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Jimarez Martínez Guadalupe

Diseño de proyecto de titulación de periodismo en medios


Cómo pensar como Sherlock Holmes, parte II

Atención: cuestión de elecciones

Sir Arthur Conan Doyle dio a la humanidad un personaje que fungirá como un elemento
digno de ser venerado. Es fácil ver a Sherlock Holmes como un no humano cuyo
trabajo como detective se torna imposible de realizar por otro individuo. En cierta forma,
es cierto: quien no sabe controlar sus sentimientos, no podrá llevar a cabo un análisis
“objetivo” de la realidad social.

Konnikova realiza un ensayo donde explica la importancia de amueblar el desván


mental con elementos funcionales. Aquellos que permitan a la actividad cerebral
potencializarse. El individuo necesita ser selectivo. Sin embargo, es necesario
reflexionar: para consolidar un capital cultural eficiente, primero debe conocerse una
amplia serie de datos, los cuales permitan enriquecerlo y elegir ámbitos donde sea
posible especializarse, pues conocer todo es conocer nada.

Un mundo globalizado exige rapidez a sus habitantes. Esto les obstaculiza el


entendimiento. Analizar y reflexionar son ámbitos que forman la base de posibles
deducciones. Supone una observación minuciosa de todos los detalles conformantes
del paisaje, del cúmulo de hechos, y una capacidad de contextualización de los
mismos. Por ello, es importante llevar a cabo un proceso de atención.

El cerebro es susceptible a vagar. Está capacitado para atender cualquier objeto, del
mundo exterior y personal, que le signifique atención. Busca focos rojos, cualquier
alarma capaz de despertarle curiosidad. Al hacerlo, tiene lugar un proceso de
discriminación. La atención es un recurso de carácter limitado. Se cansa. Por tanto,
elegir el punto central es resultado de una elección no azarosa.

En el ámbito universitario, la tesis se torna un duelo. Los alumnos le lloran, emiten


maldiciones hacia su existencia. Acaban por formar su contenido a través de citas de
autores irreconocibles, perdidos en los años ochenta. ¿El resultado? Nula producción
de conocimiento. Un monólogo donde el intercambio de análisis del lector no tiene
lugar. El punto de vista del tesista es anónimo. Perfecto soliloquio.
El fracaso deriva de la incomprensión. Con la información vasta a la cual se tiene
acceso, el tesista puede perderse en el mar de posibilidades temáticas. No hay un
límite. Sin dominar el tema, el alumno se adentra en un pozo sin fondo. Le es difícil
establecer objetivos, hipótesis, justificaciones. El sentimiento que se profesa hacia un
objeto de estudio determinado puede establecer nuestra relación con él.

Toda aversión, miedo, terror, segmentan la visión del tema en cuestión. El investigador
niega toda posibilidad de tregua al tema. Se aleja de él. Esa es una de las razones por
las cuales la tesis se consolidó como un ente monstruoso invencible. Es posible que la
ceguera por falta de atención (“el hecho de centrarse en un elemento de una escena
hace que desaparezcan los elementos restantes”)1 nuble la capacidad de selección del
alumno. Centrarse en elementos ajenos al tema alimentan su aprehensión.

Los sentimientos negativos provocan que el individuo vea menos que cuando está de
buen humor. No es coincidencia. Entre más aversión signifique el tema de
investigación, menos podrá construirse. Por ello, prestar atención a esto, guiará al
tesista a cambiar el camino y centrarse en otros ámbitos, desapercibidos e ignorados
por sólo observar una arista. “Si no prestamos atención no podemos ser realmente
conscientes”2 de los errores al construir una tesis.

Si el investigador desea tener éxito y llevar a cabo una tesis, es preciso que se adiestre
al seleccionar, de forma adecuada, temas y fuentes. De acuerdo con Konnikova, para
lograrlo es necesario poseer motivación ante la faena tesinica así como un deseo por
dominar los procesos de pensamiento. Ante esto, debe cuestionarse qué observar. De
forma selectiva al realizar filtros.

Dirigir la atención hacia cualquier cosa hará que el investigador se confunda. Por ello,
manejarla se torna un ejercicio que debe realizarse de manera consciente.
Cuestionarse concretamente sobre el objetivo, guiará al tesista a aprovechar al máximo
sus recursos y cada elemento que se le presente. Asimismo, es importante que se
determine con claridad el objetivo para saber qué se busca y dónde puede encontrarse.
En suma, es importante que dedique toda su atención a los recursos relacionados con
el objeto de estudio.

Se trata de cuestionarse continuamente qué se desea obtener a partir de una


búsqueda y discriminación de elementos y objetos de estudio. No obstante, tal y como
lo plantea Konnikova: es necesario que exista una flexibilidad en el investigador para

1
Konnikova, María (2008) ¿Cómo pensar como Sherlock Holmes?, “Atención”, p. 68. Disponible en
www.librosmaravillosos.com
2
Ibidem, 69
adaptar su trabajo a posibles cambios. Adecuar la hipótesis conforme avanza la
investigación. No forzarla a cumplir con ella.

Una vez que se acepta: la objetividad no existe, puede comprenderse que el cerebro
establece preferencias y elige qué ver. Así, el individuo se encarga de formular
argumentos encargados de dar apoyo y confirmación a esas observaciones. De
acuerdo con Konnikova, establecer una diferencia entre la realidad subjetiva y realidad
subsubjetiva es difícil.Ejemplo de ello, sucede cuando la interpretación, al redactarse,
se torna confusa.

Contrario a la autora, se piensa que captar toda información posible no se torna una
acción práctica. La especialización brinda luz en el terreno a estudiar, de forma que
pueden conocerse las diversas aristas del objeto de estudio. La exclusión es necesaria
para vivir. No pueden aceptarse cada información a la que tenemos acceso. Adiestrar
los sentidos favorecerá el olfato investigador cuya función será facilitar al investigador
su trabajo a realizar.

Por otro lado, la imaginación es un elemento con base en la realidad, lo concreto


específico del desván mental. Ella permite consolidación de un marco que ayude a
construir “verdades”. Imaginar es la clave para crear. Realizar una tesis está lejos de
ser una recopilación de la opinión de autores sobre algún tema. Concretar
conocimiento a partir de la información compilada es consecuencia de usar la
imaginación.

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