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Salamanca, 21 de febrero de 2018

Querida Sofía:
Deseo contarte mi fabulosa experiencia en el Al Andalus. Es un tren muy
grande, cuenta con con restaurantes de lujo, tiendas, salas de conciertos,
cines, teatros, otra salas de encuentro como aquellas para jugar a los naipes.
Estoy encantada por la belleza de los bares, decorados de colores llamativos
como el rojo, oro, azul,con muchos sillones y dos teles por bar.
¡Ahora te describo mi habitación, mejor, mi suite!
Cuando entré, la primera cosa que vi fue la cama a dosel color oro, luego una
gran tele y una nevera dotada de cerveza y pinchos, el armario de una madera
preciosa con decoraciones entallada de la Belle Epoque.
¡Adivina la cosa más fantástica! ¡El baño! Había una bañera con jacuzzi y en la
ducha había la radio,
¿Lo has entendido? He podido elegir la estación que prefería o la canción
mientras que me hacía el champú y luego era todo tan limpio. ¡Parecía estar
en un lugar encantado, casi mágico!
Ahora llega lo bonito: ¿Piensa en un crucero? ¿Cuando tomas el barco y
visitas, siguiendo un itinerario, muchas localidades y ciudades? eso es con el
tren Al Andalus es como hacer un crucero sobre la tierra firme.
Creo que las palabras más significativa para definir este viaje y la ciudades
que he visitado son cultura, arte, hechizo, sabores, colores y alegría.
El viaje duró 7 días, el tren salió de Sevilla. Sevilla cuenta con el casco
histórico más extenso de España en el que hay la Catedral, la Giralda una de
la más grandes Iglesias del mundo, el Real Alcázar, no te puedes imaginar la
paz que regalan lo jardines y finalmente el Archivo de Indias. Antes de subir a
bordo de Al Andalus recorrimos la famosa Plaza de España, después hicimos
el brindis de bienvenida en el tren, cenamos mientras nos dirigíamos a Jerez.
Como primer día fue tan fantástico cuanto cansado.
El día siguiente comenzamos la mañana disfrutando de nuestro desayuno,
había muchas mesas con muchos tipos de comida, un desayuno internacional
“de diez”. Después visitamos una bodega de vino de Jerez donde fue posible la
cata y ¡Tengo que decir que estaba realmente rico! ¡También te habría
gustado! Y antes del almuerzo vimos el espectáculo titulado ‘Como bailan los
Caballos Andaluces’ que es un baile ecuestre con música española. A
continuacion estuvimos en Jerez de la Frontera, una ciudad muy coloreada y
alegre tambíen animada. Y tambíen el segundo día pasó...
El tercer día nuestro tren llegó a Cadiz, ciudad más antigua del Occidente,
donde fuimos libres de visitar lo que queríamos e yo decidí visitar el teatro
romano, el yacimiento arqueológico y el Parque Genovés donde vi la zona más
verde del centro su particularidad es que es todo de una perfecta forma
geométrica, sobretodo los arriates.
El cuarto y el quinto día visitamos Ronda y después Granada. En Ronda visité
Plaza de Socorro y la Plaza de toros, pero nada es equiparable al Puente
Nuevo y a las rocas cavadas por el Guadalquivir. En Granada visitamos la
Alhambra, es como una ciudad rodeada por paredas donde al interior hay
escuelas, tiendas y otro... ¡Pasaron dos horas para verla toda!
¡Lo bonito de Granada llega por la noche! No encuentro palabras para
describirte el hechizo de las luces y la atmósfera...este mágico momento lo
disfrutamos durantes nuestra cena.
El penúltimo día lo pasamos en el tren hasta la estación de Linares-Baeza,
donde esperamos el autobús para visitar Úbeda y Baeza: ambas ciudades
fueron declaradas Patrimonio de la Umanitad por la UNESCO. Cuentan con un
esplendido conjunto monumental compuesto por palacios e iglesias
renacimentales, las iglesias son muy iluminadas y pintadas.
Después hemos vuelto a Córdoba para cenar y el séptimo día, hemos visitado
esta ciudad.
Es imposible no visitar la Mezquita, una de las más maravillosas de toda
Europa, se úbica en el centro de la ciudad y la guía turisica nos ha dicho que
en el 711 fue ocupada al mismo tiempo por cristianos y musulmanes, una cosa
un poco rara, el Alcazar de los pueblos cristianos donde volvimos a vivir la
típica atmósfera de Medio Oriente gracias a los mosaicos y a los jardines.
Después fuimos a dar un paseo por la Judería, el barrio judío, luego cruzamos
el Puente Romano sobre el Guadalquivir, que tiene 240 metros de largo.
Cenamos por la última vez en el tren, hicimos el brindis de fin de viaje como
lo hicimos al principio para la bienvenida, mientras que el tren Al Andalus se
dirigía otra vez a Sevilla.
Después dejar la suite, a las 12:00, pude decir de haber concluido esta
experiencia única que nunca olvidaré.
¡Todo lo que vi, los lugares que visité, las comidas probé y sobretodo las
personas y su alegría, quedrán siempre en mi corazón!
Espero que el proximo viaje lo haremos juntos!
Besos
Sara

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