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Módulo I.

Organización política y fuentes del Derecho en Roma

1.0- Introducción. Períodos de la historia romana

El propósito de este curso es el estudio de algunos de los aspectos


más significativos de la vida de un pueblo de la antigüedad, el pueblo
romano, y del tratamiento jurídico que recibieron algunas de estas
manifestaciones, como la política, la familia, la religión, el trabajo y
el ocio, entre otras.

Según la tradición, Roma se


fundó en el año 753 a.C. y
cayó en el 476 de nuestra era,
pero su civilización continuó
en el Imperio de Oriente,
llamado Bizantino,
especialmente hasta la muerte
del emperador Justiniano en el
año 565, a quien se debe la
recopilación más completa del
Derecho romano llamada
Corpus Iuris “Civilis”.

El Corpus Iuris Civilis es la


principal fuente para el
conocimiento del “Derecho
romano de los romanos”, y en
él se inspiran la mayoría de
los actuales Códigos civiles del
continente europeo, por lo
que sigue teniendo sentido
estudiar el derecho romano en
pleno siglo XXI.

Otras importantes fuentes para el conocimiento de la Roma antigua


(vida cotidana y normas) son, además de los constantes hallazgos de
la arqueología (vasijas del ajuar doméstico, utensilios de caza,
monedas, pinturas y relieves, inscripciones en sarcófagos,...), las
fuentes literarias. Así, las obras de los historiadores, poetas o
retóricos de la época republicana (Catón, Plauto o Cicerón, por poner
sólo algunos ejemplos) e imperial (Plinio "el Viejo", Varrón, Tito Livio,
Suetonio, Virgilio, Horacio, Ovidio, Marcial, Juvenal, Séneca o
Quintiliano, entre otros).

La amplitud del período nos obliga a hacer una periodificación,


dejando claro que los límites entre las diferentes épocas a veces son
imprecisos. Así, los trece siglos de historia comprendidos entre el 753
a. C. y el 565 d. C., los dividimos en cuatro grandes épocas: época
arcaica; época clásica; época postclásica y época justinianea.

Nos centraremos en este


curso sobre todo en la época
clásica (sin olvidar la
importancia de las otras),
pues es el momento de
máximo esplendor de Roma
desde el punto de vista
económico, social y político,
así como el más brillante de
su ordenamiento jurídico.
En cada una de esas épocas los ciudadanos romanos se rigieron por
una determinada forma de gobierno, lo que condicionó sus fuentes de
producción de normas. Como en cualquier momento histórico, la
forma política de un Estado condiciona enormemente las normas por
las que se regirá (las leyes y la vida cotidiana son muy diferentes
bajo una dictadura o bajo un sistema parlamentario, por ejemplo).
Cronología básica de la Historia de Roma

753 a.C. Fundación de Roma

750 Comienza el período de los siete Reyes

509 Los romanos ponen fin a la Monarquía e instauran la República

343-290 Guerras entre romanos y samnitas

272 El dominio de Roma se extiende hacia el sur de la Península Itálica

264-241 Primera Guerra Púnica entre romanos y cartagineses

218-202 Segunda Guerra Púnica

149-146 Tercera Guerra Púnica. Destrucción de Cartago

148 Macedonia, provincia romana. Avance de la conquista de toda Grecia.

130 Promulgación Ley Ebucia que introduce el procedimiento formulario

58 Se inicia la conquista de la Galia

46 Comienza la dictadura de Julio César

44 Asesinato de Julio César

30 Suicidio de Marco Antonio y Cleopatra: Anexión de Egipto

27 Octavio es proclamado Augusto. Inicio del Imperio romano

19 Concluye la conquista de Hispania

12 d.C. Las fronteras del Imperio se sitúan entre los ríos Rhin y Danubio

43 Claudio inicia la conquista de Britania.

64 Incendio de Roma por Nerón

68 Muerte de Nerón. Guerras por la sucesión

98 Trajano es proclamado emperador

135 Toma de Jerusalén

212 El emperador Caracalla otorga la ciudadanía a todos los hombres libres.

230 Inicio de anarquía política. En 50 años se suceden 22 emperadores.

313 Edicto de Milán: libertad de culto

330 Bizancio refundada como Constantinopla, capital oriental

395 Muere Teodosio y el imperio romano se divide entre sus dos hijos:

410 Arcadio emperador de Oriente y Honorio, emperador de Occidente.

476 Los visigodos saquean Roma. Fin del Imperio Romano de Occidente.

527-565 Justiniano, emperador en Constantinopla. Elaboración del Corpus Iuris Civilis


1.1- Monarquía: costumbre y leges regiae

La mitología romana cifra


el origen de Roma en el
héroe troyano Eneas, de
cuya descendencia nacerán
Rómulo y Remo,
fundadores de la ciudad en
siete colinas que se
levantan sobre una zona
pantanosa atravesada por
el río Tíber, a 25
kilómetros del mar.

