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Presentación Los Cuadernos de Lengua son concebidos como una guía de este proceso de reflexión.

Despliegan un cuerpo conceptual accesible y teóricamente coherente, y proponen una


progresión temática congruente tanto con la teoría que le da sustento como con las
necesidades de la práctica de reconocimiento y producción. Cada cuaderno abarca un
Afrontar la enseñanza de la lengua implica comprender que la concepción del objeto bloque temático completo y se compone de un desarrollo teórico para el docente, un
condicionará tanto el proceso que se emprenda como el método que se utilice. En el Grupo desarrollo teórico-práctico para el alumno que incluye una completa batería de ejercicios,
de Estudios sobre Didáctica de la Lengua (GEDiL) asumimos la lengua, por un lado, y una serie de apéndices explicativos de las decisiones didácticas adoptadas en relación a
como una competencia inconscientemente adquirida, en forma individual, en contacto la teoría en la que esta propuesta se basa.
con una comunidad de hablantes y a partir de una facultad biológicamente heredada; por Este primer Cuaderno de Lengua está dedicado a las categorías gramaticales simples
otro lado, como nuestro modo primordial de comunicación y, por lo tanto, de interacción abordadas desde su aspecto formal. Consideramos que tanto su reconocimiento como las
con nuestro medio social. relaciones que se establecen entre ellas constituyen un necesario primer acercamiento a
La competencia en una lengua es un ‘saber hacer’ que habilita a cada hablante a la comprensión del funcionamiento del sistema de la lengua pues permite dar cuenta de
entender y producir infinitos mensajes oracionales utilizando un repertorio finito de los diversos modos formales de expresión de los conceptos utilizados en la comunicación
elementos organizado por reglas abstractas; esto es, un léxico y una gramática. Su lingüística.
adquisición es un proceso individual porque la comunidad de hablantes no transmite su
lengua, sino que cada niño, en contacto con ella, va construyendo muy rápidamente la Grupo de Estudios sobre Didáctica de la Lengua (GEDiL)
gramática de esa lengua particular a partir de datos fragmentarios, por medio de una
facultad innata. Un niño, al ingresar a la escuela, ya ha memorizado miles de palabras y
ha construido inconscientemente la gramática que le permite organizarlas en mensajes
orales.
La enseñanza de la lengua en la escuela es un proceso de alfabetización: de adquisición
de la modalidad escrita de la lengua. Enseñamos a leer y a escribir por medio de un
proceso que, en tanto que cultural, difiere de la adquisición de la modalidad oral en que
es consciente y lento. Es estudiar un objeto que se posee y cuyo uso es mecánico, lo que
implica que tal aprendizaje deviene reflexión sobre ese conocimiento y ese uso para
hacerlos conscientemente manejables. Para esto, es necesario hacer explícito el
conocimiento sobre la totalidad del sistema de la lengua, que el alumno posee
implícitamente, mediante una didáctica que exponga las reglas que organizan el
funcionamiento de esa lengua. Este trabajo se completa con una praxis de producción de
textos escritos gramaticales y adecuados a la situación comunicativa e intención del
productor. Debe ser, por tanto, una reflexión sobre gramática, semántica y pragmática.
Todo aprendizaje implica una abstracción que diferencia los rasgos de los objetos bajo
estudio y reconoce sus relaciones. En gramática, los propios objetos bajo estudio son
abstracciones y deben definirse por sus rasgos formales y las relaciones que fijan las
reglas de buena formación de las expresiones lingüísticas. Una gramática es una
descripción, pero tal descripción puede hacerse con finalidades diferentes: explicar tanto
la adquisición de la lengua materna como la comprensión de oraciones en tiempo real o,
como dijimos arriba, hacer explícitos los conocimientos lingüísticos que el alumno posee
para que adquiera una competencia aplicable a sus necesidades e intenciones y a las
condiciones en las que la comunicación se realiza.
Por otro lado, como todo lenguaje transmite un contenido que da cuenta del mundo a
través de conceptos, es necesario partir no del mundo referido, sino de la composición
conceptual que hacemos a partir de él, lo que implica un cambio del concepto de
semántica. Finalmente, en tanto que todo texto es producido para otro y, por lo tanto,
intencional, una reflexión sobre los rasgos y restricciones pragmáticas de las
producciones textuales se hace ineludible.
No es habitual en la escuela encontrar tipos puros de descripciones gramaticales puesto
que estas se organizan en relación a sus propósitos didácticos. Es nuestro desafío alcanzar
los objetivos didácticos resignando lo menos posible la rigurosidad teórica.

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Categorías gramaticales simples -Clasificar en variables o invariables todas las palabras.

Criterios de clasificación Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:


–Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?

Dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde.
Las palabras pueden agruparse en categorías o clases de palabras según los siguientes
criterios: Entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el
chicotazo de una rama.
1) Palabras variables y palabras invariables.
Las palabras variables son las que admiten la variación singular-plural: mesa Apenas si percibe en la sombra una claridad que fluye inmortalmente de la puerta de
(singular) admite la variación mesas (plural) y alegres (plural) admite la variación la Ley.
alegre (singular); por lo tanto, mesa y alegre son palabras variables.
Las palabras invariables no admiten la variación singular-plural: desde no Había allí un árbol cargado de frutos blancos como la nieve, un alto moral, muy cerca
admite la variación desdes y lejos no admite la variación lejo; por lo tanto, desde de una fresquísima fuente.
y lejos son palabras invariables.

2) Categorías abiertas y categorías cerradas. -Pasar al plural las siguientes palabras.


Las categorías cerradas forman grupos de un número limitado de elementos:
la categoría artículo está formada por cinco elementos, la categoría preposición liviano
por diecinueve elementos, etc. útil
Las categorías abiertas forman grupos de un número no limitado de elementos: canción
por ejemplo, la categoría sustantivo incluye cientos de elementos y con frecuencia silla
se incorporan a la lengua sustantivos nuevos. rojo
tenedor
3) Palabras variables concordantes con artículo y palabras variables no pala
concordantes con artículo. rey
Las palabras concordantes son las que necesariamente varían en número junto fácil
con otra palabra: en el bondadoso príncipe el artículo el, el adjetivo bondadoso y el bajo
sustantivo príncipe varían juntos: los bondadosos príncipes.

Salvo en los verbos, el plural de las palabras variables tiene las terminaciones -s o -es.

categorías variables → sustantivos, adjetivos, determinantes*, verbos


categorías invariables → preposiciones, conjunciones, adverbios
categorías abiertas → sustantivos, adjetivos, verbos; adverbios en -mente En algunas palabras, la s final no es marca de plural: antes, res, etc. Otras palabras van
categorías cerradas → determinantes; preposiciones, conjunciones, adverbios siempre en plural, como anteojos, y otras carecen de plural, como salud.
El artículo
categorías variables abiertas → sustantivos, adjetivos, verbos
categorías variables cerradas → determinantes
categorías invariables abiertas → adverbios en -mente
categorías invariables cerradas → preposiciones, conjunciones, adverbios

categorías variables concordantes con artículo → sustantivo, adjetivo, determinantes


(salvo los posesivos apocopados y
los pronombres personales)
categorías variables no concordantes con artículo → pronombres personales, verbos

* determinantes → artículos, posesivos, demostrativos, numerales, indefinidos y


pronombres personales

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Categorías variables los vieron

El artículo
-Marcar los artículos.

