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FISCALIA ESPECIAL

CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA
CRIMINALIDAD ORGANIZADA

Juzgado Central de Instrucción nº 1


D. Previas nº 46/2013

AL JUZGADO

EL FISCAL, en el procedimiento arriba señalado, que tuvo su


origen en las Diligencias Previas nº 76/2102 (“Banco de Valencia SA”) del
mismo órgano judicial, al amparo del art. 781 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, interesa la apertura del juicio oral, a celebrar, con arreglo a lo
dispuesto en el art. 14-tercero de dicha ley procesal, ante el JUZGADO
CENTRAL DE LO PENAL DE LA AUDIENCIA NACIONAL respecto de
DOMINGO PARRA SORIA, JUAN CARLOS ZAFRILLA LÓPEZ y
CELESTINO AZNAR ALTABA y formula las siguientes conclusiones
provisionales:

1ª)

A.- Entrada del Banco de Valencia (BdV) en ACUIGROUP MARE


MAR SL.

Como consecuencia de una decisión previa contraria a cualquier criterio


de racionalidad económica, entendida ésta en el sentido de aparecer encaminada
a favorecer los fines legalmente atribuidos a la institución financiera BANCO DE
VALENCIA (BdV), el acusado, DOMINGO PARRA SORIA, nacido el 26-1-56
y sin antecedentes penales; quien desde el 1-12-1995 ostentaba el cargo de
Consejero Delegado ejecutivo y Director General de aquel con funciones
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delegadas del Consejo de Administración, encomendó al también acusado, JUAN


CARLOS ZAFRILLA LÓPEZ, nacido el 12-9-59 y sin antecedentes penales -
que desempeñaba el cargo de Director de Auditoría interna y el de Participadas-
que analizara los planteamientos de Antonio Asunción Hernández, ex Ministro
de Interior desde noviembre de 1993 a mayo de 1994, y de su socio, Társilo Piles
Güaita, ex concejal del Ayuntamiento de Valencia, referidos a una pretendida
expansión de sus negocios de piscifactorías que detentaban a través de varias
sociedades, y que se debía traducir en la aportación de fondos mediante la
participación en tales negocios del BdV a través de la adquisición de un
porcentaje.

La adquisición habría de llevarse a cabo por la sociedad INVERSIONES


VALENCIA CAPITAL RIESGO S. C. R., S.A. (IVSCR), que era la sociedad
instrumental creada en el año 2000 por motivos fiscales de la que el BdV se valía
para la participación en otras sociedades, y que en su quehacer ordinario
respondió a tal carácter de mero instrumento o vehículo de las decisiones
adoptadas por su dueño, BdV, a través del Consejero Delegado de éste y de
quienes estuvieron al frente del Departamento de Participadas (el citado acusado
Zafrilla y el también acusado, CELESTINO AZNAR TENA, nacido el 29-10-77
y sin antecedentes penales).

El Departamento de Participadas, a partir de 2007, había pasado a


depender directamente del acusado Parra Soria, situación de dependencia que se
mantuvo hasta la salida de este del BdV en el último trimestre de 2011;
resultando además que tal Departamento tenía como misiones la gestión de la
propia sociedad IVSCR, la toma de participaciones y el seguimiento de las
sociedades participadas directa o indirectamente por BdV; y para cuyo
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cumplimiento se establecía un completo catálogo de responsabilidades y


funciones.

Guiados, por tanto, del objetivo de inyectar fondos en la nueva sociedad


de explotación de peces que se iba a constituir por los vendedores a partir de la
fusión de las existentes, procedieron los acusados a articular los pasos necesarios
que revistieran de legalidad la decisión de entrar a todo trance en el accionariado
de aquélla. En este sentido, el acusado Zafrilla López encargó un Informe
Económico Financiero a la entidad “ALTER VÍA Procesos de Gestión SL” que
fue emitido el 12-6-2007 por el economista dueño de ésta, Salvador Gimeno
Collado. Las conclusiones de este informe, consistente en “un análisis de la
situación económico-financiera sobre el ejercicio 2006, que sirva como base
para un posible acuerdo de colaboración societaria entre IVSCR, SA y el
GRUPO MARE-MAR”, se concretaron en la emisión de opinión “desfavorable”
para todas y cada una de las sociedades que debían fusionarse en una sola
(“Acuigroup Mare-Mar SL”, “Acuicultura del Mediterráneo, S. A.”, “Cultivos
Marinos Crimar S. A.” y “Cultivos Marinos Costa Blanca S. A”): las causas
esenciales de tal opinión radicaban, entre otras, en la “ausencia de libros
contables oficiales…”, en que las cuentas no estaban depositadas y en la práctica
imposibilidad de pronunciarse con rigor sobre las existencias.