Se considera que Roma fue


fundada en el año 753
antes de Cristo, algo que
cuestiona la arqueología
moderna (y de lo que ya
dudaban los propios
historiadores romanos)
que ha encontrado restos
del siglo X, aunque se
trata de vestigios de
chozas de madera en la
cima de algunas de sus
colinas y de
enterramientos en las
zonas pantanosas
limítrofes.

Los primeros pobladores


fueron agricultores y
ganaderos latinos
fusionados con sabinos,
sobre los que se impuso
pronto la influencia y el
sistema monárquico de los
etruscos.

La denominación de cada una de las formas políticas de la historia de


Roma (monarquía, república, principado y dominado) nos indica en
gran medida en qué consistieron. Así, la época arcaica se iniciará con
la monarquía, es decir, que todo el poder estaba en manos de una
sola persona sobre la que recaía desde la facultad de dictar normas, a
dirigir el culto o comandar las legiones.

Durante la monarquía,
la fuente del derecho
por excelencia, además
de las posibles leyes
dictadas por los reyes
(leges regiae), era la
costumbre, entendida
ésta como el modo
habitual de dar
respuesta a un
determinado problema
derivado de las
relaciones entre
particulares.

El Senado, formado por


los patricios,
descendientes de los
fundadores de la
ciudad, siempre tuvo
un papel importante en
el Estado romano.
Tenía un papel
consultivo y ratificaba
la elección del rey.
A menudo eran elegidos como
reyes los maridos de las hijas de
los anteriores monarcas.

Pero no podemos describir en


detalle cómo eran la vida y las
normas en época monárquica,
pues disponemos de muy pocos
testimonios escritos de aquella
época. No podemos dar
demasiado crédito a los
comentarios que se harán muy
posteriormente sobre las
costumbres antiguas, por ejemplo
al que hace Polibio sobre las
mujeres y el vino (ver
comentario).

Según la leyenda, la caída de la


monarquía (509 a.C.) se debió al
rechazo que produjo la violación,
por parte del rey Tarquinio el
soberbio (o por permitirlo), de la
joven Lucrecia, después de
gobernar con mano de hierro la
ciudad.

1.2- La República romana

La República, como su propio nombre indica, era una forma de


gobierno en la que todos los individuos participaban, de un modo u
otro, en la gestión de la cosa común (en latín res- rei significa cosa).
Estuvo en vigor hasta el 27 a. C.
Las mujeres y los
esclavos estaban
excluidos de la
participación
política, no
podían ser
electores ni
elegibles. Eran
los ciudadanos
libres los que
participaban en
la "cosa común"
en torno a tres
importantes
núcleos de
poder:
Asambleas
populares,
magistraturas y
senado.

A través de las primeras (llamadas comicios), los ciudadanos


romanos (varones y púberes, es decir, de más de 14 años) eran
consultados acerca de cuestiones tan importantes como la elección de
los magistrados y la votación de las leyes.

Aunque cada ciudadano emitía su voto, lo hacía dentro de un grupo o


centuria, el mismo en el que participaría en el caso de campaña
militar. El voto relevante era el del grupo (en total eran 193 centurias
las votantes). A la hora de votar, la regla era que una vez conseguida
la mayoría absoluta, que se lograba cuando votaban las primeras
centurias del censo (las más favorecidas económicamente), concluía
la votación, por lo que las clases bajas salían desfavorecidas, ya que
ni siquiera llegaban a votar.
Sin embargo, era fundamental la
participación de los plebeyos en las
batallas que
ue Roma mantenía y que
permitían su expansión territorial
(victorias sobre los samnitas y sobre
las colonias griegas del sur de Italia,
contacto que enriqueció culturalmente
a los romanos, pero después
conquista de toda Italia, victoria
frente a Cartago y expansión por todo
el Mediterráneo). Esto hizo que la
plebe reivindicase y finalmente
consiguiese tener su propia asamblea
(el concilium plebis),), en la que se
votaban unas normas llamadas
plebiscitos que desde el año 286 a. C.
fueron vinculantes para todos los
ciudadanos (patricios y plebeyos).

