PROBLEMA DE LAS FUENTES DE LAS OBLIGACIONES.

El artículo 1089 del Código Civil dice que las obligaciones nacen de la ley, de los
contratos y cuasi contratos, y de los actos u omisiones ilícitas o en que intervenga
cualquier género de culpa o negligencia.

El artículo 1900 señala que las obligaciones derivadas de la ley no se presumen, solo son
exigibles las expresamente determinadas en este Código o en leyes especiales, y lo que
esta no hubiere previsto por las disposiciones del presente libro.

Las obligaciones procedentes de los contratos tienen fuerza de ley entre las partes
contratantes y deben cumplirse a tenor de los mismos.

En cuanto a las obligaciones que nacen de los delitos o faltas, el artículo 1092 del Código
Civil las remite al Código Penal.

Las obligaciones extracontractuales que no nacen de delito o falta, se rigen por los
artículos 1902 y siguientes del Código Civil.

LA VOLUNTAD UNILATERAL EN EL CUADRO DE LAS FUENTES DE LAS

OBLIGACIONES Y LA PROMESA PÚBLICA DE RECOMPENSA.

Los autores se plantean si la voluntad unilateral puede ser fuente de las obligaciones. Una
parte de la doctrina tiende a sustituir el contrato como fuente de las obligaciones por la
voluntad unilateral. La otra posición considera la fuerza de la promesa unilateral
únicamente en aquellos casos en que lo exigen los intereses de comercio, como las
ofertas de contrato.

Las promesas públicas de recompensa, el derecho alemán, el suizo, el italiano, admiten

en ciertos casos su eficacia obligatoria. En nuestro derecho la Ley de Consumidores y
Usuarios regula las consecuencias de la publicidad de determinados productos o
servicios, de lo que se deduce la posibilidad de considerar a la voluntad unilateral como
fuente de las obligaciones. Debemos admitirlas cuando sea indispensable para satisfacer
un resultado socialmente deseado e imposible de realizar prácticamente de otro modo.