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DESARROLLO EVOLUTIVO DEL NIÑO DE 4 A 5 AÑOS

Antes de que se dé cuenta, el niño relativamente calmado de tres años de


edad se vuelve un dínamo de energía, con carácter mandón, combativo y de
comportamiento generalmente fuera de los límites. Es posible que se
recuerde de los pleitos y adversidades por las que pasó cuando tenía dos
años de edad. Durante este tiempo también se hace obvio el torrente de
ideas imaginativas que emanan de las mentes y bocas de los niños. Todo este
comportamiento y forma de pensar le ayudarán a su pequeño a crear un
cimiento seguro a medida que emerge al mundo del kínder.

Estos son algunos otros logros a los que se debe estar atento.

Logros de movimiento

 Se para en un pie durante diez segundos o más


 Brinca, da volteretas
 Se columpia, trepa
 Puede saltar en un pie

Logros en destrezas con las manos y los dedos

 Copia triángulos y otros patrones geométricos


 Dibuja a las personas con cuerpo
 Escribe algunas letras
 Se viste y desviste sin ayuda
 Utiliza tenedor, cuchara y (algunas veces) cuchillo de mesa
 Suele encargarse de sus propias necesidades fisiológicas en el inodoro

Logros del lenguaje

 Recuerda parte de una historia


 Habla con oraciones de más de cinco palabras
 Usa el tiempo futuro
 Narra cuentos más largos
 Dice nombres y direcciones

Logros cognitivos

 Puede contar diez o más objetos


 Dice correctamente el nombre de por lo menos cuatro colores
 Comprende mejor el concepto del tiempo
 Tiene conocimiento de lo que se usa cada día en casa (dinero,
alimentos, electrodomésticos)

Logros sociales y emocionales

 Quiere complacer a los amigos


 Quiere ser como sus amigos
 Es más probable que acepte reglas
 Le gusta cantar, bailar y actuar
 Muestra más independencia y hasta puede visitar solo a algún vecino
inmediato
 Está consciente de su sexualidad
 Puede distinguir la fantasía de la realidad
 Algunas veces es exigente, otras es sumamente colaborador

Inspección de la salud del desarrollo

Debido a que cada niño se desarrolla a su propia manera muy particular, es


imposible predecir exactamente cuándo o cómo su niño en edad preescolar
perfeccionará una destreza determinada. Los logros o hitos del desarrollo que
se indican acá le proporcionan una idea general de los cambios que puede
esperar a medida que su hijo crece, pero no se alarme si su desarrollo toma
un rumbo ligeramente diferente. Sin embargo, avise a su pediatra si su hijo
muestra alguno de las siguientes señales de posible retraso del desarrollo
para su grupo de edad.

 Exhibe un comportamiento sumamente temeroso o tímido


 Exhibe un comportamiento sumamente agresivo
 Es incapaz de separarse de sus padres sin emitir mayor protesta
 Se distrae fácilmente y es incapaz de concentrarse en una actividad
individual durante más de cinco minutos
 Muestra poco interés en jugar con otros niños
 Se rehúsa a responderles a las personas en general, o responde solo
superficialmente
 Rara vez recurre a la fantasía o imitación cuando juega
 Parece deprimido o triste la mayor parte del tiempo
 No participa en actividades variadas

 Evita a otros niños y adultos o parece mantenerse apartado de ellos


 No expresa una amplia gama de emociones
 Tiene problemas alimenticios, del sueño o para usar el inodoro
 No puede diferenciar entre la fantasía y la realidad
 Parece inusualmente pasivo
 No puede entender órdenes de dos instrucciones con uso de
preposiciones (“Pon la taza sobre la mesa”; “Toma la pelota de abajo
del sillón”).
 No puede decir correctamente su nombre y apellido
 No usa plurales ni tiempo pasado correctamente al hablar
 No habla sobre sus actividades y experiencias
 No puede construir una torre de seis a ocho bloques
 Parece incómodo al sostener un crayón
 Tiene problemas para quitarse la ropa
 No puede cepillarse bien los dientes
 No puede lavarse ni secarse las manos

ACTIVIDADES PARA NIÑOS DE 4 A 5 AÑOS

El cambio más importante en esta etapa es el ingreso a la vida escolar, en la cual el niño se
enfrentará a nuevos alimentos y rutinas. Para este momento debe ser capaz de comer,
vestirse e ir al baño solo, controlar esfínteres y realizar rutinas de autocuidado sencillas,
como peinarse y lavarse los dientes, bajo cierto grado de supervisión.

Con el comienzo de la vida escolar el niño inicia la lectoescritura y adquiere


responsabilidades propias del colegio. Los padres deben reforzar esta transición con
pequeñas actividades en la casa, como recoger su ropa y zapatos, arreglar los juguetes,
alistar su uniforme y algunas tareas domésticas que no impliquen riesgo para el niño.