Por tanto, además de la costumbre, que es fuente de derecho en


todas las épocas de la historia romana, durante la República
contamos con dos fuentes más: las leyes comiciales y los plebiscitos.
Unas y otros servían para regular los más variados aspectos de la
vida de los ciudadanos romanos (cuestiones realcionadas con el culto
a los dioses, aspectos de la familia y las relaciones entre sus
miembros, espectáculos públicos ...).
Las magistraturas eran la
manifestación del poder
ejecutivo. Para evitar la
desprestigiada monarquía, la
República creó las distintas
magistraturas que se hacían
cargo de las funciones del
Estado:

• Cónsules que
comandaban las
legiones.
• Pretores, encargados
de administrar justicia.
• Censores, ocupados
en elaborar el censo de
los ciudadanos
romanos incluyéndolos
en diferentes
categorías según su
nivel patrimonial
(criterio timocrático), lo
cual es relevante, no
sólo a efectos de votar
en la asamblea, sino
también de participar
en las campañas
militares.
• Cuestores , encargados
de fiscalizar las cuentas
públicas
• Ediles, que velaban
por la equidad en los
intercambios
comerciales.

Todas las magistraturas tenían las siguientes características


comunes:

-Colegialidad, es decir, que había al menos dos personas en el


mismo cargo con derecho de veto cada una respecto de las
decisiones de la otra.
-Anualidad, en tanto que el cargo duraba sólo un año, para que
nadie pudiera perpetuarse en el poder (excepción hecha de los
censores que se elegían cada cinco años para desempeñar su tarea
de elaboración del censo en el plazo de 18 meses).
-Gratuidad , ya que el desempeño de estas funciones era sin
remuneración económica alguna, sino meros “honores” (por ello al
desempeño de distintas magistraturas se le llamó “cursus honorum”).

Entre los distintos magistrados a los que se ha hecho referencia,


destacan por su importancia para el Derecho los ediles y, sobre todo,
los pretores.
Los pretores, en su tarea de Gracias a esta labor del
administrar justicia, pretor, el originario ius
llegaban a ser fuente del civile romano, caracterizado
Derecho, pues tenían la por su formalismo, se fue
facultad de dictar normas, enriqueciendo, dando
los edictos, bandos en los respuesta a nuevas
que exponían los situaciones prácticas, sobre
instrumentos de carácter todo teniendo en cuenta la
procesal (acciones, enorme expansión territorial
excepciones, interdictos,…) que experimentó la
a los que podrían acogerse República. Ejemplos.
los particulares para hacer
valer sus derechos. Para
ello, el pretor solía recoger
la tradición de pretores
anteriores (a esta parte del
edicto se le llamaba pars
traslaticia), pero otras
veces incorporaba
mecanismos nuevos (pars
nova).
Un último órgano de poder
dentro de la República lo
constituía el Senado o,
como su nombre indica,
asamblea de senex,
ancianos, personas que
por su experiencia eran
portadoras de auctoritas o
lo que los romanos
consideran “prestigio
socialmente reconocido”.
Frente al carácter anual de
las magistraturas, los
senadores eran el órgano
político que aportaba
estabilidad a la República.
Éstos emitían unas
disposiciones denominadas
senadoconsultos en las
que respondían a
consultas que les dirigían
los magistrados acerca de
la oportunidad de iniciar
una guerra, celebrar un
tratado internacional …;
también sobre cuestiones
de política económica y
financiera. Los
senadoconsultos, aunque
no eran fuente del
Derecho en la república,
eran generalmente
observados, como se ha
dicho, por el prestigio o
auctoritas de los
senadores.

Concebida así la República como equilibrio de poderes, vino a ser la


materialización del ideal griego de forma política consistente en una
mixtura (se habla de "constitución mixta") de las distintas formas de
gobierno posibles: democracia (representada por las asambleas
populares: comicios y concilios de la plebe), monarquía (representada
por las magistraturas) y aristocracia (representada por el senado).
Así se recoge en un famoso texto de Polibio, historiador griego del
siglo II a. C.

Otra fuente del Derecho a la que hay que hacer referencia es la


jurisprudencia; en realidad la fuente esencial del Derecho romano.
Consiste ésta en la "ciencia del Derecho", y no en el conjunto de
sentencias dictadas por un alto tribunal, como la entenderíamos en
nuestros días.

¿Quiénes son los juristas?

Los juristas durante la época republicana son simples particulares


que por su auctoritas, prestigio derivado de su linaje y de su talante
moral, están legitimados ante sus conciudadanos para dictaminar
acerca de cuestiones jurídicas; y ello guiados siempre por el principio
de búsqueda de la justicia y la equidad.

El prestigio social (más que el respaldo estatal) hace que cuando


ellos dictaminan acerca de un conflicto de intereses entre
particulares, o acerca de cualquier otra cuestión jurídica, esta
respuesta sea tenida en consideración por los órganos encargados de
administrar justicia.
Los juristas van creando derecho en sus tareas de respondere, cavere
y agere, y encontrando soluciones aplicables por analogía a nuevos
problemas planteados por la realidad:

respondere = emisión de
dictámenes.
cavere = asesoramiento a
los particulares acerca de
cómo redactar documentos:
contratos, testamentos,
entre otros.
agere = facultad de asesorar
acerca de cómo iniciar un
proceso, indicando los
medios procesales
existentes al respecto.

