primero
no tienen plata y para meterse en los medios hay que tener plata,
segundo, toda la vida han sido de pelo largo, ahora usan tatuajes y
hasta aritos, pareciera que son de otro mundo y no, en América Latina
hay un montón de gente que tienen modelos comunicacionales que me
gustaría presentar. Me gustaría presentar al menos dos experiencias, mi
experiencia de Venezuela y algunas experiencias que vamos viendo en
América Latina a través de ALER.

Yo vengo de “Fe y Alegría” que es una asociación sin fines de


lucro impulsada y promovida por los padres jesuitas en Venezuela.
Somos 180 colegios más o menos, 18 radios, somos 350 centros
de capacitación laboral juvenil, hay varias escuelas agropecuarias,
hay tres institutos universitarios. Tenemos unas 5.000 personas
que están en proceso de profesionalización, son docentes en
ejercicio que no sacaron su licenciatura en su momento y ahora
la están haciendo a través de un convenio entre “Fe y Alegría” y
unas universidades. Somos 13.000 trabajadores, de esos 13.000,
100 son curas y monjas, el resto somos laicos y laicas. Somos
13.000 personas que no se mantienen de la nada, en el programa
de educación radiofónica y de radio, somos unos 450 trabajadores
que estamos distribuidos en el país. Desarrollamos programas de
alfabetización porque el Estado no llega a todas partes, a pesar de
los grandes esfuerzos, de este gobierno y de gobiernos anteriores,
todavía no llega a toda la población, por cierto es mentira eso de
que Venezuela tiene alfabetización cero, no es cierto, hay mucha
gente que todavía no sabe leer ni escribir, que no tiene la primaria y
90
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

que no tiene las necesidades educativas básicas cubiertas, por cierto


muchos de ellos son alumnos nuestros.

“Fe y Alegría” trabaja desde hace 53 años con las escuelas y 33 años
con el Instituto Radiofónico, tiene una propuesta de edu-comunicación
utilizando los medios y priorizando la radio. Nosotros tenemos un
programa de alfabetización para gente mayor de 15 años que no sabe
leer ni escribir, hasta le damos la oportunidad de tener un técnico medio
para tener un oficio y su bachillerato. Esto lo hacemos con dos horas de
programación a 25.000 personas en el país, de esos dos terceras partes
tienen entre 15 y 25 años, y también dos terceras partes son mujeres. Así
que el Instituto Radiofónica “Fe y Alegría”, el IRFA, es mujer y es joven.
Todo este tramado de educación y comunicación es realizado en el
marco de un convenio con el Estado. El 60 por ciento del financiamiento
de esta propuesta edu-comunicativa es cubierto por el Estado. Hay que
tomar en cuenta varios entendidos, el primer entendido es que “Fe y
Alegría” es una institución privada, sin fines de lucro que trabaja con
la educación pública, y el Estado tiene que apoyar iniciativas de este
tipo. En segundo lugar, porque demostramos eficiencia, dado que un
alumno nuestro cuesta hasta diez veces menos que uno atendido por el
Ministerio de Educación o las misiones. También creo que es importante
resaltar que el IRFA ofrece la posibilidad a los muchachos y muchachas,
que no pudieron estudiar porque el sistema educativo los expulsó, de
adquirir una capacitación laboral básica y además adquieren un titulo
medio reconocido por el ministerio.

Todo esto tiene una gran ancla que es la radio, es una red de radios que
en muchos temas somos pequeños, y los pequeños algún día podemos
crecer, y podemos crecer hacia afuera en el servicio. Quiero presentar
esta experiencia nuestra porque creo que en Argentina también hay
problemas de atención educativa, porque creo que hay zonas donde el
Estado llega menos, o no llega, porque creo que hay zonas donde hay
una radio que se plantea opciones educativas y opciones informativas,
y esta segunda dimensión de lo informativo es también la otra cara del
trabajo que hacemos en Venezuela. Esa franja horaria de un par de horas,
evidentemente está volcada al programa educativo formal, pero en las
otras 22, tenemos una propuesta de programación que intenta ganar cada
vez más audiencia, pero utilizando otro esquema de programación.
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En Venezuela, la parte informativa está altamente segmentada,


podemos dividir a los medios en los que están a favor del gobierno y
los que están en contra del gobierno y eso genera además agendas tan
opuestas como la agenda del canal público, Venezolana de Televisión,
que yo lo llamo en algunos círculos y como esto no lo están cubriendo
los grandes medios, lo puedo decir, yo lo llamo “Discovery Chávez”,
porque pareciera que es un país donde todo es maravilloso, donde todo
lo que allí pasa es la gran revolución y realmente no, hay problemas, en
VTV no hay problemas. Y por otro lado, están los canales que Chávez
llama del infierno, como por ejemplo RCTV Internacional o Venevisión
o Televen o Globovisión o al que se le ocurra nombrar algún domingo
en “Aló Presidente”, pero para esos medios el país arde por los cuatro
costados y bueno y con el perdón, lo puedo decir aquí, porque si lo
digo allá, también lo puedo decir acá, las dos cosas son mentira. O sea,
no es mi país un “Discovery Chávez”, ni mi país es un infierno, en mi
país hay una libertad de expresión casi grosera, y cuando digo casi, es
porque parte de la grosería parte del mismo gobierno, no es posible,
que el discurso electoral sea llamando al opositor “desgraciado”,
“imbécil” y el otro le responde es que “tú eres un loco de carretera”.
Esas son las grandes discusiones a través de nuestros medios en este
momento, así que la libertad de expresión es casi grosera. En medio de
esta polarización, donde la premisa es de qué lado estás, para un medio
como “Fe y Alegría”, no es decir estoy, ni con este, ni con el otro, estoy
con el que ofrezca, el que proponga salidas creativas a este país, que
están por cierto de este lado y de este otro lado.

Mantener una línea editorial independiente, mantener una línea


editorial equilibrada, responsable, honesta y subjetiva, subjetiva
porque tenemos un basamento claro, nuestro lugar epistemológico,
desde donde significamos el mundo, son los sectores populares y
desde una perspectiva cristiana, entonces es desde ahí, con esos
lentes, con esos colores y con esos matices, es que tratamos de
abordar la realidad venezolana. Los más radicales dicen, que somos
guabinosos, que no tenemos posición, y los más opositores dicen
que somos pro-gobierno. Con lo cual frente a esta gran polarización
tener medios en nuestras manos, que puedan mostrar que el diálogo
es posible, que una construcción incluyente, no boba, ni ingenua
porque hay intereses radicalmente opuestos, pero que es posible
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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

el diálogo desde el respeto y el diálogo desde la construcción


colectiva, es para nosotros una opción informativa.

En el año 2002, como anécdota, cuando los empresarios, algunos


militares y algunas elites, dieron el golpe de Estado al presidente
Chávez, los medios de comunicación tuvieron una infeliz participación,
que fue aislarse y no transmitir lo que estaba pasando. En ese marco,
nuestra red “Fe y Alegría” se jugó por el camino que para nosotros
era el correcto, que era el camino del diálogo y de la información
confirmada, viniera de donde viniera. Tuvimos entrevistas muy célebres
de los golpeados y los golpistas conversando al aire, tuvimos además
la posibilidad de que la población expresara, tuvimos casi lo que
cualquier medio puede soñar, que es casi la totalidad de la audiencia.
Y en esto sí creo que los medios comunitarios tenemos pretensiones
hegemónicas, queremos que todos nos escuchen porque el modelo de
sociedad que tenemos entre manos es muy interesante y los incluye
a ellos. Este evento de cobertura informativa, tuvo el reconocimiento
oficial y formal por parte de los dos grupos que estaban en oposición
en ese momento. El día que estabamos recibiendo el Premio Nacional de
Periodismo de manos del presidente Chávez en el 2002, no nos pudimos
quedar a la fiesta en Miraflores, porque en la noche fuimos a recibir el
premio del principal gobernador de la oposición que estaba firmando
el decreto del golpe, por la misma cobertura periodística. En realidad el
reconocimiento que más nos halaga es el reconocimiento que nos ha
hecho la gente y la población, porque nos escuchó y dio credibilidad a
lo que transmitíamos; pero no es menor este dato de los premios.

Por ultimo quiero presentar una experiencia a nivel latinoamericano,


que es la experiencia de la Asociación Latinoamericana de Educación
Radiofónica, ALER, que puede también iluminar, iluminar a
algunos temerosos de la nueva ley que pueden todavía quedar en
la Argentina, que puedan temer a un nuevo marco regulatorio de
las comunicaciones, o mejor dicho, ponerle un caminito desde la
comunicación, a esa nueva sociedad que queremos construir. ALER
es una asociación civil sin fines de lucro también, que agrupa a 120
radios y centros de producción en 17 países de América Latina y
es nuestro espacio de construcción continental. Aquí en Argentina
tenemos varias emisoras afiliadas y además esas emisoras están
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afiliadas al Foro Argentino de Radios Comunitarias, FARCO, y


FARCO es ALER en Argentina.

Para nosotros ALER es un espacio de construcción de redes y de


redes alternativas, de comunicación, educación y desarrollo de las
localidades. Las grandes cadenas de medios comerciales tienen una red
satelital para que los grandes iluminados y opinadores del continente
hablen sobre América Latina, eso es aceptado y entonces el debate de
quién es el técnico de la selección Argentina, trasciende la frontera
y vemos como otros países opinan también. Pero cuando opinan los
indígenas, de Ecuador, de Perú y de Bolivia, cuando expresan sus
posiciones, sus vidas, su cultura, su cosmovisión, su manera de ver
la realidad no salen en esos grandes medios, entonces desde ALER
estamos impulsando varias redes y yo quiero mencionar al menos dos
que pueden ser significativas para acá.

Una es la red Kiechua Satelital, los indígenas, los hermanos quechuas y


quichuas decidieron hace diez años tener una programación común vía
satélite en quichua y en quechua donde expresan, se informan, muestran
lo que son, de un lado y de otro y además nos transmiten al resto como
son y que piensan, es una red que tiene el gran mérito de haberse
mantenido en estos diez años y sobre todo con un modelo organizativo
propio de su cultura, propio de sus comunidades y han rotado las sedes,
han expresado desde la forma misma de organización lo que son como
pueblo y como cultura. Esa red sólo es posible, si es promovida, si es
estimulada por los movimientos sociales, pero evidentemente, también
si tienen el apoyo de organismos gubernamentales y sobre todo de
gente que lo quiera hacer. Entiendo que en Argentina también hay
redes de radios indígenas, así que la experiencia de la red Kiechua
satelital puede ser una experiencia que puede iluminar la búsqueda que
estamos haciendo desde acá.

Hay otra red, que es la red de migraciones, en la última asamblea de


ALER que fue en 2005, se llegó entre los afiliados a una pretensiosa
definición, América Latina no era desde el Río Bravo hasta la Patagonia,
sino hasta donde llegara algún latinoamericano, con lo cual las
fronteras de América Latina no son solo geográficas, sino culturales y
sino veamos lo que pasa en Estados Unidos. Sino veamos lo que pasa en
94
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Europa. Desde hace varios años en ALER estamos altamente implicados


y preocupados por este incremento del flujo migratorio y estamos
tratando de hacer un aporte desde la comunicación. Hay programas
muy emblemáticos como “Callos y Guatitas” que es el nombre que
reciben en Ecuador los callos madrileños, ese plato sabroso de panza
de vaca y garbanzo; “Callos y Guatitas”, que es un programa realizado
entre el Ecuador y España, muestra el punto de vista de los ecuatorianos
que comen el mismo plato allá y acá, muestra lo que deja y lo que
recibe, muestra la sociedad que deja y la sociedad en la que se inserta.
Sociedades que tienen transformaciones, transformaciones culturales,
económicas, etc. Sino veamos que la segunda fuente de ingreso de
divisas del Ecuador son las remesas de dólares, después del petróleo.
Esta experiencia de red de migración y radio puede servir al modelo que
buscamos en Argentina, es decir de manera no menos pretenciosa que
la Argentina llega hasta donde llega un argentino, es decir -sí sé que
hasta el cielo, está bien para los que se sonríen- pero en definitiva, un
argentino que sale influye culturalmente en la sociedad que le recibe,
pero también deja una marca en la sociedad que deja.

La posibilidad de que medios alternativos, alternativos repito a


la agenda única del seleccionador argentino, podamos tener una
discusión y una construcción colectiva, una construcción global
con un pie en lo local y un pie en lo global, es una posibilidad que
puede hacerse teniendo unos marcos que favorezcan que haya otra
comunicación que sí es posible. Que lo que subvierte el orden de
la sociedad no es una ley de futuro, sino es la oscuridad de la ley
del pasado. Puede haber más ejemplos, mas anécdotas, pero como
en el fútbol, aquí no dan ni siquiera el suplementario, yo voy a ir
terminando diciendo lo siguiente, quiero repetir y dejar claro que
la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, apoya el
camino para la aprobación de esta ley, y que acompaña y se honra
de poder trabajar con las radios de FARCO en la construcción de
una nueva Argentina y de un modelo de sociedad mas democrático.
Muchas gracias al COMFER, muchas gracias a los y las presentes.

