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Hay más de 300 enfermedades de los pies. Algunas pueden deberse a la herencia,
pero en las personas mayores, la mayor parte de esas dolencias vienen de la
acumulación de años de negligencia o abuso. Sin embargo, incluso entre la gente
en edad de retiro, muchos problemas de los pies pueden tratarse con éxito, y el
dolor puede aliviarse.
Sea por negligencia o abuso, el desgaste normal de los años causa cambios en los
pies.
Función
Fortaleza.
Complejidad.
Resistencia.
26 huesos.
33 articulaciones.
107 ligamentos.
19 músculos.
Constituyen una bóveda plantar que permite repartir el peso corporal en las
dos zonas de apoyo:
CUPULA PLANTAR
Protege la musculatura intrínseca del pie, las arterias, los nervios y las venas.
El pie reposa sobre dos grandes zonas:
Una zona anterior o triángulo de propulsión (Rabischong)
El talón posterior que corresponde a las tuberosidades plantares del
calcáneo.
La estabilidad de la bóveda plantar está asegurada por potentes elementos:
imbricado óseo y refuerzo ligamentoso.
Arcos Plantares:
3. Arco anterior
Huella plantar:
La parte superior o dorsal del pie se llama empeine y la inferior planta. El pie se
mueve en relación a la pierna con el auxilio de músculos extensores y flexores. Los
primeros, que constituyen la pantorrilla, se insertan en la extremidad posterior del
calcáneo por medio del tendón de Aquiles. Los segundos están situados delante de
la pierna. Existen, además, músculos elevadores que hacen girar el pie hacia fuera
o hacia dentro.
El pie humano está formado por tres arcos que constituyen una bóveda, dos arcos
longitudinales y un arco transversal que están mantenidos por las formas
entrelazadas de los huesos del pie, los ligamentos y los músculos. La ligera
movilidad de los arcos cuando el peso se aplica y se retira del pie hace que el
caminar y el correr sean más económicos en términos de energía.
El arco interno es el más largo y alto mientras que el arco externo tiene una longitud
y altura menor a las del arco interno. Por último, el arco anterior cuyos puntos de
apoyo son la cabeza del primer y quinto metatarsiano. La excesiva tensión en los
tendones y ligamentos de los pies puede dar lugar a arcos caídos o pies planos. El
arco externo se compone de posterior a anterior por: calcáneo, cuboides, quinto
metatarsiano y la falange del quinto dedo. El interno lo forman astrágalo, escafoides,
primera cuña, primer metatarsiano y falange del primer dedo.
Cambios en la Piel
Entre las manifestaciones podológicas de las patologías sistémicas destaca por sus
repercusiones sociosanitarias el pie diabético.
PIE DIABÉTICO:
Definición
Etiología
Factores de riesgo
Cuadro clínico
Úlceras.
Pie artropático o artropatía de Charcot.
Necrosis digital.
Celulitis y linfangitis.
Infección necrotizante de tejidos blandos.
Osteomielitis
Tratamiento farmacológico
En el papel de la enfermería con respecto al pie diabético no hay que dejar de lado
los tratamientos farmacológicos Dejando a un lado los tratamientos antiglucémicos
propios de la diabetes, cuando un paciente se queje de dolor será preciso
suministrarle un analgésico adecuado para cada situación. Según la escala de
Wagner y el grado de infección de la úlcera elegiremos los siguientes fármacos.
Antibioterapia Intravenosa:
El anciano diabético debe tener muy claro que debe extremar al máximo el cuidado
de sus pies, visitando regularmente al podólogo si ello es necesario.
6. No antisépticos irritantes.
Los ancianos muestran una notoria insatisfacción si hay incomodidad o dolor en los
pies; además, otros problemas graves pueden ser efecto de las alteraciones en los
pies o empeorados por ellas. Las anomalías son reflejo del paciente mismo, la carga
del peso corporal durante años, los problemas ortopédicos de la juventud, el uso
calzado inadecuado, la atención al cuidado personal y los problemas acumulados a
lo largo de la vida, sobre todo en los ámbitos ortopédico, neurológico y vascular.
