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El Centro de Estudios Psicoanalíticos (CEP) de Rosario, 1972 – 1975. Aporte a la reconstrucción de su


historia, Antonio S. Gentile / Notas sobre la educación especial en Buenos Aires. El caso de la debilidad
mental, Beatriz Gez / El clima de época en la “anormalidad” infantil: deficientes - abandonados - vagos -
delincuentes, 1880 – 1930, Gustavo P. Rossi / Aportes al estudio de las locuras puerperales en la Argentina,
Emilio Vaschetto

Invierno 2009
ISSN 0329-9872
28

Directores:
Juan Carlos Stagnaro
Norberto Aldo Conti

Director del Comité de Redacción:


Gustavo Pablo Rossi

Comité de Redacción:
Juan Carlos Fantin, Elizabeth Gómez Mengelberg, Curt Hacker,
Santiago Levin, Daniel Matusevich, Emilio Vaschetto

Comité Científico:
Antonio Gentile (Rosario), Rafael Huertas (Madrid),
Lucrecia Rovaletti (Buenos Aires), Cristina Sacristan (México)

Editorial Polemos, 2009


Moreno 1785, piso 5. (C1093ABG)
Buenos Aires, Argentina
Tel/Fax: 54 (11) 4383-5291
email: editorial@polemos.com.ar

ISSN: 0329-9872
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Impreso en: Cosmos Print SRL,
E. Fernández 155, Avellaneda
Queda hecho el depósito que marca la ley
INDICE EDITORIAL
Volvemos a encontrarnos en este nuevo número de Temas con el claro objetivo de continuar compartiendo
producciones originales en relación al tema que nos convoca, la historia psi en sus diferentes manifestacio-
nes y acepciones.
Editorial 3 En primer lugar, Antonio Gentile continúa con su fructífero buceo en los entrecruzamientos entre histo-
ria y política mediante el relato de la historia del Centro de Estudios Psicoanalíticos de Rosario; el autor
El Centro de Estudios Psicoanalíticos (CEP) de Rosario, 1972 – 1975. 5 profundiza la línea de trabajo ya planteada en su libro Ensayos Históricos sobre psicoanálisis y psicología,
Aporte a la reconstrucción de su historia
caracterizado por un estilo llano y sencillo de leer a la vez que excelentemente documentado y con una
Antonio S. Gentile
erudición que ya no nos asombra. En este caso, a las características anteriormente mencionadas debemos
Notas sobre la educación especial en Buenos Aires. 11 sumarle la emoción, ya que -según leemos- el profesor Gentile realiza a través de su presentación un sentido
El caso de la debilidad mental homenaje a Raul Sciarreta.
Beatriz Gez El artículo de Beatríz Gez realiza un documentado y detallado recorrido que va desde la discapacidad
a la capacidad diferente, tomando como eje articulador a la educación especial en la provincia de Buenos
El clima de época en la “anormalidad” infantil: deficientes 17 Aires. Vale la pena detenerse en cómo la autora va definiendo a lo largo de su presentación el estatus epis-
- abandonados - vagos - delincuentes, 1880 – 1930 temológico de aquellos menos beneficiados a la luz de los cambios que se fueron produciendo en el mundo.
Gustavo P. Rossi Coincidimos con la licenciada Gez cuando coloca a la educación bajo el paraguas de lo político y lo social
no dejando cabos sueltos en su minucioso y personal desarrollo.
Aportes al estudio de las locuras puerperales en la Argentina 27
Emilio Vaschetto Luego, Gustavo Rossi nos sorprende con un nuevo trabajo acerca de la niñez, ocupándose de la articu-
lación entre deficientes, vagos, abandonados y delincuentes, y la construcción de sus clasificaciones; esta
vez creemos que tomando algunos puntos de los últimos textos de Foucault para ubicarlos en tensión con
autores que debaten sus aportes. Queremos destacar los subtítulos en los que esta dividido el trabajo, que
conjugan el ingenio, la practicidad y una gran lectura de fuentes primarias de difícil acceso, para de esa
manera facilitar al lector lego la entrada al apasionante y poco conocido mundo de la categorización de la
anormalidad infantil.
Finalmente, la Revista nos lleva a la cuestión de género, un tema lamentablemente ausente, tanto desde
el punto de vista cualitativo como del cuantitativo, en el mapa de las investigaciones históricas vernáculas.
Hace ya varios años que Emilio Vaschetto está tratando de subsanar dicha falta con aportes de indudable
valor centrándose en el estudio de las locuras puerperales en la Argentina, tomando fundamentalmente los
aspectos nosológicos y clínicos de la categoría para tratar de (de)construir un universo de singular com-
plejidad, aun para los investigadores mas avezados, aquellos que son capaces de cambiar la seguridad de
la biblioteca por la incertidumbre del trabajo de campo.
Un párrafo aparte merece la aplicación que realiza Vaschetto de las ideas de Ian Hacking referidas a las
“enfermedades transitorias”, donde además de tratar de adaptarlas a su objeto de estudio podemos decir
que también discute con Louis Charland, quien utilizo las ideas del mismo autor, pero aplicadas esta vez a
los trastornos de personalidad.
Con la mirada puesta en la Argentina del Bicentenario disfrutamos de esta nueva edición de Temas, que
ofrece un amplio abanico de estudios que creemos satisfará a los lectores siempre ávidos de producciones
Ilustración de tapa: Pacientes y visitas en los jardines del Hospicio de las Mercedes locales, que enriquezcan el acerbo y la matriz teórica de nuestra disciplina histórica.
Daniel Matusevich

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El Centro de Estudios Psicoanalíticos
(CEP) de Rosario, 1972 – 1975.
Aporte a la reconstrucción de su historia
X Encuentro Argentino de Historia de la Psiquiatría, Antonio S. Gentile*

Psicología y Psicoanálisis
2 y 3 de octubre de 2009 Introducción
Este trabajo es la escritura de mi ponencia en la mesa redonda “Políticas en la historia psi” organi-
zada en el marco del IX Encuentro Nacional de Historia de la Psiquiatría, la Psicología y el Psicoaná-
lisis, Buenos Aires, 3 de octubre de 2008.
Los Encuentros Argentinos de Historia de la Psiquiatría, la Psicología y el Psicoanálisis
son eventos que, con una frecuencia anual, vienen realizándose desde 1999 en diferentes
ciudades de la República Argentina. Co-organizados por diversas instituciones ligadas a la Con el anhelo de que el cruce política e historia perdurable negocio editorial, Paidós, la “casa del
investigación sobre la historia de las disciplinas en cuestión, estos Encuentros tienen el fin sea una línea de investigación permanente pro- libro psicológico”. Fueron años princeps en los
de promover los intercambios a partir de la presentación de trabajos originales. movida por nuestros encuentros nacionales, rea- que algunos porteños entusiastas viajaban con los
lizo esta contribución a la reconstrucción de una profesores a estudiar psicología a Rosario. A poco
historia de psicoanálisis y política: la experiencia de establecido el circuito la cosa cambió de senti-
del Centro de Estudios Psicoanalíticos (CEP) de
Institución Sede 2009 Rosario, fundado en octubre de 1972 y cerrado,
do y se inauguró el peregrinaje sistemático de los
rosarinos, en su mayoría psicólogos, infectados
Equipo de Historia de la Psicología de la literalmente el último que se fue apagó la luz, a por la peste psicoanalítica contagiada por los pro-
Universidad Nacional de San Luis. fines de 1975.
fesores de la APA. El viaje semanal para estudiar,
supervisar y transitar el propio análisis insumía
Es un modo de retomar lo que dejé en espera al varios días porque se trataba de por lo menos tres
PRESENTACIÓN DE TRABAJOS sesiones, más la supervisión, más los seminarios
concluir mi libro sobre la historia del psicoaná-
Hasta el 15 de agosto de 2009. lisis y la psicología, esos ensayos llegaban hasta y ateneos de estudio; además de insumir varios
Informes: histopsi@gmail.com mediados de los sesenta (Gentile, A., 2003). Las miles de pesos a la masa de analistas rosarinos ne-
historias por venir serían las vicisitudes de esa cesitados de autorización por sus “impares” de la
confluencia tan compleja explorada en el freudo Asociación Psicoanalítica Argentina.
– marxismo; las relativas a la apropiación de la
Instituciones Convocantes práctica psicoanalítica por parte de los psicólo-
gos; y las historias de las distintas vías de entrada Hacia fines de los sesenta la coyuntura muestra,
Equipo de investigación y Cátedra de Historia de la Psicología (Fac. de Cs. Humanas UNSL) - Capítulo de Epistemología e Historia de y modos de recepción de la obra de Jacques La- por una parte, el “crecimiento” de los rosarinos
la Psiquiatría de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA) - Equipo de investigación y Cátedra II de Historia de la Psicología (Fac. can. En la breve existencia del CEP rosarino se que, formados en Buenos Aires, habían importado
de Psicología de la UBA) - Equipo de investigación “Historia, enseñanza y profesionalización de la Psicología en los países del Cono Sur anuda, anticipándose, algo de todo esto. en los hechos el modelo del psicoanálisis “oficial”
de América” (Facultad de Psicología de la UNMdP) - Cátedra Historia Social de la Psicología (Facultad de Psicología de la UNMdP) - y aspiraban a formalizar, en Rosario, una organi-
Equipo de investigación en Historia de la Psicología y Psicopatología (Fac. de Psicología de la UNMdP) - Cátedras: Escuelas, Corrientes zación psicoanalítica; y, por otra parte, claramente
y Sistemas y Problemas Epistemológicos de la Psicología (Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba) - Cátedra En la Argentina, durante los años treinta, Piza- hacia 1968, la participación generalizada de los
de Psicología y Programa de Investigaciones Psicoanalíticas (Fac. de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario) - Círculo de
rro Crespo, apasionado y riguroso, difundía el psi- distintos sectores sociales en el repudio de la dic-
Actualización en Historia de la Fundación Descartes
Asociación de Psicoanálisis de La Plata (APLP) - Sociedad Psicoanalítica del Sur
coanálisis por fuera de la academia. Veinticinco tadura y de las instituciones identificadas con la
años más tarde, incorporado en la currícula de la reproducción del poder capitalista.
primera carrera universitaria, el psicoanálisis en-
Instituciones Auspiciantes señado por José Bleger será insignia de una polí-
tica de mercado tanto para varios psicoanalistas En 1969 Plataforma Internacional llamó desde
Equipo de investigación en Historia de la Psiquiatría del Dto de Humanidades Medicas, Fac. de Medicina UBA - Biblioteca Analítica de de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), Roma a los psicoanalistas del mundo a una causa
Jujuy - Grupo de Historia de la Psiquiatría de Mendoza - Revista Temas de Historia de la Psiquiatría Argentina como para los creadores del más importante y transformadora a partir del cuestionamiento de
Centro de Investigaciones y Estudios Clínicos (CIEC) - Programa “El Psicoanálisis en la Cultura”, Córdoba
*
Universidad Nacional de Rosario y C.I.C.- U.N.R.

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Antonio S. Gentile El Centro de Estudios Psicoanalíticos (CEP) de Rosario, 1972 – 1975

la formación en el seno de la estructura de po- Volviendo a los analistas rosarinos que se for- tíficos del Psicoanálisis, la aplicación técnico clí- Veamos la estructura del Seminario Freudiano
der en la institución oficial y del examen crítico maban en Buenos Aires, también estuvieron in- nica específica, la práctica en distintos planos y Contemporáneo. La formaban cuatro áreas. Área
de la inserción social del psicoanálisis y de sus mersos en el clima transformador propiciado por la investigación, sobre la base de su utilización al de Epistemología a cargo de Raúl Sciarretta; lue-
practicantes. En la América del Sur el socialismo los manifiestos, en 1971, de los grupos Plataforma servicio de una práctica social desmitificadora y go de Jorge Belinsky. Área de Teoría Psicoanalí-
era posible. En nuestro país, hasta lo prometía y Documento y muchos de ellos se identificaban considerando su inscripción en la problemática tica a cargo de José Rafael Paz; luego a cargo de
el peronismo. El movimiento fue tan vasto que con la lucha política y gremial de la Federación del campo social, en su integridad económica, so- un equipo integrado por Pura Cancina, Tita Florio
se nombraba por puebladas: rosariazo, cordoba- Argentina de Psiquiatras. El relato de esta histo- cial y cultural” (Anónimo, 1972, p.3). y Liliana Mizraji (secuestrada y desaparecida du-
zo, tucumanazo; “…esta vez –dirá Marie Lan- ria puede seguirse en la crónica de E. Galende rante la última dictadura militar). Área de Técnica
“b) Apoyar, favorecer e impulsar el estudio in-
ger (1970)- no renunciaremos ni al marxismo ni (1973). Psicoanalítica a cargo de Gregorio Baremblit; lue-
terdisciplinario, desde una perspectiva que integre
al psicoanálisis”. Plataforma Internacional filial go por el equipo Lydia Gómez, Jorge D´Angelo y
los aportes de todas las ciencias necesarias y sus
Argentina proclamaba, marzo de 1971, la no Eduardo Asato (último secretario general del CEP
En un documento difundido durante el Congre- prácticas específicas, para la comprensión teórica
contradicción entre uno y otro declarando la ne- y a quién le debo y agradezco útiles comentarios
cesidad de investigar interdisciplinariamente su so de la Federación Argentina de Psiquiatras, Cór- de la disciplina, su utilización técnica y su inser- que enriquecieron mi visión del tema). Área Clí-
complementariedad. doba, octubre de 1972, en el que se comunica la ción social”. (ibidem). nica, abierta para todos los integrantes, docentes
fundación del CEP Rosario, podemos leer acerca y alumnos, en la que se discutían aspectos cien-
de sus antecedentes: “…han pasado unos cuantos tíficos y profesionales en debates animados por
Precisemos que psicoanálisis era particularmen- años desde que un grupo comienza su formación A tono con la época, un apotegma cierra el do-
casi todos los docentes de Buenos Aires quienes
te Sigmund Freud y su descubrimiento revolucio- en Capital. Ya hay quienes están próximos a fina- cumento: “El Centro de Estudios Psicoanalíticos
se juntaban en esas sesiones plenarias; esta área
nario, el inconciente, tan revolucionario como el lizar su análisis personal, mientras otros ya lo hi- de Rosario aspira a ser una institución cuestio-
también se desplegaba en Seminarios Clínicos;
de Carlos Marx, la lucha de clases. Esto ya había cieron. Dado que la vida profesional se va a desa- nadora, capaz de cuestionarse a sí misma. Si este
Grupos de Supervisión y Grupos de Tareas Clíni-
sido advertido por Louis Althusser (1970) en un rrollar en Rosario, surge la inquietud de trasladar objetivo no se logra, el esfuerzo habrá sido inútil”
cas. En el año 1973 uno de estos seminarios, el de
artículo publicado unos años antes en la Nouve- paulatinamente el epicentro formativo y científico (Anónimo, 1972, p.4).
niños, estuvo a cargo de Juan Carlos Volnovich.
lle Critique y muy celebrado entre nosotros in- a Rosario. Es importante hacer resaltar que este En cada una de la Áreas se abrían clases sobre
augurando los setenta. En él Althusser llamaba, hecho (…) significa terminar con la dependencia temas específicos, y se invitaba a especialistas
especialmente a los marxistas, a denunciar la que impide pensar y crear en forma autónoma a En cuanto a la formación psicoanalítica, el pro-
externos al Centro para que los desarrollaran, en
explotación ideológica que hizo el revisionismo los psicoanalistas rosarinos” (Anónimo, 1972, grama estaba dirigido a todos los trabajadores
esta modalidad de trabajo participaron en varias
posfreudiano, en particular el norteamericano, y p.2). de la salud mental, especialmente a psicólogos
oportunidades miembros de la Escuela Freudiana
a rescatar el valor histórico y científico del des- y médicos, su eje era el Seminario de Psicoaná-
de Buenos Aires (Asato, E.; 2008).
cubrimiento del inconciente. Su plataforma exi- lisis Freudiano Contemporáneo. Este seminario
gía “volver a Freud” y propuso un programa que Este designio de independencia y autonomía trianual se dictaba semanalmente. Se proponía la
consistía en dos tareas básicas: crítica ideológica animó, en un primer momento, a un grupo de lectura de Freud desde la perspectiva determinada Además de estas áreas funcionaban Seminarios
y elucidación epistemológica. La primera apunta- dieciséis psicoanalistas a comenzar con lo que por una epistemología materialista dialéctica que Auxiliares, a cargo de especialistas en otras dis-
ba a desmitificar sistemáticamente la construcción bautizaron “Centro de Estudios Psicoanalíticos – permitiera discriminar los aspectos científicos del ciplinas radicados en Rosario; por ejemplo, en
del homo psychologicus. La segunda exigía un Rosario”, pero pronto surgieron diferencias sus- psicoanálisis de los no científicos o ideológicos; estos seminarios dictó sus clases Américo Vallejo
trabajo riguroso de crítica histórico teórica para tanciales: unos proponían armar una filial rosarina para, de este modo, poder objetivar la inserción de quien concebía “…el Psicoanálisis como discipli-
identificar y definir, en los conceptos que Freud de la APA; otros preferían una institución separa- la práctica teórica y técnica en la estructura socio na dentro del Materialismo Histórico” (Vallejo,
se vio obligado a emplear, la verdadera relación da pero conservando vínculos de trabajo con ella; – económica de nuestro país. A.; 1984).
epistemológica entre estos conceptos y el conteni- finalmente, un tercer grupo postulaba adherir a
do expresado por ellos. la propuesta de Plataforma y adoptar un modelo
de funcionamiento similar al de los Centros de El Seminario Freudiano Contemporáneo, como En cuanto a los maestros, una destacadísima
Docencia e Investigación de la Coordinadora de también se lo denominaba, se comenzó a dictar a miembro del CEP hacía esta evaluación: “En el
Este programa “althusseriano” de crítica ideo- Trabajadores en Salud Mental. Este último pro- comienzos de 1972 en el aula magna del Instituto Seminario de Psicoanálisis Freudiano contem-
lógica y elucidación epistemológica es el que yecto es el que se impuso y en junio de 1972 se de Psiquiatría de la Facultad de Medicina. Ese año poráneo encontramos maestros de verdad (Raúl
orientó inicialmente la revisión del psicoanálisis constituye el Centro de Estudios Psicoanalíticos lo siguen dos cursos (1º y 2º); durante 1973 lo cur- Sciarretta, Gregorio Baremblit, Rafael Paz, Ar-
en la Argentina. En su “volver a Freud”, Althus- de Rosario. san tres grupos (1º, 2º y 3º). En 1974 se reinició el mando Bauleo, Juan C. Volnovich) portadores
ser destaca que esta empresa ha sido inaugurada ciclo con la particularidad que las materias esta- de un cambio cualitativo en nuestra manera de
en Francia por Jacques Lacan quién ha dado –su- ban a cargo de docentes psicoanalistas rosarinos. entender la teoría y prácticas analíticas (…). Sus
braya- lo esencial. La obra de Lacan será esencial Entre los objetivos del CEP se destacan la aper- Dado el rápido crecimiento del Centro se trasla- aportes no solo han sido epistemológicos, teóri-
pero es un componente más, no exento de críticas tura a otras disciplinas y el compromiso con lo dan a una casa en San Juan y 25 de diciembre; los cos o técnicos psicoanalíticos, sino materialistas
social; leemos en el documento ya citado: datos de 1973 dicen que había 127 miembros, de
“epistemológicas”, del programa revisionista de en el sentido más pleno” (Gómez, L., 1974, p.25).
Althusser. “a) Promover el aprendizaje y desarrollos cien- los cuales 87 eran psicólogos y 40 médicos. De todos estos maestros fue Raúl Sciarretta el que

