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Hans Kelsen consideraba a la moral como parte de la justicia, pero no exclusivamente, sino
como un elemento anexo interconectado con la justicia (que es uno de los fines del
derecho); así en su teoría pura del derecho dijo “en tanto la justicia es una exigencia de la
moral, la relación entre moral y derecho queda comprendida en la relación entre justicia y
derecho”, los juicios de valor, entre ellos la idea de justicia, no pasaban de ser, para Kelsen,
simples expresiones de irracionalidad según su teoría jurídica que perseguía una estricta
ciencia de normas positivas. Hans Kelsen criticaba a los juristas que anteponían la idea de
justicia como conformadora del derecho, pues ésta no era más que la imposición de un
interés sobre otro (un consenso entre intereses individuales). No admitía siquiera la
comprobación negativa de la justicia de las normas. Para él no es posible saber lo que es la
justicia; en todo caso, el criterio medianamente válido de lo justo se acercaría a lo válido
jurídicamente. Cuando uno se acerca a su pensamiento iuspositivista es importante tener
claro que la legalidad no es lo mismo que la justicia. Sostenía que la justicia en la sala de
audiciones consiste precisamente en la aplicación de las normas jurídicas a los hechos de un
caso.
Desarrollo
Hans Kelsen para responder a la pregunta “¿Qué es la justicia?”, realiza un estudio de todas
las teorías que se han ido realizando a lo largo de la historia.
También menciona una frase de Platón que dice: "la vida más justa es la más feliz", el
filósofo admite que esta frase no es del todo cierta, pero también menciona que es necesaria
que los gobiernos eduquen a su sociedad con este pensamiento ya que si la gente no creyera
que ser justo te hace ser feliz, nadie iba a querer obedecer la ley, esto causaría un
anarquismo por parte de la sociedad y lógicamente se afectaría la integridad de todos en
general, ya que cada quien haría lo que creyera más conveniente sin temor a ser infeliz.
Platón afirmaba que un hombre justo es feliz y un hombre injusto es infeliz, por tanto,
relacionaba la justicia con la felicidad. Si consideramos la felicidad individual y la justicia
relacionada con la felicidad, nos encontramos con que es imposible un orden social justo.
Por ese motivo Jeremy Bentham afirma que la felicidad que asegura un orden social justo
no puede ser la felicidad individual, sino la colectiva que asegure ciertas necesidades
tenidas en cuenta por la autoridad social, ya que la felicidad individual de un hombre
modifica la felicidad de otro. En este caso es cuando aparecen los conflictos de intereses,
debido a diferentes escalas de valores, y es cuando debe actuar la justicia.
Lo más importante que debemos tomar en cuenta de este punto, es que, así como el
significado de justicia y felicidad pueden cambiar dependiendo de la persona o la situación,
el valor que la gente le da a sus propios valores puede de igual manera ser subjetiva y
relativa.
El autor menciona que el hecho de que los verdaderos juicios de valor sean subjetivos,
siendo por lo tanto posible que existan juicios de valor contradictorios entre sí, no significa
de ninguna manera que cada individuo tenga su propio sistema de valores. Es decir que esta
diferencia de ideas o de pensamientos solo va a influir en los grupos sociales como familia,
raza, y hasta en determinadas situaciones económicas. Pero también nos hace ver que
aunque haya muchas personas que tengan un juicio sobre algo en específico, que es muy
diferente a lo que establece una norma o una ley, no quiere decir que ese grupo de personas
con esas ideas estén en lo correcto, esto solo nos demuestra la gran diversidad de ideas y
pensamientos que existen, y lo mejor sería tratar de escuchar los puntos de vista de cada
persona, para poder obtener una visión más clara de lo que cada uno de nosotros entiende
por ciertos términos.
Una de las cosas que diferencian al hombre de los animales, es que el hombre trata de
justificar su existencia racionalmente, trata de justificar su conducta a través del
entendimiento.
