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La Escuela de los Annales

La escuela de los Annales se formó en Francia a partir de la publicación de la


revista «Annales de Historia Económica y Social» en 1929. Su modelo histórico supone
un giro copernicano en la Historiografía. Los fundadores de la revista fueron Marc
Bloch (1886-1944) y Lucien Febvre (1878-1956). La escuela de los Annales ataca los
fundamentos de la escuela positiva, y tiene un claro compromiso social. No es una
escuela marxista, aunque sí utiliza el materialismo histórico. Con el tiempo, esta
influencia es hace más débil. En 1946 la revista se llamará «Annales. Economías.
Sociedades. Civilizaciones». Todo en plural, porque todos los hechos se enlazan y
forman las civilizaciones. Además, la escuela de los Annales tiene claras influencias de
la Geografía y la Sociología.

La escuela de los Annales tratará de comprender y explicar el pasado de cada


pueblo en todas sus dimensiones, cómo ocurrió lo que ocurrió y por qué, para lo que
utilizarán todas las ciencias auxiliares que les sirvan en su tarea. De esta manera,
rompen el estrecho margen de la especialización.

También utilizaron los métodos estadísticos, económicos y de cualquier otra


ciencia, que les sirviese. La economía y la sociedad pasaron a ser el objeto de estudio de
la Historia, por encima del Estado, las instituciones, los personajes y las guerras. Estas
cosas pasan a tener un lugar secundario, ya que sólo explican la coyuntura. La escuela
tiene un marcado espíritu crítico del capitalismo dominante, y lucha contra la historia
política como la única válida.

Se cambia el objeto de estudio, que pasa a ser el ser humano que vive en
sociedad. Todas las manifestaciones históricas deben ser tratadas como una unidad, que
sólo existe en la realidad social, en el tiempo y en el espacio. Las barreras cronológicas
y espaciales se vuelven artificiosas. El estudio histórico debe centrarse en sociedades
concretas, delimitadas en el espacio y en el tiempo.

La escuela de los Annales tratará de convertir la Historia en una ciencia, para lo


cual Bloch formulará un nuevo concepto de hecho histórico. Frente al hecho histórico se
muestra partidario de la opción de hecho, de la historia como problema, de formular
hipótesis y plantear problemas. Los hechos fundamentales de la Historia pueden
cambiar debido a la complejidad de la misma.

La escuela negará el documento escrito como fuente indiscutible y máxima de


conocimiento histórico. Toda realización que parta de la actividad humana será una
fuente.
La escuela de los Annales supone un nuevo rumbo en la historiografía moderna
que no se puede evitar. En ella trabajaron historiadores tan importantes como Frenand
Braudel, que dirigiría la revista y fijaría su atención sobre los ritmos de evolución
temporal: el corto plazo para los acontecimientos, el medio plazo para las coyunturas, y
el largo plazo para las estructuras. Otros historiadores relevantes fueron: Emanuel Le
Roy Ladurie, Pierre Chaunu o Marc Ferro.

Las críticas recibidas hacia las escuela de los Annales fueron de muy dispares
procedencias (del ámbito marxista como las de J. Fontana o M. Cedronio a su propio
seno como las de T. Stoianovitch) han propiciado una patente pérdida de rumbo que los
esfuerzos recuperadores de A. Burguiére o J. Revel no han conseguido resolver.
Ciertamente, hoy resulta relativamente fácil la crítica de la escuela de los Annales. Se le
reprocha con razón a esta escuela, la pobreza de bagaje teórico sustituido por un casi
enfermizo síndrome de sofisticación metodológica muchas veces estéril, una
incoherencia temática en el objeto histórico abarcado, un frívolo diletantismo a la caza y
captura de la última moda ofertada en el mercado historiográfico, que ha hecho a la
presunta escuela de los Annales deslizarse en un tobogán ininterrumpido del fetichismo
cuantitativista al morbo de la historia de las mentalidades pasando por el más espeso
estructuralismo, por referirse sólo a las más significativas corrientes de opinión de las
que Annales ha sido difusora.

La 'nouvelle histoire'

La trascendencia innovadora de los Annales, con todas las matizaciones


correctoras que se quiera, fue, sin embargo, un hecho difícilmente contestable. La
reivindicación de una historia analítica de carácter fundamentalmente socio-económico
frente a la vieja e inútil historia positivista de hechos y relatos.