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes.
El artículo es una categoría variable cerrada: el, la, lo, los, las. Concuerda con la palabra
que le sigue y exige la presencia de un sustantivo. Tomó la pata de mono, la agitó entre el pulgar y el índice y la tiró al fuego. White la
recogió.

Sale cautelosa a través de las tinieblas y engaña a los suyos, y con el rostro cubierto
-Marcar los artículos. llega junto a la tumba y se sienta bajo el árbol acordado: el amor la hacía audaz.

Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y


no estaba. (…) Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la Cuando el artículo masculino singular (el) sigue a las preposiciones a y de se contraen la
mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. vocal final de la preposición y la vocal inicial del artículo formando las contracciones
articulares al (a+el) y del (de+el). Las contracciones son dos palabras diferentes unidas
El hombre no ha previsto esas trabas. Piensa que la Ley debe ser accesible a todos gráficamente.
los hombres.

Las colocó sobre el montón de combustible en la chimenea y encendió la lumbre.


Cuando ardió bien, añadió los guantes. -Marcar los artículos y las contracciones articulares.

Por la puerta salió una larga bestia amarilla y parda, baja, con ojos deslumbrados
Los artículos tienen la misma forma que algunos pronombres personales. La forma el se por la luz del atardecer y oscuras manchas mojadas en la piel de las mandíbulas y del
distingue del pronombre él por la tilde diacrítica; las otras cuatro formas (la, lo, los, las), cuello.
porque concuerdan con la palabra que sigue.
White sacó del bolsillo el talismán y lo examinó perplejamente.
la taza, las palomas → la y las son artículos (concuerdan con la palabra que sigue: las
tazas, la paloma y no *las taza, *la palomas). Con un inexplicable alivio ante el fracaso del talismán, el hombre volvió a la cama.

la visité, los saludaron → la y los no son artículos (no concuerdan con la palabra que No hablaron; escuchaban el latido del reloj. Crujió un escalón. La oscuridad era
sigue; es decir, la variación de la primera palabra no implica la variación de la otra opresiva.
palabra: las visité, lo saludaron).
–Lupescu es nombre extraño para un padrino del país de las hadas.

Hay un guardián ante la Ley. A ese guardián llega un hombre del campo que pide ser
-Marcar los casos en los que lo, los, la y las no son artículos. admitido a la Ley. El guardián le responde que ese día no puede permitirle la entrada.

las sillas
lo encontré La forma lo es de género neutro: no es ni masculina (el) ni femenina (la), y no tiene plural.
las vieron
la tiza
la saludé
los compraron
las visitaron
las vecinas
lo aprobó
la casa
la quería

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El sustantivo El adjetivo

El sustantivo es una categoría variable abierta que concuerda en número con un artículo El adjetivo es una categoría variable abierta que concuerda en número con el sustantivo:
(el triunfo, los triunfos). El sustantivo puede aparecer solo (se lo reconoce porque puede el increíble triunfo, los increíbles triunfos; puede ir antes o después del sustantivo (el
concordar con un artículo: Trajo libros, Trajo los libros, Trajo el libro). increíble triunfo, el triunfo increíble).*
Entre el adjetivo y el sustantivo hay una diferencia de capacidad referencial:
-el sustantivo puede aparecer solo porque tiene referencia completa (el sustantivo
página tiene referencia por sí mismo: «uno de los lados de una hoja de papel»);
-Marcar los artículos y los sustantivos. -el adjetivo no puede aparecer solo porque tiene referencia incompleta, se refiere a
algo a partir de su relación con el sustantivo con el que concuerda (la ajada [?], la página
Los Jueces de los Muertos le mostraron una piedra y le ordenaron que la subiera a la ajada, la página está ajada).
cima de una colina.
* Salvo en casos excepcionales que se verán más adelante, a un sustantivo no le puede seguir
Pero Odiseo tomó una estaca de madera de olivo, la afiló y endureció un extremo en inmediatamente otro sustantivo. Por lo tanto, si aparecen seguidas dos palabras de conjuntos
el fuego y luego la ocultó bajo un montón de estiércol. abiertos, variables y concordantes, una es sustantivo y la otra adjetivo.
Una criada entró en la pieza y puso la mesa para el té.

White alzó la vista y sorprendió una mirada de complicidad entre madre e hijo. -Determinar si estas frases tienen referencia completa o referencia incompleta.

El sargento les dio la mano, aceptó la silla que le ofrecieron y observó con satisfacción un increíble
que el dueño de casa traía whisky y unos vasos y ponía una pava de cobre sobre el un sueño
fuego. una mentira
la verdad
La señora retrocedió, con una mueca. El hijo tomó la pata de mono y la examinó el difícil
atentamente. la posibilidad
los imposibles
la distraída
Entre el artículo y el sustantivo pueden aparecer otras palabras (el increíble triunfo, el los fenómenos
primer triunfo). los importantes
una difícil
un juego
un imposible
el compromiso
las amarillas
la malvada
los únicos
una oportunidad
los pensamientos
un caso
un problema
los preocupados
la bondadosa
el atento
una característica

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-Introducir en las siguientes frases un sustantivo o un adjetivo, según corresponda. En las casas antiguas había aún peldaños de piedra, barandillas de hierro forjado,
esculturas, grandes hachones, a veces una banqueta entre piso y piso para que
un difícil descansara la gente mayor.
un problema
una venganza La mujer que sube las escaleras no es la directora de la agencia sino su ayudante; no
la maldad se encarga de los asuntos comerciales, ni de las relaciones con los clientes, sino
el fácil únicamente de los problemas técnicos.
la oportunidad
los inútiles En el rincón de la izquierda hay un gran sillón moderno, hecho con una gigantesca
la caprichosa semiesfera de plexiglás ceñida de acero y montada sobre una base de metal cromado.`
los triunfos
los atentos Una noche despertaron al viejo unos débiles gritos que parecían salir del cuartito.
una sencilla
un partido Era una mujer de estatura mediana, cabello gris y boca delgada, vestía siempre un
un único pañuelo de color tabaco, y un delantal negro de florecitas azules.
el juramento
las rojas
-Justificar la forma de reconocimiento de las palabras subrayadas.

-Marcar los adjetivos La vieja tenía los cabellos sueltos y apoyaba la cabeza en la mesa.

Una hermosa mañana La cama es muy estrecha; en realidad es un colchón de espuma puesto sobre tres
El dragón gris cubos de madera, que hacen de cajones.
Los tesoros perdidos
Las oscuras sombras Supongo que usted no trae malas noticias, señor. –Y lo miró perplejamente.
Las piedras preciosas
La lejana luna –Lo agarraron las máquinas –dijo en voz baja.
Los árboles caídos
Los grandes círculos –Está en la sala, sobre la repisa –contestó.
Mi postre favorito
La alegre canción Simultáneamente, resonó un golpe furtivo, casi imperceptible, en la puerta de entrada.