Otro aspecto muy importante mencionado es el conflicto de valores que surge al aplicar la
justicia, tanto como individuos, como también como sociedad, puesto que ciertas ocasiones
nos vemos en la necesidad de decidir entre dos valores que consideramos importantes
teniendo que elegir alguno de los dos y descartar el otro, acerca de lo anterior el autor da un
ejemplo de este conflicto; cuando un médico y su paciente se encuentran hablando sobre la
situación o estado de este último, el médico, partiendo de la idea de que la enfermedad del
paciente es crónica y mortal, tiene que decidir entre decir la verdad o tenerle compasión y
darle ciertas esperanzas que al final de cuentas son falsas.
De este ejemplo se puede observar que el médico debe hacer un juicio entre estos dos
valores que son: la verdad y la compasión, dándose un claro ejemplo de este conflicto de
valores.
Esa misma situación se da cuando nuestro gobierno tiene que decidir sobre ciertos asuntos,
por ejemplo: el aborto, entre si se debe legalizar o no, luego entonces cayendo en una
controversia entre dos valores los cuales son: la integridad y la libertad de la mujer sobre su
cuerpo contra la vida y la salud del producto, aquí un ejemplo a nivel social.
Existe relación entre lo bueno y la justicia, puesto que para que la ley señale lo justo
primero la sociedad debe estar de acuerdo con ciertas conductas o pensamientos,
considerándolas buenas para que posteriormente esas conductas se hagan ley y sean
obligatorias.
La razón del ser humano es limitada, como su propia existencia lo es. Nadie vive
eternamente, pero más aún el propio ser humano no es único en toda su existencia: cambia
conforme su proceso de aprendizaje y conforme sus ciclos de vida. Con estos cambios
también cambia su razón, lo que hace que ésta tampoco sea permanente o eterna en el
tiempo. Pero este proceso se complejiza aún más cuando la razón de una persona se
confronta con la razón de otra persona y la razón de un tercero. ¿Quién tiene la razón
verdadera si los tres tienen limitaciones o procesos de cambios en sus razones respectivas?
Si la razón humana cambia y se confronta con otras, la posibilidad de construir una razón
absoluta o un valor absoluto es nuevamente una ilusión. Se puede aspirar o intentar
construir este valor absoluto, pero de ahí a lograrlo es un sueño. Sin embargo, esto no
excluye que existan los valores. El intento del ser humano de alcanzar una razón o valor
absoluto hace que en el camino se construyan valores aceptados consensualmente por
grupos, dependiendo de los cambios o ciclos de vida de las personas que componen el
grupo, pero nunca la razón o valor único.
De ahí que Kelsen sustente que el ser humano con su razón solo puede acceder a valores
relativos. Estos son valores que identifican los intereses de un grupo de personas o parte de
un grupo de personas, pero nunca de “todas” las personas. Aquí Kelsen es nuevamente
realista más que ideal.
El pensador racionalista piensa que justicia es “dar a cada cual lo que le corresponde”. Pero
¿Qué pertenece a cada cuál? Esta fórmula sirve para justificar cualquier orden social que la
costumbre o las leyes establezcan.
Esta fórmula depende mucho de cada pueblo y cada época para determinar el parámetro de
justicia.
El principio de igualdad establece que todos los hombres son iguales por naturaleza, por lo
tanto, se omiten ciertas desigualdades al otorgar derechos e imponer deberes, entonces,
¿Qué diferencias hay que tener en cuenta? Este principio de juridicidad o legalidad al cual
no le interesa que el ordenamiento sea justo o injusto.
Karl Marx dijo; “a cada cual según su trabajo”, es decir, los hombres son iguales en cuanto
al factor trabajo-producto. Este principio no tiene en cuenta las diferentes capacidades de
trabajo entre los hombres, lo que la convierte en un derecho injusto.