El citado acusado, Parra Soria, en cuanto Consejero Delegado de BdV,


con la ayuda de Zafrilla López, llevó la operación de entrada, a través de IVSCR,
en el capital de la sociedad resultante antes aludida a la sesión de 22-6-07 del
Consejo de Administración del Banco, y en ella el referido Juan Carlos Zafrilla
hizo una escueta exposición, consiguiendo la aprobación de la propuesta de que
el BdV adquiriera el 20% del “Grupo MAREMAR” por 6.000.000€ (seis
millones), al informar que las cuatro sociedades “en principio” han sido
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valoradas en 30.0000.000€ (treinta millones), así como que “Finalizados y


cumplidos todos los requerimientos de Banco de Valencia, S.A. entraría la
sociedad de capital riesgo a formar parte de la compañía, que tendría un
consejo de 5 miembros, uno del Banco y tres consejeros delegados,
mancomunados a dos y siempre con intervención del Banco para operaciones
superiores a 30.000 euros”.

Como documento-anexo al acta del Consejo figura una “propuesta de


inversión” en la que se hace constar un valor de la Compañía a adquirir que se
cifra en un total de 51.807.526€ (cincuenta y un millones …), que, tras
“negociación”, es reducido a los ya mencionados 30.000.000€.

El carácter condicional del acuerdo del Consejo de Administración, que


contemplaba la participación inicial a 3.000.000€ (tres millones) y difería “el
resto” a “noviembre próximo una vez finalizada la verificación de la compañía y
el cumplimiento por su parte de los requerimientos legales y contables de los que
adolece”, aparece también en la referida “propuesta de inversión” vinculada al
cumplimiento de una serie de requisitos, particularmente a la elaboración de una
“due diligence” (expresión esta que ha de entenderse en el ámbito de las
adquisiciones empresariales como la investigación mediante la que se trata de
evaluar o detectar con antelación los posibles riesgos fiscales, laborales o
financieros, analizar la rentabilidad de la compra, evaluar el grado de fiabilidad
de las garantías, de los datos contables y de las manifestaciones otorgadas, y
determinar la procedencia de correcciones en el precio establecido, así como la
ejecución de las cláusulas de resolución del negocio; todo ello antes de realizar el
contrato de adquisición definitivo y fijar el precio final acordado, disponiéndose
normalmente para ello de un plazo entre 15 días y 3 meses).
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Tal due diligence no consta fuera efectivamente realizada, ni antes de la


firma del contrato de 8-8-2007 denominado “compromiso de adquisición de
participaciones sociales y de suscripción de ampliación de capital”, firmado, por
un lado, por los vendedores (Antonio Asunción y Társilo Piles), y, por otro, por
el comprador (el acusado J. Carlos Zafrilla en nombre de IVSCR), fecha en la
que éste entregó al citado Asunción un cheque del BdV por importe de
3.000.000€, ni tampoco antes de la escritura pública 21-12-2007 en la que el
BdV desembolsa otros 3.000.000€ como ampliación de capital de ACUIGROUP
MARE MAR, SL, denominación de la mercantil surgida tras la fusión de otras,
antes citadas.

Además de la ausencia de la due diligence –aunque relacionada con tan


relevante omisión- la información suministrada para la aprobación de la
operación en la comentada sesión del Consejo de Administración del BdV
resultó, amén de escasa, sesgada en cuanto al fondo, incluso con base en el
propio informe encargado por el BdV (J. Carlos Zafrilla) a la empresa
ALTERVÍA, en el que destacaba, por afectar directamente a la valoración de la
Compañía que se quería comprar, que las existencias, con un importe de 22,7
millones€ representaban la partida mayor del Balance (el 75% del total del
activo). Sin embargo, el analista pone de relieve las importantes limitaciones al
alcance en tal valoración, ausencia de sistema de costes, de inventario, etc.,
concluyendo que “consideramos que en el momento en que la empresa sea
capaz de poner en marcha un mínimo y rudimentario sistema de costes, pueden
existir diferencias muy significativas entre la valoración manifiesta por el
GRUPO MARE-MAR al 31 de diciembre de 2006, y la resultante de aplicar
criterios contables generalmente aceptados”. Al sumar a esto otras partidas del
balance que tampoco se pudieron ajustar, el resultado fue el de reflejar un
panorama de unas Compañías con una total falta de control, con un balance de
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partida viciado, el cual se tomó como base para calcular la valoración del 20% de
las participaciones. Tampoco se efectuó ajuste alguno en la valoración y precio a
pagar a pesar de ser uno de los condicionantes de la mencionada “propuesta de
inversión”.