Hasta los trinos de los ruiseñores parecían tristes por la muerte del pastor.
-Marcar los artículos, los sustantivos y los adjetivos.

Sus familias los acompañaron hasta la salida de la aldea, allí se despidieron. -Corregir los errores de reconocimiento.

El viejo diablo permaneció un día entero en lo alto de la torre hablando sin cesar. El premio [sust.] anual [adj.] de máscara [sust.] suelta [adj.] lo ganó siempre el mismo
individuo [adj.]. Hablamos –desde luego– célebre [sust.] actor [adj.] Eladio del Prado,
El hombre la siguió y la llamó, mientras bajaba la escalera. Oyó el ruido de la tranca quien no tenía rival en la técnica [sust.] de la caracterización [adj.]. Sus primeros
de abajo; oyó el cerrojo; y luego, la voz de la mujer, anhelante. disfraces [sust.] fueron sencillos [sust.]. Una noche [sust.] apareció disfrazado [sust.]
de esclavo [sust.] persa [sust.] y todos se condolían al ver su espalda [sust.] surcada
Las tazas chocaron sobre los platillos, y las llamas aletearon sobre los leños en la [adj.] de latigazos [sust.] y su cuerpo [sust.] encorvado [adj.] bajo el peso [sust.] de
chimenea. enormes [sust.] cadenas [sust.].

El hombre de la nariz, los ojos y los guantes rojos bajó por el senderito de grava y Juan era entonces [sust.] muy ingenuo [sust.] para enfrentar esas paradojas [sust.],
entró en el pabellón. pero ese pobre [sust.] hombre [sust.] rico [adj.] no sé por qué lo fascinó y lo iluminó
como un modelo [adj.] alquímico [sust.]. Como si las penurias [sust.] de su cuerpo
[sust.] se transmutaran todas en el brillo [sust.] de oro [sust.] de sus ojos [sust.].

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En la parte [sust.] inferior [adj.] del escalón [sust.], hacia la derecha, vi una pequeña Determinantes posesivos, demostrativos, numerales e indefinidos
esfera [sust.] tornasolada [sust.], de casi intolerable [sust.] fulgor [adj.]. Al principio
la creí giratoria [sust.]; luego comprendí que ese movimiento [sust.] era una ilusión
[adj.] producida por los vertiginosos [sust.] espectáculos [adj.] que encerraba.
Los determinantes son todas las categorías variables que forman conjuntos cerrados:
Recuerdo ahora [sust.], a la vuelta de tantos años [sust.] y tantas cosas [sust.], su artículos, posesivos, demostrativos, numerales, indefinidos y pronombres personales.
mirada [sust.] resbaladiza [adj.], viscosa [sust.], intoxicado [adj.] de tanta condición
[adj.] humana [sust.].

Los determinantes posesivos (mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro, suyo) son una categoría
Un adjetivo puede aparecer sin un sustantivo inmediato: el hombre se vuelve infantil. El variable cerrada que concuerda en número con el sustantivo (nuestro libro, nuestros libros).
adjetivo infantil concuerda con el sustantivo hombre (los hombres se vuelven infantiles). Varían en género y número (mío, mía, míos, mías) y tienen formas apocopadas (mi, tu, su)
que siempre van antes del sustantivo con el que concuerdan.

-Marcar los adjetivos que concuerdan con un sustantivo no inmediato.


-Marcar los posesivos.
Juan, a pesar de todo, es bueno.
Te llama, querido mío, tu Tisbe: ¡óyeme y levanta tu rostro que yace en tierra!”. Al
La reglamentación del club no le permitía al presidente la reelección pero, nombre de Tisbe, Píramo elevó sus ojos pesados ya por la muerte y, al verla, los cerró.
perseverante, llamó a los abogados para que revisaran los estatutos. Ella, tras haber reconocido su velo y ver el marfil libre de espada, dice: “¡Tu mano y
tu amor te han perdido, desgraciado! También yo tengo una fuerte mano para esto
Adquirí un perro para cazar faisanes: alto, delgado, de pelaje gris, con manchas, de solo, también yo tengo amor: él me dará fuerzas para herirme. Te seguiré en la muerte
largas orejas, fuerte e inteligente. y seré llamada la más desgraciada causa y compañera de tu muerte; y tú, que, ¡ay!,
sólo con la muerte podías ser apartado de mí, no podrás ser apartado con la muerte.
El portal es un lugar relativamente espacioso, casi perfectamente cuadrado
Por fin levantó la cabeza del balde y vio a Odiseo y a sus compañeros reclinados
Los restos de su gigantesca fortuna fueron a parar a manos de su única heredera. alrededor del hogar. Les preguntó de mal humor qué tenían que hacer en su caverna.
Odiseo le contestó: «Amable monstruo, somos griegos que volvemos a nuestra patria
El ascensor, como de costumbre, está averiado. después del saqueo de Troya. Te ruego que recuerdes tu deber con los dioses y nos
trates hospitalariamente.»
El sol asomaba radiante por encima del bosque.
Es cierto que si sus dotes, tales como eran, hubieran sido reconocidas en vida, no
Unas alondras revoloteaban intranquilas al otro lado del río. hubiera hecho el pacto que hizo, ese extraño pacto. Sus consecuencias lo han
destacado siempre en mi memoria. Pero esas consecuencias subrayan la plenitud de
Las cuatro patas parecían desmesuradamente largas, en relación con la delgadez el su infortunio.
cuerpo.

La fiesta no fue alegre para Rosaura. Los determinantes demostrativos (este, ese, aquel) son una categoría variable cerrada
que concuerda en número con el sustantivo (este libro, estos libros). Varían en género y
Eran brillantes los colores de los vestidos y sonoras las voces de las gentes que número (este, esta, estos, estas) y tienen formas neutras (esto, eso, aquello) que nunca
llenaban las calles. concuerdan con un sustantivo.
Las profundas arrugas daban a entender que había pasado su vida haciendo trabajos
demasiado pesados.
-Marcar los demostrativos.

Hay un guardián ante la Ley. A ese guardián llega un hombre del campo que pide ser
admitido a la Ley. El guardián le responde que ese día no puede permitirle la entrada.

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El hombre, que se había equipado de muchas cosas para su viaje, va despojándose de bebida más fuerte que el suero de la leche, y condescendió a preguntar a Odiseo su
todas ellas para sobornar al guardián. Éste no las rehúsa, pero declara: “Acepto para nombre.
que no te figures que has omitido algún empeño”. En los muchos años el hombre no
deja de mirarlo. Se olvida de los otros y piensa que éste es la única traba que lo separa
de la Ley. Los determinantes numerales (dos, tres, segundo, etc.) son una categoría variable cerrada
que concuerda en número con el sustantivo: una lapicera, dos lapiceras.
–No creo que venga esta noche –dijo el padre con la mano sobre el tablero.
–Mate –contestó el hijo.
–Esto es lo malo de vivir tan lejos –vociferó el señor White con imprevista y repentina
violencia–. De todos los barriales, este es el peor. Los numerales se clasifican en cardinales (dos, etc.), ordinales (segundo, etc.), partitivos
(medio, etc.), múltiplos (doble, etc.) y distributivos (ambos, etc.).