El principio de regla de oro establece: “hay que actuar con los demás del mismo modo que
quisiéramos que ellos actuaran con nosotros”, es decir, “haz felices a los demás, no los
hagas desgraciados”. Este principio tiene muchísimas dificultades, ya que lo que a mí me
gusta no tiene por qué gustarle al próximo. Todo esto nos lleva a decir “compórtate con las
normas generales establecidas por el orden social”. Con esto no podemos deducir nada, es
una fórmula vacía.
Kant formulo el imperativo categórico diciendo; “compórtate de tal modo que tu conducta
pueda ser una ley universal”, pero ¿cuál debe ser esa conducta? Con esta teoría tampoco
tenemos ninguna respuesta.
Según Aristóteles, la justicia es una ética de la virtud, es decir, la virtud es el medio entre
dos extremos que son vicios (uno por exceso, otro por defecto). Pero para encontrar la
virtud hay que conocer los dos vicios, que deben estar determinados por la autoridad del
orden social.
La doctrina del derecho natural mantiene que existe una regulación de las relaciones
humanas perfectamente justa que emana de la naturaleza. Si creemos que lo natural es
creado por Dios, la doctrina tiene un carácter metafísico, pero si por lo contrario creemos
en el hombre como ser racional, la doctrina tiene un carácter racional.
La justicia absoluta es una idea irracional. Cuando se produce un conflicto de intereses hay
dos soluciones posibles; satisfacer a uno perjudicando al otro; o, el equilibrio entre ambos.
Kelsen resalta que cualquier solución será justa dependiendo de las circunstancias. Si en el
conflicto de dos comuneros por la propiedad o posesión de un terreno se comprueba que
uno de ellos recurre a documentos o afirmaciones falsas para sustentar sus intereses, el
órgano de resolución no negará otorgar la justicia a la otra. Pero si ambos tienen razones
válidas en la sustentación de sus intereses, el compromiso, transacción o arreglo por el que
acuerdan dividirse el terreno en partes proporcionales a la validez de sus intereses, se
presenta como una justicia compartida. En ambos supuestos son las circunstancias las que
definen la orientación de la justicia, confirmando la relatividad del concepto.
Si bien Kelsen es reconocido por su teoría pura del derecho o su teoría jerárquica del
derecho, cabe tener presente que estas teorías no pudieron desarrollarse si es que antes o al
mismo tiempo su autor no compartiera una visión amplia del derecho y la justicia. Esto
justifica su coincidencia con Savigny en cuanto al empirismo, casualidad e irracionalismo y
relativismo del derecho y la justicia. Lo que significa que la sociología y antropología del
derecho estuvieron en la mente de Kelsen, aunque éste no sea considerado sociólogo o
antropólogo.
Conclusión
Hans Kelsen, como Platón, hacen referencia a dos tipos de felicidad, la individual y la
colectiva, es decir, hace mención a dos tipos de justicia, dejando de lado a la justicia
individual. Actualmente sigue siendo así, las personas vivimos en una sociedad cuyo orden
es una justicia de carácter social.
No obstante, como todos los humanos intentamos justificar nuestra conducta, la justicia
individual existe, por tanto, la individual y la colectiva nos llevan a pensar en la justicia
absoluta.
Esta justicia, para mi entender, no existe, ya que la mayoría de las veces tratamos con la
justicia subjetiva. Es decir, todas las conductas tienen formas diferentes de ser juzgadas,
dependiendo de la objetividad con la que se quiera tratar.
Entonces, según todo lo mencionado, un orden social será justo cuando todas las personas
reciban lo que se merecen.
Llego a la conclusión afirmando que no existe un orden social justo. Todos podemos pensar
que el orden social establecido puede ser justo o injusto dependiendo de nuestra forma de
pensar y la objetividad con la que seamos capaces de razonar. Por este motivo, para mí, la
justicia no es más que unas leyes establecidas por la sociedad, por todos nosotros,
impuestas con la subjetividad de cada individuo.