Es decir, a pesar de ser plenamente conscientes los acusados de que, en


definitiva, los estados que había podido reconstruir ALTERVÍA no
representaban la realidad económica, financiera o patrimonial del grupo Mare
Mar, plantearon la operación de inversión con un pago de la mitad de ésta
(3.000.000€) directamente, no a la sociedad en cuestión, sino a sus socios, y para
la compra de un porcentaje en un negocio que no había producido beneficio
alguno desde su inicio y en el que tales socios habían invertido no más de
1.040.000€ -sin descartar que esta cantidad correspondiese total o parcialmente a
alguna subvención.

En línea con lo anterior, se halla un documento del Área de participadas


(“Toma de participación Grupo Mare Mar”), que responde a las características
de una presentación powerpoint, supuestamente destinado al repetido Consejo de
Administración de junio de 2007, y en el que se plasman unos datos que no
responden a una interpretación objetiva de la situación de la empresa que se
quiere adquirir: así, se ha podido determinar pericialmente que los fondos
propios de ACUIGROUP MARE MAR SL al cierre del ejercicio 2007 ascendían
a 4.044,6 miles € (cuatro millones, …), de tal manera que pagar por el 20%
6.000.000€, supuso comenzar la andadura en la misma con una minusvalía
contable de 5,19 millones€ en los libros de IVSCR y en consecuencia de BdV
(considerando que no haya minusvalías ocultas en el balance).
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Adicionalmente, en dicho documento, para llegar a la valoración de la


Compañía en la cuantía que se comunicó en el Consejo de Administración de
BdV, se hacen unas previsiones desorbitadas de ventas, con ausencia de las
hipótesis en que se fundaban, para los cuatro años siguientes, con un incremento
exponencial de hasta más del séxtuplo de las correspondientes a 2006 (5,8
millones€); concretamente se previeron: 15,8 millones€ para 2007; 22,1
millones€ para 2008, 34,9 millones€ para 2009 y 36,7 millones€ para 2010. La
realidad fue que en 2010 las ventas fueron de 13,3 millones€ (cuantía similar a
las que se produjeron en 2007).

Semejante previsión desorbitada se efectuó también a efectos de la


valoración, en el último documento referenciado, con relación al ”EBITDA”
(acrónimo del inglés que contempla el beneficio antes de impuestos, intereses,
depreciaciones y amortizaciones de la empresa); de tal modo que la estimación
sufrió un desfase con la realidad del 98,3% en 2008, del 91,1% en 2009 y del
100% en 2010; llegando a ser del 26,9% en 2007 (año este en que prácticamente
no hubiera debido existir desfase alguno, dada la cercanía del momento de la
estimación).

Y, en fin, la misma extravagancia de cálculo se realiza a efectos del TIR


(Tasa interna de retorno), que, tal y como figura en la propuesta al Consejo del
Banco por el Departamento de Participadas hacía suponer una recuperación de la
inversión, vía rendimientos, en 3,3 años o en 2,2 años (según se valorara la
Compañía en 51 o en 30 millones€), lo que se reveló inmediatamente en el
tiempo, no solo como absolutamente contrario a la realidad de lo sucedido, sino
como algo que ni remotamente cabía conseguir. Sin embargo, la toma en
consideración del balance extractado elaborado por ALTERVÍA muestra un PER
(acrónimo en inglés que significa la relación entre el precio –en el caso 30
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millones€, y el beneficio –en el caso, 363.400€ en 2006) que supondría que, con
ese nivel de beneficios, y los 6 millones€ pagados por el 20% no se recuperaría la
inversión hasta pasados 83 años.

B.- Gestión del BdV

Consecuencia del proceso descrito, que condujo a la entrada totalmente


indebida del BdV en ACUIGROUP MAREMAR SL, fue, en supuesta aplicación
del ya mencionado acuerdo entre socios firmado el 8-8-07 (“compromiso de
adquisición de participaciones sociales y de suscripción de ampliación de
capital”), que el acusado J. Carlos Zafrilla pasara a formar parte, en
representación de IVSCR, del Consejo de Administración de aquélla, en el cual
se mantuvo hasta octubre de 2008, cuando fue sustituido por el acusado Celestino
Aznar.