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Antonio S. Gentile El Centro de Estudios Psicoanalíticos (CEP) de Rosario, 1972 – 1975

estableció un lazo duradero con Rosario e influyó maestros consagrados; la circulación del saber sin “la vuelta o retorno a Freud”. En el CEP, Lacan estudio y discusión de los textos de J. Lacan fue
decididamente en la formación de, por lo menos, organigramas institucionales jerárquicos y con la no circula por el “lacanismo” sino que lo hace y vivificante.
dos generaciones de psicoanalistas; valgan estas exigencia de estudio e investigación siempre re- así es introducido, vía el programa propuesto por
letras como un sencillo homenaje a su memoria novada compensó, en parte, el caos estéril, en lo Althusser y sostenido durante esos años muy es-
y legado. académico, en el que se había sumido la Univer- pecialmente por Raúl Sciarretta. En esta suerte de balance final nos detenemos en
sidad. otra consecuencia, ya esbozada, de la experiencia
del CEP Rosario y de la transmisión de los traba-
¿Por qué la vida efímera del CEP Rosario? Efí- Si bien lo que se ha denominado “freudo mar- jos de Lacan: la autorización de los no médicos y
mera e intensa la vida del CEP Rosario estuvo Ni Plataforma, ni el CEP en el caso de Rosa- xismo” es un proyecto complejo que no se reduce entre ellos especialmente de los psicólogos para
marcada por la urgencia de responder a cuestio- rio, pudieron reformar el psicoanálisis e instituir a las consignas de Althusser, no caben dudas de apropiarse en forma integral del psicoanálisis. El
nes enormes en lo científico, en lo político y en lo un dispositivo perdurable para su transmisión. que las tareas de crítica ideológica y elucidación autorizarse “en sí mismo” o “de sí mismo” que
institucional. Se trataba de transformar todo y el Muchos de sus miembros que persistieron en el epistemológica por él propuestas son básicas para la teoría de Lacan articula rigurosamente con los
psicoanálisis, su práctica e instituciones no esca- intento trocaron la vía de la indagación materia- explorar la confluencia entre Freud y Marx. Estas conceptos fundamentales del nuevo psicoanálisis,
paban a esto. El cierre del CEP Rosario se produjo lista dialéctica por la asunción de las enseñanzas tareas, como vimos, animaron la esencia del CEP es el retorno de la aspiración freudiana expresa-
por muchas razones. La determinante fue el haber de Jacques Lacan. Rosario y su experiencia demostró, por lo menos da en el “análisis profano” y la crítica final a los
sido uno de los objetivos de las Triple A, desde en ese tiempo y coyuntura históricos, sus límites dispositivos institucionales del psicoanálisis. No
comienzos del 74 fueron permanentes las amena- y casi su imposibilidad. La crítica ideológica se caben dudas que Lacan y especialmente el laca-
zas, los atentados, el secuestro y desaparición de En un reportaje, Emilio Rodrigué relata en estos degradó a disputa política incesante y estéril. La nismo pos Lacan, repetirán en sus instituciones
psicólogos en Rosario. Muchos de los integrantes términos el surgimiento del lacanismo: “Cuando elucidación epistemológica no avanzó más allá todo y más de lo que le criticaron a la IPA; pero,
y docentes del CEP debieron exilarse, marcharon Plataforma rompió con la I.P.A. era un movi- de la repetición de ciertas fórmulas inexplicadas es legible como uno de los efectos de la experien-
al exilio exterior y llevaron al psicoanálisis con- miento muy fuerte y era gente muy dotada, pesos referidas al problemático estatuto científico del cia del CEP Rosario, que el estudio de Lacan y la
sigo para enseñarlo y practicarlo, por caso, en la pesados, como Baremblit, Rafael Paz, Fernando psicoanálisis y a las relaciones de éste con las identificación con sus letras construyó una racio-
España que comenzaba a abrirse al mundo y otros Ulloa, Bleger estaba cerca… nosotros teníamos la ciencias. Si el “buen burgués parisino” se quedó nalidad individual y colectiva en la que se legiti-
tantos docentes y alumnos estuvieron forzados al impresión segura de ser los dueños de la cancha, con la causa del “retorno a Freud” fue, en parte, mó definitivamente la autonomía de los psicólo-
exilio interior, a la catacumba que cada uno pudo la pelota era nuestra, la cancha era nuestra, está- un efecto paradójico inducido por los límites del gos argentinos para la práctica del psicoanálisis.
fabricarse. Pero, además, hubieron razones in- bamos en la cresta de la ola, nadie nos paraba… freudo marxismo, por lo menos del propugnado
ternas, contradicciones políticas que desgastaron yo uso el cuento del huevito: este lo cocinó, este por Plataforma y realizado en la experiencia del
y esterilizaron el espíritu crítico del CEP; en lo le puso sal y Lacan se lo comió. Históricamente CEP Rosario.
político pujaban tres líneas de peso: la del Parti- fue más o menos cierto, en ese momento surge el
do Comunista; la del Partido Revolucionario de lacanismo y nos quita la pelota. Creo que los in-
los Trabajadores y la del Peronismo Montonero. tegrantes de Plataforma hasta el día de hoy no to- En la obra de J. Lacan la crítica epistemológi-
Cada tema importante producía debates intermi- leran a Lacan, son violentamente antilacanianos, ca está llevada hasta sus últimas consecuencias
nables y abría heridas que distanciaban, por ejem- salvo García Reynoso” (Nuñez, C. y Gallino, J.; y puesta en obra para la formulación rigurosa de
plo: el control de la Universidad y las cátedras, en 2008, p.14). un nuevo psicoanálisis. Redefinición no sólo de la
este caso, de la carrera de Psicología; la evalua- teoría sino también de la práctica y especialmente
ción de la renuncia de Cámpora y la posición ante de la clínica. La apertura y riqueza del discurso de
las elecciones. En definitiva el permanente debate La ironía de Rodrigué nos sugiere algunos co- Lacan fue un acicate intelectual creador de lazos
sobre qué era revolucionario y qué era reformis- mentarios para ir concluyendo este relato incom- entre los que, durante esos años de catacumbas,
ta estaba en la base de la vida institucional y se pleto que necesita ser continuado. Preferimos este no renunciaron a su inscripción en el psicoaná-
expresaba en oposiciones entre “cientificistas” y cierre provisorio haciendo una suerte de balance lisis y lo mantuvieron como verdadero espacio
“profesionalistas”; psicoanálisis y psicología “na- de los tres asuntos que, tal como lo dijimos al de resistencia al embate feroz de los genocidas.
cional y popular”. El trabajo de Braslavsky, M. y comienzo, se anudan en la experiencia del CEP Tener conciencia de que era necesario resistir era
Bertoldo, C. (1973) es una crónica lúcida de ese Rosario. en sí una profunda definición política en contra
tiempo y esos problemas. de los dictadores. Entre 1975 y 1978, aproxima-
damente, la resistencia pasó por la supervivencia
Rodrigué da testimonio, en principio, de que el de los vínculos, de las micro redes de reparación
No obstante, el Centro de Estudios Psicoana- estudio de Lacan no fue facilitado por la dictadu- subjetiva, y la no resignación de los espacios: el
líticos Rosario fue durante los cuatro años de su ra de Junta Militar, como algunos todavía sostie- consultorio, el hospital, los pequeños e itinerantes
funcionamiento el ámbito formativo de los psi- nen, sino que fue introducido y estimulado por el grupos de estudio, las asociaciones profesionales,
coanalistas rosarinos en un ambiente de intercam- freudo – marxismo. Lacan no viene desde afuera, alguna que otra revista, etc. En ese ambiente de
bio horizontal entre los jóvenes alumnos y los es lo esencial – como lo destacaba Althusser – de “hablar en voz baja”, pero no dejar de decir, el

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Antonio S. Gentile
Notas sobre la educación especial en
Referencias bibliográficas
Althusser, L. (1970) Freud y Lacan. Barcelona: Anagrama. (Edi-
Buenos Aires.
El caso de la debilidad mental
ción original, La Nouvelle Critique, diciembre – enero, 1964
– 1965).
Anónimo (1972) Centro de Estudios Psicoanalíticos (CEP) Rosario.
Mimeo de 4 fs., fechado: “octubre de 1972”.
Asato, E. (2008) Comunicación personal.
Braslavsky, M y Bertoldo, C. Apuntes para una historia reciente del Beatriz Gez*
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mos 2. Buenos Aires, Granica, pp 55 – 57. Educar, una práctica política ¡oh santas vírgenes!, vuestra suerte en manos de la
Gentile, A. (2003) Ensayos históricos sobre psicoanálisis y psicolo- Iglesia, que amorosa os cobijó desde niñas con su
gía. Rosario: Ed. Fundación Ross; pp. 141 - 176. El “espíritu público” acompaña a la organización
manto, haciendo de su pecho muro defensor de vues-
Gomez, L. (1974) Aporte para el trabajo clínico desde las bases del sistema educativo llevado adelante por Domingo
teóricas del Seminario de Psicoanálisis Freudiano Contempo- tra juventud, perseguida de muchos e implacables
Faustino Sarmiento (1811-1888) con el propósito de
ráneo. En CEP Revista de trabajos del Centro de Estudios Psi- enemigos”. Este militante llamado a la virginidad,
coanalíticos de Rosario; n° 2, noviembre 1974, pp 23 – 35. constituir un nuevo orden social. En la época se crea-
que figura en el rechazo del matrimonio el rechazo
Langer, M. (1970) Psicoanálisis y o revolución social. En: Cuestio- ron varias asociaciones dedicadas a la infancia: es-
namos. Buenos Aires: Granica Editor, p. 268. del varón, otorga a la mujer un lugar dentro de la
taban las creadas por colectividades de inmigrantes,
Nuñez, C y Gallino, J. (2008). Homenaje a Emilio Rodrigué. En: La Iglesia y del plan universal de salvación. La mujer
particularmente italianas, las de la militancia anar-
Gaceta. Colegio de Psicólogos de Rosario, año X, n° 35, abril virgen será objeto de un deseo trascendente y al mis-
2008. quista y socialista, las creadas a partir de la iniciativa
mo tiempo hará de Dios el objeto trascendente de un
Vallejo, A. (1984) Para una epistemología del psicoanálisis. Buenos de grupos de vecinos, en barrios, localidades y pue-
Aires: Seibal, 3° reimp. (1° ed. en Córdoba, 1973). deseo humano. El llamado al magisterio de los peda-
blos, y de la reglamentación o promoción explícita
gogos del siglo XIX, que anida en el instinto mater-
del propio Consejo Nacional de Educación.
no, otorgará a las mujeres un lugar dentro de la Edu-
El importante crecimiento de las escuelas hasta cación y del plan universal de salvación propuesto
1880 creadas por las colectividades de inmigrantes por la misma. Cito a Froebel: “…en el espíritu de la
fue repudiado por Sarmiento ya que ponía en juego mujer como cuidadora de la infancia, descansa toda
la cuestión nacional. Dada la significativa ausencia el bienestar de la humanidad que germina.” La mujer
de los hijos de italianos en las escuelas públicas de maestra será objeto de un deseo trascendente, la hu-
Buenos Aires preguntaba y acusaba: “¿O creen los manidad que germina, y al mismo tiempo hará de la
patrióticos italianos que la República es la nodriza humanidad/niño el objeto trascendente de un deseo
de sus hijos y temen que se aficionen a ella, maman- humano. Uno de los primeros cambios en las cos-
do de sus exuberantes pechos y la tomen por la vera tumbres de las mujeres de la época es que empezaron
madre, como es en realidad, mal que les pese?” La a amamantar a sus propios hijos, pues se aconsejaba
competencia entre las escuelas “privadas” y las “pú- que el primer vínculo con el niño debía establecerlo
blicas” era interpretada por Sarmiento, con ironía, en la madre y no el ama de cría.
la lengua de las teorías pedagógicas difundidas en la
Para el autor de Facundo, agitar los exuberantes pe-
época. Las ideas de Federico Froebel (1782-1852),
chos de la nodriza argentina que le daba de comer a
alumno dilecto de Johann Heinrich Pestalozzi (1746-
los inmigrantes (no sólo italianos) apunta al fortaleci-
1827), tuvieron (y tienen) una fuerte impronta en el
miento del papel de Estado nacional a partir del pro-
magisterio argentino dando un papel preponderante a
greso de la instrucción pública en el país en el que se
la mujer en la línea del naturalismo propugnado por
trata más bien de educar a madres y padres para que
J.J. Rousseau. Los “Cantos de la madre” de Froebel
sean buenas nodrizas. El imperativo de educación
son al siglo XIX, lo que el cántico en prosa al des-
kantiano, del que se sirve Sarmiento para fortalecer
posorio del alma virginal con Dios de San Ambrosio
el papel del Estado nacional, niega en el hombre un
es al siglo IV. Este cántico inaugura un lugar inédito
estado de naturaleza Rousseauniano.
para las mujeres en la historia del cristianismo y de
Occidente. Escribe San Ambrosio “Lejos de seme- Una vez cristalizado en la sociedad el ideal de ci-
jante locura [entregarse al pecado] habéis de poner vilización frente a la brutal barbarie, y el ideal de ilu-