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96
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Lonna Thompson
ESTADOS UNIDOS

Abogada. Vicepresidente Senior y Abogada General de la


Asociación de Estaciones de Televisión Pública (APTS por
sus siglas en inglés). Es supervisora de Asuntos legales de
la Asociación, y representa los intereses de los miembros
de las estaciones en regulaciones y procedimientos de la
Corte. Es responsable de proveer apoyo legal a la función
legislativa de APTS y servicios al staff de enlace para la
Junta de Síndicos. Una de las prioridades es asegurar que las
estaciones de televisión pública tengan un rol preponderante
en la educación digital, los servicios rurales y la seguridad
del país. Antes de unirse a APTS en 1994 fue abogada en
comunicaciones en la actividad privada por 10 años. Recibió
su titulo de la Universidad Georgetown Centro de Leyes, posee
un Master en Estudios de la Comunicación de la Universidad
de Massachusetts en Amherst y es Licenciada en Inglés de la
Universidad Lebanon Valley en Pennsylvania.

Estoy muy contenta de estar aquí hoy y deseo agradecer especialmente


al Sr. Gabriel Mariotto y al Sr. Luis Lazzaro por haberme invitado. Es un
honor estar y hablar con estos distinguidos panelistas. Yo he aprendido
mucho en estos últimos días de mis amigos del COMFER y de los otros
panelistas que han estado aquí en este debate público, y es un gran
honor estar con ellos.

Me gustaría hablar sobre la TV pública y sobre nuestra estructura en los


Estados Unidos. Después me gustaría hablar sobre nuestros servicios de
Televisión Pública Digital y sobre cómo servimos e interactuamos con
el público en los Estados Unidos.

Déjenme contarles primero sobre mi organización, la Asociación


de Estaciones de la TV Pública. En Estados Unidos hay cuatro
organizaciones principales que trabajan con la TV y la Radio públicas.
La Radio Nacional Pública (NPR, por sus siglas en inglés) trabaja con la
radio; el Sistema de Televisión Pública PBS trabaja con la programación
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televisiva y el sistema satelital, y la Corporación para la Radiodifusión


Pública (CPB, por sus siglas en inglés) que recibe y canaliza el
financiamiento federal. Luego está la APTS, mi organización. Lo que
nosotros hacemos es abogar por las organizaciones del sistema de
difusión pública.

Nosotros apoyamos a estas organizaciones, defendemos sus intereses


ante entidades externas y apoyamos el desarrollo y crecimiento de un
sistema independiente de televisión no-comercial al servicio del público
de Estados Unidos. Además, APTS aboga ante el Congreso, la Comisión
Federal de Comunicaciones (FCC) y otras agencias en dos cuestiones
importantes. La primera es el financiamiento, porque necesitamos
incrementar el financiamiento constantemente. La segunda son las
reglas de la FCC que permitirán a nuestras estaciones de TV prosperar
en la era digital.

Veamos ahora los tipos de licencias: las estaciones de TV pública son de


propiedad y control local. Eso significa el gobierno federal no controla
el sistema y también significa que la PBS no constituye una red
similar a las cadenas comerciales –ABC, CBS, NBC y FOX-, y no opera
como estas cadenas ya que la misión fundamental de la TV pública es
informar, educar e inspirar.

Las estaciones públicas de TV son miembros de PBS, pagan cuotas para


recibir programación y para el uso de las redes satelitales y terrestres.
Los licenciatarios son en su mayoría licenciatarios de la comunidad.
A menudo me preguntan qué es un licenciatario comunitario, y para
ilustrar este concepto voy a emplear un ejemplo local. Supongamos
que la ciudad de San Luis, Missouri necesita una segunda estación
de TV. Entonces, la comunidad local se reúne, forma un consejo
directivo, con miembros de la misma comunidad, y este consejo
supervisa y desarrolla la programación de la nueva estación. Es decir,
la característica fundamental de los licenciatarios comunitarios es que
su organización y sus mecanismos de toma de decisiones emanan de la
misma comunidad.

Nosotros somos afortunados en los Estados Unidos porque cuando


el espectro electromagnético se dividió a comienzos de los ’50 se
98
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

reservaron canales para la TV pública en todo el territorio nacional, y


para cada comunidad de los Estados Unidos. Por lo tanto, cuando la
comunidad siente que precisa su propia estación de TV, el espectro y el
canal están disponibles y reservados, pero deben ser operados por un
licenciatario de TV pública, sin fines de lucro. Otro grupo que puede
operar canales de televisión pública son las universidades, y también
existen algunas redes estatales y escolares para niños -desde el Jardín
de Infantes hasta los 12 años- y sistemas escolares no universitarios.

Con relación a las fuentes de financiamiento de la TV pública, el gobierno


federal, y los gobiernos locales y estatales son fuentes muy importantes. Sin
embargo, la mayor parte de nuestro financiamiento proviene de los miembros
y donantes voluntarios de la comunidad. El financiamiento federal no llega
a un dólar por año, por ciudadano, por tanto el financiamiento mayoritario
proviene de los estados, socios, donaciones, comunidades, universidades,
escuelas y fundaciones. Creo que esto es importante porque el público
realmente controla el sistema. Las estaciones y redes de televisión pública
no son propiedad comercial y el público posee y controla el sistema.

Las estaciones forman un sistema descentralizado en términos de


programación y organización porque la PBS no es una red. Hay
356 estaciones a lo largo del país, y existen aproximadamente 700
repetidoras. Asimismo, estamos interconectados en un 100% a través
del satélite de la PBS. En otras palabras, se trata de un sistema que
abarca todo el territorio nacional a través de sus emisoras principales y
repetidoras, las cuales transmiten la señal incluso a las áreas rurales del
país en donde no se recibe la televisión comercial.

El 99% de la población de Estados Unidos recibe la señal de la TV


pública. Esto es muy importante porque en muchas áreas rurales,
particularmente en la zona oeste de nuestro país, no se recibe la señal
de las emisoras comerciales porque la inversión que se requeriría
para instalar la infraestructura necesaria para transmitir no se puede
justificar desde el punto de vista económico: no hay suficiente
audiencia. Por lo tanto, en muchas reservaciones indígenas y territorios
del oeste solamente se recibe la televisión pública.

En este momento estamos atravesando la transición digital y quiero


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comentarles brevemente qué estamos haciendo al respecto. En términos


de financiamiento, el gobierno federal, los gobiernos estatales y los
donantes -los privados y las fundaciones sin fines de lucro- han
aportado 1.5 billones de dólares para la transición digital. En términos
de nuestra programación digital, la transmisión digital inicia el 17
febrero 2009. Sin embargo, 97% de nuestras estaciones ya ha realizado
la transición y están operando en digital, la mayoría transmite en Alta
Definición (HD) 24 horas al día y 7 días a la semana, y por lo menos
una o dos o estaciones más transmiten en definición standard y canales
multicast. Otras estaciones retransmiten en definición standard durante
el día y cambian a HD por la noche, y hay estaciones que lo hacen las
24 horas al día durante la semana laboral.

Nuestro país ha adoptado el estándar ATSC y nuestras estaciones están


combinando HD, digital multicast y digital datacast. Nosotros utilizamos
el espectro de radiodifusión para transmitir los datos a escuelas, para
usos públicos vinculados a la seguridad, para áreas rurales donde no
existen banda ancha o conexiones a Internet, y también para usos
móviles que permiten recibir la señal en cualquier momento y lugar.
El Standard ATSC es escalable; nos permite prestar servicios de
transmisión de datos y adaptarnos a audiencias múltiples. Además, su
flexibilidad se presta para la transmisión de la señal a teléfonos móviles.
Actualmente estamos observando un gran crecimiento la telefonía
celular, y por esto consideramos que la señal digital es muy importante
para la TV pública por dos razones. La primera es que la capacidad de
realizar multicasting que nos permite alcanzar nuevas audiencias. La
TV pública tuvo dificultades para atraer a los adolescentes y adultos
jóvenes. Se nos considera los mejores en programas infantiles (para
niños de hasta 11 años) y somos muy populares entre los de mediana
edad o mayores, como yo. Sin embargo, debemos trabajar más para
atraer a los adolescentes y adultos jóvenes (treinta y tantos años).
Nuestra esperanza es utilizar la tecnología digital para alcanzar a dicho
sector. Hemos notado que la audiencia en cuestión es muy móvil. Mis
tres hijos, por ejemplo, tienen veinte y tantos años. Ellos quieren recibir
sus videos en cualquier momento y lugar, y utilizar la tecnología móvil.
Para servir a este grupo, la TV pública debe crecer en el área de la
tecnología móvil.

100
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

La otra cuestión importante es generar nuevos ingresos. Nosotros


consideramos que al utilizar el espectro para datacasting, y otros
servicios, la televisión pública puede generar nuevos ingresos. Los
sistemas escolares pagan por usos educativos, para sus maestros,
para el entrenamiento de los docentes, para trabajos de campo con
componentes audiovisuales, y para evaluar a sus estudiantes.

El sistema de televisión pública puede proporcionar diversos servicios al


dividir el ancho de banda disponible entre la señal HD y otros usos. Esto
se ha hecho de la siguiente forma: se utilizan aproximadamente de 11
a 13 Mbps para la transmisión de la señal HD (con 2 Mbps adicionales
destinados para HD de alta calidad). Igualmente, se han destinado
aproximadamente 2Mbps por canal para la señal estándard, entre 1 y
2 Mbps para el datacasting digital y entre 2.5 y 5 Mbps para el video
móvil. En otras palabras, la forma en que hemos dividido el ancho de
banda nos permite proporcionar otros servicios además de la televisión
digital de alta definición.

Nuestra programación puede verse en HD y en definición standard


de alta calidad; los usuarios pueden verla en sus aparatos de TV, y
también en un celular, porque tenemos un canal digital dedicado a
celulares. Asimismo, podemos utilizar el espectro para datacasting y
otros servicios, los cuales podemos proporcionar cuando el ancho de
banda no se dedica exclusivamente a la señal digital. Así, por ejemplo
una maestra puede bajar sus planes de clase de la internet para tenerlos
listos en su laptop en cualquier momento.

Asimismo, hemos desarrollado servicios de multicasting. El 85% de


nuestras estaciones proporcionan un canal infantil; el 75% tiene dos
canales educativos formales, y también transmitimos canales con
programación educativa que se dirige a escuelas locales y estatales. En
Florida, por ejemplo, PBS mantiene un canal que se dirige a las escuelas
de todo el estado. Este servicio es posible gracias a un acuerdo con
el gobierno estatal. Por otra parte, también tenemos canales locales
y estatales que se especializan en la cobertura de la legislatura local
y estatal, los asuntos públicos, las contiendas políticas y los eventos
culturales y deportivos locales. Otras alternativas consisten en la
transmisión de programas sobre la política pública nacional, programas
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educativos, y canales culturales. Es decir, la forma en que nosotros


utilizamos el espectro nos permite transmitir una combinación de
programación nacional de la PBS y la programación local producida
por las emisoras.

Rápidamente me quiero referir al datacasting digital. Hemos dedicado


este servicio principalmente a la educación, y puede utilizarse para
proporcionar servicios de subtitulado para sordos, o de descripción
de video para los no-videntes. Asimismo, transmitimos en múltiples
idiomas, y particularmente, para los hogares hispanos, en español.
También proporcionamos herramientas educativas, como por ejemplo
el contenido curricular interactivo, guías de estudio para docentes
y estudiantes, materiales de entrenamiento, servicios de biblioteca,
internet y excursiones virtuales.

Otro uso importante del datacasting es el de proporcionar servicios de


banda ancha a las zonas rurales. El acceso a la banda ancha es limitado
en las zonas rurales de Estados Unidos, y en muchos lugares estamos
retrasados en comparación con otros países en lo que se refiere a banda
ancha y acceso a internet. A pesar de que la TV digital pública es sólo
de transmisión de una vía, nosotros tenemos la capacidad de operar
una banda ancha y enviar datos a las áreas más rurales del país que
no están conectadas a internet. Nosotros podemos prestar este servicio
porque nuestra señal llega al 99% de la población, y de hecho, la
transmisión de datos por medio de nuestra red a las escuelas rurales
tiene un valor superior a los $600 millones de dólares anuales. El uso
más reciente del datacasting es en el terreno de la seguridad pública y
la APTS, mi organización, realizó, junto al Departamento de Seguridad
Interna Nacional y las estaciones de TV pública del país, un acuerdo de
cooperación para utilizar el espectro de la TV pública para enviar datos
de alerta a todo el país. El mensaje puede ser creado por el Departamento
de Seguridad Interna Nacional, o cualquier otra agencia gubernamental,
y es transmitido al satélite de la PBS para ser re-transmitido a las
estaciones de TV pública. Las estaciones públicas pueden transmitir
estos mensajes a estaciones comerciales, a proveedores de cable, a
teléfonos celulares, e incluso pueden transmitir estas señales en clave
para mensajes intergubernamentales clasificados.