En aquél Acuerdo se había establecido la “muy conveniente” necesidad de


consenso en la adopción de acuerdos en los Órganos sociales de la mercantil. Y
tal consenso –expreso o tácito- en la administración y gestión es lo que se
produjo en los tres años siguientes, en los que el BdV , a través de IVSCR –hasta
octubre de 2008 representada por Zafrilla López y desde entonces por Aznar
Altaba- formó parte del Consejo de Administración de ACUIGROUP, sin que
consten discrepancias en la adopción de acuerdos con los socios mayoritarios, a
pesar de que, como salvaguardia para el BdV, se consignó en tal pacto de socios,
por un lado, la necesidad de que fueran decididos por el Consejo los contratos a
realizar por la Compañía a partir de una cierta cuantía, y, por otro, un sistema de
mayoría reforzada o de bloqueo (81%) para determinados supuestos, que, en
suma, implicaba una decisiva baza para que la entidad financiera supervisara en
tiempo real la marcha de la Compañía.
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No obstante lo acabado de expresar, desde el primer momento –en las


reuniones del Consejo de Administración de la Compañía, en las cuales se
facilitaba el Balance, Cuenta de Pérdidas y Ganancias e Informe de Gestión
cerrados el último día del mes natural precedente- se tuvo conocimiento por los
acusados de las cifras declaradas por ACUIGROUP, que, como ya se dijo con
anterioridad, diferían enormemente de las estimaciones tomadas en cuenta para la
compra, sin que, ni los Directores de Participadas acusados, ni el también
acusado Consejero Delegado del BdV del que dependían directamente,
trasladaran información veraz y objetiva a los órganos sociales del Banco para
valorar tan inusitado desfase y poder adoptar al respecto, en su caso, decisiones
informadas apropiadas.

En este sentido se enmarca la intervención de J. Carlos Zafrilla en el


Consejo de Administración del BdV de 16-5-08, en el que expone su “informe
sobre compañías no inmobiliarias participadas por el Banco, cuyo objeto es la
obtención de rentabilidades adicionales superiores a los márgenes de la
actividad ordinaria, de forma estable y recurrente, …” , y en la que, a propósito
de ACUIGROUP, se limita a decir que está “dedicada a la cría y engorde de
doradas en piscifactorías, donde el Banco participa en un 20,08% a través de
IVSCR, que tuvo un incremento de beneficios en 2.007 en 2%”. Tal aseveración
es contraria a la verdad, pues, para ajustarse a ésta, debería haber comunicado
que tal beneficio se había reducido en un 57,8% respecto al ejercicio de 2006; lo
que probablemente hubiera conllevado la exigencia de explicaciones, adopción
de medidas, etc.

Del mismo modo continuó actuando el acusado, Celestino Aznar, tal y


como hizo en la sesión de 19-4-09 del Consejo de Administración del BdV, en la
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que se limitó a afirmar respecto a ACUIGROUP “que ha tenido problemas de


resultados por los problemas estructurales del sector que se espera superar en
breve”; sin siquiera mención a que ya en el año informado, 2008, frente a un
beneficio estimado de 5,7 millones€ para la operación de entrada del BdV en la
Compañía, en realidad arrojaba unas pérdidas de 443.000€ (habiéndose
producido unas ventas de la mitad de las previstas: 11,3 millones€ frente a los
22,1 millones€ de los que se partió para la valoración inicial).

Respecto del ejercicio 2009, en el Consejo de Administración del BdV de


24-4-2010 se sigue la misma tónica, refiriendo Aznar Altaba una especie de
deseo a partir de que el precio medio (del pescado) se sitúe “por encima de 4
€/kgr, precio a partir del que se deberían terminar las tensiones de tesorería
para iniciar un proceso de reducción de deuda. La generación de caja está
siendo considerable y ya se ha procedido a la cancelación del préstamo de 2,4
millones con el BV, de 250 k€ de la Póliza de Crédito de Bancaja”. Sin embargo,
esto contrasta gravemente con el hecho, ni siquiera mencionado, de que en dicha
anualidad de 2009 el endeudamiento bancario se incrementó al menos en
7.000.000€, hasta llegar a un total de más de 31millones€.

C.- Incremento de la participación del BdV hasta el 68%.