Los determinantes numerales y los determinantes indefinidos se refieren a cantidad:


numerales → cantidad exacta (dos, tres, etc.)
indefinidos → cantidad no exacta* (muchos, pocos, algunos, todos, etc.) un/uno y una son indefinidos y no cardinales, salvo que elementos del contexto (como
las palabras subrayadas en los ejemplos) establezcan la interpretación numeral:
* Los indefinidos nada, nadie y ninguno no representan una cantidad sino la ausencia de
cantidad. Al llegar el invierno la cigarra se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.
–A los dos, no. A uno –dijo la muchacha.
Una sola noche perderá a dos amantes.
-Marcar los numerales e indefinidos.

Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía Los determinantes indefinidos (muchos, pocos, todos, etc.) son una categoría cerrada.
que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo Pueden variar en género y número (mucho tiempo, mucha paciencia, muchos libros, muchas
del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la personas), solamente en número (bastante pan, bastante manteca, bastantes panes),
figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: solamente en género (depende de cada uno, depende de cada una) o ser invariables.
coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo Los variables en número algunos, bastantes, ciertos, demasiados, muchos, pocos, tales,
minuciosamente atribuido. tantos, todos, unos, varios pueden anteceder a un sustantivo, con el que concuerdan (poco
pan, pocos panes), o pueden aparecer solos (Trajo todo, Faltaron muchos).
Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le Los invariables alguien, algo, nadie, nada y el variable en género cada uno nunca
llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una concuerdan con un sustantivo.
escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie El invariable cualquiera y el variable en género ninguno pueden concordar con un
en la segunda. sustantivo (cualquier día, ningún libro, ninguna lapicera) o pueden aparecer solos
(cualquiera sabe, ninguno dijo nada). Cuando van antes del sustantivo, tienen forma
Sin embargo, acoged las palabras de súplica de ambos, oh muy desgraciados padres apocopada (cualquier, ningún*).
míos y de aquél, que a quienes ha unido un certero amor, a quienes la última hora, no Los invariables cada, más y menos siempre anteceden a un sustantivo.
les quitéis ser enterrados juntos en la misma tumba. En cuanto a ti, árbol que ahora
cubres con tus ramas el cuerpo digno de compasión de uno solo, inmediatamente serás * La forma femenina no apocopa: ninguna lapicera.
cobertura de dos: retén las señales de la muerte y produce siempre frutos negruzcos
y adecuados al luto, recuerdo de la doble sangre”. Dijo y, tras haber dispuesto la
punta bajo su pecho, se lanzó sobre la espada, que todavía estaba tibia de muerte. Sin
embargo, sus súplicas alcanzaron a los dioses, alcanzaron a los padres: pues el color Los sustantivos pueden tener más de un determinante: los dos libros, todos esos
es el negro en el fruto cuando madura y lo que queda de sus piras descansa en una botones, las tres camisas esas, etc.
sola urna.

Esa noche volvió el cíclope y comió dos más de los doce marineros, después de lo cual
Odiseo le ofreció cortésmente un cuenco lleno con el vino fuerte que le había dado
Maro en Ismaro; por fortuna, había llevado a tierra un odre lleno de vino. Polifemo
bebió ávidamente, pidió un segundo cuenco, pues en toda su vida había probado una

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-Marcar los sustantivos, los adjetivos y los determinantes. Píramo (…) vio en el abundante polvo las certeras huellas de una fiera y palideció en
todo su rostro.
Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la
ilusión novelesca lo ganó casi enseguida. Conradín tenía mucho miedo de ese animal flexible y de garras afiladas, pero era su
más preciado tesoro. Su presencia en la casilla era para Conradín una secreta y
Píramo (…) vio en el abundante polvo las certeras huellas de una fiera y palideció en terrible felicidad.
todo su rostro.
Todos los jueves, en el musgoso y oscuro silencio de la casilla de herramientas, el
Conradín tenía mucho miedo de ese animal flexible y de garras afiladas, pero era su niño oficiaba con místico y elaborado ceremonial ante el cajón de madera, santuario
más preciado tesoro. Su presencia en la casilla era para Conradín una secreta y de Sredni Vashtar.
terrible felicidad.
Y mientras lo tostaba y le ponía mucha manteca y lo saboreaba con lentitud,
Todos los jueves, en el musgoso y oscuro silencio de la casilla de herramientas, el escuchaba los ruidos y silencios que caían en rápidos espasmos del otro lado de la
niño oficiaba con místico y elaborado ceremonial ante el cajón de madera, santuario puerta del comedor.
de Sredni Vashtar.
La familia miraba con interés a ese forastero que hablaba de guerras, de epidemias y
Y mientras lo tostaba y le ponía mucha manteca y lo saboreaba con lentitud, de pueblos extraños.
escuchaba los ruidos y silencios que caían en rápidos espasmos del otro lado de la
puerta del comedor. Herbert puso una cara solemne, hizo un guiño a su madre y tocó en el piano unos
acordes graves.
La familia miraba con interés a ese forastero que hablaba de guerras, de epidemias y
de pueblos extraños. Éste parecía incómodo. La miraba furtivamente, mientras ella le pedía disculpas por
el desorden que había en el cuarto y por el guardapolvo del marido. La señora esperó
Herbert puso una cara solemne, hizo un guiño a su madre y tocó en el piano unos cortésmente que les dijera el motivo de la visita; el desconocido estuvo un rato en
acordes graves. silencio.

Éste parecía incómodo. La miraba furtivamente, mientras ella le pedía disculpas por Bruscamente comprendió el sentido siniestro que había en la seguridad que le daban
el desorden que había en el cuarto y por el guardapolvo del marido. La señora esperó y vio la confirmación de sus temores, en la cara significativa del hombre.
cortésmente que les dijera el motivo de la visita; el desconocido estuvo un rato en
silencio. En el cementerio nuevo, a unas dos millas de distancia, marido y mujer dieron
sepultura a su muerto y volvieron a la casa.
Bruscamente comprendió el sentido siniestro que había en la seguridad que le daban
y vio la confirmación de sus temores, en la cara significativa del hombre. Cuando entró en el dormitorio, hasta la cara de su mujer le pareció cambiada. Estaba
ansiosa y blanca y tenía algo sobrenatural. Le tuvo miedo.
En el cementerio nuevo, a unas dos millas de distancia, marido y mujer dieron
sepultura a su muerto y volvieron a la casa. Marjorie era calmante hasta cuando estaba intranquila. La luz de la lumbre jugaba
con su cabello y con las curvas de su blusa.
Cuando entró en el dormitorio, hasta la cara de su mujer le pareció cambiada. Estaba
ansiosa y blanca y tenía algo sobrenatural. Le tuvo miedo.

Marjorie era calmante hasta cuando estaba intranquila. La luz de la lumbre jugaba
con su cabello y con las curvas de su blusa.

-Justificar la forma de reconocimiento de las palabras subrayadas.

Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la
ilusión novelesca lo ganó casi enseguida.