102
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Esto ha sido muy importante para la TV pública porque nos ha


ayudado a convencer a los parlamentarios, en particular hoy en
día, de que proporcionamos servicios importantes. Nosotros no sólo
transmitimos programación de alta calidad; también proporcionamos
servicios educativos y de seguridad pública. Un ejemplo de esto es
nuestra estación de TV Pública en Las Vegas. Gracias a un acuerdo
entre las agencias locales de seguridad pública y la estación KLVX
de Las Vegas, se transmiten mensajes relacionados con la seguridad
pública. Por ejemplo, si ocurriera una amenaza terrorista, un incendio,
u otro evento en los casinos, estas estaciones pueden transmitir
automáticamente los planos a la agencias de seguridad pública como
la policía o los bomberos, con sólo conectarse a la red de KLVX. Por
lo tanto la interacción es inmediata. Este servicio también incluye el
sistema escolar del municipio de Las Vegas, mapas de todas las escuelas
primarias y secundarias, en caso de que ocurriera algún problema de
seguridad pública y los oficiales tuviesen que entrar inmediatamente
en las escuelas. Al atender estas necesidades nosotros reutilizamos de
manera creativa los recursos de las estaciones de TV pública, para que
estas se conviertan en algo más que valiosos proveedores programación
televisiva. Nuestro objetivo es también involucrarnos con el servicio a
la comunidad.

La última iniciativa es nuestro video móvil abierto. Las estaciones


públicas son parte de la Coalición de Video Móvil Abierto. Actualmente
estamos desarrollando el standard y se ha completado el standard
candidato, el cual está bajo revisión. Esperamos poder iniciar la revisión
final durante el próximo año. Nosotros esperamos que con el nuevo
standard podremos proporcionar servicios de triple play (HD, multicast,
móvil) y competir con la TV comercial. Continuaremos proporcionando
servicios de alta calidad en alta definición, multicast, transmisión de
datos y movilidad para otros usos.

Les voy a mostrar el video de uno de sus servicios SD, multicast


desarrollado hace tres años. Hay mucho contenido nuevo, y, aunque el
contenido de este video es anterior, le da un sentido a lo que la televisión
pública hace: escuchar al público y responder a sus necesidades. Este
es un nuevo servicio que se desarrolló, un video para la población de
habla hispana.
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Se los quería mostrar porque pienso que esto es muy importante, esto es
un canal multicast Y como dije, este video tiene ya tres años; se trata
de un canal que transmite 24 horas al día y 7 días a la semana. Este
canal combina programación de buena calidad de todo el país, y es el
tipo de colaboración que caracteriza a la televisión pública. Nosotros
necesitamos desarrollar estas ideas en la era digital y constantemente
le reiteramos al Congreso y a la FCC sobre la necesidad de contar
con regulaciones positivas que nos ayuden a crecer. Al mismo
tiempo necesitamos interactuar constantemente con el público para
representar verdaderamente lo que el público necesita y quiere ver. Esto
concluye mis observaciones y acepto preguntas. Muchas gracias por la
oportunidad de estar aquí.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Legislación internacional
en comunicación audiovisual

Moderadora

Laura Calogero
Colegio Público de Abogados de la Capital Federal
ARGENTINA

Panelistas

Joao Brant
Graduado en Comunicación Social
Maestrías en regulación y políticas de comunicación
Miembro de la coordinación Ejecutiva de
Intervozes – Colectivo Brasil de Comunicación Social
BRASIL

Josep María Carbonell


Lic. en Filosofía
Universidad Autónoma de Barcelona
Presidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña
ESPAÑA

Gustavo Gómez
Docente Universitario
Director del Programa de Legislaciones
y Derecho a la Comunicación
Asociación Mundial de Radios Comunitarias
para América Latina y el Caribe (AMARC-ALC)
URUGUAY

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Laura Calógero
ARGENTINA
Moderadora

Desde el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal


agradecemos al COMFER por la participación en esta jornada. Estamos
dispuestos y muy interesados en colaborar con la reforma de la ley de
radiodifusión llevando la democratización al proceso comunicacional
con la redacción de una nueva ley que conjugue todas las ideologías y
todas las necesidades.

No nos olvidemos nunca que el derecho a la información tiene dos


caras, aquella de la emisión de la información y aquella de la recepción.
Hoy por hoy nosotros tenemos una ley de radiodifusión obsoleta,
perteneciente a un régimen dictatorial que limita muchísimo el canal
comunicacional. Hoy necesitamos darle voz a los que no tienen voz.
Hoy debemos darle la participación a las comunidades, debemos darle
la participación a aquellas poblaciones alejadas de la Capital Federal,
que tengan la posibilidad de sentirse representadas y que puedan
mantener el estilo federal de gobierno que nos rige a nosotros en la
Argentina, y básicamente que puedan expresar sus ideas libremente
y sin la necesidad de estar acotadas por determinados regímenes de
comunicación social.

Nosotros, desde el punto de vista de la legislación, estamos en contra


de cualquier tipo de monopolio, de oligopolio que maneje la prensa, la
comunicación, y es vital respetar algunas pautas de comunicación entre
las comunidades, que como ya dijimos, están más alejadas desde el
aspecto económico de la posibilidad de comunicarse con la sociedad.

Hoy tenemos en este panel a representantes de distintos países:


João Brant de Brasil, Josep Carbonell de España, y Gustavo Gómez
de Uruguay, quienes tratarán sobre legislación internacional en
comunicación audiovisual. Muchas Gracias.

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

João Brant
BRASIL

Graduado en Comunicación Social (Radio y TV) de la


Universidad de São Paulo, con masters en regulación y
políticas de comunicación en la London School of Economics
and Political Science (LSE). Ha trabajado en la TV USP, en el
proyecto Cidade do Conhecimento y en el periódico Em Tempo,
y fue colaborador de la revista Caros Amigos por cuatro
años. Es miembro y actualmente parte de la coordinación
ejecutiva de Intervozes – Coletivo Brasil de Comunicação
Social- grupo que reúne activistas de todo Brasil y lucha
para hacer efectivo el derecho a la comunicación. Actúa en
la formulación y defensa de políticas públicas democráticas y
por el fortalecimiento de la comunicación popular. Es coautor
del libro “Comunicação digital e a construção dos commons”,
donde discute las nuevas modalidades de regulación del
espectro electromagnético.

Buenas tardes a todos y a todas, en principio me gustaría agradecer


la invitación al COMFER y a la Coalición por una Radiodifusión
Democrática. Me han propuesto hacer una presentación crítica sobre
la legislación brasilera en el campo de la radiodifusión. En realidad yo
pienso que lo central, en este momento que vive Argentina de discusión
de un nuevo proyecto de radiodifusión es traer información para que
pueda servir de alerta, no necesariamente de referencia positiva,
porque como ustedes van a ver la situación en Brasil tiene pocos
elementos que tal vez puedan funcionar como referencia positiva, pero
tal vez justamente las fallas, los problemas de la legislación brasilera
puedan mostrar algunos errores para que no sean cometidos también
aquí en Argentina.

Voy a presentar aquí algunas ideas mías, no solo mías, compartidas


por muchos, principalmente sobre pluralidad y diversidad, porque me
parece un tema fundamental, y voy a desarrollar cómo transformar
estos conceptos, estos principios, en textos legales.

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Para comenzar daré un panorama general y por más que sean muy
técnicas algunas partes de la presentación, me parece importante
tratar sobre el texto legal brasilero. El panorama general del marco
regulatorio de la radiodifusión brasilera tiene cuatro elementos
fundamentales. El primero de ellos es la Constitución Federal de 1988,
fue una constitución hecha después que finalizó la dictadura militar en
1985, a partir de 1986 se conformó una Asamblea Constituyente que
acaba promulgando la Constitución en 1988.

El principal texto de regulación de la radiodifusión brasilera es el Código


Brasilero de Telecomunicaciones que fue realizado en 1962. Por lo tanto
nuestro problema es en cierta forma mejor que el de Argentina, porque
más allá de que el código sea muy antiguo, por ejemplo la TV blanca
y negra estaba llegando a Brasil en esa época, éste fue hecho antes de
la dictadura militar, por lo tanto tiene menos carga dictatorial. Al año
siguiente se produjo un reglamento que restringe esa ley y, ya durante
la Dictadura Militar en 1967, se hicieron modificaciones y agregados,
en los cuales se colocaron, entre otros, límites a la propiedad.

La Constitución de 1988, justamente por estar saliendo de un proceso


de Dictadura Militar, se fundó en la afirmación de la libertad, la libertad
de expresión, la libertad de prensa, la prohibición explícita a la censura,
afirmando también el derecho a réplica y a mantener el secreto de la
fuente. Estos principios constitucionales, como veremos más adelante,
son fundamentales porque organizan el marco regulatorio brasilero
fundado en la idea de libertad. Sin embargo, no pudieron garantizar
que esta idea de libertad fuese efectiva para todos. Como sabemos esa
libertad, sin que haya otros mecanismo de incentivo a la pluralidad y a
la diversidad, termina transformándose en la ley de la selva y esa no es
la libertad que queremos.

Otros principios constitucionales que surgieron en la Constitución de


1988 fueron: la prohibición de monopolios y oligopolios directos e
indirectos en los medios de comunicación, no sólo en la radiodifusión,
sino también en la prensa escrita; la prioridad a finalidades educativas,
artísticas, culturales e informativas; la obligación de un porcentaje de
programación regional y el apoyo a la producción independiente.
Lo que quiero resaltar con relación a la Constitución brasilera es que,
110
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

más allá de la relevancia de los principios vinculados a la comunicación


que sostiene, la mayoría no han sido reglamentados, es decir se tornan
en letra muerta, no hemos conseguido transformar estos principios en
normas aplicables. Volveré a tratar sobre este tema más adelante.

Continuando con la Constitución, las concesiones que antes eran


otorgadas sólo por el Poder Ejecutivo pasan a ser aprobadas también
por el Congreso Nacional, la Cámara y el Senado. La Constitución
afirma aún dos puntos que me parecen fundamentales: el primero es la
complementariedad entre los sistemas privado, público y estatal, aquí
se entiende a lo público, por lo menos en aquel momento, como lo
público no estatal –los medios comunitarios, ciudadanos-; el segundo
refiere la creación de un Consejo de Comunicación Social de carácter
consultivo que generó una gran pelea en la Constitución del 88 al
intentar constituir un consejo con participación de la sociedad para que
el tratamiento de las licencias pasasen por él. Los empresarios frenaron
esa propuesta y quedó este término medio que en realidad nadie había
propuesto. Por un lado, estaban quienes sostenían la existencia de un
consejo para tratar el otorgamiento de las licencias y quienes sostenían
que no era necesario, al final quedó este consejo de carácter consultivo
auxiliar del Senado Federal.

Voy a tratar ahora el tema de la pluralidad y la diversidad, que refiere


a ideas de otros y mías, porque como ustedes han visto, más allá de
que la Constitución prohiba a los monopolios y oligopolios, no afirmó
como valores, como principios, a la pluralidad y a la diversidad. Esto
me parece un problema serio en la medida que la prohibición de
monopolios y oligopolios no garantiza poner límites a la concentración.
Es un instrumento esencialmente económico, pero no estamos hablando
necesariamente de límites a la concentración, estamos hablando de
límites a los monopolios y oligopolios, los límites a la concentración no
significan en sí mismos la promoción de la pluralidad y la diversidad.
Son tal vez una condición necesaria, más no suficiente para que exista
pluralidad y diversidad en los medios de comunicación.

Entonces, yo considero necesario trabajar aquí con tres conceptos de


la economía política de la comunicación que nos ayuden a entender
por qué son necesarios medios positivos de promoción de la pluralidad
111
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y la diversidad. Porque el mercado en sí mismo no da cuenta de la


pluralidad y la diversidad. En primer lugar, la información es un bien
intangible y no constituye un rival, esto significa que “mi consumo no
hace que otros dejen de consumir”. Para dar un ejemplo, si yo tengo
un reloj y quiero entregarle ese reloj a otra persona, me quedaré sin
él. Con la información no ocurre esto, no sólo no es tangible, yo les
estoy transmitiendo una serie de informaciones que al final ustedes
tendrán y yo también. Esto hace que el mayor costo de producción de
la información sea el costo fijo, el de la primera unidad, y el costo de la
reproducción es marginal, es un costo ínfimo que tiende a 0.