La jurisprudencia es una fuente directa o inmediata del Derecho,


ya que los juristas al dar respuestas que luego son invocadas ante los
jueces acerca de casos concretos van creando Derecho. Pero también
es una fuente mediata o indirecta, al influir tanto en la
interpretación de otras normas (leyes, plebiscitos,...) como en su
propia creación (los juristas, como técnicos del Derecho, asesoran a
pretores y ediles cuando promulgan sus edictos).

Del Derecho romano se dice, pues, que es, ante todo, un Derecho de
juristas. Ahora bien, como decimos, la aportación de los grandes
juristas clásicos radica sobre todo en el tratamiento magistral de los
casos concretos y menos en la elaboración de conceptos abstractos.
El Derecho romano es, a diferencia de los modernos ordenamientos
jurídicos del continente europeo, un Derecho casuístico.

En resumen, las fuentes del Derecho de las que nacieron normas


que regularon la vida cotidiana de los romanos durante la República
fueron las siguientes:

1. la costumbre.
2. las leyes comiciales.
3. los plebiscitos.
4. los edictos de los pretores y ediles
5. la jurisprudencia.
6. Las XII Tablas.
Las XII Tablas fue la
primera recopilación del
Derecho romano, que se
hizo en el año 451 a. C. a
instancias de la clase
plebeya. En realidad, se
trata de una recopilación
de las costumbres acerca
del modo de resolver
conflictos de intereses
entre particulares
derivados de las
relaciones de vecindad,
derecho de familia,
sucesiones, y de los
modos de hacer valer los
derechos, entre otras.
Estas normas hasta
entonces se habían
transmitido de generación
en generación oralmente.
Tenerlas por escrito era
una garantía para los
plebeyos que, de este
modo, ponían freno a la
arbitrariedad de la clase
patricia; la encargada de
su interpretación y
aplicación.

Cuanto venimos diciendo, la pluralidad de fuentes de producción del


Derecho en Roma, justifica el titulo de este curso en el que hablamos
de normas y no de leyes. Subrayamos la palabra norma para llamar
la atención acerca del hecho de que, como se ve, fueron muchas y de
distinta procedencia las normas que rigieron la vida cotidiana de los
romanos, en todos sus aspectos.

Aunque existieron leyes (como las leyes comiciliales, procedentes del


comicio centuriado, o la ley de las doce tablas), hubo otras fuentes
del Derecho, como ya hemos dicho: plebiscitos, edictos, costumbres,
jurisprudencia...

Con los rasgos descritos, la República pervivió hasta el año 27 a. C.


en que sería sustituida por el Principado. La transición entre una
forma política y otra estuvo marcada por distintos acontecimientos
políticos convulsos que aquí solo podemos citar someramente:
revolución de los Gracos; rebelión de Italia; dictadura de Sila;
rebelión de Espartaco, primer triunvirato; dictadura de César;
guerras civiles; segundo triunvirato ..., consecuencias de la crisis
interna vivida por la República en sus últimos años debido a
distintos factores :

- El distanciamiento de los frentes bélicos, que exigía frecuentes


ausencias de los magistrados con el consiguiente abandono del
gobierno central. (Repásense en la cronología las principales
campañas militares que hicieron de Roma un gran imperio).
- La invasión de modas y costumbres griegas (conquista de Sur de
Italia, Grecia y Asia Menor en los siglos III y II a. C.) que, entre otros
efectos muy positivos, supuso una relajación de la austeridad y moral
tradicionales (lo veremos, por ejemplo, en materia de familia:
celebración de menos matrimonios, aumento divorcios, descenso de
la natalidad). Augusto, en el Pricipado, se vería obligado a dictar
leyes para restaurar esa "maltrecha" moral tradicional romana). La
vida cotidiana, el ocio, la literatura o el teatro se vieron muy influidos
por la cultura griega.
- El aumento del número de ciudadanos. La República romana fue
una "democracia asamblearia" (mientras que las democracias
actuales son "representativas"). Con un número muy elevado de
cudadanos, muchos de ellos lejos de Roma, el sistema asambleario
era ineficaz para gobernar la ciudad y sus dominios.
- Aumento de las desigualdades sociales. Las conquistas y el
desarrollo comercial favorecieron la desigualdad entre ricos y pobres.
La aristocracia romana solo aceptó a la fuerza las reivindicacione de
la clase plebeya, con las consiguientes luchas sociales.
-Desproporción entre el sistema administrativo republicano, pensado
para una ciudad, y el inmenso territorio conquistado, que precisaba
de nuevas soluciones.