A pesar de que el deterioro patrimonial se mantuvo en el tiempo y que el


grupo MARE MAR no generó resultados positivos en ningún ejercicio, ni antes
ni después de la toma de la participación del 20%, lo cual debía haber conducido
a proponer al Consejo de Administración del BdV la adopción de medidas
drásticas, la más plausible la venta de la participación del 20% en una sociedad
prácticamente inviable; los acusados optaron arbitrariamente, sin apoyatura en
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criterio económico lógico alguno y con perjuicio muy previsible para el BdV, en
aumentar el porcentaje de participación en ACUIGROUP MARE MAR SL hasta
el 68%, que no servirá más que para que dicha entidad bancaria, en cuanto socio
mayoritario, pase a ser, además de financiador, garante del excesivo
endeudamiento bancario de la Compañía en cuestión.

La falta de lógica económica del aumento de la participación del Banco


hasta el citado porcentaje, venía determinada por la conocida para los acusados
falta de viabilidad del negocio, tanto en el momento ya descrito de la entrada
inicial como en el devenir posterior de ACUIGROUP; de forma que
pericialmente se ha concluido que, antes de hacer un plan de viabilidad y pasar a
sustituir a los gestores, se precisaba invertir cerca de 60 millones€, que serían la
suma del necesario restablecimiento del equilibrio patrimonial (11,4 millones€),
cancelación de endeudamiento (25,4 millones€) y valoración adecuada de las
existencias (21,5 millones€ de exceso), teniendo en cuenta que además se
necesitarían al menos 5 millones€ de fondos propios nuevos; dejando al margen
otros costes.

El citado incremento no fue llevado para su explicación y eventual


aprobación al Consejo de Administración del BdV, procediéndose únicamente,
en la Junta General de IVSCR de 20-7-2010, en la que Domingo Parra
representaba a dicho Banco, a acordar un aumento de capital de la sociedad
inversora en 5.000.000€, pero sin referencia alguna al destino de tal cantidad,
que, además, suponía contravenir los propios Estatutos de la sociedad
instrumental inversora, que establecían unos porcentajes generales de
participación entre un mínimo del 10% y un máximo del 30%. Fue más de
nueves meses después, concretamente en la sesión del Consejo del BdV, de 28-4-
2011, en la que Celestino Aznar se limitó a decir que en ACUIGROUP “… el
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Banco participa en un 68,01% a través de IVSCR para lo cual se ha entrado con


mayor capital para pagar sus deudas con el Banco, …”, procediendo
seguidamente a afirmar que se habían detectado numerosas irregularidades en la
contabilidad. Por su lado, el 23-7-2010 la Junta General de ACUIGROUP, en la
que participó el referido Celestino Aznar, aprobó por unanimidad un aumento de
capital de 5.000.000€ -de los que 2.690.116€ eran “prima de asunción”-
asumido por IVSCR; acuerdo que fue elevado a escritura pública por el director
general de ACUIGROUP, Javier Piles Puig, el 30-7-2010.

La articulación documental de ese incremento de participación se


completó: a).- con la firma por todos los socios del “Acuerdo de terminación” de
26-7-2010 por el que se ponía fin al ya repetido Acuerdo o “pacto de socios” de
22-8-07; b).- con lo acordado en el Consejo de Administración ACUIGROUP
MARE MAR SL de 27-7-2010, revocando los apoderamientos de Társilo
Francisco Piles Güaita y de su hijo, Francisco Javier Piles Puig, al tiempo que se
apoderaba –por deseo del Banco- a Fernando Pemartín Sirvent; c).- nombrando
el Consejo de Administración del BdV de 30-7-2010 a Enrique Beaus Climent
como Consejero representante físico del Banco en el órgano de Administración
de ACUIGROUP.

En definitiva, se decidió la compra de un 48% adicional de la


Compañía con plena conciencia por los acusados de su falta de rentabilidad
pasada, presente y futura, aun cuando se siguió trasladando a los órganos sociales
correspondientes la impresión de ser factible de conseguir, tal y como figura en
el acta de la reunión del Consejo de Administración de IVSCR de 31-3-2011, en
la que, a pesar de consignarse que “En cuanto a la participada Acuigroup
Maremar, S.L., la Sociedad ha deteriorado la totalidad del coste de esta
participación”, se espera, según el informante, Celestino Aznar, de las iniciativas
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puestas en marcha, “… la recuperación del volumen de actividad y la generación