Pero quizá la razón final de la situación que vive hoy Annales venga
determinada por una serie de problemas irresolutos, algunos de los cuales son
responsabilidad de determinados planteamientos del maestro Braudel, loables en
principio pero de resultados absolutamente frustrantes. El primero de ellos es, sin duda,
la ingenuidad totalizadora que le hizo a Braudel ensayar infructuosos artefactos
metodológicos, intentando conjugar tiempos largos, cortos y fugaces con espacios
pluridimensionales y creando jerarquías ternarias a la busca de un orden perdido en la
selva virgen de los hechos históricos. El segundo es el eclecticismo.El tercero, por
último, es la encomiable voluntad universalista que le hizo ser espectador insaciable de
la diversidad multiforme de civilizaciones y culturas

En síntesis, la escuela de “Annales” sin duda marcan un cambio del estudio


historiográfico, ya que los positivistas buscaban textos originales, lo más oficial posible.
No había reflexión, entendían a la historia como el unir de documentos.

Por esto la obra de L. Febvre y M. Bloch toma tal importancia, ya que desviaban
su mirada de lo político, los horizontes de investigación se extienden y, con ello, las
fuentes se amplían y el documento escrito pierde su hegemonía.
Se integran nuevas disciplinas de las ciencias sociales. Se le da importancia a los
periodos de larga duración, se reivindica la continuidad y la permanencia. El historiador
toma un papel activo, no sólo debe descubrir documentos, sino que también
descifrarlos.

Hay una realidad total que engloba lo económico, lo político y lo social. Surge
un nuevo interés por lo cotidiano y el mundo popular.

En palabras de Fernand Braudel: “...una sociedad forma un todo,... debe ser


considerada en forma global en el seno de lo que la rodea y en la totalidad de sus
componentes, en el entrelazamiento irremediable de innumerables determinaciones de la
que es inútil preguntarse cuál predomina sobre los demás... porque lo único que importa
son las interferencias y las conexiones.”

El espacio geográfico pasa a ser el factor que explica los distintos aspectos de las
civilizaciones. El hombre deja de ser el centro de estudio y su libertad se reduce y pasa a
estar condicionada por el medio social en el cual esta inserto.

“El hombre nada puede contra las fuerzas seculares que lo oprimen, contra los
ciclos económicos de larga duración”.

Representantes de la Escuela de los Annales: los fundadores.


Lucien Febvre y Marc Bloch

Lucien Febvre era un hombre expansivo, vehemente y combativo, con tendencia


a increpar a sus colegas si no hacían lo que él deseaba, en cambio Marc Bloch era
sereno, irónico y lacónico.

Lucien Febvre fue educado en un ambiente refinado y culto, desde muy joven se
interesa por la historia y la literatura. En 1911 escribió su tesis sobre "Felipe II y el
Franco-Condado". Un interesante estudio con una investigación original y al término de
la primera guerra mundial, le hizo ganar una cátedra en la Universidad de Estrasburgo,
en donde establecería una estrecha relación con Marc Bloch (quien era catedrático de
Historia Medieval).

A pesar de sus diferencias de personalidad, abordaban la historia de maneras


muy semejantes y además querían renovar algunos aspectos en el estudio de la historia
y así fundaron en 1929 la revista “Anales de Historia Económica y Social". El objetivo
de esta revista era abarcar la historia en todos sus aspectos y sin impedimentos. Estos
dos hombres trabajaron juntos y armoniosamente durante 20 años, causando bastante
repercusión en su tiempo ya que su afán era fusionar la economía y la historia, en otras
palabras, convertir esta materia en un método multidisciplinar.

Durante la segunda guerra mundial se interrumpen sus trabajos, ya que esta


guerra produjo la muerte de su colega Marc Bloch y es por esto que Lucien Febvre tiene
que hacerse cargo de “La Escuela de los Annales” en el periodo de post guerra y tendrá
como discípulo Fernand Braudel continuador de de su obra. Lucien Febvre murió en
1956.
Las principales obras de Lucien Febvre son: “La contrarreforma y el espíritu
moderno", "Martín Lutero: un destino" y "Combates por la historia", entre otras.

En tanto, las principales obras de Marc Bloch son: “La Sociedad feudal" e
"Introducción a la Historia".

Bibliografía

BURKE, Peter: La Revolución Historiográfica Francesa. Editorial Gedisa

Linkografía

http://www.historia-actual.com/hao/volumes/volume1/lssue3/eng/v1i3c11.pdf

http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/7039.htm

http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/6821.htm

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