Esto genera una tendencia a una economía de escala y a la


concentración. Voy a dar un ejemplo simple, si hoy sólo hago una
TV comercial y produzco un programa en un determinado formato y
lo transmito a cien personas o a un millón, mi costo de transmisión
es el mismo, pero al transmitirlo a un millón tengo un retorno en
publicidad mucho mayor. Si yo tengo una TV comunitaria que se está
iniciando y que quiere transmitir, no tengo la capacidad de llegar al
mismo público, voy a tener prácticamente el mismo costo para producir
el programa, pero voy tener un retorno infinitas veces menor. Esto
genera lo que los economistas denominan una barrera de entrada
permanente a este mercado. Estoy trabajando con algunos conceptos
de la economía para decir que, incluso desde el punto de vista liberal
y económico, la economía de la información tiene una tendencia a la
concentración en monopolios y oligopolios de una manera natural,
por la propia naturaleza de su funcionamiento. Y esto significa que
nosotros necesitamos de elementos activos para combatir y contener
esa concentración, esa tendencia, y para estimular la entrada de nuevos
actores en esos espacios, en esos mercados. Si hablamos, por ejemplo,
de una fábrica de zapatos o de relojes, puede haber algún fabricante
que salga con un modelo nuevo y que consiga disputar en igualdad de
condiciones, y para ello basta la calidad. Esto es un error que no se verá
reflejado, y nosotros tenemos que cuidar que la legislación incentive
a los pequeños productores, inclusive económicamente, para que ellos
puedan avanzar.

Por lo tanto la pluralidad y la diversidad no van a florecer naturalmente


en el mercado y ¿por qué son valores importantes? Nosotros estamos
112
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

diciendo que los medios de comunicación son hoy una de las principales
arenas de discusión pública, de debate público, son esenciales para
el ejercicio de la democracia, por lo tanto las diferentes voces, las
diferentes opiniones, los diferentes perfiles y miradas tienen que estar
representados en los medios. Esto no es una cuestión de favor, o de
pensar que la TV será más agradable, es una condición para el ejercicio
de la democracia. Por lo tanto la pluralidad y la diversidad constituyen
principios esenciales no sólo vinculados a los medios en sí mismos,
sino al papel que éstos tienen en la democracia, y yo no estoy hablando
sólo de información desde el punto de vista formal, estoy hablando de
valores, de cultura, de miradas sobre la vida, de modos de vestir, de
todo aquello que constituye la cultura en su sentido más amplio. Y aquí
quiero citar tres definiciones que me parecen esenciales para saber de
qué estamos hablando:
1) pluralidad en el sentido de más canales en más manos, por lo tanto
estamos hablando de la pluralidad externa como una condición para
la existencia -más allá de que no garantice en sí misma la pluralidad
interna- de la diversidad interna; 2) la diversidad externa, un grado
importante de diferenciación entre un canal y otro, me parece que
puede ser un criterio incluso de evaluación para nuevas licencias; 3)
la cuestión de la diversidad interna que trata sobre la diversidad en un
mismo canal, y aquí retomo a un investigador llamado Philip Napoli
que trabaja con tres conceptos de diversidad que considero importante
citar: primero diversidad de formatos y géneros; segundo la diversidad
de ideas y puntos de vista; y tercero de características demográficas,
aquí estamos hablando de género, de raza, de etnias, de ubicación
geográfica, de lugar. Estos tres conceptos me parecen centrales para la
afirmación de la diversidad.

Vuelvo a la legislación de Brasil, la cual voy a desarrollar por ítems,


el primero de ellos es el límite a la propiedad, tanto desde el punto de
vista cualitativo, como cuantitativo. Desde el punto de vista cualitativo,
la legislación brasilera hasta 2002 limitaba la participación de personas
jurídicas y prohibía en un 100 porciento la participación de capital
extranjero. Por cierto esto cambió debido a una Enmienda Constitucional
de 2002, después de una ley que reglamentó ese artículo y desde
entonces existe una apertura a compañías abiertas y a un 30 porciento
de capital extranjero. Por cierto existe también una prohibición para que
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J o r n a d a I n t e r n a c i o n a l - B u e n o s A i re s , A rg e n t i n a 2 3 y 24 d e O c t u b re d e 2 0 0 8

los diputados y senadores sean propietarios de medios de radiodifusión.


Más allá de que exista esta prohibición, un tercio de los senadores
detenta claramente medios de comunicación, se conocen los nombres,
y en el caso de la Cámara de Diputados creo que el 10 porciento está
registrado. Eso sin contar las esposas, hermanos e hijos que poseen
medios de comunicación y que no aparecen en estos listados oficiales.

Esto es así porque la Constitución es un poco imprecisa y esta es una


de las características que voy a reafirmar aquí en varios puntos de la
presentación sobre la legislación de Brasil Los conceptos están siempre
en disputa, hay mucha imprecisión en los textos, y este es un cuidado
que tendré para que no exista disputa sobre las interpretaciones y se
pueda saber exactamente cual fue la intención del legislador al trabajar
el texto. Y está planteada también, en una ley de 1962, la prioridad
de entregar licencias a las universidades, pero esa preferencia no se
ha implementado en la práctica. Acabamos de tener un caso en Goias
donde una universidad apeló el otorgamiento de una licencia a una
empresa y quien ganó la licencia fue la empresa. Y la justicia usando
un argumento absurdo no falló a favor. Estos son algunos de los límites
a la propiedad desde el punto de vista cualitativo.

Desde el punto de vista cuantitativo, hay tres maneras clásicas de


determinar el límite de la propiedad: en primer lugar, la propiedad
de los medios en sí misma, la cantidad de medios en manos de un
concesionario; en segundo lugar, el tema de las audiencias, del
rating; en tercer lugar, la participación en el mercado publicitario. La
legislación brasilera sólo utiliza el límite a la propiedad, el número de
emisoras que cada propietario puede tener y apenas desde el punto de
vista de la concentración horizontal, es decir la concentración en el
mismo mercado. No hay límites a la propiedad cruzada y a la propiedad
vertical de los medios de comunicación.

Los límites que existen son, en el caso de la TV hasta 10 emisoras, 5 en


VHF y hasta 2 por estado. En general ese límite se respeta, pero el gran
problema es que no hay límites a la formación de redes. Es decir hoy
no hay ningún tipo de limite para que la cabecera de redes afiliadas
llegue a todo el país. Por lo tanto en el caso de la Red Globo, esta tiene
sólo 5 emisoras propias que constituyen el límite, pero llega al 99% de
114
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

los hogares con programación prácticamente idéntica, salvo en algunas


franjas regionales, de 1 o 2 horas de noticieros en la programación diaria.
Esto ocurre porque no hay límites legales a la formación de redes.

En el caso de la radio hay un límite de 6 FM, también hay límites más


detallados para AM, y para las nuevas licencias, según un Decreto que
salió en 1996 se colocó un límite de 1 licencia por localidad, por tipo de
servicio. Esto significa que si yo tengo un canal de radio en mi ciudad,
no puedo tener otro en la misma ciudad. Mientras tanto, y de manera
flagrante, este límite no se respeta y hay incluso acciones judiciales
para intentar aplicar ese límite, pero eso no ha sucedido.

Con relación a la división del espectro, no hay reglamentación, ustedes


recuerdan que les hablé sobre la Constitución que trata sobre el tema
de la complementariedad de los sistemas público, privado y estatal.
Mientras tanto, no hay ninguna reglamentación que defina qué es lo
público, qué es lo privado y qué es lo estatal, mucho menos una mínima
reserva de espectro para cada uno de estos sectores.

Lo que sucede es que, históricamente, el sistema brasilero se construyó


a partir del modelo comercial con fines de lucro. El caso es que tenemos
dos reservas específicas, la reserva de una TV educativa para municipios
de más de 100.000 habitantes, sin embargo estas TV’s educativas fueron
apropiadas por los gobiernos de los estados, y desde entonces, desde
las décadas de los ‘60-’70, los gobiernos tienen en las capitales, en las
grandes ciudades, un canal llamado público, pero que en la realidad es
absolutamente gubernamental. Con algunas excepciones la TV Cultura
de San Pablo tiende a ser más pública, así como la TVE, la televisión
pública de Río de Janeiro, que ahora se ha transformado en EBC/TV
Brasil después de la fusión con Radiobras.

La segunda reserva es una reserva desde el punto de vista negativo,


las radios comunitarias sólo tienen derecho a una frecuencia en FM,
esto significa que, en la práctica, hay una reserva de espectro para las
comerciales. Si se dice que las radios comunitarias sólo tienen derecho
a una frecuencia, significa que más de 30 están reservadas para las
emisoras comerciales. Y las concesiones de radio y TV me parece una
tema fundamental, en primer lugar, la ley afirma claramente que
115
J o r n a d a I n t e r n a c i o n a l - B u e n o s A i re s , A rg e n t i n a 2 3 y 24 d e O c t u b re d e 2 0 0 8

las frecuencias no son propiedad de particulares, son del Estado, un


bien público y son concedidas para su uso por tiempo determinado,
tiempo de 10 años para la radio y 15 años para la TV, renovables
innumerables veces.

Uno de los problemas de la Constitución brasilera es que estableció


algunos parámetros muy rígidos en el tema de la renovación que
desarrollaré más adelante. Desde 1995 las nuevas licencias, con
excepción de las educativas, atraviesan un proceso de licitación,
es decir un proceso público de apertura, un llamado público que
coloca el mayor peso en el aspecto económico. Hay un estudio
que muestra que el 93,48 porciento de las decisiones entre más de
un oferente se basaron en la oferta económica que fue presentado
por una determinada empresa. Esto quiere decir que el peso de
evaluación del proyecto es muy pequeño frente al peso de la
propuesta económica que presentaron.

En último lugar encontramos la transparencia, que está


absolutamente limitada. Todavía existe una cierta transparencia
porque algunos sistemas del Ministerio de Comunicaciones y de
ANATEL (Agencia Nacional de Telecomunicaciones) son abiertos y
se pueden ser consultados. A través de esos sistemas, por ejemplo,
nosotros supimos que ANATEL reconoce la existencia de solamente
24 emisoras en la ciudad de San Pablo, aunque hayan 39 con
licencias que están funcionando.

Voy a citar algunos números para aportar claridad sobre el grado de


descontrol que tiene este mercado en Brasil hoy. Al hacer un mapeo
del espectro se verificó la existencia de 39 radios con algún tipo de
licencia funcionando en la capital de San Pablo. Entre esas 39, 36
tienen las licencias vencidas, algunas vencieron hace más de 18 años.
Entre esas 39, 22 tienen licencias entregadas en realidad para otros
municipios, pero operan desde San Pablo, y así alcanzan un público
mucho mayor que el previsto.

Y hay por lo menos dos grupos que detentan 6 o 7 frecuencias,


licencias, flagrantemente ilegales. Ellos divulgan que son dueños de
estas siete radios, no es ningún secreto, son hechos públicos, pero no
116
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

hay ningún tipo de acción hoy por parte del gobierno brasilero en
este sentido. Por más que este tipo de información esté disponible,
los sistemas están confeccionados de tal manera que no se pueden
entender, se precisa hacer mucho esfuerzo, gastar mucha energía para
trabajar con esos datos y, entre otros, no es posible cruzarlos.

En el proceso de renovación de licencias existe una combinación de


cinco factores que hacen que desde nuestra lectura, la renovación
en Brasil hoy sea automática. El primero de ellos: las disposiciones
constitucionales, la Constitución prevé que una licencia sólo no será
renovada si las 2/5 partes del Congreso votan nominalmente contra
su renovación. Esto nunca sucederá porque no hay diputado que se
exponga, que pueda decir claramente “yo nominalmente voto contra
determinada concesión”.
Fuera del plazo de 10 o 15 años, la concesión sólo puede ser revocada por
decisión judicial. Y esta es también una garantía que los radiodifusores
consiguieron colocar en la Constitución.

En segundo lugar, existe un tiempo muy largo de tramitación, hoy en


Brasil el proceso que debería durar un año y medio, dura siete años y
medio en promedio, siete años y medio para renovar una radio FM. Si
la licencia debería durar diez años y ella demora siete años y medio en
ser analizada, ¿en qué condición pasa estos años? Aquí la ley establece
en un párrafo, de un artículo, de un decreto, una licencia precaria sin
plazo, dice si no hay una respuesta en 120 días por parte del gobierno,
la emisora obtiene una licencia precaria, y hoy la gran mayoría de esas
emisoras trabajan con licencia precaria, por eso cuando hablaba de esas
36, entre 39 emisoras de San Pablo, con licencias vencidas, todas ellas
tienen una licencia precaria, es decir que no están ilegales.

