Вы находитесь на странице: 1из 9

Universidad Autónoma de Chihuahua

Facultad de Filosofía y Letras

División de Estudios de Posgrado

Doctorado en Educación, Artes y Humanidades

Factores sociales que e históricos que condicionan el


conocimiento social

Estudios de la información

Dr. Juan Daniel Machin Mastromatteo

Alba Rubí Acosta González

Chihuahua, Chih., Marzo de 2018


2

FACTORES SOCIALES E HISTÓRICOS QUE CONDICIONAN EL CONOCIMIENTO


SOCIAL

1. Introducción
Todo lo que percibimos, desde escenas de la vida cotidiana, imágenes publicitarias,
gestos que expresan las personas, notas pegadas en el refrigerador, señalizaciones de
tránsito, graffitis en las paredes, observar una pintura, o incluso, los colores que se
encuentran dispuestos en el entorno, son portadores de significados. Según Contreras
(2017) “la visualidad ofrece una percepción más sensible a los efectos de la presencia
y a los propósitos de los objetos” (p. 497). Una de las formas más comunes de acceder
a la información, deviene de la visualidad; pero también de la interacción del individuo
con las personas que configuran su entorno, ya sea en conversaciones informales,
cibernéticas, o bien, dentro del ambiente académico; aunque es imprescindible
mencionar que la navegación en internet es una fuente incomparablemente útil para
buscar información y comunicarnos. Para Machin-Mastromatteo (2016): “una Sociedad
de la Información ‘alfabetizada’ puede usar la información con éxito para fines
personales, sociales, políticos o económicos” (p. 37). Sin embargo, los usuarios de las
Tecnologías de la Información, no siempre cuentan con las herramientas metodológicas
para saber qué y donde buscar. El conocimiento por lo tanto, es condicionado en gran
medida por el contexto del individuo.

2. Factores que condicionan el conocimiento social


Al percibir el mundo y su articulación, configuramos arquetipos que dan explicación a
aquello que advertimos, partiendo de los conocimientos previos que poseemos. De
esta forma, le otorgamos un sentido a lo que sucede a nuestro alrededor y así
podemos actuar en consecuencia. Adorno (2001) afirma que la sociedad es un proceso
y “sólo una detallada teoría de la sociedad podría decir qué es la sociedad” (p. 9). Sin
embargo, los conocimientos del mundo se encuentran en constante movimiento y
evolución, lo que hoy se toma como verdad, mañana podría ser reemplazado por un
nuevo descubrimiento (Kuhn, 1971). Es decir, un cambio de paradigma, que puede
3

generar un giro radical en la perspectiva del conocimiento social. La inserción de la


perspectiva de genero, la evolución del arte hasta llegar al conceptualismo o incluso, el
nacimiento de la transdisciplina, son algunos ejemplos de cambios de paradigma.
En las áreas de comunicación, como el diseño y la publicidad, un ejercicio recurrente
aplicado a los alumnos, es solicitarles que observen detenidamente su alrededor e
identifiquen todo aquello que les comunica algo. Así, tienen la posibilidad caer en
cuenta que: casi todo lo que se encuentra en su entorno inmediato puede ser portador
de información. Sin embargo, fuera de este ejercicio guiado, el individuo descifra solo
aquella información que por algún motivo es de su interés o con lo que, por
antecedente conoce.
Existen mensajes que pueden ser descifrados universalmente y que constituyen un
conocimiento colectivo, como los señalamientos viales; excepto para quien no cuenta
con las posibilidades de percibirlos, ya sea por la falta o limitación de alguna facultad
física. Esto ejemplifica que, aunque la información se encuentre ahí, no es accesible
para todas las personas.
Por otro lado, no solo las limitaciones físicas impiden acceder a la información. En un
panorama más complejo, ésta puede no estar al alcance de cualquier persona, como la
dificultad de acceso a un ordenador con conexión a la web, o como se ha mencionado
anteriormente, por la falta de competencia para la búsqueda y discriminación de
información. Si bien en dicho panorama podríamos evocar a un estudiante de
educación básica, estas dificultades se dan incluso en el área profesional. Por lo tanto y
dicho lo anterior, todo comunica, pero no toda información es relevante y no toda la
información relevante es accesible.
En la era de la información, las pautas académicas marcan cada vez más de qué
manera se debe investigar. Sin ahondar en los pros y los contras que esto conlleva, lo
central de dicha declaración va en el sentido de la legitimación del saber. Sousa Santos
(2009), aboga por reconocer otras formas de generar conocimientos que puedan,
mediante fundamentos, confrontarse con el conocimiento científico, obviamente
presididos por juicios cognitivos, éticos y políticos. Busca reconocimiento para los
saberes no científicos, sin implicar por ello el descrédito de los primeros. Mas, el
conocimiento científico se ha trasformado en criterio único de verdad, invisibilizado a
4