de resultados positivos en próximos ejercicios”. Incluso en una fecha tan cercana
a la intervención administrativa del BdV como la de 28-10-2011, el citado Aznar,
en la sesión que se celebró ese día del Consejo de Administración, además de
afirmar que, dado que la Compañía se encontraba en suspensión de pagos, el
Banco se vio en 2010 en una situación de “fuerza” que le llevó a alcanzar “la
mayoría del capital (68%)”; afirmó también que “A partir de entonces la
compañía se ve obligada a realizar sucesivas e importantes inversiones hasta
llegar a la situación actual, sobre cuya base presenta un plan de acción
preparado con el nuevo director general Sr. Pemartín que permitiría a la
compañía ir generando beneficios hasta conseguir su equilibrio, previsto para el
año 2015, a partir de cuyo momento se podría pensar en venderla recuperando
parte de lo invertido, que ha sido dotado al 100%.”. Culmina su informe
aseverando que “la compañía tiene viabilidad”.

Todo lo anterior conforma un marco en el que el BdV incurre en lo que en


términos empresariales se denomina “riesgo reputacional” que es evidentemente
muy superior para la entidad financiera una vez adquiere sin lógica de ningún
tipo un 68% de la Compañía, frente al 20% que detentaba hasta julio de 2010,
pero con mayoría de bloqueo en los órganos sociales y afianzamientos de los
socios mayoritarios en cuantía superior, que pasarían a quedar reducidos en
proporción a la disminución de su participación en la sociedad.

Los acusados, conscientes en todo momento de la situación


extremadamente deteriorada de ACUIGROUP MARE MAR SL y de la
responsabilidad en que pudieran haber incurrido desde el momento de la
adquisición del 20% inicial; en que del propio informe solicitado por el BdV a la
firma ALTERVÍA se deducía que aquella se encontraba en 2007 incursa en causa
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de disolución; de que habían participado en los órganos sociales de la misma


entidad con gran capacidad de control y maniobra; de que en 2010 se encontraba
en suspensión de pagos; conscientes, en suma, de todo ello, tratan de salvar su
responsabilidad, por un lado, pactando con los hasta mediados del año 2010
socios mayoritarios, y por otro, propiciando el ejercicio de acciones judiciales
contra estos a modo de cobertura ante eventuales reclamaciones que les pudieran
ser exigibles a ellos mismos.

En la estrategia acabada de exponer se enmarca el “Acuerdo” de 10-6-


2011 suscrito por Antonio Asunción Hernández, Társilo Piles Güaita (en su
nombre y en el de “Urbanizadora Petrus SL”), Celestino Aznar Altaba (por
IVSCR), Domingo Parra Soria (por BdV) y Juan Carlos Zafrilla López (en su
nombre y por “Vip Gestión de Inmuebles, SL”). En este documento concuerdan
los anteriores en declarar que la gestión y administración social de MARE MAR
correspondió en exclusiva a quienes eran los socios mayoritarios en cada
momento: por tanto, hasta el 23-7-2010 a Asunción y Piles, de manera que la
labor efectiva de los acusados, Zafrilla primero y Aznar después, “se limitaba a
la asistencia a los Consejos de Administración …”. Es decir, se convino en
suscribir algo –sin constancia de su aprobación ni conocimiento por órgano
social del BdV- no acorde con la realidad de los documentos previamente
firmados por el BdV en supuesta garantía del buen fin de la inversión,
particularmente el acuerdo parasocial ya descrito de 22/8/07 (al que las partes
habían puesto fin en el “Acuerdo de terminación”, también citado, de 26-7-
2010).

En dicho Acuerdo de 10-6-2011 se plasmó, además, una cláusula de


minoración y cesión, incluso retroactivamente, de las garantías aportadas hasta
esa fecha, por los Sres. Asunción y Piles, cuya principal entidad garantizada era
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el propio BdV, de tal modo que quedaron reducidas en proporción al menor


porcentaje que aquéllos pasaron a ostentar desde la toma por el BdV del 68% de
la Compañía. Además, este incremento tan relevante en el porcentaje, del que
pasa a ser titular la entidad bancaria, conduce a otorgar nueva financiación a la
Compañía en julio de 2011: póliza de crédito de 11.000.000€ (once millones),
además de préstamos de 1.500.000€ y 1.000.000€, que no pueden revertir la
situación de pérdidas crónicas de carácter estructural de ACUIGROUP MARE
MAR SL.