* Lic. en Psicología. Directora del Centro de día / Hogar terapéutico Florida II. Miembro del Círculo de actualización en Historia / Fundación Descar-
tes. Vicepresidente Asociación Amigos de la Fundación Descartes.
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Beatriz Gez Notas sobre la educación especial en Buenos Aires...

minismo, “saber” se vuelve imperativo y según los La educación como práctica social gorías de instituciones: “Un primer instituto debería Leemos en un texto de un siglo después que el niño
principios de la pedagogía kantiana el hombre sólo reservarse a los idiotas inferiores, a los sujetos de clasificado como deficiente criado en el mundo civi-
Sancionada la Ley 1420 de educación (1884) se
encontrará su humanidad por la educación. Por ello capacidad intelectual muy limitada, que necesitarán lizado responde igual que el joven salvaje de los bos-
impuso la obligatoriedad de la educación común en
la educación debe ser obligatoria y hay que asegu- ser vigilados y cuidados durante toda su vida. (…) ques de modo que la idea de que la civilización como
todo el país. La educación pública, gratuita y laica,
rarse que ninguno escape a ella. Así es que este im- Un segundo instituto debería comprender a todos los tal es la determinante de la superioridad moral del
hizo que las escuelas italianas entraran en un período
perativo de educación excede la instrucción escolar sujetos en quienes predominan las anomalías del ca- hombre resulta tan inservible como lo fue para Itard
de declinación. En dicha Ley se contempla la edu-
para instalarse en el centro de la humanidad pues su rácter. (…) Un tercer instituto debería acoger a los la hipótesis cabanisiana de que las cualidades físicas
cación de los sordomudos dentro del campo de la
objetivo es el progreso del hombre y su concomitante titulados débiles, tardíos o atrasados, estos mediante (sensibles, perceptivas, etc.) son la condición del de-
educación común y aunque deban aplicarse métodos
felicidad. medios especiales son capaces de adquirir un vasto sarrollo de la esfera de las ideas y el sentimiento.
específicos para impartirles la instrucción necesaria
Será necesario reglamentar lo que el hombre es y la patrimonio de ideas compatible con la torpeza de sus A diferencia, entonces, de la comunidad médico-
no hay atisbos de considerarla ni a la educación que
construcción de este saber estará fundamentalmente procesos mentales.” En estos últimos observa que pedagógica de principios del siglo XIX que se avo-
se les imparte ni a los sordomudos ninguna “especia-
en manos de una coalición jurídico-médico-pedagó- “pueden estar incólumes los órganos periféricos de ca al estudio y a la educación de Víctor así como de
lidad”. De hecho existía desde 1957 una escuela para
gica. El control de la infancia deber ser total y para movimiento y de sensibilidad pero la actividad del otros “niños salvajes” o “niños lobos” con el deseo
sordos dirigida por el maestro alemán Carlos Keil y
ello no sólo tendrán que vigilar la estructura pedagó- sujeto no responde a sus excitantes: falta en su cere- de avanzar en el conocimiento de lo que en el siglo
en 1887 se inicia la educación del ciego con un grupo
gica sino, como ya expusimos, también la estructura bro las aptitudes para constituir esos nuevos víncu- XVIII se llamó el hombre natural; José Ingenieros al
de niños del Asilo de huérfanos atendido por el peda-
familiar. Se tratará de organizar una estructura esco- los de los que surgen las ideas, las tendencias y los igual que otros higienistas de las época, a principios
gogo español Juan Lorenzo y González que también
lar democrática con una organización jerárquica que movimientos coordinados. En el caso de los idiotas, del siglo XX utilizará dichos desarrollos con un fin
era ciego.
garantice una educación para todos. que aun teniendo sanos la vista y el oído, no pueden clasificatorio para la organización e higiene de aque-
En 1906, el director de la revista del Consejo Nacio- fijar la atención a las cosas que ven y a los sonidos llos que ubicará en el rubro de los anormales por la
El primer congreso pedagógico (1882) convocado nal de Educación publica un texto titulado “La edu- que oyen. De igual manera, teniendo íntegros todos vía deficitaria -cubrirá un espectro que va desde los
por Sarmiento es posterior al realizado por las colec- cación de los niños deficientes”, que el italiano José sus sistemas musculares, son incapaces de imitar los llamados idiotas (por déficit mental) hasta criminales
tividades de inmigrantes en 1881. En el mes de sep- Ingenieros (1877-1925) -destacado representante del más simples movimientos coordinados para los usos (por déficit moral)- y la educación será el tratamiento
tiembre de ese año comienza a editarse la revista de pensamiento positivista argentino, fundador en 1908 de la vida.” privilegiado pues no se trata de “enfermos” sino de
divulgación del Consejo Nacional de Educación, El de la Sociedad de Psicología-, le envía desde París
Todo el énfasis de la educación de los niños de- “anormales”.
monitor de la educación común (1881-1976) donde basado en las observaciones efectuadas en un institu-
se editan algunas de las exposiciones realizadas en el ficientes estará puesto en la experiencia sensorial y
to pedagógico y médico de Roma, el Manicomio de
congreso. perceptiva y no en los determinantes sociales al pun-
Santa María de la Piedad que estaba bajo la dirección El caso de la debilidad mental
to de resaltar que “Uno de los defectos comunes a los
En su exposición el entonces Inspector General de técnica del Dr. José Montesano. Dicho texto, es un
maestros que por primera vez enseñan a los deficien- Un año antes del texto de Ingenieros, Sigmund
Escuelas de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Larra- testimonio de los límites con que se encuentra la psi-
tes, es el querer hablar mucho. Es una ilusión creer Freud publica Los tres ensayos para una teoría
in, destacaba que la revolución política había opera- copatología positivista al tratar de encuadrar, de cla-
que todo lo que se dice a estos pequeños infelices sexual infantil, 1905, y Binet y Simon publican el
do en el terreno de las ideas y en la educación popu- sificar para su tratamiento a niños que evidentemente
puede ser comprendido por ellos como si fueran ni- primer proyecto de la escala del desarrollo intelectual
lar gracias a hombres como Belgrano, Moreno y San no estaban “enfermos” dentro del orden psiquiátrico
ños normales. Desgraciadamente, ellos comprenden del niño. En ambos casos se trata de considerar que
Martín. “En aquellos tiempos no se hablaba del de- pero tampoco respondían al tratamiento pedagógico
muy poco, de manera que las interminables elucubra- la infancia tiene su propio orden de existencia y ra-
recho de enseñar, sino del deber de la enseñanza; no ni podían quedar exclusivamente librados al mismo.
ciones de los maestros se resuelven en una serie de cionalidad y que incluso puede aclarar en lo sucesivo
del derecho de aprender, sino del deber de aprender, a Es el primer texto dirigido a los maestros argentinos
sonidos insignificantes, los cuales, repitiéndose con el devenir del adulto pero difieren en la perspectiva.
cuyo cumplimiento nadie podía sustraerse, porque en en el que se les dan indicaciones sobre la educación a
insistencia en sus oídos, los fatigan, los aburren y los Mientras el primero establece una conformación per-
aquel movimiento general, estacionarse era retroce- deficientes mentales al tiempo que se sugiere el modo
agotan.” verso polimorfa en la sexualidad infantil que muestra
der y esto no podía hacerse impunemente”. “Eran ya de organizar instituciones médico-escolares especia-
les para su tratamiento. Escribe: “Sería un grave error Llama la atención que las indicaciones a los maes- el lazo entre la curiosidad sexual del niño y la cu-
preceptos sociales, que debía preferirse el bien públi-
creer que se puede reunir en una misma escuela todas tros dadas por Ingenieros así como esta observación riosidad intelectual, que advierte sobre los límites de
co al bien particular”. Y para finalizar el capítulo VI
las diversas categorías de anormales que se compren- final repite la experiencia y los límites que un siglo toda empresa educativa por una indócil constitución
de su exposición, expresa que “la administración na-
den bajo el nombre de deficientes y que se puede pro- atrás describieran en sus conclusiones Pinel e Itard pulsional; los otros se aplican al cálculo de una “me-
cional de Sarmiento ha hecho prosperar mucho esta
ceder a la distribución de los alumnos en las diversas respecto del tratamiento de Víctor, el niño salvaje del dida mental” que facilite establecer las variaciones
institución, porque su pasión por las escuelas ha sido
clases, guiándose por el único criterio de la cultura Aveyron, para quienes sin duda la educación del niño normales de la inteligencia sobre el parámetro de
siempre el punto de mira de todos sus afanes; y para
que ya poseen. Es necesario pensar que muchos de salvaje (la expresión de “salvaje” responde a la deno- edad cronológica -será W. Stern quien reemplace di-
conocer nuestra legislación dispersa sobre escuelas,
ellos presentan anomalías más o menos graves de los minación que se le daba en la época el hombre poco cho parámetro por el más conocido de Coeficiente
pueden desde luego estudiarse dos épocas que han
sentimientos, del carácter y de la conducta, lo cual civilizado, de modo que este niño encontrado en un Intelectual (calculando la relación entre la edad men-
sido las más fecundas al respecto, estas son: desde
además de requerir un sistema especial de educación, bosque como lo consigna Itard, en una nota al pie tal y la cronológica).
1821 a 1828 y desde 1868 a 1874”. “Antes y des-
pués de estas fechas, los gobiernos han hecho más hace que su presencia en una clase perturbe la disci- de sus memorias, merece con mayor razón dicha de- En pocas décadas la psicología realizará una yux-
políticas que escuelas, olvidándose que gobernar es plina y obre funestamente sobre sus condiscípulos.” nominación) había fracasado así como las ideas que taposición de ambos enfoques que dará lugar a una
educar”. Propone la división de los deficientes en tres cate- guiaron su educación. escala de desarrollo -que podríamos llamar las va-

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Beatriz Gez Notas sobre la educación especial en Buenos Aires...

riaciones normales de la sexualidad según la edad- En el proyecto de Educación de 1939 hay unos de lograr el completo estado de bienestar y quien, para los educandos discapacitados. d) Coordinar con
puesta al servicio de la educación sexual; lejos de ad- capítulos dedicados a la educación especial. Como por otra parte, de otorgarlo? Elevado el bienestar a las autoridades competentes las derivaciones delos
vertir que a diferencia de Binet que intenta establecer explicita el programa de Berta P. de Braslavsky la categoría de un bien hay una producción de perju- educandos discapacitados a tareas competitivas o
un parámetro de normalidad apoyado en la teoría del (1913-2008) titular de la cátedra de Pedagogía dife- dicados físicos, mentales y sociales que reclaman ser a talleres protegidos. e) Formar personal docente y
déficit Freud se detiene en el estudio de la investiga- rencial (que luego pasaría a llamarse Educación es- resarcidos. Desde mediados del siglo XX en adelante profesionales especializados para todos los grados
ción sexual infantil para dar cuenta del fracaso de la pecial) desde 1985 dentro de la carrera de Ciencias podemos registrar que se produce una inversión en educacionales de los discapacitados, promoviendo
razón ilustrada y su promesa de felicidad. de la Educación. “Esta disciplina ocupó su lugar en la coalición jurídico-médico-pedagógica siendo el los recursos humanos necesarios para la ejecución de
El caso de la debilidad mental, aclínico, puede los planes de estudio de las carreras de Ciencias de la derecho y no ya la medicina ni la pedagogía quien los programas de asistencia, docencia e investigación
enmarcarse dentro de La psicopatología de la vida Educación de algunas universidades argentinas des- determine la conveniencia de las clasificaciones. Los en materia de rehabilitación.
cotidiana (1900-1901), en tanto el concepto de psi- de la década del 50, con una fuerte connotación mé- desplazamientos clasificatorios que se siguen en los
En marzo de 1983 se aprueba la reglamentación
copatología en Freud se relaciona con el de una de- dica, como correspondía a la época y a los docentes textos tanto pedagógicos como médicos-pedagógi-
de la Ley pero el artículo 13 queda sin reglamentar.
terminación inconsciente que se separa de la clínica. que asumieron la cátedra denominada al comienzo cos desde mediados del siglo XX responden en su
Básicamente se reglamenta la seguridad social al
Se trata de La otra psicopatología como la nombra Pedagogía terapéutica y luego Pedagogía especial. mayoría a la teoría del derecho. Tanto los retrasados
discapacitado (jubilaciones y pensiones) a través de
Germán García, para llamar la atención que “la pa- Siguiendo la evolución de las ideas, a partir de la dé- o débiles mentales como los psicóticos, también los
la extensión de los certificados de discapacidad, así
labra psicopatología designa en Freud una serie de cada del 60, particularmente de las Universidades de impedidos motores o sensoriales o los también lla-
como la opción de efectuar la deducción prevista en
fallas discursivas que en la vida cotidiana muestran La Plata y Buenos Aires, se insistió en conferirle a la mados minusválidos pasan todos a la categoría de
el impuesto a las ganancias o sobre los capitales a
la irrupción de ese saber sin sujeto que llamó incons- cátedra el perfil esencialmente pedagógico que le co- discapacitados. Dicho movimiento genera con la ca-
aquellos empleadores que concedan empleos a per-
ciente”. Lejos de la preocupación por delimitar “cua- rrespondía en la carrera de Ciencias de la Educación. tegoría de discapacidad una plusvalía (social) que se
sonas con discapacitadas.
dros” psicopatológicos se trata de un cambio funda- Considerando sus múltiples relaciones interdiscipli- vuelve rentable.
mental de la ética que exige que se piense otra ciencia narias y su progresiva configuración como rama de la En 1987 se reforma la Ley Provincial 10.592 sobre
El 9 de diciembre de 1976 tiene lugar en la Asam-
que parece no ser tal para una ciencia positiva, de la pedagogía general, pasó a ocupar su lugar en el área el régimen jurídico básico de las personas discapaci-
blea General de la Naciones Unidas la Declaración
misma forma que no será una psicopatología nueva de la Educación para figurar en el plan de estudios tadas y su derecho reglamentario.
de los Derechos de los impedidos, en la que se pide
lo que surgirá de ella: no hay en ella una nueva taxo- de 1985. Si bien entonces la Educación especial que-
que se adopten medidas en los planos nacionales e La caracterización del alumnado discapacitado en
nomía. Todas las formaciones del inconsciente entran da integrada al plan de formación general no tiene el
internacionales para que la declaración sirva de base atención en la Provincia de Buenos Aires:
dentro del campo de la psicopatología y las conclu- propósito de formar profesionales”. Anteriormente el
y referencia comunes para la protección de estos de- A. Alumnos con retardo mental de grado leve: Niños
siones extraídas del campo de los neuróticos no po- programa estuvo a cargo del Dr. Adolfo Luis Poncet
rechos. En el punto primero se aclara que “el término con funcionamiento intelectual general inferior al
drían descartarse para una teoría general del sujeto. (1971-1972), en el 73 desde una perspectiva psico-
“impedido” designa a toda persona incapacitada de promedio (CI 52-67 Terman: CI 55-69 Wescler)
pedagógico lo abordaron Haydeé E de Jons y María
Aunque la valoración psicométrica en nada haya subvenir por sí mismo, en su totalidad o en parte, a que se origina durante el período de desarrollo
Margarita Rotger, en 1967 a cargo de Haydeé Zulema
contribuido al entendimiento de la debilidad mental y las necesidades de una vida individual y social nor- y aparece asociado en algunas de las siguientes
Banchs , en 1961 a cargo de Carolina Tobar García. áreas: maduración, aprendizaje, ajuste social.
deje sin respuesta la pregunta de ¿por qué un niño no mal a consecuencia de una deficiencia congénita o
aprende?, o, por la positiva, ¿por qué un niño apren- Si bien la Dirección de Educación Especial en la no, de sus facultades físicas o mentales”. B. Alumnos con retardo mental de grado modera-
de?; permitió aludir a un concepto clínico pero para provincia de Buenos Aires fue fundada el 9 de agos- do: Niños con funcionamiento intelectual general
Ya en 1981 el término “impedido” se desplaza a
indicar que no existen indicios de una patología or- to de 1949 por impulso del Profesor Mario Vitalone, muy inferior al promedio (CI entre 36 y 51 o CI
“discapacitado”, declarándose ese año el año inter-
gánica ya que en definitiva se trata de un déficit en la recién el 25 de agosto de 1951 se incorporó a la Ley entre 40-54 Terman y Weschler respectivamente).
nacional del discapacitado. En la Argentina se dicta
adquisición del conocimiento respecto a una norma de educación Nº 5650 de la provincia de Buenos Ai- Se origina durante el período de desarrollo y afec-
la Ley 22431 de protección integral al discapacitado
establecida. Es decir la valoración psicométrica soli- res el problema de la asistencia al niño discapacitado ta más profundamente las áreas señaladas.
y el artículo 13 establece las competencias del Mi-
daria a las teorías del déficit contribuirá a la clasifica- (mental, físico y social) en el artículo 2º y 3º. Recién C. Alumnos psicóticos: con diagnóstico de psicosis
nisterio de Educación al respecto: El Ministerio de
ción que posibilitará la organización de la educación en 1960 se funda en La Plata el instituto superior Nº infantil; autismo precoz y esquizofrenia infantil.
Cultura y Educación tendrá a su cargo: a) Orientar
especial. 9 destinado a la formación de personal especializado
las derivaciones y controlar los tratamientos de los D. Alumnos con retardo mental severo: Idem CI 20
en educación especial. y 35 Terman y CI 25 y 39 Weschler.
educandos discapacitados, en todos los grados edu-
En los años 50 es destacable, a nivel mundial, la cacionales, especiales, oficiales o privados, en cuan- E. Alumnos sordos e hipoacúsicos: con pérdidas au-
La educación especial promoción de la Salud Mental que realiza la Organi- to dichas acciones se vinculen con la escolarización ditivas a partir de 40 dbs. en las frecuencias de
Pese a la temprana indicación de Ingenieros, así zación Mundial de la Salud al elevar el ideal de salud de los discapacitados, tendiendo a su integración al 500-1000 y 2000 ciclos por segundo, que provo-
como la propuesta de crear clases especiales en las a un imperativo. La salud deja de ser definida como sistema educativo. b) Dictar las normas de ingreso can déficit en la comunicación lingüística.
escuelas comunes realizada en 1902 por el Dr. Adolfo la ausencia de enfermedad para definirse como el es- y egreso a establecimientos educacionales para per- F. Alumnos ciegos y disminuidos visuales: con agu-
Valdés, director del cuerpo Médico escolar, la deseada tado completo de bienestar (físico, mental y social). sonas discapacitadas, las cuales se extenderán desde deza visual igual e inferior a 3/10 en el mejor ojo,
organización de la educación especial de niños anor- Ya no más enfermos vs. sanos, ni anormales vs. nor- la detección de los déficits hasta los casos de disca- con corrección óptica y/o una limitación del cam-
males, como lo muestra Aníbal Travella, no se desa- males sino una especie de todos eternos discapacita- pacidad profunda, aún cuando ésta no encuadre en po visual por debajo de los 20º que varía con la
rrolló como tal sino muy avanzado el siglo XX, hacia dos (físicos, mentales o sociales) respecto del com- el régimen dela escuelas de educación especial. c) extensión y localización de la lesión ocular con
finales de los años 80. Pero otro sería su destino. pleto estado de bienestar. Pues ¿quién está a la altura Crear centros de valuación y orientación vocacional perjuicio de la visión central o periférica.