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El verbo Bruscamente comprendió el sentido siniestro que había en la seguridad que le daban
y vio la confirmación de sus temores en la cara significativa del hombre.

El verbo es la única categoría variable abierta que no concuerda con el artículo y que Los verboides son formas especiales del verbo compuestas por una raíz verbal (la parte
admite la variación yo, tú, él: yo cantaba, tú cantabas, él cantaba. Algunos verbos (hay, invariable del verbo) y una terminación fija:
llueve, etc.) no admiten esta variación. infinitivo → -ar, -er, -ir (comprar)
participio → -ado, -ido (comprado)
gerundio → -ando, -iendo (comprando)
El infinitivo y el gerundio son invariables. El participio puede variar en género y número
-Marcar los verbos. (La casa fue demolida, Las casas fueron demolidas, El edificio fue demolido, Los edificios
fueron demolidos). Algunos participios tienen otras terminaciones: abierto, cubierto, dicho,
Las colocó sobre el montón de combustible en la chimenea y encendió la lumbre. escrito, hecho, impreso, muerto, puesto, roto, visto, vuelto, etc.
Cuando ardió bien, añadió los guantes.

Tomó la pata de mono, la agitó entre el pulgar y el índice y la tiró al fuego. White la
recogió. Los participios, cuando no forman perífrasis verbal con el verbo haber o con el verbo ser,
funcionan como adjetivos: el trapo mojado, los carteles pegados, la pared manchada, las
White sacó del bolsillo el talismán y lo examinó perplejamente. sillas pintadas.
No hablaron; escuchaban el latido del reloj. Crujió un escalón.

Los Jueces de los Muertos le mostraron una piedra gigantesca y le ordenaron que la -Marcar los verboides.
subiera a la cima de una colina.
Entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el
Pero Odiseo tomó una estaca de madera de olivo verde, la afiló y endureció un chicotazo de una rama.
extremo en el fuego y luego la ocultó bajo un montón de estiércol.
Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y
White alzó la vista y sorprendió una mirada de complicidad entre madre e hijo. no estaba. (…) Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la
mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo
La señora retrocedió, con una mueca. El hijo tomó la pata de mono y la examinó alto, dos puertas.
atentamente.
Sale cautelosa a través de las tinieblas y engaña a los suyos, y con el rostro cubierto
Simultáneamente, resonó un golpe furtivo, casi imperceptible, en la puerta de entrada. llega junto a la tumba.

El hombre la siguió y la llamó, mientras bajaba la escalera. –Está en la sala, sobre la repisa –contestó asombrado.

Las tazas chocaron sobre los platillos, y las llamas aletearon sobre los leños en la Cuando entró en el dormitorio, hasta la cara de su mujer le pareció cambiada. Estaba
chimenea. ansiosa y blanca y tenía algo sobrenatural.

Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la Hay un guardián ante la Ley. A ese guardián llega un hombre del campo que pide ser
ilusión novelesca lo ganó casi enseguida. admitido a la Ley.

Y mientras lo tostaba y le ponía mucha manteca y lo saboreaba con lentitud, El hombre reflexiona, y pregunta si luego podrá entrar. “Es posible”, dice el
escuchaba los ruidos y silencios que caían en rápidos espasmos del otro lado de la guardián, “pero no ahora”. Como la puerta de la Ley sigue abierta y el guardián está
puerta del comedor. a un lado, el hombre se agacha para espiar. El guardián se ríe, y le dice “Fíjate bien:
soy muy fuerte. Y soy el más subalterno de los guardianes. Adentro no hay una sala
La familia miraba con interés a ese forastero que hablaba de guerras, de epidemias y que no esté custodiada por su guardián, cada uno más fuerte que el anterior. Ya el
de pueblos extraños. tercero tiene un aspecto que yo mismo no puedo soportar”. El hombre no ha previsto
esas trabas. Piensa que la Ley debe ser accesible a todos los hombres.

17 18
El pronombre personal
Intenta muchas veces ser admitido y fatiga al guardián con sus peticiones. El guardián
entabla con él diálogos limitados y lo interroga acerca de su hogar y de otros asuntos,
pero de una manera impersonal, como de señor importante, y siempre acaba
repitiendo que no puede pasar todavía. Los pronombres personales forman un conjunto cerrado de palabras variables en
número y en persona:
Al fin se le nublan los ojos y no sabe si éstos lo engañan o si se ha oscurecido el mundo.
Apenas si percibe en la sombra una claridad que fluye inmortalmente de la puerta de Primera persona singular → yo, me, mí, conmigo
la Ley. Ya no le queda mucho que vivir. En su agonía los recuerdos forman una sola Segunda persona singular → tú-vos-usted, te, ti, contigo
pregunta, que no ha propuesto aún al guardián. Tercera persona singular → él, ella, ello, se, sí, consigo, lo, la, le
Primera persona plural → nosotros, nosotras, nos
Estuvieron jugando durante un par de semanas; en realidad, debieron haber sido Segunda persona plural → vosotros, vosotras-ustedes, os
horas, porque Mademoiselle no lo había llamado a gritos diciendo que ya era hora de Tercera persona plural → ellos, ellas, se, sí, consigo, los, las, les
cenar.

Los pronombres de tercera persona lo, los, la, las se distinguen de las formas del artículo
porque no concuerdan con la palabra que sigue (en la saludé y los compraron, la variación
en número de una de las palabras no implica la variación de la otra: las saludé, la saludaron,
lo compraron, los compré).

-Marcar los pronombres personales e indicar persona y número.

Al caer de la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros corredores de una


galería de cuadros. Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:
–Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?
–Yo no –respondió el otro–. ¿Y usted?
–Yo sí –dijo el primero y desapareció.

Se impuso a Sísifo un castigo ejemplar. Los Jueces de los Muertos le mostraron una
piedra gigantesca (…) y le ordenaron que la subiera a la cima de una colina y la
dejara caer por la otra ladera.

La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.


–¡Dios mío! –dijo el hombre–. Me parece que no tiene picaporte del lado de
adentro. ¡Cómo, nos ha encerrado a los dos!

–Te pagaré la deuda con sus intereses –le dijo– antes de la cosecha. Te doy mi
palabra.
Mas la hormiga no es nada generosa, y éste es su menor defecto. Y le preguntó a la
cigarra:
–¿Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello?

Píramo, ¿qué desgracia te ha arrancado de mí? ¡Píramo, responde! Te llama, querido


mío, tu Tisbe.

Este defecto no evidente para nadie a lo largo de los siglos (¿de qué no se da cuenta
el amor?) lo visteis por primera vez vosotros, enamorados, y lo convertisteis en

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camino de la voz; por él solían transitar seguras vuestras lisonjeras palabras en un Categorías invariables: la preposición, la conjunción y el adverbio
murmullo apenas audible.

La ola que levantó los llevó rápidamente a la isla donde los esperaban ansiosamente
los otros compañeros de Odiseo. La preposición es una categoría invariable que forma el siguiente conjunto cerrado: a,
ante, bajo, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, sobre, tras,
Eurídice siguió a Orfeo por el pasaje oscuro guiada por el son de su lira, y sólo cuando durante y mediante.
él llegó de nuevo a la luz del día se dio la vuelta para ver si ella lo seguía, con lo que
la perdió para siempre.