Un cuarto tema a tratar lo constituye la ausencia de fiscalización y


evaluación, no hay hoy un proceso de evaluación para la renovación
de las licencias y el Ministerio de Comunicaciones, que es responsable
de la fiscalización, reconoce que no tiene condiciones para fiscalizar,
lo cual significa que no hay elementos para discutir en la renovación si
esos concesionarios cumplieron o no con las especificaciones legales y
constitucionales de los últimos 10 o 15 años.

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Y un último punto, que no es menos importante, no hay ninguna


otra posibilidad de que haya otro oferente, no se ha abierto otra
licitación desde hace 15 años, simplemente se discute si se va a
renovar o no esa emisora, y sólo si se atraviesa todo ese trámite de
no renovación, se discute la apertura de esa licitación. Esto quiere
decir que en vez de licencias, de concesiones por tiempo limitado,
nosotros tenemos licencias hereditarias, tenemos licencias “in
eternum” en nuestras emisoras.

Voy a desarrollar rápidamente algunos puntos que me parecen


fundamentales. Con relación a los contenidos, cuáles son las
especificaciones de la legislación brasilera. En primer lugar, tenemos
una clasificación indicativa con vinculación de la faja etaria a los
horarios de los medios, esto quiere decir que la protección de niños,
niñas y adolescentes se consiguió implementar recién este año y los
radiodifusores aceptaron colocar la señal de calidad, pero no aceptaron
su vinculación a las fajas horarias. Ellos querían que se pudiera pasar
un programa para personas mayores de 18 años a las 6 de la tarde y
hubo un movimiento muy fuerte para tratar de impedirlo, y se consiguió
mantener la vinculación a la faja horaria.

En segundo lugar, la producción regional e independiente. Está prevista


en la Constitución, pero hasta hoy no fue reglamentada. Hay un
proyecto de ley, hace 17 años en el Congreso, y éste va de un lado a
otro, fue aprobado en la Cámara en 2003, pero no fue aprobado en el
Senado hasta hoy. Esto significa que hace 20 años que no se respeta la
Constitución porque no fue aprobada su reglamentación.

No hay ningún tipo de restricción al proselitismo religioso, esta me parece


una cuestión fundamental Yo sé que los obispos brasileros andan por
las tierras de toda América Latina con el mismo tipo de programación.
Me parece que la legislación se tiene que ocupar, no significa prohibir
este tipo de contenido, pero se tiene que preocupar y reglamentarlo.
Las iglesias son muy fuertes económicamente y si no hay algún tipo
de reglamentación habrá un avance aún mayor en los canales que hoy
existen. Y existe una práctica frecuente y no prohibida directamente,
de sub-alquiler o alquiler de horarios para venta de espacios, hecho que
contradice completamente el espíritu de la concesión pública.
118
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Hay tres especificaciones más con relación al contenido, en primer


lugar un mínimo del 5 porciento del contenido de noticias, más un
máximo de 25 porciento de publicidad comercial y 5 horas semanales
para programas educativos. Estos porcentajes en general se cumplen,
hasta porque me parece que es muy fácil que sean cumplidos, no me
parece un gran desafío para una emisora poder hacerlo.

En cuanto a la publicidad, no me explayaré aquí, pero no hay reglas


para la distribución de publicidad oficial, existe una restricción
horaria para anuncios de bebidas y medicamentos, estos también están
prohibidas en las emisoras comunitarias.

Sobre la arquitectura institucional, que me parece un punto importante,


no existe en Brasil un órgano que regule la radiodifusión. Existe la
ANATEL (Agencia Nacional de Telecomunicaciones) que se encarga
apenas de las cuestiones de regulación general del espectro, pero no
del otorgamiento de cada una de las frecuencias, y de las cuestiones
de las telecomunicaciones. Las responsabilidades y las decisiones están
concentradas en el Ministerio de Comunicaciones que sencillamente no
tiene estructura para la fiscalización y la regulación.

No existen mecanismos de diálogo, participación y control social, y


el Consejo de Comunicación Social en un principio fue constituido
de manera totalmente auxiliar al Senado y en realidad está vaciado
de atribuciones, no tiene una función real. A pesar de ello, hace dos
años, el Consejo que funcionó entre 2002 y 2004 hizo buenos estudios
referidos a la regionalización y la concentración de medios, pero
algunos políticos del Congreso brasilero presionaron para que no se
aprobase la nueva composición del Consejo, y hasta hoy no lo está.

Por último quisiera hablar sobre la situación actual, existen hoy


algunas propuestas de cambio, una de ellas para la radiodifusión
comunitaria, la posibilidad de descriminalización de la radiodifusión
comunitaria sin licencias que es pasible de cuatro años de prisión,
hay algunas propuestas de cambios en la ley. Hay un informe que
propone cambios al proceso de otorgamiento de licencias que está
en una Subcomisión de una Comisión de la Cámara de Diputados y
tiene muy pocas chances de avanzar.
119
J o r n a d a I n t e r n a c i o n a l - B u e n o s A i re s , A rg e n t i n a 2 3 y 24 d e O c t u b re d e 2 0 0 8

Hay un proyecto de ley No.29 que trata sobre la apertura del mercado
de la TV por cable a las operadoras de telecomunicaciones y sobre las
cuotas de contenido nacional e independiente. Hay una propuesta que
la sociedad civil viene impulsando, y que tiene una gran aceptación
en Brasil, sobre una Conferencia Nacional de Comunicación con la
participación de delegados que representen al sector empresarial, a
la sociedad civil organizada y al gobierno para discutir un nuevo
reglamento para el sistema de radiodifusión

Podrán apreciar en los contenidos que desarrollé que hay muchas


reglas burocráticas y pocas reglas importantes, hay una ausencia de
regulación, existe una fragmentación del sistema de comunicación y
de las leyes, y tenemos un sistema económicamente liberal que mira
hacía los agentes privados con fines de lucro. Esto es lo que quería
comentarles, muchas gracias.

120
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Josep Maria Carbonell


ESPAÑA

Presidente del Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC),


fue diputado del Partit dels Socialistes (PSC) en el Parlament
entre 1995 y 2004, donde presidió la Comisión de Control de
la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) y la
de Relaciones con la UE, y fue el portavoz del partido en temas
culturales. También fue miembro de la Comisión Ejecutiva
del PSC (1996-2004), jefe del gabinete de Presidencia de
la Diputación de Barcelona (1985-1995) y miembro del
Consejo de Administración de Caixa Catalunya (1992-2000).
Es Licenciado en Filosofía de la Universidad Autónoma de
Barcelona y profesor de la Universidad Ramon Llull.

Sintetizaré mi intervención en cinco puntos. No les voy a presentar la


realidad catalana ni la realidad española, más bien trataré de exponer
unas reflexiones relacionadas con la regulación audiovisual desde la
perspectiva del marco regulatorio europeo. Las reflexiones giran en
torno a las cuestiones que las diferentes asociaciones de autoridades
independientes de regulación nos planteamos sobre la regulación
audiovisual, si bien algunas otras las plantearé yo, a título personal.
Los cinco puntos en los cuales centraré mi intervención son los
siguientes: ¿Por qué la regulación audiovisual? ¿En qué contexto
histórico se plantea hoy la regulación audiovisual? ¿Qué valores
pretende proteger y desarrollar la regulación audiovisual? ¿Quién es el
sujeto administrativo que hace la regulación audiovisual?.
Por último hablaré sobre los desafíos que se plantean en la regulación.
Insisto en que mi visión será, sobre todo, desde el marco europeo.

Recuerdo el gran debate sobre la regulación que se desarrolló en los


años ’30 a ambos lados del Atlántico, concretamente en Gran Bretaña y
en Estados Unidos. Fue un momento decisivo en el que nacieron la BBC
(British Broadcasting Corporation) y la FCC (Federal Communications
Commission) que nos ofrecen dos modelos diferentes de regulación que
marcaron a los dos continentes. En el año 1934, mediante The Act of
Regulation se creó la FCC en Estados Unidos
121
J o r n a d a I n t e r n a c i o n a l - B u e n o s A i re s , A rg e n t i n a 2 3 y 24 d e O c t u b re d e 2 0 0 8

En principio, fueron dos respuestas al problema de cómo regular


un nuevo medio: la radio, pero luego también se aplicó el mismo
modelo a la televisión. Piensen ustedes que para la prensa, la
anulación de las licencias que debían obtener de los Estados para
tener su periódico, supuso una victoria de la democracia. Fue una
victoria de la libertad de expresión.

Por el contrario, en el ámbito de la nueva comunicación en Europa


se planteó la necesidad de unas licencias, de unas autorizaciones, de
una regulación propia de la nueva forma de comunicación. En ese
momento, como ya he dicho anteriormente, era la radio pero después
fue la televisión que tenía unas características muy particulares. Era
una comunicación que utilizaba un bien público escaso, el espectro
radioeléctrico, y por lo tanto, no todas las voces podían estar presentes.
Era un tipo de comunicación unidireccional con una incidencia
muy importante en la comunicación de masas. Estas razones fueron,
fundamentalmente, las que moldearon dos sistemas de regulación que
de una u otra manera han llegado hasta nuestros días.

En Estados Unidos, en el año 1934, ganaron los que defendían que los
operadores radiofónicos fueran privados. El pacto fue la creación de
la FCC y una legislación que obligaba a realizar emisiones de servicio
público a los operadores privados, los cuales mantenían una posición
privilegiada al estar ocupando el espacio radioeléctrico. Es la famosa
doctrina que obligaba, repito, a realizar emisiones de servicio público a
los operadores privados.

En Gran Bretaña la respuesta fue otra: se creó la BBC. El planteamiento


partía de la consideración esencial de la comunicación de masas.
Se consideraba tan estratégica en el moldeado de la democracia que
era necesario que fuera un operador público el que realizara las
emisiones de servicio público. La BBC nunca planteó un operador
estatal vinculado y sujeto al Ejecutivo, sino que desde su inicio,
la BBC fue entendida como un medio público independiente del
Ejecutivo, con una financiación independiente del mismo, con un
canon que la BBC recoge de los hogares británicos, constituyendo
un modelo en la comunicación desde entonces. Así pues, nos
hallamos ante la existencia de dos modelos: uno con operadores
122
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

privados que acceden al espacio público; otro, con monopolios


públicos en el campo de la radio y la televisión.

Estos modelos, a partir de los años ’80 sufren cambios muy


profundos. En Estados Unidos la fairness doctrine se cumplió hasta
1980 cuando un presidente de la FCC, Mark Fower, nombrado
por el presidente Reagan, suprimió las obligaciones de servicio
público que debían tener los operadores privados que ocupaban el
espacio radioeléctrico. Mark Fower utilizó una famosa frase que yo
siempre repito porque constituye el núcleo central del sentido de la
regulación: “por qué tenemos que regular la televisión sino es más
que una tostadora con imágenes, es un electrodoméstico más, por
qué debería haber una regulación para esta tostadora que lo único
que hace es traer unas imágenes a nuestro comedor?”

A partir de entonces, en los años ’80, en Estados Unidos se inicia


un proceso de supresión de la fairness doctrine, un proceso de
concentración de medios, de liberalización y privatización de los
medios. Ahora no querría detenerme en las últimas posiciones
de la FCC y su regulación para las emisiones por cable y para las
emisiones por aire; pero en todo caso, la FCC ha renunciado a un
modelo de intervención en aquellos operadores. Y por otro lado,
en Estados Unidos, como hemos visto, la PBS (Public Broadcasting
Service), la televisión pública que es muy particular, es una
televisión con escasos medios, como lo ha explicado Lonna, y con
una posibilidad muy limitada de acceso al espacio público.

En Europa, el modelo de la BBC se desarrolló en el norte y en


el centro con gran éxito: la televisión alemana, la belga, las
transmisiones públicas nórdicas. En otros países, como España, se
pervirtió el modelo y de una televisión pública independiente se
pasó a una televisión estatal sujeta en ese momento a la dictadura.
En otros países, se optó por una televisión pública en régimen de
monopolio muy vinculada al poder político, que es el gran problema
de muchas televisiones públicas europeas.

En todo caso, en Europa, a partir del año 1985-86, o sea estamos


hablando de los últimos quince o veinte años, irrumpen las televisiones
123
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privadas. Hasta entonces la mayor parte de la oferta radiofónica y


televisiva en Europa eran de monopolios públicos. En España a partir de
1990, en Francia en 1986, en Gran Bretaña, la ATT es un poco anterior,
se crea un modelo mixto de televisiones públicas y de televisiones
privadas que coexisten. Ese es el modelo que se mantiene actualmente
a pesar de las dificultades, de las tensiones.

Hay varios proyectos de reforma de las televisiones públicas. La que


está en agenda actualmente es el proyecto de reforma de la televisión
pública francesa de Sarkozy. Defiende la idea de suprimir la publicidad
para seguir un modelo más próximo al de la BBC. Pero muchos, y yo
me incluyo, pensamos que Sarkozy prefiere ira hacia el modelo de la
PBS americana, es decir, hacia una televisión pública sin publicidad,
una televisión pública con pocos recursos, de mucha calidad, pero con
una audiencia muy pequeña para que la audiencia más importante y la
incidencia más importante sea para las televisiones privadas.