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Beatriz Gez

G. Alumnos irregulares motores: con diagnóstico de: tivos que se crean no pretenden ajustar a una norma
El clima de época en la “anormalidad”
Lesión cerebral con predominio en el área motora
(parálisis cerebrales); enfermedades heredo-de-
preestablecida a las personas hasta hoy llamadas en infantil: deficientes - abandonados - vagos -
su beneficio “discapacitadas” sino que pretenden su
delincuentes, 1880-19301
generativas no deteriorantes del sistema nervioso regulación social. De allí que a partir de finales de los
central; anomalías del desarrollo del cerebro y de 90 se opere un nuevo desplazamiento en la denomi-
la médula cuando la secuela es predominante- nación y las instituciones propongan tratar a niños,
mente motora; lesión medular, etc. Gustavo Pablo Rossi*
jóvenes o adultos con capacidades diferentes.
H. Discapacitados físicos impedidos de concurrir a
servicios ordinarios: Con patologías físicas que
les impida concurrir en forma transitoria o per- Introduccion
manente a establecimientos comunes o especiales En nuestra investigación sobre autores argentinos, entre el último cuarto del Siglo XIX y el primero
(en servicios hospitalarios o domiciliarios). del XX, nos encontramos con la expansión de textos que se centran especialmente en el niño denomi-
I. Alumnos irregulares sociales de difícil sociali- nado “anormal” desde la perspectiva de la “cuestión social” o la inadecuación al sistema escolar, en
zación: tutelados por institutos de protección de consonancia con ciertos parámetros morales o ajustados a ideales de la época2. Durante ese lapso de
régimen especial. cincuenta años, en Buenos Aires se producen cambios discursivos e institucionales en el abordaje de
J. Alumnos irregulares sociales educables: niños ese sector marginal de la niñez, que venimos analizando en diversos campos disciplinares, en sus dife-
jóvenes y tutelados en períodos de adaptación, renciaciones y articulaciones. Se amplían las clasificaciones que agrupan las formas de la deficiencia
internados en institutos asistenciales de la Direc- Referencias bibliográficas mental en un círculo que va hacia su inclusión entre los “abandonados”, los desviados, los inadapta-
ción de Protección al menor de funcionamiento dos, para luego llegar a la vagancia y la delincuencia infantil y juvenil. Y ese proceso de categorización
- Pinel, P. e Itard, J., El salvaje del Aveyron: psiquiatría y pedago-
intelectual normal o con discapacidades mentales gía en el ilumismo tardío, Bs. As., CEAL, 1978. que algunos autores han llamado la patologización del niño, o la psico-patologización de aquel deno-
o físicas. - Kant, I., Tratado sobre pedagogía, Akal ediciones, minado “menor” en el campo social y del derecho, se articula a una medicalización que se generaliza.
Esta caracterización del alumnado discapacitado - Freud, S. , La afasia, Bs, As., Nueva Visión, 1987. A su vez, de un tiempo donde el enfoque de la patología mental infantil estaba centrado en el deficiente
que debe ser atendido en los establecimientos depen- - Freud, S., “El yo y el ello”, Obras completas T III, Madrid, u oligofrénico casi con exclusividad, irán en aumento las preocupaciones para redefinir el abordaje de
dientes de la Dirección de Educación Especial obliga
1981. estos niños, comenzando a tomar fuerza las propuestas de separarlo del adulto, lo cual tendrá mayor
- Thurstone, L.L. y otros, cap. VI “La debilidad mental” de E:F. relevancia en términos teóricos –las voces de “especialistas”, los discursos públicos- que en las conse-
en el año 1988, a que los grados recuperadores para Kinder en La medición de la inteligencia, la aptitud y el interés.
niños con problemas de aprendizaje que funcionaban cuencias para la práctica en las intervenciones y los espacios institucionales.
- Not, Louis, Cap I “Los fundamentos psicológicos. Los aspectos
en las escuelas de educación común deban pasar al psicométricos de la debilidad mental”, La educación de los dé- Queda luego preguntarnos cómo, en esos deslizamientos semánticos, será relegada la especificidad
biles mentales.
régimen establecido por la rama de educación espe- del abordaje de la patología mental en la infancia, tanto para el retrasado o deficiente intelectual como
- Bercherie, P., “La cínica psiquiátrica del niño (estudio históri-
cial así como cualquier otro alumno con otra discapa- co)”, Ornicar? Nº 26-27, Navarin, París, 1983 para los padecimientos psíquicos que están del lado de las “locuras” en la infancia; antes de pensarse
cidad física, sensorial o conductual. Al mismo tiempo - García, G., La otra psicopatología, Ediciones Laumardi, Bs. As., como psicosis infantiles, ya más avanzado el siglo XX.
dicha dirección asumía como lema la normalización 1978.
Con las particularidades propias de cada país, resulta interesante -y esbozamos ese lineamiento
e integración de este alumnado. Es decir, al tiempo - Ingenieros, J.,“La educación de los niños deficientes”, El moni-
tor de la Educación común, Año XXVI Nº 405, Buenos Aires, aquí,- realizar un análisis comparado que nos permita precisar en términos históricos cómo se empie-
que se los desagregaba de la educación común pasán- septiembre de 1906. zan a articular el discurso y las prácticas sobre el niño abandonado, el delincuente, el indisciplinado,
dolos a la educación especial como discapacitados se - Bravo, Alfredo P. (comp.), El congreso pedagógico en el con- el deficiente y el alienado en las distintas clasificaciones de “anormales”, de acuerdo a la historia local
promovía su normalización e integración al medio greso nacional 1882, Colección Temas, Eudeba, Buenos Aires,
1987. y regional (acotando, a los fines de este artículo, una síntesis centrada en Argentina, Estados Unidos y
escolar y social común.
- Programas de la cátedra de Pedagogía diferencial de la Carrera España, con algunas menciones a autores y experiencias europeas).
Este movimiento promovió, no sólo la formación de Ciencias de la Educación desde 1960 a 1992.
Consideramos necesario ampliar los “estudios locales y comparados, que diferencien adecuadamen-
de diversos especialistas hasta la época inexistentes - Travella, Aníbal, ficha sobre Educación Especial en la Argenti-
na, Buenos Aires, 1990. te los contextos geográficos, sociopolíticos y económicos”4, para valorar los efectos de los llamados
con la consecuente formación de nuevos institutos
- Vitalone, Mario C. entrevista sobre la educación especial en la dispositivos de control social, revisar su éxito político y su permanencia o no en el tiempo, sus conse-
de enseñanza terciaria o universitaria ligados a esas provincia de Buenos Aires, 1989. cuencias en la instalación de discursos y prácticas en cada ámbito disciplinar y social.
prácticas sino que a la vez proveyó de trabajo a un - “Normalización e integración en la doctrina de la Educación es-
importante número de docentes, psicólogos, médicos, pecial en la Argentina, con particular referencia a la provincia En este artículo, más que el estudio de un autor (la lógica de su marco teórico, sus textos, sus casos
psicomotricistas, kinesiólogos, musicoterapeutas, ar- de Buenos Aires”, Elaborado por el Comité sobre Educación clínicos4), de las nosografías y las matrices disciplinares en formación, trataremos de sintetizar algunas
Integrada de la Liga Internacional de Asociaciones a favor de
teterapeutas, neurólogos, psicopedagogos, asistentes las Personas con Deficiencia Mental, Revista FENDIM Nº 31,
propuestas institucionales, iniciativas gubernamentales y de asociaciones filantrópicas y profesionales,
sociales, abogados, etc., etc. enero -marzo 1987. eventos científicos y autores que van formando un movimiento con puntos de comunicación y de debate
- Carli, S., “Infancia y sociedad”, Sociedad civil y Estado en los en esa época. Destacaremos la reiteración de temas y nociones, a manera de ideas-fuerza que se presen-
El movimiento de normalización e integración orígenes del sistema educativo argentino, Colección de Historia tan entre especialistas, que a veces se reproducían como consignas de divulgación, rescatando su cruce
promovido internacionalmente desde los años 60 de- de la educación en la Argentina II, dirección Adriana Puiggrós,
con el clima social más que lo referente a la historia propia de cada disciplina.
editorial Galerna, Buenos Aires, 1991.
cantará hacia finales del siglo XX en un nuevo orden
- Capizzano de Capalbo, Beatriz y Larisgoitia de González Can-
social en el que la organización de las instituciones da, Matilde, La mujer en la educación preescolar argentina, edi-
de educación especial así como los diversos disposi- torial latina, Madrid, 1982. * Psicólogo, Psicoanalista, Docente UBA. Miembro de la C. Directiva del Capítulo de Historia y Epistemología de la Asociación de Psiquiatras
Argentinos y de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. grossi@sinfomed.org.ar
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Gustavo Pablo Rossi El clima de época en la “anormalidad” infantil: deficientes - abandonados - vagos - delincuentes, 1880 -1930