los saberes alternativos pero igualmente valiosos; debido a que no entran en la


economía globalizada del conocimiento. Sousa se refiere a primera lógica de
producción de la no existencia, como la monocultura del saber y del rigor del saber:
Consiste en la transformación de la ciencia moderna y de la alta cultura en
criterios únicos de verdad y de cualidad estética, respectivamente. La
complicidad que une a la dos culturas reside en el hecho de que se abrogan, en
sus respectivos campos, ser cánones exclusivos de producción de
conocimiento o de creación artística. Todo lo que el canon no legitima o
reconoce, es declarado como inexistente. La no existencia asume aquí la forma
de ignorancia o de incultura. (p. 110)

3. Factores que limitan en conocimiento en artes


En las comunidades académicas de producción de conocimiento científico, se ha
dejado de lado las posibilidades del arte como una fuente importante de conocimiento,
tanto en la práctica, en la percepción, como en la investigación. Uno de los
indicadores de esto, es la escasa información indizada que puede encontrarse en
comparación de otras áreas llamadas ciencias duras, como la química, la física o la
medicina. Inclusive asimétrica también, si se le compara con campos como la
sociología, la psicología, la antropología o la historia (claro está, que se puede echar
mano de estas últimas para realizar una investigación en artes. Este tema se tratará
más adelante).

Lo cierto es, que actualmente existe una gran brecha entre ciencia y arte, lo que
paradójicamente tuvo su génesis en la misma raíz, hoy nos esforzamos por enlazar
nuevamente.

Particularmente durante el Renacimiento, cuando no se consideraba que


hubiera una gran separación entre las ciencias y las artes. Leonardo era sólo
uno de entre muchos hombres que pasaba libremente de uno a otro campo,
los que sólo más tarde se hicieron categóricamente distintos (Kuhn, 1971, p.
249).

Según Benchetrit (2009) la interpretación y el análisis de corrientes artísticas,


movimientos y obras produce conocimiento y de igual manera es requerido para ello.
5

“Nietzsche plantea la primacía del arte sobre el conocimiento, al cuestionar la creencia


de que la búsqueda de la verdad sea la premisa fundamental para validar la objetividad
del conocimiento” (p. 6). A lo anterior se le denomina una epistemología del arte, pues
permite configurar modelos de conocimiento y posibilita su estudio, desde el momento
en que se concibe como una entidad autónoma de conocimiento (Mateo y Arostegui,
2013).

Sin negar la complejidad del conociendo científico, Benchetrit (2009) refiriéndose a la


dicotomía entre arte y ciencia como aproximaciones al conocimiento, afirma que: “solo
a través de la transdisciplinariedad es que es posible generar el saber científico en el
mundo actual” (p. 50).

Aunque en el terreno del arte existen investigaciones serias fuera del contexto
institucional, se cuentan varios factores que es posible que las limiten. Por un lado, el
hecho de no contar un guía metodológico que oriente el estudio. Por otro lado, para
acceder a artículos indizados es necesario estar adscrito a una universidad o institución
que cuente con los medios: en primera para acceder a las bases de datos, en segunda
para poder publicar investigaciones y finalmente, la validación de las investigaciones es
asimétrica si no se cuenta con el respaldo de una institución.