El Acuerdo anteriormente expuesto no fue, sin embargo, obstáculo para


que los firmantes del mismo ejercitaran determinadas acciones judiciales a las
que dio respuesta la Sentencia nº 184/2013, de 11 de septiembre, del Juzgado de
lo Mercantil nº 3 de Valencia tras acumular dos procesos civiles en los que, por
un lado, “Urbanizadora Petrus, S. L.” y Antonio Asunción demandaban a
ACUIGROUP para que se declarara la nulidad de la reformulación de cuentas de
2010 y otros acuerdos aprobados en la reunión de la Junta General de esta
mercantil de 30-6-2011; y, por otro, IVSCR demandaba a los Sres. Asunción y
Piles por los perjuicios que imputaba a su gestión como administradores sociales
y por los que les reclamaba 12.960.897 €. Ambas demandas fueron desestimadas,
resaltando la resolución en los fundamentos jurídicos referidos al fondo del
asunto que “el principal problema es la acreditación de la razón por la que la empresa actora
[BdV-IVSCR] se decidió invertir en la sociedad administrada por los demandados ….”; que “la
sociedad actora es una sociedad de inversiones, que debe guiarse fundamentalmente por la búsqueda
de inversiones rentables, pero se ignoran las cautelas que tomó una sociedad, aparentemente seria,
para hacer la inversión en esta sociedad participada (mayoritariamente hasta entonces) por dos
grandes conocidos de la política valenciana”; que “la sociedad demandante ahora trata de aparecer
como un ingenuo inversor, que se basa exclusivamente en el Registro mercantil para decidir una
inversión de seis millones de euros”; que respecto “…a las inyecciones de capital posteriores a
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2007, pretende el demandante acreditar que su ignorancia continuaba durante ese periodo, razón
por la cual, y ante las buenas perspectivas de negocio, aumentó su participación. De nuevo el
ingenuo inversor sigue fiándose de las cuentas depositadas en el registro, a pesar de contar con un
20% de las participaciones sociales, un puesto en el consejo de Administración y un pacto
parasocial que le permite `de facto´ tener veto sobre las decisiones que se adoptan en la Junta
General”.

Siguiendo esa línea argumentativa, concluye que “…ya se ha adelantado que


simplemente se ignoran las cautelas que adoptó la sociedad demandada para efectuar una inversión
de seis millones de euros en 2007, otro casi medio millón en 2009 y otros cinco millones de euros en
2010. Resulta increíble que la sociedad invirtiera tal cantidad de dinero sin tomar las más
mínimas precauciones”, expresando, además, que “Al mismo tiempo se tiene que la sociedad
demandante voluntariamente ha dejado de acreditar las cautelas que empleó al efectuar la
inversión”. Entiende el juzgador que “… a la hora de decidir la inversión …, la sociedad
demandante se pudo guiar por intereses o relaciones personales”; para finalizar afirmando que
“… se ignoran las razones por las que la sociedad demandante decidió invertir 5 millones de euros
más en una sociedad que ya sabía que no era rentable”, y que “… todo ello son indicios de un
comportamiento negligente de la sociedad demandante”.

Por su parte, la Audiencia Provincial de Valencia (sección 9ª), en


Sentencia 339/2014, de 1 de diciembre, ratificó la anterior con desestimación de
las apelaciones interpuestas, añadiendo que ya “en los informes de Auditoría
correspondientes a los ejercicios de 2007 y 2008 hay indicaciones sobre la indeterminación de las
existencias, …”; que IVSCR, a través de Zafrilla y Aznar tenía “el deber inherente al
cargo de consejero y el derecho de llave en relación a la información obrante en la compañía”; que
“no cabe obviar que IVCR acudió por dos veces a las ampliaciones de capital, …. sin que
podamos acoger en modo alguno la alegación de que permaneció involuntariamente en la ignorancia
durante todo ese tiempo.”, terminando por sentar que “no ha sido acreditado que las cuentas
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confeccionadas en los ejercicios 2006 a 2009 fueran el motivo determinante de la inversión inicial
de IVCR ni de las sucesivas ampliaciones de capital, ni que actuara con la ignorancia que alega”.

D.- Perjuicio

Las inspecciones y seguimiento continuado en el Grupo Bancaja y su


participada BdV, efectuado durante años por el Banco de España en
cumplimiento de sus atribuciones legales, desembocaron en que el 7-10-2011 el
acusado, Domingo Parra renunciara a su cargo, siendo sustituido por Aurelio
Izquierdo Gómez e, inmediatamente, ante el reconocimiento del propio BdV de
no poder acometer un plan creíble para recomponer su situación económica, y
con agravamiento de los problemas de liquidez, conllevó el que, el 21-11-211,
fuera intervenido por el FONDO DE RESTRUCTURACIÓN ORDENADA
BANCARIA (FROB) en aplicación del R. D.-Ley 9/2009, de 26 de junio sobre
reestructuración bancaria y reforzamiento de los recursos propios de las
entidades de crédito.

