En la actualidad la lengua materna se valora como el medio principal para aprender
del mundo, ya que el mundo en su totalidad se hace a través del lenguaje, pero no siempre fue así antes se consideraba que lengua materna estaba desarrollada antes de recibir una educación formal, por lo que la función de la escuela quedaba relegada a codificar y decodificar el lenguaje escrito, convirtiéndose en “materia de estudio”, siguiendo una estructura tradicional asignaturista. Más tarde los resultados de dichas prácticas demostraron una carencia en la adquisición y uso dela lengua, los egresados de la educación elemental no sabían emplear la lengua oral o escrita y era evidente su incapacidad de expresarse formal o informalmente, si no se ingresaba en la universidad se volvía al analfabetismo, si se continuaba, el criterio asignaturista estaba arraigado en su estructura cognitiva, lo que es alarmante si se considera la función del lenguaje en el desarrollo del pensamiento y la configuración del mundo. Por lo que actualmente la enseñanza se centra en el uso de la lengua oral y escrita, dejando de lado los contenidos, cuidando que no se genere un mal contacto inicial con la lengua escrita. El lenguaje integral ha surgido para oponerse a los arcaicos modelos de destreza, estos últimos basaban lo funcional en el dominio de aspectos formales, lo que ahora se suple con la función comunicativa del lenguaje que permite desarrollar la capacidad de comunicación, en relación a la lingüística expresiva se han hecho importantes modificaciones a las prácticas de la composición y disertación para responder a los progresos sobre la convergencia y divergencia del pensamiento. Es importante decir que el niño llega a la escuela con una “instalación lingüística”, además de un código restringido o amplio que será el punto de partida para la trasformación de objetivos deseables, muestra de ello es reconocer la relación entre el desarrollo del pensamiento aunado a la conciencia de los mecanismos lingüísticos, lo que dirige la acción formativa de la escuela a formar personas capaces de concebir un mundo mejor. Énfasis en la formación más que en la formación
La concepción asignaturista se preocupaba por la formación, sin considerar el
desarrollo intelectual y sociológico del niño, la enseñanza de la lengua no tenía significación alguna para la vida personal y social, los contenidos no eran accidentales o transversales todo era inseparable del lenguaje mismo. En la actualidad el conocimiento sistemático y progresivo del lenguaje, tienen un lenguaje formativo que intenta cumplir con: 1. Dar construcción al lenguaje la función que le corresponde en el mundo que se desea 2. Poner el lenguaje al servicio del crecimiento interior de los educandos 3. Procurar un desarrollo gradual de los pensamientos a través del uso del lenguaje natural. [Escriba aquí]
Los aspectos formativos se pueden traducir en unidades temáticas, integrando la
literatura de modo natural. Para seleccionar las temáticas podemos considerar: 1. Las vivencias de los propios alumnos 2. El mundo que rodea o los estudiantes 3. Las acciones, personajes y ambientes presentes en las obras literarias. De acuerdo a las tendencias actuales el aprendizaje de la lengua materna, tendrá una importante dosis de motivación siempre que se trate de realizar actividades interesantes, significativas y con propósitos claros. Para finalizar es necesario recordar que el lenguaje se traduce en múltiples procesos de diversos tipos: lingüísticos, intelectuales, axiológicos, estéticos entre otros, para lograr las capacidades y habilidades que requieren estos procesos es necesario no centrarse en “qué necesitan aprender” sino en “cómo aprenden”.