Este es un tema que, debo decirles, en Europa está en el corazón


del debate: ¿qué modelo de televisión pública?, ¿qué implica hacer
radio y televisión pública?, qué mecanismos existen para garantizar
que sean televisiones públicas, del pueblo, y no del Ejecutivo, que
es el tema medular, la fuente de las críticas más razonadas hacia las
televisiones públicas.

El primer tema, por lo tanto, es el por qué de la regulación y de los


dos modelos regulatorios. El segundo tema que desarrollaré es en
qué contexto estamos. Estamos en un contexto, en primer lugar, de
una explosión sin precedentes de los medios de comunicación. Yo en
esto debo insistir porque lo que estamos viviendo en los medios de
comunicación es una explosión, un cambio sin precedentes.
La digitalización y, por otro lado, el desarrollo extraordinario de las
comunicaciones electrónicas nos llevan a un escenario impensable. Los
que están al frente de las radios, de las televisiones, de los periódicos,
han de estar muy atentos a todos los cambios que se producen, porque
los formatos cambian. Cambian, también, muchos aspectos, aparecen
nuevos medios, desaparecen otros, los new-medias aparecen, es un
momento de una explosión sin precedentes. Es una gran posibilidad
para la libertad de expresión y para los ciudadanos.
124
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Pero esta gran eclosión, y esta es la paradoja –la gran paradoja es


mi segundo punto- es que esta explosión se produce al lado de una
concentración sin precedentes de los medios de comunicación, de un
proceso de concentración que no tiene parangón. Y esta es la gran
paradoja: la gran posibilidad de creación de medios, de explosión, de
emergencia de muchos medios, y a la vez, la existencia de un proceso
de concentración.

A mi me gusta citar un libro de Bagdikian el cual, muchos de ustedes


seguro que conocen, “The New Media Monopoly”. En su primer libro,
en el 1983, decía que los veinticuatro mil medios existentes en los
Estados Unidos estaban en manos de cincuenta compañías. Y este
mismo libro, en el 2003, decía que los treinta y cuatro mil medios en
los Estados Unidos no estaban en manos de cincuenta, sino en manos
de cinco compañías. Esto para mí es una metáfora clara de este doble
proceso que estamos viviendo con intensidad.

Es un proceso de concentración vertical y horizontal. Es un proceso que va


desde la producción en Hollywood hasta la distribución de la señal en las
múltiples ventanas de comunicación que se están creando y desarrollando,
tanto en el entretenimiento como en la información. Y debo decirles, que
cada vez es más importante el entretenimiento en los imaginarios y los
valores que, al final, nos llegan a nuestro comedor.

Un tercer aspecto que refiere a la situación de contexto, ayer lo comentó


uno de nuestros panelistas: la comunicación cada vez está siendo
menos un bien social para ser un bien económico, un bien de mercado.
Y este es un cambio de los últimos veinte años. Desde Belgrado, cuando
en el año 1980, en la Asamblea de la UNESCO, se aprobó el informe Mc
Bride donde se presentaba la comunicación como un bien social, hemos
pasado a la etapa de Murdock, como metáfora de nuestro tiempo, en la
que la comunicación es, fundamentalmente, un bien económico.
La pregunta que nos debemos hacer es: ¿vamos a dejar en el mercado, y en
sus reglas, un bien tan importante, tan estructurante para nuestra sociedad?.
¿Vamos a dejar que la comunicación sea “first the business”, primero el
mercado?. Este es uno de los retos que debe plantearse un legislador cuando
se propone sostener el interés público en una ley de comunicación.

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El cuarto aspecto de contexto es la convergencia. ¿La convergencia


qué significa? La convergencia básicamente significa el proceso de
acercamiento entre las redes de comunicaciones electrónicas y los
contenidos. Habrá un momento en que sin la banda ancha no nos
llegará la información, no nos llegarán los conocimientos, en la que
la regulación de las comunicaciones electrónicas, es decir, las antiguas
telecomunicaciones, será fundamental. La “net neutrality” es un aspecto
central que seguramente estará presente en la regulación futura en
Argentina, la capacidad de la no discriminación de los contenidos en
la red. Pero, así mismo, la misma red de regulación audiovisual –luego
entraré en la regulación europea- está cambiando, en Europa ya no
hablamos de radiodifusión hablamos de comunicación audiovisual,
porque radiodifusión supone aún, una forma de entender la transmisión
hertziana, analógica o digital, y esto ha cambiado extraordinariamente.
Por esto es necesario tener un marco de convergencia en el momento
de establecer el marco regulatorio.

El quinto aspecto es el contexto que tenemos en Europa, y creo que


también en otros países y regiones, el contexto de la desregulación.
Hemos visto que la desregulación en el mundo financiero nos ha
llevado prácticamente a un caos. Veremos si el Grupo de los 20 en
Washington vuelve a establecer un nuevo marco normativo, ya que una
parte de la crisis financiera viene de toda la desregulación que se había
creado porque era la mejor manera de poder.

En el campo audiovisual y de comunicación electrónica, también


estamos viviendo este proceso de desregulación. Y yo debo advertirles
que si seguimos en este estado de desregulación, les repito que podemos
llevar el caos también al campo de la comunicación: el mundo de peleas
por las frecuencias. La ley de la selva no puede regular un bien tan
importante como son las comunicaciones.

El sexto aspecto lo constituye la privatización, esto expresamente en


Europa. En Europa es distinto que en América Latina, porque ustedes
vivieron un proceso de privatización muy alto. En Europa realmente
había una cultura: el modelo de radio y televisión es un modelo muy
tributario de su modelo social. El modelo de radio y televisión es un
modelo que nace, fundamentalmente, después del pacto de refundación
126
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

europea después de la Segunda Guerra Mundial, y es un pacto entre


la Democracia Cristiana y la Social Democracia. Un pacto donde hay
mercado libre pero el Estado tiene un rol razonable, proporcional, sobre
ámbitos importantes en la vida social, económica, política y educativa.
Y por eso el modelo de televisión era un modelo tributario de ese
modelo social pactado después de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy en Europa ese modelo ha entrado en crisis y es, en parte, lo que
estamos debatiendo ahora. Quizás esta crisis actual de los mercados
financieros pare, ayude a reflexionar a los patriarcas de las políticas
privatizadoras que nos han llevado a este caos.

El tercer tema que quiero tratar rápidamente refiere a qué valores


queremos proteger con la regulación. En Europa hemos aprobado en
diciembre la Directiva de Servicios Audiovisuales, que es la ley europea
de obligado cumplimiento por los estados miembros, y es una directiva
que sustituye a la anterior conocida con el nombre de “Televisión sin
Fronteras”. Esta Directiva establece el marco del modelo televisivo
europeo; establece lo valores que comparten los estados miembros de
la Unión Europea, las reglas, las cuotas de producción propia europea.
¿Para qué? Para salvar la industria audiovisual europea, y también
para salvar el imaginario europeo y que no sea todo Hollywood y
los productos de Hollywood los que copen el mercado mundial. Una
limitación en la publicidad, tanto cuantitativa como cualitativa; la
protección del horario infantil, que en Europa, salvo en España, es un
valor muy interiorizado en la sociedad; y hay muchos aspectos más que
no puedo desarrollar por limitaciones de tiempo.

Por primera vez esta Directiva hace una división entre televisión clásica,
televisión lineal y televisión no lineal –pero si quieren luego entramos
en esta discusión-; y luego hay otra, la Directiva de Comunicaciones
Electrónicas, que sustituye a las directivas en telecomunicaciones. Y hay
una convergencia cada vez más importante entre el marco regulatorio de las
comunicaciones electrónicas y el marco regulatorio de los contenidos.
¿Qué valores es necesario proteger? El pluralismo, el acceso de diferentes
voces a la esfera pública, y cuando en Europa hablamos de pluralismo,
hablamos de pluralismo interno, de exigencia a los operadores públicos;
y de pluralismo externo, que ha de ser observado por los operadores
privados que acceden al espacio público.
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La identidad cultural, la cohesión social, la protección infantil. Estos


serían, a grosso modo, los valores más importantes que intentamos
proteger a través de la regulación europea. Obviamente, la regulación
no debe ser nunca entendida como una limitación de la libertad de
expresión, al contrario, es una aliada de la misma y del derecho de los
ciudadanos a una información veraz.

La Constitución Española, en el artículo 20, reconoce y protege al lado


de la libertad de expresión, un valor muy importante, el derecho de los
ciudadanos a recibir una información veraz. Y esta es una tarea que
también hacemos los consejos en toda Europa, desde la más liberal,
Gran Bretaña donde la OFCOM (Office of Communications) es una
de las autoridades ejemplares. Si ustedes quieren imitar un modelo
de regulación, les invito que estudien muy bien la OFCOM que es la
autoridad de regulación que hoy marca las agendas internacionales de
regulación, o la AGCOM (Autorità per le Garanzie nelle Comunicazioni)
en Italia y otras en diferentes países.

El cuarto tema, ¿qué hacemos los reguladores?, ¿cómo somos los


reguladores? El Consejo Audiovisual de Cataluña, por ejemplo.
Nosotros somos autoridades administrativas independientes que
hacemos cumplir el marco regulatorio a los operadores. Administrativas
porque somos administración, pero somos independientes porque no
estamos sujetos a ningún gobierno. En nuestro caso, los miembros son
elegidos por el Parlamento, por dos tercios, por seis años no renovables
y no cesables, para mantener las mayores condiciones posibles de
independencia. Siempre sabiendo que la independencia es difícil, que es
una meta a conseguir.
Por razones de tiempo no puedo extenderme en cómo funcionan los
consejos, pero quería expresar esta idea de que en toda Europa existen
autoridades de regulación independiente, menos en España, en toda
Europa y en Cataluña. Sí en toda Europa, incluso era condición para
que los países del Este de Europa entraran en la Unión Europea. La
existencia de este tipo de autoridades de regulación era una condición
de garantía de la calidad democrática de estos países.

Y finalizo rápidamente con algunos desafíos que tenemos los reguladores


en nuestra agenda de preocupación. Primero, la convergencia, cada
128
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

vez más los reguladores de contenidos, como nosotros, cada vez más
exigimos estar en el campo de la regulación de las redes porque existe
una implicación muy grande entre redes y contenidos.

En segundo lugar, la necesidad de la coordinación de las autoridades


de regulación a niveles regionales. En Europa tenemos un marco, una
ley europea, tenemos una coordinación de los consejos. Hemos de ir
un poco más allá de la regulación de los consejos, yo he propuesto la
creación de un macro consejo europeo para acompañar el cumplimiento
de la ley europea.

En tercer lugar, y muy importante: hemos de redefinir lo que significan


las televisiones públicas. Yo soy un defensor de las televisiones públicas
porque son televisiones, en Europa, con grandes presupuestos, que
pueden ofrecer una programación de alta calidad que puede llegar a
ratings del 25 y 30 por ciento, y que tienen la gran ventaja de que no
están sujetas a las necesidades del mercado, ni condicionadas por los
agentes publicitarios.

Ahora bien, esas televisiones públicas, en este contexto, deben observar


unas condiciones: no pueden ser televisiones estatales sujetas a los
gobiernos, no pueden ser unas televisiones en la cuales trabaje la élite
profesional de periodistas mientras otros periodistas se estén muriendo
de hambre en los medios privados, como ocurre en algunos países;
no puede ser que algunas televisiones públicas tengan presupuestos
astronómicos injustificables; y no puede ser tampoco, que en algunos
países, se produzca la partidización de estas televisiones, y pienso en un
país muy cercano a ustedes: Italia.
Realmente es importante la existencia de las televisiones públicas, pero
salvaguardando algunos valores, hay que recuperar la comunicación
como un bien social.

Y por último, la alianza con la audiencia. Es muy importante y me


ha interesado mucho en la intervención anterior la importancia que
desde los consejos se ayude a desarrollar una audiencia activa. En
Gran Bretaña, hay una asociación :“Viewers Association” que tiene
80 mil afiliados, que es el primer asociado a la OFCOM y a la BBC.
Es importante que los ciudadanos tengan conciencia del papel de la
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televisión y que la audiencia tenga un papel activo en los contenidos.

Y finalizo diciendo que no sé si ustedes podrán hacer o no la ley que


pretenden, no lo sé. Yo lo deseo, lo deseo mucho, porque hay una íntima
relación entre la calidad de la democracia y la calidad del sistema de
comunicación audiovisual.

Yo soy un admirador de Norberto Bobbio, y Bobbio siempre dice que la


democracia es un largo proceso inagotable donde el poder público ha
de ser público, es evidente; y los poderes públicos han de ser los menos
posibles y deben ganar visibilidad, que es una tarea que no se acaba
nunca, que es una tarea permanente, y que, en mucho países, pasa
por lograr un sistema de medios con mayores condiciones de acceso y
participación. Muchas gracias.