Fragmento del film Espartaco de Stanley Kubrick.

1.3- El Principado

Cansado de guerras civiles, el pueblo de Roma aceptó un nuevo


modelo político que garantizaba la estabilidad frente a la crisis del
sistema republicano (dictaduras, triunviratos,...). La habilidad de
Octavio Augusto y su personalidad camaleónica le permitieron
presentar su poder casi omnímodo como una fórmula para conseguir
la deseada “pax romana”
romana” de forma que pareciese la continuación de
la República.

Durante el
el
Principado,
Roma
logra,
además de
la paz
interior,
una
enorme
expansión
exterior,
junto a un
verdadero
esplendor
cultural y
un
desarrollo
económico
sin
precedente
s, pero al
precio de
una
importante
pérdida de
libertad
para los
ciudadanos
romanos.

Vídeo sobre los romanos del siglo I d.C.

Aunque formalmente
ormalmente se mantiene la organización constitucional de la
República (asambleas, magistraturas y senado) de hecho, la mayoría
de las funciones que antes recaían sobre estos órganos de poder,
empiezan a ser desempeñadas por el emperador. Para ello éste se
rodea de un enorme aparato burocrático (Cancilllería imperial).
Se podría hablar de subsistencia formal de la organización
constitucional republicana aunque con una pérdida "de facto" del
poder y contenido de sus órganos de gobierno.

Sobre Octavio, la persona con la El sobrenombre de “Augusto” hace


que se inicia esta forma política, referencia al término auctoritas y
más generalmente conocido como está en consonancia con el modo
Augusto, recaerían facultades tan en que este personaje quiso
importantes como la tribunicia presentarse ante la opinión
potestas, el imperium pública del momento para evitar
proconsulare maius. Se erige, ser calificado de dictador, como le
asimismo, en Pontifex maximus. A había ocurrido a su padre
través de su mujer, Livia, iniciará, adoptivo Julio César y, en
de hecho, una dinastía de consecuencia, ser rechazado por
emperadores, la dinastía Julio- unos ciudadanos romanos que se
Claudia. mostraban contrarios a las formas
de gobierno despóticas.

Octavio Augusto se define a sí mismo como un magistrado más de la


República (en su obra Res Gestae, considerada su testamento
político) con la misma potestas que el resto de los magistrados a los
que sólo había superado en auctoritas.
El emperador era, desde el punto de vista oficial, el “primer
ciudadano de la República entre muchos otros que son iguales”. Él
era el princeps, un primum inter pares. De ahí que a esta forma de
gobierno se la conozca como Principado (o Alto Imperio).

Fuentes del derecho durante el Principado

Durante esta etapa continúan siendo fuentes del Derecho todas las
anteriores, ya mencionadas en la época republicana (leyes
comiciales, plebiscitos, edictos de los pretores y ediles,
jurisprudencia), aunque algunas entran en decadencia, como ocurre
con las leyes comiciales, pues cada vez se toma menos en cuenta la
opinión del pueblo.

Pero además, aparecen otras propias de la nueva forma política: las


constituciones imperiales y y los senadoconsultos, que junto con las
demás fuentes del Derecho, regularán la vida cotidiana de los
antiguos romanos.

Las constituciones imperiales eran las disposiciones emanadas de


la Cancillería Imperial, redactadas por los juristas que trabajaban en
ella. Podían ser de distinto tipo:

epistulae - instrucciones a funcionarios


sobre la interpretación del Derecho
decreta - resoluciones dadas cuando el
emperador actuaba como juez
edicta - bandos como los promulgados por
los magistrados
mandata - órdenes dirigidas a los
funcionarios
rescripta - respuestas de la cancillería
imperial a consultas de los particulares
sobre casos prácticos de Derecho privado,
elaboradas por juristas de la cancillería, de
acuerdo a la jurisprudencia anterior. Eran
las disposiciones imperiales más
importantes.

En apariencia, el Senado cobra importancia, pues las normas


dictadas por éste ("senadoconsultos") comienzan a ser reconocidas
como fuente del Derecho, al contrario de lo sucedido en la República.
Algunos historiadores han llegado a definir el sistema del principado
como una "Diarquía", o poder compartido entre el emperador y el
Senado.

Pero en la práctica se trataba de


una monarquía enmascarada, un
protectorado de Augusto, algo que
se acentuó con los emperadores
posteriores, que utilizaron el
asesinato y el terror para imponer
su voluntad frente a los
aristócratas insumisos.
Tristemente célebres fueron
Calígula o Nerón, así como
algunas de las sanguinarias
consortes de los emperadores
mperadores de
la dinastía iniciada por Augusto
(Mesalina, Agripina).