Los problemas de los pies causan disminución de la locomoción, abatimiento
funcional y molestias crónicas.
Los pies pueden ser el punto donde coinciden varias alteraciones sufridas durante
la vida y reflejan en síntesis el uso, abuso y deshuso de los hábitos personales.
Soportan directamente los aumentos de peso, por ejemplo, en el embrazo, en este
caso, el cambio del centro de gravedad y el peso extraordinario pueden alterar la
estructura del pie: algunas veces se presupone que los pies crecen, aunque solo se
estiran tendones, músculos y fascias, por lo que se experimenta un incremento de
la longitud y ancho como consecuencia de alteraciones interóseos por
subluxaciones. Algo parecido ocurre con la obesidad. De igual modo, el calzado que
impone la moda puede ocasionar graves problemas al no dejar espacio suficiente;
por ejemplo, dedos en garra, callos, acortamientos y otras deformidades. Menos
atención han merecido los microtraumatismos repetidos.
Las enfermedades propias del pie incluyen muchas alteraciones, pueden
clasificarse como se indica a continuación:
1. PROBLEMAS DERMATOLÓGICAS
Las afecciones infecciosas propias del pie incluyen básicamente dos entidades: las
micosis y las verrugas plantares.
Micosis
Verrugas plantares
Las verrugas plantares son lesiones provocadas por el virus del papiloma humano;
se manifiestan como excrecencias que pueden aparecer solas o en grupos,
ubicándose en cualquier zona del pie. Si la verruga aparece en la región plantar, se
muestra con crecimiento endofítico, con superficie hiperqueratósica y aplanada.
Generalmente este tipo de verruga suele ser dolorosa. Este tipo de lesiones son
sumamente contagiosas, por lo que deben adoptarse unas normas mínimas de
higiene para prevenir su aparición.
Hiperqueratosis o callosidades
Talones fisurados
En este epígrafe se incluyen alteraciones de diversa naturaleza, que van desde las
deformidades que afectan a los dedos a modo de ejemplo podría citarse el dedo en
martillo, hasta aquellas otras que afectan a la estática del pie, entre las que se
incluyen el pie plano. Si no media corrección, estas alteraciones pueden afectar
bastante a la movilidad de la persona que las sufre.
Fascitis plantar
Se caracteriza por dolor en el talón o a todo largo del pie (como una suela: es
consecuencia de la atrofia gradual de las estructuras de sostén de amortiguamiento,
en relación con el envejecimiento, problemas mecánicos como tirantez en el talón
de Aquiles, traumatismo repetido, pronación anormal y compresión tarsal. Se
complica si existe un espolón calcáneo que provoca irritación directa. El dolor puede
ser tan incapacitante que exige infiltración local. Se recomienda mejorar la posición
del pie y los diversos sistemas de amortiguación, según sea la lesión ósea.
Hallux valgus
El halux valgus o juanete es una deformidad del dedo gordo que produce una
prominencia lateral del hueso (i g. 3) es la desviación lateral de la primera
articulación metatarsofalángica que produce notoria deformación y por tanto,
dificultades para encontrar un calzado adecuado.
Pueden ser de utilidad diversos dispositivos dentro de los zapatos anchos y altos.
Solo se complica cando se desencadena una bursitis secundaria, que es bastante
dolorosa y debe tratarse con antiinflamatorios.
Dedo en martillo
del pie y los diversos sistemas de amortiguación, según sea la lesión ósea.
Dedos en garra
Pie plano
Pie cavo
Esta deformidad se caracteriza porque el arco plantar longitudinal tiene una altura
excesiva, lo que implica que las principales supericies de apoyo sean el talón y la
base del ante pié.