En el en el apartado 5 del “Informe complementario de Inspección y de


conclusiones del seguimiento continuado” de BdV emitido por el Departamento
de Inspección I Grupo 6 con fecha 3 de diciembre de 2012, se contemplaba,
dentro del apartado “Otras operaciones lesivas para los intereses de la entidad”,
la “Adquisición de una participación en Acuigroup Maremar”; operaciones
finalmente objeto de denuncia por el BdE ante el Ministerio Fiscal el 5-2-2013.

Pericialmente se ha calculado el perjuicio económico ocasionado a la


entidad BdV, consecuencia directa de los hechos narrados en el presente escrito,
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cuyo montante se obtiene a partir de la suma de las cantidades siguientes, en


orden cronológico:

a).- Agosto 2007/Diciembre 2007: 6.000.000€ correspondientes a la


entrada en el capital de ACUIGROUP.

b).- Marzo 2009: 481.236,57€ correspondientes a aumento de capital por


2.400.182,4€, en la proporción de la participación del Banco en el capital
(20,05%).

c).- Julio 2010: 5.000.000€ correspondientes a incremento de capital


social, suscrito y desembolsado íntegramente por BdV, a través IVSCR, que pasa
a disponer del 68,01% de ACUIGROUP.

d).- Septiembre 2012: 17.619.250,00€, correspondientes a incremento de


capital social suscrito y desembolsado por BdV (ya bajo administración del
FROB) a través de IVSCR, previa reducción a cero de aquél para restablecer el
equilibrio patrimonial, mediante lo que se alcanza por la entidad financiera una
mayoría del 99,98% de ACUIGROUP con la cual tratar de llegar a una gestión
ordenada que pasa por una solicitud de concurso de acreedores que lleve a una
reestructuración de la deuda y a facilitar la venta de la Compañía; todo ello a fin
de intentar reducir el impacto en la cuenta de resultados de los riesgos asumidos.

La suma de las cuantías expresadas acabadas de consignar (a + b + c + d),


que asciende a 29.100.486,57€, (veintinueve millones …), representa el importe
total mínimo del perjuicio derivado de los hechos narrados, sin incluir cantidades
que pudieran deducirse de riesgos declarados a la CIRBE (Central de
Información de Riesgos del BdE) sin un origen completamente preciso.
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Por auto de 1-10-2013 se acordó por el Juzgado de lo Mercantil nº 3 de


Valencia (Procedimiento concurso ordinario nº 1015/2013) la declaración de
concurso voluntario de ACUIGROUP presentada el 10-9-2013. El 31-3-2014 se
dictó Auto del mismo órgano judicial en el que se declara la disolución de dicha
entidad abriendo la fase de liquidación.

2ª).- Los hechos narrados son constitutivos de:

Un delito continuado de administración fraudulenta o desleal de los


arts. 74 y 295 del C. Penal, este en la redacción anterior a su derogación por la
L.O. 1/2015 (por entenderlo más favorable para los reos que la aplicación del
nuevo art. 252 del C. Penal).

3ª).- De los expresados delitos son responsables:

Los tres acusados, en concepto de autores, (arts. 27 y 28 del C. Penal).

4ª).- No concurren en los acusados circunstancias modificativas de la


responsabilidad criminal.

5ª).- Procede imponer las siguientes penas:

- A Domingo Parra Soria la pena de cuatro años de prisión,


inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo e inhabilitación
especial para el desempeño, de hecho o de derecho, de las funciones de
administrador de cualquier entidad financiera. Costas.
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- A Juan Carlos Zafrilla López y a Celestino Aznar Altaba, a cada uno de


ellos, la pena de tres años de prisión, inhabilitación especial para el
derecho de sufragio pasivo e inhabilitación especial para el desempeño, de
hecho o de derecho, de las funciones de administrador de cualquier
entidad financiera. Costas.

Responsabilidad civil:

Los acusados indemnizarán solidariamente a CAIXABANK, entidad


sucesora universal de BANCO DE VALENCIA; o bien, en caso de renuncia de
esta, al FONDO DE REESTRUCTURACIÓN ORDENADA BANCARIA
(FROB), en la cantidad de 29.100.486,57€.

………
Madrid, 21-febrero-2018
EL FISCAL

Fdo. José Miguel Alonso Carbajo

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