La moral pública y la forma de vida cambiaron, desde la libertad


absoluta de la que presumían los ciudadanos republicanos, hasta la
aceptación de una nueva moral, la estoica, más en c consonancia
onsonancia con
las nuevas fórmulas de poder y con las corrientes religiosas que
llegaban de Oriente (Mitraísmo,
( Cristianismo).
smo). Y naturalmente, estos
hechos, como otros acontecimientos históricos, influyeron en el
Derecho, que en Roma fue una especie de traje a medida que se
adaptó continuamente al cuerpo social.

De todo ello se puede concluir (como ya hiciera muy acertadamente


acertadamen
el alemán Fritz Schulz) que “Roma, que es el pueblo del derecho,
no es el pueblo de la ley",
ley", pues las leyes sólo muestran una parte
de la enorme riqueza reguladora del Derecho romano, que todavía
hoy nos sigue sorprendiendo.
Los emperadores del principado se
sucedieron a lo largo de más de
dos siglos. Sin embargo, los
ciudadanos romanos hubieran
rechazado una monarquía
hereditaria, y la fórmula utilizada
fue la adopción testamentaria: el
emperador saliente adoptaba a su
sucesor como hijo en su
testamento; si esta designación
contaba con el refrendo del
senado y el de las legiones, el
designado se convertiría en el
siguiente emperador.

El principado vivió momentos de


esplendor y paz alternados con
épocas bélicas y difíciles, y pudo
mantenerse, aproximadamente,
hasta el año 230 d. C.

Lista de los emperadores de la época del Principado.

1.4- Dominado o Bajo Imperio


Tras la muerte del último
emperador de los Severos
(235) comenzó una anarquía
que llevó al Imperio al borde
del abismo. La inestabilidad
política se extendió al ámbito
económico, social y cultural.
Los derroches y abusos de
algunos emperadores
anteriores, como Caracalla,
prepararon el camino hacia la
crisis.

La presión de los pueblos extranjeros (bárbaros) se hizo incontenible


en Oriente (persas) y en el Norte (germanos). En política interior el
problema sucesorio se agudizó.

Los jefes militares que pasaban calamidades en el Limes (frontera


exterior del Imperio) aguantaban poco tiempo en su puesto y pronto
conspiraban contra el Emperador hasta que lo asesinaban o
suplantaban, a la espera de que otro militar ambicioso volviera a
intentarlo. En medio siglo (235-284) gobernaron en Roma 22
emperadores.
Lista de emperadores y gobernantes romanos durante la crisis del
siglo III.

La situación económica era igualmente angustiosa. La inflación


alcanzó cotas inimaginables. Se alteró la cantidad de metal precioso
que contenían las monedas, por lo que perdieron valor. Se
abanonaron las ciudades cuando el comercio empezó a ser ineficaz, y
cuando los impuestos hicieron inviable cualquier negocio. El imperio
se ruralizó, pero los campos eran devastados por continuas
incursiones de los bárbaros.

La liberación de esclavos se generalizó, lo que en realidad fue una


mala noticia para ellos, pues se quedaron sin sustento, obligados a
vagar por los campos o a trabajar como colonos, modo de vida que
fue el antecedente de los siervos medievales.
El gran desarrollo tecnológico de los romanos (largo vídeo opcional)
se estancó, debido tal vez a la existencia anterior de tantos esclavos,
que había permitido la utiliyación de una barata mano de obra, en
vez de fomentar avances tecnológicos significativos que permitiesen
el aumento de la productividad.
El estancamiento tecnológico en el aspecto militar tuvo una
consecuencia catastrófica para el Imperio: seguían siendo necesarios
muchos soldados para contener a los bárbaros, un gasto creciente al
que la hacienda imperial apenas si podía hacer frente, lo que
provocaba descontento en el ejército y, finalmente, nuevas
conspiraciones, en un círculo vicioso imposible de parar.

Tras unos intentos


fallidos (Aureliano,
Tácito, Probo) se
logró con Diocleciano
establecer un orden
duradero. Este nuevo
orden estatal era una
verdadera monarquía
absoluta, de ahí que
al régimen político
del Bajo Imperio se
le conozca con el
nombre de
Dominado.

El emperador pasó de
ser el primer
ciudadano (princeps)
a ser un soberano
absoluto (dominus).
Ya no se puede
hablar más de
continuación de la
libera res publica.
El senado y las magistraturas siguieron existiendo, pero apenas si
tenían relevancia en la vida política. La posición soberana del
emperador se reflejaba en los signos exteriores (diadema, vestidos
de púrpura) de origen oriental y, sobre todo, en el culto divino al
emperador. Después de que Constantino elevara el cristianismo a
religión oficial, se miró la autoridad absoluta del emperador como
emanada de Dios, una fórmula más para fortalecer su poder.