El granero y el mundo: pinta tu infancia… Algo particular del caso argentino, hacia finales para esta problemática. También produce cambios puesto en las cuestiones criminológicas y socio-eco-
del Siglo XIX, puede ubicarse en que “los grupos en el enfoque de las preocupaciones sobre la infan- nómicas, podemos leer que en el plano discursivo
Como ha sido investigado, en nuestro país la men-
dirigentes asignaron a la educación una función cia anormal, para la intervención de las “especiali- las preocupaciones sobre la infancia anormal (aquí
talidad de la élite gobernante aparece influenciada
política”, más que económica11. Las fuerzas que dades” médicas y psico-pedagógicas. bajo las modalidades del niño delincuente) tienen
por el pensamiento europeo de la época, de planifi-
actuaron en el enfrentamiento político coincidieron Como bien señala L. Larrandart (1990), al histo- varias similitudes con las de médicos, pedagogos y
cación de la educación como base para el conjunto
“en mantener alejada la enseñanza de las orienta- riar el control socio-penal de la infancia argentina, juristas argentinos, claro que en un marco material,
social (Puigross, 1990; Carli, 2002; Torrado, 2003).
ciones productivas”. en las dos décadas que transcurren con el cambio de condiciones de producción, muy diferentes a la
Un icono del pensamiento en este período, J.M. Ra-
de siglo con “un discurso exagerado de alarma so- economía agro-exportadora local.
mos Mejía, dirá que se trata de dar forma a las “ten- Sirve agregar que en Buenos Aires la participa-
dencias que deberán fijar el temperamento nacio- ción de los menores en el mercado de trabajo in- cial”, se trata de “demostrar a toda costa” la impor- Durante el primer cuarto del siglo XX, a este mo-
nal5”. No obstante, en los temas de niñez anormal dustrial distaba de la realidad europea, según varios tancia del aumento de la delincuencia juvenil y el vimiento norteamericano se le sumarán los aportes
y deficiente, como veremos luego, varios expertos estudios12. Los datos censales dados por Suriano13, abandono de niños, pese a que sobre esa situación de la Higiene Mental, con influencia en Latinoamé-
argentinos agregan su apreciación de la producción indican que en 1904 son algo más de 7.000 los me- “hay contradicciones entre los autores” (Larran- tica, allí donde la psiquiatrización de la delincuencia
intelectual y las experiencias norteamericanas sobre nores empleados en la industria porteña, decayendo dart, p.30). juvenil toma un impulso que va delimitando un cam-
todo del primer cuarto del siglo XX. a 6000 en 190914, siendo cifras que permiten afir- po anexo a la deficiencia mental y su anormalidad.
Los procesos de escolarización universal y obli- mar a Ciafardo “no que la mayoría de los niños por- En el ámbito iberoamericano, Estados Unidos es
teños (…) no trabajasen”, sino que la envergadura Entre salvadores y benefactores
gatoria, con su significación para el Estado liberal y reconocido por el desarrollo de asociaciones para el
el modo de producción capitalista en distintos paí- del desarrollo industrial no demandaba su fuerza de Veamos un recorte de estudios históricos acerca estudio de la temática, en las primeras décadas del
ses del mundo, se vinculan estrechamente con la trabajo en forma masiva. Esto lleva a repensar en- de lo que sucedía especialmente en Estados Unidos siglo, con Congresos y publicaciones que anticipa-
conformación de la categoría de anormalidad en la tonces sobre qué bases y con qué objetivos se orga- y en España, en un breve panorama que tendrá sus ban en algunos temas a Europa, funcionando por
infancia, pudiendo citarse una heterogénea lista de nizan las estrategias locales en las que proclamaba puntos de contacto con los especialistas y las ini- ejemplo en 1914 más de cien “clínicas de conduc-
textos que otorgan sus lecturas al tema6,7. la “reinserción” social del niño vago-abandonado, ciativas argentinas. ta” (Romero, 1987, p.194).
en tanto no existiría una necesidad socio-económi-
Cotejando los estudios historiográficos a nivel ca de capacitar mano de obra infantil. Entre las investigaciones acerca de este campo Se afirmará además que Estados Unidos y Fran-
internacional, encontramos asimismo que existe de la infancia, mencionamos en primer término el cia son pioneros en el diseño de establecimientos
en esas décadas -algo antes o algo después en cada Los higienistas argentinos (como dato que es ya clásico libro16 de Anthony Platt, para ubicar la para jóvenes delincuentes, a manera de colonias
país- la idea generalizada de realizar una interven- recurrente a su vez en otros grupos profesionales) situación en Estados Unidos. Así como se destaca agrícolas, en el umbral del 190017.
ción racional, científica8, para encauzar las posibles muestran una preocupación en aumento por la in- en Argentina la trayectoria a lo largo del Siglo XIX
tervención sobre la infancia, ligada a problemáticas de la Sociedad de Beneficencia y otras instituciones Por su parte, en Europa la preocupación preven-
“desviaciones”, tanto en términos del crecimiento
propias del importante y desorganizado crecimien- de “protección de la infancia” -que llegarán al si- tiva del desorden social también tendrá su lugar,
individual como social (la educación tiene una “fi-
to urbano, la inmigración, y a la inquietud que ge- glo XX, junto a similares de la región-, Platt estudia aunque se estudia -más nítidamente, a la manera
nalidad preventiva del desorden social9”).
neraba en ese marco el incremento en el abandono en Norteamérica el movimiento “pro salvación del argentina- la anormalidad en el abanico que con-
En Europa, con los efectos posteriores a la Re- de los niños y su presencia en la calle o el espacio tiene inicialmente las deficiencias mentales, para
niño”, en correlación con la extensión de la Edu-
volución Industrial, desde principios de S. XIX se público. Ya con la Generación del 80 se hablaba del ir dando lugar después a la infancia abandonada o
cación obligatoria y otras medidas de intervención
produce la migración masiva del campo hacia las peligro latente de la desintegración, por lo cual el delincuente, con el correr del siglo.
estatal. Según Platt, este movimiento desempeñó un
ciudades, que padecen un crecimiento vertiginoso, ideal consistía en unificar mediante el “cepillo” de papel importante en la “reproducción de una fuer- Algunos datos de la situación española, sus con-
con los problemas que acarrea a nivel del aumento la educación pública, para el logro de una identidad za de trabajo especializada y disciplinada” (Platt, tactos con el resto de Europa, nos ilustran por sus
de la pobreza urbana, con mendigos y vagabundos nacional. El gran crecimiento de la población “ex- 1982, p.23). Refiriéndose al origen de los Tribuna- puntos de correspondencia con lo que sucedía en
por las calles. Nos resulta muy ajustada la afirma- tranjera”, con sus ideas y su militancia política revo- les de menores, hace una crítica del modo clásico nuestro país, entre siglos18. Mientras en 1901 se
ción de S. Torrado (2003), al decir que en la Ar- lucionaria, es un componente cuya valoración aún liberal de ver a los “salvadores del niño”, como un crea la Escuela central de reforma de Alcalá de He-
gentina se produce una situación que tiene “mu- resulta poco analizada. Cabe apreciar diferencias “esfuerzo ilustrado para aliviar las miserias de la nares, en 1904 se sanciona para España la Ley de
cha similitud, sino en las causas, al menos en sus luego, al avanzar el siglo XX, cuando el “menor” vida urbana y la delincuencia juvenil ocasionadas protección de la infancia19.
manifestaciones10”, por la extensión inédita de la empezó a ser tema de inquietud en el día a día: las por una economía capitalista no regulada” y como
población en las grandes urbes, con la llegada del condiciones urbanas y la realidad socio-económica En 1907, Francisco Pereira funda “La Infancia
uno de los intentos de respuestas “racionales” a los
inmigrante extranjero. habían cambiado; los peligros eran concretos para anormal”, la primera revista de la especialidad en ese
efectos de la misma. Como contrapartida, detalla
el hombre común (el robo callejero, el crimen, el país, que antecede cinco años la salida de una revista
Se trataba de la inculcación de disciplina y de que dicho movimiento “no fue un fenómeno aisla-
delito a la propiedad en sus distintas formas, etc.); homónima francesa20. Ese año, Augusto Vida Perera
valores, tanto en nuestros países de Latinoamérica do, sino que reflejaba cambios masivos en el modo
y se habla de la sospecha de una delincuencia “que publica en Barcelona un texto pionero para España:
como en otros, aunque algunos autores plantearon de producción” (1982, p15). Sitúa entonces a sus
flota sobre la ciudad”15. Esto da motivo a su per- “Compendio de psiquiatría infantil”, resultado de las
que se buscó fijar pautas laborales para la forma- propulsores en el “contexto de la economía política
clases libres que daba en la materia.
ción de mano de obra en una sociedad que intenta- secución y el encierro, generándose incluso casos del progresismo”, es decir, en el marco de una co-
ba modernizarse, de acuerdo a los ideales e intere- paradigmáticos para la cultura judicial, así como rriente más amplia destinada a “salvar y regular” el En Barcelona, desde 1890 funcionaba el Patro-
ses de la clase dominante. iniciativas legales e instituciones que se establecen capitalismo (1982, p.20). Aunque el eje de Platt está nato de menores abandonados y presos, y en esos

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Gustavo Pablo Rossi El clima de época en la “anormalidad” infantil: deficientes - abandonados - vagos - delincuentes, 1880 -1930

años se crea allí desde el ámbito público un Gabi- Por otra parte, en 1912 se había realizado el Con- truidas y depositadas en esta especie de “bolsa” de Casas de Reforma similares de Inglaterra, Estados
nete psicopedagógico para niños deficientes men- greso de Psiquiatría de Túnez, en el cual Claparede la anormalidad y la deficiencia. Unidos y Francia,” tanto para lo referente al “es-
tales y difíciles, donde se introducirán los métodos (otra cita frecuente tanto en Argentina como en Eu- tudio psicológico de los menores”, como para su
El Monitor de la Educación Común31, en 1892,
de la italiana M. Montessori. ropa) recomienda “maestros especializados” para el inclusión en la “sección médica”.
pondera la creación del “Patronato y asistencia de la
cuidado del niño psíquica y moralmente anormal24.
En 1910 se crea el “Patronato Nacional de sor- infancia”, que está a cargo del “cuidado de los niños En cuanto al cruce médico-pedagógico desde lo
Podemos leer que paralelamente en Argentina, Ro-
domudos, ciegos y anormales” (del cura, 2004, pobres, enfermos, defectuosos, maltratados, moral- institucional, los expertos argentinos lamentaban la
dolfo Senet, exponente del trabajo psico-pedagó-
p282), que será el antecedente para la organización mente abandonados, destituidos de los medios de ausencia de una escuela especial para niños anor-
gico, en el prefacio de su libro de 1911, menciona
del “Patronato de Anormales”, en 1914. alimentación, etc.” Los niños “declarados por la males o que padecen idiotismo. En una mirada so-
los Congresos de Antropología Criminal de Roma,
ciencia” incurables, tanto como los niños vagabun- bre el espacio asilar, Emilio Coni, recomienda en
Hay numerosas intervenciones de pediatras, pe- París, Bruselas, Ginebra, Amsterdan y Turín (que
dos o mendigos son objeto de esta asistencia. 1891 que “en los Manicomios de la Capital se es-
dagogos, psiquiatras, criminólogos, en la primera se realizó el mismo año de la primera publicación
tablezcan como dependencia de dichos Asilos, es-
década del siglo XX21, que coincidían en la nece- de su libro)25. Años después, A. Ameghino consigna crítica-
cuelas de idiotas, cretinos, imbéciles, etc, para que
sidad de socialización de una infancia difusamente mente que hacia principios del Siglo XX muchos
Otro destacado psiquiatra español, G. Rodríguez estos desgraciados no permanezcan en un completo
entendida como desviada, delincuente y anormal. anormales recibían “educación moral, profesional
Lafora en su libro de 1917 “Los niños mentalmente abandono intelectual” (Coni, 1892)37.
Como describen Platt en el texto citado para Esta- o intelectual en establecimientos, oficiales o no,
anormales”, habla de los institutos para la infancia
dos Unidos, a la vez que Alvarez Uría (1987) para que les están parcial o accidentalmente destinados En 1892 encontramos otro texto de E. Coni con
delincuente, como el que dirigió W. Healey en Chi-
España, a principios de siglo se despliegan las ideas y a los cuales llegan con fines o por razones ex- argumentos para ese entrecruzamiento en la pro-
cago26, elogiando esos establecimientos en Estados
de Spencer y Lombroso, con sus puntos de debate trañas a la misma32.” Describe la conjunción que blemática, en la cual el deficiente -en germen el
Unidos por ser “cada vez más perfecta su organiza-
para estos respectivos países, también en sintonía se producía en la práctica institucional, entre niños niño de la locura- será también alcanzado por las
ción psiquiátrica y psicológica”.
con los temas argentinos: se proponía la ubicación y jóvenes anormales: deficientes-vagos-delincuen- doctrinas etiológicas que influían en la medicina
del germen de la locura moral y la delincuencia en El mismo Lafora funda además en 1926 el Ins- tes: “En la Colonia Marcos Paz, por ejemplo, se en- mental del adulto. En “Patronato y asistencia de la
la infancia, así como la comprensión en serie del tituto médico-pedagógico de niños anormales, cuentran promiscuos los delincuentes accidentales infancia”, el título del Capítulo X es: “Escuela de
salvaje, el niño y el degenerado, portadores de una siguiendo el sistema del belga Decroly, casi en u ocasionales con los deficientes profundos, los pe- imbéciles, idiotas, cretinos, etc.”. Este repetido “et-
“inferioridad moral” que debe ser objeto de inter- paralelo con la creación de la Escuela Central de ligrosos, los ineducables, los falsos anormales...Y cétera” no parece ser simplemente un signo de des-
vención. Anormales de Madrid (en 1925), la primera escue- a todos se les enseña y educa, cuando sí, como si gano ni del estilo de escritura del médico, sino que
la oficial para el tratamiento de de los niños anor- fueran normales”. nos hace pensar en un rasgo propio de aquella in-
Pese a los cambios de paradigma en la asistencia males27. terminable lista que iba a ir engrosando estas anor-
de la patología mental, puede verse que distintos Esta conjunción tenía sus antecedentes. A me-
Estos datos28 nos sirven para ubicar cómo en dis- malidades. Leemos, sin embargo, que en este texto
autores llegaban a denominaciones del tipo de la diados de siglo los Defensores de Menores po-
tintos países se van diseminando ideas y prácticas no se manifiesta la preocupación para atender, en
“anormalidad moral”, que implicaban tendencias seían -entre otras facultades- la protección de los
con muchos elementos en común(pese a la distancia esas escuelas que propone, al niño delincuente o el
viciosas o criminales, buscando explicaciones etio- “dementes, pródigos y decrépitos33”. En 1898, en
geográfica y las realidades locales), con influencias desviado. Se ubica en un punto cronológico y con-
lógicas mostraban la vigencia de nociones degene- la Casa Correccional de Menores Varones, había
que se reiteran en una comunicación muy cercana, ceptual anterior, podemos decir. Igualmente cabe
racionistas22. Alfred Binet, un autor cuya mención “320 niños delincuentes o incorregibles”, que eran
donde van apareciendo algunos autores, conceptos, subrayar que aporta sus enfoques teóricos a la in-
autorizada estaba más allá de los países y las escue- “llevados allí por los jueces o por los padres”34. El
modelos institucionales, eventos, cuya reiteración tervención que se impondrá algunos años después,
las teóricas a principios de siglo, escribe por ejem- Depósito de contraventores de Buenos Aires, en
va vertebrando la problemática, pese a la refracción con el nuevo siglo: se pregunta por la etiología de
plo sobre la “degeneración moral y cultural” que 1900, alojaba desde delincuentes, mendigos, vaga-
particular que aparece en cada región. las enfermedades nerviosas, diciendo que “forman
acompañaba a la degeneración física23. bundos, ebrios, hasta niños “abandonados”35. Junto
una familia”, la “neuro-patológica”, ligada por los
En Argentina, en varios países de América como a ese Depósito, en este año, se inauguró una clínica
También en España, en 1914 se reúne la “Asam- vínculos de la herencia, con el rasgo común de una
México y Chile29, en el primer cuarto del siglo XX criminal y un Servicio de Observación de aliena-
blea Nacional de Protección a la Infancia y Repre- “detención o perversión en el desarrollo” nervioso.
se crean leyes, instituciones y tribunales para la in- dos. La contigüidad, la vecindad que tenían en el
sión de la mendicidad”, cuya conjunción de inte- A su vez hace una reivindicación de ideas de Morel
fancia, pudiendo también apreciarse que tanto los ordenamiento urbano, quizá nos otorgue otra pis-
reses y especialistas resulta en una significativa sobre la degeneración, incluyendo en forma ecléc-
sectores gobernantes como los intelectuales y cien- ta para pensar los fundamentos teóricos presentes
denominación, allí donde la Protección queda uni- tica otros estudios, como los de la psicología del
tíficos tendrán sus puntos de contacto, su matriz de en esta conjunción geográfica en la distribución de
da a la Represión, resultando -podemos decir hoy- niño, para rescatar además junto a Preyert y Perez
intercomunicación y su apelación a las voces auto- instituciones.
por lo menos confuso el objetivo de dicha Asam- a aquellos que se destacaron por las clasificaciones
blea. No obstante, su resultado será en 1918 la Ley rizadas a nivel mundial30. En el Asilo de Reforma de menores varones, se- de la deficiencia, como Bourneville, Pinel y Esqui-
que organiza los Tribunales para Niños, que recoge gún su director Adolfo Vidal en la Memoria a cua- rol entre otros38. Desde allí, podrá acotar que “la
las ideas del Congreso Penitenciario Internacional tro años de su creación, con el cambio de siglo, se clasificación debe basarse en el grado de educabili-
Los anormales argentinos, esos niños aún
de Washington, realizado en 1910. El mismo Con- ubican niños criminales, vagabundos y enviados dad de los niños”. Al pasar al campo de la práctica,
no privilegiados
greso será resaltado en Argentina en esos años por en corrección paterna, junto a “abandonados físi- escribe que “el tratamiento psíquico o la pedagogía
José Ingenieros, quien fuera representante del me- Avancemos sobre las modalidades que tendrá en ca o moralmente”36. “Sin antecedentes nacionales médica” -a manera de sinónimos- repose también
dio científico en eventos internacionales. Argentina esa superposición de categorías cons- que le sirvieran de base”, señala como modelo “las en la psicología de estos seres.