4. Factores que limitan las investigaciones por transdisciplinariedad, en el caso


de las artes visuales y temas de género.
Ya se ha mencionado anteriormente las limitantes a la hora de realizar una
investigación en ámbito del arte. Aunque existen pocas fuentes que abordan las
disciplinas artísticas, al ser un abordaje tradicional como las bellas artes o educación
artística, la dificultad puede aligerarse un poco; no obstante, gran cantidad de los
artículos existentes sobre arte en las bases de datos más sofisticadas, carecen de
identificador de objeto digital (DOI), siendo éste un indicador de validez del documento.
Pero en el caso del estudio de prácticas contemporáneas o en investigaciones en
donde la academia aún no ha indagado o lo ha hecho muy poco, las investigaciones
pueden quedar invalidadas por no contar con suficientes fuentes de información
indizadas, y esto puede hacer parecer inviable el tema. También, es posible que las
fuentes con las que se cuente sean caducas, es decir muy antiguas. En este caso, el
6

investigador deberá darse a la tarea de echar mano de otras disciplinas en donde sea
posible aplicar o adaptar la teoría a la investigación en artes, sin por ello perder la
esencia y orientación de su estudio o el rigor científico. Para lo anterior, Benchetrit
(2009) apunta que “en las disciplinas artísticas, aproximarse a la verdad requiere
explorar los múltiples campos que se vinculan con el arte (p. 3). Por consiguiente, la
epistemología no es solo llegar a la verdad, sino de qué manera se accede a la verdad.
Tal vez el reto más fuerte de la investigación en artes es visibilizar de el hecho de que
la creación artística posibilita el análisis de cuestiones sociales, políticas o de
conocimiento desde una perspectiva divergente a la empleada por las prácticas
legitimadas. En este sentido, la creación artística y las ciencias guardan semejanza
entre sí, en tanto que ambas buscan aportar al conocimiento y emplean metodologías
para ello. Por lo cual Pardo (2011) afirma que se trata de "ampliar lo que comúnmente
se ha entendido por reflexividad: no sólo saquemos a luz los presupuestos
epistemológicos sobre los que construimos nuestras técnicas y explicitemos el lugar
social desde el que investigamos” (p. 99). De tal modo que sea posible problematizar el
trasfondo humano que traduce las acciones e intereses humanos dentro de las
investigaciones.
Uno de los aportes más importantes del pensamiento complejo es el concepto de
transdisciplinariedad y se define como la forma de organización de los conocimientos
que sin rechazar las disciplinas, las trasciende. Se emplea para apelar a la demanda de
una transgresión de las fronteras que dividen a las áreas de conocimiento. La
transdisciplina habita el arte, derivada del pensamiento complejo que le ha llevado
hasta no ser representación realista, a no ser pintura, no ser escultura únicamente,
incluso a no ser arte y seguir evolucionando el concepto de arte. Es por ello que para
realizar una investigación artística, es necesario valerse de otras disciplinas, pero
procurando en media de lo posible desdibujar esas fronteras de conocimiento, para
crear un nueva categoría, que en todo caso, es lo que dinamiza los saberes en el
mundo.
Lo anterior, nos conduce a otra de las limitantes de la investigación. En términos
históricos y de género, el problema radica en la falta de información, debido a que no
fue registrada en su momento y se torna imposible acceder a ella. Aunque se tenga la
7