El modelo político iniciado por Diocleciano fue el de un Estado


coactivo, tanto en el plano político como en el económico y social, y
su presión impedía en muchas ocasiones el dinamismo que siempre
había tenido Roma en todos esos aspectos.

Este modelo se concretó en los siguientes cambios:

1. Reforma del poder imperial: La tetrarquía. Diocleciano organizó el


gobierno del Imperio sobre la coexistencia de cuatro emperadores,
dos Augustos (supremos emperadores de oriente y occidente) y dos
Césares (emperadores menores, cada uno colaborador de un Augusto
y con derecho a sucederle), aunque en la práctica conservó él la
primacía, y resolvía el problema sucesorio.

2. Imposición de una forma de gobierno que se podría calificar de


"absolutismo orientalizante". El emperador se comportaba como
un monarca absoluto por encima del Derecho.
3. Reorganización territorial. El territorio fue dividido en
praefecturas, diócesis y provincias, para racionalizar su
administración.
4. Reorganización militar. Diocleciano restauró la disciplina militar
para evitar guerras civiles. Se reclutaron mercenarios bárbaros
para servir en las legiones romanas (esto habría sido impensable en
la República en la que participar en el ejército era concebido como un
deber cívico). Así se logró fortalecer al ejército romano y aminorar las
tensiones entre los pueblos de fuera del Imperio, pero Roma fue
perdiendo el control. Se podría decir que la "invasión de los bárbaros"
fue casi siempre pacífica.
5. Reorganización de la economía. Diocleciano intentó atajar la
crisis económica controlándola minuciosamente desde el poder.
Incluso intentó controlar la inflacción estableciendo una larga lista de
precios para los bienes y servicios (Edicto de precios), primer
ejemplo de la historia de "dirigismo" o "intervencionismo estatal"
frente al tradicional "liberalismo" romano en que el poder influía muy
poco en el libre juego de la economía. Constantino el Grande
continuó la reforma económica con medidas monetarias (aumento de
la ley de la moneda) y redoblando la presión fiscal, lo que provocó, a
la larga, un mayor empobrecimiento.
6. Reorganización social. Diocleciano y sus sucesores asignaron
una función obligatoria para cada grupo social ("sociedad
estamental"). El funcionariado y las demás profesiones se hicieron
hereditarias (sistema de castas cerradas y difícil cambio de
profesión). Los agricultores o colonos quedaron adscritos a la tierra,
que no podían abandonar, lo que dio lugar a los "siervos de la gleba"
de la Edad Media, condición que se mantuvo hasta las revoluciones
liberales de comienzos de la Edad Contemporánea.

Lista de emperadores romanos desde Diocleciano.

Fuentes del Derecho en esta época fueron:

1. La costumbre, práctica jurídica observada ampliamente por el


pueblo.

2. Leges generales emanadas de la voluntad imperial (a partir de


Constantino los emperadores comenzaron a promulgar leyes
generales, como las de los legisladores modernos con una
introducción como las actuales "exposiciones de motivos", y un
conjunto de reglas jurídicas impuestas a la sociedad - la actual "parte
dispositiva".

3. Ius vetus. El Derecho romano clásico se mantuvo y fue respeteado


como Derecho antiguo. Ahora bien, muchos textos fueron alterados,
bien para adaptarlos a las nuevas necesidades, bien, simplemente,
por falta de conocimientos técnicos para entender un Derecho que
resultaba demasiado difícil.

1.5- Época justinianea

La ciudad de Roma fue


conquistada por Odoacro el
año 476, pero su imperio
pervivió en Oriente, que
desde hacía casi un siglo
gozaba de un poder
autónomo establecido en
Constantinopla, la nueva
capital fundada por el
emperador Constantino
sobre la antigua colonia
griega de Bizancio.

Las razones de la supervivencia del Imperio Romano de Oriente


(nombre oficial del Imperio Bizantino) fueron las siguientes:

- Una diplomacia sofisticada, respaldada por un ejército poderoso y


de dimensiones adecuadas.
- Una administración basada en el derecho romano, enriquecida por
la cultura griega.
- El poder absoluto del emperador en alianza con la Iglesia
(Cesaropapismo y respaldo mutuo).
- Economía saneada gracias al control de las rutas comerciales y a la
fortaleza de su moneda de oro, el sólido.
- Solidez de la ciudad de Constantinopla, que resistió los ataques
exteriores durante más de mil años.

A lo largo de la larga historia del Imperio Bizantino destacaron


algunos momentos de esplendor que mantuvieron en pie la idea de
recuperación de todo el imperio y de unidad comercial del
Mediterráneo, al menos hasta la irrupción del Islam. (Vídeo resumen
sobre el Imperio Bizantino).
Particularmente
importante fue el de
Justiniano, durante
cuyo mandato se llevó
a cabo la elaboración
del Corpus Iuris
Civilis , a través del
cual conocemos gran
parte del Derecho de
Roma.