130
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Gustavo Gómez
URUGUAY

Director del Programa de Legislaciones y Derecho a


la Comunicación de la Asociación Mundial de Radios
Comunitarias para América Latina y el Caribe (AMARC-
ALC). Experto en investigación, asesoría y advocacy sobre
políticas públicas y marcos regulatorios en radiodifusión,
TICs e industrias culturales, y en temas relacionados con
la libertad de expresión y el derecho a la comunicación.
Es docente en la Licenciatura en Comunicación Social de
la Universidad Católica del Uruguay “Dámaso Antonio
Larrañaga” (UCUDAL). Ha investigado y asesorado sobre
políticas públicas y marcos regulatorios en radiodifusión
en numerosos países de América Latina y El Caribe. Integró
la Comisión Nacional de TV Digital Terrestre Abierta de
Uruguay (2007) y asesora al Ministerio de Industria, Minería
y Energía del gobierno uruguayo (2008). Es miembro del
Consejo Honorario para la Sociedad de la Información y el
Conocimiento de la Agencia para el Desarrollo del Gobierno
de Gestión Electrónica y la Sociedad de la Información y del
Conocimiento – AGESIC- de Uruguay (2007-2008).

Buenas tardes. He decidido concentrar el tiempo de mi exposición en


contarles lo que está pasando cruzando el Río Uruguay, respecto a la
legislación en materia de radiodifusión. En particular sobre algunas
decisiones que incluso son de estos días y de estas últimas horas.

Me parece que puede ser interesante, a los efectos del debate sobre una
nueva ley en Argentina, mirar qué es lo que esta pasando en gobiernos
progresistas de la región que se han planteado la democratización de
las comunicaciones.

Me gustaría mencionar brevemente, por ejemplo, lo que está


pasando en Ecuador con una Constitución que ha incluido aspectos
importantísimos en los que, por suerte y como Asociación Mundial
de Radios Comunitarias (AMARC) hemos logrado colaborar; o en el
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proyecto de Constitución de Bolivia, con el reconocimiento del derecho


a la comunicación y los medios comunitarios, entre otros.

No obstante, voy a concentrarme en resumir la situación en Uruguay,


de cara al desafío que tenía el Frente Amplio para democratizar las
comunicaciones, uno de los objetivos del programa del gobierno
progresista cuando asume en marzo de 2005.

Muy rápidamente voy a presentar el diagnóstico inicial: un país con


una concentración de medios muy grande (en especial en TV), con
una marco legal fragmentado, una legislación que viene también de
la dictadura como en Argentina, de carácter muy general, de ocho
artículos solamente, y por lo cual, la práctica ha sido avanzar en
sucesivos decretos que de a poco han ido conformando un marco
regulatorio de radiodifusión.

Por último, decir que la dictadura, poco antes de irse, deja todo
el manejo de las comunicaciones en la órbita del Ministerio de
Defensa Nacional.

Con esos desafíos comienza el gobierno de Tabaré Vázquez porque a


pesar de todos los años de gobiernos democráticos nunca se cambió
la ubicación institucional de la regulación de la radio, la televisión
y las telecomunicaciones desde lo que nos dejaron los dictadores. Es
increíble, siguió siendo un tema más asociado a la seguridad nacional
que a un tema de libertad de expresión, cultura o identidad nacional.

Creo que es justo decir que no ha habido una política coherente,


articulada, explícita, por parte del gobierno de Tabaré Vázquez en
materia de comunicación en estos años, y que muchos de los cambios
que voy a relatar, son producto del último año, o menos del último año
de gestión, cuando ya estamos cerca de cumplir la última etapa de un
gobierno que termina en marzo del 2010.

Pero han sido cambios interesantes, y a mi juicio, positivos. Voy a dejar


las cosas negativas para las preguntas, así como para responderles por
qué Uruguay vetó a Kirchner para presidente de UNASUR... eso lo dejo
para después, de forma de no predisponerlos contra esta exposición...
132
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Digo, en serio, poner lo positivo, porque necesitamos buenos


referentes en la región y necesitamos saber si en otros lados se está
haciendo algo positivo, como forma de alentar a redoblar un debate
que ha surcado todo este país y que necesita ser impulsado para que
ese fuego no se apague.

Entonces, veamos decisiones importantes en materia de legislación de


radiodifusión.

Dentro de las primeras resoluciones, se trasladaron las políticas de


radiodifusión del Ministerio de Defensa Nacional, al Ministerio de
Industria, Energía y Minería. No es lo mejor, pero al menos se sacó de
la órbita de la “seguridad nacional”.

Y a fines del año 2007, algunos cambios notorios en la legislación que


van produciendo cambios en la situación heredada “por aproximación”.
En lugar de hacer un detalle de las leyes sólo haré una referencia. Voy
a los contenidos, a los derechos y a los principios con los que esa nueva
legislación va conformando una nueva realidad.

En lugar de abordar una discusión de una ley de radiodifusión


general, Uruguay lo que ha hecho es un avance por aproximación,
es decir, tal vez consciente o inconscientemente, respecto al desafío
y a los poderes que podrían boicotear un proceso de revisión de toda
la legislación, se estableció una estrategia de avances graduales
para revisar el marco regulatorio.

El primer logro es la aprobación en diciembre del 2007 de una Ley de


Radiodifusión Comunitaria, con la “radiodifusión” entendida en sentido
amplio de radio y televisión. Más allá que su nombre indica que está
dirigida a un sector específico, es una ley que comienza a innovar en
lo que este gobierno está planteando como objetivos de regulación,
estableciendo algunas definiciones básicas y algunos principios del
marco regulatorio de radiodifusión que quiero compartir con ustedes.

Primero. Establece que la radiodifusión es un soporte técnico para el


ejercicio, preexistente a cualquier intervención estatal, del derecho
humano a la libertad de expresión y a la libertad de información,
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sacando la radiodifusión de un aspecto mercantil y poniéndola como


un asunto de derechos humanos.

Segundo. Define el espectro radioeléctrico como un patrimonio


común de la humanidad sujeto a la administración del Estado y al
acceso equitativo a las frecuencias como un principio general de la
administración de este recurso público.

Tercero. Establece que toda la legislación que vendrá


posteriormente a ésta, deberá ser consecuente con tres principios
básicos de regulación: Promoción de la pluralidad y la diversidad
(expresamente reconocido como objetivo de la administración); la
no discriminación y, por lo tanto, la igualdad de oportunidades
en el acceso a las frecuencias radioeléctricas; y la transparencia y
publicidad de los procedimientos, permitiendo un control efectivo a
los ciudadanos de todo el procedimiento.

Esto, por supuesto que trasciende la radiodifusión comunitaria y


establece los primeros pilares de una concepción distinta de regulación
en materia de radiodifusión, aún cuando no tenemos una ley general
de radiodifusión.

Otro concepto importante que se incluye en la legislación uruguaya, es


el reconocimiento de que en la radiodifusión coexisten tres sectores:
se establece oficial y explícitamente que en la radiodifusión se
complementen tres sectores, con lógicas distintas: el sector público, el
sector comercial y el sector comunitario.

Y no cualquier reconocimiento, porque en referencia a la legislación


comparada, se ha dicho en estas Jornadas con acierto, que en muchos
lugares se reconoce la radiodifusión comunitaria, pero de una manera
tan discriminatoria que casi era mejor que estuvieran ilegales.

En Uruguay el reconocimiento es amplio. Expresamente se menciona


que no existen limitaciones previas y arbitrarias de cobertura, potencia
u otras. También respecto al derecho de acceder a una diversidad de
fuentes de financiamiento, incluida la publicidad oficial y la privada,
con la única limitante de que todo ingreso debe ser reinvertido
134
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

enteramente en la operativa de la emisora, causal que podría conducir


a revocar el permiso. Se trata de un tema de debate fuertísimo con los
empresarios pero no hay que confundir que no haya fines lucrativos,
con que no puedan acceder a recursos comerciales, y otros, para
sostener el emprendimiento.

Otro concepto importante que se establece en el marco regulatorio es


respecto a aprovechar la oportunidad para hacer un reequilibrio del
reparto del acceso al espectro radioeléctrico.

Es decir, como pasa en toda América Latina, con ese modelo


norteamericano de sistema de medios primordial que existe en nuestros
países, nos encontramos con un sistema basado en lo comercial, con un
sector de medios públicos subsidiario, muy pobre, competitivo en muy
pocas excepciones y con un casi inexistente sector comunitario, social,
sin fines de lucro.

El gobierno uruguayo, en la ley de radiodifusión comunitaria que les


nombraba, establece por primera vez que un tercio de todo el espectro
disponible en cualquiera de las bandas de radiodifusión (vuelvo a decir,
AM, FM, VHF y UHF), deberá ser reservado para medios comunitarios
o sin fines de lucro.

Es un planteo muy fuerte, aunque no dice qué hacer con el resto. Yo sé


que acá en Argentina se plantea la idea de los tres tercios. Como esto era
una legislación de radiodifusión comunitaria se avanzó estableciendo
que al menos un tercio del espectro en todas estas bandas, debería ser
reservado para la radiodifusión comunitaria u otras emisoras sin fines
lucrativos.

Además de estar establecido en la ley, por suerte en el mes de septiembre


se vio ratificado por una resolución de parte del organismo regulador
que es la URSEC (Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación).

Cuando se habla de la transición hacia la digitalización, en la televisión,


como ustedes saben hay que utilizar el espectro de UHF para disponer
las nuevas emisiones de televisión digital. Nosotros ya tenemos
ocupado gran parte del espectro de UHF con emisiones de televisión
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paga, concretamente a través del grupo Clarín. En este momento sólo


quedan nueve canales disponibles en UHF para la transición digital, y
tomando en cuenta la ley, y planteándose aprovechar la oportunidad
para reequilibrar el sistema de medios en cuanto al aprovechamiento
equitativo del espectro, la administración establece en la resolución de
setiembre que les mencionaba un cambio en el reparto de ese espectro
disponible.

Actualmente en Montevideo la estructura de TV abierta es de tres


medios comerciales y un medio público. Con la nueva decisión, se pasa
a cuatro medios comerciales, dos medios públicos (o sea se duplica la
capacidad de los medios públicos) y se reservan tres frecuencias para
medios no comerciales. Es decir, pasamos de tres-uno a cuatro-dos-tres,
muy cerca de los tres-tres-tres que se está pidiendo en Argentina. Se
trata sin dudas de un gesto político que ratifica lo que ha sido aprobado
en la ley de radiodifusión comunitaria.

Otro cambio muy importante tiene que ver con el procedimiento de


concesiones de frecuencias, establecido en la ley de radiodifusión
comunitaria, para el sector comunitario, pero también ahora a partir
del 4 de agosto por un decreto presidencial, para la radio y televisión
comercial.

Se establece por primera vez en nuestra legislación la transparencia en el


otorgamiento de frecuencias. Sólo como una breve referencia histórica:
hasta el momento en Uruguay el otorgamiento es discrecional, es decir,
no existe ni siquiera subasta económica para evaluar quien accede a
la frecuencia. No hay concursos, sino que simplemente se presentan
interesados, cumplen los requisitos y luego discrecionalmente y casi sin
fundamentación el gobierno de turno elegía a quien le parecía.

En este gobierno se cambia a un esquema de concursos abiertos y


públicos tanto para el sector comunitario como para el sector comercial,
con dos aspectos importantes en materia de transparencia.

Primero, al principio de esta administración se aprueba una ley donde


se establece que un año antes de las elecciones y seis meses después
de las mismas, ningún gobierno puede entregar frecuencias de radio
136
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

y televisión. Esto es para evitar las tentaciones que el poder tiene al


otorgar frecuencias de radio y televisión, de entregarlas como premio
a sus amigos. Es decir una veda relacionada con las elecciones en la
cual el gobierno no puede otorgar frecuencias. Esta veda empieza en
Uruguay el día mañana (24 de octubre).

Segundo, se realizan procesos de consulta pública, que incluyen la


presentación de las propuestas de los interesados en acceder a una
frecuencia a través de la página web del organismo regulador, con
información respecto a quiénes son, cuáles son sus antecedentes y qué
propuestas presentan para lograr la concesión.

Ni la licitación económica, como se hace en Brasil, en Bolivia o en


muchos países centroamericanos; ni la carga de la variable económica,
como pasa en Chile o en Perú, donde la oferta de dinero es un factor
importante para evaluar quién accede. Por tanto un sistema de acceso
que beneficia al que tiene más plata, es decir permite que ejerza el
derecho a la libertad de expresión solamente el que tiene más dinero.