certeza de que dichos acontecimientos sucedieron, es imposible articular de qué


manera se desarrollaron. Un ejemplo es el caso de la historia de las artistas mujeres.
Suena un tanto ilógico pensar que existiendo una cantidad medianamente equilibrada
entre hombres y mujeres, la historia sea tan asimétrica al abordar la figura de la mujer
en la historia del arte. No obstante, la historia no contiene mujeres, puesto a ellas no se
les permitía ubicarse en el mundo público y artístico, en caso de realizar alguna
actividad relacionada con el arte, la realizaban dentro del hogar, como parte de las
actividades propias de mujeres, como la costura o el tejido. De acuerdo con Boscán
(2011):
La búsqueda de conocimiento, desde que se inició con los griegos, se instituyó
como una empresa que competía a un ser racional, el hombre, el único
considerado capaz de descubrir la causa de las cosas y, en consecuencia, dar
una explicación lógica de las mismas, lo cual no podía aplicarse la mujer por
haber sido ubicada en el lado de los seres no inteligentes (p.163).
En cuanto a su acceso al conocimiento, sostiene que “en la sociedad occidental, el
arte, la arquitectura, la literatura, el gobierno, la música, la ciencia y todas las áreas de
conocimiento estuvieron vetados durante siglos a las mujeres” (Boscán, 2011, p. 172).
A pesar de ello y siguiendo con Boscán, al término del siglo XIX la Sociología científica
Marxista dotó, probablemente por primera vez de herramientas epistemológicas para
realizar un análisis más crítico, “para la reinterpretación de las relaciones cotidianas,
públicas y privadas, e incluso algunas fórmulas para la superación de su situación de
explotación, y la propuesta de una vida distinta al lado de los hombres” (165). Hasta
que tales ideales chocaron con la subordinación y los intereses políticos. Debido a esto,
el feminismo ha ido y venido, se ha contraído y expandido, chocando aún con estos
mecanismos. Y, aunque actualmente exista una especie de explosión de
investigaciones sobre feminismos, no ha permeado completamente a la investigación
artística. En caso de haberlo hecho, aún hay gran camino por recorrer, lógicamente de
la mano de las demás disciplinas, que en el mejor de los panoramas, brindarán las
herramientas para incidir en el conocimiento colectivo y social.

5. Conclusiones
8

Articular una investigación en artes con temas que aparentemente están disociados no
es tarea sencilla, es necesario ser consciente de los factores que condicionan el
conocimiento o el acceso al mismo.
Ante tal dificultad, una de las alternativas más factibles es echar mano de otras
disciplinas para construir conocimiento a través de la transdisciplina. Ya que las
manifestaciones transdisciplinarias, ponen en tensión –necesaria– al mundo intelectual
y artístico, se vuelven una coyuntura que propicia el análisis y la reflexión de
paradigmas, hacen surgir otros; pero finalmente, dinamizan las prácticas e
investigaciones, lo que invita a los propios cuestionamientos. Que, finalmente, servirían
para crear nuevos conocimientos.

Referencias
Adorno, T. (2001). Epistemología y ciencias sociales. Madrid, España: Ediciones
Cátedra.
Benchetrit, H. (2009). Aproximaciones a la verdad en el arte. Argos, 26(50), 19-49.
Boscán Leal, A. (2011). Perspectivas epistemológicas y metodológicas de la
investigación feminista. Opción, 27(65).
Contreras, F. (2017) Estudio sobre los planteamientos teóricos y metodológicos de los
Estudios Visuales. Arte, Individuo y Sociedad, 29(3), 483-499. DOI: 10.5209/ARIS.
55559
Kuhn, T. (1971). Naturaleza y necesidad de las revoluciones científicas. En La
estructura de las revoluciones científicas (pp. 149-175). México: Fondo de Cultura
Económica.
Machin-Mastromatteo, J. D. (2016). Cultura de la información, desarrollo abierto,
tecnologías sociales y participación ciudadana. En Gobierno abierto y ciudadanía
digital (pp. 129-170). Alfagrama.
Mateo, R. C., y Arostegui, J. A. (2013). La praxis del artista como hacer investigador.
Sociedad Latina de Comunicación Social. DOI: 10.4185/CBA18
Pardo Rodríguez, I. (2011). ¿Necesitamos bases filosóficas y epistemológicas para la
investigación con Métodos Combinados?. EMPIRIA. Revista de Metodología de
las Ciencias Sociales, (22), 91-112.
9

Santos, B. (2009). Una epistemología del Sur. México: siglo XXI.

Вам также может понравиться