Justiniano fomentó el
desarrollo artístico, y
el mayor testimonio de
ello sigue siendo la
fabulosa basílica de
Santa Sofía de
Constantinopla.
Intentó la
Recuperatio
imperii, es decir,
reconquistar todo el
Imperio Romano,
para lo que contó
con notables
colaboradores, entre
ellos su
propia mujer,
Teodora, y los
generales Narsés y
Belisario.

Pero también tuvo que enfrentarse a


importantes revueltas interiores, como la de
Nika, cuya explosión se produjo a partir de una
disputa en el circo, lo que muestra la pasión
que los bizantinos tenían por las carreras de
caballos.
Justiniano estaba convencido de que uno de los soportes de la
grandeza de Roma había sido el Derecho y de que, para restaurar el
Imperio, era necesario compilar y actualizar todo el Derecho romano.
Por ello mandó elaborar el ya mencionado Corpus Iuris Civilis. Esta
magna obra se compone de las siguientes partes:

Digesto o
Pandectas: Recoge
más de 9000
fragmentos de la
jurisprudencia
clásica (sobre todo
la época tardía, con
indicación del autor
y el libro donde se
publicaron) por lo
que es la parte más
importante y
extensa del Corpus,
la principal fuente
para el
conocimiento del
pensamiento de los
juristas
romanos, y el libro
jurídico que más
influencia ha tenido
en toda
la historia. Se
compone de 50
libros divididos en
títulos.
Código: Colección
de normas
jurídicas emanadas
de los emperadores
(rescriptos de los
emperadores del
Principado y de
Diocleciano, y leyes
generales de los
emperadores del
Dominado). Se
compone de 12
libros divididos en
títulos y éstos en
constituciones
imperiales,
generalmente
con fecha y nombre
del emperador.
Instituciones:
Manual docente y
elemental al que se
le otorgó
valor normativo;
esto es, se declaró
alegable ante los
tribunales.
Las Novelas: leyes
nuevas promulgadas
por el propio
Justiniano durante
su mandato.

Después de la caída del Imperio romano de Occidente (476 d. C.), y


de la muerte del emperador Justiniano en Oriente (565 d.C.), el
Derecho romano dejó de renovarse pero persistió como "monumento
de la Antigüedad" hasta nuestros días; en unos momentos como
Derecho directamente aplicable, en otros, a través del Derecho
moderno inspirado en él.
En efecto, el Derecho romano recogido en el Corpus Iuris
Civilis, especialmente en el Digesto, redescubierto en el siglo XI,
momento de resurgir económico y cultural en toda Europa, y
consiguiente nacimiento de las universidades (Bolonia), fue acogido y
estudiado por los glosadores medievales (destacó la escuela de
Bolonia). Desde entonces se mantendría vivo su estudio en el
Renacimiento y hasta la Edad Contemporánea, donde sus principios
sirvieron como base o punto de partida para el ordenamiento jurídico
actual.

Bibliografía y direcciones de internet, generales del curso

Adkins, Lesley, roy, Los romanos. Cultura y mitología. Singapur,


Taschen, 2008.

Arias Ramos, J. Arias bonet J. A., Derecho romano, vols. I y II,


Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid 1997.

Báguena i Maranges, N., “ La alimentación en la antigua Roma” en


Salas-Salvadó, J., García-Lorda, P. y Sánchez Ripollés, J.M. -Coords.-
, La
alimentación y la nutrición a través de la Historia . Barcelona , Ed.
Glosa, 2005.

Brown, P., Veyne, P. y otros, Historia de la vida privada. Tomo 1. Del


Imperio Romano al año mil . Madrid, Taurus, 1987.

Carcopino, J., La vida cotidiana en Roma en el apogeo del Imperio ,


Madrid, Ediciones Temas de hoy, 2001.

Castillejo,j., Historia del Derecho romano. Política, doctrinas,


Legislación y Administración , Madrid, 2004.

Castresana, A., Catálogo de virtudes femeninas , Madrid, Tecnos,


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Churruca, J.-Mentxaka, R., Introducción histórica al Derecho romano,


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2007.

Coulanges, F., La ciudad antigua, ediciones Península, 1984.

Díez-Picazo, L., Familia y Derecho , Madrid, Editorial Civitas, 1984.


D'Ors, A., Derecho privado romano, Pamplona, Ediciones Universidad
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Eslava Galán, J., Roma de los Césares, Barcelona, Planeta, 1989.

Giardina, A., Nicolet, C., Andreau, J., El hombre romano , Alianza,


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