El concurso se establece en función de criterios de proyecto y de


función social, por lo tanto, en caso de que haya más interesados
que frecuencias disponibles, la selección de los interesados en una
frecuencia comercial se realiza en función de cinco criterios, que relato
rápidamente.

Aspectos relacionados a la diversidad: se elige prioritariamente a


los que introduzcan diversidad en la oferta televisiva o radial en la
localidad donde está hecho el llamado. También se favorecerá a aquel
que no tenga ya medios, es decir, si se presentan en igualdad de
oportunidades, se valoran positivamente las propuestas de empresarios
nuevos que quieran entrar a competir, frente a empresarios que ya están
en la radiodifusión.

Por otra parte se valorarán las propuestas que tiendan al


fortalecimiento de la producción cultural local y la ampliación
de empleos directos. Es decir, aquella propuesta que en lugar de
ser una repetidora de una emisora de la capital o que tenga un
esquema de automatización de música, aporte una oportunidad para
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contratación de mano de obra local o para la producción creativa


y cultural local.

Y por último, se valorarán las propuestas que contemplen el otorgamiento


de espacio gratuito para las organizaciones sociales, es decir, las
iniciativas que estén dispuestas a ofrecer voluntariamente espacios para
las organizaciones sociales y la producción independiente.

Por último y novedoso en materia de procedimientos competitivos, la


inclusión de la participación ciudadana en todo el proceso.

Primero, el proceso de otorgamiento empieza con la presentación de


interesados en igualdad de oportunidades sin requisitos excesivos;
sus propuestas deben ser ampliamente publicitadas, lo que comienza
con la publicación en la página web de la URSEC durante treinta días
para la observación de cualquier ciudadano, ya sea para apoyar o para
impugnar la propuesta, como una consulta pública.

También se realiza una audiencia pública en la localidad donde va a


operar ese nuevo operador, sea comunitario o comercial. Cada interesado
debe presentar ante la comunidad cuál es el proyecto y comprometerse
con ella a cumplirlo si gana el concurso. Y esto es muy importante
porque cambia la relación incluso del Estado como regulador.

El empresario se compromete con la propia comunidad, para ganar


su derecho a acceder a una frecuencia, y esto cambia la relación del
radiodifusor con el Estado, porque el Estado pasa de ser un censor que
impone condiciones, a ser un representante de la sociedad exigiendo que
se cumplan los compromisos que el nuevo operador voluntariamente
se comprometió a cumplir. Nadie se está metiendo en control de
contenidos, nadie está obligando a una programación determinada,
pero si se presentó en función de estos criterios y ganó, y si ganó es
porque tenía mejores propuestas que los demás, por lo tanto, tanto la
población que participó de la audiencia pública, como el propio Estado
que participó como facilitador de ese encuentro entre la audiencia y el
futuro operador, pueda actuar como garante de esos derechos.

Por último, en relación a la participación ciudadana, la creación de


138
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

Consejos Asesores, tanto en radiodifusión comunitaria como comercial.


Esto es, la institucionalización de organismos que no deciden a quién se
les otorga frecuencias, pero organismos de amplia participación plural
que evalúan la presentación de las propuestas en forma paralela a lo
que hace el gobierno.

Son organismos, con algunas diferencias según el sector del que se


trata, pero donde siempre hay una minoría de representantes estatales.
En el caso de la radiodifusión comercial, la Comisión Honoraria Asesora
Independiente (CHAI) son diez consejeros; solo dos son del gobierno,
un representante de la universidad pública, uno de las universidades
privadas, uno de las asociaciones de periodistas, otro de los productores
independientes del audiovisual, uno de la sociedad de actores, uno de
las organizaciones de libertad de expresión, y también, por supuesto,
representantes de los medios empresariales.

Esta Comisión tiene el cometido de fiscalizar todo el procedimiento


de otorgamiento para darle transparencia, para controlar que no
haya desviación de parte del gobierno de su potestad legitima
de otorgar frecuencias, pero además, puede opinar respecto a los
interesados que se presentaron.

Al final de mi intervención quiero transmitirles algunas decisiones


de último momento, al límite de la entrada en vigor de la veda que
empieza mañana, para mostrar si se está aplicando debidamente la
legislación aprobada. Porque muchas veces la legislación queda en el
tintero y no se aplica.

A partir de la ley de radiodifusión comunitaria se inició un proceso de


regularización de decenas de emisoras comunitarias que transmitían
desde el año 94 sin autorización. Puedo decirles con propiedad que en
el día de hoy se están firmando los primeros 38 permisos para radios
comunitarias en todo el país, las cuales van a estar regularizadas
y reconocidas en su derecho, al amparo de la ley de radiodifusión
comunitaria. Emisoras que hace 14 años que estaban transmitiendo
y exigiendo que les reconocieran su derecho a existir, están siendo
autorizadas esta semana por parte del gobierno nacional.

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Por otra parte, se ha llegado a completar el proceso de otorgamiento


para tres nuevas radios comerciales, cumpliendo todo este nuevo
procedimiento que les contaba, es decir, transparencia, consultas
públicas, audiencias públicas, opinión de la comisión asesora y
aprobación del Poder Ejecutivo.

Es importante destacar que el Ministerio de Industrias adoptó un


criterio (que espero que se mantenga) aceptando sin discusión las
propuestas que llegaron desde los organismos asesores. Aunque no
tiene obligación, porque no es vinculante la decisión, en los hechos
está haciendo como si lo fuera, atento a la pluralidad e idoneidad de
la integración de esas comisiones y así ha recomendado la decisión del
Presidente de la República de las propuestas tal como llegaron casi sin
análisis.

Por último, se va a aprobar en esta semana una reasignación de


frecuencias para el Servicio de Radiodifusión Nacional, las radios
públicas. Es decir, hay una incipiente política de revisar y fortalecer los
medios públicos reasignando frecuencias para una efectiva cobertura
a nivel de todo el territorio nacional. Por un lado asignando nuevos
canales en localidades importantes del país donde no había servicios
públicos pero también utilizando frecuencias que fueron revocadas a
medios comerciales.

Durante este gobierno se han revocado concesiones a medios


comerciales sin ninguna clase de lío. Entre otras, se han revocado
cuatro permisos en dos mercados importantes como los de Montevideo
y Punta del Este a un grupo económico por fraude impositivo. Una de
esas radios va a ser reasignada para fortalecer el servicio público de
radiodifusión nacional en la ciudad de Montevideo.

Todo este informe que estoy haciendo no supone decir que no falten
cosas por hacer. De hecho, creo que sigue siendo necesario abordar la
revisión del marco general de radiodifusión. En ese sentido en Uruguay
se plantea para el próximo mes de noviembre la presentación de unas
bases para una ley de servicios de comunicación audiovisuales en
sintonía con lo que plantea el presidente del CAC.

140
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

No va a ser una nueva ley que sustituya la ley de radiodifusión de


la dictadura, sino una nueva ley sobre servicios de comunicación
audiovisuales. Las bases van a presentarse públicamente el 17
de noviembre en Montevideo. Y en este sentido quiero felicitar
el trabajo de un argentino que ha colaborado muchísimo como
consultor en todo el proceso de elaboración. Espero que pueda ser
público... pero este argentino fue contratado por un acuerdo entre
la URSEC y el PNUD, como parte de las políticas de readecuación de
la normativa de telecomunicaciones y radiodifusión.

Está aquí presente y se trata del Doctor Damián Loreti, que ha


elaborado una propuesta que va a ser puesta en conocimiento de la
población en esa fecha, por lo menos en sus bases fundamentales. Lo
hará con la compañía del ministro de Industria, Ing. Daniel Martínez,
un representante del organismo regulador, y además con la presencia
de la Dra. Catalina Botero, Relatora Especial para la Libertad de
Expresión de la OEA.

Esto es así porque queremos que desde el comienzo tenga claramente


una fuerte impronta, tal como es el mensaje de aquí respecto al
proyecto de ley que estudia el gobierno argentino, discurso que
comparto y aplaudo, ya que estamos hablando de temas de libertad
de expresión, y estamos hablando de herramientas para fortalecer el
pluralismo y la diversidad.

Felicito el trabajo de Damián, porque es un trabajo excelente. Esto no


quiere decir, y no quiero alentar falsas expectativas, que se va a aprobar
esta ley en este periodo de gobierno. Nadie lo está planteando... pero
sí se quiere adelantar, ante la eventualidad de que la izquierda pueda
ganar un nuevo gobierno para el 2010, un debate que puede ser dado
con suficiente tiempo, sin presiones, para que haya una masa crítica
suficiente como para tomar en el próximo período de gobierno tomar
las decisiones que hagan falta.

Para terminar quiero comentarles un par de noticias más.


La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) ha desarrollado
en el último año y medio una investigación para encontrar las mejores
prácticas en materia de legislación sobre radiodifusión comunitaria
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en unos 30 países de todo el mundo. La semana próxima, el 28 de


octubre, vamos a estar presentando ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) las conclusiones de esa investigación.

También, y es un material que ha estado al alcance de ustedes en


las mesas de entrada, una propuesta de “Principios para un Marco
Regulatorio Democrático para la Radio y la TV Comunitaria” que
cuando lo lean verán que es ampliamente complementaria con los
excelentes y completos 21 puntos que la Coalición ha presentado hace
años como contenido de una ley de radiodifusión.

Se trata de catorce principios que esperamos que orienten la


formulación de una legislación democrática, ya sea una ley genérica
de radiodifusión como una específica para medios comunitarios. De
hecho estoy tratando de convencer a mi colega Josep Carbonell para
que en Cataluña, que va a discutir en los próximos meses una nueva
legislación en materia de radiodifusión comunitaria, puedan tomar
ese documento como una referencia.

En este caso de los principios, la expectativa nuestra al ir a la Comisión


Interamericana es que la Relatoría Especial para la Libertad de
Expresión los tome oficialmente como un estándar interamericano. No
queremos que sea un documento de referencia académico más. Y para
ello agradezco el apoyo de organizaciones muy importantes que han
participado en algunas instancias de la elaboración de estos principios,
y nos va a acompañar institucionalmente en la presentación, como el
caso de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica, aquí
presente. En nombre de Gerardo Lombardi, mi agradecimiento a ALER.

La segunda noticia tiene que ver con otra investigación muy relacionada
con lo que estamos hablando, respecto a como se regula la concesión
de frecuencias de radio y televisión en América Latina. Ya los invito
en forma anticipada, porque parte de las actividades las haremos en
Buenos Aires, en una conferencia en la Universidad de Buenos Aires.

Vamos a contar con la presencia del Relator de Libertad de Expresión


de las Naciones Unidad y la Relatora de Libertad de Expresión de la
OEA, porque vamos a presentar las conclusiones de esa investigación
142
“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

que recoge lo que esta pasando en México, en Centroamérica y en


siete países más de América del Sur. Al siguiente día vamos a trabajar
en estas conclusiones de forma de, en este caso, alimentar el debate
sobre el acceso a los medios como un tema que definitivamente debe
ser quitado de la discusión mercantil y tecnológica para posicionarse
definitivamente en la agenda de la libertad de expresión.

Para terminar ahora sí, quiero plantearles un alerta. Algo decía João
Brant en su intervención.

Es un alerta sobre una situación que ha mostrado señales en varios


países pero que ahora ya se ha hecho pública como iniciativa de la
Asociación Interamericana de Radiodifusión (AIR), que reúne a todas las
gremiales de radiodifusores comerciales de Iberoamérica, que acaba de
plantear en su asamblea en México que se refrenden automáticamente
todas sus concesiones en todo el continente.

De prosperar, significaría un golpe terrible al pluralismo y la diversidad


porque esta iniciativa congelaría la actual estructura de medios, la
actual estructura concentrada de medios.

Y cuidado que es una iniciativa que está vestida de “libertad de


expresión”, y yo creo que parte del alerta es para decir que no se trata
de libertad de expresión, que justamente es todo lo contrario.

Tenemos que convencernos que no podemos regalarles el discurso a


estos sectores concentradores y concentrados... no podemos regalarles
el discurso de la libertad de expresión. El discurso de ellos es la libertad
de empresa. Y el discurso de la libertad de expresión debe ser apropiado
por nosotros, resignificada por nosotros, para que no se confunda más
con el derecho a la impunidad de unos pocos.

Si aceptamos que prospere esta iniciativa de renovación automática


para todos los medios, olvidémonos de hacer algún cambio. Esta es una
pelea que no podemos dejar pasar. Muchísimas gracias.

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J o r n a d a I n t e r n a c i o n a l - B u e n o s A i re s , A rg e n t i n a 2 3 y 24 d e O c t u b re d e 2 0 0 8

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“Los nuevos escenarios de la comunicación audiovisual y el fortalecimiento de la democracia”

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J o r n a d a I n t e r n a c i o n a l - B u e n o s A i re s , A rg e n t i n a 2 3 y 24 d e O c t u b re d e 2 0 0 8

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