Aprender a leer y escribir permite que el niño acceda a internet, por lo que la supervisión
por parte de los padres de los contenidos a los que se accede debe ser más estricta. No
olvidar que las niñeras, empleadas domésticas y abuelos pueden no tener el suficiente
criterio o conocimiento para realizar esta tarea.

La alimentación en esta etapa debe ser rica en frutas, verduras y lácteos, evitar paquetes,
fritos y comidas rápidas. Se debe favorecer la introducción de nuevos alimentos, así no
sean del gusto de los padres. Los niños comen solos.

Los controles médicos deben realizarse en forma anual y deben incluir control de peso y
talla, examen visual, auditivo y odontológico. No olvidar los refuerzos de vacunas de los 5
años, ni la influenza anual.

En cuanto a la motricidad fina, en esta etapa el niño ya puede aprender a hacer cubos y
bolitas con pinza trípode, soltar bolitas en un frasco. Intenta amarrarse los cordones, hace
trazos con líneas y círculos, y agarra con una o dos manos. Tiene mayor precisión en el uso
de herramientas, hace una torre de cubos más precisa y se ata los cordones. Domina el
manejo del lápiz y realiza trazos como rombo, triángulo y cruz.

Es importante establecer rutinas y reglas a la hora de hacer tareas, comer y dormir. No se


debe permitir el juego o los equipos electrónicos durante estas actividades. Se deben
limitar la horas frente a pantallas (TV, computador, tabletas, videojuegos, teléfonos
inteligentes) a máximo 2 horas al día.

A los 5 años puede dar un salto, corriendo; baja escalera alternando pies y la cabeza
permanece erguida, a pesar de inclinación del tronco.

Los padres deben reconocer, en esta etapa, a sus hijos como seres independientes,
capaces de asumir responsabilidades y de expresar opiniones y tomar algunas decisiones.

Dentro de la atención, resuelve problemas simples que involucran relaciones geométricas


y espaciales, sabe de tamaños y secuencias, termina lo que comienza, se levanta con
frecuencia de su silla, habla mucho y se distrae jugando con sus pares, pero comienza
tiempos de atención de 16 a 20 minutos.

En el lenguaje, maneja conceptos ‘en’, ‘sobre’, ‘debajo’, ‘encima’; a los 4 años el sistema
lingüístico se va perfeccionando, con menos errores gramaticales. Aumenta su capacidad
para comprender los sentidos figurados, alejándose de lo literal. Su lenguaje madura y se
adapta al interlocutor y al contexto. Además, alimenta su lenguaje afectivo y utiliza frases,
gestos, comportamientos en el hogar de respeto y cariño. Pide ayuda, se disculpa, saluda,
da las gracias. Los padres deben pedir que asuma estas prácticas con su familia y, poco a
poco, irá interactuando con los demás.

Se debe valorar su crecimiento, avances, logros y talentos. Estimular su autoestima con


frases positivas que resalten la realidad de sus logros. Puede hacerlo con ayuda de fotos
que reflejen su progreso o con tareas sencillas en casa.

El niño acepta un ¡No! como respuesta, pero hay que ayudarle a entender que su punto de
vista es válido sin perder nunca los límites y pautas claras de comportamiento. Hay que
permitirle las equivocaciones y enfocarlo en enseñarle a encontrar soluciones acordes al
error. Así, por ejemplo, si su hijo derrama el jugo en la mesa la solución efectiva será que él
mismo limpie el lugar, aun cuando no lo haga de manera perfecta.

Ayudarles a desarrollar una personalidad segura, autónoma, autocrítica se logra desde los
primeros años, cuando su ambiente es seguro, sano, confiable y correctivo. La salud
emocional de los padres y/o cuidadores sigue siendo fundamental.

Evitar el uso de frases descalificativas sobre él o ella. Los niños en este periodo son más
autónomos y pueden presentar algunas dificultades con el seguimiento de normas. Hablar
siempre de su comportamiento y no de él o ella como persona, ejemplo: “tu manera de
actuar es grosera” es distinto a decir “tú eres grosero”. El niño comprenderá que no es él
un problema sino algunas formas en las que se comporta.

Enseñarle a identificar situaciones de riesgo y asumir comportamientos de protección.


Para este momento nuestros niños han logrado un gran avance en su lenguaje y en el área
social de su desarrollo. Hay que mostrarles, por ejemplo frente a un espejo, su cuerpo y
hablarle del cuidado.

Los padres deben interesarse por sus sueños, juegos en el jardín, amigos, dibujos,
programas favoritos, etc.; sorprenderse con sus ideas y valorar su imaginación. Esto
fortalecerá la comunicación, la empatía y el vínculo afectivo entre ambos.

Ayudarle a autorregularse. La autorregulación es una de las características de la


personalidad fundamentales para la toma de decisiones.

Buscar actividades acordes con su edad, que aporten positivamente en su manera de


percibir y relacionarse con su mundo. Exponerlos a la violencia, contenido sexual explícito
y cuidadores irresponsables alteran su comportamiento.

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