“Yo me llevo la primera, porque me llamo león; la segunda me la entregaréis, porque -Marcar las preposiciones.
soy valiente; luego, visto que soy más poderoso, me corresponderá la tercera; si
alguien intenta tocar la cuarta, lo pasará mal”. Luego llegó a una isla fértil y muy boscosa, habitada únicamente por innumerables
Así, la maldad sola se llevó consigo la presa entera. cabras montesas, y mató algunas de ellas para alimentarse. Ancló allí toda la flota,
con excepción de una sola nave en la que salió a explorar la costa opuesta. Resultó
Les preguntó de mal humor qué tenían que hacer en su caverna. Odiseo le contestó: que era el país de los feroces y bárbaros Cíclopes.
«Amable monstruo, somos griegos que volvemos a nuestra patria después del saqueo
de Troya. Te ruego que recuerdes tu deber con los dioses y nos trates Ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama.
hospitalariamente. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las
caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida
por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su
Los pronombres personales me, te, se, nos, os, lo, los, la, las, le, les, que sólo pueden pecho, y debajo latía la libertad agazapada.
aparecer inmediatamente antepuestos o pospuestos a un verbo o verboide, se denominan
clíticos: proclíticos (antepuestos a un verbo: lo conté) y enclíticos (pospuestos y pegados a Un día, en las cercanías de Tempe, en el valle del río Peneo, Eurídice se encontró con
un verbo o verboide: contarlos). Son enclíticos con el infinitivo (comprarlo), el gerundio Aristeo, quien trató de forzarla. Ella pisó una serpiente al huir y murió a causa de la
(comprándolo) y el modo imperativo (compralo). Puede haber más de un pronombre clítico: mordedura, pero Orfeo descendió audazmente al Tártaro, con la esperanza de traerla
me lo contó, contártelo, contándoselo, contámelo. de vuelta. Utilizó el pasaje que se abre en Aorno, en Tesprótide, y, a su llegada, no
sólo encantó al barquero Caronte, el perro Cerbero y los tres Jueces de los Muertos
con su música melancólica, sino que además suspendió por el momento las torturas
de los condenados; de tal modo ablandó el cruel corazón de Hades que éste concedió
-Marcar los pronombres personales e indicar persona y número. su permiso para que Eurídice volviera al mundo superior. Hades puso una sola
condición: que Orfeo no mirase hacia atrás hasta que ella estuviera de nuevo bajo la
Una zorra hambrienta, como viera unos racimos colgar de una parra, quiso luz del sol.
apoderarse de ellos y no pudo. Marchándose, dijo para sí: “Están verdes”.

Luego llegó a una isla fértil y muy boscosa, habitada únicamente por innumerables Las conjunciones son categorías invariables que forman conjuntos cerrados: y/e, ni, o/u,
cabras montesas, y mató algunas de ellas para alimentarse. pero, sino, que, si, porque, aunque, etc.
–¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta
noche, por milagro, quisiera estar en Ispahán.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos -Marcar las conjunciones.

–No fue un gesto de amenaza –le responde– sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al
lejos de Ispahán esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahán. llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.

El hombre, que se había equipado de muchas cosas para su viaje, va despojándose de Chuang-Tzu soñó que era una mariposa y no sabía al despertar si era un hombre que
todas ellas para sobornar al guardián. Éste no las rehúsa, pero declara: “Acepto para había soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser un hombre.
que no te figures que has omitido algún empeño”. En los muchos años el hombre no
deja de mirarlo. El hombre reflexiona, y pregunta si luego podrá entrar. “Es posible”, dice el
guardián, “pero no ahora”.

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-Clasificar todas las palabras.
–No fue un gesto de amenaza –le responde– sino un gesto de sorpresa.
En los primeros años maldice a gritos su perverso destino; con la vejez, la maldición
decae en quejumbre. El hombre se vuelve infantil.
El adverbio es una categoría invariable. La forma más simple de reconocerlo es por
descarte: toda palabra invariable que no sea preposición o conjunción es un adverbio. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la
Salvo los terminados en -mente, los adverbios forman conjuntos cerrados. ilusión novelesca lo ganó casi enseguida.

Polifemo resopló, asió a dos marineros por los pies, les hizo saltar los sesos
golpeándolos contra el suelo y devoró los cadáveres crudos.
-Marcar los adverbios.
La noche era fría y húmeda, pero en la pequeña sala de Laburnum Villa, los postigos
Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, estaban cerrados y el fuego ardía vivamente. Padre e hijo jugaban al ajedrez.
volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente
por la trama, por el dibujo de los personajes. Un gran estrépito del piano contestó a sus palabras. El señor White dio un grito. Su
mujer y su hijo corrieron hacia él.
Ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. –Se movió –dijo mirando con desagrado el objeto y lo dejó caer–. Se retorció en
Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las mi mano.
caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida
por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su A la mañana siguiente, mientras tomaba el desayuno en la claridad del sol invernal,
pecho, y debajo latía la libertad agazapada. se rió de sus temores. En el cuarto había un ambiente de prosaica salud.

Cuando la furiosa leona sació su sed con abundante agua, mientras vuelve al bosque, En el cementerio nuevo, a unas dos millas de distancia, marido y mujer dieron
destrozó casualmente con su hocico ensangrentado el ligero velo encontrado sin su sepultura a su muerto y volvieron a la casa transidos de sombra y de silencio.
dueña.
Los sollozos se desvanecieron en los oídos del señor White. La cama estaba tibia, y
Ayer lo había rechazado definitivamente. No debería verlo, nunca. Le había explicado sus ojos pesados de sueño. Un despavorido grito de su mujer lo despertó.
todo claramente. Se evocaba, tiesa en la silla, enardecida con su propia integridad,
mientras él la escuchaba cabizbajo, avergonzado. Con un inexplicable alivio ante el fracaso del talismán, el hombre volvió a la cama;
un minuto después, la mujer, apática y silenciosa, se acostó a su lado.
En un rincón, casi completamente escondida por un arbusto, había una casilla de
herramientas abandonada; bajo su techo, Conradín halló un refugio. No hablaron; escuchaban el latido del reloj. Crujió un escalón. La oscuridad era
opresiva; el señor White juntó coraje, encendió un fósforo y bajó a buscar una vela.
Gonsuké se le acercó más, rozándolo con sus presuntuosas rodillas, de pantalón azul,
y empezó a argüir de esta manera: Un viento helado entró por la escalera; y un largo y desconsolado alarido de su mujer
–Ya, ya, señor, eso no es muy correcto. ¿Acaso no dice el cartel COLOCACIONES le dio valor para correr hacia ella y luego hasta el portón. El camino estaba desierto
PARA CUALQUIER TRABAJO? y tranquilo.