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Gustavo Pablo Rossi El clima de época en la “anormalidad” infantil: deficientes - abandonados - vagos - delincuentes, 1880 -1930

José Ingenieros es otro de los que trae -como diji- que los desvió de la senda normal; confundidos tros de niños en el Hospital Nacional de Alienadas, en el tema; entre otros factores en una extensa lista
mos- su mirada sobre estos temas en Europa: relata (…) con otros niños, mayores en edad y veteranos menores de 10 años, junto a adultos, según datos de que cambiará según el foco donde orientemos la
su experiencia en el Instituto Médico-pedagógico, en el vicio”42. Describe un panorama que se con- la Sociedad de Beneficencia. lectura.
el cual “funciona como anexo al manicomio de trapone con aquellas sugerencias de Ingenieros y También hay niños en el Hospicio de las Merce- En la perspectiva de los estudios comparados, el
Santa María de la Piedad” en Roma. En su artículo otros para las prácticas institucionales. Por su parte, des, y alrededor de 1899 se conoce, dentro de los aporte de este recorrido apunta también a ubicar lí-
“La educación de los niños deficientes”39 considera sigue siendo confuso el agrupamiento de los niños dispositivos de asistencia públicos, la instalación de neas de conjunción y de quiebre, al apelar al llama-
que en los Institutos especiales, para establecer los incluidos bajo la categoría de “anormales”. Al plan- un espacio que tenía alguna autonomía respecto del do clima de época sobre la problemática en estudio.
criterios, las reglas, los métodos pedagógicos, tie- tearse la necesidad del estudio de la “personalidad tratamiento de adultos, con la formación de una es- Vemos así que en Argentina, a tono con las ideas de
nen “tanta parte el maestro como el médico psicólo- del menor, que se hospeda en las instituciones del cuela especial para frenasténicos, con la dirección otros países occidentales, las teorías, la clasifica-
go40”, en esa metonimia maestro-médico-psicólogo Patronato”, se interroga por los diagnósticos y sus de Cabred, dedicada a idiotas y arriérés. Funciona ción y la institucionalización del niño “anormal” se
que se repite, afín al planteo de Coni, en tono de etiologías, hablando tanto de una “tendencia bio- allí hasta 191543, cuando los enfermos son llevados van dando no solamente desde el ámbito educativo
época. Propone una separación de institutos según lógica irrefrenable”, como un “factor psicológico al Asilo-Colonia de Torres, junto a pacientes del sino también en estrategias diversificadas, que en
“las diversas categorías de anormales” comprendi- que los sorprendió en la primer infancia”, “dispo- Hospital de Alienadas. ocasiones se superponían por su indeterminación, y
das con el nombre de deficientes. En su argumenta- siciones congénitas”, o un “retardo de desarrollo que implicaba tanto a instituciones y profesionales
ción y en la divisoria propuesta, sin embargo, trae cerebral congénito o post-natal, como determina- Ese año, la Comisión Asesora de Asilos y Hospi-
del orden médico -especialmente de la asistencia
la noción de “peligro” para sí o terceros: de estos ciones de su “inadaptabilidad”. Y alude a “numero- tales Regionales, presidida por Cabred, realiza en
psiquiátrica-45, como del campo de la Justicia o el
anormales pocos podrán permanecer libres “sin sísimos autores, para los cuales hay una correlación sus Memoria un cuadro comparativo del “costo de
ámbito más cercano a la ayuda social, muchas ve-
perjudicar a los otros o sucumbir en la lucha por estrecha entre insuficiencia mental y criminalidad la hospitalidad” entre los establecimiento depen-
ces bajo la intervención totalizadora de la Benefi-
la vida”41, aunque tampoco se explicita la presen- infanto-juvenil” (un debate cada vez más frecuen- dientes de esa Comisión asesora (en Torres, Oliva,
cencia y organizaciones cercanas.
cia del niño abandonado y/o delincuente, como ya te), extendiendo el deslizamiento conceptual. Santa María y Resistencia) y los que pertenecían a
sucedía de hecho en las prácticas contemporáneas la “asistencia pública” de la Capital, con similares A medida que avanza el siglo XX, ya no es motivo
a esa publicación. Ciampi afirma que el problema de la infancia de Europa, tomando datos de Francia, Suiza y Ale- de debate, ni eje de las intervenciones, la apelación
anormal y delincuente es jurídico, pedagógico, so- mania44. a la creación de instituciones especiales para niños,
Es el mismo Ingenieros, en su faceta de estudioso cial y también médico. En ese marco, es otro de los o los obstáculos que la infancia anormal implicaba
de la criminología, quien alude a la sección desti- expertos que seguirá pregonando, casi dos décadas J. Estevez, desde el Consultorio de Enfermedades
en la instrumentación de la educación pública obli-
nada a los menores en el Congreso Penitenciario después de los primeros autores que mencionamos, Nerviosas del Hospital de Niños de Buenos Aires,
gatoria, sino la necesidad de estudiar, diagnosticar,
Internacional de Washington -1910-, ya mencio- para que en la Institución modelo dedicada a los en 1905, da una estadística de la atención donde
ubicar, diferenciar, al niño cuya “anormalidad”
nado como referencia en España. Allí se establece niños desviados, junto al “psicólogo especialista” engloba desde atrasados (9%) e Idiotismo (8%),
quedaba ligada a la posible trasgresión del orden
un criterio de distinción entre el adulto y el niño, haya un médico que se dedique a la neuropsiquia- hasta epilepsia (22%), histeria (3%) y Degenera-
público o a la delincuencia. Subrayamos: en este
en tanto las faltas o delitos no permiten calificar al tría infantil, tomando los datos de lo que pasa en ción mental y hereditaria (2%). Dice, al concluir,
período tampoco es el niño afectado por la locura,
menor de criminal, por lo tanto no puede ser “pena- otros países, aunque en este caso su referencia es que para los atrasados y degenerados es benéfico
aún, el que se atiende. Aunque pueda tener signos
do”, sino “corregido, educado y reformado”, según “especialmente Norte América”. aplicar el “arte pedagógico”, pero que es más útil
de degeneración, hablarse de patología psíquica o
Ingenieros (1916). Ahora bien, que no sea definido combatir el alcoholismo y la sífilis, que intentar
deficiencia mental, se lo hace en la búsqueda de
como criminal no implicaba que no fuera un enfer- hacer algo (admira por su optimismo a Bournevi-
una causa que explique la “desviación”, la conduc-
mo o desviado en términos psíquicos, y es allí mis- El resto de los restos: la anormalidad que lle en la experiencia europea) con los niños idiotas
ta delictiva.
mo donde se da lugar a justificar su patologización, “dudosamente acreedores a sacrificios estériles”.
no es la deficiencia
en metonimia con el anormal y el desviado. Queda La mirada “científica” aparece así nuevamente arti- Nos cuestionamos si se trata de algo más que una
eludida la idea de pena, en tanto castigo o sanción, Si la oligofrenia, como forma paradigmática de la culada a la “cuestión social”. ausencia de inscripción conceptual propia del mar-
para ser reemplazada por la de curar, educar, en úl- patología mental, fue quedando desdibujada en el co paradigmático de abordaje de la patología men-
tima instancia “normalizar” a aquel desviado, que mapa de la anormalidad, cabe finalmente pregun- tal en esos momentos46: aparece una intervención
necesita por ello (y para ello) de la “tutela y protec- tarse: ¿Qué pasaba con las formas de la locura, la Debates y conclusiones restringida, para conformar un discurso que amal-
ción” del Estado. A través de los jueces, mediante alienación en su incidencia para la infancia? Aún gama conceptos científicos con la ideología que
Dejamos abierto al debate, en el trabajo histórico
el encierro, por los dispositivos de corrección. siendo veladas, irán apareciendo algunos testimo- sustentaban los sectores dirigentes. Junto a la in-
sobre la categorización de la anormalidad infantil,
nios. suficiencia de un desarrollo técnico-científico que
Algunos años después, veremos que las cosas no la importancia que tiene continuar articulando las
Veamos una síntesis de ese “borde” médico que abordara la especificidad de la infancia, hablamos
cambiaron: L. Ciampi, pionero en la atención de distintas intersecciones en juego en ese proceso:
enfocaba la patología mental: durante el último de una mirada sesgada, en el contexto precedente-
la niñez deficiente, comenta una visita que había las condiciones socio-económicas, políticas y cul-
cuarto de siglo XIX, en las escasas fuentes donde mente mencionado.
realizado hacia 1923 a una Colonia de menores turales que aportan a una visibilidad -posible para
-cuyo nombre no menciona-, donde pudo observar se menciona la atención de la patología mental en la época- del niño; los paradigmas científicos, sus El niño anormal que interesaba, entonces, era
“niños de 4 a 7 años, sobre los que pesaba única- los niños, no hay datos de dispositivos públicos es- crisis y la irrupción de disciplinas en formación; las aquel que se iba constituyendo en peligroso, aun-
mente la desdicha de su orfandad o secuelas de una pecíficos de asistencia de los mismos, diferenciados instituciones; los intereses personales de los pro- que se argumente acerca de su protección…por
afección cerebral acaecida en sus primeros años, respecto del adulto. En esas dos décadas hay regis- tagonistas y grupos profesionales que intervienen estar en peligro47. En esa lógica, el niño alienado

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Gustavo Pablo Rossi El clima de época en la “anormalidad” infantil: deficientes - abandonados - vagos - delincuentes, 1880 -1930

(aquel que en escasos textos empieza a ser descrip- ocupaciones sociales48, al pasar a encuadrarse en 27. Romero , A.; “Sobre los orígenes de la psiquiatría infantil en Espa- 35. Stagnaro, J. C.; “Acerca de la recepción e incorporación de las ideas
ña”. En: En: Huertas, R., Romero, A., Alvarez, R. (coord.), Perspec- de la psiquiatría europea en Bs. As. (1870-1890)”. En Historia y Me-
to en el marco de la locura infantil, sin nombre aún, el deslizamiento que va del deficiente al anormal- tivas psiquiátricas, Madrid, CSIC, 1987. moria, AAVV, Bs. As., E. Polemos, 2000.
junto a las figuras del retraso), queda en el margen vago-desviado (al fin, el delincuente a reformar). 28. Rossi, G..; “Infancia y Patología Mental, en las Tesis del Siglo XIX 36. Stagnaro, J. C.; Infancia y adaptación, entre la medicina mental y la
de los márgenes, ignorado aunque puede leerse en de la Facultad de Medicina de la UBA”, en el libro “Memorias de pedagogía. Vertex - Rev. Arg. de Psiquiatría Nro. 5, Bs. As., 1991.
Para finalizar, si nos acercamos al presente y las X Jornadas de Investigación en Psicología UBA”, Bs. As., S. de
la escena, desdibujado como una “rareza clínica”, 37. Stagnaro, J. C.; “Lucio Melendez y la primera matriz disciplinar de
orientamos nuestra lectura hacia el ámbito socio- Investigaciones, 2003. la Psiquiatría en Argentina”. Rev. Temas de Historia de la Psiquiatría
con categorías que muy lentamente darán lugar a
penal, vemos que tanto la idea del niño peligroso 29. Rossi, G.; “La locura en los niños, hacia finales del Siglo XIX en Argentina, Nro. 1, Bs. As., Edit. Polemos, 1997.
sacarlo de ese lugar prácticamente invisible, con el Bs. As.”; Rev. Temas de Historia de la Psiquiatría Argentina, Nro.
como del niño en peligro justificarán entonces la 38. Suriano, J.; Niños trabajadores. Una aproximación al trabajo infantil
paso del primer cuarto de siglo. 17, Bs. As., Edit. Polemos, 2003a. en la industria porteña de principios de siglo. En: Armus, D. (comp),
tutela del juez, la supresión de la patria potestad a 30. Rossi, G. ; “El niño anormal en Buenos Aires de finales del Siglo Mundo urbano y cultura popular, Bs. As., Sudamericana, 1990.
Se produce una conjunción de intervenciones que los padres, la privación de lo que hoy llamamos de- XIX: de la beneficencia a la Asistencia médico-psico-pedagógica”. 39. Scarzanellla, E., Ni gringos ni indios (1890-1940), UNQ, Quilmes,
llevaban del médico al pedagogo y de allí al psi- rechos básicos de estos niños49. A pesar del discur- En “Memorias de las XI Jornadas de Investigación en Psicología 2003.
UBA”, Bs. As., 2004.
cólogo y al criminólogo, bajo el clima de un ideal so que apelaba a su “protección”, a sacarlos de los 40. Tedesco, J.C.; Educación y sociedad en la Argentina (1880-1900),
31. Rossi, G.; “Aportes a la clínica de las psicosis infantiles en el Río Bs. As., Centro Editor de América Latina, 1982.
socio-educativo. “peligros de la calle y las malas influencias” o del de la Plata a comienzos del siglo XX”. Rev.Temas de Historia de la
41. Torrado, S.; Historia de la familia en la Argentina moderna (1870-
espacio asilar del adulto, en los hechos se intervenía Psiquiatría Argentina, Bs. As., Edit. Polemos, 23, 2006.
Por su parte, se constata en consecuencia que el 2000); Bs. As., De la Flor, 2003.
para tranquilizar las inquietudes sociales respecto a 32. Senet, R.; Elementos de Psicología Infantil, Cabaut y Cia., Bs. As.,
abordaje específico del deficiente, entendido en tér- 1911. 42. Tsukame, A.; Sobre los orígenes del campo de la infancia abando-
la inseguridad, relegando la idea de protegerlo -en nada y delincuente en Chile: 1890 – 1930. Monografía IIN Chile,
minos de la debilidad o retraso mental, también fue 33. Sociedad de Beneficencia de la Capital, Su origen y desenvolvimien- Ficha s/e, 2002.
el día a día de las instituciones- para el horizonte de
quedando en este período aprisionado en las pre- to 1823-1923; Tall. Gráficos del Asilo de Huérfanos, Bs. As., 1923.
43. Vidal, A. y García Torres, B.; “Asilo de Reforma de menores va-
los grandes textos. 34. Sosenski, S.; Un remedio contra la delincuencia: el trabajo infantil rones” p. 723 en Revista Archivos de Criminología, Psiquiatría y
en las instituciones de encierro de la ciudad de México durante la Ciencias afines, Año III, Nov-Dic. 1904.
posrevolución. Rev. Asclepio, Vol LX, Nro. 2, P. 95-118, 2008.