Pie valgo
Esta alteración se caracteriza por una desviación hacia dentro respecto al eje sagital
del cuerpo, lo que se traduce en la aparición de un juanete, debido a que se hunde
el arco interno y hay un apoyo excesivo en la cabeza del primer metatarsiano.
Pie varo
Esta deformidad suele provocar un callo en la falange del quinto dedo como
consecuencia del aumento de la carga en la parte lateral externa, pues el pie en
varo presenta una desviación hacia fuera en relación con el eje sagital del cuerpo
Espolones
Neurinoma de Morton
Es un efecto del atrapamiento de los nervios interdigitales que recorren las cabezas
metatarsales: producen dolor muy intenso y el paciente tiende a quitarse los zapatos
y aplicar masaje para aliviarlo. De manera inicial pueden intentarse las inyecciones
locales de esteroides: si fracasan está indicada la remoción quirúrgica.
4. PROBLEMAS VASCULARES
Las obstrucciones arteriales, las mas de las veces crónicas y de causa diversa
(tabaquismo, hiperlipidemia, hipertensión arterial, diabetes), cursan con disminución
del latido en todas las arterias del pie. El llenado capilar se lentifica, se observa una
propensión a cierto descenso de la temperatura, se pierde el vello y la piel se
muestra adelgazada y pálida. Las uñas se tornan quebradizas y fisuradas.
La formación de una ulceración es dolorosa, tanto en la deambulación como en el
reposo prolongado; por lo regular se localiza entre los dedos del pie, las cabezas de
las falanges, talón, maléolo externo y pretibial. La anomalía es pálida con bordes
regulares de forma redonda u oval y presenta una pequeña cantidad de tejido de
granulación. Puede no sangrar y muestra un aspecto de sequedad. Puede formarse
tejido necrótico.
Ulceraciones
5. ALTERACIONES UNGUEALES
Las uñas
Onicogrifosis
Onicocriptosis
OBJETIVOS
4. Eliminar parte del esfuerzo y la tensión provocados por el malestar del pie.
CUIDADOS GENERALES
Revisar pies a menudo, un espejo para ver las plantas de los pies. Examinar
si hay lesiones, úlceras, ampollas o uñas encarnadas.
Asegúrese que los pies están secos antes de poner los zapatos.
El lavado diario de los pies es fundamental. Este lavado debe hacerse con
agua templada y jabones neutros. Tras el lavado es de gran importancia
secar bien los pies, especialmente los espacios interdigitales. Posteriormente
pueden usarse productos antisépticos y desodorantes, así como cremas
hidratantes.
Las uñas deben cortarse de forma recta, nunca más allá de donde termina la
yema del dedo; se evita de esta forma la aparición de la conocida uña
encarnada.
Los calcetines deben ser de lana fina, hilo o algodón, sin resortes apretados,
con pocas costuras, desaconsejado el uso de fibras sintéticas, ya que
incrementan la sudoración.
En cuanto al calzado, es conveniente comprarlo al final del día, que es
cuando el pie está más dilatado; se evitará así comprar un zapato que
después resulte estrecho. Los zapatos de tacón alto, así como de punta
estrecha, no son los más adecuados, ya que su uso continuado se asocia a
diversas deformidades ya mencionadas; lo más recomendable es un calzado
ligero, cómodo y flexible, carente de costuras y cuyo tacón no supere los 5
cm; es conveniente alternar los zapatos, no usar los mismos todos los días.
Si el pie está expuesto a la radiación solar, se deberá usar un fotoprotector.
Se debe evitar caminar descalzo, ya que el pie puede sufrir cualquier lesión
o infección, especialmente peligrosas ambas en la persona diabética. Por
último, es conveniente nadar o caminar diariamente 30 minutos para así
activar la circulación y mantener la movilidad de los pies
CUESTIONARIO
El Pie diabético
2. Pie plano, pie cavo, hallux valgus, metatarsalgias, quinto varo, dedo
en garra, varo y valgo son:
Hallux valgus
Espolón calcáneo
BIBLIOGRAFÍA