Gonsuké se presentó aquel día ceremoniosamente vestido, quizá en honor de tan Las colocó sobre el montón de combustible en la chimenea y encendió la lumbre.
importante ocasión. Gonsuké aparentemente no se diferenciaba en manera alguna del Cuando ardió bien, añadió los guantes.
campesino corriente: fue una pequeña sorpresa para el doctor.
Por la puerta salió una larga bestia amarilla y parda, baja, con ojos deslumbrados
por la luz del atardecer y oscuras manchas mojadas en la piel de las mandíbulas y del
cuello.

Tomó la pata de mono, la agitó entre el pulgar y el índice y la tiró al fuego. White la
recogió.

White sacó del bolsillo el talismán y lo examinó perplejamente.

23 24
Pero Odiseo tomó una estaca de madera de olivo verde, la afiló y endureció un Listas de categorías cerradas
extremo en el fuego y luego la ocultó bajo un montón de estiércol.

Luego, entraron. El forastero era un hombre fornido, con los ojos salientes y la cara
rojiza. Determinantes
Artículos: el, la, lo [género neutro], los, las
El hombre la siguió y la llamó, mientras bajaba la escalera. Oyó el ruido de la tranca Posesivos: mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro, suyo (variables en género y número y con
de abajo; oyó el cerrojo; y luego, la voz de la mujer, anhelante. tres formas apocopadas: mi, tu, su)
Demostrativos: este, ese, aquel (variables en género y número)
–Esto es lo malo de vivir tan lejos –vociferó el señor White con imprevista y repentina Numerales
violencia–. De todos los barriales, este es el peor. dos, tres, etc.
segundo, tercero, etc.
Píramo (…) vio en el abundante polvo las certeras huellas de una fiera y palideció en doble, triple, etc.
todo su rostro. ambos, sendos.
Indefinidos
Conradín tenía mucho miedo de ese animal flexible y de garras afiladas, pero era su algunos, ciertos, demasiados, muchos, pocos, tantos, todos, unos (variables en
más preciado tesoro. Su presencia en la casilla era para Conradín una secreta y género y número)
terrible felicidad. bastantes, tales (variables en número)
cada uno, ninguno, varios (variables en género)
Todos los jueves, en el musgoso y oscuro silencio de la casilla de herramientas, el alguien, algo, nadie, nada; cualquiera; cada, más, menos (invariables)
niño oficiaba con místico y elaborado ceremonial ante el cajón de madera, santuario Pronombres personales
de Sredni Vashtar. yo, me, mí, conmigo
tú/vos/usted, te, ti, contigo
Herbert puso una cara solemne, hizo un guiño a su madre y tocó en el piano unos él, ella, ello, se, sí, consigo, lo, la, le
acordes graves. nosotros, nosotras, nos
vosotros, vosotras/ustedes, os
White alzó la vista y sorprendió una mirada de complicidad entre madre e hijo. ellos, ellas, se, sí, consigo, los, las, les

Preposiciones: a, ante, bajo, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por,
según, sin, sobre, tras, durante, mediante

Conjunciones: y/e, ni, pero, sino, o/u, que, si, porque, aunque, etc.

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La flexión verbal cantaremos
cortará
partían
escriben
Los verbos conjugados tienen la siguiente estructura interna: raíz, vocal temática, flexión comprendieran
temporal y flexión personal.

La flexión personal es la parte del verbo cuya variación determina la persona y el número:
nadamos (primera persona plural → nosotros), nadan (tercera persona plural → ellos), etc.
La flexión temporal es la parte del verbo cuya variación determina el tiempo y el modo:
nadaban (Pretérito Imperfecto del Modo Indicativo), nadarán (Futuro Simple del Modo
interpret a ría mos Indicativo), etc.
raíz vocal flexión flexión La flexión personal siempre sigue a la flexión temporal: llor-a-ba-n, gan-a-ría-mos, etc.
temática temporal personal La flexión temporal está entre la vocal temática y la flexión personal: llor-a-ba-n, gan-a-
ría-mos, etc.

La raíz verbal es la parte invariable del verbo. La forma más simple de determinar la raíz
es eliminar la terminación de infinitivo (-ar, -er o -ir): FLEXIONES PERSONALES
cant- (de cantar)
com- (de comer) Persona y número Flexión personal
escrib- (de escribir) 1ª p. singular (yo) Ø / -o*
2ª p. singular (tú-vos-usted) -s
3ª p. singular (él-ella-ello) Ø
La vocal temática (a, e, i) es la vocal que sigue inmediatamente a la raíz verbal (nadaban, 1ª p. plural (nosotros-nosotras) -mos
corremos, dormías). 2ª p. plural (vosotros-vosotras-ustedes) -is
Las vocales temáticas e, i pueden tomar la forma diptongada ie: comieran.
3ª p. plural (ellos-ellas) -n
En algunas formas, los verbos en -er tienen la vocal temática i (corrías); los verbos en -
ir, la vocal temática e (escriben).
* La primera persona singular del Presente de Modo Indicativo no tiene vocal temática
y tiene flexión personal -o (canto, como, escribo).

-Marcar la raíz y la vocal temática:


Cuando no hay flexión personal, la persona se determina por el pronombre con el que
llorabas puede concordar el verbo:
cantaríamos (yo) cantaréØ → primera persona singular
preguntarán (él) cantaráØ → tercera persona singular
cantan (yo/él) cantabaØ → primera y tercera persona singular
vendíamos
comprarías
nadaban
temes El pronombre de segunda persona usted, ustedes adopta la flexión de tercera persona:
tenían usted preguntabaØ, ustedes preguntaban.
correrás
corrías
estudian
averiguarán -Marcar la raíz, la vocal temática y la flexión personal e indicar persona y número:
entendieras
estudiabas llorabas

27 28
cantaríamos La vocal de la flexión temporal de la 1ª persona del plural del Futuro Simple de Modo
preguntarán Indicativo (-re) tiene acento pero no lleva tilde* por las reglas de acentuación ortográfica:
cantan cantaremos. La forma del Futuro Simple de Modo Subjuntivo (-re) no tiene acento:
vendíamos cantáremos. En este caso, la diferencia ortográfica está en la vocal temática (sin tilde en el
comprarías Indicativo, con tilde en el Subjuntivo):
nadaban aremos (a sin tilde) → 1ª persona del plural del Futuro Simple de Modo Indicativo
temes áremos (a con tilde) → 1ª persona del plural del Futuro Simple de Modo Subjuntivo
tenían
correrás * Todas las palabras tienen acento prosódico. En algunos casos, este acento está marcado
canto áfi ild
estudia
averiguarán
recorreríamos El Pretérito Perfecto Simple tiene una flexión especial: canté, cantaste, cantó, cantamos,
estudiabas cantasteis, cantaron; corrí, corriste, corrió, corrimos, corristeis, corrieron. La forma más
cantaremos simple de reconocerlo es por descarte: toda flexión que no está en los cuadros pertenece al
cortará Pretérito Perfecto Simple.
partía Al final de la forma verbal, -é / -í son flexión especial y no vocal temática (en posición
vendo final, la vocal temática nunca tiene acento); por lo tanto, son formas del Pretérito Perfecto
compraba Simple.
La 1ª persona del plural del Presente de Modo Indicativo y la 1ª persona del plural del
Pretérito Perfecto Simple de Modo Indicativo tienen la misma forma. Se distinguen por
FLEXIONES TEMPORALES (TIEMPOS SIMPLES) contexto: Ayer compramos caramelos, hoy compramos galletitas.