Referencias bibliográficas
Notas
1. Agüero, A., Khon Loncarica, A., Sanchez, N., Milanino, A.; “Salud 13. Estevez, J. E.; “Estadística del Consultorio de Enfermedades Ner- 1
Este trabajo se realizó en el marco del Proyecto UBACYT M075 Programación científica 2008-2010 “Historia de la niñez en la Argentina
escolar en la ciudad de Bs. As.: 1880-1900. ¿Un instrumento de viosas del Hospital de Niños de Bs. As.”, en Rev. del Hospital de
control social”. En: Rev. de Historia y Humanidades Médicas, 3ª. (1880-1930). Una mirada médica y socio-cultural. Subtema: El niño anormal”.
Niños de Buenos. Aires, 1904.
época, Vol. 1, Nro. 1, Bs. As., 2005. 2
En estas fuentes se habla de si está o no “instalado” en la calle, si va a la escuela, si es posible recuperarlo para la institución educativa, si
14. Etchepare, B.; Educación de los niños nerviosos, en Proceeding Se- delinque o es vago o mendigo…
2. Alvarez-Uría, F.; “La infancia tutelada”. En: Huertas, R., Romero, cond PanAmerican Scientific Congress, Vol. IX (p.651-662), Was-
A., Alvarez, R. (coord.), Perespectivas psiquiátricas, Madrid, CSIC, 3
Como afirma Huertas (2008), con el cual coincidimos desde los trabajos que venimos planteando para pensar los temas de historia “psi”
hington, G.P.O., 1917 .
1987. en Argentina.
15. Foucault, M.; El poder psiquiátrico (Curso 1973-74), Bs. As. FCE,
3. Ameghino, A.; “La educación de anormales en la República Argen- 4
Como hemos trabajado en artículos anteriores (Rossi, G,: 2003, 2003ª, 2004, 2006).
2005.
tina” (1923). En Revista del Círculo Médico Argentino y Centro de 5
Escribió Ramos Mejía, en 1899, en “Las multitudes argentinas”.
estudiantes de medicina, XXIV, p.1-11, 1924. 16. Huertas, R.; Clasificar y educar, historia natural y social de la defi-
ciencia mental, Madrid, CSIC, 1998. 6
Múltiples aspectos de esa relación entre anormalidad y escolarización han sido objeto de varios autores, entre los cuales destacamos:
4. Azaola, E.; La institución correccional en México: una mirada ex-
Alvarez Uría, 1987; Romero, A., 1987; Foucault, 2003; Huertas, 2008; Del Cura, M., 2004; Donzelot, J., 2008; Carli, S. 2002.
traviada. México, Ed. Siglo XXI, 1990. 17. Huertas, R.; Los laboratorios de la norma, Barcelona, Octaedro-
CSIC, 2008. 7
Considerando dichos trabajos, cabe relanzar la siguiente pregunta: ¿la invención de la Infancia Anormal es un producto de la escolarización
5. Carli, S., Niñez, pedagogía y política, 1880-1955, Bs. As., Miño y
Dávila, 2002. obligatoria? Digamos que una cierta categorización de la anormalidad infantil es consecuencia de ello, aunque no se agotaría allí (retoma-
18. Ingenieros, J., 1906; La educación de los niños deficientes, en Mo-
remos esa pregunta en el debate y conclusiones).
6. Carreño, Leónidas; Estudio sobre la locura en los niños. Tesis. U. de nitor de la Educación Común. Año 26 – Nro 405, P. 193-206; Con-
Bs. As. 1888. sejo Nacional de Educación. 8
Cf. Puiggross, 1990; Huertas, 1998; Carli, 2002.
7. Ciafardo, E., Los niños en la ciudad de Buenos Aires (1890-1910), 19. Ingenieros, J.; 1916, Criminología, en Obras completas, Bs. As., El- 9
Decía, en Buenos Aires, J. M. Ramos Mejía (1899).
Bs. As, Centro Editor de América Latina, 1992. mer Ed., 1957. 10
Torrado, S. (2003), p.578.
8. Ciampi, L; Tercera sesión, en la Primera Conferencia Nacional sobre 20. Larrandart, L.; Prehistoria e historia del control socio-penal de la in- 11
Según el estudio de Tedesco, J.C.; 1982. p. 13, subrayado nuestro.
Infancia abandonada y delincuente, Bs. As., Impr. Colonia Gutie- fancia. Bs. As., UNICRI, N. 42, 1990. 12
Como ser, el de Ciafardo (1992). Esto podía pasar con los verdaderos ejércitos de niños ocupados a principios de siglo XIX en la industria
rrez, 111-121, 1933. 21. Melendez, L.; “Asilo de Alienadas”, Rev. Médico-Quirúrgica, XIX, fabril inglesa (1992; p. 15).
9. Coni, E. y otros; Plan de estudio para la Comisión de Asistencia y 1882. 13
Suriano, J.; “Niños trabajadores. Una aproximación…”. En: Armus, D. (comp), Mundo urbano y cultura popular, Bs. As., Sudamericana,
Protección de la infancia; en Anales del Círculo Médico Argentino, 22. Memoria de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regiona- 1990.
Bs. As., T. XIV, 1891.
les, 1914-1915, Torres, Impr. Asilo Colonia Regional Mixto de Re-
10. Coni, E.R. y otros; Patronato y Asistencia de la Infancia, Publicación
14
Si bien el mismo Suriano dice que estas cifras podrían revisarse, pues muchos patrones e incluso los mismos padres ocultaban informa-
tardados, 1926.
oficial, Trabajos de la Comisión Especial, Bs. As., El Censor, 1892. ción.
23. Patronato de la Infancia, Cien años, 1893-1993; Bs. As., P. de la In-
11. del Cura, M.; “Los niños anormales en la España del primer tercio
15
Sierra, V.; “La minoridad que delinque”. , Rev. de Criminología, Psiquiatría y Medicina Legal, Bs. As., 1917; citado en Scarzanella, E., p.50.
fancia, 1993.
del S.XX: la construcción psico-pedagógica de una nueva categoría 16
Platt, A.; Los salvadores del niño, Bs. As., Siglo XXI, 1982.
infantil”. En: Perdiguero, E.( comp); Salvad al niño, Estudios sobre 24. Platt, A. Los “salvadores del niño”, Bs.As., Ed. Siglo XXI, 1982.
17
Según describe Rafael Huertas (2008, p.95), a quien agradezco el aporte de textos sobre la temática.
la protección de la infancia en la Europa mediterranea, Valencia, Se- 25. Puigross, A.; Historia de la Educación en la Argentina -comp. Pui-
minari d´Estudis sobre la ciencia, 273-299, 2004. gross, A.-; Bs. As., E. Galerna, 1990.
18
Alvarez Uría, 1987; Romero, A., 1987 Huertas, 2008; Del Cura, M., 2004; Donzelot, J., 2008;
12. Donzelot, J.; La policía de las familias, Bs. As., Nueva Visión, 26. Ramos Mejía, J.M. (1899); Las multitudes argentinas; E. Biblioteca,
19
Sanchez Granel, citado por A. Romero Hidalgo (1987), p.197.
2008. Rosario, 1974. 20
Romero, A. (1987), p.197.

24 25
Gustavo Pablo Rossi
Aportes al estudio de las locuras
puerperales en la Argentina*
Cf. M. del cura, 2004, p.292-294.
21

Cf. M. del cura, 2004, p.298.


22

Amplían datos al respecto Alvarez Uria, 1987, p.181 y Huertas, 1998, p.145.
23

Alvarez Uría, 1987, p.186.
24

Una nota anexa, al no ser un autor al cual nos dediquemos en este artículo, es que resulta interesante para este recorrido ver que en Senet
25
Emilio Vaschetto
no hay una recurrencia a autores contemporáneos españoles destacados, como Giner de los Ríos, Bernardo de Quirós y Llanas (con sus Colaboradores:
estudios “psico-sociologicos” sobre la delincuencia infantil, de 1901), o el pediatra Manuel Tolosa Latour, uno de los promulgadores de la
Ley de protección de la infancia de 1904.
Griselda Cardozo, Silvana Rodríguez,
Alvarez Uría (1987, p.183) señala a W. Healey como pionero en Estados Unidos en la intervención sobre los menores “peligrosos”, cuyos
26 Pablo Moyano y Javier Bolaños**
textos utiliza G. R. Lafora.
Cf. Huertas, 2008, p.75.
27

Que merecerían un mayor desarrollo, acotado a los fines de esta presentación.


28
“… no debemos olvidar que no siempre es fácil conocer
Será objeto un próximo artículo el desarrollo de la situación en estos países y otros de Latinoamérica, pero podemos decir que en Chile,
29

según Tsukame, hay una Ley de protección de la infancia desvalida (1912), a la cual seguirán iniciativas legislativas de prevención de ciertas emociones del alma, sobre todo en las mujeres”
la delincuencia juvenil (1925), y la Ley de Protección de Menores de 1928, donde también se aprecian “rasgos médico-eugenésicos, y
pedagógico-correccionales”. En México, el libro de E. Azaola (1990) y el artículo de S. Sosenski (2008), son aportes interesantes para el M. Georget,
campo sociopenal infantil, con elementos afines a esta perspectiva.
Respecto a la Argentina puede ampliarse, entre otros, con los articulos: Rossi, G.; 2003, 2004, 2006.
30 De la folie. Considérations sur cette maladie1, 1820.
Monitor de la Educación Común. Año 12, Pags. 201-202 (Marzo de 1892) Consejo Nacional de Educación
31

Ameghino, 1923, p.11.


32

Según Reglamento de 1864 (Veáse Larrandart, L., 1990)


33 Hipótesis y las demencias vesánicas entre otras (Memoria
Monitor de la Educación Común. Año 18, p.236-240, 1898. Consejo Nacional de Educación
34 1922 de la Sociedad de Beneficencia de la Capi-
El interés de esta comunicación radica en señalar
Scarzanellla, E., 2003, p.86.
35 tal, pp. 186-199). En la Memoria correspondiente
algunos aspectos ligados al lugar que ha tomado
Vidal, A. y García Torres, B.; “Asilo de Reforma de menores varones” p. 723 en Revista Archivos de Criminología, Psiquiatría y Ciencias
36
a la Maternidad del entonces Hospital Rivadavia,
afines, Año III, Nov-Dic. 1904. el fenómeno de las locuras puerperales en nuestro
figuran en el mismo año dos casos de psicosis
Y coincide con L. Carreño, quien asistía niños en el Hospicio de las Mercedes, según su propuesta en la primera Tesis médica de la UBA
37 país en el momento de instalación de las mater-
puerperales en el apartado titulado “patología del
sobre locura infantil, de 1888. nidades. En esta oportunidad nos centraremos en
La influencia francesa, y de otros países europeos, se destaca más que la española de esos años, entre los autores argentinos que se dedi- embarazo”.
algunas fuentes primarias halladas en la provincia
38

caron al tema.
de Córdoba, y en particular en tres sitios de mayor Es objetable que una búsqueda de un periodo
Ingenieros, J., 1906; La educación de los niños deficientes, en Monitor de la Educación Común. Año 26 – Nro 405, P. 193-206; Consejo
39

Nacional de Educación. relevancia: la Maternidad Nacional, el Hospital tan amplio (1850-1940) sea dispersa y poco rigu-
Afirma que en el niño deficiente se trata de una enfermedad pasada, que ha dejado trastornos en el cerebro, causada por herencia o enfer-
40 Psiquiátrico Emilio Vidal Abal y la Biblioteca de rosa, pero a su vez lo consideramos necesario ya
medades adquiridas durante el desarrollo. la Facultad de Ciencias Médicas. que esto nos permite colegir lo siguiente:
Recomienda una división de anormales en “institutos”, o al menos en grupos diferenciados si están en la misma institución: 1- los “idiotas
41

inferiores, de capacidad intelectual muy limitada”. 2- el anormal de carácter. Habla de niños con “anomalías más o menos graves de los Es preciso señalar que en un trabajo previo de - Los diferentes desplazamientos que ha ido to-
sentimientos, el carácter y la conducta”. Es el punto de cierta apertura de la temática, al incluir la idea de gravedad o no, y aquello que
relevamiento de tesis y trabajos científicos acerca mando esta categoría de acuerdo al estado de la
luego será lo “emocional”, las perturbaciones mentales que quedan por fuera del área intelectual y sus deficits, sean locuras o padecimien- psiquiatría.
tos psíquicos no severos. 3- los “debiles o tardíos o atrasados”. 4- imitando a “naciones avanzadas como Dinamarca” aconseja un cuarto del tema2, nos vimos sorprendidos por el pobre in-
instituto, de “observación”, para separar las categorías de anormales. terés despertado en los alienistas de la época. So- - La recepción de los textos científicos de otros
Ciampi, L; Conferencia, 1933.
42
bre todo si nos atenemos, dentro de la pobre esta- países, en particular de los psiquiatras france-
Cf., A. Ameghino (1923).
43
dística con la que contamos entre 1880 y 1940 (y ses decimonónicos y, en menor medida, los
Memoria de la Comisión Asesora de Asilos y Hospitales Regionales, 1914-1915, Torres, Impr. Asilo Colonia Regional Mixto de Retarda-
44
lo dificultoso para acceder a ella), a la importancia psiquiatras alemanes e italianos apenas ama-
dos, 1926.
de tal prevalencia. Tal como hemos consignado necido el siglo veinte.
Pueden pensarse algo de esto en el contrapunto con España (Huertas, 2008, p. 78), presentándose varias situaciones en común, con la
45

particularidad de las prácticas en Argentina. en aquel trabajo, en la tesis de Celestino Arce3 se - El pasaje hacia la implementación de la “nue-
Destacamos, al analizar las primeras Tesis médicas, que la concepción de patología mental en la niñez estaba estrechamente ligada aún a
46
ubican estas locuras ya en el año 1876 como se- va higiene” junto a una modificación en el con-
la deficiencia o ausencia de las capacidades intelectuales (Rossi, 2003), en sintonía con el paradigma pineliano del alienismo. texto sociocultural y científico acerca del lugar
gundas en frecuencia, en 1877 también, en 1878
J. Donzelot describe en Francia la formación de un “polo filantrópico” abocado a la infancia -en este mismo período que analizamos-,
47
de las madres.
que reúne en un mismo objetivo “aquello que puede amenazarla (infancia en peligro) y aquello que puede volverla amenazante (infancia como primeras, en 1879 terceras y en 1880 como
peligrosa)”. (2008, P.83) segundas. - La instauración de una lengua especializada
En esta problemática, la consolidación del campo de la llamada educación especial, su marco legal, así como los desarrollos de un abordaje
48
dentro de la profesión médica, la obstetricia,
terapéutico, recién se produce en la segunda mitad del Siglo XX. Cuarenta años después leemos en la Memoria
junto a la “patologización” de la mujer ges-
Tsukame (2002), al hablar de la infancia en Chile entre 1890 y 1930, nos aporta para pensar algunas cuestiones de actualidad: “en las
49
correspondiente al Hospital de Alienadas, que las tante. De tal manera que, en el Tratamiento
situaciones cubiertas por la ley y que afectaran a los niños, no se hizo ninguna separación clara, ni de procedimiento ni de tratamiento, locuras puerperales (dentro de las llamadas “lo-
manteniendo en la indefinición un aspecto crucial de la intervención”. (…) existiendo hasta hoy, pese a la Convención sobre Derechos del moderno de la infección puerperal del Dr. Pe-
niño, la “ausencia de una verdadera ‘separación de vías´, entre la reacción estatal con ocasión de las infracciones penales cometidas por curas tóxicas”, como veremos más adelante) se dro V. Cernadas, es sugerente cómo se llama
menores de edad, y la protección del Estado de aquellos menores que manifiesten necesidad de asistencia, producto de problemas sociales sitúan 5tas en frecuencia, con un total de 154 ca- a priori “enfermas” a las mujeres puérperas,
que los afectan”.
sos (!) por encima de las melancolías, las manías así como también se lucen los nuevos procedi-

*Proyecto de tesis de medicina.


**Integrantes del proyecto “Psicoanálisis historia y vanguardia”, perteneciente al Programa “El psicoanálisis en la cultura” del CIEC – Cór-
doba.
26 27
Emilio Vaschetto Aportes al estudio de las locuras puerperales en la Argentina