Flexión temporal
Modo Tiempo -Marcar la raíz, la vocal temática, la flexión temporal y la flexión personal e indicar
persona, número, tiempo y modo:

Presente Ø llorabas
1 cantaríamos
Indicativo Pretérito Imperfecto ba / a
preguntarán
Futuro Simple ré / rá cantan
Condicional Simple ría vendíamos
Pret. Perfecto Simple flexión especial comprarías
nadaban
Presente Ø* temes
Subjuntivo Pretérito Imperfecto ra / se tenían
correrás
Futuro Simple re
creíamos
estudian
averiguarán
* Tanto el Presente de Modo Indicativo como el Presente de Modo Subjuntivo no recorreríamos
tienen flexión temporal. La diferencia está en que en el Presente de Modo Subjuntivo estudiabas
cambia la vocal temática: los verbos en -ar tienen vocal temática -e (canten) y los cantaremos
verbos en -er, -ir tienen vocal temática -a (corran, escriban). cortará
partían
vendo
compraron
llorabais
1
Flexión temporal -ba- para los verbos en -ar (cantaban), flexión temporal -a- para los verbos en pensábamos
-er, -ir (corrían, escribían).
29 30
compraré TIEMPOS COMPUESTOS
debemos
canto
salían Modo Tiempo
preguntaría Pretérito Perfecto Compuesto he / ha
venderé Indicativo Pretérito Pluscuamperfecto había
preguntamos Futuro Compuesto habré / habrá
recordaron Condicional Compuesto habría
medías Pretérito Perfecto haya
divido
Subjuntivo Pretérito Pluscuamperfecto hubiera / hubiese
corren
Futuro Compuesto hubiere
corran
atan
aten
ganarían En la 1ª persona del plural del Futuro Compuesto de Modo Indicativo el auxiliar haber
lloráis tiene acento pero no lleva tilde por las reglas de acentuación ortográfica: habremos.
preguntarás
comprendían
pensases
pensaste El Pretérito Anterior (hube cantado) no forma parte del sistema verbal actual.
salimos
reclames
cantarás
cantaras -Marcar la flexión personal del verbo haber e indicar persona, número, tiempo y modo:
traerán
lloraríais habíamos ganado
temas ha contestado
cante habrás regresado
canté habríamos ganado
mordiesen habremos recuperado
vendió hemos ganado
contestáramos he contestado
contestan hubieses estudiado
temíamos han regresado
vendí hayamos pensado
compraren
compraran
lloraréis El Modo Imperativo tiene solamente presente y segunda persona:

canta (tú) / cantá (vos) → segunda personal singular


Los tiempos compuestos se forman con la combinación del verbo auxiliar haber, que cantad (vosotros) / canten (ustedes) → segunda persona plural
aporta la información de tiempo, modo, persona y número, y un participio que aporta el
significado (habíamos estudiado): canten (ustedes) es una forma de Presente de Modo Subjuntivo con valor de Imperativo.
había- → raíz y flexión temporal / -mos → flexión personal
estudiado → participio
habíamos estudiado → primera persona plural del Pretérito Pluscuamperfecto del Modo
Indicativo

31 32
En los verbos de irregularidad común la flexión personal y la flexión temporal son han anunciado
regulares: partíamos
estudien
flexión personal → duermes, durmamos, sienten, etc. recorren
flexión temporal → saldrás, tendríamos, durmieras, sintieren; etc. hubiéramos llegado
habréis ganado
creíste
llamo
-Segmentar e indicar persona, número, tiempo y modo: habrías anunciado
hubieseis ganado
salieron insistíamos
soldabas llamaran
recuperará has jugado
recuperara averiguase
compraríamos estudiasen
cantases hayáis llamado
compró habíais ganado
habías preguntado hemos recorrido
canten llegara
hubiere comprado creías
habrá pensado habrían llamado
teníamos anuncio
había llegado insistió
habré pensado hubiera llamado
hubieran respondido creen
aprendiste averigües
he comprado hayas llamado
recordaran ha ganado
habrían tenido creo
hayan regresado estudiaste
pregunten habríais ganado
hubieses venido recorras
cantábamos habré llamado
habré averiguado recorríamos
hayas ganado averiguara
responderías habíamos jugado
moviésemos averiguan
recurren llamará
ha respondido hubierais ganado
habrías llamado hubiereis ganado
habían comprado
cortabas
preguntaren -Formar verbos según los modos, tiempos y personas que se indican:
hubiéramos pensado
has preguntado caminar: Modo Indicativo, Pretérito Imperfecto, 3º persona plural
había jugado estudiar: Modo Indicativo, Condicional Simple, 2º persona singular
hayáis ganado recorrer: Modo Indicativo, Presente, 3º persona plural
partí jugar: Modo Indicativo, Futuro Simple, 3º persona singular
recurran llamar: Modo Subjuntivo, Presente, 1º persona plural
habremos pensado anunciar: Modo Subjuntivo, Pret. Imperfecto, 1º persona singular

33 34
llegar: Modo Indicativo, Futuro Simple, 1º persona singular
cantar: Modo Subjuntivo, Futuro Simple, 3º persona plural
correr: Modo Indicativo, Pret. Imperfecto, 1º persona plural
besar: Modo Subjuntivo, Futuro Compuesto, 2º persona singular
comer: Modo Indicativo, Presente, 1º persona singular
subir: Modo Subjuntivo, Pret. Pluscuamperf., 1º persona plural
vivir: Modo Indicativo, Futuro Simple, 2º persona singular
aclarar: Modo Indicativo, Pret. Pluscuamperf., 3º persona singular
nadar: Modo Subjuntivo, Pretérito Imperfecto, 3º persona singular
alabar: Modo Indicativo, Futuro Compuesto, 2º persona plural
temer: Modo Subjuntivo, Presente, 1º persona plural
asustar: Modo Indicativo, Condicional Simple, 2º persona plural
aliviar: Modo Indicativo, Pret. Perfecto Simple, 1º persona singular
amonestar: Modo Indicativo, Pret. Perfecto, 3º persona singular
recorrer: Modo Subjuntivo, Futuro Simple, 3º persona plural
sustentar: Modo Indicativo, Pretérito Imperfecto, 3º persona singular
sacudir: Modo Indicativo, Pret. Pluscuamperf., 2º persona singular
acicalar: Modo Indicativo, Futuro Simple, 2º persona singular
librar: Modo Subjuntivo, Pretérito Imperfecto, 3º persona singular
beber: Modo Indicativo, Condicional Simple, 2º persona plural
abrazar: Modo Subjuntivo, Pret. Perfecto, 1º persona singular
mirar: Modo Indicativo, Futuro Simple, 1º persona singular
arremeter: Modo Subjuntivo, Presente, 1º persona singular
distanciar: Modo Indicativo, Presente, 2º persona plural
silbar: Modo Subjuntivo, Pret. Pluscuamperf., 1º persona plural

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