mientos terapéuticos que eran llevados a cabo Oscuridad genital y simpatías imperfectas propensas a perder la cabeza, nuestros psiquiatras serie a las infecciones, los tumores, y otras pa-
en la casa de las enfermas. foráneos preferían asentarse en la tesis organicista tologías, con el embarazo y los ciclos menstrua-
En la única tesis de medicina que hemos podi-
- La modificación de las leyes. Hacia 1934 se de Ball que argüía lo siguiente: les- que afectaría simultáneamente y a distancia
do hallar sobre nuestro tema de investigación, en
promulga la Ley 12.341 que establece un ré- “Fuertemente preocupados por la necesidad el cerebro.
la Universidad de Córdoba, el Doctor Isaías Bas
gimen de protección materna y de la infancia afirma esta idea: de oponer argumentos positivos a las ideas espi- Marcé, en un texto citado por varios tesistas de
y pocos años más tarde, en 1937, se crea la ritualistas que rechazaban en el cuerpo toda in- nuestro país, propone tres principios en los cuales
Dirección de Maternidad e Infancia donde se “no existe tratado de obstetricia general sin que
fluencia sobre las enfermedades del espíritu, los se puede afirmar que un fenómeno es simpático y
programa un plan completo de protección y se encuentre un capítulo dedicado a la psicosis
partidarios de la escuela somática, y sobre todo no mera coincidencia:
asistencia a las madres y niños, regulando en- puerperal”6
tre otras cosas, la lactancia4. Lobstein, Jacobi y Schroder van der Kolk han en-
1- Es preciso que el hecho que suponemos ser
Las tres manifestaciones más conspicuas liga- contrado, en las vísceras, las lesiones que hacían simpático no tenga con el hecho primordial
- La paulatina instalación del dispositivo de ma- das al embarazo, parto y puerperio, que encontra- fallar el encéfalo, y es así que muchos pacientes ninguna relación de continuidad o de contigüi-
ternidades en la Argentina, y en particular en la mos en conexión con la locura fueron los vómitos investigados han generado un tesoro de hechos dad, ninguna relación funcional inmediata.
ciudad de Buenos Aires, no fue sin consecuen- que han sido resumidos en la excelente tesis de
incoercibles, la eclampsia y las fiebres inespecí-
cias, tanto en el abordaje médico de la mujer 2- Es preciso que los dos hechos nazcan simultá-
ficas. M. Ch. Loiseau”.
embarazada, parturienta y puérpera, como en neamente, aumentando y desapareciendo con-
la concepción cultural de las madres y el ma- En la búsqueda de fuentes de investigación, que juntamente, en una palabra, que el fenómeno
ternaje. debimos reorientar hacia los trabajos de la me- simpático siga las oscilaciones del hecho pri-
Y así dirá más adelante: mordial…
dicina obstétrica, nos encontramos entonces con
aquellos fenómenos nerviosos relacionados con “No existe en ninguna parte, en la economía, 3- Cuando este lazo de fenómenos mórbidos,
Volviendo al periodo estudiado, añadiríamos las fiebres esenciales (de fundamento etiológico una simpatía más íntima que aquella que relacio- igualmente imperfecto en ciertos aspectos, se
que el arco temporal no responde a un mero ca- desconocido), los que nos dieron una pista clave na a los centros nerviosos de los órganos de la reproduzca varias veces bajo las mismas cir-
pricho cronológico sino a un tiempo en el que se para entender esto. La locura allí era una conse- reproducción, y tal es su imperio sobre las mani- cunstancias, no deberemos conservar la menor
funda la maternidad del Hospital Rivadavia en cuencia patogenética dentro del calor del cuerpo festaciones de la vida intelectual que podríamos, duda de rechazar lejos la idea de una simple
1852 y la consolidación de la institucionalización bajo esa relación, partir la existencia humana en coincidencia9.
(aunque esto fuera una ligera febrícula). Sin más
del acto de parir (en 1912 se creará la maternidad argumentos que la vaga idea de algunas sustancias tres grandes épocas: antes, durante y después del Es menester señalar en este último punto la idea
del Hospital Fernández, en 1931 el Instituto de producidas por el metabolismo materno, o bien la período de las funciones genitales”7. de una “simpatía imperfecta” que pone en cues-
Maternidad e Infancia Ramón Sardá, en 1932 la mirada inquisidora de la otra mujer, era necesario El abismo existente entre las afecciones morales tión la noción de vecindad en medicina. Teorías
Maternidad Nacional de Córdoba, entre otras). dar un argumento positivo que se opusiera a cual- y los órganos sexuales quedaba zanjado mediante iniciales de noxas silentes, fluidos nocivos, con-
Si bien, en Buenos Aires la “cátedra de partos” quier idealismo. la doctrina de las simpatías. Desde luego, situar gestiones pútridas, producirán a distancia el tras-
nació con el plan de estudios médicos de 1826, y ese “corte” no es tarea menor, cuando se trata de torno del cerebro.
En este sentido mencionamos aquí otras tesis
se nombró para regentearla el 5 de julio de 1827 al que pudimos hallar en la Universidad de Córdo- definir si éste se realiza entre soma y psique o en- Posteriormente se dará paso a la conocida teo-
Dr. Francisco Javier Muñiz, el mismo no la dictó, ba: tre el organismo y el sujeto8. ría de la autointoxicación y más rigurosamente a
ni se volvió a proveer hasta 1852, como así tam- El asiento en la experiencia de los viejos la “fiebre puerperal” (como entidad específica en
1) Ferrer, Alejandro, (1890), Eclampsia (cuenta
poco se dio ninguna cátedra especial de enferme- alienistas (Pinel, Esquirol, Georget, Guislain, singular).
con 2 casos clínicos).
dad de mujeres5. Griesinger, etc.) demostraba que bajo el encanto
2) Fernández Voglino, Bernardo, (1914), Eclamp- Finalmente, la doctrina de las simpatías se difu-
Nuestra hipótesis de trabajo fue el considerar un de la naturaleza (sus ciclos, sus periodos de ma-
sia puerperal, (cuenta con 1 caso clínico). minará así como los humores griegos o aquellos
incremento del fenómeno “locura puerperal” en el durez sexual, la declinación de la fecundidad),
espíritus de Descartes que circulaban por los ner-
3) Martinez o Anerde (?), Enrique (1889), Pa- había toda una economía libidinal. Así podía
momento en el preciso momento donde se produ- vios huecos del cuerpo.
togenia y tratamiento de la fiebre puerperal expresar Esquirol que una joven mujer enfer-
jo el desplazamiento del acto de parir en un ámbi- (cuenta con 1 caso). maba de locura con la supresión de las reglas y Desde luego, el hecho clínico (locura puerpe-
to privado, como era el del hogar, hacia el ámbito
4) Catalán, Diego (1884), Etiología y tratamiento se curaba súbitamente con el retorno de éstas o ral) excede en mucho al contexto histórico social,
público, bajo el efecto de la mirada médica.
de la fiebre puerperal. Guislain que pudo observar en uno de sus aliena- y en este sentido ingresan todas aquellas psicopa-
Como dijimos anteriormente es menester subra- dos la presencia de un cuadro alucinatorio en los tologías desencadenadas en el embarazo, parto y
5) Stucchi, Alberto (1906), Eclampsia puerpe-
yar la traslación de las locuras puerperales hacia ral. momentos de constipación y la curación una vez puerperio, más el interés obstétrico por las fiebres
el discurso médico obstétrico. Para el galeno el recuperada la catarsis. En más o en menos, por puerperales y la eclampsia. Pero no debemos des-
parto normal puede llegar a complicarse entre 6) López, Antonio (1903), Tratamiento de la acumulación o déficit, había algo en el cuerpo (y conocer la influencia que tomó el discurso médico
otras cosas con locura. La locura, a su vez, es una eclampsia puerperal.
principalmente en el cuerpo femenino) que hacía sobre el cuerpo femenino y su traslación a un dis-
fatalidad escrita en la oscuridad de los órganos imposible su homeostasis. curso científico e institucional nunca antes experi-
sexuales femeninos. mentado en nuestra historia.
A pesar de que Georget en 1820 podía afirmar La llamada simpatía implicaría una afección
que las parturientas, por su mera condición, eran del órgano enfermo -ubicando en una misma

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Emilio Vaschetto Aportes al estudio de las locuras puerperales en la Argentina

Higiene preventiva lidad pueden engendrarse a condición de: ‘que la lle, en un tiempo y en un lugar, estas enferme-
agresión de las toxinas y el desequilibrio fisiológico dades.
Hacia finales del S. XIX y principios del S. XX
que acarrea el periodo puerperal al cerebro sean lo Lo de “transitorio” no es en el sentido de que la
la medicina argentina llegó a ocupar un lugar des-
tacado en la política de estado construyendo una suficientemente enérgicos, como para comprome- enfermedad va y viene en la vida de una perso-
concepción particular respecto de las mujeres. terlo en su armónico funcionamiento”13 na, sino que ellas existen sólo en un tiempo y un
Describió el cuerpo femenino estableciendo cuá- Las locuras puerperales compartirán su locus lugar precisos. Son epidémicas en el sentido que
les eran las anatomías “adecuadas” y cuáles las con las intoxicaciones (el morfinismo, el cafei- se propagan entre los sujetos, pero la posibilidad
anomalías, como también los elementos conside- nismo, etc.). Pero lo singular de esta toxicidad de contagio no se debe solamente a las aptitudes
rados imprescindibles para distinguir a un varón es que, a diferencia de las sustancias exógenas, de éstos, sino también a que, como dice Hacking,
de una mujer. está pensada en el interior del cuerpo femenino las enfermedades mentales transitorias “requieren
La distinción médica de los sexos se hizo pú- y que por poco que pensemos, esto nos lleva a tanto víctimas como expertos”. Requiere tanto de
blica por medio de manuales educativos, políticas formular nuevamente las claves del enigma de esa pacientes como de médicos, de alienados como
oficiales, libros informativos generales y especia- economía. La toxicidad es una “endotoxicidad”, alienistas.
lizados, medidas higiénicas, exposiciones en la la locura pierde su causalidad moral para perderse Estas enfermedades crecen y se generalizan en
prensa, etc. en la soberanía real del organismo. En interior de lo que Hacking llama un “nicho ecológico”. Ta-
los tejidos y en presencia de un nuevo cuerpo, se les nichos requieren un número de vectores de los
Esto le permitió asentar interpretaciones hege- El instinto materno podría reeducarse bajo la tute- genera una autointoxicación cuales él destaca cuatro:
mónicas, las cuales siguen siendo influyentes has- la de “otras” ya que su secreto está resguardado en
ta nuestros días principalmente en la formación de su condición gonadal. El llamado “amor materno” ¿Cómo pensar entonces una enfermedad que 1- Es médico, es decir que encuentran su lugar
los médicos. que instaura la relación del niño con el Otro pri- tuvo su origen, su aparición, su propagación y dentro de la taxonomía.
mordial (la madre de los cuidados, de los excesos, perdió su prevalencia en la actualidad?
Amanecido el siglo veinte se produce un ligero 2- La polaridad cultural (el vector más importan-
desplazamiento de la medicalización del parto o de las necesidades, del capricho, la madre del Eros Un concepto que nos ha servido como pivote de te).
la mirada patologizante de la mujer embarazada de la lengua), no es abordado allí más que en tér- nuestra investigación ha sido el de “enfermedades 3- La observabilidad, que hace que el trastorno
hacia la protección de la gestante. Si se preten- minos naturales, otorgándole en esa operación un transitorias” de Ian Hacking: sea visible como trastorno.
de bajar la mortalidad infantil tal como lo hacían lugar animal de meros condicionantes anatómicos.
“Por enfermedades transitorias quiero signifi- 4- Novedad, divulgación o propagación.
otros países (por ejemplo Estados Unidos), era
car una enfermedad que aparece en un tiempo, en
menester proveer una orientación eugenésica. Lejos de hacer coincidir plenamente nuestra
un lugar y luego desaparece por completo. Puede
“Una nueva orientación aparece en el campo Las locuras transitorias hipótesis con el mencionado desarrollo podemos
extenderse de un lugar a otro y reaparecer de tan-
de la medicina: la higiene preventiva y, yendo al ensayar comparativamente algunas cuestiones:
Que en el campo de la ciencia médica fuese in- to en tanto. Puede ser selectivo para clases socia-
tema mismo de la comunicación, que vale más la advertido el fenómeno de locuras puerperales no les, géneros, preferir mujeres pobres u hombres 1- El vector médico ha sido sensible a las hipóte-
tarea previsora que rodea de seguridad a la madre quiere decir que no haya sobrevolado en la atmós- ricos.”14 sis vertidas en las locuras puerperales (locuras
en ciernes o inminente, que confiarse en la técnica fera de la época como un problema de magnitud tóxicas-hipótesis de la autointoxicación).
inane frente al caso grave de la parturienta o de la El autor prefiere no entrar en el debate banal
importante. 2- La polaridad cultural observada es la elevada
puérpera. Veamos qué hemos hecho nosotros para de si estas enfermedades son “reales” o “social-
prevalencia de alienadas extranjeras (más de
proteger a la madre y qué grado de seguridad le No menores dolores de cabeza les propinó a mente construidas”, sino más bien cuáles son las la mitad). La orientación profiláctica estuvo
garantizamos para sí, para su hijo, en el trance di- quienes tenían que hacer ingresar en una catego- condiciones de posibilidad para que se desarro- dada hacia los grupos marginales de mujeres
fícil de salud, de economía o de moral.”10 ría plausible una locura que la más de las veces embarazadas, dentro de los cuales no sólo las
desaparecía sin dejar rastros. extranjeras figuraban sino también las prostitu-
Esta orientación profiláctica será defendida en- tas y las vagabundas.
tre otros por Alberto Peralta Ramos quien con- Dejando al margen aquellas psicosis verdadera-
sidera la tutela de la madre como así también el mente desencadenadas por el embarazo, el parto, 3- La observabilidad: quizás sea junto con el si-
amparo de otras mujeres (en este caso las damas el puerperio o la lactancia; la constatación empíri- guiente vector el más objetable ya que pensa-
ca de una locura tan ruidosa y de mejoría tan nota- mos que el fenómeno ha sido subvertido por
de la Sociedad de Beneficencia) donde
ble, ha dejado mella en la ubicación nosográfica. la transformación de la intimidad (del acto de
“… encontrarán también, el reposo físico y mo- parir en el hogar al ámbito público). En cuanto
Tan es así que hemos hallado en dos estadísticas
ral, tan necesario, aquellas desgraciadas víctimas al ámbito científico su absorción en el discurso
diferentes, en periodos separados por décadas y obstétrico.
de la inexperiencia o del engaño, de la pasión o
en dos lugares distintos12, la localización de las lo-
de la ignorancia. Allí recibiendo una verdadera 4- En cuanto a la propagación, la misma impre-
curas puerperales como “locuras tóxicas”.
protección moral el espíritu ha de tranquilizarse siona haber experimentado un defasaje en otros
y por vía de regeneración deberá despertarse en “Con o sin predisposición, con o sin herencia, lugares (tales como en Córdoba) ha medida de
ellas el instinto de madre, nulo o adormecido.”11 con o sin constitución, las locuras de la puerpera- la instauración paulatina de las maternidades.

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Emilio Vaschetto

Si alguna pertinencia puede tener esta comuni-


cación, la encontraremos en la vía de una relectura
de los problemas actuales en relación al campo
“psi” que rodea los discursos sobre el enigma de
la mujer. El alcance de la medicina positivista con
todos los beneficios obtenidos sobre la salud hu-
mana, ha teñido la doxa de comentarios miopes y
de observaciones pueriles que alcanzan al día de
hoy los niveles de una profesionalización vergon-
zosa.
Es imprescindible que las nuevas investigacio-
nes en el campo médico psiquiátrico se nutran de
otros discursos (antropología, sociología, estudios
culturales, psicoanálisis) a fin de evitar el abuso
al abordaje “especializado” que sólo se acompaña
de una genitalidad abstrusa.

Notas
1
GEORGET, M., De la folie. Considérations sur cette maladie, Crevot, París, 1820, p. 152.
2
VASCHETTO, E., En busca de las locuras puerperales en la Argentina, Vértex Rev. Arg. de Psiq., pp. 292-302.
3
ARCE, C., Curabilidad de la locura en el manicomio de mujeres, Tesis doctoral, 1881.
4
“… declarándola como un deber de toda madre hacia su hijo [y prescibiendo] que ninguna madre podrá amamntar a un niño ajeno mientras
el suyo no haya cumplido cinco meses de edad, previa autorización de la Dirección de Maternidad e Infancia (Novick, 1992)” DILIZIA,
M., Ser madre es un deber, en: Historia y género, VILLAR, D.; DILIZIA, M.; CAVIGLIA, M., Ed. Biblos, 1999, p. 40.
5
CANDIOTI, M., Bibliografía doctoral de la Universidad de Buenos Aires y catálogo de tesis, 1920.
6
BAS, Isaías, Psicosis puerperales, Tesis doctoral, Universidad Nacional de Córdoba, 1914, p. 13.
7
BALL, B., Lecons sur les maladies mentales, Asselin et Houseau, París, 1890, p. 690.
8
Ver: LACAN, J., Ideas directivas para un congreso sobre sexualidad femenina, en: Escritos 2, Ed. Siglo XXI, 1993, p. 705.
9
MARCÉ, L., Traité de la folie des femmes enceintes, des nouvelles acouchées et des nourrices, ¬París: J. B. Baillère editions, pp. 12-13.
10
SOSA Y SANCHEZ, A., La recién madre. Deberes de la sociedad y del estado, Rev. La semana médica, 1924, p. 952.
11
PERALTA RAMOS, A., El institiuto de maternidad. Sus historia, fines, construcción, costo y sostenimiento, organización, funcionamien-
to, Buenos Aires, Mercatali, 1935, pp. 22-23.
12
Como ya mencionamos en la tesis de Arce pero también el hallazgo del libro de salidas del Hospital Dr. Emilio Vidal Abal (Oliva, Cór-
doba) donde figuran entre 1915 y 1925 cincuenta casos de locuras puerperales de los cuales casi la mitad son mencionados como locuras
tóxicas.
13
ESTEVES BALADO, LUIS, Psicosis de la puerperalidad, Tesis de profesorado, 1933.
14
HACKING, I., Mad travelers. Reflections on the Reality of Transient Mental Illnesses, University Press of Virginia, EUA, 1997, p. 80.
15
Ibid. pp. 80-87.

Agradezco a Gustavo Rossi su asesoramiento acerca de las fuentes de investigación.

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